Trabajo de Titulación PDF
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CC: 0105435176
CC: 0101668374
Cuenca-Ecuador
2019
Universidad de Cuenca
Resumen
El tema que trataré tiene por finalidad estudiar la configuración actual del principio
de oportunidad en el Código Orgánico Integral Penal, en relación específica con el numeral
2 del Art. 412 del cuerpo normativo mencionado. Regla que limitadamente faculta al fiscal
utilizar la figura de la pena natural en delitos culposos prescindiendo de su aplicación en
delitos dolosos.
Abstract
The purpose of this subject is to study the current configuration of the principle of
opportunity in the "Código Orgánico Integral Penal”, in specific relation to numeral 2 of
Art 412 of mentioned normative body. Rule that limitedly empowers the prosecutor to use
the figure of the natural punishment in wrongful crimes dispensing with its application in
intentional crimes.
We will begin this analysis, reviewing what is penalty, the origin of the penalty in
the western world, what are the theories that historically have tried to legitimize its
application, among other issues. With the finality of elucidate how the institution of the
natural punishment intends to limit the Ius Puniendi's exercise, attending the principles of
humanization and the prohibition of cruel punishments.
Finally, we will interview the prosecutors and judges with the purpose to know their
reasonings in respect to our line of investigation, and to this way strengthen the arguments
of our hypothesis.
Índice
Resumen ............................................................................................................................................... I
Abstract ...............................................................................................................................................II
Índice ................................................................................................................................................. III
Dedicatoria ......................................................................................................................................... V
Agradecimientos ............................................................................................................................ VIII
Introducción: ...................................................................................................................................- 1 -
1. CAPÍTULO PRIMERO La pena natural.................................................................................- 4 -
1.1. La pena: origen contrato social .......................................................................................- 4 -
1.2. Desarrollo histórico de las penas .....................................................................................- 4 -
1.3. La pena, aproximación al concepto de pena natural........................................................- 6 -
1.4. La pena como como matiz de las sanciones aplicadas por el Estado ..............................- 7 -
1.5. La pena natural nociones generales .................................................................................- 8 -
1.5.1. Clases de pena natural ...........................................................................................- 13 -
1.5.1.1. Pena natural física: ............................................................................................- 13 -
1.5.1.2. Pena natural moral .............................................................................................- 13 -
1.6. Teorías sobre la pena y su finalidad (pena natural) .......................................................- 15 -
1.7. Dimensión jurídica de la pena natural ...........................................................................- 20 -
1.8. Límites y objeciones en la teoría de la pena natural ......................................................- 22 -
2. CAPÍTULO SEGUNDO El principio de oportunidad ..........................................................- 25 -
2.1. Noción general ..............................................................................................................- 25 -
2.2. El principio de oportunidad en el derecho anglosajón y en el derecho europeo-continental-
26 -
2.3. ¿Principio de oportunidad vs principio de legalidad? ...................................................- 28 -
2.4. El vínculo entre el principio de oportunidad y el principio de mínima intervención penal . -
31 -
2.5. La introducción del principio de oportunidad en la normativa penal ecuatoriana ........- 35 -
2.6. El principio de oportunidad en el Código Orgánico Integral Penal ..............................- 38 -
2.6.1. Antecedentes: ........................................................................................................- 38 -
2.7. Regulación del principio de oportunidad en el COIP ....................................................- 39 -
2.8. Diferencias entre el CPP 2000 y el COIP en torno a la aplicación del principio de
oportunidad en el supuesto de pena natural...............................................................................- 43 -
2.9. Tratamiento del criterio de oportunidad (pena natural) en la legislación comparada ...- 45 -
3. CAPÍTULO TERCERO Entrevistas .....................................................................................- 47 -
3.1. Justificación...................................................................................................................- 47 -
3.2. Formato de la entrevista a fiscales y jueces ..................................................................- 47 -
3.3. Entrevistas a fiscales: ....................................................................................................- 48 -
3.4. Entrevistas a jueces .......................................................................................................- 57 -
CONCLUSIONES ........................................................................................................................- 68 -
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................................- 72 -
Dedicatoria
A mis padres quienes han forjado
la esencia de mi pensar
, y; a quienes me enseñaron a apreciar
lo invaluable de los momentos: María y Guillermo
Agradecimientos
Al Dr. Simón Valdivieso,
quien impartiendo clases dibujo
en mi mente la duda sobre
esta línea de investigación
A quienes gentilmente me brindaron
un espacio de su tiempo
y aportaron con sus valiosos
conocimientos para materializar este proyecto.
Finalmente, por siempre guiar y
apoyarme en este camino una
especial gratitud a mi hermano Santiago.
Introducción:
que le imposibilita llevar una vida normal. No obstante, nos preguntamos ¿qué ocurre en el
caso de delitos culposos donde el infractor sufre a causa del cometimiento de la infracción
daño psíquico de consecuencias irreversibles? O lo que (Sánchez, 2014) denominaría poena
natural moralis.
El típico supuesto donde opera la pena natural moral, es en las infracciones de tránsito
donde quien, por no observar el deber objetivo de cuidado, causa un accidente resultando
en la muerte de un familiar. En estos casos, el fiscal no está facultado para utilizar el
principio de oportunidad y prescindir de la acción penal a pesar de que el infractor sufra
desproporcionadamente en su psiquis la consecuencia del ilícito, es decir la pena natural
moral.
Curioso es, que en idénticos supuestos (infracciones de tránsito), al juez se le permita en
sentencia aplicar la pena natural, absolviendo al procesado o en su defecto aplicando
medidas no privativas de libertad. Considerando que como es obvio la absolución resulta
del daño psíquico o moral de consecuencias irreversibles que sufre el infractor, por la
muerte de un familiar1.
Por otro lado, resulta admirable que la Constitución de la República plantee y
promulgue la “tesis de actuación de fiscalía en torno a los principios de oportunidad y
mínima intervención penal”. Sin embargo, tal y como está configurado actualmente el
principio de oportunidad en el COIP, se prefiere: accionar el poder punitivo del Estado
mediante la acusación fiscal, derrochar recursos públicos, inferir el dolor de un proceso
penal al infractor y familiares, y; solo en sentencia después de este pernicioso curso
procesal, se permite al juez aplicar la figura de la pena natural. Pudiendo haber evitado
todos estos efectos lesivos a través del principio de oportunidad reglado.
Apreciaremos lo señalado, efectuando un análisis conciso sobre los matices que ofrece
la institución de la pena natural, con la finalidad de estudiar su relación con la aplicación
del principio de oportunidad.
Para ello, realizaremos un estudio comparativo entre el COIP y el derogado Código de
Procedimiento Penal 2000, ya que este cuerpo normativo regulaba la posibilidad de que la
1
Art. 372. COIP
pena natural en virtud del principio de oportunidad se aplique en delitos dolosos y culposos
con las limitantes que luego veremos. Más ahora, en el COIP esa posibilidad se encuentra
coartada a un único supuesto, pese a que el principio de oportunidad encuentra su esencia
en el principio de mínima intervención penal y viceversa.
En este contexto, se traza la siguiente duda en referencia con nuestra línea de
investigación: ¿Existe un retroceso normativo en la configuración del principio de
oportunidad reglado en el Art. 412 numeral 2 del COIP? En efecto, como diría (Baratta,
2004:301) (…) el sistema punitivo se presenta como un subsistema funcional de la
producción material e ideológica (legitimación) del sistema social global, es decir, de las
relaciones de poder y de propiedad existentes, más que como instrumento de tutela de
intereses y derechos particulares de los individuos.”
Con esta referencia doctrinal, queda abierta esta interrogante la cual será resuelta en el
decurso de esta investigación.
Con respecto a la pena natural el autor señala: “(…) las penas que he llamado
«naturales» suponen, respecto a las «informales», la aceptación del principio de
retributividad expresado en nuestro primer axioma nulla poena sine crimine e
indudablemente satisfecho por el criterio del talión. Las penas «convencionales», a su vez,
se afirman simultáneamente al principio de legalidad de las penas expresado en la tesis TI1
nulla poena sine lege, indispensable para la estipulación y graduación normativa de la
calidad y cantidad de las penas”.
2
Montesquieu, Beccaria, Romagnosi, Bentham y Carmignani.
