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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGIA

Bryan Rivera Navarrete Semestre 9 paralelo 2

Reseña histórica de los implantes dentales


Prehistoria

La Prehistoria es el período de la vida de la humanidad anterior a todo documento escrito.


Abarca los períodos paleolíticos y neolíticos, desde que los hombres permanecían en los
bosques, se alimentaban de frutas y raíces, y se forma el lenguaje articulado, hacen luego
uso del fuego, aparece la caza con maza, lanzas, arcos, flechas y comienzan a agruparse, a
elaborar artículos de subsistencia como vasijas de madera, tejidos a mano y trenzados,
comienzan a domesticar los animales, a criarlos, a sembrar y transformar el medio con
instrumentos de trabajo metálicos en la Era del Cobre y del Hierro. Construyen barcos,
comienza la arquitectura, las ciudades amuralladas hasta que aparece la escritura que da
lugar a una nueva edad.

La primera prótesis de la que se tiene constancia es una implantación necrópsica, realizada


durante el Neolítico (hace unos 9 000 años). Este hallazgo tuvo lugar en el poblado de Fahid
Suarda, en Argelia. El cráneo encontrado era de una mujer joven y presentaba un fragmento
de falange de un dedo introducido en el alvéolo del segundo premolar superior derecho

Edad Antigua

Corresponde del año 4000 a.n.e., con la invención de la escritura, hasta el año 476 d.n.e.,
con la caída del Imperio Romano. La característica social de la época es la esclavitud.

Los restos antropológicos más remotos de implantes dentales, colocados in vivo, son de la
cultura maya. El arqueólogo Popenoe, en 1931, descubrió en la Playa de los Muertos de
Honduras una mandíbula, que data del año 400 d.n.e., con tres fragmentos de concha de
Sagaamote introducidos en los alvéolos de los incisivos. Los estudios radiológicos
determinaron la formación de hueso compacto alrededor de los implantes, haciendo suponer
que dichos fragmentos se introdujeron en vida.

Vemos que la idea de servirse del alvéolo como soporte de dientes artificiales es muy antigua,
como ocurre con otras muchas técnicas de la Medicina.

Existen antecedentes similares en el antiguo Egipto, donde se trasplantaban dientes humanos


y de animales, y se implantaron piedras y metales preciosos. A pesar de todo, la evolución
de la Implantología no ha tenido lugar de forma progresiva, sino de forma escalonada, con
períodos de relativo olvido y apagado entusiasmo.
Edad Media
Comprende el período del año 476 (Caída del
Imperio Romano) al 1640, con la Revolución
Inglesa.

En el Siglo X, el andaluz islámico Abulcasis, nacido


en 936 en Córdoba, escribe: "En alguna ocasión,
cuando uno o dos dientes se han caído, pueden
reponerse otra vez en los alvéolos y unirlos de la
manera indicada (con hilos de oro) y así se
mantienen en su lugar. Esta operación debe ser
realizada con gran delicadeza por manos habilidosas." Esto es, ni más ni menos, la perfecta descripción
de un reimplante dentario.

Durante este período, los cirujanos barberos, ante las exigencias de los nobles y militares de rango,
pusieron de moda los trasplantes dentales, utilizando como donantes a los plebeyos, sirvientes y soldados.
Posteriormente, estas prácticas fueron abandonadas ante los continuos fracasos y la posibilidad de
transmisión de enfermedades. Se destaca por sus aportaciones en este campo el cirujano Ambroise Paré
(1510-1590), quien publica, en 1572, en París, sus Cinq Livres de Chirurgie, en los cuales se tratan muchas
y variadas cuestiones de cirugía bucal y Odontología en general. Enriqueció el instrumental con la
invención del abrebocas, el gatillo y el pelícano, trabajó en la reimplantación dentaria. Aconsejaba volver
a colocar el diente en su alvéolo, si por equivocación había sido extraído. Duval, en 1633, podría
considerarse como innovador, ya que hizo muchas reimplantaciones, pero distinguiéndose de sus
antecesores en que adoptaba la precaución de extirpar la pulpa y sustituirla por plomo u hojas de oro. 8,

Hasta el Siglo XVIII, no existen cambios fundamentales en los tradicionales saberes quirúrgicos del
Renacimiento y el Barroco, pero al final de este período se inicia la cultura científica propiamente moderna
que se acentúa y difunde durante la Ilustración. Comienzan a gestarse los últimos momentos del
feudalismo en Europa. Se producen revoluciones burguesas en Alemania y los Países Bajos, y con la
Revolución Inglesa se puso fin al feudalismo en Inglaterra; por su alcance histórico se le considera el punto
de partida de la época histórica del capitalismo.

