10 Valores para Transmitir en Familia
10 Valores para Transmitir en Familia
10 Valores para Transmitir en Familia
Valores Cristianos. Son aquellos que Dios ha querido enseñarnos para utilizarlos
como herramienta para ser verdaderos hijos de él y por consiguiente tener una
buena comunión con todos nuestros hermanos, familiares, vecinos y en especial
con Dios. Un valor es cualquier cosa que me resulta un bien para m
Se dice que "la familia es la base de la sociedad" y hay verdad en esto. Una sociedad
compuesta por familias sin valores y sin amor será una sociedad enferma sin un
fundamento sólido. Las familias saludables en las que sus miembros se aman, se respetan y
se cuidan contribuirán al crecimiento y la estabilidad del lugar donde viven.
La familia es muy importante para Dios, de hecho, la idea surgió de él. Dios podía habernos
creado para vivir aislados, sin necesitarnos los unos a los otros. Pero no fue así. Nos
necesitamos no solo para la continuación de la raza humana sino para apoyarnos, construir
y bendecir el lugar donde Dios nos ha puesto.
Veamos algunos versículos bíblicos que hablan sobre la familia y cómo debemos
relacionarnos dentro del entorno familiar.
1. El origen de la familia
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer
los creó, y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen
la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos
los reptiles que se arrastran por el suelo».
(Génesis 1:27-28)
Dios creó al hombre y a la mujer y los bendijo, dándoles una misión compuesta por dos
partes. Primero, multiplicarse, ser fructíferos y llenar la tierra con hijos. Vemos que sin la
unidad sexual del hombre y la mujer no habría continuidad. La segunda parte de la misión
consistía en someter la tierra, cuidarla, cultivarla, y dominar a los animales.
Los seres humanos fuimos creados a la imagen de Dios y tenemos un propósito asignado
por él. Somos llamados a contribuir en el lugar donde estamos. No solo eso, a diferencia de
los animales, los humanos poseemos cuerpo, alma y espíritu lo cual nos da la capacidad de
tener una relación de amistad con Dios, fuente de amor y sabiduría.
2. La unidad en el matrimonio
Todo nuevo matrimonio debe dar prioridad a su unión y vivir de acuerdo a los mandatos de
Dios. Aunque todavía pertenecemos a la familia en la que crecimos, al casarnos pasamos a
ser uno con nuestro cónyuge y formamos una nueva familia. Tomaremos nuestras
decisiones juntos delante de Dios y buscaremos su voluntad para nuestro futuro y bien
común.
Aprende más sobre el propósito de Dios para el matrimonio con estos 15 versículos
bíblicos sobre el matrimonio.
Los padres deben llenar sus corazones y sus mentes con la palabra de Dios para luego
enseñarla a sus hijos. Su ejemplo amoroso y constante viviendo de acuerdo con los
mandatos de Dios les inspirará y bendecirá. La familia que ama a Dios comparte de forma
natural lo que Dios hace en su diario vivir y cómo él interviene en los problemas del día a
día.
Hay un vínculo especial en las familias que adoran a Dios juntas. Es de gran gozo poder ir
juntos al templo a dar gloria a Dios por todas las bendiciones que él nos concede a diario.
La familia que está unida no solo por lazos de sangre sino también en el área espiritual
disfrutará de una relación más profunda y real. Sus miembros estarán unidos en espíritu
recibiendo la bendición que Dios concede a todos los que le sirven.
Los hijos que Dios nos da son parte de la bendición que él nos concede. No debemos verlos
como una carga económica o una presión sobre nosotros. ¡Todo lo contrario! Tenemos que
amarlos y educarlos, enseñarles a ser buenos ciudadanos y hacerles partícipes de todas las
cosas buenas que Dios nos ha dado.
Los padres deben enseñar valores a sus hijos, cómo comportarse de forma aceptable y
respetuosa ante todos. También es responsabilidad de los padres instruir a sus hijos en la
verdad del evangelio, enseñarles lo que significa amar y seguir a Jesús. Una buena base
espiritual les ayudará a enfrentar los retos que la vida les presente.
Todo lo que los niños aprenden durante su niñez les moldeará para el resto de su vida.
Seamos padres responsables que aman e instruyen a sus hijos en el camino del Señor.
Los hijos deben obedecer a sus padres. Aquí se refiere a padres y madres que enseñan a sus
hijos los mandamientos de Dios. Los padres que aman a Dios no harán exigencias sin
sentido a sus hijos. Según los hijos crecen y estudian la palabra de Dios por sí mismos,
comienzan a reconocer la sabiduría detrás de los mandatos de sus padres y la bendición que
resulta cuando vivimos una vida de obediencia ante Dios.
Aprende más sobre cómo dice la Biblia que debemos tratar a los demás.
