Un Rajá Que Se Aburre - Alphonse Allais
Un Rajá Que Se Aburre - Alphonse Allais
Un Rajá Que Se Aburre - Alphonse Allais
En el patio norte del palacio, la escolta aguarda. Y también aguardan los elefantes
del rajá. Porque hoy el rajá debía cazar al jaguar.
Ante yo no sé qué suave gesto del rajá, el intendente comprende: ¡que entre la
escolta!; ¡que entren los elefantes!
¡Aquí están las bailarinas! Las bailarinas no impiden que el rajá se aburra.
¡Un momento, un momento! Hay entre las bailarinas una nueva pequeña que el rajá
no conoce.
-Quédate aquí, pequeña bailarina. ¡Y baila! ¡He aquí que baila, la pequeña bailarina!
¡Oh, su danza!
¡Oh, los arabescos que sus diminutos pies escriben sobre el ónix de las baldosas!
¡Oh, la gracia casi religiosa de sus manos menudas y lentas! ¡Oh, todo!
Y cada vez que una pieza del vestido cae, el rajá, impaciente, ronco, dice:
-¡Más!
-¡Más!
La pobre pequeña bailarina vacila. ¿Ha olvidada sobre ella una insignificante brizna
de tejido? Pero no, está bien desnuda.
El rajá arroja a sus servidores una malvada mirada oscura y ruge nuevamente:
-¡Más!
Ellos lo entendieron.
Los largos cuchillos salen de las vainas. Los servidores levantan, no sin destreza,
la piel de la linda pequeña bailarina.
La niña soporta con coraje superior a su edad esta ridícula operación, y pronto
aparece ante el rajá como una pieza anatómica escarlata, jadeante y humeante.
Alphonse Allais