Edad Moderna
Comprende desde 1640 con la Revolución Inglesa al 1871 con La Comuna de París. En la Edad Moderna,
el conocimiento y la experiencia acumulada sobre la teoría y la práctica estomatológicas comienza a
divulgarse en diversas publicaciones gracias a la invención de la imprenta en el Siglo XV.

En Francia, Pierre Fauchard (1690-1761), publicó en 1728 su célebre obra La Chirurgie Dentiste ou traité
des dents, en la que acredita amplios conocimientos médico-quirúrgicos, con aportaciones importantes
de técnicas e instrumental de indudable valor para la práctica de la cirugía bucal.

John Hunter, (1728-1793), publicó varias obras sobre Odontología, clasificó los dientes y recomendó
extraer el primer o segundo premolar en los casos de empiema del seno maxilar; en 1778, publicó su
segunda obra mayor Actual treatise on the disease of the teeth.
Según algunos historiadores, la cirugía moderna nace en la primera mitad del Siglo XIX. Símbolo de este
desarrollo puede ser Guillaume Dupuytren (1777-1835), innovador de métodos operatorios y, sobre todo,
fundador y animador de una escuela, cuyos discípulos se extendieron por toda Europa.

A finales de Siglo XIX y principios de XX, diferentes autores crearon raíces de diferentes materiales como
iridio, plomo, cerámica, etcétera, para introducirlas en alvéolos de extracciones recientes. A principios del
Siglo XIX se llevó a cabo la colocación de los primeros implantes metálicos intralveolares, destacando
autores como Maggiolo, odontólogo, quien, en 1809, introdujo un implante de oro en el alvéolo de un
diente recién extraído, el cual constaba de tres piezas. Pero esto no era suficiente y el siguiente gran
avance llegó de manos de la cirugía.

Edad Contemporánea
Corresponde desde 1871, con La Comuna de París, al 1917, con la Revolución Rusa.

Los cirujanos introducían alambres, clavos y placas para resolver las fracturas. Imitándolos, hubo varios
dentistas a finales del Siglo XIX que lo intentaron. Harris, en 1887, implantó una raíz de platino revestida
de plomo en un alvéolo creado artificialmente. Durante las primeras décadas del XX, se destacó, entre
otros, R. Payne, quien presentó su técnica de implantación en el III Congreso Dental Internacional,
celebrado en 1901, utilizando para ello una cápsula de plata colocada en el alvéolo de una raíz.
Posteriormente, en 1909, Algrave demostró el fracaso de esta técnica con plata, dada la toxicidad de este
metal en el hueso. E.J. Greenfield utilizó, en 1910, una cesta de iridio y oro de 24 quilates, que introducía
en el alvéolo. Este podría ser considerado como el científico que documentó en 1915 las bases de la
Implantología moderna, haciendo referencia a las normas sanitarias de limpieza y esterilidad, e
introduciendo conceptos tan innovadores y actuales como la relevancia de la íntima asociación entre el
hueso y el implante antes de pasar a la siguiente etapa, describiendo, asimismo, el concepto de implante
sumergido, la curación del tejido bucal y la inmovilidad del implante, aconsejando un período de curación
de 3 meses, sin ningún tipo de sobrecarga.

Sin embargo, el problema estaba en encontrar el metal idóneo, lo mismo ocurría en cirugía general.

Actualidad
A partir de 1917, con la RevoluciónRusa, hasta el momento actual.

Durante la Primera Guerra Mundial se insertaron tornillos, clavos y placas en los hospitales militares.
Fracasaron casi todos. En boca, nadie se atrevía. Venable y Strock, en 1937, publicaron su estudio sobre
el tratamiento de fracturas con prótesis e implantes elaborados con un nuevo material, el Vitallium
(aleación de cobalto, cromo y molibdeno).

La Odontología se aprovechó de esta experiencia y así surgieron las dos escuelas clásicas. La Subperióstica
del sueco Dahl y la Intraósea de Strock, aunque su verdadero precursor fue el italiano Formiggini.

Dahl no pudo desarrollar sus trabajos en Suecia por prohibición de las autoridades sanitarias (1943),
Gerschkoffr y Goldberg discípulos estado-unidenses suyos, publicaron, en 1948, sus resultados con
implantes de Vitalium. Su influencia en los Estados Unidos decayó pronto y nada nuevo hicieron a
continuación. Por el contrario, en Europa, la Implantología se difundió rápidamente.