Los abuelos se alegran al ver a sus hijos criar y educar a los nietos con el mismo amor y la
misma dedicación que ellos lo hicieron. Los hijos también aprenden con el tiempo a valorar
el esfuerzo y sacrificio que hicieron sus padres para criarlos en un ambiente lleno de amor y
de estabilidad.
Es muy triste ver familias que solo se hablan para pelear o ni siquiera se hablan. Debemos
trabajar activamente en la unidad familiar, pasar tiempo juntos no solo en casa sino dar
paseos, hacer deporte o disfrutar de tiempos de relax juntos. La familia debe tener metas y
sueños comunes y celebrar cuando estos se consiguen. Glorificamos a Dios cuando nos
esforzamos en mantener la paz y la armonía en nuestra familia.
Dentro de la familia debemos cuidar y proveer para los nuestros. Necesitamos estar alerta
ante las necesidades de nuestros familiares y ayudarles a la medida de lo que esté a nuestro
alcance. No debemos cerrar nuestros corazones ante ellos y sus necesidades reales.
La base de nuestra fe es el amor incondicional y sacrificial, ese amor que Dios tuvo por
nosotros al enviar a su Hijo Jesús a morir en nuestro lugar. Nuestro día a día debe reflejar
crecimiento en esta área mostrando ese tipo de amor a los demás, especialmente a nuestros
familiares.
Un hijo sabio traerá gozo al corazón de sus padres. No entrará en conflictos innecesarios
con ellos, les honrará y les bendecirá con sus palabras y acciones. Se aferrará a Dios, la
fuente de sabiduría, y tomará decisiones que le agradan a él y que bendigan a sus padres.
El hijo necio echa de lado las enseñanzas de sus padres y les causa tristeza y dolor,
especialmente a la madre. Necio es quien rechaza la sabiduría que viene de Dios y vive en
rebeldía contra él y contra sus padres.
12. Transmitir el buen camino
Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo
les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción.
(Proverbios 4:1-2)
Los padres deben tomar tiempo para hablar con sus hijos, enseñarles a tomar buenas
decisiones y a andar por el buen camino. A veces esperamos que los hijos se comporten de
una manera, pero no nos sentamos a explicarles lo que esperamos de ellos y por qué les
conviene obedecer.
Los hijos por su parte deben escuchar cuando sus padres les corrigen y aprender a tomar
decisiones que les ayuden a crecer como seres humanos. Con el paso de los años recordarán
los consejos de sus padres y estarán agradecidos.
Temer al Señor es darle la reverencia y el respeto que él merece. Dios valora y premia que
reconozcamos su señorío sobre nosotros y que vivamos dentro de su voluntad.
Hay bendiciones específicas para el que teme a Dios y obedece sus mandatos. Por ejemplo,
el salario por su trabajo le rendirá y gozará de bienestar. También hay promesa de
descendencia, gozo y abundancia. Uno de los bienes más preciados del hombre es su
familia, y una familia que vive en amor y armonía no tiene comparación.
El único amor perfecto es el de Dios. Llenemos nuestras vidas de él dejando que su amor
fluya a través de nosotros y bendiga a toda la familia.
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que
permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
(1 Juan 4:16).
Reflexiona sobre la
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Proverbios y la Familia
"Manual de orientación"
Proverbios es probablemente el libro más práctico, casi prosaico,
de la Biblia. Es llamado "el manual de instrucciones de Dios para
una vida de sabiduría." Su instrucción prepara para la calle y el
mercado, para la vida diaria, no para el aula. Como tal, tiene mucho
que decir acerca de la familia. Específicamente habla a los padres,
a los hijos, al esposo y a la esposa. De igual forma, toca aspectos
como las finanzas, las relaciones personales y la intimidad de la
pareja, así como, la educación y corrección de los hijos, y la
relación de éstos con sus padres. El presente escrito intenta tocar
los principios más útiles para lograr la armonía y la felicidad en la
familia cristiana.
I.- Relación esposo-esposa:
(La relación entre esposos puede enriquecer o arruinar la vida)
"...Y alégrate con la mujer tu juventud"- Prov. 5:18.
Administradora
Comerciante / negociante
Artesana Prov. 31:10-31
Filántropa
Maestra
A. Los padres deben instruir a sus hijos- Prov. 3:1-4; 4:3-9; 22:6.
B. Los padres deben corregir a sus hijos- Prov. 13:24; 19:18; 22:
15; 23: 13, 14; 29:15, 17.
C. Los hijos deben escuchar los consejos de sus padres- Prov. 1:8,
9; 3:11, 12; 4:1-9; 6:20-22; 13:1; 15:5, 32; 19:27; 23: 19-22.
D. Los hijos deben honrar a sus padres- Prov. 4:10; 20:20; 22: 28;
30:11, 17.
E. Las consecuencias de una buena o mala educación se verán
después- Prov. 10:1; 15:20; 17:6, 21; 19:13a, 26; 23:24, 25; 29:3;
30:11, 17.