3
Citado por Ferrajoli, 2006: art. 9 de la Declaración de Virginia V de 1776 había sancionado la prohibición de
infligir. castigos crueles o inusitados»; art. 8 de la Declaración de 1789 «La ley no debe establecer más que
penas estricta y evidentemente necesarias, art. 16 de la Constitución francesa de 1793 y el art. 12 de la de
1795.
4
http://etimologias.dechile.net/?pena
comisión de un delito, facultad de penar que se encuentra legitimada por ley, a lo que Kant
denominaría poena forensis o pena jurídica.
Por su parte, la segunda definición concierne al mal de carácter aflictivo o dolor físico
que sufre determinado individuo a consecuencia de una pena. En términos generales con
esta definición se vislumbra la idea de lo que Kant llamaría poena natural.
En suma, de este apartado se deduce la primera aproximación sobre la pena natural,
constituyéndose ésta en una sanción o el mal grave atribuido de manera causal a quien a
consecuencia de su propio accionar sufre una pena de carácter físico, aflictivo o una
combinación de ambas, misma que rebasa con creces los límites de la pena estatal;
resultando de esta forma innecesaria la aplicación de esta última, atendiendo a principios de
humanidad y proporcionalidad como dirían. (Zaffaroni, E. Alagia, A. Slokar, A, 2002)
1.4. La pena como como matiz de las sanciones aplicadas por el Estado
(Jerónimo Betegón, 2000) en su ensayo sobre la sanción y coacción sostiene que el
término sanción en la teoría jurídica es utilizado con un sentido eminentemente negativo lo
cual ha estado presente desde la tradición positivista de John Austin. Adicionalmente, el
tratadista, citando a Bobbio precisa que la sanción negativa es diferenciable de la sanción
positiva5 por cuanto la primera se configura ya sea como medida retributiva: pena
propiamente dicha o como una sanción reparadora: resarcimiento de un daño.
El autor siguiendo a Kelsen, señala que “el rasgo distintivo básico de un
ordenamiento jurídico respecto de otros ordenamientos normativos es la regulación del uso
de la fuerza, o la coacción institucionalizada (…)” (Betegón, 2000:360)
Por su parte, Nino concibe que la sanción debe ser consecuencia de una conducta, es
decir: “sólo puede hablarse de sanción en aquellos casos en que la coerción estatal se ejerce
como respuesta a alguna actividad voluntaria de un agente, o sea, cuando hay una conducta
realizada mediando capacidad de omitir.” (Nino, 1987:171) En este sentido, la pena según
el autor es sola es una especie de sanción.
Por último, un criterio con el que estamos de acuerdo es que sostenga que lo que
distingue a las penas de otro tipo de sanciones o medidas coercitivas aplicadas por el
5
No nos referimos a la sanción positiva pues conforme indica el autor estas competen al ámbito de la moral
como las compensaciones por el esfuerzo, o los premios como retribución a una acción meritoria.
Estado; es que la razón esencial por la cual se aplica la pena es imponer algún sufrimiento
a su destinatario:
Esto es así tanto si se considera que la finalidad última de la pena es la prevención
(en cuyo caso el sufrimiento es un medio para desalentar para el futuro al penado u
otra gente), como si es la retribución (en cuyo caso el sufrimiento del que ha hecho
el sufrimiento del destinatario puede ser una consecuencia colateral inevitable, pero
o con motivo de éste, pues de componerse la pena estatal sin referencia a esa
señalada por el principio de proporcionalidad entre delito y pena, sin contar con que
básica: nunca el mal sufrido por el delincuente puede ser superior al mal causado
por este mediante el delito. Por lo tanto, la pena forense aplicable nunca podrá
superar el quantum del daño, o pena natural, sufrido por el autor del delito. Y si esto
es así, entonces en aquellos casos en que el sujeto sufre un mal como consecuencia
En resumen, de estos principios los doctrinarios deducen que en los supuestos en los
cuales una persona en el cometimiento de un injusto sufre un daño o mal grave, este sujeto
previamente ha sido sancionado con una pena de carácter natural. Por lo tanto, de aplicarse
una pena estatal, se estaría violentando el principio de humanidad y proporcionalidad, ya
que en estos casos la pena forense poco o nada puede aportar, sino por el contrario el
Estado se extralimitaría en la aplicación del Ius puniendi al preexistir una sanción, en este
caso una pena o castigo natural, la cual deviene de la propia actuación del agente.
De igual manera, (Choclán, 1999) sostiene que “la doctrina de la poena naturalis
conduce a una serie de supuestos en los que el autor de un hecho punible, como
consecuencia inmediata de su realización y por causas naturales o no jurídicas, ha resultado
con un daño grave en su persona o bienes, daño que ha sido producido por el propio reo
además del perjuicio causado a la víctima”.
pena resultaría totalmente equivocada6” (…) Ello, debido a que la renuncia de la pena
contemplada en el derecho alemán se sustenta en que en situaciones específicas la pena
jurídica no puede cumplir con los fines o funciones que se le asignan, puesto que el
conflicto social se ha solucionado naturalmente.
Igualmente, el autor citando a Jescheck precisa que la pena en todas sus funciones
“compensación del injusto y de la culpabilidad, prevención general y prevención especial-,
debe haber perdido completamente su sentido a la vista de las graves consecuencias
sufridas por el delincuente Razón por la cual, la renuncia a la pena se justifica no por la
falta de merecimiento de la pena que supone un juicio global de desvalor de la conducta,
sino por la falta de necesidad de la pena, esta última que atañe a criterios teleológicos que
se fundamentan en los fines de la pena.
En cualquiera de las teorías que se adopte respecto del fin de la pena, y aun en las
acudir a la pena legal, en tanto ya haya sido satisfecha con la pena naturalmente
provocada al autor del hecho. Aun siendo difícil mensurar los parámetros de
6
Se excluyen la renuncia a la pena, en los delitos sancionados con pena superior a un año.
equivalencia entre el autodaño provocado por el delito y la pena legal que el mismo
necesidad)”, con cita de Abel Fleming - Pablo López Viñals, “Las Penas”, ed.
Por su parte, (Sánchez, 2014) pretende que se investigue sobre la pena natural desde
la teoría de la imputación objetiva considerando que si bien desde autores clásicos como
Hobbes en su obra El Leviatán ya se hablaba de la pena divina o en la obra Metafísica de
las Costumbres de Kant se departía sobre la poena naturalis. No debe considerarse a la pena
como un castigo de orden natural o divino, tampoco puede concebírsela como una pena
forensis. “Pues una consecuencia lesiva imputable (objetiva e incluso subjetivamente) a la
acción del agente en absoluto puede denominarse “natural”. No pertenece al mundo natural,
sino al de la imputación (¡y de la imputación al propio agente!). En realidad, sería más
correcto denominarla “autopunición imprudente”.
Al respecto, resulta conveniente aclarar que el criterio del autor es aplicable siempre
que al hechor se le hubiere seguido un proceso penal y este hubiese culminado. Sin
embargo, en los casos de aplicación del principio de oportunidad por parte del fiscal, su
facultad precisamente consiste en no iniciar investigación penal o desistir de la iniciada
cuando se presente un supuesto de su aplicación; por lo tanto, en este caso no cabe el juicio
de imputación objetiva y subjetiva.
Finalmente, Sánchez sostiene que la poena naturalis debe tener una connotación
positiva y negativa. La positiva hace alusión a “cualquiera de las consecuencias lesivas que
sufre el agente por azar (de modo fortuito) como efecto (imprevisible e inevitable) de su
actuación”. Mientras, que la negativa debería distinguirse entre “poena naturalis physica” y
“poena naturalis moralis”. Este aspecto, es trascendental en nuestro objeto de estudio y será
profundizado a continuación:
Sin embargo, debemos tener presente que estos hipotéticos no se limitan a las
infracciones de tránsito. Voy a referirme a un suceso en el que las personas involucradas en
un supuesto de pena natural moral no eran familiares, sino por el contrario, mantenían un
vínculo afectivo trascendental. Este suceso mentado por (Bobadilla, 2016), aconteció en
Argentina, el cual se resolvió en base a una sentencia absolutoria en la que el Tribunal
Penal Oral aplicó la pena natural moral.7
El 4 de septiembre de 2009, en la provincia de Neuquén-Argentina, José Alberto
Almendra, soldado voluntario del Regimiento 21 de Las Lajas, se encontraba limpiando su
arma cuando debido a una errónea manipulación, esta se disparó produciendo la muerte de
Gastón Cheuquel. La peculiaridad de este caso residía en que Gastón y José Almendra eran
mejores amigos, incluso mucho antes de entrar al régimen militar; además el vínculo
emocional que unía a las familias de los jóvenes era tal que permanecieron juntas durante
todo el proceso penal.
