Acero Filosofía y Análisis Del Lenguaje

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

CIO!qqg P·.i"'·'.

'. l:"rr-c..Q
Bibhotec ci 11. , • ,_...... .

33
FILOSOFIA
y ANALISIS DEL LENGUAJE

') , '
.'1 ' ./i
(~ /1=\
._----
.. ~•.>-,)'

TITULOS y AUTORES: 29. MARCUSE. FROMM, REICH: EL


FREUOOMARXISMO
1. ¿Qut ES FJI~OSOFil\·! Josc 'f'abcrncr GU;,ISp
EL HOMBRE Y su MUNDO
Manuel Macctras 30.
v C\lalill:1 Rojas Mun.:no
UN HUMANI·S~1.0 DEL SIGLO XX: EL
SERIE
2. 1_1\ SABIDURjA
TAOisMO,
ORIENTAL:
BUDISMO.
PEI(SONALISMO
A. Domineo Mororatla HISTORIA DE LA FILOSOFIA
CONFUCIANISMO 31. LA PS1COLOCiA HOY:
vtcrcr García , ¿ORGANIS!\IOS O MÁQUINAS?
3. MITOLOCIA y F1LOSOFII\: Pilar l.ccasa
LOS PRESOCRÁTICOS v Concepción P e rvz Lopcz
Angel J. Cappetlcru . 32. EL ESTRt:CTURALlSMO DE
4, DE LOS SOFlSTAS
POLíTICA
Tomás Calvo
A PLATON:
y PENSAM1ENTO
33.
LEVI.STRAUSS

FILOSOFÍA
A DERRID . \
Antoniu B01i\ al' Butia
y ANÁLISIS DEL
33
5. ARJSTÓTELES: SAB1DURÍA V LENGUAJE
FELICIDAD J. J. Acero Fcrucndcz
José Montova v Jesús Conill
6. LA FlLOSÓFiA HELENÍSTICA:
ÉTICAS y SISTEMAS
34. CRiTICA
FRANCFORT
Y UTOPÍA:

Adela Cortina
LA ESCUELA

.
DE
F1LOSOFIA
Carlos Carda Gual
7. LA CULTURA CRISTIANA
AGUSTiN
J. A. Garcta-Junceda
Y SAN

