Brevario Divna Voluntad PDF

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Indice:

Primera Semana
Dia de la Divina Voluntad
Dia de la Santisima Trinidad
Dia de los Angeles
Dia de San José
Dia de la Santisima Eucaristía
Dia de la Pasión
Dia de la Santisima Virgen María

Segunda Semana
Dia de la Divina Voluntad
Dia de la Santisima Trinidad
Dia de los Angeles
Dia de San José
Dia de la Santisima Eucaristía
Dia de la Pasión
Dia de la Santisima Virgen María

Tercera Semana
Dia de la Divina Voluntad
Dia de la Santisima Trinidad
Dia de los Angeles
Dia de San José
Dia de la Santisima Eucaristía
Dia de la Pasión
Dia de la Santisima Virgen María

Cuarta Semana
Dia de la Divina Voluntad
Dia de la Santisima Trinidad
Dia de los Angeles
Dia de San José
Dia de la Santisima Eucaristía
Dia de la Pasión
Dia de la Santisima Virgen María

Las Alabanzas del Reino


de la Divina Voluntad

El Reino del Fiat Divino


en medio de las criaturas

SEMANA I
DIA DE LA DIVINA VOLUNTAD
PRIMERAS VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre…
HIMNO (La Virgen María... Oración para cada día del mes)
Reina Inmaculada, Madre nuestra celestial, venimos a tu regazo materno para pedirte con los
más ardientes suspiros que nos admitas a vivir en el Reino de la Divina Voluntad.

Tú que eres la Reina de este Reino admítenos, como hijos tuyos, a vivir en él, para que ya no
esté desierto sino poblado de hijos tuyos.

Por eso, Reina Soberana, a ti nos confiamos, para que guíes nuestros pasos en el Reino de la
Divina Voluntad.

Estrechados a tus manos maternas guiarás todo nuestro ser, para que vivamos para siempre
en la Divina Voluntad.

Como a Madre nuestra te hacemos la entrega de nuestra voluntad para que nos la cambies por
la Divina.

Todo sea para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

(ant. 1) Yo, tu todo, merezco que me ames conforme a mi amor por ti.

(Salmo 1) (Vol. I)

Si tú no alejas de ti ese pequeño mundo que te rodea: pensamientos, afectos e imaginaciones


hacia las criaturas, yo no puedo entrar completamente en tu corazón y tomar estable posesión
de él.
Este murmullo continuo de tu mente es un obstáculo para mí, que soy un esposo ciertamente
celoso:

pues no te deja escuchar claramente mi voz, no me deja depositar en ti mis gracias, no te deja
enamorar completamente de mí.

Prométeme que serás todo mío, y así pondré manos a la obra, para hacer de ti todo lo que
quiero.

Tienes razón en decirme que por ti mismo nada puedes hacer; no temas, yo haré todo por ti; tú
dame tu voluntad y eso me basta.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Yo, tu todo, merezco que me ames conforme a mi amor por ti.

(ant. 2) El ideal que yo tengo sobre ti, para mostrar mi obra, no es de cosas prodigiosas.
(Salmo 2) (Vol. III, 21 Mayo 1900)

Mi ideal es el de absorberte en mi Voluntad y hacer de tu voluntad una sola cosa con la mía,
hacer de ti un perfecto ejemplar de uniformidad con mi Voluntad.

Lo que yo trato de hacer contigo, es hacerte llegar al estado más sublime, hacer de ti el más
grande prodigio, el milagro de los milagros.

Mi Voluntad te hará adquirir las virtudes más heroicas y sublimes, que ninguna criatura
puede superar.

Es tan alta la perfección del alma fundida en mi Voluntad, que llega a obrar como Dios mismo.

No viviendo ya en ella su propia voluntad, sino la misma Voluntad de Dios, posee en propio la
potencia, la sabiduría, la santidad y todas las demás virtudes que Dios posee.

El alma que llega a vivir solamente de mi Voluntad es reina de todas las reinas y su trono está
tan alto, que llega hasta el trono del Eterno Dios;

entra en los secretos de la Augusta Trinidad, y participa del recíproco amor que hay entre el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

¡Oh, cómo todos los ángeles y los santos la honran, los hombres la admiran y los demonios la
temen, descubriendo en ella al ser divino!

Gloria al Padre...

(ant. 2) El ideal que yo tengo sobre ti, para mostrar mi obra, no es de cosas prodigiosas.

(ant. 3) ¿Sabes por qué el nacimiento de mi Madre Celestial encierra en sí la perfección y todas
las maravillas y prodigios juntos?
(Salmo 3)

Porque naciendo ella, no solamente vino al mundo la más pura criatura, la santa, la hermosa,
la Inmaculada; sino que con ella nació también el Don de la Divina Voluntad en las criaturas.

Este Don había sido generado y depositado en esta santa niña con el fin de formar en ella su
misma vida operante y creciente.

El liberar a mi Madre del pecado original y concederle la vida divina, habría sido ciertamente
muy poca cosa para nuestra potencia y sabiduría.

Lo que por el contrario sorprendió y llamó la atención del cielo y de la tierra fue el nacimiento
de mi Divina Voluntad en ella.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¿Sabes por qué el nacimiento de mi Madre Celestial encierra en sí la perfección y todas
las maravillas y prodigios juntos?

LECTURA BREVE (Vol. I)


“Quiero purificar tu alma de cualquier mínima mancha que pueda obstaculizar mi amor en ti;
quiero probar tu fidelidad hacia mí con el fin de poseerte plenamente; quiero constatar que
todo lo que me has dicho es cierto.”

RESPONSORIO (Vol. I)
G. Con el fin de observar todas tus acciones, * iré junto contigo a donde quiera que vayas.
T. Con el fin de observar todas tus acciones, iré junto contigo a donde quiera que vayas.
G. Para dirigir y equilibrar todos los movimientos de tu corazón,
T. * iré junto contigo a donde quiera que vayas.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Con el fin de observar todas tus acciones, iré junto contigo a donde quiera que vayas.
Madre Santa, encierra la Divina Voluntad en nuestras almas, para que tome el
(ant. de alab.)
primer lugar, como le corresponde, y forme ahí su trono y su morada.
(La Virgen María 1ª medit.)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.


Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de
su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Madre Santa, encierra la Divina Voluntad en nuestras almas, para que tome el
(ant. de alab.)
primer lugar, como le corresponde, y forme ahí su trono y su morada.

INTENCIONES
+ Fundiéndonos en la Divina Voluntad, para que su Reino se establezca en toda su plenitud
entre nosotros, oremos: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Unidos a nuestra Madre Santísima, con sus mismas oraciones, sus mismas súplicas y
suspiros te pedimos:
+ Para que el prodigio de la vida operante de la Divina Voluntad en nuestra Madre Santísima
nazca y crezca también en nosotros:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
O Dios, que en un exceso grandísimo de tu amor por nosotros nos has dado por Madre a la
Santísima Virgen María, haz que también sea Madre de cada uno de nuestros actos, para que
la actividad de tu Divina Voluntad obre plenamente en nosotros. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.

COMPLETAS I

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO
¡Oh Madre Santísima, tu Corazón Inmaculado se consuma en la Santa Voluntad del Altísimo
que en ti vive y reina soberana!
¡Con tu dulce sonrisa encantas a tu Señor y la pureza de tus miradas hieren su Corazón!

¡Con las cadenas de tu amor tú encadenas al Creador y sobre las alas de tu amor nos traes el
Reino de la Divina Voluntad!

¡A ti, oh Padre Eterno, al Hijo y al Espíritu Santo divina satisfacción, infinito amor e inmensa
gloria y reparación! Amén.

(ant.) Yo soy Espíritu de paz, no profanes mi paz en tu corazón.


(Salmo) (Vol. I)

Cuando al orar no te sientas recogido no debes pensar en otra cosa sino en mantenerte
tranquilo en ese estado, sin pensar en el motivo por el cual no puedes orar.

Humíllate confesándote merecedor de cualquier sufrimiento y privación mía, para que no vaya
a suceder que tú mismo te provoques las distracciones.

Quédate tranquilo como un corderito que mientras es sacrificado lame la mano de su verdugo.

Así tú, mientras te veas acosado por las distracciones, abatido y solo, deberás resignarte a mis
disposiciones y darme gracias de todo corazón.

Me ofrecerás todas tus amarguras, tus angustias y los fastidios que sientas, como sacrificio de
alabanza, de satisfacción y en reparación de las ofensas que se me hacen.

Tu oración entonces, a pesar de las distracciones, subirá hasta mi trono, como incienso
perfumado, herirá mi Corazón y derramaré sobre ti nuevas gracias y carismas.

El demonio, entonces, viéndote tan humilde y resignado y completamente abismado en tu


nada, ya no tendrá fuerzas para acercarse a ti, y se morderá los labios de pura rabia.

Es así como debes comportarte en tal estado, para adquirir méritos cuando tú creías
desmerecer.

Gloria al Padre...

(ant.) Yo soy Espíritu de paz, no profanes mi paz en tu corazón.

LECTURA BREVE (Vol. III, 2 Marzo 1900)


“Quiero que tu alimento sea el sufrimiento, no como sufrimiento en sí mismo, sino como fruto
de mi Voluntad. El beso más sincero que ata más fuertemente nuestra amistad es la unión de
nuestras Voluntades y el nudo indisoluble que nos estrechará continuamente será el
sufrimiento continuo.”

RESPONSORIO
G. Déjame derramar en ti mis amarguras, * que ya no puedo contenerlas yo solo en mí.
T. Déjame derramar en ti mis amarguras, que ya no puedo contenerlas yo solo en mí.
G. Ten compasión de mi doloroso estado,
T. * que ya no puedo contenerlo yo solo en mí.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Déjame derramar en ti mis amarguras, que ya no puedo contenerlas yo solo en mí.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Dios, que en tu infinita bondad nos has dado a conocer el misterio de tu Voluntad para
realizarlo en la plenitud de los tiempos, dispón nuestras almas, para que le demos muerte a
nuestra voluntad humana y vivamos siempre en tu Divina Voluntad. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)
Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Oración de Luisa)


¡Oh santa, piadosa, amable Voluntad de Dios, te adoro y a ti yo quiero unirme, en ti vivir
anhelo!

¡Oh inefable orden del amor divino, tú sólo debes ser la única ley de mi corazón!

¡Como se unen plácidos dos arroyos en un solo río dos gotitas en una sola gota de agua dos
flamas en una sola luz,

así Jesús, concédeme un constante olvido, que todo tu Querer se compenetre en el mío!

¡Haz que yo venga a depender, Señor, de tus más mínimos deseos, quiera todo lo que tú
quieres, desee y anhele sólo lo que tú quieres!

¡En el Fiat del Padre, en el Fiat del Hijo y en el Fiat del Espíritu Santo! Amén.

(ant. 1) ¡Oh, dice Jesús, qué coloquios tan espirituales tenía yo con mi Madre y con mi padre
San José en Nazaret!
(Salmo 1) (Vol. I)

Siempre que te dejas llevar por pláticas prolongadas de cosas indiferentes o innecesarias, son
estas conversaciones que a mí no me agradan;

todo esto te llena la mente, de cosas que no me pertenecen y te rodean el corazón de un polvo
nocivo,

y este polvo nocivo te hace perder la eficacia de mi gracia dejándola débil y sin vitalidad.

Imítame cuando yo estaba en la casa de Nazaret, que tenía mi mente ocupada solamente en lo
que se refería a la gloria de mi Padre, y a la salvación de las almas.

Mi boca no se abría sino para hablar de cosas santas, buscando con mis palabras incitar a los
demás a reparar las ofensas que le hacían a mi Padre.
De este modo yo hería los corazones, los cuales, deshechos por el dolor y suavizados por la
gracia, eran atraídos a mi amor.

Todo lo que se decía en Nazaret era referido a Dios, todo lo que se hacía era referido y dirigido
a él. ¿Por qué no haces tú lo mismo?
Gloria al Padre...
(ant. 1) ¡Oh, dice Jesús, qué coloquios tan espirituales tenía yo con mi Madre y con mi padre
San José en Nazaret!

(ant. 2) Fija tu mirada en tu interior sobre tu amado Jesús.

(Salmo) (Vol. V, 30 Junio 1903)

Hijo mío, ya no llores, aquí está tu Bien, tu Vida, tu Todo: Jesús;

tómalo y tenlo siempre contigo y mientras lo tienes contigo, ten tu mirada interior fija en él.

no vayas a sentirte incomodo si no te dice nada o si tú no sabes decirle nada,

contémplalo únicamente en tu interior, que con sólo contemplarlo comprenderás todo, harás
todo y darás satisfacción por todos;

esta es la belleza del alma interior, que sin hablar, sin ninguna instrucción, fácilmente, con
solo mirar simplemente a Jesús, todo lo entiende y todo lo hace.

De este modo caminarás hasta la cima del Calvario y al llegar ahí, ya no lo verás como un niño,
sino crucificado; y tú quedarás crucificado junto con él.

No temas, que tu estudio sea el tener tu mirada interior siempre fija en él,

esto tiene tanta fuerza que todas las demás fuerzas humanas y diabólicas quedan debilitadas y
derrotadas.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Fija tu mirada en tu interior sobre tu amado Jesús.

(ant. 3) Señor, me falta todo, no tengo nada más que mi propia nada.
(Salmo 3) (Vol. I)

No temas, pues poco a poco haremos todo. Conozco cuánto eres débil, pero es de mí de quien
adquirirás la fuerza, la constancia y la buena voluntad para realizar lo que te será dicho.

Quiero que seas recto en el obrar, un ojo debes tenerlo fijo en mí y el otro a lo que haces.

Quiero que las criaturas desaparezcan totalmente de tu vida; así que cuando te den alguna
orden harás todo como si yo mismo directamente te hubiera dado la orden.
De manera que con tu mirada fija en mí, no juzgues a nadie ni te fijes si la cosa es justa o
injusta, fácil o difícil.

Cerrarás los ojos a todo lo que se te ordene hacer, y los abrirás para verme sólo a mí, pensando
que yo estoy siempre a tu lado para ver como te comportas; y con frecuencia me dirás:

“Señor, dame la gracia de hacer bien todo lo que sólo por ti quiero iniciar continuar y terminar;
no quiero volver a ser esclavo de las criaturas.”

De modo que si caminas, hablas, actúas, o haces cualquier otra cosa, lo harás con la única
finalidad de complacerme y para mi mayor gloria.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Señor, me falta todo, no tengo nada más que mi propia nada.

LECTURA BREVE (Vol. V, 16 Octubre 1903)


“Mi Voluntad es luz y haciendo tú siempre mi Voluntad, te apacientas de luz, convirtiendo tus
mortificaciones, privaciones y sufrimientos en alimento de luz para tu alma; porque el
verdadero alimento substancial y que comunica verdadera vida es mi Voluntad. ¿No sabes tú
que el alma que se alimenta continuamente de luz, aunque llegue a contraer algún defecto esta
luz la purifica continuamente?”

RESPONSORIO (Vol. I)
G. Si quieres llegar a ser algo grande en mí, estímate siempre nada: sólo entonces * derramaré
sobre ti mi todo.

T. Si quieres llegar a ser algo grande en mí, estímate siempre nada: sólo entonces derramaré
sobre ti mi todo.

G. Complaciéndome de tu verdadero anulamiento

T. * derramaré sobre ti mi todo.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Si quieres llegar a ser algo grande en mí, estímate siempre nada: * sólo entonces derramaré
sobre ti mi todo.

Infundiré tanto amor y tanta gracia en ti que nadie podrá llegar a amarme y a
(ant. de agrad.)
desearme como tú. (Vol. IV, 19 Septiembre 1900)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:
salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Infundiré tanto amor y tanta gracia en ti que nadie podrá llegar a amarme y a
(ant. de agrad.)
desearme como tú.

INTENCIONES
+ Jesús, te pedimos que el Reino de tu Divina Voluntad se extienda sobre toda la tierra con la
misma plenitud con que reina en el cielo: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que reconozcamos en todas las cosas creadas los tesoros de la Divina Voluntad
escondidos en ellas:
+ Para que todos los hombres reconozcan a Dios en su inmenso “te amo” que en cada
circunstancia de nuestras vidas nos manifiesta:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Señor, tú que nos has escogido desde antes de la creación del mundo para ser santos e
inmaculados ante tu presencia en tu Divina Voluntad, concédenos el poder vivir siempre en tu
Santa Voluntad para darte toda aquella gloria divina que tú esperas recibir de nosotros. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.
SEGUNDAS VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. II, 3 Octubre 1899)
¡Amada alma mía, cuánto eres hermosa mi sencilla paloma, mi querida morada!

¡Tu continuo penar me consuela y conforta, en las continuas ofensas que recibo de las
criaturas!

¡Es tanto mi amor por ti, que me veo obligado a esconderlo en parte, para que tú no
enloquezcas, y te impida seguir viviendo!

¡Tú eres mi templo vivo, en el cual, unido al Padre y al Espíritu Santo, yo me complazco y me
gozo! Amén.

(ant. 1) Al menos tú, hijo mío, seme agradecido.


(Salmo 1) (Vol. IV, 5 Septiembre 1901)

¡Animo, hijo mío, no temas, el amor sustituye a todo, sigue poniendo tu voluntad en la mía,
para que así puedas hacer lo que yo quiero!

De modo que si alguna vez faltas en algo, yo te supliré a ti; así que no temas.

Pero debes saber que el verdadero amor es ingenioso y el ingenio sabe hacer de todo,
especialmente cuando en el alma existe un amor amante.

Un amor que llega hasta hacer propios los sufrimientos de la persona amada, es un amor
heroico, semejante al mío. Si en ti llegara a existir este amor, me complacerías siempre.

Así, cuando yo sea injuriado y ofendido con toda clase de ultrajes, encontraré en ti uno que
verdaderamente me ama, me compadece y me compensa por todos.

Yo entonces pondré mis ojos en ti, me olvidaré de todas las ofensas y colmaré de tantos favores
y gracias, incluso a quienes me han ultrajado.

Gloria al Padre...
(ant. 1) Al menos tú, hijo mío, seme agradecido.

(ant. 2) Todas las cosas tienen su origen en la fe; quien es fuerte en ella, es fuerte también en el
sufrimiento.
(Salmo 2) (Vol. VI, 20 Marzo 1904)

Quien posee la fe encuentra a Dios en todo, lo descubre en todas sus acciones, lo toca en cada
movimiento, y cada nueva ocasión que se presenta es para él una nueva revelación divina que
recibe.
Por lo tanto, permanece fuerte en la fe; porque en todas las circunstancias y acontecimientos
de la vida la fe te suministrará la fuerza y te hará estar siempre unido a mí.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Todas las cosas tienen su origen en la fe; quien es fuerte en ella, es fuerte también en el
sufrimiento.

(ant. 3) Solamente la paz es la que hace que se conozca si el alma verdaderamente busca a Dios.
(Salmo 3) (Vol. VI, 9 Septiembre 1904)

En cuanto el alma se sale del ambiente de la paz, se sale del ambiente divino y viene a
encontrarse en el ambiente humano o diabólico.

Es solamente la paz la que hace que se conozca si el alma busca a Dios, por Dios, o por sí
misma; porque si es a Dios a quien busca, el alma jamás se turba.

Se puede decir, por lo tanto, que la paz de Dios y la paz del alma, se unen la una a la otra, y
alrededor del alma se ensanchan los confines de la paz, de manera que para ella todo se
convierte en paz, hasta las mismas guerras.

En cambio, si el alma se turba, aunque sea en las cosas más santas, se ve que en el fondo no
estaba Dios sino el propio yo o algún fin humano.

Así pues, cuando no te sientas sereno, entra un poco en ti mismo, para ver que es lo que hay en
el fondo que te turba, destrúyelo y encontrarás la paz.
Gloria al Padre...
(ant. 3) Solamente la paz es la que hace que se conozca si el alma verdaderamente busca a
Dios.

LECTURA BREVE (Vol. I)


“La caridad o vida divina es la que da vida y esplendor a todas las virtudes, de modo que sin
ella todas las obras están muertas. Mis ojos, no se sienten para nada atraídos por las obras
hechas sin espíritu de caridad, puesto que dichas obras no tienen entrada en mi Corazón. Por
lo tanto está siempre atento en hacer todas tus obras, incluso las más pequeñas, con espíritu
de caridad, es decir, hechas en mí, conmigo y por mí.”

RESPONSORIO (Vol. IV, 23 Julio 1901)


G. Negarse completamente a sí mismo para dar la vida a otros, * ésta es la verdadera caridad.
T. Negarse completamente a sí mismo para dar la vida a otros, ésta es la verdadera caridad.
G. Tomar sobre de sí mismo los males de otros y darles los bienes propios,
T. * ésta es la verdadera caridad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Negarse completamente a sí mismo para dar la vida a otros, ésta es la verdadera caridad.
Madre nuestra Celestial, encierra nuestra voluntad en tu Corazón y deposita el sol
(ant. de alab.)
de la Divina Voluntad en nuestras almas. (La Virgen María 31ª medit.)

Cántico de alabanza

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Madre nuestra Celestial, encierra nuestra voluntad en tu Corazón y deposita el sol


(ant. de alab.)
de la Divina Voluntad en nuestras almas.

INTENCIONES
+ Señor, haz que nuestra vida sea un acto continuo de Voluntad Divina: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que viviendo en nuestra nada, tú que eres el todo puedas reinar plenamente en
nosotros:
+ Para que todas las almas aprovechen plenamente los inmensos beneficios que tu Santísima
Voluntad constantemente nos da:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre santo, tú que has querido extender la sombra fecundísima del Espíritu Santo sobre la
Santísima Virgen María, generando en ella a tu Verbo Eterno, Jesús, haz que esa misma
sombra divina fecunde todos nuestros actos y que cada uno de ellos sea transformado en una
vida de tu hijo Jesús. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
COMPLETAS II
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. IV, 24 Diciembre 1902)
¡Dulcísimo Jesús, sufrir yo quiero, que dándome el sufrimiento, más que amor tú me darás!

¡Porque para merecer toda tu simpatía, el solo y único medio es el padecer por amor a ti!

¡En la Divina Voluntad, gloria y amor a ti, víctima divina, amorosísimo Jesús! Amén.

(ant.) La obediencia es tan impertinente y tan fuerte que humanamente, llega a ser
incomprensible.
(Salmo) (Vol. II, 17 Agosto 1899)

La obediencia da muerte a todos los vicios, y quien debe darle muerte a otro debe ser fuerte y
valeroso;

y si no llega a cumplir esta finalidad se sirve de formas impertinentes y hasta caprichosas.

Si esto es necesario para darle muerte al cuerpo que es tan frágil, más aún lo será para darle
muerte a los vicios y a las propias pasiones; y esto es tan difícil, porque a veces aunque parecen
muertos, comienzan a revivir.

Esta diligente señora obediencia está siempre en movimiento y continuamente está espiando,

y si ve que el alma pone la mínima dificultad a lo que se le ordena, temiendo que algún vicio
pueda comenzar a revivir en su corazón,

le da tanta guerra y no la deja en paz hasta que el alma se postre a sus pies y adore en mudo
silencio lo que ella desea.

Es por eso que la obediencia es tan impertinente y casi hasta caprichosa.

¡Ah, sí, no existe verdadera paz sin la obediencia! y si parece que se goza de alguna paz, esa
paz es falsa, porque está de acuerdo con las propias pasiones, pero jamás con las virtudes,

y de este modo termina arruinándose, porque separándose de la obediencia, se separa de mí


que fui Rey de esta noble virtud.

Además, la obediencia le da muerte a la propia voluntad, y hace que a torrentes descienda en


el alma la Divina Voluntad, tanto, que se puede decir que el alma obediente ya no vive de su
propia voluntad sino de la Divina.
Y ¿es posible que se dé una vida más bella y más santa, que la de vivir de la Voluntad de Dios
mismo?

Así que con las demás virtudes incluso las más sublimes, se puede dar el amor propio, pero con
la obediencia jamás.

Gloria al Padre...

(ant.) La obediencia es tan impertinente y tan fuerte que humanamente, llega a ser
incomprensible.

LECTURA BREVE (Vol. VIII, 30 Enero 1909)


“Las criaturas en casi todas las circunstancias de la vida repiten una y otra vez: “¿Por qué?”
¿Por qué esta enfermedad, este estado de ánimo, este desastre? Y tantos otros “¿Por qués?.” La
explicación del “¿Por qué?” no está escrita en la tierra, sino en el cielo en donde todos podrán
leerlo.”

RESPONSORIO (Vol. VI, 21 Enero 1905)


G. Quien vive de Voluntad Divina está en paz. * Quien vive de voluntad humana está en
guerra.
T. Quien vive de Voluntad Divina está en paz. Quien vive de voluntad humana está en guerra.
G. El alma que se pone a razonar la obediencia, deshonra a la obediencia y quien deshonra a la
obediencia deshonra a Dios.
T. * Quien vive de voluntad humana está en guerra.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Quien vive de Voluntad Divina está en paz. Quien vive de voluntad humana está en guerra.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.
Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Padre adorable, escucha la oración de tu hijo Jesús, que te ha pedido por nosotros, para
que todas nuestras acciones sean tan conformes a las suyas, que ya no se puedan llegar a
distinguir las unas de las otras, y así se cumplan en nosotros tus eternos designios. Por Cristo
Nuestro Señor. Amén.
El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana I) DIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. II, 28 Febrero 1899)


¡Oh, cuán alto y sublime es el vuelo hacia el cielo del alma feliz que vive de la fe!

¡Oh Santa virtud de la fe, tú elevas el alma a Dios, y les das la vida a todas las virtudes, pues
sin ti no tienen vida!
¡Tú nos vivificas, nos santificas, tú espiritualizas a quien te posee; tú eres Dios mismo: quien te
posee, posee a Dios!

¡Oh amadísimo Dios nuestro, llena nuestros corazones de fe, para creer como María Santísima,
y seguirte y amarte como ella! Amén.

(ant. 1) No quiero que sigas pensando en el pasado.


(Salmo 1) (Vol. I)

Tú debes saber que cuando un alma se ha humillado estando convencida de haber hecho mal,
no debe ya seguir pensando en el pasado.

Por lo tanto, arrepentida y humillada, lavada ya en el sacramento de la penitencia estará más


dispuesta a morir antes que volver a ofenderme.

El seguir pensando en el pasado es una afrenta a mi misericordia y es un obstáculo para mi


amor,

porque mientras siga queriendo estar sumergida en esas sucias ideas de su pasado, impedirá
que mi amor le haga emprender el vuelo hacia el cielo.

Mira, yo ya ni me acuerdo del mal que tú has hecho, pues todo lo he olvidado perfectamente. O
¿es que ves algún rencor en mí? O ¿ves alguna sombra de mal humor hacia ti?

Gloria al Padre...

(ant. 1) No quiero que sigas pensando en el pasado.

(ant. 2) Las llamas del purgatorio no tendrán nada que hacer con el alma que se entrega
totalmente a mí.

(Salmo 2) (Vol. V, 3 Julio 1903)

Hijo mío, ¿porqué te afliges, siendo yo el dueño de todo tu ser?

Cuando un alma llega a hacerme dueño de su mente, de sus brazos, de su corazón, de sus pies
y de todo su ser, el pecado no puede reinar en ella.

El alma, estando bajo el influjo de mi dominio está en acto de purgarse continuamente; y si


algo pudiera entrar en ella, de inmediato saldría.

Además, siendo yo santo, me resulta difícil tener algo que no sea santo.

Más aún, habiéndose entregado a mí totalmente en vida, es justo que yo me entregue


totalmente a ella al momento de la muerte, admitiéndola sin tardanza alguna a la visión
beatífica.

Gloria al Padre ...


(ant. 2) Las llamas del purgatorio no tendrán nada que hacer con el alma que se entrega
totalmente a mí.

(ant. 3) El homenaje más preciado que se me puede ofrecer es el desear morir para poder unirse
a mí.
(Salmo 3) (Vol. IV, 6 Enero 1902)

En verdad, ese temor extravagante de morir es una tontería,

porque cada alma tiene el poder de entrar al cielo, habiéndole yo donado como pasaporte todos
mis méritos, virtudes y obras.

Además de todo esto, añadiendo los méritos propios, forma un segurísimo pasaporte para
poder entrar a donde quiera y ganarse el respeto de todos.

Si tú, de hecho, no tienes miedo de morir, es porque ya has tratado conmigo, y has
experimentado cuán dulce y amable es la unión con el Sumo Bien.

Recuerda pues que el homenaje más preciado que se me pueda ofrecer es el desear morir para
poder unirse a mí.

Esta es la más bella disposición del alma para purgarse y sin ningún intervalo, pasar
directamente al cielo.

Gloria al Padre...

(ant. 3) El homenaje más preciado que se me puede ofrecer es el desear morir para poder unirse
a mí.

LECTURA BREVE (Vol. IV, 29 Diciembre 1901)


“Es necesario que soplen los vientos de las tribulaciones para quien vive bajo mi sombra, para
que no pueda penetrar en su alma ningún aire malsano; así, los continuos vientos, agitando
siempre este aire malsano, lo mantienen alejado y en cambio le hacen respirar un aire
purísimo y saludable.”

RESPONSORIO (Vol. I)
G. Hijo mío, sería mejor que te ocuparas de nuestro amor recíproco, * en vez de pensar en el
pasado.
T. Hijo mío, sería mejor que te ocuparas de nuestro amor recíproco, en vez de pensar en el
pasado.
G. Por eso, de ahora en adelante trata de complacerme y estarás siempre en paz,
T. * en vez de pensar en el pasado.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Hijo mío, sería mejor que te ocuparas de nuestro amor recíproco, en vez de pensar en el
pasado.
(ant. de agrad.) Todos los sufrimientos y las cruces son diferentes modos con que yo llamo a las
almas. (Vol. VI, 5 Marzo 1904)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de agrad.) Todos los sufrimientos y las cruces son diferentes modos con que yo llamo a las
almas.
INTENCIONES
+ Padre santo, haz que tu Santa Iglesia pueda reflejar fielmente la imagen de tu Hijo Jesús en
la santidad de tu Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que todos los hombres se rindan a los tantos modos con que tu Voluntad Divina los
llama a amarte en cada momento:
+ Haz que todos nuestros actos hechos en la Divina Voluntad colmen todas nuestras faltas de
amor:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:
PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre santo, escucha la oración de tu hijo Jesús, para que por medio del Espíritu Santo reine
completamente el Don de tu Divina Voluntad en nuestras almas y en toda la humanidad. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. II, 28 Febrero 1899)
¡Oh, Dios, cuánto eres incomprensible! ¡Luz purísima en la cual se encuentran belleza,
fortaleza, sabiduría, inmensidad, alteza, profundidad sin límites ni confines!

¡Estás en todo lugar pero tienes tu centro! ¡Te veo, te siento, eres mi vida, te limitas en mí,
pero permaneces siempre inmenso y nada pierdes de ti mismo!

¡Oh Espíritu purísimo, tú todo lo penetras! ¡Con tu mirada todo lo ves: las iniquidades, las
inmundicias de los hombres, pero permaneces siempre puro, santo, inmaculado!

¡Gloria y amor a ti Altísima Majestad, siempre santa e indivisible Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, en la unidad de tu Santísima Voluntad! Amén.

(ant. 1) Para venir a redimir al hombre escogí a mi Madre porque era pequeña.
(Salmo 1) (Vol. III, 12 Enero 1900)

I
El conocimiento de sí mismo sin la humildad hace daño y no sirve para nada, pero cuando
genera la humildad es preciosísimo.

Ah, sí, la humildad llama a la gracia; la humildad rompe las cadenas más fuertes; supera
cualquier muro de división que pueda haber entre Dios y el alma y a él regresa.

La humildad es una pequeña planta, pero que siempre está verde y florida, y que no puede ser
dañada por los gusanos.

Ni el viento, ni el calor, ni el granizo podrán hacerle daño, o hacer que se seque en lo más
mínimo.

La humildad es la planta más pequeña, pero desarrolla unas ramas altísimas, que penetran
hasta el cielo y se entretejen alrededor del Corazón de Jesús;
y solamente las ramas que salen de esta pequeña planta tienen libre acceso en ese Corazón
adorable.

La humildad es el ancla de la paz en las tempestades y oleadas de la vida; es la sal que


condimenta todas las virtudes y que protege al alma de la corrupción del pecado.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Para venir a redimir al hombre escogí a mi Madre porque era pequeña.

(ant. 2) Solamente yo puedo decir que soy humilde, a la humildad en el hombre se le debería
llamar más bien conocimiento de sí mismo.
(Salmo 2) (Vol. III, 12 Enero 1900)

II
La humildad es como la hierbita que sale en el camino por el que todos pasan; así, la
humildad, cuando la pisan desaparece, pero de inmediato vuelve a salir aún más hermosa que
antes.

La humildad es como un injerto noble, que ennoblece a la planta selvática; es el ocaso de la


culpa; es la moneda de la gracia.

La humildad es como un negociante astuto que sabe comerciar muy bien con sus riquezas,
pues no desperdicia ni siquiera una moneda de la gracia que se le concede.

La humildad es la llave de la puerta del cielo, por lo que nadie puede entrar al cielo si no cuida
muy bien esta llave.

La humildad es la sonrisa de Dios y de todo el paraíso, y el llanto de todo el infierno.

Gloria al Padre ...

(ant. 2) Solamente yo puedo decir que soy humilde, a la humildad en el hombre se le debería
llamar más bien conocimiento de sí mismo.

(ant. 3) Mi Reino es Reino de paz.


(Salmo 3) (Vol. II, 4 julio 1899)

Yo tuve mi propio Reino en el Corazón de mi Madre; y esto porque su Corazón jamás se turbó
ni en lo más mínimo.

Tanto es así que en el mar de mi pasión ella sufrió penas inmensas, su Corazón fue traspasado
de lado a lado por la espada del dolor, pero no se turbó ni siquiera un poco.

Así que siendo mi Reino un Reino de paz, pude por eso establecer mi Reino en ella, y reinar en
su Corazón sin encontrar ningún obstáculo.

Uno debe tener horror por la culpa, pero no debe turbarse, porque la turbación venga de donde
venga, nunca le hace bien al alma.
Gloria al Padre...

(ant. 3) Mi Reino es Reino de paz.

LECTURA BREVE (Vol. VI, 18 Mayo 1905)


“El temor le quita la vida al amor; y no sólo eso, sino que también las mismas virtudes que no
tienen su principio en el amor, disminuyen la vida del amor en el alma; mientras que en todas
las cosas el amor merece la preferencia, porque el amor hace que todas las cosas sean fáciles.”

RESPONSORIO
G. Hijo mío, la dulzura * tiene la virtud de hacer cambiar la naturaleza de los hechos.
T. Hijo mío, la dulzura tiene la virtud de hacer cambiar la naturaleza de los hechos.
G. Sabe convertir muy bien, lo amargo en dulce,
T. * tiene la virtud de hacer cambiar la naturaleza de los hechos.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Hijo mío, la dulzura tiene la virtud de hacer cambiar la naturaleza de los hechos.
Madre Santa, triunfa con tu poder en nuestras almas y haz que permanezcamos
(ant. de alab.)
siempre en la Voluntad de Dios.
(La Virgen María 29ª medit.)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...
Madre Santa, triunfa con tu poder en nuestras almas y haz que permanezcamos
(ant. de alab.)
siempre en la Voluntad de Dios.

INTENCIONES
+ Te pedimos, Señor, que la criatura regrese al orden, a su puesto y a la finalidad para la que
fue creada por ti, con nuestra incesante oración: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Para que todos te reconozcan y te correspondan por todo lo que has hecho por el hombre:
+ Haz que nuestra voluntad humana muera totalmente para que vivamos siempre en tu
Divina Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO…

ORACION

Oh Dios, que creaste al hombre sólo para que hiciera siempre tu Voluntad, que él, con tanta
ingratitud, violó al rebelarse contra ti, apresúrate a unificar de nuevo la voluntad humana con
la tuya, para que volvamos a nuestro estado original. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. III, 18 Junio 1900)
¡Afligidísimo Jesús, qué tirano tan despiadado es para ti el amor!

¡Incesantes sacrificios te hizo padecer el amor durante tu vida mortal!

¡Hizo que murieras desangrado en medio de atroces espasmos sobre una cruz!

¡Hizo que te quedaras como víctima perenne de amor en la Santísima Eucaristía!

¡Y aún hoy te obliga a hacer víctimas de amor a tus almas predilectas!

¡Ah, sí, es tu Corazón que no encuentra tranquilidad ni reposo hasta que no vence al hombre!

Y el hombre..., el hombre, ¿cómo te corresponde? ¡Con enormes ingratitudes!

¡Amor eterno e inmenso, en la Divina Voluntad a ti dulcísimo Jesús! Amén.

(ant.) Es mi costumbre hacer crecer la perfección paso a paso.


(Salmo) (Vol. II, 5 Septiembre 1899)
No te desanimes; este es el modo en que acostumbro hacer crecer la perfección: paso a paso y
no todo en un instante;

y esto para que el alma, viendo siempre que algo le falta, se apresure y se esfuerce lo más
posible para alcanzar lo que le falta.

De lo contrario, poseyendo el alma la plenitud de la perfección, y por lo tanto todas las


virtudes, no hallaría ninguna otra motivación para esforzarse y complacerme mayormente.

Así, sintiéndome atraído por sus continuos progresos, me siento obligado a darle nuevas
gracias y favores celestiales; y de este modo se va formando un comercio del todo divino entre
Dios y el alma.

Gloria al Padre...

(ant.) Es mi costumbre hacer crecer la perfección paso a paso.

LECTURA BREVE (Vol. III, 6 Enero 1900)


“La confianza tiene dos brazos: con uno se abraza a mi humanidad y de ella se sirve como de
una escalera para subir a mi divinidad; con el otro se abraza a la divinidad y a torrentes
alcanza las gracias celestiales; así que el alma que tiene confianza, tiene la certeza de obtener
lo que pide. Yo me dejo atar los brazos por ella, dejo que haga lo que quiera, hago que penetre
más y más dentro de mi Corazón y dejo que ella misma tome lo que me ha pedido y si no lo
hiciera así me sentiría en un estado de violencia.”

RESPONSORIO
G. El sacrificio y el negarse a sí mismo * hace nacer el amor más puro y más perfecto.
T. El sacrificio y el negarse a sí mismo hace nacer el amor más puro y más perfecto.
G. Solamente muriendo a sí mismo se genera la vida,
T. * hace nacer el amor más puro y más perfecto.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El sacrificio y el negarse a sí mismo * hace nacer el amor más puro y más perfecto.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.
Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Jesús misericordioso, te pedimos nos concedas que nuestras almas lleguen a ser los crucifijos
vivientes inmolados para la gloria del Padre, para que el Reino de tu Voluntad se extienda en
todos los corazones. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V

(Semana I) DIA DE LOS ANGELES


LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. III, 21 Diciembre 1899)


¡Oh, qué hermosa es un alma virgen! ¡Preciosa flor del paraíso! ¡Lirio purísimo que perfuma el
cielo y la tierra!

¡Cómo se siente su fragancia, su frescura! ¡Su corazón exhala pureza y candor!

¡Hasta de su cuerpo exhala el olor de la pureza! ¡Todo en ella es puro! ¡Todo en ella es amor!

¡Qué carismas! ¡Qué gracias! ¡Qué amor tan recíproco! ¡Qué amorosos estratagemas entre esta
alma y su esposo Jesús!

¡Porque sólo tú, purísimo Jesús, eres la morada de las almas puras! ¡Tú eres el primer noble
lirio, ejemplar de todos los demás! Amén.

(ant. 1) La falta de estima para con el prójimo, es falta de verdadera humildad cristiana y de
dulzura.
(Salmo 1)

Un alma que es humilde y dulce sabe respetar a todos y siempre interpreta bien las cosas que
hacen los demás.

El modo más seguro para comportarse rectamente con el prójimo es no ver para nada lo que
éste hace; porque, ver, pensar y juzgar es la misma cosa.

Juzgando al prójimo se defrauda la propia alma y sucede que no se es recto consigo mismo, ni
con el prójimo y mucho menos con Dios. Por eso, la cosa más esencial y necesaria, es el amor al
prójimo.

Cuando no hay caridad, todo se trastorna, no hay armonía. Es por eso que la caridad se llama
“reino”: porque tiene régimen, orden y armonía.

Gloria al Padre...

(ant. 1) La falta de estima para con el prójimo, es falta de verdadera humildad cristiana y de
dulzura.

(ant. 2) Si te sientes solo, afligido o penante, acércate a mí con la mente y ofréceme esas penas
tuyas tan ligeras.
(Salmo 2) (Vol. I)

Piensa un poco en mis penas tan crueles y en la agonía mortal que padecí en el Huerto, y luego
compara mis penas con las tuyas.

Ahí también te sentirás solo y sin mí, pero me verás solo y abandonado hasta de mis más fieles
amigos, a quienes descubrirás adormecidos por haber omitido la oración;

me verás, con las luces que te daré, en medio a las penas más crueles, rodeado de áspides, de
serpientes venenosas, de perros rabiosos,
como son los pecados de todos los hombres que existieron, existen y existirán sobre la tierra,
incluidos también los tuyos,

los cuales todos juntos me pesaban tanto, que me hicieron agonizar, y me hicieron sentir como
si estuviera por ser devorado vivo.

Sintiendo como si mi Corazón y toda mi persona se encontraran bajo la presión de una prensa,
sudé, abundantemente, sangre viva hasta llegar a bañar el terreno;

y además de todo esto añade todavía el abandono de mi Padre…, y dime, ¿cuándo tus penas
han llegado a tanto?

Así que si te sientes privado de mí, vacío de toda consolación, colmado de amargura, de afanes
y penas, acércate mentalmente hacia mí, y ofréceme, para darme alivio, esas penas tuyas tan
ligeras.

Gloria al Padre ...

(ant. 2) Si te sientes solo, afligido o penante, acércate a mí con la mente y ofréceme esas penas
tuyas tan ligeras.

(ant. 3) Solamente la obediencia a la Voluntad de Dios en todas sus manifestaciones es la que


constituye todos los méritos.
(Salmo 3) (Vol. VI, 9 Agosto 1904)

No son las obras las que constituyen el mérito del hombre, sino sólo y únicamente la
obediencia a la Divina Voluntad.

Ella constituye todos los méritos como parto de la Voluntad Divina, y tanto es así que todo lo
que yo sufrí durante toda mi vida fue parto de la Voluntad de mi Padre;

es por eso que todos mis méritos son innumerables, porque todos han sido constituidos por la
obediencia a la Voluntad Divina.

Yo no me fijo tanto en la cantidad y grandeza de las obras, sino en la unión que tienen sea
directa que indirectamente con mi Voluntad, manifestada por quien me representa, o por mi
providencia o por las circunstancias que yo he dispuesto.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Solamente la obediencia a la Voluntad de Dios en todas sus manifestaciones es la que


constituye todos los méritos.
LECTURA BREVE (Vol. IV, 18 Septiembre 1900)
“Quien le hace daño al prójimo, se hace daño a sí mismo y matando al prójimo mata su propia
alma. Y puesto que la caridad para con el prójimo predispone al alma a ejercitar todas las
virtudes, no teniendo la caridad, la predispone a cometer toda clase de vicios.”

RESPONSORIO (Vol. IV, 29 Octubre 1900)


G. Las demás virtudes pueden estar separadas una de otra, pero la caridad * todo lo une y lo
ordena.
T. Las demás virtudes pueden estar separadas una de otra, pero la caridad todo lo une y lo
ordena.
G. En un alma donde no reina la caridad todo es desorden;
T. * la caridad todo lo une y lo ordena.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Las demás virtudes pueden estar separadas una de otra, pero la caridad todo lo une y lo
ordena.
Madre Santa, derrama tu dolor en nuestras almas y convierte todas nuestras penas
(ant. de alab.)
en Voluntad de Dios.
(La Virgen María 23ª medit.)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...
Madre Santa, derrama tu dolor en nuestras almas y convierte todas nuestras penas
(ant. de alab.)
en Voluntad de Dios.

INTENCIONES
+ Señor, en tus manos ponemos nuestra voluntad humana, para que nos la cambies por tu
Divina Voluntad y así podamos vivir siempre en ella: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar
en nosotros!
+ Para que todos los que sufren, imitando a la Santísima Virgen María, den su Fiat
incondicionalmente a todo lo que Dios les pide:
+ Para que todos los hombres reconozcan y adoren la Voluntad de Dios en cada circunstancia
de su vida:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Dios, que en tu infinita bondad has querido que ninguna gracia fuera concedida sino por
medio de la Santísima Virgen María, concédenos por su intercesión que el Reino de tu Divina
Voluntad se establezca en toda su plenitud en medio de las criaturas. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Las Horas de la Pasión, de las 10 a las 11 a.m.)
¡Oh cruz adorada, suspiro de mi corazón, martirio de mi amor, razón de toda mi existencia!

¡Oh cruz, cátedra de sabiduría, tú enseñas la verdadera santidad! ¡Sólo tú haces los héroes, los
atletas, los mártires, los santos!

¡Tú eres nuestra vida, tú eres nuestra luz y nuestra defensa, nuestra custodia y nuestra
fuerza! ¡Tú nos conduces gloriosos al cielo!

¡En ti se complace el Padre, inmolando a su Hijo, en el amor del Espíritu Santo, en la unidad
de la Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Señor, purifica todo el interior de nuestro corazón.


(Salmo 1) (Vol. I)
Es mucho más fácil complacer a uno solo que a muchos; por eso vamos a complacernos el uno
al otro, como si solamente tú y yo estuviéramos en este mundo.

Prométeme que me serás fiel y yo derramaré en ti tantas y tales gracias, que tú mismo
quedarás sorprendido.

He hecho grandes planes para ti, siempre y cuando tú quieras corresponderme y conformarte a
mi Voluntad.

Será una delicia para mí hacer de ti una perfecta imagen mía, comenzando tú a imitarme
desde mi nacimiento hasta mi muerte.

No tengas miedo de no poder lograrlo, porque yo mismo te enseñaré, poco a poco, el modo de
hacerlo.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Señor, purifica todo el interior de nuestro corazón.

(ant. 2) Considera el fruto que dará la semilla de tus sufrimientos.


(Salmo 2) (Vol. IV, 19 Marzo 1901)

El verdadero modo de sufrir, consiste en no detenerse a ver de parte de quien nos vienen los
sufrimientos, como tampoco el ver lo que se sufre.

Este fue mi modo de sufrir; yo no me fije en los verdugos ni tampoco en lo que sufrí.

Yo solamente veía el bien que quería hacer por todos los hombres, incluyendo a quienes tanto
me hacían sufrir.

Todo lo demás lo desprecié, y con intrepidez seguí el curso de mis sufrimientos.

Este es el modo más fácil y el que más provecho puede procurar, para sufrir no sólo con
paciencia, sino con ánimo invicto y valeroso.
Gloria al Padre ...
(ant. 2) Considera el fruto que dará la semilla de tus sufrimientos.

(ant. 3) Yo soy la morada de las almas puras.


(Salmo 3) (Vol. III, 21 Diciembre 1899)

La pureza es la gema más preciosa que el alma puede poseer.

El alma que posee la pureza está revestida de cándida luz, de manera que el buen Dios, al
verla, encuentra en ella su propia imagen;

por lo que se siente tan atraído a amarla, que llega a enamorarse de ella, y encendido de tanto
amor le da como morada su purísimo corazón;
porque en Dios sólo puede entrar lo que es limpio y puro; nada que esté manchado puede
entrar en su purísimo seno.

El alma que posee la pureza, conserva en sí misma aquél esplendor original que Dios le dio
cuando la creó.

Nada en ella ha sido dañado o deshonrado, y como reina que aspira a desposarse con el Rey
celestial, conserva toda su nobleza.

Gloria al Padre...
(ant. 3) Yo soy la morada de las almas puras.

LECTURA BREVE (Vol. V, 24 Marzo 1903)


“Quien quiere estar siempre en mi Voluntad conserva en sí mi misma persona y aunque puede
salirse de mi Voluntad, habiéndolo creado libre de voluntad, mi potencia obra un prodigio
suministrándole continuamente la participación de mi vida divina y de esta participación que
recibe, siente tal fuerza y atracción de estar unido a la Divina Voluntad, que aunque llegara a
querer salirse de ella, no puede hacerlo. Esta es la virtud que continuamente sale de mí para
con quien siempre hace mi Voluntad.”

RESPONSORIO (Vol. III, 14 Junio 1900)


G. La cruz absorbe en el alma mi divinidad y * la asemeja a mi humanidad.
T. La cruz absorbe en el alma mi divinidad y la asemeja a mi humanidad.
G. Copia en el alma mis mismas obras,
T. * la asemeja a mi humanidad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La cruz absorbe en el alma mi divinidad y la asemeja a mi humanidad
Madre Santa, visita nuestras almas y prepárale en ellas una digna habitación a la
(ant. de alab.)
Divina Voluntad. (La Virgen María Apéndice 1º)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,
Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Madre Santa, visita nuestras almas y prepárale en ellas una digna habitación a la
(ant. de alab.)
Divina Voluntad.

INTENCIONES
+ Jesús, te pedimos por todos los obispos y sacerdotes, para que en la unidad de tu Voluntad
permanezcan siempre unidos al Santo Padre: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Ilumina con la luz de tu Voluntad a toda la humanidad para que forme un solo rebaño y un
solo pastor en tu Reino:
+ Para que la santidad de tu Voluntad florezca, madure y fructifique resplandecientemente en
tu Santa Iglesia:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO. . .
ORACION
Padre santo, tú que para hacer reinar tu Voluntad como en el cielo así en la tierra, has
querido enviar a tu amadísimo hijo para mostrarnos el camino, la puerta y los medios para
poder obtener este gran Reino, concédenos poder morir en cada momento a nuestra voluntad
humana para que podamos vivir siempre en la plenitud de tu Santísima Voluntad. Por Cristo
Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO
¡Oh potencia de la Divina Voluntad cuánto eres santa, adorable y amable!

¡Contigo somos todo aunque no hagamos nada, porque tu Voluntad es fecunda y hace que en
nuestras almas nazcan todos los bienes!
¡Gloria y amor en la Divina Voluntad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Amén.

(ant.) La cruz es la encarnación del alma en Dios y de Dios en el alma.

(Salmo) (Vol. VI, 22 Diciembre 1903)

En la creación le di al hombre mi imagen; en la encarnación le di mi divinidad, divinizando su


humanidad.

En el acto mismo en que se encarnó la divinidad en mi humanidad, en ese mismo instante se


encarnó también en la cruz.

Desde que fui concebido, fui concebido unido a la cruz.

Así como la verdadera cruz estuvo unida a mí cuando me encarné en el seno de mi madre, del
mismo modo la cruz forma otras encarnaciones en el seno de las almas.

La cruz destruye en el alma lo que es propio de la naturaleza humana, y la colma tanto de la


divinidad, que forma una especie de encarnación de Dios en el alma y del alma en Dios.

No digo unión, sino encarnación, porque la cruz penetra tanto en la naturaleza que la
transforma en dolor, y donde hay dolor ahí está Dios, pues no pueden estar separados Dios y el
dolor.

La cruz, formando esta encarnación, hace que la unión entre Dios y el alma sea más estable y
que sea más difícil el llegar a separarse.

Gloria al Padre...
(ant.) La cruz es la encarnación del alma en Dios y de Dios en el alma.

LECTURA BREVE (Vol. VI, 20 Marzo 1903)


“Todas las cosas tienen su origen en la fe; quien es fuerte en la fe, es fuerte en el sufrimiento;
la fe hace que se encuentre a Dios en cualquier lugar. Lo descubre en cada acción, lo toca en
cada movimiento; y cada nueva ocasión que se presenta es una nueva revelación que recibe.
Por eso mantente fuerte en la fe, porque si eres fuerte en ella, en todas las circunstancias y
acontecimientos de la vida la fe te suministrará la fuerza y hará que te mantengas siempre
unido a Dios.”

RESPONSORIO (Vol. VI, 16 Marzo 1904)


G. La cruz tiene también el título de festiva, porque * es el don más precioso que Dios nos
puede dar.
T. La cruz tiene también el título de festiva, porque es el don más precioso que Dios nos puede
dar.
G. La cruz es alegre, jubilante, gozosa, deseable,
T. * es el don más precioso que Dios nos puede dar.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La cruz tiene también el título de festiva, porque es el don más precioso que Dios nos puede
dar.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Padre santo, tú que en tu inmensa bondad nos has hecho verdaderos hijos tuyos en tu hijo y
Señor nuestro Jesucristo, llena nuestros corazones de tu Santa Voluntad, para que puedas
hallar en nosotros todas tus complacencias, tal como las hallas incesantemente en tu hijo
predilecto. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana I) DIA DE SAN JOSE
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)
Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. V, 25 Octubre 1903)


¡Qué hermosa es el alma poseída por la gracia, tanto que Dios mismo se enamora de ella!

¡Oh, cómo los ángeles y los santos quedan extasiados por la fragancia del perfume celestial de
este grandioso prodigio!

¡Encuentran en ella a Jesús mismo! ¡Por eso les es indiferente estar en el cielo que en la tierra
al lado de esta afortunada alma!

¡Gloria, honor y amor a la Santísima Trinidad en su adorable Voluntad fuente de toda gracia
divina! Amén.

(ant. 1) Trata de abandonarte como si estuvieras muerto entre mis brazos.


(Salmo 1) (Vol. I)

I
No quieras afligirte, más bien trata de abandonarte como si estuvieras muerto entre mis
brazos.

Yo no puedo obrar libremente en ti, mientras tú sigas con los ojos abiertos para ver que es lo
que las criaturas dicen de ti,

¿Quieres pues confiar en mí? ¿Acaso no has experimentado lo mucho que te quiero?

Tú debes saber que todo lo que permito que te suceda es dirigido por mí, sea por medio de los
demonios que de parte de las criaturas.

Todo lo dirijo yo para tu mayor bien, que no tiende a otra cosa que a conducir tu alma a ese
estado último para el que te he elegido.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Trata de abandonarte como si estuvieras muerto entre mis brazos.

(ant. 2) No mires ni investigues lo que sucede a tu alrededor.


(Salmo 2) (Vol. I)

II
Quiero por eso que te estés tranquilamente entre mis brazos con los ojos cerrados, sin mirar ni
investigar lo que sucede a tu alrededor;

porque de lo contrario perderás tiempo, y jamás podrás llegar al estado de vida al que eres
llamado.

En cuanto a las personas que te rodean, no pienses en ellas: quédate en profundo silencio, sé
benigno y sumiso en todo;

haz en modo que tu vida, tus pensamientos, tus latidos, tus respiros y afectos, sean continuos
actos de reparación,

ofreciendo también las molestias que te procurarán las criaturas, para aplacar a la divina
justicia.

Gloria al Padre ...

(ant. 2) No mires ni investigues lo que sucede a tu alrededor.

(ant. 3) ¡Oh, si el mundo tuviera fe, se transformaría en un paraíso terrestre!


(Salmo 3)

El alma que vive de la fe es tan tímida ante las cosas de la tierra, que por el miedo de ser
engañada por ellas ni siquiera se digna mirarlas.

Su morada está en las alturas, sobre todas las cosas de la tierra, especialmente en las llagas de
Jesucristo,

y desde el interior de estas dichosas estancias, gime, llora, ruega y sufre con su esposo Jesús,
por la condición y la miseria en la que se encuentra el género humano.

Y mientras vive dentro de estas llagas, Jesús le da una partícula de sus virtudes, y el alma
siente como si esas virtudes fueran suyas;

y aunque las ve como suyas, sabe que esa posesión que se le ha dado le ha sido comunicada por
el Señor.

¡Oh, cuánto aborrece el pecado esta alma! Pero al mismo tiempo compadece a los demás, y
ruega por quien ve que camina hacia el precipicio;

se une a Jesucristo y con él se ofrece como víctima para sufrir, y así aplacar a la divina justicia
y evitar los castigos que las criaturas merecen.

