Revista Francisco de Miranda 1era Edicion Mayo PDF
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MAYO 6018 V.´. L.´.
Editorial
Analizar bimensualmente la situación que padecemos en América Latina es para
nosotros, sus hijos, una responsabilidad con nuestra propia historia. Difícilmente podemos
eludir, que la situación es precaria e incierta, plagada de cotidianidades que, solo de forma
indolente no podrían afectarnos a todos.
Hoy nuestra mayúscula América abre los ojos para rememorar su historia, que se
cuenta y canta en las calles y los barrios, en los caseríos y las serranías; vista desde abajo
para confrontar la mentira mil veces contada por los invasores que jamás se han ido.
Hoy una vez más testificamos a los que duermen sus laureles en espera del mañana,
mientras caminamos la larga noche del desvelo para alcanzar el alba; hoy, recordamos
escucharles y leerles la desesperanza que no encuentra camino hacia las pasadas glorias de
las que jamás fueron participes, hoy les vemos pegar tabiques sin ton ni son, simulando hacer
lo que nunca han hecho; construir en pro del interés colectivo.
Común resulta leerles y escucharles lamentarse la situación que hoy pasan los
masones que circundan el orbe, y les vemos cultivar la ignorancia desde la superstición burda
y estéril de la imaginería mágico – mítica – infantiloide que no logran superar; profanando
desde dentro, lo que la usurpación sajona jamás ha logrado comprender: la organización libre
de los pueblos, que así, sin permiso alguno, se concentran en torno del interés colectivo, así,
sin más intención que la resolución de sus necesidades materiales e históricas, que lejos de
esperar mesianismos, se ponen en marcha para confrontar la tiranía.
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la del conservadurismo que encuentra la corrupta ventaja de que nada cambie, porque saca
partido del estado actual de las cosas, y que enmascara el interés particular de bien común,
cual fascista, que intenta suprimir la queja y la resistencia, antes que objetivar la realidad; el
hambre mata de enfermedad y desnutrición a nuestros niños, y pone en peligro a nuestra
especie toda.
Y les vemos y les escuchamos desde la prudente distancia de no ser lo mismo, sino la
certeza de una historia que hace pueblo y patria, que se rebela incansablemente contra el
postmodernismo del que forman parte, que señala sin temor lo injusto desenmascarando lo
hipócrita, y que espera con paciencia el tiempo concreto para abatir al ambicioso.
Les leemos con paciencia defenestrar la lógica, ignorar lo humano, y buscar el camino
a la locura desesperada de quienes, sin comprender el mundo vivo que cohabitamos, buscan
en su imaginación no solo amigos imaginarios que pudiesen defenderles de la crueldad
barbárica que siempre se sustenta en el número, sino también, los poderes fantásticos que les
permitan morir la muerte que tanto ansían, pero que cobardemente dilatan a la espera del
milagro. Meras ilusiones que, para lograr su existencia, se valen de los ilusos que suelen
sustentarlas.
Y cual testigos de la insensatez, aquí estamos, de pie y al orden sin esperar más nada,
que perder la paciencia y luego encontrarla en la acción colectiva que de un vuelco a la
tendencia de la estupidez rampante. Picando piedra para formar un aparejo consistente,
ejercitando la resistencia a la tensión y carga que se impone desde la ignominiosa afrenta a
un continente, que lucha constantemente por alcanzar la paz con justicia y dignidad.
Nuestra mayúscula América ha sido y será, la tierra que corrige el error de los
usurpadores de cualquier nacimiento, desde la insensatez de la inobservancia de la realidad
mundo que se circunscribe a si misma en una posición geográfica insospechada a los
invasores, hasta ser la tierra de un mundo, en donde caben muchos mundos: con un solo
principio, para todos, todo, nada para nosotros.
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representa, mas no suplanta; convence, pero no vence; obedece, pero no manda; baja, pero
no sube; propone, pero no impone; para mandar obedeciendo sin excluir más nunca, a los
vilipendiados de una tierra que sirviese de refugio a los perseguidos y señalados por el
ignominioso delito de no creer en la barbarie como el único camino, que explotando derrama,
la supervivencia para quien está condenado a vivir para trabajar, así, sin más, que esperar la
lenta espera del descanso eterno, y el placer como doctrina de muerte, que canta y alaba a los
tiranos y asesinos…
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Índice
Editorial……………………………………………………………………….......………1
Datos de contacto…………………………………………………………………179
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HHn@s.’.
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“descubrimiento” hasta hoy, tiene y ha tenido una misión histórica; demostrar al mundo que
otro mundo es posible, desde la redondez, hasta la liberación, América es y será, un mundo
donde caben muchos mundos…
Este recorrido histórico por la memoria de nuestra mayúscula América, tiene por
objetivo analizar las políticas que se han empleado en su propia contra, desde dentro y desde
fuera, para poder ir trazándonos alternativas viables y progresivas que ayuden a su liberación;
pues sin memoria histórica y sin análisis de la cultura, no solo no hay identidad, sino que
también se carece de la consciencia de clase necesaria para poder trazarse una filosofía de
liberación que demuestre la necesidad de trabajar en su consecución.
América Latina se interesa más por gritar “gol”, en lugar de un “¡Ya Basta!” que se
repite hasta el cansancio entre murmullos por sus calles, veredas y caminos; voltea la mirada
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de forma indolente cuando los niños estiran las manos en sus calles, en busca de la moneda
que les lleve a la boca el alimento que de vez en cuando ingieren, a expensas de una
compasión hipócrita que se receta desde el pulpito, pero que se condena desde las curules y
los tribunales que sentencian sociedades inútiles, a las que se les ha prohibido tener voluntad;
se avergüenza de su composición étnica, humillando a los hombres y mujeres del color de la
tierra que llegasen primero a ella, pero hincándose y bajando la cabeza ante los invasores de
cara pálida y actitud ladina; implora piedad a seres imaginarios que vengan a resolver, lo que
hace siglos hizo posible una actitud derrotista que la superstición impuso; ruega que se le
alimente como mendiga, a pesar de dotar al mundo del 60% de los recursos con que este
produce lo que a casi todos niega; pide permiso para hacer lo que le resulta necesario, y
soporta con los dientes apretados el hacer concreto que se le dicta desde fuera; bombardea y
asesina, cuando no desaparece a sus propios hijos necesitados, por el solo hecho de pedir a
gritos lo que todo mundo quiere, paz con justicia y dignidad; golpea y priva de libertad, a
quienes osan decir a los demás lo que América Latina hace, y se les acusa de violentar un
orden social que ha llevado a ocho de cada diez a carecer del mínimo indispensable para
poder sobrevivir; acusa y señala sin denuedo ni descanso a quienes en vez de buscar el
beneficio propio, piensan en el “para todos, todo, nada para nosotros”, y les golpea hasta que
el estado renovado de las cosas que plantean, salga de la memoria colectiva a fuerza de
mazmorra, tortura y llanto, de quienes viven para soportar la muerte que se receta a mansalva,
por gorilas democráticamente ungidos por el imperialismo rampante; despoja a sus hijos de
las tierras, las casas, los fuegos, las aguas y sus aires, en pro de ceder al extranjero no solo
un lugar en el cual vivir, sino un territorio desde el cual explotar a sus hijos hasta el consumo
de la totalidad de sus vidas; niega la educación, la salud, la dignidad, la protección y la justicia
a sus habitantes, a cambio de la impune voluntad de un opresor que le receta miseria y hambre
a cambio de empleos que se resguardan a sangre y fuego, por un limitado aparato represor
que apunta sus cañones hacia dentro; enseña que es mejor aceptar la corrupción como
naturabilidad indemostrable, que el pensar en todos antes que en su mismo… América Latina
es una coleccionista de tragedias…
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sacrificio, un deporte que distrajera a los
pobladores de una realidad incuestionable, el
sometimiento al despotismo tributario que,
feroz contra el sumiso, se acobardó contra el
invasor a quien se le puso de rodillas
embelesada por el fuego que escupían sus
cañones.
Pero, ¿no era lógico aceptar un dios que solo te pide te hinques y ruegues piedad, en
vez de aceptar con honores el que te extirpen el corazón aun estando vivo?, ¿no era lógica la
alianza para derrumbar un poder insufrible que te somete en lo cotidiano, sin contemplar la
deshonrosa traición de los apestosos que, hasta ese momento, nadie sabía carecían de
palabra?
La teocracia nativa se vio sustituida así, de pronto, y no sin sorpresa, ante la victoria
de la invasión que traía consigo una nueva teocracia, insufrible como la que más, sometedora
y organizada como lo que es, una empresa transnacional, que se cobija de espiritualidad, pero
que en realidad busca acotar en una moral lasciva, los sistemas de apareamiento humano en
uno solo, que le ofrece súbditos a la monarquía, y que obliga a pensar que el sufrimiento es
la garantía de una mejor vida que llegara con la muerte; contradicción de términos que ha
logrado que los individuos latinoamericanos, no levanten la cabeza en busca de un horizonte
libertario.
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Idólatra por rendir pleitesía a la naturaleza, y no al suplicio de quienes los cara pálida creen
su divinidad omnipotente, pero que no pudiese nada contra su propio suplicio y muerte.
Pero la idolatría que el blanco vino a extinguir, y que tantas veces cacareó, no era
pues sino el pretexto con que se despojaba a las civilizaciones amerindias de sus territorios
tradicionales, de sus prácticas históricas, y de la autodeterminación de sus pueblos; pues no
solo habían cometido el tan “irracional” delito de la idolatría rampante, sino que, habían
cometido la “infamia” de no someterse al europeo de forma civilizada, combatiendo hasta el
último momento por defender su historia y su cultura. Por tanto, el europeo invasor, de forma
por demás civilizada, esclavizó al amerindio obligándole a trabajar arrancando de la tierra
los recursos con que la naturaleza le había dotado, para embarcarlos hacia una Europa que,
sin ellos, no hubiese podido industrializar más nada, y menos con la actitud estúpida e
idolatra, de quienes creían que producir en masa no era sino un ardid del diablo, que pretendía
que no se muriesen de hambre, quienes su beneficioso dios había sentenciado así, sin previo
juicio, a padecer por estupidez, lo que la sensatez prohíbe de facto.
Nuestra patria grande herman@s, no ha sido para ese occidentalismo sino la mina de
la que extrae sus metales, el granero de donde obtiene sus cereales, el pozo de donde chupa
el combustible que consume, y la fuente de mano de obra que consume hasta agotarla. Para
ese occidentalismo, no somos pues, los latino americanos, sino un renglón más en la
estadística, una sub especie humana, que no necesita ni reclama; sino que trabaja y produce
sin pedir más nada, que el que no se le mate mientras se humilla y pide piedad a unas estatuas,
que, quizá, solo por estar hechas de yeso, no deben significar idolatría.
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La migración como política de oportunismo mercantil, fue la glosa marginal de un
desarrollo colonizador que intenta esconder lo evidente, una invasión a un territorio que lo
único que siempre ha representado, es el abastecimiento de materia prima que se arranca del
territorio de nuestro continente, y que se embarca hacia las manufacturas europeas para
devolvérsenos en mercancía a costos impagables, pero que nos encadena en crédito a quienes
nos han robado todo; hasta la dignidad de llamarnos americanos, pues para ellos solo tenemos
por nombre indios o mestizos, cual si fuésemos, como decían, una especie de monos
parlanchines, a quienes se les tiene que inculcar el trabajo a fuerza de palo, espada u hoguera.
A los latinoamericanos se nos prohibió desde entonces, representar por cuenta propia
las necesidades mismas a nuestras vidas, porque somos a sus ojos, aun cuando ellos jamás
hubiesen soñado ciudades como las nuestras, niños retrasados que nunca han madurado para
ser considerados ciudadanos de
un mundo que no nos ignora;
siempre y cuando no
pretendamos sino ser parte del
folklore mundo, espectáculo del
subdesarrollo que no es causa,
sino efecto, de haberles abierto
los brazos y convidado las
bondades de nuestra naturaleza,
a un puñado de gentuzas que ni siquiera tenían idea de a dónde habían llegado.
A los amerindios se nos enseñó a rogar, no solo en las iglesias, sino hasta en las plazas
públicas; rogamos desde entonces poder ser nosotros, rogamos permiso para hacer como
nosotros, para intercambiar como nosotros, para producir lo que sabemos, para recibir lo que
debemos, para vivir y morir, como hombres y mujeres libres, dignos y verdaderos.
Pero llego el día en que dijimos ¡BASTA!, no por nuestra propia idea, sino igual que
en todo, porque desde fuera se hizo ignominioso seguir siendo lo que hoy somos: una colonia
que dejó de padecer el sometimiento legal, que no legítimo, de la fuerza extranjera; solo
porque ya no era negocio el seguir manteniendo reyes que ya no tenían territorios nuevos que
despojar.
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Y entonces la Ilustración le vino a enseñar al blanco nacido en estas tierras lo que era
incapaz de ver con sus propios ojos: que el sometimiento a la metrópoli a miles de kilómetros
de distancia, no era preferible a la tiranía a unos cuantos metros de distancia, que injustos o
no, podían quedarse aquí, con todo lo que se podía enviar allá, para acrecentar sus arcas
personales. Y nos arrastraron no a una guerra por nuestra liberación, sino a una guerra en pro
de su dominación sobre nosotros, así, más cercana y aún más cruenta, en tanto cuanto
encadenó nuestras esperanzas de recuperar lo perdido; una identidad y una cultura que nos
fueron arrebatadas en el comienzo de la larga noche de esta historia de más de quinientos
años.
Nuestra nueva concepción de patria, impuesta desde fuera en contubernio con una
idealización colonizante como las que más, llegaron desde la misma Europa que nos había
encadenado, y que ahora quería vender y comprar con enteras libertades en nuestras recién
estrenadas concepciones eurocéntricas de estados nacionales; no solo se nos impuso nombres
y divisiones artificiosas, sino modelos mercantiles que solo eran convenientes a quienes,
haciendo negocios entre nosotros, bien seguros estuvieron siempre de llevarse la mejor parte;
nos seguían canjeando cuentas de vidrio a cambio de nuestras riquezas naturales que,
resultaban tanto más caras como peligrosas si seguían siendo administradas por ellos, que
siendo administradas por sus vástagos bajo su supervisión.
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América Latina pues, no ha nacido al mundo a partir de su independencia, sino como
lo que para ellos siempre fue, la mina de oro que vacía, no se toma por la fuerza, sino que se
compra y vende a la mísera cantidad de una nacionalidad que en términos reales, no le hace
parte de una Europa que otrora extendía sus fronteras, sino que la quiere apartada, pero
dependiente de si, lejos y sin más nexo, que los que el comercio otorgue, y el crédito le
imponga.
Nuestra mayúscula América, fue reconocida aparte, pero no libre y mucho menos
independiente; sus campos fueron regados con la sangre de nuestros verdaderos próceres,
para que en ellos se erigieran los bustos de los traidores: Guerrero, Iturbide, Bolívar, San
Martín…
Y nosotros, sus habitantes, jamás hemos sido para ellos los ciudadanos de esta parte
del orbe que les demostrase su error de concepción espacial, sino los desarrapados
trabajadores subdesarrollados que, si acaso, pueden aspirar a ser consumidores de todo
aquello que no necesitamos…
Nuestra América Latina no fue pues, sino cedida del dominio de los reyes, a una
iglesia que nos sigue arrebatando no solo el diezmo y parte esencial de nuestro territorio, sino
además, la dignidad de pensarnos libres e íntegros, como para no necesitar de la piedad que
se ruega domingo a domingo en los templos al oscurantismo que, nos niegan el derecho de
hablar idioma para reconocernos lengua; el derecho al territorio para concedernos caserío; el
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derecho a la cultura para reconocernos usos y costumbres; el derecho a la educación para
examinar nuestra instrucción; el derecho a pensar para imponernos la creencia; el derecho a
la vida para exigir nuestro agradecimiento a que no se nos mate; el derecho a decidir para
permitirnos elegir; el reconocimiento como humanos por el epíteto de naturales; el
reconocimiento como americanos para llamarnos indios…
Violada y vilipendiada nuestra madre tantas veces, es penetrada con constancia por
el nuevo imperialismo que nos arrebata el nombre, y que orienta el ojo avizor del águila
contra el cóndor; y que se deleita con nuestras lágrimas y desesperanza producto de nuestra
indefensión causada, porque no somos expertos en invasiones y guerras de conquista, sino
en la resignación de no poder hacer nada contra la muerte.
Nuestra mayúscula América nace desvalida, nada puede para alimentar a sus
desheredados con un monocultivo que se nos impuso cual medida defensiva, pues quien no
posee cuando menos autonomía alimentaria, menos posee la memoria e identidad propias
que le hicieran insufrible el ser mancillados. Nuestra patria grande se cae a pedazos en manos
de los herederos de la Europa que se concentra en isla, con toda su bestialidad y avaricia, con
toda su hipocresía y desfachatez, con todo el olvido de haber sido alimentados no de la
inmundicia que ellos nos ofrecen, sino de los pavos que hoy se comen año a año,
agradeciendo a quienes si no han extinguido, mantienen segregados…
Nuestra patria vive la fragmentación y el despojo desde haber sido reconocida muy
otra, desde haber sido abandonada no a nuestra suerte, sino a nuestra soledad y miseria; no a
nuestra impotencia, sino a nuestra inmovilidad por carecer de aquello que nos despojaron
siempre: organización, tranquilidad, medios y recursos. Somos países porque fracasamos en
ser nación, muy a pesar de que desde fuera se reconozca en nosotros no solo un mismo
lenguaje con sus muy propios modismos, sino una forma de ser y hacer cultura desde el rio
Bravo hasta la Patagonia.
Estas fueron las políticas invasivas con que comenzara la larga noche de más de
quinientos años, y muchas de ellas siguen siendo las políticas que padecemos por los que han
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hecho de la traición, el deporte predilecto por quienes suelen usurpar la representación de la
patria, grande y mayúscula que nos cobija a todos, para dividirnos con diferentes bordados
de las mantas.
Nuestra mayúscula América sigue perdiendo sin haber sido nunca derrotada, por
nuestra flamante costumbre de creer y saber, no de cierto, sino el saber creyente que escucha
sin negar antes que lo manden a la hoguera; por ello perdemos, porque nos hemos hecho
especialistas en no ganar; pero nunca hemos sido derrotados. La ambigüedad que produce un
imperio que nos abandona, y otro que no nos termina de invadir, pero que vigila e interviene
nuestras acciones, que nos quita lo que quiere, y que nos receta democracia cada que alguien
se le opone; nos llevan del tingo al tango de la historia que se padece al observar desde la
impotencia, cual testigos abstractos de nuestra muerte cotidiana, muerte que, se ha hecho la
norma porque vivimos resignados.
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La reforma fue, el momento en que la patria se volviera la república, y aun cuando no
en todas partes se logró separar a la iglesia del
estado; marco la época de cuando menos
comenzar a pensarlo. Fracasamos en ser nación,
ya lo hemos dicho, luego entonces quedaba
claro que la burguesía en el poder, no sería más
revolucionaria pues, como todo lo que se
enquista en la cúpula social, como todo lo que
ve desde la verticalidad del arriba, prefiere
conservar que compartir; luego entonces nos
hicimos países, pues se decretó en consejos que, cada cual podría tirar para su lado.
Constitución sin consulta y golpe militar, desde entonces son las constantes de los
abogaduchos que tienen secuestradas nuestras patrias que, con los mismos pretextos que
nacionalizan los bienes recuperados de la conquista, se los arrebatan a los pueblos que no
dejan de trabajar de sol a sol para otros; la experiencia de la vida comunitaria está prohibida
a fuerza de que nazca una incipiente burguesía nacionalista con vocación de traición a la
patria, que entregará, poco a poco, al mercado internacional de la dependencia y el
endeudamiento que todos habremos de pagar. Y cuando no le sale, pues la amenaza de la
intervención extranjera que nos recuerda con constancia, que nuestras independencias solo
son, para endeudarnos y entregar la patria a pedazos libremente.
Y si los humillados de siempre se organizan y se levantan, para eso hay ejércitos que
lo único que tienen de popular es la repulsa de quienes padecen sus encantos bajos sus botas,
golpeados y agujerados a mansalva en pro del desarrollo que solo alcanza siempre para unos
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cuantos, a costa del sacrificio de los muchos que, ni patria tienen porque el territorio mismo
ha sido ya privatizado.
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El burgués explota y el estado impone; cede las tierras fértiles de nuestra mayúscula
América a las compañías extranjeras que, o rascan sus tierras en busca de petróleo y metales,
o mono cultivan no para la alimentación de los pueblos explotados, sino para llevar los frutos
que emanan de estas tierras a los mercados europeos; Europa sigue siendo el centro de todo,
y la exportación de la riqueza territorial la pauta que sigue rigiéndolo todo, hasta la tasa de
nacimientos que se permiten desde fuera. Ellos ganan, mientras a nosotros se nos impone
hasta construir los caminos y las vías, además de los puertos en que los navíos se llenarán de
lo que siendo nuestro, resulta lo siempre ajeno para nosotros…
La base ideológica sigue siendo la misma, o cedemos por las buenas, o nos invaden a
las malas, para quitarnos de las manos todo aquello que no sepamos administrar desde la
depredación rampante de la muy democrática explotación, que libera al explotado, de tener
que decidir por si mismo como quiere vivir. América pues, no se ha liberado, se ha
eurocentrizado; Latinoamérica no tiene en mente a los latinoamericanos, sino a los amos de
fuera que, nos amenazan a todos con sus cancerberos estacionados en el norte.
Repelimos con grandeza la invasión venida de fuera, pero poco o nada podemos
cuando los generales toman el control desde dentro. Estabilidad y pacificación, son las
consignas con que se desarrolla una industria ajena en nuestros propios territorios a sangre y
fuego, como de costumbre; y como de costumbre, la sangre fluye de un solo lado, del que
suele abonar la tierra con sudor y lágrimas mientras los estómagos rugen engañados.
Sin duda la torpeza de no entender, que nada de lo que se hace es en beneficio propio,
sino de quienes viniendo de fuera, siguen mandando entre nosotros…
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siempre y cuando, sea a los pueblos a los que se escuche clamar sus necesidades que se
ignoran a cambio del progreso imperialista, que se expande bajo la amenaza de muerte a
nuestras incipientes naciones.
El tigre se libera y que lo vuelva a encerrar quien pueda, grita el general desde la
lejanía, mientras el pueblo embravecido, monta a caballo y recorre los campos, busca un
fantasma de intereses comunes que se mezclan con enanos que sueñan sustituir a los amos a
traiciones. Rugen los máuser mientras cantan las pistolas en el tableteo de las ametralladoras,
caen los mil veces caídos, pero se levantan y vuelven a andar… riegan los campos de sangre
por tierra, libertad, justica y ley…
Pero no obtienen más que metralla a cambio de letra muerta, constitución que les
niega en la práctica, lo que han llorado con lágrimas de plomo; garantías individuales a
cambio del silencio de los sueños colectivos, Chinamecas y mitos de viajes sin retorno; pero
cabalgan sin parar la consciencia latinoamericana, que se levanta y escupe sangre y fuego
desde la desesperada trayectoria de las balas populares, que, popularmente son acalladas por
los ejércitos punitivos que
acumulan de aldea en aldea,
olas de impunidad, rencor, y
deseos de venganza. Gritan
los poderosos que el fantasma
del comunismo se ha visto en
América, Atila nunca muere,
sino que cada vez se traslada
más al sur de nuestro
subcontinente.