Algunos investigadores, a partir de 1937, llegaron a la conclusión de que los metales de diferente potencial
eléctrico colocados en el cuerpo humano provocaban una verdadera batería y demostraron que las
aleaciones mejores toleradas por él eran el Vitallium, Tantalio y Titanio, cuya ausencia de toxicidad ha
sido totalmente comprobada.

En la década de los 50, se trabajaba en Italia la Implantología yuxtaósea. Marzini abría, tomaba la
impresión del hueso y luego, al mes, volvía a abrir y colocaba la infraestructura de Tantalio. Formiggini
diseñó un implante intraóseo en espiral, inicialmente de Tantalio y luego de Vitalio, que tuvo muchos
adeptos. En los primeros tiempos, también tuvo gran auge la Implantología, en Francia e Italia.

Hasta este momento, la Implantología se basaba en la experimentación clínica, pero carecía de protocolo
científico. En los años 60, en Suecia, el Dr. Brånemark y sus colaboradores descubrieron accidentalmente
un mecanismo de adherencia de un metal al hueso. Brånemark estaba interesado en la microcirculación
del hueso y los problemas de cicatrización de heridas.14-18 Para ello, utilizó una técnica que ya era
conocida: la microscopía vital, introduciendo una cámara de observación en la tibia de un conejo. De esta
manera, se podían observar los cambios circulatorios y celulares en el tejido viviente. Cuando se utilizó
una cámara de observación de Titanio y se la colocó con una técnica poco traumática, se produjo un hecho
significativo: en el momento de su remoción, se descubrió que el hueso se había adherido al metal con
gran tenacidad, demostrando que el Titanio puede unirse firme e íntimamente al hueso humano y que
aplicado en la boca puede ser pilar de soporte de diferentes tipos de prótesis. A este fenómeno, lo
denomina Osteointegración.

Lo importante del trabajo de Brånemark es que resaltó la necesidad de comprender los aspectos
biológicos de los procesos de cicatrización natural del organismo al introducir un cuerpo extraño en el
hueso. El sitio preparado para recibir el implante fue visto como una herida en la que tenía que reducirse
al mínimo la lesión de los tejidos.

A partir de estos nuevos conceptos se hicieron diferentes estudios en perros, previamente desdentados
y se desarrolló una fijación en forma de tornillo. En 1982, en Toronto (Canadá), Brånemark presenta al
mundo odontológico la oseointegración y su implante de Titanio en forma de tornillo, avalado por un
seguimiento clínico y una casuística irrefutable de más de 10 años. Así comienza la Era científica o Era de
la Implantología moderna, que no sólo no se ha detenido, sino que además ha crecido en progresión
geométrica desde entonces hasta nuestros días.

Este estudio, todavía no interrumpido, revoluciona el mundo implantológico y estimula a diversas casas
comerciales al desarrollo de lo que hoy es el «mercado implantológico».

Mucho antes de los días de la oseointegración, algunos implantólogos ya cargaban los implantes dentales,
aún cuando existía muy poca información científica confiable que respaldara estas técnicas para colocar
en función a los implantes dentales y probablemente la carga inmediata tuvo un papel decisivo en la
pérdida prematura de lo implantes, dada la movilidad que producían.

Los métodos imprecisos del fresado, utilizados entonces para realizar la osteotomía en los sitios de
implantación, se traducían en la falta de estabilidad inicial y la generación de muchos espacios vacíos
adyacentes al implante, y a esto se le sumaba que a estos implantes se les cargaban inmediatamente. La
carga prematura de estos implantes inestables, provocaban que los implantes se aflojaran y se
encapsularan en tejido fibroso.

Dejando rezagados, por su falta de documentación, los primero ensayos de función inmediata sobre
implantes de láminas, el primer trabajo de función inmediata sobre implantes Brånemark System fue
publicado por Schitman y col. en 1996
En 1999, Brånemark y col. publicaron sus resultados sobre el concepto de función inmediata. La
restauración protésica se completa en pocas horas. El resultado preliminar de los primeros 50 pacientes
fue de 98 % de éxito. Conceptualmente, representó la función inmediata por excelencia, lo que se ha dado
en llamar "diente en el día".

