Dispensacionalismo. Michael J. Vlach
Dispensacionalismo. Michael J. Vlach
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breves en revistas impresas sin el permiso previo del editor.
Vlach, Michael, 1966 –
Dispensacionalismo / Michael J. Vlach
ISBN-13: 978-0-9798539-1-3
ISBN-10: 0-9798539-1-5
Printed in the United States of America
CONTENIDO
Introducción
Conclusión
INTRODUCCIÓN
El sistema de teología conocido como dispensacionalismo comenzó a
mediados del siglo XIX. Desde su creación, ha sido popular pero
controversial. Aunado a los millones que han adoptado las creencias
dispensacionales, muchas escuelas, colegios, seminarios, libros,
predicadores de radio y televisión han promovido la teología
dispensacional. Sin embargo, con la gran popularidad ha venido
también una gran crítica. Los teólogos del Pacto y otros no
dispensacionalistas han ofrecido fuertes críticas al dispensacionalismo.
Muchas veces, las críticas han sido duras. El Dispensacionalismo ha
sido acusado de enseñar un falso evangelio y de defender una vida sin
ley. Se ha afirmado que las creencias del dispensacionalismo conducen
a una falta total de preocupación por los principales problemas
mundiales, tales como la guerra nuclear y la disminución de los
suministros naturales. Un autor incluso declaró que el
dispensacionalismo está sumiendo al mundo hacia el Armagedón y la
aniquilación global. El Dispensacionalismo también ha sido criticado
por sus perspectivas sobre cuestiones doctrinales tales como la
interpretación de la Biblia, la distinción entre Israel y la iglesia, y el
rapto pre-tribulacional.
Al leer muchos libros sobre el dispensacionalismo, me ha
preocupado la enorme cantidad de información errónea sobre esta
teología. Dos libros en particular han sido especialmente
decepcionantes –el libro de John Gerstner de 1991 titulado Wrongly
Dividing the Word of Truth [Erróneamente Dividiendo la Palabra de
Verdad], y más recientemente el libro de Hank Hanegraaff de
2007, Apocalipse Code [El Código del Apocalipsis]. Ambas obras
fueron escritas por líderes cristianos firmes y con credibilidad pero
ambos libros ofrecen una presentación engañosa del
dispensacionalismo que provoca confusión. En este momento, mientras
hablo sobre temas respecto al dispensacionalismo con personas,
encuentro necesario abordar las falsas concepciones promovidas por
Gertsner. En su libro, el incorrectamente asocia el dispensacionalismo
con perspectivas erróneas respecto a la salvación y lo hace en una
manera que es sumamente polémica y contenciosa. El libro más
reciente de Hanegraaff tiene un estilo tajante similar como la obra de
Gerstner, pero en lugar de enfatizar temas sobre la salvación,
Hanegraaff utiliza una retorica emocional vinculando el
dispensacionalismo con el racismo, la limpieza étnica, y una amenaza a
la deidad de Cristo. El también compara al dispensacionalismo con los
Testigos de Jehová, Joseph Smith del Mormonismo, la evolución
Darwiniana e incluso a Bill Clinton—personas y grupos que a menudo
logran una fuerte respuesta emocional negativa de los evangélicos.
Parece que para hombres como Gertsner y Hannegraaf, el
dispensacionalismo no solo es una perspectiva sobre la iglesia y el final
de los tiempos que se ha torcido en algunos puntos — ¡es peligrosa!
¡Amenaza al Evangelio de Jesucristo! ¡Promueve una vida sin ley!
¡Amenaza a la deidad de Cristo! ¡Si no se controla, conduce al racismo
y a la limpia étnica! ¡Amenaza al mundo mismo! ¡Tiene mucho en
común con las sectas e incluso a Bill Clinton! Afortunadamente, no
todos los no-dispensacionalistas han tomado este enfoque. Muchos
están en desacuerdo con el dispensacionalismo pero también son
capaces de poner las cuestiones en perspectiva y ver que la batalla
sobre el dispensacionalismo no es una batalla sobre el corazón del
cristianismo mismo. Sin embargo a causa de libros de buena lectura y
aceptados en contra del dispensacionalismo que no ofrecen una
presentación razonable de los temas, existe una verdadera necesidad de
tratar específicamente lo que es el dispensacionalismo. A menudo tengo
que desprogramar a las personas de sus falsas concepciones del
dispensacionalismo antes de poder incluso compartir que es lo que en
realidad cree esta teología. Es por esto que me veo obligado a escribir
esta obra. Este breve libro es un intento de identificar los temas
fundamentales del dispensacionalismo y de exponer lo mitos comunes
respecto a la teología dispensacional. O para decirlo en otra manera –
mi objetivo es discutir lo que es y lo que no es el dispensacionalismo.
De esta manera, creo que este libro puede ser de ayuda tanto a
dispensacionalistas como a no-dispensacionalistas, así como aquellos
que están tratando de decidirse acerca del dispensacionalismo.
Mientras algunos pueden estar en desacuerdo, estoy convencido de
que es posible definir las creencias esenciales del dispensacionalismo.
Aunque existen diferencias teológicas entre los dispensacionalistas,
creo que podemos identificar las creencias básicas del
dispensacionalismo. De la misma manera, podemos identificar aquellos
puntos que a menudo son considerados erróneamente como esenciales
para el dispensacionalismo pero en realidad no lo son. Esto es lo que
este libro intentará hacer. El propósitode este breve libro es destacar las
creencias fundamentales del dispensacionalismo que están
verdaderamente en el corazón del sistema. También observará a las
tergiversaciones y mitos acerca del dispensacionalismo que han
enturbiado las aguas del entendimiento.
Por supuesto, esa tarea debe correctamente tener en cuenta los
diversos campos dentro del dispensacionalismo. Debemos reconocer
que no todos los dispensacionalistas creen lo mismo en cada punto.
Algunas cuestiones debatidas incluyen la relación de la iglesia al nuevo
pacto, la relación de Jesús al trono de David, y el reino de Dios.
También hay debate en cuanto a lo que realmente constituye la
hermenéutica literal respecto a la interpretación bíblica. Algunos creen
que estas diferencias son menores mientras que otros sostienen que son
aún más serias.
Existen también variaciones dentro del dispensacionalismo.
Algunos dispensacionalistas se
consideran clásicos otradicionales. Otros dicen que
sonmodificados, revisados, o progresivos.Algunos se ven incorporando
elementos de diferentes variaciones, algunos no gustan de utilizar
títulos en absoluto.
Ya sea que usted se considere un dispensacionalista, un oponente
del dispensacionalismo, o un observador interesado tratando de reunir
hechos acerca de lo que esta teología cree, es importante tener una
comprensión correcta del dispensacionalismo. La causa de la verdad
nunca es servida por la confusión, tergiversación y argumentos débiles.
La mayoría de las críticas al dispensacionalismo por parte de los no-
dispensacionalistas, simplemente no representan correctamente lo que
es el dispensacionalismo. Hay excepciones a esto, pero,
desafortunadamente aquellos que critican al dispensacionalismo a
menudo se enfocan en cosas erróneas o simplemente muestran una falta
de entendimiento acerca de esta teología. Los que promueven el
dispensacionalismo no siempre han sido muy claros. Algunas veces, sus
explicaciones del dispensacionalismo no han sido claras o han
presentado como esencial áreas secundarias de la doctrina del
dispensacionalismo y por lo tanto se confunden las cosas aún más.