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Sandino entra al relevo de la historia, campesino otrora guerrillero siempre, pero los
generales barren los campos de batalla de las patrias nuestras que siempre nos son ajenas,
porque siempre nos son arrebatadas; para ser devueltas en las fragmentarias reformas agrarias
que se adelantan al reclamo de los intereses colectivos, para dividirnos y apaciguarnos,
fingiendo hacer, lo que en la praxis jamás se ejecuta.
La violencia no es la vía, gritan los poderosos desde todos los rincones; pero si es el
voto quien lleva nuestros intereses a la escena, nos bombardearan de igual manera, porque
tenemos prohibido representarnos a nosotros mismos, solo sus intereses nacionales son
válidos en las cámaras y en los espacios noticiosos. Somos a sus ojos precarios y
trasnochados de la historia, no se puede pensar en otra cosa que no sea el mercado, si no
queremos pasar por anacrónicos.
Y los gorilas son llamados a la escena una vez más, deben tomar el poder de nueva
cuenta para defender los intereses soberanos de un imperialismo que no cede concesiones,
que no entiende de soberanías que representen a los oprimidos, porque los oprimidos no
pueden ni deben desarrollarse por si solos, para ello fueron conquistados, para servir de
medio de producción a sus intereses nacionales. Pero los desheredados de la tierra no estamos
de acuerdo, preferimos morir de pie que vivir de rodillas.
Se nos esteriliza, se nos vacuna ante el pensamiento propio, se nos droga e indoctrina
para que aceptemos el progreso que nos vuelve a matar de hambre y de enfermedades
curables, mientras se contempla como se desaparece la pobreza matándonos a los pobres;
dicen que todo ha de privatizarse, los estados no pueden pretender vacunarnos de revolución
solucionando algunas de nuestras precarias necesidades, tienen que vernos morir con la
vocación histórica de la traición a la patria, tienen que seguir viendo cómo se llevan los
recursos, y como la producción se destina al mercado externo aunque muramos de hambre.
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Las dictaduras nos matan
en masa y se ahorran
esfuerzos en las fosas
clandestinas; hay que
desecar el agua en que
pudiesen nadar los peces,
los derechos humanos son
letra muerta y la masacre es
el estado de derecho al que
recurre el poderoso. El
estudiante, el campesino y
el obrero son vistos con
desconfianza, y con
desconfianza se nos lleva a
las mazmorras a ser torturados para que cantemos la derrota por adelantado.
Pero los barbudos están en la Maestra y no se les puede derrotar, avanzan inexorables
con el pueblo a la victoria mientras todos nos preguntamos; Fidel, Fidel, ¿qué tiene el
comandante que los gringos no pueden con él? Y quizá no lo sepamos, pero el imperialismo
se recrudece, ve barbudos por todas partes y pretende eliminarlos hasta en el vientre de las
madres, en los juegos de los niños, hasta en el polvo de los caminos…
Todo tiene que reformarse, se dicta desde Wall Street y los cancerberos obedecen;
señalando de dictadura todo intento del pueblo organizado. La reforma significa hacer más
pobres a los pobres que, centrando la vida en el hambre y en la lucha contra la muerte cruenta
que se concentra en nuestras poblaciones, no puedan organizarse por carecer hasta de lo más
indispensable.
Aun así, los latinoamericanos resistimos y nos organizamos. Las cárceles se vuelven
a llenar de pobres, y nuestros gobiernos tiemblan ante la amenaza de la intervención directa.
Cierran nuestros periódicos y se nos sentencia sin garantía de audiencia, la ley mordaza se
aplica sin denuedo en todo el subcontinente al que se impone un aislamiento preventivo a la
isla de la gloria.
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Privatización, desaparición, tortura y delación… las políticas que se aplican contra
nosotros, las fórmulas de un plan de defensa estratégico que hasta pretende robarnos el ícono
de un cóndor que levanta el vuelo sobre nosotros, no con la esperanza de un mejor mañana,
sino con la sombra de la sentencia punitiva por querer dejar de ser, lo que hasta ahora hemos
sido para ellos, la nada entre la nada…
Ya nadie oculta nada, los cañones se apuntan hacia dentro, nuestras calles se llenan
de militares, los estudiantes se masacran sin denuedo ni descanso, se gasea y golpea al obrero
y campesino, se impone el retén que revisa nuestros viajes, se nos desarma con la ley que
enquista, cuando no desaparece, las conquistas populares; se venden nuestros campos y
ciudades, se indoctrina y uniforma a los infantes, se expulsa de su casa a nuestras madres, se
nos acusa, para doparnos, de hiperactivos… en América Latina se deja de morir de hambre
por decreto, para morir por desnutrición y enfermedades asociadas; se desabastecen nuestras
escuelas y hospitales, se nos impone el trabajo sin garantías, se corporativiza cuando no se
masacra al sindicato, se restringe el agua en los campos de la historia, se falsea y adultera los
procesos sociales, se nos obliga a adorar imágenes supinas, se nos mantiene en nuestras casas
encerrados por temor al temor asesino, que es doctrina que se impone desde arriba…
La mentira y el terror son las políticas de estado; los rojos se roban a los niños, los
rojos nos quitan la vaca, los rojos se llevan las gallinas, los rojos nos quitan nuestras casas,
los rojos nos quitan el trabajo, los rojos se llevan nuestros dioses… los rojos, los rojos…
siempre los rojos…
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Modernidad es cero disidencia, modernidad es justicia y progreso social que en los
hechos, es cárcel para quien proteste, y llegada de capital extranjero que acentúe la vocación
impuesta a nuestra patria, la gran factoría que nutra los mercados imperiales. Modernidad es
control extranjero de las tarifas aduanales, modernidad es dejar de intentar ser nosotros, para
ser más los otros, modernidad es ceder el control terrateniente a los centros industriales,
modernidad es la teoría del foco de mercado, y el abandono del centro rural para morirnos de
hambre…
Circo, teatro, maroma, es demagogia. Los discursos que jamás han dicho el cómo,
cínicamente se transforman en las metas. La modernidad periódicamente acaba con el hambre
porque mata a los hambrientos, extingue la enfermedad porque los entierra en masa, elimina
el analfabetismo porque excluye analfabetas de conteos y estadísticas, comunica a todos
porque fabrica carreteras que circulan mercancías, ofrece seguridad a los pueblos porque los
recluye en las cárceles
intestadas; la modernidad
suprime hasta la vida que
depreda, porque arrasa
hasta con los bosques, las
aguas, desiertos y
montañas. Moderno es el
arte que se troca en
espectáculo, moderna la
cultura que se troca en
mercancía, moderna la
prostitución de
identidades que se venden en las plazas, moderna la educación que suprime el pensamiento;
y libre es la significancia de palabras vacuas, de elecciones efímeras, de vestidos a moda, de
consciencias intercambiables, de actos sin sentido, de obediencia a ciegas a los bancos
internacionales… la libertad y la democracia son modernos a pesar de ser un pensamiento
inconcretable hace más de 7, 500 años…
Pero Miranda sigue corriendo por los mares y los campos, pues ha sido despojado del
caballo. La racionalidad del interés superior de la colectividad latinoamericana, es sustituida
por el cliché de parecer intelectuales al estilo europeo, es decir, por montarse lentes en el
rostro que escondan la miopía, y leer los diarios que reflejan solamente salvajismo. Moderno
es discutir por quién se vota y no qué se hace, moderno es esperar a que retorne la democracia
civil, en vez de la tiranía militar… moderna es la espera pasiva de que lleguen otros tiempos
sin que se haga nada…
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Es desfilar de patria en patria en busca de trabajo, es buscar vacante de tiempo en
tiempo, de zona en zona, de fábrica en fábrica, de escuela en escuela, de hospital en hospital;
sin que nunca pase nada… Latinoamérica se fragmenta cada vez más, en franca competencia
de los unos con los otros, ¿quién es el mejor esclavo que suele patear mejor una pelota?
Somos el símil que se muestra desde fuera, el camino a la locura, la apatía que se permea
fuertemente valorada, y la inactividad que detiene el pensamiento, y que dice una vez más,
que la paz no es justicia y dignidad, sino silente contemplación el oprimido.
Pero la unidad nacional no tiene tiempo y forma, y la caída del muro que divide
oriente y occidente nos deja sin programa, se decreta para siempre la derrota, y se hace
evidente lo que a los ojos inexpertos siempre estuvo oculto, nuestra patria ha sido secuestrada
por los litigantes que pretenden disfrazarse de burgueses, gerentes de las compañías
transnacionales, garantes de la propiedad privada que priva de todo al verdadero productor,
para otorgarlo al verdadero usurpador.
Nada nos queda sino el trabajo, nada se mira, sino el sinsentido de una institución que
vive porque los que morimos de hambre no tenemos claro, que solo existe porque así lo
hemos aceptado, pasiva e irreflexivamente, con los dientes apretados. Latinoamérica prioriza
las instituciones, porque perdió el sentido de utilidad que debiesen, pero que se niega en la
memoria de las masas; la historia de la desmemoria actual no es sino el mérito de los dioses
que hablan, papel moneda que sitúa a cada quien con su cada cual, en la mera competencia
23
que ignora que nada nos queda por perder, sino es la paciencia para volver a encontrarla en
la puntería anonadada.
Pero
lo hemos olvidado, si cabalga o no Miranda por los prados de la patria, ya nadie lo verifica,
nadie sabe nada, nadie recuerda nada; nos da vergüenza reconocer que soñamos libertad, esa
libertad que hoy soñamos trastocar en conversión de emprendedores, porque todos tenemos
la misma oportunidad de morir soñando, o migrar en busca de otro mundo, pues al fin y al
cabo, para el pobre aldeano su aldea es el mundo; la migración en masa es la válvula de
escape, la fractura de la unidad social puede ser el progreso hasta tal limite, que nuestros
hijos crecen solos, y son educados por la caja idiota y las relaciones virtuales generadas a
partir de pantallas de plasma en receptores; sus modelos son la mercancía y el espectáculo de
la vida humana, que aprenden a ignorar en alcohol y drogas sin pensar en el futuro, sin pensar
que la racionalidad se construye desde la posibilidad del prever. Nuestros hijos son reducidos
a animales, a adornos comparativos, a sutilezas desorganizadas; y desorganizadamente pulula
la estupidez de la ignorancia en nuestra patria, los latinoamericanos estamos destinados al
fracaso.
24
De nada sirve ir hoy a deambular a las universidades, los politécnicos y los institutos;
porque se hace sin pensar sino en trabajo, sin reflexionar que en ellos se maquilla la ideología
de ciencia, sin notar que se nos educa para servir, no para desarrollarnos…
Hoy queremos auto, casa, esposa, trabajo, estabilidad y seguro… y con su espejismo
hemos sido atados a la rueda de una historia que, cuando no nos ignora, es cuando pretende
condicionarnos, matarnos, desecharnos, engañarnos…
Latino América tiene prohibido hasta hacer recuento de su historia, porque siempre
la cuentan los de arriba, porque siempre se juzga en opiniones, porque no se puede hacer un
recuento científico de la misma; porque el latinoamericano no sabe que la historia se cuenta
desde abajo.
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la esencia de un subcontinente que no despierta ni a pesar de las tremendas sacudidas, de los
embates que le derrumban. Latinoamérica no es consciente ni de su propia consciencia
aniquilada, no es consciente ni de su carácter pluricultural y pluriétnico, dormita la borrachera
y la duermevela de la conveniente desmemoria.
Pero de pronto, los originarios gritaron ¡Basta!, y con el mundo patas arriba, se
levantaron con el calcetín en la cabeza para hacerse presentes y lavar la historia, con el paso
armado y rostro desdibujado cargando consigo las trece banderas, las plantaron cual
consignas en un rinconcito olvidado de la patria: educación, pan, techo, justicia, cultura,
democracia, libertad, trabajo, paz, tierra, independencia, salud, información… que se
defienden y construyen con siete principios: obedecer y no mandar, representar y no
suplantar, bajar y no subir, servir y no servirse, convencer y no vencer, construir y no
destruir, proponer y no imponer.
Pero aun cuando la sorpresa es grande, el mercado mundial pretende hacer del
levantamiento un objeto de consumo. El europeo corre a supervisar en la selva misma aquello
que se le escapa de las manos, corre a hacer del turismo belicista, no algo nuevo pues es
costumbre en los campos de guerra de nuestra propia historia, sino un grito desesperado que
desvirtúe el ¡Ya Basta!, en un intento de parque temático que violente el territorio rebelde.
Y así, sin más comprensión de los ladinos que siempre intentan encasillar, la soberbia
y la incomprensión de la incultura no entiende aquello que no es foquismo, que no es
castrismo que imposibilite a las naciones, sino un mero y simple socialismo libertario, un
rincón del mundo en donde caben muchos mundos…
Y van y vienen de visita los aplaudidores de las acciones ajenas que no se atreven a
replicar, los que ayudan sin hacer más nada, que el testificar lo que los otros hacen; los que
marchan y gritan consignas que evocan lo que ellos nunca se atreven; los que con rostro y
pasado, cierran las puertas en las calles a quienes sin rostro y pasado, visten sus calles de
26
colores de miseria, hambre e indefensión. Los hipócritas sobran en el mundo, y nuestra
mayúscula América no ha dejado de ser parte de ese mundo encasillado…
Miran y marchan para detener la voz de los cañones en la historia; miran y marchan
para ser entre todos, lo que no pueden sino gigantes sumando pasos; miran y marchan detrás
de los otros, no para acumular fuerzas en silencio que difícilmente se haría gritando, sino
para hacer como que hacen en un mundo en que casi nadie hace algo.
Mientras tanto los poderosos se matan entre sí, desesperados, frustrados de no poder
nada contra quienes de por si, han aprendido a vivir como muertos en la historia. Pelean y
escapan lo más lejos posibles sus capitales, intentan, pero no pueden culpar a nadie; la
evidencia es clara y dejan sin nada el producto del esfuerzo ajeno. Y cual chapulín colorado,
¿quién podrá ayudarlos? El pueblo como siempre pagará el desfalco de un sobrante que nunca
se gastó en sí mismo, sino en quienes jineteando el plus producto ajeno lo hicieron siempre;
lo nunca nuestro. Se prestan lo impropio y no pueden pagarlo, por ello debemos pagarlo
todos, y para hacerlo, se cobran con nuestras casas y el ahorro.
El cinismo rampante corre rápido por la América Latina, corre cual fichas de dominó
de un lado al otro; el crédito no soporta más la contradicción intrínseca de un capital, que
genera mercancías con la esperanza de vender, a quienes no otorga lo mínimo para poder
comprar, usurpando siempre el producto del trabajo ajeno. La crisis cunde junto con el
pánico, va dejando a su paso a todos sin nada, o casi nada, porque los hubo siempre que ni
ahorrar pudieron; pero los intocables, los que se creían inmunes ante la injusticia, los
defensores de la explotación perene, esos se han quedado solamente con las cacerolas en las
manos…
Lloran, gritan y parlotean, pero ni siquiera se dan cuenta que, aquello que les dijeron
del socialismo, aquello de que los dejarían sin casa, sin ahorro, sin trabajo y sin vida para
dormitar la supervivencia, se los cumplía el capitalismo salvaje sin previo aviso, así, de un
día para otro... ironías de la vida, o de la inconsciencia de clase desorganizada.
Y como siempre que el crédito se acaba, nacen los caudillos que cual mesías, pueden
salvarlo todo, hasta que el crédito agote el stock del plus producto para comenzar de nuevo,
a cobrar lo que nadie paga, a dejar sin nada al que, cual iluso, creyó poseerlo todo para que
volviese a comenzar de cero.
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Los gorilas pues, inauguran la nueva etapa de los golpes militares, por el bien común,
nos dicen, y cual inconscientes y desmemoriados volvemos a caer en la trampa de Bolívar
que, entrega al maestro para que nada cambie, para usurpar los motores de la historia, para
entregarlo todo, arruinándose después en la inmundicia de la introducción que no se mira,
porque nadie quiere mirar lo que le espera allá adelante…
El Chavo del Ocho recobra relevancia en todo el subcontinente: al fin y al cabo todos
vivimos apretados en barriles, prestos a hacer lo que fuere por una torta de jamón…
Los sin rostro y sin pasado transitan la historia en silente construcción de la opípara
autonomía, saben de cierto que el verdadero productor no necesita instrucciones para hacer;
entonces nacen las escuelas, los hospitales, y las juntas de buen gobierno; mientras miran
resignados que las cámaras y los objetivos apuntan para otro lado. Ya sea para el flamante
socialismo del siglo XXI, que es justo porque así a sido decretado, que es democrático porque
accedió al poder mediante la misma elección que lleva al poder, a quien antepone el pecho
para que no se toque a la burguesía,
o porque al fin de cuentas no
cambia nada, la propiedad sigue
siendo privada, y no se conquista
el alma, sino la fachada de las
sociedades latinoamericanas. O
porque se mira venir la represión
inevitable, que declara guerras con
fuego y pompa, mientras que del
silente asesinar opositores se acusa
al narcotráfico, que
coincidentemente se conforma como grupos de paramilitares…De cualquier forma, mientras
los primeros avanzan al futuro autónomo plenamente organizados en un rinconcito de la
patria, los postmodernos retornan al pasado. Los precios se elevan y los salarios decrecen;
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los militares se estacionan en las calles, caminos y veredas; los estudiantes desaparecen sin
que nadie sepa nada; la historia oficial no coincide con la verdad histórica; los bloqueos
apuntalan la democracia; se receta a diestra y siniestra libertad desde las bocas de los
cañones; el fantasma de la intervención recorre como amenaza; las fosas dejan de ser
clandestinas para hacer las masacres evidentes; el miedo es política de estado; la muerte y
destrucción es costumbre colectiva; la aceptación pasiva es la silente resignación de nuestros
pueblos; la reforma significa empeoramiento; votar solo es cambiar de amo; el culto a la
personalidad se apuntala desde arriba; se soporta desde abajo con los dientes apretados; se
mancilla la historia con estatuas asesinas; se prostituye la cultura y se hace del arte un
espectáculo… el fascismo se crece y nadie pareciera notarlo…
Pero, ¿nosotros?
América Latina se cansa sin saber muy bien ni cómo actuar, la excepción no puede
ser el modelo de la regla, pero no lo tiene claro; guerra popular o poder popular son sus
opciones, pero los ejércitos populares se rinden en masa firmando tratados de paz; las
autonomías y las autodefensas se entrampan a si solas en el aislamiento.
Nada cambiará sin sociabilizar los medios de producción, nada será claro sin entender
que, o luchamos como clase o nos matan de uno en uno. Pero, ¿cómo? ¿Con el mitin, la
marcha y la toma que hoy no sirven para nada? ¿Con la guerra popular prolongada que hace
eterno el sufrimiento? ¿Con el voto otorgado cual medida de confianza? ¿Cómo?
Pero nuestra patria grande está hecha de individuos, son ellos quienes tienen que
comenzar a negarse, primero que nada, a cerrar los ojos ante la injusticia; negarse a la
desmemoria que se receta para curar nuestro sufrimiento; negarse a la resignación que se
machaca desde el púlpito; negarse a ver como normal la muerte y la destrucción cotidiana.
Negarse es el primer paso, porque en sí mismo ya es algo diferente…
29
Luego entonces quizá, el latinoamericano sea capaz de entender que su necesidad
requiere satisfacción, y que el gozo no es un pecado, sino la resultante del proceso
satisfactorio; entonces comprenderá que satisfacer es un proceso que se construye poco a
poco, de manera organizada, y que nadie puede realizarlo solo, por tanto, tendrá que recurrir
a otros que, como el, se vean necesitados.
Entonces los individuos tenemos que convencer a otros de que lo que hacemos es
necesario, no solo para poder sobrevivir, sino para poder alcanzar la vida misma, es decir,
para rebasar el planteamiento biológico y poder tener acceso a la cultura que, huelga decir,
no puede eludirse como necesario, se participe en la vía que se participe. Aunque los necios
se inclinen por la elección, o decidan matarse los unos a los otros, o peor aún, decidan no
hacer nada…
30
transformara en costumbre, y la costumbre en memoria, la memoria en pensamiento, y el
pensamiento en identidad. Somos latinoamericanos, no sus esclavos.
La integración continental nos llevara a hablar de igual a igual con el europeo, con el
africano, con el asiático o el de oceanía; como humanos entre todos. Latinoamérica tiene que
aprender a pensar en el latinoamericano, tiene que fortificar antes su mercado interno, que en
pensar en intercambiar afuera; tiene que comprender que la institución le sirve al ser, y no a
la especulación; tiene que romper el ciclo decadente…
Nuestra patria grande tiene que dejar de priorizar la iniciativa privada que deja sin
nada a las mayorías, para priorizar la iniciativa comunitaria, satisfaciendo sin exclusiones;
tenemos que aprender los latinoamericanos, a enfrentar no las ideas, sino los modelos
económicos; tenemos que poner un dique al interés particular que mata de hambre a ocho de
cada diez, y no dejar fuera a nadie.
Si los gobiernos que nos traicionan se empeñan en empobrecernos, ¿por qué no hacer
nuestras propias empresas de participación social? Podemos hacer nuestras escuelas que
respondan a intereses colectivos, nuestros hospitales, nuestros caminos, nuestras casas,
nuestras fábricas, labrar nuestros campos… de hecho siempre los hemos hecho nosotros, solo
que lo que hacemos no se encuentra en nuestras manos; por vez primera podemos comenzar
a hacerlos para nosotros, administrados por nosotros, que nos sirvan a nosotros, atendidos
por nosotros, mantenidos por nosotros…
Esta forma de hacer política es más tardada, pero más segura… además, ¿qué tenemos
que perder? ¿la paciencia y lanzarnos todos al baño de sangre? Soportamos ya más de
quinientos años y somos hoy 996 millones de habitantes: si nos unimos poco a poco seremos
imparables…
31
Nuestra mayúscula América es la esperanza de universo, un rinconcito de mundo
donde caben muchos mundos; nuestra autonomía es indispensable para poder concretar
nuestra libertad…
Pensar en América es
darle un sentido, pensar en
América es pensar en los
americanos… somos su pueblo,
su gente, son nuestros recursos,
nuestra vida, y tenemos que
cuidarlos… otro mundo es posible, urgente y prioritario. Para todos, todo, nada para
nosotros…
Piénsenlo, podemos lograrlo… y por esto, podemos comenzarlo… porque ni las balas
ni los ejércitos pueden romper con nuestra vocación de justicia, porque nadie podría negarnos
a hombres y mujeres latinoamericanos el vivir y morir como lo que somos, libres, dignos y
verdaderos. Hoy Latinoamérica ha despertado y comenzado a andar…
32
CONCORDIA PARVAE RES CRESCUNT
33
"Comprendimos perfectamente que vale,
Pero millones de veces más la vida
De un solo ser humano,
Que todas las propiedades
Del hombre más rico de la tierra".
34
hombros el peso del saqueo, y somos los tristes sobrevivientes del holocausto más grande y
olvidado de la historia.
