Tema 6 El Secreto de Polichinela
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Tema 6 El Secreto de Polichinela
Marzo 2019
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padres a hacer memoria de la totalidad de su ser hijos. Hacer crecer a los hijos
nunca es rebajarlos.
2) El hijo pródigo y el hallazgo en el Templo
La adolescencia, sobre todo si el niño ha sido mimado o estropeado, suele
ser edad compleja para los padres. Algunos imaginan que para evitar todo drama
bastaría que los padres hayan educado bien a su hijo, o que el hijo fuera bravo y
honesto. Pero un padre perfecto sería una cosa abrumadora, pues uno no podría
dejar de sentirse en deuda de una forma atroz.
En el Decálogo, el primer mandamiento relativo al prójimo se refiere a los
padres. Es importante notar que es el único que lleva emparejada una promesa. El
cuarto mandamiento antecede además al No matarás al inocente. ¿Será para
decirnos que faltar a la piedad filial es peor que un asesinato?
La profundidad de los sexos hace entrar en el drama de la filiación. Dar a
luz se opone a “dar a las tinieblas”. Cuanto mayor es la alegría del nacimiento,
mayor es la angustia por la vida precaria. Pero hasta dentro de las tinieblas puede
el hijo llevar una luz, bien lo sabe la Virgen María. La gran paradoja de nuestro
tiempo es que nunca ha estado el niño más protegido, y nunca ha habido tantos
abortos. La eliminación es, en efecto, la protección de menores más eficaz.
Si dar la vida de uno exige una gran valentía, dar al hijo exige una fuerza
inaudita. El colmo del amor no está en el don de sí, sino en el don del hijo mediante
el cual el padre de más, en cierto modo, que si se diera a sí mismo. La comunión de
los sexos conduce a la imitación de ese amor escandaloso.
3) De algunas madres judías y una nana de santa Teresa
Hadjadj evoca a la madre de Moisés, a la madre de los Macabeos, y a la
madre de los hijos de Zebedeo. Más que otras sienten lo que el Eterno les reclama.
La madre, la prostituta y la santa son tres figuras de mujer que están ocultas
tras un velo: el velo de la esposa, el de la bailarina, el de la monja. La madre hace
nacer, la prostituta es la caída a lo más bajo; la santa eleva a lo más alto. Son tres
momentos que despliega esa maternidad, entre el pecado y la redención, que, en
secreto, lleva dolorosamente la historia.
4) Un hijo como yo no quiero
Un “hijo deseado” pende su existencia completamente de la decisión de los
padres. Dado que hijo es irreductible, antes o después se convierte en indeseable.
El libro del Génesis nos enseña que Eva, tras el nacimiento de su primer hijo, Caín,
exclama: “He adquirido un hombre de Yahveh” (Gn 4,1). Tras el nacimiento de Set
dice, en cambio: “Dios me ha otorgado” (Gn 4,25). Se encuadran así dos
concepciones de la maternidad, una posesiva y otra oblativa.
Un mundo perfecto sería peor que un invierno nuclear. Habríamos perdido
definitivamente nuestro espíritu de infancia. Es preferible un polichinela que salta
de la caja a un superhombre perfecto conforme a los estudios de mercado del
hombre viejo.
5) Concretando
1. Comenta qué te parece cómo describe el autor el misterio de la procreación
humana.
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