Y si fuera necesario el sacrificio de su vida, ¡oh, con que gusto lo haría con tal de salvar a una
sola alma!

Gloria al Padre...
(ant. 3) ¡Oh, si el mundo tuviera fe, se transformaría en un paraíso terrestre!
LECTURA BREVE (Vol. III, 25 Marzo, 1900)
“Así como el sol es la luz del mundo, del mismo modo el Verbo de Dios al encarnarse se
convirtió en la luz de las almas; y así como el sol da luz a todos y a cada uno en particular,
tanto que cada uno puede gozar de él como si fuera suyo; así también el Verbo, mientras da luz
en general, es sol para cada uno en particular; tan es así, que este sol divino cada quien lo
puede tener como si fuera solamente suyo.”

RESPONSORIO
G. ¡Ah, Jesús, descansa un poco y * déjame sufrir en tu lugar!
T. ¡Ah, Jesús, descansa un poco y déjame sufrir en tu lugar!
G. ¿No ves, oh Jesús mío, cómo están desgarrados tus propios miembros?
T. * ¡Déjame sufrir en tu lugar!
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¡Ah, Jesús, descansa un poco y déjame sufrir en tu lugar!
(ant. agrad.) Reina Soberana, con tu imperio divino aniquila nuestra voluntad humana para
que brote en nosotros el germen de la Divina Voluntad. (La Virgen María 2ª medit.)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,
para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. agrad.) Reina Soberana, con tu imperio divino aniquila nuestra voluntad humana para
que brote en nosotros el germen de la Divina Voluntad.

INTERCESIONES
+ Señor, haz que el hombre establezca su morada en la unidad de tu Divina Voluntad,
para que encuentre ahí la verdadera felicidad para la que fue creado: ¡Ven Divina Voluntad,
ven a reinar en nosotros!
+ Para que el hombre pueda servirse plenamente de todos los efectos contenidos en los
santos sacramentos y pueda así volver a adquirir su esplendor original:
+ Para que el hombre se deje poseer totalmente por la Divina Voluntad:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Jesús, es tu Voluntad que lleguemos a ser una sola cosa contigo, así como tú eres en el
Padre y el Padre es en ti, por eso te pedimos que infundas en nuestros corazones la plenitud
del Espíritu Santo, para poder vivir siempre en la unidad de la Divina Voluntad. Tú que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. II, 9 Septiembre 1899)
¡Amada alma mía, cuánto eres hermosa mi sencilla paloma, mi querida morada!

¡Tu continuo penar me consuela y conforta, por las continuas ofensas que recibo de las
criaturas!

¡Es tanto mi amor por ti, que me veo obligado a esconderlo en parte, para que tú no
enloquezcas, y te impida seguir viviendo!
¡Tú eres mi templo vivo, en el cual, unido al Padre y al Espíritu Santo, yo me complazco y me
gozo! Amén

(ant. 1) La obediencia es un potentísimo guerrero y su nombre es victoria para Dios y para el


alma.
(Salmo 1)

La obediencia fue todo para mí; y quiero que la obediencia sea todo para ti.

La obediencia me hizo nacer; la obediencia me hizo morir. Todas las llagas que tengo en mi
cuerpo son heridas y signos que hizo en mí la obediencia.

La obediencia es un guerrero potentísimo, que está armado con toda clase de armas aptas para
herir, porque en mí no dejó ni siquiera una gota de sangre.

Me arrancó a pedazos la carne, me dislocó los huesos, y mi pobre corazón, quebrantado y


ensangrentado, buscaba un alivio de alguien que tuviera compasión de mí.

La obediencia comportándose conmigo peor que un cruel tirano, quedó satisfecha sólo cuando
me sacrificó sobre la cruz y me vio expirar como víctima por su amor.

Porque el oficio de este potentísimo guerrero es el de sacrificar a las almas; pues no hace otra
cosa que hacerle una guerra furiosa a quien no se sacrifica totalmente por ella;

no se fija si el alma sufre o goza, vive o muere, sus ojos sólo ven si es ella la que vence, pues de
las demás cosas no se preocupa.

De manera que el nombre de este guerrero es “victoria”, porque le concede todas las victorias al
alma que es obediente; y cuando parece que muere es entonces que comienza la verdadera
vida.

Y ¿existe cosa alguna más grande que no me haya concedido la obediencia? Por su medio vencí
la muerte, derroté al infierno, liberé al hombre encadenado, abrí el cielo,

y cual Rey victorioso tomé posesión de mi Reino, no solamente para mí, sino para todos
aquellos hijos míos que habrían sacado provecho de mi redención.

¡Ah, sí! Es cierto que me hizo pagar con la vida, pero la sola palabra: obediencia, suena dulce a
mi oído y por eso amo tanto a las almas que son obedientes.

Gloria al Padre...

(ant. 1) La obediencia es un potentísimo guerrero y su nombre es victoria para Dios y para el


alma.

(ant. 2) La paciencia es la llave secreta que sirve para abrir el tesoro de las virtudes.
(Salmo 2) (Vol. IV, 31 Enero 1901)
La paciencia es superior a la pureza, porque sin la paciencia el alma se desenfrena fácilmente
y es difícil que se mantenga pura.

La paciencia no solamente es custodia de la pureza, sino que también es una escalera que sirve
para subir al monte de la fortaleza.

Además, la paciencia es germen de la perseverancia, y de este germen crecen unas ramas a las
cuales se les llama firmeza.

¡Oh, qué firme y estable es el alma paciente en el bien emprendido!

Ella no hace caso de la lluvia o de la escarcha, del hielo o del fuego; toda su atención la pone en
llevar a término el bien que se ha iniciado.

Porque no hay necedad más grande que la de aquel que un día hace un bien porque le gusta y
al día siguiente lo descuida porque ya no encuentra gusto alguno en él.

¿Qué se diría de un ojo que a una hora posee la vista y a otra se queda ciego? ¿o de una lengua
que a veces habla y a veces se queda muda?

¡Ah, sí! Sólo la paciencia es la llave secreta que sirve para abrir el tesoro de las virtudes; sin el
secreto de esta llave las demás virtudes no pueden surgir para darle vida al alma y
ennoblecerla.

Gloria al Padre ...

(ant. 2) La paciencia es la llave secreta que sirve para abrir el tesoro de las virtudes.

(ant. 3) La recta intención dirige la vida espiritual del alma.


(Salmo 3) (Vol. V, 11 Mayo 1903)

La paz pone en su lugar las pasiones del alma; pero lo que hace que el alma triunfe sobre todo,
lo que establece todo el bien en ella y que todo lo santifica es el hacer todo por Dios, es decir, el
obrar con la recta intención de darle gusto sólo a Dios.

El obrar rectamente es lo que dirige, domina y rectifica todas las virtudes, y hasta la misma
obediencia; es como un maestro que dirige la vida espiritual del alma.

Gloria al Padre...
(ant. 3) La recta intención dirige la vida espiritual del alma.

LECTURA BREVE (Vol. V, 7 Octubre 1903)


“Las almas víctimas son los ángeles humanos y sea que obtengan o no obtengan, no deben
dejar de ejercer su oficio de reparar, suplicar y proteger a la humanidad; a menos que les sea
asegurado de lo alto.”

RESPONSORIO (Vol. IV, 10 Febrero 1901)


G. El amor propio * es muy corto de vista.
T. El amor propio es muy corto de vista.
G. Tanto, que no puede dar un paso sin tropezar;
T. * es muy corto de vista.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El amor propio es muy corto de vista.
(ant. de alab.) Reina poderosa domina nuestra voluntad para convertirla en Voluntad Divina.
(La Virgen María 3ª medit.)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de alab.) Reina poderosa domina nuestra voluntad para convertirla en Voluntad Divina.

INTENCIONES
+ Señor, ablanda el corazón del hombre para que pueda sentir vivamente tu incesante llamada
de amor a que viva en el Reino de la Divina Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar
en nosotros!
+ Ábrenos los ojos del corazón para poder ver la luz de tu Voluntad que por dondequiera nos
rodea:
+ Haz que todas nuestras acciones y toda nuestra vida sean un acto continuo de Voluntad
Divina:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:
PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Dios, que en tu potencia y sabiduría infinitas, en un exceso de tu amor inmenso, haz
querido donarle al hombre el Don de tu Divina Voluntad, haznos morir totalmente a nuestra
voluntad humana para que vivamos solo de Voluntad Divina. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. III, 27 Abril 1900)
¡Oh Alma, qué hermosa eres! ¡Pero cuánto más crece tu belleza cuando sufres!

¡Cómo te ama tu Creador cada vez que renueva en ti los sufrimientos de su pasión!

¡Oh, cómo quedan heridos sus ojos al verte, porque descubren en ti su misma imagen!

¡Amor y reparación, satisfacción y gloria a ti, dulcísimo Jesús, en tu Divina Voluntad! Amén.

(ant.) Dame la libertad de hacer en ti lo que quiero.


(Salmo) (Vol. II, 9 Agosto 1899)

Las tres raíces que ves que tiene este árbol que sale de mi corazón, son la fe, la esperanza y la
caridad.

Y así como ves que este tronco sale de mí y se introduce en tu corazón, esto significa que no
hay bien que puedan poseer las almas que no salga de mí.

Así que, después de la fe, de la esperanza y de la caridad, el primer desarrollo de este tronco es
el dar a conocer que todo bien sale de Dios, que de sí misma el alma no tiene nada más que su
propia nada,

y que esta nada no hace otra cosa que darme la libertad de poder entrar en ella y dejarme
hacer lo que yo quiera;

mientras que hay otras nadas, es decir otras almas, que se oponen con su propia libre
voluntad.

Por lo tanto, faltando este conocimiento, el tronco no produce ni ramas ni frutos y ninguna otra
cosa de bueno.

Gloria al Padre...
(ant.) Dame la libertad de hacer en ti lo que quiero.

LECTURA BREVE (Vol. IV, 17 Marzo 1903)


“Algunas tempestades le hacen bien al alma. Es más, soy yo mismo quien las provoca, pero con
la finalidad de poder encontrar a las almas poseyendo una paz más estable y verdadera. Como
por ejemplo, cuando permito las tempestades de las tentaciones en las almas y ellas,
combatiendo contra los vicios, se encuentran en posesión de las virtudes, y esto hace que se
establezca en ellas la verdadera paz. Así será del mundo; es más, es necesario que vengan
tempestades más fuertes, de lo contrario no se obtendrá jamás la paz.”

RESPONSORIO
G. La obediencia * tiene la vista agudísima.
T. La obediencia tiene la vista agudísima.
G. Vence en belleza y en agudeza a la luz misma del sol,
T. * tiene la vista agudísima.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La obediencia tiene la vista agudísima.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Santísima Voluntad de Dios, haz que ya termine el día de la cruz inmensa en la que por
siglos te ha crucificado la maldad de la voluntad humana, para que despojados de las
vestiduras del pecado y revestidos con la vestidura de la gracia vuelva la armonía de la unidad
de tu Voluntad con la nuestra. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana I) DIA DE LA SANTISIMA EUCARISTIA
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. II, 19 Agosto 1899)


¡Oh santa esperanza, qué admirable eres! ¡Bienaventurada el alma que te posee!

¡Es como un noble caminante que va a tomar posesión de su inmensa fortuna!

¡Hay quien se burla de ella y la insulta, quien la despoja y la golpea hasta querer darle
muerte!

¡Pero está siempre más tranquila, goza de la más perfecta paz, durmiendo entre los brazos de
su anhelado Dios!

¡Ah, sí; la esperanza de los bienes eternos, hace que ya desde esta vida pueda poseer a Dios!
Amén.

(ant. 1) Para hacer feliz al hombre, que sufría adolorido por el pecado, le di el don de la fe, de la
esperanza y de la caridad.
(Salmo 1) (Vol. II, 19 Septiembre 1899)
I
He aquí el modo en que quiero que ocupes tu alma: primero, vuela sobre las alas de la fe;
impregnándote de esa luz, conocerás y adquirirás nuevos conocimientos de mí, tu Dios;

pero, conociéndome cada vez más, tu nada se sentirá casi perdida y no tendrás donde apoyarte,

pero tú elévate aún más, lánzate en el mar inmenso de la esperanza, formado por todos mis
méritos que adquirí durante mi vida mortal con todas las penas de mi pasión, con las cuales
formé un don para el hombre;

sólo por medio de éstos méritos podrás recibir los bienes inmensos de la fe, porque no existe
otro medio para poder obtenerlos.

Así, sirviéndote de mis méritos como si fueran tuyos, tu nada ya no se sentirá perdida y
hundida en el abismo de la nada;

adquiriendo de este modo nueva vida, quedarás embellecido y enriquecido en tal forma, que
atraerás las mismas miradas divinas.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Para hacer feliz al hombre, que sufría adolorido por el pecado, le di el don de la fe, de la
esperanza y de la caridad.

(ant. 2) ¡Quién todo espera todo obtiene!


(Salmo 2) (Vol. II, 19 Septiembre 1899)

II
La timidez, entonces, se acabará, pues la esperanza le suministrará valor y fortaleza, de modo
tal que hará que el alma sea estable, como una columna expuesta a todas las intemperies del
aire, como lo son las diferentes tribulaciones de la vida

La esperanza hará que el alma no solamente se sumerja sin temor dentro de las inmensas
riquezas de la fe, sino que se haga dueño de ellas, hasta llegar a poseer a Dios mismo.

¡Ah, sí, la esperanza hace que el alma llegue hasta donde quiera! La esperanza es la puerta del
cielo; así que sólo con esta llave se puede abrir el cielo, porque quien todo espera todo obtiene.

Así que, el alma, en cuanto llegue a hacer suyo a Dios mismo, de inmediato, sin ningún
obstáculo, se encontrará en el océano inmenso de la caridad.

Y ahí se sumergirá, llevando consigo la fe y la esperanza, y se hará una sola cosa conmigo, su
Dios.

Gloria al Padre...

(ant. 2) ¡Quién todo espera todo obtiene!

(ant. 3) ¡La esperanza es como una madre pacificadora que pone paz en todo!
(Salmo 3) (Vol. II, 19 Septiembre 1899)

III
Si la fe es el rey, la caridad es la reina, y la esperanza es como una madre pacificadora que
pone paz en todo.

Porque con la fe y la caridad pueden subsistir las tribulaciones, pero la esperanza siendo
vínculo de paz hace que en todo haya paz.

Y cuando el alma elevándose con la fe, contempla la belleza, la santidad, el amor con que Dios
la ama, se siente atraída a amarlo;

pero al ver su insuficiencia, lo poco que hace por Dios, el cómo debería amarlo y no lo ama, se
siente desanimada, turbada y casi no se atreve a acercarse a Dios;

entonces interviene de inmediato esta madre pacificadora, que poniéndose entre la fe y la


caridad, empieza a hacer su oficio de pacificadora.

Vuelve a poner en paz al alma, la impulsa, la alienta, le da nuevas fuerzas; la lleva ante el rey
de la fe, y la reina de la caridad,

pide disculpas por el alma, pone ante ella una nueva efusión de sus méritos y pide que sea
recibida.

Entonces, la fe y la caridad, teniendo a la vista solamente a esta madre pacificadora colmada


de ternura y de compasión, reciben al alma, y Dios forma la delicia del alma y el alma la
delicia de Dios.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¡La esperanza es como una madre pacificadora que pone paz en todo!
LECTURA BREVE (Vol. V, 16 Junio 1903)
“El sol es para beneficio de todos, pero no todos gozan de sus benéficos efectos. Así también, el
sol divino da a todos su luz, pero ¿quién goza de sus benéficos efectos? Quien tiene abiertos los
ojos a la luz de la verdad. La mayor parte se queda a oscuras a pesar de que el sol siempre está
expuesto; solamente goza y recibe toda la plenitud de este sol quien verdaderamente está del
todo ocupado en agradarme.”

RESPONSORIO (Vol. VI, 16 Marzo 1904)


G. La verdadera resignación no es ilusoria, * no se pone a escudriñar las cosas.
T. La verdadera resignación no es ilusoria, no se pone a escudriñar las cosas.
G. Adora en silencio las divinas disposiciones.
T. * no se pone a escudriñar las cosas.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La verdadera resignación no es ilusoria, no se pone a escudriñar las cosas.
(ant. de agrad.) ¡Madre Celestial, vacíanos de todo para escondernos en la Voluntad de Dios!
(La Virgen María 14ª medit.)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de agrad.) ¡Madre Celestial, vacíanos de todo para escondernos en la Voluntad de Dios!

INTENCIONES
+ Señor, infunde en nosotros la plenitud de la fe, de la esperanza y de la caridad para que
podamos vivir siempre en tu Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que acojamos cada circunstancia de nuestra vida en la plenitud de tu Voluntad Divina:
+ Concédenos que nuestra voluntad humana se consume en la unidad de la luz de tu Santísima
Voluntad:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor, que en tu infinita bondad y misericordia has querido donarte a nosotros en la
Santísima Eucaristía, infunde en nosotros tal plenitud de vida en tu Voluntad que nuestra
vida llegue a estar totalmente identificada con la tuya, de modo que ya no se pueda distinguir
entre tu vida y la nuestra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Las Horas de la Pasión, de las 8 a las 9 p.m.)
Oh Jesús, gozo y delicia mía, veo que tu amor corre al altar en donde está preparado el pan y el
vino para la consagración sacramental.

Corazón mío y Vida mía, dulcísimo Jesús, tú tomas un aspecto tierno y amoroso; tus ojos
resplandecen de luz, tu divinidad parece que se desborda de tu humanidad.

Los apóstoles están sumamente atentos, subyugados por un dulce encanto y manteniendo el
respiro. Tu dulce Madre corre en espíritu para contemplar los prodigios de tu amor.

Los ángeles bajan del cielo y se preguntan maravillados y estupefactos: ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
Es una verdadera locura, un exceso inaudito:

un Dios que crea no el cielo y la tierra, sino a sí mismo, dentro de la materia vilísima de poco
pan y poco vino.

Gloria y amor al Padre, a Jesús y al Espíritu Santo, en el acto puro de amor de su Divina
Voluntad. Amén.

(ant. 1) En el sacramento de la Eucaristía mi sacrificio es continuo.


(Salmo 1) (Vol. IV, 12 Marzo 1903)

Cuando en el consistorio de la Sacrosanta Trinidad, se decretó el misterio de la Encarnación,


para salvar al género humano, yo, unido a su Voluntad, acepté, y me ofrecí víctima por el
hombre.

Cuando puse manos a la obra, especialmente cuando me encontré en el ambiente de las penas
y de los oprobios, llegué al punto en que me quedé solo y abandonado hasta de mi Padre
Celestial;

y no solamente esto, sino que estando así, cargado de todas las penas, debía forzar a Dios
Omnipotente a que aceptara y que me dejara continuar mi sacrificio por la salvación de todo el
género humano; y ésto lo obtuve.
El sacrificio todavía continúa, el esfuerzo es continuo, si bien es todo un esfuerzo de amor en el
sacramento de la Eucaristía.

En la Eucaristía el sacrificio es continuo, y el esfuerzo que hago es doble: uno para obtenerles
misericordia a las criaturas, y el otro para obtener su amor.

Gloria al Padre...

(ant. 1) En el sacramento de la Eucaristía mi sacrificio es continuo.

(ant. 2) El Santo Sacrificio de la Misa es el más excelente misterio de nuestra santa religión.
(Salmo 2) (Vol. I)

I
¡Qué grande, elevado, excelente y sublime es el ministerio sacerdotal, oh Jesús.

Le ha sido dada tan excelsa dignidad, de no solamente tratar contigo tan de cerca, sino incluso
de llegar a inmolarte a tu eterno Padre, cual víctima propiciatoria de amor y de paz!

¡Oh, cómo a veces Jesús oculta tanto en sí al sacerdote, que parece que no es el sacerdote sino
Jesús mismo quien celebra el sacrificio divino!

Ah, sí, la Santa Misa nos hace ver todo y nos habla silenciosamente al corazón de todo el amor
infinito de Dios que se da con inmensa generosidad para provecho de los hombres;

nos recuerda siempre nuestra redención cumplida; hace que nos recordemos parte por parte de
las penas que Jesús padeció por nosotros, ingratos a su infinito amor;

nos hace comprender que él, no estando todavía satisfecho de haber muerto una sola vez en la
cruz por nosotros, instituyó el sacramento perenne del sacrificio eucarístico.

La cosa más consolante que se encierra en el Santo Sacrificio de la Misa, es Jesús en el


sacramento y su resurrección;

que en concomitancia con su pasión y muerte, se renueva místicamente sobre nuestros altares
tantas veces por cuantas se celebra este Sacrosanto Sacrificio de la Misa.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El Santo Sacrificio de la Misa es el más excelente misterio de nuestra santa religión.

(ant. 3) ¡Qué hermosa es la luz que se adquiere y que se nos comunica por medio de este santo
sacrificio!
(Salmo 3) (Vol. I)

II
Jesús en el sacramento nos recuerda la resurrección de nuestros cuerpos a la gloria: él,
cesando su estado sacramental reside en el seno de Dios Padre;
así también las almas humanas, cesando el estado de vida presente, harán su eterna morada
en el seno de Dios.

Nuestros cuerpos quedarán consumados tal como las especies sacramentales, casi como si ya
no tuvieran existencia alguna.

Luego, con un prodigio de la omnipotencia de Dios, obtendrán la vida el día de la resurrección


universal.

Los buenos, unidos a sus propias almas, irán a gozar la eterna bienaventuranza de Dios. Otros
se irán lejos de Dios a sufrir los más atroces tormentos.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¡Qué hermosa es la luz que se adquiere y que se nos comunica por medio de este santo
sacrificio!
LECTURA BREVE
“Mi vida sigue estando real y verdaderamente en el mundo, no solamente en el Santísimo
Sacramento, sino en las almas que están en gracia.”

RESPONSORIO (Vol. XV, 27 Marzo 1923)


G. He querido cubrirme con los velos eucarísticos * para no infundir temor.
T. He querido cubrirme con los velos eucarísticos para no infundir temor.
G. He descendido hasta el más profundo abismo:
T. * para no infundir temor.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. He querido cubrirme con los velos eucarísticos para no infundir temor.
(ant. de alab.) Madre mía, transforma mi alma con tu Fiat en hostia viva. (La Virgen María
16ª medit.)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,
Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de alab.) Madre mía, transforma mi alma con tu Fiat en hostia viva.

INTENCIONES
+ Padre Santo, te pedimos que toda la humanidad reciba la unidad de la luz de tu Divina
Voluntad y que se unifique en tu Santa Iglesia: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Por el representante del Reino de la Divina Voluntad, el Papa, para que forme un solo rebaño
y un solo pastor en tu Voluntad:
+ Por nuestros obispos y sacerdotes para que la Divina Voluntad reine plenamente en ellos y
por medio de su ministerio en todas las almas:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos sacerdotes
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre santo, infunde tu Espíritu Santo en nuestras almas, para que nos transforme en Jesús
y así podamos ser en él perfectos altares, víctimas y sacerdotes para tu mayor gloria. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. IV, 29 Septiembre 1900)
¡Queridísima alma mía, el cielo te suspira, y en el cielo yo te espero, en el Reino de mi Fiat!

¡Cesa ya, amada mía, que tus ardientes suspiros me hacen languidecer continuamente hasta
desfallecer de amor!

¡Tu ardiente amor, tus incesantes ansias, son siempre un alivio para mi Corazón entristecido!
¡Quiero que te conserves siempre en mi eterno Querer, en el Padre, en mí y en el Espíritu
Santo! Amén.

(ant.) Si la Eucaristía es prenda de la futura gloria, la cruz es el desembolso con la que se


compra.
(Salmo 1) (Vol. III, 1 Mayo 1900)

La cruz embellece al alma y es tan potente, que si tiene alguna deuda ella la paga, y hace que
con mayor seguridad se le restituya la escritura de la deuda contraída.

Después de haber cubierto cualquier deuda le forma al alma el trono más resplandeciente en la
futura gloria.

¡Ah, sí, la cruz y la Eucaristía se alternan una a la otra y una espera más potentemente que la
otra!

La cruz es mi lecho preferido, no porque no sufrí dolores atroces, sino porque por medio de la
cruz hacía nacer tantas almas a la gracia,

así que al ver tanto bien ese lecho de dolor era un deleite para mí y tanto la cruz como el sufrir
eran mi delicia.

No, no quiero que le temas al sufrimiento, como si quisieras obrar con temor. ¡Animo, ánimo!
¡Obra con valentía! ¡Disponte tú mismo al sufrimiento!

Gloria al Padre...

(ant.) Si la Eucaristía es prenda de la futura gloria, la cruz es el desembolso con la que se


compra.

LECTURA BREVE (Vol. II, 12 Abril 1899)


“Hijo mío, tú eres mi tabernáculo; para mí es lo mismo estar en el sacramento que estar en tu
corazón; más aún, en ti puedo encontrar algo más: el poder participarte mis penas y tenerte
junto a mí cual víctima viviente ante la divina justicia, cosa que no puedo encontrar en el
sacramento.”

RESPONSORIO (Vol. XIV, 6 Julio 1922)


G. Cuando instituí la cena eucarística * llamé a todos a mi alrededor.
T. Cuando instituí la cena eucarística llamé a todos a mi alrededor.
G. Vi a todas las generaciones desde el primer hombre hasta el último,
T. * llamé a todos a mi alrededor.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Cuando instituí la cena eucarística llamé a todos a mi alrededor.
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Amabilísimo Jesús, tú que has querido esconderte bajo las especies sacramentales en un
prodigio inaudito de tu amor, concédenos el poder aprovechar en su plenitud el fruto que
encierra cada sacramento. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V

(Semana I) DIA DE LA PASION


LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)
Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. II, 13 Marzo 1899)


¡Oh caridad, caridad, que brotas del ser divino y hablas del amor divino!

Simple como el ser divino, del ser más grande a la más pequeña florecilla,

se oye tu voz que como un eco le repite al hombre tu cántico de amor:

¡Oh hombre, Dios te ha creado sólo por amor a ti y para estar a tu servicio!

¡Ah, no seas ingrato, ama, te ruego, ama, ama a tu Creador! Amén.

(ant. 1) Oh Jesús, sólo tus labios pueden hablar dignamente de la sublimidad de la cruz.
(Salmo 1) (Vol. III, 2 Diciembre 1899)

I
La cruz que tú sufriste, oh Jesús, me liberó de la esclavitud del demonio y me desposó a la
divinidad con un vínculo indisoluble.

La cruz es fecunda y hace nacer en mí la gracia; la cruz es luz y me desengaña de todo lo que
es temporal revelándome lo que es eterno.

La cruz es fuego, y reduce a cenizas todo lo que no es Dios, hasta llegar a vaciar mi corazón de
la más pequeña hierba que pudiera tener.

La cruz es una moneda de precio inestimable y si yo llego a tener la fortuna de poseerla, me


enriqueceré de monedas eternas hasta llegar a ser el más rico del paraíso,

porque la moneda que circula en el cielo es la cruz que se ha sufrido en la tierra.

La cruz hace que me conozca a mí mismo y me da a conocer a Dios. La cruz injerta en mí todas
las virtudes.

La cruz es noble cátedra de la sabiduría increada, y ella me enseña las doctrinas más elevadas,
sutiles y sublimes.

Sólo la cruz me revelará los misterios más escondidos, las cosas más ocultas, la perfección más
perfecta, escondida a los más sabios y eruditos del mundo.
Gloria al Padre...

(ant. 1) Oh Jesús, sólo tus labios pueden hablar dignamente de la sublimidad de la cruz.

(ant. 2) La cruz es tan potente que llega a ser más eficaz que los mismos sacramentos.
(Salmo 2) (Vol. III, 2 Diciembre 1899)

II
La cruz es como agua benéfica que me purifica, le suministra alimento a mis virtudes, hace
que crezcan y solamente me deja cuando me conduce a la vida eterna.

La cruz es el rocío celestial que me conserva y embellece la hermosa azucena de la pureza.

La cruz es el alimento de la esperanza. La cruz es la antorcha de la fe operante. La cruz es


como un leño sólido que conserva y hace que se mantenga siempre encendido el fuego de la
caridad.

La cruz es como un leño seco que hace que se esfumen y que huyan todos los humos de la
soberbia y de la vanagloria y produce en el alma la humilde violeta de la humildad.

La cruz es el arma más potente que ofende a los demonios y me defiende de todas sus
artimañas.

Gloria al Padre...

(ant. 2) La cruz es tan potente que llega a ser más eficaz que los mismos sacramentos.

(ant. 3) Quien participa de las penas de mi pasión toma la misma forma de mi humanidad.
(Salmo 3) (Vol. IV, 8 Febrero 1902)

El primer significado de la pasión contiene gloria, alabanza y honor, acción de gracias y


reparación a la divinidad;

el segundo es la salvación de las almas, y todas las gracias que se necesitan para obtener dicha
finalidad.

La vida de quien participa a las penas de mi pasión, no solamente contiene en sí estos mismos
significados, sino que toma la misma forma de mi humanidad.

Y como mi humanidad está unida a la divinidad, también el alma que participa de mis penas,
está en contacto con la divinidad, y puede obtener todo lo que quiera;

es más, sus penas son llaves con las que puede abrir los tesoros divinos.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Quien participa de las penas de mi pasión toma la misma forma de mi humanidad.

LECTURA BREVE (Vol. III, 6 Noviembre 1899)


“Todo lo que se hace con la única finalidad de agradarme, resplandece tanto ante mí, que atrae
mis miradas divinas y me son tan agradables dichas acciones, que aunque sea sólo el
movimiento de los párpados, yo le doy valor a cada acto como si fuera hecho por mí mismo.”

RESPONSORIO (Vol. V. 16 Octubre 1903)


G. Mi Voluntad es luz y quien hace siempre mi Voluntad * se apacienta de luz.
T. Mi Voluntad es luz y quien hace siempre mi Voluntad se apacienta de luz.
G. Aunque el alma llegue a contraer algún defecto, mi Voluntad la purga continuamente;
T. * se apacienta de luz.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Mi Voluntad es luz y quien hace siempre mi Voluntad se apacienta de luz.
Que las llagas de Jesús y los dolores de nuestra Madre SS. nos concedan la gracia
(ant. de agrad.)
de hacer que nuestras voluntades resuciten en la Voluntad de Dios.
(La Virgen María 27ª medit.)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,
y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Que las llagas de Jesús y los dolores de nuestra Madre SS. nos concedan la gracia
(ant. de agrad.)
de hacer que nuestras voluntades resuciten en la Voluntad de Dios.

INTENCIONES
+ Jesús, concédenos poder vivir siempre crucificados junto contigo, para que tú puedas hallar
un alivio divino en nosotros: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que podamos hacer nuestro todo el fruto que nos trae cada cruz y que podamos
aprovecharlo plenamente:
+ Concédenos poder sufrir todo como tú mismo sufriste y con tus mismas intenciones:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Padre amantísimo, la prenda más grande de tu amor para con tu queridísimo Hijo fue el
crucificarlo, por eso te suplicamos que colmes nuestras almas con el Don de tu Voluntad, para
que podamos participar plenamente a la crucifixión de tu Hijo Jesús en nosotros mismos. Que
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. IV, 25 Diciembre 1900)
¡Oh prodigio de prodigios, Dios y Hombre, Hombre y Dios! ¡Madre e Hijo transformados en luz
purísima y divina!

¡Jesús luz, en el exceso de su amor, sale de la luz de su Madre espiritualizada, sin ningún
impedimento, quedando ella intacta e integra!

¡Ah, qué belleza la del niño, que en aquellos dichosos instantes expandía también
externamente los rayos de la divinidad!

¡Ah, qué belleza la de la Madre, que quedaba del todo extasiada en aquellos divinos rayos de su
hijo, Hombre y Dios!

¡Sea siempre gloria y amor al Dios Trino y Uno, en los infinitos océanos de la Divina Voluntad!
Amén.
(ant. 1) Me basta la intención no retraída de querer amar cada vez más a mi sumo bien, Jesús.
(Salmo 1) (Vol. I)

No me ocupo ni del paraíso, ni del infierno; lo único que me importa es amar y hacer que otros
amen a mi buen Dios.

El tiempo presente se me ha concedido no para pensar en el futuro, sino sólo para corresponder
a su amor y hacer que cada vez me sea más propicio.

El paraíso y el infierno lo pongo en sus manos, él me dará lo que más me conviene, para poder
glorificarlo cada vez más.

Jesús me ha dado a conocer que el medio más eficaz para poder llegar al paraíso es no querer
ofenderlo jamás aún a costa de la propia vida.

Ante cualquier ofensa a Dios me basta el haberme propuesto lo contrario, y esto me da la


verdadera calma y la paz y me libera de todo temor;

es por eso que no voy a perder el tiempo considerando si he hecho mal o no; me basta la
intención no retractada de querer amarlo siempre más.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Me basta la intención no retraída de querer amar cada vez más a mi sumo bien, Jesús.

(ant. 2) Reposa bajo la frescura de mi sombra y hallarás descanso.


(Salmo 2) (Vol. VI, 31 Julio 1904)

Hijo mío, si tú me amas no quiero que te mires a ti mismo ni fuera de ti;

ni si estás caliente o frío; ni si haces mucho o poco; ni si sufres o gozas;

todo esto debe ser destruido en ti; debes tener tu mirada fija sólo para ver si haces lo que más
puedes por mí y sólo para agradarme a mí.

Oh, cuantas almas falsifican la verdadera devoción y profanan las obras más santas con su
propia voluntad, buscándose siempre a sí mismas.

Y si hasta en las cosas santas se busca el modo y el gusto propio, la propia satisfacción, Dios
huye y no se le puede hallar.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Reposa bajo la frescura de mi sombra y hallarás descanso.

(ant. 3) Te recomiendo el espíritu de oración continua.


(Salmo 3) (Vol. IV, 31 Julio 1902)
El alma que conversa siempre conmigo, sea con la mente que con la boca, y hasta con la simple
intención, es tan hermosa a mi presencia, que las notas de su corazón armonizan con las mías.

Yo me siento tan atraído por esta alma, que le manifiesto no solamente las obras « ad extra »
de mi humanidad,

sino que también le voy manifestando algo de las obras « ad intra » que la divinidad hacía en
mi humanidad.

Es tanta la belleza que se adquiere por medio del espíritu de oración continua, que el demonio
queda herido como por un rayo, y frustrado en las insidias con las que intenta hacerle daño a
dicha alma.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Te recomiendo el espíritu de oración continua.

LECTURA BREVE
“Cuanto más se humilla el alma y se conoce a sí misma, tanto más se acerca a la virtud y
hallándose en ella, trata de esforzarse en el camino de la virtud de la cual se ve muy alejada.”

RESPONSORIO (Vol. I)
G. Quiero hacerte morir a ti mismo * para hacerte vivir solamente en mí.
T. Quiero hacerte morir a ti mismo para hacerte vivir solamente en mí.
G. No solamente debes destruir ese afecto hacia las criaturas, sino a ti mismo,
T. * para hacerte vivir solamente en mí.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Quiero hacerte morir a ti mismo para hacerte vivir solamente en mí.
(ant. de alab.) Madre nuestra, por la resurrección de tu Hijo, haz que resucitemos en la Voluntad
de Dios. (La Virgen María 29ª medit.)

Cántico de alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,
Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de alab.) Madre nuestra, por la resurrección de tu Hijo, haz que resucitemos en la Voluntad
de Dios.

INTENCIONES
+ Señor, sella con tu Voluntad todas nuestras acciones, para que el Padre pueda hallar en
nosotros tu mismo amor y tus mismas reparaciones: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Haz que todos nuestros pensamientos, palabras y obras, sean cada uno un acto de reparación
completa y divina por los pecados del hombre:
+ Haz que cada pequeño sufrimiento, contrariedad, humillación y sacrificio que nos das, lo
podamos vivir plenamente en tu Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Padre de infinita misericordia, tú que has enviado a tu Hijo para salvar, sanar y santificar
al hombre dándole nuevamente el Don de tu Voluntad Divina que Adán y Eva perdieron, haz
que jamás volvamos a perder aquel Don que con tanto amor nos diste desde el principio de la
creación. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO
¡Oh, cómo el vivir en la Divina Voluntad mantiene y conserva la gracia, dándole al alma
continuamente nuevas pinceladas de belleza!

¡Es tu Santísima Voluntad la que quita cualquier imperfección y suministra el conocimiento


pleno del objeto amado que se posee!
¡Ah, sí, la esencia de la santidad es el vivir en tu Voluntad: hace crecer continuamente al alma
en sabiduría, edad y gracia!

¡Honor y gloria, amor y acción de gracias, a tu Suprema Voluntad oh Santísima Trinidad!


Amén.

(ant.) ¿Quién soy yo y quién eres tú?


(Salmo) (Vol. II, 2 Junio 1899)

¡Oh alma que te conoces a ti misma, qué afortunada eres!

El favor más grande que puedo hacerle a un alma es hacer que se conozca a sí misma.

El conocimiento de sí mismo y el conocimiento de Dios van a la par.

Por cuanto te conocerás a ti mismo, tanto más conocerás a Dios.

Al alma que se ha conocido a sí misma, viendo que por sí misma no puede hacer ningún bien,
le sucede que todas sus acciones las hace en Dios.

La sombra de su ser la transforma en Dios, porque conociendo profundamente su nada, no se


atreve a hacer nada por sí misma, sino que ciegamente atraída sigue las operaciones del
Verbo.

Gloria al Padre...

(ant.) ¿Quién soy yo y quién eres tú?

LECTURA BREVE (Vol. III, 31 Enero 1900)


“El pasaporte para entrar en el reino de la gracia es la humildad: el alma, teniendo a la vista
siempre su nada, pondrá toda su confianza en la gracia, hasta llegar a convertirla en dueña de
la gracia; ésta entrando en dominio de toda el alma, la conduce por el camino de todas las
virtudes y hace que llegue hasta el culmen de la perfección.”

RESPONSORIO
G. La pureza en el obrar es tan grande, que * no hace más que mandar luz en todo su obrar.
T. La pureza en el obrar es tan grande, que no hace más que mandar luz en todo su obrar.
G. El alma obrando con la única finalidad de agradarme,
T. * no hace más que mandar luz en todo su obrar.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La pureza en el obrar es tan grande, que no hace más que mandar luz en todo su obrar.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Altísimo Dios nuestro, nos presentamos ante tu trono supremo, bañados en la Sangre de
Jesucristo y te pedimos nos concedas conservar íntegra la vida de tu Divina Voluntad en
nuestras almas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana I) DIA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)
Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XVIII, 15 Agosto 1925)


¡Santa, santa, santa, honor y gloria a la Voluntad Suprema de nuestro soberano Señor!

¡Y gloria a María Santísima y tres veces santa sea esta criatura que ha hecho obrar a la
Suprema Voluntad!

¡Toda bella, toda santa, toda pura eres tú, oh María, en la gloria del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo! Amén.

(ant. 1) El sol es fuego, pero al mismo tiempo es luz y calor; tú, Santísima Trinidad, estás
representada en el sol.
(Salmo 1) (Vol. II, 28 Febrero 1899)

El fuego es el Padre, la luz es el Hijo, el calor es el Espíritu Santo, pero uno solo es el sol.

Como no se puede dividir el fuego de la luz y del calor, así una es la potencia del Padre del Hijo
y del Espíritu Santo.

Como el fuego produce al mismo tiempo la luz y el calor, de modo que no se puede concebir el
fuego sin concebirse también la luz y el calor,

así no se puede concebir al Padre antes del Hijo y del Espíritu Santo, y recíprocamente los Tres
tienen el mismo principio eterno.

La luz, sombra de tu majestad, se difunde por doquier, así también tú, Dios mío, todo lo
penetras con tu inmensidad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) El sol es fuego, pero al mismo tiempo es luz y calor; tú, Santísima Trinidad, estás
representada en el sol.

(ant. 2) ¡Oh, cuantas veces ella lloró lágrimas amargas al ver nuestro dolor!
(Salmo 2)

Fue esta criatura celestial, María Santísima, quien comprendió la historia de nuestra
Voluntad.

Nosotros, como a una pequeñita, todo le narramos: como el hombre ingrato había confinado a
nuestra Voluntad dentro de sus límites divinos impidiéndole comunicarse.

¡Oh, cuántas veces lloró amargas lágrimas al ver nuestro dolor y la desventura del hombre!
Ella tomó a pecho nuestra causa, y no solamente recambió todos los dolores del Supremo
Querer, sino que hizo suyos todos los actos de las criaturas,

absorbiendo en sí misma toda nuestra Voluntad rechazada por la criatura, desagraviándola y


amándola.

Teniendo nuestra Voluntad como en depósito en su Corazón virginal, preparó el alimento de


nuestra Voluntad para todas las criaturas.

Así pues ¿te das cuenta con qué alimento nutre a sus hijos esta Madre amorosísima?

Obtener este alimento, le costó penas inauditas, toda su vida; más no podía amar a sus hijos;
dándoles este alimento su amor llegó al máximo grado.

Así que, entre tantos títulos que se le atribuyen, el más hermoso que se le podría dar es el de
Madre y Reina de la Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 2) ¡Oh, cuantas veces ella lloró lágrimas amargas al ver nuestro dolor!

(ant. 3) La verdadera adoración consiste en anularse a sí mismo para encontrarse después en el


ambiente divino.
(Salmo 3) (Vol. VI, 17 Diciembre 1903)

¿Qué es lo que hizo tu Madre Santísima cuando se encontró contigo, oh Jesús mío, en el camino
del Calvario, cargado del pesado leño de la cruz?

No hizo más que un acto de adoración profundísimo y simplísimo;

Pues un acto, cuanto más simple es, tanto más fácil es que se una a Dios, espíritu simplísimo;

así, en ese acto María Santísima, se fundió en mí, y siguió haciendo lo mismo que yo hacía en
mi interior.

Esto fue para mí sumamente agradable, mucho más que si me hubiera hecho cualquier otra
cosa más grande.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La verdadera adoración consiste en anularse a sí mismo para encontrarse después en el


ambiente divino.

LECTURA BREVE (Vol. II, 15 Agosto 1899; Vol. IV, 10 Enero 1903)
“El primer cántico que entonaron los ángeles y los santos a mi Madre en su ingreso al paraíso
fue el « Ave María », porque el « Ave María » contiene las alabanzas más bellas y los honores
más grandes y se le renueva el gozo de haber sido elegida Madre de Dios.
Y las palabras más agradables y que más consuelan a mi Madre son el “Dominus Tecum” (el
Señor está contigo) porque apenas fueron pronunciadas por el Ángel sintió comunicársele en sí
todo el ser divino sintiéndose investida del poder divino, de modo que todo su ser ante el poder
divino quedó como fundido en él, y ella quedó con el poder divino entre sus manos.”

RESPONSORIO (Vol. II, Agosto 1899)


G. Cada palabra del « Ave María » * lleva consigo una luz inmensa.
T. Cada palabra del « Ave María » lleva consigo una luz inmensa.
G. Nos hace comprender muchas cosas acerca de la Santísima Virgen,
T. * lleva consigo una luz inmensa.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Cada palabra del « Ave María » lleva consigo una luz inmensa.
Madre Celestial, haz que la aurora divina de la Divina Voluntad surja en
(ant. de agrad.)
nuestras almas. (La Virgen María 11ª medit.)

Cántico de agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.


Gloria al Padre...

Madre Celestial, haz que la aurora divina de la Divina Voluntad surja en


(ant. de agrad.)
nuestras almas.

INTENCIONES
+ Reina Inmaculada, te pedimos ardientemente nos concedas la gracia de morir en cada
momento a nuestra voluntad humana para vivir siempre en la Divina Voluntad: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Señor, infunde en nosotros la fe de María Santísima para poseerte como ella te poseyó:
+ Infunde en nosotros la esperanza de María Santísima para desearte como ella te deseó:
+ Infunde en nosotros la caridad de María Santísima para amarte como ella te amó:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Jesús, que siendo tan grande, infinito e inmenso quisiste hacerte pequeño en el seno
purísimo de María Santísima por amor nuestro, concédenos, por su maternal intercesión,
llegar a ser pequeños como tú, para poder vivir siempre en el seno purísimo de tu Santísima
Voluntad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

SEGUNDA SEMANA
DIA DE LA DIVINA VOLUNTAD
PRIMERAS VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. VIII, 5 Abril 1908)


¡Oh Madre dulcísima, toda tu santidad ha salido del centro del Fiat Divino!

¡Ni un solo movimiento o respiro, ni un solo paso, ni una sola acción salía de ti que no fuera
sólo y únicamente del Fiat Divino que tú poseías!

¡Qué santidad, cuántas riquezas, gloria y honores divinos producía en ti el Fiat omnipotente!
¡Oh Fiat omnipotente, fecundo y santo! ¿Quién podrá llegar a comprenderte? ¡Eres tan grande
que ante ti enmudecemos!

¡De ti proceden interminables mares de virtud, de gracia y de grandeza, de gloria, de alegría y


de belleza! Amén.

(ant. 1) ¡Qué ambiente de paz y de bien contiene la sola palabra: Voluntad de Dios!
(Salmo 1)

Cuando el alma vive en la Divina Voluntad es inundada de una luz en todo igual a aquél en
quien vive.

Aún en el cielo resplandecerá más que los demás, y será para los mismos santos ocasión de
mayor gloria.

Piensa un poco qué ambiente de paz y de bien contiene la sola palabra “Voluntad de Dios”. Con
sólo pensar en vivir en este ambiente el alma ya se siente cambiada.

Una atmósfera divina la inunda; siente que pierde su ser humano; se siente divinizada.

De impaciente se vuelve paciente, de soberbia humilde, dócil, caritativa, obediente. De pobre se


convierte en rica.

Todas las virtudes surgen como una corona alrededor del alma que vive en la Voluntad de
Dios,

y así queda abismada en Dios perdiendo sus propios confines y adquiriendo los confines de la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) ¡Qué ambiente de paz y de bien contiene la sola palabra: Voluntad de Dios!

(ant. 2) El pecado no es otra cosa que retirarse de la Voluntad de Dios.


(Salmo 2) (Vol. VII, 23 Febrero 1906)

En la cruz, no solamente me crucificaron las manos y los pies, sino hasta las más pequeñas
partes de mi humanidad, de mi alma y de mi divinidad;

todas quedaron clavadas en la Voluntad del Padre, porque mi crucifixión fue la Voluntad del
Padre; y por eso quedé clavado y transformado totalmente en su Voluntad; y todo esto era
necesario.

Porque el pecado no es otra cosa que retirarse de la Voluntad de Dios, de todo lo que es bueno y
santo y que Dios nos ha dado; creer ser algo y ofender al mismo Creador.
Y para reparar esta audacia y destruir este ídolo que la criatura hace de sí misma, quise hacer
desaparecer totalmente mi voluntad humana a costa de grande sacrificio, para vivir solamente
de la Voluntad del Padre.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El pecado no es otra cosa que retirarse de la Voluntad de Dios.

(ant. 3) El acto más bello que se puede hacer es el de abandonarse en la Divina Voluntad.
(Salmo 3) (Vol. VIII, 23 Junio 1907)

El acto más bello y que más me gusta es el de abandonarse en mi Voluntad hasta llegar a
olvidarse que exista el propio ser, y que la Divina Voluntad sea todo para el alma.

El dolor de las propias culpas es bueno y laudable, pero no destruye el propio ser;

en cambio, el abandonarse totalmente en mi Voluntad destruye el propio ser y hace que se


vuelva a obtener el ser divino.

Abandonándose en mi Voluntad el alma me honra sumamente, porque me da todo lo que yo


puedo exigir de la criatura.

Y así llega a adquirir nuevamente en mí lo que de mí había salido; vuelve a adquirir lo único
que debería adquirir: a Dios, junto con todos los bienes que posee.

Sólo que, mientras el alma está totalmente en la Voluntad de Dios, adquiere nuevamente a
Dios y apenas se sale de mi Voluntad, vuelve a obtener su propio ser con todos los males de su
naturaleza corrompida.

Gloria al Padre...

(ant. 3) El acto más bello que se puede hacer es el de abandonarse en la Divina Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. VII, 3 Julio 1906)


“El alma que vive en mi Voluntad reposa, porque la Voluntad Divina hace todo por ella. Y
mientras yo hago todo por ella, encuentro también el mejor reposo. Así que la Voluntad de Dios
es reposo del alma y reposo de Dios en el alma. Y mientras el alma reposa en mi Voluntad, está
siempre pegada a mi boca absorbiendo en sí misma mi vida divina, formando así su continuo
alimento.”

RESPONSORIO (Vol. VII, 20 Enero 1907)


G. Sólo quiero amarte * y cumplir tu Santa Voluntad.
T. Sólo quiero amarte y cumplir tu Santa Voluntad.
G. El deber de todas las criaturas es amarte
T. * y cumplir tu Santa Voluntad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Sólo quiero amarte y cumplir tu Santa Voluntad.
Si la perfecta resignación es señal de predestinación, la cruz extiende los confines
(ant. de Alab.)
del Reino del Cielo. (Vol. VII, 14 Noviembre 1906)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Si la perfecta resignación es señal de predestinación, la cruz extiende los confines


(ant. de Alab.)
del Reino del Cielo.

INTENCIONES
+ Oh Jesús, tú que estás siempre en acto de sufrir la crucifixión haz que tengamos siempre
crucificada nuestra voluntad, para que nunca podamos salirnos de la tuya: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que sepamos reconocer en todas las circunstancias de nuestra vida las infinitas
especialidades de tu eterno amor:
+ Para que la puerta de nuestra voluntad humana esté siempre abierta y dispuesta a recibir el
Don de tu Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor, por el gran amor con que nos has amado desde toda la eternidad, inunda con la
potencia de tu luz divina nuestro mundo, para que se decida a dejarte reinar con tu Voluntad
Divina. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS I
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XI, 8 Marzo 1914)


¡Qué maravilla tan asombrosa es vivir en tu Divina Voluntad, donde se encuentran todos los
secretos para encontrar la luz y tu santidad!

¡No hay belleza que la iguale, ni altura, ni amor, ni riqueza, ni santidad, ni sabiduría que se le
compare, nada, nada puede compararse con ella!

¡Oh, cómo un solo pequeñísimo acto hecho en tu adorable Voluntad, supera por mucho todo lo
que han hecho todas las generaciones humanas!

¡Y cuando alguien muere en tu Voluntad y hace su ingreso en la patria celestial, todo el cielo se
postra para honrar la obra de tu Voluntad en el alma! Amén.

(ant) La Voluntad de Dios es el paraíso del alma sobre la tierra.


(Salmo) (Vol. VII, 3 Julio 1906)

La Voluntad de Dios es el paraíso del alma en la tierra y el alma que hace la Voluntad de Dios
le forma a Dios su paraíso sobre la tierra.

La Voluntad de Dios es la única llave que abre los tesoros de los secretos divinos, y hace que el
alma adquiera tal familiaridad en la casa de Dios, que domina en ella como si fuera la dueña.

¡Oh Voluntad de Dios, cuánto eres amable, admirable, deseable y bella!

Cuando el alma se halla en ti, siente que pierde todas sus miserias y males, y que adquiere un
nuevo ser con la plenitud de todos los bienes divinos.

Gloria al Padre...

(ant.) La Voluntad de Dios es el paraíso del alma sobre la tierra.

LECTURA BREVE (Vol. VII, 18 Septiembre 1906)


“La paz da luz al alma, al prójimo y a Dios. De modo que un alma que está en paz es siempre
luz y siendo luz está siempre unida a la luz eterna, de donde obtiene siempre nueva luz para
poder dar luz también a los demás. Así que, si quieres siempre nueva luz, conserva siempre la
paz.”
RESPONSORIO (Vol. XII, 4 Junio 1918)
G. Si quieres estar al seguro, * haz siempre reparación y hazla junto conmigo.
T. Si quieres estar al seguro, haz siempre reparación y hazla junto conmigo.
G. Unifícate tanto a mí, que llegue a formarse un solo eco de reparación entre tú y yo,
T. * haz siempre reparación y hazla junto conmigo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Si quieres estar al seguro, haz siempre reparación y hazla junto conmigo.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Padre, ilumina nuestros corazones y enséñanos a vivir en tu Voluntad para que podamos
encontrar la verdadera paz y así dejar de andar errantes buscando la paz fuera de ti. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte
Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.
Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

LAUDES

INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)
Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. VIII, 10 Agosto 1908)


¡El amor jamás dice basta! ¡Aunque el amor flagelara al alma reduciéndola a pedazos, jamás el
amor diría basta!

¡El amor no queda satisfecho con el alma si no la reduce a su propia nada, si no pulveriza todo
lo humano, si no la consume totalmente en el amor!

¡Oh, cómo su gozo es completo cuando la inflama con su fuego y sin dejar nada de humano le
da su misma forma!

¡Así transformada el alma exulta de amor y en una armonía perfecta canta las glorias del amor
en los mares eternos de la Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Dios es luz y con su luz divina las acciones humanas adquieren valor.
(Salmo 1) (Vol. VII, 11 Septiembre 1906)

Todas las obras, palabras y pensamientos de las criaturas deberían estar sellados con el lema:
“para gloria de Dios”.

Todo lo que no está sellado con este lema queda obscurecido y sepultado en las tinieblas,
manchado y sin ningún valor.

Así, la criatura no hace más que producir tinieblas y cosas abominables.

No obrando para la gloria de Dios huye del fin para el cual ha sido creada, queda como
apartada de Dios y es dejada sola y abandonada a sí misma.

Y si Dios es luz y por Dios las acciones humanas adquieren valor, ¿por qué sorprenderse de que
la criatura, cuando no obra para la gloria de Dios, queda sepultada en sus mismas tinieblas, y
no merece nada por sus fatigas, haciéndose, por el contrario, acreedora de graves deudas?
Gloria al Padre...

(ant. 1) Dios es luz y con su luz divina las acciones humanas adquieren valor.

(ant. 2) Quien deja todo por amor a la verdad, sobreabundará de todos los bienes.
(Salmo 2) (Vol. VII, 16 Septiembre 1906)

La verdadera, pura y simple verdad es el imán más atrayente para disponer a las almas a
enfrentar cualquier sacrificio.

La verdad es la que ha dispuesto a los mártires a derramar su sangre, y a otros muchos santos
les ha dado la fuerza para conservarse puros e inmaculados en medio de tantas batallas.

La verdad pura, simple y desinteresada es la que mueve a las criaturas a querer venir a ti.

Qué difícil es, en estos tiempos tan tristes, encontrar quien dé a conocer la verdad pura,
incluso entre el clero, los religiosos y la gente devota.

En su modo de hablar y de obrar hay siempre algo de humano, de interés o alguna otra cosa, y
así la verdad se manifiesta cubierta y velada.

Quien los escucha no se siente tocado por la pura verdad, sino por el interés o los fines
humanos, y no recibe la gracia y el influjo que la verdad contiene.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Quien deja todo por amor a la verdad, sobreabundará de todos los bienes.

(ant. 3) Si no fuera por la cruz, en cuantos males se metería el hombre.


(Salmo 3) (Vol. VII, 8 Octubre 1906)

La cruz le sirve a la criatura como el freno al caballo. ¿Qué cosa sería del caballo si el hombre
no usara el freno?

Sería indomable, desenfrenado; andaría de precipicio en precipicio, hasta volverse nocivo al


hombre y a sí mismo.

En cambio, con el freno se amansa, camina derecho, queda al seguro de cualquier precipicio y
sirve a las necesidades del hombre.

Así es la cruz para el hombre; la cruz lo doma, lo frena, le detiene la marcha, para que no vaya
a precipitarse por el camino de las pasiones.

¡Ah, si no fuera por la cruz, que Dios, en su infinita misericordia, le da al hombre como freno
para domarlo, en cuántos males se metería la pobre humanidad!

Gloria al Padre...

(ant. 3) Si no fuera por la cruz, en cuantos males se metería el hombre.


