Daniel Por John C.Jeske
Daniel Por John C.Jeske
Daniel Por John C.Jeske
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Daniel
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Jonáa
John C. Jeske
La Biblia Popular
JOHN C. JESKE
Editor del Antiguo Testamento
Daniel
John C. Jeske
EDITORIAL NORTHWESTERN
Milwaukee, Wisconsin, EE.UU.
Ilustraciones internas por Glenn Myers.
El mapa de la página 142 fue hecho por el Dr. John Lawrenz, New Ulm,
Minnesota.
Texto bíblico:
Versión Reina-Valera 95 ®
©Sociedades Bíblicas Unidas, 1995.
Usada con permiso. Todos los derechos reservados.
ILUSTRACIONES
Daniel en el foso de los leones .............................................cubierta
La estatua en el sueño ....................................................................38
Daniel y los sabios .........................................................................46
El horno de fuego ..........................................................................65
La escritura en el muro ..................................................................98
El mapa de los cuatro reinos........................................................145
PREFACIO DEL EDITOR
v
PREFACIO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL
Los comentarios de esta edición en español han sido ligeramente
modificados del original para su mejor adaptación a la versión Reina-
Valera, Revisión 1995.
Cuando el comentario, originalmente referido al texto de la New
International Version, no concuerda plenamente con el de la versión
Reina-Valera, Revisión de 1995, se cita la Nueva Versión Internacional
(en español) o alguna otra versión española de la Biblia. En caso de
que algún fragmento del texto bíblico de la versión en español no
aparezca en ninguna de las versiones antes mencionadas, damos
nuestra propia traducción del mismo, haciendo la correspondiente
aclaración.
Daniel fue traducido por el Rev. Otoniel Rodríguez S., pastor en
Torreón, Coahuila. El pastor Rodríguez fue titulado en medicina por
la Universidad Nacional Autónoma de México y actualmente sirve
como presidente de la Iglesia Evangélica Luterana Confesional en
México. Ha contribuido con varios artículos para El Mensajero
Luterano. La Sra. Ma. Cristina Zimdars, esposa de un misionero en
Monterrey, Nuevo León, y la Sra. Albina Teigen, natural de Lima, Perú,
y esposa de un pastor del Velview, Minnesota, colaboraron en la
revisión de este libro. Agradecemos la valiosa colaboración de estos
siervos de Dios.
La publicación de este libro ha sido posible gracias a una subvención
de Lutheran Brotherhood. Agradecemos su valiosa contribución.
Adviento de 1995
Paul Hartman, director
Publicaciones Multilingües
Sínodo Evangélico Luterano de Wisconsin
El Paso, Texas
vi
INTRODUCCIÓN
Fondo histórico
2
Introducción
6
Introducción
El autor
7
Introducción
Daniel el hombre
8
Introducción
9
Introducción
Bosquejo
10
EL HOMBRE DE DIOS EN LA CORTE DEL REY
DANIEL 1
1
2
En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino
Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén, y la sitió.
El Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, y
parte de los utensilios de la casa de Dios; los trajo a tierra de
Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa
del tesoro de su dios.
12
Daniel 1:3-7
3
Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajera de
los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
4
muchachos en quienes no hubiera tacha alguna, de buen
parecer, instruidos en toda sabiduría, sabios en ciencia, de
buen entendimiento e idóneos para estar en el palacio del
rey; y que les enseñara las letras y la lengua de los caldeos.
5
Y les señaló el rey una porción diaria de la comida del rey y
del vino que él bebía; y que los educara durante tres años,
para que al fin de ellos se presentaran delante del rey. 6 Entre
ellos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos
de Judá. 7 A estos el jefe de los eunucos puso nombres: a
Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a
Azarías, Abed-nego.
13
Daniel 1:3-7
14
Daniel 1:8-13
8
Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la
porción de la comida del rey ni con el vino que él bebía;
pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligara a
contaminarse. 9 Puso Dios a Daniel en gracia y en buena
voluntad con el jefe de los eunucos; 10 y el jefe de los eunucos
dijo a Daniel:
—Temo a mi señor el rey, que asignó vuestra comida y
15
Daniel 1:8-13
16
Daniel 1:8-13
17
Daniel 1:8-13
14
Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos durante
diez días. 15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de
ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que
comían de la porción de la comida del rey. 16 Así, pues,
Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino
que habían de beber, y les daba legumbres.
puede ser más que un milagro el que después de diez días los
cuatro jóvenes se vieran más saludables y mejor nutridos que los
otros jóvenes que comieron de la mesa del rey.
Cristo nos dice: “No os angustiéis, pues, diciendo: ‘¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué nos vestiremos?’,... Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas” (Mateo 6:31,33). Tenemos esta solemne promesa
de nuestro Señor: “Cristianos, pónganme en primer lugar en su
vida, y yo les garantizo que no carecerán de lo necesario para el
cuerpo y el alma.”
Cuando el guardia vio los resultados de la dieta que los jóvenes
habían pedido, les permitió seguir comiendo igual, aunque no
sabemos si fue durante todos los años de su entrenamiento. No hay
duda de que si hubiese visto algún deterioro en la apariencia física
de los jóvenes, inmediatamente les hubiera dado de la comida del
rey, les gustara o no. Y así fue que los jóvenes judíos pudieron
comer el pan de cada día con una buena conciencia. Pese a las
miradas de burla o desaprobación que seguramente recibieron de
sus otros compañeros, al salir del comedor, sabían que el Señor
les estaba sonriendo.
17
A estos cuatro muchachos, Dios les dio conocimiento e
inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo
entendimiento en toda visión y sueños. 18 Pasados, pues, los
días al fin de los cuales había dicho el rey que los llevaran, el
jefe de los eunucos los llevó delante de Nabucodonosor. 19 El
rey habló con ellos, y no se hallaron entre todos ellos otros
como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues,
permanecieron al servicio del rey. 20 En todo asunto de
sabiduría e inteligencia que el rey los consultó, los halló diez
veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en
todo su reino.
20
Daniel 1:17-20
22
Daniel 1:21
Notas
1
Algunas veces el término Babilonia se utiliza para designar a
la ciudad capital, pero también se aplica a la nación. Hay que tener
en mente esta distinción. El término Caldea es otra palabra para
Babilonia.
2
De acuerdo con una explicación, Jeremías (46:2) usó un
sistema que calculaba la duración del gobierno de un rey desde el
primer día de su oficio. Por el contrario, el método babilónico
calculaba la duración del gobierno de un rey desde el primer día
del año hasta el primer día del año siguiente. Cualquier período
de tiempo que hubiera servido como rey antes del primer día del
año como rey vigente no contaba. Es evidente que habrá una
23
Daniel 1:21
24
CUATRO IMPERIOS TEMPORALES
Y UN NUEVO REINO ETERNO
DANIEL 2
Uno de los factores que hacen que la lectura del libro de Daniel
sea tan interesante, pero que con frecuencia nos deje perplejos, es
que las profecías de Daniel usualmente se expresan en imágenes
y en símbolos (nos vienen a la mente, por ejemplo, los animales
que se mencionan en los capítulos 7 y 8, o los misteriosos números
que se utilizan en el capítulo 9). En este capítulo se nos dice que
el rey de Babilonia, Nabucodonosor, tuvo un sueño misterioso en
el cual aparecía una estatua. El rey estaba perturbado por su sueño
y temía que tuviese un significado simbólico; sus dioses bien
podían estar tratando de decirle algo mediante el sueño.
El sueño de Nabucodonosor tenía un mensaje especial, pero
el mensaje no venía de los dioses de Babilonia. El Dios del
universo estaba anunciando algo, y no sólo al rey Nabucodonosor.