Este libro no es un intento de profundizar en todos los temas
relacionados al dispensacionalismo. Tampoco está escrito para resolver
los detalles de todos los puntos de diferencia entre las variaciones
dentro del dispensacionalismo. Aquellos que buscan una discusión
detallada de las diferencias entre los campos del dispensacionalismo
necesitaran buscar en otra parte. En cambio, pretendo dar al lector una
introducción básica a las creencias fundamentales de la teología
dispensacional para dar lugar a una mejor comprensión de esta teología.
Para que pueda comprender mi perspectiva, me considero un
dispensacionalista. Por lo tanto, estoy escribiendo como uno que
simpatiza con el dispensacionalismo. Mi lealtad principal como
cristiano, sin embargo, es al Señor Jesucristo y Su Palabra. No me
considero incondicionalmente atado a algún sistema de teología. Como
muchos cristianos mi deseo es ser bíblico —creer solo lo que la Biblia
enseña. Mientras crece mi conocimiento de la Palabra de Dios, me
encuentro a mí mismo haciendo ajustes ocasionalmente para alinear
mis creencias con lo que Dios ha revelado. Incluso dentro del sistema
del dispensacionalismo he realizado ajustes y probablemente continuare
haciéndolos.
En caso de que esté interesado, mi oficina no tiene graficas de
profecía en sus paredes (aunque no tengo nada en contra de ellas). Las
clases de teología en el seminario en las que enseño dedico poco o nada
de tiempo discutiendo la necesidad de creer en “siete” dispensaciones
las cuales para mí no son el centro del dispensacionalismo. Y, no, yo no
creo que la hermenéutica literal requiera que los arboles literalmente
aplaudan con sus manos. Tampoco veo todo terremoto y desastre
natural como un cumplimiento de la profecía bíblica. No estudio mi
periódico todos los días buscando eventos proféticos. Aunque aprecio
la vida y las obras del fundador del dispensacionalismo moderno John
Nelson Darby, no veo mis creencias atadas a él. Si se descubriera
mañana que Darby fue un loco chiflado que dijo que obtuvo su teología
de algún alienígena, no cambiaría ni un poco mi confianza en las
creencias fundamentales del dispensacionalismo.
También, considero que no tengo ninguna lealtad incondicional a
cualquier erudito o tradición dispensacional. Me encuentro en acuerdo
con los elementos del dispensacionalismo tradicional, revisado y
progresivo. En ocasiones, tengo también desacuerdos con estos campos
sobre puntos específicos.
Finalmente, reconozco que este libro es mi intento de definir lo que
es el dispensacionalismo y lo que no es. No afirmo hablar por todos lo
dispensacionalistas y algunos pueden decir cosas diferentes de las que
menciono. Firmemente creo, sin embargo, que lo que presento aquí es
consistente con lo que la gran mayoría de lo que creen los
dispensacionalistas.
CAPITULO UNO
HISTORIA DEL DISPENSACIONALISMO
Una discusión de las principales creencias del dispensacionalismo debe
incluir al menos un breve resumen de la historia del
dispensacionalismo. Como sistema teológico que ofrece una
explicación detallada de la eclesiología (iglesia) y la escatología (fin de
los tiempos), el dispensacionalismo es una teología relativamente
nueva, comenzando a principios-mediados del siglo XIX.
Los inicios del dispensacionalismo sistematizado están vinculados
con John Nelson Darby (1800-1882), un ministro de los Hermanos de
Plymouth. Mientras que en el Trinity College en Dublin (1819) Darby
llego a creer en una salvación y restauración futura de la nación de
Israel. Basado en su estudio de Isaías 32, Darby concluyó que Israel, en
una dispensación futura, disfrutaría bendiciones terrenales que eran
diferentes de las bendiciones celestiales experimentadas por la iglesia.
El vio una clara distinción entre Israel y la iglesia. Darby también llego
a creer en un rapto “inminente” de la iglesia que era seguido de la
Septuagésima Semana de Daniel en la que Israel tendría una vez más
el centro del escenario en el Plan de Dios. Después de este periodo,
Darby creía que habría un reino milenial en el que Dios cumpliría Sus
promesas incondicionales con Israel.[1]
De acuerdo con Paul Enns, “Darby propuso el esquema del
dispensacionalismo al notar que cada dispensación coloca al hombre
bajo cierta condición, el hombre tiene cierta responsabilidad ante Dios.
Darby también notó que cada dispensación culmina en
fracaso.”[2]Darby vio siete dispensaciones: (1) El estado paradisiaco
hasta el diluvio; (2) Noé; (3) Abraham; (4) Israel; (5) Gentiles; (6) El
Espíritu; y (7) El Milenio. Por su propio testimonio, Darby dice que su
teología dispensacional fue completamente formada para el 1833.
Darby a menudo es considerado el ‘padre del dispensacionalismo.’
El Dispensacionalismo tomó forma en el Movimiento de los
Hermanos en la Bretaña del siglo diecinueve. Aquellos dentro del
Movimiento de los Hermanos rechazaron un rol especial para un clero
ordenado y enfatizaron los dones espirituales de los creyentes
ordinarios para enseñar y amonestar uno al otro con la Escritura. Los
Hermanos tuvieron una influencia importante en el Protestantismo
evangélico e influenciaron a los ministros en los Estados Unidos tales
como D.L. Moody, James Brookers, J.R. Graves, A.J. Gordon, y C.I.
Scofield.[3]
En los inicios de 1870, varias conferencias bíblicas se llevaron a
cabo en los Estados Unidos. Estas conferencias ayudaron a esparcir el
dispensacionalismo. Las conferencias de Niagara (1870-principios de
1900) no comenzaron a promover el dispensacionalismo sino que las
ideas dispensacionales fueron a menudo promovidas. Las Conferencias
Bíblicas y Proféticas Estadounidenses de 1878-1914 promovieron la
teología dispensacional. A finales de 1800, algunos institutos bíblicos
fueron fundados y enseñaron teología dispensacional incluyendo el
Instituto Bíblico Nyack (1882), El Boston Missionary Training School
(1889), y El Instituto Bíblico Moody (1889). C.I. Scofields, un
participante de las conferencias de Niagara, produjo la Biblia de
Referencia Scofield en 1909. Esta Biblia de referencia se volvió la
mayor influencia en la propagación del dispensacionalismo. Todavía es
común hoy en día para los críticos del dispensacionalismo referirse de
nuevo a la Biblia de Referencia Scofield como algo normativo de las
creencias del dispensacionalismo.
Después de la Primera Guerra Mundial, fueron formadas muchas
escuelas bíblicas dispensacionalistas. Dirigidas por el Seminario
Teológico de Dallas (1924), el dispensacionalismo comenzó a ser
promovido en un escenario formal académico. Bajo Scofield, entro en
un periodo docente que más tarde fue llevado por su sucesor: Lewis
Sperry Chafer. Una mayor promoción del dispensacionalismo tuvo
lugar con la Teología Sistemática de ocho volúmenes de Chafer.