LECTURA BREVE (Vol. XIV, 1 Junio 1922)
“Yo soy la verdad; todo en mí es verdad; verdad es mi paciencia en medio a tantos insultos;
verdad es mi mirada dulce en medio de tantas burlas, calumnias y desprecios; verdad son mis
modos amables, atrayentes, en medio de tantos enemigos, que mientras ellos me odian yo los
amo y mientras quieren darme muerte yo quiero abrazarlos y darles la vida; verdad son mis
palabras dignas y llenas de sabiduría celestial; todo en mí es verdad.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 28 Mayo 1920)


G. Los actos hechos en mi Voluntad * se transforman en luz, pero luz atada, unificada a la luz
eterna.
T. Los actos hechos en mi Voluntad se transforman en luz, pero luz atada, unificada a la luz
eterna.
G. Es más tienen la virtud de transformar los actos humanos en actos divinos.
T. * se transforman en luz, pero luz atada, unificada a la luz eterna.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Los actos hechos en mi Voluntad se transforman en luz, pero luz atada, unificada a la luz
eterna.
La verdad es más que un sol majestuoso que por más que se le quiera ocultar
(ant. de Agrad.)
surge siempre más hermoso. (Vol. VII, 6 Noviembre 1906)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;


gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

La verdad es más que un sol majestuoso que por más que se le quiera ocultar
(ant. de Agrad.)
surge siempre más hermoso.

INTENCIONES
+ Oh Voluntad Divina, gozo y descanso de las almas, haz que todas las criaturas gocen de la
luz de la verdad de tu Divina Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que el amor transforme nuestro modo de ver humano en el modo de ver divino:
+ Haz que cada acto que hagamos lleve el sello de tu amor escondido:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Jesús, tú que eres la luz eterna y la única verdad, ven a reinar en nosotros, para que
transformados en ti podamos siempre ser luz y así darte a conocer verdaderamente. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

SEGUNDAS VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. IX, 11 Abril 1909)


Estrechado totalmente a ti, oh Jesús, más aún, fundido, identificado, hecho una sola cosa
contigo, me abandono totalmente en ti y te hago mío totalmente.

¡Oh, cómo seremos felices! ¡Pensaré con tu mente, miraré con tus ojos, hablaré con tu boca!

¡Te amaré con tu Corazón, obraré con tus manos, caminaré con tus pies! ¡Tomaré tu santidad,
tu amor, tu Voluntad, haciendo a todos felices!

¡Y en tu Voluntad Divina en cada uno de mis actos, tu mismo amor y tu misma gloria yo te
daré! Amén.
(ant. 1) ¡Qué fuerza, qué encanto, qué imán contiene la Divina Voluntad!
(Salmo 1) (Vol. VII, 15 Diciembre 1906)

La Voluntad Divina es el único alimento sustancioso que contiene todos los sabores y gustos
que el alma necesita.

Esta encuentra su alimento preferido y se calma; el deseo encuentra su alimento y piensa en


apacentarse. La inclinación no tiene más a donde ir porque ha encontrado todo lo que le
satisface.

La voluntad humana muriendo a sí misma ya no tiene nada que desear; y encontrando la


Divina Voluntad forma su propia felicidad.

Todo el interior del alma encuentra en la Divina Voluntad su alimento y su trabajo en el que
queda ocupada y absorbida.

Gloria al Padre...

(ant. 1) ¡Qué fuerza, qué encanto, qué imán contiene la Divina Voluntad!

(ant. 2) ¡Cuántas riquezas inmensas podrían adquirir las criaturas si obraran siempre por
Cristo, con él y en él!
(Salmo 2) (Vol. VII, 23 Septiembre 1906)

El obrar con Cristo, por Cristo y en Cristo hace desaparecer del todo la obra humana, y Cristo
hace que resucite como una obra divina. Por eso, obra junto con Cristo como si estuvieras
haciendo junto con él lo que estás haciendo.

Si sufres, trata de sufrir como si estuvieras sufriendo junto con él. Si oras, si trabajas, haz que
todo pase por él y hazlo junto con él.

¡Oh, cuántas riquezas inmensas podrían adquirir las criaturas si hicieran así, pero sin
embargo no lo hacen.

Gloria al Padre...

(ant. 2) ¡Cuántas riquezas inmensas podrían adquirir las criaturas si obraran siempre por
Cristo, con él y en él!

(ant. 3) Cada vez que sufres en la Divina Voluntad adquieres un reino más en tu alma.
(Salmo 3) (Vol. VII, 31 Octubre 1906)

Por cada sufrimiento que el alma soporta adquiere un dominio más sobre sí misma.

La paciencia en el sufrir es un dominio, y el alma, dominándose a sí misma cuando sufre,


adquiere cada vez más dominio sobre sí misma;

no hace más que ampliar y engrandecer su reino en el cielo, adquiriendo riquezas inmensas
para la vida eterna.
Así que, cada vez que tú sufres, ten en cuenta que adquieres un reino más en tu alma; un reino
de gracia correspondiente a un reino de virtud y de gloria.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Cada vez que sufres en la Divina Voluntad adquieres un reino más en tu alma.

LECTURA BREVE (Vol. VII, 28 Octubre 1906)


“Todo lo que es luz es de Dios y no de la criatura. Es como una persona que encontrándose
bañada por los rayos solares quisiera atribuirse a sí misma la luz que está gozando, sería una
persona necia y sin cerebro. La única cosa que podría hacer sería apartarse de la luz y decir:
“Yo quiero caminar en la sombra”. Así también el alma puede retirarse de la luz de Dios, pero
queda en tinieblas y las tinieblas no pueden producir otra cosa que mal.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 6 Marzo 1919)


G. El alma * debe llegar a vivir más en el cielo que en la tierra.
T. El alma debe llegar a vivir más en el cielo que en la tierra.
G. Todo lo que es imposible para la criatura, es posible para Dios;
T. * debe llegar a vivir más en el cielo que en la tierra.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El alma debe llegar a vivir más en el cielo que en la tierra.
En la Divina Voluntad se encuentran todos los bienes a disposición del hombre, la
(ant. de Alab.)
plenitud y la fuente del verdadero amor.

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,


como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

En la Divina Voluntad se encuentran todos los bienes a disposición del hombre, la


(ant. de Alab.)
plenitud y la fuente del verdadero amor.

INTENCIONES
+ Señor, ilumina a todos los hombres con la luz de tu Divina Voluntad para que descubran
todos los bienes que esta contiene: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Enséñanos a vivir en cada momento en la Divina Voluntad:
+ Disipa con la luz de tu Voluntad Divina las tinieblas de la voluntad humana:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre santo, haz que en cada momento de nuestras vidas vivamos en tu Santísima Voluntad,
para amarte y darte gloria completa por todo y por todos, como Jesús lo hizo cuando vivió con
nosotros sobre la tierra. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS II
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1911)


¡Oh Amor, sólo tú me entiendes, sólo tú me comprendes; mi silencio de amor te habla
continuamente de amor!

¡Confirma todo mi ser en tu amor dentro de tu dulce Corazón! ¡Vacía todas mis venas y en vez
de sangre haz correr amor!

¡Quítame todo respiro y haz que respire aire de amor! ¡Consuma mis huesos y toda mi carne, y
renuévame totalmente de amor!

¡El amor me enseña a sufrir contigo, el amor me crucifica y me hace semejante a ti, oh mi dulce
crucificado de amor!

¡Amor eterno, inmenso y divino, en la Divina Voluntad a Dios Padre, a ti, oh Jesús, y al
Espíritu Santo amor! Amén.
(ant.) La perfecta resignación es el sello que nos asegura la posesión de Dios.
(Salmo) (Vol. VII, 6 Noviembre 1906)

Señor mío, dice el alma, yo también quisiera ser como tú: todo amor y nada más.

Este es mi ideal para contigo, dice Jesús, por eso te hablo frecuentemente de la verdadera
resignación;

porque viviendo de mi Querer, el alma adquiere el amor más heroico, llega a amarme con mi
mismo amor y se transforma completamente en amor.

y así transformada está en continuo contacto conmigo; así que está conmigo y en mí, y por mí
hace todo lo que yo quiero.

y no se mueve, ni desea más que mi Voluntad, en la cuál está encerrado todo el amor del
Eterno, y en donde el alma queda encerrada.

Y viviendo de este modo, casi se desvanecen en el alma la fe y la esperanza; porque llegando a


vivir de la Voluntad Divina el alma ya no se siente en contacto con la fe y la esperanza.

Por eso la verdadera y perfecta resignación es el vínculo de la segura predestinación y la


posesión de la certeza de que el alma posee a Dios.

Porque si vive de mi Voluntad, ¿en qué cosa debe creer si ya lo ha encontrado y se alimenta de
él? ¿y en qué cosa debe esperar si ya lo posee, viviendo, no fuera de Dios, sino en Dios?

Gloria al Padre...

(ant.) La perfecta resignación es el sello que nos asegura la posesión de Dios.

LECTURA BREVE (Vol. VII, 10 Agosto 1906)


“Por cuantos mínimos placeres se priva el alma en esta vida por amor a mí, tantos paraísos de
más le daré en la otra vida. Así que un placer menos aquí será una paraíso más, allá.”

RESPONSORIO ( Vol. XII, 6 Diciembre 1917)


G. Los actos hechos en mi Voluntad son nobles, son divinos, * no se terminan, son infinitos
como mi Voluntad.
T. Los actos hechos en mi Voluntad son nobles, son divinos, no se terminan, son infinitos como
mi Voluntad.
G. Son semejantes a mis actos y yo les doy el mismo valor, el mismo amor y poder que tienen
los míos.
T. * no se terminan, son infinitos como mi Voluntad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Los actos hechos en mi Voluntad son nobles, son divinos, no se terminan, son infinitos como
mi Voluntad.
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION

Oh Señor, tú que eres amor eterno e infinito, consuma nuestras almas en el fuego inmenso de
tu amor, para que transformados en ti te amemos con tu mismo amor por todo y por todos. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana II) DIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)
Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1911)


¡Amor, amor, habla tú solo, que siendo amor sabes hablar!

¿Quieres que te hable de amor? ¡Escucha, amado hijo mío: toda mi vida es amor!

¡Si respiro te amo, si mi Corazón late, cada latido te dice amor, amor, estoy loco de amor por ti!

¡Si me muevo te doy más amor, de amor te lleno, de amor te circundo, de amor te acaricio, de
amor te hiero!

¡De amor te flecho, de amor te atraigo, de amor te alimento, de amor te consumo, y agudos
dardos te mando al corazón!

¡Gloria y amor a Dios Padre, a Jesús y al Espíritu Santo, en la unidad de su infinito amor!
Amén.

(ant. 1) Esto es lo que yo quiero de ti: el amor y no que estés pensando en el pecado.
(Salmo 1) (Vol. VII, 5 Enero 1907)

Algunas almas hacen escrúpulo de todo y temen que todo sea pecado, y esto hace que se
detengan en el camino de la santidad.

La verdadera y sólida santidad, consiste en recibir como una especialidad del amor divino, todo
lo que pueda suceder o que se pueda hacer, aunque sea la cosa más indiferente,

Así sería si se probara un alimento gustoso o disgustoso: especialidad de amor en el gusto,


pensando que Jesús produce aquel gusto en el alimento, porque la ama hasta darle gusto
también en las cosas naturales;

y especialidad de amor en el disgusto, pensando que la ama tanto, que le da aquél disgusto
para asemejarla a sí en la mortificación.

Especialidad de amor divino si es humillada, si es exaltada, si está sana o enferma, si es pobre


o si es rica; especialidad de amor el respiro, la vida, la lengua, todo, todo.
Así que el alma debe recibir la ola del amor de Dios y debe regresarle a Dios la ola de su amor.
¡Oh, qué baño santificante es esta ola de amor!

La purifica, la santifica, la hace progresar sin que ella misma se dé cuenta, vive más la vida
del cielo que la de la tierra.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Esto es lo que yo quiero de ti: el amor y no que estés pensando en el pecado.

(ant. 2) No se debe uno fijar en lo mucho o poco que se hace, sino más bien en si es Voluntad de
Dios.
(Salmo 2) (Vol. VIII, 5 Abril 1908)

Toda mi santidad, dice María Santísima, salió de la palabra Fiat.

Yo no me movía ni siquiera por un respiro, ni por un paso, ni por una acción, todo, todo salía de
la Voluntad de Dios, mi alimento, todo.

Esto producía en mí tanta santidad, tantas riquezas, glorias y honores, no humanos, sino
divinos.

Así que a medida que el alma está más unida, más fundida en la Voluntad de Dios, tanto más
se puede decir santa, tanto más es amada por Dios.

Por eso, no se debe uno fijar en lo mucho o poco que se hace, sino más bien en si eso es lo que
Dios quiere.

Gloria al Padre...

(ant. 2) No se debe uno fijar en lo mucho o poco que se hace, sino más bien en si es Voluntad de
Dios.

(ant. 3) Cuando el amor increado ve que el alma es toda amor, absorbe en sí el amor creado.
(Salmo 3) (Vol. VIII, 14 Julio 1907)

Es cierto que la confesión perdona las culpas, pero la cosa más segura y cierta para no pasar
por el purgatorio es el amor.

Así que el amor debe ser la pasión predominante del alma: amor el pensamiento, la palabra,
los movimientos, todo; todo debe estar envuelto por el amor.

De modo que el amor increado, encontrando todo amor, absorbe en sí el amor creado.

De hecho, ¿qué es lo que hace el purgatorio sino llenar los vacíos de amor que hay en el alma?

Cuando llena estos vacíos la manda al cielo. Y si estos vacíos no existen no es cosa que
pertenezca al purgatorio.
Gloria al Padre...

(ant. 3) Cuando el amor increado ve que el alma es toda amor, absorbe en sí el amor creado.

LECTURA BREVE (Vol. VIII, 22 Agosto 1907)


“Hijo mío, para que la gracia pueda tener la entrada libre en el alma, ésta debe estar en el
mundo como si no hubiera nadie más que Jesús y el alma; porque si cualquier otro
pensamiento se entremete entre el alma y la gracia, le impide a la gracia el poder entrar en el
alma y al alma recibir la gracia.”

RESPONSORIO (Vol. VIII, 22 Junio 1907)


G. La Voluntad de Dios * triunfa sobre todo y todo lo endulza.
T. La Voluntad de Dios triunfa sobre todo y todo lo endulza.
G. Contiene una potencia tal que nada ni nadie puede ponerle resistencia,
T. * triunfa sobre todo y todo lo endulza.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La Voluntad de Dios triunfa sobre todo y todo lo endulza.
Todas las acciones humanas hechas con recta intención y por amor a Dios salen
(ant. de Agrad.)
del alma llenas de luz. (Vol. VII, 21 Julio 1906)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;


gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Todas las acciones humanas hechas con recta intención y por amor a Dios salen
(ant. de Agrad.)
del alma llenas de luz.

INTENCIONES
+ Oh Señor, haz que nuestras almas se unan y se fundan siempre más en tu Santísima
Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que nuestras miradas estén siempre fijas sólo en tu Voluntad Divina:
+ Para que todos nuestros vacíos de amor sean llenados por tu Divina Voluntad operante en
nosotros:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Jesús, haz que todas nuestras acciones, nuestros respiros y pensamientos tomen su vida
del Fiat Divino, para que como tu Santísima Madre, vivamos siempre fundidos en tu Santa
Voluntad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. X, Noviembre 1910)


¡Sólo y siempre con Jesús y en Jesús siempre viviré; en su Corazón me abismaré, y con Jesús y
con su Corazón, amor, amor, yo te amaré!

¡Sólo de amor yo quiero hablar, sólo el amor quiero mirar, sólo al amor quiero escuchar, y
siempre en el amor quiero pensar!

¡Sólo de amor yo quiero arder, sólo en el amor me quiero consumar, sólo el amor quiero gustar,
sólo al amor quiero contentar!
¡Sólo de amor quiero vivir, y en el amor quiero morir! ¡En todo momento, a todas horas, quiero
llamar a todos al amor!

¡Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo amor, gloria, honor y amor en su Santísima Voluntad!
Amén.

(ant. 1) El amor es la llama, los sacrificios la leña para aumentar el fuego del amor.
(Salmo 1) (Vol. VIII, 29 Octubre 1907)

¿Qué cosa es el sacrificio? Es el deshacerse uno en el amor y en el ser de la persona amada.

Cuanto más uno se sacrifica tanto más queda uno consumado en el ser amado, perdiendo el
propio ser, y tomando todos los rasgos y la nobleza del ser divino.

Así sucede también en el mundo natural: entre dos siervos, ¿quién podría esperar llegar a
sentarse en la mesa junto con su patrón?

¿El siervo fiel que se sacrifica, empeña su propia vida, tiene más cuidado de los intereses de su
patrón que de los suyos por amor al patrón,

o el siervo que aunque hace su deber, cuando puede evitar algún sacrificio lo evita?
Ciertamente que el primero.

Así que el amor ennoblece, une y hace de los dos una sola cosa; los sacrificios son la leña para
aumentar el fuego del amor y la obediencia ordena todo.

Gloria al Padre...

(ant. 1) El amor es la llama, los sacrificios la leña para aumentar el fuego del amor.

(ant. 2) Cuanto más la criatura se reduce a su nada, tanto más se llena del Todo.
(Salmo 2) (Vol. VIII, 18 Noviembre 1907)

Dulce Vida mía, dice el alma, cuánto me he vuelto mala, me siento reducida a la nada, ya no
siento nada en mí, todo está vacío.

Hijo mío, responde Jesús, ¿tú te sientes reducido a la nada?

¡Alégrate! Es más, en verdad te digo que, cuanto más la criatura se reduce a la nada, tanto
más se llena del todo;

y si conservara aunque fuera una sola sombra de sí misma, aquella sombra impediría que yo
me pudiera dar totalmente al alma.

Ese regresar siempre a tu nada significa que tú, perdiendo tu ser humano, adquieres el divino.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Cuanto más la criatura se reduce a su nada, tanto más se llena del Todo.
(ant. 3) La cosa que más te debe interesar es el fundir completamente tu voluntad en la mía.
(Salmo 3) (Vol. VIII, 8 Abril 1908)

Hijo mío, no quiero que ninguna cosa te dé fastidio, ni siquiera el no poder recibirme siempre
en la comunión.

Es cierto que recibir la comunión es una cosa muy grande, pero ¿cuánto dura mi unión
estrecha con el alma? A lo más un cuarto de hora.

La cosa que más te debe interesar es el fundir completamente tu voluntad en la mía.

Quien vive estrechamente unido a mi Voluntad, no es solamente por un cuarto de hora, sino
siempre, siempre.

Así que, mi Voluntad es comunión continua con el alma; de manera que no sólo una vez al día,
sino a todas horas, en todo momento, es siempre una comunión para quien hace mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La cosa que más te debe interesar es el fundir completamente tu voluntad en la mía.

LECTURA BREVE (Vol. VIII, 26 Julio 1908)


“La obediencia es el área en donde yo demoro en el alma. Donde no está esta área de la
obediencia puedo decir que no hay lugar para mí dentro de aquella alma y me veo obligado a
quedarme fuera.”

RESPONSORIO (Vol. VIII, 3 Octubre 1907)


G. La Voluntad de Dios * nos hace tomar posesión de Dios.
T. La Voluntad de Dios nos hace tomar posesión de Dios.
G. Pero la obediencia es la llave para abrir la puerta y así poder entrar a tomar esta posesión;
T. * nos hace tomar posesión de Dios.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La Voluntad de Dios nos hace tomar posesión de Dios.
No se puede comprender sobre la tierra todo el bien y el amor que corre entre el
(ant. de Alab.)
Creador y la criatura que vive en la Divina Voluntad.
(Vol. VIII, 2 Septiembre 1908)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.


De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

No se puede comprender sobre la tierra todo el bien y el amor que corre entre el
(ant. de Alab.)
Creador y la criatura que vive en la Divina Voluntad.

INTENCIONES
+ Señor, te pedimos que nos hagas vivir siempre en el ambiente de tu Divina Voluntad: ¡Ven
Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que todos los hombres reconozcan que en todo dependen de la Voluntad de Dios:
+ Para que nuestras almas se vacíen de sí mismas y así podamos comprender que nuestra
única necesidad es Dios:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor Dios nuestro, haz que nunca nos ocupemos de ganar méritos, sino de amarte, para
que seamos verdaderos hijos tuyos, no siervos, y así todas nuestras acciones sean hechas
siempre en tu Voluntad para tu mayor gloria. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. X, 28 Noviembre 1911)


¡En todo momento, a toda hora, quiero siempre amarte con todo mi corazón!

¡En cada respiro durante toda mi vida respirando te amaré; en cada latido de mi corazón amor,
amor, repetiré!
¡En cada gota de sangre, amor, amor, yo gritaré; en los movimientos de mi cuerpo sólo el amor
abrazaré!

¡En tu Voluntad siempre viviré, en tu Voluntad me abismaré, y con tu mismo amor por mí y
por todos yo te amaré! Amén.

(ant.) La explicación del “por qué” no está escrita en la tierra, sino en el cielo.
(Salmo) (Vol. VIII, 30 Enero 1909)

Las criaturas casi en todo lo que sucede dicen y repiten siempre lo mismo: “¿Por qué? ¿Por
qué?”

¿Por qué esta enfermedad? ¿Por qué este estado de ánimo? ¿Por qué este castigo? Y tanto otros
“porqués”.

La explicación del “por qué” no está escrita en la tierra, sino en el cielo, y allá la leerán todos.

¿Quieres saber qué cosa es el “por qué”? Es el egoísmo que le da alimento continuo al amor
propio. ¿Quieres saber en dónde fue creado el “por qué”? En el infierno. Y ¿quién fue el primero
que lo dijo? Un demonio.

Los efectos que produjo el primer “por qué” fueron: el haber perdido la inocencia en el paraíso
mismo, la guerra de las pasiones implacables, la ruina de tantas almas, los males de la vida...

La historia del “por qué” es larga; basta decirte que no hay mal en el mundo que no lleve la
marca del “por qué”. El “por qué” es destrucción de la sabiduría divina en las almas.

Y ¿sabes en dónde será sepultado el “por qué”? En el infierno, para que queden inquietos
eternamente, sin jamás darles paz.

Gloria al Padre...

(ant.) La explicación del “por qué” no está escrita en la tierra, sino en el cielo.

LECTURA BREVE (Vol. VIII, 6 Febrero 1908)


“Hijo mío, para saber si el alma está en gracia de Dios, el signo es que, al darle mi gracia, el
alma se encuentra preparada a cumplir lo que la gracia quiere, de manera que la gracia que
estaba primero en el interior del alma y la que se le comunica después se dan la mano la una a
la otra, y unida a la voluntad del alma se disponen a obrar. Si en cambio no se encuentra
dispuesta, hay mucho que dudar.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 13 Febrero 1919)


G. Un solo acto de mi Voluntad y * hasta un solo instante está lleno de vida creadora.
T. Un solo acto de mi Voluntad y hasta un solo instante está lleno de vida creadora.
G. Quien posee esta vida, en un instante puede darle vida a todo;
T. * hasta un solo instante está lleno de vida creadora.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Un solo acto de mi Voluntad y hasta un solo instante está lleno de vida creadora.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION

Padre Santo, haz que nuestro habitual estado sea de oración continua, de sacrificio y unión
contigo en tu Voluntad, para orar, reparar, desarmar e impedir los castigos que la divina
justicia quiere descargar sobre las criaturas. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana II) DIA DE LOS ANGELES
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)
Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1911)


¿Amor quieres oír? ¡Todo la creación te dice amor; si brillan las estrellas amor te dicen, sobre
las alas del viento es el amor que corre!

¡Si nace el sol de amor te alumbra, si resplandece con toda su luz en la plenitud del mediodía,
dardos de amor te manda al corazón!

¡Si murmuran las aguas te extiendo los brazos, si se mueven las hojas te estrecho a mi
Corazón, y las flores con su perfume te recrean de amor!

¡Toda la creación con su mudo lenguaje te dice al corazón: sólo de ti quiero vida de amor!

¡Amor yo quiero, amor deseo, amor mendigo en tu corazón, sólo estoy contento si me das amor!
Amén.

(ant. 1) En el amor puede haber muchas imperfecciones, en cambio, en la Divina Voluntad todo
es perfecto.
(Salmo 1) (Vol. IX, 12 Marzo 1910)

Mi Voluntad perfecciona el amor, lo modifica, lo modera, lo engrandece en todo lo que es más


perfecto y más santo.

El amor a veces quisiera escaparse, quisiera devorarlo todo, mi Voluntad domina al amor y le
dice: “Despacio, no te escapes, porque escapando te puedes hacer mal, y queriendo devorar todo
puedes equivocarte.”

El amor por lo tanto es puro por cuanto está uniformado a mi Voluntad; caminan juntos y se
besan continuamente con el beso de la paz.

Sólo entonces el amor puede estar seguro, cuando está encerrado en mi Voluntad.

Así que el amor hace apreciar, desear; delira, se da al exceso; mi Voluntad templa, calma al
amor mismo, y nutre de un alimento más sólido al alma amante.
El amor no es más que la hija primogénita de mi Voluntad, pero necesita que mi Voluntad la
sostenga siempre, y yo la amo tanto cuanto me amo a mí mismo.

Gloria al Padre...

(ant. 1) En el amor puede haber muchas imperfecciones; en cambio, en la Divina Voluntad todo
es perfecto.

(ant. 2) Viendo la cruz en modo divino se vuelve ligera y se encuentra luz y dulzura en ella.
(Salmo 2) (Vol. IX, 20 Noviembre 1909)

Quien toma la cruz según el modo de ver humano la halla enfangada y por lo tanto más pesada
y amarga.

En cambio quien toma la cruz según el modo de ver divino la halla llena de luz, ligera y dulce.

Porque el modo de ver humano carece de gracias, de fuerza y de luz; por lo que el alma siente
la osadía de decir: “¿Por qué aquél me ha hecho esa injusticia? ¿Por qué éste me ha dado este
disgusto, por qué me ha calumniado?”

Y el alma se llena de indignación, de ira, de venganzas, y por lo tanto la cruz se enfanga, se


llena de tinieblas y se vuelve pesada.

En cambio el modo de ver divino está lleno de gracias, de fuerza y de luz, y por lo tanto el alma
no siente la osadía de decir: “Señor, ¿por qué me has hecho esto?”

Es más, el alma se humilla, se resigna, y la cruz se vuelve ligera y le trae luz y dulzura.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Viendo la cruz en modo divino se vuelve ligera y se encuentra luz y dulzura en ella.

(ant. 3) No existen caminos, ni puertas, ni llaves para entrar en mi Voluntad, basta que el alma
lo quiera y todo está hecho.
(Salmo 3) (Vol. XII, 16 Febrero 1921)

Para entrar en mi Voluntad no existen caminos, ni puertas, ni llaves, porque mi Voluntad se


encuentra en todo lugar; corre debajo de los pies, a la derecha y a la izquierda, sobre la cabeza
y por dondequiera;

la criatura no debe hacer otra cosa más que quitar la piedrita de su voluntad, que a pesar de
que se encuentra en mi Voluntad, no toma parte ni goza de sus efectos siendo como una
extraña en mi Voluntad,

porque la piedrita de su voluntad se lo impide, así como las piedras le impiden al agua que
corra por la playa para dirigirse hacia otro lado.

Pero si el alma quita la piedrita de su voluntad, en ese mismo momento ella corre en mí y yo
en ella, halla todos mis bienes a su disposición: fuerza, luz, ayuda, lo que quiera.
Es por eso que no existen caminos, ni puertas, ni llaves, basta que se quiera y todo está hecho;
mi Voluntad se toma el empeño de todo y le da todo lo que le falta, y la hace pasearse en los
confines interminables de mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 3) No existen caminos, ni puertas, ni llaves para entrar en mi Voluntad, basta que el alma
lo quiera y todo está hecho.

LECTURA BREVE (Vol. VII, 18 Octubre 1906)


“Hijo mío, las obras que más me gustan son las obras escondidas, porque están libres de todo
espíritu humano; contienen tanta preciosidad en sí mismas, que yo las tengo como las cosas
más exquisitas dentro de mi Corazón; tanto que confrontando mil obras externas y públicas
con una sola interior y escondida, las mil quedan por debajo de una sola obra interna, porque
en las obras externas el espíritu humano toma siempre su parte.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 8 Abril 1918)


G. ¿Has visto qué cosa es vivir en mi Voluntad? * Es desaparecer, es entrar en el ámbito de la
eternidad.
T. ¿Has visto qué cosa es vivir en mi Voluntad? Es desaparecer, es entrar en el ámbito de la
eternidad.
G. Es penetrar en la omnipotencia del Eterno, en la mente increada; es tomar parte a todo y a
cada acto divino.
T. * Es desaparecer, es entrar en el ámbito de la eternidad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¿Has visto qué cosa es vivir en mi Voluntad? Es desaparecer, es entrar en el ámbito de la
eternidad.
(ant. de Agrad.) Mi único consuelo y la cosa que más gozo de las criaturas es el amor.
(Vol. IX, 25 Mayo 1909)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,
la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Mi único consuelo y la cosa que más gozo de las criaturas es el amor.

INTENCIONES
+ Jesús, transforma nuestros corazones con tu amor, para que puedas sentir siempre en
nosotros tu amor divino que te ama, te adora, te agradece y te repara por todo y por todos:
¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que tu amor divino se transforme en la pasión predominante de cada alma:
+ Haz que nuestras almas tomen posesión del verdadero amor que puede decir yo soy tuyo y tú
eres mío:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre Santo, concédenos vivir siempre en tu Voluntad, para que de nuestras almas no salga
otra cosa que un solo y único acto continuo de amor divino que te restituya el amor que todas
las criaturas deberían darte. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO (Vol. XII, 23 Mayo 1918)
¡Paloma mía, quién puede describir los vuelos que haces en mi Voluntad! ¡El espacio que
recorres, el aire que respiras, los corazones que tocas, el amor que me das!

¡Nadie, nadie, ni siquiera tú lo puedes decir; sólo yo, sólo yo lo puedo decir! ¡Yo que mido las
fibras de tu corazón, que cuento los vuelos de tus pensamientos, de tus latidos!

¡No te detengas, corre, vuela más rápido, insiste una y otra vez, para hacerme amar! ¡Vuela de
nuevo y sobre tus alas lleva mi “te amo” a otros corazones!

¡Y dentro de un solo vuelo ven a mi Corazón, toma refrigerio y vuelve a comenzar tu vuelo! ¡Te
dejo la sombra de mi Voluntad, el soplo de mi Querer, el fuego de mi amor! Amén.

(ant. 1) Quisiera el cielo que todos comprendieran la verdadera santidad, ¡oh, cómo todas las
demás cosas desaparecerían!
(Salmo 1) (Vol. XII, 14 Agosto 1917)

I
Vivir en la Divina Voluntad significa vivir inseparablemente de Dios, no hacer nada por sí
mismo, porque ante la Divina Voluntad el alma se siente incapaz de todo;

no pide órdenes, ni las recibe, porque se siente incapaz de ir sola; y dice : “Si quieres que haga
esto, hagámoslo juntos, y si quieres que vaya, vayamos juntos.”

Así que hace todo lo que hace el Padre: si el Padre piensa, hace suyos los pensamientos del
Padre y no tiene ningún pensamiento de más de los que tiene el Padre.

Si el Padre mira, si habla, si obra, si camina, si sufre, si ama, también ella mira lo que mira el
Padre, repite las palabras del Padre, obra en las manos del Padre, ama con el amor del Padre,
y vive no fuera sino dentro del Padre;

así que es el reflejo y el retrato del Padre, lo que no sucede con quien vive solamente resignado;
es imposible hallar a esta alma sin el Padre y tampoco al Padre sin ella;

y no sólo externamente, sino que todo su interior se ve como entretejido con el interior del
Padre, transformado, perdido en Dios.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Quisiera el cielo que todos comprendieran la verdadera santidad, ¡oh, cómo todas las
demás cosas desaparecerían!

(ant. 2) Quien vive en la Divina Voluntad, después de haber hecho todo dice: “Yo no he hecho
nada, todo lo ha hecho Jesús”.
(Salmo 2) (Vol. XII, 14 Agosto 1917)

II
¡Oh, qué rápido y sublime es el vuelo inmenso de esta alma en la Divina Voluntad del Padre
Celestial! En cada instante circula en todo, le da vida a todo,

y el alma, difundiéndose en esta inmensidad, vuela hacia todos, ama a todos, ayuda a todos,
con ese mismo amor con el que Jesús mismo ayuda y ama a todos; lo que no puede hacer el
alma que vive sólo resignada.

Así que, a quien vive en la Divina Voluntad le resulta imposible obrar solo, es más, siente
náusea de su modo de obrar humano, aunque sea santo;

porque en la Divina Voluntad todas las cosas, hasta las más pequeñas, toman otro aspecto,
adquieren nobleza, esplendor, santidad divina, potencia y belleza divinas, se multiplican al
infinito y en un instante hacen todo;

y después de haber hecho todo dice: “Yo no he hecho nada, lo ha hecho Jesús, y éste es todo mi
gozo, que a pesar de lo miserable que soy, Jesús me ha dado el honor de tenerme en la Divina
Voluntad para hacerme hacer lo que él ha hecho.”

De manera que el enemigo no puede molestar a esta alma si ha hecho bien o mal, poco o
mucho, porque todo lo ha hecho Jesús y ella junto con Jesús.

Es la más pacífica, no está sujeta a ansiedad alguna, no ama a nadie y ama a todos, pero en
modo divino, y se puede decir que es la repetidora de la vida de Jesús, el órgano de su voz, el
latido de su Corazón, el mar de sus gracias.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Quien vive en la Divina Voluntad, después de haber hecho todo dice: “Yo no he hecho
nada, todo lo ha hecho Jesús”.

(ant. 3) La verdadera santidad está en vivir en mi Voluntad.


(Salmo 3) (Vol. XII, 14 Agosto 1917)

III
¡Oh, cómo quiero dar a conocer a todos que la verdadera santidad está en hacer mi Voluntad y
vivir en el Querer Divino!

Esta santidad echa raíces tan profundas que no hay peligro que pueda vacilar, porque llena
cielo y tierra, y en dondequiera encuentra su apoyo.

Es firme, no está sujeta a inconstancias, a defectos voluntarios, está atenta a sus deberes, es la
más sacrificada, desapegada de todos y de todo, hasta de la misma dirección espiritual;

y puesto que sus raíces son profundas, se eleva a tales alturas, que sus flores y sus frutos
brotan en el cielo; y está tan escondida en Dios que la tierra poco o nada puede ver en esta
alma.
La Divina Voluntad la tiene absorbida en sí, sólo Jesús es la vida, el artífice, la forma de la
santidad de esta envidiable criatura, que no tiene nada propio, pero que tiene todo en común
con Jesús;

su pasión es la Divina Voluntad, su característica, el Querer de su Jesús, y el Fiat Divino su


movimiento continuo.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La verdadera santidad está en vivir en mi Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XII, 27 Febrero 1919)


“Libertad, libertad, vengan todos a mi Voluntad y gozarán de la verdadera libertad; fuera de
mi Voluntad, cuántos obstáculos no encuentra el alma, pero en mi Voluntad es libre, yo la dejo
libre de amarme como quiere; es más, le digo: “Deja tus despojos humanos y toma los divinos,
yo no soy avaro ni celoso de mis bienes, quiero que tomes todo, ámame inmensamente, toma,
toma todo mi amor y hazlo tuyo, mi potencia, mi belleza hazla tuya, cuanto más tomes tanto
más complacerás a tu Jesús”.”

RESPONSORIO (Vol. (Vol. XI, 6 Septiembre 1912)


G. Yo estoy en las almas dentro y fuera de ellas, pero ¿quién experimenta los efectos? * Quien
se acerca con su voluntad a la mía.
T. Yo estoy en las almas dentro y fuera de ellas, pero ¿quién experimenta los efectos? Quien se
acerca con su voluntad a la mía.
G. Quien me llama, quien ora, quien conoce mi poder y el bien que puedo hacerle.
T. * Quien se acerca con su voluntad a la mía.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Yo estoy en las almas dentro y fuera de ellas, pero ¿quién experimenta los efectos? Quien se
acerca con su voluntad a la mía.
Quiero la verdadera consumación del alma en mi Voluntad, no fantástica, sino
(ant. de Alab.)
verdadera; en modo simple y actuable.
(Vol., XI, 25 Mayo 1913)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.


Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de
su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Quiero la verdadera consumación del alma en mi Voluntad, no fantástica, sino


(ant. de Alab.)
verdadera; en modo simple y actuable.

INTENCIONES
+ Padre Santo, haz que tu Voluntad eche en nosotros sus profundísimas raíces para que
podamos elevarnos hasta tu trono supremo y adorarte, darte gracias, repararte y amarte por
todos y por todo: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que toda nuestra vida no sea más que la repetición de la misma vida de Jesús:
+ Para que el orden y la armonía de la Divina Voluntad prevalezcan sobre todo y se apresure la
venida del Reino de tu Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre Santo, concédenos vivir siempre en nuestra nada, para que despojados de nuestra
voluntad humana y revestidos de tu Santísima Voluntad podamos amarte y darte gracias por
todo y por todos como quisiste que fuera desde el principio de la creación. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 9 Enero 1920)


¡Oh Dios, cómo a torrentes inundas de ti mismo al hombre en cada cosa creada, le das tu beso
eterno, le ofreces tu amor inmenso!
Mientras creabas el sol, en cada gota de luz ponías océanos de amor, para inundar el ojo del
hombre!

¡Con su luz y calor fecundabas las plantas, las flores, los frutos, y tus mares de amor corrían
para nutrir al hombre con tu amor!

¡En cada cosa creada, en todo, le ofrecías tu amor al hombre, flechando a tu criatura, casi
impaciente de recibir su amor!

¡Porque todo lo has hecho para el hombre, para amarlo y divertirte con él, en la gloria inmensa
y divina de tu Santísima Voluntad! Amén.

(ant.) Yo le doy todo y le hago hacer todo a quien vive en mi Voluntad.


(Salmo) (Vol. XII, 6 Diciembre 1917)

¡Hijo mío, qué dulce es para mí ver, sentir al alma en mi Querer!

Sin que ella se dé cuenta se encuentra en las alturas de mis actos, de mis oraciones, del modo
en que yo obraba estando sobre la tierra; se pone casi al mismo nivel que yo.

Yo, en mis más pequeños actos, encerraba a todas las criaturas pasadas, presentes y futuras,
para ofrecerle al Padre actos completos a nombre de todas las criaturas;

ni siquiera un solo respiro de las criaturas dejaba que se me escapara sin que lo encerrara en
mí, de lo contrario el Padre habría podido encontrar excepciones al reconocer a las criaturas y
todos sus actos, por no haber sido hechos por mí y haber salido de mí.

Habría podido decirme: “No hiciste todo y por todos, tu obra no está completa, y no puedo
reconocer a todos porque no están incorporados en ti, y yo quiero reconocer solamente lo que tú
has hecho.”

Por eso, yo hice todo y por todos en la inmensidad de mi Voluntad, de mi amor y de mi poder.

Así que, ¿cómo es que pueden agradarme las demás cosas, por cuanto sean bellas, fuera de mi
Voluntad? Son siempre actos bajos, humanos y determinados.

En cambio los actos hechos en mi Voluntad son semejantes a los míos y yo les doy el mismo
valor, amor y poder de mis mismos actos,

los multiplico en todos, los extiendo a todas las generaciones, a todos los tiempos; que importa
que sean pequeños, son siempre mis actos que se repiten y basta.

Gloria al Padre...

(ant.) Yo le doy todo y le hago hacer todo a quien vive en mi Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XII, 14 Junio 1917)


“Hija mía, cuanto más el alma se despoja de sí misma, tanto más la visto de mí; cuanto más
cree que no puede hacer nada, tanto más yo obro en ella y hago todo; siento que la criatura
pone a obrar todo mi amor, mis oraciones, mis reparaciones, etc. Su despojamiento y su amor,
que es mío, me atan y me obligan a hacer junto con ella lo que quiere hacer y yo le doy al alma
el mérito de mi amor, de mis oraciones, de mis reparaciones; y lleno de gozo siento que se
repite mi vida; y hago descender, para bien de todos, los efectos de mi obrar, porque no es de la
criatura que está escondida en mí, sino mío.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 6 Diciembre 1917)


G. El alma que se pone en su verdadera nada * entra en el Todo y obra conmigo, en mí y como
yo.
T. El alma que se pone en su verdadera nada entra en el Todo y obra conmigo, en mí y como
yo.
G. Despojada totalmente de sí misma, no preocupándose de los méritos o del propio interés,
T. * entra en el Todo y obra conmigo, en mí y como yo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El alma que se pone en su verdadera nada entra en el Todo y obra conmigo, en mí y como
yo.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Santo Querer Divino, enciérranos en ti y haz que vivamos completamente abismados en
tus mares de luz, de vida y de amor, para que haciendo nuestro todo tu poder y tu amor puedas
hallar en nosotros tu reposo y tu misma vida que te ama. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana II) DIA DE SAN JOSE
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1911)


¡Jesús mío, amor insaciable, si quieres amor, amor me donas, si me quieres hacer feliz de amor
me hablas!

¡Si me quieres complacer amor me ofreces, de amor me revistes, de amor me cautivas y me


llevas al trono de mi Creador!

¡El amor me indica la sabiduría increada y me conduce al eterno amor, y ahí me hace formar
mi morada!

¡Vida de amor viviré en tu Corazón, oh Jesús mío, te amaré por todos, te amaré con todos y en
todos eternamente! Amén.

(ant. 1) Mi Fiat omnipotente contiene la potencia creadora.


(Salmo 1) (Vol. XII, 2 Febrero 1921)

I
De dentro de un solo Fiat salieron millones y millones de estrellas; del Fiat Mihi de mi Madre,
del cual tuvo origen mi redención, salen millones de actos de gracia que se comunican a las
almas.

Estos actos de gracia son más hermosos, más resplandecientes, más multiformes que las
estrellas, y mientras las estrellas están fijas y no se multiplican, los actos de la gracia se
multiplican infinitamente, en cada instante corren, atraen a las criaturas, las hacen felices, las
fortifican y les dan la vida.

¡Ah, si las criaturas pudieran ver lo sobrenatural de la gracia, sentirían tales armonías, verían
un espectáculo tan encantador, que creerían estar ya en el paraíso!

Ahora bien, también el tercer Fiat debe correr junto con los otros dos Fiat, debe multiplicarse
infinitamente y a cada instante,

debe dar tantos actos por cuantos actos de gracia salen de mi seno, por cuantas estrellas, por
cuantas gotas de agua, y por cuantas cosas creadas hizo salir el Fiat de la creación; debe
confundirse junto con ellos y decir: “Cuantos actos han hecho ustedes, tantos he hecho yo.”

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Fiat omnipotente contiene la potencia creadora.

(ant. 2) Quien vive en la Divina Voluntad desaparece y es el Fiat Divino quien hace todo.
(Salmo 2) (Vol. XII, 2 Febrero 1921)

II
Estos tres Fiat tienen un mismo valor y poder, tú desapareces, es el Fiat que obra, y por eso
también tú puedes decir en mi Fiat omnipotente: “Quiero crear tanto amor, tantas
adoraciones, tantas bendiciones y tanta gloria para mi Dios para suplir por todos y por todo.”

Tus actos llenarán cielos y tierra, se multiplicarán con los actos de la creación y de la
redención y se harán uno solo.

A algunos les parecerá sorprendente e increíble todo esto, pero entonces tendrían que poner en
duda mi potencia creadora, y además cuando soy yo quien lo quiero y doy este poder, toda duda
cesa.

¿que acaso no soy libre de hacer lo que quiero y de dar a quien yo quiero? Tú está atento, yo
estaré contigo, te cubriré con la sombra de mi potencia creadora, y cumpliré lo que quiero de ti.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Quien vive en la Divina Voluntad, desaparece y es el Fiat Divino quien hace todo.

(ant. 3) Estoy preparando una era de amor: ¡La era de mi tercer Fiat!
(Salmo 3) (Vol. XII, 8 Febrero 1921)
¡Ah, la criatura se vuelve cada vez más perversa en el mal, cuantas máquinas que llevan a la
ruina están preparando, llegarán a tanto que agotarán el mismo mal!

Pero mientras ellos se ocuparán en seguir su camino, yo me ocuparé en hacer que mi Fiat
Voluntas tua tenga su cumplimiento y se realice, y que mi Voluntad reine sobre la tierra, pero
de un modo totalmente nuevo.

Me ocuparé en preparar la era del tercer Fiat, en la que mi amor hará pompa de una manera
maravillosa e inaudita.

¡Ah, sí, quiero confundir totalmente al hombre con mi amor! Por eso, está atento y obremos
juntos, quiero que estés junto conmigo para preparar esta era divina de amor celestial.

¡Oh inicuo mundo, tú estás haciendo todo lo posible para arrojarme de la faz de la tierra, para
desterrarme de la sociedad, de las escuelas, de las conversaciones, de todo, mientras yo te
estoy preparando una era de amor: la era de mi tercer Fiat!

Tú seguirás haciendo lo posible por desterrarme, y yo te confundiré con mi amor, estaré detrás
de ti, me encontraré delante de ti para confundirte de amor;

y de donde tú me has desterrado yo levantaré mi trono y reinaré en él más que antes, pero en
un modo más sorprendente, tanto que tú mismo caerás a los pies de mi trono, como atado por
la fuerza de mi amor.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Estoy preparando una era de amor: ¡La era de mi tercer Fiat!

LECTURA BREVE (Vol. XI, 15 Marzo 1912)


“Hijo mío, es tanto el placer que me da mi Voluntad, que sólo con oír hablar de ella exulto de
alegría y llamo a todo el cielo a festejar; imagínate tú mismo que será con aquellas almas que
la hacen. Yo encuentro todas las alegrías en ellas y les doy todas mis alegrías; su vida es la
vida de los bienaventurados. Solamente dos cosas les importa, desean, anhelan mi Voluntad y
mi amor; aparte de eso es poco lo que tienen que hacer y mientras tanto hacen todo.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 13 Febrero 1919)


G. ¿Acaso yo no puedo darle lo que es mío a quien yo quiero? * ¡En esto consiste toda mi
felicidad: en darlo todo!
T. ¿Acaso yo no puedo darle lo que es mío a quien yo quiero? ¡En esto consiste toda mi
felicidad: en darlo todo!
G. Y si el alma no me corresponde y no lo acepta, me hace infeliz.
T. * ¡En esto consiste toda mi felicidad: en darlo todo!
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¿Acaso yo no puedo darle lo que es mío a quien yo quiero? ¡En esto consiste toda mi
felicidad: en darlo todo!
(ant. de Agrad.) Todo está en darse completamente a mí y hacer en todo mi Voluntad.
(Vol. XI, 20 Marzo 1912)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Todo está en darse completamente a mí y hacer en todo mi Voluntad.

INTENCIONES
+ Señor, haz que jamás nos olvidemos de llamarte en todas nuestras acciones, para que
siempre seas tú quien obra y hace todo en nosotros: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Para que se ablande la dureza de nuestros corazones y se abran a la luz de la verdad:
+ Para que toda nuestra vida refleje siempre la vida de tu Voluntad:
+ Para que cada uno de nuestros actos hechos en tu Voluntad se multiplique infinitamente
para tu mayor gloria y para el bien de toda la humanidad:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor, tú que quisiste pronunciar tu Fiat omnipotente para hacer toda la creación, para
redimirnos y para que volviéramos a obtener aquella santidad que desde el principio de la
creación quisiste donarnos, te suplicamos que apresures la venida de tu Reino sobre la tierra,
para que finalmente tu Voluntad se haga como en el cielo así en la tierra. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1911)


¡Oh Jesús mío, mi bien y mi todo, amor insaciable, amor eterno, siento que desfallezco de
amor, sostenme entre tus brazos!

¡Enciérrame en tu Corazón, y desde dentro de tu Corazón, deja que también yo me desahogue


de amor, de lo contrario muero de amor!

¡De amor deliro, de amor me quemo, de amor hago fiesta, de amor me consumo, el amor me
mata y a vida nueva hace resucitar mi alma más bella!

¡Mi vida huye y siento sólo la vida de Jesús, mi amor, y con mi corazón en su Corazón, me
siento inmerso en el amor! Amén.

(ant. 1) Quiero consumar a la criatura en la unidad suprema de mi Voluntad.


(Salmo 1) (Vol. IX, 1 Noviembre 1910)

La unidad suprema se realiza cuando el alma llega a una unión tan estrecha con mi Voluntad,
que se llega a consumar toda sombra de su querer humano, de manera que en esta alma ya no
se puede distinguir cuál es mi Voluntad y cual la suya.

Así que mi Voluntad llega a ser su vida; y cualquier cosa que esta disponga, tanto de ella como
de los demás, de todo queda contenta.

Todo parece apto para ella: la muerte, la vida, la cruz, la pobreza..., todo.

Esta alma llega a tanto, que hasta los castigos ya no la asustan, pues en todo está contenta con
la Divina Voluntad.
No hay potencia mayor, ni en el cielo ni en la tierra, que un alma que en todo y para todo esta
consumada en mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Quiero consumar a la criatura en la unidad suprema de mi Voluntad.

(ant. 2) El alma que se acerca a mí llena de confianza cautiva mi Corazón y me inunda de gozo.
(Salmo 2) (Vol. X, 19 Mayo 1911)

Cómo me gusta que el alma se olvide de sí misma y de sus miserias, y que en cambio se ocupe
sólo de mí, de mis aflicciones, de mis amarguras y de mi amor, y que con toda confianza
permanezca siempre unida a mí.

Esta confianza cautiva mi Corazón y me inunda de tanto gozo, que en cuanto el alma se olvida
totalmente de sí misma por mí,

así también yo me olvido de todo por ella, y la hago una sola cosa conmigo, y llego no solamente
a darle, sino hasta dejar que tome todo lo que quiera.

En cambio, el alma que no se olvida de todo por mí, incluso de sus miserias, y que quiere estar
cerca de mí llena de respeto y de timidez, con temeroso recato y suma cautela y sin esa
confianza que cautiva mi Corazón,

a dicha alma no le doy nada y ella nada puede tomar, porque le falta la llave de la confianza,
de la desenvoltura y de la simplicidad; lo cual es necesario, para yo poder dar y para ella poder
tomar, de manera que con sus miserias viene y con sus miserias se queda.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El alma que se acerca a mí llena de confianza cautiva mi Corazón y me inunda de gozo.

(ant. 3) Todo lo que el alma hace junto conmigo y en mi Voluntad, como son mis cosas, así
quedan las suyas.
(Salmo 3) (Vol. XI, 21 Septiembre 1913)

Todas las cosas que el alma hace en mi Voluntad y junto conmigo: sus oraciones, todas sus
acciones, sus pasos..., adquieren mis mismas cualidades, mi misma vida y el mismo valor que
tiene todo lo que yo hago.

Todo lo que yo hice sobre la tierra: oraciones, sufrimientos, obras..., está todo en acto, y estará
eternamente para bien de quien lo quiera.

Mi modo de obrar es diferente del modo de obrar de las criaturas; conteniendo en mí la


potencia creadora, hablo y creo, así como un día hablé e hice el sol;

y este sol está siempre lleno de luz y de calor, y siempre da luz y calor como si estuviera en
acto de recibir de mí su creación continua sin que jamás disminuya.
Así fue mi modo de obrar sobre la tierra; conteniendo en mí la potencia creadora, como el sol
está en continuo acto de dar luz, así también las oraciones que hice, los pasos, las obras, la
sangre que derramé, está todo en acto continuo de orar, de obrar, de caminar...

De manera que mis oraciones continúan, mis pasos están siempre en acto de correr en busca
de almas, y así también todo lo demás; de lo contrario, ¿cuál sería la diferencia entre mi modo
de obrar y el de los santos?

Por lo tanto, hijo mío, una cosa mucho muy bella y que todavía las criaturas no entienden, es
que todo lo que el alma hace junto conmigo y en mi Voluntad, como son mis cosas, así quedan
las suyas.

La unión con mi Voluntad y su modo de obrar junto conmigo, hace que participe de mi misma
potencia creadora; y quien no comprende esto, se puede decir que no me conoce.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Todo lo que el alma hace junto conmigo y en mi Voluntad, como son mis cosas, así
quedan las suyas.

LECTURA BREVE (Vol. X, 14 Octubre 1911)


“¡Oh, qué escaso es el número de aquellos que fundan su vida totalmente en el amor! Hijo mío,
hazles saber a todos los que puedas que todo está en el amor, la necesidad del amor, y que todo
lo que no es amor, por más de que sean cosas santas, en vez de hacerlas caminar hacia delante
las hacen retroceder. Que tu misión sea la de enseñar la verdadera vida del amor que es en
donde está lo más bello de las criaturas y lo más bello que me pueden dar.”

RESPONSORIO (Vol. X, 26 Octubre 1911)


G. ¿No sabes que también el amor es una necesidad en mí y que * tengo necesidad de amor
más que de cualquier otra cosa?
T. ¿No sabes que también el amor es una necesidad en mí y que tengo necesidad de amor más
que de cualquier otra cosa?
G. Mis desahogos de amor y mis dulzuras las puedo desahogar sólo con quien me ama y es todo
amor para conmigo;
T. tengo necesidad de amor más que de cualquier otra cosa.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¿No sabes que también el amor es una necesidad en mí y que tengo necesidad de amor más
que de cualquier otra cosa?
Mi Voluntad es sol y quien vive en mi Voluntad se convierte en sol e implora
(ant. de Alab.)
gracias para todos y da luz a todos. (Vol. X, 21 Diciembre 1911)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Mi Voluntad es sol y quien vive en mi Voluntad se convierte en sol e implora


(ant. de Alab.)
gracias para todos y da luz a todos.

INTENCIONES
+ Padre Santo, haz que tu Voluntad sea nuestra única necesidad, para que se cumpla en
nosotros la consumación de tu amor: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Concédenos poder vivir siempre con nuestra mirada fija en Jesús sin ocuparnos de ninguna
otra cosa:
+ Haz que no nos alejemos ni por un momento de tu Santísima Voluntad para que no le demos
ningún disgusto a Jesús:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Jesús, haz que nuestra vida vivida en la Divina Voluntad te ofrezca siempre y a cada
instante amor, alabanza y reparación por todos y por todo, para confortar y recrear tu Corazón
por las numerosas ofensas que recibes de parte de las criaturas. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 9 Enero 1920)


¡Oh santa y eterna majestad, me postro a tus pies a nombre de toda la familia humana, desde
el primero hasta el último de los hombres!

¡En tu Suprema Voluntad, donde todo es inmenso y eterno, puedo encontrar el amor que
quiero para poder amarte por todos!

¡Quiero que mi amor y que todos mis actos sean completos, llenos de plenitud y que te amen
por mí y por todos!

¡Quiero que siempre y a cada instante te adoren profundamente por todos, y te reconozcan a
nombre de todos como Creador y Dominador absoluto de todo! Amén.

(ant.) Quien deja todo y obra sólo por mí, no siente en su corazón las punzadas de los disgustos.
(Salmo) (Vol. X, 10 Febrero 1912)

Todas las cosas están a disposición de quien deja todo y obra sólo por mí, y ama todo en modo
divino;

y la señal para saber si se ha dejado todo por mí y se ha llegado a obrar y a amar todo en modo
divino, está en que cuando se obra, se habla, se hace oración y en todo, ya no encuentra
obstáculos, disgustos, contrastes u oposiciones;

porque ante esta potencia de obrar y amar todo divinamente, todos agachan la cabeza y no
osan ni siquiera respirar;

porque yo, cual Padre benévolo, estoy siempre cuidando el corazón humano, y cuando veo que
este quiere huir de mí, es decir, que quiere obrar y amar humanamente, pongo en él espinas,
disgustos y amarguras, las cuales punzan y amargan aquella obra y aquél amor humano;

y el alma, sintiendo las punzadas, se da cuenta que su modo de obrar no es divino, entra en sí
misma y obra entonces en modo divino.