Hoy no hay comida que alcance para todos los latinoamericanos. Aunque nuestro
continente es el mayor productor de comestibles en el mundo, según datos de la FAO
(Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, por su
siglas en inglés), se podría alimentar 10 veces a las personas que sufren hambre en nuestra
región, pero, ¿porque no se hace? La respuesta es simple: existe un problema severo de
distribución de los alimentos como consecuencia de los problemas en la distribución de los
ingresos, es decir desigualdad y pobreza. En el mundo se producen dos veces más alimentos
de los que precisa la población para vivir. En el planeta, 6400 niños mueren al día por
desnutrición grave, es decir ya sea por falta de alimentos o baja calidad de los mismos; en
países como Colombia mueren al día 18 personas por esta misma razón según datos de la
Universidad Nacional de Colombia. Y ni hablar de Haití, donde el 47% de su población sufre
de hambre crónica, y este país se sostiene alimentariamente solo por la ayuda humanitaria
que recibe de Naciones Unidas.
Pero el hambre es solo uno de los grandes problemas que aquejan a América Latina.
Y por supuesto el acceso a la salud es cada vez más deficiente y más costoso. Este es
uno de los temas más dolorosos en el mundo, pero sobre todo en nuestro continente. No solo
por la cantidad de enfermedades que aquejan al latinoamericano, sino porque la mayoría de
ellas no son enfermedades realmente mortales, sino que podrían ser fácilmente erradicadas,
por ser producidas por las condiciones de vida de la población, como mala alimentación,
inaccesibilidad al agua potable, inexistente saneamiento, poco acceso a servicios médicos y
un largo etcétera.
35
Definir “salud” no es tan fácil como se creería. Tan es así que la concepción que se
tiene de la palabra ha cambiado a través del tiempo y aun los especialistas médicos no se
acaban de poner de acuerdo en una definición específica que englobe todo lo que la salud
representa, o debería representar.
Primero que nada deberíamos saber que “salud” viene del Latin salus, y su raíz
etimológica es Salvus, que significa “intacto o a salvo” la cual deriva del sanscrito sárvah
que quiere decir “entero”. Sin embargo, el sentido que se le ha dado a la palabra salud se ha
ido transformando en relación de la cultura, del sistema social y del nivel de conocimientos
de la época.
Los hebreos, construyeron la Ley Mosaica donde se encuentra uno de los primeros
códigos sanitarios de la historia. En ella se enuncian estrictamente ordenamientos sobre
higiene personal, alimentación, comportamiento sexual, prevención de enfermedades,
36
desinfección por fuego y agua, control de epidemias por medio de registrar y aislar a los
enfermos de enfermedades contagiosas o a sus portadores, seguida de una completa
desinfección de todos los artículos posiblemente contaminados. También incluía la
eliminación de los excrementos de manera que el campamento judío estuviera siempre
limpio.
A los romanos les preocupaba de igual manera la higiene pública por lo que
construyeron acueductos para la dotación de aguas como también para el alejamiento de las
sustancias de desecho.
La edad media europea fue una época de grandes retrocesos en lo que a la salud se
refiere: la mayoría de la población no tenía acceso al agua potable y vivían en medio de
desechos y suciedad. La medicina estaba dominada por la religión, al igual que cada aspecto
social y económico de la época. Se creía que la enfermedad era un castigo de Dios por los
pecados cometidos, y la única manera de curar a alguien era orar por su perdón. Los médicos
medievales eran por lo general sacerdotes o estudiosos religiosos. Los hospitales eran
controlados por los monasterios. A falta de conocimientos médicos, a los pacientes se les
alimentaba y acompañaba pero nada se podía hacer para curarlos ya que la poca herbolaria
conocida fue condenada por la ignorancia de la iglesia y calificada de brujería, así que
cualquiera que la practicara era juzgado y sentenciado a la hoguera.
En los 1900 empiezan a aparecer conceptos no solo de salud sino de salud pública,
como consecuencia de la preocupación de los gobiernos de mantener a sus sociedades sanas.
Un ejemplo es Charles Winslow que en 1920 define a salud pública como el arte y la ciencia
de prevenir las enfermedades, prolongar la vida y fomentar la salud y la eficiencia física y
mental, mediante el esfuerzo organizado de la comunidad para el saneamiento del medio, el
control de los padecimientos transmisibles, la educación de los individuos en higiene
personal, la organización de los servicios médicos y de enfermería para el diagnóstico
temprano y el tratamiento preventivo de las enfermedades, y el desarrollo de un mecanismo
social que asegure a cada uno un nivel de vida adecuado para la conservación de la salud.
Organizando estos beneficios de tal modo que cada ciudadano se encuentre en condiciones
de gozar de su derecho natural a la salud y a la longevidad. (Fuente)
37
Es hasta 1946 que la Organización Mundial de la salud en su Carta Magna define la
salud como “Completo estado de bienestar físico, psíquico y social”. A partir de este
momento son numerosas las interpretaciones y los intentos de construir una definición
integradora de salud, siempre en términos positivos e intentando integrar tanto al los
humanos, a la sociedad y al medio en el que se desenvuelve.
38
Un tal Nicolas Monardes, fundador del Jardín Botánico de Sevilla, en 1569 publicó
un libro dedicado a la flora medicinal americana, el cual tuvo gran aceptación y fue editado
en varios idiomas.
Época Prehispánica
El Tepationi era el perfecto conocedor de las propiedades curativas de las yerbas, las
cuales eran administradas ya fuera en bebidas, o en emplastos dependiendo de la dolencia o
enfermedad
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El Teixpatiani era el médico oftalmólogo de la época ya que curaba enfermedades de
los ojos frecuentemente utilizando emplastos.
También había quien se dedicaba a “sudar” a los enfermos para sacar los malos
humores del cuerpo; el que se dedicaba a curar la mordedura o picadura de animales
ponzoñosos; o el que con trucos de prestidigitación impresionaba a los enfermos más
susceptibles que así se creían curados mágicamente.
Los incas al igual que los aztecas tenían un sistema sacerdotal-medicinal. Era
necesario que el hombre o mujer perteneciera a cierta casta, que podría ser hampicamayoc,
cammaceas, soncoyoc o jampec.
40
sustancias vegetales o la desecación de los cadáveres en la nieve de las altas montañas para
mantener el cuerpo incorrupto.
Tenían un sistema judicial que permitía que los ciegos, cojos mancos y lisiados o
personas con enfermedades de larga duración no pagaran tributos. Los sordos y mudos no
entraban dentro de esta clasificación, ya que eran competentes para hacer trabajos agrícolas.
Los incapaces de trabajar por enfermedad eran alimentados por el gobierno hasta que
recobraban la salud.
En la cuarta y última parte solemne del año llamada Citua se llevaban a cabo
ceremonias religiosas colectivas para la prevención de enfermedades.
Los conquistadores prohibieron su uso por una ley de Felipe II en 1569, aduciendo
que el uso de la coca retrasaba la cristianización de los indígenas, pero estos la siguieron
utilizando para poder llevar a cabo las penosas tareas a las que eran sometidos.
Los mayas fueron los que tenían mayores avances medicinales. Su herbolaria estaba
mejor clasificada que la de Europa y era más eficiente, tanto que en nuestra época se siguen
estudiando las propiedades curativas reales de estas plantas, teniendo como resultado la
extracción de sustancias útiles para la medicina moderna y la integración de estas en fármacos
ampliamente difundidos como por ejemplo el ibuprofeno.
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Tenían toda una mitología alrededor de la práctica medicinal. Se concebía la
enfermedad como un castigo por no obedecer las reglas morales o religiosas. El dios de la
medicina estaba representado por el sol, y le llamaban Itzamna. Y la diosa lunar llamada
Ixchel era la encargada de las embarazadas y parturientas.
Un tratamiento común era la concentración de los rayos solares para generar calor en
una parte específica del cuerpo. El dios encargado fue Kinich-Ahau, el que tenía rostro de
sol y que podía quemar los malos espíritus causantes de enfermedades
Como los aztecas y los incas, el sistema de salud no solo se componía de dioses, sino
también de médicos o curanderos encargados de intermediar entre los dioses bondadosos que
eran los protectores de la salud y los enfermos. Así, existían figuras importantes como las
parteras, que eran mujeres de edad avanzada que tenían conocimientos obstétricos y rituales.
Conocían de enfermedades propias de la mujer, intentaban combatir la esterilidad y cuidaban
de la futura madre en el periodo pre, peri y post parto, además de tratar las enfermedades de
los niños recién nacidos; para esto usaban masajes, infusiones y baños de vapor.
La herbolaria maya tuvo una gran aceptación y uso, tanto por la eficacia como por la
inmensa cantidad y clasificación de la flora endémica del territorio habitado por esta cultura.
El tabaco, por ejemplo, fue utilizado en el tratamiento del asma, fiebres, enfermedades de la
piel, infecciones urinarias, mordeduras de serpiente y piquetes de insectos.
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La cirugía menor fue practicada utilizando piezas filosas de obsidiana, para abrir
abscesos y otras afecciones. La trepanación de cráneos fue prescrita para enfermos mentales:
de esta forma se podían presentar ante los dioses del mundo de los muertos en santa paz.
La odontología fue practicada también por este pueblo. Según algunos manuscritos
mayas, las incrustaciones dentales se practicaron como medida terapéutica en casos de caries
y como adornos, símbolos de prestigio, usados por los sacerdotes a las personas con alta
jerarquía social
Época de la conquista
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La viruela llegó a Tenochtitlán casi al mismo tiempo que los españoles. Según el fraile
Bernardino de Sahagún, “de esta pestilencia murieron muy muchos indios. Tenían todo el
cuerpo y toda la cara y todos los miembros tan llenos y lastimados de viruela que no se
podían bullir ni menear de un lugar, ni volverse de un lado a otro, y si alguno los meneaba
daban voces [gritaban de dolor] [...] muchos murieron de hambre, porque no había quien
pudiese hacer comida. Los que escaparon de esta pestilencia quedaron con las caras
ahoyadas, y algunos los ojos quebrados”.
A pesar del sometimiento de que fueron objeto los indígenas americanos muchas de
sus creencias y tradiciones han persistido y están vigentes en los pueblos actuales.
Actualidad
En América Latina existen hospitales con los avances médicos que son alcanzables
para la economía del país, pero no se descartan del todo los vestigios de la medicina indígena
de hace miles de años, así podemos encontrar en casi todos los pueblos de nuestro continente
una clínica de medicina alópata, y varios comercios de “hueseros”, “yerberos”, “curanderos”,
y hasta “brujos” que con limpias y hechizos pretenden curar al enfermo. Una persona
indistintamente puede visitar al médico y/o a cualquiera de los otros ya sea como
complemento del tratamiento de uno o porque se le tiene más confianza a uno o a otro.
Alimentación
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Alimentación y nutrición no son lo mismo. La alimentación es, además de un instinto,
una actividad social en el que se busca placer. Influye
tanto en el desarrollo físico como en el psicológico. Es
un proceso voluntario que consiste en seleccionar desde
el medio los alimentos que constituirán la dieta e
ingesta. Nutrirse es un proceso que ocurre después que
los alimentos son ingeridos y es la utilización de los
nutrientes por nuestro organismo, ya sea para reparar o
formar estructuras, para proporcionar energía o para
que participen en los procesos metabólicos. Por lo tanto
es un proceso ajeno a nuestra voluntad.
Saneamiento
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Son los asentamientos humanos rurales los que tienen menos acceso al saneamiento.
Es común que las letrinas sigan siendo el lugar de evacuación intestinal humana, lo que
acarrea diversas enfermedades como parásitos y diarrea.
Agua potable
El agua salubre y fácilmente accesible es utilizada para beber, para uso doméstico,
para producir alimentos o para fines recreativos.
Vivienda
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Millones de familias Latinoamericanas se enfrentan con un problema grave de
vivienda. Habitan casas que carecen de saneamiento adecuado, tienen un servicio irregular
de electricidad y están hechas con materiales de baja calidad que no ofrecen ningún tipo de
seguridad. Millones de familias más viven en construcciones sólidas y con servicios, pero en
condiciones de hacinamiento. Los problemas de la vivienda existen en ciudades grandes y
pequeñas aunque son probablemente mucho más serios en las áreas rurales.
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-Ofrecer un trato adecuado a los usuarios.
-Ser eficiente.
-Hacer posible que las personas participen en las decisiones que atañen a su salud y al
sistema sanitario.
Tipos de sistemas
Los tipos de sistemas sanitarios se basan en el financiamiento de estos, es decir quién paga
los gastos médicos: el estado, el estado y el enfermo, el estado y el trabajador, el estado, el
patrón y el trabajador, o solo el enfermo.
Existen tres grandes modelos de financiación que se corresponden con los grandes
modelos de sistemas sanitarios:
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1. Sistemas financiados a partir de los ingresos generales del estado, normalmente por
impuestos. Este tipo de sistemas se caracterizan por:
- Cobertura universal.
- El único derecho a la asistencia sanitaria es el que se deriva del contrato por el pago
realizado.
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- La dilución de riesgos es mínima. El coste está directamente relacionado con el
riesgo sanitario individual del beneficiario.
- Los costes de transacción son elevados, hay mucho trabajo administrativo para
saber quién ha de pagar, qué y cuándo.
- Genera servicios abiertos, una gran movilidad entre compañías y un alto incentivo
para la selección adversa de colectivos o de riesgos.
En América existen los tres tipos de modelos de salud y en la mayoría de los países
existen al mismo tiempo:
Hay hospitales para gente de escasos recursos que son financiados en su totalidad por
el gobierno. En la mayoría de los países estas instituciones suelen ser de muy mala atención,
con desabasto en los insumos médicos y falta de personal. No hay un trato humanitario y
muchas ni siquiera tienen las condiciones higiénicas necesarias. Una excepción dentro de
estos sistemas de financiación gubernamental con excelentes resultados, es Cuba, único país
en América Latina que solo ofrece este tipo de sistema. Países como México, Colombia,
Chile, y Brasil son ejemplos de sistemas nacionales de salud deficientes.
50
usa en exclusivo este sistema, basado en la compra de seguros médicos, esquema que
desgraciadamente se intenta implementar en varios países latinoamericanos.
Esperanza de vida
La esperanza de vida se refiere al número de años que en promedio se espera que viva
una persona después de nacer. La OMS, que publica estadísticas sanitarias mundiales, señala
que en 2014 el promedio de vida de una persona se ha incrementado seis años en relación al
de un niño nacido en 1990. La expectativa de vida de una persona se relaciona con factores
tanto físicos como mentales y sobre todo, con una situación económica ventajosa.
51
considerable entre los países ricos y los países pobres. Esto significa que los ricos tiene
mayores posibilidades de vivir más años que las personas que viven en los países más pobres.
Acceso a la salud
Desde hace más de veinte años se discute la necesidad de mejorar los sistemas de
salud de los países latinoamericanos para que el total de la población se beneficie de atención
médica. Fue uno de los objetivos de la Declaración de la Meta de Salud para Todos en 1977
y la subsiguiente estrategia de atención primaria en 1978. Los objetivos del milenio y la
agenda 20-30, ambos de Naciones Unidas, plantean los mismos objetivos, que a la fecha y
según declaraciones de la misma OMS no serán alcanzados en 2030, por lo que habrá que
esperar a ver cuál es el nuevo nombre de la lista de buenas intenciones de la ONU.
En países como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Costa Rica, se tiene una cobertura
ente el 86% y el 100% de la población. Colombia, Perú, Ecuador y México alcanzan entre el
63% al 73%. Haití, Bolivia y El Salvador solo ente el 45% al 55%
Derechos humanos
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La ONU tiene planteamientos específicos en materia de derechos humanos
relacionados con la salud. Como todas sus proposiciones, son excepcionales y de ser
cumplidas llevarían a estados óptimos de vida. Lástima que siempre son solo proposiciones
o listas de buenas intenciones que en la práctica son ignorados olímpicamente.
El derecho al goce del grado máximo de salud entraña para los Estados un conjunto
claro de obligaciones jurídicas dirigidas a asegurar condiciones apropiadas para que todas
las personas, sin discriminación alguna, puedan disfrutar de buena salud.”
Rendición de cuentas
Los Estados y otros garantes de derechos deben responder por la observancia de los
derechos humanos. No obstante, existe también un creciente movimiento que reconoce la
importancia de otros agentes no estatales, por ejemplo las empresas, en lo relativo al respeto
y la protección de los derechos humanos.
53
Igualdad y no discriminación
Participación
La participación implica garantizar que todas las partes interesadas, incluidos los
agentes no estatales, tengan la titularidad y el control de los procesos de desarrollo en todas
las fases del ciclo de programación: valoración, análisis, planificación, ejecución,
seguimiento y evaluación. La participación va más allá de las consultas o de adiciones
técnicas al diseño del proyecto; debería incluir estrategias explícitas dirigidas a promover
la autonomía de los ciudadanos, especialmente los más marginados, de modo que el Estado
reconozca sus expectativas.
54
degradantes. El afianzamiento de un derecho facilita el avance de los demás. Análogamente,
la privación de uno de ellos afecta negativamente a los otros.
No regresión
Disponibilidad
Accesibilidad
No discriminación;
55
Accesibilidad física;
Accesibilidad de la información.
Aceptabilidad
Calidad
Oportunos – reducirán los tiempos de espera y las demoras, que en ocasiones son
perjudiciales;
Equitativos – dispensarán una atención cuya calidad no variará por motivos de género,
etnia, lugar geográfico ni situación; socioeconómica;
56
Los países de América Latina que tenían sistemas proteccionistas de salud,
incluyentes y eficientes poco a poco han adoptado políticas propuestas por el Fondo
Monetario Mundial , que van enfocadas a terminar con la seguridad social en general, y sobre
todo en temas de salud, violando directamente (como en todo y como siempre) la Declaración
Internacional de Derechos Humanos.
Desde los años ochenta se han iniciado procesos de reforma del sector salud en casi
todos los países de América Latina. Sin duda, existían razones para cambiar muchas cosas,
porque mayoritariamente los establecimientos estaban
degradados, el personal desmotivado, la planificación y
regulación eran obsoletas y las consecuencias eran unos
servicios de mala calidad, mal distribuidos
geográficamente y mal orientados en relación con las
necesidades de la población. Las características de estas
reformas son muy distintas aunque las razones para su
puesta en marcha sean relativamente comunes. La
principal característica común es la vinculación y la subordinación de las reformas del sector
salud a la reforma del Estado. La consecuencia para el sector salud es que, muchas veces, las
políticas prioritarias no son el resultado del análisis de los problemas propios. Esta
subordinación es más evidente en aquellos países en los que existía una seguridad social con
cierta amplitud. En estos casos el desencadenante de la reforma no han sido los servicios de
57
salud, sino la separación, y casi siempre la privatización, de los mismos. Los factores que
diferencian entre sí las reformas tienen que ver con las características políticas del gobierno
que las pone en marcha y su capacidad de implantar medidas que afectan intereses de grupos
poderosos, la historia y la solidez del sistema de salud y el grado de organización social (en
especial la existencia de sindicatos fuertes en el sector). Las políticas que se propugna
implantar con más frecuencia son:
– La reducción de la producción de
servicios públicos.
– El fortalecimiento de la capacidad
reguladora del Estado.
– La descentralización de los
establecimientos públicos.
– La separación de la financiación y la
provisión públicas y la introducción de
contratos entre ambos.
– La participación social.
La primera reforma que se puso en marcha fue la chilena, a inicios de los ochenta,
bajo la dictadura del general Pinochet, y cambió un sistema nacional de salud bien
consolidado por la gestión privada de la financiación pública. Los efectos sobre la equidad
fueron desastrosos.
En 1993 se promulgó en Colombia la Ley 100. Esta ley, que también introduce la
gestión privada de la financiación pública, establece mecanismos para evitar los efectos
adversos sobre la equidad de acceso a los servicios. A diferencia del caso chileno esta reforma
se implanta sobre un sistema de salud muy atomizado, con un gasto público escaso y una
cobertura que no superaba el 25% de la población. Hoy, Colombia gasta aproximadamente
tres veces más, cubre oficialmente alrededor del 60% de la población y tiene problemas
importantes para hacer cumplir la regulación, evitar la corrupción y asegurar que los
beneficiarios reciban los servicios asegurados.
58
Nicaragua, que creó un
sistema nacional de salud en
los años ochenta, sufrió un
cambio radical en los noventa
con la separación del seguro
social del Ministerio y la
introducción de empresas
médicas previsionales para
gestionar los recursos de este
seguro. Como el seguro ofrece
una cartera cerrada de
prestaciones para prevención y en algún caso tratamiento de enfermedades agudas, los
trabajadores y sus familias tienen que acudir al sistema público o pagar su tratamiento cuando
tienen un problema de salud crónico.
Costa Rica y Cuba son los únicos países de América Latina que tienen en la actualidad
sistemas nacionales de salud. En Costa Rica se está llevando a cabo una reforma gradual que
no altera los principios básicos del sistema (financiación pública redistributiva, iguales
condiciones teóricas de acceso para toda la población) y trata de resolver algunas de las
deficiencias anteriores extendiendo un modelo de atención primaria para toda la población y
tratando de mejorar la eficiencia a través de aumentar la responsabilidad de los
establecimientos en la gestión de sus recursos. En Argentina el punto de partida era un
sistema atomizado en el aseguramiento y la provisión, con un gasto total per cápita similar al
español pero con una calidad y un acceso francamente peores. La reforma tiende a aumentar
la desregulación del sistema rompiendo los mercados cautivos de las obras sociales
(aseguradoras pertenecientes a los sindicatos de ramo, cuyos trabajadores estaban
obligatoriamente afiliados a las mismas). En el sector público se intenta aumentar la
eficiencia de los hospitales con medidas parciales de desconcentración e introducción de
herramientas de gestión.
59
En México existía
ya una reforma en marcha
que descentraliza la
provisión de servicios
desde la Secretaría de
Salud hacia los estados
para hacer llegar llegar un
paquete básico de servicios
a toda la población. Por su
parte el Instituto Mexicano
del Seguro Social, una
institución gigantesca, con
350.000 empleados fijos y
alrededor de 150.000 con otros contratos, que cubre alrededor de 50.000.000 de personas,
estaba inmerso en un proceso de reordenación de todos sus niveles administrativos y
prestadores de servicios.
Las políticas monetarias internacionales tienen poco interés por la promoción de una
sociedad saludable. Estas políticas promueven la ruptura de las redes de protección social y
el incremento de la exclusión; las enfermedades aumentan con la exportación legal e ilegal
de bienes, como drogas y tabaco; el movimiento de personas facilita la transmisión de
enfermedades; con la degradación ambiental se deteriora la salud; la política de patentes se
enfrenta con la incapacidad de millones de personas de acceder a las nuevas medicinas. El
conjunto de los sectores públicos y privados que están detrás gastan 1300 billones anuales en
investigación sanitaria, pero lo distribuyen de modo injusto, ya que las enfermedades que
causan el 90 por ciento de la mortalidad e incapacidad en el mundo sólo reciben el 10 por
ciento de ese dinero, porque la mayor parte de los presupuestos de investigación está en
manos de unos pocos países, que dan prioridad a sus propios problemas sanitarios. Los países
de rentas bajas y medias agrupan al 85 por ciento de la población mundial y soportan el 92
ciento de la denominada carga de enfermedad (estimada a partir de la mortalidad prematura,
la incapacidad y la pérdida de calidad de vida por causas patológicas), mientras que los países
ricos, con el 15 por ciento de la población mundial, soportan sólo el 8 por ciento de esa carga.