Dispensacionalismo Progresivo
Los mediados de 1980 testificaron el resurgimiento de una nueva
forma de dispensacionalismo: el dispensacionalismo progresivo. A
menudo vinculado con la inauguración del Grupo de Estudio
Dispensacional en 1986, el dispensacionalismo progresivo ofreció más
modificaciones a la teología dispensacional. ¿A qué se refiere
con progresivo? El títulodispensacionalismo progresivo se refiere a la
relación progresiva de las dispensaciones una con la otra.[9] Charles
Ryrie observa que: “El adjetivo ‘progresivo’ se refiere al principio
central de que los Pactos Abrahámico, Davídico y Nuevo están siendo
progresivamente cumplidos hoy (así como teniendo cumplimientos en
el reino milenial).[10]
De acuerdo con Craig Blaising y Darrell Bock, una de las
principales diferencias entre los dispensacionalistas anteriores y
progresivos es como los progresivos ven a la iglesia:
Los Progresivos no ven a la iglesia como una categoría antropológica
en la misma clase que términos como Israel, Naciones Gentiles, Judíos,
y pueblo Gentil. La iglesia no es también una raza de humanidad (en
contraste a los Judíos y Gentiles) ni una nación que compite junto a
Israel y las Naciones Gentiles…La iglesia es precisamente la misma
humanidad redimida previa a la venida de Cristo.[11]
Esta creencia de que la iglesia se compone de “humanidad
redimida” significa que los dispensacionalistas progresivos ven más
continuidad entre Israel y la iglesia que los otros dos campos del
dispensacionalismo. Subrayan que tanto Israel como la Iglesia
componen el “pueblo de Dios” cuando vienen a la salvación y ambos
están relacionados a las bendiciones del nuevo pacto. Esta igualdad
espiritual, sin embargo no significa que no hay distinciones funcionales
entre Israel y la iglesia. Los dispensacionalistas Progresivos no igualan
la iglesia a Israel y aun ven una identidad y función futura distinta para
el Israel étnico en un reino milenial por venir. Además, los
dispensacionalistas progresivos como Blasing y Bock ven incluso un
aspecto actual/no-actual al reinado Davídico de Cristo, viendo el reino
Davídico inaugurado durante la presente era de la iglesia. Robert L.
Saucy parece tomar una perspectiva mediática de que existe un sentido
en el que Jesús está en el trono de David. Pero para todos los
dispensacionalistas progresivos, el cumplimiento total de este reino
Davídico espera a Israel en el milenio futuro. Los teólogos claves para
el dispensacionalismo progresivo incluyen a Craig A. Blaising, Darrell
L. Bock, y Robert L. Saucy.
CAPITULO DOS
CREENCIAS FUNDAMENTALES DEL
DISPENSACIONALISMO
¿Cuáles son las creencias fundamentales del dispensacionalismo –
aquellas creencias sobre las que esta teología se mantiene o cae? Para
ayudar a responder esto, podemos ver como los mismos
dispensacionalistas, han intentado responder a esta cuestión. Luego voy
a ofrecer mi propia lista de creencias fundamentales las cuales creo que
son el corazón del dispensacionalismo.
En 1965, Charles Ryrie ofreció tres marcas que él considera son los
esenciales o elsine qua non del dispensacionalismo: (1) una distinción
entre Israel y la iglesia, (2) un enfoque a la hermenéutica llamada
interpretación literal, y (3) la creencia de que el propósito subyacente
de Dios en el mundo es la gloria de Dios.[12] El sine qua non fue bien
recibido por la mayoría de los dispensacionalistas y fue a menudo
utilizado como un punto de partida para la explicación del
dispensacionalismo. Los oponentes del dispensacionalismo también
lidiaron con las conclusiones de Ryrie y las utilizaron como punto de
partida para criticar la teología dispensacional.
En 1988, con su importante artículo: “Sistemas de
Discontinuidad,” John Feinberg ofreció seis “Elementos Esenciales del
Dispensacionalismo:” (1) creer que la Biblia se refiere a múltiples
sentidos de términos como “judío” y “simiente de Abraham;” (2) un
enfoque hermenéutico que enfatiza que el Antiguo Testamento debe ser
tomado en sus propios términos y no reinterpretado a la luz del Nuevo
Testamento; (3) creer que las promesas del Antiguo Testamento serán
cumplidas con el Israel nacional; (4) creer en un futuro distintivo para
el Israel étnico; (5) creer que la iglesia es un organismo distintivo; y (6)
una filosofía de historia que enfatice no solo temas soteriológicos y
espirituales sino temas sociales, económicos, y políticos también. [13]
Aunque no dando una lista de elementos “esenciales,” Graig
Blaising y Darrell Bock ofrecen una lista de “características comunes”
del dispensacionalismo en su libro del 1993
titulado Dispensacionalismo Progresivo. Estas características incluyen:
(1) la autoridad de la Escritura; (2) dispensaciones; (3) singularidad de
la iglesia; (4) significado practico de la iglesia universal; (5)
importancia de la profecía bíblica; (6) premilenialismo futurista; (7) el
retorno inminente de Cristo; y (8) un futuro nacional para Israel.[14]
No todas las características mencionadas en las listas anteriores,
particularmente las de Blaising y Bock, son únicas para el
dispensacionalismo. Muchos no-dispensacionalistas, por ejemplo, creen
en la autoridad de la Escritura, en dispensaciones y en la importancia de
la profecía bíblica. Algunos no dispensacionalistas también creen en el
premilenialismo –sosteniendo que será establecido un reino milenial
futuro con la segunda venida de Cristo. George Ladd, por ejemplo,
sostuvo un premilenialismo histórico al mismo tiempo argumentando
en contra del premilenialismo dispensacional. Por tanto, ser un
premilenialista no necesariamente significa que uno es
dispensacionalista.
La afirmación de Ryrie de que una marca distintiva del
dispensacionalismo es creer que un propósito subyacente de Dios en el
mundo es la gloria de Dios ha sido controversial. Cuando se entiende
a p r o p i a d a m e n t e , Ry r i e c o r r e c t a m e n t e s e ñ a l ó q u e l o s
dispensacionalistas a menudo tienen una comprensión más amplia de
los propósitos de Dios en el mundo que los no dispensacionalistas
quienes a menudo se enfocan mayormente en la soteriología. Pero la
redacción ofrecida de Ryrie no fue la mejor. Muchos no
dispensacionalistas toman la gloria de Dios muy seriamente, y para
ellos Ryrie parece afirmar que los dispensacionalistas valoran la gloria
de Dios más que los no dispensacionalistas. Pero decirle a un teólogo
del pacto/reformado que no enfatiza la gloria de Dios de igual manera
que el dispensacionalista es similar a agitar un capote rojo ante un toro.
Por tanto, mientras que existe un sentido en el que Ryrie estaba en lo
correcto, la manera en que afirmó su punto no brinda mucha claridad.
Cuando se define la esencia del dispensacionalismo, yo
personalmente no planteo la cuestión de la gloria de Dios como una
característica distintiva de la teología dispensacional. Yo creo que John
Fienberg fue más preciso cuando señaló que los dispensacionalistas han
adoptado una filosofía de historia que pone énfasis en las implicaciones
espirituales y físicas de la escatología más que los de su contraparte no
dispensacional debido a que lo dispensacionalistas enfatizan el pleno
cumplimiento de tanto las promesas espirituales como las físicas de los
pactos bíblicos.[15] En este sentido, yo creo que los dispensacionalistas
son más holísticos en su comprensión de los propósitos del reino de
Dios que muchos no dispensacionalistas.
Tras un examen minucioso, sin embargo, existen tres marcas
importantes del dispensacionalismo que surgen de las listas de Ryrie,
Feinberg y Blaising y Bock. En primer lugar, existen listas que
mencionan la singularidad de la iglesia como una característica del
dispensacionalismo aunque puede existir desacuerdo en algunos
detalles de esta distinción, los dispensacionalistas están de acuerdo en
que la iglesia comenzó en Pentecostés (Hechos 2) y no debe
identificarse como Israel.[16] Todos los dispensacionalistas, por tanto,
rechazan la “teología del reemplazo” o el “supersesionismo” en el que
se cree que la iglesia ha reemplazado permanentemente o sustituido a la
nación de Israel como pueblo de Dios.
