Programa de Terapia Conductual

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UNIDAD I

INTRODUCCIÓN A LA TERAPIA DE LA CONDUCTA

1.1. Definición de terapia de la conducta.

La Terapia de la Conducta es una forma de tratamiento psicológico derivado

de la investigación de laboratorio desde el enfoque de conducta. La

fundamentación empírica y teórica, sólidamente científica, se considera una

característica esencial en sus desarrollos.

1.2. Perspectiva histórica.

1.2.1. Perspectivas teóricas.

1.3. Suposiciones de la terapia de la conducta.

1.4. Evaluación conductual.

La evaluación es el inicio de toda intervención conductual, su función es

cuantificar y analizar la conducta. A través de ésta, se determina el

diagnóstico, que es, a final de cuentas, lo que va a dirigir el diseño y

realización del tratamiento dentro de la psicología clínica.

Una de las bases de la evaluación conductual, es que se eliminan las

etiquetas y se dirige más bien hacia la determinación de los excesos y

déficits conductuales, así como de los estímulos ambientales. Se hace una

descripción de los métodos directos e indirectos.

1.5. Relación terapéutica.

UNIDAD II

MODIFICACIÓN DE CONDUCTA

2.1. Fundamentos de la modificación de conducta.


2.2. Principios básicos de la modificación de la conducta.

2.2.1. Importancia de la descripción objetiva de la conducta.

2.2.2. Objetivo de un programa de modificación de conducta.

2.3. Programa de modificación de conducta.

Medición: Registros, técnicas, reforzamientos y tipos de programas

modificación de conducta.

UNIDAD III

DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA

3.1. Definición de Desensibilización Sistemática.

La desensibilización sistemática es un método utilizado en la psicoterapia

dentro del paradigma teórico-clínico de las terapias cognitivo-conductuales,

cuya característica principal es la aproximación sucesiva del sujeto a

situaciones que le producen una exacerbación desfasada de conductas

(emocionales, cognitivas o de motricidad) y que lo lleva a consulta.

Técnica de terapia de conducta utilizada para eliminar la ansiedad asociada

a las fobias. Se basa en desmontar de forma gradual las reacciones

neuróticas de angustia, creando en el paciente un estado fisiológico

inhibidor de la angustia. Fue desarrollada por J. Wolpe en los años 50.

PROCEDIMIENTO:

Se hacen presentaciones graduales de los estímulos productores de

ansiedad, hasta lograr que el estímulo fóbico ya no desencadene la

respuesta inicial de temor en el paciente. Se busca debilitar poco a poco la

asociación entre el estímulo fóbico y la reacción de angustia. Como estado


inhibidor de la angustia se usa generalmente la relajación muscular y

cognitiva.

3.2. Relajación muscular progresiva.

La relajación muscular progresiva es una técnica de tratamiento del estrés

desarrollada por el médico estadounidense Edmund Jacobson en los

primeros años 1920. Jacobson argumentaba que ya que la tensión muscular

acompaña a la ansiedad, uno puede reducir la ansiedad aprendiendo a relajar

la tensión muscular.

Jacobson entrenó a sus pacientes para relajar voluntariamente ciertos

músculos de su cuerpo para reducir los síntomas de la ansiedad. También

descubrió que el procedimiento de relajación es efectivo contra la úlcera,

insomnio, y la hipertensión. Hay muchos paralelismos con el entrenamiento

autógeno de Schultz, que fue desarrollado independientemente.

La técnica de Jacobson todavía es popular entre los modernos

fisioterapeutas.

Técnica

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La técnica de la relajación muscular progresiva se aprende de manos de un

profesor especializado. A continuación se describen los pasos que debe

seguir un practicante de esta técnica en su sesión diaria:


Sentarse en una silla confortable, sería ideal que tuviese reposabrazos.

También puede hacerse acostándose en una cama. Ponerse tan cómodo como

sea posible (no utilizar zapatos o ropa apretada) y no cruzar las piernas.

Hacer una respiración profunda completa; hacerlo lentamente. Otra vez.