Poco a poco se van introduciendo reformas parciales que abren el camino a la
mercantilización de los servicios públicos. Hay planes privados de pensiones (sistema de
capitalización individual), gestión privada de servicios públicos externalización,
tercerización y otros.
60
de aseguramiento para los principales casos de riesgo, 3) utilizar de forma eficaz los recursos
privados y 4) descentralizar los servicios sanitarios públicos.
61
Conclusiones
Mientras estos infames hacen reuniones donde se gastan miles de millones de dólares
en discutir lo obvio, la población se muere de enfermedades fácilmente prevenibles y
curables. Proponen como ejemplo que para acabar con lo que ellos llaman subalimentación,
se debe enseñar a la población sobre nutrición, cuando el problema real es la mala
distribución de la riqueza, es decir la desigualdad económica que genera que una familia no
pueda comprar los alimentos necesarios para tener un sistema inmunológico eficiente que
pueda combatir, por ejemplo, una diarrea.
Por otro lado el Banco Mundial “recomienda” a los países de América Latina dejar
de financiar a los sistemas de salud. Estas “recomendaciones” están siendo acatadas por la
mayoría de estos países. Y dejando a la población vulnerable.
62
¿Cuáles son las alternativas? Con este panorama no muchas. Si las comunidades se
organizan para generar hospitales y clínicas comunitarias al servicio de los habitantes de una
o varias poblaciones podría ser una solución, ya que en definitiva los gobiernos y las
organizaciones internacionales no van a hacer nada para que el acceso a servicios eficientes
y de calidad llegue a toda la población.
63
http://g1.globo.com/sp/campinas-regiao/noticia/2012/11/moradores-de-sumare-sp-fazem-
fila-na-rua-para-agendar-consulta-medica.html
https://franciscomartintorres.wordpress.com/2018/01/10/los-derechos-humanos-6/
http://elvenezolanohouston.com/detalle.php?i=n5WnlQ==
http://omargalarza777.blogspot.mx/2013/03/formas-de-ganar-dinero-con-tu-cuerpo.html
http://www.latarde.com.mx/acuestaimssapacientesenelpiso-47051.html
https://peru21.pe/voces/sector-salud-coma-hospitales-colapsan-sigue-huelga-medica-50900
http://www.elheraldo.hn/pais/574863-214/pacientes-esperan-en-suelo-del-escuela
http://www.abc.com.py/nacionales/malos-tratos-en-hospitales-1399501.html
http://www.laprensa.hn/economia/822686-410/el-sistema-de-salud-en-venezuela-alcanza-
un-deterioro-terminal
http://periodicocentral.mx/2017/gobierno/item/18581-imss-la-margarita-no-se-da-abasto-
con-los-pacientes-y-son-atendidos-hasta-en-el-suelo-video
http://elpilon.com.co/no-hay-cama-pa%C2%B4-tanta-gente-2/
64
CONCORDIA PARVAE RES CRESCUNT
65
TEXTOS FUNDAMENTALES PARA
COMPRENDER LOS CONFLICTOS DE BAJA
INTENSIDAD.
Se trata de los conflictos de baja intensidad (CBI) los cuales están siendo objeto de
una muy especial atención en las
publicaciones militares y centros de
creación de doctrina política de EE
UU. Los CBI son, en opinión de
todos, las guerras del futuro, que se
experimentan en casos como el de
Libia y Nicaragua en el presente, ya
que incluyen lo militar, lo
económico y lo político como
armas activas. "El mundo está hoy
en guerra. No es una guerra global,
pero se extiende alrededor del
planeta. No es una guerra entre
ejércitos totalmente movilizados,
pero no por ello es menos
destructiva. No se libra de acuerdo con las leyes de la guerra y, más aún, la ley en sí misma,
como un instrumento de civilización, es un blanco de esta particular variedad de agresión".
66
La Guerra de Baja Intensidad (GBI) es una estrategia contrainsurgente
desarrollada y perfeccionada a partir de las guerras imperiales estadounidenses desatadas en
la segunda mitad del siglo XX. La guerra de Vietnam, que comenzó en 1962 y terminó
oficialmente en 1973, fue la primera guerra en donde se aplicó este tipo de guerra prolongada
de desgaste.
Para que se pueda dar este tipo de guerra es necesaria la existencia de movimientos o
gobiernos contra-hegemónicos con un profundo arraigo popular que se opongan o resistan a
intereses coloniales o imperialistas, estos últimos articulados con alianzas locales que
generalmente son administradas por la clase dominante de la “nación huésped”. La GBI es
una “cruzada global en contra de movimientos y gobiernos revolucionarios del llamado
Tercer Mundo. (1)
Esto quiere decir que la GBI tiene una estrategia que combina aspectos militares, políticos,
económicos, psicológicos y de control de población. Esta guerra “alternativa” también tiene
como parte de su estrategia la promoción de movimientos contrarrevolucionarios como punta
de lanza para resolver el conflicto. En este sentido una de las principales distinciones de este
67
tipo de conflictos con las guerras convencionales es el tipo de fuerzas que se emplean y la
estrategia que las estructura y organiza. Muchas veces este tipo de fuerzas son de corte
paramilitar. (2)
La dimensión psicológica tiene un fuerte peso en este tipo de guerra, la intención de esta
es modificar los hábitos y las conductas de la población objetivo por medio del terror. Esto
con el sentido de que abandonen la resistencia y se unan a los planes y estrategia del ejército
que empuña la GBI. Por tanto, la GBI es una estrategia cuyo objetivo principal es la
población civil. Los mecanismos de la represión son dirigidos a contener y condicionar a los
pueblos, alterando sus valores para alcanzar objetivos y proyectos a través de la dominación
y el terror, (…) Es decir, romper el tejido colectivo y solidario de las organizaciones
populares. (…) Estos mecanismos represivos desarrollan una acción psicológica que genera
en la población una actitud culposa de la situación, y la necesidad de que los militares pongan
“orden” al desquicio social y la subversión. (4).
Así, la GBI tiene que ser entendida como: “Una estrategia global de contrainsurgencia a
nivel militar, económico y psicológico. La GBI se desarrolla en tres frentes:
1-. El militar.
En cada uno de estos tres frentes hay diversas tareas que los entrelazan” (5) Es
importante desarrollar en qué consisten estas tres fuentes y cuáles son sus características
ya que esto pondrá en evidencia su manera de operar.
Frente militar: dentro de la GBI se priorizan las acciones militares quirúrgicas sobre
los grandes despliegues de tropa, es por eso que una de las prioridades de este frente es la
formación de fuerzas de élite y comandos especiales que puedan intervenir y desplegarse
68
con gran rapidez. Un gran ejemplo de esto en México son los Grupos Aeromóviles de
Fuerzas Especiales o mejor conocidos como GAFES. Estas unidades de élite
especializadas en asalto aéreo, lucha antinarcóticos y contrainsurgencia, fueron creadas
entre 1996 y 1997 bajo la supervisión y entrenamiento del Pentágono con el objetivo
principal de eliminar al EZLN (6); es importante mencionar que este mismo grupo de élite
fue el que más tarde constituyó el grupo criminal ‘’Los Zetas’’. El frente militar también
adopta tareas como la ayuda humanitaria, asistencia civil y construcción de infraestructura
como mecanismos de
penetración de las
comunidades en la lógica
de la guerra psicológica.
Frente de las
instituciones militares y
sus auxilios civiles: este
es un frente que prioriza
las acciones de corte
político, las cuales
buscan introducirse e
infiltrar a la sociedad civil y conquistar su mente con la única intención de desarticular a
los movimientos contra-hegemónicos por medio de fracturar su relación con sus bases de
apoyo. Dentro de este frente el desarrollo e implementación de proyectos económicos es
una de las principales estrategias. Estos buscan contener al movimiento contra-
hegemónico a la vez que reorientan la organización social en beneficio de la acumulación
capitalista por medio de la modernización de la economía. Proyectos productivos,
modernización de los sectores productivos (generalmente agrícolas), inversiones, son
algunos nombres que describen el proceso de destrucción de la propiedad y la organización
comunitaria.
69
idea es hacer bases de operación mixtas o poner a militares en cargo o retirados como
directores de las fuerzas policiacas con el objetivo de obtener una mayor coordinación
entre las fuerzas represivas civiles y militares. Así la presencia militar dentro de la
seguridad pública es constante, es decir, se militariza la policía. En pocas palabras el
objetivo de este frente consiste en reclutar todo el apoyo civil posible a la causa militar.
Frente de la opinión pública: este frente busca cuidar la imagen pública de las
fuerzas armadas a la vez que desacredita y desprestigia al enemigo, esto con el fin de aislar
y demoler a todos sus potenciales aliados. Para esto es transcendental establecer alianzas
o un férreo control sobre los medios masivos de comunicación, ya que es vital que la
información
alrededor del
conflicto sea
orientada a legitimar
las acciones del
ejército y las
instituciones civiles
que colaboran con
él. La información
se convierte en un
campo de batalla y
la ideología un
asunto militar. El
objetivo de esto es
crear un cerco que ampare la impunidad y permita la destrucción de las comunidades
libremente sin que interfiera la opinión pública.
70
La lucha se prevé contra “adversarios” también imprecisos que sobreviven en escenarios
de montes y montañas, aldeas fantasma o en los grandes arrabales de la exclusión. Cada
maniobra militar conjunta (entre fuerzas de comando estadounidense y tropas locales)
asegura algo de territorio y el control operacional, mientras surgen nuevas bases y los radares
de vigilancia se multiplican.
Aunque la GBI tomó vuelo propio en Estados Unidos en los 80, durante la administración
Reagan y más de 20 años después del surgimiento de la doctrina de contrainsurgencia que
transformó la concepción militar y llevó a la guerra de Vietnam, la nueva estrategia de esta
singular GBI alcanza su esplendor en estos tiempos. Enriquecida por las “experiencias” que
van desde implantación de dictaduras (cuyo “modelo” es el derrocamiento de Salvador
Allende en Chile en 1973), guerras encubiertas con utilización de mercenarios contra
gobiernos “hostiles”(los sandinistas en Nicaragua en la década de los 80) o de
contrainsurgencia (El Salvador y Guatemala) apoyando y financiando al ejército de esos
países y sus temibles escuadrones paramilitares, hasta las guerras psicológicas o de
intervenciones directas, la GBI siguió siendo en los años 90 el proyecto estratégico de
seguridad de Estados Unidos en la región.
71
emplear la fuerza en el marco de una cruzada global en contra de los gobiernos y movimientos
revolucionarios del Tercer Mundo”.
Los estrategas estadounidenses enumeran una extensa lista de “enemigos” que van
desde movimientos insurgentes, hasta conflictos sociales y otros. Esa capacidad de inclusión
y adaptabilidad de la GBI es la que hace que este tipo de guerra pueda librarse sin disparar
demasiados tiros y sin un involucramiento militar masivo.
72
Otras formas de coerción
Políticamente los intereses de EE.UU son servidos (sic) por los gobiernos
democráticos” (11). En su extenso análisis, Coll advertía que a pesar del “control” establecido
por Washington en los últimos años, “algunos problemas permanecen” y existe el riesgo de
que “viejos problemas” regresen.
En los 90, la
renovada matriz
intervencionista de
EE.UU. en el Tercer
Mundo no sólo se debió
a la percepción de su
propia fortaleza y a la
ausencia de
competencia debido al
final de la Guerra Fría,
sino a que se acentuó el
diagnóstico sobre los
peligros en la región.
Una nueva lectura
geoeconómica
revitalizó la Doctrina del CBI-GBI. La tarea esencial no sería destruir las fuerzas enemigas
en el campo de batalla, sino ganar el apoyo de la población12.
73
La GBI encaja a la perfección en este esquema, ya no como “contención” sino como
prevención. El neoconservador norteamericano Irving Kristol advertía a los hombres del
Pentágono que “(…) no es un accidente que el siglo XX haya sido testigo de rebeliones contra
la democracia secular- liberal-capitalista,” y conjeturaba que esas revueltas fracasaron “pero
que las raíces que alimentaron dichos alzamientos permanecen”(13). La socióloga argentina
Ana María Ezcurra sostiene que “(habría) muchas amenazas de seguridad, particularmente
en el Tercer Mundo”(14). La GBI es un marco imprescindible para “ganar mentes y
corazones”, imponer un modelo hegemónico en la región y expandirse sin “fronteras
precisas”. De esta manera la diseminación de la “democracia del mercado a escala mundial
es catalogada como asunto de seguridad”15. En este sentido, Petras analiza que “la
construcción de un imperio, en particular, un imperio capitalista a principios del siglo XXI,
requiere de una elaborada arquitectura militar para poder expandir, proteger y consolidar los
grandes intereses económicos esenciales para los imperios modernos, razón por la cual el
aparato militar estadounidense creció enormemente durante la última década” (16).
A principios de este año, el general Peter Pace, comandante en jefe del Comando Sur
de Estados Unidos con sede en Miami definió en un informe los términos actuales en torno
a los cuales se reorientarían las estrategias de la GBI: “La mayor amenaza para la democracia,
la estabilidad y la prosperidad regional de América Latina son la inmigración ilegal, el tráfico
de armas, el crimen, la corrupción y el tráfico de drogas ilegales” (19); precisamente los
terrenos en que se encuentran involucrados los grandes poderes. Pero no es hacia esos
responsables que se dirigirán las armas o la persecución. Este esquema fue base para el diseño
estadounidense del llamado Plan Colombia (20). Los analistas coinciden en que es el modelo
más “refinado” de la GBI, con todos los elementos depurados del intervencionismo en lo
74
militar y político y “su expresión económica es el Área de Libre Comercio para las Américas
(ALCA)”.
Bibliografía.
75
2 Bermúdez Lilia, Guerra de Baja Intensidad Reagan contra Centroamérica, Siglo XXI,
México, 1989.
3 Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), Presunta justicia,
México 1999. P. 69.
76
15 José Palafox, “Militarizing the Border”, Covert Action Quarterly, Washington,
primavera boreal 1996.
16 Sara Miles, “The Real War”, Nacla Report On The Américas, Nueva York, abril-
mayo de 1986.
17 Albert R. Coll, “Documento de Intereses estratégicos de los EE.UU.”, Journal of
Interamerican Studies and World Affairs, Washington, primavera boreal de 1997.
18 Michael Brown, “Vietnam learnings from the debate”, Military Review, Nueva York,
febrero de 1987.
19 Irving Kristol, “Response to Fukuyama”, citado por Ana María Ezcurra en Los
Conflictos del año 2000, El Juglar Editores, México, 1990.
20 Ana María Ezcurra, op. cit.
21 Ibid.
22 James Petras, “La estrategia militar de EE.UU. en América”, Revista Rebelión, citada
por Koeyú Latinoamericana, Venezuela, julio 2001.
23 Fred Woerner Jefe del Comando Sur, ante el Subcomité de Defensa de la Casa
Blanca, 1-2-1989. Citado por Informe GBI, Universidad Nacional Autónoma de
México, 1990.
24 Ana María Ezcurra, op. cit.
25 James Petras, Koeyú, op. cit.
26 Ver dossier “Encrucijada para América Latina”, en Le Monde diplomatique, edición
Cono Sur, febrero 2001. También Mariano Aguirre y Virginia Montañés, “Drogas y
contrainsurgencia”, julio de 2000. También dossier “El Pentágono y la CIA: ayer,
hoy y mañana”, octubre 2000.
27 Cecilia Loria, “El esquema de Guerra de Baja Intensidad en Chiapas”, La Jornada,
México, 2-3-1997.
Calloni, Stella
77
USSouthCom (Comando Sur de Estados Unidos) “es responsable de la planificación,
coordinación y conducción de la actividad militar de EE.UU. en toda América Latina
y el Caribe” (1), y que en los últimos tiempos ha instalado bases militares –que se
agregaron a las varias ya existentes– en Aruba-Curaçao, en las Antillas Holandesas;
en Manta (Ecuador) y en Comalapas (El Salvador), todo en el marco del Plan
Colombia. ”Estas bases le permiten a EE.UU. introducirse tanto en el espacio aéreo
de la mayor parte de los países de América Latina, como por mar y tierra. Además
tiene una base operacional militar en Soto Cono, Honduras, que proporciona apoyo a
helicópteros en las misiones intervencionistas en América Latina y el Caribe. La
facilidad con que los militares estadounidenses pudieron construir esta red de bases
se debió principalmente al apoyo y entrenamiento a largo plazo de oficiales militares
dependientes, realizado por el USSouthCom en América Latina”.1 El propio general
Pace sostiene que “Las excelentes relaciones entre EE.UU. y El Salvador, fortalecidas
durante años de sólido contacto entre militares de ambos ejércitos, ayudó a alcanzar
negociaciones favorables sobre el acuerdo FOL” (Emplazamientos Operativos de
Avanzada, en inglés Forward Operating Locations).
1. James Petras, “La estrategia militar de EE.UU. en América”, Revista Rebelión, citada
por Koeyú Latinoamericana, Venezuela, julio 2001
Introducción:
La guerra contra el narcotráfico que actualmente padece México, unido a los “daños
colaterales” que ha venido provocando entre la población civil, sus cuestionados operativos,
78
sus pobres resultados, así como los centenares de denuncias por violaciones a los derechos
humanos, para ser comprendidos a cabalidad es menester que sean vinculados con procesos
aparentemente distantes en el tiempo; la estrategia de “guerra interna” diseñada por Kennedy
contra lo que
llamara “la
amenaza Castro-
comunista” y su
posterior
reformulación en
“Guerra de Baja
Intensidad” con
Ronald Reagan,
así como con los
procesos de
Toda vez que se entienda que los golpes militares e intervenciones extranjeras
derivados de la estrategia de guerra interna, han implicado la conquista del poder por los
grupos de la clase dominante en la disputa por la explotación de la clase trabajadora para la
distribución de las rentas, el pago de intereses, las riquezas privadas y las públicas. Y
recordando que las pautas de los golpes militares se vieron relacionadas con las luchas
internas por el control del poder militar, económico y político para el control de toda la
población. Aumentando durante los periodos de crisis económica y de depresión, y en los
prolegómenos de las guerras internacionales. En ambos casos los golpes de estado proliferan
en toda la región, o para aprovechar la crisis y concentrar más el capital, o para preparar la
guerra y la contra-revolución armada [1].
79
exportadora de nuevo tipo, una economía que, al lado de la explotación más intensiva de sus
riquezas naturales, ha re-funcionalizado su industria para volverla competitiva en el mercado
exterior.
Hechos que han implicado para los países de toda la región la destrucción de parte de
su capital social, sobre todo en la industria, pues sólo ramas con ventajas comparativas reales
o que absorbieran alta tecnología y grandes masas de inversión fueron viables en la nueva
división del trabajo. Asimismo dicha reconversión ha implicado también la redistribución del
capital social en favor de los grandes grupos industriales y financieros, redistribución que se
ha extendido a aquellas porciones en manos del Estado y para tal efecto el FMI ha dado
prioridad a la reducción del déficit público.
En tanto que, tal reconversión ha venido implicando para las masas, la súper-
explotación del trabajo y la generalización del desempleo, en cualquiera de sus formas, como
resultado de la destrucción de parte del capital social unida a la rápida elevación de los niveles
tecnológicos actuales.
En este contexto de explosión social, pese a los cambios habidos en la política exterior
norteamericana bajo los auspicios de la democracia global, Washington no ha abandonado la
doctrina de contrainsurgencia, como tampoco la atención concedida a las fuerzas armadas de
la región [2]. Por lo que no resultará baladí recordar la manera en que Kennedy en su afán
por detener la “cubanización” y observando una crisis de hegemonía y económica de las
clases dominantes y el imperio estadounidense, diseñó la estrategia de “guerra interna” contra
el nuevo tipo de revolución popular que ha venido amenazando al sistema. En este sentido,
la evolución de las empresas económicas, el peso cada vez mayor de los trabajadores
asalariados en la agricultura, la industria y los servicios, la importancia creciente de la
población urbana y de las clases medias, así como la importancia que tuvo la ideología de la
URSS y el entusiasmo revolucionario que culminaron con la victoria de la Revolución cubana
(que parecía extenderse en varios países del continente) cambiaron el significado nacional y
trasnacional en la lucha por el poder.
80
3) La preparación y entrenamiento de oficiales latinoamericanos en los Estados Unidos o en
el extranjero [3].
Desde los inicios de la administración Reagan surgieron líneas proclives a superar las
dictaduras abiertas; éstas debían ser reemplazadas por regímenes democráticos que
legitimaran los gobiernos y las guerras de baja intensidad en curso, así como la implicación
estadounidense. Desde 1981 se empieza a estimular la instauración de democracias
restringidas o contrainsurgentes, especialmente en países asediados por insurgencias
revolucionarias y/o involucrados en el acoso a Nicaragua. Así como en los casos de Honduras
(1981), El Salvador (1984) y Guatemala (1986). Además se acudió a partidos religiosos como
los demócrata-cristianos, visualizados como aptos para reconstruir dicho consentimiento. Por
estos motivos la democratización centroamericana emergió, en parte, como respuesta a las
necesidades de legitimación para los Conflictos de Baja Intensidad. Teóricos de la “doctrina
Reagan” juzgaban que la gente debería creer en su gobierno. Si ello se lograba, la victoria
“estaba a la vista”. De forma que, si el conflicto es político y el objetivo estratégico consiste
en ganar el apoyo de la población, entonces resulta vital garantizar la credibilidad del
gobierno ante los ciudadanos. Lo que ha tenido como resultado que los procesos de
democratización en América Central, tan ligados a requerimientos bélicos, agudizaran su
dependencia directa de USA al punto de vulnerar la soberanía de los Estados nacionales [4].
81
el consenso para acciones militares unilaterales directas. Así se dieron los ingredientes
propositivos para un revival intervencionista de nuevo cuño, que postula un involucramiento
selectivo. Inspirado en los CBI, propugna una intervención básicamente indirecta a través de
la asistencia externa de seguridad, constituyéndose como el recurso estratégico preferido.
Los CBI procuran impedir la implicación con fuerzas propias, pero no la excluyen. De ahí
que se prevean acciones directas, aunque el uso de tropas estadounidenses es visto como un
último resorte, excepcional, limitado, rápido y con daños lo más bajo posibles, sobre todo en
vidas norteamericanas.
La acción indirecta recaerá en las fuerzas armadas de los países del Tercer Mundo –
y dependiendo de ellas. Juzgándose en consecuencia que es esencial alcanzar una maciza
unidad de concepción, así como un neto marco de alianzas con dichas fracciones militares.
Para lo cual la asistencia de seguridad es un elemento clave en la construcción de consenso.
En las últimas tres décadas, el Departamento de Estado y el Pentágono se han abocado a
difundir la reformulación estratégica CBI entre las jerarquías castrenses latinoamericanas.
Intentando rejuvenecer un consenso hemisférico alrededor de los nóveles diseños, para lo
que se subrayan las acciones de influencia sobre los altos mandos militares del subcontinente.
Relevantes en este sentido han sido las Conferencias de Ejércitos Americanos.