Porque las punzadas son las centinelas del corazón humano que le suministran los ojos para
hacerle ver quién es quien la mueve: Dios o la criatura.

Todo lo contrario cuando el alma deja todo obra y ama todo en modo divino, y goza de mi paz:

en vez de tener las centinelas y los ojos de las punzadas, tiene las centinelas de la paz que le
alejan todo lo que la puede turbar, y los ojos del amor que hacen huir y que queman a quienes
quieren turbarla.

Gloria al Padre...

(ant.) Quien deja todo y obra sólo por mí, no siente en su corazón las punzadas de los disgustos.
LECTURA BREVE (Vol. X, 23 Noviembre 1910)
“Hijo mío, el amor encierra todo, encadena todo, da vida a todo, triunfa sobre todo, todo lo
embellece y todo lo enriquece. De modo que se puede decir que el amor es paciencia, el amor es
obediencia, es dulzura, es fortaleza, es paz, es todo. Por lo tanto, si todas las virtudes no
reciben la vida del amor, a lo más se les puede llamar virtudes naturales; el amor en cambio
las transforma en virtudes divinas. ¡Oh, qué diferencia hay entre unas y otras! Las virtudes
naturales son siervas y las divinas, reinas; por eso, que para todo te baste el amor.”

RESPONSORIO (Vol. XII, 26 Diciembre 1919)


G. Conforme vas repitiendo lo que te voy enseñando, yo me siento herido por mi mismo amor; *
así que si verdaderamente me amas hiéreme siempre.
T. Conforme vas repitiendo lo que te voy enseñando, yo me siento herido por mi mismo amor;
así que si verdaderamente me amas hiéreme siempre.
G. Hasta con sólo recordarte de mis palabras y enseñanzas yo me siento herido por ti;
T. * así que si verdaderamente me amas hiéreme siempre.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Conforme vas repitiendo lo que te voy enseñando, yo me siento herido por mi mismo amor;
así que si verdaderamente me amas hiéreme siempre.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Señor, haznos tomar posesión de todo tu amor en tu Voluntad, para amarte con tu mismo
amor por todos, y suplir y reparar por toda la gloria y todo el amor que todas las criaturas
deberían darte. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.
V
(Semana II) DIA DE LA SANTISIMA EUCARISTIA
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XII, 28 Marzo 1917, 27 Diciembre 1918)


¡Con qué dulzura penetra en mi corazón cada palabra tuya llena de amor, porque palabra más
bella no puede haber que tu te amo por mí!

¡Más que majestuoso sol surge tu palabra de luz, ilumina las mentes de los hombres, e inflama
los corazones de todos para amarte!

¡Penetra los corazones y crea en ellos todos los bienes, derrama gracias de conversión,
transforma, santifica, consuma, todo recibe la vida de ella!

¡Llena cielos y tierra de amor y de luz, todos reciben nueva gloria y esplendor, y en la unidad
de la luz de tu Voluntad, te damos gracias con tu misma palabra de amor! Amén.
(ant. 1) Quien vive en la Voluntad de Dios toma la verdadera comunión eterna y comunión con
fruto completo.
(Salmo 1) (Vol. XI, 20 Agosto 1913)

El alma que hace mi Voluntad puede decir: “Mi vida ha terminado; ya no saldrán de mí mis
obras, mis pensamientos, mis palabras, sino las obras, los pensamientos y las palabras de
quien su Voluntad es mi vida.”

Así que yo le digo a quien hace mi Voluntad: “Tú eres vida mía, sangre mía, huesos míos”; de
manera que sucede la verdadera, real transformación sacramental, no en virtud de las
palabras del sacerdote, sino en virtud de mi Voluntad.

En cuanto el alma se decide a vivir en mi Voluntad, mi Voluntad me crea a mí mismo en el


alma.

Y en cuanto mi Voluntad corre en la voluntad, en las obras, en los pasos del alma, esta recibe
tantas creaciones mías.

Le sucede precisamente como a un copón lleno de hostias consagradas: cuantas hostias hay,
tantos Jesús hay.

Así el alma, en virtud de mi Voluntad me contiene en todo y en cada parte de su ser.

Quien hace mi Voluntad, hace la verdadera comunión eterna, y comunión con fruto completo.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Quien vive en la Voluntad de Dios toma la verdadera comunión eterna y comunión con
fruto completo.

(ant. 2) Mi Voluntad es comunión que se hace eterna en el cielo.


(Salmo 2) (Vol. IX, 23 Marzo 1910)

Hijo mío, te lo recomiendo, no te vayas a salir de mi Voluntad, porque mi Voluntad tiene una
potencia tal que es un nuevo bautismo para el alma;

más aún, mucho más que el mismo bautismo, porque en los sacramentos está parte de mi
gracia, en mi Voluntad en cambio está toda la plenitud de la gracia.

En el bautismo se quita la mancha del pecado original, pero quedan las pasiones, las
debilidades; en mi Voluntad, destruyendo el alma su propia voluntad, destruye las pasiones,
las debilidades, y todo lo que es humano, y vive de las virtudes, de la fortaleza y de todas las
cualidades divinas.

Mi Voluntad es ciertamente mucho más que la misma comunión sacramental porque ésta dura
pocos minutos; en cambio mi Voluntad es una comunión perenne, es más, eterna, que se
eterniza en el cielo.
La comunión sacramental está sujeta a algún obstáculo: ya sea por enfermedad, por alguna
necesidad, o a causa de quien la debe administrar; mientras que la comunión de mi Voluntad
no está sujeta a ningún obstáculo; basta que el alma lo quiera y se hace.

Nadie puede impedir un bien tan grande que forma la felicidad de la tierra y del cielo, ni los
demonios, ni las criaturas, ni mi misma omnipotencia.

Cuando obtengo que el alma viva en mi Voluntad, me siento triunfante, porque en esto está
encerrado el bien más grande que pueda existir tanto en el cielo como en la tierra.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Mi Voluntad es comunión que se hace eterna en el cielo.

(ant. 3) Mi Voluntad es sacramento y sobrepasa todos los sacramentos juntos.


(Salmo 3) (Vol. XII, 26 Diciembre 1919)

¿Porqué los sacramentos se llaman sacramentos? Porque son sagrados, tienen el valor y el
poder de conferir la gracia, la santidad;

pero los sacramentos obran conforme a la disposición de las criaturas, tanto así que muchas
veces hasta se quedan sin dar ningún fruto, sin poder conferir los bienes que contienen.

Ahora bien, mi Voluntad es sagrada y santa, y contiene toda junta la virtud de los mismos
sacramentos, no sólo, sino que no debe trabajar para disponer el alma a recibir los bienes que
contiene mi Voluntad.

Apenas el alma se ha dispuesto por sí misma, mi Voluntad, hallando todo preparado y


dispuesto, aún a costa de cualquier sacrificio, se comunica al alma sin tardanza, deposita los
bienes que contiene y forma los héroes, los mártires de la Divina Voluntad, portentos
inauditos.

Y además ¿qué es lo que hacen los sacramentos sino unir el alma a Dios? ¿Qué cosa es hacer
mi Voluntad?

¿No es acaso unir la voluntad de la criatura con la de su Creador, abismarse en la eterna


Voluntad, que la nada se eleve hasta el todo y que el todo se abaje a la nada?

Es el acto más noble, más divino, más puro, más hermoso y más heroico que la criatura puede
hacer.

¡Ah, sí! Te lo confirmo y te lo repito, mi Voluntad es sacramento y sobrepasa todos los


sacramentos juntos, pero de un modo más admirable, sin intermedio de nadie, sin materia
alguna.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Mi Voluntad es sacramento y sobrepasa todos los sacramentos juntos.


LECTURA BREVE (Vol. XII, 22 Diciembre 1920)
“La sola palabra Voluntad de Dios contiene la potencia creadora, y por lo tanto tiene el poder
de crear, transformar, consumar y de hacer correr en el alma nuevos torrentes de luz, de amor,
de santidad. Sólo en el Fiat Divino se encuentra la potencia creadora, y si el sacerdote me
consagra en la hostia es porque mi Voluntad le dio el poder a las palabras que se dicen sobre la
hostia santa para consagrarla, de manera que todo sale del Fiat Divino y todo se encuentra en
él, y si con sólo pensar en hacer la Voluntad de Dios el alma se siente llena de dulzura, fuerte,
cambiada, ¿qué será hacerla?”

RESPONSORIO (Vol. XII, 10 Junio 1920)


G. En cuanto el alma entra en mi Voluntad * queda atada a mi Voluntad eterna.
T. En cuanto el alma entra en mi Voluntad queda atada a mi Voluntad eterna.
G. Y aunque el alma no piense en esto, todo lo que hace mi Voluntad lo hace la suya y corre
junto conmigo para bien de todas las criaturas.
T. * queda atada a mi Voluntad eterna.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. En cuanto el alma entra en mi Voluntad queda atada a mi Voluntad eterna.
(ant. de Agrad.) El sacramento de mi Voluntad se forma entre mi Voluntad y la de la criatura.
(Vol. XII, 26 Diciembre 1919)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;


gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) El sacramento de mi Voluntad se forma entre mi Voluntad y la de la criatura.

INTENCIONES
+ Oh Jesús, concédenos poder hacer crecer hasta el infinito nuestra confianza en ti para llenar
de alegría tu Corazón: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que el Fiat Supremo llegue a ser el primer movimiento de todos los actos de las
criaturas:
+ Haz que con nuestro amor por ti en la Divina Voluntad puedan llenarse pronto los vacíos de
amor formados por todos los actos de las criaturas hechos sin amor:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor, te pedimos nos concedas vivir siempre abismados en tu eterna Voluntad, para que
nuestra nada pueda elevarse hasta el todo y el todo pueda descender en nuestra nada y así se
forme en nosotros el sacramento de tu Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 28 Mayo 1920)


¡Oh, cómo todos los actos hechos en tu Voluntad Santísima entran en el ámbito de la eternidad
tomando los primeros lugares!

¡Nada influye que hayan sido hechos en una época u otra, que sean pequeños o grandes, basta
que hayan sido hechos en tu Voluntad!

¡Qué supremacía tienen sobre todos, se vuelven luz en la luz eterna, y por eso dejan todo atrás,
y son los primeros entre todos!
¡Gloria, amor y reparación, a ti Majestad Suprema, a nombre de todos los hombres en tu
Santísima Voluntad! Amén.

(ant. 1) Las almas que hacen mi Voluntad son reinas.


(Salmo 1) (Vol. XI, 15 Marzo 1912)

Mi Voluntad es la santidad de las santidades, así que, el alma que hace mi Voluntad conforme
a la perfección que yo te enseño, o sea, como en el cielo así en la tierra,

por más que sea pequeña, ignorante e ignorada, deja atrás también hasta a otros santos a
pesar de los portentos, de las conversiones más estrepitosas y de los milagros que estos hayan
hecho;

es más, comparando las almas que hacen mi Voluntad, como se hace en mi tercer Fiat, estas
son reinas, y todas las demás es como si estuvieran a su servicio.

El alma que hace mi Voluntad, parece que no hace nada y hace todo; porque estando en mi
Voluntad estas almas obran en modo divino, a escondidas y en un modo sorprendente.

De manera que son luces que iluminan, vientos que purifican, fuego que quema, milagros que
hacen hacer milagros, es más, quienes los hacen son canales, en cambio en estas almas reside
la potencia.

Son el pie del misionero y la lengua del predicador, la fuerza de los débiles y la paciencia de los
enfermos, el régimen de los superiores y la obediencia de los súbditos, la tolerancia de los
calumniados y la firmeza de quienes están en peligro.

Son el heroísmo de los héroes, el valor de los mártires, la santidad de los santos, y así de todo
lo demás, porque estando en mi Voluntad concurren a todo el bien que puede existir, sea en el
cielo que en la tierra.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Las almas que hacen mi Voluntad son reinas.

(ant. 2) El amor, para que sea verdadero, debe recibir vida y alimento de la Divina Voluntad.
(Salmo 2) (Vol. XI, 28 Agosto 1912)

Las demás virtudes, por más que sean altas y sublimes, dejan siempre que se distinga al
Creador de la criatura, solamente el amor es el que transforma el alma en Dios.

Pero no se puede dar verdadero amor si este no recibe vida y alimento de mi Voluntad.

Así que mi Voluntad unida al amor es la que forma la verdadera trasformación en mí; de
manera que estando en contacto continuo con mi potencia, con mi santidad, y con todo lo que
soy yo, se puede decir que es otro yo mismo.
Todo es precioso, todo es santidad para esta alma; se puede decir que su respiro, el contacto
con la tierra que pisa, es precioso y santo, porque no es más que el efecto de lo que mi Voluntad
hace en el alma.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El amor, para que sea verdadero, debe recibir vida y alimento de la Divina Voluntad.

(ant. 3) Para que el alma se olvide de sí misma debe hacer todo, porque es Jesús mismo quien
quiere hacer todo en ella.
(Salmo 3) (Vol. XI, 14 Agosto 1912)

Para que el alma se olvide de sí misma, debe hacer de tal modo que todo lo que haga y que le es
necesario, lo haga como si yo mismo fuera quien lo quisiera hacer en ella.

Si hace oración, debería decir: es Jesús que quiere hacer oración y yo oro junto con ella.

Si debe trabajar: es Jesús que quiere trabajar; es Jesús que quiere caminar, que quiere comer,
que quiere dormir, que quiere levantarse, que quiere divertirse, y así en todas las demás cosas
de la vida, excluidos los errores.

Mi vida oculta en Nazaret no es calculada por los hombres, mientras que después de la pasión,
nada pudo haberles hecho tanto bien como ella;

porque abajándome a todos aquellos pequeños quehaceres y a aquellos actos que los hombres
hacen en su vida diaria, como el comer, el dormir, el beber, el trabajar, el encender el fuego, el
barrer, etc., todas esas cosas que nadie puede dejar de hacer, yo hacia correr en sus almas una
monedita divina y de precio incalculable.

De manera que, si mi pasión los redimió, mi vida oculta proveía de un mérito divino y de un
precio infinito cada acción humana, incluso la más indiferente.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Para que el alma se olvide de sí misma debe hacer todo, porque es Jesús mismo quien
quiere hacer todo en ella.

LECTURA BREVE (Vol. XI, 24 Agosto 1915)


“Hijo mío, si quieres amarme por todos, ámame en mi Voluntad, porque ésta, conteniendo la
virtud creadora, tiene la potencia de multiplicar un acto por cuantos actos se quieran. Y así tu
amor correrá en mi Voluntad, y puesto que mi Voluntad llena cielos y tierra, sentiré que tu “te
amo” se repite en el cielo, a mi alrededor, dentro de mí, en la tierra; y de cada punto se
multiplicará en tantos actos de amor por cuantos actos puede hacer mi Voluntad. De manera
que puede darme la satisfacción del amor de todos, porque la criatura es limitada y finita;
mientras que mi Voluntad es inmensa e infinita.”

RESPONSORIO (Vol. XI, 2 Septiembre 1912)


G. Quien no se deja llevar por las preocupaciones de cuidarse a sí mismo y se ocupa sólo de
amarme, se toma cuidado de mí * y yo la lleno totalmente de mí.
T. Quien no se deja llevar por las preocupaciones de cuidarse a sí mismo y se ocupa sólo de
amarme, se toma cuidado de mí y yo la lleno totalmente de mí.
G. Las reflexiones propias curvan el alma, y cuanto más se mira a sí misma, más humana se
vuelve; en cambio cuanto más me mira a mí, más se vuelve divina.
T. * y yo la lleno totalmente de mí.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Quien no se deja llevar por las preocupaciones de cuidarse a sí mismo y se ocupa sólo de
amarme, se toma cuidado de mí y yo la lleno totalmente de mí.
(ant. de Alab.) Hijo mío, lo que te he dicho sobre mi Voluntad y sobre los sublimes e
indescriptibles efectos que contiene, a nadie se lo he manifestado hasta ahora (Vol. XI, 12
Septiembre 1913)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) Hijo mío, lo que te he dicho sobre mi Voluntad y sobre los sublimes e
indescriptibles efectos que contiene, a nadie se lo he manifestado hasta ahora

INTENCIONES
+ Señor, haz que el triunfo de tu Fiat Voluntas tua sea acogido por todos con un corazón
dispuesto y generoso: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que toda la Iglesia, bajo la guía infalible del Papa, viva siempre en el Reino de la Divina
Voluntad:
+ Para que en todos los sacerdotes resplandezca siempre el ideal de la sola gloria de Dios y la
salvación de las almas:
+ Para que la Iglesia purgante pueda recibir los bienes inmensos encerrados en el Reino de la
Divina Voluntad:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Padre, postrados en nuestra nada, te suplicamos que nos hagas vivir siempre abismados
en tu Santísima Voluntad, para que cielos y tierra se llenen de nuestras adoraciones y de
nuestro amor, y tú recibas toda la gloria que desde toda la eternidad esperabas recibir de
nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 14 Abril 1917)


¡Oh, qué profundas raíces hecha la santidad de tu Voluntad en el alma que vive en ella,
enteramente escondida en su Dios!

¡Qué constante es, no está sujeta a inconstancias y a defectos voluntarios! ¡Cuánta atención a
sus deberes, es siempre la más sacrificada!

¡Se eleva a tales alturas, que sus flores y frutos florecen todos en el cielo, y son la alegría del
paraíso!

¡Todo lo tiene en común contigo, oh Jesús, no tiene nada propio, su única pasión es la Divina
Voluntad, y el Fiat Divino es su movimiento continuo! Amén.

(ant.) El amor tiene sus ansias, la Voluntad Divina en cambio es reposo.


(Salmo) (Vol. XI, 10 Abril 1914)

El amor tiene sus ansias, sus deseos, su fervor, sus inquietudes; mi Voluntad en cambio es
reposo perpetuo.

¿Sabes por qué? Porque el amor contiene el principio, el medio y el fin de la obra;

por lo tanto para terminar una obra se suscitan las ansias, las inquietudes, y en esto se mezcla
bastante la amargura y la imperfección.
Y si no se unen, paso a paso, mi Voluntad y el amor, pobre amor, cómo queda deshonrado
hasta en las obras más grandes y más santas.

En cambio, mi Voluntad obra en un acto simple: dejándole el alma toda la actividad a mi


Voluntad, mientras mi Voluntad obra, ella reposa;

Por lo tanto, no obrando el alma, sino mi Voluntad en ella, no puede haber ansias ni
inquietudes y está exenta de cualquier imperfección.

Gloria al Padre...

(ant.) El amor tiene sus ansias, la Voluntad Divina en cambio es reposo.

LECTURA BREVE (Vol. XI, 24 Agosto 1915)


“¿Cómo se pueden explicar aquellas palabras que dije al crear al hombre: “hagamos al hombre
a nuestra imagen y semejanza”? ¿Cómo es posible que la criatura siendo tan inhábil, podía
asemejarme y ser imagen mía? Solamente en mi Voluntad podía llegar a esto, porque
haciéndola suya, obra en modo divino; y repitiendo estos actos en modo divino llega a
asemejarse a mí volviéndose una perfecta imagen mía. Así que la única cosa que hace que el
hombre se asemeje a mí es mi Voluntad. Por eso me interesa tanto que la criatura, haciéndola
suya, cumpla la verdadera finalidad para la que fue creada.”

RESPONSORIO (Vol. XI, 23 Abril 1912)


G. Yo tengo todo ordenado para la criatura, así * la criatura debería ordenar todas sus cosas
para mí, por mí y en mí.
T. Yo tengo todo ordenado para la criatura, así la criatura debería ordenar todas sus cosas
para mí, por mí y en mí.
G. La Divina Voluntad, verdadera santidad, está en hacer mi Voluntad; ésta hace que todas
las cosas estén en orden;
T. * la criatura debería ordenar todas sus cosas para mí, por mí y en mí.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Yo tengo todo ordenado para la criatura, así la criatura debería ordenar todas sus cosas
para mí, por mí y en mí.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.
Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION

Oh Padre, haz que abracemos a todas las criaturas junto con Jesús en tu Voluntad, para
darles tu abrazo de amor y llevarlos a tu seno divino y así recibas el amor y la adoración que
todos deberían darte. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína
Sálve Regína, Máter misericórdiae;
Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana II) DIA DE LA PASION
LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor


la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los corazones; abrámosle la puerta para que
reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra. (ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. X, 8 Febrero 1919)


¡Oh Jesús mío, tú eres amor, eres sólo y únicamente amor y amor yo quiero, amor deseo, amor
suspiro, amor te suplico y te conjuro amor!

¡El amor te invita, el amor me es vida, el amor me arrebata el corazón hasta el seno de mi
Señor; de amor me extasía, de amor me hace feliz!

¡Yo solo y sólo para ti, tú solo y sólo para mí! Ahora que estamos solos hablemos de amor: ¡Ah,
haz que yo entienda cuánto me amas!

¡En tu Voluntad, en tu amor, con el Padre y con el Espíritu Santo, con María Santísima y
Luisa, amor eterno y divino a ti, oh Jesús! Amén.

(ant. 1) Al crear al hombre, en un exceso de amor, quise infundirle mi misma vida con el soplo
de mi Fiat omnipotente.
(Salmo 1) (Vol. XII, 22 Marzo 1919)

Hija mía, mira qué armonía, qué orden en todas las cosas creadas, mira cómo todas ellas
recibieron la vida de mi Fiat eterno.

Así que todo me costó un Fiat, tanto la más pequeña estrella como el sol resplandeciente, tanto
la más pequeña planta como el más grande árbol, tanto el más pequeño insecto como el más
grande.

¡Oh, cómo toda la creación habla elocuentemente de la potencia de mi Voluntad, y enseña que
desde la cosa más pequeña hasta la más grande, uno solo es su valor si reciben la vida de la
Divina Voluntad, y la gloria que le dan a nuestro Creador es del todo semejante!

No fue así al crear al hombre, es cierto que su origen es mi Fiat, pero esto no me bastó, en el
exceso de mi amor soplé en él mi aliento queriendo infundirle mi misma vida, lo doté de razón,
lo hice libre, y lo constituí rey de toda la creación.

Pero el hombre ingrato ¿cómo me ha correspondido? En medio de toda la creación solamente él


se volvió el dolor de mi Corazón, la nota disonante.

Y luego ¿qué decirte de la labor que hago en la santificación de las almas? No solamente un
Fiat, no mi soplo, pongo a su disposición, sino mi misma vida, mi amor, mi sabiduría; pero
¡cuántos rechazos, cuántas derrotas recibe mi amor!

Ah, hija mía, compadece mi duro dolor, y ven a mi Voluntad para que me sustituyas todo el
amor de toda la familia humana, y confortes mi Corazón traspasado.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Al crear al hombre, en un exceso de amor, quise infundirle mi misma vida con el soplo
de mi Fiat omnipotente.

(ant. 2) A quien le he hablado sobre mi Voluntad ha sido mi preferida.


(Salmo 2) (Vol. XI, 29 Septiembre 1912)
Señor, a algunos les has hablado de tu pasión, a otros de tu Corazón, y a otros de la cruz;
¿quién ha sido tu preferida?

¿Sabes quién ha sido mi preferida? El alma a quien le he manifestado los prodigios, la potencia
de mi Santísima Voluntad.

Todas las demás cosas son parte de mí; en cambio, mi Voluntad es el centro, la vida, es la que
todo lo rige;

de manera que mi Voluntad ha dirigido mi pasión, le ha dado vida a mi Corazón, ha sublimado


la cruz.

Mi Voluntad comprende todo, todo lo abarca y a todo le da efecto; por tanto, mi Voluntad es
más que todo; es más que cualquier cosa.

Consecuentemente, el alma a la que le he hablado de mi Voluntad ha sido a la que más he


preferido de todos y sobre todos. ¡Oh, cuánto me debería agradecer por haberla admitido a
conocer los secretos de mi Voluntad!

Tanto más que quien está en mi Voluntad, está en mi pasión, en mi Corazón, es toda la
hermosura de mi cruz, y es mi misma redención;

no existen desemejanzas entre ella y yo; por eso te quiero totalmente en mi Voluntad, si
quieres tomar parte a todos mis bienes.

Gloria al Padre...

(ant. 2) A quien le he hablado sobre mi Voluntad ha sido mi preferida.

(ant. 3) La verdadera consumación se realiza en modo simple.


(Salmo 3) (Vol. XI, 21 Mayo 1913)

Hijo mío, yo quiero la verdadera consumación en ti, no fantástica, sino verdadera, pero en
modo simple y actuable.

Supongamos que te viniera un pensamiento que no fuera para mí; tú debes destruirlo y
sustituirlo por el divino,

de este modo habrás hecho la consumación del pensamiento humano, y habrás adquirido la
vida del pensamiento divino.

Así también, si el ojo quiere ver algo que me disgusta o que no se refiere a mí y el alma se
mortifica, ha consumado el ojo humano y ha adquirido el ojo de la vida divina; y así con todo tu
ser.

¡Oh, cómo siento que corren en mí estas nuevas vidas divinas, y participan de todo mi obrar! Y
yo amo tanto estas vidas, que por amor a ellas cedo a todo.
Estas almas son las primeras ante mí, y si las bendigo, es a través de ellas que las demás son
bendecidas; son las primeras beneficiadas y amadas, y por medio de ellas son beneficiadas y
amadas las demás.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La verdadera consumación se realiza en modo simple.

LECTURA BREVE (Vol. XI, 9 Mayo 1912)


“Hijo mío, si la voluntad humana no quiere otra cosa que a mí solo, si el intelecto no se ocupa
de otra cosa que no sea sólo conocerme, si la memoria no se recuerda de otra cosa que
solamente de mí: las tres potencias del alma se consuman en el amor. Así también con los
sentidos: si hablas solamente de mí, si escuchas solamente lo que se refiere a mí, si se gustan
solamente las cosas que son mías, si se obra y se camina solamente por mí, si el corazón me
ama solamente a mí, si los deseos me desean solamente a mí: la consumación del amor se
forma en los sentidos. El amor tiene un dulce encanto y hace feliz al alma, la vuelve ciega a
todo lo que no es amor y hace que sea sumamente atenta a todo lo que es amor.”

RESPONSORIO (Vol. XI, 17 Agosto 1912)


G. El pensamiento de sí mismo empequeñece al alma; en cambio quien no piensa en sí mismo,
* me honra como debería hacerlo.
T. El pensamiento de sí mismo empequeñece al alma; en cambio quien no piensa en sí mismo,
me honra como debería hacerlo.
G. Pensando en mí se engrandece en mi inmensidad;
T. * me honra como debería hacerlo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El pensamiento de sí mismo empequeñece al alma; en cambio quien no piensa en sí mismo,
me honra como debería hacerlo.
Mi primera pasión fue el amor, porque el primer paso que da el hombre cuando
(ant. de Agrad.)
cae en el mal es la falta de amor.
(Vol. XI, 22 Enero 1913)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,
la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Mi primera pasión fue el amor, porque el primer paso que da el hombre cuando
(ant. de Agrad.)
cae en el mal es la falta de amor.

INTENCIONES
+ Señor, no hay punto más alto al que la criatura pueda llegar que tu Divina Voluntad, por eso
concédenos a todos poder llegar a tomar posesión de ella: ¡Ven Divina Voluntad, ven a
reinar en nosotros!
+ Haz que la luz de tu Divina Voluntad disipe las tinieblas de la voluntad humana, para que
regresemos al orden, a la finalidad y al puesto para que el que fuimos creados:
+ Para que todas las criaturas no tengan otro pensamiento que el de hacer tu Voluntad como
en el cielo así en la tierra:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se recomiendan a nuestras
oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Padre Santo, te pedimos que hagas que todas las criaturas quieran tomar la Divina Voluntad
como vida propia, para que las debilidades, las tentaciones, las pasiones y las miserias
humanas se terminen y que el Reino de tu Voluntad tenga la primacía sobre todo y sobre
todos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 2 Enero 1921, 2 Febrero 1921)


¡Qué honor, qué gloria, qué alegría y satisfacción, para ti, oh Santísima Trinidad, el
cumplimiento de tu tercer Fiat!

¡Hará completar la gloria y el honor del Fiat de la creación, y será confirmado el desarrollo de
los frutos del Fiat de la redención!

¡Oh, cómo el “Fiat Voluntas Tua como en el cielo así en la tierra” será cumplimiento y corona de
todo, tal como el primitivo esplendor del hombre!

¡Ah, sí, estos tres Fiat Divinos serán sombra de la Sacrosanta Trinidad, serán uno y tres,
inseparables, pero distintos entre sí, y uno será vida del otro!

¡Amor eterno al Fiat creante del Padre, amor inmenso al Fiat redentor del Hijo, y al Fiat
santificador del Espíritu Santo, en la unidad de la luz de la Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Mi pasión inició apenas fui concebido.


(Salmo 1) (Vol. XII, 4 Febrero 1919)

I
Hijo mío, mira con que exceso de amor amé a la criatura: mi divinidad fue celosa de confiarle a
la criatura la misión de la redención haciéndome sufrir la pasión,

la criatura era impotente para hacerme morir tantas veces por cuantas criaturas había y por
las que debían salir a la luz de la creación, y por cuantos pecados mortales habría tenido la
desgracia de cometer.

La divinidad quería vida por cada muerte que con el pecado mortal se daba. ¿Quién podía ser
tan potente sobre mí para darme tantas muertes sino la divinidad?

¿Quién habría tenido la fuerza, el amor, la constancia de verme morir tantas veces, sino sólo la
divinidad? La criatura se habría cansado y habría dejado de hacerlo.

Y no creas que esta labor de la divinidad comenzó tarde, no, comenzó apenas fui concebido,
desde el seno de mi Madre, quien muchas veces estaba al día de mis penas y quedaba
martirizada y sentía la muerte junto conmigo.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi pasión inició apenas fui concebido.

(ant. 2) La Pasión que me dieron las criaturas fue imagen de la que me hizo sufrir la divinidad.
(Salmo 2) (Vol. XII, 4 Febrero 1919)

II
Ya desde el seno materno de mi Madre, mi divinidad se tomó el empeño de ser carnicero
amoroso, pero por ser amoroso fue más exigente e inflexible, tanto que ni siquiera una espina,
ni un clavo se le perdonó a mi humanidad gimiente;

pero esto no como las espinas, los clavos y los flagelos que sufrí en la pasión que me dieron las
criaturas, los cuales no se multiplicaban, porque tantos quedaban por cuantos me daban.

En cambio los que me dio la divinidad se multiplicaban a cada ofensa, de manera que eran
tantas espinas por cuantos malos pensamientos, tantos clavos por cuantas obras indignas,

tantos golpes por cuantos placeres ilícitos, tantas penas por cuantas diversas ofensas, y por eso
eran mares de penas, de espinas y clavos, y golpes innumerables.

Ante la pasión que me dio la divinidad; la pasión que me dieron las criaturas el último día de
mi vida, no fue más que una sombra e imagen de lo que me hizo sufrir la divinidad durante
toda mi vida.

Es por eso que amo tanto a las almas, son vidas que me cuestan, son penas inconcebibles a
mente creada; por eso entra dentro de mi divinidad y mira y toca con la mano lo que sufrí.

Gloria al Padre...

(ant. 2) La Pasión que me dieron las criaturas fue imagen de la que me hizo sufrir la divinidad.

(ant. 3) Con cuanta atención y respeto el alma debe meditar en mi pasión.


(Salmo 3) (Vol. XI, 13 Octubre 1916)

Hijo mío, durante mi vida mortal, miles de ángeles le hacían la corte a mi humanidad y
recogían todo lo que yo hacía: los pasos, las obras, los suspiros, las penas, las gotas de mi
sangre, todo.

Los ángeles que estaban encargados de cuidarme, y honrarme, siempre obedientes a todos mis
gestos, iban y venían del cielo, para llevarle al Padre lo que yo hacía.

Estos ángeles tienen ahora un oficio especial, y en cuanto el alma trae a la memoria mi vida,
mi pasión, mis oraciones,

se ponen alrededor de dicha alma y recogen sus palabras, sus oraciones, los actos de compasión
que me hace, sus lágrimas y sus ofrecimientos,

las unen todas a las mías, y las traen ante mi majestad, para renovarme la gloria de mi misma
vida;

y es tanta la complacencia de los ángeles, que llenos de reverencia se ponen a escuchar lo que
dice el alma, y oran junto con ella.

Por eso, con cuanta atención y respeto el alma debe hacer las horas de mi pasión, pensando
que los ángeles penden de sus labios para repetir después de ella lo que dice!
Gloria al Padre...

(ant. 3) Con cuanta atención y respeto el alma debe meditar en mi pasión.

LECTURA BREVE (Vol. XII, 8 Mayo 1919)


“Las criaturas eran incapaces de penetrar en mi interior y hacerme sufrir con penas, la gloria
del Padre que con tantas ofensas de su interior le habían negado, a mayor razón que estas
herían la parte más noble de la criatura, es decir el intelecto, la memoria y la voluntad en
donde está sellada la imagen divina; por eso fue casi necesario que la divinidad misma tomara
este empeño y fuera mi carnicero amoroso, para recibir plena satisfacción por todos los pecados
hechos en el interior del hombre.”

RESPONSORIO (Vol. (Vol. XII, 19 Abril 1919)


G. Yo hice * todo lo que cada alma estaba obligada a hacer hacia su Creador.
T. Yo hice todo lo que cada alma estaba obligada a hacer hacia su Creador.
G. Por todas las cosas creadas le debía dar al Padre gloria, amor y satisfacción completa;
T. * todo lo que cada alma estaba obligada a hacer hacia su Creador.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Yo hice todo lo que cada alma estaba obligada a hacer hacia su Creador.
En la pasión que me dio la divinidad le di satisfacción al Padre por todos los
(ant. de Alab.)
pecados del interior del hombre. (Vol. XII, 8 Mayo 1919)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.


Gloria al Padre...

En la pasión que me dio la divinidad le di satisfacción al Padre por todos los


(ant. de Alab.)
pecados del interior del hombre.

INTENCIONES
+ Oh Jesús, haz que toda debilidad de nuestra voluntad humana, por la fuerza de tu pasión en
nosotros, se vuelva fortaleza y vida divina: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Danos a conocer los excesos de amor de tu pasión interna:
+ Haz que todas nuestras penas las vivamos en tu Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Padre, por la pasión interior que Nuestro Señor Jesucristo quiso sufrir por amor a ti, te
pedimos nos concedas la gracia de morir para siempre a nuestra voluntad humana para vivir
siempre en tu Santísima Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XII, 8 Abril 1918)


¡Oh, cómo el vivir en tu Voluntad es entrar en el ámbito de la eternidad, es penetrar en la
omnipotencia del Eterno, en la mente increada y desaparecer!

¡Es tomar parte en cada acto divino, y gozar de todas las cualidades divinas, por cuanto a
criatura es posible!

¡Es tomar todo y dar todo a todos, es ese difundirse en todo y en todos, sin llegar nunca a
acabarse!

¡Es la santidad que todavía no se conoce y que le pondrá el último adorno al hombre, el más
resplandeciente y el más hermoso, y que será cumplimiento y corona de todo!

¡Es tomar el amor divino del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y dárselo a ellos y a todos
como propio! Amén.

(ant.) Son los pequeños actos unidos el uno al otro los que forman la santidad.
(Salmo) (Vol. XI, 10 Enero 1917)
Hijo mío, la santidad está formada de cosas pequeñas; de manera que quien desprecia las
cosas pequeñas no puede ser santo.

Sería como quien desprecia los pequeños granos del trigo, que unidos unos a otros, forman la
masa del trigo: no tomándose el cuidado de unirlos, vendría a faltar el alimento necesario y
cotidiano de la vida humana.

Así, quien no se toma el cuidado de unir unos a otros tantos pequeños actos, le falta el
alimento de la santidad;

Y como sin alimento no se puede vivir, así, sin el alimento de los pequeños actos le faltará la
verdadera forma a la santidad, y la masa suficiente para formar la santidad.

Gloria al Padre . . .

(ant.) Son los pequeños actos unidos el uno al otro los que forman la santidad.

LECTURA BREVE (Vol. XI, 28 Febrero 1912)


“Hijo mío, quienes me aman están unidos a mí como las ramas están unidas al tronco del
árbol: ¿es posible que se puedan separar u olvidarse el uno del otro, o que se nutran de un
alimento diferente las ramas y el tronco? Una sola es su vida, una su finalidad, iguales los
frutos; es más, el tronco es la vida de las ramas y las ramas son la gloria del tronco; uno y otro
son la misma cosa. Así son conmigo las almas que me aman.”

RESPONSORIO (Vol. XI, 24 Febrero 1912)


G. El alma que vive en mi Voluntad * pierde su temperamento y adquiere el mío.
T. El alma que vive en mi Voluntad pierde su temperamento y adquiere el mío.
G. Se puede ver en ella un temperamento agradable, atrayente, penetrante, noble, y una
simplicidad infantil.
T. * pierde su temperamento y adquiere el mío.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El alma que vive en mi Voluntad pierde su temperamento y adquiere el mío.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.
Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION

Padre misericordioso, por la preciosísima sangre de Jesús, sus llagas, su pasión y todo lo que
hizo y sufrió por nosotros, te suplicamos que salves a todas las almas y que se extienda el
Reino de tu Divina Voluntad sobre la tierra. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.
Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.
Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.
Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.
***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V

(Semana II) DIA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA


LAUDES
INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XII, 18 Diciembre 1920)


¡Oh Dulcísimo Jesús, queremos testimoniarte nuestro amor, nuestra gratitud y
reconocimiento, queremos hacer todo lo que la criatura tiene el deber de hacer hacia ti por
haber creado a nuestra Reina y Madre Inmaculada!

¡La más hermosa, la más santa criatura, la obra maestra de la creación y de la redención, el
más grande portento de tu gracia, enriquecida con el Don de tu Voluntad, Reina y Madre del
Reino de tu Voluntad!

¡A nombre de todas las criaturas presentes, pasadas y futuras, en cada acto de criatura , en
cada pensamiento, palabra y paso, en todo, en tu Santísima Voluntad, te amamos, te damos
gracias, te bendecimos y te adoramos, por todo lo que has hecho en tu Madre Celestial y Madre
nuestra! Amén.

(ant. 1) El verdadero amor todo lo purifica, triunfa sobre todo y llega a todo.
(Salmo 1) (Vol. IX, 5 Octubre 1909)

El verdadero amor todo lo facilita, excluye todo temor y toda duda, y toda su arte es la de
tomar posesión de la persona amada.

Y cuando la ha hecho suya, el amor mismo le suministra los medios para conservar el objeto
adquirido.

Ahora bien, ¿qué temor, qué duda puede tener el alma de una cosa suya? ¿Qué es lo que no
puede llegar a esperar?

Es más, cuando llega a tomar posesión, el amor se hace atrevido, llega hasta pretender los
excesos y hasta lo increíble; ya no existe lo tuyo y lo mío.

El verdadero amor puede decir: “Yo soy tuyo y tú eres mío, así que podemos disponer el uno del
otro, hacernos felices y gozar el uno del otro; si te he adquirido, le dirá el uno al otro, quiero
servirme de ti como a mí me plazca”.

¿cómo puede ser posible que el alma en este estado de verdadero amor vaya pescando defectos,
miserias y debilidades, si el objeto adquirido le ha perdonado todo, la ha enriquecido de todo, y
el objeto que posee la va purificando continuamente?

Estas son las tres virtudes del verdadero amor: purificarlo todo, triunfar sobre todo y llegar a
todo. De hecho ¿qué clase de amor se puede tener a una persona a la que se le teme, de la cual
se duda, de la cual no se espera todo? El amor perdería su más bella cualidad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) El verdadero amor todo lo purifica, triunfa sobre todo y llega a todo.

(ant. 2) ¡Oh, si las criaturas comprendieran el bien que se procuran aún con sólo decirme “te
amo”!
(Salmo 2) (Vol. VIII, 27 Diciembre 1908)
Cuando yo tomaba la leche del pecho de mi Madre dulcísima, junto con la leche tomaba el
amor de su Corazón, y era más el amor que tomaba que la leche;

y como cuando tomaba yo sentía que me decía: “¡Te amo, te amo, Hijo mío!” yo le repetía a ella:
“¡Te amo, te amo, Madre mía!”

Y yo no estaba solo en esto, sino junto con mi “te amo”, el Padre y el Espíritu Santo replicaban:
“¡Te amo, oh Madre de mi Hijo! decía el Padre”; “¡Te amo, esposa mía Inmaculada!” decía el
Espíritu Santo.

Y toda la creación, los ángeles y los santos, el sol, las gotas de agua, las plantas, las flores,
todos los elementos corrían junto con mi “te amo” y repetían: “¡Te amo, oh Madre de nuestro
Dios, en el amor de nuestro Creador!”

Mi Madre veía todo esto y quedaba inundada; no hallaba ni siquiera un pequeño espacio en
donde no se sintiera decir que yo la amaba. Su amor se quedaba atrás y casi solo, y repetía: “Te
amo, te amo”, pero nunca podía igualarme;

porque el amor de la criatura tiene sus límites, su tiempo; mi amor es increado, interminable,
eterno.

Esto le sucede a cada alma cuando me dice “te amo”; también yo le repito “te amo” y junto
conmigo es toda la creación que la ama en mi amor.

¡Oh, si las criaturas comprendieran todo el bien, el honor que se procuran aún con sólo decirme
“te amo”! Bastaría que se supiera solamente esto: que un Dios a su lado le hace eco honrándola
con su “te amo”.

Gloria al Padre…

(ant. 2) ¡Oh, si las criaturas comprendieran el bien que se procuran aún con sólo decirme “te
amo”!

(ant. 3) No existe santidad si el alma no se consuma del todo en mi amor.


(Salmo 3) (Vol. X, 21 Junio 1911)

El amor obraba potentemente en mi Madre: el amor la consumaba totalmente en mí, en mis


llagas, en mi sangre, en mi misma muerte y la hacía morir en mi amor.

Mi amor, consumando totalmente a mi Madre y consumando su amor, la hacía resurgir a


nuevo amor, es decir, totalmente de mi amor;

su amor la hacía morir, y mi amor la hacía resurgir a una vida divina.

Así que no existe santidad si el alma no muere del todo en mí; no existe verdadera vida si no se
consuma del todo en mi amor.

Gloria al Padre...
(ant. 3) No existe santidad si el alma no se consuma del todo en mi amor.

LECTURA BREVE (Vol. XI, 15 Noviembre 1916)


“Hijo mío, me resulta imposible no amar a quien me ama. Es más, me siento tan atraído hacia
ella, que por el más pequeño acto de amor que me ofrece, yo le respondo con amor triplicado y
pongo en su corazón una vena divina que le suministra ciencia divina. Y cuanto más me ama el
alma, tanto más esta vena divina surge; e irrigando todas las potencias del alma, se difunde a
bien de todas las criaturas.”

RESPONSORIO (Vol. XI, 15 Noviembre 1916)


G. Conforme el alma se va llenando de mí, * va formando su paraíso sobre la tierra.
T. Conforme el alma se va llenando de mí, va formando su paraíso sobre la tierra.
G. Cuanto más se funde en mí, tanto más yo me fundo en ella;
T. va formando su paraíso sobre la tierra.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Conforme el alma se va llenando de mí, va formando su paraíso sobre la tierra.
El alma, viviendo en mi Voluntad, hallará todo el amor que se necesita para
(ant. de Agrad.)
suplir al amor de todos. (Vol. XII, 15 Enero 1920)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,
para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

El alma, viviendo en mi Voluntad, hallará todo el amor que se necesita para


(ant. de Agrad.)
suplir al amor de todos.

INTENCIONES
+ Señor, por intercesión de tu Santísima Madre Inmaculada te pedimos que nos hagas tomar
posesión de la grande herencia que nos dejó: el Don de la Divina Voluntad: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que haciendo nuestra toda su vida, sus dolores y sus oraciones podamos vivir como ella
vivió sobre la tierra:
+ Muéstrales a todos los excesos de tu amor que obraste en ella por nosotros y por tu inmensa
gloria:
+ Muéstrales a todas las almas que penan en el purgatorio su mirada materna, para que
extasiados emprendan el vuelo hacia el cielo:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Señor y Dios nuestro, que en un exceso inmenso de tu amor has querido crear a tu Madre
Celestial y Madre nuestra colmándola de todo bien con el Don de tu Voluntad, concédenos por
su intercesión maternal que jamás nos separemos de su Corazón para vivir siempre de su
misma vida, la Divina Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

V
TERCERA SEMANA

DIA DE LA DIVINA VOLUNTAD

PRIMERAS VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XIII, 4 Noviembre 1921)


¡En el exceso de mi amor, yo he creado a la voluntad humana y una vez creada le dije: tú serás
para mi como una hermana!

¡Mi Voluntad desde el cielo animará la tuya en la tierra, para que tú vivas en la tierra como yo
vivo en el cielo!

¡Estaremos en un continuo reflejo; lo que yo haga lo harás tú, yo por naturaleza y tú por gracia
de mis continuos reflejos!

¡Te seguiré como una sombra; no te dejaré jamás; haré de ti un grandioso prodigio, digno de mí
y en todo semejante a mí!

¡Yo, como fiel e inseparable compañero, te daré mi santidad, mi vida! ¡Tú, como fiel e
inseparable compañera me dejarás ser vida de tu vida! Amén.

(ant. 1) Mi Reino está formado por quienes viven en mi Voluntad.

(Salmo 1) (Vol. XIII, 20 Agosto 1921)


Amo tanto a quien vive en mi Voluntad que yo mismo lo cuido y lo tengo protegido entre mis
brazos.

Con gran celo vigilo que ni siquiera uno de sus actos se pierda, porque en cada acto está
comprometida mi misma vida.

El Fiat Divino dio a luz la creación, y del Fiat recibe continua conservación; y si se conserva
íntegra, sin cambio alguno, es porque jamás se ha salido del Fiat.

Sin embargo no he vuelto a repetir un nuevo Fiat, de lo contrario saldrían a la luz otros nuevos
cielos, otros soles y estrellas, distintos los unos de los otros.

Pero en el alma que vive en mi Voluntad, no solamente repito un solo Fiat, sino muchos más.

Así, cuando el alma actúa en mi Voluntad yo repito mi Fiat y se extienden nuevos cielos,
nuevos soles y estrellas.

Estos cielos son nuevos cielos de amor, de gloria, de luz y de adoración, porque están formados
por una criatura inteligente.

Y estos cielos forman una belleza tan especial, que yo mismo quedo extasiado en ellos.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Reino está formado por quienes viven en mi Voluntad.

(ant. 2) En ti he concentrado la finalidad de la santificación del hombre: que mi Voluntad


llegue a ser una sola cosa con la suya.

(Salmo 2) (Vol. XIII, 26 Noviembre 1921)


Yo no estaba satisfecho con que la Divina Voluntad fuera íntegra solamente en mí y en mi
Madre Santísima.

Queríamos otros hijos, que en nombre de todos nos dieran gloria y amor divino por todos.

Por eso te llamé a ti desde toda la eternidad, cuando todavía no existía nada sobre la tierra.

Contemplaba a mi querida Madre, complaciéndome, acariciándola y haciendo llover sobre ella


a torrentes todos los bienes de la Divinidad;

y te contemplaba a ti, te acariciaba, y los torrentes que llovían sobre ella te inundaban a ti, por
cuanto eras capaz de contenerlos.

Estos torrentes te preparaban embelleciéndote, te daban la gracia de que mi Voluntad fuera


íntegra en ti.

Te preparaban para que mi Voluntad y no la tuya animara hasta tus más pequeños actos; en
cada uno de ellos corría mi vida, mi Voluntad y todo mi amor.
Gloria al Padre...
(ant. 2) En ti he concentrado la finalidad de la santificación del hombre: que mi Voluntad
llegue a ser una sola cosa con la suya.

(ant. 3) María Santísima estaba tan abismada en Dios, que todo su interior nadaba en el mar
de la Divina Voluntad.

(Salmo 3) (Vol. XVI, 20 Agosto 1923)


Teniendo que ser María Santísima la Reina de la santidad de todos los santos, y la Madre y
portadora de mi vida a todos, ella estaba como escondida en todos.

Más que silencioso sol, ella llevaba la luz sin palabras, el fuego sin hacer ruido, el bien sin ser
vista.

No existía bien alguno que no viniera de ella, ni milagro que de ella no dependiera; viviendo en
mi Voluntad vivía escondida en todos, y era y es el origen de todos los bienes de todos.

Estaba tan absorta en Dios, tan fija y ordenada en la Divina Voluntad, que todo su interior
nadaba en el mar de la eterna Voluntad.

Teniendo que hacer lo máximo, parecía que descuidara lo mínimo, mientras que ella era el
origen del bien externo e interno de todo y de todos.

Aparentemente los santos han hecho cosas más estrepitosas que María Santísima; sin
embargo, ¿qué cosa son los más grandes santos comparados con nuestra Madre Celestial?

Pero aunque no hiciera cosas estrepitosas, no dejaba de ser, aún visiblemente, majestuosa y
bella;
Sobrevolando apenas la tierra, absorta totalmente en aquel Querer Divino que llevaba en sí,
me fascinaba y me extasiaba, para hacerme bajar del cielo a la tierra.

Gloria al Padre...

(ant. 3) María Santísima estaba tan abismada en Dios, que todo su interior nadaba en el mar
de la Divina Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XVII, 25 Agosto 1921)

“Mientras más te sumerges en mi Voluntad, tanto más se extiende el círculo de tu voluntad en


la mía. Es cierto que los actos hechos en mi Voluntad lo llenan todo, como la luz del sol llena la
tierra, pero repitiendo tus actos en mi Voluntad, se extiende la circunferencia del mismo sol y
el alma adquiere una mayor intensidad de luz y de calor; y a medida que repite sus actos en mi
Voluntad, tantas veces queda unificada su voluntad a la mía.”

RESPONSORIO (Vol. XV, 8 Diciembre 1922)

G. ¿Sabes cuál * fue el primer acto que hizo la Reina Celestial apenas recién nacida?

T. ¿Sabes cuál fue el primer acto que hizo la Reina Celestial apenas recién nacida?

G. Pronunció su primer “gracias” en nombre de todos, por todo el amor que Dios había
esparcido para todos en toda la creación.

T. * Fue el primer acto que hizo la Reina Celestial apenas recién nacida.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. ¿Sabes cuál fue el primer acto que hizo la Reina Celestial apenas recién nacida?

(ant. de Alab.) Mi Voluntad Divina no sabe hacer cosas que no se asemejen a mí.

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.
Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) Mi Voluntad Divina no sabe hacer cosas que no se asemejen a mí.

INTENCIONES

+ Señor, con la potencia de amor de tu Fiat Divino, cautiva los corazones de todos los hombres
para que reine tu Divina Voluntad en nosotros: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Ven a reinar con tu Voluntad en nuestras almas y pronuncia un nuevo Fiat en cada uno de
nuestros actos:
+ Concédenos que nuestra vida esté siempre en perfecta armonía con tu Fiat Divino:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, ilumina nuestras almas con la luz de tu Voluntad Divina, para que conociendo
las maravillas de tu Fiat Divino te dejemos realizar en nosotros tus grandes designios y así tu
Voluntad reine plenamente en nosotros como reina en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.

COMPLETAS I

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Oración de Luisa para antes de irse a dormir.)


¡Oh Jesús, queremos dormir en ti para darle al Padre la gloria que tú le diste por quienes no
reposan en ti!

¡Y mientras dormimos junto contigo llamamos a todas las almas a reposar en tu Corazón!

¡Y durante nuestro sueño ponemos la intención de recorrer todos los corazones de las criaturas
para alejar de ellas el pecado y darles a todas tu verdadero reposo!
¡Y tú, oh Jesús, no permitas que nuestras pobres almas encuentren otro reposo que no sea en
tu Corazón y en tu Voluntad! Amén.

(ant.) Solamente quien vive en mi Voluntad es capaz de darme descanso.

(Salmo) (Vol. XIII, 21 Mayo 1921)


El vivir en mi Voluntad me forma la estancia, los actos hechos en mi Voluntad me forman el
lecho.

El repetir estos actos y la constancia en repetirlos, son los cantos, la música y el opio que me
reconcilia el sueño.

Pero mientras duermo, yo te velo, de manera que tu voluntad no es más que el desahogo de la
mía,

tus pensamientos, el deshago de mi inteligencia, tu palabra, el desahogo de la mía, tu corazón,


el desahogo de mi Corazón.

Así que, aunque no me oyes hablar, tú estás tan abismado en mí, que no quieres, ni piensas, ni
haces, sino lo que quiero y hago yo.

Y así, mientras tú sigas viviendo en mi Voluntad, puedes estar seguro de que todo lo que se
desarrolla en ti soy yo que lo hace.

Gloria al Padre...

(ant.) Solamente quien vive en mi Voluntad es capaz de darme descanso.

LECTURA BREVE (Vol. XIII, 6 Septiembre 1921)


“Hasta ahora te he dado a conocer lo que hizo mi humanidad, sus virtudes y sus penas, para
hacer a la familia humana heredera de los bienes de mi humanidad. Ahora quiero proseguir,
quiero darte a conocer lo que mi Voluntad hacía en mi humanidad, para constituir a las
nuevas generaciones herederas de mi Voluntad y de los efectos y del valor que esta contiene.”

RESPONSORIO
G. Vivir en mi Voluntad * es devolverme todo.

T. Vivir en mi Voluntad es devolverme todo.

G. Es darme la correspondencia que todos me deben;

T. * es devolverme todo.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Vivir en mi Voluntad es devolverme todo.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
Cántico (Testamento espiritual de Luisa)
Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Padre, tú que quisiste reposar cuando terminaste la creación, haz que vivamos
plenamente en tu Voluntad para que encontremos en ti el verdadero reposo y así, finalmente,
tú también puedas reposar en nosotros. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.    
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.


Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

LAUDES

INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XV, 24 Enero 1923)


¡La Divina Voluntad, en el cielo contiene al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!

¡Una es la Voluntad de las Divinas Personas; son distintas una de la otra, pero la Voluntad es
una!

¡Esta Voluntad Divina es la que actúa en Dios, y es todo el bien de Dios!

¡De ella salen tantos mares de bien y felicidad, que la mente se pierde, y no puede penetrarlos
hasta el fondo!

¡A la Voluntad del Padre, que en el Hijo es sólo luz, y amor en el Espíritu Santo, sea dada
gloria y honor! Amén.

(ant. 1) La criatura fue creada por mí para que en todo hiciera mi Voluntad.

(Salmo 1) (Vol. XIII, 2 Junio 1921)


Cuando yo vine a la tierra, vine para manifestar mi doctrina celestial, para dar a conocer mi
humanidad, mi patria y el orden que las criaturas debían seguir para que pudieran llegar al
cielo, en una palabra, el Evangelio.

Pero de mi Voluntad casi no dije nada; poquísimo dije, pasé casi por encima de ella, dando
solamente a entender que la cosa que más me importaba era la Voluntad de mi Padre.

De su gloria, de su alteza y grandeza, de los grandes bienes que la criatura recibe viviendo en
mi Voluntad, casi no dije nada;

porque la criatura, que era todavía muy pequeña en las cosas celestiales, no hubiera entendido
nada.

Sólo le enseñé a rezar: « Hágase tu Voluntad, como en el cielo así en la tierra, »

para que así se fuera disponiendo a conocer mi Voluntad, para amarla y hacerla, y así poder
recibir los bienes que ésta contiene.

Así que lo que debía haber hecho en aquel entonces, las enseñanzas sobre mi Voluntad que
habría debido darles a todos, te las he dado a ti.

Gloria al Padre...

(ant. 1) La criatura fue creada por mí para que en todo hiciera mi Voluntad.
(ant. 2) La santidad de mi Voluntad todavía no se conoce.