Después alternativamente tensamos y relajamos grupos específicos de

músculos. Después de tensionar un músculo, este se encontrara más relajado

que antes de aplicar la tensión. Se debe concentrar en la sensación de los

músculos, específicamente en el contraste entre la tensión y la relajación.

Con el tiempo, se reconocerá la tensión de un músculo específico y de esta

manera seremos capaces de reducir esa tensión.

No se deben tensar músculos distintos que el grupo muscular que estamos

trabajando en cada paso. No mantener la respiración, apretar los dientes o

los ojos. Respirar lentamente y uniformemente y pensar solo en el contraste

entre la tensión y la relajación. Cada tensión debe durar unos 10 segundos;

cada relajación otros 10 o 15 segundos. Contar "1, 2, 3 ..."

Hacer la secuencia entera una vez al día hasta sentir que se es capaz de

controlar las tensiones de los músculos. Hay que ser cuidadoso si se tienen

agarrotamientos musculares, huesos rotos, etc que hacen aconsejable

consultar previamente con el médico.

 Manos. Apretar los puños, se tensan y destensan. Los dedos se

extienden y se relajan después.

 Bíceps y tríceps. Los bíceps se tensan (al tensar los bíceps nos

aseguramos que no tensamos las manos para ello agitamos las manos

antes después relajamos dejándolos reposar en los apoyabrazos. Los

tríceps se tensan doblando los brazos en la dirección contraria a la

habitual, después se relajan.


 Hombros. Tirar de ellos hacia atrás (ser cuidadoso con esto) y

relajarlos.

 Cuello (lateral). Con los hombros rectos y relajados, doblar la cabeza

lentamente a la derecha hasta donde se pueda, después relajar.

Hacer lo mismo a la izquierda.

 Cuello (hacia adelante). Llevar el mentón hacia el pecho, después

relajarlo. (Llevar la cabeza hacia atrás no está recomendado).

 Boca (extender y retraer). Con la boca abierta, extender la lengua

tanto como se pueda y relajar dejándola reposar en la parte de abajo

de la boca. Llevar la lengua hasta tan atrás como se pueda en la

garganta y relajar.

 Boca (apertura). Abre la boca cuanto sea posible; cuidado en este

punto para no bloquear la mandíbula y relajar.

 Lengua (paladar y base). Apretar la lengua contra el paladar y

después relajar. Apretarla contra la base de la boca y relajar.

 Ojos. Abrirlos tanto como sea posible y relajar. Estar seguros de que

quedan completamente relajados, los ojos, la frente y la nariz

después de cada tensión.

 Respiración. Respira tan profundamente como sea posible; y entonces

toma un poquito más; espira y respira normalmente durante 15

segundos. Después espira echando todo el aire que sea posible;

entonces espira un poco más; respira y espira normalmente durante

15 segundos.

 Espalda. Con los hombros apoyados en el respaldo de la silla, tirar tu

cuerpo hacia adelante de manera que la espalda quede arqueada;

relajar. Ser cuidadoso con esto.

 Glúteos. Tensa y eleva la pelvis fuera de la silla; relajar. Aprieta las

nalgas contra la silla; relajar.


 Muslos. Extender las piernas y elevarlas 10 cm. No tenses el

estómago; relajar. Apretar los pies en el suelo; relajar.

 Estómago. Tirar de él hacia dentro tanto como sea posible; relajar

completamente. Tirar del estómago hacia afuera; relajar.

 Pies. Apretar los dedos (sin elevar las piernas); relajar. Apuntar con

los dedos hacia arriba tanto como sea posible; relajar.

 Dedos. Con las piernas relajadas, apretar los dedos contra el suelo;

relajar. Arquear los dedos hacia arriba tanto como sea posible;

relajar.

3.3. Construcción de jerarquías.

CONSTRUCCIÓN DE LA JERARQUÍA DE ANSIEDAD

Jerarquía de ansiedad: Lista de estímulos que generan ansiedad que tiene

que estar relacionada temáticamente y ordenada según el nivel de ansiedad

que provocan los estímulos.

Los estímulos que componen la jerarquía tienen que ser:

Realistas: Son estímulos que el sujeto identifica como atemorizantes y que

le pueden suceder.

