Revelaciones de Santa Brigida
Revelaciones de Santa Brigida
Revelaciones de Santa Brigida
PROMESAS
Algunas interrogantes
ORACIÓN INICIAL
1. LA CIRCUNSICIÓN
3. LA FLAGELACIÓN
4. LA CORONACIÓN DE ESPINAS
5. CARGANDO LA CRUZ
6. LA CRUCIFIXIÓN DE JESÚS
LAS 15 ORACIONES
DICTADAS POR NUESTRO
SEÑOR JESUCRITO A SANTA
BRIGIDA, PARA UN AÑO.
Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había
recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Un día se le apareció Jesucristo, diciéndole:
"Recibí 5.480 latigazos en Mi Cuerpo.
Los visitantes de la Iglesia de San Pablo de Roma pueden ver el Crucifijo, bajo el
Sagrario en la Capilla del Santísimo Sacramento, escultura por Pierre Cavallini,
ante ésta escultura Santa Bridget se hincó cuando recibió las 15 oraciones de
Nuestro Señor. La inscripción siguiente fue puesta en la Iglesia para conmemorar
el evento: "Pendentis, Pendente Dei verba aure accipit el verbum corde Brigitta
Deum. Anno Jubilei MCCCL." (Traducción: "Brígida no sólo recibió las palabras
de Dios sueltas en el aire, sino que tomó las palabras de Dios en su corazón.
Jubilee año 1350.")
Las Promesas
1. Libraré del Purgatorio a 15 almas de su parentela o linaje
2. 15 almas de su parentela o linaje serán preservadas y confirmadas en la gracia.
3. 15 pecadores de su linaje serán convertidos.
4. El que rece estas oraciones alcanzará el primer grado de la perfección.
5. 15 días antes de su muerte, le daré el alimento de Mi Sagrado Cuerpo para que
escape del hambre eterna; y le daré de beber de Mi Preciosísima Sangre para que
no padezca de sed eternamente.
6. 15 días antes de su muerte, sentirá constricción profunda por todos sus
pecados, y tendrá conocimiento perfecto de todas sus culpas.
7. Yo pondré el signo de Mi victoriosa Cruz delante de él, para que sea su
amparo y defensa contra las acechanzas de sus enemigos.
8. Antes de su muerte, vendré a él con Mi queridísima y bienamada Madre.
9. Benignamente recibiré su alma, y le conduciré a las delicias eternas.
10. Y habiendo conducido a ésta alma hasta las mansiones eternas, allí, le daré a
beber del Manantial de Mí Divinidad; cosa
que no haré con los que no hayan recitado Mis oraciones.
11. Haz saber que el que haya vivido en estado de pecado mortal aún por 30
años, si reza devotamente estas oraciones, o si hubiere propuesto rezarlas, el
señor le perdonará todos sus pecados.
12. Yo le defenderé contra graves tentaciones.
13. Preservaré y guardaré sus 5 sentidos.
14. Le preservaré de una muerte repentina.
15. Su alma será librada de la muerte eterna.
16. Ésta alma obtendrá todo cuanto pidiere a Dios y a la Santísima Virgen.
17. Si hubiera vivido haciendo su propia voluntad durante toda su vida y si
debiera morir al día siguiente, Yo le prolongaré su existencia para que se confiese
bien.
18. Cada vez que un alma rece estas oraciones, ganará 100 días más de
indulgencia.
19. Se le asegura que será colocado junto al Supremo Coro de los Santos
Angeles.
20. AI que enseñare estas Oraciones a otra persona, se le asegura gozo continuo y
el mérito perdurable por toda la eternidad.
21. Dondequiera que se rezaren estas oraciones, o si se rezan en algún tiempo
futuro, allí, estará Dios presente con Su gracia.
Las 21 promesas de Santa Brígida, tradicionalmente asociadas con las oraciones
de Santa Brígida no están cubiertas por una imprenta. En Enero de 1954 la
Oficina Santa mandó una advertencia que el origen supernatural de estas
promesas no ha sido demostrado.