(Salmo 2) (Vol. XIII, 6 Junio 1921)


El milagro más grande que puede obrar mi omnipotencia es que un alma viva de mi Fiat
Divino.
¿Te parece poco que mi Voluntad santa, inmensa, eterna, descienda en una criatura, y que
uniendo mi Voluntad a la suya, haga que se funda en mí y que me haga vida de todo el obrar
de la criatura, hasta en las cosas más pequeñas?

De manera que el palpito de su corazón, su palabra, su pensamiento, su movimiento, su


respiro, son del Dios viviente en la criatura, quien esconde en sí cielo y tierra, aunque
aparentemente se ve sólo una criatura.

Gracia más grande, portento más prodigioso, santidad más heroica, que mi Fiat Divino no
podría dar.

Gloria al Padre...

(ant. 2) La santidad de mi Voluntad todavía no se conoce.

(ant. 3) El repetir el mismo acto es señal de que se quiere poseer.

(Salmo 3) (Vol. XVI, 6 Diciembre 1923 y 29 Diciembre 1923)


Padre Santo, vengo a tu trono para traerte en mi regazo a todos tus hijos, tus amadas
imágenes creadas por ti.

Quiero ponerlos otra vez en tu regazo divino, para que aquella Voluntad cuyo vínculo de unión
contigo ellos rompieron, tú la vincules de nuevo y la vuelvas a unificar a ellos.

Tú todo lo has creado para mí y me lo has donado, y yo te lo dono a ti para amarte por mí y por
todos.

Por eso, en cada rayo de luz del sol, te amo; en el parpadeo de las estrellas, te amo; en cada
gota de agua, te amo.

Te amo en el vuelo de cada pájaro; te amo sobre las alas de los vientos; en el movimiento de las
hojas; te amo por mí y por todos.

En cada pensamiento de las criaturas, te amo; en el vuelo de cada mirada, te amo; en el sonido
de cada palabra, te amo;

en cada latido, respiro y afecto, te amo; en cada gota de sangre, en cada obra y paso, te amo.

Gloria al Padre...

(ant. 3) El repetir el mismo acto es señal de que se quiere poseer.

LECTURA BREVE (Vol. XVII, 18 Septiembre 1924)


“Vivir en mi Voluntad es el Don más grande que quiero dar a las criaturas. Mi bondad quiere
hacer siempre más alarde de amor hacia las criaturas y habiéndoles dado todo, no teniendo ya
nada que darles para hacer que me amen, quiero darles el Don de mi Voluntad, para que
poseyéndola, aprecien y amen el gran bien que poseen. No te sorprendas si ves que no
entienden; para poder entender deberían disponerse al más grande de los sacrificios, es decir,
el de no darle vida, ni siquiera en las cosas santas, a la propia voluntad. Sólo entonces se
sentirían en posesión de la mía y experimentarían en vivo lo que significa vivir en mi
Voluntad.”

RESPONSORIO (Vol. XIII, 20 Agosto 1921)


G. Tú amas tanto a quien vive * en tu Voluntad.

T. Tú amas tanto a quien vive en tu Voluntad.

G. Lo cuidas y lo proteges,

T. * en tu Voluntad.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Tú amas tanto a quien vive en tu Voluntad.

(ant. de Agrad.) Cada una de las verdades que te manifiesto es una especialidad de mi amor que
te dono.

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,
y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Cada una de las verdades que te manifiesto es una especialidad de mi amor que
te dono.

INTENCIONES
+ Elevemos nuestra oración a Dios, nuestro Padre, que nos ha llamado para que vivamos en su
Santísima Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que los gérmenes de luz que sembrarás en nosotros se transformen en soles
resplandecientes de vida divina:
+ Haz que como la sangre corre por nuestras venas, así también tu vida divina corra en cada
uno de nuestros actos:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO …

ORACION
Oh Padre, concédenos que tu Divina Voluntad sea la vida de la nuestra, para poder reparar la
separación de tu Voluntad Divina causada por la voluntad humana y restituirte toda la gloria
que el hombre debía haberte dado. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

SEGUNDAS VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO
¡Oh, cómo tu amor hará florecer la era de tu Voluntad Divina; la nueva era del máximo
beneficio para esta generación afortunada!

¡Los mares de tu Voluntad Divina rebosarán, se desbordarán y arremeterán con todo; saldrán
de su confines sus olas gigantescas, las olas de tu inmensa Voluntad!

¡Tu Voluntad Divina ya no estará escondida, se hará ver y tocar por todos, y quien quiera
ponerle resistencia a su corriente, correrá peligro de perder la vida!

¡Gloria y amor a ti, oh Eterno Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en el Reino del Fiat Divino
entre las criaturas, en la nueva era de tu Voluntad Divina! Amén.
(ant. 1) ¡Déjame reinar en ti y dame plena libertad!

(Salmo 1) (Vol. XIII, 3 Diciembre 1921)


Cuanto más grande es la obra que quiero hacer, tantos más preparativos se necesitan.

¿Cuántas profecías, cuántas preparaciones, cuántos siglos no precedieron mi redención?

¿Cuántos símbolos y figuras no prepararon la concepción de mi Madre Celestial?

Por eso, después de haberse cumplido la redención, tenía que confirmar al hombre en los
bienes de la redención.

Así los apóstoles, como confirmadores de los frutos de la redención, debían buscar al hombre
perdido y ponerlo a salvo con los sacramentos.

Así que la redención es salvación; es salvar al hombre de cualquier precipicio; por eso el hacer
vivir al hombre en mi Voluntad es mucho más que la misma redención.

Pues el vivir en mi Voluntad no es solo salvación, sino santidad que se debe elevar sobre todas
las santidades, y que debe llevar el sello de la santidad de su Creador.

Es por eso que primero se debían llevar a cabo las santidades menores, como cortejo,
precursores, mensajeros y preparativos de esta santidad totalmente divina.

Gloria al Padre...

(ant. 1) ¡Déjame reinar en ti y dame plena libertad!

(ant. 2) El alma debe absorber a todo un Dios en su acto.

(Salmo 2) (Vol. XIII, 20 Enero 1922)

Quiero que para ti todo esté en continuo acto en mi Voluntad; quiero el paseo de tus
pensamientos en mi Voluntad; que paseando en todas las inteligencias humanas, extiendas el
manto de mi Voluntad sobre todas las mentes humanas.

Y que elevándote hasta el trono del Eterno ofrezcas todos los pensamientos humanos sellados
con el sello del honor y de la gloria de mi Voluntad Divina.

Después, extiende el manto de mi Voluntad sobre todas las miradas humanas, y sobre todas
sus palabras, poniendo como a pasear tus ojos y tus palabras sobre las de ellos;

y sellándolas con mi Voluntad elévate de nuevo ante la Majestad Suprema, y ofrécele un


homenaje como si todos hubieran hecho uso de la vista y de la palabra conforme a mi
Voluntad.

Así también, si actúas, si respiras, si tu corazón late, debes pasearte continuamente en mi


Voluntad. Tu camino es larguísimo, es toda la eternidad la que debes recorrer.
Gloria al Padre...

(ant. 2) El alma debe absorber a todo un Dios en su acto.

(ant. 3) Un acto hecho en mi Voluntad lleva consigo la potencia creadora.

(Salmo 3) (Vol. XIII, 10 Diciembre 1921)

¡Qué grande es un acto hecho en mi Voluntad! Si tú le preguntaras al sol: ¿cuántas semillas


has fecundado, cuántas has multiplicado desde que saliste por nuestro horizonte?

Ni el sol, ni cualquier otra criatura te podría responder cuantas semillas ha fecundado, ni


cuantas ha multiplicado.

Pues bien, un acto hecho en mi Voluntad es más que sol, que multiplica infinitamente las
semillas, no humanas, sino divinas.

Sucede una novedad en el mundo espiritual, una armonía a la que todos se sienten atraídos;
los más dispuestos se enfervorizan al sentir dicha armonía; mil y mil efectos surgen como
tantas semillas;

y puesto que un acto hecho en mi Voluntad lleva consigo la potencia creadora, fecunda esas
semillas en modo incalculable;

más que el sol, las fecunda, y no solamente eso, sino que crea semillas y las multiplica
infinitamente.

Los actos hechos en mi Voluntad me dan la posibilidad de hacer nuevas creaciones, ponen en
movimiento mi potencia, y son los portadores de la vida divina.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Un acto hecho en mi Voluntad lleva consigo la potencia creadora.

LECTURA BREVE
“La turbación no es otra cosa que falta de abandono en mí y yo quiero que te estés tan
abandonado en mis brazos, que ni siquiera debes tener un pensamiento de ti mismo, y así yo
me ocuparé de todo. No temas, tu Jesús no puede dejar de tomarse cuidado de ti y de tenerte
defendido de todo. Me cuestas mucho; he puesto mucho en ti; por lo tanto, si todos los derechos
son míos, el cuidado será todo mío. Por eso, estate en paz y nada temas.”

RESPONSORIO
G. La paz es la * primavera del alma.

T. La paz es la primavera del alma.

G. La verdadera paz soy yo, Príncipe de la Paz,

T. * primavera del alma.


G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. La paz es la primavera del alma.

(ant. de Alab.) ¡Oh, qué bello es ver a un alma entrar en mi Voluntad Divina!

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) ¡Oh, qué bello es ver a un alma entrar en mi Voluntad Divina!

INTENCIONES

+ Glorifiquemos a la Sacrosanta Trinidad en nombre de todas las criaturas invocando: ¡Ven


Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz, Señor, que el germen de tu Voluntad Divina que recibimos en el santo Bautismo
fructifique plenamente en nosotros:
+ Te pedimos que tu Divina Voluntad reine en toda la humanidad para que goce de tu paz:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Padre, concédenos fundirnos en tu Voluntad para hacer que se restablezca aquella unión
que existía entre la Voluntad Divina y la humana en el edén terrestre y que la criatura
rechazó con el pecado original. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS II

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XIII, 3 Enero 1922)

¡Oh amada alma mía que vives en mi Voluntad, tú te elevas a tales alturas que a todos dejas
atrás!

¡Oh, cómo toda la creación te corteja, te reconoce cual legítima hermana, y se siente
grandemente honrada dejándose dominar por ti!

¡Tú sola eres la finalidad de la gloria de la creación, el decoro, la honra de mis obras, el
cumplimiento de mi redención!

¡En ti quiero concentrarlo todo! ¡Que la vida de mi Voluntad vuelva a estar unida a ti y te
restituya todas las relaciones rotas entre tú y yo!

¡Y si tú por debilidad faltaras yo te supliré en todo, a honra y gloria de mi Voluntad Suprema!


Amén.

(ant.) Abre los cielos con tus actos hechos en mi Voluntad, para hacer que mi Reino venga sobre
la tierra.

(Salmo) (Vol. XV, 2 Abril 1923)


En mi Voluntad existe el vacío del quehacer humano en el quehacer divino, y este vacío debe
ser llenado por quien vive en mi Voluntad.

Cuanto más atento estés a vivir en mi Voluntad, y a darla a conocer a los demás, tanto más
aprisa se llenará este vacío.

De manera que mi Voluntad viendo moverse en ella a la voluntad humana como regresando a
aquel principio de donde salió, se sentirá satisfecha y verá cumplidas sus ansias sobre la
generación humana.

Aunque fueran pocas almas, incluso una sola; porque mi Voluntad con su potencia puede
pagarse de todo, incluso con una sola alma cuando no encuentra más;

pero es siempre una voluntad humana que debe entrar en la mía, para llenar el vacío de todo
lo que los demás no hacen.
Gloria al Padre…

(ant.) Abre los cielos con tus actos hechos en mi Voluntad, para hacer que mi Reino venga sobre
la tierra.

LECTURA BREVE (Vol. XV, 24 Enero 1923)


“Mira en mi Voluntad: ¿hay acaso otros actos de criatura multiplicados en los míos, que
lleguen hasta el último acto que debe cumplirse sobre la tierra? Mira bien, no encontrarás
ninguno. Esto significa que nadie ha entrado en ella; estaba reservado solo para mi pequeña
hija el abrir las puertas de mi eterna Voluntad, para unificar sus actos con los míos y con los
de mi Madre Santísima y hacer que todos nuestros actos fueran triples ante la Majestad
Suprema, y para bien de todas las criaturas. Habiendo ahora abierto las puertas, ya pueden
entrar los demás; con tal de que se dispongan a recibir un bien tan grande.”

RESPONSORIO (Vol. XIII, 28 Agosto 1921)


G. Te di a luz * para hacerte reposar sobre mi seno.

T. Te di a luz para hacerte reposar sobre mi seno.

G. El soplo de mi boca te llama continuamente,

T. * para hacerte reposar sobre mi seno.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Te di a luz para hacerte reposar sobre mi seno.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION

Haz, oh Jesús, que cuando mi mente te de la pequeña lucecita de mi último pensamiento, lo


dé en tu Voluntad, para que encierre en ti todos los pensamientos de las criaturas y selle en
sus mentes la luz de la gracia, para que al despertarse, todas resuciten de la muerte causada
por la voluntad humana, a la vida de tu Voluntad Divina. Tú que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD

LAUDES

INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XIV, 28 Marzo 1922)


¡Qué hermoso es ver en cada parpadeo de las estrellas, en cada gota de luz del sol, tu gloria, tu
amor, tu profunda adoración unida a la mía!

¡Oh, cómo corre, cómo vuela sobre las alas de los vientos, llenando toda la atmósfera; recorre
las aguas del mar, se multiplica a cada movimiento!

¡Y haciendo eco en todo con su voz, dice: amor, gloria y adoración al Padre y al Hijo y al
Espíritu Santificador! Amén.
(ant. 1) Quien vive en mi Voluntad debe elevarse tanto, que debe vivir en el seno de la
Santísima Trinidad.
(Salmo 1) (Vol. XIV, 13 Abril 1922)
I
¿Sabes cuál es nuestra vida divina? Nosotros nos divertimos mucho haciendo salir de nosotros
nuevas imágenes nuestras.

Estamos en acto continuo de formar imágenes nuestras, tanto que el cielo y la tierra están
llenos de nuestras imágenes; sus sombras corren por todas partes.

Imagen nuestra es el sol, y su luz es sombra de la nuestra que extiende su sombra sobre toda
la tierra.

Imagen nuestra es el cielo, que se expande por todos lados y que lleva el sello de nuestra
inmensidad.

Imagen nuestra es el hombre, que lleva en sí nuestra potencia, nuestra sabiduría y nuestro
amor.

Así que nosotros no hacemos otra cosa que producir imágenes nuestras, semejantes a nosotros.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Quien vive en mi Voluntad debe elevarse tanto, que debe vivir en el seno de la
Santísima Trinidad.

(ant. 2) Es necesario que tú vivas en nosotros, para que podamos formar la primera copia del
alma que vive en nuestra Voluntad.
(Salmo 2) (Vol. XIV, 13 Abril 1922)
II

Quien debe vivir en nuestra Voluntad, viviendo en nuestro seno, debe formar junto con
nosotros muchas otras copias de nosotros mismos.

Debe estar junto con nosotros en nuestro trabajo; debe hacer salir de sí mismo copias e
imágenes nuestras, llenando con ellas toda la tierra y el cielo.

Cuando creamos al primer hombre lo creamos con nuestras propias manos y le dimos la vida
con nuestro soplo divino;

habiendo hecho el primer hombre, todos los demás tienen origen y son copias del primero; y
nuestra potencia, recorriendo todas las generaciones, repite las copias.

Constituyéndote a ti hija primogénita de nuestra Voluntad Divina, es necesario que vivas con
nosotros, para que hagamos de ti la primera copia del alma que vive en nuestra Voluntad;

de manera que conforme vives en nosotros así vas recibiendo nuestra actitud, y aprendes con
nuestra potencia a obrar del mismo modo que nosotros.
Y cuando hayamos hecho de ti la primera copia del alma que vive en nuestra Voluntad saldrán
entonces las demás copias.

El camino de nuestra Voluntad es larguísimo, abraza toda la eternidad;

y mientras parece que ya has recorrido todo el camino, te queda mucho que hacer y mucho que
recibir de nosotros, para que aprendas nuestros modos y podamos hacer de ti la primera copia
del alma que vive en nuestra Voluntad.

Esta es la obra más grande que debemos hacer; por eso es mucho lo que debemos darte y
conviene que te dispongamos muy bien para que puedas recibir lo que queremos darte.

Esto me interesa tanto, que haría a un lado todo, con tal de obtener mi objetivo. Por eso, pon
atención y seme fiel.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Es necesario que tú vivas en nosotros, para que podamos formar la primera copia del
alma que vive en nuestra Voluntad.

(ant. 3) Todos los actos humanos deben ser transformados en actos divinos.

(Salmo 3) (Vol. XIV, 6 Octubre 1922)


Todos los actos humanos, según la finalidad de la creación, deberían haber tenido vida en mi
Voluntad; deberían haber formado en ella su plan:

es decir, que todos los actos humanos fueran transformados en actos divinos, llevando el sello
de la nobleza, de la santidad y de la sabiduría suprema.

No era nuestra Voluntad que el hombre se alejara de nosotros, sino que viviera con nosotros,
creciendo a semejanza nuestra y obrando con nuestros mismos modos de obrar.

Es por eso que quería que todos sus actos fueran hechos en mi Voluntad Divina, para darle el
lugar en donde pudiera formar su riachuelo en el mar inmenso del mío.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Todos los actos humanos deben ser transformados en actos divinos.

LECTURA BREVE (Vol. XIV, 11 Noviembre 1922)


“Si yo no hubiera elevado a una criatura de la estirpe común, la cual tenía que abrirle las
puertas a quien se dispusiera a entrar por ellas para vivir en nuestra Voluntad, mi eterno
amor no hubiera quedado contento. Es por eso que me he manifestado a ti tantas veces y que
te he dado a conocer tantos valores y efectos de mi Voluntad, los cuales serán potentes imanes
para atraerte a ti, y luego a los demás, para que vivan en ella.”

RESPONSORIO
G. Te doy todo mi obrar * porque quiero que me correspondas.

T. Te doy todo mi obrar porque quiero que me correspondas.

G. No te opongas a mi Voluntad,

T. * porque quiero que me correspondas.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Te doy todo mi obrar porque quiero que me correspondas.

(ant. de Agrad.) Tengo la costumbre de cubrir mis obras más grandes con las cosas más
ordinarias.

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Tengo la costumbre de cubrir mis obras más grandes con las cosas más
ordinarias.
INTENCIONES

+ Padre Santo, repite en nuestras almas aquel soplo divino que nos diste al inicio de la creación
para que recobremos tu semejanza, perdida a causa del pecado original: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros
+ Haz que con nuestro pequeño Fiat hagamos eco a tu Fiat Divino que corre por toda la
creación:
+ Concédenos vivir siempre fundidos en tu Voluntad Divina:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:
PADRE NUESTRO...
ORACION
Oh Padre, tú que desde el principio de la creación del mundo quisiste hacer la primera copia
de un alma que viviera en tu Voluntad, dispón tú mismo nuestras almas para que nos dejemos
moldear por ti y así puedas hacer de nosotros copias fieles que vivan plenamente en tu
Santísima Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XIV, 21 Abril 1922)


¡Oh Señor, fundidos en tu Santa Voluntad nos elevamos entre el cielo y la tierra y adoramos tu
Majestad Suprema!

¡Te ofrecemos el homenaje de todos, te bendecimos por todos, te amamos infinitamente por
todos!

¡Cielos y tierra se llenan de adoraciones, homenajes y bendiciones! ¡Que todos puedan gozar de
sus efectos!

¡Que tu Voluntad Divina circule en todo y en todos, sea vida, actor y espectador de todo y lleve
por donde quiera su luz eterna y divina! Amén.

(ant. 1) Mi Voluntad quiere actuar en la criatura como actúa en mí mismo.

(Salmo 1) (Vol. XIV, 17 Abril 1922)


Hijo de mi Voluntad, la luz que tú ves no es más que mi Voluntad que quiere consumar la
tuya, para darte la forma de nuestra imagen, es decir, de las tres Divinas Personas;

de manera que transformándote totalmente en nosotros, dejaremos en ti nuestra Voluntad,


como actor divino que nos dará la correspondencia de lo que nosotros hacemos.
De manera que saldrán de nosotros nuestras imágenes; y nuestra Voluntad operante en ti las
tomará todas.

Los intercambios serán mutuos; el amor será recíproco; estaremos en plena armonía, y la
criatura desaparecerá en su Creador.

Y entonces ya no le faltará nada a nuestra alegría, a nuestra felicidad, para la que hicimos la
creación.

Aquel “hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” tendrá su efecto, y así nuestra
Voluntad operante en la criatura hará que todo se cumpla, y la creación nos dará realizada su
finalidad divina.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Voluntad quiere actuar en la criatura como actúa en mí mismo.

(ant. 2) Cada acto hecho en mi Voluntad contiene una vida divina.


(Salmo 2) (Vol. XIV, 16 Noviembre 1922)
Hijo mío, mi Voluntad actúa de diferentes modos, algunas veces hace sus obras, y otras
conserva lo que ha hecho.

En la creación hice mis obras y ordené todo, y después de haber hecho todo, mi Voluntad
conservó todo.

Desde aquel entonces no he vuelto a hacer nada nuevo en el orden de la creación.

Más tarde, mi Voluntad volvió a poner manos a la obra, cuando bajó del cielo a la tierra para
redimir al hombre.

Y mi obra no fue hecha en poco tiempo, como la obra de la creación, sino que duró treinta y tres
largos años, y volví entonces a conservar todo lo que hice en la redención.

Ahora mi Voluntad quiere volver a poner manos a la obra, quiere hacer en la criatura lo mismo
que hizo en mi humanidad.
Gloria al Padre...
(ant. 2) Cada acto hecho en mi Voluntad contiene una vida divina.

(ant. 3) Tengo ansias de verme multiplicado en tus actos.

(Salmo 3) (Vol. XIV, 15 Junio 1922)


Apenas fundes tus pensamientos, tus palabras, obras y reparaciones, y tu pequeño amor en mi
Voluntad, yo los extiendo y los multiplico,

y estos incluso se hacen antídoto de cada pensamiento, palabra y obra, reparación de cada
ofensa, y amor por cada amor que se me debe.
Y si no sucede así, es por carencia de la voluntad humana, que no abandonándose totalmente a
merced de mi Voluntad Divina, no toma todo, ni se puede dar a todos;

y por lo tanto, siente las sensaciones de lo humano que la hacen infeliz, la limitan, la
empobrecen, la vuelven parcial.

Es por eso todo mi interés de que tu voluntad haga vida en la mía y que entiendas bien lo que
significa vivir en ella, en cuanto a criatura es posible; porque si haces así, habrás obtenido todo
y me darás todo.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Tengo ansias de verme multiplicado en tus actos.

LECTURA BREVE (Vol. XIV, 19 Mayo 1922)


“Tú no eres más que un átomo en mi Voluntad; pero en este átomo yo he puesto todo el peso de
mi Voluntad, a fin de que cuando te muevas, el mar inmenso de mi Voluntad reciba su
movimiento, las aguas hagan olas y como agitadas exhalen su frescura, sus perfumes, y se
desborden para bien del cielo y de la tierra. El átomo es pequeño, ligerísimo y no es capaz de
agitar todo el mar inmenso de mi Voluntad, pero poniéndole adentro todo su peso, será capaz
de todo y así me darás la ocasión de poder hacer otros actos divinos.”

RESPONSORIO (Vol. XIV, 29 Abril 1922)


G. Vivir en mi Voluntad es vivir de un palpito eterno y divino, * es palpitar conmigo.

T. Vivir en mi Voluntad es vivir de un palpito eterno y divino, es palpitar conmigo.

G. Es vivir con mi soplo omnipotente,

T. * es palpitar conmigo.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Vivir en mi Voluntad es vivir de un palpito eterno y divino, es palpitar conmigo.

(ant. de Alab.) Tu alma debe ser una copia fiel de mí mismo.

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.


Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de
su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) Tu alma debe ser una copia fiel de mí mismo.

INTENCIONES

+ Señor, consume con tu luz divina nuestra voluntad para que transformados en ti podamos
darte la correspondencia divina que como Dios mereces: ¡Ven Divina Voluntad, ven a
reinar en nosotros!
+ Protege e ilumina al Santo Padre y a nuestros obispos para que siempre guíen sus rebaños
hacia los pastizales divinos de tu Eterna Voluntad:
+ Protege dentro de la unidad de la luz de tu Voluntad Divina a todos los hombres:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, haz que el pequeño átomo de nuestra voluntad humana se funda en tu
Voluntad, para que en cada acto nuestro puedas sentir todo el peso infinito de tu Voluntad que
te ama por todo y por todos en modo divino. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XIV, 9 Junio 1922)


¡Qué bello es verte reposar, oh Jesús! ¡Tú dispones nuestro corazón para encontrar reposo,
poniendo en él todo el amor rechazado que les debías haber dado a las demás criaturas!

¡Qué divino reposo encuentras entonces en nosotros, infundiendo tu soplo en nuestra


inteligencia, quedando así encadenada por tu luz!
¡Encuentras el descanso que todos deberían darte, la correspondencia del amor que ha salido
de ti! ¡Encuentras gloria, reconocimiento, agradecimiento, honor y amor a ti, oh Dios, tres
veces Santo! Amén.

(ant.) Quiero que tus actos hechos en mi Voluntad sean un lecho para mí, en donde yo pueda
hallar reposo.

(Salmo) (Vol. XIV, 11 Septiembre 1922)


Extiende sobre todas las criaturas tu descanso como un manto con el cual las cubras a todas,
porque sólo en mi Voluntad existe verdadero reposo;

y como mi Voluntad todo lo envuelve, reposando en mi Voluntad, te extenderás sobre todos


para implorar para todos el verdadero reposo.

¡Qué bello es ver reposar a una criatura nuestra en los brazos de nuestra Voluntad!

Pero para hallar verdadero reposo, es necesario que eches a andar todos sus actos, sus
palabras, su amor, y sus deseos en nuestra Voluntad.

Para que en cuanto sus actos tomen lugar en nuestra Voluntad, así reciban reposo y yo pueda
reposar en ellos.

Gloria al Padre...

(ant.) Quiero que tus actos hechos en mi Voluntad sean un lecho para mí, en donde yo pueda
hallar reposo.

LECTURA BREVE (Vol. XIV, 11 Noviembre 1922)


“¡Ah! No llegarán a su fin las generaciones si el hombre no regresa a mi seno bello y dominador
como salió de mis manos creadoras. No estoy contento de haberlo sólo redimido; aunque tenga
que seguir esperando —tendré todavía paciencia—, el hombre debe regresar a mí tal como lo
hice, en virtud de mi Voluntad. Haciendo su voluntad cayó en el abismo y se transformó
horriblemente; haciendo mi Voluntad se levantará y adquirirá la nueva transformación en la
naturaleza creada por mí, y entonces podré decir: todo está cumplido: el orden de la creación
ha regresado a mí; y así descansaré en él.”

RESPONSORIO (Vol. XIII, 12 Diciembre 1921)


G. Jesús ayudaba a todos; * lo hacía también mientras dormía.

T. Jesús ayudaba a todos; lo hacía también mientras dormía.

G. Para no infundir temor,

T. * lo hacía también mientras dormía.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Jesús ayudaba a todos; lo hacía también mientras dormía.


(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Padre Santo, haz que todos puedan recibir el Don de tu Divina Voluntad para que reine sobre
la tierra como reina en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.
Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE LOS ANGELES

LAUDES

INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)
Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XIV, 17 Abril 1922)


¡Qué unión, qué posesión es el eco de tu Voluntad en nosotros! ¡La finalidad de la creación
encuentra su cumplimiento!

¡Qué recíprocos intercambios, qué recíproco amor! ¡La criatura en plena armonía desaparece
en su Creador!

¡Nada le falta a tu gozo, a tu felicidad sobre la tierra! ¡Es el eco de tu amor divino que hace eco
en nuestro corazón! Amén.

(ant. 1) ¿Es posible que ningún santo haya vivido en tu Voluntad?


(Salmo 1) (Vol. XIV, 6 Noviembre 1922)
I
¿No quieres convencerte todavía que tanto se toma de luz, de gracia, de verdad y valor por
cuanto se conoce?

Es cierto que hubo santos que hicieron siempre mi Voluntad, pero tomaron de mi Voluntad
tanto cuanto conocían de ella.

Ellos sabían que hacer mi Voluntad era el acto más grande, el que más me honraba; sabían
que llevaba a la santificación; y con esta intención la hacían, y eso mismo tomaban de ella.

Porque no existe santidad alguna, sin mi Voluntad, y no puede salir algún bien ni santidad
alguna por pequeña o grande que sea sin mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) ¿Es posible que ningún santo haya vivido en tu Voluntad?

(ant. 2) Cuando yo doy a conocer algo, imprimo en el alma la cualidad divina que le manifiesto.

(Salmo 2) (Vol. XIV, 6 Noviembre 1922)


II
Tu debes saber que mi Voluntad no ha cambiado en nada; así como era, es y será.

Mi Voluntad ha hecho como haría un gran señor, el cual hace ver paso a paso uno de sus
palacios extensísimo y suntuoso.
A los primeros les ha mostrado el camino que llevaba a su palacio, a los segundos la puerta, a
los terceros la escalinata,

a los cuartos las primeras habitaciones y a los últimos les ha abierto todas las habitaciones,
constituyéndolos dueños y dándoles todos los bienes que hay en el palacio.

Ahora bien, los primeros han tomado los bienes que hay en el camino; los segundos, los que
hay en la puerta, superiores a los que hay en el camino;

los terceros, los de la escalinata; los cuartos, los de las primeras habitaciones, donde se
encuentran más bienes y están más al seguro; y los últimos, los bienes de todo el palacio
entero.

Así ha hecho mi Voluntad; tenía que dar a conocer el camino, la puerta, la escalinata, las
primeras habitaciones, para hacer que pudieran pasar a toda la inmensidad de mi Voluntad.

Debía hacerles ver los grandes bienes que se encuentran en mi Voluntad, el cómo la criatura
obrando en estos bienes que mi Voluntad contiene, puede llegar a obtener la variedad de sus
colores, de su inmensidad, de su santidad y potencia, y de todo mi obrar.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Cuando yo doy a conocer algo, imprimo en el alma la cualidad divina que le manifiesto.

(ant. 3) ¡Si supieras todo lo que sucede cuando te fundes en mi Voluntad!

(Salmo 3) (Vol. XIV, 9 Octubre 1922)


En cuanto tu voluntad entra en mí, se vacía de ti mismo, y mi Voluntad Divina entra a obrar
en ti;

Y conforme obra la mía, la tuya va recibiendo la fuerza de la potencia creadora y se queda


actuando en mí;

y como yo soy un punto solo que contengo, abrazo y hago todo, veo tu voluntad actuando en mí,
con mi potencia creadora, que quiere darme todo y corresponderme por todos;

y con suma satisfacción la veo ante mí, desde el primer instante en que saqué de la nada toda
la creación;

y dejando a todos atrás, se pone hasta adelante, como si fuera la primera criatura creada por
mí, en la cual no existe fractura alguna entre ella y yo, así como hubiera querido que fuera el
primer hombre, y me da el honor, la gloria y el amor, como si la creación jamás se hubiera
salido de mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¡Si supieras todo lo que sucede cuando te fundes en mi Voluntad!


LECTURA BREVE (Vol. XIV, 6 Noviembre 1922)
“Tengo un inmenso deseo de que se conozca el vivir en mi Voluntad Divina para poder hacer
que se repitan en las almas mis obras; será entonces que ya no estaré solo, sino que tendré a la
criatura para que me haga compañía; la tendré conmigo, íntimamente unida a mí, en lo más
profundo de mi Voluntad Divina, casi inseparable de mí, como si apenas hubiera salido de mi
seno tal como cuando fue creada por mí, sin que haya caminado por otros caminos contrarios a
mi Voluntad. ¡Qué contento estaré!”

RESPONSORIO (Vol. XIV, 25 Abril 1922)


G. ¿Quién podrá defender mis derechos sino * quien vive en mi Voluntad?

T. ¿Quién podrá defender mis derechos sino quien vive en mi Voluntad?

G. ¿Quién podrá amarme verdaderamente?

T. * Quien vive en mi Voluntad.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. ¿Quién podrá defender mis derechos sino quien vive en mi Voluntad?

(ant. de Agrad.) Yo amaba el sufrimiento hasta el delirio.

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,
para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Yo amaba el sufrimiento hasta el delirio.

INTENCIONES

+ Llenos de confianza elevamos nuestra oración hacia ti, oh Padre, para que el Reino de tu
Voluntad Divina y todos los bienes que contiene sean conocidos por todos: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Concédenos llenarnos del conocimiento de tu Divina Voluntad para poder llegar a poseer
todos sus bienes:
+ Haz que nos vaciemos de nuestra voluntad humana, para que llenos de la tuya, con nuestros
actos hechos en tu Voluntad la demos a conocer a los demás:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...
ORACION
Te damos gracias, oh Padre, por habernos dado a conocer el Don de tu Divina Voluntad, y te
pedimos que a cada momento infundas en nosotros nuevos conocimientos de ella y de todos sus
bienes, para que así tú puedas recibir la gloria y la satisfacción de ver tu Voluntad operante y
reinante en nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XV, 2 Enero 1923)


¡Oh, cuántas estrellas adornan el cielo de la inteligencia acompañada por tu Fiat Divino!
¡Cuántos soles resplandecientes surgen en ella a cada acto que hace seguido por tu Fiat
Divino!

¡Oh, cuánto más dulces del murmullo del mar son sus palabras acompañadas por tu Fiat! ¡Qué
mares de gracia llenan de tu Fiat el gran vacío del alma!

¡Qué incendios de amor a cada latido cuando tu Fiat sopla en su corazón, cuando sella cada
afecto, tendencia y deseo y forma los más hermosos florecimientos!
¡Oh potencia divina del Fiat eterno operante en la voluntad de la criatura, los cielos
enmudecen y miran estupefactos tus prodigios de amor y de santidad! Amén.

(ant. 1) Mi Voluntad sale continuamente al encuentro de la tuya, acógela y te hará partícipe de


todos sus bienes.

(Salmo 1) (Vol. XIII, 1 Mayo 1921)


La creación no se ha apartado en nada de mi Voluntad: el cielo es siempre azul y está siempre
lleno de estrellas, el sol lleno de luz y calor;

¡Toda la creación está en perfecta armonía, una cosa sostiene a la otra! Es siempre bella,
fresca, joven, jamás envejece, no pierde ni una sombra de su belleza, es más, parece que cada
día resurge más majestuosa, dándole un dulce encanto a todas las criaturas.

Así hubiera sido el hombre si no se hubiera apartado de mi Voluntad, y así son las almas que
viven en mi Voluntad.

Son los nuevos cielos, son los nuevos soles y la nueva tierra, llena de flores, es más, muchísimo
más multiforme de belleza y de encanto.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Voluntad sale continuamente al encuentro de la tuya, acógela y te hará partícipe de


todos sus bienes.

(ant. 2) Hijo mío, gira siempre en la gran rueda de la eternidad.

(Salmo 2) (Vol. XIII, 4 febrero 1922)


En cuanto el alma entra en mi Voluntad, aunque solo fuera con una adhesión, con un
abandono, yo le doy la cuerda para hacerla girar en mi Voluntad como una ruedecilla.

Gira en cuantas inteligencias piensan, en cuantas miradas dan las criaturas, en cuantas
palabras dicen, en cuantas obras y pasos dan;

gira en cada acto divino, en cada movimiento y en cada gracia que desciende del cielo;

en fin, de todo lo que se hace en el cielo y en la tierra, ellas forman un giro.

Los giros de estas ruedecillas son veloces y rápidos, de manera que son incalculables para ellas
mismas, pero yo los numero todos, primero para tomarme la gloria, el amor eterno que me dan,

y luego, para fundir todo el bien eterno, para darles la capacidad de poder superarlo todo, y así
poder abrazar a todos y ser la corona de todo.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Hijo mío, gira siempre en la gran rueda de la eternidad.


(ant. 3) Quien vive en mi Voluntad pone a salvo mi vida.

(Salmo 3) (Vol. XV, 9 Abril 1923)


Amo tanto estos actos hechos en mi Voluntad, que apenas el alma entra en ella para actuar, la
sombra de mi luz la rodea, y yo corro para hacer que mi acto y el suyo sean uno solo;

y como yo soy el acto primero de toda la creación, sin mi primer movimiento todas las cosas
creadas quedarían paralizadas, sin fuerza e incapaces de hacer el más mínimo movimiento.

La vida está en el movimiento, sin éste, todo está muerto; así que yo soy el primer movimiento,
que doy vida y acto a todos los demás movimientos, de modo que al primer movimiento mío la
criatura se pone a girar.

Es como una máquina en la que apenas se pone en movimiento la primera rueda todas las
demás ruedas se ponen a girar.

¿Ves cómo es casi natural que quien obra en mi Voluntad se mueva en mi primer movimiento,
y que obrando en él se encuentre obrando en el movimiento de todas las criaturas?

Yo entonces veo a la criatura, la siento correr en mi mismo movimiento y en todos los


movimientos de las criaturas.

Y así me da tantos actos divinos por cuantos actos humanos ofensivos hacen las criaturas, y
esto sólo porque ha actuado en mi primer movimiento.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Quien vive en mi Voluntad pone a salvo mi vida.

LECTURA BREVE (Vol. XVII, 14 Agosto 1924)


“¡Oh, con cuánto amor quiero que tu gires siempre en mi Voluntad! Tu alma será la ruedecilla
y mi Voluntad te dará cuerda para hacerte girar velozmente sin que te detengas; tu intención
será el punto de partida hacia donde quieras ir. Cualquier camino que quieras tomar: en el
pasado o en el presente, o si quieres entretenerte en los caminos del futuro, como quieras
hacerlo, me serás siempre muy amado y me complacerás sumamente; cualquiera que sea el
punto de partida que tomes.”

RESPONSORIO (Vol. XV, 8 Diciembre 1922)


G. ¡Oh prodigio de mi Voluntad Divina * a ti todo se debe!

T. ¡Oh prodigio de mi Voluntad Divina a ti todo se debe!

G. No existe prodigio más grande que el de mi Voluntad habitando en la criatura;

T. * ¡A ti todo se debe!

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. ¡Oh prodigio de mi Voluntad Divina a ti todo se debe!


(ant. de Alab.) La hicimos Reina porque jamás le dio vida a su voluntad humana.

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) La hicimos Reina porque jamás le dio vida a su voluntad humana.

INTENCIONES
+ Con la potencia del Fiat Divino Dios hizo la creación y el hombre con su voluntad la arruinó,
pidamos a Dios que restablezca el orden original: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Para que la Voluntad Divina sea el primer movimiento de cada uno de nuestros actos:
+ Haz que todos los hombres sepan que las puertas de la Divina Voluntad están abiertas y que
den su fiat para entrar en ella:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Señor, dispón nuestras almas para que aprendamos a vivir en tu Voluntad y a obrar con tus
mismos modos divinos, para que con la potencia de tu Fiat Divino obrando en nosotros, te
demos digna gloria y reparación por nosotros y por todos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XVII, 30 Octubre 1924)


¡A qué sublimes alturas se eleva el alma beata a cada nuevo conocimiento que adquiere sobre
la Santísima Voluntad Divina!

¡En cuanto se manifiesta y se comunica llama de la nada a todas las cosas; llama a la luz a
todos los seres, forma nuevos prodigios jamás concebidos!

¡Qué prodigios, qué orden, hasta los mismos ángeles se quedan sorprendidos, y arrobados
confiesan incesantemente: Santo, Santo, Santo, oh Altísimo Dios nuestro! Amén.

(ant.) Dios creó en el hombre su propia morada, así como creó para el hombre el paraíso
terrestre.

(Salmo) (Vol. XV, 5 Mayo 1923)


Por cuantas veces el alma entra en la Divina Voluntad para orar, obrar, amar o para cualquier
otra cosa, tantos caminos nuevos abre entre el Creador y la criatura,

y la divinidad, viendo que la criatura se hace camino para ir hacia ella, abre a su vez sus
caminos para encontrarse con su criatura.

Y en este encuentro ella copia las virtudes de su Creador, absorbe en sí siempre nueva vida
divina,

se va adentrando cada vez más en los eternos secretos de la Suprema Voluntad, y todo lo que
hace ya no es humano en ella, sino divino;

y este obrar divino en ella forma un cielo de oro en donde la Divinidad, complaciéndose de
encontrar en la criatura su mismo modo de obrar, se pasea, esperándola para recibir sus actos
divinos, para entonces abrirle otros caminos en su divinidad.

Gloria al Padre...

(ant.) Dios creó en el hombre su propia morada, así como creó para el hombre el paraíso
terrestre.

LECTURA BREVE (Vol. XV, 8 Mayo 1923)


“Adelante, camina; debes llegar al principio, y para llegar debes recorrer todas las
generaciones, debes tenerlas todas a la vista, para llevárselas a tu Creador. Tu principio es
Dios y tú debes llegar a aquel punto de la eternidad en que el Eterno creó al hombre, para que
recibas todos los vínculos de la creación y vuelvas a unir todas las armonías que pueden existir
entre el Creador y la criatura.”

RESPONSORIO
G. ¡Si supieras cuánto pierdes * cada vez que te detienes!
T. ¡Si supieras cuánto pierdes cada vez que te detienes!

G. ¡Me privas de un honor divino

T. * cada vez que te detienes!

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. ¡Si supieras cuánto pierdes cada vez que te detienes!

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Altísimo Dios nuestro, por tu luz y por todos los bienes que haces llenando cielos y tierra
de tu eterna Voluntad, te pedimos que nos hagas vivir siempre en ella para darte la
correspondencia de todos los bienes que nos das. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE SAN JOSE

LAUDES

INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XVII, 10 Mayo 1925)


¡Majestad Suprema, cielos y tierra están llenos de tu gloria, de tu dulce imperio y dominio, de
tu eterno e inmenso amor!

¡Te adoramos y te bendecimos, te damos gracias, te amamos, en tu Santísima Voluntad, por


todos y en el corazón de todos!

¡A los pies de tu trono supremo atamos nuestra voluntad humana y con ella la de todos los
hombres, para vivir siempre en tu Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Mi Voluntad hace al alma depositaria de todos los bienes divinos.

(Salmo 1) (Vol. XV, 25 Mayo 1923)


Toda esta máquina del universo, el cielo, el sol, el mar y todo lo demás, fue creado por nosotros
para darlo como don a quienes hubieran hecho nuestra Voluntad; a ellos todo les fue donado
como a hijos legítimos nuestros.

Esto lo hacíamos para salvaguardar la dignidad de nuestras obras, no depositándolas ni


donándolas a gente extranjera, ni a hijos ilegítimos,

los cuales no hubieran comprendido los grandes bienes que contienen, ni hubieran apreciado la
grandeza y la santidad de nuestras obras, sino que las hubieran desperdiciado y despreciado.

Y puesto que cada cosa creada contiene un amor diferente y un bien especial hacia quien es
dirigido el don,
nuestra Voluntad, habitando en ellos y formando en ellos su propia vida, les hubiera hecho
comprender todos estos amores diferentes uno del otro, todas las especialidades de bienes que
hay en todo lo creado;

así que nos hubieran dado la correspondencia por cada diferente amor, y gloria y honor por
todos los bienes que les hemos donado.

Nuestra Voluntad, que los había creado con un solo Fiat y que conocía todos sus secretos,

habitando en nuestros hijos legítimos, les hubiera revelado con otro Fiat nuestros secretos que
todas las cosas creadas esconden, y nos hubiera hecho dar amor por amor; y las armonías y las
comunicaciones serían recíprocas entre ellos y nosotros.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Voluntad hace al alma depositaria de todos los bienes divinos.

(ant. 2) La unión conmigo es vida, la separación es muerte.

(Salmo 2) (Vol. XV, 8 Mayo 1923)


Yo hice al hombre como una flor que debía crecer, colorearse y perfumarse en mi misma
divinidad.

Retirándose de mi Voluntad le sucedió lo mismo que le sucede a una flor que se arranca de una
planta:

mientras está en la planta la flor es bella, tiene un color vivaz, una fragancia perfumada; en
cambio, arrancada de la planta, se seca y se descolora, se transforma horriblemente, y llega
hasta emanar un mal olor.

¡Qué desgracia fue para el hombre, y qué dolor para mí que con tanto amor quería crecer esta
flor en mi divinidad, para deleitarme con ella!

Ahora bien, quiero, con mi omnipotencia, hacer que esta flor arrancada florezca de nuevo,
volviéndola a trasplantar en el seno de mi divinidad.

Pero quiero un alma que quiera vivir en mi Voluntad; ella será la semilla que se prestará, y mi
Voluntad hará todo lo demás.

Así volverán mis delicias de la creación, me recrearé con esta mística flor y me sentiré
recompensado por la obra de la creación.

Gloria al Padre...

(ant. 2) La unión conmigo es vida, la separación es muerte.

(ant. 3) Nadie ha entrado en mi Voluntad Divina, a excepción de mi Madre Santísima y de los


hijos de la Divina Voluntad.
(Salmo 3) (Vol. XV, 24 Enero 1923)
Amado Jesús mío, quiero seguir junto contigo todos los actos que hizo tu humanidad en la
Divina Voluntad.

Hasta donde tú llegaste quiero llegar también yo, para hacer que en todos tus actos puedas
encontrar también los míos.

Así que como tu inteligencia en la Voluntad Suprema recorrió todas las inteligencias de las
criaturas, para darle al Padre Celestial, gloria, amor y reparación por cada pensamiento de la
criatura en modo divino, y sellar con la luz y con la gracia de tu Voluntad cada uno de sus
pensamientos;

así también yo quiero recorrer cada pensamiento desde el primero hasta el último que tendrá
vida en las mentes humanas, para repetir en mí lo que fue hecho por ti.

En tu Voluntad eterna encontraré todos tus actos, como también los de tu Madre y los de todas
las criaturas, y así te daré verdadero amor, gloria y reparación.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Nadie ha entrado en mi Voluntad Divina, a excepción de mi Madre Santísima y de los


hijos de la Divina Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XV, 5 Enero 1923)


“Pon más atención y sigue el Querer de tu Jesús, porque la atención te hará saber en donde
estás y qué es lo que estás haciendo; el conocimiento hará que aprecies y estimes más el divino
palacio de mi Voluntad, como por ejemplo le ayudaría a una persona que sabe que se
encuentra en el palacio de un rey: miraría con atención las cosas y las apreciaría, caminaría
sobre la punta de los pies, hablaría en voz baja, estaría atentísimo para ver si el rey saliera de
alguna habitación, esperando recibir grandes dones del rey. Fíjate pues cómo la atención es el
camino del conocimiento; el conocimiento cambia las personas y las cosas, y las dispone a
recibir grandes dones.”

RESPONSORIO (Vol. XV, 29 Mayo 1923)


G. Yo trabajo las almas con mis propias manos; * me sirvo de las criaturas siempre y sólo en
orden secundario.

T. Yo trabajo las almas con mis propias manos; me sirvo de las criaturas siempre y sólo en
orden secundario.

G. Yo tengo la primacía y las voy formando para mí conforme a mis designios;

T. * me sirvo de las criaturas siempre y sólo en orden secundario.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Yo trabajo las almas con mis propias manos; me sirvo de las criaturas siempre y sólo en
orden secundario.
(ant. de Agrad.) Todo lo que quiere Dios también lo quiero yo; si no lo quiere Dios tampoco yo.

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Todo lo que quiere Dios también lo quiero yo; si no lo quiere Dios tampoco yo.

INTENCIONES
+ Invocamos desde el inicio del día tu ayuda, oh Señor, para que tú mismo cuides todos los
bienes que nos das: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que así como la aurora anuncia el nuevo día, el día de tu Divina Voluntad surja en
nuestras almas:
+ Concédenos poder volar continuamente sobre las alas de tu Voluntad Divina para poder
corresponderte por todo y por todos con tu mismo amor divino:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:
PADRE NUESTRO...

ORACION
Danos, Señor, el don de tu Voluntad, para que nos ilumine con su luz y sepamos ver y
reconocer tantas especialidades de amor que nos das en cada cosa creada. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XVI, 24 Mayo 1924)


¡Oh celestial doctrina de la Divina Voluntad, tú eres más que agua cristalina tomada de la
fuente purísima de la divinidad, más que un resplandeciente sol que ilumina y calienta!

¡Espejo brillantísimo en el que el alma mirándose en él queda tan conmovida que siente en sí
toda la voluntad de purificarse de cualquier mancha!

¡Oh luz de la Divina Voluntad, revélanos siempre más el misterio del Dios trino y uno, fuente
de eterno amor! Amén.

(ant. 1) Mi llanto de amor será substituido por un gozo inmenso.

(Salmo 1) (Vol. XIV, 4 Febrero 1922)


Quiero refrigerio para mis llamas, quiero desahogar mi amor, y sin embargo las criaturas lo
rechazan.

Tú debes saber que yo, al crear al hombre, saqué de mi divinidad, una cantidad de amor que
les habría debido servir a las criaturas como vida primaria, para enriquecerlas, sostenerlas y
fortificarlas, y para ayudarlas en todas sus necesidades.

Pero el hombre rechaza este amor mío, y mi amor ha andado errante desde que el hombre fue
creado, gira siempre sin detenerse nunca, y rechazado por uno, corre hacia otro para darse, y
viéndose rechazado de nuevo, llora amargamente.

No obstante, el amor que ha salido de mí no lo retiraré; seguirá andando errante, su llanto


durará todavía, hasta que encuentre almas que tomen este amor mío hasta el último céntimo.

Serán las almas que vivirán en mi Voluntad las que tomarán todo el amor que han rechazado
las otras generaciones;

con la potencia de mi Voluntad creadora lo multiplicarán cuanto quieran, por cuantas


criaturas me lo han rechazado;
sólo entonces cesará mi amargo llanto, el cual será substituido por el llanto de gozo; y el amor
apagado les dará a estas dichosas almas todos los bienes y la felicidad que los demás no han
querido.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi llanto de amor será substituido por un gozo inmenso.

(ant. 2) Vivir en mi Voluntad es hacer que me restituyan las alegrías de la creación.

(Salmo 2) (Vol. XVI, 20 Febrero 1924)


¡Ah, tú no sabes qué significa vivir en mi Voluntad! Significa hacer que me restituyan las
puras alegrías de la finalidad de la creación, mis inocentes diversiones del por qué creé al
hombre.

Significa quitarme toda la amargura que la pérfida voluntad humana me dio casi desde el
inicio de la creación.

Significa un intercambio continuo de voluntad humana y divina: y el alma, temiendo su


voluntad, vive de la mía, y esta Voluntad mía va llenando el alma de alegrías, de amor y de
bienes infinitos.

¡Oh, qué feliz me siento de poder darle lo que quiero a esta alma, porque mi Voluntad contiene
tal capacidad que puede recibirlo todo!

Así que entre ella y yo ya no existen divisiones, sino una estable unión tanto en el obrar, como
en el pensar y en el amar;

porque mi Voluntad la suple en todo, de manera que estamos perfectamente de acuerdo y en


comunidad de bienes.

Esta había sido la finalidad de la creación del hombre: hacer que viviera como hijo nuestro y
poner en común con él nuestros bienes, para que fuera feliz en todo y que nosotros gozáramos
de su felicidad.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Vivir en mi Voluntad es hacer que me restituyan las alegrías de la creación.

(ant. 3) Se necesita pleno abandono en mí para vivir en mi Voluntad.

(Salmo 3) (Vol. XVI, 10 Febrero 1924)


Si el alma no vive totalmente abandonada en mi Voluntad, sería como una persona que
habitando en un suntuoso palacio, se estuviera asomando por las ventanas y los balcones, y
que luego bajara a la puerta,
de tal modo que la pobrecita, poco o sólo de paso, pasa por alguna habitación; de manera que
no entiende nada del régimen, ni del trabajo que se necesita hacer en dicho palacio, ni de los
bienes que en él se encuentran, de lo que puede tomar o de lo que puede dar.

Quien sabe cuántos bienes hay y ella no entiende nada de ellos; por eso no ama como debería
amar, y no aprecia aquel palacio como debería, si lo conociera.

Las reflexiones propias, el ocuparse de sí misma, los temores, las turbaciones, no son más que
las ventanas, los balcones, las puertas que hace en mi Voluntad,

y saliendo muy seguido, está obligada a ver y a sentir las miserias de la vida humana;

y puesto que las miserias son propiedad suya, y las riquezas de mi Voluntad son mías, se
apega más a las miserias que a las riquezas, por lo que no llegará a amar, ni a gustar lo que
significa vivir en mi Voluntad;

y habiéndose formado la puerta, un día u otro se irá para vivir en el miserable tugurio de su
voluntad.

¿Te das cuenta entonces de cómo es necesario abandonarse totalmente en mí, para vivir en mi
Voluntad?

Gloria al Padre...

(ant. 3) Se necesita pleno abandono en mí para vivir en mi Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 29 Diciembre 1923)


“Vivir en mi Voluntad Divina es traer toda la creación a mi presencia y darme en nombre de
todos la correspondencia de todos sus deberes para conmigo; nadie se te debe escapar, de lo
contrario, mi Voluntad encontraría algunos vacíos en la creación y no quedaría apagada; y
para hacer que no se te escape nadie, entra en mi humanidad, y en ella encontrarás todos sus
actos como depositados y así encontrarás todo y me darás en cambio amor por todos y por
todo.”

RESPONSORIO (Vol. XIII, 13 Agosto 1921)


G. En el alma que vive en mi Voluntad * yo no digo un solo Fiat, sino repetidos Fiat.

T. En el alma que vive en mi Voluntad yo no digo un solo Fiat, sino repetidos Fiat.

G. Repito mi Fiat y en ella se extienden nuevos cielos, nuevos soles y estrellas de amor y de
luz;

T. * yo no digo un solo Fiat, sino repetidos Fiat.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. En el alma que vive en mi Voluntad yo no digo un solo Fiat, sino repetidos Fiat.

(ant. de Alab.) A mi me gusta entenderme con los pequeños, porque todo me lo atribuyen a mí.
Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) A mi me gusta entenderme con los pequeños, porque todo me lo atribuyen a mí.
INTENCIONES
+ Señor, haz que vivamos siempre totalmente abandonados en tu Santísima Voluntad, para
poder así conocer y vivir plenamente en tu Reino como en el cielo así en la tierra: ¡Ven Divina
Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Ilumina con la luz de tu Voluntad Divina las mentes de quienes no te conocen, para que
conociéndote sientan la necesidad irresistible de amarte como mereces ser amado:
+ Haz que el conocimiento de tu Voluntad se extienda por todo el mundo para que pronto se
restablezca el orden primero de la creación:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Padre Santo, postrados ante tu Majestad Suprema, te pedimos que nos hagas tomar el
amor, la adoración y la santidad de tu Voluntad, para que a cada instante te ofrezcamos en
nombre de todos la correspondencia de todo lo que la criatura debería darte por haberla
creado, redimido, santificado e invitado a vivir en tu Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...
HIMNO
¡Lo humano calla y no tiene palabras para aclamar el triunfo de tu Voluntad Suprema!

¡Es un triunfo divino sobre la creación entera cuando la criatura obra en tu Voluntad!

¡Es el prodigo de los prodigios, pero sin estrépito, sin aclamaciones humanas!

¡Amor, gloria y honor divino, reparación y compensación divina, por el triunfo de tu Voluntad
en la criatura! Amén.

(ant.) En mi Voluntad los pequeños deben estar hasta adelante de todos.

(Salmo) (Vol. XVI, 8 Febrero 1924)


¡Si tú supieras con cuanto amor te espera nuestro Padre Celestial, la alegría, la felicidad que
siente al ver que así tan pequeño le traes en tu regazo a toda la creación, para darle la
correspondencia por todos!

Siente que le vuelve la gloria, las alegrías, los gozos de la finalidad de la creación.