Concretos, de forma que cuando le pidamos al sujeto que imagines el

contenido de la escena, estén claramente especificados los detalles de lo

que ha de imaginar.

Debe incluir estímulos relevantes para el problema en cuestión, hayan sido

experimentados o no por el sujeto.

Los elementos de la jerarquía han de ser aportados y evaluados por el

cliente con la ayuda del terapeuta. No conviene hacer sugerencias al cliente


acerca de la selección o de la graduación. No se han de ordenar los ítems

sobre "bases lógicas" sino a criterio del sujeto.

La jerarquía de ansiedad tienen que estar cuantificada; Generalmente, se

emplea una escala de Unidades Subjetivas de Ansiedad (USA) (sirve

también para llevar a cabo fluctuaciones de la ansiedad en distintas

situaciones y para tasar el nivel de relajación).

Se suele utilizar un rango de 0 a 100 (con niños menores de 9 años se puede

utilizar una escala ordinal).

Una jerarquía adecuada suele tener 10-15 ítems.

2 Tipos de jerarquías:

Espaciotemporales (Paul) o convencionales (Wolpe): Son más fáciles de

construir porque los estímulos se ordenan por la distancia o cercanía

temporal a la situación temida.

Temáticas (Paul) o idiosincrásicas (Wolpe): Cuando todos los ítems están

relacionados con un mismo tema.

Pueden formularse jerarquías combinadas.

Estrategias para la construcción de las jerarquías

Una vez identificados los tipos de situaciones que provocan ansiedad en la

evaluación conductual, se procederá a la construcción de la jerarquía.

Se introduce la escala USA al sujeto y se le pide que ordene las situaciones

generadoras de ansiedad, empezando por el anclaje superior, el inferior y el

punto medio. Se continúa pidiéndole que indique situaciones de distintos

niveles, hasta disponer de unas 10 situaciones, de modo que no haya

escalones de más de 15 USA.


Si el sujeto se queda bloqueado, el sujeto puede introducir una variación

sobre uno de los ítems. A veces es difícil encontrar ítems de bajo nivel en la

jerarquía (5-10 USAS).

Decir al sujeto que los puntos de anclaje superior e inferior no tienen un

valor absoluto, ya que se le pueden ocurrir ítems de mayor o igual nivel que

ellos, y ha de indicarlo al terapeuta.

Tarea para casa: Elaborar escenas o ítems de la jerarquía de cuantía

diversa, y que no sean todos del mismo nivel. Tendrá que anotar cada escena

en una tarjeta, anotando en el reverso el nivel de ansiedad que le suscita.

En la siguiente sesión: Se escogen las tarjetas útiles y se barajan con las

de la sesión anterior. Se le pide que vuelva a ordenarlas de modo ascendente

sin mirarlas por detrás. Se le pide que las revise y les dé valor. Después se

comparan los valores actuales con los escritos detrás; En caso de

concordancia, la escena queda definitivamente adscrita a un determinado

nivel.

Generalmente, aquellas fobias que son muy específicas requieren pocos

ítems (miedo a los perros), mientras que las más complejas, requieren

jerarquías más amplias (miedo a estar solo).

Deben comenzar por un valor débil (5 USAS o menos) y terminar en 100 sin

que haya diferencias entre ellas de más de 10 USA.

Si se dispone de varios ítems en el mismo nivel se elige uno de ellos como

representativo de ese escalón.

3.4. Método de aplicación de la Desensibilización Sistemática.

Podemos hacerlo repasando con la imaginación la exposición al estímulo que

genera ansiedad (por ej. cómo responder ante una situación o pensamiento
ante los que sentimos descontrolar o con gran malestar psicológico o

fisiológico) y tras dominar la situación con la imaginación (viéndonos por ej.

a nosotros mismos respondiendo controladamente y de una forma mucho

más positiva y adaptativa) pasar posteriormente a practicar con la

exposición directa. Se trata de deshacer condicionamientos que provocan

ansiedad y aprender otros más positivos y adaptativos. Esto sirve para

cualquier situación que pueda provocarnos ansiedad.