Cicatrizacion Osea

Todos los tejidos del cuerpo tienen capacidad de regenerarse ante una lesión,
sustituyendo los tejidos perjudicados por tejidos nuevos que deben tener la misma forma
y características del tejido sano. El hueso es un tejido que a pesar de su dureza tiene
una capacidad de regeneración importante y un tiempo determinado para su reparación.
Al proceso de reparación del hueso después de una fractura le llamamos también
consolidación ósea. En este texto se van a describir los diferentes procesos de
reparación del hueso cuando se produce una fractura y qué sucede cuando este proceso
se retarda.

Osteogenesis
La osteogénesis es el proceso a través del cual ocurre la formación del tejido óseo; inicia
a partir de la octava semana, la clavícula es el primer hueso en comenzar este proceso.
Se lleva cabo a través de dos mecanismos de osificación: intramembranosa y
endocondral. Algunos huesos requieren ambos procesos, por lo que se les considera de
osificación mixta, tal es el caso del occipital y el temporal, cuyas escamas son de
osificación intramembranosa, mientras que el resto es endocondral. Otro de los huesos
que presenta osificación mixta es la mandíbula, ya que la mayor parte es de tipo
intramembranosa, pero la sínfisis y los cóndilos son de osificación endocondral.

Al margen del tipo de osificación, el aspecto histológico es igual para todos los huesos
una vez que ésta ha terminado. Existen dos tipos de tejido embrionario que participan en
la osteogénesis: el mesodermo que forma la mayor parte de los huesos, y la cresta neural
que forma los huesos del viscerocráneo (maxilares, nasales, malares, mandíbula, etc.).
OSTEOINTEGRACION

El proceso de osteointegración se define como


una conexión directa, estructural y funcional entre
el hueso vivo, ordenado, y la superficie de un
implante sometido a carga funcional. El término
original de oseointegración fue acuñado por el
profesor Per-Ingvar Brånemark desde sus
estudios en 1952.

El uso de esta técnica quirúrgica moderna permite al paciente que ha sufrido una pérdida
dental, o que requiere un reemplazo protésico articular o segmentario, una recuperación
plena de la función.

La elección del titanio se debe a que este metal en contacto con la atmósfera se oxida
en milisegundos transformándose su superficie en óxido de titanio. Dicho óxido se
comporta como un material bio-inerte, es decir que no produce rechazo, reacción natural
del organismo ante la presencia de un cuerpo extraño que deriva habitualmente en
complicaciones clínicas. Además, el titanio presenta unas características mecánicas muy
adecuadas, ya que su dureza permite soportar cargas oclusales elevadas, y su módulo
elástico es aceptable en comparación con el del hueso.

Para que se produzca la osteointegración, hay que realizar una correcta técnica
quirúrgica, dependiendo el éxito de la presencia o ausencia de procesos inflamatorios,
del diseño del implante y del tiempo en el que el implante se mantenga libre de cargas,
que debe ser alrededor de 6 meses.

En la actualidad, las técnicas más avanzadas permiten proporcionar una prótesis con
dientes fijos sobre implantes dentales a los pocos días o incluso a las horas de su
colocación. Empezando un proceso de osteointegración dinámica ya que el implante
recibe la carga mientras se produce la osteointegración.

Un problema que debe tenerse en cuenta antes de realizar la técnica de implantes, es el


relativo a las bocas que sufren un encogimiento excesivo o irreversible del hueso alveolar
debido a factores como la edad, el sexo o los componentes metabólicos.
El implante dental osteointegrado se coloca
mediante un procedimiento quirúrgico que se ha
popularizado enormemente durante los últimos
veinte años debido a su buen pronóstico,
funcionalidad y a las crecientes demandas
estéticas. El proceso de colocación se resume en
las siguientes etapas:

 La instalación quirúrquica del implante,


sustituyendo la raíz natural del diente.
 La osteointegración, período de cicatrización del implante, fenómeno biofísico que
produce la unión a nivel molecular del titanio con la estructura ósea.
 El sellado gingival sobre el cuello del implante.
 La confección y colocación de las prótesis dentarias o coronas.

Osteoconducción

La Osteoconducción se produce cuando el material de injerto óseo sirve como un


andamio para el crecimiento de hueso nuevo que se perpetúa por el hueso nativo. Los
osteoblastos desde el margen del defecto que se está injertadas utilizar el material de
injerto óseo como un marco en el cual para difundir y generar hueso nuevo. En lo menos,
un material de injerto óseo debe ser osteoconductivo.