Por eso, es necesario que te pongas adelante de todos; y después de que te hayas puesto hasta
adelante, te darás la vuelta en nuestra Voluntad y te pondrás detrás de todos:

te los pondrás como en tu regazo y nos los traerás a todos a nuestro seno divino; y nosotros,
viéndolos cubiertos con tus actos hechos en nuestra Voluntad, los acogeremos con más amor;

y nos sentiremos más dispuestos a vincular nuestra Voluntad con la de las criaturas, para
hacer que vuelva a dominar plenamente.

Por eso, ánimo, los pequeños se pierden entre la muchedumbre; es necesario que te pongas
hasta adelante para cumplir la misión de tu oficio en nuestra Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) En mi Voluntad los pequeños deben estar hasta adelante de todos.

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 16 Octubre 1923)


“Tu tarea es vivir entre nosotros y hacer tuyo lo que es nuestro, y dárnoslo a nosotros por todos
tus hermanos; de manera que nosotros, atraídos por lo que es nuestro, podamos quedar
vinculados con las generaciones humanas y así volver a darles el beso supremo de la unión de
su voluntad con la nuestra, como se lo dimos al hombre cuando lo creamos.”
RESPONSORIO
G. Oh Dios, * quiero vivir en tu Voluntad.

T. Oh Dios, quiero vivir en tu Voluntad.

G. En cada momento

T. * quiero vivir en tu Voluntad.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Oh Dios, quiero vivir en tu Voluntad.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Padre, haz que nos fundamos en tu Santísima Voluntad Divina, para que poniéndonos
hasta adelante de todas las generaciones, podamos vincular tu Voluntad Divina a la voluntad
de todas las criaturas y hacer de las dos una sola. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE LA SANTISIMA EUCARISTIA

LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XVI, 29 Diciembre 1923)


¡Eterna es tu Voluntad, oh Señor, eterno el vínculo que a ti nos une! ¡Eternos los actos que en
tu Voluntad hacemos junto contigo!

¡Eterna es esa vena que corre dentro de nosotros y que nos hace inseparables de ti! ¡Oh, cómo
cada acto que multiplicamos en ti nos participa siempre más tu eternidad!

¡Eterno eres tú en nosotros, oh Jesús, eternos somos nosotros en ti, en la gloria inmensa e
infinita de tu Divina y eterna Voluntad! Amén.

(ant. 1) Ven a tomar posesión de tus bienes eternos en mi Voluntad.

(Salmo 1) (Vol. XV, 18 Marzo 1923)


Cuando creamos al hombre, nuestra Voluntad Suprema fue que debía vivir en nuestra
Voluntad Divina;

y teniendo que vivir en ella debería tomar lo que es nuestro, para vivir a expensas nuestras,
devolviéndole a nuestra Voluntad tantos actos divinos por cuantos actos humanos hacía en la
nuestra;
y esto para enriquecerlo de todos los bienes que nuestra Voluntad contiene; pero el hombre
quiso vivir en su voluntad, a expensas suyas y por eso se exilió de su patria y perdió, todos
estos bienes;

así que mis bienes se quedaron sin herederos; eran inmensos y nadie los poseía; fue así que mi
humanidad vino a tomar posesión de todos los bienes que el hombre había rechazado, viviendo
a cada instante en esta Voluntad Divina.

Yo quise vivir siempre a expensas suyas, nacer, crecer, padecer, obrar y morir en el eterno beso
de la Voluntad Suprema,

y mientras vivía en ella, se me iba dando la posesión de tantos bienes desocupados, que el
hombre ingrato había hecho a un lado.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Ven a tomar posesión de tus bienes eternos en mi Voluntad.

(ant. 2) ¡Corre, vuela en mi Voluntad y harás en cada latido de tu corazón el giro de la


eternidad!

(Salmo 2) (Vol. XVI, 24 Febrero 1924)


¡Mi Voluntad es inmensa, contiene toda la eternidad

¡Si tú supieras todo el bien que contiene una sola palabra sobre mi Voluntad, un solo acto
hecho por la criatura en mi Voluntad, te quedarías aturdido! En este acto, la criatura toma
como en su puño cielo y tierra.

Mi Voluntad es vida de todo y corre por doquier, y la criatura con mi Voluntad corre en cada
afecto, en cada latido, en cada pensamiento, en todo lo que hacen las criaturas;

corre en cada acto del Creador, en cada bien que hago, en la luz que le mando a la inteligencia,

en el perdón que le dono, en el amor que le envío, en el amor que inflamo, en las almas que
beatífico, en todo.

No existe bien que yo haga, ni punto de la eternidad en el que no tenga un lugarcito.

¡Oh, cuánto la amo, siento que es inseparable de mí! Es la verdadera confidente de mi


Voluntad, y jamás la dejo sola. Por eso, corre en mi Voluntad, y te podrás dar cuenta muy bien
de lo que te digo.

Gloria al Padre...

(ant. 2) ¡Corre, vuela en mi Voluntad y harás en cada latido de tu corazón el giro de la


eternidad!
(ant. 3) Gira siempre en mi Voluntad para que me des nuevas ocasiones de estar dándote
siempre.

(Salmo 3) (Vol. XVI, 19 Mayo 1924)


Los actos de la criatura se convierten en eternos y divinos con solo vivir en mi Voluntad,
porque mi Voluntad es eterna y divina.

Como todo lo que sale de ella es parto de una Voluntad Divina y eterna, no puede excluirse que
ese acto sea eterno y divino, siempre y cuando la criatura haga a un lado su voluntad humana
para darle lugar a la mía.

Si hace así, sus actos están contados entre los míos, tanto el grande como el pequeño; y
además, lo mismo sucedió en la creación: ¿cuántas cosas no fueron creadas? Hasta la más
pequeña semilla y los insectos;

pero por más pequeños que sean, no se puede decir que las obras grandes fueron creadas por
esta Voluntad Suprema y que por lo tanto son obras divinas, y que las pequeñas no hayan sido
creadas por una mano divina.

Ahora bien, si todas las cosas creadas, grandes y pequeñas, por haber sido creadas en virtud de
mi Fiat omnipotente, pueden llamarse obras divinas,

más aún los actos que mi Voluntad hace en el alma que me da plena libertad de actuar,
poniendo a los pies de mi Voluntad la suya.

Si las demás criaturas pudieran ver a un alma que deja vivir a mi Voluntad en sí misma, se
verían cosas jamás vistas.

Un Dios obrando en el pequeño circulo de la voluntad humana, es la cosa más grande que
puede existir sea en el cielo que en la tierra.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Gira siempre en mi Voluntad para que me des nuevas ocasiones de estar dándote
siempre.

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 19 Marzo 1924)


“Cuando el alma entra en mi Voluntad, es su amor, son sus actos que llenándose de virtud
divina, hacen que surja mi vida a medida que sus actos se van haciendo y extendiendo más o
menos. Es por eso que hago fiesta cuando veo que la criatura toma de lo mío y me da mi amor,
mi gloria y hasta mi misma vida. Es tanta mi felicidad que a la criatura no le es consentido el
poder comprenderla mientras viva en el exilio, pero lo comprenderá en la patria celestial,
cuando se verá correspondida con tantas vidas divinas por cuantas formó sobre la tierra.”

RESPONSORIO (Vol. XVI, 20 Febrero 1924)


G. ¡Si tú supieras cómo anhelaba que vinieras a la luz * para hacerte vivir en mi Voluntad!

T. ¡Si tú supieras cómo anhelaba que vinieras a la luz para hacerte vivir en mi Voluntad!
G. ¡Cuáles dones te preparaba para obtener mi propósito! ¡Desde que soy Dios soñé este día!

T. * ¡Para hacerte vivir en mi Voluntad!

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. ¡Si tú supieras cómo anhelaba que vinieras a la luz para hacerte vivir en mi Voluntad!

(ant. de Agrad.) Cuando vine a la tierra yo no me ocupé de otra cosa que de la Voluntad de mi
Padre.

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Cuando vine a la tierra yo no me ocupé de otra cosa que de la Voluntad de mi
Padre.

INTENCIONES
+ En este nuevo día, te pedimos, oh Padre, que nos comuniques tus modos divinos para poder
darte siempre gloria plena y digna de ti: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Como alba que surge, haznos renacer siempre en tu Voluntad Divina:
+ Haz que vivamos tan abismados en ti que ya no veamos nada más que tu Santa Voluntad:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Voluntad Suprema, líbranos de las densas tinieblas producidas por la voluntad humana,
para que podamos respirar el aire purísimo de tu Santa Voluntad y así vivir siempre
abismados en ella. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XVII, 10 Mayo 1925)


¡Amor y gloria a nuestro Creador, en el sol, en los cielos, en el firmamento, en las estrellas, en
la noche y en el día, en la fragancia divina de la mañana!

¡Amor y gloria a nuestro Creador, en las cimas de los montes, en la profundidad de los valles,
en el mar y en todo lo que esconde!

¡Amor y gloria a nuestro Creador, en el canto de los pájaros y en el viento, en la flor que crece
sobre la tierra, en la dulzura de los frutos del campo!

¡Amor y gloria a nuestro Creador, en el corazón de cada criatura, en la armonía de todas las
cosas, en la unidad de la luz de su Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Yo hice al hombre para que girara a mi alrededor, como todas las cosas giran alrededor
del sol.

(Salmo 1) (Vol. XVI, 13 Marzo 1924)


Qué bello es ver a la criatura vivir en nuestra Voluntad; mientras vive de nuestros reflejos,
absorbe en sí la semejanza con su Creador;

de modo que se embellece, se enriquece y se engrandece tanto, que puede tomar a todos y
traernos todo, y obtiene tanto amor de parte nuestra que nos puede amar por todos.

Es tal y tanto nuestro amor por el alma que vive en nuestra Voluntad, que lo que nosotros
somos por naturaleza, el alma lo llega a ser en virtud de nuestra Voluntad.
Todo derramamos en ella; no le dejamos ni siquiera una fibra que no esté llena de lo nuestro.

La llenamos tanto, que llega a desbordarse, y a formar ríos y mares divinos a su alrededor, y
en estos mares nosotros bajamos a divertirnos, y miramos con amor nuestras obras,
sintiéndonos plenamente glorificados.

Por eso, sigue viviendo en la luz purísima de mi Voluntad, si quieres que Dios repita una vez
más aquellas palabras que dijo cuando creó al hombre:

En virtud de nuestra Voluntad, hagamos a esta alma a nuestra imagen y semejanza.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Yo hice al hombre para que girara a mi alrededor, como todas las cosas giran alrededor
del sol.

(ant. 2) Dios hizo la creación para llenarla de sí mismo.

(Salmo 2) (Vol. XVI, 28 Febrero 1924)


En cuanto la divinidad decretó la creación, hizo salir de sí misma todo lo que debía darle a la
criatura: los dones, los besos, las caricias, las gracias y el amor que debía manifestarle.

Así como creó el sol, las estrellas, el cielo azul y todo lo demás, así también creó todos los dones
con los cuales debía enriquecer a las almas.

Ahora bien, cuando el alma se apartó de mi Voluntad Suprema, rechazó todos los dones; pero
la divinidad no los retiró, sino que los dejó suspendidos en su Voluntad,

esperando que la voluntad humana se uniera a ella y entrara al orden primero creado por ella,
para hacer correr en la naturaleza humana los dones establecidos por ella.

Así que están suspendidos en mi Voluntad todas las finezas de amor, los besos, las caricias, los
dones, las comunicaciones y los inocentes entretenimientos que debía haber tenido con Adán si
no hubiera pecado.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Dios hizo la creación para llenarla de sí mismo.

(ant. 3) La verdadera adoración está en el acuerdo completo de la perfecta unión de la Voluntad


de Dios con la voluntad del hombre.

(Salmo 3) (Vol. XVI, 13 Mayo 1924)


Cuanto más el alma unifica su voluntad con la de su Creador, tanto más completa y perfecta es
su adoración.
Y si la voluntad humana no es una con la divina, y más aún, si se encuentra alejada de Dios,
no se puede decir que es adoración, sino una sombra, o bien una tinta sin color, que ni siquiera
deja huella;

y si además la voluntad humana no está dispuesta a recibir el beso de la unión de la Voluntad


Suprema, en vez de adoración puede ser insulto o desprecio.

El primer acto de adoración, es el de reconocer la Voluntad de su Creador para cumplirla y si


no se hace esto, con las palabras se adora, pero con los hechos se insulta y se ofende.

Y si quieres conocer el verdadero y perfecto modelo de adoración, ven conmigo en medio de las
tres Divinas Personas.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La verdadera adoración está en el acuerdo completo de la perfecta unión de la Voluntad


de Dios con la voluntad del hombre.

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 2 Marzo 1924)


“Toda la creación fue creada para que todos hicieran mi Voluntad. La vida de las criaturas
debía correr en mi Voluntad como la sangre corre en las venas; debían vivir en ella como
verdaderos hijos míos, nada les debía ser extraño de todo lo que me pertenece. Yo debía ser su
tierno y amante Padre, y ellos debían ser mis tiernos y amantes hijos.”

RESPONSORIO (Vol. XVII, 6 Octubre 1924)


G. Te recomiendo que * jamás quieras salir de mi Voluntad.

T. Te recomiendo que jamás quieras salir de mi Voluntad.

G. Si no quieres multiplicar mi dolor y perder la finalidad para la que fuiste creado,

T. * jamás quieras salir de mi Voluntad.

G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

T. Te recomiendo que jamás quieras salir de mi Voluntad.

(ant. de Alab.) Si tú no interrumpes mi obrar, todo puedo hacer en ti.


Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.


Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de
su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) Si tú no interrumpes mi obrar, todo puedo hacer en ti.

INTENCIONES
+ Llenos de alegría te damos gracias, oh Padre, por el Don de tu Voluntad y te pedimos que su
Reino se difunda por todo el mundo: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que recobremos tu imagen y semejanza perdida a causa del pecado original:
+ Concédenos vivir en tu Voluntad para así poder adorarte, amarte y darte gracias como tú
siempre has esperado:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, por la gracia inmensa que nos has dado de vivir en tu Voluntad, te suplicamos
nos concedas que no queramos ocuparnos de otra cosa que de ofrecerte un acto continuo de
amor y de acción de gracias por todo y por todos en tu Santísima Voluntad. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.

COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO
¡Quien vive en mi Voluntad es mi campo preferido en donde yo trabajo, siembro y recojo!

¡No me ensucio cuando lo siembro, porque mi Voluntad lo ha convertido en un campo de luz!


¡Me divierto sembrando pequeñas luces, que a medida que van creciendo van formando soles
resplandecientes!

¡Glorifiquemos eternamente al divino sol de la Voluntad Suprema del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo! Amén.

(ant.) Tú debes hacer que mi Voluntad tenga su vida continua en ti.

(Salmo) (Vol. XVII, 29 Junio 1925)


En mi Voluntad no existe la noche ni el sueño, es siempre pleno día y plena vela.

No hay tiempo para dormir, porque hay mucho que hacer, que poseer y que gozar.

Por lo tanto, tú debes aprender a vivir en el largo día de mi Voluntad, para hacer que mi
Voluntad pueda tener su vida continua en ti.

Encontrarás en ella el más bello descanso, porque mi Voluntad hará que te eleves siempre más
hacia tu Dios, y que lo comprendas siempre más;

y cuanto más comprenderás a Dios, tanto más se agrandará tu alma, para poder ganar el
reposo eterno, con todas aquellas felicidades y alegrías, que contiene el descanso divino.

¡Oh, qué bello será este reposo para ti! ¡Reposo que sólo se puede hallar en mi Voluntad!

Gloria al Padre...

(ant.) Tú debes hacer que mi Voluntad tenga su vida continua en ti.

LECTURA BREVE (Vol. XVII, 6 Octubre 1924)


“¡Qué bello es ver a una alma que se funde en mi Voluntad! En cuanto se funde en ella, el
pálpito creado toma lugar y vida en el pálpito increado, formando de los dos uno solo, y corre y
palpita junto con el pálpito eterno. Esta es la más grande felicidad del corazón humano:
palpitar en el pálpito eterno de su Creador. Mi Voluntad lo eleva y el pálpito humano se arroja
al centro de su Creador.”

RESPONSORIO
G. En el alma que vive en mi Voluntad * ¡qué bello es mi descanso!
T. En el alma que vive en mi Voluntad ¡qué bello es mi descanso!
G. Sus actos hechos en mi Voluntad me forman el lecho;
T. * ¡qué bello es mi descanso!
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. En el alma que vive en mi Voluntad ¡qué bello es mi descanso!

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
Cántico (Testamento espiritual de Luisa)
Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Padre, concédenos fundirnos en tu Voluntad y hacer nuestra la humanidad de Jesús para
encontrar en ella todas las voluntades humanas y vincularlas de nuevo a tu Voluntad Divina.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.


Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE LA PASION

LAUDES

INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)
Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XVII, 23 Abril 1925)


Ven a la inmensidad de mi Voluntad, todo el cielo y las cosas creadas por mí esperan el beso
del alma dichosa que vive como ellos en la Divina Voluntad,

para corresponderle con su beso y poner en común con ella la gloria y la felicidad que ellos
poseen

¡Gloria, honor y bendición sean dadas eternamente al uno y trino Señor en su Santísima
Voluntad! Amén.

(ant. 1) El vivir en mi Voluntad hace que el alma sea inseparable de mí.

(Salmo 1) (Vol. XVII, 14 Junio 1924)


¡Qué bello es ver a un alma actuar en mi Voluntad!

Dicha alma arroja su acción, su pensamiento, su palabra en mi Voluntad. Es como una esponja
que se impregna de todos los bienes que contiene la Voluntad Suprema.

Se pueden ver en el alma tantos actos divinos que difunden luz y que casi no se puede
distinguir si son actos del Creador o de la criatura.

Como se han impregnado de esta Voluntad eterna, han absorbido en sí la potencia, la luz y el
modo de obrar de la majestad eterna.

Gloria al Padre...

(ant. 1) El vivir en mi Voluntad hace que el alma sea inseparable de mí.

(ant. 2) Vivir en mi Voluntad es vivir como hijo.

(Salmo 2) (Vol. XVII, 18 Septiembre 1924)


Vivir en mi Voluntad es reinar en ella y con ella; mientras que hacer mi Voluntad es estar a
mis órdenes.

El primer estado es poseer; el segundo es recibir disposiciones y ejecutar órdenes.

Vivir en mi Voluntad es tomar posesión de mi Voluntad como cosa propia, es disponer de ella;

Hacer mi Voluntad es tenerla en cuenta como Voluntad de Dios, no como cosa propia, ni poder
disponer de ella como uno quiera.

Vivir en mi Voluntad es vivir con una sola Voluntad, es decir, la de Dios.


Hacerla, es vivir con dos voluntades, de modo que cuando doy orden de ejecutar la mía, las
criaturas sienten el peso de su propia voluntad que quiere oponerse,

y a pesar de que siguen con fidelidad las órdenes de mi Voluntad, sienten el peso de su
naturaleza rebelde, de sus pasiones e inclinaciones.

Vivir en mi Voluntad es el modo de vivir que más se acerca al de los bienaventurados del cielo;

y es tanta la diferencia que hay entre quien vive en mi Voluntad y quien simplemente está
uniformado a ella, y que la hace siguiendo fielmente sus órdenes, cuan lejano está el cielo de la
tierra, cuanta distancia hay entre un hijo y un siervo, entre un súbdito y un rey.

Este vivir en mi Voluntad es el Don que les quiero dar a las criaturas en estos tiempos tan
tristes: quiero que no solamente hagan mi Voluntad, sino que la posean.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Vivir en mi Voluntad es vivir como hijo.

(ant. 3) En cada latido del corazón de la criatura, mi Voluntad forma su giro completo en toda
la creación.

(Salmo 3) (Vol. XVII, 6 Octubre 1924)


Así como el latido de la criatura es continuo, y si cesa el latido cesa la vida, así mi Voluntad,
para darles vida divina a las criaturas, más que el latido, gira y forma su latido en cada
corazón.

¿Pero, quieres saber qué hace este latido de mi Voluntad en la criatura?

Si la criatura piensa, mi Voluntad corre y circula como la sangre entre las venas del alma y le
da el pensamiento divino, para que haga a un lado el pensamiento humano, y le dé su puesto
de honor al pensamiento de mi Voluntad.

Es tanto el amor y el celo de mi Voluntad en la criatura, que mientras late, si la criatura


quiere pensar, se hace pensamiento;

si quiere ver, se hace ojo; si quiere hablar, se hace palabra; si quiere obrar, se hace obra; si
quiere caminar, se hace pie; si quiere amar, se hace fuego.

En fin, corre y gira en cada acto de la criatura para tomar en él su puesto de honor que le
corresponde. Pero con sumo dolor nuestro, la criatura le niega ese puesto de honor, y le da ese
puesto a su voluntad humana.

Gloria al Padre...

(ant. 3) En cada latido del corazón de la criatura, mi Voluntad forma su giro completo en toda
la creación.
LECTURA BREVE (Vol. XIII, 13 Agosto 1921)
“Hijo mío, conforme piensas en mi Voluntad, conforme hablas, obras y amas, das a luz tantos
hijos de mi Voluntad por cuantos pensamientos tienes, por cuantas palabras dices, por cuantas
obras y actos de amor haces. Estos hijos se multiplican infinitamente en mi Voluntad y giran
por el cielo y por toda la tierra, llevando al cielo nueva alegría, nueva gloria y felicidad, y a la
tierra nueva gracia. Visitando todos los corazones, llevan consigo mis suspiros y mis gemidos, y
las súplicas de su Madre que los quiere salvos y que quiere darles su vida.”

RESPONSORIO (Vol. XVII, 30 Mayo 1925)


G. Mi vida es para el alma * más de lo que el alma es para el cuerpo.
T. Mi vida es para el alma más de lo que el alma es para el cuerpo.
G. El vivir en mi Voluntad la hace inseparable de mí,
T. * más de lo que el alma es para el cuerpo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Mi vida es para el alma más de lo que el alma es para el cuerpo.
(ant. de Agrad.) ¡Qué bello es ver a un alma obrar en mi Voluntad!

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,
para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) ¡Qué bello es ver a un alma obrar en mi Voluntad!

INTENCIONES
+ Te pedimos, oh Dios, que en este día nos concedas un mayor conocimiento de tu Santísima
Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Concédenos la gracia de morir en cada instante a nuestra voluntad humana para vivir cada
vez más profundamente en la tuya:
+ Enciende en nosotros el fuego de tu amor para glorificarte en la tierra, así como los
bienaventurados celestiales te glorifican en el cielo:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Jesús, concédenos recorrer cielos y tierra junto contigo, para hacer nuestro el amor que
has puesto en todas las cosas creadas por amor a las criaturas, y así darte la correspondencia
de amor por todos como si todos vivieran en tu Santísima Voluntad. Tú que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.

VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XVII, 15 Marzo 1925)


¡Oh, cómo la luz de tu Voluntad transforma nuestra voluntad en la tuya, forma de las dos una
sola vida y tu luz se hace vida en nosotros!

¡Oh, cómo el calor que contiene tu luz, vacía y consume todo lo que impide nuestra unificación
con tu vida, para dar cumplimiento a tus decretos divinos!

¡A ti, oh Padre, a ti Jesús, y al Espíritu Santo sea dada la gloria que todas las criaturas
deberían darles en la Divina Voluntad! Amén.

(ant. 1) Fundiéndote en mi Voluntad pones en movimiento cielos y tierra.


(Salmo 1) (Vol. XVII, 4 Enero 1925)
Fundirte en mi Voluntad es el acto más solemne, más grande y más importante de toda tu
vida.

Fundirte en la Voluntad Divina es entrar en el ámbito de la eternidad, abrazarla, besarla y


recibir el depósito de todos los bienes que contiene la Voluntad eterna.

Es más, en cuanto el alma se funde en la Divina Voluntad, todos salen a su encuentro para
comunicarle todos sus bienes y su gloria.

Los ángeles, los santos, la misma Divinidad, todos se comunican, sabiendo que se comunican
en esa misma Voluntad en la que todo está al seguro.

Es más, el alma, recibiendo estos bienes, con sus actos hechos en la Divina Voluntad, los
multiplica y le dona a todo el cielo doble gloria y honor.
Gloria al Padre...
(ant. 1) Fundiéndote en mi Voluntad pones en movimiento cielos y tierra.

(ant. 2) El sol de mi Voluntad quiere transformar la voluntad humana en otro sol totalmente
semejante a mí.

(Salmo 2) (Vol. XVII, 17 Septiembre 1924)


¡Qué bello es el sol de mi Voluntad! ¡Qué potencia, qué maravilla!

Tan pronto como el alma se quiere fundir en ella para abrazar a todos, mi Voluntad,
transformándose en sol, hiere al alma y forma otro sol en ella;

y conforme va formando sus actos, estos se vuelven rayos que hieren al sol de la Voluntad
Suprema, y envolviendo a todos en esta luz, ama, glorifica y satisface por todos a su Creador.

Y lo que es más, no con amor, gloria y satisfacción humanos, sino con amor y gloria divinos,
porque el sol de mi Voluntad, ha obrado en ella.

Y esto es vivir en mi Voluntad: que el sol de mi Voluntad, transformando en sol la voluntad


humana, obre en ella como en su propio centro.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El sol de mi Voluntad quiere transformar la voluntad humana en otro sol totalmente
semejante a mí.

(ant. 3) El dolor en el alma prepara un vacío en donde yo puedo depositar mis verdades.

(Salmo 3) (Vol. XVII, 25 Junio 1925)

Mi Voluntad quiere darse siempre más, y para darse más a las criaturas, quiere hacer que la
comprendan mejor;
y para hacer que sea más estable, más seguro y apreciable lo que manifiesta, da nuevas penas
para mayormente disponer y preparar en ellas el vacío en donde poder depositar sus verdades.

Es siempre el dolor, son las cruces las que abren las puertas a nuevas manifestaciones, a
lecciones más secretas, a los dones más grandes que quiero depositar en las criaturas.

Si el alma soporta con firmeza mi Voluntad penante y doliente, podrá llegar a ser capaz de
recibir mi Voluntad felicitante,

y adquirirá una inteligencia y oído capaces de entender las nuevas lecciones de mi Voluntad.
El dolor les enseñará el lenguaje celestial para saber repetir las nuevas lecciones aprendidas.

Lo difícil será, más bien, comprender lo que es vivir en mi Voluntad, no el sacrificarse;

porque cuando las almas habrán entendido el gran bien que reciben viviendo en mi Voluntad
Divina, el sacrificio total de todo será para ellos un honor, será deseado, querido y suspirado.

Gloria al Padre...

(ant. 3) El dolor en el alma prepara un vacío en donde yo puedo depositar mis verdades.

LECTURA BREVE (Vol. XVII, 17 Mayo 1925)


“Espíritu Santo santificador, vengo a corresponderte con amor por todo lo que haces en lo
íntimo de los corazones para santificar al hombre. Vengo para entrar en el orden de la gracia,
para poder darte la gloria y la correspondencia de amor como si todos se hubieran hecho santos
y para ofrecerte una reparación por todas las oposiciones y las incorrespondencias a la gracia.
Ah, apresúrate, te lo suplico, te lo ruego, dales a conocer a todos tu Voluntad, para que
conociéndola la amen y acojan el acto primero de su completa santificación, es decir, tu Santa
Voluntad.”

RESPONSORIO (Vol. XVII, 4 Enero 1925)


G. Fundirse en mi Voluntad * es vivir en ella.
T. Fundirse en mi Voluntad es vivir en ella.
G. Es amar y dar por todos y por cada uno sin excluir a nadie;
T. * es vivir en ella.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Fundirse en mi Voluntad es vivir en ella.
(ant. de Alab.) ¡Qué bella es el alma que sufre en mi Voluntad Divina!

Cántico de Alabanza.
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.
Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;
porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.) ¡Qué bella es el alma que sufre en mi Voluntad Divina!

INTENCIONES
+ Señor, expande tus rayos interminables de luz divina en todo el mundo para formar un solo
rebaño y un solo pastor bajo el manto divino de tu Iglesia: ¡Ven Divina Voluntad, ven a
reinar en nosotros!
+ Haz que todas las criaturas hagan palpitar en sus corazones la vida de tu Voluntad:
+ Abate el muro de separación que todavía existe entre la voluntad humana y la Divina:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Padre, te pedimos que nos hagas recorrer todos los caminos de tu Eterna Voluntad, para
poder encontrar todos sus actos hechos para bien de toda la familia humana y haciéndolos
nuestros poder darte por cada acto tuyo un acto nuestro, para corresponderte con nuestro amor
y agradecimiento en tu Divina Voluntad en nombre de todos nuestros hermanos. Por Cristo
Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XVII, 29 Julio 1924)


Oh Señor, ¿qué cosa es este apoyo que tanto te conforta y te da reposo?
¡Ah, sí, son todos los actos hechos en tu Voluntad, que lo forman para ti y para nosotros!

¡Y es tan fuerte este apoyo, que sostiene el peso del cielo y de la tierra y te da un verdadero
reposo!

¡Ah, sí, ellos en tu Voluntad unen cielos y tierra, y encierran la potencia divina para poder
sostener a un Dios! Amén.

(ant.) ¡El “te amo” dirigido a mí es todo!

(Salmo) (Vol. XVII, 2 Agosto 1925)


El “te amo” es amor, es veneración, es estima, es heroísmo, es sacrificio, es confianza hacia
quien es dirigido.

El “te amo”, es poseer a quien encierra el “te amo”. “Te amo”, es una palabra pequeña, pero
pesa cuanto pesa toda la eternidad.

El “te amo” encierra todo y envuelve a todos, se difunde, se estrecha, se eleva en las alturas,
desciende hasta lo más bajo, se imprime por donde quiera y jamás se detiene.

¡Su origen es eterno! En el “te amo” el Padre Celestial me generó, y en el “te amo” procedió el
Espíritu Santo.

En el “te amo” el Fiat eterno hizo toda la creación; y en el “te amo” perdonó al hombre culpable
y lo redimió; así que en el “te amo” el alma encuentra todo en Dios, y Dios encuentra todo en el
alma.

Por eso el valor del “te amo” es infinito, está lleno de vida y de energía, jamás se cansa, todo lo
supera y triunfa sobre todo.

Así que quiero ver y sentir este “te amo” dirigido a mí sobre tus labios, en tu corazón, en el
vuelo de tus pensamientos, en las gotas de tu sangre, en las penas y en las alegrías, en el
alimento que tomas, en todo.

La vida de mi “te amo” debe ser muy larga en ti, y mi Fiat que reina en ti, pondrá en él el sello
del “te amo” divino.

Gloria al Padre...

(ant.) ¡El “te amo” dirigido a mí es todo!

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 16 Marzo 1924)


“He podido reposar porque me has circundado con la sombra de mis obras, de mi Fiat y de mi
amor. Este es el descanso del que yo hablé después de haber creado todas las cosas; y puesto
que el hombre fue el último en ser creado, yo quería reposarme en él; es decir, en virtud de mi
Voluntad operante en él, que formando en él mi sombra, tenía que haberme hecho encontrar
mi reposo y el cumplimiento de mis obras; pero esto me fue negado, porque no quiso hacer mi
Voluntad.”
RESPONSORIO (Vol. XVII, 15 Febrero 1925)
G. Cada acto hecho en mi Voluntad * es una nueva creación que se extiende sobre el acto del
alma.
T. Cada acto hecho en mi Voluntad es una nueva creación que se extiende sobre el acto del
alma.
G. No hay por qué sorprenderse, porque es el obrar eterno de la Divina Voluntad que se
desarrolla en ella;
T. * es una nueva creación que se extiende sobre el acto del alma.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Cada acto hecho en mi Voluntad es una nueva creación que se extiende sobre el acto del
alma.
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
Cántico (Testamento espiritual de Luisa)
Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.
Gloria al Padre...
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
ORACION
Padre Santo, une todos nuestros actos al acto único de tu Voluntad Suprema, para que
queden fundidos en el principio eterno de donde salieron y así tu Voluntad venga a reinar
sobre la tierra como en el cielo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana III) DIA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA

LAUDES

INVITATORIO
G. Señor, abre nuestros labios.
T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO
¡Cuánta virtud y potencia tiene tu Voluntad Divina! ¡Tanta, que le da al alma una belleza muy
especial y preciosa, y sumamente fascinante!

¡Atrae la mirada divina y la de todas las criaturas a contemplarla y amarla!

¡Oh potencia de la Voluntad Divina, en ti queremos dar gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo! Amén.

(ant. 1) Déjame realizar en ti mis grandes designios.

(Salmo 1) (Vol. XVII, 9 Abril 1925)


Esta nube de luz que ves que te rodea es mi Voluntad operante en ti y tus actos hechos en ella.

Cuantos más actos haces en ella, tanto más grande se hace esta nube de luz, la cual me sirve
de apoyo, y me hace mirar al hombre con el mismo amor con el que mi Voluntad lo creó.

Mi Voluntad pone un encanto a mis amorosas pupilas, y haciéndome presente todo lo que hice
por amor a él, hace nacer en mi Corazón una Voluntad compasiva que finalmente me induce a
tener compasión de quien tanto amo.

Además, esta nube de luz a ti te sirve de una manera maravillosa; te sirve de luz para todo tu
ser, se pone a tu alrededor y te hace extraña a toda la tierra, y no permite que entre en ti
ningún gusto de persona o cosa alguna, aunque sea inocente;
y poniendo también en ti un dulce encanto a tus pupilas, te hace ver las cosas conforme a la
verdad y como las mira tu Jesús.

Si te ve débil, esta nube te rodea y te da su fortaleza; si te ve inactiva, entra en ti y se hace


activa; más aún, sumamente celosa de su luz, se pone de centinela para que tú no hagas nada
sin ella y ella no haga nada sin ti.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Déjame realizar en ti mis grandes designios.

(ant. 2) Quiero que hagas reinar a mi Voluntad Divina en la tuya.

(Salmo 2) (Vol. XVII, 23 Abril 1925)


Tú debes saber que cuando Dios creó al hombre, con su aliento le infundió la vida y junto con
la vida le infundió una inteligencia, memoria y voluntad, para ponerlas en comunión con su
Voluntad Divina.

Una vez formada, era como connatural que el ojo de la criatura, al ver las cosas creadas,
conociera el orden y la Voluntad de Dios en todo el universo;

el oído debía oír los prodigios de esta Voluntad eterna, la boca debía sentir continuamente el
aliento que su Creador le infundió para comunicarle la vida y los bienes que contiene su
Voluntad;

con su palabra debía hacer eco al Fiat eterno, para narrar lo que significa la Voluntad de Dios;

las manos debían ser la manifestación de las obras de esta Voluntad Suprema; los pies no
debían hacer otra cosa que seguir paso a paso los pasos de su Creador.

Es precisamente esto lo que quiero de la criatura: que haga reinar mi Voluntad en la suya, y
que la suya le sirva de habitación a mi Voluntad, para que mi Voluntad pueda depositar en
ella los bienes celestiales que contiene;

para que todos sus actos, sellados con mi Voluntad, formen un único acto, que uniéndose al
acto único de mi Voluntad, se queden en aquel principio eterno de donde salieron;

para copiar en ella a su Creador, y darle la gloria y la complacencia de que su Voluntad se


haga en la criatura, como se hace en el cielo.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Quiero que hagas reinar a mi Voluntad Divina en la tuya.

(ant. 3) Quien vive en la Divina Voluntad está en comunicación con todos.

(Salmo 3) (Vol. XVII, 4 Agosto 1925)


¡Oh, si tú supieras lo que significa que un alma viva en mi Voluntad! No existe división entre
el cielo y ella. Donde está mi Voluntad, ahí está ella.

Sus actos, sus penas, sus palabras están en acto y obrando en cualquier lugar en que se
encuentre mi Voluntad.

Y como mi Voluntad se encuentra en todo lugar, el alma se mete en el orden de la creación, y


con la electricidad de la Voluntad Suprema está en comunicación con todas las cosas creadas.

Y como las cosas creadas están en orden y en armonía entre sí, una sostiene a la otra, y ni
siquiera una de ellas se puede mover de su lugar;

así, quien hace mi Voluntad se encuentra en comunicación con todos y es sostenida por todas
las obras de su Creador;

por eso todos la reconocen, la aman y le prestan la electricidad, el secreto para vivir siempre
con ellas, suspendida entre el cielo y la tierra, sostenida totalmente de la única fuerza de la
Suprema Voluntad Divina.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Quien vive en la Divina Voluntad está en comunicación con todos.

LECTURA BREVE (Vol. XVI, 6 Noviembre 1923)


“Los pequeños se dejan hacer lo que se quiera; no caminan solos, sino que se dejan conducir, es
más, tienen miedo de dar un paso por sí mismos; si reciben dones, sintiéndose incapaces de
cuidarlos, los depositan en las manos de su mamá. Los pequeños están desapegados de todo y
no se preocupan si son ricos o pobres, no se preocupan de nada. ¡Oh, qué bella es la infancia,
llena de gracia y de frescura! Por eso, cuanto más grande es la obra que quiero hacer en un
alma, tanto más pequeña la escojo.”

RESPONSORIO (Vol. XVII, 11 Junio 1925)


G. El bien que se pierde no haciendo mi Voluntad * es de por sí irreparable.
T. El bien que se pierde no haciendo mi Voluntad es de por sí irreparable.
G. Solo regresando de nuevo a ella se puede encontrar un remedio;
T. * es de por sí irreparable.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. El bien que se pierde no haciendo mi Voluntad es de por sí irreparable.
(ant. de Agrad.) Tu camino es larguísimo, debes recorrer toda la eternidad.
Cántico de Agradecimiento
Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;


como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Tu camino es larguísimo, debes recorrer toda la eternidad.

INTENCIONES
+ Unamos nuestro Fiat al Fiat de nuestra Madre Santísima para darle gracias a Dios por las
maravillas que ha hecho en ella: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que por la intercesión de María Santísima demos un definitivo Fiat a la Voluntad de
Dios:
+ Para que María Santísima extienda sobre nosotros su manto de luz y así aleje de nosotros las
tinieblas de la voluntad humana:
+ Madre Santísima, con tu potencia y amor divinos llévate al cielo a todas las almas que penan
en el purgatorio:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Imprime Señor en nuestras almas el Fiat de nuestra Madre Santísima para que uniendo
nuestro Fiat al suyo, tu Voluntad pueda reinar plenamente en nosotros. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén.
V
CUARTA SEMANA
DIA DE LA DIVINA VOLUNTAD
PRIMERAS VISPERAS

G. O Dios, ven a reinar en nosotros.


T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (24 de Diciembre de 1936)


¡Gracias Señor por habernos dado a tu Madre, por tu omnipotencia con la cual llamaste de la
nada a esta criatura tan santa, por la vida divina que en ella injertaste!

¡Por tu Fiat Divino que descendió sobre su germen, y por esa indisoluble unión que tuvo
contigo; por la fecundidad divina que le participaste, pudiendo así concebirte prodigiosamente!

¡Por haber hecho de ella un portento de gracia y de amor; por haber derribado todas las
barreras que existían entre Dios y el hombre, acercando el uno al otro!

¡Gracias Señor por haber engendrado a tu Madre en cada uno de nosotros y por haber
demostrado una predilección tan extraordinaria por tus ingratas criaturas!

¡Y por la plenitud de tu Fiat Divino, con la cual ha podido engendrarte a ti como hijo suyo,
hacerte nacer, crecer y formar tu vida en cada uno de sus hijos! Amén.

(ant. 1) Si yo hubiera querido tener en cuenta los males del hombre, no habría podido
manifestar todo mi amor.
(Salmo 1) (Vol. XXXV, 25 de Diciembre de 1937)

Hijo mío, si yo hubiera tenido en cuenta la ingratitud humana a tanto amor mío, habría
tomado el camino de regreso al cielo; y por lo tanto, habría entristecido y amargado mi amor y
cambiado la fiesta en luto.

Así pues, ¿quieres saber qué es lo que hago en mis obras más grandes para hacerlas más
bellas? Con pompa y con la más grande ostentación de mi amor hago todo a un lado,

la ingratitud humana, los pecados, las miserias, las debilidades, y llevo a cabo mis obras más
grandes como si estas cosas no existieran.

Si yo hubiera querido tomar en cuenta los males del hombre, no habría podido hacer obras
grandes, ni manifestar todo mi amor; quedaría obstaculizado, sofocado en mi amor.
En cambio, para estar libre en mis obras y para hacerlas lo más bellas posible, hago todo a un
lado, y si es necesario, cubro todo con mi amor, de modo que no veo más que mi amor y mi
Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Si yo hubiera querido tener en cuenta los males del hombre, no habría podido
manifestar todo mi amor.

(ant. 2) Si la criatura no nos reconoce, el amor no puede surgir.


(Salmo 2) (Vol. XXXV, 10 de Abril de 1938)

Hija mía, he aquí por qué nuestro amor nos hace sentir la gran necesidad de que las criaturas
nos conozcan y que conozcan nuestras obras:

Si no nos conocen, quedamos como apartados de ellos, no obstante que vivimos dentro y fuera
de ellos; y mientras estamos al día de lo que hacen y piensan, amándolas en cada acto suyo, no
solamente no nos aman, sino que tampoco nos reconocen.

¡Qué dolor! Si no nos reconocen, no puede surgir el amor, y si falta el amor, no tenemos en
donde apoyar nuestras obras, ni nuestro amor encuentra un refugio en donde poder
desahogarse y refugiarse; todo queda como suspendido.

Por eso queremos encontrar en nuestras obras el « te amo » de la criatura, en el cual, amándola
con nuestra potencia, podemos apoyar nuestras obras más grandes; y ¡oh, qué contentos
quedamos al poder encontrar en su pequeño « te amo » el apoyo de nuestras obras!

Obrar y no poder encontrar en donde apoyar nuestras obras es un dolor para nosotros; parece
que le falta la vida a nuestro amor. Nuestro amor operante es reprimido, sofocado... Pudiendo
hacer todo, no podemos hacerlo sólo porque la ingrata criatura no nos reconoce ni nos ama.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Si la criatura no nos reconoce, el amor no puede surgir.

(ant. 3) La Reina Celestial les dejó a sus hijos como herencia la Divina Voluntad, perdida a
causa del pecado original.
(Salmo 3) (28 de Diciembre de 1936)

Tú sabes que Adán a causa del pecado que cometió hizo que las generaciones humanas
heredaran todos los males, saliendo de la bella herencia de la Voluntad Divina en la que vivía
y en la cual todo era opulencia, pompa y suntuosidad, y por eso perdió tanto para él como para
su descendencia, el derecho de poseer todos los bienes.

Sin embargo estos tesoros nuestros no fueron destruidos, y por eso, mientras un bien siga
existiendo, existe siempre la certeza de que antes o después vendrá alguno que tenga la
fortuna de poseerlo.
A diferencia de todas las demás criaturas, la gran Reina dio inicio a su propia vida en la
herencia de la Divina Voluntad.

Como recompensa, ella recibió de su Creador tal abundancia de bienes, que se sentía
totalmente llena y con la capacidad de hacer felices y ricos a todos los hombres.

En esta sobreabundante herencia ella adquirió la fecundidad, la maternidad humana y divina,


heredó el Verbo del Padre Celestial, como también a todas las generaciones humanas.

Así que como Madre, tiene el derecho de engendrar en su Corazón materno a sus hijos, ya
herederos; pero esto no fue suficiente para nuestro amor y el suyo, y quiso engendrarse a sí
misma y al Verbo Divino en cada criatura.

Así como Adán, pecando, había transmitido a sus descendientes la triste herencia de todos los
males, de las pasiones y de las debilidades,

así también la Reina Celestial, mediante su propia vida vivida en la Divina Voluntad, pudo
transmitir a sus propios hijos el derecho de heredar todos sus innumerables bienes.

Gloria al Padre...

(ant. 3) La Reina Celestial les dejó a sus hijos como herencia la Divina Voluntad, perdida a
causa del pecado original.

LECTURA BREVE (4 de Febrero de 1934)


“Hija mía, ¿qué mejor invento habría podido idear nuestra paternal bondad para manifestar
nuestro amor infinito a todos los hombres, sin excluir aquellos que nos habrían ofendido? De
su misma estirpe nosotros elegimos a una criatura; por amor a ellas la hicimos sumamente
bella, para darles la más afectuosa entre todas las madres, y escondimos en ella nuestro propio
amor.”

RESPONSORIO (4 de Febrero de 1934)


G. En esta Reina Celestial todos los hombres * pueden encontrar nuestro amor escondido.
T. En esta Reina Celestial todos los hombres pueden encontrar nuestro amor escondido.
G. Es en su Corazón materno donde ellos pueden hacerse amar inagotablemente por nosotros.
T. * pueden encontrar nuestro amor escondido.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. En esta Reina Celestial todos los hombres pueden encontrar nuestro amor escondido.
Para que la Reina Celestial pudiera amar a todos los hombres como hijos suyos,
(ant. de Alab.)
nuestra paternidad divina le comunicó la divina maternidad. (4 de Febrero de 1934)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Para que la Reina Celestial pudiera amar a todos los hombres como hijos suyos,
(ant. de Alab.)
nuestra paternidad divina le comunicó la divina maternidad.

INTENCIONES
+ Oh Señor, haz que reconozcamos la inmensa herencia que nuestra Madre Santísima nos dejó
como don: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que con su manto materno cubra todas nuestras miserias y nos haga vivir siempre en tu
Voluntad:
+ Haz que su Corazón Inmaculado sea siempre nuestro único refugio:
+ Haz que su amor materno dé eterno alivio a las almas que penan en el purgatorio:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, concédenos por intercesión de nuestra Madre Santísima, poder tomar posesión
del Don de tu Voluntad que ella viviendo en tu Santísima Voluntad nos adquirió como herencia
para borrar la antigua herencia del pecado original. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS I
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (20 de Diciembre de 1936)


¡Qué inauditos prodigios, qué maravillosas sorpresas y sublimes obras maestras obró la Divina
Voluntad en mi Madre Celestial!

¡Oh, cómo nos desarmaba y nos hacía ver el cielo, el sol, la tierra y todas las criaturas,
cubiertas y escondidas en su amor!

¡Y qué escena tan maravillosa y encantadora se presenta ante nuestros ojos cuando como
Madre de todas las criaturas nos ama y nos ruega en sus propios hijos!

¡Es por eso que siento una gran necesidad de dar a conocer estos prodigios a la humanidad
entera, para hacer que todos comprendan el gran bien que las generaciones han recibido
gracias a ella! Amén.

(ant.) ¡Cuántas santidades fueron imploradas, formadas y salvaguardadas por el tierno amor
de nuestra Madre Celestial!
(Salmo) (20 de Diciembre de 1936)
Tú debes saber que nuestra Voluntad Divina, la cual con su inmensidad abraza todo, puede
ver a todos los seres y hace siempre obras universales,

en el acto de la concepción de la Santísima Virgen llamó a sí a cada criatura e hizo que fuera
concebida en el Corazón materno de María. Pero esto no fue suficiente para nuestro amor.

Llegando a los excesos más increíbles, quiso depositar en cada criatura humana el germen
bendito de la Señora Celestial, para que cada criatura poseyera una Madre totalmente suya y
gustara en la profundidad de su propia alma de la dulzura de su dominio.

Desde aquel instante, el amor más que materno de la Virgen se puso a disposición de cada
criatura para criarla, para guiarla, para liberarla de los peligros, y para nutrirla con su propia
leche materna y con el alimento con el que ella misma se nutre, es decir, de la Divina
Voluntad.

Nuestra Voluntad que poseía vida libre y dominio total sobre las facultades de esta hija
nuestra, toda bella y toda santa, quiso que todas las criaturas estuvieran encerradas en ella y
que ella viviera en cada una de ellas, para poder gustar de la inefable alegría de sentirse
amada por todos por medio suyo.

Después de haber formado en ellas sus propios mares de amor, nos enviaba por medio de ellas
sus propias notas, sus propios dardos amorosos,

las traía a todas ante nuestro trono y con la fuerza de nuestra misma Voluntad Divina, las
ponía entre nuestros brazos, hacía que las abrazáramos, que las besáramos, y nos hacía
concederles gracias sorprendentes.

Gloria al Padre...

(ant.) ¡Cuántas santidades fueron imploradas, formadas y salvaguardadas por el tierno amor
de nuestra Madre Celestial!
LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)
“Todo el cielo ora y espera con ansia que la Divina Voluntad sea conocida y reine; solo entonces
la gran Reina les hará a los hijos de mi Voluntad lo que le hizo a su Jesús, y así su maternidad
tendrá vida en sus hijos. Yo le cederé mi puesto en su Corazón materno a quien viva en mi
Voluntad; ella me los criará, guiará sus pasos, los esconderá en su maternidad y en su
santidad; en todos sus actos se verá impreso su amor materno y su santidad; serán verdaderos
hijos suyos, semejantes a mí en todo.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)


G. Quisiera que todos supieran que * quien quiera vivir en mi Voluntad tiene una Reina y
Madre potente.
T. Quisiera que todos supieran que quien quiera vivir en mi Voluntad tiene una Reina y
Madre potente.
G. Ella suplirá a todo lo que les falta y los criará en su regazo materno para modelar todos sus
actos;
T. * quien quiera vivir en mi Voluntad tiene una Reina y Madre potente.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Quisiera que todos supieran que quien quiera vivir en mi Voluntad tiene una Reina y
Madre potente.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles. Oh,
sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
ORACION
Oh Señor, tú que has querido reflejar toda la grandeza de tu paternidad divina en la
maternidad de la Santísima Virgen María, concédenos vivir plenamente nuestra filiación
divina y amarte con ese mismo amor con el que ella te amó. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.
LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XIX, 8 de Agosto de 1926)


¡Oh potencia de mi Voluntad qué grande eres! ¡Sólo tú unes el ser más grande, más alto, al ser
más pequeño y más bajo, y de los dos, formas un solo ser!

¡Sólo tú tienes la virtud de vaciar a la criatura de todo lo que no te pertenece, para poder
formar en ella con tus reflejos ese sol eterno que con sus rayos va a confundirse con el sol de la
majestad suprema!

¡Sólo tú tienes esta virtud de comunicar la fuerza suprema, de modo que con tu fuerza la
criatura puede elevarse al acto único del Creador! Amén.

(ant. 1) Sólo mi Voluntad Suprema es un solo acto que no tiene sucesión de actos.
(Salmo 1) (Vol. XVIII, 24 de Octubre de 1925)

I
El acto único de mi Voluntad está como fijo en un punto que jamás se mueve, y este punto es la
eternidad, y mientras es un único acto, es acto primero, acto interminable;

Pero su circunferencia es tan inmensa que nada se le puede escapar, abraza todo y a todos con
un solo abrazo, partiendo todo de aquel acto primero como un acto único.
Así que la creación, la redención y la santificación es un único acto para la Divinidad, y sólo
porque es un único acto, tiene la potencia de hacer suyos todos los actos como si fueran uno
solo.

Quien vive en nuestra Voluntad posee este acto único, y en este acto único encuentra como en
acto a su Creador que crea la creación, y formando un solo acto con su Dios, crea junto con él
recorriendo como en un único acto todas las cosas creadas.

Así forma entonces la gloria de la creación para su Creador, su amor brilla sobre todas las
cosas creadas, goza y se complace en ellas, las ama como cosas suyas y de su Dios.

En ese único acto la criatura tiene una nota que hace eco en todo lo que Dios obra, y en su
énfasis de amor, dice: “Lo que es tuyo es mío y lo que es mío es tuyo, sea gloria, honor y amor a
mi Creador.”

Gloria al Padre...

(ant. 1) Sólo mi Voluntad Suprema es un solo acto que no tiene sucesión de actos.

(ant. 2) Yo puedo repetir las penas de mi pasión que están en el acto único de mi Voluntad, en
quien mi Voluntad está como centro de vida.
(Salmo 2) (Vol. XVIII, 24 de Octubre de 1925)

II
En el acto único de mi Voluntad el alma encuentra en acto la redención, la hace suya, sufre
mis penas como si fueran suyas, circula en todo lo que yo hice:

en mis oraciones, en mis obras, en mis palabras, en todo tiene una nota de reparación, de
compasión, de amor y de sustitución a mi vida.

En este acto único encuentra todo, toma posesión de todo, y en todo pone su correspondencia de
amor. Por eso vivir en mi Voluntad es el prodigio de los prodigios, es el encanto de Dios y de
todo el cielo;

Porque ven como la pequeñez de la criatura circula en todas las cosas de su Creador, y que
como un rayo solar atado a este acto único, se difunde por todos lados y en todos.

Por eso te recomiendo que nunca, aún a costa de tu vida, salgas de este acto único de mi
Voluntad, para que yo repita en ti como en acto la creación, la redención y la santificación.

También la naturaleza humana contiene la semejanza de un acto único, y esto en el latido del
corazón. La vida humana inicia con el latido del corazón, y este no sabe hacer otra cosa que un
solo acto: latir, pero la virtud de este latido, los efectos, son innumerables sobre la vida
humana.
Y como el corazón hace siempre un latido en la naturaleza humana, que se constituye vida de
esta, así mi Voluntad en el fondo del alma late continuamente, pero con un solo latido; y este
latido le da la belleza, la santidad, la fortaleza, el amor, la bondad, la sabiduría.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Yo puedo repetir las penas de mi pasión que están en el acto único de mi Voluntad, en
quien mi Voluntad está como centro de vida.

(ant. 3) ¡Oh Voluntad Divina, cuánto nos amas, quieres darte, sin cesar jamás, para formar tu
vida en nuestras pobres almas!
(Salmo 3) (Vol. XXXVI, 11 de Septiembre de 1938)

En nuestra Voluntad cumplida está encerrada toda la gloria que la criatura nos puede dar, el
amor con el que debemos amarla, el amor con el que ella nos debe amar.

Así que en un acto de nuestra Voluntad cumplida podemos decir que hemos hecho todo; hemos
dado todo, incluso hasta nosotros mismos, y hemos recibido todo porque viviendo en ella, le
damos todo, y toma todo y nos puede dar todo.

En cambio, quien no vive en nuestra Voluntad, no cumpliendo nuestra Voluntad, no le


podemos dar todo, porque será incapaz de recibir nuestro amor, y tampoco ella tendrá la
capacidad de amarnos tanto cuanto nosotros queremos ser amados.

Nosotros no podríamos estar contentos si diéramos algo nuestro casi como en pequeños
pedacitos, como si fuéramos pobres.

El dar a medias lo que es nuestro no nos gusta; poder dar y no dar es siempre un dolor para
nosotros: nuestro amor queda oprimido y nos hace delirar.

Es por eso que queremos que el alma viva en nuestra Voluntad Divina, porque queremos darle
todo y siempre, sin jamás dejar de dar.

Nuestro ser divino no se agota nunca; cuanto más damos, más podemos dar, y dar, para
nosotros, es un alivio, es una felicidad, es un desahogo de amor, es una comunicación que
hacemos de nuestra vida; y es tanto mi amor, que me quedo en el alma para hacerme crecer a
mí mismo.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¡Oh Voluntad Divina, cuánto nos amas, quieres darte, sin cesar jamás, para formar tu
vida en nuestras pobres almas!

LECTURA BREVE (Vol. XVIII, 24 de Octubre de 1925)


“La potencia que tiene un solo acto repetido continuamente es grande, más aún el acto único
de un Dios eterno que tiene la virtud de hacer todo en un único acto; por eso, en este acto no
existe el pasado ni el futuro, y quien vive en nuestra Voluntad se encuentra ya en este acto
único. Y en quien este acto único es el latido de su alma, tiene pleno vigor y reina
completamente, es un prodigio continuado, es el prodigio que solo un Dios sabe hacer, y por eso
se descubren en ella nuevos cielos, nuevos abismos de gracias y de verdades sorprendentes.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 6 de Mayo de 1926)


G. Mi Voluntad * une todo lo que hace y forma un solo acto.
T. Mi Voluntad une todo lo que hace y forma un solo acto.
G. Si se dice que crea, redime, santifica o hace otra cosa, no son más que los efectos de ese acto
único que jamás cambia acción;
T. * une todo lo que hace y forma un solo acto.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Mi Voluntad une todo lo que hace y forma un solo acto.
En mi Voluntad no se puede perder el tiempo, hay mucho que hacer, conviene que
(ant. de Agrad.)
tú sigas el acto de un Dios que nunca se interrumpe. (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños,
serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le prepararán en los
corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.