Los pasos son:

Relajar los músculos a voluntad (Relajación diferencial o progresiva).

Hacer una lista con todos los temores o situaciones ansiógenas.

Construir una jerarquía de escenas ansiógenas de menor a mayor intensidad

de ansiedad.

Avanzar, a través de la imaginación o mediante enfrentamiento, con las

situaciones temidas de la jerarquía. Es importante que se practique la

visualización para que la situación se viva como muy real. No se pasará a una

nueva situación ansiógena hasta no haber logrado que la anterior situación

de la jerarquía quede totalmente resuelta en cuanto a la ansiedad vivida.

UNIDAD IV

MANEJO DE CONTINGENCIAS

4.1. Definición de contingencia.

Es la relación que hay entre la conducta que se emite (en nuestra jerga

"respuesta operante") y la consecuencia de ese evento (apetitiva o aversiva,

como se dijo).

La contingencia es positiva o negativa no porque dé lugar a resultados

agradables o desagradables. Se refiere a que si a la aparición de la conducta


aparece la consecuencia (aversiva o apetitiva) la contingencia es positiva. Si

a la aparición de la conducta desaparece la consecuencia la contingencia es

negativa.

4.2. Definición de manejo de contingencia.

MANEJO DE CONTINGENCIAS Son técnicas Skinnerianas u operantes. La

meta de estas es controlar el comportamiento manipulando sus

consecuencias.

TECNICAS El manejo de contingencia puede adoptar muchas formas:

•MOLDEAMIENTO: Un comportamiento deseado se desarrolla

recompensando primero cualquiera que se le aproxime.•

TIEMPO FUERA: El comportamiento indeseable se extingue sacando en

forma temporal a la persona de una situación en que se refuerza este

comportamiento.

CONTRATO DE CONTINGENCIAS: Se establece un acuerdo formal o

contrato entre terapeuta y paciente, donde se definen las consecuencias de

ciertos comportamientos de parte de ambos.

• LA REGLA DE LA ABUELA (principio de Premack): Significa que una

actividad deseada es reforzada al permitir al individuo el privilegio de

realizar un comportamiento más atractivo: “primero trabaja, luego juega”.

4.3. Reforzamiento positivo y negativo.

4.4. Castigo positivo y negativo.

4.5. Extinción.

4.6. Economía de fichas.

UNIDAD V
MÉTODOS OPERANTES DE AUTOCONTROL

5.1. Definición de autocontrol.

5.2. Causas de los problemas de autocontrol.

5.3. Un modelo de autocontrol.

5.4. Fases de un programa de autocontrol.

1. Autoobservación: Para poder intervenir sobre una conducta, lo primero

que se debe hacer es detectarla, darse cuenta de su ocurrencia. El

terapeuta tendrá que enseñar procedimientos de registro. Al respecto hay

que saber que Ollendick y Hersen han demostrado que los niños pueden

hacer registros con bastante fiabilidad (comparándolos con los de sus

padres y profesores). Así, pediremos a la persona que sea ella quien registre

la conducta (por ej, lo que tarda en vestirse, el número de veces que llora, el

número de cigarrillos que se fuma, la cantidad y el tipo de comidas que

realiza…).

Sabemos que el hecho de registrar conductas afecta ya a éstas y que es

fácil que se reduzcan las conductas problemas por el simple hecho de ir

registrándolas y viéndolas en gráficos.

El auto-registro favorece la auto-observación y el auto-refuerzo, por lo que

su mero entrenamiento mejora el conocimiento de uno mismo y el

autocontrol.

Establecimiento de objetivos: El paciente habrá de decidir qué nivel de

control quiere alcanzar sobre la conducta problema (por ej, dejar de fumar

completamente o sólo reducir el número de cigarros.

3. Entrenamiento en técnicas concretas y establecimiento de criterios

de ejecución: Considerando los datos de autoobservación y los objetivos se


decide qué técnicas concretas se entrenarán; y se establecen las reglas de

conducta que guiarán el entrenamiento.

