Catedral de Marsella
Catedral de Marsella
Catedral de Marsella
País: Francia
División: Provenza-Alpes-Costa Azul
Subdivisión: Departamento de Bocas del Ródano
Localidad: Marsella
Culto: Iglesia católica
Diócesis: Archidiócesis de Marsella
Estatus: Catedral y basílica menor
Advocación: Santa María
Declaración: 24 de enero de 1896
Construcción: 1852-1893
Arquitecto: Léon Vaudoyer
Tipo: Catedral
Estilo: Románico-neobizantino
La Catedral de Marsella fue una creación del Príncipe Luis Napoleón Bonaparte, quien tuvo el
objetivo de congraciarse con la Iglesia, así como con Marsella en sí, proporcionando a la ciudad un
hito de prestigio. Así se origina su objetivo, ser el nuevo exponente de lo que Marsella siempre ha
sido, un lugar de encuentro entre culturas.
CONTEXTO SOCIAL/HISTÓRICO
Analizando el contexto histórico, la Catedral fue construida durante una época de gran
crecimiento económico, social y demográfico para la ciudad y está construida en un lugar que
alberga edificios religiosos desde el Siglo V. También es contemporánea de magníficas
construcciones como la estación Saint-Charles (1848), el Palacio de la Bourse (1852), el Palacio
Longchamp (1862), el Palacio del Pharo (1854) y la basílica Notre-Dame de la Garde (1864).
Como ya mencionamos, se edificó ocupando parte del terreno que pertenecía a la antigua catedral
románica, la vieja Mayor y, en el momento de la construcción, se encontraron restos de la
existencia de una iglesia paleocristiana y un baptisterio sobre el mismo lugar.
Socialmente, la Catedral tiene su importancia. Cada año es escenario de una tradición popular
originada en el sur de Italia. Se trata de una procesión mariana con motivo de la fiesta de la
Asunción, la procesión del 15 de agosto. En esta procesión, la Virgen dorada sale de la Mayor en
brazos de un grupo de hombres a las calles del cercano barrio del Panier en medio de una multitud
de fieles que le entregan mensajes, rosarios y hasta les presentan a los niños.
El contexto es tan diverso y característico que parece capaz de absorberlo todo y por esa razón,
Marsella es considerada por muchos como una de las mejores ciudades de Francia. Además, la
ciudad de Marsella y su arquitectura se benefician de la variedad de edificios y calles de recorridos
inciertos que dan vista al mar, existe una cultura distinta y llena de vida.
LA TECNOLOGÍA DE ESE EDIFICIO EN LA ÉPOCA
La Catedral de Marsella, se realizó entre los años 1852 y 1893, bajo el diseño de un importante
arquitecto de la época León Vaudoyer, autor de obras como Notre-Dame de la Garde, el Palacio
Longchamp y el Palacio de la Bourse. Después de la muerte de Vaudoyer, en 1872, su colaborador
Jacques Henri Esperandieu se encarga de la obra, levantando los armazones de madera y las
cúpulas. Luego, dos años más tarde él muere y es Henri Antoine Révoil quien termina la obra y la
decoración, en compañía de los inspectores Errard, Mouren y Joly.
Debido a su tamaño, la Catedral de Masella se compara con San Pedro de Roma y se ha convertido
en uno de los monumentos de visita imprescindibles en Marsella. Por fuera, resulta elegante y
esbelta. En total, la catedral tiene un largo de 142 metros y su altura va de los 60 metros de las
torres a los 20 metros de la nave central pasando por los 70 metros de la cúpula central de 17,70
metros de diámetro, siendo la sexta más grande del mundo.
Los materiales utilizados en la construcción fueron muy variados y embellecen el diseño, tales
como el mármol pórfido, la piedra verde de Florencia y mármol blanco de Carrara, piedras de
Calissane y del Gard, onyx de Italia y Túnez o mosaicos venecianos. Además, cuenta con los
clásicos elementos bizantinos que hacen que la catedral sea única e impresionante.
La estructura en general es armoniosa y bella, no solo por los materiales, sino por sus formas y los
elementos decorativos y ornamentales que tiene, como pequeñas cúpulas, mosaicos y esculturas
que representan a las diversas figuras religiosas, que hacen de la catedral un lugar único.