El mensaje de Daniel 2 es un mensaje que el antiguo pueblo de
Dios necesitaba oír, pues representa el programa global que Dios
tiene para las naciones. Y este es el mismo mensaje que también
hoy en día el pueblo de Dios necesita oír.
25
Daniel 2:1-3
26
Daniel 2:4-6
4
Entonces hablaron los caldeos al rey en lengua aramea:
—¡Rey, para siempre vive! Cuenta el sueño a tus siervos, y te
daremos la interpretación.
5
Respondió el rey y dijo a los caldeos:
—El asunto lo olvidé; pero si no me decís el sueño y su
interpretación, seréis hechos pedazos y vuestras casas serán
convertidas en estercoleros. 6 Pero si me decís el sueño y su
interpretación, de mí recibiréis dones, favores y gran honra.
Decidme, pues, el sueño y su interpretación.
27
Daniel 2:4-6
“¡Rey, para siempre vive!” Agregaron una petición que nos parece
perfectamente razonable: “Cuenta el sueño a tus siervos, y te
daremos la interpretación.”
Nabucodonosor, sin embargo, no les contó el sueño; en vez de
eso insistió en que le dijeran qué era lo que había soñado. La razón
que da el rey no es muy clara; de acuerdo con la Nueva Versión
Internacional (en su versión inglesa) el rey les dijo a sus sabios:
“Esto es lo que yo tengo firmemente decidido” (literalmente: “el
asunto ya ha sido decidido por mí”). En cambio la versión Reina-
Valera traduce: “El asunto lo olvidé”. Según esta traducción, el rey
verdaderamente había olvidado el sueño y quería que sus sabios
utilizaran sus artes mágicas para adivinar cuál era el sueño que
tanto lo había atemorizado, y que ahora no recordaba, para que
después interpretaran su significado. El problema que aquí se
presenta es lo incierto del significado de una palabra aramea. La
mayoría de los diccionarios están de acuerdo con la primera
traducción, y no con la Reina-Valera.
El rey estaba probando a sus encantadores y magos. Dios le
había dado a Nabucodonosor el sueño de tal forma que el rey no
tuviera dudas de su significado poco usual. El rey estaba
convencido que el sueño contenía un mensaje especial para él, pero
en forma velada y oscura, por lo tanto necesitaba que alguien se
lo interpretara.
Pero surge otro problema. ¿Cómo podría estar seguro el rey
de que la interpretación que le dieran sus sabios era la única
verdadera y no sólo producto de su viva imaginación? Así que
decidió que cualquiera que interpretara su sueño debería antes que
nada demostrar su habilidad para repetir los detalles del sueño que
era la causa de su turbación e insomnio. Si un hombre era capaz
de hacer esto, el rey estaría seguro de que su interpretación era la
correcta.
El rey ofreció una generosa recompensa para los sabios que
fueran capaces de repetir y explicar su sueño: “de mí recibiréis
dones, favores y gran honra”. El rey más poderoso de su tiempo
podía muy bien cumplir esa promesa.
28
Daniel 2:7-13
7
Respondieron por segunda vez, y dijeron:
—Cuente el rey el sueño a sus siervos, y le daremos la
interpretación.
8
El rey respondió y dijo:
—Yo conozco ciertamente que vosotros ponéis dilaciones,
porque veis que el asunto se me ha ido. 9 Si no me contáis el
sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente
preparáis una respuesta mentirosa y perversa que decir
delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Contadme,
pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su
interpretación.
10
Los caldeos respondieron delante del rey y dijeron:
—No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el
asunto del rey. Además, ningún rey, príncipe ni señor
preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni
29
Daniel 2:7-13
31
Daniel 2:14-16
tan sólo para dejarlos morir allí. Pero, ¿cómo podía Daniel cambiar
el decreto que el verdugo del rey había anunciado? Y como nadie
podía en ese entonces acercarse a un rey sin haber sido invitado
primero, el siguiente paso que Daniel tomó fue pedir una audiencia
con el monarca. Como Nabucodonosor aún estaba turbado por el
sueño y anhelaba su interpretación, accedió a la petición y Daniel
fue llevado ante la presencia del rey más poderoso del mundo.
En vez de sentirse intimidado, Daniel tranquilamente le pidió
al rey que le diese tiempo para darle el contenido y significado de
su sueño. La petición le fue concedida, y la sentencia de muerte
fue aplazada.
A primera vista podría parecer extraño que el rey, que había
acusado a sus propios sabios de darle largas al asunto, accediera
ahora a la petición de este adolescente judío. Pero por el capítulo
anterior sabemos que el rey se había sentido agradablemente
impresionado por los cuatro jóvenes judíos. Y no debemos olvidar
que la mano de Dios estaba cambiando la manera de pensar del
rey. También se debe notar que a diferencia de los sabios
babilonios, que le habían dicho al rey que no podían interpretar su
sueño a menos que les dijese cuál era, Daniel pidió tan sólo tiempo
para decirle cuál había sido el sueño y darle al rey el significado.
Requirió mucho valor por parte de Daniel el hacer esta
petición, y Dios se lo concedió. La promesa de interpretar el sueño
del rey requería de fe, y el Señor también se la concedió. En ese
momento Daniel no tenía ninguna idea de lo que el rey había
soñado, mucho menos el significado del sueño. Aun así estaba
convencido que el Dios de Israel había bendecido su preparación
hasta ahora, y “tuvo entendimiento en toda visión y sueños” (1:17).
Ahora confiaba que el mismo Dios que lo había guiado y
bendecido hasta esa nueva tierra, iba a permanecer a su lado en
esta hora de peligro mortal. La confianza de Daniel no estaba
depositada en su propia habilidad, sino en Dios que le había puesto
en esa situación. Su confianza no estaba mal fundada.
32
Daniel 2:17-23
17
Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber a Ananías,
Misael y Azarías, sus compañeros, lo que sucedía 18 para que
pidieran misericordias del Dios del cielo sobre este misterio,
a fin de que Daniel y sus compañeros no perecieran con los
otros sabios de Babilonia.
19
El secreto le fue revelado a Daniel en visión de noche, por
lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. 20 Habló Daniel y
dijo:
33
Daniel 2:18-23
34
Daniel 2:17-23
35
Daniel 2:24-26
24
Después de esto fue Daniel a Arioc, al cual el rey había
puesto para matar a los sabios de Babilonia, y le dijo:
—No mates a los sabios de Babilonia; llévame a la presencia
del rey, y yo le daré la interpretación.
25
Entonces Arioc llevó prontamente a Daniel ante el rey, y le
dijo así:
—He hallado un hombre de los deportados de Judá, el cual
dará al rey la interpretación.
26
Respondió el rey y dijo a Daniel, al cual llamaban
Beltsasar:
—¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su
interpretación?
Una vez que Daniel se ocupó de lo más importante, que era darle
agracias a Dios por su misericordia, comprendió que no tenía
tiempo que perder. La vida de muchas personas estaba en juego,
muchos sabios iban a morir si él no hablaba. Así pues, habló
nuevamente con Arioc, el hombre responsable de hacer cumplir el
decreto real de ejecución, y le pidió que lo llevara ante el rey.
“Llévame a la presencia del rey, y yo le daré la interpretación.”
Aquí tenemos un aspecto interesante de la naturaleza humana.
Arioc mismo escoltó a Daniel ante la presencia del monarca, y
pidió que se le diese crédito por haber hallado un intérprete del
sueño del rey, aun cuando él no había hecho nada al respecto para
encontrar a Daniel.
Ante la presencia del rey, naturalmente que a Daniel se le
llamaría por su nombre babilonio. El nombre Daniel lo identificaba
como israelita y Beltsasar lo identificaba como un siervo del
poderoso rey de Babilonia. El rey pareció sorprenderse de que este
joven judío fuese capaz de darle la respuesta que sus veteranos y
experimentados consejeros habían sido incapaces de dar. El rey
preguntó: “¿Podrás tú hacerme conocer el sueño que vi, y su
interpretación?”