En segundo lugar, Ryrie, Feinberg y Blaising y Bock señalan que
los dispensacionalistas creen en un futuro para la nación de Israel. Los
Dispensacionalistas aseveran que las promesas y pactos del Antiguo
Testamento hechas con Israel serán cumplidas con la nación de Israel
en el futuro. Aunque los dispensacionalistas pueden estar en desacuerdo
en lo que respecta a cuanto participa también la iglesia de las promesas
y pactos del Antiguo Testamento, están de acuerdo en que Israel
experimentara una salvación y restauración futura.
Tanto Ryrie como Feinberg menciona una tercera área —un
enfoque dispensacional a la hermenéutica— que de alguna manera es
distintiva del dispensacionalismo. Para Ryrie, los dispensacionalistas
interpretan la Biblia en una manera consistentemente literal mientras
que los no dispensacionalistas no lo hacen.[17]La cuestión, para él,
entonces es una interpretación literal frente a una interpretación
espiritual –los dispensacionalistas interpretan literalmente mientras que
los no dispensacionalistas, en ocasiones, interpretan porciones de la
Escritura no literalmente.
Feinberg cree que Ryrie fue “demasiado simplista” al decirlo de
esta manera.[18]Según Feinberg, el tema de la hermenéutica “no es un
tema fácil,” y él señala que muchos teólogos no dispensacionalistas
afirman interpretar la Biblia literalmente. Su literalismo, sin embargo,
difiere en puntos del enfoque literal de los dispensacionalistas. Por
tanto, para Feinberg, “La diferencia no es literalismo vs. no-literalismo,
sino diferentes concepciones de lo que constituye una hermenéutica
literal.”[19]
Según Feinberg, la diferencia entre la hermenéutica dispensacional
y la no-dispensacional se encuentra en tres áreas: (1) la relación del
progreso de la revelación a la prioridad de un Testamento sobre el otro;
(2) la comprensión y las implicaciones del uso del Nuevo Testamento
del Antiguo Testamento; y (3) la comprensión y las implicaciones de la
tipología.[20] En resumen, la principal diferencia recae en como los
dispensacionalistas y no-dispensacionalistas ven la relación entre los
testamentos.
El análisis de Feinberg parece acertado. La principal diferencia
entre los dispensacionalistas y los no-dispensacionalistas sobre el
asunto de la hermenéutica no es simplemente la interpretación “literal”
contra la “espiritual,” sino como ve cada campo la relación entre los
testamentos. Como Herbert Bateman lo dice, el tema central es la
“prioridad del testamento.”[21] La prioridad del testamento es “una
preferencia presupuesta de un testamento sobre el otro que determina el
punto de partida hermenéutico literal-histórico-gramatical de una
persona.”[22]
Los supuestos de la prioridad del testamento del intérprete son
especialmente importantes cuando se interpreta como los autores del
N u e v o Te s t a m e n t o u s a n e l A n t i g u o Te s t a m e n t o . L o s
Dispensacionalistas quieren mantener un punto de referencia en el
Antiguo Testamento. Ellos desean dar justicia a la intención original del
autor de los escritores del Antiguo Testamento de acuerdo con la
hermenéutica histórico-gramatical. Los no-Dispensacionalistas, por el
otro lado, enfatizan el Nuevo Testamento como su punto de referencia
para entender el Antiguo Testamento. Feinberg explica la diferencia:
Los no-Dispensacionalistas comienzan con la enseñanza del NT
teniendo prioridad y luego regresan al AT. Los Dispensacionalistas a
menudo comienzan con el AT, pero siempre que comienzan demandan
que el AT sea tomado en sus propios términos más que reinterpretarlo a
la luz del NT.[23]
Por tanto, los no-Dispensacionalistas comienzan con el Nuevo
Testamento para entender los pasajes proféticos del Antiguo
Testamento. El Nuevo Testamento es el lente a través del cual se ve el
Antiguo Testamento. Esto es a lo que a menudo conduce a un
entendimiento de los textos del Antiguo Testamento puesto que creen
que el Nuevo Testamento permite una interpretación no literal de los
pasajes del Antiguo Testamento, especialmente los textos proféticos
sobre Israel.
Seis Creencias Fundamentales del Dispensacionalismo
En este punto, me gustaría ofrecer lo que yo creo son las creencias
esenciales del dispensacionalismo. Por “esencial” quiero decir
creencias fundamentales del dispensacionalismo que son centrales y
exclusivas al sistema, creencias sobre las cuales el sistema se mantiene
o se cae. Estas son también creencias que si se niegan, probablemente
se volvería un no-dispensacionalista. Esta lista toma en consideración
las ofrecidas por Ryrie, Feinberg y Blaising y Bock, pero también
ofrecen mis propias distinciones con una redacción diferente que espero
añadir claridad a los temas. Estas seis creencias esenciales del
dispensacionalismo son:
1. La Revelación progresiva del Nuevo Testamento no
interpreta o reinterpreta los pasajes del Antiguo Testamento en una
manera que cambia o cancela el significado original de los
escritores del Antiguo Testamento según se determina por la
hermenéutica histórico-gramatical.
El primer punto es una cuestión hermenéutica y es quizás el punto
más fundamental de todos. Todos los dispensacionalistas afirman que
el punto de partida para comprender los pasajes del Antiguo
Testamento son los pasajes mismos del Antiguo Testamento. El
significado principal de los textos del Antiguo Testamento no es
primordialmente dependiente de la interpretación ó reinterpretación del
Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento puede, con la revelación
progresiva, dar luz a los pasajes del Antiguo Testamento, ofrecer un
comentario, o añadir aplicaciones adicionales o referencias, pero el
Nuevo Testamento nunca anula la intención original de los escritores
del Antiguo Testamento. En el progreso de la revelación, los escritores
del Nuevo Testamento pueden aportar más al trayecto de la aplicación o
cumplimiento con los pasajes del Antiguo Testamento, pero no
nulifican o transfieren el significado de los pasajes del Antiguo
Testamento en una manera que va en contra de la intención de los
escritores del Antiguo Testamento. Por tanto, como Paul D. Feinberg
afirma: “El sentido de cualquier predicción del AT debe ser
determinado a través de la aplicación de la hermenéutica histórico-
gramatical a ese texto.”[24] Bruce A. Ware coincide:
No puede haber duda que los profetas quisieron comunicar la promesa
del retorno nacional de Israel a su tierra. En la medida en que nuestra
hermenéutica es regulada por el principio de la intención del autor, es
nos da amplia razón para aceptar esta representación literal de lo que
Dios, a través de los profetas, originalmente prometió a su pueblo
Israel.[25]
Por ejemplo, Hebreos 8:8-13, el cual cita al pasaje original del
nuevo pacto de Jer. 31:31-34, puede incluir la iglesia en las bendiciones
espirituales del nuevo pacto, pero puesto que el nuevo pacto
originalmente se prometió a Israel, el cumplimiento final del pacto
debe involucrar a la nación de Israel. El autor de Hebreos puede añadir
a la iglesia como referente de las bendiciones del nuevo pacto, pero no
excluye al Israel nacional del pacto.
Por tanto, el nuevo pacto tiene un elemento “ambos/y” en el —
tanto Israel y la iglesia. La iglesia es relacionada al nuevo pacto (Heb.