En esta línea, los criterios analizados por el Tribunal Oral Federal para no condenar a
Almendra se basaron en dos particularidades8: 1) las pruebas sobre la relación afectiva que
existía entre ALMENDRA y CHEUQUEL. 2) el impacto que la muerte de CHEUQUEL
produjo en Almendra (informes psicológicos donde se da cuenta del pesar y dolor post
traumático que sufrió esta persona a causa de este percance).
7
http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2014/12/Fallos29226.pdf
8
http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2014/12/Fallos29226.pdf
percance le ocasionará un perjuicio por el resto de su vida, razón por la cual resultaría
errada la aplicación de una pena privativa de la libertad.
De este caso resulta evidente la configuración de una pena natural moral acontecida en
el infractor donde se vislumbra el mal de carácter aflictivo que sufre y sufrirá esta persona,
resultando por ende innecesario la aplicación de una pena estatal, considerando criterios de
humanidad y proporcionalidad como dirían (Zaffaroni et al, 2002).
estas ideologías como Ferrajoli indica confunden el «deber ser» y el «ser» pretendiendo
formular criterios dominantes de validez y eficacia que siempre crearan contradicciones.
Teorías absolutas:
Las teorías absolutas centraron su atención en la pregunta de ¿por qué? castigar. La
respuesta a este cuestionamiento se traduce en que la pena es retribución de un mal por otro
mal, y; es ahí precisamente donde ésta encuentra su esencia y razón de ser. Siguiendo esta
arista, autores como (Agudo, Jaén, Perrino, 2017) sostienen lo siguiente: “el derecho penal
tiene una función metafísica, consistente en la realización de un ideal de justicia. Se impone
la pena porque se ha cometido un delito, es decir, la pena es retribución (punitur quia
peccatum est) y se debe imponer la misma por razones de justicia o de imperio del derecho,
fines o valores absolutos, que naturalmente no tienen un carácter empírico.” (Agudo et al,
2017:23)
En tanto que, en palabras de Bacigalupo "El criterio de la legitimidad de la pena, ya
no es su finalidad, sino la justicia irrenunciable de la retribución equivalente al mal
causado." (Bacigalupo, 2010:22). Asimismo, citado autor en relación con la aplicación de
la pena sostiene: el derecho penal debe limitar la libertad en la medida del mal causado por
el autor, por lo que su dirección temporal se valida con respecto al pasado, más no sobre la
prevención de delitos futuros.
En este contexto, resulta evidente que para las teorías absolutas la función de la
pena es la realización del ideal de justica, retribuyendo proporcionalmente en la medida del
mal causado a quien ha violado la norma penal con la limitación de su libertad traducida en
la pena.
Inmanuel Kant: es el precursor del pensamiento retributivo, sosteniendo que la
pena estatal no puede ser aplicada como un medio para procurar otro bien, (corrientes
utilitaristas); sino por el contrario debe ser aplicada con justa causa a quien es hallado
culpable por la comisión de un ilícito. Además, el autor sostiene que el hombre libre, al
hacer mal uso de su libertad, se hace acreedor en justicia, al mal de la pena, es por ello que
la pena en última instancia se constituye en un imperativo categórico de estricto
cumplimiento.
mira bajo ningún aspecto, no puede nunca aplicarse como un simple medio de
procurar otro bien, ni aun en beneficio del culpable ó (sic) de la sociedad; sino que
debe siempre serlo contra el culpable por la sola razón de que ha delinquido; porque
jamás un hombre puede ser tomado por instrumento de los designios de otro ni ser
natural innata le garantiza contra tal ultraje, aun cuando pueda ser condenado á (sic)
El malhechor debe ser juzgado digno de castigo o antes de que se haya pensado en
sacar de su pena alguna utilidad para él o para sus conciudadanos. La ley penal es
del eudemonismo, para encontrar algo que, por la ventaja que se puede sacar,
descargase al culpable en todo ó (sic) en parte de las penas que merece (…) (Kant,
1873:195-196)
Por este motivo, autores como Nino, indican que en el retribucionismo Kantiano la
pena se justifica y pretende dar respuesta a un mal pasado, lo que dista de las teorías
utilitaristas que conciben a la pena como un medio para minimizar y prevenir los males
sociales futuros. Siguiendo esta arista, citado autor indica: “Esta justificación exige
que: a) el destinatario de la pena sea responsable por el mal que la pena retribuye, y b) el
mal implícito en la pena sea proporcional al mal que ella retribuye (de allí la ley del talión)
y al grado de responsabilidad del agente”. (Nino C. S., 1987:429)
Por ende, según el tratadista; el retribucionismo pretende que se colija que la suma
de dos males da como resultado un bien, lo cual no es compartido por el autor.
algo malo en el pasado (eso ya no se puede evitar), sino para promover la felicidad
general, haciendo que mediante las distintas funciones de la pena (desanimar a otros
que, para el utilitarismo, una pena esta justificada si y sólo si: a) ella es un medio
necesario, en el sentido de que no hay otra forma menos perjudicial para evitar esos
males; y c) el perjuicio que ella acarrea para su destinatario (y, por ser éste un
Ahora bien, con la finalidad de vislumbrar si la pena natural encuadra en las teorías
relativas proponemos el siguiente juicio de valor de acuerdo con la hipótesis de Nino.
En la pena natural el hechor es quien se auto inflige la pena, consecuentemente:
a) la pena estatal resulta un medio ineficaz para prevenir la concurrencia de males
sociales referentes al mismo hecho delictivo. Puntualicemos cada esquema con el siguiente
ejemplo: la persona que comete un delito de robo y al caer del tejado con el objeto del
ilícito queda parapléjico; en este caso resulta imposible que el hechor cometa el mismo
delito dadas las especiales condiciones en las que éste se produjo y las consecuencias del
mismo sobre el hechor.
b) la aplicación de la pena estatal no resulta un medio necesario para evitar la
concurrencia de males sociales donde el hechor se autoinflige una sanción, la cual colma
los límites de aplicación de una pena estatal. En efecto, recordemos, el ejemplo citado en la
letra a) El hechor que como resultado del ilícito queda parapléjico, fue sancionado con la
pena natural física de no volver a caminar. Entonces pregunto: ¿Cuál es la necesidad de
aplicar una pena privativa de libertad a quien a consecuencia de su accionar fue sancionado
en exceso, quedando además inhabilitado para cometer el mismo delito? Al parecer, no
existe necesidad alguna de aplicar una pena privativa de libertad, sin embargo, este criterio
puede ser debatido argumentando circunstancias adicionales bajo las cuales el sujeto
cometió el ilícito.
c) Siguiendo con el ejemplo, en el caso del hechor; la sanción es decir la pena
natural fue aplicada, el resultado es que el sujeto quedó parapléjico, a causa de su auto
puesta en peligro; y, por lo tanto, la sociedad no sufrirá mal ni riesgo alguno sino se aplica
una pena estatal, debido a que la persona sufrió en su menoscabo la consecuencia de una
sanción o pena natural.
Complementando la idea sobre la proporcionalidad de la pena, (Frerrajoli,
2006:400) citando a Hart quien reconstruyo el pensamiento de Bentham indica: constituye
parte de un utilitarismo sensato que ninguna pena procure un sufrimiento mayor que el
producido por la transgresión incontrolada. De lo expuesto, resulta evidente que Ferrajoli
utiliza la aplicación de este criterio para deslegitimar la aplicación de penas
desproporcionadas.
1.7. Dimensión jurídica de la pena natural
No existe discusión con respecto a que la pena natural se encuentra reconocida por
el derecho penal como institución o como una ficción legal y que por ende su aplicación
tiene connotación en el mundo jurídico. Sin embargo, lo que resulta necesario delimitar es:
¿Por qué se prescinde de la aplicación de la pena jurídica en los supuestos de pena natural?
La respuesta a este cuestionamiento está plasmada en la doctrina cuando los tratadistas
analizan el principio de culpabilidad en relación con la pena natural.
que tiene lugar cuando el autor del delito mediante un Actus Contrarius reconoce la
comisión del delito un mal grave que se debe abonar en el cumplimiento de la pena.
