1 La Vida en Las Aulas
1 La Vida en Las Aulas
1 La Vida en Las Aulas
Phillip Jackson “La vida en las aulas”, que sirve para desnaturalizar lo que sucede en las
aulas.
Los afanes cotidianos: la asistencia de los niños a las escuela en nuestra sociedad es una
experiencia tan corriente que no nos detenemos a pensar qué ocurre allí. Los profesores
se interesan por un aspecto muy limitado de la experiencia escolar. Los padres los mandan
y no reflexionan. Los alumnos no podrían formular una relación completa de los
acontecimientos que allí suceden.
Para apreciar el significado de los hechos triviales del aula es necesario considerar la
uniformidad del entorno escolar y la obligatoriedad de la asistencia diaria. Los niños
permanecen largo tiempo y están les guste o no.
Todas las aulas no son idénticas pero un aula es un aula. Lo que allí sucede y la forma en
que acontece se combina para hacer a este recinto diferente a todos los demás.
Aprender a vivir en el aula supone aprender a vivir en el seno de una masa. Las actividades
se hacen en presencia de otros y esto tiene profundas consecuencias para la determinación
de la calidad de vida de un alumno.
Las escuelas son recintos evaluativos. Las palabras y las acciones son evaluadas por los
otros.
Así los alumnos se enfrentan de tres maneras (como miembros de una masa, como
receptores potenciales de elogios o reproches y como peones de las autoridades
institucionales) a unos aspectos de la realidad que, al menos durante los años de su niñez,
están relativamente limitados a las horas transcurridas en las clases.
Un profesor llega a tener hasta mil interacciones personales diarias. Es regulador que
controla el flujo del diálogo en el aula. Es proveedor y distribuye los recursos materiales
(relacionado con otorgar privilegios). Asigna deberes ambicionados (como participar del
grupo de seguridad en el tránsito). Sirve de cumplidor del horario.
Todas las tareas del profesor están ligadas por un tema en común. Responden de una
forma u otra al hacinamiento en el aula. Nuestra preocupación última se refiere al alumno
y a su calidad de vida dentro del aula. Por eso la actividad frenética del profesor tiene
interés en el presente contexto sólo en cuanto esa conducta nos dice algo de cómo es la
escuela para los que se encuentran en el extremo receptor de la acción del profesor. Su
actuación tiene el efecto limitador sobre lo que podría pasar si se diese rienda suelta a los
impulsos individuales. Nuestro Curriculum presente tendría que ser drásticamente
modificado. Resultan algunos tipos de control necesarios para que los objetivos de la
escuela y para evitar el caos.
Las interrupciones crean otro rasgo: mala conducta, comentarios irrelevantes, visitantes
ajenos interrumpen la continuidad de las lecciones. Se espera que los alumnos ignoren
estas distracciones sociales o que vuelvan rápidamente a sus actividades. También es
necesario que el alumno ignore a los que tiene alrededor: que se comporten como si
estuvieran solos. Demora, rechazo, interrupción y distracción social son demasiado
importantes para que puedan ser ignoradas.
Los alumnos deben desarrollar la paciencia que más que un atributo moral es una
estrategia de adaptación. Ser capaces de desligar sus sentimientos de las acciones y volver
a sus sentimientos y acciones cuando las condiciones sean apropiadas. Mientras
estudiosos del Currículum y técnicos educativos tratan de experimentar nuevos
contenidos y métodos de instrucción, el hacinamiento en el aula puede resultar
perturbador.
A la edad escolar cada niño experimenta el dolor del fracaso y el júbilo del éxito, pero
estos no se hacen oficiales hasta que no ingresa al aula. La evaluación dominará en sus
años escolares. Constituye otro hecho importante de la vida en el aula de primaria.
Los exámenes se aplican en la escuela con más frecuencia que en cualquier otro sitio. La
evaluación procede de más de una fuente, las condiciones de su comunicación pueden
variar de formas muy diversas, es posible que tenga uno o más referentes y que su calidad
se extienda desde lo intensamente positivo a lo intensamente negativo.
La fuente principal es el profesor. Otras veces los propios compañeros (risas, aplausos).
También la autovaloración. A veces lo juicios son secretos para él o hasta para sus propios
padres (CI; resultados de Tests). Otras veces los juicios son formulados delante de otros.
Existen otros dos referentes de evaluación muy comunes: uno centrado en la adaptación
del estudiante a las expectativas educacionales, el otro su posesión de rasgos específicos
de carácter.
Algunos niños son más elogiados o sancionados que otros, premiados, alabados,
rechazados por su actuación conductual y no por sus logros académicos.
Aunque las prácticas docentes facilitan la adaptación del estudiante a la evaluación, aún
le resta a éste tres tareas: 1) comportarse de manera que promueva el elogio y reduzca el
castigo; 2) tratar de difundir las evaluaciones positivas y ocultar las negativas; 3) tratar
de ganar la aprobación de las dos audiencias. Ser un buen estudiante sin dejar de ser un
buen compañero, hallarse a la cabeza de la clase , mientras se permanece dentro del grupo.
Otra trayectoria que siguen la mayoría de los alumnos es comportarse de modo que se
disimulen los fallos en el cumplimiento: en suma engañar. Aprender a desenvolverse en
la escuela supone, en parte aprender a falsificar nuestra conducta.
Conviene señalar entre motivación “extrínseca”(realizar el trabajo escolar por las
gratificaciones que aportarán las buenas notas y aprobación del profesor) y la “intrínseca”
(realizar el trabajo escolar por el placer que surge de la propia tarea). Si queremos que los
niños sigan aprendiendo después de abandonar el aula sería oportuno restar gradualmente
a las notas y a otras gratificaciones “extrínsecas” y centrarnos en lograr que el alumno
obtenga sus principales satisfacciones de las propias actividades del aprendizaje.
Bajo las condiciones de desigualdad, los alumnos: buscan aproximarse a los profesores
(a través de favores especiales “la manzana”) o ocultando palabras y hechos que pudieran
desagradar a las autoridades. Puede que se abuse del poder en la escuela como en otros
lugares, pero es un hecho vital al que debemos adaptarnos.