8:8-13), y el Israel será relacionado al nuevo pacto en la segunda
venida de Cristo (véase Rom. 11:25-27). Bock afirma que: “La
inclusión adicional de algunos en la promesa no significa que los
recipientes originales son por tanto excluidos. La expansión de la
promesa no necesariamente significa la cancelación de los
compromisos anteriores que Dios ha hecho. La realización de una
nueva esperanza de pacto en la actualidad para los gentiles no significa
que la promesa hecha a Israel en Jeremías ha sido desechada.” [26]
Este enfoque es un tanto diferente de los no-dispensacionalistas
que a menudo ven el nuevo pacto como siendo enteramente cumplido
con la iglesia de tal manera que no incluye al Israel nacional. Con este
método de bendiciones físicas y materiales del nuevo pacto se cree
encontrar más bendición espiritual o menos cumplimiento literal con la
iglesia que ahora es el nuevo/verdadero Israel.[27] Por lo tanto, no hay
que buscar una futura inclusión de la nación de Israel en el pacto.
Este principio dispensacional de mantener la intención original del
autor de los textos del Antiguo Testamento tiene una gran importancia a
los pactos eterno e incondicional dados a Israel en el Antiguo
Testamento (Abrahámico, Davídico, Nuevo). John Feinberg ha
argumentado que los pactos incondicionales de Dios con Israel
aseguran que el Nuevo Testamento nunca introduciría una idea en la
que Dios no cumpliría Sus pactos y promesas con Israel, el pueblo a
quien las promesas originales fueron hechas. Haciendo esto, Dios se
contradeciría a Sí mismo y eso no es posible. Feinberg aborda ese tema
de la naturaleza incondicional de ciertas promesas para Israel y sus
implicaciones para el concepto de la revelación progresiva: “El punto
crucial escomo sabemos si algo en el AT (especialmente la profecía
sobre el futuro de Israel) es aun obligatorio en el NT.”[28] Para el, si la
promesa del Antiguo Testamento está hecha incondicionalmente con un
grupo específico, como Israel, entonces esa promesa debe cumplirse
con ese grupo. El progreso de la revelación no puede cancelar las
promesas incondicionales a Israel:
Si una profecía o promesa del AT está hecha incondicionalmente a
un pueblo dado y aún no se cumple en ellos, incluso en la era del NT,
entonces la profecía aún debe ser cumplida a ellos. Si bien una profecía
dada incondicionalmente a Israel tiene un cumplimiento para la iglesia
si el NT lo aplicaa la iglesia, también se debe cumplir para Israel. El
progreso de la revelación no puede cancelar las promesas
incondicionales.[29]David L. Turner señala acertadamente que “los
teólogos del pacto y los dispensacionalistas están de acuerdo sobre la
naturaleza de la revelación progresiva”[30] Él dice: “Cada grupo acusa
al otro de malinterpretar el NT debido a supuestos
extraños.”[31] Turner señala que los dispensacionalistas niegan que el
Nuevo Testamento reinterpreta las promesas del Antiguo Testamento a
Israel: “Es su afirmación de que el NT no proporciona ninguna
‘reinterpretación’ de la profecía del AT que cancelaría las promesas del
Antiguo Testamento a Israel de un reino futuro histórico. En su opinión,
el uso de NT del AT no modifica radicalmente las promesas del Antiguo
Testamento a Israel.” [32]
Turner afirma que la comprensión no-dispensacional pone en
cuestión la fidelidad de Dios a Israel: “Si la reinterpretación del NT
invierte, cancela o modifica severamente las promesas del Antiguo
Testamento a Israel, uno se pregunta cómo se define la palabra
‘progresivo.’ También se debe explicar la fidelidad de Dios a Sus
promesas a Israel.”[33]
Ryrie, también, señala que el Nuevo Testamento no contradice el
sentido de los textos del Antiguo Testamento. Él afirma, “Una nueva
revelación no puede significar una revelación contradictoria. Una
revelación posterior en un asunto no hace que la revelación anterior
signifique algo diferente.”[34] “Si esto fuera así,” según Ryrie, “Dios
tendría que ser concebido engañando a los profetas del Antiguo
Testamento, cuando Él les reveló un reino nacionalista, ya que Él
habría sabido todo el tiempo que El podría revertir por completo el
concepto de revelación posterior.” [35] Para Ryrie, el concepto de
revelación progresiva puede ser comparado con un edificio en curso:
“La superestructura no sustituye al fundamento.”[36] Por lo tanto,
mantener la relevancia de la intención del autor original de los pasajes
d e l A n t i g u o Te s t a m e n t o e s u n e l e m e n t o e s e n c i a l d e l
dispensacionalismo.
2. Existen tipos, pero la nación de Israel no es un tipo que se
sustituyó por la iglesia.
El tema de la tipología tiene implicaciones significativas para la
escatología. Los no-Dispensacionalistas sostienen que la nación de
Israel funcionaba como un tipo de la iglesia del Nuevo Testamento.
Una vez que un mayor anti-tipo, la iglesia, fue revelado, el lugar de
Israel como el pueblo de Dios fue trascendido y reemplazado por la
iglesia.[37]
Los dispensacionalistas también creen en los tipos. Sin embargo,
ellos toman un enfoque diferente para la comprensión de Israel en
relación a la tipología. John Feinberg, por ejemplo, señala que la
naturaleza de las promesas incondicionales a Israel tiene implicaciones
para la comprensión de la relación de Israel con la tipología. Sin dejar
de reconocer la existencia de tipos del Antiguo Testamento que
prefiguran realidades del Nuevo Testamento, las personas con las que
se hicieron las promesas no son tipos. Él declara:
La incondicionalidad de las promesas hechas a Israel garantiza que el
Nuevo Testamento ni siquiera elimina implícitamente esas promesas de
Israel. Leyes e instituciones civiles y ceremoniales del AT son sombras
y se eliminan de forma explícita en el NT. Pero las promesas
incondicionales no son sombras, ni lo son los pueblos a los que les son
dadas. [38]
Paul Feinberg, también, mientras que reconoce la existencia de
tipos, no considera a Israel como un símbolo de la iglesia: “Si bien la
interpretación histórico gramatical permite símbolos, tipos y analogías,
no veo ninguna evidencia de que Israel es un símbolo de la iglesia,
Palestina para la nueva Jerusalén, y otros.[39] Se debe tener precaución
cuando se determina cuando el Nuevo Testamento cancela un tipo del
Antiguo Testamento. Como declara John Feinberg, "si el anti-tipo del
NT anula el significado del tipo del AT, el NT nos lo debe decir.” [40]
¿Están los dispensacionalistas afirmando que no hay conexión
tipológica alguna entre Israel y la iglesia? No necesariamente. Saucy,
por ejemplo, sostiene que la nación de Israel no es un tipo en el sentido
de que Israel ha sido trascendido por una realidad espiritual más
grande: la iglesia. Sin embargo, también cree que hay una
correspondencia histórica y teológica entre Israel y la iglesia que puede
tener implicaciones tipológicas. Como él mismo explica, “Si un tipo se
entiende como la sombra que apunta hacia la realidad de un anti-tipo,
entonces es dudoso que Israel es un tipo.”[41] Por otra parte, si un tipo
es visto en términos de una correspondencia entre dos, entonces, puede
existir una conexión tipológica entre Israel y la iglesia:
Si un tipo se define como una correspondencia histórica y
teológica general, entonces las muchas analogías entre Israel del
Antiguo Testamento y el pueblo del Nuevo Testamento de Dios bien
pueden ser explicadas viendo a Israel como un tipo de la iglesia. Pero la
correspondencia con las acciones de Dios entre el Israel del Antiguo
Testamento no negaría en esta comprensión de la tipología, la
existencia de esa nación en el futuro.[42]
Por lo tanto, puede haber una conexión tipológica entre Israel y la
Iglesia, pero esta conexión no es la de la iglesia sustituyendo a la
nación de Israel. En cambio, la conexión tipológica es la de una
correspondencia histórica y teológica que revela una estrecha relación
entre Israel y la iglesia.