Primera Oración
Acordaos de todos los temores, las angustias y los dolores que habéis soportado,
en Vuestro Sagrado Cuerpo, antes del suplicio de la crucifixión. Después de
haber orado tres veces, todo bañado de un sangriento sudor, fuisteis traicionado
por Vuestro discípulo, Judas; arrestado por los habitantes de una nación que
habíais escogido y enaltecido. Fuisteis acusado por falsos testigos e injustamente
juzgado por tres jueces; todo lo cual sucedió en la flor de Vuestra madurez, y en
la solemne estación pascual.
En memoria de todas estas penas y dolores que habéis soportado antes de Vuestra
Pasión en la Cruz, concededme antes de morir, una constricción verdadera, una
confesión sincera y completa, adecuada satisfacción; y la remisión de todos mis
pecados. Amén.
Segunda Oración
Tercera Oración
Padrenuestro - Ave María.
¡O Jesús, Creador del Cielo y de la Tierra, al que nada puede contener ni limitar!
Vos abarcáis todo; y todo es sostenido bajo Vuestra amorosa potestad. Acordaos
del dolor muy amargo que sufristeis cuando los judíos, con gruesos clavos
cuadrados, golpe a golpe, clavaron Vuestras Sagradas Manos y Pies a la Cruz. Y
no viéndote en un estado suficientemente lamentable para satisfacer su furor,
agrandaron Vuestras Llagas, agregando dolor sobre dolor. Con indescriptible
crueldad, extendieron Vuestro Cuerpo en la Cruz. Y con jalones y estirones
violentos, en toda dirección, destruyeron vuestros brazos y piernas.
O Jesús, en memoria de este santo dolor que habéis soportado con tanto amor en
la Cruz, Os suplico concederme la gracia de terneros y amaros. Amén.
Cuarta Oración
Quinta Oración
Sexta Oración
Séptima Oración
Octava Oración
Novena Oración
Décima Oración
Undécima Oración
Duodécima Oración
¡Dulcísimo Jesús! ¿Qué hubo que hacer por nosotros que no habéis hecho? Nada
falta. ¡Todo lo habéis cumplido! ¡O amable y adorable Jesús! Por el fiel recuerdo
de Vuestra Pasión, que el Fruto meritorio de Vuestros sufrimientos sea renovado
en mi alma. Y que en mi corazón, nuestro Amor aumente cada día hasta que
llegue a contemplaros en la eternidad. ¡O Amabilísimo Jesús! Sois el Tesoro de
toda alegría y dicha verdadera, que os pido concederme en el Cielo. Amén.
Décima—Tercera Oración
Décima—Cuarta Oración
Décima-Quinta Oración
Padrenuestro - Ave María.
¡O Jesús, verdadera y fecunda Viña! Acordaos de la abundante efusión de Sangre
que tan generosamente habéis derramado de Vuestro Sagrado Cuerpo. Vuestra
preciosa Sangre fue derramada como el jugo de la uva bajo el lagar. De Vuestro
Costado perforado por un soldado, con la lanza, ha brotado Sangre y agua, hasta
no quedar en Vuestro Cuerpo gota alguna. Finalmente, como un haz de mirra,
elevado a lo alto de la Cruz, la muy fina y delicada Carne Vuestra fue destrozada;
la Sustancia de Vuestro Cuerpo fue marchitada; y disecada la médula de Vuestros
Huesos.
Por ésta amarga Pasión, y por la efusión de Vuestra preciosa Sangre, Os suplico,
0 dulcísimo Jesús, que recibáis mi alma, cuando yo esté sufriendo en la agonía de
mi muerte. Amén.
Conclusión
¡O Dulce Jesús! Herid mi corazón a fin de que mis lágrimas de amor y penitencia
me sirvan de pan, día y noche. Convertidme enteramente, O mi Señor para ti.
