La Plenitud de La Deidad

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LA PLENITUD DE LA DEIDAD

A medida que consideremos la Deidad de Cristo, debemos estudiar


Colosenses 2:9. Algunos que han estado argumentando que Cristo se despojó
de los atributos y características de la Deidad mientras estaba en la tierra están
enseñando que este versículo no se refiere a Cristo en la carne. Una posición
entre estos partidarios aún dice que este no se refiere a Cristo en absoluto.
Esto será revisado más tarde. No podemos reducir al mínimo la seriedad de
esta cuestión, especialmente cuando algunos están tratando de persuadirnos
que Cristo no podía haber poseído la plenitud de la Deidad en la tierra,
diciendo que se despojó de los atributos y características de la Deidad.
Resumen

Colosenses 2:9 nos dice que Cristo es, y siempre ha sido, completamente
Dios. Jesús siempre ha sido Deidad.

Nunca ha sido alguna versión paganizada, despojada de la Deidad. Su


naturaleza divina, que no puede cambiar, siempre ha sido la misma (Heb.
1:12; 13:8). El no era simplemente la “persona” de Dios, como recientemente
ha sido enseñado, sino “Dios”, lo cual incluye necesariamente Sus atributos y
características.

Todos los otros pasajes ocupándose del tema de la humanidad de Cristo no


deben contradecir este versículo.

Por ejemplo, Filipenses 2:5-9 no enseña que Cristo dejó de poseer la


naturaleza El versículo 7 no quiere decir que cuando Él se despojó a Sí
mismo, se “vació de Sí mismo” de todos los poderes, características y
atributos “que eran Suyos como divino”. El pasaje no dice eso.

Todos los argumentos acerca de Jesús siendo la “persona” de Dios sin los
atributos de la Deidad no son más que filosofías hechas por los hombres y
huecas sutilezas. Ni la Escritura enseña tal cosa. La “plenitud” de Colosenses
2:9 incluye aquellos atributos y características; y Cristo siempre ha sido la
“plenitud de la Deidad”, aun mientras estaba en la tierra.

¿Significa esto que Cristo ejercitó todas las veces todos estos poderes y
atributos? No. Pero el hecho de que no pudiera usar un poder en particular
todas las veces no quiere decir que está desprovisto de ese poder.

Dios no está usando ahora todo poder disponible para El (seríamos


consumidos), pero aún es todopoderoso.

¿Significa esto que Cristo no era realmente hombre? No. Cristo era hombre,
aunque no “un simple hombre”.
¿Quiere decir esto que usó estos poderes de la Deidad para vencer el pecado y
la tentación? No. Él no lo necesitó.1

Si las personas no pueden entender cómo Cristo puede ser completamente


Dios en la tierra y al mismo tiempo ser completamente hombre, entonces ese
es un problema que ellos tendrán que resolver. Yo acepto esto por fe, no
porque pueda entenderlo del todo. La incredulidad hace que los hombres
traten de explicar eso en dirección opuesta de la Deidad (los atributos y
características que hacen de Él lo que es).

No hay problema en la reconciliación de Filipenses 2:6-8 con Colosenses 2:9.


Filipenses 2 enseña que Cristo se despojó a Sí mismo, apareciendo no en la
forma de Dios (eso es, la manifestación visible de Su posición y estado legal
como Dios), sino que tomó la forma de siervo (eso es, el papel y posición de
siervo).Vino como hombre entre los hombres. No obstante, Su aparición en la
tierra como hombre en el papel de siervo no cambió Su naturaleza divina. La
plenitud de la Deidad entró al cuerpo de carne. No hay contradicción.

Colosenses 2:8-10 dice (Reina-Valera):

“Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según
las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no
según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y
potestad”.