Osteoinducción

La Osteoinducción consiste en la estimulación de las células osteoprogenitoras de


diferenciarse en osteoblastos, que luego empiezan la formación de hueso nuevo. El tipo
más estudiado de los mediadores celulares osteoinductivas son las proteínas
morfogenéticas óseas (POM). Un material de injerto óseo que es osteoconductivo
osteoinductivo y no sólo servirá como un andamio para los osteoblastos que existen
actualmente, sino que también provocan la formación de nuevos osteoblastos,
teóricamente, la promoción de una integración más rápida del injerto.
Periimplantitis

Tradicionalmente se define el periodonto


como el conjunto de tejidos que rodean a los
dientes naturales, como son el cemento, la
encía, el ligamento periodontal y hueso
alveolar. A diferencia de los dientes, entre el
implante osteointegrado y el hueso que lo
alberga no existe ni cemento ni ligamento
periodontal, pero tanto el tejido dentario como
el tejido implantario, se ven afectados por
mecanismos inflamatorios de índole infeccioso.

Injerto Óseo

Es una cirugía para colocar hueso nuevo o sustitutos óseos dentro de los espacios
ubicados alrededor de un hueso roto o de defectos óseos.

Tipos De Injertos

1. Según su origen:

a. Autoinjerto O Injerto Autólogo: es un transplante de hueso del propio


individuo, de una zona a otra del esqueleto óseo. Es el material más
biocompatible que existe.

b. Injerto Homólogo, Alogénico O Aloinjerto: procedente de otro individuo


de la misma especie. Requiere procesado para eliminar su capacidad
antigénica. Ej. Hueso de banco, liofilizado y desmineralizado.

c. Heterólogo O Xenoinjerto: su fuente es de un animal de otra especie, por


ejemplo el hueso bovino.

d. Sintético O Alosplástico: es un material inerte que se utiliza básicamente


para proporcionar una matriz que permita el crecimiento óseo. (Trujillo,
2014)
Injertos autogénicos

Autoinjertos

Son extraídos de una parte


del cuerpo del paciente y
trasplantados a otra. Los
diferentes tipos de
autoinjerto usados en
periodoncia incluyen chips
de hueso cortical, el coagulo
óseo, hueso cortical o
medular intraoral, hueso de
alvéolos y hueso extraoral.

El hueso cortical puede ser


obtenido mediante el uso de
cinceles del sitio quirúrgico. El coagulo óseo se puede ser obtener usando instrumental
rotatorio en un sitio intraoral y mezclando las partículas de hueso con sangre del
paciente. Las pequeñas partículas obtenidas serán reabsorbidas y reemplazadas por
hueso neoformado. Se cree que la porción mineralizada induce la formación ósea. Las
desventajas del coagulo óseo incluyen la aspiración y la falta de precisión en cuanto a la
cantidad de hueso que se obtiene. El hueso cortical o medular intraoral se obtienen
mediante la utilización de una trefina o cincel. Se coloca el hueso en una capsula de
amalgama y se lo tritura en partículas de 100 a 200 micrómetros.

Además de obtener hueso del sitio quirúrgico, otro sitio intraoral dadores incluyen las
tuberosidades, mentón, rebordes edentulos, sitios postextraccion, tori mandibulares.

Los autoinjertos de cresta iliaca ofrecen el mayor potencial para la inducción de


formación ósea. El congelamiento y secado de los injertos parecen eliminar la
reabsorción radicular que fue descripta. Requiere para su realización de una cirugía de
alta complejidad.
Uno de los problemas que se presentan, si se requiere usar autoinjerto, es la cantidad
de hueso disponible, por lo que se dio el desarrollo de los aloinjertos.

Aloinjertos

Son injertos óseos transferidos entre sujetos de


una misma especie pero genéticamente
diferentes.

Son obtenidos de cadáveres y sometidos a un


tratamiento especial, a través del cual se los
deseca por congelación.

Estos aloinjertos se usaron por primera vez en los años 70 en la terapéutica periodontal.

Un tema muy controversial es la posible transmisión de enfermedades o virus como el


HIV o el de la Hepatitis B. Se asegura que por el tipo de tratamiento que este hueso
recibe durante su preparación se elimina dicha posibilidad.

Se calcula que el proceso de congelación del hueso disminuye la posibilidad de infección


por HIV hasta 1 de 8 millones.

Los aloinjertos más comúnmente usados son el FDBA (freeze dried bone allograft) y el
DFDBA (demineralized freze dried bone allograft).