4. Aplicación de las técnicas en contexto real: Se pone en práctica en la

vida real lo aprendido. Aquí se seguirá el siguiente orden: (1)

Autoobservación; (2) Aplicación de la técnica; (3) Autoevaluación; (4)

Autorrefuerzo o Autocastigo; (5) Autocorrección.

5. Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: Una vez afrontadas las

situaciones reales, en las sesiones de terapia se revisarán las aplicaciones

concretas, se analizarán las dificultades y se buscará su solución.

Como se ve el procedimiento no es distinto al de otras intervenciones,

excepto en que aquí el sujeto es el principal responsable y que esto ayuda a

que aprenda a solucionar no sólo su problema actual sino también los

futuros. Es decir, que al final se acabará convirtiendo en su propio

terapeuta.

4.2. Técnicas de Autocontrol

Las técnicas son básicamente de tres tipos:

Técnicas de control estimular

Técnicas de programación conductual

Autoinstrucciones

En las primeras el énfasis se sitúa en el contexto estimular que afecta a la

probabilidad de aparición de la conducta; por eso la intervención se realiza

antes de que la conducta tenga lugar manipulando los Ed. En las segundas la

intervención se realiza a posteriori, manipulando las consecuencias de la

respuesta cuando ésta ya ha tenido lugar. Las Autoinstrucciones están

diseñadas específicamente para aumentar el autocontrol.


No obstante, antes de poner en práctica estos tres tipos de técnicas se

busca motivar al sujeto y hacerle ver como posible el cambio gracias a:

contratos conductuales y una programación de tareas intercesiones que le

hagan sentir comprometido y acompañado por el terapeuta.

Modalidades de estas técnicas son:

Autocontrol 6Técnicas de control estimular: Se trata de ejercer control

sobre los estímulos que están determinando la aparición de la conducta

problema. Sobre todo, se han aplicado en problemas como la obesidad,

donde también han demostrado mucha eficacia, y también ha problemas

sexuales, conductas adictivas, falta de estudio, problemas maritales,

insomnio, etc.

Restricción física (ejs, ponerse guantes para no morderse las uñas, ponerse

una mascarilla difícil de quitar para no picar mientras se prepara la comida).

Eliminación de estímulos (ejs, sacar la TV del cuarto de estudio, no comprar

productos hipercalóricos, no llevar dinero suelto para no comprar tabaco

cuando se sale de casa, borrar juegos del ordenador…).

Cambiar los estímulos discriminativos (ejs, comer a horas fijas y siempre en

el mismo sitio, fumar sólo en determinados lugares, dormir siempre en la

cama y leer sólo en el sofá).

Cambiar el medio social (ejs, exhibicionista sólo pasa por determinados

sitios con un amigo que impide la conducta, el ama de casa va al mercado

donde están las tragaperras con una vecina…).

autoinstrucciones36. Modificar las propias condiciones físicas o fisiológicas

(ejs, comer antes de ir a la compra, practicar la relajación antes de pedir

unas explicaciones a la pareja…).


7. Trabajar por módulos: dividir las conductas por secciones dejando

huecos entre las conductas, (por ejemplo, preparase para ir a la universidad:

9h30-10h – levantarse, 10h30-11h – vestirse, 11h30-12h – desayunar…). Así

si nos has cumplido una sección puedes cumplir la siguiente, es para que no

se fastidie todo por no poder hacer una.

Hay que ser consciente de que estas técnicas por sí solas es difícil que

produzcan cambios duraderos sino no se entrenan también estrategias

alternativas que sean muy reforzadas. Por ej, habrá que enseñar no sólo a no

comprar productos hipercalóricos, también habrá que enseñar y reforzar el

seguimiento de una dieta equilibrada.

Técnicas de programación conductual: Aquí se manipulan y planifican las

consecuencias de la conducta a controlar. Tiene las siguientes modalidades:

Autorreforzamiento (es el propio sujeto, exclusivamente, quien se aplica las

consecuencias reforzantes de una conducta. Los reforzamientos pueden ser

materiales o simbólicos. Y puede ser reforzamiento positivo o negativo, en

este último caso el sujeto se concede dejar de hacer algo que le desagrada).