Consistentes con el consenso post-Reagan, los CBI han brindado una base sólida, al
montaje de hegemonía y al bagaje político-ideológico. Por ser una doctrina militar que da
preminencia a dichas herramientas. Toda vez que, los CBI cambian la naturaleza de la guerra,
la hacen irregular, la prolongan y la convierten en un embate político-ideológico. Donde el
centro de gravedad ya no es el campo de batalla per se, sino la “arena político social”. De
manera que, los CBI no son sólo ni principalmente una solución militar. Los componentes
políticos e ideológicos aparecen como prevalentes (en una guerra integral que abraza
instrumentos económicos, diplomáticos, militares, de inteligencia y religiosos). La victoria
se define ahora por el logro de objetivos políticos planteados, más que por el éxito militar.
Por lo que son preminentes algunos ámbitos específicos: la acción cívica, las operaciones
psicológicas, el control de poblaciones y la inteligencia. Destacándose el hecho de que el
blanco estratégico es la población, más que el territorio (aunque no lo excluye). Y el objetivo
estratégico es la construcción de un consenso activo y organizado.
82
Si bien se utilizan instrumentos bélicos menos sofisticados y un menor volumen de
fuego que en el espectro de una guerra convencional, la diferencia sustancial con los
conflictos de baja intensidad reside en la naturaleza de la guerra. Se trata de un conflicto
prolongado de desgaste, no convencional, por lo que “no es simplemente una versión en
escala menor de una guerra convencional. No es menos de lo mismo, ni el estadio preliminar
del conflicto real”. Los Conflictos de Baja Intensidad abarcan tres tipos de intervención
centrales: el antiterrorismo, la contrainsurgencia y un inédito apoyo, con tramos abiertos,
oficiales y públicos, a los movimientos contrarrevolucionarios. No obstante, son los dos
últimos los que definen, más cabalmente, las transformaciones en la índole de la lucha.
“Las revoluciones son un desafío fundamental para el orden político existente y para
aquellos que controlan el poder en el sistema. La esencia de esos conflictos es ganar el control
de la estructura gobernante. Aunque todas las guerras son de naturaleza política, las guerras
revolucionarias son únicas porque se focalizan en el sistema político social como la principal
arena batalla, más que en las fuerzas armadas. Este foco contrasta duramente con la noción
convencional y clausewitziana de que el centro de gravedad en la guerra es la derrota y
destrucción de las fuerzas armadas enemigas…Aunque el conflicto armado es una parte
importante de la revolución, no es necesariamente la más importante para el éxito
revolucionario. Como se dijo, el centro de gravedad es el sistema político social y su
coherencia psicológica. Por lo tanto, el cuadro político y los instrumentos psicológicos son
más importantes” [6].
Los CBI son una guerra, aunque se trata de una nueva modalidad que trastoca las
nociones tradicionales edificadas sobre supuestos de conflicto tradicional. Los CBI no
constituyen una guerra en el sentido usual. La tarea crucial no sería destruir las fuerzas
enemigas en el campo de batalla, sino ganar el apoyo de la población.
La lucha contra el narcotráfico se incorporó tardíamente como misión CBI, por lo que
progresivamente fue visualizada por vastos
sectores del Congreso y la administración
Reagan como un problema grave. El 11 de
abril de 1986 Ronald Reagan firmó una
directiva secreta que identifica al tráfico de
drogas como una amenaza de seguridad.
Concebida la intervención militar en el
marco de asistencia de seguridad, se eluden
las misiones de combate y se incluyen
83
tareas como el entrenamiento, la provisión de armas y equipos, la inteligencia e interdicción
del tráfico.
“Si podemos fusionar en la mente del público y del Congreso esta conexión entre
drogas y la insurgencia revolucionaria, nos darían el apoyo necesario para confrontar a los
terroristas-guerrilleros-narcotraficantes en este hemisferio. Producir tal apoyo sería
relativamente fácil una vez que esta conexión quede clara y la Autoridad Nacional de Mando
declare la guerra total” [7].
Dentro de este esquema se deben entender los acuerdos firmados por los gobiernos
entre USA y Bolivia, Colombia y Perú en la guerra contra las drogas. Así, los acuerdos entre
George Bush y Alan García, donde Washington canalizó a Perú 35 millones de dólares para
establecer y equipar una nueva base militar en la zona del Alto Huallaga en el supuesto
84
combate al narcotráfico, tuvo como objetivos reales el establecimiento de tropas
especializadas en guerra irregular, provenientes del Comando Sur estadounidense – con sede
en Panamá – para asesorar y auxiliar a las tropas del Estado peruano en el combate contra le
revolución popular que estuvo comandada por el Ejército Guerrillero Popular, aspecto que
se hizo más urgente al finalizar la década de los ochenta, porque la guerrilla ya no sólo ponía
fuera de combate a fuerzas del ejército nacional, sino a agentes del imperio.
85
movimiento 19 de Abril (M-19), con sectores del Ejército Popular de Liberación (EPL) y con
la organización político-militar indígena denominada Quintín Lame [9].
Denuncias similares han sido realizadas en Bolivia por parte de los campesinos
productores de hojas de coca. Al decir de el
entonces líder campesino, Evo Morales, las
unidades militares y policiales bolivianas,
armadas y entrenadas por Washington, bajo
el esquema de erradicación de cultivos,
habían convertido la región del Chapare en
una virtual “zona de guerra”. Resultando de
esto que, al menos 63 personas habían sido
asesinadas entre 1997-2000. En tanto que
otras más habían sido desaparecidas,
después de haber sido torturadas en campamentos militares o habían caído en las luchas
populares, indígenas y campesinas militares, oponiéndose a los compromisos asumidos en el
llamado Plan Dignidad, contra el narcotráfico internacional, asumido por el ex dictador Hugo
Bázner y William Clinton.
86
Por tales motivos, desde la administración Clinton bajo la denominada Doctrina de la
Promoción de la Democracia y el Libre Mercado, han adquirido nueva “legitimidad” los
programas de ayuda militar y policial norteamericanos a gran parte de los países
latinoamericanos y caribeños, así como para el equipamiento y entrenamiento de sus fuerzas
militares y policiales, ya sean preparadas in situ por parte de “boinas verdes” u otros asesores
norteamericanos (donde se incluyen contratos particulares, como ha ocurrido en Colombia)
o las entrenadas en territorio estadounidense, particularmente en la célebre Escuela
Internacional de Policías (SOA), ubicada desde 1984, en Fort Benning, Georgia.
A las preocupaciones estadounidenses por los conflictos antes señaladas por las
insurgencias sociales, se le sumaron en el caso particular de México el hecho de que las
elecciones del presidente Calderón estuvieron marcadas por acusaciones de fraude electoral
señaladas por parte de la coalición opositora conformada por los partidos de la Revolución
Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, actos que estuvieron
acompañados por inmensas manifestaciones populares a favor del candidato del PRD,
Andrés Manuel López Obrador, y que culminaron en un fraude electoral a favor del candidato
de la ultra-derecha del PAN y en un gran plantón en la Avenida Reforma de la Ciudad de
México, como parte de una estrategia para desmovilizar y “apaciguar” el gran descontento
popular.
A lo cual se le sumaria en el mismo año del 2006, otro evento tal vez de mayor alcance
que las elecciones, en el esquema de las preocupaciones insurgentes de México-USA, que
fue la insurrección de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) en ese mismo
estado, que preparó y organizó la lucha de los pueblos y la clase proletaria contra el estado-
87
capital, hasta enfrentarse directamente a las fuerzas federales de la entonces Policía Federal
Preventiva (PFP), a la vez que a los escuadrones de la muerte ulisistas, formados por
elementos especializados de los cuerpos legales del estado, así como sicarios, asesinos y
criminales de los brazos paramilitares de los capitalistas. Su trascendencia radica en la
formación de grupos paramilitares similares a los escuadrones ulisistas y la ocupación
territorial del espacio y las ciudades por parte de las fuerzas policiaco-militares del estado-
capital acaecido en Oaxaca, y que se vería después en todo México. La divergencia sería que
esta vez el Estado impulsará la contrainsurgencia antes de que la población pudiera levantar
y cerrar el paso a la muerte, como sucedió con la APPO, mediante las barricadas, la
autodefensa de masas, y la heroica resistencia de los pueblos y la clase proletaria. Ante estas
circunstancias, la militarización y paramilitarización, no tienen como objetivo real, el
combate a la “delincuencia organizada”, que en realidad es solo uno de los nombres del
estado-capital, sino impulsar una estrategia de contrainsurgencia preventiva para evitar que
experiencias como la APPO se repitan en el país.
No debemos olvidar, tal como lo hace Pilar Calveiro al indicar que lo que pasa en la
actualidad no puede considerarse una mera continuidad de lo que pasó durante la guerra
sucia, que la estrategia de contrainsurgencia preventiva, constituye una práctica histórica del
imperialismo estadounidense en la región de América Latina, y de la cual actualmente se ha
servido, con la ayuda de los gobiernos panistas o el actual priista en turno para profundizar
la subordinación directa de los cuerpos policiaco-militares, con miras de garantizar el avance
de la colonización y la agresión del estado-capital contra la población y el proletariado.
88
Cuanto y más cuando ella misma reconoce que de todas las denuncias de
desapariciones durante el periodo de contrainsurgencia en los 70 en México, 82% ocurrieron
en Guerrero. El mismo estado donde el 26 de septiembre de 2014 fueron desaparecidos los
43 estudiantes de la escuela Normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, política de
desapariciones que se ha sostenido, aunque ha disminuido a alrededor de diez casos
“oficiales” por añ, pero que se ha mantenida de manera selectiva por décadas, hasta
naturalizarse en el escenario político mexicano. Sin embargo ha vuelto a exponenciarse a
partir del año 2000, particularmente del 2006, de la mano con la “guerra contra el
narcotráfico” impulsada por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Así, Pilar Calveiro comete un grave error al señalar que las víctimas de las
desapariciones de hoy en día ya no son necesariamente los disidentes políticos, sino los
miembros periféricos de las redes criminales, personas utilizadas como mano de obra
desechable, tal como nos quiere hacer creer el discurso oficial [13].
Esta autora pasa por alto la lógica contrainsurgente de viejo cuño a la que viene
respondiendo la guerra al narcotráfico, y que en nuestro país toma mayor fuerza a partir de
la instauración de la “Iniciativa Mérida”, lanzada en 2008, puesto que ha incluido, además
de muchísimo dinero, la intervención cada vez más directa de los cuerpos policiaco-militares
imperialistas como la DEA, el FBI, el Departamento de estado, entre muchos otros,
manifestación concreta de la tendencia actual de profundizar la dependencia histórica del país
que se viene dilucidando en la región de Latinoamérica, a partir de una aguda profundización
de la dependencia que se ha venido dando con Norteamérica, desde México, hasta Colombia,
incluyendo Centroamérica. Expresiones de esto han sido el “Plan Colombia”, el golpe de
estado en Honduras de 2008, la escalada de la violencia narco-paramilitar en Guatemala, y
el conjunto de los efectos de la guerra contra
el pueblo en México, que también afectan a
El Salvador [14].
89
petrolera, nutriendo las tensiones de clase y el caldo de cultivo de los males que ambas
administraciones dijeron combatirían [15].
Bibliografía.
Hemerografía:
Notas
César Ramón González Ortiz es Sociólogo y Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
[1] González Casanova Pablo. “Los militares y la política en América Latina”. Océano, 1988.
Pág. 11
[2] Marini Ruy Mauro en: Ensayo sobre una polémica inconclusa. La transición a la
democracia en América Latina”. Cueva Agustín, compilador. CONACULTA, 1994. Pág. 88
90
[3] Heller Claude, compilador. “El ejército como agente de cambio social”. FCE, 1980. Pp.
121-125
[4] Ezcurra Ana María. “Intervención en América Latina. Los Conflictos de Baja Intensidad”.
IDEAS, 1988. Pp. 99-100
[6] Ezcurra Ana María. “Intervención en América Latina. Los Conflictos de Baja Intensidad”.
IDEAS, 1988. Pp. 92-94
[7] Alejandro Gálvez Cancino en: “Tráfico y consumo de drogas. Una visión alternativa”.
Compiladora Ana Josefina Álvarez Gómez. Pág. 86
[8] Alejandro Gálvez Cancino en: “Tráfico y consumo de drogas. Una visión alternativa”.
Compiladora Ana Josefina Álvarez Gómez. Pp. 87-88
[9] Tavares dos Santos José Vicente, organizador. “Democracia, violencias e lutas sociais na
América Latina”. UFRGS, editora, 2009. Pág. 166
[10] Tavares dos Santos José Vicente, organizador. “Democracia, violencias e lutas sociais
na América Latina”. UFRGS, editora, 2009. Pp. 168-169
[12] Boletín de Política Exterior de México Época, Herrera Santana David, “Bases para la
comprensión de la Iniciativa Mérida. Seguridad en la Relación México – Estados Unidos.
No. 2, FCP y S-UNAM, enero-marzo de 2010. Pág. 10
[13] Calveiro Pilar. “Desaparición forzada: el miedo desde el Estado” en: ladobe.com.mx ›
Derechos Humanos
[14] www.rebelion.org/noticia.php?id=163813
[15] González Ortiz Ramón César. “La Iniciativa Mérida: Estado, militarización y
contrainsurgencia en México”. UNAM, Tesis de Maestría, 2013. Pp. 100 a 103.
91
La Revolución Bolivariana viene siendo asediada por factores internos y externos que desde
el plano económico, político e ideológico intentan derrocar un proyecto surgido de la mano
del líder y Comandante, Hugo Chávez Frías.
El protagonismo de la
Revolución ha permitido el
avance de proyectos de
integración y unidad en
Latinoamérica, y ha servido de
referente para la consolidación
de proyectos políticos de carácter
soberano que alteró la
hegemonía estadounidense en la
región.
Luego de derrotado el
Golpe de Estado en 2002, el paro
petrolero del mismo año, así como los diversos intentos de los sectores opositores por
derrocar a la Revolución (el más reciente ocurrido en marzo de 2014 bajo el nombre de “La
Salida”) todos ellos financiados y auspiciados por EU, la estrategia apunta ahora a la guerra
de baja intensidad en áreas sensibles de la economía, a intentar debilitar el contenido político
e ideológico legado por el Comandante Chávez y la unión cívico militar forjada en la lucha
contra quienes sueñan quebrar el orden constitucional.
La Guerra económica
Una guerra de vieja data que busca quebrar a la Revolución tiene varios componentes
y que pasa por la dependencia del país con la renta petrolera que genera distorsiones en la
economía y facilita una cultura importadora que propicia la acción desestabilizadora:
En el plano interno:
92
inquietud y angustia en la población. Los productos afectados van desde el
medicamentos, productos de limpieza, alimentos, repuestos, etc.
b) Venta con sobreprecio de productos adquiridos con divisas otorgadas por el gobierno
con tasas preferenciales. Una práctica denunciada por factores nacionales e
internacionales que tienen como base el uso inescrupuloso de los recursos de los
venezolanos para enriquecer a los sectores de la burguesía importadora y a las cadenas
de distribución en manos de la empresa privada.
c) Así, en Venezuela los productos tienen un sobreprecio del mil por ciento, si se
comparan con los valores de las mismas mercancías en otros países de la región.
d) Desvió de divisas hacia cuentas en el exterior o para alimentar el mercado paralelo.
Una práctica realizada por factores del capital con la participación de ex-funcionarios
del gobierno que han incurrido en este delito contra la patria. A esto se suma la
práctica de particulares de extraer divisas preferenciales autorizadas (a Bs.11, 50 o a
Bs.6, 30 por dólar) por el Gobierno venezolano para su posterior reventa en el
mercado paralelo con un incremento de hasta el mil 300 por ciento.
e) Manipulación de productos para venderlos con mayor costo en “nuevas
presentaciones”. Productos como el arroz, es “aderezado con ajo”, la leche es
“enriquecida con calcio”, y así con diversos productos para encarecer su venta. A esto
se suma el extraño caso de la desaparición de la leche de los anaqueles, mientras los
mismos son inundados con derivados de lácteos como el yogurt.
f) Desaparición de marcas puntuales de productos de primera necesidad. Un fenómeno
interesante tiene que ver con la desaparición de algunas marcas de productos que
afectan a sectores tradicionalmente ligados a los mismos. Tal es el caso de la harina
pre-cocida de maíz, que la población asocia a una marca específica y ante su
acaparamiento por parte de los distribuidores se califica como ausencia total del
producto, cuando hay otras marcas del mismo en los anaqueles.
g) Contrabando de extracción. Promovido desde países fronterizos con Venezuela. El
caso más reciente lo constituye la incautación de miles de toneladas de productos
alimenticios, para higiene personal, detergentes, baterías, etc., incautadas en un
operativo en el estado Zulia; un caso presentado por el vicepresidente de la República,
Jorge Arreaza.
En el plano externo:
93
1) Bloqueo a las fuentes de financiamiento. Por lo general controladas por
EE.UU. y sus aliados occidentales, quienes han estado implicados en las
acciones contra Venezuela. El caso más reciente el aumento del riesgo país
declarado unilateralmente por la calificadora financiera Moody's, institución
que además “alertó” sobre la posibilidad de “quiebra de la economía
venezolana”; hecho que dificulta el acceso a financiamiento y deprecia el
valor de los activos financieros venezolanos en el mercado internacional. Una
práctica nada inocente.
2) Descrédito de Venezuela y sus aliados en materia económica. Un eje de la
ofensiva incluye deslegitimar a los gobiernos e instituciones que invierten en
Venezuela; así, la participación de China y Rusia en proyectos productivos
son vistos como intentos de controlar el país o como injerencia en los asuntos
internos en un proceso que pasa por descalificar ante la opinión publica los
acuerdos y compromisos alcanzados por el gobierno nacional venezolano.
3) Ataque a los precios petroleros mediante un incremento de la oferta. Estados
Unidos viene aumentando la oferta con crudo obtenido mediante el método
de fractura hidráulica (fracking); a partir de la comercialización de
hidrocarburos obtenidos en Libia e Irak, luego de controlar la producción
petrolera de estos países tras la guerra de intervención llevada a cabo con sus
aliados de la OTAN; y el incrementos de la producción, por encima de la cuota
acordada en la OPEP, por países como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes
Unidos. Esto ha afectado la estabilidad de los precios del petróleo afectando
la principal fuente de divisas de Venezuela.
La Guerra ideológica
- Protestas generalizadas en el país por parte de sectores opositores que “resisten al régimen”.
94
gobierno. Una agenda ya observada en Chile, Libia, Siria, Irak, en las llamadas revoluciones
de colores y en los países en los que EU y Occidente están interesados en apoderarse de sus
recursos naturales. Y Venezuela es el país con mayores reservas petroleras del planeta, una
razón de peso para la acción desestabilizadora.
Esta práctica no debe confundirse con el debate necesario que debe darse en la
sociedad venezolana; no obstante, la acción manipuladora de los medios en no pocas
ocasiones descontextualiza el mismo para presentar supuestas fracturas en el seno de la
Revolución.
La Guerra política
Venezuela ha sido objeto de sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos que
representan una violación de su soberanía y que pretenden arrodillar a la nación. Destaca que
la vocería opositora ha perdido fuerza y capacidad convocatoria. Incluso los medios de
comunicación que asumieron el rol político en una etapa han perdido legitimidad.
Ante esta falencia, la ofensiva discursiva ha sido asumida por medios internacionales,
funcionarios estadounidenses o personeros políticos de otros países (como Álvaro Uribe
Vélez) quienes incursionan con igual intensidad sobre asuntos internos de sus respectivos
países como sobre la patria de Chávez y Bolívar.
La respuesta de la Revolución
95
actúa en la solución de las dificultades, incluso si estas pasan por revisar la conducta
de funcionarios o su procesamiento legal en caso de conductas que vayan en contra
de los principios de la Revolución o las leyes.
e) La gira del presidente Maduro responde a una estrategia encaminada a ampliar los
vínculos de Venezuela en materia política y económica, así como defender la OPEP
y llegar a acuerdos dirigidos a contrarrestar la baja de los precios del petróleo y el
impacto negativo en la economía.
Pero quizás la política de mayor impacto ha sido la presencia en la calle con el pueblo
para garantizar la marcha de la Revolución, siguiendo la ruta trazada por el Comandante.
Hemerografia:
• https://www.telesurtv.net/news/Guerra-de-baja-intensidad-contra-Venezuela-
20150114-0058.html
96
lucha frontal contra la pobreza extrema y la desigualdad. Para ello están movilizando los
recursos económicos, políticos y mediáticos necesarios, con el propósito de eliminar en el
más corto plazo, el fortalecimiento del proyecto revolucionario.
97
Siendo el objetivo final de la CBI el control de la población, más que el control militar
sobre el territorio, resulta de vital importancia para los Estados Unidos el hecho de aparecer
como defensor de los intereses concretos de algunos sectores sociales del país, bajo la
mampara de defender los “valores democráticos”, auspiciando a todos cuantos se les
aparezcan y que se quieran revertir las acciones revolucionarias. Para ellos es importante que
los perciban como tales y les otorguen legitimidad a los planes de desestabilización.
Importa destacar el rol que les ha sido designado a los intelectuales, que al amparo de
la revolución popular sandinista ganaron nombre y lauros, y que hoy día, forman parte del
coro de renegados que se rasgan las vestiduras por la política antiimperialista del FSLN.
Si observamos con claridad, veremos que tanto El Nuevo Diario como La Prensa,
hacen todos los esfuerzos mediáticos posibles, no sólo por ocultar los logros que en materia
de salud, educación, empleo, crecimiento de las exportaciones, mantenimiento de la energía
eléctrica, crédito para los medianos y pequeños productores, reversión de la concentración
latifundista y retorno de la propiedad agraria a quienes la saben producir; también lo hacen
para mantener una línea oficial de desprestigio en contra de los planes del gobierno, así como
para alentar a una oposición, que huérfana de ideas propias, necesitan de estos medios para
recibir orientaciones ideológicas.
98
Su objetivo es crear zonas de poder, a través de una relación de “disposición” con
sectores importantes de la población, que en última instancia serán la punta de lanza del
pretendido “derrocamiento” de la dictadura que se inventaron.
Los ingredientes por los que Brasil enfrenta hoy una de las crisis sociales y políticas
más importantes en su historia moderna se asemejan mucho a los problemas que las naciones
latinoamericanas más importantes enfrentan
99
mundo. "Pido que cuiden y acrecienten la unidad ante todo intento de división, es necesario
para crecer en paz y justicia los países de la patria grande".
Los ingredientes por los que Brasil enfrenta hoy una de las crisis sociales y políticas
más importantes en su historia moderna se asemejan mucho a los problemas que las naciones
latinoamericanas más importantes enfrentan; la crisis provocada por la baja en los precios de
los energéticos, inseguridad, corrupción, pérdida de legitimidad de sus gobernantes y
desigualdad social, podrían desencadenar en países como México, Venezuela y Argentina
una especie de reacción en cadena que provoque la caída de los Gobiernos actuales y, como
consecuencia, una grave crisis en toda la región. No suena descabellado pensar que la
intención de desestabilizar al eje de la integración sudamericana también busque como daño
colateral el colapso de la región.