Los complejos procedimientos para la preparación del hueso, se estudió que las
diferencias en dichos procesos pueden inferir en los resultados obtenidos.

Las diferencias pueden estar relacionadas con el tamaño de las partículas, la edad del
donante y el grado de desmineralización. Sea cual fuere el proceso durante la
cicatrización, existe evidencia histológica de la regeneración ósea utilizando este tipo de
injertos.
Xenoinjertos

Se obtienen de otras especies, especialmente


de los bovinos. También reciben un tratamiento
especial y está en discusión su uso por el riesgo
de que a través de los priones pueda
transmitirse la encefalitis espongiforme a los
humanos, mal que pudo ser detectado en animales de algunos países productores del
biomaterial.

Durante el proceso de esterilización y preparación se toman diferentes medidas para


asegurarse de que esto no suceda. Su presentación es variada, desde chips, conos,
cilindros hasta el polvo de partículas de aproximadamente 600m. Es de muy fácil
manipulación y con una función osteoconductora óptima, se obtiene de cóndilos
femorales de bovinos menores de 6 meses. Si bien se encuentra libre de restos de la
medular, su estructura mineral y colágena no resulta afectada durante su preparación
(colágeno tipo I e hidroxyapatita).

Sustitutos de hueso sintéticos:

Materiales aloplásticos o implantes

Hace varios años se comenzar a estudiar y a utilizar diferentes materiales aloplásticos


en defectos intraoseos con variables resultados. Los materiales difieren en su estructura
y conformación así como también en la posibilidad de ser reabsorbido en condiciones
fisiológicas. En relación a su porosidad los materiales aloplásticos pueden clasificarse en
densos, macroporosos y microporosos; en relación a su estructura, pueden ser
cristalinos o amorfos.

Cuanto más porosos son los materiales (siempre dentro de un rango determinado),
mejor soporte ofrecen para el crecimiento óseo y la velocidad de reabsorción aumenta.
 Cuanto más cristalinos son, se tornan menos reabsorbibles.
Ejemplos de materiales aloplásticos:

 HA reabsorbible – Ha densa
 Fosfato beta tricálcico
 Sulfato de calcio
 Carbonato de Calcio
 HTR (polímero de sustitución de tejidos duros)
 Metil hidroxietilmetacrilato y polimetacrilato
 Vidrios bioactivos (óxido de calcio, oxido de silicio, óxido de sodios, pentóxido de
fósforo)

El sulfato de calcio puedes ser usado en combinación con diversos materiales


constituyendo un composite en una proporción 1:4(1parte de sulfato y 4 partes del injerto
o material escogido). Esto reduce la pérdida de partículas del biomaterial, acelera la
mineralización del injerto y es denso como para excluir al epitelio y al conectivo. También
puede ser usado sobre el injerto o composite en forma de barrera o membrana.
(Carranza, 2009)

Según su mecanismo de accion


Tipos de hueso

Osteogénicos: son los injertos de hueso autógeno, que mediante el establecimiento de


centros de formación de células vivas producen la regeneración ósea directa del defecto.

Osteoinductivos: son aquellos que tienen capacidad de liberar sustancias que inducen
la formación ósea, es decir, que actúan sobre células pluripotenciales (osteoinductibles),
originando una diferenciación fenotípica que concluye en la formación ósea por
mecanismo endocondral. Estas moléculas se conocen como Bone Morphogenetic
Proteins (BMPs) y son las BMPs 2, 3 y 7 las que producen neoformación endocondral.
El resto inducen formación de cartílago. Se ha encontrado BMP en el hueso de banco
desmineralizado.lill po
Osteoconductivos: proporcionan una trama que estimula a las células no
pluripontenciales o preprogramadas para que se conviertan a osteoblastos, desde los
márgenes del defecto. Pueden ser materiales permanentes o reabsorbibles. Esta
capacidad la tiene el hueso bovino y la hidroxiapatita sintética.

Bibliografía
ACCIDENTES DEL TRANSITO, L. S. (14 de SEPTIEMBRE de 2019). REDACCIÓN MEDICA. Obtenido de
https://www.redaccionmedica.ec/secciones/salud-publica/accidentes-de-tr-nsito-la-sexta-
causa-de-muerte-en-el-ecuador-92660

Carranza. (2009). Periodontologia clinica. Argentina: Editorial McGraw-Hill Interamericana.

Maquiavelo, N. (1532). El Principe.

Trujillo, D. D. (2014). Injertos óseos en implantología oral.

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