Pablo habla de la “filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los


hombres”, y “conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (v.8).
La declaración en el v.9, “porque en él habita corporalmente toda la plenitud
de la Deidad”, fue dada para combatir y contradecir la vana filosofía y dar una
base sobre la cual podamos estar completos en Cristo. Una de estas huecas
sutilezas era la herejía gnóstica que negaba que Dios ciertamente pudo venir
en la carne. Los gnósticos creían que la materia era inherentemente mala, y de
esa falsa premisa razonaban que Dios, que es bueno, no puede morar en un
cuerpo corpóreo, material. Creían que la plenitud de la Deidad estaba
distribuida entre los ángeles, y que Jesús era solamente una emanación de la
plenitud de Dios. Juan se dedicó a esto en 1 Juan 4:2 y 2 Juan 7. Negaban que
Jesucristo — que es Dios (Juan 1:1) — ciertamente pudo venir en la carne y
aún ser la plenitud de la Deidad. Pero si Cristo no era realmente Dios
manifestado en la carne (1 Tim. 3:16), entonces ese hombre que se llamó a sí
mismo Jesucristo era un fraude. Sin la plenitud de la Deidad morando en ese
cuerpo de Jesús, habría sido “simplemente un hombre” y por tanto no nuestro
Salvador; no habría sido “Emanuel” (Dios con nosotros). De esta manera,
Colosenses 2:9 afirma el hecho de que Jesucristo que vivió en la carne era
realmente Dios, eso es, la “plenitud de la Deidad” estaba en el corporalmente.
La fe en Cristo como la plenitud de la Deidad es esencial (Comp. Juan 8:24).
No permitamos que ninguna filosofía — sea gnóstica, Judía, panteísta, o
alguna doctrina moderna acerca de Cristo — lo persuada de otra manera.
Cayendo en estas filosofías destruirá la relación que tenemos con Cristo.

El versículo 9 dice: “Porque en el habita corporalmente toda la plenitud de


la Deidad”. Las definiciones legítimas contestarán algún argumento incorrecto
y nos ayudará a entender lo que Pablo está diciendo. El “Porque” conecta el
versículo 8 con el versículo 9. Como opuesto a estas vanas filosofías, debemos
creer que la plenitud de la Deidad está en Jesús, indicando que estas filosofías
y huecas sutilezas tienen que ver con la negación de completa Deidad de
Jesús. “En” se refiere a lugar. “El” identifica a Cristo como el quien la
plenitud de la Deidad habita o vive. El enigma de esta discusión está en las
siguientes palabras: “Habitar”, “plenitud”, “Deidad” y “corporalmente”.

Definiciones

“Habita” (katoikei) es de kata, significando “abajo” y oikeo, significando


“estar en casa”. Esto indica una permanencia. Bullinger dice que significa
“asentarse en una morada fija; habitar fijamente en un lugar”.2Cualquier cosa
que “habite”, o esté en casa, “en El”, es permanente, no temporal. “En casa”
en Cristo está la plenitud de la Deidad, no simplemente una porción. El verbo
es tiempo presente, mostrando acción en progreso, un estado continuo.

El verbo no dice que la Deidad empezó a morar en El en algún punto en el


tiempo, tal como cuando fue glorificado. El pasaje no dice cuando (aunque la
implicación es que nunca hubo un tiempo cuando no fue Deidad). Más bien, el
dónde es a lo que el versículo se dedicó, eso es, “en El”.La plenitud de la
Deidad ha estado y aún está morando en El.

Jesús es Deidad en toda la eternidad. El era Dios “en el principio” (Juan 1:1),
era Dios en la carne (1 Tim. 3:16), y aún es Dios hoy día. En otras palabras,
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Heb. 13:8). La plenitud
de Su esencia divina entró en el cuerpo de carne y aún permanece con El.
Vincent dice que el tiempo presente de “habita” es usado para indicar una
característica eterna y esencial del ser de Cristo. La morada de la plenitud
divina en El es una característica de El como Cristo, desde todos los tiempos y
para todos los tiempos”.3 Robertson comenta, “La plenitud de la Deidad
estaba en Cristo antes de la encarnación (Juan 1:1,18; Fil. 2:6), durante la
Encarnación (Juan 1:14,18; 1 Juan 1:1-3). Era el Hijo de Dios que vino en
semejanza de hombre (Fil. 2:7).Pablo acaba aquí con la teoría Docética de que
Jesús no tenía un cuerpo humano también como la separación Cerintia entre el
hombre Jesús y el Eón Cristo. El afirma claramente la deidad y la humanidad
de Jesucristo en forma corpórea”.4
“Plenitud” (pleroma) significa la “suma total, plenitud, aún (súper)
abundancia”.5 Como perteneciente a Colosenses 2:9, significa “la completa
deidad”6 o “la completa medida de la deidad”.7 No hay nada faltando en la
naturaleza divina de Cristo. Sugerir que se despojó de los atributos y
características de la Deidad es hacer a Cristo menos de lo que es. Es caer en
las trampas engañosas de la vana filosofía. La “Teoría Kenotica”, sustraída de
Filipenses 2:7, es una vana filosofía tan moderna que dice que Jesús, cuando
vino a esta tierra, se despojó de todo lo que lo hacía divino (eso es, los
atributos divinos) para convertirse solamente en hombre. D.M. Baillie, con
juicio crítico a esta teoría, hizo estos comentarios dignos de notar:

En lugar de darnos una doctrina de la Encarnación en que Jesucristo es ambos,


Dios y hombre, la Teoría Kenotica me parece dar una historia de teofanía
temporal, en la que el que en tiempos pasados era Dios se cambió a Sí mismo
temporalmente en hombre, o cambió Su divinidad por humanidad…Porque
aunque el Hijo de Dios guarda de esta manera Su identidad personal al
convertirse en el sujeto de los atributos humanos que asume, se ha despojado a
Sí mismo de los atributos claramente divinos; lo cual implicaría, si el lenguaje
significa algo, que al convertirse en humano dejó de ser divino

… El Kenoticismo estará entonces envuelto en decir que El que antes de la


Encarnación había sido un Ser divino ahora se convirtió en hombre, con
atributos humanos en lugar de divinos, por el tiempo. Había sido Dios, pero
ahora era hombre. Si admitimos sus implicaciones, que parecen más como una
historia pagana de metamorfosis que la doctrina Cristiana de la Encarnación,
la cual siempre ha encontrado en la vida de Jesús en la tierra a Dios y el
hombre en unión simultánea — la Deidad `velada en la carne’ pero no
cambiada en humanidad”8 (énfasis de Baillie).

Como opuesto a la idea de que Cristo se despojó de aquellos atributos


“claramente divinos”, Colosenses 2:9 niega que Cristo era (y es) algo menos
que la Deidad total y absoluta. Baillie estaba en lo correcto al decir que si el
lenguaje significa algo, la idea de Cristo despojándose de aquellos atributos
divinos, quiere decir que al convertirse en humano dejó de ser divino. Esto es
por lo que algunos son acusados de enseñar herejía. Han enseñado que Cristo
se despojó de aquellos atributos claramente divinos, y el lenguaje significa
algo.

“Deidad” (theotes). Hemos escuchado a algunos tratando de definir “Deidad”


para que signifique solamente la “persona de Dios”,9 con o sin los atributos y
características divinas. Tal cosa es una suposición sin fundamento,10 un abuso
de la definición y la Escritura, hecha así para justificar la idea de que Cristo se
despojó de todos Sus atributos, características y poderes (eso es, naturaleza)
que eran Suyos como divino. El término no se refiere simplemente a la
“persona” de Dios, sino “al estado de ser Dios, Deidad”.11 Es la “esencia
divina de la Deidad”12 y “la naturaleza divina y perfecta”.13 Es “eso que es
Dios”.14 Trench comenta que Pablo está “declarando que en el Hijo mora
toda la plenitud de la Deidad absoluta; no se trataba de meros rayos de gloria
divina que le dieron su brillo, iluminando su persona por un tiempo y con un
esplendor que no le pertenecía; sino que el era, y es, el Dios absoluto y
perfecto; y el apóstol usa theotes para expresar esta Deidad esencial y personal
del Hijo”.15

Deidad, entonces, es eso que Dios es. Es el estado de ser Dios. Si Colosenses
2:9 se aplica solamente a Cristo después de Su ascensión, entonces no era
Dios mientras estaba en la tierra. Si la plenitud de la Deidad era algo que
solamente recibió más tarde, entonces no estaba en la condición de ser Dios en
la tierra y era realmente “simplemente un tipo común y corriente”. Si la
“plenitud de la Deidad” es algo que recibimos, como notaremos que algunos
afirman, entonces nos convertiremos en Deidad. El término “Deidad” es vital
para la discusión.

Hay dos alternativas significativas para la palabra traducida “Corporalmente”


(somatikos). La primera significa “corporalmente”16 indicando el cuerpo
humano de Cristo. La palabra viene de soma que se refiere a un cuerpo;
“corporalmente” es un adverbio de soma refiriéndose también al cuerpo. “La
palabra se refiere al cuerpo humano de Cristo”.17 Esta palabra afirma la
humanidad de Jesús. Realmente era un hombre.