.
35,

36.
LA CIENCIA CONTEl\IPORANEA
SUS I!\tPLICACIONES
A. Pcrez de LabOl·da.
FILOSÓFICAS
.
LA ULTIMA FILOSOFIA ESPANOl.-\:
Y
y ANALISIS
8. EL PENSAMIENTO HISPANOARABE,
AVERROES
R. Ramón Guerrero
UNA CRISIS
EXPUESTA
Carlos Di az
CRiTICAMENTE
DEL LENGUAJE
9. TOMÁS DE AQUlNO, MAESTRO DEL 37. GRACIÁN
ORDEN Jorec Avala
Jesús Garcta Lópcz 38. PASCAi.: CIENCIA y CREENCIA
10. DE OCKHAM A NEWTON, LA Alicia Villa¡' Ezcurra
FORMACIÓN DE LA CIENCIA
MODERNA
39. ESPINOSA: RAZÓN
S •..raio Rábade Romeo
y FELICIDAD
JUAN JOSE ACERO FERNANDEZ
Carlos Mínguez
11. EL RENACIMIENTO, HUMANISMO Y
40. LA Qt:lEBRA DE LA RAZÓN
ILUSTRADA, IDEALISMO Y Profesor titular de Lógica
SOCIEDAD
E. Garcta Estébanez
ROMANTICISMO
José Luis vttlacanas
de la Universidad de Granada
12. EL RACIONALISMO y LOS 41. DILTHEY, VIDA·EXPRESION
PROBLEMAS DEL MÉTODO Ana •..l Gabilondo Pujol
Javier de Lorenzo . ·12. EL·PRACMATISMO AMERICANO:
\3. EMPIRISMO E ILUSTRACION ACCIÓN RACIONAL Y
INGLI~SA, DE HOBBES AHUME
J, C. Garcta-Borron Moral
RECONSTRUCCIÓN DEL SENTIDO
Jorce Pcrez 0(' TU{,kla PROLOGO DE
14. LA ILUSTRACIÓN FRANCESA,
ENTRE VOLTAIRE y ROUSSEAU
43. BERGSON
Pedro Chacón Fuertes JESUS MOSTEBIN
Arsenio Cinzo -1-1. J. P. SARTRE y LA DIALÉCTICA DE
15. KANT, CONOCIMIENTO Y LA COSIFICACIÓN Catedrático de Lógica
RACIONALIDAD Adolfo Arias Munoz
S. Rébade. A. lópcz y E. Pesquerc -15. EL PENSAMIENTO DE JACQLES de la Universidad de Barcelona
Vol. 1: El uso leórico de la Razón MARITA,IN
Vol. 11: El uso pracuco de la Razón Juan Ramón Calu v Dan¡ •.·1 Barc..aln
16. HECEL, FILÓSOFO ROMÁNTICO ...16. WITTCENSTEIN'
Carlos Díaz J. L. Prados Celma y V, San! •.·I¡,\ \·¡dan •."
17_ DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL -17. HEJDECCER Y LA CRISIS DE .LA
ANARQUISMO ÉPOCA MODERNA
Féhx García Mortvón Ramou Rodrraucz Gan::ia
18. MARX l' ENCEL'S; EL 1\tAR.XISMO 4tL DELEl,;ZE: VIOLENTAR EL
GENUINO PENSAMIENTO
Rafael Jerez Mir JVSl~ Lui::. P31·du
19. COMTE: POSITIVISMO y 49. ZlIBIRI: EL REi\LlS'-10 RADICAL
REVOLUCIÓN Antonio F e IT.:l7. F~\\ os
Dalmacio Negro Pavón 50. E_ LEVINAS: HLI\IANIS:\10 y ETIC:\
20. EL EVOLUCIONJSMO: DE DARWIN A Gra •..
nano Conzú! e 'l.
LA SOCIOBIOLOGiA 51. LA HER\IEl'OEUTICA
Rafael Grasa Hcr-nándcz CONTE~IPOR,\NEi\
21, SCHOPENHAUER y KIERKEGAARD: M. M¡:¡•'.cu-as Fahun " J. TI'l .•botlc 8:11'1'•.'1:1
SENTIMIENTO y PASIÓN 52_ NIHILISMO y ESTETICA (FILOSOFIA
Manuel Macciras Fafian DE FIN DE MILENIO)
22. EL PENSAMIENTO DE NIETZSCHE Cm-h», DIóIL .
Luis Jbnénez Moreno :n. BAYLE O L-\ ILlJSTRACION
23. FREUD y JUNG: EXYLORAl>OHES ANTICIPADA
DEL INCONSCIENTE Jul iau ,\nl}\O PUIlII,.'IJ;¡
Antonio vázquez FCI·n:illtl.·:J S-a. I:ICU.TE: ¡\CCION y L1 UERTAI)
24. EL KRAUSISMO y I.A INSTITUCION Vi ru 11 11 •.\ topel, D'lIlllllgU"'I,
UBRE DE F_NSEÑANZA :-,S FOl;CAL:L T
A. Jlméncz Garcta J •.,I ~!" /\ 1, ;11 \'1 Y;I~'U"'l
25. UNAMUNO. HLOSOt'O DE se. FRANCISCO DE VITORIA
ENCRllCIJADA M~\rl· •.-lino 0•. ';11'1;\ (;;\1','1:1
Manuel Padil!a Novoa
2ü. ORTEGA y LA CULTURA ESI·ANOLA
P. J. Cburrnzo [)'Jlní!lQlI<"1
27. HUSSERL y LA <:UiSlS DE LA
R.AZÓN
Isidro Oómcz ROIlH.,·I'O
COORl)l~ADORES:
28. LOS EXJSTENCIALISMOS: L~L" VES
PARA SU COMPRENSION r\il~nlu •.·1 ,\'l'I•.',·lLIS ¡'¡dt:ttl
i\1;IIHll'¡ ~':lditl;1 :\\110;1. C:trlU'i DI:ll
Pedro Fontnn "libero
Agradecimientos y dedicatoria

Por el interés con que han seguido la labor de


escribir este libro y por la ayuda prestada en ello,
quiero dar las gracias a las siguientes personas: a
mi esposa, que ha leído repetidas veces la totali-
dad del manuscrito y que me ha evitado errores
de contenido y de expresión; a Gilberto Gutiérrez.
y Ernesto Guasch, que me han proporcionado li-
bros y artículos que por mi cuenta no hubiera
podido conseguir; a Tomás Calvo, gracias al cual
me surgió la posibilidad de escribir esta obra, y a
los alumnos colaboradores del Departamento de
la Filosofía, de la Universidad de Granada, durante
el curso 1984·85, a quienes he molestado más de
lo debido con la reproducción de material impreso
© 1994, EDICIONES PEDAGÓGICAS para su posterior estudio.
Mcléndez Valdés, 6. 2XO15 Madrid Finalmente, dedico estas páginas a mis padres
Tctf.ñax: 44806 16 y hermanos, quienes apoyaron desde muy pronto
ISBN: li4-411-0007-1
mi interés por los estudios filosóficos.
Depósito legal: M. 15.561-2004
Impresión: El eA, S. A. . .
Parque Induslrial «Las Monjas», 'I'orrcjón de Ardoz - 2B~5() Madrid Juan José Acero
Prinlec\ in Spain

