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Universidad Nacional Autónoma De México

Colegio de Ciencias y Humanidades


plantel oriente

contexto y historia de los medios impresos

Torales Mendoza Roger

Grupo 605
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Índice 
​¿Qué es la tipografía? ------------------------------------ 2 
Origen etimológico de la palabra tipografía --------------- 2 
Origen de la tipografía ------------------------------------ 2 
Imprenta --------------------------------------------------5 
Johannes Gutemberg ------------------------------------- 6 
La revista ------------------------------------------------ 6 
El libro --------------------------------------------------- 8 
El folleto ------------------------------------------------ 13 
El periodico ---------------------------------------------- 14 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
 

 
 
 

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¿Qué es la tipografía? 
Reconocida  hoy  en  día  como  una  forma  más  de  arte,  la  tipografía  es  el  estudio  y 
análisis de los diferentes tipos o caracteres que componen un texto, no desde el punto 
de  vista  del  contenido,  la  gramática  o el estilo de escritura sino desde el aspecto visual 
y  de  diseño.  Esta  actividad  lleva  siglos  y  ha  existido  casi desde que el hombre inventó 
la escritura. 

 
Origen etimológico de la palabra tipografía 
 
La  ​palabra  "​tipografía​"  está  formada  con  raíces  griegas  y  significa  "técnica  de 
impresión  de textos o dibujos a partir de moldes". Sus componentes léxicos son: tipos 
(molde)  y  graphein  (grabar,  escribir),  más  el  sufijo  -ia  (cualidad).  Ver:  sufijos,  otras 
raíces griegas, estereotipo, arquetipo y también estenografía. 
 
Origen de la tipografía  
 
La  tipografía  tiene  muy  antiguos  orígenes,  que  están  relacionados  con  la  caligrafía  y 
los  manuscritos,  que  ya  eran  usados  antes  del  año  2500  a.  c.  .  Durante  toda  la  edad 
media  la  "industria  editorial"  se  centraba  en  los  monasterios  donde  los  libros  eran 
copiados  a  mano  por  monjes  especializados,  llamados  copistas;  esta  labor  se  hacía  en 
el scriptorium, el donde se copiaban los textos. 
 
La  tipografía  como  tal  surge  con  la  imprenta de Gutemberg, puesto que la tipografía 
es  una  manera  mecánica  describir,  y  con  esta  imprenta  es  la  primera  vez  que  se  crea 
escritura  de  manera  mecánica  ayudada  de  los  tipos  móviles.  La  imprenta  nace  en 
Maguncia  en  1450,  no  está  muy  claro  si  se  inventó  por la necesidad de avanzar o por 
la  necesidad  de  crear  más  libros  puesto  que  cada  día  había  más  y  más  lectores. 

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Gutemberg  pretendía  que  el  estilo  tipográfico  se  pareciese  lo  máximo  posible  a  la 
escritura  manual,  para  dar  este  efecto  creó  varios  tipos  móviles  de  una  misma  letra 
pero  con  distinta  apariencia,  además  la  parte  decorativa  se  realizaba  a  mano,  esto 
podemos  verlo  en  La  Biblia  de  42  páginas  ya  nombrada  en  el  primer  post.  Para  la 
creación de la imprenta, Gutenberg se basó en las prensas de vino. 
Hubo  tanta  gente  la  que  comenzó  a  interesarse  en  esto  de  la  imprenta  que 
comenzaron a dar cursos para aprender. 
La Imprenta se comenzó a expandir al resto de Europa a causa de la guerra. 
 
En  Italia  encontramos  dos  tipógrafos  pertenecientes  al  siglo  XV:  N.  Jenson,  creador 
de la tipo Old Style. 
Este  auge  de  los  tipos  móviles,  permitió  un  gran  desarrollo  a  la  producción  de 
materiales  impresos  los  cuales  utilizaron  tipografías  como  la minúscula carolingia y a 
las  mayúsculas  cuadradas  romanas;  adaptadas  de  los  caracteres  e  inscripciones 
encontrados en las ruinas del imperio romano. 
 