No obstante, aún en Su humanidad, era completamente Dios. En ese cuerpo


corpóreo estaba más que un simple espíritu humano, más que un espíritu
despojado de la divinidad y Deidad. “La plenitud de la Deidad” estaba en este.
“La plenitud de la naturaleza Divina se encarnó y estuvo morando en el
cuerpo del Redentor”.18 Esto es también verdad de El después de la
ascensión, porque el cuerpo que tuvo en la tierra es el cuerpo con el que
ascendió, y ahora está glorificado. “La plenitud de la Deidad mora en Su
persona desde Su nacimiento hasta Su ascensión.

El llevó Su cuerpo humano con El al cielo, y en Su cuerpo glorificado habita


ahora y siempre la plenitud de la Deidad”.19 Su carne no vio corrupción (Hch.
2:31). El mismo Jesús que fue crucificado fue resucitado y hecho “Señor y
Cristo” (Hch. 2:36). No hubo cambio en Su naturaleza divina. El mismo Jesús
que vivió en la tierra está ahora en el cielo. La misma “plenitud de la Deidad”
que habitó en El en la tierra continua habitando en El ahora.

De esta manera, el cuerpo físico de Jesús está incluido en esta palabra. “`Toda
la plenitud de la Deidad’ = Toda la suma y sustancia de los atributos infinitos
que pertenecen a la Deidad y de esta manera constituyen la Deidad. Esta
plenitud `mora en Cristo’. Algunos insertan: En vista de su exaltación. Pablo
no dice eso. El Kenoticismo está en error. Y de esta manera lo está también el
Socinianismo y su descendencia modernista. Cristo es y siempre fue el Dios-
hombre”.20Aquellos que se burlan y critican el hecho de que Cristo era
simultáneamente Dios y hombre (Dios-hombre) son culpables de blasfemia y
niegan la verdad.

Si Jesús no era completamente Deidad mientras estaba en la tierra, entonces


Su vida y muerte aquí sería en vano. Vino para redimir y salvar la humanidad
del pecado. Ningún simple hombre puede hacer esto. “Lo que Pablo dice aquí
se apoya detrás de todas las declaraciones tales como 1 Pedro 2:24 – `Quien
llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo’; Colosenses 1:21b-22 – `… os
ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte …’; Hebreos
10:5 – `me preparaste un cuerpo’, versículo 10 – `la ofrenda del cuerpo de
Cristo’; todos aquellos pasajes que hablan acerca de la sangre y la cruz de
Cristo”.21 El cuerpo fue preparado para Jesús con el propósito de hacer la
voluntad de Dios en la salvación de la humanidad. Si la “plenitud de la
Deidad” no estaba en ese cuerpo preparado, entonces ¿lo que Su vida en la
carne llevó a cabo para nuestra salvación hasta donde va? Probando que el
hombre no “tiene que pecar” no habría sido suficiente para salvar a todos que
han pecado (Rom. 3:23). El tenía que probar la muerte y tomar el castigo por
el pecado (Heb. 2:9). Hizo esto en el cuerpo humano. La “iglesia de Dios” fue
“comprada con Su propia sangre” (Hch. 20:28). Este era Dios manifestado en
la carne que derramó Su sangre. Si eso no es verdad, entonces murió un
simple hombre — un precio finito con un valor infinito. Eso es imposible.

