El documento describe un caso de lesiones con resultado fortuito según el artículo 123 del código penal. Un hombre golpeó a otro durante una discusión, pero la víctima cayó y se golpeó la cabeza, muriendo como resultado. El agresor será condenado por el daño inicial que intentó causar, no por el resultado más grave no intencionado.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
85 vistas2 páginas
El documento describe un caso de lesiones con resultado fortuito según el artículo 123 del código penal. Un hombre golpeó a otro durante una discusión, pero la víctima cayó y se golpeó la cabeza, muriendo como resultado. El agresor será condenado por el daño inicial que intentó causar, no por el resultado más grave no intencionado.
El documento describe un caso de lesiones con resultado fortuito según el artículo 123 del código penal. Un hombre golpeó a otro durante una discusión, pero la víctima cayó y se golpeó la cabeza, muriendo como resultado. El agresor será condenado por el daño inicial que intentó causar, no por el resultado más grave no intencionado.
El documento describe un caso de lesiones con resultado fortuito según el artículo 123 del código penal. Un hombre golpeó a otro durante una discusión, pero la víctima cayó y se golpeó la cabeza, muriendo como resultado. El agresor será condenado por el daño inicial que intentó causar, no por el resultado más grave no intencionado.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2
CASO PRÁCTICO
1. Análisis dogmático del delito
Para el siguiente caso analizaremos el artículo 123° del Código Penal sobre lesiones con resultado fortuito:
“Cuando el agente produzca un resultado grave que no quiso causar, ni pudo
prever, la pena será disminuida prudencialmente hasta la que corresponda a la lesión que quiso inferir”.
Hacemos referencia a un delito con resultado fortuito, cuando el sujeto activo
o imputado busca causar un daño, es decir, busca agredir a otro, pero sin intención de agravar la situación, por lo que sin querer y por un hecho externo, sin su voluntad produce un resultado mucho más grave o la muerte del agraviado como ocurre en el caso a exponer.
Al hablar de un caso fortuito hace referencia a que el resultado de este
escapa de la capacidad de control del propio autor, dado su carácter impensable; de manera que el sujeto será condenado por los márgenes del tipo penal que en un inicio quiso ocasionar.
1.1. SUJETOS:
1.1.1. ACTIVO.- Es la persona individual que realiza la conducta considerada
como delito, puede tener o no responsabilidad penal
1.1.2. PASIVO.- Es la persona que recibe de forma directa la acción u
omisión típica realizada por el otro. Es decir, es el titular del interés jurídico lesionado o puesto en peligro.
1.2. BIEN JURIDICO PROTEGIDO:
El bien jurídico protegido para este tipo de lesiones es el cuerpo o integridad corporal y la salud (tanto física como psíquica).
2. Análisis del caso
2.1. Resumen
Lo sucedido se produjo puesto que el imputado, Soto Cahuaya, de
treinta y ocho años de edad, se encontraba en el matrimonio de Héctor Osorio Torres, que se llevó a cabo en el local “Rustik”, ubicado en el distrito de Ascención, provincia y departamento de Huancavelica, donde compartió con un grupo de doce personas aproximadamente; evento en el cual se encontraba igualmente el agraviado Ñaña Quispe, de cincuenta y seis años, quien acompañado de su hermano Víctor Efraín Ñaña Quispe y de su sobrino Jhomer Ñaña Escobar había alquilado el equipo de sonido a los titulares de la fiesta.
La reunión acabó entre las diez y once de la noche, por lo que el
agraviado y sus acompañantes recogieron el equipo de sonido, y como a las cero horas del día siguiente solicitó al dueño del local, Luis Fernando Centeno Taype, que guarde el equipo de sonido y otros bienes que estaba dejando. Es del caso que el agraviado Ñaña Quispe se percató que el encausado Soto Cahuaya se encontraba sentado, durmiendo en una silla, e intentó despertarlo. Víctor Ñaña Quispe le dijo al encausado que se quería quedar en el local para robar, lo que desencadenó la respuesta airada del encausado Soto Cahuaya (“… me crees ratero, ahora te mato”) y un intento de agresión de su parte. Ello dio lugar a que Víctor Ñaña Quispe huya del local para evitar la agresión y que el imputado lo persiguiera, así como que se encontrase con el agraviado Juan Oswaldo Ñaña Quispe, quien estaba parado sobre el rompe muelle de la calle contigua al local y le dijo: “Qué pasa con mi hermano”. El encausado rápidamente le propinó un puñete en el rostro -maxilar izquierdo-, a consecuencia de lo cual el agraviado cayó al pavimento golpeándose la cabeza con el filo de la vereda, y quedó inconsciente manando sangre por la boca. El dueño del local, Centeno Taype, y su esposa, Carmen Luisa Villa Clemente, auxiliaron al agraviado Ñaña Quispe. Este último fue derivado de Emergencia de Essalud al Hospital Departamental de Huancavelica, donde falleció el día siete de octubre de dos mil trece, como a las cuatro horas con cincuenta minutos horas, como consecuencia de las lesiones sufridas en la cabeza por la caída.