El Cuento Como Recurso Didáctico

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EL CUENTO COMO RECURSO DIDÁCTICO

El cuento como recurso educativo puede ser una herramienta muy útil para trabajar
diversas áreas y contenidos. Es muy común que los docentes pidan a sus alumnos que
escriban historias a partir de sus vivencias personales, sobre aquello que más les gusta,
sobre cuál sería su excursión preferida… Pero en este caso se va a ir un poco más allá y se
va a abordar la cuestión de cómo utilizar el cuento para aprender a poner en palabras
diferentes temas tanto con los grupos de alumnos, como en reuniones de padres o para
acompañar a los docentes. El cuento nos permite trabajar de forma interdisciplinar

Funcionan como un ayuda que proporciona o facilita información al alumnado, ya que estos
son una guía para el aprendizaje, pues ayudan a organizar la información que queremos
transmitir y, de esta manera, a ofrecer nuevos conocimientos a los alumnos. Por otra parte,
también ayudan a ejercitar las habilidades y a desarrollarlas y, gracias a esto, despiertan la
motivación y la curiosidad de los niños, creando un interés hacia el contenido de aquello
que se esté estudiando.

Esta herramienta es muy adecuada para la Educación Primaria, pues en ella muchos niños
viven inmersos en su mundo imaginativo y esto les permite adentrarse en los cuentos,
identificarse con los personajes y, de esta manera, aprender muchos contenidos nuevos.
Uno de los elementos más importantes de la educación es la comunicación y,
precisamente, el cuento es un elemento que nos puede ayudar a conseguirla, pues es capaz
de generar muchas interacciones entre los alumnos y el maestro. Si el cuento que se les
presenta a los niños es de su agrado, se puede conseguir que los alumnos escriban cuentos
similares, que hablen con sus compañeros sobre una determinada acción y, sin duda
alguna, esto beneficia al aprendizaje, pues recuerdan contenidos que no recordarían si se
les hubiesen transmitido de forma teórica y memorística. Si bien, cualquier cuento no es
apropiado. El docente ha de tener la capacidad para elegir el cuento más conveniente para
aquello que quiera trabajar. Además, también es muy importante que cuando lo cuente, no
se limite simplemente a narrarlo, sino que ha de centrarse en transmitirlo, es decir,
adentrarse en el mundo fantástico del cuento y conseguir que los alumnos viajen junto con
él a través de la historia. Por otra parte, también es importante que los docentes estén
dispuestos a ir hasta el final, y en caso de que no encuentren un cuento de una determinada
temática, que se atrevan a escribirlo, para de esta manera tener una continuidad en la
metodología utilizada, al menos, en la mayor medida posible. Cuando se empieza a trabajar
con cuentos, es importante que estos sean sencillos, pues los alumnos han de perder el
miedo a trabajar con ellos. Es obvio que este recurso está un poco limitado por la edad,
pero es importante que aun cuando los niños no saben escribir, que los maestros les
adentren en el universo de los cuentos. Desde las primeras etapas, los niños han de
interactuar con los cuentos tanto en sus hogares como en la escuela, ya que de esta manera
aprenderán que detrás de estas páginas con letras y dibujos hay algo más, algo que no hay
en ningún otro lugar. Pero además de ampliar nuestra noción de educación y aprender a
utilizar este recurso didáctico, los docentes han de ser conscientes de que realmente se
puede utilizar y que dará resultados positivos. Esto, además de ayudar a los niños a adquirir
los contenidos presentes en cada uno de los cuentos, también les ayuda a alcanzar con
firmeza, solidez y confianza un buen hábito lector.

Atendiendo a una de las acepciones propuestas en el diccionario por la RAE, el término


“recurso” se entiende como un “medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve
para conseguir lo que se pretende”. Otra acepción del término “recurso” que podemos
encontrar es, según la Conselleria de empresa, universidad y ciencia, la siguiente: “todo
aquel medio material (proyector, libro, texto, video, etc.) o conceptual (ejemplo,
simulación, prácticas, etc.) que se utilizan como apoyatura en la enseñanza, normalmente
presencial, con la finalidad de facilitar o estimular el aprendizaje” Por tanto, puede
considerarse como un recurso didáctico cualquier material que se haya elaborado con la
intención de facilitar al maestro su función y a su vez la del alumno. Los recursos educativos
o didácticos tienen diversas funciones y características, entre las cuales podemos destacar
las siguientes: Funcionan como un ayuda que proporciona o facilita información al
alumnado, ya que estos son una guía para el aprendizaje, pues ayudan a organizar la
información que queremos transmitir y, de esta manera, a ofrecer nuevos conocimientos a
los alumnos. Por otra parte, también ayudan a ejercitar las habilidades y a desarrollarlas y,
gracias a esto, despiertan la motivación y la curiosidad de los niños, creando un interés
hacia el contenido de aquello que se esté estudiando. Además, los recursos didácticos
también sirven para evaluar qué conocimientos han adquirido los alumnos en cualquier