Estos males pueden ser jurídicos o naturales. Los últimos dan lugar a la tradicional
lado, porque la culpabilidad del autor ha sido compensada por las graves
consecuencias del hecho, que para él mismo tienen efectos similares a un pena
(poena naturalis) porque, por otro lado, por dicha razón no se reconoce ninguna
razón preventiva. En tales supuestos la sanción sería una tortura sin sentido que
inclusive vulneraría el art. 2.1. de la Ley Fundamental..." (Cursiva fuera del texto)
sería posible desde un punto de vista objetivo, lo cual conduciría a una atenuante
de la determinación de la pena", Editorial "Ad hoc", pag. 143, Bs. As. 1996)”.
En este caso, como en muchos otros resulta difícil que se estime este supuesto
dentro de una pena natural, teniendo en cuenta que si la persona tenía por objeto suicidarse,
posiblemente no tendrá ningún remordimiento o sentimiento de aflicción sobre los
acontecimientos devenidos en su persona. Por otro lado, hay que considerar la incidencia
catastrófica que el delito hubiese tenido en la sociedad de haberse consumado.
Sin embargo, hay que tener claro que el principio de oportunidad precisamente
faculta al fiscal a través de un análisis sesudo del caso en la fase de investigación previa,
optar por la aplicación del criterio de oportunidad, o en su defecto iniciar la acción penal.
Ahí se entrevé claramente la discrecionalidad reglada de nuestro sistema jurídico.
No parece tener igual destino, la persona que, tratando de robar un bien de menor
valor, al ser detectada por las fuerzas del orden y no detenerse es disparada en la columna,
perdiendo la capacidad para movilizarse. Este es un hipotético extremo pero con iguales
consecuencias, ambas personas perdieron la capacidad de caminar; sin embargo, el atentado
sobre el bien jurídico no se compara con el del supuesto anterior. Consiguientemente,
consideramos que aquí sería plenamente aplicable el criterio de oportunidad de pena natural
física, para que el fiscal prescinda de la acción penal.
Por otro lado, como señala Ziffer, a pesar de que puede resultar difícil probar la
afectación moral o física de una persona; no es imposible. El Art. 5 del COIP regula los
principios procesales; y, dentro de ellos el numeral 21 indica:
9
Art. 413 COIP.
Para concluir, vemos que existen formas para probar la afectación física o moral de
las personas. Sin embargo, es mucho más difícil la prueba cuando la afectación es moral,
porque el daño es interno, pero no imposible, recordemos el caso Neuquén-Argentina,
donde el vínculo no era consanguíneo, pero sí de trascendencia afectiva. Como explica
Ziffer la pena natural es una institución que pretende humanizar el derecho penal. Entonces
consideramos que en ese objetivo deberá encontrar la solución técnica y material para hacer
viable su cometido.
Estado. Constituye una excepción a la regla general que recae sobre la fiscalía de
En este sistema se prescinde del principio de legalidad, pues como afirma (Maier,
2004) se verían amenazados los cimientos del paradigma de administración de justicia
anglosajón. La fuerza que conlleva el principio de oportunidad en este modelo es tan fuerte
que el poder de selección reside en el ministerio público, y; la policía con la que actúa
juntamente. Este poder se manifiesta a través de herramientas que permiten al fiscal en
acuerdo con el sujeto investigado variar la naturaleza del procedimiento para abreviarlo
(plea barganing, gluilty plea), y; de esta forma cumplir con el objetivo de eficiencia y
empleo adecuado de los recursos públicos. En fin, descongestionar el sistema penal.
funciones más importantes del fiscal. Pero esa decisión es sólo uno de los aspectos de su
discreción, (…) tiene amplia autoridad para decidir si investiga, si inicia formalmente la
persecución, si garantiza inmunidad a un imputado, si negocia con el imputado; también
para elegir qué cargos formula, cuándo los formula y dónde los formula.” (Bovino
(n.d):162)
Este modelo ocupa los criterios de oportunidad debido a que considera imposible
materialmente perseguir todos los hechos punibles que se presentan en el sistema penal,
además es un sistema donde predomina el precedente jurisprudencial como fuente primaria
del derecho, más no la ley como lo es en el sistema europeo-continental, por ello se
prescinde del principio de legalidad. Consiguientemente, el órgano persecutor fiscalía tiene
un amplísimo espectro de discrecionalidad en el manejo de la persecución penal, o como
diría (Mauricio Duce, Cristian Riego, 2002) el derecho anglosajón, posee un modelo de
discrecionalidad absoluta.
Mientras que las causas inmediatas obedecen a la introducción del proceso penal de
corte acusatorio en casi toda la región. Ideología fijada por la consolidación de grupos
académicos que se formaron en el siglo XX, liderados por los argentinos Binder y Maier
quienes coadyuvaron a la formación de la red latinoamericana o lo que Langer denomina
“red de expertos activistas”, quienes trabajaban juntamente con la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional USAID. Con este antecedente se forjo el cambio de
códigos procesales inquisitivos por códigos de tendencia acusatoria. Bajo esta línea, indica
Lamadrid que la introducción del principio de oportunidad no tuvo mayores discusiones.
Desde otra arista, el autor señala que los países latinoamericanos presentan una
triple influencia, en primer lugar, la de la “Ordenanza Procesal Penal Alemana stPO”, la de
Estados Unidos de América y la española. Sin embargo, la introducción del principio de
oportunidad en las legislaciones latinas obedece a la corriente alemana es decir la stPO y
las causales allí establecidas.
hecho punible. Por mínima que sea la infracción o por inconveniente que aparezca
transacción con el imputado (…), pues los poderes que ejerce el ministerio público
dar paso a una justicia histórica, a una justicia y a un aparato de justicia que se
aviene a las necesidades del momento y que se regula por medio de la política
como contrario o antónimo del principio de legalidad, sino que debe entenderse
Reflexiones que nos llevan a creer, que la inferencia que manifiesta que el principio
de oportunidad tiene una naturaleza contradictoria al principio de legalidad no es real,
debido a que como afirman los autores el principio de oportunidad obedece a una política
criminal que como base debe propugnar una idea de minimización del derecho penal y de
su uso como ultima ratio. Principio que una vez que se encuentra reglado en la norma penal
a través de criterios de oportunidad, no puede ser considerado opuesto al principio de
legalidad; constituyéndose este principio en una herramienta que viabiliza el paradigma de
política criminal trazado por el Estado.
1.12. El vínculo entre el principio de oportunidad y el principio de mínima
intervención penal
El principio de oportunidad se plasma por primera vez en nuestro ordenamiento
jurídico en la Constitución de la República del Ecuador del año 2008. Este principio se
encuentra íntimamente ligado al principio de mínima intervención penal, regulado en el
Art. 195 de la Carta Magna, donde en sujeción a estos principios se otorga a fiscalía la
potestad de dirigir de oficio o a petición de parte la investigación pre procesal y procesal
penal.
Ideas generales en torno al principio de oportunidad han sido ya repasadas, pero ¿en
qué consiste? y ¿por qué el principio de mínima intervención encuentra su esencia en el
Cuando Baratta realiza críticas sobre el modelo de maximización del derecho penal
sostiene que este sistema punitivo crea más problemas de los que procura resolver. Así en
lugar de solucionar conflictos los reprime y en muchas ocasiones estos adquieren un
carácter más grave del contexto de donde se originaron, motivo por el que de ésta
intervención penal derivan nuevos coflictos o a su vez surgen en diferentes contextos. Por
esta razón, propugna una idea de intervención penal mínima, así en sus palabras: “una
política de contención de la violencia punitiva es realista sólo si se la inscribe en el
movimiento para la afirmación de los derechos humanos y de la justicia social”. (Baratta,
2004:303)
El profesor (Albán, 2010) siguiendo el pensamiento de Baratta sostiene que la
intervención del Estado a través del ius puniendi es indispensable para encausar las
reacciones sociales frente el delito. Sin embargo, es necesario reducirlo al mínimo posible.
Ya que en la práctica, la aplicación de penas, especialmente la (privación de libertad) no,
solo que no cumple con las finalidades que teoricamente tienen, sino por el contrario
propagan nuevos y graves problemas, ya que en la realidad, el sistema penal es
discrimitarorio y selectivo.