5
D ~~ .~
~ ¡ '."~'¡ r-••
D!Ol ''',.;1..:: ...'' ,:J C' •• , • ., .••

Indice

Prólogo de Jesús Mosterín ... ... ... ... ... ... 11

1. ¿ Qué ha sido de la filosofía analítica? ... ... 17

1.1. Filosofía lingüística/Filosofía del len-


guaje... ... ... ... ... ... 17
1.2. Lenguaje y filosofía... ... ... ... ... ... ... 20

PRIMERA PARTE: EL DESARROLLO DEL


ANALISIS FILOSOFICO

2. El microscopio de Frege 31

2.L. El ojo y el microscopio ... 3]


2.2. Nuevos vinos para los viejos odres de la
lógica 42
2.3. La liberación de la mente del poder de
la palabra ... ... ... ... ... ... ... ... ... 49
2.4. Imposible salirse del propio lenguaje ... 52

7
3. El instinto de realidad ". ... ... ... ... ... ... 56 9. Haciendo cosas con palabras ... 191
3.1. La revuelta contra Frege ... ... 56 9.1. Constatativos y realizativos ... 191
3.2. Afinando nuestro instinto de realidad 68 9.2. La fortuna también sonríe a las expre-
3.3. La lógica subyace a la palabra . 72 siones ". 194
9.3. Los verbos realizativos 199
4. Una odisea en el espacio lógico 83 9.4. Dimensiones... ... ... ... 203
4.l. Las variaciones del significar ... 83 Apéndice . 207
4.2. La teoría figurativa del sentido 89
o •• O" _ •••• , o., o" o •• o •• o •• o ••

4.3. El mundo en el espacio lógico . 92 Glosario . o •• o" o •• o" o,. o,. o., o,. o •• o ••
225
4.4. Lo que no puede decirse ... ... 100
4.5. La filosofía como análisis del lenguaje Bibliografía 229
103

5. El sesgo empirista del análisis semántico 110


5.1. ¿Qué son los objetos del Tractatus? ... 113
5.2. El principio de verificabilidad ... ... 118

6. Libros en la hoguera ... ... ... ... ... ... ... ... ... 127
6.1. Lógica y matemática: la puesta a punto
del lenguaje ... ... 133
6.2. Significado emotivo 140
6.3. Dos modos de hablar... 144
6.4. El fantasma en la máquina 152

SEGUNDA PARTE: LA CRISIS DEL ANALISIS


FILOSOFICO

7. El filósofo encantado 163


7.1. El ansia de generalidad... 163
7.2. Juegos de lenguaje , , 167
7.3. La idea de un lenguaje privado 171

8. En torno a esmeraldas camaleónicas y al bar-


co de Neurath (los límites del empirismo) ... 177
8.1. La nueva paradoja de la inducción... 178
8.2. Dos dogmas del empirismo 182
8.3. No hay exilio cósmico ... ... ... ... 188

8 9
Prólogo

Con la expreszon filósofo analítico uno asocia vaga-


mente la imagen de alguien bien educado y con sentido
del humor, que disecciona con paciencia y precisión
algún uso lingüístico, aparentemente trivial, y saca de
su análisis conclusiones razonables, a las que uno asien-
te sin especial entusiasmo. Si uno ha asistido a diver-
sos seminarios o simposios españoles de filosofía, es
probable que su arquetipo de filósofo analitico acabe
tomando perfil concreto e identificándose con la figura
de Juan José Acero. Por eso cuando Acero mismo nos
dice que ya no quedan filósofos analíticos, uno se queda
un tanto perplejo.
Bajo el nombre de filósofos corren por esos mundos
de Dios personajes de toda laya y pelaje: propagandis-
tas abnegados de ideologías políticas o religiosas, es-
peculadores [arragosos y patéticos, parloteadores super-
ficiales e ingeniosos, eruditos repetidores de doctrinas
tradicionales, etc. También los hay que se preocupan por
la claridad de sus pensamientos, el rigor de sus méto-
dos, la precisión de sus conceptos y la inteligibilidad de
I sus afirmaciones. Esa preocupación los lleva a analizar
continuamente las nociones que utilizan, las palabras
I