Compilación del
100
https://www.crisisgroup.org/es/latin-america-caribbean/andes/venezuela/venezuela-tough-
talking
https://actualidad.rt.com/actualidad/218361-siete-caricaturas-ejemplifican-
intervencionismo-eeuu
http://www.baptistfaithmissions.org/Missionaries_in_Brazil.aspx
101
CONCORDIA PARVAE RES CRESCUNT
102
América Latina se ha caracterizado por ser un crisol cultural producto de la fusión entre la
cultura de los pueblos originarios y la cultura derivada de la herencia europea, la impronta
de la formación de los estados modernos durante el siglo XIX y las contribuciones de los
importantes movimientos migratorios tanto de ultramar como de países limítrofes con su
consecuente mezcla de costumbres, lenguas y saberes, que conformaron una peculiar síntesis
de expresiones culturales, específica en cada país de nuestra amplia región y con un mayor
o menor grado de diversidad. De todas formas, a pesar de las diferencias y peculiaridades
sociopolíticas y culturales, coexisten denominadores comunes muy evidentes y marcados,
como el idioma, una historia común y una condición compartida de naciones expoliadas por
las potencias centrales.
Aunque el concepto de Cultura es sumamente amplio, tanto así que se han escrito infinidad
de tratados antropológicos tan solo para tratar de definirlo, coloquialmente, en el lenguaje de
la administración pública la palabra Cultura se refiere al conjunto de actividades realizadas
por una población y el estado que la engloba relacionadas con el bagaje histórico, educativo,
artístico, científico y arquitectónico en un determinado momento temporal. Están
constituidas, por una parte, por los trabajos desarrollados por los miembros de la población
dedicados a ellas de manera profesional (es decir, con estudios formales o informales y
buscando percibir ingresos) o por los que las ejercen como estudiantes o aficionados, sólo
por un deseo de aprendizaje, crecimiento o esparcimiento, y por la otra, por las políticas
gubernamentales, instancias institucionales e infraestructura desarrolladas por el estado
precisamente para la normación, apoyo y realización de dichas actividades.
103
usualmente manejadas por instancias diferentes a las culturales, referidas más concretamente
a asuntos de administración o control interior, como la secretarías o ministerios de
gobernación o del interior. Por esta razón, sólo abordaremos estos asuntos de manera
colateral, pero sin dedicarles un apartado específico. Lo mismo puede decirse de todo lo
relacionado con las religiones.
• Participar en la vida cultural, lo que se refiere a la libertad para ejercer las prácticas
culturales y acceder a sus expresiones materiales e inmateriales, como también gozar de la
protección y promoción de las mismas.
• Gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones, entendido como el
acceso a los conocimientos, métodos e instrumentos derivados de la investigación, al igual
que la tecnología y las aplicaciones que emanen de ellos, a fin de satisfacer las necesidades
comunes a toda la humanidad y prever consecuencias adversas para la integridad y dignidad
humanas.
104
de cualquier clase, garantizando máximo nivel de garantías éticas de las profesiones
científicas.
Aunque las diversas tendencias político-económicas de los diferentes gobiernos de los países
latinoamericanos dan un diferente apoyo o énfasis al sector cultural, todos coinciden en que
este apoyo “viste” o legitima al poder del estado. De esta manera en los países con regímenes
más inclinados hacia la derecha del espectro político, dichos apoyos, otorgados con
presupuestos muchísimo muy inferiores a los de otros rubros, son ampliamente publicitados
y tienden a encaminarse a manifestaciones artísticas de élite o que pueden ser aprovechadas
como recursos turísticos. Por el contrario, al otro lado del espectro, los regímenes inclinados
a la izquierda tienden a dar más apoyos reales para el desarrollo cultural de toda la población,
desde programas masivos de alfabetización hasta el apoyo a manifestaciones artísticas
populares o a la democratización de las artes tradicionalmente vinculadas con las clases
dominantes, como la música clásica o el ballet.
105
Educación.
Uno de los principales indicadores del desarrollo cultural, si no el eje fundamental del mismo
en torno al cual giran los otros, es el grado de alfabetización de cada país de la región. Aunque
los países de Latinoamérica han logrado ciertos avances en sus indicadores educativos en las
décadas más recientes y han conseguido reducir las tazas de analfabetismo, este problema
sigue existiendo y representa una de las situaciones de exclusión más graves que debe
afrontar la región.
106
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (18
PAÍSES): TASA DE ANALFABETISMO
ABSOLUTO Y DE NO CONCLUSIÓN DE
CICLO EDUCATIVO DE LA POBLACIÓN
ADULTAa
(Alrededor de 2010)
90
80
70 58
44
60
50 24
40
30
20
10
0 N
o
Analfabetismo Absoluto No
c
conclusión Primaria No o
conclusión Baja
n
Secundaria c
l
u
s
i
ó
n
A
l
t
a
S
e
107
cundaria
108
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (23
PAÍSES): TASA DE ALFABETISMO 96 98 98 99 99 100
93 94 94 96 96
90 90 90 91 92 93
ABSOLUTO
84 85 87 PARA LA POBLACIÓN DE 15
75 78
AÑOS O MÁS, ALREDEDOR DE 2010
1
49
0
0
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Uruguay
México
Paraguay
Antillas Holandesas
Guatemala
Nicaragua
El Salvador
Rep. Dominicana
Honduras
Ecuador
Costa Rica
Cuba
Haití
Jamaica
Perú
Brasil
Panamá
Argentina
Chile
Trinidad y Tabago
Venezuela (Rep. Bol. de)
Colombia
109
Otro indicador importante para entender el desarrollo cultural y educativo es la cobertura
escolar de cada país y los índices de conclusión de los diferentes niveles educativos.
1 95 93 93 94 94 94 95 95 99 98 9589
88 89
83 80 81
0 71
75
66
0
59 59 60 58
51
45
39 40
90 36
33
29
25 80
110
70
60
50
40
30
20
10
México
Paraguay
Nicaragua
Ecuador
El Salvador
Uruguay
Guatemala
Rep. Dominicana
Argentina
Colombia
Honduras
Brasil
Costa Rica
Panamá
Chile
20 a 24 años 55 a 64 años
111
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (PAÍSES
SELECCIONADOS): PORCENTAJE DE PERSONAS
ENTRE 15 Y 74 AÑOS QUE HAN USADO INTERNET
(EN CUALQUIER LUGAR)
45 40 41
34
40 29 31
27
23 24
35
14 16
11 12
30
25
20
15
10
0
Uruguay
Rep. Dominicana
El Salvador
Nicaragua
México
Honduras
Paraguay
Ecuador
Costa Rica
Panamá
Chile
Perú
Brasil
Sin embargo, esta brecha está reduciéndose rápidamente, pues a pesar de este
acceso segmentado a la tecnología, los niños y jóvenes se están integrando al mundo
de la tecnología de modo masivo. De hecho, el aumento de la conectividad en los
hogares con jóvenes de entre 13 y 19 años es más acelerado que el que registran los
112
hogares compuestos únicamente por mayores de 20 años. Aun cuando el medio les
empuja, los adultos que crecieron y se educaron en la era pre-digital tienen mayor
dificultad de apropiarse de estas tecnologías en su vida cotidiana.
El sistema escolar juega un importante papel en las políticas de masificación
de acceso, formación y uso de las nuevas tecnologías digitales, justamente por su
capacidad de compensar las desigualdades de origen. De acuerdo a estudios
realizados en este sentido, se confirma que el acceso que los estudiantes de 15 años
tienen a la computadora y al Internet es bastante más significativo en el centro
educativo (93% y 82% respectivamente) que en el hogar (50% y 44%
respectivamente). Los niveles de acceso en el ámbito escolar son bastante similares
a los niveles promedio de los países más desarrollados miembros de la OCDE,
aunque no es así en los niveles de acceso en el hogar.
113
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Honduras 2007
Paraguay 2008
Brasil 2008
El Salvador 2008
Ecuador 2009
Panamá 2007
Perú 2009
México 2007
Chile 2006
Uruguay 2009
Lo anterior refleja que las TIC, utilizadas en el ámbito del sistema educativo,
ofrecen la oportunidad para que haya un avance en el crecimiento económico y en la
disminución de desigualdades sociales, pero también se corre el riesgo de que se
generen nuevas brechas intergeneracionales. Así, el desafío mayor está entre los
adultos con acceso tardío a las TIC, particularmente entre aquellos con menores
habilidades socioculturales y de menor nivel socioeconómico. Por ello, para
democratizar las oportunidades y derechos, se hace fundamental que los programas
114
de alfabetización general incorporen el componente digital, tanto respecto a difundir
capacidades a las personas como generar entornos apropiados para su utilización y
desarrollo.
115
autoridades e instancias públicas y, consecuentemente, están más preparadas para
intervenir y exigir de acuerdo a sus propias necesidades.
Ciencia
Hay una gran desigualdad en la producción científica entre los diversos países de
Latinoamérica. A primera vista esto puede estar relacionado con la relativa salud
económica de cada país, pero es innegable que incluso las regiones más grandes y
desarrolladas de Latinoamérica no producen un buen nivel de ciencia. Aunque la
región ha incrementado el número de instituciones de investigación y científicos en
años recientes, la brecha con los países desarrollados es todavía muy grande ya que,
además, los gobiernos desconocen la importancia fundamental de la ciencia y la
tecnología en el desarrollo de los países.
116
presupuesto en investigación. Desafortunadamente, esta visión no ha sido adoptada
por los países latinoamericanos, donde la investigación es considerada una actividad
menor realizada por una población elitista. Por lo tanto, los países con una débil
tradición de investigación dependen de países con una sólida cultura de investigación
y se mantienen como meros proveedores de materias primas. Además, algunos
problemas endémicos y regionales, serán ignorados por la comunidad científica
global hasta que ellos también sean afectados, como se mostró claramente con la
epidemia de ébola en países africanos. Algunos científicos latinoamericanos han sido
muy exitosos en el trabajo científico global; algunos incluso han sido merecedores
del Premio Nobel en ciencias naturales. La baja productividad científica en América
Latina no es consecuencia de falta de creatividad sino es más bien producto de un
ambiente poco propicio creado por los gobiernos de cada nación ya que la asignación
de recursos para investigación en América Latina es proporcionalmente mucho menor
que la de los países desarrollados.
117
FONTAR en Argentina, que asigno casi 50 millones de dólares para desarrollar
maquinaria computarizada. Sin embargo, estas posibilidades son todavía muy
limitadas y son básicamente manejadas por instancias gubernamentales
especialmente vulnerables a la inestabilidad política y económica.
118
tecnológica en el desarrollo, por dar sólo un ejemplo, de la farmacia o la industria de
equipos médicos, lo que les ayudaría a evitar sus altos costos.
119
La falta de visión de que la ciencia y la tecnología son de importancia
fundamental para el desarrollo de cualquier país es ya un problema crónico. Los
países latinoamericanos están muy lejos de otros en cuanto a desarrollo científico.
Durante el periodo 2000-2015, Brasil ocupaba el lugar 14º en el ranking, mientras
que México estaba en el 30º, y Argentina, Chile, Colombia, Venezuela Cuba, Perú,
Uruguay, Costa Rica, Ecuador y Panamá aparecen en lugares más bajos del mismo
ranking. También hay un gran problema de falta de colaboración entre investigadores,
lo que se ve reflejado en indicadores como el número de patentes obtenidas. En toda
la región se necesitan políticas públicas a largo y mediano plazo para establecer
objetivos claros entre investigadores, políticos, empresarios y ciudadanos.
Latinoamérica tiene una larga historia de “fuga de cerebros”, mientras que los
países desarrollados son los beneficiarios de esa misma fuga. En Chile, muchos
investigadores jóvenes y estudiantes post-doctorales padecen dificultades para
incorporarse al sistema científico y solo obtienen empleos precarios. Se mencionó
hace un momento que el número de instituciones de investigación es
sorprendentemente alto. Sin embargo, sus instalaciones son a menudo inadecuadas,
los laboratorios no están actualizados, las becas son bajas, los salarios no están en un
nivel internacional y los científicos, al igual que otros ciudadanos, no se sienten
seguros. En Argentina, el número de personas con una educación doctoral se ha
incrementado en los últimos años, pero sólo el 50% se ha incorporado al sistema de
investigación, 20% se ha marchado a otros países y el resto ha preferido cambiar de
actividad. En años recientes, 1269 investigadores deseaban regresar a Argentina para
continuar sus carreras en su propio país, pero no había suficientes puestos para
incorporarlos. De hecho, los investigadores latinoamericanos se sienten más
apreciados en países desarrollados que en sus propios países. El salario no es la única
razón; los investigadores sienten mayor libertad, estabilidad recursos y apoyos para
desarrollar sus capacidades por completo. Por lo tanto, la tentación de desarrollar su
carrera en el extranjero es muy alta. En Colombia, aproximadamente el 70-80% de
los recursos de COLCIENCIAS, la instancia gubernamental encargada del desarrollo
científico, están dirigidos a apoyar becas post doctorales, pero no hay fondos para
apoyar proyectos de investigación locales de ese nivel. Por consiguiente, si las
instituciones no proveen recursos para la investigación, los beneficiados de esas becas
postdoctorales se marchan al extranjero para trabajar en laboratorios bien equipados,
lo que a menudo desemboca en la emigración definitiva. Muchos becarios
120
postdoctorales prefieren pagar sus becas-crédito que regresar a su país. La fuga de
cerebros en Brasil se ha incrementado a causa de los recientes problemas políticos.
En contraste, a pesar de haber perdido a profesionales altamente calificados, México
ha logrado atraer a investigadores extranjeros a sus instituciones, especialmente la
UNAM, gracias a programas para la consolidación de ciencia y tecnología y al éxito
de programas de cooperación internacional.
A lo largo de la historia, las diferentes formas de expresión artística han precedido y hasta
predicho el desarrollo sociopolítico de una región o país en un determinado momento. De
esta manera, existen obras literarias, pictóricas, escénicas o musicales que han logrado captar,
antes que ninguna otra actividad humana, los cambios que se avizoraban para una
determinada cultura. Grandes movimientos sociales fueron anunciados mediante las
manifestaciones artísticas, aunque no de una manera obvia e inmediata, sino transmitiendo
las inquietudes de una colectividad. Sin embargo, para que las artes cumplan esta función
deben estar libres de los mecanismos de control que el estado le impone, a veces bajo la
forma de un aparentemente bien intencionado apoyo, beca o subvención. Por ello, las artes
realmente comprometidas con la transformación y el mejoramiento de la sociedad
121
generalmente encuentran su mejor campo de acción en las periferias del sistema, alejadas de
las formas artísticas consagradas por la burguesía como “alta cultura”. No obstante, muchos
creadores y artistas comprometidos logran incrustarse en las instancias dedicadas al fomento
de las artes creadas por el mismo estado, permitiendo entonces que una intelectualidad
artística progresista conviva, no con pocas confrontaciones o conflictos, con un sector
intelectual más bien conservador.
Latinoamérica no podía ser la excepción en este sentido y así encontramos que del mismo
modo como existen instituciones artísticas de corte oficialista, también existen compañías o
colectivos de creadores que realizan una exploración comprometida con su entorno y
comunidad, tanto en los soportes y los lenguajes utilizados, como con los contenidos
abordados de una manera estética. Y muy a menudo, esos colectivos encuentran los
intersticios para aprovechar los recursos estatales dedicados a la cultura oficial en beneficio
de su propio trabajo. De esta manera, es muy frecuente la situación paradójica de artistas
individuales o grupos que reciben apoyos, becas o espacios del mismo gobierno al que
cuestionan.
Esta situación puede ocurrir por alguna o todas las condiciones que se enumeran a
continuación: 1. El estado –o mejor dicho, la instancia gubernamental- otorga los apoyos
como un intento –muy a menudo logrado- por cooptar al artista cuestionador. 2. El apoyo se
otorga a estos artistas o grupos como una válvula de escape, consciente o inconsciente, en
aras de una supuesta libertad de expresión. 3. Los cuestionamientos planteados no tocan
situaciones o personas específicas y pueden ser “tolerados” sin mayor problema, al no
incomodar demasiado a esa instancia.
Así, el otorgamiento de una cierta autonomía para que gestores y creadores culturales
manejen espacios como los que fueron enumerados, así como también su inserción en
compañías artísticas oficiales, constituye un complejo mecanismo que relaciona a estos con
las instancias gubernamentales en un continuo “estira y afloja”. El estado busca una
legitimación como mecenas del arte y la cultura, que cuida los derechos culturales de sus
gobernados adjudicándose una libertad de expresión que muchas veces es meramente formal,
mientras que los creadores buscan espacios y recursos para realizar su actividad, muy a
menudo en condiciones de suma precariedad. En el fangoso espacio ubicado entre ambos
polos, hay un sinfín de situaciones intermedias que resultan muy complejas para ser juzgadas
a priori: ni todos los artistas pertenecientes a compañías oficiales son unos mercenarios al
servicio del poder, ni todos los artistas supuestamente independientes lo son realmente.
En los países latinoamericanos, sobre todo los que tienen una economía no tan marginal,
existen compañías de teatro, de danza o ballet, orquestas sinfónicas o grupos de música de
cámara que operan de manera más o menos estable en espacios como los que fueron
mencionados. Argentina –sobre todo Buenos Aires-, por citar un ejemplo, tiene una actividad
teatral que no tiene nada que pedirle a países europeos, desde grandes producciones de teatro
122
comercial de entretenimiento, hasta compañías o grupos dedicados a la búsqueda estética o
al teatro comprometido. Sin embargo, el manejo de los recursos dedicados a estas compañías
se maneja muy a menudo de manera discrecional. Por ejemplo, en México existe una
Compañía Nacional de Teatro que cuenta con infraestructura, apoyos y presupuesto para la
realización de producciones escénicas muy costosas. Sin embargo, sus directivos gozan de
un amplio margen para manejarla como un coto de poder dentro de la comunidad teatral. Sus
producciones muy a menudo son grandilocuentes y desproporcionadas, sobre todo para un
país donde más del 70% de la población urbana jamás ha pisado una sala de teatro, por no
hablar de la población de las áreas rurales.
Y como el ejemplo anterior, se pueden dar muchos más, en los que las manifestaciones
culturales y artísticas oficiales disfrutan de apoyos desmedidos, mientras que otros grupos
sobreviven a duras penas en una marginalidad casi permanente.
Sin embargo, algo positivo ha surgido de las dificultades que enfrentan los creadores
culturales que no forman parte del oficialismo. Los artistas latinoamericanos han buscado –
y encontrado- nuevas formas de expresión estética que les han permitido desarrollar un arte
vinculado con sus respectivas comunidades y que, en algunos casos, han roto por completo
con el esquema del artista-espectador y/o con el concepto del arte como mercancía.
123
El programa se difundió por toda Latinoamérica y ha demostrado que la educación musical
puede convertirse en un eje dinamizador para el desarrollo de un pueblo, no sólo en lo
eminentemente musical, sino también para la creación y fortalecimiento del tejido social.
124
provocaron la creación de obras teatrales, instalaciones y piezas “site specific” que reflejan
la auto-descripción de Mapa Teatro como un "laboratorio de la imaginación social" y que
involucró a los propios habitantes del barrio, no como meros espectadores, sino como
partícipes del montaje mismo, como performers y narradores de sus propias historias.
• Teatro Línea de Sombra, compañía mexicana, cuyos montajes de teatro político narran
problemáticas como la migración, los movimientos sociales, la degradación de las ciudades
por la violencia del narcotráfico. A diferencia de la escena contemporánea europea, que
padece un engolosinamiento de los recursos tecnológicos de una manera efectista, TLS utiliza
la proyección de videos y su interacción con actores, junto a pantallas y la creación de
paisajes de objetos para narrar de manera directa al espectador todas estas problemáticas.
También ha mostrado las cuestiones relacionadas con la migración indocumentada mediante
grandes instalaciones habitadas donde los actores se mezclan con los espectadores y donde
poco queda ya del concepto de teatro tradicional.
En la actualidad, los diversos países de América Latina, en mayor o menor medida, cuentan
con infraestructuras culturales de diversos tipos que, en cierto modo, responden a la visión
cultural y artística de los diferentes contextos históricos, sociales y económicos en los que
fueron concebidas. Es así que conviven edificaciones dedicadas a la cultura que responden a
una concepción más clásica, como los grandes teatros, museos, bibliotecas y salas de arte,
junto con las derivadas de una visión más contemporánea, como los cines, los centros
culturales y los espacios alternativos. Además, se ha podido observar el surgimiento de
proyectos culturales autónomos, operados por colectivos artísticos, como galerías o salas de
micro-teatro en casas o edificios comerciales o hasta abandonados.
Para poder aspirar a una sociedad más democrática, caracterizada por el pluralismo, por el
diálogo y la cooperación, en un marco de igualdad de oportunidades y en libertad, se necesita
en la actualidad el reconocimiento de las características propias de cada espacio cultural a
través de un diálogo constructivo que contribuya en ese sentido a una sociedad más integrada
y más justa con más equidad. Por lo tanto, las infraestructura, edificios y equipamientos
culturales constituyen de las herramientas fundamentales para el encuentro, el intercambio y
la construcción del conocimiento.
125
Esta diversidad de instituciones culturales públicas o privadas, grandes o pequeñas, simples
o complejas conviven complementando, retroalimentando y generando una sinergia cultural
positiva, socialmente provechosa y culturalmente plural. Las diferentes concepciones y
diseños institucionales han contribuido a dar origen al nacimiento de organizaciones híbridas
que plantean nuevas formas de trabajo en el campo artístico cultural, nuevos manejos de las
infraestructuras, de los equipamientos y de los recursos, y una peculiar visión sobre el acceso
y los modos de creación y producción artísticos, como aquellas que conjugan en un mismo
espacio los elementos tradicionales con la diversidad y adaptabilidad de nuevas formas de
expresión, más contemporáneas, reuniendo actividades diversas como música, artes
plásticas, formación académica, conferencias y muchas otras actividades, que construyen
diálogos y puentes que permiten pensar que otra realidad es posible.
En este escenario, analizar la infraestructura cultural, los recursos y las unidades de creación
y producción y acceso de contenidos, nos lleva a analizar sobre los nuevos modelos de
gestión que han aparecido en la región y las nuevas formas en las que se deben desenvolver
las organizaciones e instituciones culturales y los profesionales del sector, los artistas, los
creadores, el público o los grupos sociales a los que van destinados. Luego entonces,
reflexionar sobre la evolución de las edificaciones o instalaciones culturales es hacerlo a
partir de las dinámicas sociales y la experiencia humana en los diferentes contextos sociales,
políticos y económicos que les dan sentido.
126
En un contexto caracterizado por la globalización, la diversidad los cambios constantes, la
emergencia de otros públicos, la investigación y experimentación de nuevos lenguajes
artísticos y el surgimiento de nuevas formas y soportes, han surgido espacios culturales
diferentes a los tradicionales, dando origen a técnicas y modalidades de expresión de
vanguardia tecnológica y/o estética, que aportan la base donde se sustentan todo tipo de
intervenciones artísticas, como es el caso de los llamados micro-teatros, espacios escénicos
que operan en casas habitación, donde grupos pequeños de espectadores van viendo cada
parte de la obra en un cuarto distinto y que además funcionan como galerías de arte y
cafeterías, por dar un ejemplo concreto.