En esta línea, (Maier, J. Córdoba, G. 2009) sostiene que la pena estatal desacertada
o acertadamente da igual, pues actualmente no se trata de un juicio, sino de una realidad
política y social verificable. Lo que ha provocado su aplicación indiscriminada, fenómeno
conocido como inflación o expansión del derecho penal. Calificado por Maier como
devastador para principios y caracterísiticas del derecho penal liberal, perdiendo de vista al
principio de subsidiariedad y con ello, el de la concepción de derecho penal como última
ratio en la política social. Agrega, que si esa expansión penal carece de límites,
correlativamente a la de la expansión de la pena estatal; lo único que se logrará es un
Estado policial o gendarme.
Por su parte, Prieto Sanchís sostiene que el derecho penal mínimo se compone
básicamente de dos exigencias o postulados: “una disminución de la extensión y rigor de
A su vez, Ferrajoli citado por (Montañez, 2010:287) explica que se entiende por
intervención penal mínima: “garantismo y derecho penal mínimo son términos sinónimos
que designan un modelo teórico y normativo de derecho penal capaz de minimizar la
violencia de la intervención punitiva –tanto en la previsión legal de los delitos como en su
comprobación judicial– sometiéndola a estrictos límites impuestos para tutelar los derechos
de la persona.”
En relación con las ideas anotadas, debemos mencionar que en el año 2009 el
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos elaboro el “Anteproyecto de Código Orgánico
de Garantías Penales la constitucionalización del derecho penal”. Al respecto, aclaro que,
pese a que este estudio no fue objeto de debate en la Asamblea Nacional, se hizo un
comentario preciso sobre la relación entre el principio de oportunidad y el principio de
mínima intervención penal.
En este sentido, en el anteproyecto se alude a la idea de constitucionalización del
derecho penal a través de la teoría del garantismo penal, precisando que el Estado no puede
convertirse en un aparato represor, que anule, aniquile o desconozca los derechos de los
ciudadanos. Por el contrario, su intervención debe ser mínima cuando no existan soluciones
adecuadas y proporcionales para la solución de los conflictos, por lo que, la minimización
del derecho penal se manifiesta en: “disminución de las penas, (…) en el principio de
oportunidad para evitar el enjuiciamiento por lesión insignificante a bienes jurídicos en fase
preprocesal, en el aumento de posibilidades de limitación de la pena y de extinción de la
responsabilidad penal”. (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, 2009:48)
10
El autor ejemplifica el presupuesto de creación de conflictos al indicar que la incidencia negativa de la
pena, especialmente de la pena carcelaria en las familias, es mucho mayor en los estratos sociales más bajos
que en aquéllos más elevados. Esto lo demuestra en base a la investigación de la Escuela de Criminología de
la Universidad de Montreal (Canadá); cfr. A. P. PIRES, V. BLANKEVOORT y P. LANDREVILLE (1981). Donde se
concluyó lo siguiente: “un reciente estudio ha demostrado que el efecto de la pena sobre la vida y el status
social futuros del condenado es más grave en los jóvenes detenidos provenientes de estratos sociales
inferiores que en aquéllos pertenecientes a estratos sociales superiores. Midiendo estos efectos sobre la
base de la trayectoria social característica de estos sujetos a partir del estrato de pertenencia, se ha
comprobado, en efecto, que los jóvenes ex detenidos de familias más aventajadas logran, después de un
cierto tiempo, reintegrarse a su trayectoria normal, mientras que los detenidos provenientes de familias
más humildes quedan marcados para siempre y permanecen por debajo de la trayectoria propia del grupo
de origen. (Baratta, 2004: 311)
11
Art. 412 del Código Orgánico Integral Penal.
innumerados:
(…)
13
Art. ...- Oportunidad.- El fiscal en razón de una eficiente utilización de los
cuando:
público, no implique vulneración a los intereses del Estado y tenga una pena
13
Innumerado tercero de la ley.
daño físico grave que le imposibilite llevar una vida normal o cuando
(Negrita me pertenece)
(…) o cuando tratándose de un delito culposo los únicos ofendidos fuesen su cónyuge o
pareja y familiares comprendidos hasta el segundo grado de consanguinidad.
Sin anímo de critica, sino de rememorar lo repasado en el capítulo primero de esta
investigación. En este particular, la regla da por hecho que las consecuencias morales o
psicológicas de índole traumática producto de la conducta del agente, devienen únicamente
de vínculos consanguíneos. En efecto se supone que en la mayoría de casos el vinculo
familiar implica un lazo afectivo trascendente para las personas, se podría decir
inmesurable materialmente; es por ello que aparentemente la norma regulaba el hipotético
de esta forma.
No obstante, cabe preguntarse ¿Qué ocurre si los lazos de sangre no representan
valor alguno para el infractor? Evidentemente en esta hipotesis no existiría pena natural
moral, sin embargo la norma determinaba que en todos los casos de delitos culposos donde
los ofendidos sean el “cónyuge y parientes comprendidos hasta el segundo grado de
consanguineidad” el fiscal podía aplicar el principio de oportunidad.
Por otro lado, hay hechos en los que a pesar de que no existen lazos de parentezco
entre la persona que comete la infracción, si se puede dar un supuesto de pena natural
moral.
De hecho, (Merino et al, 2015) sostienen que en México es plausible que a través de
la implementación del sistema acusatorio se incorporen los criterios de oportunidad,
sumandose uno que muestra una concepción más avanzada en materia de protección de
derechos humanos; resaltan así, la institución de la pena natural diciendo:
como lo es aquella que concede la oportunidad en función de los principios de
psicoemocional grave con motivo del hecho delictivo o, fuera de ello, (…) que
dichas alternativas, al igual que otras, quedan supeditadas a que se colmen ciertas
14
(“Informe para primer debate Proyecto de Código Orgánico Integral Penal”, pág
. 18 2012)
Puniendi debe ser de ultima ratio y siempre que no existan métodos alternativos para la
solución del conflicto. Razones por las que en esencia al órgano persecutor de la acción
pública -fiscalía- se le asigna la potestad de llevar a cabo la investigación penal y procesal
penal atendiendo los principios de oportunidad y mínima intervención penal.
hasta cinco años, con excepción de las infracciones que comprometen gravemente
delitos por graves violaciones a los derechos humanos y delitos contra el derecho
derechos y justicia.
Pero, hay quienes dirán ¿por qué un retroceso normativo? La respuesta es simple; y,
ya se forjo una nota introductoria en este trabajo sobre ello. Los típicos supuestos de delitos
culposos en los que se materializa la pena natural moral son las infracciones de tránsito.
Donde a causa de la falta de previsión y acatamiento del deber objetivo de cuidado, el
infractor causa un accidente donde producto de ello por citar muere: su hijo, madre, abuelo,
etc. Aquí la pena o respuesta aflictiva interna que acarreará el infractor por el resto de su
vida es extrema, debido a que por su negligencia falleció un ser amado.
Por otro lado, en este punto es importante también traer a colación un hecho
acontecido en nuestro país en relación con la figura de pena natural moral y los delitos
culposos:
Los menores fueron llevados al Hospital Universitario, sin embargo, uno de ellos
murió producto de la ingesta de la sustancia nociva, mientras que los otros menores se
encontraban en observación bajo pronóstico reservado. Tras el suceso la mujer fue detenida
para investigaciones y posteriormente la Fiscalía del Guayas formuló cargos en su contra
por el delito de homicidio culposo. (Teleamazonas, 2018)
15
Art. 372.- Pena natural. - En caso de pena natural probada, en las infracciones de tránsito y
cuando la o las víctimas sean parientes del presunto infractor hasta el cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, la o el juzgador podrá dejar de imponer una pena o imponer
exclusivamente penas no privativas de libertad.
delito culposo los únicos ofendidos fuesen su cónyuge o pareja y familiares comprendidos
hasta el segundo grado de consanguinidad”. Consiguientemente, en aplicación de este
criterio de oportunidad, el fiscal podía prescindir de la acción penal en razón de la pena
natural moral acaecida en la madre tras la perdida de su hijo.
En este tenor, como sostiene (Coscia, 2000) ¿cuál es el valor o significado jurídico
de imponer una pena cuando la desgracia personal que soportará el enjuiciado es
absolutamente superior a cualquier sanción jurídica?
No obstante, como observamos este criterio de pena natural moral ya no se
encuentra regulado en nuestra legislación. Por lo tanto, está justificada la limitación del
principio de oportunidad en el COIP, demostrando asimismo la maximización del derecho
penal al coartar principios que antes gozaban de mayor alcance y protección en la norma
(CPP).