36
Daniel 2:27-28
27
Daniel respondió al rey diciendo:
—El misterio que el rey demanda, ni sabios ni astrólogos, ni
magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. 28 Pero hay un
Dios en los cielos que revela los misterios, y él ha hecho saber
al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los últimos
días.
37
La estatua en el sueño
38
Daniel 2:29-33
39
Daniel 2:34-35
34
Estabas mirando, hasta que una piedra se desprendió sin
que la cortara mano alguna, e hirió a la imagen en sus pies
de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35 Entonces
fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el
bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del
verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro
alguno. Pero la piedra que hirió a la imagen se hizo un gran
monte que llenó toda la tierra.
40
Daniel 2:36-43
36
»Éste es el sueño. También la interpretación de él diremos
en presencia del rey. 37 Tú, rey, eres rey de reyes; porque el
Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.
38
Dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del
campo y aves del cielo, él los ha entregado en tus manos, y te
ha dado el dominio sobre todo. Tú eres aquella cabeza de
oro. 39 Después de ti se levantará otro reino, inferior al tuyo;
y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre
toda la tierra. 40 Y el cuarto reino será fuerte como el hierro;
y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, así él lo
desmenuzará y lo quebrantará todo.
41
»Lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro
cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino
dividido; pero habrá en él algo de la fuerza del hierro, así
como viste el hierro mezclado con barro cocido. 42 Y por ser
los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro
cocido, este reino será en parte fuerte y en parte frágil. 43 Así
41
Daniel 2:36-43
42
Daniel 2:36-43
Según lo que nos dice Génesis 10:10, este imperio fue el primero
en obtener la supremacía comenzando poco después de los días
del Diluvio. Es cierto que había habido otros imperios de
importancia en los tiempos antiguos, pero ninguno con una fuerza
de organización igual a la de Babilonia. Además, Nabucodonosor
fue uno de los gobernantes más capaces de la historia. “Tú eres
aquella cabeza de oro.”
La interpretación de Daniel describe cuatro poderes mundiales
que se iban a suceder consecutivamente. La descripción sucesiva
de las partes de la estatua desde la cabeza de oro hasta los pies de
barro era para indicar el desarrollo del tiempo. “Después de ti se
levantará otro reino, inferior al tuyo.” Nabucodonosor, con todo
su poder, iba a morir algún día, como también les iba a ocurrir a
sus sucesores. Sabemos por la historia que, después de que la
dinastía de Nabucodonosor llegó a su fin, otro imperio, el Medo
Persa, llegó a dominar el mundo. Ese nuevo imperio sería
“inferior”, de la misma manera como la plata es inferior al oro, y
como el pecho y los brazos están por debajo de la cabeza.
Nabucodonosor gobernó como monarca absoluto, en cambio en
el Imperio Medo Persa, que se prolongó por doscientos años, el
poder del rey gradualmente se vio limitado por el creciente poder
de la nobleza.
“Y luego, un tercer reino de bronce... dominará sobre toda la
tierra”, sobre el mundo entonces conocido. Este iba a ser el
Imperio Griego, a la cabeza del cual se iniciaría Alejandro el
Grande, conquistando Persia y dominando al mundo por dos
siglos. Ahora sabemos que lo que Daniel predijo realmente
ocurrió.
El cuarto reino en el sueño del rey estaba representado por las
piernas de hierro y los pies de barro de la estatua. Iba a ser tan
fuerte como el hierro y rompería y quebraría a todos los otros
reinos. Por la historia sabemos que ese fue el Imperio Romano,
que en el año 146 a.C. reemplazó a Grecia como la nación líder
del mundo. Roma fue el poderoso líder mundial durante el tiempo
43
Daniel 2:44-45
44
Daniel 2:44-45
45
Daniel y los sabios
46
Daniel 2:46-49
47
Daniel 2:46-49
50
LA IMAGEN DE ORO Y EL HORNO DE FUEGO
DANIEL 3
51
Daniel 3:1-3
4
Y el pregonero anunciaba en alta voz: «Se os ordena a
vosotros, pueblos, naciones y lenguas, 5 que al oír el son de la
bocina, la flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y
todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua
de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; 6 y
cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será
echado dentro de un horno de fuego ardiente.»
7
Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, la
flauta, la cítara, el arpa, el salterio, la zampoña y todo
instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas
se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey
Nabucodonosor había levantado.
53
Daniel 3:4-7
8
Por esto, en aquel tiempo algunos hombres caldeos vinieron
y acusaron maliciosamente a los judíos. 9 Hablaron y dijeron
al rey Nabucodonosor:
—¡Rey, para siempre vive! 10 Tú, rey, has dado una ley que
todo hombre, al oír el son de la bocina, la flauta, la cítara, el
arpa, el salterio, la zampoña y todo instrumento de música,
se postre y adore la estatua de oro; 11 y el que no se postre y
adore, sea echado dentro de un horno de fuego ardiente.
12
Hay unos hombres judíos, a los cuales pusiste sobre los
negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y
Abed-nego; estos hombres, oh rey, no te han respetado; no
adoran a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has
levantado.
16
Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey
Nabucodonosor, diciendo:
—No es necesario que te respondamos sobre este asunto.
17
Nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos del horno
de fuego ardiente; y de tus manos, rey, nos librará. 18 Y si no,
has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses ni
tampoco adoraremos la estatua que has levantado.
19
Entonces Nabucodonosor se llenó de ira, cambió el aspecto
de su rostro contra Sadrac, Mesac y Abed-nego y ordenó que
el horno se calentara siete veces más de lo acostumbrado. 20 Y
ordenó a hombres muy vigorosos que tenía en su ejército,
que ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en el
horno de fuego ardiente. 21 Así pues, estos hombres fueron
atados con sus mantos, sus calzados, sus turbantes y sus
vestidos, y fueron echados dentro del horno de fuego
ardiente. 22 Y como la orden del rey era apremiante, y habían
calentado mucho el horno, la llama del fuego mató a aquellos
que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. 23 Estos tres
hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron atados dentro
del horno de fuego ardiente.
24
Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo:
—¿No echaron a tres hombres atados dentro del fuego?
Ellos respondieron al rey:
—Es verdad, oh rey.
25
Y él dijo:
—Sin embargo, yo veo cuatro hombres sueltos, que se
pasean en medio del fuego sin sufrir ningún daño; y el
aspecto del cuarto es semejante a un hijo de los dioses.
26
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno
de fuego ardiente, y dijo:
—Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo,
salid y venid.
62
Daniel 3:24-27
63
Daniel 3:24-27
65
Daniel 3:28-30
28
Y Nabucodonosor dijo: «Bendito sea el Dios de Sadrac,
Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos
que confiaron en él, los cuales no cumplieron el edicto del rey
y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro
dios que su Dios. 29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo,
nación o lengua que diga blasfemia contra el Dios de Sadrac,
Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida
en estercolero; por cuanto no hay dios que pueda librar
como éste.»
30
Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego
en la provincia de Babilonia.
66
Daniel 3:28-30
67
Daniel 3:28-30
68
Daniel 3:28-30
69
LA VANAGLORIA DEL REY Y SU LOCURA
DANIEL 4
70
Daniel 4:4-7
71
Daniel 4:4-7
73
Daniel 4:8-12
8
hasta que entró ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar,
como el nombre de mi dios, y en quien mora el espíritu de los
dioses santos. Conté delante de él el sueño, diciendo:
9
“Beltsasar, jefe de los magos, ya que he entendido que hay
en ti espíritu de los dioses santos y que ningún misterio se te
esconde, declárame las visiones de mi sueño que he visto, y
su interpretación. 10 Éstas fueron las visiones de mi cabeza
mientras estaba en mi cama:
»”Me parecía ver en medio de la tierra
un árbol cuya altura era grande.