La otra alternativa para la palabra traducida “corporalmente” es la que


significa “encarnado, incorporado” o concentrado en una forma visible,
tangible. Hendriksen dice que significa “encarnado, dando expresión concreta,
completamente realizado en él”. Además dice, “por tanto, toda la plenitud de
la esencia de la morada de Dios de esta manera está completamente
concentrada en Cristo, no hay necesidad de o justificación para buscar en otra
parte ayuda, salvación o perfección espiritual”.22 Esto estaría diciendo que
Cristo es la completa expresión de la Deidad; en otras palabras, El es “el
resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Heb. 1:3). Ese
sentido de la palabra aún incluirá a Cristo en la carne, a medida que apareció
en una forma tangible, visible (Juan 1:1,14-18; 14:7-9). Algunos dicen que la
palabra significa “total”, o “substancialmente”. Dado que esto fuera verdad,
no negaría la verdad eterna y esencial de Colosenses 2:9. Aún estaría diciendo
que la plenitud de la Deidad estaba en El; que Cristo siempre ha sido Deidad.
En ese caso, significaría que la plenitud de la Deidad estaba realmente en El,
como opuesto a figurativamente. La frase del versículo mismo parece ir contra
eso, en vista de que los términos “toda” y “plenitud” son ya usados. Pablo no
necesitó usar otro término para que significara la misma cosa. Sin embargo,
podría ser tomando, la evidencia muestra que el adverbio “corporalmente”
incluye el cuerpo físico de Cristo. Una posición que revisaré, no obstante,
debe usar el término en tal forma que excluya el cuerpo de Cristo; si
“corporalmente” se refiere a incluye un “cuerpo” real, entonces la posición es
destruida.
Las correctas definiciones muestran que Colosenses 2:9 incluye a Jesús
mientras estaba en la carne.Pablo está hablando acerca de Cristo siendo
completamente Deidad, lo cual incluye los atributos y características que son
la esencia de la naturaleza divina. Para concluir de otra manera demanda una
redefinición de términos.
¿Se Refiere Colosenses 2:9 a las “Bendiciones”?
Una oposición defendida tomó la posición de que Colosenses 2:9 “describe
al Cristo glorificado, a su estado después de su resurrección y exaltación”.23
Un año más tarde, el mismo escritor cambia de posiciones, diciendo que esto
no se refiere a Cristo en absoluto, sino más bien a la bendiciones espirituales
que tenemos en Cristo. En la redefinición de términos, esta posición dice que
la “plenitud de la Deidad” se refiere no a la Deidad de Cristo, sino a las
bendiciones espirituales de Dios que nos pertenecen. Toda la frase: “En él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” es reinterpretada para que
signifique “En Cristo están todas las bendiciones espirituales de Dios
completamente”.24 La posición está basada en la frase “en El”, diciendo que
en vista de que aparece varias veces en el contexto refiriéndose a nuestra
relación con Cristo, entonces también debe ser de esta manera aquí. Entonces,
“la plenitud de la Deidad” es tergiversada para referirse a las bendiciones de
Dios en lugar de la Deidad. “Corporalmente” es definido para que signifique
“completa” o “sustancialmente”, y es negado que esto pueda referirse a un
cuerpo físico.
“En El”
Primero, la frase “en El” solo necesariamente no significa “relación con”.
Lo que la frase signifique en cualquier sentido particular, es determinado por
sus modificantes. Nosotros no somos el tema de 2:9; es Cristo (v.8). Los
versículos dan consistentemente el sujeto en conexión con “en El”. Nótese las
otras apariciones de la frase en Colosenses 2:5-13. Versículo 5: “vuestra fe en
Cristo”; v.6-7: “… de la manera que habéis recibido al Señor … andad en él
… sobreedificados en él … como habéis sido enseñados …”; v.10: “vosotros
estáis completos en él …”; v.11: “En él también fuisteis circuncidados …” El
sujeto de la frase es dado siempre. Sin embargo, el versículo 9 no nos da
nosotros como el sujeto. Pablo está estableciendo la base para nuestra relación
con Cristo, lo cual está en el hecho que no es según la vana filosofía de los
hombres, sino en la plenitud de la Deidad a medida que mora en Cristo. La
razón para que podamos estar “completos en El” es porque El es
completamente Dios. Sin esa verdad acerca de Cristo, entonces lo que
tendríamos “en El” es sin valor. La frase “en El” es una preposición
modificada por “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Si
entendemos lo que es la “plenitud de la Deidad”, y que esta “mora …
corporalmente” en alguna parte, entonces sabremos a quien se refiere “en El”
en este versículo.