11
..
1
que emplean, los argumentos en que se basan. Y en partió Austin, en Harvard, su ciclo de conferencias
ese sentido son analíticos. En un sentido muy amplio, How to do things with words. Según esto, la filosofía
la filosofía analítica es la filosofía que no se deja llevar analítica en sentido estricto estaría temporalmente lo-
por el ímpetu especulativo o el fervor ideológico, sino calizada en la primera mitad del siglo xx.
que constantemente hace pausas para analizar, clarifi- Cuantos más años pasan, más claro resulta para los
car y precisar sus propias ideas. En este sentido, Aris- historiadores que la filosofía analítica ha sido la mejor
tóteles era un filósofo analítico y muchos pensadores filosofía que se ha hecho en la primera mitad de este
actuales lo son, y no sólo en los países anglosajones. siglo, y que sus creadores se cuentan entre los más
En Finlandia, por ejemplo, todos los filósofos conocidos grandes filósofos de todos los tiempos. El rigor dia-
=-Stenius, Van Wright, Hintikka, Tuomela, Niiniluoto, mantino de Frege, el lúcido desparpajo de Russell, la
etcétera- son analíticos. Quizá por ello eligió Juan incandescente intensidad de Wittgenstein, la vigorosa
José Acero ir a ampliar sus estudios de filosofía a aquel audacia del Círculo de V iena, su común pasión por la
frío y hermoso país. exactitud y su implacable honestidad intelectual mar-
Además de este sentido lato del adjetivo analítico, caron una época dorada de la historia de la filosofía.
aplicado a la filosofía, hay otro sentido más estricto y Pero conforme ha crecido su estatura como clásicos
temporalmente localizado, que es el que Acero trae indiscutibles del pensamiento, han resultado también
aquí a colación. Los filósofos analíticos (en este sentido más evidentes las limitaciones e ingenuidades que fre-
más estricto y estrecho) pensaban que todos los proble- cuentemente acompañaban a sus concepciones más cen-
mas filosóficos son problemas lingüísticos, es decir, pro- trales.
blemas debidos a nuestra ignorancia de las compleji- La tradición intelectual analítica ha perdido a veces
dades del lenguaje que hablamos o a los defectos de su vigor y su tono, volviendo la espalda a los proble-
dicho lenguaje. La solución de los problemas filosófi- mas reales de su tiempo y degradándose en escolástica
cos se encontraría entonces en una mejor autoconcien- reiteración de las mismas cuestiones, rumiadas hasta
cia lingüística o en la traducción de los mismos a un la saciedad. ¿Para quién es todavía un problema la cal-
lenguaje artificial perfecto. vicie del actual rey de Francia? Y ¿quién defiende toda-
Un huraño profesor de la Universidad de Iena, Got- vía la existencia de un lenguaje privado, para merecer
tlob Frege, fundó a finales del siglo XIX la lógica ac- tan repetidas refutaciones? Había que abrir las venta-
tual, la filosofía de la matemática, la filosofía del len- nas. y las ventanas se han abierto, aunque con ello
guaje y el análisis filosófico. Pero nadie se enteró hasta -como señala Acero con razón- la filosofía analítica
bien entrado nuestro propio siglo. Bertrand Russell, en sentido estricto haya desaparecido.
Ludwig Wittgenstein y Rudol] Carnap fueron de algún La filosofía analítica ha muerto. ¡Viva la filosofía ana-
modo sus discípulos, y desarrollaron la filosofía analítica lítica! En su testamento nos ha dejado un legado im-
de forma espectacular. A este brillante desarrollo dedica presionante de nuevas disciplinas y adquisiciones irre-
Juan José Acero la primera parte del presente libro. La nunciables. Las dos ramas más vivas de la filosofía
segunda parte del mismo trata de la crisis del análisis actual -la filosofía de la ciencia y la filosofía del len-
filosófico, situada aquí en los primeros años cincuenta. guaje- proceden de la filosofía analítica, aunque luego
En efecto, en 1951 publicó Quine su famoso artículo hayan casi borrado las marcas de su origen.
«T'wo Dogmas of Em.piricism», reimpreso en From él La filosofía analítica estuvo íntimamente relacionada
Logical Point of View en 1953, el mismo año en que con la ciencia de su tiempo, que a su vez atravesaba una
aparecieron (póstumamente) las Philosophische Unter- etapa gloriosa. El positivista Ernst Mach influyó deci-
suchungen de Wittgenstein; en 1954 vio la luz Fact, Fic- sivamente en Einst ein, que a su vez sirvió de inspiración
tion and Forccast, de Nelson Goodman, y en 1955 im- a los em.piristas lógicos, que por su parte influyeron en

