Sentencia Constitucional Plurinacional 0740
Sentencia Constitucional Plurinacional 0740
Sentencia Constitucional Plurinacional 0740
noviembre de 2018
III.2. La separación del núcleo familiar en función del interés superior del niño 17 Al
respecto, la SCP 0512/2015-S3 de 12 de mayo, precisando los entendimientos asumidos en
la SCP 0100/2015-S3 de 4 de febrero, estableció: «Nuestra Norma Suprema (art. 60)
establece el deber del Estado y de la sociedad, en general, de garantizar la prioridad del
interés superior del menor, estableciendo el alcance de ello: a) Preeminencia de sus
derechos; b) Primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia; c)
Prioridad en la atención de los servicios públicos y privados; d) Acceso a una
administración de justicia pronta oportuna y con asistencia de personal especializado. (…)
En el marco de las normas internacionales, que forman parte de nuestro bloque de
constitucionalidad, cabe referir que la Convención sobre los Derechos del Niño (Adoptada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su Resolución 44/25, de 20 de
noviembre de 1989) en el art. 3.1 señala que: “En todas las medidas concernientes a los
niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las
autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que
se atenderá será el interés superior del niño'; ello además ligado a que en su preámbulo
establece que: '…como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño, 'el niño, por
su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la
debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento’”. De igual manera, el
art. 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala que: “Todo niño tiene
derecho a las medidas de protección que su condición de menor requieren por parte de su
familia, de la sociedad y del Estado”. (…) Asimismo, respecto a la excepcional separación
de los menores de su núcleo familiar, el referido Tribunal internacional señaló que:
“Cualquier decisión relativa a la separación del niño de su familia debe estar justificada por
el interés del niño (…). Al respecto, la Directriz 14 de Riad ha establecido que [c]uando no
exista un ambiente familiar de estabilidad y bienestar, los intentos de la comunidad por
ayudar a los padres en este aspecto hayan fracasado y la familia extensa no pueda ya
cumplir esta función, se deberá recurrir a otras posibles modalidades de colocación
familiar, entre ellas los hogares de guarda y la adopción, que en la medida de lo posible
deberán reproducir un ambiente familiar de estabilidad y bienestar y, al mismo tiempo,
crear en los niños un sentimiento de permanencia, para evitar los problemas relacionados
con el 'desplazamiento' de un lugar a otro”(Corte IDH. OC-17/2002 […]). 18 En ese
sentido, corresponde hacer las siguientes apreciaciones: i) El principio del interés superior
del menor, se fundamenta en propiciar el desarrollo de éstos, emergiendo de ello un deber
que se irradia a todas las esferas Estatales, administradores de justicia, así como a la
sociedad en general, de adoptar medidas especiales de protección, pues debe tenerse
presente su estado de debilidad, inmadurez e inexperiencia, con miras a la satisfacción de
sus necesidades, intereses y aspiraciones; ii) Conectado estrechamente con lo anterior, se
encuentra el derecho que tienen los menores a permanecer en su núcleo familiar,
precisamente porque se entiende que su familia será la primera en velar por su pleno
desarrollo y bienestar físico y psicológico (interés superior del menor), además del vínculo
afectivo entre el menor y su familia y viceversa; empero, ejerciendo también el deber de
garantizar el interés superior del menor, el Estado -a través de sus administradores de
justicia-, en situaciones excepcionales debidamente acreditadas, podrá determinar la
separación de éste de su núcleo familiar, determinación que debe ser exhaustivamente
justificada en el interés superior del menor, para ello, la autoridad a cargo deberá estar
plenamente convencida de que esto sea, en definitiva, lo más conveniente para el bienestar
y pleno desarrollo del menor, pues alejarlo de su núcleo familiar es una decisión que, de no
ser la apropiada, generará daños emocionales irreparables en el menor (en similar sentido:
Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay; Sentencia de 24 de febrero de 2011 [Fondo y
Reparaciones]), asimismo, corresponde incidir en que la separación del menor de su núcleo
familiar debe ser estrictamente excepcional, así como, preferentemente temporal; iii) Para
cumplir ese deber de justificar exhaustivamente la determinación de la separación del
menor de su familia -pues, se reitera, la separación debe ser excepcional-, el operador de
justicia se encuentra impelido a revisar y en su caso generar elementos probatorios que
generen convicción respecto a la situación del menor (v.gr. informes técnicos, informes
psicológicos, entrevistar al menor, a su núcleo familiar, inter alia), de ahí que, también es
importante una relación de inmediación directa entre la autoridad judicial y el menor, el
núcleo familiar de éste, así como con un equipo multidisciplinario que pueda proveerle los
informes necesarios; y, iv) De tomar la decisión de la separación del menor de su familia
-que debe ser excepcional y preferentemente temporal- y, en caso de disponerse su guarda
en algún albergue, la autoridad debe cerciorarse de que éste albergue provea al menor
bienestar y seguridad, ello a efectos de no limitar su pleno desarrollo».