El defensor de la posición bajo revisión declara que “El lenguaje `en él’
nunca es usado para describir para describir el cuerpo físico de Cristo, que
siempre es usado con referencia a la relación Cristiana con Cristo”. En el
siguiente parágrafo, dice él, “Pablo usa siempre `en él’ para referirse a la
relación Cristiana en Cristo y nunca es usado una sola vez para referirse a la
persona de Cristo o su cuerpo físico”.25 Nótese como usa confiadamente los
términos “siempre … ni una sola vez”. A la luz de lo que él dice acerca de ser
un “estudiante cuidadoso de la Biblia”, debe ser mas cuidadoso de sí mismo.
En la lista de los versículos que cita donde la frase “en él” es usada, un
versículo está claramente desaparecido. Omite Colosenses 1:17, que dice: “Y
él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”. “Subsisten”
(sunistemi) significa “continuar, resistir, existir, apoyar conjuntamente”.26
Cristo es el “radioconductor”, el que hace que todas las cosas se mantengan
unidas. Esto es lo que Hebreos 1:3 dice: “… quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder …” Esto no podría estarse refiriendo a nuestra relación
con Cristo. Pablo usa claramente la frase “en El” con respecto a la naturaleza
y poder que está en Cristo. La idea de que la frase `en él’ nunca es usada para
referirse a la persona o naturaleza de Cristo es falsa.
El argumento es hecho para que el contexto remoto no apoye la visión de
que Colosenses 2:9 se refiere a la Deidad de Cristo. Esto es donde el defensor
se refiere a todos los otros versículos que usan la frase “en El” en Colosenses.
Como se notó, sin embargo, Colosenses 1:17 está ausente de su lista. Lea lo
que Pablo dice en Colosenses 1:15-22. No hay duda de que Pablo está
discutiendo la naturaleza de Cristo, y cómo Su naturaleza es la base para
nuestra relación con El. Pablo está estableciendo Su Deidad cuando dice:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas …” (v.16), “… todas las cosas en
él subsisten” (v.17), y “… agradó … que en él habitase toda plenitud” (v.19).
Nótese como eso en el contexto de estas declaraciones acerca de la naturaleza
de Cristo, Pablo trata con nuestra relación a El. Pablo menciona aún que
nuestra relación está basada no sólo en quien es Cristo, sino también en lo que
Cristo llevó a cabo “en su cuerpo de carne” (v.22).Por tanto, el argumento de
que el contexto remoto de Colosenses no apoya la posición de que Colosenses
2:9 se refiere a la Deidad de Cristo, es falsa. Pablo hace en el capítulo dos lo
que hace en el capítulo uno.Discute nuestra relación con Cristo y en la mitad
de eso afirma que Cristo es Deidad, lo cual sirve como el fundamento para
nuestra relación con El. Esa es la posición contextual armonizable.
No hay razón para asignar cualquier cosa sino un significado literal para la
frase “en El” en Colosenses 2:9. “En El … corporalmente” debería ser
entendido literalmente, no figurativamente. Una de las reglas básicas de
interpretación es que el significado literal toma prioridad sobre lo figurativo.
Un versículo debe ser entendido literalmente a menos que haya algo ahí que
demande que sea tomado de otra manera — cuando el significado literal de
una palabra o frase abarca una imposibilidad o un contrasentido.27 No hay
problema en el entendimiento de Colosenses 2:9 literalmente. Esto se ajusta al
contexto y coincide con lo que el resto de la Escritura enseña acerca de Cristo.
“Deidad”
El defecto fatal de la posición de las “bendiciones” es el abuso del término
“Deidad”. Cualquier posición que use el término acorde a su definición
correcta es incorrecta. Ya hemos notado su significado legítimo el es “es el
estado de ser Dios”, no bendiciones o persona. Si, en el v.9, “en El” significa
“relación con”, entonces el versículo estaría enseñando que cuando estamos
en Cristo, estamos en el estado de ser Dios.Tome todas las definiciones
legítimas y haga la aplicación para ver si tiene sentido. Toda definición
correcta significará que cuando estamos “en El”, de acuerdo a esta
interpretación, entonces tenemos completamente la esencia divina de la
Deidad, la personalidad de Dios, la naturaleza divina claramente, las
perfecciones y atributos, el estado de ser Dios, Deidad, eso que es Dios. etc
…. En otras palabras, somos Deidad cuando estamos “en El”. (La única forma
de evitar esta conclusión sería redefinir “Deidad”, lo cual es precisamente lo
que ha sido hecho”. El pasaje no dice que “en él habita corporalmente toda la
plenitud [de las bendiciones de] de la Deidad”, como el equivoquista asigna
por mandato. Mas bien, esto es “la plenitud de la Deidad”.Además, la plenitud