Estas  fueron  entre  otras,  las  primeras  tipografías  romanas,  clásicas  o  con  serifa. 
Llamamos  serifas  a  las  pequeñas  extensiones  o  adornos  que  pueden  llevar  los 
caracteres tipográficos. 
La  primera  tipografía  con  serifas  apareció  en  el  año  de  1465,  posteriormente  se 
esterilizaron  sus  líneas  y  se  dio  origen  a  la  llamada  bastardilla,  similar  a  los  que 
actualmente conocemos como itálica. 
 
Con  el  paso  del  tiempo  se  ha  desarrollado  el  diseño  de  tipografías  y  familias 
tipográficas  en  infinidad  de  variedades  de  estilos.  Actualmente  los  sistemas 
informáticos permiten la utilización y el almacenamiento de cientos de fuentes. 
 
La  familia  tipográfica,  en  tipografía,  es  un  conjunto  de  tipos  basado  en  una  misma 
fuente,  con algunas variaciones, tales, como por ejemplo, en el grosor y anchura, pero 
manteniendo  características  comunes.  Los  miembros  que  integran  una  família  se 
parecen entre sí pero tienen rasgos propios. 
 
Las  partes  que  componen  y  caracterizan  un  tipo  son:  la  altura  de  las  mayúsculas  y 
minúsculas,  el  Anillo,  la  ascendente,  las  astas  montantes;  onduladas  o  de  espina,  la 
transversal, el brazo. la cola, la descendente, la inclinación, la serifa, entre otras. 

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Existen  multitud  de  familias  tipográficas.  Algunas  de  ellas  tienen  más  de  quinientos 
años, otras surgieron en la gran explosión creativa de los siglos XIX y XX. 
 
Dentro  de  cada  familia,  las  variables  tipográficas  permiten  obtener  diferentes 
soluciones de color y ritmo. Las variables constituyen alfabetos alternativos dentro de 
la misma familia, manteniendo un criterio de diseño que las emparenta entre sí. 
 
Las variaciones de una fuente se obtienen modificando propiedades como: 
· El cuerpo o tamaño: mayúsculas, minúsculas y capitales. 
·  El  grosor  del  trazado: ultrafina, fina, book, redonda, media, seminegra, negra y 
ultranegra. 
· La inclinación de los ejes: redonda, cursiva e inclinada. 
·  La  proporción  de  los  ejes:  condensada, comprimida, estrecha, redonda, ancha, 
ensanchada y expandida. 
· La forma del trazado: perfilada, sombreada, etc. 
·  Otras  variantes  de  una  fuente incluyen versalitas, números, números antiguos, 
símbolos de puntuación, monetarios, matemáticos y misceláneos, etc. 
 
 
Existen  cinco  elementos  puntuales  que  sirven  para  clasificar  e  identificar  a  las 
diferentes las familias tipográficas: 
- La presencia o ausencia del serif o remate. 
- La forma del serif. 
- La relación curva o recta entre bastones y serifs. 
- La uniformidad o variabilidad del grosor del trazo. 
- La dirección del eje de engrosamiento. 
 
 
De  acuerdo  con  esto  podemos  hacer  un  análisis  y reconocer a los dos grandes grupos 
fundamentales: 
Tipografías  con  Serif:  Los  tipos  de  caracteres,  pueden  incluir  adornos  en  sus 
extremos o no, estos adornos en sus terminaciones, se denominan serif o serifas. 
Tipografías  Sans  Serif  o  de  palo  seco:  Es  la  tipografía  que no contiene estos adornos, 
comúnmente  llamada  sanserif  o  sin  serifas,  éstas  no  tienen  serif  y  actualmente  se 
utilizan en muchos tipos de publicaciones de texto impreso. 

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Las  terminales,  son  las  serifas  inferiores  de  un  tipo, y las formas más comunes de una 
terminal, las clasificamos como: lapidaria, veneciana, de transición, bodoniana, lineal, 
egipcia,  de  fantasía,  medieval,  de  escritura  y  adornada.

