Historia de Pango
Historia de Pango
Historia de Pango
La vida siempre ha creado un número incalculable de seres vivos a lo largo de la historia de nuestro
planeta. En este proceso de evolución de la vida, han existido muchas especies que, sin notarlas por
su tamaño, reclaman su presencia en el planeta y por ello han creado estilos de vida, en donde
buscan ambientes adecuados para vivir. Esta es la historia de un pangolín, un bello animal del
continente asiático.
Pango, el pangolín, era un bello animal que como todos los de su especie, tenía una gran coraza
hecha de placas de queratina, el mismo material que tienes en tus uñas y que lo defiende de muchos
animales cazadores. Además, cuando se siente amenazado, enrolla su cuerpo convirtiéndose en
una bola casi imposible de comer. Otra característica de Pango, son sus grandes uñas que le
permiten cavar y buscar su alimento, principalmente hormigas y termitas, que atrapa con su larga
lengua.
Pango, vive en zonas boscosas de Asia, donde habitan otros animales, entre los cuales encontramos
los murciélagos, pequeños mamíferos voladores que se alimentan de frutos y pequeños insectos y
anfibios, pero también que liberan sus excrementos por doquier.
Hoy en día, se habla de un virus, que tuvo su origen en los murciélagos y aún es desconocido cómo
el virus del coronavirus haya llegado a estos animales, pero, lo que algunos científicos han
descubierto es que el virus pasó de animales como los murciélagos, a huéspedes intermediarios
como nuestro amigo Pango.
Un aspecto muy interesante, es que tanto Pango como el murciélago han podido vivir con un
parásito que es el coronavirus, sin sufrir síntomas o enfermedades y por esto estos animales son
llamados vectores, seres que viven con otro ser en el interior de sus cuerpos, pero que buscan un
huésped final, y es aquí donde ingresa el hombre.
En China y posiblemente en otros lugares, Pango, es un animal que es cazado por los humanos, para
su consumo. Cuando los seres humanos, consumimos otros animales, es posible que, en el cuerpo
de estos animales, haya quedado parásitos en estado latente, eso significa, que están inactivos, pero
no muertos y cuando las personas comen estas carnes, sin una adecuada cocción, muchos de estos
parásitos llegan al cuerpo de los humanos, desarrollando una enfermedad, y sabemos que algunas
de estas personas en China, consumen estos animales exóticos de forma cruda. Quizá, este ha sido
el inicio de una nueva enfermedad que, por cuestiones de nuestra modernidad, trascendió a muchos
lugares del planeta, pero lo cierto, es que ni Pango, ni los murciélagos son los culpables de esta
situación. Ellos son seres que conviven en sus hábitats, pero hemos sido los humanos que invadimos
los ecosistemas, los destruimos y hemos adquirido una enfermedad, en donde muchos animales
conviven con estos parásitos y sólo están a la espera de un huésped final que somos nosotros.
Por eso antes de matar animales como Pango o los murciélagos, debes comprender, que ellos, son
seres muy importantes en nuestro planeta y que existen muchos parásitos, bacterias y virus que se
encuentran en muchos animales y que cómo seres pensantes, debemos respetar sus espacios y no
culparlos de algo que es culpa de los humanos.