12 13
los creadores de la mecánica cuántica. Esta estrecha de claridad conceptual, de rigor argumentativo y de
atención a la ciencia viva se ha mantenido v ha acabado proximidad a la ciencia.
reventando el estrecho cascarón de la [ilosojia analítica Casi nadie acepta hoy en día las tesis sustantivas de
original. No hay un lenguaje unificado de la ciencia. la filosofía analítica clásica. Pero casi todos hemos
No hay un único método de la ciencia. No hay una úni- aprendido y heredado algo de ella, aunque no sea más
ca descripción verdadera del mundo. En realidad no que un cierto talante, unos ciertos estándares, unas cier-
sabemos muy bien lo que la ciencia es, y cada día des- tas maneras, una cierta transparencia en el pensar y en
cubrimos nuevas complejidades en su entramado. Pero el hablar. En medio de la confusión, la crispación y la
lo que está claro es que la ciencia no es un conjunto de ignorancia que todavía colean en nuestro medio intelec-
enunciados verificables acerca de nuestras impresiones tual, a los herederos de la tradición analítica se los
sensibles. nota por su tono sosegado, por su atención al detalle,
Con razón señala Acero que la filosofía del lenguaje por la claridad de sus palabras y su apertura a las crí-
es algo distinto de la filosofía analítica, aunque la pri- ticas. Y a pocos se les nota tanto esa buena escuela
mera proceda de la segunda. La más interesante y pro- como a Juan José Acero.
metedora filosofía actual del lenguaje (en mi opinión) De los pensadores analíticos clásicos nos interesa más
es la que están haciendo Barwise y Perry en la Universi- lo que hacían que lo que decían; la frescura intelectual,
dad de Staniord. y ella representa el más completo la libertad, la audacia y el rigor con que planteaban los
vuelco imaginable de la filosofía analítica. N o es ya sólo problemas que las soluciones concretas que aportaban;
que no todos los problemas filosóficos se reduzcan a su ejemplo que sus tesis. Ojalá este librito anime al lec-
problemas lingiiisticos. Es que ni siquiera los proble- tor a acercarse a sus textos originales, y ojalá le anime
mas de filosofía del lenguaje se reducen a problemas también a no quedarse en ellos. El re-pensar es sólo
lingüísticos. La semántica del lenguaje aparece ahora una preparación para el pensar, algo que nadie puede
como un caso particular del tema no lingüístico de las hacer por nosotros.
relaciones, de información objetiva entre situaciones del
mundo físico y de la explotación de dichas relaciones Jesús Mosterín
por los animales en el proceso eco lógico de adaptación
a su medio.
Además de la filosofía de la ciencia y de 1(1. [ilosojia
del lenguaje, hemos heredado de la filosofía an-ilitica
una exigencia irrenunciable de rigor, de claridad y, en
definitiva, de honestidad intelectual. Las oscuridades
farragosas de la tradición que se inicia con el idealismo
alemán y que confunde profundidad con ininteligibili-
dad cada vez son menos de recibo, incluso en la misma
Alemania. Las charlatanerías ingeniosas y gratuitas de
las sucesivas modas parisienses no encuentran eco más
que en cierto provincialismo español e italiano. Los dog-
matismos doctrinarios al servicio de la política o de la
religión están en coma irreversible. La verdad es que
casi todos los filósofos actuales que tienen algo intere-
sante que decir han hecho suyos los ideales analíticos

14 15
Glosario

Confirmabilidad: Posibilidad de confirmación (véase). Afir-


mar que una proposición es confirmable equivale a decir
que su confirmación sería posible en ciertas circunstan-
cias, aunque estas circunstancias no sean reales.

Confirmación: Las leyes científicas son proposiciones uni-


versales que afirman algo de un número potencialmente
infinito de instancias particulares. A causa de esto, su com-
probación completa y efectiva es imposible. Así, por ejem-
plo, que dos cuerpos se atraen con una fuerza que es di-
rectamente proporcional al producto de sus masas e in-
versamente proporcional al cuadrado de sus distancias es
un principio que vale de dos cuerpos cualesquiera. Sin em-
bargo, no cabe verificarlo en todos y cada uno de sus
casos. A causa de este hecho y del deseo de justificar que
las leyes de la ciencia empírica son, pese a todo, proposi-
ciones con significado cognitivo, los empiristas lógicos in-
trodujeron el concepto de confirmación. Las leyes científi-
cas no son verificables, pero pueden ser confirmadas, es
decir, podemos comprobar que las leyes se cumplen para
distintas instancias particulares. El grado de confirmación
de una leyes la medida en que los casos particulares con-
firman la ley. O también, es la probabilidad de que la ley