Observando lo anterior, se puede decir que la infraestructura cultural, ya sea estatal, privada
o de colectivos de creación cultural, debe tener la suficiente flexibilidad para que vaya más
allá de la habitual definición de un sitio dedicado a la actividad cultural, planteando una
nueva visión en la que sea la actividad la que configure los espacios y no al revés. Estos
nuevos centros de cultura deben ser adaptables a diversas realidades y propuestas, no solo
actuales sino también futuras. Deben proyectar la posibilidad de usos no previstos en el
momento en que se construye el edificio, por lo que debe optimizarse la inversión con
parámetros múltiples y estratégicos, que contemplen estos aspectos en la instancia de
proyecto a desarrollar.
Históricamente, los edificios dedicados las artes u otras actividades culturales, han sido
definidos por la concepción que la sociedad tiene acerca de lo que es arte y cultura en general.
Por ejemplo, la producción teatral latinoamericana estuvo, hasta la independencia, a
principios del siglo XIX, fuertemente influida por el teatro español, sin perjuicio al desarrollo
de otras expresiones teatrales más populares, como el teatro callejero o el pequeño teatro. Es
por ello que abundan, a todo lo largo de Latinoamérica, edificios teatrales creados para esta
forma específica de creación escénica, que por cierto, también fueron escenario de
acontecimientos políticos. En los años sesenta del siglo XX se produjo una renovación en la
concepción del teatro, con la emergencia de grupos teatrales y la apertura a la dinámica de
laboratorio de nuevos proyectos de vanguardia. Por su parte, la cinematografía –y las salas
donde se presentaba- se iniciaron en los países latinoamericanos a principios del siglo XX.
Las circunstancias sociales, económicas y políticas marcaron con los años un arte e industria
cinematográficos dominados por el mercado global, es decir, por producciones
norteamericanas. No obstante, esta situación no impidió que en diversas épocas floreciesen
aportes que mostraron la singularidad de la producción latinoamericana, apoyada a lo largo
del tiempo, y en gran medida, en la coproducción entre países de habla hispana, como podría
decirse de la llamada Época de Oro del Cine mexicano, y sus equivalentes de cada nación,
como es el caso del cine argentino y colombiano, que a menudo tuvieron intercambios en lo
creativo y lo comercial.
En los últimos años del siglo XX y la primera década y media del XXI, nuevos formatos
tecnológicos, aplicados a los sistemas de producción industrial, primero y la consecuente
127
revolución tecnológica de las comunicaciones después, abrieron perspectivas novedosas
donde la inmediatez de la imagen nos ha aproximado a una globalización que marca
definitivamente un antes y un después. Por su parte, los museos comienzan a desarrollar
nuevos usos e interpretaciones del patrimonio cultural, relacionados con una transformación
que indica un cambio de los axiomas que dan legitimidad a la producción del conocimiento.
Se debe a que en Latinoamérica, el museo, como institución cultural, está procesando una
nueva manera de encarar el conocimiento y el reconocimiento del mundo en relación, entre
otros, a los cambios establecidos a partir de la hegemonía de la televisión y las industrias
culturales, lo que lleva a redefinir la vinculación entre el público visitante y el propio museo.
De esta manera, han surgido espacios museísticos donde es posible interactuar de una manera
mucho más lúdica con los contenidos expuestos, sin que por ello hayan desaparecido o
cambiado los museos tradicionales. En este mismo sentido, desde los años sesentas, tal por
la necesidad de una sensación de mayor libertad, reflejada por los movimientos juveniles del
68 con aquella rebelde consigna de “prohibido prohibir”, se produjo un cambio notable de
la forma de producción de contenidos y de acceso a los mismos. Surgieron los centros
culturales como modelo de organismos más flexibles, plurales y pretendidamente
democráticos, convirtiéndose en la institución que mejor encarnó y representó las
características y necesidades de la dinámica social de las últimas décadas. Además, se abrió
una fisura en la concepción monolítica de espacios para un solo tipo de actividad cultural.
Este proceso llevó a una profunda redefinición de los espacios culturales y las actividades
que allí se desarrollan, incluyendo los modelos de producción de sus contenidos.
128
Hacia fines de los ochenta, después de las diferentes dictaduras que padecieron varios países
latinoamericanos, la administración pública, consciente del potencial político que tiene
fomentar, o al menos aparentar fomentar al arte y la cultura contemporánea, marcó un nuevo
escenario para la creación de espacios y equipamientos culturales. Ya en los años noventa la
tendencia en las actividades desarrolladas en los centros culturales se caracterizaron por un
mayor uso de la teatralidad y el mayor uso de las estrategias artísticas hacia el plano social y
hacia cierta democratización sobre los procedimientos de producción y manipulación de
contenidos, en los que los proyectos y propuestas artísticas y culturales podían anclar en
cualquier espacio físico, preferentemente no convencional. Las viejas fábricas, depósitos y
comercios abandonados por los cambios en los medios y modos de producción industrial, los
viejos edificios deshabitados en los procesos de reforma urbana, y los parques y espacios
públicos que se abrieron con la demolición de antiguos cascos urbanos se convirtieron en
lugares que pudieron albergar un sin fin de nuevas actividades culturales.
Una lista no exhaustiva, sino solamente para dar algunos ejemplos de estos nuevos espacios
culturales emergentes es la siguiente:
• Los Parques Bibliotecas de la Ciudad de Medellín (Colombia), denominados así por ser
espacios que conjugan conocimiento y esparcimiento. Los cuales, en sus edificios centrales
funcionan una biblioteca con equipamiento tecnológico, internet de banda ancha y amplios
espacios circundantes de uso público, con áreas verdes peatonales.
• El Parque Biblioteca España se construyó en las laderas de las montañas que circundan la
ciudad de Medellín y está compuesto por tres bloques negros, con salas de internet, colección
de libros, ludotecas y salas de lectura.
129
Parque biblioteca Fernando Botero - San Cristobal - Medellín - Colombia
• El Parque Biblioteca Belén, que posee tres amplios espacios al aire libre, salas de lectura,
colecciones bibliográficas, salones para talleres, auditorios cerrados y al aire libre, salas de
exposiciones, ludotecas, computadoras de uso libre con conexión a internet de banda ancha
y cafeterías, entre otros servicios.
130
Parque Biblioteca Belén - Medellín - Colombia
131
Parque Biblioteca "La Quintana" Tomás Carrasquilla - Medellín - Colombia
• El Parque Biblioteca San Javier Presbítero José Luis Arroyave, fue el primer parque
biblioteca construido en la Ciudad de Medellín en 2006, con fácil acceso y ubicado en una
de las zonas más pobladas, por lo que se ha convertido en un espacio de encuentro en sus
áreas verdes e instalaciones que incluyen sala de internet, ludoteca y aulas de estudio.
132
Centro De Arte Maracaibo Lía Bermudez, Maracaibo, Venezuela
Otro ejemplo es el Centro Cultural Estación Mapocho, inaugurado en el año 1994, ubicado
en el Parque de los Reyes, en Santiago de Chile, en el edificio de la antigua Estación de Tren
Mapocho de la empresa de ferrocarriles estatales y que fue concebido como un espacio
patrimonial destinado a la difusión cultural del país, además de ser punto de encuentro en
torno a ferias, congresos y conferencias internacionales.
Vista del exterior del Centro Cultural Estación Mapocho, Santiago, Chile
133
El Museo de la Ciudad de Quito fue inaugurado en 2009. Antiguamente fue el Hospital San
Juan de Dios y conserva el patrimonio arquitectónico del edificio civil más antiguo de Quito.
134
Vista externa Teatro San Martín, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
135
biblioteca, cuenta con una variada oferta cultural como conciertos, exposiciones,
conferencias, talleres y seminarios.
136
reinterpretación de las nuevas corrientes museísticas y de los nuevos abordajes sobre la
interpretación de la historia de los pueblos originarios.
Asimismo, los espacios tradicionales han debido actualizarse tecnológicamente para poder
albergar los nuevos contenidos artísticos y de esa manera mantenerse vigentes. Algunos
ejemplos de ello son el Teatro Solís de Montevideo, reinaugurado en esta nueva modalidad
en el año 2004, el Teatro Colón de Buenos Aires reinaugurado así en el 2010 y el Teatro
Nacional Sucre en Quito, Ecuador. Los tres espacios atravesaron un proceso de profunda
reconstrucción, de infraestructura y equipamientos concebida conjuntamente con un nuevo
modelo de gestión para así poder adaptarse a los contenidos de nuevas producciones sin dejar
por ello de ser espacios para la presentación de formas artísticas más clásicas.
137
Teatro Solis, Montevideo, Uruguay.
138
Teatro Colón, Buenos Aires, Argentina.
139
Los centros culturales pueden ser se gran utilidad para intervenir en zonas de alta
vulnerabilidad social donde se crean espacios para el aprendizaje de oficios culturales, la
participación en actividades de las artes, lugares de encuentro, reflexión e intercambio de
saberes y construcción de conocimiento, que convierten a la cultura en un eje transformador.
Así, se ha podido observar que los centros culturales pueden ser detonantes de desarrollo no
sólo cultural, sino también social. Por ello, hay que hacer mención de algunos centros
culturales y artísticos que fueron construidos de manera expresa para servir a estos objetivos
en zonas de alta marginalidad. Algunos de estos ejemplos son la Red de Fábricas de Artes y
Oficios de la Ciudad de México, conocidos como FARO, a través de los cuales se ofrecen
actividades de formación en diversas disciplinas artísticas y de esa forma se intenta, con
mayor o menor éxito, la transformación social de zonas marginales. Al momento funcionan
cuatro FAROS en la Ciudad de México:
• El Faro de Oriente, cuya creación estuvo pensada como una forma de combatir la
inseguridad mediante la apropiación del espacio público a través de la oferta de talleres y
otras diversas actividades artísticas y culturales. El edificio donde funciona el Faro de Oriente
evoca un barco de concreto puro. El éxito de la propuesta sirvió como antecedente para que
las autoridades de la ciudad de México pusieran en marcha otros espacios FARO, buscando
llegar a la periferia capitalina con propuestas culturales y de formación en educación no
formal.
140
• El Faro Indios Verdes contribuye mediante la oferta gratuita de servicios educativos y
talleres de artes y oficios al combate del desempleo y la marginalidad en una de las zonas
más relegadas del Distrito Federal.
141
• El Faro Milpa Alta, es un espacio cultural que fue concebido como un lugar de encuentro,
donde se llevan a cabo diversas formas de creación y expresión artísticas destinadas a la
comunidad que integra la delegación Milpa Alta y pueblos aledaños. Las propuestas
culturales de este espacio tienen el desafío de ofrecer herramientas culturales y artísticas que
permitan la inserción laboral respetando y fomentando el patrimonio cultural y la identidad
de los pueblos originarios que habitan estas regiones.
• El Faro Tláhuac funciona como una plataforma desde la cual se busca consolidar un modelo
preventivo de seguridad pública en su entorno inmediato. La transformación comunitaria se
intenta alcanzar por medio de la formación de públicos para las artes y la colaboración en la
educación no formal de jóvenes, niños y adultos.
142
Faro Tláhuac - Distrito Federal de México.
Fuera de la Ciudad de México, se puede dar como ejemplo de la importancia de los espacios
y la infraestructura cultural para la re-significación y rehabilitación de zonas de alta
marginalidad a los Centros Comunitarios de Desarrollo Social y Cultural establecidos en
algunas ciudades especialmente conflictivas de México, como Ciudad Juárez, Chih. y
Nogales, Son., entre otras. Dichos centros fueron construidos en colonias alejadas, poco
equipadas y con altos índices de violencia y delincuencia, como es el caso de la colonia
Puerto La Paz, en las afueras de Ciudad Juárez y a unos metros de la línea fronteriza con
Estados Unidos. Esta colonia, construida precariamente en una zona de cerros arenosos,
donde las casas se deben cimentar sobre pilas de neumáticos para evitar que se hundan en el
suelo poco firme, presenta altos índices de delincuencia e inseguridad. El CECODES de
Puerto La Paz, como los otros centros, ofrecen clases gratuitas de música, teatro y danza para
los niños y jóvenes y actividades manuales y reactivación física para los adultos. Aquí se
pudo observar en directo la manera como el tejido social comienza un proceso de
saneamiento a partir de las actividades realizadas. Los padres comenzaron a llevar a sus hijos
a las diversas clases. Por razones de seguridad, preferían esperarlos afuera del centro. Mucho
se inscribieron a los cursos para adultos, así fuera sólo para matar el tiempo de espera. Como
los padres en espera constituían un grupo numeroso, pronto comenzaron a organizarse
espontáneamente para apoyar las actividades de sus hijos y organizar muestras y festivales
donde sus hijos pudieran mostrar lo aprendido. Dichas organizaciones informales pronto se
constituyeron en interlocutores con las autoridades municipales para asuntos relacionados
143
con la propia colonia, como alumbrado público, drenaje y vigilancia policiaca. De acuerdo a
lo manifestado por la propia presidencia municipal de Ciudad Juárez, en esa zona hubo un
decremento en los índices de delincuencia y de violencia intrafamiliar
• El SESC Pompéia se encuentra al oeste de la Ciudad de San Pablo, fue construido en una
fábrica antigua de tambores.
• El Sesc Bom Retiro, por su parte, fue inaugurado en el año 2011. Posee 14.000 m2 de
superficie construida, cuenta con un teatro, gimnasio, salas de exposiciones, sala para uso de
144
internet libre y una biblioteca que cuenta con una selección de textos de las distintas culturas
de los ciudadanos que viven en el barrio: judíos, armenios, griegos, bolivianos, colombianos,
coreanos, etc.
• El SESC Consolação, por su parte, fue inaugurado en 1967 y cuenta con teatro, salas de
exposiciones, un centro de música experimental. El sitio también alberga el teatro Anchieta,
salones de baile y gimnasio.
145
Sesc Consolação - Sao Paulo, Brasil.
146
Conclusión
Las últimas tres décadas han sido testigos de una profunda transformación en toda la región.
La globalización, como proceso multidimensional, integró distintos fenómenos tecnológicos,
políticos, económicos y sociales que se manifestaron bajo la forma de un profundo cambio
de los estados nacionales a partir de la limitación de sus capacidades soberanas por
mecanismos de control más sutiles por parte de los centros del poder imperial.
147
contenido propio, de una Latinoamérica, que aspira incorporarse a la era de la globalización
de manera vigorosa pero preservando sus riquísimas y peculiares identidades.
9º y último.
Bibliografía
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an insider perspective. Cell Stress and Chaperones: an integrative journal of Stress Biology
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Del Álamo Nuñez, Enrique et al. Manual Atalaya: Apoyo a la Gestión Cultural. Universidad
de Cádiz, 2015.
Ortiz, Rubén. Escena Expandida: Teatralidades del Siglo XXI. Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), México 2013.
148
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Informe de la Relatora Especial
sobre los derechos culturales, Farida Shaheed: “Derecho a gozar de los beneficios del
progreso científico y sus aplicaciones”, 20º Período de Sesiones, 14 de mayo de 2012.
149
CONCORDIA PARVAE RES CRESCUNT
150
“Las etnias son unidades operativas del proceso civilizatorio,
Darcy Ribeiro
Introducción
La historia de las etnias de América Latina se encuentra marcada por las luchas por
el control de sus recursos energéticos. En una disertación como parte de un seminario sobre
globalización cultural, el doctor Richard N. Adams (1996) propuso un concepto para referir
los fenómenos de movilización indígena en Latinoamérica, destinados a devolver el control
étnico sobre sus propios recursos naturales, a los que caracterizó como “La oleada étnica”.
151
su lugar, se propone la etnicidad como base de la solidaridad, una mirada hacia dentro, hacia
los ancestros y lo primordial. De hecho, las etnias se componen de mitos, recuerdos,
valoraciones y símbolos, asentadas sobre el parentesco y la ascendencia como definitorias de
su identidad, pero también con un sentido de historicidad propia y relativa que comprende
sentidos emocionales en los sujetos que la componen. Pero toda demanda de identidad y
autodeterminación implica dos manejos fundamentales por parte de la etnia: el control sobre
los recursos propios y la estructuración de un discurso que defina la identidad cultural, la
cultura propia y la historia étnica. Es en este sentido que aquí se propone al control sobre los
recursos energéticos como base sustancial de todos los movimientos étnicos en América
Latina.
La tensión entre el Estado y las etnias estriba en que el primero apenas cede un poco
de flujo energético a las segundas, manteniendo así una brecha tecnológica que se antoja
insalvable. Es decir, en palabras del propio Adams:
“No había manera de que la parte pobre del mundo pudiera acceder a un futuro de
seguridad económica y paz política. Mientras el desarrollo creaba riqueza en unos sectores,
provocaba cada vez mayor marginación en otros.” (Adams, 1996; 1)
Pero hoy las etnias viven una emergencia, en donde es el incremento del consumo
energético el que pesa sobre cada movilización, en donde priva un esquema coordinado de
control energético a nivel local, de distribución social de los recursos y de concentración de
poder balanceado y no permanente. A contramano, está el consumo energético centralizado
en las grandes empresas, las más de las veces multinacionales y bajo un esquema de control
absoluto, con unos pocos dominando sobre muchos.
152
“Unidades operantes”, por ser un agregado de seres humanos que comparten una
preocupación adaptativa común con respecto al medio ambiente. En el presente
trabajo, se muestran las etnias de América Latina concebidas como unidades
operantes de recursos energéticos que se
inscriben dentro de su dominio de poder y
territorial, en movilización por la
conservación de sus propios recursos
energéticos.
153
el argumento del “daño colateral” que provocaron las epidemias que trajeron los europeos.
La Encomienda, institución medieval europea para la producción en los feudos, fue aplicada
en América con las consecuencias de la esclavitud y el genocidio, al obligar a los pueblos a
servir directamente en las haciendas españolas. Posteriormente, el sistema del repartimiento
con base en el cuatequitl indígena (mita en Perú), obligó a los pueblos a servir en las obras
de servicio público. El control de comunidades y de tributos implicó el reconocimiento de
caciques, principales y calpixques indígenas subordinados al gobierno español y la aparición
de castas de caciques déspotas.
Si el siglo XVI se definió como un proceso histórico en donde España probó sistemas
de dominio y extracción colonial, el siglo XVII vio un nuevo cambio en la estructura
económica de extracción sobre las comunidades indígenas en México, al desaparecer las
encomiendas y el cuatequitl (repartimiento forzoso de trabajadores) y ser sustituidas por
haciendas y ranchos españoles que contrataban libremente trabajadores, pero en calidad de
acasillados, una suerte de esclavitud que los obligaba a permanecer trabajando en la hacienda
por medio de fuertes endeudamientos. Ello trajo como resultado dos consecuencias: el cíclico
derrumbe demográfico, al invadir, despojar y ocupar los hacendados las tierras comunales, y
la sustitución del mercado interno y el abasto indígena a las ciudades, desplazados ambos por
las haciendas, mismas que acapararon el poder en ciudades y villas. (Florescano y Gil, 1995)
154
Uno de los resultados de ese proceso de dispersión económica, fue la reducción del
espacio social de las culturas indígenas y la amputación del desarrollo institucional de las
comunidades, dentro de un proceso de aislamiento y reducción del espacio social que, no
obstante, devino un reforzamiento de la identidad local. Así, a una fragmentación del espacio
social mayor, correspondió la división en sistemas comunitarios menores y sus
correspondientes territorios comunales, merced a la asignación de santos, que suplieron a los
antiguos dioses comunes y a la designación de autoridades locales, que hicieron lo mismo
con el antiguo señor universal étnico.
155
estado mexicano, el mismo proveía razones para su aniquilamiento, como las que
proporcionaron intelectuales como Francisco Pimentel (heredero por la vía conyugal de los
condes de Heras Soto e hijo de un aventajado legislador conservador, predilecto de Santa
Anna y Maximilano) en su Memoria sobre las causas que han originado la situación actual
de la raza indígena de México. Para él, había dos serios problemas en la cultura aborigen: la
“religión bárbara” y el sistema del comunismo, amén del “maltratamiento que les dieron a
los españoles”, la falta de una religión ilustrada y “la infancia perpetua de los indios”. Otros,
como Alfonso Luis Velasco, sentenciaron lacónicamente que “Las razas aborígenes son un
obstáculo para la nación”. O bien, la genial definición del darwinista social Francisco Bulnes,
para quien la debilidad política del país se debía a la inferioridad del indígena. Pero nada
puede ser tan demoledor para un geógrafo o un historiador cuando leemos las tristes palabras
de Antonio García Cubas, autor del extraordinario El libro de los recuerdos: “Los grupos más
civilizados hablan francés, inglés e italiano. La población europea reside en la ciudad de
México, y desde ahí dirige la agricultura, la minería y la industria”, palabras que nos
recuerdan a preclaros dirigentes del ala más ultraconservadora del Partido Acción Nacional.
156
como esclavos a Cuba, y las otras rumbo a la hacienda de Valle Nacional, en Oaxaca, donde
morían en medio del hambre, enfermedades o trabajos forzados. Más de 15 mil yoremes
fueron deportados entre 1902 y 1908: una tercera parte de su población originaria. La
diáspora yoreme paró debido a las protestas de rancheros y hacendados ante la crueldad, la
reducción de demanda de mano de obra en Yucatán, la alianza de yaquis y magonistas, y la
denuncia de Kenneth Turner. Quien
esto escribe, guarda testimonio
grabado en voz de los ancianos
descendientes de indígenas mazatecos,
quienes perecieron en la explotación
de Valle Nacional y otra hacienda
llamada Málsaga, hoy bajos las aguas
de la presa Miguel Alemán. Su
testimonio es en todo coincidente con
el reportaje de John Kenneth Turner.
Las continuas guerras etnia-Estado (ya no digamos exclusivo de los liberales, como
pretenden hacer ver los neo-conservadores milenials), tuvieron una consecuencia a todas
luces imprevisible: la alianza de los llamados Cuatro Cantones (huicholes, coras, tepehuanos
y mexicaneros) con el Imperio de Maximiliano, en 1864, por el lado conservador, y la
ejemplar batalla del 5 de mayo en Puebla, del lado republicano, donde fueron los nahuas de
la Sierra Norte de Puebla los que destacaron en la lucha, pero también en la creación de la
Guardia Nacional, para defender derechos tradicionales, si bien la creación desde 1849 de la
Policía Rural fue usada para reprimir levantamientos indígenas y servir a los hacendados en
la captura y castigo de peones acasillados, no sólo para combatir bandidos.
157
El caso del mestizo Manuel Lozada (“El tigre de Alica”), líder tepiqueño de las cuatro
etnias coras, wixaritari, tepehuanos y mexicaneros en alianza, fue un caso de la conducta
seguida por las etnias de acuerdo a las circunstancias históricas de la política nacional:
primero bandido, luego liberal, después conservador, ahora fuerza neutral, imperialista,
republicano… la saga de Lozada entre 1856 y 1873, fue también benéfica para los cuatro
cantones, pues no sólo unificó a los pueblos del Nayar, sino que también repartió tierras
arrebatadas a los hacendados, para concluir la epopeya con su Plan Libertador de 1873, el
mismo año en que fue aprehendido y pasado por las armas.
Pero la prensa en Mérida, que servía directamente a los hacendados blancos, exageró
la nota y, en una ola de violencias discursivas amarillistas, instigó lo que ellos llamaron
“Guerra de Castas”, acusando crueles degüellos de familias de blancos en las haciendas y
otras barbaridades, recurso que impedía saber los verdaderos motivos de los levantamientos.
