El Arte de Empezar
El Arte de Empezar
El Arte de Empezar
El arte de empezar
En este primer capítulo Guy Kawasaki explica que hay que recabar información
para poder dominar cualquier materia. Sin embargo, hay que pasar más tiempo
“haciendo” que aprendiendo cómo se hacen las cosas.
El arte de la presentación.
Unas propuestas adecuadamente presentadas son la herramienta esencial para
alcanzar acuerdos y encontrar la financiación que cualquier emprendedor
necesita. Para que esa presentación surta el efecto deseado requiere de ciertos
requisitos:
Dar respuesta, ya en el primer minuto de la intervención, a la pregunta básica
que el público se formula: “¿Qué hace esta organización?”. Es, además, una
táctica muy adecuada para centrar de inmediato la atención de los oyentes.
El arte de poner por escrito un plan de negocios.
El arte de contratar.
Asegura que debe contratarse sólo a personal de primera categoría, que siempre
persiga la excelencia. Pero, a la par, no hay que prestarle demasiada atención a la
educación formal, sino que hay que analizar las capacidades de la persona.
A su vez sostiene que nunca hay que dejar de prestarle atención a la intuición
personal del emprendedor.
El arte de asociarse.
El autor de la obra explica que hay que hacerlas cuando sean necesarias y hay que
buscar aprovecharlas al máximo.
Para ello hay que dejar en claro las responsabilidades de cada parte. Hay que
asociarse con los mejores y nunca hay que esconder las debilidades, sino que hay
que buscar formas conjuntas de superarlas.