Para finalizar, los tipos penales en los cuáles el fiscal no puede prescindir de la
acción penal o desistir de la iniciada se encuentran señalados en el inciso final del Art. 412
del COIP, regulandose un catálogo más amplio de delitos en torno a bienes jurídicos
considerados actualmente de mayor protección.
1.16. Diferencias entre el CPP 2000 y el COIP en torno a la aplicación del principio
de oportunidad en el supuesto de pena natural
Conforme lo expuesto se denotan las siguientes diferencias en torno a la aplicación
del principio de oportunidad en el CPP 2000 vs COIP, en relación con la figura de la pena
natural. No sin antes mencionar que el efecto jurídico de aplicación del principio de
oportunidad bajo ambos cuerpos normativos es la extinción de la acción penal.
Colombia:
casos: (…)
16
Art. 321 Código de Procedimiento Penal Colombia (2004)
17
Art. 323 ibidem
18
Art. 324Ibidem
México:
III. Cuando el imputado haya sufrido como consecuencia directa del hecho
Por otro lado, diremos que la importancia de estas entrevistas radica en que son
precisamente estas autoridades, quienes desde su cosmovisión y experiencia en el ejercicio
sus funciones diarias, pueden dar cuenta si en la realidad se verifican los postulados
garantistas de mínima intervención penal y oportunidad esbozados en nuestra Carta Magna.
Principio de oportunidad que se plasma en el COIP a través de dos criterios de aplicación,
el segundo que nos interesa relacionado con la institución de la pena natural.
Es pertinente indicar que las entrevistas fueron grabadas con autorización de las
autoridades y han sido transcritas íntegramente. Sin embargo, hemos resaltado con cursiva
o negrita aspectos sustanciales de su contenido, en relación con nuestra línea de
investigación.
Preguntas:
1. Cuántos años está en el ejercicio de la carrera fiscal/judicial
2. ¿Qué opinión tiene acerca de la facultad de fiscalía de abstenerse de ejercer acción
penal en aplicación del principio de oportunidad?
3. ¿Cuál es su apreciación respecto a la aplicación del numeral 2 del Art. 412 del
COIP, que faculta al fiscal aplicar el principio de oportunidad “en infracciones
culposas en las que el investigado sufre un daño físico grave que le imposibilita
llevar una vida normal”?
4. ¿Recuerda que en el Código de Procedimiento Penal 2000, se regulaba la aplicación
del principio de oportunidad en cuanto a la figura de la pena natural tanto en delitos
dolosos como culposos?
5. Teniendo en cuenta los principios de humanización, proscripción de penas crueles y
mínima intervención penal ¿Considera que este criterio de aplicación se podría
extender a delitos dolosos donde el infractor sufre un daño físico irreparable que le
imposibilita llevar una vida normal?
6. ¿Considera qué desde la entrada en vigor del COIP se limitó la aplicación del
principio de oportunidad en relación con la figura de la pena natural?
2. Pregunta
Para esta pregunta partamos de un hecho constitucional. El Art. 195 le otorga a Fiscalía
la titularidad dentro del ejercicio de la acción penal, esta titularidad va dada de la mano de
dos principios: el principio de oportunidad y principio de intervención penal mínima.
El principio de oportunidad lo desdobla el Art 412 ya en el Código Orgánico Integral
Penal, anteriormente lo establecía el Art. innumerado agregado a continuación del Art 39
del Código de Procedimiento Penal. Pero ¿qué es lo que establece el principio de
oportunidad? Nos da a nosotros la facultad como fiscales de una especie de selección de
casos como lo establece la oportunidad reglada, como se conoce en las legislaciones
comparadas.
Es la facultad que tengo yo como representante de la fiscalía y le doy una definición
que voy a permitir esbozarla no de memoria, pero en la parte medular:
Es la facultad discrecional de nosotros como fiscales, de no iniciar la acción penal o
de desistir de la ya iniciada, aun cuando concurran condiciones objetivas para
perseguir y castigar, verbigracia de aquello, yo como fiscal realizo un análisis sesudo
del caso y establezco si tengo un caso que me va a permitir llevar a enervar la presunción
de inocencia o existe un acuerdo inter partes o como fiscal considero de que, de acuerdo
a la circunstancias que rodean el hecho factico, la persona que se dice cometió la
infracción sufrió algún tipo de quebranto y ahí estaríamos dados de la mano del
principio de pena natural.
Entonces dando una respuesta jurídica al Estado, a través de normas claras, previas y
aplicadas por autoridades competentes conforme lo establece el Art. 82 de la Constitución
de la República, aplicó el principio de oportunidad, descongestiono las causas y estoy
dando una respuesta a la sociedad.
3. Pregunta
Comienza aquí un quebranto ya comienza el legislador con una deuda
social, porqué refiero aquello, porque le limita el principio de oportunidad, o
establece únicamente conforme voy a dar cita a la norma que usted me hace
referencia: 2.- “en infracciones culposas en las que el investigado sufre un daño
físico grave que le imposibilita llevar una vida normal”
Se limita ya únicamente al procesado, infracciones culposas veamos, la
falta de deber objetivo de un conductor de un vehículo, presumimos que obviamente
por no cumplir el deber objetivo de cuidado se estrelló con un poste de alumbrado
público, donde ya sufrió daño el Estado por el bien; pero junto a él se encontraba su
hijo y en parte de atrás su esposa quienes fallecen producto del accidente.
Entonces él tendría que ser responsable conforme lo establece el mandato expreso
de la norma.
Establecía lo contrario el artículo innumerado agregado a continuación del
Art. 39 del Código de Procedimiento Penal en relación con el principio de
oportunidad que voy a traer a colación y voy a permitirme dar lectura:
“Art. ...- Oportunidad.- El fiscal en razón de una eficiente utilización de
iniciada cuando:
daño físico grave que le imposibilite llevar una vida normal [Y aquí va lo que nos
Nos limita ya el Código Orgánico Integral Penal, ahora la aplicación del principio
de oportunidad únicamente llega al investigado, anteriormente se establecía a los familiares
en la línea filiar a la que dimos lectura.
Entonces, no hemos avanzado absolutamente nada, hemos retrocedido. Estamos
hablando del principio de oportunidad, si estamos hablando que yo como representante de
respuestas claras, previas y como dije hace un momento, aplicadas por autoridad
competente. Eso en el lenguaje o linaje jurídico se llama seguridad jurídica.
4. Pregunta
Legislación comparada establece que sí. Usted no me va a dejar mentir, la legislación
comparada que nos sirve a nosotros como fuente establece que sí.
Lamentablemente nosotros no tenemos justicia por precedentes como el Common Law
por ejemplo. Ahí establecen o fijan el principio de oportunidad cuando una persona que
comete un ilícito sufre algún quebranto gravísimo en su persona o salud, y la lógica es
correcta. Porque yo no puedo punir o no puedo ejercer el poder punitivo, a una
persona que, por robar, si sabemos actuó en forma dolosa, previó el resultado, previó
que iba perjudicar en la propiedad o algún otro tipo de ilícito, pero al cometer el
injusto penal sufrió un gravísimo quebranto en su salud. El Estado va a tener doble
gasto: sostener a esta persona en un centro de privación de libertad, que implica aparte del
gasto de alimentación, aparte de salud y la pena natural que sería un simple enunciado.
Pienso yo, que debería ampliarse el espectro de aquello analizando si, las
circunstancias de cada hecho concreto. Tenemos que ver nosotros al caso en concreto no
ser una forma en abstracto.
5. Pregunta
Lo establecía.
6. Pregunta
Totalmente. Esto va en línea me parece con la respuesta que manifesté en la
segunda interrogante las dos van dadas de la mano, totalmente, cuando dice
únicamente al investigado no refiere a las otras personas. Estamos dejando a lado
las circunstancias del otro ciudadano.
Como le dije el ejemplo, voy a buscar ser lo más pedagógico posible: si
estoy conduciendo mi vehículo y fallece mi cónyuge, fallece mi hija. Esa es pena
natural y aparte de que yo tendría que purgar una sentencia. Obviamente que
respondiendo a los actos por no haber previsto el deber objetivo de cuidado. ¿Pero
qué pasa con los de atrás? Entonces nosotros estamos desarmando familias ¿no es
verdad?