225
T
i

l'
sea verdadera, si tenemos en cuenta los resultados de su se introduce una lista de símbolos, un conjunto de reglas
comprobación en los casos particulares examinados. de formación, que especifican qué combinaciones de sím-
~ bolos son admisibles en tal lenguaje, y un conjunto de
Enunciado lógicamente verdadero: Véase verdad lógica. reglas de transformación, por medio de las cuales pueden
~
dcfinirse relaciones lógicas puramente formales entre las
11 Inferencia deductiva: Cuando inferimos deductivamente oraciones del lenguaje. La relación de deducibilidad es la
Ir una conclusión a partir de ciertas premisas, la verdad de
más notable de estas relaciones.
éstas implica la verdad de la conclusión: las premisas no
pueden ser verdaderas y la conclusión falsa. A diferencia Verdad analítica: Una verdad analítica es una proposición
de lo que sucede en una inferencia deductiva, en una infe- verdadera en virtud del significado de las palabras de que
rencia inductiva la verdad de la premisa confiere tan sólo se compone. La expresión verdadera en virtud del signifi-
un cierto grado de probabilidad a la verdad de la conclu- cado puede hacerse más precisa si se dice que una verdad
sión. Juan no ha pasado el sarampión; Juan está expuesto analítica puede convertirse en una verdad lógica (véase)
al sarampión; luego Juan no ha pasado el sarampión y reemplazando en ella las expresiones que no sean constan-
Juan está expuesto al sarampión es un ejemplo de infe- tes lógicas por otras sinónimas suyas. Los solteros son
rencia deductiva. Juan no ha pasado el sarampión; Juan personas no-casadas es una verdad analítica, pues si sus-
está expuesto al sarampión; luego hay un alto grado de tituimos en ella el término soltero por el término sinónimo
probabilidad de que Juan enferme de sarampión es un suyo de persona no-casada, obtenemos una verdad lógica:
ejemplo de inferencia inductiva. La corrección de una in- Las personas no-casadas son personas no-casadas.
ferencia deductiva descansa en el significado de las cons-
tantes lógicas (de 'y' en nuestro ejemplo). La de una infe- Verdad lógica: Las verdades lógicas son esas proposicio-
rencia inductiva depende del grado en que los hechos nes verdaderas en virtud del significado de las constantes
presten su apoyo a las leyes o hipótesis. lógicas que en ellas se den. Puesto que las constantes ló-
gicas (los, un, cada, no, si, entonces, etc.) son temática-
Proposición: Este término se usa de dos maneras a lo mente neutrales (es decir, su uso no presupone que ha-
largo de este libro. En su acepción dominante, una propo- llamos de hablar de un tema -dinero- mejor que de otro
sición es una oración declarativa y, por lo tanto, el tipo -números-), las verdades lógicas son esas proposiciones
de expresión susceptible de ser verdadera o falsa. Propo- verdaderas sea cual el universo del discurso que se tome
sición se utiliza también como sinónimo de enunciado. Sin como punto de referencia.
embargo, aun siendo éste el significado que aquí se le con-
fiere, las proposiciones no se toman como meras combina- Verdad sintética: Las verdades sintéticas son esas propo-
ciones de signos, sino como una combinación de signos siciones que no son analíticas (véase). Deben, por consi-
dotada de sentido o significado. En segundo lugar -y fun- guiente, su verdad no sólo al significado de las palabras
damentalmente en el capítulo 3-, proposición no es sólo de que constan, sino también a su acuerdo con los hechos.
una oración declara ti va o asertórica dotada de sentido, sino
el sentido (o significado) de una oración así. Esta acep- Uso: Al hablar del uso de las palabras u oraciones desta-
ción de proposición es la clásica y dominante hasta el si- camos una dimensión especial en la que importa las fun-
glo xx. ciones que los hablantes desempeñan por medio del len-
guaje y que está más allá de las meras relaciones sintác-
Proposición analítica (y proposición sintética): Véase ver- ticas entre ellos y de qué signifiquen o a qué refieran por
dad analítica. sí solos. Lo que importa del uso es qué hacen los hablan-
tes con las expresiones que emplean: qué actos de habla
Sintaxis: La sintaxis es una disciplina lingüística puramen- (como prometer, describir, hechos o situaciones, manifes-
te formal. Hace abstracción de qué uso confiere el hablante tar una sensación de dolor, etc.) ejecutan al utilizarlos. El
a los signos de su lengua, así como del significado y la re- uso de una expresión -como se aprecia en los capítulos 7
ferencia de estos signos. En filosofía, la sintaxis tiene que y 8- se rige por reglas bien definidas y debe distinguirse
ver con la construcción de lenguajes artificiales. Para ello, de la usani.a lingüística, es decir, de las modas o costum-

226 227
bres,. JocaIes o generalizadas. El uso de una cxpresion de-
terrnma una parte importante (algunos dicen que la totali-
dad) de su significado y renunciar a este uso equivale a
separarse de la norma lingüística. Renunciar a una usanza
es optar por no seguir una costumbre, y no renunciar a
moverse dentro de los límites del lenguaje.
I
I
i

Bibliografía

En la confección de esta bibliografía he procurado hacer cons-


tar las fechas originales de los trabajos de esos filósofos cuyas
ideas se exponen e indicar, a continuación, los datos de las co-
rrespondientes traducciones al castellano, cuando éstas existen.
Siempre que ha sido así y que me ha sido posible consultar esas
traducciones, todos los datos mencionados proceden de ellas.