 
 
imprenta  

Durante los siglos de la Edad Media, junto con la invención del papel, los
chinos dieron los primeros pasos en el desarrollo de la imprenta. Buscaron un
procedimiento que, en lugar de copiar los escritos a mano, les permitiera
obtener muchas reproducciones iguales de un mismo original. La solución fue
labrar los caracteres de una página en una plancha de madera, de manera que
éstos sobresalen. Después entintar la plancha y aplanaban sobre ella hojas de
papel. Como ves, es un sistema parecido a los sellos de hoy en día.
Siglos más tarde, cada signo se labraba en un trozo separado de madera, que se
combinaba con otros para formar expresiones. El sistema era más rápido,
aunque la enorme cantidad de caracteres de la lengua china dificulta las cosas.
Los primeros libros, calendarios y noticias se imprimieron con estos
procedimientos.

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Johannes Gutenberg 

No se tiene clara la fecha de nacimiento del inventor alemán Johannes


Gutenberg. Pero se ha determinado que nació en Maguncia, pequeño poblado
de Alemania, hacia el año 1400. Proveniente de una familia noble, su verdadero
nombre era Friele Gensfleisch. Tampoco se tienen antecedentes concretos de
su muerte estableciéndose que el hecho ocurrió probablemente a fines de 1467
o a comienzos de 1468.

En su pueblo natal se desempeñó como orfebre. Se trasladó junto a su familia a


Estrasburgo, donde instaló una empresa de grabados en madera, que sería el
punto de partida para el desarrollo futuro de su legado.

La revista 
  
Se  piensa  que  la  revista  nació  hacia  finales  del  siglo  XIX  pero  realmente,  unos  siglos 
más  atrás  podemos  ubicar  publicaciones  periódicas  que  no  fueran  solamente 

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informativas  ,  sino  en  forma  de  compendios  que  se  originan  con  la  finalidad  de 
entretener  a  un  tipo  de  lector  en  particular.  En  esta época, hacer una revista tomaba 
mucho  tiempo  y  los  principales  temas  de  interés  no  se  alejaban  mucho  de  los  que ya 
se  veían  en  los  diarios:  clima, comunicaciones, población y otros temas informativos, 
junto  con  la  prosa  literaria  y  poemas  de  breve  extensión.  Quizás  lo  principal  que 
diferenciaba  a  la revista del diario, era la forma en la que se dirigía y hacia qué público 
se enfoca. 
 
La  revista  moderna tiene sus raíces en almanaques, panfletos, chapbooks y posters los 
cuales  empezaron  a  aparecer  con  más  frecuencia  y  fueron  diseñados  respondiendo  a 
un  interés  en  particular.  Siguiendo  en  esta  línea,  entre  los  años  1663  a  1668,  fue 
publicada  la  revista  alemana  Erbauliche  monaths-unterredunge  que  se  considera  la 
primera  revista  del  mundo,  a pesar de que se pareciese más a un libro con artículos de 
teología  que  a  una  revista  en  sí,  fue  la  precursora  para  que  revistas  de  esta  misma 
especie empezaran a aparecer en Francia, Inglaterra e Italia. 

La publicación de revistas se fue consolidando como actividad altamente rentable y para


principios del siglo XIX una audiencia ya había sido identificada por ende nuevos tipos de
revistas empezaron a circular debido al interés mostrado por este nuevo público. La revista se
benefició definitivamente con el avance de la tecnología: empezaron a utilizar ilustraciones
xilográficas y grabados, la incorporación de un nuevo papel más barato, la invención de la
prensa rotativa y sobre todo la adición de las propagandas como soporte financiero
favorecieron a esta industria en crecimiento. Hasta llegar a la revista actual, podemos ver que
el avance tecnológico sigue siendo un gran factor desde su producción hasta su distribución.

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En un principio los temas de las revistas eran escasos para lo que nosotros estamos
actualmente, que no salían de la comodidad de presentar temas informativos y chismes.
Ahora, si bien se conocen distintos tipos de revista, los podemos clasificar en estos grupos:

– Informativas: su fin es comunicar o divulgar cierta información. Se diferencia del diario en


el tiempo de producción.

– De ocio: son utilizadas como medio de entretenimiento. Se considera que las primeras
revistas publicadas tenían como fin entretener a sus lectores, aunque estas además tenían
contenido informativo.