Esperemos nosotros que el trabajo académico suyo estoy seguro va a ser uno
de los brillantes y va a ser objeto de publicación, nos sirva a nosotros como fiscales
para tener consciencia de donde estamos y dejar de tener miedo a lo que hacemos,
en la medida en la que nosotros actuemos bajo principios constitucionales y legales,
esa es nuestra mejor arma la argumentación jurídica y un expediente bien llevado.
II. Entrevista
Dirigido a: Dr. Ángel Guillermo Arias Inga
Agente fiscal en la fiscalía especializada en accidentes de tránsito del cantón Cuenca
Respuesta a las preguntas:
1. Cuatro años.
2. Es una potestad que tiene raíz constitucional en el Art. 195, permite a Fiscalía
seleccionar casos que cumplan los requisitos previstos en la normativa penal, para decir no
deseo investigar, o estando ya indagando indicar que no se anhela seguir, este principio de
oportunidad entra en conflicto con la concepción kantiana, de que para todo delito debe
haber una sanción. El principio de oportunidad está dado por razones de política criminal
y permite que el Estado que tiene sus recursos limitados, invierta los mismos en
investigaciones que comprometan intereses de la sociedad.
3. Debería aplicarse a todos los delitos sin distinción, porque también puede que una
persona cometa un delito contra la propiedad, ingrese a un domicilio y al salir se caiga del
muro y se quede parapléjico, porque entonces no aplicarle el principio de oportunidad.
5. Si constaba en el Art. 39.3 numeral 2), que regulaba de forma más técnica esta
institución jurídica, ya que ahora tenemos regulada como pena natural, así dice el título de
la disposición sólo dentro del capítulo de los delitos de tránsito (Art. 372), cuando también
el Art. 412 numeral 2) del COIP podría asimilarse a una pena natural. Pero no se debe
perder de vista de que en el caso del Art. 372 del COIP, las víctimas deben tener los grados
de parentesco o de afinidad que establece la normativa, ahí el investigado o procesado no
requiere sufrir ningún daño, mientras que en el Art. 412 numeral 2), es el investigado o
procesado quien debe sufrir ese daño. Pero en cualquiera de los dos supuestos, parece
infructuoso que una persona deba ser condenada. La pregunta que me surge respecto del
Art. 372 es si se puede aplicar o no la pena natural cuando es el cónyuge, o conviviente de
la persona investigada o procesada, se podría aplicar, aunque la Corte Nacional ya ha dicho
en uno de sus boletines que no.
6. Si se limitó porque puede haber casos dolosos que se den en las circunstancias del Art.
412 numeral 2), y no existe una razón suficiente y adecuada para haberla restringido al
tema de los delitos culposos.
III. Entrevista
3. Pregunta
Considero que si una persona que comete una infracción y que a su vez esta infracción
o a consecuencia de esa infracción esa persona adolece de una lesión sobre si misma que no
le permita llevar una vida normal. Considero que no debe intervenir el aparato estatal para
reprimir, me refiero a imponer Ius Puniendi en cuanto a sancionar con penas privativas de
libertar. Correctísimo.
4. Pregunta
Efectivamente. Allí se disponía que cuando existan infracciones culposas en las que
estén involucrados parientes como hijos, pues allí operaba el principio de oportunidad, y;
también en los delitos dolosos donde por sus circunstancias el infractor sufría un daño
físico grave que le imposibilite llevar una vida normal, si existían esas dos posibilidades.
Actualmente, el numeral 2 del Art. 412 eliminó mencionada circunstancia en delitos
culposos y el otro particular en delitos dolosos.
5. Pregunta
Yo considero que sí. Debemos siempre aplicar los principios constitucionales
y normativa internacional. El Art. 195 de la Constitución de la República, obliga
siempre a la fiscalía a actuar en base a la mínima intervención penal. Es un
principio que no debe discriminarse únicamente a delitos culposos sino a delitos
dolosos también en los que la víctima esta reparada en su propio daño.
6. Pregunta
Si, porque se eliminó aquella circunstancia de los delitos culposos que ampliamente lo
establecía el Art. 39 del numeral segundo, actualmente se ha eliminado aquella posibilidad.
Pero, tenemos que tener siempre en cuenta y terminando ya como corolario en esta
entrevista, siempre hay que tener en cuenta lo siguiente: que el principio de oportunidad es
aquel principio que descongestiona las causas, pero tenemos que siempre ver en que terreno
estamos pisando procesalmente hablando. Si estamos frente a una investigación previa o
frente a una instrucción fiscal.
Me refiero a esto, porque la actual norma, no distingue si el principio de oportunidad se
aplica en fase de investigación previa o procesal. Por lo tanto, debería aclarase la norma ya
que lo que ésta dice es: “el fiscal podrá abstenerse de iniciar acción penal o desistir de la ya
iniciada en los siguientes casos”. Así comienza el Art. 412, no cierto, esto quiere decir que
aparentemente este principio solo podría aplicarse en investigación previa. No se habla de
instrucción o las siguientes fases procesales.
Pero más abajo, El Art. 412 en su numeral segundo indica: “en infracciones
culposas en las que el investigado o procesado (…)”
Si estamos hablando de procesado, es obvio que estaríamos en una fase procesal es
decir instrucción fiscal o etapa de juicio. Esto debería aclarase, si es aplicable el principio
de oportunidad en fase de investigación previa o en etapa procesal.
Porque primero nos habla de la facultad del fiscal de abstenerse de iniciar una
investigación penal o desistir de la iniciada. Aparentemente estamos en fase pre procesal,
pero luego la norma nos habla de “procesado”, bajo este presupuesto estaríamos en etapa
procesal sea: instrucción fiscal, etapa evaluatoria o preparatoria de juicio que es la
intermedia o en una etapa de juicio. Esa parte si debe aclarase, es decir en qué fase
realmente opera el principio de oportunidad.
La Constitución en el Art. 195 dice: La Fiscalía dirigirá de oficio o petición de parte
la investigación pre procesal o procesal penal atendiendo a los principios de oportunidad y
mínima intervención penal. Pero luego, el legislador desarrolla este principio en el Art. 412
del COIP, y; esta norma nos confunde pues primero nos habla de la aplicación de este
I. Entrevista
que requieren mayor intervención, que requieren mayor esfuerzo por parte del Estado
debe ponerse precisamente su interés en ello.
Ya que existen también las restricciones, de que no puede aplicarse el principio de
oportunidad en delitos de violencia sexual, violencia contra la mujer; entonces existen
restricciones para los delitos más graves. Entonces para los delitos de menor lesividad,
creo que está bien se norme ese principio.
3. Pregunta
El Art. 412 numeral 2 del COIP, efectivamente restringió la aplicación
de este principio, solamente para los supuestos de delitos culposos, en este caso los
típicos ejemplos son los delitos de tránsito. Entonces es obvio, cuando se trata de
delitos culposos no tendría tampoco justificación la intervención del poder punitivo
del Estado, cuando por ejemplo el causante o el responsable sufre un daño físico
grave, ahí si se aplicara el principio de pena natural. Considerando que no existe
dolo en este tipo de delitos, sería más bien imponerle un castigo injusto,
adicional, por ejemplo: privándole de la libertad ambulatoria. Entonces, esta
normado, pero existiría cierta restricción porque solamente se establece para los
delitos culposos.
Pero nos olvidamos de que en el supuesto en el que existiera una pena. La
pena no busca una venganza, según el COIP y según la Constitución busca una
rehabilitación; pero una persona en esas condiciones, quizá la pena no es necesaria
en ese caso para rehabilitarle porque puede conseguirse la rehabilitación a través
de otra forma. Más bien en las condiciones de privarle de su libertad
ambulatoria, le vamos a someter a una tortura. No está en las mismas
condiciones que todos los privados de la libertad, está en unas condiciones más
vulnerables precisamente por su estado de salud, por los daños físicos que haya
sufrido.
5. Pregunta
Yo considero que, si tenemos en cuenta como está estructurado, aunque
sea en teoría el COIP, porque el COIP tiene muchos principios garantistas,
pero en la práctica con el tipo de penas, la proporcionalidad de las penas, las
medidas cautelares. Se vuelve más bien, más de tipo inquisitivo. Entonces si
consideramos la primera parte del COIP y de la Constitución, si cabe que se
aplique el principio de oportunidad para todo tipo de delitos, porque como
indique anteriormente la pena no busca una venganza, no es que yo le privo de
libertad por venganza. Sino según lo que establece la Constitución y también el
COIP respecto a los fines de la pena, busca rehabilitar a una persona, entonces ahí
habría un exceso del poder punitivo “al rehabilitarle”
¿Cómo le rehabilitas si está en circunstancias físicas que le impiden llevar
una vida normal?, de por sí eso ya es una pena natural, siempre y cuando sea a
causa del cometimiento del delito, considero que, si pudiese aplicarse, debería
haber una reforma en ese sentido. Debemos considerar que son casos muy
excepcionales.