11
Crecía este árbol, y se hacía fuerte,
y su copa llegaba hasta el cielo
y se le alcanzaba a ver
desde todos los confines de la tierra.
12
Su follaje era hermoso,
su fruto abundante
y había en él alimento para todos.
Debajo de él, a su sombra, se ponían las bestias del campo,
en sus ramas anidaban las aves del cielo
y se mantenía de él todo ser viviente.
74
Daniel 4:13-18
sobre todo el mundo conocido de esa época. Así como las aves y
las bestias encontraban comida y refugio en el árbol del sueño del
rey, así también mucha gente se había beneficiado en su gobierno.
Dios había tenido un propósito al establecer el Imperio de
Babilonia, así como también hoy en día lo tiene para cualquier
gobierno que establece. El Señor de las naciones, al permitir que
los gobernantes lleguen a ser poderosos, lo hace con el propósito
de beneficiar al pueblo y específicamente para dar camino al
evangelio. En el plan de Dios los reyes no gobiernan para su
beneficio personal; los gobiernos existen para ayudarle al pueblo
y para darle las condiciones que le permitan vivir en paz (Romanos
13:4; 1 Timoteo 2:2).
13
»”Vi en las visiones de mi cabeza, mientras estaba en mi
cama, que un vigilante y santo descendía del cielo.
14
Clamaba fuertemente y decía así:
»”‘Derribad el árbol y cortad sus ramas,
quitadle el follaje y dispersad su fruto;
váyanse las bestias que están debajo de él,
y las aves de sus ramas.
15
Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra,
con atadura de hierro y de bronce
entre la hierba del campo;
que lo empape el rocío del cielo,
y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra.
16
Su corazón de hombre sea cambiado
y le sea dado corazón de bestia,
y pasen sobre él siete tiempos.
17
La sentencia es por decreto de los vigilantes
y por dicho de los santos la resolución,
para que conozcan los vivientes
que el Altísimo gobierna el reino de los hombres,
que a quien él quiere lo da
y sobre él constituye al más humilde de los hombres.’
75
Daniel 4:13-18
18
»”Yo, el rey Nabucodonosor, he visto este sueño. Tú, pues,
Beltsasar, darás su interpretación, porque ninguno entre los
sabios de mi reino lo ha podido interpretar; pero tú puedes,
porque habita en ti el espíritu de los dioses santos.”»
orgulloso rey iba a ser humillado una vez más por el Señor. Su
capacidad de razonar le iba a ser quitada. “Su corazón de hombre
sea cambiado y le sea dado corazón de bestia.” Por un período
determinado de tiempo el hombre sobre el que va a caer este juicio
vivirá como vive una bestia en el campo.
En el sueño también había una explicación de por qué Dios
pronunciaba tan terrible juicio sobre el rey: “... para que conozcan
los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres”.
Los seres humanos han sido designados por su Creador para vivir
bajo él como sus criaturas, no a su lado como sus iguales o como
sus rivales. Dios nunca designó a los seres humanos para ser
criaturas independientes, que existan para ellas mismas. Cuando
cualquier ser humano se niega a vivir para la gloria de Dios, se
rebela contra la voluntad de Dios mismo, haciéndose merecedor
de su juicio y de su castigo.
En el caso de que el rey se negara a tomar en serio el mensaje,
diciendo: “Tan sólo fue una pesadilla”, el ángel añadió las
solemnes palabras: “La sentencia es por decreto de los vigilantes
y por dicho de los santos la resolución”. Asegurándole al rey que
su sueño no era ninguna pesadilla insignificante ni algo que se
pudiera tomar a la ligera, Dios estaba revelando el juicio que iba
a caer sobre el rey.
“Yo, el rey Nabucodonosor, he visto este sueño. Tú, pues,
Beltsasar, darás su interpretación.” Nuevamente los funcionarios
que eran intérpretes le habían fallado al rey, y el monarca se tuvo
que dirigir al hombre que Dios había puesto en la corte de
Babilonia para ocasiones como esa. Desafortunadamente el
supersticioso rey sólo reconoció que Daniel tenía una sabiduría
sobrenatural. El rey no tenía interés en el Dios que le había dado
a Daniel esa sabiduría.
19
Entonces Daniel, cuyo nombre era Beltsasar, quedó atónito
casi una hora, y sus pensamientos lo turbaban. El rey habló
y dijo:
77
Daniel 4:19-23
28
Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor: 29 Al cabo de
doce meses, paseando por el palacio real de Babilonia,
30
habló el rey y dijo: «¿No es ésta la gran Babilonia que yo
edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para
gloria de mi majestad?»
31
Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una
voz del cielo: «A ti se te dice, rey Nabucodonosor: “El reino
te ha sido quitado; 32 de entre los hombres te arrojarán, con
las bestias del campo será tu habitación y como a los bueyes
te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que
reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los
hombres, y lo da a quien él quiere.”»
33
En la misma hora se cumplió la palabra sobre
Nabucodonosor: Fue echado de entre los hombres, comía
hierba como los bueyes y su cuerpo se empapaba del rocío
del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila y
sus uñas como las de las aves.
82
Daniel 4:28-33
83
Daniel 4:28-33
84
Daniel 4:28-33
85
Daniel 4:34-37
34
«Al fin del tiempo, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al
cielo y mi razón me fue devuelta; bendije al Altísimo, y alabé
y glorifiqué al que vive para siempre:
»“Su dominio es sempiterno;
su reino, por todas las edades.
35
Considerados como nada
son los habitantes todos de la tierra;
él hace según su voluntad
en el ejército del cielo
y en los habitantes de la tierra;
no hay quien detenga su mano
y le diga: ‘¿Qué haces?’”
36
»En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta, la
majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a
mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
37
»Ahora yo, Nabucodonosor, alabo, engrandezco y glorifico
al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas y sus
caminos justos; y él puede humillar a los que andan con
soberbia.»
88
Daniel 5:1-4
89
Daniel 5:1-4
90
Daniel 5:5-9
5
En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano
de hombre que escribía delante del candelabro, sobre lo
encalado de la pared del palacio real; y el rey veía la mano
que escribía. 6 Entonces el rey palideció y sus pensamientos
lo turbaron, se debilitaron sus caderas y sus rodillas daban
la una contra la otra. 7 El rey gritó en alta voz que hicieran
venir magos, caldeos y adivinos; y dijo el rey a los sabios de
Babilonia: «Cualquiera que lea esta escritura y me dé su
interpretación, será vestido de púrpura, llevará en su cuello
91
Daniel 5:5-9
92
Daniel 5:5-9
93
Daniel 5:10-16
10
La reina, por las palabras del rey y de sus príncipes, entró
a la sala del banquete, y dijo:
—¡Rey, vive para siempre! No te turben tus pensamientos ni
palidezca tu rostro. 11 En tu reino hay un hombre en el que
mora el espíritu de los dioses santos, y en los días de tu padre
se halló en él luz, inteligencia y sabiduría, como la sabiduría
de los dioses. El rey Nabucodonosor, tu padre, oh rey, lo
constituyó jefe sobre todos los magos, astrólogos, caldeos y
adivinos, 12 por cuanto en él se halló más espíritu, ciencia y
entendimiento para interpretar sueños, descifrar enigmas y
resolver dudas; esto es, en Daniel, al cual el rey puso por
nombre Beltsasar. Llámese, pues, ahora a Daniel, y él te dará
la interpretación.