– De divulgación científica: su fin es comunicar acerca de los avances, investigaciones y


descubrimientos en materia de la ciencia. Se considera que tiene tres fines específicos, el
primero se relaciona con la función de archivo (búsqueda de información). En segundo lugar
como “filtro” (sólo es publicada la información que se considera apropiada). Por último como
medio de prestigio.

– Especializadas: estas revistas se caracterizan por tratar un tema o materia en particular.


Generalmente estas revistas estás orientadas a un público que trabaje en dichas disciplinas, es
decir que no son masivas.

El libro  

El  libro  es  entendido  hoy  en  día  como  negro  sobre  blanco  en  papel  encuadernado, 
pero  no  siempre  fue  así.  El  primer  soporte  de  escritura  conocido  es  la  piedra, 
posteriormente  la  arcilla,  la  madera,  papiro  (Egipto),  seda  (China),  hueso,  bronce, 
cerámica,  escamas,  palma  seca  (India),  papel,  soportes  electrónicos,  piel  humana 

(tatuajes), etc.  

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Etimológicamente,  las  palabras  ​biblos  ​y  ​liber  ​tienen,  como  primera  definición, 
corteza  interior  de  un  árbol.  En  chino  el  ideograma  del  libro  son  las  imágenes  en 
tablas de bambú. 
Las  tablillas  encontradas  en  Mesopotamia  en  el  3.000  a.C.  fueron  antecesoras  del 
cálamo,  un  instrumento  en  forma  de  triángulo  que  servía  para  imprimir  los 
caracteres  en  la  arcilla  antes  de  ser  cocida.  A  esta  escritura  le  siguió  la  cuneiforme, 
utilizada  por  asirios  y  sumerios,  que  cocían  las  tablillas  para solidificar las. En Nínive 
fueron  encontradas  22.000  tablillas  del siglo VII a. C., era la biblioteca de los reyes de 
Asiria  que  disponían  de  talleres  de  copistas  y  lugares  idóneos  para  su  conservación. 
Esto  supone  que  había  una  organización  en  torno  al  libro,  un  estudio  sobre  su 
conservación, clasificación, etc. 
 
El papiro 
En  el  Antiguo  Egipto  se  produjo  uno  de  los  avances  tecnológicos  más  prácticos: 
aligerar  el  peso  de  los  «libros».  Las  tablillas  de  madera  o  marfil  del  IV  milenio  a.  C. 
fueron  reemplazadas  por  los  volumina  (plural  de  volumen),  rollos  de  papiro,  más 
ligeros  y  más  fáciles  de  transportar.  Fueron  los  principales  soportes  de  la escritura en 
las  culturas  mediterráneas  de  la  antigüedad,  tanto  en  Egipto,  como  en  Grecia  y 
Roma. 
El  proceso para producir papiro pasa por varias fases: se saca la médula de los tallos de 
papiro,  se  humidifican,  se  encolan,  se  prensan,  se  secan  y  se  recortan,  obteniendo 
unos  soportes  de  una  calidad  variable;  los  mejores  se  utilizaban  para  las  escrituras 
sagradas.  Se  escribía  en  ellos con un cálamo (tallo de una caña cortado oblicuamente) 
o utilizando plumas de aves. 
Existen  dos  tipos  fundamentales  de  escritura  egipcia:  la  hierática  o  sacerdotal  y  la 
jeroglífica.  Esta  última  dispone  de  signos  más  simplificados.  Los  rollos  de  papiro, 
resultado  del  encolado  de  varias  hojas,  se  envolvían  en  un  cilindro  de  madera, 
enrollándose.  Algunos  sobrepasan  los  cuarenta  metros  (crónica  del  reinado  de 
Ramsés  III).  Se  desenrollaba  horizontalmente; el texto está escrito por una sola cara y 
dispuesto  en  columnas.  El  título  se  indica  por  medio  de  una  etiqueta  atada  al 
cilindro.  Los  rollos  en  papiro  que  se  conocen  provienen  de  tumbas  en  las  que  se 
depositaban,  con  plegarias  y  textos  sagrados,  como  el  Libro  de  los  muertos  (II 
milenio a. C.). 

