Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 5
CRONO, EL QUE TODO LO DEVORA
El dios griego del tiempo es Crono. Francisco de
Goya lo representa como un monstruo voraz que se
come a sus propios hijos. Nada hay mas cruel que el
brutal filicidio cometido por el duefio de! universo. La
mitologia griega nos ensefia que el paso del tiempo lo
devora todo, que cicatriza heridas y sepulta los atomos
de la memoria.
Al principio era el Caos, Del Caos surgié Gea (la
Tierra), quien engendré, gracias a la intervencién de
Eros, a un compafiero: Urano (el Cielo). De la unién
de los dos primeros dioses, de Urano y Gea, nacieron
los Hecatonquiros, gigantes de cien manos, los Ciclo-
pes, gigantes que tenian un solo ojo en la frente, los
Titanes y sus hermanas las Titanides.
Urano, celoso de los hijos que iba concibiendo
Gea y temeroso de que pudieran arrebatarle su po-
der, no les dejaba salir del seno de su madre. Gea,
que sufria terribles dolores, fabricé una hoz y se la
entreg6 a sus hijos para que la liberaran de la opre-
sién de Urano. Pero ninguno de sus nonatos vdsta-
gos se atrevia a empufiar semejante arma y llevar a
cabo la terrible venganza. Al final, viendo Crono
cémo sufria su madre, blandié la hoz contra Urano
y le cercené los testiculos, que cayeron al mar fe-
cundando las olas, de Jas cuales nacieron las Erinias
y la bella Afrodita.20 CUENTAME UN MITO
Crono liber6é a todos sus hermanos y ocupé el lu-
gar de su padre en el Cielo. Dueiio y sefior del univer-
so, arrojé al Tartaro a los Hecatonquiros, encadené a
los ciclopes y se cas6 con su hermana Rea.
Al verse vencido por su propio hijo, Urano le mal-
dijo diciendo:
—"Tu también, Crono, serfs destronado por uno
de tus hijos.”
Para evitar que se cumpliera la profecia de su pa-
dre, Crono iba engullendo a sus propios descendien-
tes segiin iban naciendo. Primero tragé a Hestia, y su-
cesivamente a Deméter, Hera, Hades y Posidén. Cuan-
do Rea supo que estaba encinta de su sexto hijo, huyé
a Creta para tener a Zeus en secreto. Pero Crono se
enteré y le ordené que le entregara al recién nacido
para engullirselo también. La madre, que habia dejado
al pequefio oculto en el monte al cuidado de la cabra
Amaltea, le ofrecié una piedra envuelta en pajfiales.
Crono se tragé el engafio y vivid tranquilo pensando
que controlaba la situacién.
Cuando Zeus crecié pidié consejo a Metis (la Pru-
dencia), quien le entregé una droga para que se la su-
ministrara a su padre. El joven se personé ante Crono
y le ofrecié beber un vino dulcfsimo que trafa de Cre-
ta. El soberano no se percaté de que el vino contenfa
la droga de Metis y bebié con fruicién. El vino, aun-
que de sabor exquisito, le produjo un gran malestar y
le hizo vomitar a los hijos que habia engullido afios
atras. Zeus, junto a sus hermanos, luché contra su pa-
dre y los demas Titanes.
La guerra duré diez afios. Zeus liberé a los ciclo-
pes y a los hecatonquiros, cuya ayuda fue inestimable.
Los primeros entregaron el trueno y el rayo a Zeus; un
casco, que hacia invisible a quien lo portara, a Hades;
y el tridente, que hace temblar la tierra, a Posidén. Ar-
mados de esta manera vencieron a los Titanes y se re-
partieron el poder, echandolo a suertes: a Zeus le tocé‘CRONO, EL QUE TODO LO DEVORA 2
el gobierno del Cielo, y por tanto, el poder sobre todos
los dioses; a Posid6n, el mar; y a Hades, el dominio so-
bre el mundo subterraneo.
Zeus se casé con su hermana Hera y se instalé jun-
to a los otros dioses en lo alto del monte Olimpo, el lu-
gar mas elevado de Grecia. Desde entonces el mundo
se guia por la voluntad de los olimpicos, mientras los
Titanes permanecen encadenados en el fondo del mar.