de la Deidad (el estado de ser) no habita en nuestra relación o comunión con
Dios. Si estamos en Cristo o no, no cambia donde mora la plenitud de la
Deidad. El completo estado de Deidad no pertenece y no puede pertenecer a
nosotros. Decir que “toda la plenitud de la Deidad “significa “todas las
bendiciones espirituales de Dios” es una tergiversación de la frase. Si theotes
significa el “estado de ser Dios”, entonces “en El” debe referirse a Cristo
mismo, porque nosotros no podemos estar en el estado de Deidad.
El escritor declara que la diferencia entre nuestras posiciones “es el
correcto entendimiento de `en él’ y el `contenido’ de la `plenitud de la
Deidad’, no el significado de `la Deidad’”.28 Como se notó, “en él” es
determinado por sus modificadores. Entender “en él” en este versículo es
inútil hasta que entendamos lo que es “la plenitud de la Deidad”. Referente a
los `contenidos’ de la Deidad, el significado del término es suficiente para
conocer la verdad. Es eso que Dios es; toda la suma y sustancia de los
atributos infinitos que pertenecen a la Deidad y que de esta manera constituye
la Deidad (Lenski). ¿Por qué no se acepta esto por lo que es?
Hay una similitud en las frases “la plenitud de la Deidad” y “la plenitud de
Dios” en Efesios 3:19. Aún cuando “Deidad” (theotes) tiene la misma raíz que
“Dios” (theos), no se refieren a la misma cosa. “Plenitud de la Deidad”, en
Colosenses 2:9, se refiere a la plenitud del estado de ser Dios (Deidad), y
“plenitud de Dios”, en Efesios 3:19, no se refiere al estado de Deidad, sino a
la plenitud de eso que Dios (el que está en el estado de Deidad) nos comunica
a medida que Cristo mora en nuestros corazones por medio de la fe
(v.17).Cuando estamos en comunión con Dios, El mora con nosotros y en
nosotros (Juan 14:23). Efesios 3:19 dice:“… para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios”, posiblemente refiriéndose al templo donde la presencia de
Dios estaba, lo cual es usado figurativamente para afirmar la presencia de
Dios en Su pueblo (Efesios 2:21-22). Su Espíritu está “en el hombre interior
… para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones …” (Col. 3:16-17).
Esto habla de la presencia de Dios en los corazones de los creyentes. Aquí, la
plenitud no es la “Deidad”. No somos llenados con el “estado de ser Dios”.
Vincent anota: “Plenitud de Dioses la plenitud que Dios imparte por medio de
la morada de Cristo en el corazón; Cristo, en quien el Padre se agradó que
morara toda la plenitud (Col. 1:19), y en quien mora toda la plenitud de la
Deidad (Col. 2:9)”.29
La oración que Pablo está haciendo en Efesios 3 apunta a nuestra meta de
volvernos mas semejantes a Dios. Su justicia es el modelo que debemos tratar
de obtener (Mat. 5:48; Efe. 4:13). Por supuesto, no podemos convertirnos en
Dios; pero podemos, tanto como sea posible, volvernos ajustados a la imagen
de Jesucristo (Rom. 8:29), y por tanto, volvernos participantes de la naturaleza
divina (2 Ped. 1:3-4).Hendriksen comenta: “Pero lo que Pablo ora es que
aquellos a quienes se dirigió puedan ser llenados hasta En otras palabras,
perfección, también en tales cuestiones como el conocimiento, amor, santidad,
debe ser siempre la meta prevaleciente; volverse más y más como Dios, el
ideal primario”.30 la plenitud de Dios.
Colosenses 2:9, no obstante, está estableciendo las bases sobre las que
podemos tener relación conCristo y estar completos en El: Porque El es el
verdadero Dios, no el falso Dios de alguna vana filosofía. En vista de que El
es Dios en el sentido mas completo, podemos estar “completos” en El. Efesios
3:19 y Colosenses 2:9 se complementan el uno al otro. Las bendiciones están
implicadas, pero la base completa para que nosotros seamos conformados a la
imagen de Cristo y estar completos con Sus bendiciones es el hecho de que El
es absoluta Deidad. Efesios 3:19 dice, en esencia, lo que Colosenses 2:10 dice,
eso es, que estamos completos en El. Esto está mas cercano al versículo 10, no
al versículo 9.
Conclusión
Colosenses 2:9 se refiere a la Deidad de Cristo, incluyendo Su tiempo en
esta tierra. El contexto muestra que esto es así, y las correctas definiciones
retroceden a eso. Cualquier problema que podamos tener con el entendimiento
de la Deidad y humanidad completa y simultánea de Cristo no puede ser
explicada a no ser por medio de negar aquellas verdades. Debemos aceptar
por fe lo que la Biblia dice. Está claramente establecida la Deidad y
humanidad de Cristo en la declaración, “Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad”.