13
Entonces trajeron a Daniel ante el rey. Y dijo el rey a
Daniel:
—¿Eres tú aquel Daniel de los hijos de la cautividad de Judá,
que mi padre trajo de Judea? 14 Yo he oído de ti que el
espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se halló luz,
entendimiento y mayor sabiduría. 15 Y ahora trajeron ante
94
Daniel 5:10-16
95
Daniel 5:17-21
17
Entonces Daniel respondió y dijo al rey:
—Tus dones sean para ti; da tus recompensas a otros. Leeré
la escritura al rey y le daré la interpretación.
18
»El Altísimo Dios, oh rey, dio a Nabucodonosor, tu padre,
el reino, la grandeza, la gloria y la majestad. 19 Y por la
grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas
temblaban y temían delante de él. A quien le placía, mataba,
y a quien le placía, daba vida; engrandecía a quien le placía,
y a quien le placía, humillaba. 20 Pero cuando su corazón se
ensoberbeció y su espíritu se endureció en su orgullo, fue
depuesto del trono de su reino y despojado de su gloria.
21
Fue echado de entre los hijos de los hombres, su mente se
hizo semejante a la de las bestias y con los asnos monteses
fue su habitación. Le hicieron comer hierba, como al buey, y
su cuerpo se empapó del rocío del cielo, hasta que reconoció
96
Daniel 5:17-21
97
La escritura en el muro
98
Daniel 5:22-24
22
Pero tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón
sabiendo todo esto, 23 sino que contra el Señor del cielo te has
ensoberbecido; hiciste traer ante ti los vasos de su Casa, y tú
y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas bebisteis vino de
ellos; además diste alabanza a dioses de plata y oro, de
bronce, de hierro, de madera y de piedra, que ni ven ni oyen
ni saben; pero nunca honraste al Dios en cuya mano está tu
vida y de quien son todos tus caminos.
24
»Por eso, de su presencia envió él la mano que trazó esta
escritura.
99
Daniel 5:22-24
100
Daniel 5:25-28
25
Y la escritura que trazó es: “Mene, Mene, Tekel, Uparsin.”
26
Ésta es la interpretación del asunto: “Mene”: Contó Dios
tu reino y le ha puesto fin. 27 “Tekel”: Pesado has sido en
balanza y hallado falto. 28 “Peres”: Tu reino ha sido roto y
dado a los medos y a los persas.
101
Daniel 5:25-28
104
Daniel 5:29-31
105
DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES
DANIEL 6
La fecha data del año 538 a.C. Babilonia estaba controlada por
un nuevo gobierno. El poder del Imperio Babilonio duró poco
menos que un siglo dominando al mundo. Ese soberbio imperio
se derrumbó ante el poder de los medo persas, encabezados por el
rey Ciro.
La razón por la que la victoria de Ciro juega un papel tan
importante en los registros del Antiguo Testamento es que
Babilonia era el país donde el pueblo de Dios estaba viviendo en
el exilio. Con la derrota de Babilonia, ocurrió un cambio para los
exiliados cuando Ciro proclamó que los judíos ya no iban a ser
siervos sino libres, y que cualquier judío que deseara regresar a su
antigua patria estaba en libertad de hacerlo (Esdras 1:2-4).
La proclamación era extraordinaria porque iba acompañada de
una serie de privilegios que se les otorgaban a los antiguos
exiliados. No sólo estaban en libertad de regresar a su hogar, sino
que cuando llegaran a Jerusalén, podrían reconstruir el Templo que
había sido destruido por los babilonios. Incluso el rey Ciro ofreció
fondos del tesoro real para llevar a efecto este proyecto de
reconstrucción. Los judíos que optaron por permanecer en
Babilonia fueron alentados para que ayudaran económicamente a
los que regresaban a Israel. Además, todos los vasos de oro y de
plata del Templo que habían sido saqueados por el ejército
babilonio fueron reintegrados a su lugar de origen, Jerusalén.
Aunque cerca de 50,000 exiliados aceptaron el generoso
ofrecimiento del rey Ciro y regresaron a Jerusalén, muchos miles
106
Daniel 6:1,2
107
Daniel 6:3-5
108
Daniel 6:3-5
diferentes para la ley que querían que el rey promulgara. Era, antes
que nada, un edicto real, un edicto que venía del mismo rey o
cabeza del gobierno persa. Además, el decreto era de obligatorio
cumplimento para todos los súbditos. Por esa razón, en la visita al
rey, los delegados no sólo lo instaron a promulgar el decreto, sino
que también querían que lo hiciera cumplir enérgicamente. ¿Acaso
temían que el rey no cumpliera el decreto al darse cuenta de que
ese mandato le iba a costar la vida a su mejor ministro?
Los conspiradores se querían asegurar de que Darío ya no se
pudiera retractar una vez que se percatara de la maldad que había
escondida detrás del decreto. Y así, urgieron al rey para que lo
firmara: “Confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser
revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, queno puede
ser abrogada.”
En Ester 1:19 la Biblia presenta otro ejemplo de lo inalterables
que eran las leyes de los medos y de los persas. También tenemos
el registro del historiador griego Diodoro cuando se refirió al caso
del rey persa Darío III, que se arrepintió de haber aprobado la
sentencia de muerte de un hombre llamado Caridemo:
“Inmediatamente se arrepintió y se maldijo a sí mismo por haber
errado grandemente. Pero no fue posible anular lo decretado por
autoridad real” (citado por James A. Montgomery, Comentarios
críticos internacionales sobre el libro de Daniel, p. 270). Los
medos y los persas pensaban que el rey no se podía retractar de lo
promulgado, pues sería tanto como admitir que se había
equivocado; y el rey, por ser hijo de los dioses, era infalible. Por
eso se escucha con frecuencia decir: “Tan inalterable como la ley
de los medos y de los persas”.
El rey, sin sospechar nada, accedió ante la adulación de los
conspiradores. Realmente no tenía nada en contra de ser el
representante terrenal de sus dioses por treinta días. Tal vez por el
hecho de ser novato en el puesto fue más susceptible a ceder a tal
propuesta. Pensaba que esta acción le aseguraría el respeto del
pueblo que él necesitaba para poder gobernar bien.
113
Daniel 6:10
10
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado,
entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que
daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y
daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes.
114
Daniel 6:10
116
Daniel 6:11-14
11
Se juntaron entonces aquellos hombres, y hallaron a Daniel
orando y rogando en presencia de su Dios. 12 Fueron luego
ante el rey y le hablaron del edicto real:
—¿No has confirmado un edicto ordenando que cualquiera
que en el espacio de treinta días pida a cualquier dios u
hombre fuera de ti, rey, sea echado al foso de los leones?
Respondió el rey diciendo:
—Verdad es, conforme a la ley de Media y de Persia, que no
puede ser abrogada.
13
Entonces respondieron y dijeron delante del rey:
—Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te
respeta a ti, rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que
tres veces al día hace su petición.
14
Cuando el rey oyó el asunto, le pesó en gran manera y
resolvió librar a Daniel; y hasta la puesta del sol trabajó
para librarlo.
117
Daniel 6:11-14
118
Daniel 6:15-18
la ley que había firmado. Era una ley medo persa y por lo tanto
inquebrantable.
15
Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron:
—Sabes, oh rey, que es ley de Media y de Persia que ningún
edicto u ordenanza que el rey confirme puede ser abrogado.
16
Entonces el rey ordenó que trajeran a Daniel, y lo echaron
al foso de los leones. El rey dijo a Daniel:
—El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
17
Trajeron una piedra y la pusieron sobre la puerta del foso,
la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus
príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se
cambiara. 18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó en
ayunas; no trajeron ante él instrumentos musicales, y se le
fue el sueño.