Sugerencias
Esta es una historia importante, quizd demasiado
importante; en cierto modo, imponente, tremenda, fas-
cinante, tan grande que no es posible sacarle todo el
jugo en unas cuantas lineas, A mi modo de ver nos
transmite una verdad demasiado elevada para poder ser
narrada, Sdlo el mito es capaz de hacerlo, Esta historia
Nos presenta, nada mds y nada menos, que la lucha en-
carnizada contra el tiempo. El tiempo lo devora todo,
todo lo engulle y lo destruye, nada se puede hacer para
recuperar el pasado. Sin embargo, Zeus, el padre de los
dioses y de los hombres, consigue hacer que el tiempo
vomite lo que ha tragado sin mesura, y ast logra recu-
perar el pasado.
El hijo del tiempo establece un nuevo orden en el
que cabe para el hombre la esperanza de la eternidad.
Pero Zeus se acomoda en su trono y se olvida de llevar
a cabo lo que estaba en su mano. El hombre antiguo tie-
ne claro que el tiempo sin eternidad se convierte en un
monstruo inhumano y sabe que existe otra dimension
mds positiva. Lo que ocurre es que no sabe cémo pue-
den articularse el tiempo y la eternidad. Los dioses olfm-
picos son demasiado humanos para poder elevar al
hombre a la eternidad: ellos mismos estdn sometidos a
la temporalidad. En Ia literatura mitica se habla de “los
dioses inmortales", mds que de “los dioses eternos”.22 CUENTAME UN MITO
Parece como si los antiguos hubieran recibido una
revelacién respecto al advenimiento de una nueva di-
mension en que la propia temporalidad se cruzara con
Ja eternidad. Pero, como ya he dicho, es una verdad
que les supera, no saben cémo expresarla; en cierto
modo, no la comprenden. Habrd que esperar, como
afirma Kierkegaard, a la revelacién evangélica para
contemplar al Eterno que se hace temporal y que le da
un sentido nuevo a la temporalidad. El hombre a par-
tir de la “plenitud de los tiempos” puede “rectuperar” en
el tiempo la eternidad.
¢Cémo expresar la esencia del tiempo? Solo la per-
miten las licencias del poeta, capaces de decirlo todo en
un verso: “No existe mds metdfora que la metdfora del
tiempo" (José Manuel Gutiérrez, El color del aire, Oli-
fante, Zaragoza, 1999, p. 63).
La historia nos muestra gran cantidad de rencillas
familiares, asesinatos y conspiraciones de muchos prin-
cipes que quisieron llegar a ser reyes antes de tiempo,
pero la historia de Urano, Crono y Zeus no debe apli-
carse tinicamente a las intrigas de corte, sino a una ver-
dad mucho mds profunda y cotidiana: los hombres de-
bemos resignarnos a envejecer, es decir, a ser suplanta-
dos por nuestros propios hijos.
Sobre el terrible Crono, ;qué decir? El es el mons-
truo mds temido, el de mirada mds terrible, al que nadie
jamds logra vencer, pues es duetio de los “jamases". A
base de devorar a dentelladas a su propia descendencia
se ha convertido en el dios mds rico. Ni las areas del
mismisimo rey Midas pueden contener lo que él engulle
sin parar. He aqui la versién mds prosaica del tan soco-
rrido dicho “el tiempo es oro”.
Contamos este mito a los nifios en versién infantil.
Se trata del cuento de Los siete cabritillos. El lobo feroz
engaria a los cabritos, que le han dejado entrar en suCRONO, EL QUE TODO LO DEVORA 23
casa, facilitandole un gran banquete. Atiborrada de tan
suculenta comida, la fiera llega a duras penas hasta la
sombra de un drbol donde se queda profiundamente dor-
mida, Pero no se ha comido a todos, el hermano mds
pequevio pudo esconderse detris del reloj y espera a su
madre, a quien explica lo stcedido. Entonces, se llegan
hasta donde yace el animal, le abren la tripa y salen fe-
lices los seis cabritillos. Para engariar a la bestia carni-
cera, le llenan la tripa de piedras, cosen la fisura y se ale-
jan de alli. Ya sabéis como acaba el cuento. ¢No resul-
tan dos historias similares? ¢No engulléd Crone una pie-
dra creyendo que se trataba de su propio hijo? ¢No es-
condié Gea a Zeus detrés del reloj? ¢No liberé el rey de
los dioses a sus hermanos que se encontraban en las tri-
pas de Crono?
Aristóteles, Política, Libro I, "Diferentes Ramas de La Crematística. El Monopolio", 1259a 9-10 Introducción, Traducción y Notas de Manuela García Valdés, Editorial Gredos, Madrid, 1999, P. 77