Esta conexión tipológica entre el Antiguo y el Nuevo Testamento,
sin embargo, no altera el sentido original de las promesas del Antiguo
Testamento a Israel. Como explica David L. Turner, “la tipología
genuina y la analogía entre el AT y el NT no deberían ser vistos como
destructivos para el cumplimiento literal de las promesas del Antiguo
Testamento a Israel, sino más bien un indicio de una mayor continuidad
entre Israel y la iglesia.”[43] Por lo tanto, cual sea la relación tipológica
que existe entre Israel y la Iglesia, esto no puede interpretarse en el
sentido de que la importancia de Israel ha sido trascendida y
reemplazada por la iglesia.
3. Israel y la Iglesia son distintos, por lo tanto, la iglesia no puede
ser identificada como el nuevo o el verdadero Israel.
Como indican las listas de Ryrie, Feinberg y Bock, todos los
dispensacionalistas están unidos en la afirmar que no se puede
equiparar la iglesia del Nuevo Testamento como el Nuevo o el
verdadero “Israel.” Puede haber diferencias en cuanto a los aspectos
específicos de la relación entre la Iglesia e Israel o la relación exacta de
la iglesia a los pactos bíblicos, pero todos los dispensacionalistas
rechazan una “teología de reemplazo” o “supersesionismo” en el que la
iglesia del Nuevo Testamento es vista como el reemplazo o el
cumplimiento de la nación de Israel como el pueblo de Dios.[44]
Los dispensacionalistas tradicionales y progresivos tienen
diferencias sobre cómo ven a la iglesia. Los dispensacionalistas
tradicionales tienden a ver a la iglesia como un grupo antropológico,
mientras que los dispensacionalistas progresivos son más propensos a
ver la iglesia como la comunidad soteriológica de los redimidos a partir
de los acontecimientos de Pentecostés, como se describe en Hechos 2.
[45] Pero ambas partes están de acuerdo en que no hay evidencia
bíblica para indicar que la iglesia es el nuevo o el verdadero Israel que
reemplaza siempre la nación de Israel como el pueblo de Dios.
Los dispensacionalistas reconocen que los creyentes gentiles han
sido hechos cercanos a los pactos de Israel (véase Efes. 2:11-22), pero
también señalan que el Nuevo Testamento distingue a Israel y la iglesia
de una manera tal que descarta la idea de que la iglesia se identifica
ahora como Israel o que la iglesia hereda totalmente las promesas y los
pactos de Israel con la exclusión de Israel.
Arnold Fruchtenbaum señala que el título de “Israel” se utiliza un
total de setenta y tres veces en el Nuevo Testamento, pero siempre se
utiliza para Judíos étnicos: “De estos setenta y tres citas, la gran
mayoría se refieren al Israel nacional y étnico. Algunos se refieren
específicamente a los creyentes judíos que aún son Judíos
étnicos. [46] Saucy confirma este punto cuando dice: “La evidencia del
NT revela que fuera de unas pocas referencias en disputa. . . . . el
nombre de Israel está relacionado con el pueblo ‘nacional’ del pacto del
AT.” [47]Para los dispensacionalistas, es significativo que el Nuevo
Testamento todavía se refiere constantemente a la nación de Israel
como “Israel,” incluso después del establecimiento de la iglesia. Israel
se dirige como una nación en contraste con los gentilesdespués de que
la iglesia fue establecida en Pentecostés (Hechos 3:12; 4:8, 10; 5:21,
31, 35; 21:28). Como Ryrie señala: “En la oración de Pablo por el
Israel natural (Rom. 10:1) hay una clara referencia a Israel como
pueblo nacional distinto de y fuera de la iglesia.” [48]
Ryrie afirma que la vinculación de Pablo de la nación de Israel a
los pactos y promesas del Antiguo Testamento, aunque en un estado de
incredulidad, es una prueba más de que la iglesia no ha absorbido por
completo las bendiciones de Israel:
Pablo, obviamente refiriéndose al Israel natural como su “parientes
según la carne,” les atribuye los pactos y las promesas (Romanos
9:3-4). El hecho de que estas palabras fueron escritas después del
comienzo de la iglesia es la prueba de que la iglesia no le roba a Israel
de sus bendiciones. El término Israel sigue siendo utilizado por los
descendientes (no espirituales) naturales de Abraham después de que la
iglesia fue instituida, y no se equipara con la iglesia. [49]
Los dispensacionalistas sostienen también que el libro de los
Hechos mantiene una distinción entre Israel y la iglesia. En el libro de
los Hechos, tanto Israel como la iglesia existen simultáneamente, pero
el término “Israel” se utiliza veinte veces y ekklesia(iglesia) diecinueve
veces. Sin embargo, los dos grupos se mantienen siempre distintos.
[50]Por lo tanto, el uso continuo del término “Israel” para los
descendientes físicos de Jacob es prueba de que la Iglesia no es Israel.
Como explica Saucy, “La iglesia no es. . . . . identificada con ‘Israel.’
Comparten una identidad similar como pueblo de Dios que disfrutan
por igual las bendiciones de la salvación escatológica prometida. Pero
esta coincidencia no elimina todas las distinciones entre ellos.” [51]En
resumen, la distinción iglesia / Israel sigue siendo una característica
definitoria del dispensacionalismo.
4. Existe una unidad espiritual de la salvación entre Judíos y
Gentiles, y un papel futuro para Israel como nación.
Uno de los principales argumentos en contra del
dispensacionalismo es que no hace justicia a la unidad que judíos y
gentiles experimentan en Cristo. Se toma el énfasis sobre “un nuevo
hombre” (Efesios 2:15) y “un cuerpo” (Efesios 2:16) en la Biblia en el
sentido de que no puede haber un futuro papel de Israel puesto que la
unidad en Cristo supuestamente descarta algo distinto para Israel. En
referencia a Efesios 2, Anthony Hoekema declara: “Toda idea de un
propósito distinto para creyentes judíos son excluidos aquí.”[52] En lo
que respecta a Efesios 2:11-15, Raymond Zorn argumenta: “A través de
Cristo, el cumplimiento de la ley ha llegado un fin a la exclusividad de
Israel como una nación santa y un pueblo santo.”[53] Wayne Grudem
dice que Efesios 2 “no da ninguna indicación de algún plan distintivo
para el pueblo judío del ser salvados aparte de la inclusión en el único
cuerpo de Cristo: la iglesia.”[54]Según los dispensacionalistas, parece
poco probable que Dios uniría a Judíos y gentiles sólo para hacer una
distinción entre los dos grupos en el futuro. Hacerlo sería retroceder.