Gloria al Padre...

En mi Voluntad no se puede perder el tiempo, hay mucho que hacer, conviene que
(ant. de Agrad.)
tú sigas el acto de un Dios que nunca se interrumpe.

INTENCIONES
+ Oh Voluntad Divina e inmensa, como pequeños hijos tuyos recién nacidos, haz que vivamos y
hagamos siempre todo en tu acto único y eterno: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en
nosotros!
+ Haz que con tu misma potencia podamos hacer nuestro tu acto único en cada acto nuestro:
+ Haz que palpitando en nosotros con tu pálpito eterno, se descubran en nosotros nuevos cielos,
nuevas gracias y verdades sorprendentes:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Dios nuestro danos a conocer tu acto único y eterno, para que vivamos en él y así toda
nuestra vida sea un solo acto perfectamente unificado en el tuyo. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.

SEGUNDAS VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XIX, 14 de Julio de 1926)


¿Quién le dará desahogo y alivio a mi humanidad? ¿quién romperá los velos de tantas cosas
creadas que esconden mi Voluntad?

¿Quién reconocerá en todas las cosas el portador de mi Voluntad?

¿Quién será aquél que dándole los honores debidos la hará reinar en su alma dándole el
dominio y su sumisión?

¡Sólo quien vive en mi Voluntad romperá los velos, y como en un solo acto dará a luz el parto
del Reino de mi Fiat Supremo! Amén.

(ant. 1) Toda mi vida fue un solo acto, largo y continuado, y que continua aún.
(Salmo 1) (Vol. XIX, 25 de Agosto de 1926)

I
Toda mi vida fue un sólo acto, proveniente de aquel acto único del Eterno que no tiene sucesión
de actos;

y si en mi Voluntad externamente se veían grado a grado la sucesión de todos mis actos; es


decir: ser concebido, nacer, crecer, obrar, caminar, sufrir y morir;

dentro de mi humanidad, mi divinidad, el Verbo Eterno unido a mi alma, formaba un único


acto de toda mi vida;

de manera que la sucesión de los actos externos que se veían en mí, era el desemboque del acto
único, que desbordándose formaban la sucesión de mi vida externa;

pero en mi interior, mientras era concebido, al mismo tiempo, nacía, lloraba, gemía, caminaba,
obraba, hablaba, predicaba el Evangelio, instituía los sacramentos, sufría y quedaba
crucificado.

Por lo tanto, todo lo que se veía externamente de mi Voluntad poco a poco, grado a grado,
dentro era un solo acto, largo y continuado, y que continúo aún.

En fin, todo lo que yo hice, quedó en acto y como en acto continua, porque todo lo que sale de
Dios y queda en Dios no sufre mutación alguna, ni crecimiento, ni disminución; hecho el acto,
este queda con la plenitud de la vida que nunca termina y que puede dar vida a todos, por
cuanto quieran.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Toda mi vida fue un solo acto, largo y continuado, y que continua aún.

(ant. 2) Mi Voluntad mantenía y mantiene toda mi vida en un solo acto.


(Salmo 2) (Vol. XIX, 25 de Agosto de 1926)

II
Así como mi Voluntad mantiene en acto la vida del sol, sin hacer que crezca o disminuya en su
luz, en su calor y en sus efectos;

como conserva la extensión del cielo con todas las estrellas, sin jamás restringirse o perder ni
siquiera una sola estrella, lo mismo que en todas las cosas creadas por mí;

así mi Voluntad Suprema mantiene la vida a todos los actos que mi humanidad hizo, sin
perder ni siquiera un solo respiro.

Ahora bien, donde esta Voluntad mía reina no sabe hacer actos separados, su naturaleza es un
único acto, múltiple en los efectos, pero el acto es siempre uno,

por eso llama al alma que se deja dominar por ella a la unión de su acto único, para que
encuentre todos los bienes y todos los efectos que el acto único de un Dios puede poseer.
Por lo tanto, si quieres hallar en acto a toda la creación y toda la redención, pon toda tu
atención en mantenerte unida al acto único del Eterno, en donde encontrarás en ese acto
único, la amplitud de mi penas y de mis pasos, mi crucifixión continua, encontrarás todo.

Mi Voluntad no desperdicia nada, y el alma quedará en ella compenetrada en mis actos y


tomará el fruto de toda mi vida.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Mi Voluntad mantenía y mantiene toda mi vida en un solo acto.

(ant. 3) Quiero el triunfo y el absoluto dominio de mi Voluntad.


(Salmo 3) (Vol. XIX, 12 de Septiembre de 1926)

Mi humanidad posee el Reino de mi Voluntad, tanto que toda mi vida dependía de ella; así que
dependiendo de ella yo tenía la inteligencia de la Voluntad Suprema, su mirada, su respiro, su
obrar, sus pasos, su movimiento y su pálpito eterno,

de este modo yo formaba en mi humanidad, el Reino del Fiat Supremo, su vida y sus bienes.

¿Ves entonces qué significa formar su Reino en ti? Debo transmitir en ti todo lo que mi
humanidad posee, la cual te suministrará su pensamiento, su mirada, su respiro y todo lo que
posee para su formación en ti.

¿Ves cuánto amo este Reino? Tanto que pongo a tu disposición toda mi vida, mis penas y mi
muerte, como fundamento, guardia, defensa y sostén de él;

no dejaré nada de mí que no sirva para mantener en pleno vigor el triunfo y el absoluto
dominio de mi Voluntad.

Por eso, está atento, y cuando te asalte algún temor, piensa que no estás solo, sino que tienes
como ayuda toda mi vida para formar este Reino en ti, y constantemente sigue tu vuelo en la
unidad de la luz suprema de mi Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Quiero el triunfo y el absoluto dominio de mi Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1926)


“Conforme el alma va cumpliendo todos sus actos en nuestra Voluntad, nuestro amor es tanto
que concentramos en ella nuestro ser supremo junto con todas nuestras obras. Y oh, qué
delicias y alegrías sentimos al ver en ella a nuestra majestad dominante, rodeada de todas
nuestras obras. Pero mientras todo queda concentrado en ella, otra maravilla más grande
sucede, ella queda concentrada en todos y en cada cosa creada: nuestra Voluntad la ama tanto,
que donde quiera que se encuentre, la multiplica, y le da su puesto por doquier, para tenerla
en armonía con ella en todas sus obras.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 25 de Agosto de 1926)


G. Sólo la potencia de mi acto único, * tiene el poder de darse a todos y de abrazar todo.
T. Sólo la potencia de mi acto único, tiene el poder de darse a todos y de abrazar todo.
G. Y mientras da no pierde nunca nada,
T. * tiene el poder de darse a todos y de abrazar todo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Sólo la potencia de mi acto único, tiene el poder de darse a todos y de abrazar todo.
(ant. de Alab.)La constancia en hacer siempre un mismo acto sin nunca cansarse, sin jamás
sentir fastidio ni desagrado es sólo de Dios.
(Vol. XXXVI, 25 de Abril de 1938)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

(ant. de Alab.)La constancia en hacer siempre un mismo acto sin nunca cansarse, sin jamás
sentir fastidio ni desagrado es sólo de Dios.

INTENCIONES
+ Oh Jesús, que la sucesión de los actos de nuestra vida sea el desbordamiento de tu acto único
y la repetición de tu vida en nosotros: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que todo lo que hagamos quede con la plenitud de la vida que puede dar vida a todos:
+ Haz que vivamos en tu acto único para que se extienda el Reino de tu Fiat Supremo sobre
toda la humanidad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Padre omnipotente y eterno transfórmanos en otros Jesús, para que nuestro obrar te
reintegre la gloria que todas las criaturas deberían darte, y haga que el Reino de tu Divina
Voluntad se establezca pronto sobre la tierra. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS II
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 21 de Diciembre de 1937)


¡Qué suerte feliz vivir en el Reino de tu Voluntad! ¡Fortuna más grande no puede haber ni en
el cielo ni en la tierra!

¿Pero cómo es que puede venir a reinar, si los males, los pecados, abundan tanto que se queda
uno horrorizado?

¡Sólo tu potencia divina con un prodigio de los más grandes logrará hacerlo: tu Voluntad
Divina reinará como en el cielo así en la tierra! Amén.

(ant.) El obrar de la criatura en la unidad de la luz de la Suprema Voluntad se transforma en


luz.
(Salmo) (Vol. XVIII, 25 de Diciembre de 1925)

¡Qué hermoso es el obrar de la criatura en mi Voluntad! Su acto se une al acto único de su


Creador que no conoce sucesión de actos, porque la luz eterna no se puede dividir: y si se
pudiera dividir, cosa que no es posible, la parte dividida se transformaría en tinieblas.

Así que el acto divino, siendo luz de todo su obrar, forma un solo acto. De manera que el alma
obrando en la luz de mi Voluntad, se une al acto único de su Creador y toma su puesto en el
ámbito de la luz de la eternidad.

Es por eso que no puedes ver en que parte de la luz has hecho tus actos, ni donde se
encuentran, porque para la criatura es imposible poder atravesar toda la luz eterna de Dios;
pero estás segura que ese acto está en esa luz, y que ha tomado su puesto en el pasado, en el
presente y en el futuro.

Así también el sol, siendo imagen y sombra de la luz divina, tiene en parte esta propiedad.
Supón que tú obraras en ese punto en donde el sol expande su luz solar; tú ves su luz delante,
arriba y atrás de ti, a la derecha y a la izquierda,

así que si tú quisieras ver cuál ha sido la parte de la luz del sol que te rodeaba, tú no la sabrías
encontrar, ni distinguir, sólo podrías decir que su luz estaba ciertamente sobre ti.

Esa luz estaba desde el primer instante en que fue creado el sol, está y estará. ¿Si tu acto
pudiera convertirse en luz solar, como se convierte en luz divina, podrías encontrar tu pequeña
parte de luz, y la luz que te fue dada por el sol para que pudieras obrar?

Cierto que no; pero sabes que de ti ha salido un acto que se ha incorporado a la luz del sol.

Gloria al Padre...

(ant.) El obrar de la criatura en la unidad de la luz de la Suprema Voluntad se transforma en


luz.

LECTURA BREVE (Vol. XVIII, 25 de Diciembre de 1925)


“El Creador celestial en cuanto ve al alma en su Voluntad, la toma entre sus brazos y
poniéndola en su regazo, hace que obre con sus mismas manos y con esa misma potencia del
Fiat con que fueron creadas todas las cosas; hace que desciendan sobre la criatura todos sus
reflejos para darle la semejanza de su obrar. Por eso el obrar de la criatura se transforma en
luz, se une a ese acto único de su Creador y se constituye gloria eterna y alabanza continua de
su Creador.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 6 de Noviembre de 1938)


G. Los actos hechos en mi Voluntad * unen el tiempo y se hacen uno solo.
T. Los actos hechos en mi Voluntad unen el tiempo y se hacen uno solo.
G. Están tan compenetrados el uno al otro que mientras que son innumerables,
T. * unen el tiempo y se hacen uno solo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Los actos hechos en mi Voluntad unen el tiempo y se hacen uno solo.
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.
Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la
Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Señor, transforma nuestras almas en soles de luz divina, para que todos y todo quede
consumado en la unidad de la luz de tu Voluntad, a gloria eterna y alabanza continua de tu
Majestad Suprema. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE LA SANTISIMA TRINIDAD

LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XXXVI, 10 de Abril de 1938)


¡Oh Jesús, te amo en la potencia y en el amor inmenso del Padre, y con el amor interminable
del Espíritu Santo!
¡Te amo como te ama tu dulce Madre Santísima; te amo con ese mismo amor con el que te
aman los Ángeles y los Santos!

¡Te amo con el mismo amor con que te aman y te deberían amar todas las criaturas, presentes,
pasadas y futuras!

¡Te amo, te bendigo, te adoro y te doy gracias en el acto único y eterno de la unidad de la luz de
tu Santísima Voluntad! Amén.

(ant. 1) Nuestro amor reprodujo nuestra vida y semejanza en el fondo del alma de la criatura.
(Salmo 1) (Vol. XXXV, 19 de Octubre de 1937)

Mi Padre Celestial se amó a sí mismo y en su amor generó a su Hijo, y entonces se amó a sí


mismo en el Hijo. Yo, su Hijo, me amé a mí mismo en el Padre, y de este amor procedió el
Espíritu Santo.

Este amarse a sí mismo el Padre Celestial, generó un solo amor, una sola potencia y santidad,
y así en todo; vinculó la unión inseparable de las tres Divinas Personas;

y cuando creamos la creación nos amamos a nosotros mismos; así que nos amamos a nosotros
mismos al extender el cielo, al crear el sol; fue este amarnos a nosotros mismos lo que nos hizo
crear tantas cosas hermosas, dignas de nosotros e inseparables de nosotros.

Y cuando creamos al hombre, nuestro reciproco amor se hizo más intenso, y amándonos a
nosotros mismos en él, nuestro amor reprodujo nuestra vida y semejanza en el fondo de su
alma.

No se puede dar si no lo que se tiene; y como nuestro amor era perfecto, amándonos a nosotros
mismos no podíamos separarnos de lo que salía de nosotros.

Nuestra Voluntad, queriendo que la criatura viviera en ella para formar su Reino, se ama a sí
misma, y amándose a sí misma quiere dar lo que posee; y solo entonces está contenta, cuando
forma la repetición de nuestra vida en el hombre.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Nuestro amor reprodujo nuestra vida y semejanza en el fondo del alma de la criatura.

(ant. 2) La Divina Voluntad no sabe reinar donde no existe orden y armonía.


(Salmo 2) (Vol. XIX, 12 de Agosto de 1926)

El hombre fue creado por Dios con tres potencias: memoria, intelecto y voluntad; y esto para
que pudiera tener los vínculos de comunicación con las Divinas Personas de la Sacrosanta
Trinidad.

Estas tres potencias eran como caminos para subir a Dios, como puertas para entrar, como
estancias para formar una continua habitación: la criatura a Dios y Dios a la criatura.
Estos son los caminos reales de uno y otro, las puertas de oro que Dios puso en el fondo del
alma, para que pudiera entrar la suprema soberanía de la Majestad Divina, la estancia segura
e inquebrantable en donde Dios debía formar su morada celestial.

Para poder formar su Reino en lo íntimo del alma, mi Voluntad quiere encontrar estas tres
potencias que se le dieron a las criaturas en orden al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, para
elevarla a la semejanza de su Creador.

Mi Voluntad no podría salir fuera de sus dominios si estas tres potencias del alma estuvieran
en orden a Dios, y reinaría entonces felizmente y en modo como connatural;

porque estando en orden a Dios estas tres potencias, tendrían el orden en sí mismas y fuera de
sí mismas, y el Reino de la Voluntad de Dios y el de la criatura no sería un reino dividido, sino
uno solo, y por lo tanto su dominio y su régimen serían uno solo.

Estas tres potencias le debían servir para comprender a quien lo había creado, para hacer
crecer al alma a su semejanza, y fundida su voluntad en la de su Creador, darle el derecho de
hacerla reinar.

Gloria al Padre...
(ant. 2) La Divina Voluntad no sabe reinar donde no existe orden y armonía.

(ant. 3) Queremos generar nuestra Trinidad Divina en las criaturas.


(Salmo 3) (Vol. XXXVI, 5 de Diciembre de 1938)

Nuestro deseo de que las criaturas vivan en nuestra Voluntad es muy grande. Nos
encontramos en las condiciones de una pobre madre que siente la necesidad de dar a luz a un
hijo y no puede, no tiene donde ponerlo y a quien confiarlo, ni quien lo reciba.

¡Pobre madre, cuánto sufre! Así se encuentra nuestro ser supremo: sentimos la necesidad de
generarnos a nosotros mismos; ¿pero en donde podemos meternos?

Si nuestra Voluntad no es vida de la criatura, no hay lugar para nosotros, no tenemos a quien
confiarnos, ni quien nos alimente, ni el cortejo que nuestra adorable majestad merece.

Y puesto que nuestra Trinidad Santísima está siempre en acto de generar, estos partos
nuestros quedan reprimidos en nosotros mismos, mientras que queremos generar en las
criaturas nuestra Trinidad Divina;

Pero como no viven en nuestra Voluntad, no hay quien reciba nuestra generación divina. ¡Qué
dolor tener que quedarnos escondidos sin poder desarrollar el gran bien que puede hacer
nuestra generación eterna en las criaturas!

Gloria al Padre...

(ant. 3) Queremos generar nuestra Trinidad Divina en las criaturas.

LECTURA BREVE (Vol. XXXV, 21 de Diciembre de 1937)


“Hijo mío, está decretado en el consistorio de la Sacrosanta Trinidad que mi Divina Voluntad
tendrá su Reino sobre la tierra; haremos todos los prodigios que sean necesarios; no dejaremos
de hacer nada para obtener lo que queremos. Pero nosotros cuando obramos usamos siempre
los modos más simples, pero potentes, capaces de conmover cielos y tierra, y a todas las
criaturas, en el acto que queremos.”

RESPONSORIO (Vol. XXXV, 2 de Octubre de 1937)


G. Como fue decretada la creación y la redención, * así está decretado el Reino de nuestra
Voluntad.
T. Como fue decretada la creación y la redención, así está decretado el Reino de nuestra
Voluntad.
G. Nuestros decretos son infalibles, nadie nos puede impedir que los llevamos a cabo;
T. * así está decretado el Reino de nuestra Voluntad.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Como fue decretada la creación y la redención, así está decretado el Reino de nuestra
Voluntad.
(ant. de Agrad.) Toda nuestra victoria es que no nos pueden impedir hacer lo que queremos.
(Vol. XXXV, 2 de Octubre de 1937)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,
para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Toda nuestra victoria es que no nos pueden impedir hacer lo que queremos.

INTENCIONES
+ Oh Señor, haz que el hombre regrese cuanto antes al orden, a su puesto y a la finalidad para
la que fue creado por ti: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Para que nuestra memoria, inteligencia y voluntad se encuentren siempre en orden al Padre,
al Hijo y al Espíritu Santo:
+ Para que nunca más sea reprimida tu generación eterna en las criaturas:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Dios, que has decretado desde toda la eternidad que el Reino de tu Voluntad debe
infaliblemente establecerse sobre la tierra, apresura, te lo pedimos, su pleno dominio de luz, de
amor y de paz sobre toda la humanidad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 12 de Octubre de 1938)


¡Ah, no me niegues tu compañía! ¡Hagamos vida en común de modo que lo que yo hago lo harás
tú!

¡Mi amor me hace necesitar vivir de corazón a corazón, es más con un solo corazón contigo!

¡Ah, no me niegues tu compañía! ¡Sé que muchas cosas te faltan para vivir junto conmigo!

¡Pero no temas, yo me ocuparé de todo! ¡Te vestiré con mis vestiduras reales de luz, te armaré
con mi misma potencia!

¡Haré alarde de mi amor, haré que la vida y el amor de mi Voluntad fluyan hasta en tus más
íntimas fibras!
¡Ah, no me niegues tu compañía! ¡Basta que tú lo quieras y todo está hecho! Amén.

(ant. 1) Estando en el cielo puedo hacer lo mismo que hice estando visible sobre la tierra.
(Salmo 1) (Vol. XIX, 6 de Junio de 1926)

Mi redención debía servir para plantar el árbol de mi Voluntad, el cual, regado con mi sangre,
cultivado, labrado con mis sudores y penas inauditas, y abonado con los sacramentos, debía
primero desarrollarse, luego florecer y finalmente dar los frutos celestiales de mi Voluntad.

Y para hacer que maduraran estos frutos preciosos, no bastaba el curso de mis treinta y tres
años, y las criaturas no estaban preparadas y dispuestas para poder tomar este alimento tan
delicado que yo le daba a todo el cielo;

por eso me contenté plantando el árbol, dejando todos los medios posibles para hacer que
creciera bello y gigantesco,

para que en el momento oportuno, cuando los frutos estuvieran por madurar, para que fueran
recogidos, te escogí a ti de un modo muy especial, para darte a conocer el bien que contiene, y
como quiero elevar de nuevo a la criatura hasta su origen,

haciendo a un lado el dominio de su voluntad, que la hizo bajar de su estado feliz, comerá de
estos frutos preciosos, los cuales, le gustarán tanto que le quitarán toda la infección de las
pasiones y de su propia voluntad para restituirme el dominio de mi Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Estando en el cielo puedo hacer lo mismo que hice estando visible sobre la tierra.

(ant. 2) El orden divino hace que todos pidan la misma cosa.


(Salmo 2) (Vol. XX, 5 de Febrero de 1928)

Hijo mío, cuando Adán pecó, Dios le hizo la promesa del futuro Redentor: pasaron siglos, pero
la promesa no dejó de cumplirse y las generaciones tuvieron el bien de la redención.

Cuando vine del cielo y formé el reino de la redención, antes de partir de la tierra, hice otra
promesa más solemne aún en la oración del Padre Nuestro: la venida del Reino de mi
Voluntad;

y para que este Reino se pudiera obtener con toda certeza, hice esta promesa formalmente en
la solemnidad de mi misma oración, insistiéndole a mi Padre que hiciera venir su Reino, y que
la Divina Voluntad se hiciera como en el cielo así en la tierra.

Quise ponerme yo a la cabeza de esta oración, sabiendo que ésta era la Voluntad de mi Padre,
que viendo que era yo quien se lo pedía, no me habría negado nada, y sobre todo porque yo
oraba y pedía con su misma Voluntad una cosa que mi mismo Padre quería.

Después de haber formado esta oración ante mi Padre Celestial, seguro de que me habría
concedido el Reino de mi Voluntad sobre la tierra, la enseñe a mis apóstoles, para que ellos a
su vez la enseñaran a todo el mundo, para que fuera uno solo el grito de todos: “Hágase tu
Voluntad como en el cielo así en la tierra”.

Promesa más cierta y solemne no habría podido hacer; los siglos para nosotros son como un
punto solo y nuestras palabras son actos y hechos cumplidos; de manera que han pasado
siglos, pero el Reino de la Divina Voluntad ciertamente vendrá.

Mi Voluntad Divina está atada y comprometida en las palabras del Padre Nuestro, y cuando
ella se ata es más que seguro lo que promete. Tanto más que yo ya preparé todo, no falta más
que las manifestaciones de mi Reino, y esto ya lo estoy haciendo;

y si manifiesto tantas verdades sobre mi Fiat, no es para dar simplemente una noticia, no, sino
porque quiero que todos sepan que su Reino está cerca, y que aprecien sus hermosas
prerrogativas, para que todos lo amen y anhelen entrar a vivir en un Reino tan santo, lleno de
felicidad y de todos los bienes.

De manera que lo que a ti te parece difícil, para la potencia de nuestro Fiat es fácil, porque
ésta sabe como quitar todas las dificultades y conquistarlo todo como quiere y cuando quiere.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El orden divino hace que todos pidan la misma cosa.

(ant. 3) Vivir en nuestra Voluntad es un Don que nuestra magnanimidad quiere darle a la
criatura.
(Salmo 3) (Vol. XX, 30 de Abril de 1932)

Es cierto que humanamente hablando, la criatura, así como está rodeada de males, no sabe
todavía concebir como vivir en mi Voluntad, y como podrá formarse su Reino sobre la tierra; es
para ella como si quisiera tocar el cielo con el dedo; pero lo que es imposible para los hombres,
es posible a Dios.

Tú debes saber que vivir en nuestra Voluntad es un Don que nuestra magnanimidad quiere
darle a la criatura: con este Don ella se sentirá transformada: de pobre se hará rica, de débil,
fuerte, de ignorante, docta, de esclava de viles pasiones, dulce y voluntaria prisionera de una
Voluntad del todo Santa, que le dará libre dominio sobre sí misma, sobre los dominios divinos
y sobre todas las criaturas.

Este Don le fue dado al hombre al momento de su creación, pero él, ingrato, nos lo rechazó
haciendo su voluntad. Y ahora, quien se dispone a hacer nuestra Voluntad, se prepara a recibir
este Don tan grande e infinito.

Nuestros conocimientos sobre el Fiat, ayudarán y prepararán de manera sorprendente a la


criatura para que reciba este Don, y lo que no ha obtenido hasta hoy lo podrá obtener mañana.

Gloria al Padre...
(ant. 3) Vivir en nuestra Voluntad es un Don que nuestra magnanimidad quiere darle a la
criatura.
LECTURA BREVE (Vol. XX, 26 de Mayo de 1926)
“Hija mía, para que tuviera lugar la redención se necesitaron cuatro mil años, porque el pueblo
que oraba y anhelaba el futuro Redentor era el más pequeño y poco numeroso; en cambio las
almas que pertenecen a mi Iglesia, está formado por más pueblos y son mucho más numerosas
que aquellos; por eso el número abreviará el tiempo, tanto más que la religión se está haciendo
camino por todos lados, y esto no es más que la preparación al Reino de mi Divina Voluntad.”

RESPONSORIO (Vol. XX, 26 de Mayo de 1926)


G. Al formar el Padre Nuestro, * me puse yo a la cabeza de él y me tomé el empeño seguro de
dar este Reino.
T. Al formar el Padre Nuestro, me puse yo a la cabeza de él y me tomé el empeño seguro de dar
este Reino.
G. Toda la Iglesia ora; no hay alma que pertenezca a ella que no recite el Padre Nuestro;
T. * me puse yo a la cabeza de él y me tomé el empeño seguro de dar este Reino.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Al formar el Padre Nuestro, me puse yo a la cabeza de él y me tomé el empeño seguro de dar
este Reino.
(ant. de Alab.) Tendré mi Reino sobre la tierra, para que mi Voluntad se haga como en el cielo así
en la tierra. (Vol. XXXVI, 2 de Octubre de 1938)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...
(ant. de Alab.) Tendré mi Reino sobre la tierra, para que mi Voluntad se haga como en el cielo así
en la tierra.

INTENCIONES
+ Oh Dios, abrevia el tiempo, haz que cuanto antes tu Voluntad reine soberana con su Fiat
Supremo: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que todos lleguen a conocer los bienes, las bellezas y las maravillas del Reino de tu
Voluntad:
+ Haz que los frutos preciosos de la redención lleguen cuanto antes a su plena madurez en el
Reino de tu Divina Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, no te pedimos otra cosa que lo que tú mismo quieres y que tu hijo Jesús nos
enseñó: ¡Apresura el Reino glorioso de tu Voluntad para que reine como en el cielo así en la
tierra! Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 9 de Agosto de 1937)


¡Hijo mío, te amo, te amo; y tú dime que me amas, para poder apoyar mi inmenso te amo en tu
pequeño te amo!

¡Arrojándolo en la inmensidad de mi Fiat, hago que todos y todo te amen, y tú me amas por
todos y por todo!

¡Yo soy la inmensidad y me gusta dar y recibir de las criaturas mi amor inmenso!

¡Doy y recibo las armonías, las múltiples notas, las dulzuras, los sonidos encantadores y
cautivantes que mi amor contiene! Amén.

(ant.) El punto de la muerte es la última espía de amor que hacemos a la criatura.


(Salmo) (Vol. XXXV, 28 de Marzo de 1938)

Nuestra bondad, nuestro amor, es tanto, que probamos todos los caminos, nos servimos de
todos los medios para apartar del pecado a la criatura y ponerla a salvo, y si no lo logramos
mientras vive, intentamos la última sorpresa de amor a la hora de la muerte.
Tú debes saber que ese momento es la última espía de amor que hacemos a la criatura, y la
rodeamos de gracias, de luz, de bondad; y es tanta la ternura de amor que les mostramos, que
ablandamos y vencemos hasta los corazones más duros;

y cuando la criatura se encuentra entre la vida y la muerte, entre el tiempo que termina y la
eternidad que está por comenzar, casi en el instante en que está por salir del cuerpo,

yo, tu Jesús, me hago ver con una amabilidad que cautiva, con una dulzura que encadena y
endulza las amarguras de la vida, especialmente en ese punto extremo;

y entonces, le muestro mi mirada, y la miro, pero con tanto amor, que le arranco un acto de
dolor, un acto de amor, una adhesión a mi Voluntad.

En ese punto de desengaño, al ver, al palpar cuánto la hemos amado y cuánto la amamos,
sienten un dolor tan grande que se arrepienten de no habernos amado,

reconocen nuestra Voluntad como principio y cumplimento de su vida, y como satisfacción


aceptan la muerte, para cumplir un acto de nuestra Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) El punto de la muerte es la última espía de amor que hacemos a la criatura.

LECTURA BREVE (Vol. XXXV, 28 de Marzo de 1938)


“Si la criatura no llega a hacer un solo acto que sea Voluntad de Dios, las puertas del cielo no
pueden abrirse, ni puede ser reconocida como heredera de la patria celestial, los Ángeles y los
Santos no la pueden admitir entre sí, y tampoco ella misma querría entrar, porque se daría
cuenta que no pertenece a él. ¡Cuántos se salvan en virtud de esta espía nuestra toda ella de
amor —menos los más perversos y obstinados—, aunque será conveniente que hagan la larga
etapa del purgatorio!”

RESPONSORIO (Vol. XXXV, 28 de Marzo de 1938)


G. La hora de la muerte * es nuestra pesca cotidiana de almas.
T. La hora de la muerte es nuestra pesca cotidiana de almas.
G. Es cuando vamos al encuentro del hombre perdido,
T. * es nuestra pesca cotidiana de almas.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. La hora de la muerte es nuestra pesca cotidiana de almas.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Señor, dispón nuestros corazones para que podamos vivir siempre en tu Voluntad, y así a la
hora de nuestra muerte tú puedas hallar en nosotros toda la gloria y el amor que esperabas
recibir de parte de nosotros cuando nos creaste. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.

Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de


Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.


Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE LOS ANGELES
LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)
Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XIX, 25 de Diciembre de 1925)


¡Oh, cómo el Don del vivir en el Reino de tu Voluntad es poseer el Don más grande!

¡Qué valor infinito contiene, es moneda que surge a cada instante, luz que jamás se apaga!

¡Es un sol que jamás se oculta, y que pone al alma en su puesto establecido por Dios para ella!

¡La pone en el orden divino, y hace que tome su puesto de honor y de soberanía en la creación!
Amén.

(ant. 1) El Don de mi Voluntad debe tener la supremacía sobre todo en el alma.


(Salmo 1) (Vol. XVIII, 25 de Diciembre de 1925)
I

Hija mía, es cierto que vivir en mi Voluntad es un Don, y es poseer el Don más grande, pero
este Don que contiene valor infinito, no se le da si no a quien está dispuesto, a quien no lo va a
desperdiciar, a quien lo va a estimar y amar más que su propia vida;

es más debe estar dispuesto a sacrificar su propia vida, para hacer que este Don de la Divina
Voluntad tenga la supremacía sobre todo, y sea tomado en cuenta más que la misma vida; es
más la propia vida es nada en comparación con él.

Por eso, primero quiero ver al alma que verdaderamente quiere hacer mi Voluntad y jamás la
suya, dispuesta a cualquier sacrificio para hacer la mía;

en todo lo que hace pedirme siempre, incluso como prestado, el Don de mi Voluntad.

Y entonces, cuando veo que no hace nada sino con el préstamo de mi Voluntad, se lo doy como
Don, porque pidiéndolo una y otra vez, ha formado el vacío en su alma en donde poder poner
este Don celestial;

y habiéndose acostumbrado a vivir con el préstamo de este alimento divino, ha perdido el gusto
de su propia voluntad, y su paladar se ha ennoblecido, por lo que ya no se adaptará a los viles
alimentos del propio yo;

así que viéndose en posesión de ese Don que ella tanto suspiraba, anhelaba y amaba, vivirá de
la vida de ese Don, lo amará y lo estimará como merece.

Gloria al Padre...
(ant. 1) El Don de mi Voluntad debe tener la supremacía sobre todo en el alma.

(ant. 2) Es necesaria la disposición y el conocimiento del Don de mi Voluntad para poder


recibirlo.
(Salmo 2) (Vol. XVIII, 25 de Diciembre de 1925)
II

¿No condenarías tú a un hombre, que lleno de afecto hacia un niño, le da un billete de a mil,
sólo para que esté un poco cerca de él para divertirse y el niño no conociendo el valor del
billete, después de pocos minutos lo rompe en mil pedazos?

Pero si en cambio primero hace que lo desee, le da a conocer el valor y el bien que le puede
procurar ese billete de a mil, y finalmente se lo da,

ese niño no lo hará pedazos, sino que irá a guardarlo bajo llave, apreciando el don y amando
más al donador, y tú alabarías a aquel hombre que tuvo la habilidad de darle a conocer el valor
de aquel billete al niño.

Pues bien, si eso hace el hombre, mucho más hago yo que doy mis dones con sabiduría y con
justicia, y con verdadero amor.

Es por eso que es necesaria la disposición, el conocer el Don, estimarlo, apreciarlo y amarlo.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Es necesaria la disposición y el conocimiento del Don de mi Voluntad para poder


recibirlo.

(ant. 3) ¿Quién hasta ahora ha pedido conscientemente que el Reino de la Divina Voluntad
venga a reinar sobre la tierra como en el cielo?
(Salmo 3) (Vol. XIX, 13 de Septiembre de 1926)

Hijo mío, mi ser supremo posee el perfecto equilibrio cuando da a las criaturas mis gracias, mis
dones; mucho más aún este Reino del Fiat Supremo que es el Don más grande que yo le di al
hombre desde el principio de la creación y que él con tanta ingratitud me rechazó.

¿Te parece poco poner a disposición suya una Voluntad Divina con todos los bienes que
contiene, y esto no por una hora, por un día, sino para toda la vida?

¿El Creador que deposita en la criatura su Voluntad adorable para poder poner en común su
semejanza, su belleza, sus mares infinitos de riquezas, de alegrías, de felicidad sin fin?

Ahora bien, ¿quién hasta ahora ha pedido con interés, con insistencia, sacrificando su propia
vida, porque el Reino del Fiat Supremo venga sobre la tierra y que triunfe y domine? Nadie.

Es cierto que desde que yo vine a la tierra la Iglesia recita el Padre Nuestro, en el que se pide
que venga mi Reino, para que mi Voluntad se haga como en el cielo así en la tierra;
pero ¿quién piensa en lo que está pidiendo? Se puede decir que quedó en mi Voluntad toda la
importancia de lo que se pide, y las criaturas la recitan por recitarla, sin entender y sin ningún
interés de obtener lo que piden.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¿Quién hasta ahora ha pedido conscientemente que el Reino de la Divina Voluntad
venga a reinar sobre la tierra como en el cielo?

LECTURA BREVE (Vol. XIX, 25 de Diciembre de 1925)


“El conocimiento prepara el camino. El conocimiento es como el contrato que quiero hacer del
Don de mi Voluntad que quiero dar, y cuanto más conocimiento le envío al alma, tanto más es
estimulada a desear el Don, y a solicitar al Divino escritor, que ponga la última firma para que
el Don sea suyo y lo posea. De manera que la señal de que quiero dar este Don de mi Voluntad
en estos tiempos, es que se está conociendo; por lo tanto pon atención y no dejes que se te
escape nada de lo que te manifiesto sobre mi Voluntad, si quieres que yo ponga la última firma
del Don que suspiro dar a las criaturas.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 28 de Febrero de, 1926)


G. Quien ha nacido en mi Voluntad * es justo que conozca los secretos que ésta contiene.
T. Quien ha nacido en mi Voluntad es justo que conozca los secretos que ésta contiene.
G. Nuestra Voluntad la hace siempre más bella, más santa;
T. * es justo que conozca los secretos que ésta contiene.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Quien ha nacido en mi Voluntad es justo que conozca los secretos que ésta contiene.

Hay una gran distancia entre quien hace mi Voluntad y quien la posee; tanto
(ant. de Agrad.)
cuanto la distancia que hay entre Adán inocente y Adán después del pecado.
(Vol. XVIII, 20 de Diciembre de 1925)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,


de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la
tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Hay una gran distancia entre quien hace mi Voluntad y quien la posee; tanto
(ant. de Agrad.)
cuanto la distancia que hay entre Adán inocente y Adán después del pecado.

INTENCIONES
+ Oh, Jesús, concédenos la gracia de no hacer nada sin primero llamar a tu Voluntad a obrar
en nosotros: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que amemos tu Voluntad más que nuestra propia vida:
+ Haz que el triunfo de tu Voluntad se extienda sobre toda la tierra:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Señor, con tu infinita potencia transforma y dispón nuestras almas, para que podamos recibir
la plenitud del Don de tu Voluntad y así tú puedas recibir toda la gloria que esperabas recibir
de nosotros desde el inicio de la creación del mundo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 12 de Marzo de 1938)


¡Oh, cómo se va formando en nuestro ser divino la vida del alma que vive en la Divina
Voluntad, es concebida y nace y renace continuamente!
Y como nuestro ser divino está siempre en acto de generar, así ella está siempre en acto de
renacer.

¡Renace a nuevo amor, a nueva santidad, a nueva belleza; renace y crece y toma siempre de
Dios!

¡Qué fortuna tan grande la suya y también de Dios, porque siente que la criatura vive en sí
mismo! Amén.

(ant. 1) Cada vez que la criatura renace en nosotros, formamos nuestro paraíso en ella.
(Salmo 1) (Vol. XXXV, 12 de Marzo de, 1938)

Cuando la criatura renace en nosotros, nos gusta estarla mirando, porque en cuanto renace
adquiere una nueva belleza, más bella, más atrayente que la primera.

Pero esto no se queda ahí; otras bellezas la investirán, no cesarán jamás; pero tantas que
cautivarán nuestra mirada, al grado de ya no poder apartar nuestros ojos de ella.

La revestimos incesantemente, para poder formar en ella nuestras interminables bellezas.

Y mientras la miramos bajo la lluvia de nuestras diferentes bellezas, nuestro amor no se queda
atrás;

hace que renazca a cada instante en nuestro amor, que es siempre nuevo, así que nos ama
siempre con nuevo amor, que siempre crece y jamás se detiene,

Esta vida de la criatura formada en nosotros es nuestro paraíso que formamos en ella.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Cada vez que la criatura renace en nosotros, formamos nuestro paraíso en ella.

(ant. 2) El Fiat Supremo habla y crea, y siembra vidas divinas en el alma que renace y vive en
la Divina Voluntad.
(Salmo 2) (Vol. XXXV, 12 de Marzo de, 1938)

II

Habiendo el alma renacido tantas veces en nosotros, le damos la virtud de poder recibir
nuestras siembras divinas, es decir, de poder sembrar en ella tantas vidas divinas nuestras
por cuantas queremos.

Y entonces nuestra Voluntad Divina pone manos a la obra, y con su Fiat habla y crea, habla y
siembra vidas divinas; y con su soplo las hace crecer, con su amor las alimenta, con su luz les
da las tintas de todas las diferentes bellezas.
Estas vidas nuestras son las más preciosas, poseen la virtud creadora, tienen el mismo valor
nuestro; podemos decir que habiendo formado tantas vidas de nosotros mismos, las hemos
sembrado en la criatura.

Comparadas estas vidas al sol, su luz es como una sombra ante ellas, la extensión del cielo es
pequeña en comparación a la de ellas.

Estas vidas nuestras formadas con tanto amor en la criatura, servirán para poblar la tierra y
para generar en la familia humana la vida de nuestra Voluntad.

Son vidas nuestras, hija mía; nuestra vida no muere, es eterna con nosotros; por eso está
esperando tomar posesión de las criaturas, para poder formar con ella una sola vida.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El Fiat Supremo habla y crea, y siembra vidas divinas en el alma que renace y vive en
la Divina Voluntad.

(ant. 3) Es tanto nuestro amor por el alma que vive en nuestra Voluntad que la llamamos
nuestra consoladora.
(Salmo 3) (Vol. XXXV, 12 de Marzo de, 1938)

III

Es tanto nuestro amor por quien vive en nuestra Voluntad, y que recibe la siembra de nuestras
siembras divinas,

que cuando le hablamos de nuestra Voluntad, nuestro eterno amor se desborda en ella, se
desahoga, se siente correspondido con el amor de la criatura; y desaparece el peso de la
ingratitud humana que no nos ama;

porque encontramos a quien nos ama con nuestro amor, el cual tiene la virtud de rehacerse de
todo el amor que nos deberían dar todas las criaturas, y de quemar todos sus males, y de llenar
y de reducir las distancias más lejanas.

y por eso nuestro amor encuentra en ella nuestros refrigerios, nuestras revanchas, y por eso la
amamos infinitamente.

Es tanto nuestro amor, la alegría que sentimos por quien vive en nuestra Voluntad, que a
dicha criatura la llamamos nuestra consoladora, nuestro Fiat que tenemos sobre la tierra,
nuestra depositaria; en fin, todo es nuestro en ella.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Es tanto nuestro amor por el alma que vive en nuestra Voluntad que la llamamos
nuestra consoladora.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 25 de Diciembre de 1938)


“Quien vive en mi Voluntad es inseparable de mí, y cada vez que yo renazco, ella renace junto
conmigo. Así que nunca estoy solo; la hago renacer junto conmigo a la vida divina; renace a
nuevo amor, a nueva santidad, a nueva belleza; renace en los conocimientos de su Creador;
renace en todos nuestros actos, es más cada acto que hace me llama a renacer y le forma un
nuevo paraíso a su Jesús.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 25 de Diciembre de 1938)


G. Hacer feliz a quien vive junto conmigo * es una de mis alegrías más grandes.
T. Hacer feliz a quien vive junto conmigo es una de mis alegrías más grandes.
G. Yo lo hago renacer conmigo para hacerlo feliz,
T. * es una de mis alegrías más grandes.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Hacer feliz a quien vive junto conmigo es una de mis alegrías más grandes.
Sé atento a vivir en mi Voluntad si quieres que en tus actos yo encuentre mi paraíso
(ant. de Alab.)
sobre la tierra. (Vol. XXXVI, 25 de Diciembre de 1938)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Sé atento a vivir en mi Voluntad si quieres que en tus actos yo encuentre mi paraíso


(ant. de Alab.)
sobre la tierra.

INTENCIONES
+ Oh Trinidad adorable, haz que la vida de tu Voluntad triunfe, reine y haga su vida y su
eterna morada en nuestras almas: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que todas las criaturas conozcan tu Voluntad Divina para que la puedan recibir como
Don:
+ Haz que todas las almas sientan la fuerza y la virtud de tu Voluntad Divina y puedan todas
renacer en ella en cada instante:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Dios omnipotente y eterno, haz que así como tu ser divino está siempre en acto de
generar, cada uno de nosotros esté siempre en acto de renacer en tu Divina Voluntad. Por
Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV 12 de Marzo de 1938)


¡Oh, cómo la Divina Voluntad domina y está siempre atenta hasta de nuestras pequeñeces,
para revestirlas con su vida, con su luz, y para encerrar en ellas el Todo!

¡Qué bondad! ¡Qué amor! Parece que a cualquier costo quiere tener algo que ver con la
criatura, ¿pero para hacer qué? ¡Para dar siempre!

¡Dando se desahoga, dando se siente operante, siente que hace de sí misma tantas cosas bellas
que la aman y que la alaban haciéndole sentir quien es ella! Amén.

(ant.) No se puede comprender claramente los prodigios de quien es recién nacido en el tiempo
en la Divina Voluntad.
(Salmo) (Vol. XIX, 14 de Marzo de, 1926)

No te sorprendas si te digo que tú eres la pequeña recién nacida de mi Voluntad, también mi


Madre Inmaculada es la recién nacida de mi Voluntad.

Sin embargo existe una gran diferencia entre quien es la recién nacida de la Suprema
Voluntad en el tiempo y quienes renacen a las puertas de la eternidad.

Un ejemplo es mi Madre Reina que fue la recién nacida de la Divina Voluntad en el tiempo, y
porque fue la recién nacida de mi Voluntad, se formó a semejanza de su Creador y pudo ser la
Reina de toda la creación; y como Reina dominaba todo y hacía eco muy bien en la Divina
Voluntad;

tuvo el poder de hacer descender a su Creador sobre la tierra, para vestirlo con su misma
naturaleza y darlo como Salvador a las generaciones humanas.

Con la potencia de la vida de la Voluntad Suprema que poseía, pudo hacer todo e implorar
todo, y hasta Dios mismo no podía negarle lo que esta criatura celestial le pedía.

Así pues, quien es recién nacida en el tiempo en mi Voluntad, estando en el exilio forma mares
de gracia, y partiendo de la tierra lleva consigo todos los mares de bienes que posee la Divina
Voluntad, y por lo tanto lleva consigo a Dios mismo.

Es un portento traer del exilio aquella Voluntad, aquel Dios que reina en los cielos; por eso,
todo lo que te digo lo puedes hacer, todo, sobre todo porque mi Voluntad lo hará como unificada
a tu pequeño ser.

Gloria al Padre...

(ant.) No se puede comprender claramente los prodigios de quien es recién nacido en el tiempo
en la Divina Voluntad.

LECTURA BREVE (Vol. XIX, 23 de Febrero de 1926)


“A la recién nacida de mi Voluntad era necesario, conveniente, decoroso para ella y para
nuestra Voluntad misma, que se uniera a ese único acto del eterno que no tiene sucesión de
actos; y como este acto único le da al ser divino toda la grandeza, la magnificencia, la
inmensidad, la eternidad, la potencia, en fin, encierra todo para poder hacer salir de este acto
único todo lo que quiere, así nuestra pequeña recién nacida en nuestra Voluntad, uniéndose al
acto único del eterno Dios, debía hacer siempre un solo acto, es decir, estar siempre en
continuo acto de renacer; hacer siempre un solo acto: nuestra Voluntad.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 23 de Febrero de 1926)


G. Te tengo rodeado de tanta gracia y * estoy sumamente atento a que no entre en ti tu
voluntad humana.
T. Te tengo rodeado de tanta gracia y * estoy sumamente atento a que no entre en ti tu
voluntad humana.
G. Para hacer que tú nazcas siempre en mi Voluntad y que mi Voluntad renazca en ti,
T. * estoy sumamente atento a que no entre en ti tu voluntad humana.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Te tengo rodeado de tanta gracia y * estoy sumamente atento a que no entre en ti tu
voluntad humana.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.
Cántico (Testamento espiritual de Luisa)
Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Padre santo, haz que renaciendo en el tiempo en tu Divina Voluntad, podamos pronto partir
de la tierra llevando con nosotros todos los bienes inmensos que posee tu Divino Querer, para
tu mayor gloria. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.


Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE SAN JOSE

LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)
Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XXXV, 30 de Enero de 1938)


¡Oh, cómo se escucha mientras se nada en el mar de tu Voluntad Divina su murmullo continuo
que dice:

Amor..., almas..., luz que quiere revestir, que quiere reinar en cada uno de sus hijos!

¡De qué inventos de amor se sirve para hacer que vuelvan a entrar en el seno de su luz de
donde salieron!

¡Y en su dolor dice: “Hijos míos, hijos míos, déjenme reinar; yo les daré tanta gloria que se
darán cuenta de que son hijos de su Padre Celestial!” Amén.

(ant. 1) Mi Voluntad es más que sol que quiere consumar a la criatura en su amor.
(Salmo 1) (Vol. XIX, 26 de Julio de 1926)

I
Mira cómo no todos la gozan de igual modo la luz del sol y no a causa del sol, sino de las
criaturas, porque mis obras contienen el bien universal, hacen el bien a todos sin alguna
restricción.

Supongamos a una persona que está en su estancia; ésta no goza de toda la vivacidad de la luz
del sol, y si goza de ella es una luz tenue, no goza de su calor;

en cambio otra se encuentra fuera del poblado; esta goza de más luz, siente el calor del sol; el
calor purifica, desinfecta el aire podrido y hace que goce del aire purificado, se fortalece y se
siente más sana.

Una tercera persona va y se pone en aquel punto donde los rayos solares se difunden más
sobre la superficie de la tierra, esta se siente revestida de sus rayos, se siente quemar por el
calor del sol, la vivacidad de su luz es tanta, que llenándose el ojo, con fatiga puede mirar la
tierra;

se puede decir que se ve como fundida en la misma luz; pero como tiene apoyados los pies sobre
la tierra, muy poco siente de la tierra, de sí misma, porque vive totalmente para el sol.

Una cuarta emprende el vuelo a través de los rayos solares, se eleva hasta el centro de su
esfera; ésta queda quemada por la intensidad del calor que contiene el sol en su centro, la
intensidad de su luz la eclipsa totalmente en modo que queda perdida, consumada en el mismo
sol;
esta cuarta no puede mirar la tierra, ni pensar en sí misma, y si echa una mirada, mirará luz,
sentirá fuego, así que para ella todas las cosas han terminado, la luz y el calor han tomado el
lugar de su vida.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Mi Voluntad es más que sol que quiere consumar a la criatura en su amor.

(ant. 2) Qué diferencia entre quien vive resignada y quien vive consumada en la unidad de la
luz de mi Voluntad.
(Salmo 2) (Vol. XIX, 26 de Julio de 1926)

II
El sol es la imagen de mi Voluntad, que más que sol hiere con sus rayos a quienes quieren
vivir en su Reino, para convertir a todos en luz y amor. La imagen de estas personas son los
cuatro grados de vivir en la Divina Voluntad.

La primera se puede decir que no vive en su Reino, sino solo a la luz que desde mi Reino el sol
de mi Voluntad difunde a todos; se puede decir que está fuera de sus confines y si goza de una
tenue luz es por la naturaleza de la luz, que se expande por doquier;

su naturaleza, sus debilidades y pasiones forman como una habitación a su alrededor, infectan
el aire y lo pudren, y respirándolo vive enferma y sin la vivacidad de la fuerza para hacer el
bien;

Pero a pesar de todo está resignada, soporta lo mejor que puede los encuentros de la vida,
porque la luz de mi Voluntad por más que sea tenue lleva siempre su bien.

La segunda es imagen de quien ha entrado en los primeros pasos de los confines del Reino de
la Voluntad Suprema, esta goza no solamente de más luz, sino también del calor;

así que el aire que respira es puro y respirándolo siente que mueren en ella las pasiones, es
constante en el bien, soporta no solo con paciencia las cruces, sino con amor; pero como está en
los primeros pasos del confín, mira la tierra, siente el peso de su naturaleza humana.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Qué diferencia entre quien vive resignada y quien vive consumada en la unidad de la
luz de mi Voluntad.

(ant. 3) Quien debe dar a conocer la Divina Voluntad debe vivir en el último grado.
(Salmo 3) (Vol. XIX, 26 de Julio de 1926)

III
En cambio, la tercera siendo imagen de quien ha penetrado en los confines de este Reino, es tal
y tanta su luz, que le hace olvidar todo, ya no siente nada de sí misma, el bien, las virtudes, las
cruces, se vuelven parte de su naturaleza, la transforman y apenas deja de mirar de lejos lo
que ya no le pertenece.

La cuarta es la más feliz, porque es la imagen de quien no solamente vive en mi Reino, sino de
quien lo ha adquirido, ésta sufre la consumación total en el sol de mi Voluntad Suprema, la
fuerza de la luz es tan espesa que ella misma se transforma en luz y amor.

Así que habrá diferencia de grados en el Reino de mi Voluntad, conforme las criaturas tomen
de sus bienes; pero los primeros grados serán impulsos y caminos para llegar al último. Y tú
que lo debes dar a conocer es del todo necesario que vivas en el último grado.

Gloria al Padre...
(ant. 3) Quien debe dar a conocer la Divina Voluntad debe vivir en el último grado.

LECTURA BREVE (Vol. XXXV, 2 de Enero de 1938)


“Tú debes saber que para pasar a vivir en mi Voluntad se necesita decisión de parte de Dios y
decisión firme de parte de la criatura de vivir en ella. Por eso ponemos de lo nuestro, para que
no se eche atrás. Puede ser que sienta las miserias, los males, las debilidades; pero esto no
significa nada, porque ante la potencia y santidad de mi Voluntad, estas mueren, sienten la
pena de la muerte y huyen; a mayor razón que las miserias no son parto de la voluntad
humana, porque ella está abismada en mi Voluntad y por lo tanto no puede querer si no lo que
quiero yo.”

RESPONSORIO (Vol. XXXV, 28 de Diciembre de 1937)


G. Nuestro amor era y es tanto que * queríamos crearnos a nosotros mismos en cada acto de la
criatura.
T. Nuestro amor era y es tanto que queríamos crearnos a nosotros mismos en cada acto de la
criatura.
G. Para hacernos amar, para darnos a conocer y para estar en un continuo contracambio de
vida entre las criaturas y nosotros.
T. * queríamos crearnos a nosotros mismos en cada acto de la criatura.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Nuestro amor era y es tanto que queríamos crearnos a nosotros mismos en cada acto de la
criatura.

Yo vine sobre la tierra para cubrirlo todo, para ahogar los mismos males y
(ant. de Agrad.)
quemarlo todo con mi amor. (Vol. XXXV 25 de Diciembre de 1937)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;


como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

Yo vine sobre la tierra para cubrirlo todo, para ahogar los mismos males y
(ant. de Agrad.)
quemarlo todo con mi amor.

INTENCIONES
+ Oh Señor, que todo nuestro ser sea consumado en el centro del sol divino de tu Santísima
Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Que todas las almas se dejen transformar por la luz divina de tu Voluntad:
+ Que toda la humanidad sienta morir en sí misma los gérmenes de las propias pasiones y
resurja en ella el germen de la Divina Voluntad:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Oh Dios nuestro, concédenos la gracia de salir del tugurio de nuestra voluntad humana, para
que seamos revestidos por el sol divino de tu Voluntad, y así podamos emprender el vuelo y
elevarnos hasta el centro de la unidad de la luz de tu divinidad. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXVI, 12 de Junio de 1938)


¡Sólo cuando yo hablo de mi Voluntad mi amor se calma, se aquietan sus ansias, se
tranquilizan sus delirios!

¡En mi palabra, en las verdades que mi amor manifiesta sobre ella reposo dulcemente!

¡Porque veo que mi amor toma su lugar en la criatura, para ser amado por ella, y así formar en
ella mi vida! Amén.

(ant. 1) Es necesario manifestar los dones, los bienes que hay en mi Voluntad para cautivar a la
criatura y hacer que viva en ella.
(Salmo 1) (Vol. XXXVI, 12 de Junio de 1938)

Tú debes saber que cada conocimiento que manifiesto y cada acto hecho en mi Voluntad,
cortejado por el conocimiento que he manifestado, es una semilla divina que el alma adquiere.

Esta semilla producirá nueva ciencia divina, ¡y qué bien sabrá hablar el lenguaje de su
Creador! Cada verdad será un nuevo lenguaje celestial, que tendrá la virtud de darse a
entender por quien lo escucha y que quiere recibir esta semilla divina.

Esta semilla producirá nueva vida de santidad, nuevo amor, nueva bondad, nuevas alegrías y
felicidad. Estas semillas de mis verdades serán cada una, una nueva propiedad divina que el
alma adquirirá.

Por cuantas semillas divinas el alma adquiere en virtud de los conocimientos sobre mi Fiat,
tantos grados más le participaremos de nuestro conocimiento y de nuestra gloria, cuando
habiendo terminado su vida sobre la tierra vendrá a nuestra patria celestial.

Al conocimiento adquirido en la tierra corresponderá el doble conocimiento que adquirirá de


nuestro ser supremo, en nuestra morada celestial;

cada semilla divina que habrá recibido será un grado de gloria, de alegría, de felicidad. Así que
la felicidad, la alegría, la gloria de los bienaventurados, será proporcionada por cuanto nos
habrán conocido.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Es necesario manifestar los dones, los bienes que hay en mi Voluntad para cautivar a la
criatura y hacer que viva en ella.
(ant. 2) En quien no nos conoce ni nos ama nosotros no encontramos lugar en donde poner
nuestra santidad y nuestro amor.
(Salmo 2) (Vol. XXXVI, 30 de Junio de 1938)

I
Todos viven en mi Voluntad, y si no quisieran vivir en ella, no encontrarían ningún lugar en
donde vivir.