Ejemplo: un estudiante que se levanta muchas veces durante el estudio (a

por café, una galleta, un refresco, un pitillo…) se levantará a por una de

estas cosas sí y sólo si ha leído y subrayado en los últimos diez minutos

cuatro páginas del libro.

Autocastigo (el propio sujeto se administrará consecuencias aversivas

contingentemente a la realización de una conducta problema). Ejs. Un

obsesivo aprende a detener sus cadenas de pensamiento golpeándose con

una goma en la muñeca. Un obeso debe hacer un cuarto de hora más de

ejercicio por haberse comido un buñuelo.


Métodos encubiertos (los que más se emplean son la sensibilización

encubierta —en esta en particular se hace una variante combinando la

realidad con la imaginación: por ej, mientras un sujeto obeso está realmente

comiendo se imagina lo gordo que se está poniendo, las consecuencias sobre

su salud, el reproche social, etc.—, el autorreforzamiento encubierto y el

modelado encubierto). Se usarán sólo si el sujeto demuestra la suficiente

capacidad imaginativa. Tienen como problema la dificultad de su evaluación.

UNIDAD VI

ENTRENAMIENTO ASERTIVO

6.1. Definición de Asertividad.

6.2. Conducta agresiva.

6.3. Conducta pasiva.

6.4. Conducta asertiva.

6.5. Procedimiento para entrenar la conducta asertiva.

UNIDAD VII

SOBRESATURACIÓN CONTROL AVERSIVO Y ETICA DE LA TERAPIA

CONDUCTUAL

7.1. Definición de sobresaturación.

Implica envolver a un individuo en la misma conducta no deseada, de manera

repetitiva hasta que el individuo se sienta hastiado del comportamiento.

7.2. Terapia implosiva.

Es una técnica de modificación de la conducta. Aquí el terapeuta somete al

sujeto directamente al estímulo condicionado que produce muy fuerte

ansiedad (es decir, le presenta la situación ansiógena) para que lo afronte


sin posible escape; el terapeuta debe preparar la situación terapéutica para

que no aparezca el reforzamiento primario o las consecuencias aversivas

acompañando al estímulo condicionado; normalmente esto lo hace

enseñándole antes al sujeto alguna técnica de relajación para que cuando se

le presente el estímulo ansiógena fuerte el sujeto pueda responder con una

reacción de relajación. De este modo se conseguirá la extinción de la

respuesta condicionada de ansiedad.

Es una terapia utilizada para el tratamiento de las respuestas de ansiedad y

las fobias. Se basa en el enfrentamiento directo del sujeto con el estímulo o

la situación que le provocan esa respuesta de ansiedad, evitando que la

persona escape.

7.3. Proceso de aplicación de la sobresaturación.

7.4. Definición de la terapia Aversiva.

Es una terapia de modificación de conducta que utiliza estímulos aversivos,

dolorosos, negativos, desagradables para cambiar conductas.

Es un tipo de tratamiento psiquiátrico o psicológico que consiste en exponer

al paciente a un estímulo al mismo tiempo que se le hace experimentar

alguna forma de sensación desagradable. Con ello se intenta condicionar al

paciente para asociar el estímulo con la sensación desagradable y así

terminar con un comportamiento indeseado. Las sensaciones desagradables

utilizadas son diversas, como aplicar sustancias de sabor desagradable en

las uñas (para terminar con la costumbre de morderlas), sustancias eméticas


en combinación con el alcohol (para evitar su consumo) o la aplicación de

electro-choques de distintas intensidades.

7.5. Descripción de las diferentes técnicas aversivas.

7.6. Proceso de aplicación de la terapia Aversiva.

7.7. Contrato terapéutico.

El contrato terapéutico o alianza terapéutica es el acuerdo entre cliente y

terapeuta donde se fijan el marco y los criterios de la relación profesional a

la que ambos se comprometen.

Eventualmente, pueden ser adaptados a situaciones específicas en función

de las necesidades del tratamiento psicológico, de la disponibilidad de

horario o de consideraciones económicas.

7.8. Aspectos éticos de la terapia de la conductual.

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