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momento, ya que la preparación de un recurso educativo normalmente va acompañada de
algunas cuestiones que ayudan a conocer qué ha aprendido el escolar y qué no ha
aprendido. Finalmente, aportan un entorno que permite la expresión del alumno, pues
junto con los recursos se preparan las actividades en las que los niños pueden expresarse. Si
bien, para crear un recurso didáctico, se ha de tener diversos aspectos en cuenta. En primer
lugar, ha de especificarse qué queremos enseñar al alumno, pues hay recursos que son muy
adecuados para un determinado contenido y otros que no. Hay que conseguir que este sea
cercano a los alumnos, que sea accesible y conocido por ellos. Otro aspecto importante es
que este ha de ser atractivo, es decir, debe tener un aspecto que seduzca al alumno ya que
esto favorecerá que el niño se interese por las actividades. Las explicaciones que se dan a
cerca de los recursos han de ser claras, sencillas y concisas para que este pueda
desarrollarse de la manera más independiente posible por los alumnos, es decir, para evitar
que el maestro deba estar continuamente aclarando cuestiones sobre el mismo o que los
alumnos recurran a él para que les soluciones cualquier problema, pues ellos son los que
han de resolverlos autónomamente. Además, es fundamental que el recurso permita que
los niños interaccionen con él por propia iniciativa e interés para que puedan adquirir con
mayor facilidad los contenidos considerados. Esto está íntimamente relacionado con la
necesidad de que el recurso sea atractivo.

Los cuentos cumplen con muchas funciones, permiten desarrollar la


creatividad, la inteligencia, las emociones, el lenguaje, etc.

  Bruno Bettelheim en su libro “El psicoanálisis de los cuentos de hadas”


menciona que en los cuentos maravillosos se logra la realización
milagrosa de nuestros deseos y pedidos.

 En ocasiones el cuento nos permite conocernos mejor y descubrir los


recursos ocultos que tenemos en nuestro interior, que nos permitirán
operar cambios.

Mónica Bruder en su libro “El cuento y los afectos” menciona que el


cuento tiene una función terapéutica porque el cuento es afecto y como
tal encierra un mensaje afectivo que provoca lo terapéutico.

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  La trama de un cuento puede ser movilizante en algún momento de
nuestras vidas y en otros no, no todos los cuentos movilizan a todas las
personas de la misma manera.

  Bruder menciona que el cuento puede ser terapéutico cuando el


profesional busca en el cuento temas relacionados con la historia del
paciente, y los utiliza en el momento adecuado.

  Hay cuentos que trabajan distintas temáticas, como el abandono, la


identidad, la agresión, los celos, los miedos, etc.

  Crear cuentos o recrear otros también puede tener una finalidad


terapéutica ya que permiten transformar conflictos , sobreponerse a
ellos,  elaborarlos, etc.

A través de los cuentos se pueden trabajar distintas temáticas como los


valores,la discriminación,las diferencias, los derechos, los miedos, los
celos, la identidad, etc.

El cuento presenta una importante manera de socializarnos en casi todas las

culturas

(Miller, 1989)1. Los niños y las niñas desde su concepción escuchan narraciones

de acontecimientos diarios de nuestro vivir, por lo que podría decirse que se

encuentran familiarizados con las estructuras narrativas; desde que conocemos

información de otros tiempos hemos estado en contacto con acontecimientos

ocurridos, reales o ficticios.

La alfabetización inicial, la narración de cuentos, los comienzos de las prácticas

de lectura, no sólo promueven el acceso a los contenidos de la cultura, los

conocimientos, los valores, sino que, ponen en movimiento importantes

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mecanismos vinculados con el desarrollo cognitivo, el lingüístico y la creatividad

en los niños.

Las fabulas y los refranes se caracterizan por recurrir a ciertos elementos o

recursos literarios, los cuales son:

1. MetáforaSe trata de aplicar las cualidades de un objeto a otro, pero no de

forma literal, intenta hacer una comparación entre dos objetos o conceptos,

para facilitar su comprensión. En la metáfora la comparación es poética, esto la

diferencia de la analogía.

Las fábulas son relatos cortos en los que muchas veces animales y objetos
inanimados son capaces de hablar y expresarse, e incluso de presentaren
características humanas. Suelen utilizarse como recurso didáctico para enseñar
sobre las virtudes y defectos de las personas.

Las fábulas tienen la capacidad de estimular a los niños a descubrir nuevos


mundos, a adquirir valores, y a comprender, de una forma didáctica y divertida,
lo que es correcto y lo que no. Este tipo de cuento promueve la curiosidad y la
reflexión, en los niños.

De esta manera, las fábulas encierran una moraleja a través de la que pretende

dejar en evidencia determinadas actitudes que no son muy correctas. Las fábulas

cortas son un recurso muy útil para educar a los niños, ya que a través de relatos

cortos y entretenidos les enseñamos lo que está bien y lo que no.

El empleo de cuentos, fábulas, historias, metáforas son un recurso pedagógico

que empleado de modo correcto en reuniones de padres, directivos, pares o en el

aula , dan un matíz diferente a una problemática, una situación traumática, un

conflicto de cualquier tipo.

Hace que las clases , sesiones o reuniones sean amenas , sensitivas, valoradas.

Funcionan como una ayuda para ejercitar habilidades y desarrollarlas.

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Con estos recursos, ligados siempre a la formación de valores, solución de

bloqueos emocionales, recreación del mundo, aprendiendo a ser críticos,

reflexivos, capaces de extraer sus propias ideas y de plantear nuevas incógnitas

en cada oyente/participante, encontramos una estrategia maravillosa desde la

práctica educativa.

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