AUSTI'I, JOHK (1961): Ensayos filosóficos. Madrid. "Revista de


Occidente», 1974.
- (1962): Palabras y acciones. Buenos Aires. Paidós, 197L
AYER,ALFRED(1946): Language, Truth and Logic. 2 .• edición. Har-
mondworworth. Penguin Books.
- (1965), comp: El positivismo lógico. México. FCE.
CAR'IAP, RUDoLF (1928 a): The Logical Structure oi the World.
Berkeley. University of Califonia Press, 1969.
- (1928 b): Pseudoproblems in Philosophy, Berkeley. University
of California Press, 1969.
(1933): Psicología en lenguaje [isicalista, en AYER,ALFRED(1965).
- (1934): Filosofía y sintaxis lógica, en MUGUERZA, JAVIER(1974).
- (1936): Test ability and Meaning, Philosophy oi Science, vol. 3,
pp. 420·471, Y vol. 4 (1937), pp, 2-40.
(1937): The Logical Synt ax 01 Language. London. RKP.
(1963): The Devcloprnent of my Thinking, en SCHILLP, P. A.
(ed.): The Philosophy oi Rudoli Carnap, Open Court. La Salle.
Illinois.
,1
CHANDLER,RAYMOND(1981): El sueño eterno. Barcelona. Bruguera.

228 229
I
s
~--_._.~-~~----

! 11

I '1
i I
!I DUM MET, MICHAF.L (1978): Can Anaiytical Philosoph y Be Syst.enta- _ (1959): El desarrollo de mi pensamiento filosófico. Madrid.
tic, and Ought it fo Be>, en Truth. and Other Enigmas. Carn- Aguilar, 1964. . A' P'_
RYLE, G [L1lERT (1949): El concepto de lo mental. Buenos ires. al
bridge. Mass. Harvard University Prcss.
FJU:GE, GOTTLOIl (1879): Conceptograí ia, México. UNAM, 1972. dós, 1967. K ' I d N
SCHLlCK, MORlTZ (1925): General Theory of nowte ge. ueva
(1884): Los fundamentos de la aritmética. México. UNAM, 1972.
York. Spr inger Vcrlag, 1974.
(1892 a): Sobre sentido y referencia, en FREGE, GOTTLOIl (1971). _ (1932): El futuro de la titosoiia, en MUGUERZA, JAVIER (19~4). _
11 (1892 b): Sobre concepto y objeto, en FREGE, GOTTLOIl (1971). _ (1936): Meaning and Vel'lt!catzon,. HANFLlNG,. OSWALD (1?81). Es_
1¡ (1918): El pensamiento, en Investigaciones lógicas. Madrid. Tec- sential Readings in Logical POSltlV!Sm. Oxford. Basil Black
H!
J.
nos, 1984.
- (1971): Estudios sobre semántica. Barcelona. Ariel.
well.
SOSA, ERNEST (1983): Classical Analysis, l ournal oi Philosophv,
- (1979): Posthumous Writings. Oxford. Basil Blackwall. vol. LXXX, pp. 695-710. . Bl k
GOODMAND, NELSON (1953): Fact, Fiction and Forescast . Carnbrid- STENIUS, ERIK (1960): Wittgemtein's Tractat us. Oxford. Basil ac-

I ge. Mass, Harvard University Press, 1979.