Anotaciones al Pie
1 Aquellos que se han opuesto a la falsa enseñanza sobre la naturaleza de
Cristo han sido acusados falsamente de tomar posiciones que nunca han
llegado a un cierre. Estas posiciones incluyen:
A. Que Jesús no era hombre. Lea lo que ha sido escrito. Su completa
humanidad siempre ha sido afirmada, junto con Su completa humanidad.
B. Que Jesús no fue tentado. He afirmado desde el principio que las
tentaciones de Cristo fueron reales (Heb. 4:15). No creo que Jesús deseó
hacer lo malo (Juan 8:44). Tal cosa no es necesaria para que una
tentación sea real. Jesús fue tentado en todas las áreas en que lo somos
nosotros; la diferencia es que todos nosotros permitimos que nuestros
deseos nos seduzcan a pecar mientras que Cristo no lo permitió.
C. Que Jesús venció el pecado porque era Deidad. Wayne Gresson, en la
edición de Octubre de 1990 de Faith and Facts, me citó como enseñando
esto, pero no lo probó. Simplemente dijo que tomé la posición. He
declarado muchas veces que Jesús no necesitó usar el poder de Deidad
para vencer el pecado.
Tratar de empujarnos a posiciones que no tomamos no es ético. Tales
estrategias son impropias aún del mundo. Cualquier acusación debe dar
evidencia correcta.
2 Ethelbert W. Bullinger, A Critical Lexicon and Concordance to the English
and Greek New Testament, Pág. 239.
3 M.R. Vincent, Word Studies in the New Testament, Vol. III, Pág. 487.
4 A.T. Robertson, Word Pictures in the New Testament, Vol. IV. Pág. 491.
5 William F. Arndt and F. Wilbur Gingrich, A Greek-English Lexicon of the
New Testament and Other Early Christian Literature, Pág. 672.
6 Gerhard Kittel and Gerhard Friedrich, Theological Dictionary of the New
Testament, compendiado en un volumen por Geoffrey W. Bromiley, Pág.
870.
7 Arndt and Gingrich, Pág. 678.
8 D. M. Baillie, Dios Estaba En Cristo, 1948, Pág. 96-97.
9 Un ejemplo de esto es mostrado en un intercambio entre John Welch y
Gene Frost. Welch: “La plenitud de la Deidad estuvo siempre en Jesús”.
Frost: “Ahora, ¿qué quiere decir usted por `Deidad’? Defínala”. Welch:“La
plenitud de la persona, espíritu, o esencia de Jesús”. Reunión grabada de
predicadores, Beaver Dam, KY, Enero 8, 1991.
10 “Nótese el disparate y contrasentido de argumentar que `toda la plenitud
de la Deidad’ se refiere a la persona de Dios”. Wayne Greeson, Faith and
Facts, Octubre 1991, Pág. 80.
11 Henry Thayer, Greek-English Lexicon, Pág. 288.
12 W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del N.T., Vol. 1, Pág. 392.
13 Edward Robinson, Greek and English Lexicon of the N.T., Pág. 334.
14 Hermann Cremer, Biblico-Theological Lexicon of N.T. Greek, Pág. 281.
15 Richard C. Trench, Synonyms of the N.T., Pág. 8.
16 Bullinger, Pág. 106; Vine, Vol. 1, Pág. 334; Arndt and Gingrich, Pág. 800.
17 Fritz Rienecker, A Linguistic Key To The Greek N.T., Pág. 573.
18 Albert Barnes, Notas de Barnes Sobre el N.T., Pág. 1069.
19 Vincent, Pág. 487.
20 R.C.H. Lenski, Interpretación de Colosenses, Pág. 101.
21 Ibíd, Pág. 100-101.
22 William Hendriksen, New Testament Commentary: Phillipians,
Colossians, and Philemon, Pág. 112.
23 Wayne Greeson, Faith and Facts, Octubre 1991, Pág. 92.
24 Wayne Greeson, Faith and Facts, Octubre 1991, Pág. 74.
25 Ibíd, Pág. 81.
26 Arndt and Gingrich, Pág. 791.
27 Véase D.R. Dungan, Hermeneutics, Pág. 195.
28 Wayne Greeson, Faith and Facts, Octubre 1991, Pág. 76.
29 Vincen, Pág. 385.
30 William Hendriksen, N.T. Commentary; Galatians and Ephesians, Pág.
174.

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