Haced que mi corazón sea Vuestra Habitación perpetua. V que mi conversación
Os sea agradable. Que el fin de mi vida sea digna de oración y que después de mi
muerte pueda merecer Vuestro Paraíso; y alabaos para siemprc en el Cielo con
todos Vuestros santos. Amén
"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y
medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por
eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi
dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de
que sean tan pocos los amigos de Dios."
Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y
acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:
Según San Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de Hungría que El
concedería cuatro gracias especiales a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima:
Meditar los siete Dolores de Nuestra Madre Santísima es una manera de compartir los
sufrimientos más hondos de la vida de María en la tierra.
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico
Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por
los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.
(Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan a cada dolor)
Qué grande fue el impacto en el Corazón de María, cuando oyó las tristes
palabras con las que Simeón le profetizó la amarga Pasión y muerte de su
dulce Jesús. Querida Madre, obtén para mí un auténtico arrepentimiento por
mis pecados.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Considera el agudo dolor que María sintió cuando ella y José tuvieron que huir
repentinamente de noche, a fin de salvar a su querido Hijo de la matanza
decretada por Herodes. Cuánta angustia la de María, cuántas fueron sus
privaciones durante tan largo viaje. Cuántos sufrimientos experimentó Ella en
la tierra del exilio. Madre Dolorosa, alcánzame la gracia de perseverar en la
confianza y el abandono a Dios, aún en los momentos más difíciles de mi vida.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Qué angustioso fue el dolor de María cuando se percató de que había perdido
a su querido Hijo. Llena de preocupación y fatiga, regresó con José a
Jerusalén. Durante tres largos días buscaron a Jesús, hasta que lo
encontraron en el templo. Madre querida, cuando el pecado me lleve a perder
a Jesús, ayúdame a encontrarlo de nuevo a través del Sacramento de la
Reconciliación.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Cuarto Dolor - María se encuentra con Jesús camino al Calvario (IV
Estación del Vía Crucis)
Acércate, querido cristiano, ven y ve si puedes soportar tan triste escena. Esta
Madre, tan dulce y amorosa, se encuentra con su Hijo en medio de quienes lo
arrastran a tan cruel muerte. Consideren el tremendo dolor que sintieron
cuando sus ojos se encontraron - el dolor de la Madre bendita que intentaba
dar apoyo a su Hijo. María, yo también quiero acompañar a Jesús en Su
Pasión, ayúdame a reconocerlo en mis hermanos y hermanas que sufren.
-Padrenuestro, siete Ave Marías, Gloria al Padre
Oración final
Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu
protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y
obedezca Su divina voluntad. Quiero, Madre mía, vivir íntimamente unido a tu Corazón que está
totalmente unido al Corazón de tu Divino Hijo. Átame a tu Corazón y al Corazón de Jesús con tus
virtudes y dolores. Protégeme siempre. Amén.
PROMESAS A LOS QUE CANTAN EL AVE MARIA STELLA. SANTA BRIGIDA
Durante un levantamiento en Roma, un gentío llegó a la casa donde luego se hospedaba Santa
Brígida. En seguida, la cabeza del bando hablo violentamente de quemar viva a la santa; en ese
instante, Santa Brígida recurrió a Nuestro Señor, preguntándole si ella debía huir y refugiarse
en un lugar mas seguro. Jesucristo le aconsejó diciendo que quedara en ese mismo sitio. Jesús
le dijo así: "No importa la premeditada acción que preparan de conspirar contra tu vida. Mi
poder quebrantará la malicia de tus enemigos. Si mis enemigos me crucificaron, es que yo lo he
permitido."
Luego Nuestra Santísima Virgen añadió: Reunid en grupo, y cantad el Himno, "AVE MARIS
STELLA"; y yo os guardaré de todo peligro."
Virgen singular,
dulce como ninguna,
líbranos de la culpa,
haznos dóciles y castos.
Facilítanos una vida pura,
prepáranos un camino seguro,
para que viendo a Jesús,
nos podamos alegrar para siempre contigo.