GARCíA SUÁREZ, ALFONSO (1976): La lógica de la experiencia. Ma-
well. .. d
STEVEXSON, CHARLES L. (1937): El signiiica o emo lVO e
ti de Los tér -
drid. Tecnos. minos éticos, en AYER, ALFREO (1965). .
·1 HAHN, HANS (1933): Lógica, matemática y conocimiento de la na- URMSON JOHN (1961): The History o! Analysl~, en RORTY, ~I-
turaleza, en AYER, ALFRED (1965). CHAR~ (1967) (ed.): The Linguistic T'urn, Chicago. University
HEIJENO ORT, JEAN VAN (1967): Logic as Language and Logic as of Chicago Press. .,
calculus, Synthese, vol. 17, pp. 324-330. WUSMANN, FRIEDRICH (1967): Wiltgenstem y el CIrculo de Viena.
HEMPEL, CARL (1950): Problemas y cambios en el criterio empi- México. FCE, 1973. . P'I hi M
rista de significado, en AYER, Aldref (1965). WITTGENSTEIN, LUDWIG (1921): Tract at.us Logico- hi osop icus. a-
HINTIKKA, JAAKKO (1981): Semantics: A Revolt Ageinst Fr ege, en drid. «Revista de Occidente», 1957.
FLOISTAD, G. (ed.) , Contemporary Philosophy, vol. I, The Hague: (1953): Philosophical Investigations. Oxford. :SlackwelL
Martinus Nijhoff. (1958): Los cuadernos azul y marrón. Madrid, Tecnos, 1968.
(1961): Diario filosófico (1914-1916). Barcelona. Ariel, 1982. e-
- (1984): A Hundred Years LatertThe Rise and Fall pf Fr egs's
Iniluence in Language Theory, Synihese, vol. 59, pp. 27-49 .
(1975): Wittgenstem's Lectures on the Foundations oi Math
• 1

! matics, editadas por DIAM OND, CORA, Hassocks, Sussex, Har-


HUME, DAVID (1748): Investigación sobre el conocimiento humano.
Madrid. Alianza Editorial, 1980. vester Press.
HUSSERL, EDMUND (1913): Ideas relativas a una [enomenologia
pura. México. FCE, 1949.
JANIK, ALLAN & TOULMIN, STEPHEN (1974): La Viena de Witlgen-
stein. Madrid. Tecnos.
MUGUERZA, JAVIER (1974), comp.: La concepción analítica de la fi-
losofía, 2 vols. Madrid. Alianza Universidad.
MUNITZ, MILTON K. (1981): Cont em porar y Analytic Philosophy,
London. Collier-Macmillan.
NEURATH, OTTO (1933): Proposiciones pro toca/ares, en AYER, AL-
FRED (1965).
QUINE, WILLARD (1953): Desde un punto de vista lógico. Barcelona.
Ariel. 1962.
- (1960): Palabra y objeto. Barcelona. Labor.
RESNIK, MICHAEL (1981): Frege and Analytic Phi/osophy: Facts and
Specutations, en FRENCH, P., et alii, Midwest Studies in Phi-
losophy, vol. 6: The Foundations oi Analytic Philosophy, Min-
neapolis. University of Minnesota Press.
I RUSSELL, BERTRAND (1903): Los principios de la matemática. Ma-
drid. Espasa-Calpe, 1977.
I '1 - (1905): Sobre la denotacián, en Lógica y conocimiento. Madrid.
Taurus, 1966.
(1918): La filosofía del atomismo lógico, en MUGl:ERZA, JAVIER
(1974).
L\l
230
!II 38. PASCAL: CIENCIA 47. HEIDEGGER Y LA CRISIS
Y CREENCIA DE LA EPOCA MODERNA
Alicia Villar Ezcurra Ramón Rodríguez García
39. ESPINOSA: RAZON 48. DELEUZE: VIOLENTAR
y FELICIDAD EL PENSAMIENTO
Sergio Rábade Rornco José Luis Pardo
I 40. LA QUIEBRA DE LA RAZON 49. ZUBIRI: EL REALISMO
ILUSTRADA: IDEALISMO RADICAL
y ROMANTICISMO Antonio Ferraz Fayos
José Luis Villacañas 50. E. LEVINAS: HUMANISMO
·1 41. DILTHEY y ETlCA
Angel Gabilondo Pujol Graciano González
42. EL PRAGMATISMO 51. LA HERMENEUTlCA
Jorge Pérez de Tudela CONTEMPORANEA
43. BERGSON Manuel Maceiras Fafián
Pedro Chacón Fuertes v Julio Trebollé Barrera
44. J. P. SARTRE 52. NIHILISMO y ESTETlCA
y LA DIALECTlCA (FILOSOFIA DE FIN
DE LA COSIFlCACION DE MILENIO)
Adolfo Arias Muñoz Carlos Díaz
45. EL PENSAMIENTO
DE JACQUES MARITAIN
Juan Ramón Calo
y Daniel Barcala COORDINADORES:
46. WITTGENSTEIN Carlos Díaz
Vicente Sanfélix Vidarte Manuel Macei ras Fafián
y J. Luis Prades Celma Manuel Padilla Novoa

Biblioteca "Dr. Jorge Villalobos Padilla. S. J."

IWnUlIIIIII~ 0500119367

También podría gustarte