Pero ¿quién siente nuestra vida divina? ¿Quién se siente envuelta en nuestra santidad? ¿Quién
siente la alegría de sentirse tocar por nuestras manos creadoras, para sentirse embellecido de
nuestra belleza? ¿Quién se siente ahogar en nuestro amor?

Quien quiere vivir en nuestra Voluntad, no quien se encuentra en ella sólo por haber sido
creado, porque nuestra inmensidad lo envuelve todo y a todos.

Estos están sin conocernos, como verdaderos usurpadores de nuestros bienes, como hijos
desleales e ingratos, que han renegado de su Padre.

Y como no nos conocen ni nos aman, Nosotros no encontramos en ellas el puesto en donde
poner nuestra santidad, nuestro amor; sus almas son incapaces de recibir nuestra belleza que
siempre crece.

No nos dan nada, ni siquiera nuestros derechos de Creador; y mientras viven junto a nosotros
en nuestro mar divino, están como lejanos de nosotros. No conociéndonos han formado las
barreras, han cerrado las puertas y roto las comunicaciones entre ellos y nosotros.

Gloria al Padre...

(ant. 2) En quien no nos conoce ni nos ama nosotros no encontramos lugar en donde poner
nuestra santidad y nuestro amor.

(ant. 3) Si no nos conocen no podemos dar nada, ni la criatura puede recibir.


(Salmo 3) (Vol. XXXVI, 30 de Junio de 1938)

II

El conocimiento es el primer anillo de conjunción entre las criaturas y nosotros; es querer vivir
en nuestra Voluntad lo que quita las barreras y abre las puertas para poder deleitarse con
nosotros;

es el amarnos lo que nos hace derramar a torrentes nuestro amor, nuestras gracias, hasta
cubrirla con nuestras cualidades divinas; si no nos conocen no podemos dar nada ni ellas
pueden recibir.

En cambio, quien vive en nuestra Voluntad nos conoce; en cuanto entra en ella le da su beso al
Padre; lo abraza, pone a nuestro alrededor su pequeño amor, y se besa con todo el cielo;
podemos decir que se abren las fiestas entre ellas y nosotros, entre el cielo y la tierra.
Nosotros mismos la llamamos bienaventurada y le decimos: “Tú eres la más feliz y afortunada
criatura, porque vives en nuestra Voluntad; vives y nos conoces, vives y nos amas, y nosotros
te tenemos escondida en nuestro amor, cubierta entre nuestros brazos, bajo la lluvia de
nuestras gracias.”

Gloria al Padre...

(ant. 3) Si no nos conocen no podemos dar nada, ni la criatura puede recibir.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 12 de Junio de 1938)


“Nos encontramos entre los bienaventurados y nosotros en las condiciones de uno que no ha
estudiado idiomas: oyendo hablar no entenderá nada; y no solamente esto, sino que no lo
podrán ocupar como maestro en un puesto para enseñar idiomas, para hacer que gane un
mayor sueldo; así que se tendrá que contentar enseñando lo poco que sabe y ganando poco. Así
nos encontramos nosotros: si no nos conocen sobre la tierra, no forman el puesto en sus almas
para recibir todas nuestras alegrías y felicidad, y si las queremos dar, no entrarán en ellos y no
entenderán nada.”

RESPONSORIO (Vol. XXXV, 29 de Enero de 1937)


G. Nuestro amor es tanto que en todo y por todos lados * te hacemos llegar nuestro enamorado
grito de amor.
T. Nuestro amor es tanto que en todo y por todos lados te hacemos llegar nuestro enamorado
grito de amor.
G. También en la pequeña hierba, en el aire que respiras, en el agua que bebes y hasta debajo
de tus pasos mientras pisas la tierra,
T. * te hacemos llegar nuestro enamorado grito de amor .
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Nuestro amor es tanto que en todo y por todos lados te hacemos llegar nuestro enamorado
grito de amor.

Nuestro te amo no encuentra a quien dirigirse, en donde apoyarse si no recibe la


(ant. de Alab.)
correspondencia del te amo de la criatura.
(Vol. XXXV, 29 de Enero de 1937)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.


Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de
su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Nuestro te amo no encuentra a quien dirigirse, en donde apoyarse si no recibe la


(ant. de Alab.)
correspondencia del te amo de la criatura.

INTENCIONES
+ Señor, haz que cada nuevo conocimiento de ti sea una semilla divina que nos transforme en
ti: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que aprendiendo el lenguaje del amor de tu Voluntad podamos conocerte y amarte
plenamente:
+ Haz que toda la Santa Iglesia te conozca siempre más y mejor para que tu Reino se difunda
en ella en toda su plenitud:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Señor, ilumina nuestras mentes e inflama nuestros corazones con el fuego de tu amor, para
que podamos conocerte solamente a ti y vivir siempre en la unidad de la luz de tu Suprema
Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 28 de Marzo de 1938)


¿No fue en la nada que formamos la maravilla y el encanto de toda la creación?

¿No fue en la nada que formamos tantas armonías, hasta nuestra imagen que nos asemeja en
la creación del hombre?
¡Oh, nosotros no nos fijamos si el acto de la criatura es natural o espiritual, grande o pequeño,
vemos más bien si todo es nuestro!

¡Queremos ver si nuestra Voluntad ha hecho surgir en ella su sol de luz, de santidad, de
belleza, de amor!

¡Nos servimos hasta de sus más pequeños actos para formar nuestros más prodigiosos
portentos! Amén.

(ant.) Quien vive siempre en la Divina Voluntad se encuentra bajo una lluvia de luz purísima e
interminable.
(Salmo) (Vol. XXXV, 28 de Marzo de, 1938)

Quien hace sus actos en nuestra Voluntad hace actos completos y perfectos; en cambio quien
vive siempre en ella se encuentra bajo una lluvia continua de luz, que hace que cuando se
mueve, palpita y respira, le lluevan encima todos los efectos y las diferentes bellezas de
nuestra luz divina.

Nuestro ser divino es luz purísima, y aunque es luz interminable, encierra todos los bienes
posibles e inimaginables, y mientras es luz es palabra, es todo ojos, todo lo mira; no hay cosa
que se pueda esconder de nosotros.

Esta luz es obra, es paso, es vida que da vida a todo y a todos. Encierra bellezas que son
interminables, alegría y felicidad sin fin.

Quien vive siempre en nuestra Voluntad Divina se encuentra bajo la lluvia de luz de nuestra
palabra imperante y creante.

¡Oh, cómo nuestra palabra la transforma, le habla siempre de nuestro ser supremo, y produce
todos nuestros efectos divinos en la criatura con una tal variedad de belleza, que nosotros
mismos quedamos cautivados!

Así que quien vive siempre en nuestra Voluntad está siempre en comunicación directa con su
Creador, y recibe todos los efectos que sabe producir un Dios. En cambio, quien obra en ella,
está en comunicación con nuestras obras, y las suyas son moldeadas con las nuestras.

Gloria al Padre...

(ant.) Quien vive siempre en la Divina Voluntad se encuentra bajo una lluvia de luz purísima e
interminable.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 17 de Mayo de 1938)


“Hijo mío, si la criatura debía darnos solamente lo que es espiritual, poco podía darnos, en
cambio, dándonos también sus pequeños actos naturales, puede darnos siempre, estamos en
una continua relación, y la unión entre ella y nosotros no se rompe nunca. Tanto más que las
cosas naturales están siempre a la mano, al alcance de los pequeños y de los grandes, de los
ignorantes y de los doctos: el respirar, el moverse, el servirse a sí mismo en las cosas
personales es de todos y jamás puede cesar; y hecho todo esto para amarme, para formar la
vida de la Divina Voluntad en sí, son nuestro triunfo, nuestra victoria y la finalidad para la
que la creamos.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 17 de Mayo de 1938)


G. ¿Ves entonces qué fácil es vivir en nuestra Voluntad? * No debes hacer cosas nuevas, sino lo
que ya haces.
T. ¿Ves entonces qué fácil es vivir en nuestra Voluntad? No debes hacer cosas nuevas, sino lo
que ya haces.
G. Es decir desarrollar tu vida como te la dimos en nuestra Voluntad.
T. * No debes hacer cosas nuevas, sino lo que ya haces.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¿Ves entonces qué fácil es vivir en nuestra Voluntad? No debes hacer cosas nuevas, sino lo
que ya haces.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...
(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Señor, abismados en nuestra nada te pedimos que pronuncies sobre nuestras almas tu
Fiat omnipotente, para que se desplieguen en ellas los nuevos cielos y la nueva tierra de tu
Voluntad Suprema. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
El Señor nos conceda que termine la noche de la Voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE LA SANTISIMA EUCARISTIA
LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XXXV, 30 de Enero de 1938)


¿Pero es posible que un Dios, que su Voluntad tres veces santa, llegue hasta crearse a sí mismo
en el acto de la criatura?

¡Oh, en cuanto ve que la criatura está por obrar, corre y toma este acto entre sus manos, lo
purifica, lo plasma, lo reviste de luz!

¡Lo mira para ver si aquel acto puede recibir su santidad, su belleza, si puede encerrarlo en su
inmensidad!

¡Y cuando ha hecho todo, lo besa, lo abraza y se derrama totalmente en él!

Y con una solemnidad y un amor indescriptibles, pronuncia su Fiat omnipotente, y se crea a sí


mismo en el acto de la criatura! Amén.

(ant. 1) ¡Qué bello es el principio del día de quien vive en nuestro Fiat Divino!
(Salmo 1) (Vol. XXXV, 14 de Diciembre de 1937)
I
Así como la naturaleza tiene su día para la vida humana, en la que se desarrollan todas las
acciones de la vida, también la vida de la Divina Voluntad forma su día en el fondo del alma
que vive en mi Voluntad.

En cuanto da principio a formar sus actos en ella, llamándola como vida suya, inicia su día,
formando en el fondo del alma una aurora sumamente esplendorosa.

Esta aurora reúne su potencia y renueva en ella la potencia del Padre, la sabiduría del Hijo, y
la virtud y el amor del Espíritu Santo.

Así que su día inicia junto con la Sacrosanta Trinidad, la cual desciende hasta en los más
pequeños actos y escondrijos de la criatura, para hacer vida junto con ella y hacer lo que ella
hace.

Esta aurora hace huir todas las tinieblas del alma, de manera que todo es luz para ella, y se
pone atentamente como vigilante centinela, para que todos sus actos puedan recibir la luz de
la Divina Voluntad.

Esta aurora es el primer reposo de Dios en la estancia del alma, es el principio del día eterno
en el que comienza la vida del ser supremo junto con la criatura.

¡Qué bello es el principio del día de quien vive en nuestro Fiat! ¡Es el encanto de todo el cielo!

Gloria al Padre...

(ant. 1) ¡Qué bello es el principio del día de quien vive en nuestro Fiat Divino!

(ant. 2) Los actos hechos en la Divina Voluntad están llenos de prodigios inauditos.
(Salmo 2) (Vol. XXXV, 14 de Diciembre de 1937)

II

Ahora bien, en cuanto pasa a hacer sus segundos actos en la Divina Voluntad, surge en ella el
sol de mi Voluntad eterna.

Es tanta la plenitud de su luz, que ilumina toda la tierra, visita todos los corazones, y le lleva
los buenos días de luz y de alegrías a toda la corte celestial.

Esta luz está llena de amor, de adoración, de agradecimiento, de reconocimiento, de alegría, de


bendición.

Pero ¿de quién son? De la criatura, que con su acto en mi Voluntad ha hecho surgir el sol que
resplandece sobre todos, de tal modo que todos se encuentran con que hay uno que ha amado a
Dios por ellos, lo ha adorado, agradecido, bendecido y glorificado;

cada uno encuentra lo que estaba obligado a hacer para con Dios; ¡hay quien suple por todos!
Un acto en mi Voluntad debe encerrar todo, tiene la potencia y la capacidad de suplir a todos y
de hacer bien a todos, de lo contrario no se podría llamar acto hecho en mi Voluntad. Estos
actos están llenos de prodigios inauditos, dignos de nuestra obra creadora.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Los actos hechos en la Divina Voluntad están llenos de prodigios inauditos.

(ant. 3) ¡Queremos encontrar en la criatura el amor que nosotros le dimos, nuestras cualidades
divinas, todo!
(Salmo 3) (Vol. XXXV, 14 de Diciembre de 1937)
III

Y en cuanto empieza a hacer su tercer acto en nuestra Voluntad, se forma el pleno mediodía de
nuestro sol eterno en la criatura.

¿Y sabes tú qué cosa nos da en este pleno mediodía? Nos prepara la mesa; ¿y sabes qué nos da
de comer? El amor que nosotros le dimos, nuestras cualidades divinas.

Todo tiene el sello de nuestra belleza, de nuestros castos y puros perfumes, y nos gusta tanto
que tomamos a saciedad.

Tanto más que si algo falta a nuestra decencia, estando nuestra Voluntad en la criatura es
dueña de todos nuestros bienes, y por eso toma lo que se necesita de nuestros tesoros, y nos
prepara la más bella mesa; digna de nuestra majestad suprema;

y nosotros invitamos a todos los Ángeles y Santos a que se sienten en esta mesa celestial, para
que perciban y se alimenten con nosotros de ese amor que nos ha dado la criatura que vive en
nuestra Voluntad.

Y después de haber terminado el banquete todos juntos, los demás actos que hace en nuestra
Voluntad sirven, algunos para formar música celestial, otros, cantos amorosos, las más bellas
escenas, otros aún repiten nuestras obras que están siempre presentes.

En fin, nos tiene siempre ocupados. Y cuando ha terminado de hacer fluir todas sus acciones
en nuestra Voluntad, la hacemos reposar y reposamos juntos. Y después del reposo damos
inicio al trabajo para dar inicio a un nuevo día, y así continuamente.

Gloria al Padre...

(ant. 3) ¡Queremos encontrar en la criatura el amor que nosotros le dimos, nuestras cualidades
divinas, todo!

LECTURA BREVE (Vol. XXXV, 29 de Noviembre de 1937)


“¡Qué duro es amar y no ser amado, hija mía! Cómo quisiera que todos supieran que con mi
amor los sostengo, los abrazo; los amo y los hago respirar; los amo y les doy el latido del
corazón, la palabra, el paso; los amo y les doy el movimiento, el pensamiento, el alimento, el
agua; todo lo que son y reciben es efecto de mi amor que fluye hacia ellos. ¿No es una
ingratitud horrible no amarme? Es martirizar nuestro amor, porque amamos y no somos
amados.”

RESPONSORIO (Vol. XXXV, 20 de Septiembre de 1937)


G. Nuestra sabiduría es tanta * que hace siempre cosas nuevas.
T. Nuestra sabiduría es tanta que hace siempre cosas nuevas.
G. Somos un acto continuo de amor que siempre arde,
T. * que hace siempre cosas nuevas.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Nuestra sabiduría es tanta que hace siempre cosas nuevas.

Nuestro amor parece que no se da paz si no hacemos nuevas invenciones de amor


(ant. de Agrad.)
para amarnos y para hacer que nos amen.
(Vol. XXXV, 20 de Septiembre de 1937)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.


Gloria al Padre...

Nuestro amor parece que no se da paz si no hacemos nuevas invenciones de amor


(ant. de Agrad.)
para amarnos y para hacer que nos amen.

INTENCIONES
+ Señor, haz que nuestras almas vivan siempre en el eterno día de tu Santísima Voluntad:
¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que cada acto que hacemos en tu Voluntad sea un sol divino que de luz y vida a todos:
+ Haz que la aurora de tu eterno día surja en todos los corazones:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre Santo, toma nuestra voluntad humana entre tus manos y pronuncia sobre ella tu Fiat
omnipotente, para que creándote a ti mismo en nosotros, podamos amarte como tú nos amas.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 16 de Enero de 1938)


¡Oh Santa Voluntad Divina, tú siempre estás a nuestro alrededor, nos llamas, nos abrazas a tu
seno de luz!

¡Y si respondemos a tu llamada, si te correspondemos con nuestro abrazo, tú nos amas tanto y


nos quieres dar tanto, que no sabemos donde poner lo que nos quieres dar!

¡Y en medio de tanto amor y liberalidad, quedamos confundidos totalmente, y no nos queda


más que amarte, oh Santa Voluntad Divina! Amén.

(ant. 1) Los efectos de la luz del sol transforman la faz de la tierra.


(Salmo 1) (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)
I

Quiero darte a conocer la gran diferencia que hay entre quien vive en mi Voluntad en la
unidad de la luz, y quien se resigna y se somete a mi Voluntad; y para hacer que comprendas
bien te daré en el sol que está en el cielo la semejanza.
El sol estando en la bóveda de los cielos expande sus rayos sobre la superficie de la tierra.
Mira, entre la tierra y el sol existe una especie de acuerdo: el sol tocando la tierra, y la tierra
recibiendo el toque del sol.

La tierra recibiendo el toque de la luz sometiéndose al sol, recibe los efectos que contiene la
luz.

Estos efectos transforman la faz de la tierra, la reverdecen, hacen que florezca, que se
desarrollen las plantas, maduran las frutas y tantas otras maravillas que se ven sobre la faz
de la tierra producidas siempre por los efectos que contiene la luz solar.

Pero el sol, dando sus efectos no da su luz, es más, conserva celoso su unidad, y los efectos no
son duraderos, y por eso se ve la pobre tierra a veces toda llena de flores, otras veces despojada
de ellas, casi a cada estación cambia, sufre continuas mutaciones.

Si el sol le diera a la tierra sus efectos y su luz, la tierra se transformaría en sol y no tendría ya
necesidad de mendigar los efectos del sol, porque conteniendo en sí la luz, se convertiría en
dueño de la fuente de los efectos que el sol contiene.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Los efectos de la luz del sol transforman la faz de la tierra.

(ant. 2) Adán perdió la fuente de los bienes y de los efectos que contiene la unidad de la luz de
mi Voluntad.
(Salmo 2) (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)

II

Así el alma que se resigna y se somete a mi Voluntad, vive de los efectos que hay en ella y no
poseyendo la luz no posee la fuente de los efectos que hay en el sol de la Voluntad eterna.

Por eso se ven casi como la tierra, a veces ricas de virtudes, otras veces pobres, cambian a cada
circunstancia,

tanto más que si no están siempre resignadas y sometidas a mi Voluntad, sería como si la
tierra no quisiera dejarse tocar por la luz del sol,

porque si recibe sus efectos es porque se deja tocar de su luz, de lo contrario quedaría desolada
sin producir ni una pequeña hierba.

Así quedó Adán después del pecado; él perdió la unidad de la luz y por lo tanto la fuente de los
bienes y de los efectos que el sol de mi Voluntad contiene.

Antes de pecar, poseyendo la fuente de la unidad de la luz junto con su Creador, cada pequeño
acto suyo era un rayo de luz;
y este acto invadiendo toda la creación, se fijaba en el centro de su Creador, llevándole el amor
y la correspondencia de todo lo que había sido hecho por él en toda la creación.

Oh, cuanto se degradó y lloró amargamente por la unidad de la luz perdida, que elevándolo
sobre todas las cosas creadas hacía de él el pequeño dios de la tierra!

Gloria al Padre...

(ant. 2) Adán perdió la fuente de los bienes y de los efectos que contiene la unidad de la luz de
mi Voluntad.

(ant. 3) No existe comparación entre quien vive en mi Voluntad y quien se somete a ella.
(Salmo 3) (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)

III

De lo que te he dicho puedes comprender que vivir en mi Voluntad es poseer la fuente de la


unidad de la luz de mi Voluntad, con toda la plenitud de los efectos que esta contiene.

Así que en cada acto suyo surge la luz, el amor, la adoración, etc., que constituyéndose acto por
cada acto de ellos, amor por cada amor, invade todo como la luz solar, armoniza todo,
concentra todo en sí mismo,

y como rayo resplandeciente le lleva a su Creador la correspondencia de todo lo que ha hecho


por las criaturas, es la verdadera nota de unión entre el cielo y la tierra.

¡Qué diferencia entre quien posee la fuente de los bienes que contiene el sol de mi Voluntad, y
quien vive de sus efectos! Es como la diferencia entre el sol y la tierra.

Por eso no existe comparación alguna entre quien vive en mi Voluntad y quien se somete a
ella.

Así que antes de pecar Adán poseía la unidad de la luz y no pudo recuperarla mientras vivió.
De él sucedió como la tierra que gira alrededor del sol, que no estando fija, cuando gira se
opone al sol y forma la noche.

Gloria al Padre...

(ant. 3) No existe comparación entre quien vive en mi Voluntad y quien se somete a ella.

LECTURA BREVE (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)


“Hijo mío, se atento, tu Jesús tiene la fuente que surge y tiene siempre algo que darte, y tú
tienes siempre algo que tomar; por más que te hable sobre mi Voluntad, tengo siempre algo
nuevo que decirte y no será suficiente ni la corta vida del exilio, ni toda la eternidad para darte
a conocer la larga historia de mi Voluntad Suprema y a numerarte los grandes prodigios que
hay en ella.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)


G. Mi humanidad no solamente * poseía la plenitud de mi Voluntad como virtud propia.
T. Mi humanidad no solamente poseía la plenitud de mi Voluntad como virtud propia.
G. Poseía el Verbo Eterno y la inseparabilidad con el Padre y el Espíritu Santo,
T. * poseía la plenitud de mi Voluntad como virtud propia.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Mi humanidad no solamente poseía la plenitud de mi Voluntad como virtud propia.

Adán en el estado de inocencia y mi Madre Celestial poseían la unidad de la luz de


(ant. de Alab.)
mi Voluntad. (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1926)

Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Adán en el estado de inocencia y mi Madre Celestial poseían la unidad de la luz de


(ant. de Alab.)
mi Voluntad.

INTENCIONES
+ Señor, haz que vivamos siempre en el centro de la unidad de la luz de tu Santísima
Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que como resplandeciente rayo de luz cada acto que hacemos te dé la correspondencia de
todo lo que has hecho por nosotros:
+ Consuma, vivifica y renueva a toda tu Iglesia en tu Santísima Voluntad:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:
PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre santo, toma nuestra voluntad humana y fundiéndola en la unidad de la luz de tu
Voluntad, haz que resurja más bella que nunca, para la mayor gloria de tu amor y de tu eterna
misericordia. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)


¡Qué abismo de luz en el que no se puede hallar ni el fondo, ni la alteza, ni los confines, de la
Suprema Voluntad Divina!

¡Parece que pone aparte su inmensidad, su potencia, su alteza y profundidad, y se


empequeñece en mí para obrar como yo!

¡Parece que se deleita descendiendo de sus alturas para abajarse en mí, para respirar, palpitar
y moverse en mí, mientras fuera de mí queda siempre como es, inmensa y potente, que todo
reviste y circunda! Amén.

(ant.) Vivir en mi Voluntad es vida que debo formar en la criatura, no es virtud.


(Salmo) (Vol. XXXV, 11 de Septiembre de 1938)

Es tanto mi interés, mi suspiro continuo de querer que la criatura viva en mi Voluntad, que
cuando nos hemos puesto de acuerdo, yo y ella, con decisión firme, que debe vivir en mi Fiat,
siendo esta mi Voluntad, el primero en sacrificarse soy yo.

Para obtener mi propósito de que pueda vivir en mi Fiat, me pongo a su disposición, le doy
todas las gracias necesarias, luz, amor, conocimiento de mi Voluntad, de modo que ella misma
sienta la necesidad de vivir en ella.

Cuando yo quiero una cosa, y ella con prontitud acepta hacer lo que quiero, soy yo el que me
encargo de todo.

Y cuando no lo hace por debilidad, por causa de las circunstancias, no por voluntad o por
descuido, yo llego a suplir y hago lo que ella debería hacer, y le cedo lo que hago como si lo
hubiera hecho ella misma.

Hijo mío, vivir en mi Voluntad es vida que debo formar en la criatura, no es virtud; y la vida
tiene necesidad de movimiento y de actos continuos; si no fuera así no sería vida; podría ser a
lo más una obra, la cual no tiene necesidad de actos continuos, pero no vida.
Así que, cuando por indisposición involuntaria o por debilidad no hace, yo la vida no la
detengo, la continuo; y tal vez en aquellas mismas indisposiciones está también mi Voluntad
que permite aquellas debilidades; de modo que la voluntad de la criatura corre ya en la mía.

Y además, yo me fijo sobretodo en el acuerdo que hicimos entre nosotros, en la firme decisión
que tomamos, la cual no ha sido rota por ninguna otra decisión contraria, y en vista de esto
sigo cumpliendo con mi empeño de suplirla en lo que le falte;

es más, le duplico las gracias, la circundo de nuevo amor, de nuevos inventos de amor, para
hacer que esté más atenta; y despierto en su corazón una extrema necesidad de vivir en mi
Voluntad.

Esta necesidad le sirve para que en cuanto sienta las debilidades, se arroje a los brazos de mi
Voluntad, y le pida que la estreche tanto a sí, de modo que pueda vivir siempre junto con ella.

Gloria al Padre...

(ant.) Vivir en mi Voluntad es vida que debo formar en la criatura, no es virtud.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 13 de Agosto de 1938)


“Hijo mío, mira hasta que exceso llega mi amor que quiere que la criatura viva en mi
Voluntad, ¡llego hasta perseguirla de amor y de luz! La luz le eclipsa todos los males, de
manera que viendo solo mi Voluntad se abandona en ella y nos hace hacer lo que queramos. El
amor la atrae, la hace feliz, y así ella se deja vencer por nosotros.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 28 de Agosto de 1938)


G. Nos veremos obligados por nuestro amor a infundirle de nuevo al hombre nuestro aliento
divino, * para desterrar a todos nuestros enemigos.
T. Nos veremos obligados por nuestro amor a infundirle de nuevo al hombre nuestro aliento
divino, para desterrar a todos nuestros enemigos.
G. Lo cubriremos con nuestro amor y haremos entrar en él la vida de nuestra Voluntad,
T. * para desterrar a todos nuestros enemigos.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Nos veremos obligados por nuestro amor a infundirle de nuevo al hombre nuestro aliento
divino, para desterrar a todos nuestros enemigos.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.
Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Oh Dios de amor y misericordia, te pedimos que las debilidades humanas y las circunstancias
de la vida no impidan que tú puedas formar la vida de tu Voluntad en nuestras almas,
consuma todo con tu amor e infunde en nosotros una extrema necesidad de vivir
ininterrumpidamente en tu Santísima Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***
Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE LA PASION

LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)
Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XXXV, 15 de Agosto de 1937)


¡Oh Voluntad Divina y Santa, tus sorpresas siempre nuevas, revestidas de tanto amor
cautivan y hacen que el alma se desborde de la alegría!

¡Oh Voluntad adorable, cómo quisiera que todos te conocieran, que te amaran y te hicieran
reinar, y que se dejaran atrapar en la red de tu amor! Amén.

(ant. 1) Quien vive en la Divina Voluntad siente la virtud del acto operante de Dios.
(Salmo 1) (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)
I

Mi Voluntad reviste y envuelve todo y a todos en su seno de luz, posee todo, y no hay quien se
pueda escapar de ella.

Todos viven en ella, solo que no reconocen a quien les da la vida, el movimiento, el paso, el
calor, y hasta el respiro.

Podemos decir que la criatura vive en nuestra Voluntad como si viviera en nuestra casa, le
damos lo que necesita, la alimentamos con ternura más que paterna, y no nos reconoce;

y muchas veces se atribuye a sí misma lo que hace, mientras somos nosotros quienes lo
hacemos, y llega hasta a ofender a quien le da la vida y la conserva.

Podemos decir que tenemos en nuestra casa a tantos enemigos nuestros que viven a expensas
nuestras, como ladrones de nuestros bienes; y nuestro amor es tanto que nos obliga a darles la
vida, a alimentarlos como si fueran nuestros amigos.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Quien vive en la Divina Voluntad siente la virtud del acto operante de Dios.

(ant. 2) Reconoce que tu vida viene de Dios, quien te da todo para vivir junto contigo.
(Salmo 2) (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)

II

La criatura para decir que vive en nuestra Voluntad, lo debe querer, lo debe reconocer.

Queriéndolo siente que todo es Voluntad de Dios para ella, y reconociéndolo siente nuestro acto
operante en ella; y esto es el vivir en mi Voluntad Divina: sentir nuestra potencia operante
dentro y fuera de sí misma;
y así en cuanto siente que mi Voluntad obra, la criatura obra junto con ella; si siente que
amamos, ama junto con nosotros; si queremos darnos a conocer más, está sumamente atenta
para escucharnos, y recibe con amor la nueva vida de nuestro conocimiento.

En fin, siente nuestra vida operante, y quiere hacer y hace lo que hacemos nosotros; nos sigue
en todo.

Esto es vivir en nuestra Voluntad: sentir nuestra vida que le da vida a la criatura; sentir
nuestro amor operante, que se mueve, respira y obra en su ser.

Estos son nuestros habitantes celestiales, nuestra gloria en nuestra morada; estamos como
hijos y Padre, lo que es nuestro es de ellos, pero lo reconocen;

no son ciegos y ladrones, que no tienen ojos ni oídos para mirar nuestra luz y nuestros
cuidados paternos, y que no sienten nuestro acto operante en ellos.

Mientras quien vive en nuestra Voluntad siente la virtud de nuestro acto operante; y este es el
don más grande que podemos darle a la criatura.

Gloria al Padre...

(ant. 2) Reconoce que tu vida viene de Dios, quien te da todo para vivir junto contigo.

(ant. 3) Mi Voluntad tiene el poder de hacer llegar a la criatura hasta donde quiera.
(Salmo 3) (Vol. XXXVI, 13 de Noviembre de 1938)

Tú debes saber que el Reino de mi Voluntad será formado y fundado sobre las verdades que ha
manifestado. Cuantas más verdades manifiesta, tanto más suntuoso, bello, majestuoso y
sobreabundante de bienes y de alegrías será este Reino.

Mis verdades formarán el régimen, las leyes, el alimento, el ejército aguerrido, la defensa y la
misma vida de quien vivirá en él.

Mis verdades tomarán cada una su lugar distinto; unas serán como un maestro, otras padre
amorosísimo, otras madre tiernísima, que para no poner en peligro a su hija, la lleva en su
regazo, la mece entre sus brazos, la alimenta con su amor, la viste de luz. En fin, cada verdad
será portadora de un bien especial.

¿Ves cómo será rico el Reino de mi Voluntad? Es por eso que hablo tanto de él, porque gozarán
por cuanto habrán conocido, y el conocimiento llevará la vida, la luz, y el bien que posee.

Gloria al Padre...

(ant. 3) Mi Voluntad tiene el poder de hacer llegar a la criatura hasta donde quiera.

LECTURA BREVE (Vol. XXXV, 26 de Febrero de 1938)


“En cuanto la criatura nos reconoce en las cosas creadas y nos ama, imprime en ellas una nota
de amor y de felicidad hacia su Creador, y elevándose para reconocernos, ella nos conoce y
nosotros reconocemos nuestro ser divino en ella. ¡Si tú supieras lo que significa reconocerse el
uno al otro! Nuestro amor amado nos pone en paz y ama más intensamente a quien lo ama, y
llega a tal exceso, que para reconocerse en la criatura, se crea a sí mismo en ella; ¿pero para
hacer qué cosa? Para reconocerse en ella y ser amado.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)


G. Reconoce que tu vida viene de nosotros, * para que podamos vivir junto contigo.
T. Reconoce que tu vida viene de nosotros, para que podamos vivir junto contigo.
G. Reconoce que te damos todo, el respiro, el movimiento, todo,
T. * para que podamos vivir junto contigo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Reconoce que tu vida viene de nosotros, para que podamos vivir junto contigo.

(ant. de Agrad.) ¡Cuántas sorpresas, cuántos prodigios inauditos puede hacer el Fiat Divino!
(Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)

Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.


Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) ¡Cuántas sorpresas, cuántos prodigios inauditos puede hacer el Fiat Divino!

INTENCIONES
+ Señor abre los ojos de nuestro corazón y haz que reconozcamos tu vida divina que recibimos
en el bautismo: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Haz que te reconozcamos en cada acto nuestro, en cada pensamiento, movimiento y palabra,
en todo:
+ Haz que queramos y reconozcamos tu Voluntad que siempre quiere donarse a nosotros:
+ Por todos aquellos que en tantas formas nos ayudan y por quienes se encomiendan a
nuestras oraciones, para que la Divina Voluntad los colme de todos sus bienes:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Padre verdaderamente Santo, enséñanos a reconocer en cada momento tu amor infinito, para
que reconociendo tu ser divino en nosotros, podamos amarte y glorificarte en modo divino y así
tú puedas reconocerte en nosotros. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

VISPERAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO (Vol. XXXV, 26 de Septiembre de 1937)


¡Oh Voluntad Divina, cuánto me amas! ¿Cómo podré corresponderte? ¡Me asombra ver que
siempre quieres algo de mí! ¡Pero yo soy pequeño y no me es dado encerrar en mí tu
inmensidad!

¡Con tu potencia y amor invictos esperas que yo encierre en mí la verdades que me has dicho,
para que tome posesión de ellas!

¡Y en cuanto ves que tomo posesión de ellas de inmediato tomas de nuevo la actitud de querer
darme y decirme cosas sorprendentes! ¡Oh Voluntad Divina, cuánto me amas! ¿Cómo podré
corresponderte?

(ant. 1) Para dar y recibir siempre, llamo a la criatura a vivir en mi Voluntad.


(Salmo 1) (Vol. XXXVI, 16 de Junio de 1938)

¡Tú no sabes hasta donde me hace llegar mi amor por quien vive en mi Voluntad, cuántas
invenciones me hace hacer, cuántas me hace combinar! ¡Llego hasta hacer nuevas sorpresas!
Para tener siempre algo que hacer con ella, y para tenerla siempre sorprendida y ocupada
conmigo, no le doy tiempo: le digo una verdad, le doy un don, o le hago ver nuestra belleza que
la cautiva, y nuestro amor que gime, que quema, que delira, que quiere ser amado;

en fin, no le doy tiempo; y lo que yo tanto quiero, es que tampoco ella me dé tiempo a mí; y así
siempre.

Mira que es lo que hago: para darle y recibir siempre, llamo a la criatura a vivir en mi
Voluntad y le hago don de su santidad, de su luz, de su vida, de su amor, de sus alegrías
infinitas, por cuanto puede contener.

Después que ha vivido algún tiempo, hallándola fiel, voy a ella y le digo: “Dame la consigna de
lo que te he dado.”

Y ella, que quiere hacerme ver cuanto me ama, sin vacilar ni un instante, prontamente me
consigna todo, hasta su respiro, su palpito, su movimiento, todo, todo me da, no se queda con
nada para sí misma, es más se pone feliz porque le da todo a su Jesús.

Y yo tomo todo y miro y vuelvo a mirar lo que me ha dado, para deleitarme y sentirme feliz con
sus dones, y lo deposito en mi Corazón para gozármelos, como propiedades de mi hija.

Gloria al Padre...

(ant. 1) Para dar y recibir siempre, llamo a la criatura a vivir en mi Voluntad.

(ant. 2) El amor es la hija predilecta e inseparable primogénita de la Divina Voluntad.


(Salmo 2) (Vol. XXXVI, 24 de Julio de 1938)

Mi Voluntad es vida, mi amor es alimento. La vida no puede estar sin alimento; y si existiera
el alimento sin la vida que lo tomara, sería inútil, y Dios no hace cosas inútiles.

De la vida surge el alimento; así que uno y otra se vuelven necesarias. La vida no puede
formarse ni crecer, ni desarrollar sus grandes obras sin alimentarse; y el alimento quedaría sin
obras, sin hacer de sí cosas maravillosas, si no tuviera una vida que lo recibiera.

Además de esto, mi Voluntad es luz y el amor es calor; inseparables entre sí, no puede darse la
luz sin el calor, ni el calor sin la luz.

Parece que son gemelos, nacidos de un mismo parto, pero la primera en nacer es la luz, y
después surge el calor, de manera que el calor es hijo de la luz.

Así también mi Voluntad tiene su acto primero; el amor es su hija predilecta, su primogénita
inseparable.

Gloria al Padre...

(ant. 2) El amor es la hija predilecta e inseparable primogénita de la Divina Voluntad.

(ant. 3) Cómo me encanta ver mi Fiat en la creación unido al de la criatura.


(Salmo 3) (Vol. XIX, 20 de Julio de 1926)

¡Mira qué bella es toda la creación, hija mía! Fue la palabra de tu Jesús que con un Fiat la
hizo; ¿pero sabes cuál es mi encanto que más me cautiva?

Es tu pequeño te amo en cada cosa creada; este pequeño te amo impreso en cada una de ellas,
me habla de tu amor, me habla de mi recién nacida de mi Voluntad, siento el eco armonioso de
toda la creación que me habla de ti.

¡Oh, cómo me extasía, cómo me hace feliz, el ver que mi Fiat en la creación y el que te he
enseñado se dan la mano, se entretejen el uno al otro y cumpliendo mi Voluntad, me hacen
reposar.

Pero no estoy contento con reposarme solamente, quiero que junto conmigo esté quien me da
reposo, para que ella repose y gocemos juntos los frutos de nuestros trabajo.

Mira, ¿no te parece más bella toda la creación y todas las obras de mi redención con tu te amo?
¿Con tus adoraciones y con tu voluntad fundida en la mía, viviendo en medio de las esferas
celestiales?

Gloria al Padre...

(ant. 3) Cómo me encanta ver mi Fiat en la creación unido al de la criatura.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)


“Tú debes saber que nosotros amamos muchísimo a la criatura; pero a pesar de que la
amamos, no toleramos que esté junto a nosotros indecente, sucia, sin belleza, desnuda, o bien,
cubierta de miserables trapos. No sería digno de nuestra majestad suprema tener hijos que no
sean semejantes a nosotros y que de algún modo no estén bien vestidos con las vestiduras
reales de nuestro Fiat Divino. Nuestro amor invencible, queriendo tratar con la criatura al tú
por tú, con sabiduría infinita ha dispuesto darle mi Voluntad, para embellecerla y vestirla con
su amor, y con su santidad santificarla.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)


G. Un acto hecho en nuestra Voluntad sobrepasa todo, * llena cielos y tierra y nos da amor y
gloria divina por todos y por todo.
T. Un acto hecho en nuestra Voluntad sobrepasa todo, llena cielos y tierra y nos da amor y
gloria divina por todos y por todo.
G. Somos nosotros mismos que nos glorificamos y amamos en la criatura;
T. * llena cielos y tierra y nos da amor y gloria divina por todos y por todo.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Un acto hecho en nuestra Voluntad sobrepasa todo, llena cielos y tierra y nos da amor y
gloria divina por todos y por todo.

Es necesario que nuestra Voluntad reine en la criatura, porque sólo ella tiene la
(ant. de Alab.)
potencia de purificarla y de embellecerla.
(Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)
Cántico de Alabanza.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu exulta en el Fiat, mi Todo.


Porque ha visto mi nada, de ahora en adelante todas las generaciones reconocerán el Fiat
reinante en mí;

porque grandes prodigios de amor ha hecho en mí el Altísimo y santísimo es su Fiat.

De generación en generación su Reino se extiende sobre aquellos de buena voluntad.

Ha manifestado la potencia de su Fiat, ha confundido a los soberbios en los razonamientos de


su voluntad humana,

Ha reducido a la nada a los potentes, ha dado su potencia a los que son nada.

Ha colmado de bienes a los pequeños, ha alejado a los sabios confundidos.

Ha socorrido a la Iglesia, su esposa, recordándose de su misericordia,

como lo había prometido a los santos, a Luisa y a su descendencia, por siempre.

Gloria al Padre...

Es necesario que nuestra Voluntad reine en la criatura, porque sólo ella tiene la
(ant. de Alab.)
potencia de purificarla y de embellecerla.

INTENCIONES
+ Señor, ablanda nuestros corazones y llénalos de tu infinito amor para poder vivir siempre en
tu Voluntad: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Ilumina nuestras almas para que podamos reconocer tu amor que por todos lados nos rodea:
+ Que cada acto que hacemos en tu Voluntad llene cielos y tierra de amor y adoración a ti:
+ Para que la Divina Voluntad envuelva en su luz divina a todos nuestros hermanos
agonizantes y difuntos:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Señor, en tu amor, haz que podamos descubrir tus siempre nuevas invenciones y sorpresas de
amor, para que obrando como obras tú, puedas encontrar en nosotros siempre nuevas
sorpresas de amor divino hacia ti. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

COMPLETAS
G. O Dios, ven a reinar en nosotros.
T. Señor, venga pronto tu Voluntad.
Gloria al Padre...

HIMNO
¡Ah, compláceme, no me hagas seguir suspirando! ¡Si tú te decides a vivir en mi Fiat, cesará
para ti la noche, y gozarás del pleno día!

¡Cada acto que hagas en él será un nuevo día para ti, el cual te dará nuevas gracias, nuevo
amor y alegrías inesperadas!

¡Me formarás en ti mi trono de luz resplandecientísima, donde yo dominaré como rey


dominante, en donde he formado mi reino!

¡Te adornaré con todas mis obras, mis penas, mis pasos, mi amor y mi misma fuerza!

¡Ellas te servirán para defenderte ayudarte y alimentarte, no hay cosa que no te daré si vives
en mi Voluntad! Amén.

(ant.) Mis verdades servirán como dote para poder desposarse con Dios.
(Salmo) (Vol. XXXVI, 17 de Mayo de 1938)

Mi amor quiere vincularse siempre más con la criatura y cuanto más verdades manifiesta
sobre mi Voluntad, tantos más vínculos de unión pongo entre Dios y ella.

Y conforme va manifestando las verdades, así va preparando los desposorios entre Dios y el
alma; y cuanto más manifiesta, con tanta más pompa y suntuosidad se celebrarán los
desposorios .

Mis verdades tocan y retocan a la criatura, la plasman, forman en ella una nueva vida, le
restituyen y embellecen nuestra imagen y semejanza, tal como cuando fue creada por nosotros.

Mi verdad le imprime su beso de unión inseparable; es un nuevo sol que hacemos surgir en las
inteligencias creadas, el cual a fuerza de luz y de calor se da a conocer, para transformar en luz
a quien tiene el bien de escucharla.

Por eso, ocultar una verdad que nosotros con tanto amor hacemos surgir de nuestro seno
paterno, es el delito más grande, y priva a las generaciones humanas del bien más grande.

Gloria al Padre...

(ant.) Mis verdades servirán como dote para poder desposarse con Dios.

LECTURA BREVE (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)


“Bendita hija mía, yo cree la creación y todas las criaturas, para formar en ellas mis delicias y
para hacer salir de nuestro ser supremo los excesos de nuestro amor y la potencia prodigiosa
de nuestras obras. Si tanto nos deleitamos al crear tantas diferentes y múltiples obras en el
orden de la creación, la cual debía servir al hombre, tanto más debíamos deleitarnos obrando
prodigios inauditos, obras jamás pensadas, bellezas cautivadoras, en quien nos debía servir a
nosotros.”

RESPONSORIO (Vol. XXXVI, 5 de Junio de 1938)


G. Era el hombre el primer acto de la creación y * debíamos deleitarnos tanto en él que debía
mantenernos siempre ocupados.
T. Era el hombre el primer acto de la creación y debíamos deleitarnos tanto en él que debía
mantenernos siempre ocupados.
G. El debía estar siempre con nosotros para amarnos y hacerse amar por nosotros,
T. * debíamos deleitarnos tanto en él que debía mantenernos siempre ocupados.
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. Era el hombre el primer acto de la creación y debíamos deleitarnos tanto en él que debía
mantenernos siempre ocupados.

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

Cántico (Testamento espiritual de Luisa)


Ahora muero más contenta, decía Luisa antes de morir, porque la Divina Voluntad me ha
consolado en abundancia.

Veo ahora un largo, bello y amplio camino, iluminado de infinitos y resplandecientes soles.

Oh, sí, los conozco son los soles de mis actos hechos en la Divina Voluntad.

Es el camino que ahora debo recorrer, es el camino que la Divina Voluntad ha preparado para
mí.

Es el camino de mi triunfo, es el camino de mi gloria, para unirme a la inmensa felicidad de la


Divina Voluntad.

Es el camino que reservaré para ustedes y para todas aquellas almas que quieran vivir en la
Divina Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant.) Bendita el alma que vive en la Divina Voluntad, todas las generaciones la llamarán
bienaventurada.

ORACION
Señor, tú que con amor infinito nos creaste para tu gloria, toma entre tus manos nuestra
voluntad humana para que puedas hacer de ella un prodigio de tu misericordia en tu
Santísima Voluntad. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
El Señor nos conceda que termine la noche de la voluntad humana y que reposemos en la
Divina. Amén.
 
Ofrecimiento de la propia voluntad a la Voluntad de
Dios a la hora de la muerte

Dulce Jesús mío, quiero morir en tu Voluntad.


Uno mi agonía y la de todos los hombres a la tuya, y tu agonía sea mi fuerza, mi luz, mi
defensa y la dulce sonrisa de tu perdón.

Mi último suspiro lo pongo en el último respiro que diste por mí en la cruz, para que pueda
presentarme ante ti, con los méritos de tu misma muerte.

Ah, Jesús mío, ábreme el cielo y ven a mi encuentro a recibirme con aquel mismo amor con el
cual te recibió tu Padre, cuando exhalaste sobre la cruz tu último respiro.

Luego, introdúceme entre tus brazos, y yo te besaré y me deliciaré de ti eternamente.

Madre mía, ángeles y santos, vengan a asistirme como asistieron a la muerte de Jesús,
ayúdenme, defiéndanme y llévenme al cielo. Así sea.

***

Sálve Regína

Sálve Regína, Máter misericórdiae;


Vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
Illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
Nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

V
(Semana IV) DIA DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
LAUDES
INVITATORIO

G. Señor, abre nuestros labios.


T. Y tu Voluntad en nosotros ore y alabe.
(ant) ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
Vengan, alabemos al Dios Trino y Único, bendigámoslo, fuente de todo bien, fundámonos en él
para adorarlo amarlo y glorificarlo, y nuestro espíritu exulte en su Fiat. (ant.)

Porque santa es su Voluntad, y su amor se difunde por doquier, en su corazón contiene toda la
creación y en él están en acto todas las generaciones. De su Fiat todo recibe la vida y con su
amor todo lo mantiene unido. (ant.)

Vengan, Jesús, María y Luisa, ángeles y santos, vengan criaturas todas, y postrados adoremos
en la Divina Voluntad a la Majestad Suprema. De su corazón hemos salido y sobre las alas de
su Fiat debemos regresar. (ant.)

Escucha hoy la suave voz del Espíritu Santo y junto con María Santísima di tu « Sí » no
endurezcas tu corazón porque Jesús arde de amor. (ant.)

Desde hace seis mil años agoniza de amor la Divina Voluntad, que quiere reinar en todos los
corazones; abrámosle la puerta para que reine en nosotros, como en el cielo, así en la tierra.
(ant.)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. . . (ant.)

HIMNO (Vol. XIX, 27 de Mayo de 1926)


¡Qué prodigio es vivir en la Divina Voluntad, prodigio de Dios mismo, prodigio primario, en el
cual todo desaparece y queda eclipsado en la unidad de la luz de este Sol Divino!

¡Todo lo que puede hacer el alma que vive en esta unidad de la luz, su adoración, su amor, su
movimiento, todo comienza en la Trinidad Divina!

¡Su amor y su adoración es la misma que reina entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; su
movimiento es aquel mismo movimiento eterno que jamás cesa y que da movimiento a todos!

¡La unidad de la luz pone todo en común, y lo que hace Dios lo hace el alma, y lo que hace el
alma lo hace Dios! ¡Dios en virtud propia, el alma en virtud de la unidad de la luz que la
envuelve! Amén.

(ant. 1) La luz de mi Voluntad es interminable, infinita.


(Salmo 1) (Vol. XIX, 27 de Mayo de 1926)
I
Hija mía, el sol es símbolo de mi eterna Voluntad, y si este símbolo posee la unidad de la luz,
mucho más aún mi Voluntad que no es símbolo, sino la realidad de la luz, y al sol se le puede
llamar el fruto de la luz inaccesible de mi Voluntad.

Tú has visto la inmensidad de la luz de mi Voluntad, y como no se ve un globo de luz como en


el sol, sino una vastedad inmensa en la que el ojo humano no alcanza a ver donde termina ni
donde empieza.

Sin embargo toda esta interminabilidad de luz es un acto solo de la Voluntad eterna; y es tan
compacta toda esta luz increada que se hace inseparable, indivisible.

Así que más que sol, mi Voluntad posee la unidad eterna, en la que está fundado el triunfo de
Dios y de todas nuestras obras.

Gloria al Padre...

(ant. 1) La luz de mi Voluntad es interminable, infinita.

(ant. 2) ¡Qué prodigio jamás visto es el acto único de Dios que llena cielos y tierra!
(Salmo 2) (Vol. XIX, 27 de Mayo de 1926)
II

El triunfo de la unidad de la Voluntad Suprema, el centro de su sede, de su trono, es el centro


de la Santísima Trinidad.

De este centro divino parten sus rayos resplandecientísimos y revisten a toda la patria
celestial, y todos los Ángeles y los Santos son revestidos de la unidad de mi Voluntad, todos
reciben sus innumerables efectos, que cautivándolos totalmente a sí forma de ellos una sola
unidad con la unidad suprema de mi Voluntad.

Estos rayos revisten la creación entera y forman su unidad con el alma que vive en mi
Voluntad.

Mira la unidad de esta luz de mi Voluntad que está en el centro de la tres Divinas Personas:
una es la luz, uno es el acto, una es la Voluntad.

Así que mientras estás haciendo tus actos en esta unidad, estos están ya incorporados a aquel
acto único del centro, y la divinidad está ya contigo haciendo lo que tú haces.

Mi Madre Celestial, los Ángeles y los Santos, y toda la creación, todos repiten en coro tu acto y
sienten los efectos de la Voluntad Suprema.

Mira y escucha el prodigio jamás visto de aquel acto único que llena cielos y tierra, y que la
misma Trinidad unificándose con la criatura se constituye como acto primero del acto de la
criatura.

Gloria al Padre...
(ant. 2) ¡Qué prodigio jamás visto es el acto único de Dios que llena cielos y tierra!

(ant. 3) La maternidad de mi Madre Santísima llegó a los excesos más grandes de amor.
(Salmo 3) (Vol. XXXVI, 28 de Diciembre de 1938)

Mi Madre Santísima no sólo fue mi Madre por haberme concebido, por haberme dado a luz y
nutrirme con su leche, y haber tenido para conmigo todos los cuidados posibles que yo necesité
durante mi infancia.

Esto no era suficiente para su amor materno, ni para mi amor de Hijo.

Su maternidad se extendía en cada respiro mío, en cada latido del Corazón; y si mi respiro era
sofocado por el amor y el dolor ella corría con su maternidad para no dejarme sofocar de amor
y poner el bálsamo a mi Corazón traspasado.

Y ¿cuánto alarde de maternidad no hizo en mis penas? No hubo pena, ni gota de sangre que yo
derramara, en la que no haya sentido a mi querida Madre.

Tú debes saber que, conforme mi inseparable Madre extendía su maternidad dentro y fuera de
mi humanidad, yo la iba constituyendo y confirmando como Madre de cada pensamiento de
criatura, de cada respiro, de cada palpito, de cada palabra, y de todas sus penas...,

y sirviéndose de los derechos de autoridad de Madre que yo le di, con una voz tan tierna que yo
no puedo negarle nada, me dice: “Hijo mío, yo soy su Madre y ellos son mis hijos; debo ponerlos
a salvo, si no me lo concedes mi maternidad va de por medio" y mientras dice esto los cubre con
su amor, los esconde en su maternidad para ponerlos a salvo.

Mi amor fue tanto que le dije: “Madre mía, quiero que tú seas la Madre de todos, y quiero que
lo que has hecho conmigo lo hagas con todas las criaturas. Tu maternidad se extienda sobre
todos sus actos, de manera que así yo los veré a todos cubiertos y escondidos en tu amor
materno.”

Gloria al Padre...

(ant. 3) La maternidad de mi Madre Santísima llegó a los excesos más grandes de amor.

LECTURA BREVE (Vol. XIX, 31 de Mayo de 1938)


“Hija mía, Adán en el estado de inocencia y mi Madre Celestial poseían la unidad de la luz de
mi Voluntad, no en virtud propia, sino en virtud comunicada por Dios; en cambio mi
humanidad la poseía en virtud propia, porque en ella no sólo estaba la unidad de la luz de la
Voluntad Suprema, sino también el Verbo Eterno, y como yo soy inseparable del Padre y del
Espíritu Santo, sucedió la verdadera y perfecta bilocación, que mientras yo me quedé en el
cielo, descendí al seno de mi Madre. Y siendo el Padre y el Espíritu Santo inseparables de mí,
también ellos bajaron junto conmigo y al mismo tiempo se quedaron en la alteza del cielo.”

RESPONSORIO (Vol. XIX, 29 de Junio de 1926)


G. ¡Qué bello es vivir en mi Voluntad, * en la unidad de su luz suprema!
T. ¡Qué bello es vivir en mi Voluntad, en la unidad de su luz suprema!
G. ¡Alabar, magnificar y glorificar al supremo Creador con su misma Voluntad,
T. * en la unidad de su luz suprema!
G. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
T. ¡Qué bello es vivir en mi Voluntad, en la unidad de su luz suprema!

(ant. de Agrad.) Quien vive en mi Voluntad es inseparable de mí.


(Vol. XXXVI, 28 de Noviembre de 1938)
Cántico de Agradecimiento

Bendito sea el Señor, en su Voluntad, porque ha visitado a su Iglesia para glorificarla,

y nos ha abierto las puertas de su Reino en la persona de Luisa, su hija;

como lo había prometido por boca de todos sus santos, profetas y de su Hijo:

salvarnos de nuestra voluntad humana y del poder del demonio, del mundo y de la carne.

Así, él ha concedido misericordia a las generaciones humanas y se ha recordado de la promesa


de su Reino,

la promesa hecha por Jesús, Nuestro Señor, en la solemnidad de su misma oración,

de glorificarlo sin el temor de la voluntad humana, viviendo en la Divina Voluntad, sobre la


tierra como en el Cielo.

Y ustedes, pequeños, serán llamados hijos del Altísimo, y viviendo en la Divina Voluntad le
prepararán en los corazones el camino,

para darle a su Iglesia el conocimiento de su Voluntad, en la liberación de la voluntad humana;

gracias a la bondad misericordiosa de nuestro Dios, vendrá el triunfo del Fiat Supremo, que es
el sol que surge,

para vivificar a aquellos que están en las tinieblas y en las sombras de muerte de la voluntad
humana,

y guiar nuestros pasos por el camino de su eterna Voluntad.

Gloria al Padre...

(ant. de Agrad.) Quien vive en mi Voluntad es inseparable de mí.

INTENCIONES
+ Señor, haz que la humanidad entera reconozca como su verdadera Madre a la Santísima
Virgen María: ¡Ven Divina Voluntad, ven a reinar en nosotros!
+ Que todas las almas puedan tomar posesión de todos los bienes adquiridos por ella para
nosotros:
+ Concédenos a todos sentir su maternidad, con sus mares de amor, de perdón y de ternura:
+ Haz que todas las almas que penan en el purgatorio reciban el consuelo de su maternidad y
que cuanto antes se las lleve al cielo:

PADRE NUESTRO...

ORACION
Señor, por el amor con el que amaste a tu Santísima Madre, concédenos vivir siempre
abismados en sus infinitos mares de amor, de luz y de paz, para que la Divina Voluntad reine
siempre en nosotros así como reina en ella. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

V
 

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