119
Daniel 6:15-18
gran golpe para él. No sólo estaba arrestado, sino también bajo
sentencia de muerte. ¡Y todo su crimen había sido hablar con su
Padre celestial!
En tanto que los guardias se preparaban para conducir a Daniel
a la muerte, el rey le expresó este deseo: “¡El Dios tuyo, a quien
tú continuamente sirves, él te libre!” Recordemos que Darío habló
como el pagano que era. De acuerdo con sus creencias, los dioses
con frecuencia intervenían en los asuntos de los hombres. El rey
trató de asegurarle a Daniel que si cualquier dios podía intervenir
por un hombre digno, el dios de Daniel seguramente también lo
haría por él. ¡Qué extraño que un rey pagano intentara consolar a
quien enviaba a la muerte!
El foso tal vez era una cueva, seguramente que con una
abertura en la parte de arriba y otra a un lado, como una puertecilla
por la que se dejaba entrar a los animales. La persona que iba a
ser el alimento de los leones se bajaba por la abertura superior. La
entrada lateral fue bloqueada por una piedra y sellada. El sello, tal
vez similar al que fue colocado en la tumba de nuestro Señor,
estaba hecho de cera o arcilla con la impresión del sello real, el
cual era comparable a una firma personal del rey y la de sus nobles.
La piedra, por lo tanto, no podía ser removida a menos que se
contase con la aprobación del rey y de sus funcionarios.
El rey regresó a su palacio muy afligido. Comprendía que era
el responsable de la terrible injusticia de enviar a una muerte
horrible a un hombre inocente. Se sentía tremendamente culpable,
perdió el apetito y no podía dormir. La afirmación “no trajeron
ante él instrumentos musicales” es confusa, primero porque los
estudiosos bíblicos no están de acuerdo en el significado de la
palabra aramea que se traduce como “instrumentos musicales” o
“sin divertirse” (NVI). La traducción griega del Antiguo
Testamento traduce “comida” como lo hace la Biblia alemana de
Lutero. Los diccionarios dan varios significados: “Instrumentos
musicales”, “bailarinas”, “concubinas”. El problema para los
traductores se complica debido a que este es el único pasaje en que
120
Daniel 6:19-20
19
El rey se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente
al foso de los leones. 20 Acercándose al foso, llamó a gritos a
Daniel con voz triste, y le dijo:
—Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú
continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?
121
Daniel 6:21-23
21
Entonces Daniel respondió al rey:
—¡Rey, vive para siempre! 22 Mi Dios envió su ángel, el cual
cerró la boca de los leones para que no me hicieran daño,
porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh
rey, yo no he hecho nada malo.
23
Se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó
sacar a Daniel del foso. Sacaron, pues, del foso a Daniel, pero
ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su
Dios.
122
Daniel 6:21-23
123
Daniel 6:24
24
Luego ordenó el rey que trajeran a aquellos hombres que
habían acusado a Daniel, y fueron echados al foso de los
leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado
al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y
quebraron todos sus huesos.
124
Daniel 6:24
125
Daniel 6:25-28
persa.
126
Daniel 6:25-28
127
Daniel 6:25-28
Notas
128
CUATRO BESTIAS, CUATRO REINOS
Y UN GOBIERNO ETERNO
DANIEL 7
129
Daniel 7:1
2
Daniel dijo: «Miraba yo en mi visión de noche, y vi que los
cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar.
131
Daniel 7:3
132
Daniel 7:4
4
La primera era como un león, y tenía alas de águila. Yo
estaba mirando hasta que sus alas le fueron arrancadas; fue
levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies, a
manera de hombre, y se le dio corazón de hombre.
133
Daniel 7:5
5
»Vi luego una segunda bestia, semejante a un oso, la cual se
alzaba de un costado más que del otro. En su boca, entre los
dientes, tenía tres costillas; y se le dijo: “Levántate y devora
mucha carne.”
134
Daniel 7:6
6
»Después de esto miré, y vi otra, semejante a un leopardo,
con cuatro alas de ave en sus espaldas. Esta bestia tenía
cuatro cabezas; y le fue dado dominio.
135
Daniel 7:7
7
»Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y vi
la cuarta bestia, espantosa, terrible y en gran manera fuerte,
la cual tenía unos grandes dientes de hierro; devoraba y
desmenuzaba, pisoteaba las sobras con sus pies, y era muy
diferente de todas las bestias que había visto antes de ella; y
tenía diez cuernos.
136
Daniel 7:8
8
»Mientras yo contemplaba los cuernos, otro cuerno
pequeño salió entre ellos, y delante de él fueron arrancados
tres cuernos de los primeros. Este cuerno tenía ojos como de
hombre y una boca que hablaba con gran insolencia.
137
Daniel 7:9-10
9
»Estuve mirando
hasta que fueron puestos unos tronos
y se sentó un Anciano de días.
Su vestido era blanco como la nieve;
el pelo de su cabeza, como lana limpia;
su trono, llama de fuego,
y fuego ardiente las ruedas del mismo.
10
Un río de fuego procedía y salía de delante de él;
miles de miles lo servían,
y millones de millones estaban delante de él.
El Juez se sentó
y los libros fueron abiertos.
138
Daniel 7:9-10
139
Daniel 7:11-12&13-14
los que están inscritas las obras por las que Dios juzgará a las
personas. Quizás son ambos libros los que se mencionan en el libro
de Daniel. El Anciano de Días ha sido testigo de las obras de los
hombres y de las naciones. Poseía toda la evidencia cuando
tomaba sus decisiones. Cuando se preparaba para emitir sus juicios
sobre las cuatro bestias y el pequeño cuerno, no juzgaba ni
arbitraria ni injustamente.
11
»Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes
insolencias que hablaba el cuerno; y mientras miraba
mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado
para quemarlo en el fuego. 12 También a las otras bestias les
habían quitado su dominio, pero les había sido prolongada la
vida hasta cierto tiempo.
13
»Miraba yo en la visión de la noche,
y vi que con las nubes del cielo
venía uno como un hijo de hombre;
140
Daniel 7:13-14
141
Daniel 7:15-18
15
»A mí, Daniel, se me turbó el espíritu hasta lo más hondo
de mi ser, y las visiones de mi cabeza me asombraron. 16 Me
acerqué a uno de los que allí estaban y le pregunté la verdad
acerca de todo aquello. Me habló y me hizo conocer la
interpretación de las cosas:
17
»“Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se
levantarán en la tierra. 18 Después recibirán el reino los
santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo,
eternamente y para siempre.”
142
Daniel 7:19-25
los que allí estaban” que al parecer era uno de los ángeles que
rodeaban el trono del Señor, y le pidió una explicación de lo que
había visto. El intérprete celestial le dio un breve resumen. Primero
definió a las bestias como reyes. Unos versículos más adelante en
el versículo 23, le comentó a Daniel que la cuarta bestia
representaba un reino. Las dos ideas son intercambiables en la
visión.
Lo que Dios le mostró a Daniel fue el levantamiento de cuatro
poderes mundiales distintos y su destrucción final, culminando
con el establecimiento del reino eterno de gloria de Dios. El ángel
también le explicó que cuando el Salvador prometido tome el reino
de poder, va a compartir el gobierno con sus santos, aquellos que
por fe tienen el perdón de los pecados y son considerados santos
delante Dios. “Si sufrimos, también reinaremos con él”, le aseguró
San Pablo a Timoteo (2 Timoteo 2:12).
19
»Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la
cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras,
espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas
de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y pisoteaba las
sobras con sus pies; 20 asimismo acerca de los diez cuernos
que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, ante el
cual habían caído tres. Este mismo cuerno tenía ojos y una
boca que hablaba con gran insolencia, y parecía más grande
que sus compañeros. 21 Y veía yo que este cuerno hacía
guerra contra los santos y los vencía, 22 hasta que vino el
Anciano de días, y se hizo justicia a los santos del Altísimo; y
llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino.