El requisito que le pone es que como consecuencia del hecho sufra un daño
y si no busco vengarme privándole de la libertad. Tal vez la rehabilitación la
consigo, a través de otro tipo de pena no privativa de libertad y a través de la
aplicación del principio de oportunidad.
6. Pregunta
Si se limitó, no solamente para los delitos dolosos que antes en general podía
aplicarse. Tampoco es una figura que se aplicaba siempre son casos muy excepcionales. Se
limitó porque actualmente la norma solo regula esta figura para delitos culposos.
Antes de igual forma, el principio de oportunidad por la forma como estaba
normado, cabía en las infracciones culposas donde los únicos ofendidos eran el
cónyuge y demás familiares del investigado, establecidos en la norma anterior. Entonces,
no era necesario seguir todo el curso procesal. Con el principio de oportunidad antes el
fiscal podía abstenerse de ejercer la acción penal, ahora se establece como “pena
natural” dictada por el juez.
Pero ahora el fiscal debe seguir todo el curso del proceso penal, ocupar todo el
aparataje estatal, agotamos recursos del Estado en un proceso que no tiene razón de ser.
Y esto podría evitarse por la forma en la que estaba configurado anteriormente el principio
de oportunidad en el Código de Procedimiento Penal.
Entonces ahí se ejecutaba o se veía en la praxis la aplicación del principio de mínima
intervención penal. ¿Para qué sigo todo un juicio? Cuando antes el fiscal se podía
abstener en estos casos, cuando los únicos ofendidos fuesen el cónyuge o los parientes
dentro de los grados que establecía la norma.
Ahora con la nueva tipificación como está en el COIP, se establece ya no como una
prerrogativa del fiscal en aplicación del principio de oportunidad cuando se trata de
familiares, sino como una norma que regula la pena natural en sentencia, debiendo ahora
seguirse todo el juicio, y; que el juez aplique la pena natural. No tiene sentido, no tiene
razón de ser, seguir este proceso.
Entonces yo creo que, si se hicieron restricciones en lo que se refiere a la aplicación
del principio de oportunidad, que más bien revelarían un carácter más sancionador,
más inquisitivo que refleja el COIP. Que por más que en su título preliminar contenga
una declaración garantista, pero en la práctica a través de la aplicación de estas
figuras, de las penas, de la prisión preventiva, de la detención, que por ejemplo es un
rezago de las prácticas fiscales y policiales anteriores sigue revelando que tiene un
carácter más bien inquisitivo.
II. Entrevista
Si, ha existido una limitación pues los fiscales prefieren impulsar su acusación hasta
llegar a una sentencia condenatoria, pero que en la aplicación de la pena se aplique pena
natural y se deje de imponer una pena privativa de libertad u otros tipos de penas.
Sin embargo, es necesario que se tenga claridad en que Fiscalía pudiese solicitar
principio de oportunidad en cuanto a haberse configurado los presupuestos para pena
natural situación que lógicamente demanda preparación de Fiscalía en cuanto a sus
atribuciones y no solamente esperar la decisión judicial en juzgamiento para aplicar pena
natural. Considero que el legislador debe ser más claro en determinar que el principio de
oportunidad opera también al configurarse los requisitos de pena natural ya que como se
encuentra configurado en el COIP diera a entender que son instituciones que no tienen
relación alguna.
CONCLUSIONES
El análisis de esta línea de investigación nos ha permitido perfilar las siguientes
conclusiones:
Lo antes expuesto se observaba en delitos culposos donde existía de por medio una
pena natural moral. Como hemos manifestado estos hipotéticos concurren en mayor medida
en las infracciones de tránsito. Actualmente, en estos casos fiscalía no puede abstenerse de
iniciar acción penal, deberá seguir el lesivo curso de un proceso penal, acusar y solo en
sentencia el juez podrá aplicar la pena natural en base al Art. 372 del COIP. Como ya se
advirtió, este proceso genera un sinnúmero de consecuencias perniciosas, por citar algunas:
(fiscalía desiste de perseguir causas de mayor relevancia, gasto de recursos públicos, dolor
al infractor/familiares, etc.) ¿Entonces dónde está la mínima intervención penal? En efecto,
parece ser solo dibujada en la Constitución y en la norma penal.
Esta visión no ha sido percibida únicamente por mi persona, sino también por las
autoridades fiscales y judiciales entrevistadas, conforme se desprende de sus
razonamientos. Por mencionar, el fiscal Dr. Adrián Rojas Calle quien afirma que el
principio de oportunidad reglado en el COIP, constituye un retroceso, “no hemos avanzado
en nada”, argumenta, más bien esta norma se separa de otro principio de trascendente
importancia, la mínima intervención penal.
Con igual sentir la juez Dra. Paola Beltrán, refiere que actualmente en el COIP se
hicieron restricciones en la aplicación del principio de oportunidad, que más bien revelarían
un carácter más sancionador del Estado. A pesar de que su título preliminar contenga una
declaración garantista, pero en la práctica este cuerpo normativo revela un carácter
inquisitivo.
En cuanto a las limitaciones que trae el numeral 2 del Art. 412 del COIP, donde se
prescinde totalmente de la aplicación del principio de oportunidad en delitos dolosos.
Como hemos visto los doctrinarios, Zaffaroni, Bacigalupo, Bustos, Choclán entre
otros, justifican la institución de la pena natural considerando que en los supuestos en los
que una persona en el cometimiento de un injusto sufre un daño o mal de carácter
irreparable, este sujeto previamente ha sido sancionado con una pena de carácter natural.
Por lo tanto, de aplicarse una pena estatal, se estaría violentando el principio de humanidad
y proporcionalidad, ya que en estos casos la pena forense poco o nada puede aportar, sino
por el contrario el Estado se extralimitaría en la aplicación del Ius Puniendi, al preexistir
una sanción, en este caso una pena o castigo natural.
Además, indican que en estos casos no es que no exista culpabilidad, sino esta se
encuentra compensada en el daño irreparable y fortuito producto del ilícito, sufrido por el
hechor.
Es por ello que estamos en gran medida de acuerdo con Ziffer cuando señala que la
institución de la pena natural si bien tiene buenos fundamentos, resulta de difícil
incorporación en un sistema jurídico, sin que caiga en contradicciones.
Por otro lado, como manifiesta el juez. Dr. Eduardo Moncayo, casuísticamente no
han tenido la oportunidad de tener casos en los que se produzca un supuesto de pena
natural. Esto me fue corroborado por todas las autoridades entrevistadas. La deuda de este
trabajo es haber analizado un caso práctico en torno a estos hipotéticos.
Sin embargo, si hemos podido aludir a supuestos en los que creo firmemente que
según la configuración del principio de oportunidad en el innumerado tercero del Art 39
numeral 2 del Código de Procedimiento Penal 2000, cabía plenamente la figura de la pena
natural moral, que determinaba: (…) o cuando tratándose de un delito culposo los únicos
ofendidos fuesen su cónyuge o pareja y familiares comprendidos hasta el segundo grado de
consanguinidad.
De acuerdo con el Art. 412 numeral 2 del COIP, actualmente el fiscal no puede
prescindir de la acción penal en virtud del principio de oportunidad, en casos crudos y
estremecedores como el citado. Donde la pérdida de un hijo ya representa un dolor
inmensurable que tendrá que cargar la madre en su psiquis por el resto de su vida (pena
natural moral). En estos casos fiscalía debe iniciar la acción penal y formular cargos como
en efecto ocurrió en este caso. Pero ¿qué pasa con los otros niños? A más de perder a su
hermano, pierden a su madre y con ello, derivan nuevos problemas sociales.
Ideas como las anotadas, la percepción de autoridades fiscales y judiciales nos han
permitido concluir que definitivamente en el Código Orgánico Integral Penal, existe un
retroceso normativo en cuanto a los hipotéticos de aplicación de pena natural, destrozando
así la tesis de mínima intervención penal plasmada en la Constitución de la República del
Ecuador.
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