Como declara Hoekema, es como poner el andamiaje de nuevo en un
edificio terminado:
Sugerir que Dios tiene en mente un futuro distinto para Israel, a
diferencia de un futuro que ha planeado para los gentiles, en realidad va
en contra de los propósitos de Dios. Es como poner el andamiaje de
seguridad después de que el edificio ha sido terminado. Es como
retroceder en el tiempo de la historia hasta la época del Antiguo
Testamento. Se está imponiendo la separación del Antiguo Testamento
en el Nuevo Testamento, y haciendo caso omiso de los avances de la
revelación.[55]
Una creencia fundamental del dispensacionalismo, sin embargo, es que
La unidad espiritual entre los creyentes judíos y gentiles no anula las
distinciones funcionales ordenadas por Dios entre los grupos como
Israel y la iglesia. Por ejemplo, en el ámbito de las bendiciones de la
salvación y la posición delante de Dios, los creyentes gentiles son
iguales a los creyentes judíos. Sin embargo, la unidad salvífica entre los
judíos y gentiles no borra las distinciones étnicas o funcionales entre
los dos grupos. Como Carl Hoch dice:
Los comentarios de Pablo en Efesios, sin embargo, no incluyen
ninguna prioridad salvífica de Israel en la estructura eclesial del
hombre nuevo. . . . . . . Sin embargo, aunque ya no hay
ventaja salvífica,todavía hay una distinción étnica entre los judíos y
gentiles. Pablo continúa hablando de judíos y gentiles como grupos
étnicos distintos en sus cartas (Romanos 1:16; 9:24; 1 Cor 1:24; 12:13;
Gal 2:14, 15).[56]
Esta creencia dispensacionalista de que la igualdad salvífica no
descarta distinciones funcionales se ve en otros ejemplos en la
Escritura. Por ejemplo, de acuerdo con Gal 3:28 los hombres y las
mujeres comparten por igual las bendiciones de la salvación, pero la
Biblia todavía enseña que los hombres y las mujeres tienen diferentes
roles (ver 1 Tim 2:9-15). De esta manera, en el caso de los hombres y
mujeres, la unidad salvífica no anula las distinciones funcionales. Lo
mismo es cierto para los ancianos y los no-ancianos en una iglesia.
Ambos son iguales en esencia y comparten las mismas bendiciones
espirituales, pero los ancianos tienen un papel bien definido en el plan
de Dios (ver Hebreos 13:17). La misma distinción puede hacerse entre
padres e hijos o incluso la Trinidad en la que hay igualdad de esencia
entre los tres miembros de la Trinidad pero con distinciones funcionales
dentro de esta unidad. Por lo tanto, la igualdad en la esencia y las
bendiciones espirituales no anula las distinciones funcionales. Como
Saucy escribe:
La unión del Judio y el Gentil en la iglesia no descarta la posibilidad de
distincionesfuncionales entre Israel y las otras naciones en el
futur⎯ode la misma manera que hay diferencias funcionales entre los
creyentes en la iglesia hoy en medio de la igualdad espiritual. [57]
Por lo tanto, cuando se trata de la cuestión de la unidad salvífica entre
creyentes Judíos y Gentiles y un papel futuro de Israel para las naciones
en un reino milenario, el dispensacionalista dice: “Sí, es una situación
ambos / y.”
5. La nación de que Israel será tanto salvada y restaurada con una
identidad y función única en un futuro reino milenario sobre la
tierra.
Este punto a menudo no se ha aclarado bien por los
dispensacionalistas, pero es muy importante.[58] A menudo, los
dispensacionalistas afirman que la creencia en “un futuro para Israel” o
“salvación de Israel” es una característica distintiva del
dispensacionalismo. Pero estas declaraciones no son lo suficientemente
específicas para definir el dispensacionalismo. Muchos
dispensacionalistas también afirman las dos ideas anteriores. De hecho,
un buen número de dispensacionalistas, incluyendo muchos pos-
milenialistas y algunos amilenaristas, creen en una salvación literal de
Israel basado en las palabras de Pablo en Romanos 11:26 que “todo
Israel será salvo.” Este punto de vista fue sostenido por muchos de los
teólogos de la era patrística. Más recientemente, esta comprensión de
Romanos 11:26 ha sido promovido por Handley Moule CG, John
Murray, Leon Morris, FF Bruce, y Wayne Grudem.[59] Por lo tanto, no
es suficiente afirmar que la creencia en una salvación futura de Israel es
estrictamente una perspectiva dispensacional.
Lo que distingue a todos los dispensacionalistas, sin embargo, es
que ellos creen no sólo en la salvación de Israel, también creen en la
restauración de Israel. El concepto de restauración comprende,
ciertamente, la idea de la salvación, pero eso va más allá de esto.
“Restauración” implica la idea de Israel siendo reinstalada como
nación, en su tierra, con una identidad y un papel de servicio específico
a las naciones. En otras palabras, en un reino literal, terrenal ⎯un
mileni⎯o la nación de Israel cumplirá un papel funcional de servicio a
las naciones. Este punto es algo que todos los dispensacionalistas
afirman mientras que todos los no-dispensacionalistas niegan. Incluso
los premilenialistas históricos que están de acuerdo con los
dispensacionalistas sobre las cuestiones de la salvación nacional de
Israel y un futuro reino milenario no estarán de acuerdo con la idea
dispensacionalista de que Israel será restaurado con una identidad única
y una función que es distinta de la iglesia. Por lo tanto, hay una
distinción entre decir que la nación de Israel será salva en la iglesia, y
decir que la nación de Israel será salvada y restaurada con una
identidad y papel únicos en un milenio terrenal. Los dispensacionalistas
afirman estos últimos.
6. Hay múltiples sentidos de la “simiente de Abraham,” por lo
tanto, la identificación de la Iglesia como “simiente de Abraham”
no anula las promesas de Dios a la "simiente de Abraham” de
judíos creyentes.
Gálatas 3:7 dice que aquellos que ejercen la fe son “hijos de
Abraham.” Gáalatas 3:29 también declara que los que pertenecen a
Cristo son “los descendientes de Abraham” y “herederos según la
promesa.” Los dispensacionalistas han argumentado que, dado que los
gentiles son “hijos” y “descendientes” (o “simiente”) de Abraham
también deben ser Judíos espirituales.[60] Los no-dispensacionalistas,
sin embargo, han impugnado esta comprensión. Lo han hecho,
desafiando la idea de que ser un “hijo” o “simiente” de Abraham hace
automáticamente a uno un Judío. Saucy, por ejemplo, afirma que la
paternidad de Abraham va más allá de ser el padre de Israel étnico
puesto que Abraham confió en Dios antes de ser reconocido como un
hebreo:
Si Abraham no era más que el padre de Israel, tendríamos que concluir
que los gentiles que ahora forman parte de esta simiente, son por tanto,
una parte de Israel. Pero de acuerdo con el Nuevo Testamento,
Abraham es más que eso; es retratado como el padre tanto del pueblo
de Israel como de los gentiles. Sobre la base de que Abraham fue un
creyente antes de ser circuncidado ⎯es decir, antes de ser reconocido
como un hebre⎯o el apóstol Pablo declaró que él es “el padre de todos
los que creen, pero que no han sido circuncidados. . . . . y. . . . . también
el padre de la circuncisión” (Rom 4:9-12;. cf v. 16).[61]
Como resultado, “El hecho de que la verdadera simiente de Abraham
incluye tanto Judíos y Gentiles no descarta una distinción permanente
de Israel en el Nuevo Testamento. Tampoco el llamado de los gentiles
como la simiente de Abraham debe ser interpretado como la formación
de un ‘nuevo Israel espiritual’ que reemplaza a la nación del Antiguo
Testamento de Israel.” [62]
Los dispensacionalistas han argumentado que el concepto de
“simiente de Abraham” se utiliza de varias maneras diferentes en el
Nuevo Testamento. Fruchtenbaum, por ejemplo, enumera cuatro
sentidos de la “simiente de Abraham.” Primero, él dice que puede
referirse a aquellos que son descendientes biológicos de Abraham.