23
»Dijo así:
»“La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra,
el cual será diferente de todos los otros reinos,
y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará.
24
Los diez cuernos significan que de aquel reino//se
levantarán diez reyes;
143
Daniel 7:19-25
145
Daniel 7:19-25
26
Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio,
para que sea destruido y arruinado hasta el fin,
27
y que el reino, el dominio y la majestad de los reinos
debajo de todo el cielo sean dados al pueblo de los santos del
Altísimo,
cuyo reino es reino eterno,
y todos los dominios lo servirán y obedecerán.”
»Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel,
28
147
Daniel 7:26-28
148
DOS ÉPOCAS TERRIBLES SE APROXIMAN
PARA EL PUEBLO DE DIOS
DANIEL 8
149
Daniel 8:1-4
152
Daniel 8:9-12
9
De uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho
hacia el sur y el oriente, y hacia la tierra gloriosa. 10 Creció
hasta llegar al ejército del cielo; y parte del ejército y de las
estrellas echó por tierra, y las pisoteó. 11 Aun se engrandeció
frente al príncipe de los ejércitos; por él fue quitado el
sacrificio continuo, y el lugar de su santuario fue echado por
153
Daniel 8:9-12
154
Daniel 8:9-12
155
Daniel 8:13-14
13
»Entonces oí hablar a un santo; y otro de los santos
preguntó a aquel que hablaba: “¿Hasta cuándo durará la
visión del sacrificio continuo, la prevaricación asoladora y la
entrega del santuario y el ejército para ser pisoteados?” 14 Y
él dijo: “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el
santuario será purificado.”
156
Daniel 8:15-18
15
»Aconteció que mientras yo, Daniel, consideraba la visión y
procuraba comprenderla, se puso delante de mí uno con
apariencia de hombre. 16 Y oí una voz de hombre entre las
riberas del Ulai, que gritó y dijo: “Gabriel, enseña a éste la
visión.”
17
»Vino luego cerca de donde yo estaba. Y al venir, me asusté
y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: “Entiende, hijo
de hombre, que la visión es para el tiempo del fin.”
18
»Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre
mi rostro. Él me tocó y me hizo estar en pie.
157
Daniel 8:15-18
158
Daniel 8:19-22
19
Y dijo: “Yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira;
porque eso es para el tiempo del fin. 20 En cuanto al carnero
que viste, que tenía dos cuernos: éstos son los reyes de Media
y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el
cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
22
En cuanto al cuerno que fue quebrado y sucedieron cuatro
en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa
nación, aunque no con la fuerza de él.
159
Daniel 8:23-26
23
»”Al fin del reinado de estos,
cuando los transgresores lleguen al colmo,
se levantará un rey
altivo de rostro y entendido en enigmas.
24
Su poder se fortalecerá,
mas no con fuerza propia;
causará grandes ruinas, prosperará,
actuará arbitrariamente
y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.
25
Con su sagacidad
hará prosperar el engaño en su mano;
en su corazón se engrandecerá
y, sin aviso, destruirá a muchos.
Se levantará contra el Príncipe de los príncipes,
pero será quebrantado,
aunque no por mano humana.
26
La visión de las tardes y mañanas
que se ha referido es verdadera;
y tú guarda la visión, porque es para muchos días.”
27
»Yo, Daniel, quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos
días. Cuando me levanté, atendí los negocios del rey; pero
estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.»
164
LA PROFECÍA DE LOS SETENTA “SIETES”
DANIEL 9
165
Daniel 9:1-3
168
Daniel 9:4-6
4
Oré a Jehová, mi Dios, e hice confesión diciendo: “Ahora,
Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el
pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus
mandamientos, 5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad,
hemos actuado impíamente, hemos sido rebeldes y nos
hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.
6
No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu
nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a
nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
169
Daniel 9:7-11
Habría sido muy natural por parte de Daniel y del resto de los
exiliados que expresaran auto-compasión. Después de todo, ¿acaso
170
Daniel 9:12-15
todos los que nos rodean. 17 Ahora pues, Dios nuestro, oye la
oración y los ruegos de tu siervo, y haz que tu rostro
resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.
18
Inclina, Dios mío, tu oído, y oye; abre tus ojos y mira
nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual es invocado tu
nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti
confiados en nuestras justicias, sino en tus muchas
misericordias. 19 ¡Oye, Señor! ¡Señor, perdona! ¡Presta oído,
Señor, y hazlo! No tardes, por amor de ti mismo, Dios mío,
porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu
pueblo.”
176
Daniel 9:24-26
26
Después de las sesenta y dos semanas
se quitará la vida al Mesías,
y nada ya le quedará.
El pueblo de un príncipe que ha de venir
destruirá la ciudad y el santuario,
su final llegará como una inundación,
y hasta el fin de la guerra
durarán las devastaciones.
177
Daniel 9:24-26
179
Daniel 9:24-26
180
Daniel 9:24-26
182
Daniel 9:27
183
PODERES SOBRENATURALES
EN CONFLICTO SOBRE EL PUEBLO DE DIOS
DANIEL 10
184
Daniel 10:1-3
tampoco fue capaz de interpretar los sueños que tuvo. Pero en este
caso de la visión de Daniel, Dios le dijo lo que significaba.
La visión que Dios le dio a Daniel trataba “de un gran
conflicto” (vea LBLA). Dios le mostró a Daniel, que se avecinaba
sobre el pueblo judío un tiempo de intensa opresión, en los siglos
inmediatos. Y el conflicto se va a intensificar en los días difíciles
que precederán al fin del mundo.
Las primeras palabras del capítulo nos dan la fecha de la
visión. Dios se la mostró a Daniel en el año tercero de Ciro, rey
de Persia, varios años después de que Ciro derrocara al Imperio
Babilonio, liberara a los judíos exiliados, y les autorizara a regresar
a su hogar.
Esto hace surgir la pregunta: “¿Si Ciro ya había dejado en
libertad a los judíos, qué estaba haciendo Daniel todavía en
Babilonia? ¿Por qué no estaba él al lado de los 45,000 que
volvieron a la antigua patria y que estaban luchando para
reconstruir Jerusalén?” Pudo haber varias razones. Una razón pudo
haber sido que Daniel, ya octogenario, quizá haya pensado que era
demasiado viejo para hacer un viaje tan largo y para participar en
la ardua tarea de reconstruir un país destrozado por la guerra. Una
segunda razón podría haber sido su cargo en el gobierno, ya que
siendo uno de los tres funcionarios más altos del gobierno persa,
aún tenía la oportunidad de ayudar a su pueblo. Dios quizás habría
decidido que mejor se quedaba y trabajaba para el bien de sus
compatriotas que habían regresado al hogar.
Daniel nos narra el estado de ánimo en que se encontraba
cuando Dios le envió la visión. “Estuve afligido por espacio de
tres semanas.” Estas palabras reflejan la situación. Habían pasado
dos años desde que Ciro había autorizado que los exiliados
regresaran y reconstruyeran su ciudad y su Templo. ¿Qué había
ocurrido en aquellos dos años?
Armados con el decreto real, y auxiliados con el subsidio del
tesoro real, los exiliados emprendieron el regreso, entusiasmados
ante el restablecimiento de la vida cotidiana y el culto en el templo
de Jerusalén. La obra marchó bien en un principio, después de siete
185
Daniel 10:1-3
187
Daniel 10:4-6
10
Y una mano me tocó e hizo que me pusiera sobre mis
rodillas y sobre las palmas de mis manos. 11 Me dijo: “Daniel,
varón muy amado, está atento a las palabras que he de
decirte y ponte en pie, porque a ti he sido enviado ahora.”
»Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
190
Daniel 10:12-14
12
Entonces me dijo: “Daniel, no temas, porque desde el
primer día que dispusiste tu corazón a entender y a
humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus
palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. 13 Mas el
príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún
días; pero Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. 14 He venido
para hacerte saber lo que ha de sucederle a tu pueblo en los
últimos días, porque la visión es para esos días.”
191
Daniel 10:15-11:1
11
príncipe.”
»También yo en el primer año de Darío, el medo,
estuve para animarlo y fortalecerlo.
195
LA PREDICCIÓN
MÁS DETALLADA DE LAS ESCRITURAS
DANIEL 11
2
»Ahora yo te mostraré la verdad. Aún habrá tres reyes en
Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas, más que
todos ellos. Éste, al hacerse fuerte con sus riquezas,
levantará a todos contra el reino de Grecia. 3 Se levantará
luego un rey valiente, que dominará con gran poder y hará
su voluntad. 4 Pero cuando se haya levantado, su reino será
quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo;
pero no será para sus descendientes, ni según el dominio con
que él dominó, porque su reino quedará deshecho y será
para otros aparte de ellos.
196
Daniel 11:2-4
5
»El rey del sur se hará fuerte, pero uno de sus príncipes
será más fuerte que él, se hará poderoso y su dominio será
grande. 6 Al cabo de unos años harán alianza, y la hija del
rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz. Pero
ella no podrá retener la fuerza de su brazo, y ni él ni su
brazo permanecerán; porque ella será entregada a la
muerte, y también los que la habían traído, y su hijo y los
que estaban de parte de ella en aquel tiempo.
7
»Pero un renuevo de sus raíces se levantará sobre su trono,
vendrá con un ejército contra el rey del norte, entrará en la
fortaleza y hará con ellos a su arbitrio, y predominará. 8 Y
aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos
preciosos de plata y de oro, llevará cautivos a Egipto; y
durante años se mantendrá él alejado del rey del norte. 9 Así
entrará en el reino el rey del sur, y volverá a su tierra.
10
»Pero los hijos de aquél se airarán y reunirán multitud de
grandes ejércitos. Vendrá uno apresuradamente, inundará y
pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta su
fortaleza.
199
Daniel 11:11-13
11
Por eso se enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará
contra el rey del norte; éste pondrá en campaña una gran
multitud, pero toda esa multitud será entregada en manos de
aquél. 12 Al llevarse él la multitud, se elevará su corazón y
derribará a muchos millares; pero no prevalecerá. 13 El rey
del norte volverá a poner en campaña una multitud, mayor
que la primera, y al cabo de algunos años vendrá
rápidamente, con un gran ejército y muchas riquezas.
21
»Ocupará su lugar un hombre despreciable, al cual no
darán la honra del reino. Vendrá sin aviso y tomará el reino
con halagos. 22 Las fuerzas enemigas serán barridas delante
de él como por inundación de aguas; serán del todo
destruidas, junto con el príncipe del pacto. 23 Él, después del
pacto, engañará, subirá y saldrá vencedor con poca gente.
24
Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y
hará lo que no hicieron sus padres ni los padres de sus
padres; botín, despojos y riquezas repartirá entre sus
soldados, y contra las fortalezas formará sus designios. Esto
durará un tiempo.
203
Daniel 11:25-28
29
Al tiempo señalado volverá al sur; pero la última venida no
será como la primera. 30 Porque vendrán contra él naves de
Quitim, y él se contristará y retrocederá, se enojará contra el
pacto santo y hará según su voluntad; volverá, pues, y se
entenderá con los que abandonen el santo pacto.
31
»Se levantarán sus tropas, que profanarán el santuario y la
fortaleza, quitarán el sacrificio continuo y pondrán la
abominación desoladora. 32 Con lisonjas seducirá a los
violadores del pacto; pero el pueblo que conoce a su Dios se
esforzará y actuará.
208
Daniel 11:36
36
»El rey hará su voluntad, se ensoberbecerá y se
engrandecerá sobre todo dios; contra el Dios de los dioses
hablará maravillas, y prosperará hasta que sea consumada
la ira, porque lo determinado se cumplirá.
209
Daniel 11:37-39
210
Daniel 11:40-45
212
Daniel 11:40-45
214
UNA PALABRA FINAL DE GOZO
DANIEL 12
215
Daniel 12:1
fue desde que hubo gente hasta entonces”. Jesús citó también este
versículo cuando habló de los acontecimientos que iban a llevar
al juicio final: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la
ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá .
Y si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo...” (Mateo
24:21 s.).
Tal vez usted haya oído a alguien comparar este mundo con
un manicomio. En verdad el mundo no es un manicomio sino un
estadio, un campo de batalla donde se ha entablado una guerra
constante entre las fuerzas de Dios y las fuerzas que están en su
contra. No hay una sola área de nuestra vida que no le pertenezca
a Dios y que no haya sido atacada para ser robada por las fuerzas
de Satanás y de sus secuaces.
Primero que nada, se nos asegura que esta lucha continuará e
incluso se intensificará a medida que avancemos hacia el fin del
mundo. Cuando los días finales empeoren, el Anticristo se lanzará
en furia desesperada por seducir al pueblo de Dios y por minar su
fe en Cristo. Durante sus angustiosos siglos de existencia, el
mundo ha experimentado toda clase de desastres, pero no se
comparan a los que vendrán en los últimos días. Estas palabras
nos recuerdan que ser un cristiano no significa verlo todo color de
rosa, lo cual ni es lógico ni real. Daniel aclara que, cuando
contemplemos el futuro, no lo veamos con demasiada confianza.
Pero tampoco hay razón para desesperarse. No sólo se
avecinan problemas, también se avecina el triunfo. “En aquel
tiempo se levantará Miguel.” El capítulo 10 de Daniel describió a
Miguel, el gran príncipe angélico que tras el escenario de la
historia mundial trabajó contra los agentes satánicos en el gobierno
persa. Miguel era un agente de Dios enviado para frustrar los
planes satánicos y para garantizar la buena voluntad de Dios de
que se lleve a cabo el regreso de los exiliados a su hogar. Estos
versículos nos dicen que cuando el desastre mayor ocurra, Miguel,
el victorioso ángel de Dios, intervendrá nuevamente en beneficio
de su pueblo.
216
Daniel 12:2-3
2
Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra
serán despertados: unos para vida eterna,
otros para vergüenza y confusión perpetua.
3
Los entendidos resplandecerán
como el resplandor del firmamento;
y los que enseñan la justicia a la multitud,
como las estrellas, a perpetua eternidad.
217
Daniel 12:2-3
4
»“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el
tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la
ciencia aumentará.”
220
Daniel 12:5-7
221
Daniel 12:8-10
222
Daniel 12:11-12
223
Daniel 12:11-12
224
Daniel 12:11-12
225
Daniel 12:13
13
En cuanto a ti, tú irás hasta el fin, y reposarás, y te
levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”»
226
BIBLIOGRAFÍA
Cohen, A., ed. Soncino Books of the Bible. London: Soncino, 1951.
Feinberg, Charles L. Daniel, The Man and His Visions. Cappaqua: Christian
Herald, 1981.
227
TABLA DE BIBLIAS
228
Además de redactar este comentario sobre el libro de Daniel, John
C. Jeske edita toda la obra sobre el Antiguo Testamento para la
Biblia Popular. La capacidad del Profesor Jeske para este cargo la
testifican su dirección del departamento del Antiguo Testamento
en el Seminario Luterano de Wisconsin hasta su reciente jubilación
y su colaboración en la traducción bíblica, la New International
Version. Antes de enseñar en el seminario fue un pastor parroquial
por veinte años.
229
La
BIBLIA
Popular