Así, pronto comenzaron las oportunas justificaciones de funcionarios, como José María Luis
Mora, entonces embajador de México en Inglaterra, quien solicitó a ese gobierno pronta
ayuda contra los mayas o la de Justo Sierra O’Reilly, quien sentenció que “…esa raza debe
ser sojuzgada severamente y aún lanzada del país”. En general, los gobernadores yucatecos
participaron en la venta de esclavos mayas y yaquis a Cuba, en el puerto de Sisal.
Luego de controlar la parte oriental de la península, los cruzoob casi tomaron Mérida
en más de una ocasión, pero el gobierno yucateco hizo ofertas de paz que no llegaron a
158
concretarse, quizá por el tamaño de las exigencias mayas: un jefe vitalicio electo por ellos,
algo muy cercano a la autonomía. Luego, ante el cambio en la correlación de fuerzas en el
gobierno federal, que hasta entonces había permanecido neutral, el ejército porfirista ocupa
Chan Santa Cruz (1901). En 1915, en medio de la vorágine revolucionaria, los cruzoob
recuperan el santuario y destruyen la infraestructura civil (ferrocarriles, obras hidráulicas y
telégrafos), para intentar devolverle su halo de sacralidad. Actualmente es la ciudad de Felipe
Carrillo Puerto, Estado de Quintana Roo, el culto de la Cruz Parlante continúa en la
actualidad.
159
Luego de dos siglos de luchas campesinas (s. XVIII y XIX), la forma de vida de las
etnias de México muestra los efectos de la pérdida de tierras comunales hasta en 90% en el
altiplano central; en Yucatán, el desequilibrio regional se expresó en la población desplazada
hacia la zona henequenera (en el nor-occidente), en tanto el sur-oriente quedó en el atraso. A
la falta de reconocimiento de las comunidades indígenas, siguió la negación de su alteridad,
su cultura y sus tradiciones como patrimonio de la nación. Así, el siglo XIX tuvo su propio
sello anti étnico: afectaciones de tierras comunales, deportaciones masivas, disolución de
lenguas nativas y dislocación de formas de relación etnia-Estado nación.
Entender el racismo en México pasa por reconocer esa conciencia social excluyente
que ataca valores y tradiciones indígenas como “enemigos del progreso y culpables del
atraso”; la intolerancia y la negación de valores indígenas se propusieron desde entonces
como condiciones de la modernidad: la asunción de valores políticos, sociales y económicos
viniendo del modelo europeo. Justamente, la educación formal creada por ese mismo
proyecto integró la memoria desmembrada en un relato coherente, en donde el nacionalismo
forma una comunidad política imaginada y homogénea. A este proyecto habrían de
incorporarse los museos nacionales en México. (Florescano, 1998)
160
Primero encontramos un componente indoamericano, en donde se encuentran
Mesoamérica y los Andes centrales, caracterizados por la existencia de un señor universal (el
Huey Tlatoani, en Mesoamérica y el Inca en los Andes); una organización política compleja
y estratificada, expresada en ciudades-Estado o imperios determinando su carácter
civilizatorio; una agricultura hidráulica de regadío tecnificada, controlada por la casta
dirigente y quienes también poseían el excedente; un calendario y un grupo sacerdotal que
controlaba el conocimiento cosmogónico; una organización social basada en barrios o
calpullis en Mesoamérica y ayllús en los Andes. A esto se debe agregar la vecindad con los
grupos de cazadores-recolectores, con quienes se tenía una relación hasta ambivalente, pues
en sus mitos de origen como etnia dominante, ambos imperios localizaban ahí su estirpe. La
Gran Chichimeca o Teotlalpan fue para los mexicas residencia de los salvajes del norte que
poblaban el desierto y en donde las biznagas parían dioses, así como el lugar en donde estaban
las siete cuevas, su lugar de origen, pero también con quienes se intercambiaba los productos
de Aridoamérica.
El tercer componente viene por línea directa de los colonizadores. Lejos de la vieja
idea de una composición unicultural proveniente de España, el grupo hegemónico que venía
de Europa no se componía sólo de caucásicos señores feudales españoles y cristianos. En
esta composición había cripto-judíos, cristianos nuevos, franceses, belgas, holandeses,
teutones y mozárabes; en una segunda oleada colonizadora, ya en plenos siglos XIX y XX,
los inmigrantes y colonizadores venían de Italia, Irlanda, China y Líbano.
Fueron estos componentes originales básicos los que dieron lugar al tipo de
sociedades nacionales en el continente americano, como propone Darcy Ribeiro (en: Bonfil,
1992):
161
Pueblos nuevos (Brasil, Grancolombianos, Antillas y Chile). La composición de estas
naciones se caracterizó por un proceso de miscigenación de pueblos indios y un dominio
colonial despótico. En Brasil, las
etnias del Amazonas fueron
confinadas a lo profundo de la selva,
en reservas tipo bantustanes donde hoy
padecen un trato como especies
naturales. En las Antillas, etnias como
los tahínos, siboneyes y guanatabeyes
fueron prácticamente diezmados en
todas las islas, pese a las pequeñas
guerras de resistencia, como la del jefe
Guarionex o Hatuey. En Chile, los
mapuches sufrieron continuas embestidas del Estado, pese a lo cual conservaron gran parte
del antiguo territorio de Arauco, pero los habitantes de la Patagonia, como los selk’nam, no
corrieron con igual suerte, pues debido a un sistemático y bien oculto proceso de exterminio
ejecutado por exploradores, esbirros europeos, estancieros y hacendados como José
Menéndez, pronto dejaron las tierras para el lucrativo negocio del pastoreo de ganado aquí y
en la Patagonia Argentina.
En países con fuerte incidencia indígena sobre la identidad nacional, como México,
Guatemala, Perú, Ecuador y Bolivia, la cultura popular muestra el fuerte acento de la cultura
indígena, lo que pone la diferencia en lo multicultural. De hecho, la resistencia indígena a la
dominación y la imposición cultural, es lo que pone este acento. En efecto, en la época
prehispánica -tanto en Mesoamérica como en el área andina- la civilización indígena se
explicaba por su diversidad ecológica y cultural, vertebrada por una unidad política
centralizada (el Inca en el Tahuantinsuyo y el Huey Tlatoani en el Anahuac), una diversidad
económica, un equilibrio hombre-naturaleza y una constelación de comunidades
estructuradas sobre la reciprocidad.
162
Si bien el proceso de desindianización en el mestizaje ha llevado a una ruptura de la
identidad étnica original, el mundo indígena persiste en la cultura mestiza dominada como
una cultura diferente, en una heterogeneidad urbana en que se intersectan diversidad de
orígenes, vínculos comunitarios, pautas de conductas tradicionales, resignificación de las
tradiciones y diferentes usos lingüísticos. Uno de sus resultados concretos es la constitución
de barrios como unidades sociales capaces de portar una cultura propia. Esta caracterización
cultural de los barrios urbanos en América Latina explica la respuesta en las zonas urbanas,
ante los proyectos neoliberales de privatización o despojo de tierras y otros recursos, como
ha sido el caso de la guerra del agua en Cochabamba, Bolivia, en 1999, en un país donde fue
la Central Obrera Boliviana (COB) la que había vertebrado, a partir de su base campesina y
minera de corte indígena, todas las movilizaciones de resistencia en defensa de los recursos
nacionales.
La emergencia u oleada étnica de las últimas dos décadas se explica por diversos
factores, pero que implica todos ellos el control sobre sus recursos territoriales, a saber: la
creciente territorialización de la presencia étnica en la nación, resultante de la expansión
geográfica y demográfica, ante el empuje tecnológico y su incursión en estos. También las
nuevas formas de organización pan-étnicas, que sugieren impactos más eficientes e
incidentes en las políticas públicas nacionales. Asimismo, una mayor inserción de las
economías indígenas en el mercado interno, ante las crisis regionales que propician la
informalidad y ante las cuales las economías indígenas cuentan con mejores estrategias.
Sobre todo en la región de los Andes, las etnias tienden a los enfrentamientos cada
vez más violentos en contra del Estado nacional, de frente a sus reivindicaciones culturales
163
y por el control de sus recursos energéticos y derechos territoriales. En el Amazonas
colombiano, peruano y boliviano, los pueblos indígenas están revitalizando su lucha por la
autonomía, la devolución de sus territorios afectados y arrebatados por las empresas
silvícolas y mineras. En México, en el semiárido potosino, los wixaritari libran una batalla
legal contra las mineras canadienses que usan el método de explotación a cielo abierto, por
la defensa de Wirikuta, territorio sagrado y lugar de peregrinación; la defensa enconada de
este territorio tiene un sustento cosmológico y cultural, vital para la sobrevivencia de la etnia.
164
casos, los motivos de las comunidades indígenas campesinas eran los mismos que los de los
campesinos mexicanos antes de la Revolución: el despojo hacendario de las tierras
comunales y la explotación. A partir de entonces, comienza un proceso de extinción
hacendaria y parcelación de latifundios, pero también la emergencia de grupos guerrilleros,
que fueron prontamente abatidos.
En México, Ecuador y Bolivia, los movimientos étnicos recientes han tenido como su
demanda central nuevas legislaciones indígenas y reformas constitucionales que, en el caso
de México, resultó fallida a causa de la traición del Senado de la República, que suplió la
propuesta de los Acuerdos de San Andrés, por una a modo.
165
Tomemos como dato el siguiente hecho histórico, acaecido en las postrimerías del
triunfo republicano liberal sobre sobre el proyecto conservador, en el 1867, con el
fusilamiento del archiduque Maximiliano. Por entonces, se fraguaba en el Congreso un
proyecto de ley para la creación de un nuevo estado, cuyo aspecto central reposaba en la
expropiación de las tierras comunales indígenas que estaban en la región de la Huasteca y
luego propiciar su venta en fracciones a los capitales privados extranjeros. El fin de ello era
crear las condiciones para la fundación del estado que llevaría el nombre de Iturbide y que
comprendería las tierras de las huastecas tamaulipeca, potosina, veracruzana y de lo que
entonces era el Estado de México. Advirtiendo una intención con rasgos más bien de corte
filibustero en el proyecto, que dejaría bajo control de una sola entidad los recursos de las
Huastecas y, desde luego, el recién descubierto “oro negro”, el gobierno de Juárez promueve
la creación del estado de Hidalgo, como una cuña que cerró definitivamente las aspiraciones
conservadoras por controlar grandes recursos energéticos, pero también para montar ahí un
frente contra el proyecto liberal que, no obstante, no estaban del todo contrapuestos, toda vez
que compartían la vieja visión positivista de conformar un estado unicultural, mestizo y
progresista.
166
compra de alimentos y materias primas en la antiguamente llamada Ciudad Real. La
subordinación que San Cristóbal ejerce sobre los pueblos indios de los Altos es histórica.
Los intentos del Instituto Lingüístico de Verano en América Latina por borrar el
núcleo duro de la cultura (López Austin dixit, en: 2005), depositado en las lenguas
originarias, toparon con la dinámica cultural en las comunidades. A los intentos por esterilizar
a las madres en los pueblos indígenas de México o traducir y publicar la Biblia en todas las
lenguas mesoamericanas, le siguió la instrucción pública bilingüe, en combinación con el
propio Instituto Nacional Indigenista, misión que habría de fracasar ante la tozudez de la
propia lengua aborigen: los niños que entraban sin hablar la lengua al primer año, salían del
sexto hablándola y además aprendiendo a escribirla.
Los sueños mesiánicos por imponer las lenguas indígenas sobre los países
multiculturales, se
encuentran de pronto frente
a esa imposibilidad, ante el
intermediarismo inevitable
de la lengua castellana. Pero
en Paraguay, en donde la
lengua guaraní tiene 87% de
hablantes, tal propósito
sería posible, de no ser por
los motivos políticos,
económicos, educativos,
institucionales y sociolingüísticos, así que tanto el guaraní como el castellano son las lenguas
oficiales de esa nación. En Perú, la lengua quechua ha sido oficializada, pero se trata solo de
una valoración patrimonial, pues la lengua de Atahualpa está subordinada a la lengua
castellana. En otros países plurilingües, como en Guatemala, donde las lenguas mayances
(kekchí, mam, kakchikel, tojolabal) siguen teniendo relevancia por sobre las minoritarias de
origen lenca o yuto-azteca que pueblan su territorio o en México, donde de quinientas lenguas
que se calcula se hablaban en el siglo XVI, hoy sólo quedan 62. En Bolivia, el aymará, el
quechua y el baure, una lengua amazónica, han puesto el acento de este país en la constitución
pluriétnica, promovida por el presidente Evo Morales, un indígena aymará cocalero que venía
empujando desde las luchas populares de liberación en su patria. En Ecuador, el quechua, el
kandoshi y el tukano, como el resto de sus parientes lingüísticos sudamericanos y sus
semejantes mesoamericanos, en el pasado fueron combatidas por el Estado nacional, pero
hoy se encuentran en un periodo de reivindicación, ante el empuje de la izquierda en estas
naciones.
167
como la del intelectual Carlos Montemayor, quien promovió la publicación de las lenguas
indígenas o la del artista plástico Francisco Toledo, oriundo de Juchitán, pueblo zapoteco
siempre rebelde e irredento. El combate del Estado nacional contra las lenguas indígenas se
da en todas las esferas sociales, lo mismo en el acendrado racismo en la ciudad de México,
que en Quito y Lima. En todos los casos, es el ámbito sociocultural del lenguaje coloquial,
el factor de sobrevivencia de las lenguas, amén de la dificultad indígena por insertarse en el
ámbito urbano, aunque el caso del mapuche de la provincia de Neuquén, en Argentina,
configura un caso exitoso de adaptación social en la urbe porteña de Bueno Aires. Pero la
suerte de la lengua castellana en Puerto Rico, la desearían cualquiera de las lenguas
amerindias, pues su sobrevivencia se antoja prodigiosa, frente al estatuto de Estado Libre
Asociado de Norteamérica y el imperio de la lengua anglosajona.
Una de las paradojas de un Estado tan multiétnico como Brasil, es su negación ante
las etnias amazónicas que pueblan ese monstruo selvático, que es el pulmón del globo. Unas
ochenta etnias pueblan actualmente en aislamiento la región del Mato Grosso. Algunos
etnólogos brasileiros han definido un choque importante en las últimas décadas entre
etnicidad y esfera oficial de la ética y la moralidad, ejemplificando el caso de los tapirapé,
quienes ante situaciones de crisis como las hambrunas y las fricciones interétnicas, las
familias optan por la eliminación del cuarto hijo, hecho sancionado por el patriarca de la
tribu. El choque ético-moral ocurre ante la presencia de las influyentes comunidades de base
católicas en la selva: por un lado, las etnias amazónicas, como los tapirapé, que sobreponen
a la comunidad por encima del individuo y, por el otro, a las misioneras de las comunidades
de base que colocan al individuo por encima de la comunidad y acusan el infanticidio.
Durante los años siguientes, las misioneras consiguieron la erradicación del infanticidio
tapirapé, como un recurso de sobrevivencia o práctica social, pero no cultural. Así como los
salesianos, en otra parte de la selva, que convencieron a los bororo que dejaran de construir
malocas, ante el prejuicio de que se cometía incesto, no importando que ello trastocara su
organización social y su cosmología.
168
El Estado chileno frente a la cuestión mapuche
Hoy se habla de una construcción del conflicto mapuche por parte de las instituciones
hegemónicas, desplazado hacia los espacios virtuales de la Internet, pero también hacia
instancias jurídicas que levantan edificios discursivos, muchas veces leguleyos. Los
hipertextos de los pueblos mapuches han sido capaces de configurar un nuevo territorio de
lucha, desde donde emerge una voz colectiva de resistencia frente a las vejaciones de la
historia y las prácticas políticas actuales de dominio y exclusión. Esto configura una nueva
táctica de insubordinación y fortalecimiento del discurso étnico que confronta al Estado-
169
nación chileno. El uso de los más diversos recursos simbólico-comunicativos de la red ha
prestado múltiples servicios a la causa mapuche; los videos que documentan las fiestas
tradicionales mapuches -como el Nguillatún-, la represión documentada de las cargas de
carabineros contra la toma de tierras y la liberación y discursos de lonkos o jefes mapuches,
configuran las formas de apropiación y resignificación cultural del mundo mapuche, bajo las
condiciones que el Estado chileno plantea.
170
convertiría en una activista por los derechos humanos en todo el mundo y, a la postre, en
Premio Nobel de la Paz en el año 1992. El epílogo de su Ser como activista fue triste: en el
año 2017, declaró ante los medios que los padres de los 43 estudiantes normalistas de
Ayotzinapa desaparecidos, deberían pasar a una fase de conciliación, coincidiendo con el
entonces presidente Enrique Peña Nieto, responsable de la desaparición.
Los miskitos llegaron en tiempo inmemorial del norte de Colombia, dirigidos por su
jefe Miskut, bordeando el Atlántico, hasta alcanzar la Laguna Caratasca, en el actual
Honduras. El territorio de los miskitos, sumos y rama o matagalpa, se reparte en toda esa
franja costera, de norte a sur de Nicaragua, en selvas y playas hasta donde los esclavos negros
cimarrones o libertos en los siglos XVII y XVIII fueron a refugiarse y a mestizarse son los
indios miskitos, definiendo la identidad cultural en esta región.
Los miskitos defienden su derecho a contar con un rey, dinastía fundada apenas en
1670, con los auspicios de la corona británica, que por entonces deseaba quedarse con el
extenso territorio caribeño centroamericano y en guerra contra España. El último rey
gobierna más bien simbólicamente desde 1978.
171
posteriormente en los grupos opositores al régimen de Daniel Ortega, toda vez que se ha
confundido la “política del gobierno sandinista” con una política de estado que,
deontológicamente, debe garantizar el derecho étnico a la autodeterminación y a una cultura
propia (Ortega, 1997; 99).
172
término, pero no menospreciable, la gestión de su cultura dentro de las industrias culturales
y el turismo. El mercado de artesanías de San José de Costa Rica se encuentra plagado de los
tejidos kuna, en donde son altamente valorados y pagados hasta en 65 dólares un tejido de
no más de 30 cm. Frente a este mercado, la etnia está fomentando la creación artesanal de
sus mujeres y hoy trabajan también para la exportación de las mismas, amén de la creación
en su territorio de museos comunitarios, cuyos propósitos se inscriben en la valoración de la
cultura étnica y su patrimonio cultural tangible e intangible.
Al parecer, fueron los tehuelches los primeros pobladores en estas vastas planicies,
siempre en pos de guanacos y venados, de cuyas pieles usaban para el vestido, la casa y el
sustento. Los toldos de los caciques tenían asientos forrados de piel de felinos como el nahuel
o jaguar, al que consideraban un animal divino. Con sus vecinos mapuches cordilleranos
intercambiaban sal y pieles por tejidos multicolores y plata. Si bien aquellos vecinos
cordilleranos predominaron luego en la pampa, es cierto que los tehuelches mantuvieron una
confederación de etnias que enfrentó, al mando del cacique o toqui huilliche Calfucurá, a los
invasores blancos en 1879 (operación aniquiladora eufemísticamente llamada La conquista
del desierto). Los historiadores de la Argentina coinciden en la asombrosa capacidad de los
indios de la pampa, de incorporar en sus tolderías -caseríos hechos de piel de animal- a todos
aquellos pobladores mestizos, negros o blancos que llegaban a su contingente, algo que fue
en sentido contrario del hábito de los nuevos pobladores rioplatenses.
173
(llamado entre ellos Panguitruz Güer) contra las aldeas de blancos que invadían su territorio
y a quienes robaban ganado, una brillante estrategia que irónicamente trajo paz por mucho
tiempo en la frontera. Siendo niño, Mariano Rosas fue secuestrado por el ejército rioplatense
y llevado a servir en las estancias de ganado, en donde se crio en las letras, pero también en
la monta de potros con mucha maestría; al tiempo, a la edad de 22, Mariano huye junto con
otros de los suyos rumbo a los territorios ranqueles, en una odisea de muchos días de duración
que hoy es una epopeya en los mitos ranqueles, hasta alcanzar las tolderías en la laguna
Leuvucó y en donde a poco se convierte en jefe, luego de la muerte de su padre y su hermano.
Es Mariano Rosas quien pacta la paz con los blancos (a quienes llamaban huincas o “nuevo
Inca”). En 1877 muere por la viruela y es inhumado con tres de sus mejores caballos y una
yegua. Sólo un año después de su muerte, el gobierno de Buenos Aires arranca la Conquista
del Desierto o Campaña del Exterminio con una campaña inicial llamada “de
contramalones”. Los lanceros ranqueles y los indios libertos -a quienes se denominó
“montoneros”-, fueron derrotados y cruelmente pasados a degüello, sus familias dispersadas
en pueblos y ciudades de los confines argentinos -incluso en las islas Malvinas-, las mujeres
enviadas a la servidumbre y los niños condenados al peonaje.
174
su grupo y finalmente cómo la viruela diezmó totalmente a esta etnia. Pero el testimonio de
esta mujer llamada entonces Lola Kiepja apenas daba cuenta de una pequeña parte de la
tragedia de los patagones: familias enteras masacradas por los cazadores de cabezas de indios
venidos de Europa, a la orden de los estancieros chilenos, más tarde por las hambrunas
provocadas por el despojo de sus tierras en donde cazaban y pescaban, y luego por las
enfermedades traídas por los mismos europeos. En la actualidad, algunos descendientes de
estas familias de indios patagones, sobreviven en los suburbios de Ushuaia, la ciudad más
austral del mundo.
Escondido atrás del mestizaje cultural y los campesinos pendulares, están las etnias
amerindias que se movilizan en defensa de su territorio y por el control de sus recursos
naturales. El empuje neoliberal en Latinoamérica no está incorporando, pero tampoco
fragmentando las etnias, sino marginándolas, justo el sitio histórico en que han vivido. El
desarrollo de las naciones latinoamericanas no corre parejo para todos, porque parte de una
lógica mercantil y de subordinación de los grupos alternos, como las etnias que hoy luchan
en contra de la depredación de su territorio y la sobreexplotación de sus recursos por parte
de las empresas mineras y silvícolas transnacionales.
Como unidades operantes de poder energético, las etnias se han apropiado de algunos
recursos tecnológicos del Estado para refuncionalizar y resignificar su identidad, desde las
comunidades, pero se ha dejado incompleto el sistema de control sobre los recursos
materiales, tecnológicos y energéticos que permitiría el control total sobre esos recursos
energéticos y, en tanto sistema de poder, ello no ha permitido la construcción de una
estructura política compleja.
175
canadienses, y los zapotecos en el Istmo de Tehuantepec, ante las empresas eólicas españolas
que usufructúan sus tierras con la venia directa del gobierno federal.
El Estado se encuentra ante una crisis más, pero esta se da en momentos en que la
desintegración social y el daño directo al tejido están afectándolo. Los gobiernos ya no
responden a los llamados directos de la población, porque el Estado se ha convertido en el
enemigo y urge hallar el refugio para el sujeto que sólo la comunidad puede proporcionarle.
Ante esta descomposición, sólo los pueblos indígenas están mostrando capacidad para
sobrevivir y seguir adelante con su cultura de la solidaridad.
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