[63] En segundo lugar, se puede hacer referencia al Mesías, que es la
simiente individual única de Abraham.[64]En tercer lugar,
Fruchtenbaum dice que puede referirse al remanente justo de Israel (cf.
Isa. 41:8 con Romanos 9:6).[65] En cuarto lugar, se puede utilizar en
un sentido espiritual para los creyentes judíos y gentiles (Gálatas 3:29).
[66] Es en este último sentido⎯el sentido espiritua⎯l que los
creyentes gentiles son la simiente de Abraham. John Feinberg también
distingue entre un sentido físico y un sentido espiritual de ser la
simiente de Abraham. Según él, los dispensacionalistas sostienen que
“ningún sentido (sobre todo espiritual) es más importante que cualquier
otro, y que ningún sentido anula el significado y las implicaciones de
los otros sentidos.”[67]De esta manera, la aplicación de los títulos de
“hijos de Abraham” ⎯ o “simiente de Abraham” a creyentes gentiles
no significa que los creyentes gentiles son judíos espirituales o parte de
Israel.[68]
En conjunto, estos seis puntos mencionados anteriormente
comprenden el fundamento de la teología dispensacional. Es sobre
estos seis puntos que creo que el dispensacionalismo se mantiene o cae.
CAPÍTULO TRES
MITOS SOBRE EL DISPENSACIONALISMO
Hemos hablado de las creencias esenciales del
dispensacionalismo. Ahora, en este punto pasamos a examinar aspectos
que a menudo se piensan que son esenciales para el
dispensacionalismo, pero en realidad no lo son. A lo largo de su
historia, el dispensacionalismo se ha relacionado con diversos puntos
de vista que no son fundamentales para esta teología. Esto ha sido
especialmente cierto en lo que se refiere a cuestiones relacionadas con
la doctrina de la salvación, pero que incluyen otras áreas también. Pero
estas afirmaciones demuestran una falta de comprensión de la
verdadera naturaleza del dispensacionalismo.
No todos los sistemas teológicos tienen una relación orgánica a
todas las áreas de la teología cristiana. Por ejemplo, la teología
reformada con perspectivas específicas sobre las doctrinas de la
Escritura, la soberanía de Dios y la salvación. Pero la teología
reformada no conduce a ningún punto de vista específico de la
escatología. Por ejemplo, hay teólogos reformados que son
amilenialistas, postmilenialistas y premilenaristas. Pero tratar de
vincular la teología reformada a una perspectiva milenaria específica
sería incorrecto, ya que no está intrínsecamente relacionada con
ninguna perspectiva milenaria específica.
Lo mismo es cierto para el dispensacionalismo. Esta teología está
intrínsecamente ligada a ciertas áreas de la teología, pero no está
intrínsecamente ligada a las demás. Tras un estudio, es claro que el
dispensacionalismo se ocupa principalmente de las doctrinas de la
eclesiología (iglesia) y la escatología (fin de los tiempos). Pero una
doctrina que no está intrínsecamente relacionadacon el
dispensacionalismo es la soteriología, la doctrina de la salvación.Como
John Feinberg escribe:
El dispensacionalismo cobra importancia en lo que respecta a la
eclesiología y la escatología, pero en realidad no tiene que ver con esas
otras áreas. Algunos piensan que la salvación está en el corazón del
Dispensacionalismo, porque piensan erróneamente que enseña
múltiples métodos de salvación. Los que entienden correctamente la
posición se dan cuenta de que su énfasis está en otra parte.[69]
John MacArthur, un dispensacionalista que ha estado muy involucrado
en los debates soteriológicos con otros dispensacionalistas, también
afirma correctamente que la escatología y la eclesiología, no la
soteriología, están en el corazón del dispensacionalismo:
Por tanto el dispensacionalismo da forma a la escatología y la
eclesiología de uno.Este es el alcance de la
misma.ElDispensacionalismo puro no tiene ramificaciones para la
doctrina de Dios, el hombre, el pecado, o la santificación.Más
significativamente, el verdadero dispensacionalismo no hace ninguna
contribución relevante a la soteriología, o la doctrina de la
salvación. [70]
Las conclusiones de Feinberg y MacArthur son consistentes con el no-
dispensacionalista OT Allis, quien dijo: “Las características principales
de este movimiento [dispensacionalismo] son dos.Unorelacionado con
la Iglesia. . . . . . . El otro que tiene que ver con la profecía.”[71]
Nuestra afirmación de que el dispensacionalismo es principalmente
acerca de la eclesiología y la escatología y no la soteriología también se
evidencíaen las obras de otros dispensacionalistas líderes que han
abordado el dispensacionalismo. Cuando uno repasa estas obras, se
hace evidente que el dispensacionalismo no promueve una
perspectivasoteriológica particular.
Por ejemplo, Dispensacionalismo Hoy de Ryrie dedicó un capítulo
a “la salvación,”pero el capítulo era sobre todo una refutación de la
acusación de que el dispensacionalismo enseña múltiples caminos de
salvación. Él no argumenta que el dispensacionalismo conduce
intrínsecamente a ninguna perspectiva soteriológica. En su obra de
1993 El Argumento del Dispensacionalismo Progresivo, Robert L.
Saucy discutió cuestiones eclesiológicas, escatológicas, y
hermenéuticas relacionadas con el dispensacionalismo, pero él no
promovió ninguna soteriología dispensacional particular.[72]
En un libro de 1992 editado por y Blaising y Bock
llamado Dispensacionalismo, Israel y la Iglesia: La Búsqueda de la
Definición, los autores dispensacionales escribieron sobre varias
cuestiones eclesiológicas, escatológicas, y hermenéuticas, pero ninguno
abogó por una cierta soteriología dispensacional.[73] Lo mismo es
cierto el libro de 1993 Dispensacionalismo Progresivopor Blaising y
Bock.[74] Aparte de abordar conceptos erróneos acerca de las
perspectivas dispensacionales sobre la ley y la gracia, no hubo
discusión directa de ningunasoteriología dispensacional. Paul Enns, un
dispensacionalista, dedica un capítulo a la “Teología Dispensacional”
en su libro de 1989, El Manual Moody de Teología.[75]Ofreció un
párrafo a la cuestión de la salvación. La idea central del párrafo, sin
embargo, fue refutar el argumento de que el dispensacionalismo enseña
múltiples caminos de salvación. No se menciona una soteriología
dispensacional específica.
Estas obras de dispensacionalistas principales son importantes
porque revelan lo que está en el corazón del dispensacionalismo. Es
significativo que ninguna de estas obras intenta conectar
eldispensacionalismo en cierta perspectiva soteriológica.
No estoy afirmando que los dispensacionalistas individuales no
tienen ciertos puntos de vista soteriológicos, por supuesto que sí. Una
distinción, sin embargo, debe hacerse entre lo que los
dispensacionalistas individuales sostienen y lo que el
dispensacionalismo como sistema se basa. No hacer caso de esta
distinción es el error fundamental de los que vinculan el
dispensacionalismo con ciertos puntos de vista soteriológicos. Ellos
están, como Feinberg lo dice: “reaccionando a lo que piensan que los
dispensacionalistas sostienen en lugar de la lógica del sistema en
sí.”[76] Ahora echemos un vistazo a los mitos más comunes sobre el
dispensacionalismo.