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Los cilindros de papiro se llaman volumen en latín, palabra que significa movimiento 
circular, enrollamiento, espiral, torbellino, revolución, en fin, rollo de hojas escritas, 
manuscrito enrollado, libro. Los romanos utilizaban también tablas de madera 
untadas con cera en las que se podía imprimir y borrar los signos con la ayuda de un 
estilete (que tenía una extremidad acabada en punta y la otra redondeada). Estas 
tablas podrían estar unidas de manera similar a las de los códices. Servían, por 
ejemplo, para enseñar a escribir a los niños (según los métodos descritos por 
Quintiliano en sus Instituciones Oratorias). Los únicos volúmenes que en la 
actualidad se siguen utilizando son los del Torá, en las sinagogas. 
Del papiro al pergamino 
La  innovación  de  poder  borrar  el  texto  desplaza  el  uso  del  papiro  a  favor  del 
pergamino.  El  pergamino  se  conseguía  a  partir  de  la  piel  de animales como la vaca, el 
cordero,  etc.  Este  soporte  permitía  la  conservación  de  los textos por más tiempo y en 
mejores  condiciones  al  ser  más  sólido.  Aunque  era  un  soporte  más  caro.

 
La  leyenda  atribuye  su  invención  a  Eumenes  III,  rey  de  Pérgamo,  de  donde 
procedería  el  nombre  de  pergamineum  que  derivó  en  pergamino.  Su  producción 
empezó hacia el siglo III a. C. 
No  se  tienen  muchas  referencias  acerca  de los libros concernientes a la Grecia clásica. 
Algunos  vasos  del  siglo  V  a.  C.  y  del  siglo  VI  a.  C.  representan  unos  volumina.  No 
existía,  sin  duda,  el  comercio  con el libro, pero existían algunos lugares dedicados a la 
venta  de  los  mismos.  La  difusión,  la  conservación  y  la  reflexión sobre la catalogación 
del  libro  y  la  crítica  literaria  se  desarrollaron  durante  la  época  helenística  con  la 
creación  de  grandes  bibliotecas,  que  responden  al  deseo  enciclopédico  que  se  puede 

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encontrar,  por  ejemplo, en el afán de Aristóteles y que respondían también, sin duda, 
a razones de prestigio político. 
 
Bibliotecas 
Se  crearon  bibliotecas  con  la  intención  de  conservar  un  ejemplar  de  cada  libro, 
traducido  volúmenes  en  otros idiomas y crear catálogos de libros. Las bibliotecas más 
destacadas  fueron:  la  de  Atenas  (el  Ptolemaion  fue  la  que  tuvo  más  relevancia  tras la 
destrucción  de  la  Biblioteca  de  Alejandría.  Importantes  fueron  también la biblioteca 
de  Pantanos,  hacia  el  100;  y  la  biblioteca  de  Adriano,  en  132);  la  de  Rodas,  la  de 
Antioquía  y  la  más  famosa  de  todas  ellas:  la  biblioteca  de  Alejandría  (creada  por 
Ptolomeo  I  Sóter  y  constituida  por  Demetrio  de  Falero.  Llegó  a  contener  500.000 
volúmenes  (en  la parte del Museion) y 40.000 en el templo de Serapio (Sérapeion). El 
Museion  fue  destruido  parcialmente  en el 47 a. C. en Pérgamo, la biblioteca fundada 
por  Átalo  I,  contenía  200.000  volúmenes  que  fueron  llevados  al  Serapeo  por  Marco 
Antonio  y  Cleopatra  tras  la  destrucción  del  Museion.  El  Serapeo  fue  destruido,  en 
parte,  poco  después,  391  por  los cristianos y los últimos libros desaparecieron en 641 
con la conquista árabe). 
En  Roma  se  comenzaron  a  editar  libros  influenciados  por  los  griegos  en  el  siglo  I  a. 
C.,  sobre  todo  desde  el  punto  de  vista  literario.  Ático  fue,  por  ejemplo,  el  editor  de 
Cicerón.  Pero  el  comercio  del  libro  fue  extendiéndose  progresivamente  por  todo  el 
Imperio  romano.  El  libro  se  difundió,  por  tanto,  gracias  a  la  extensión  del  Imperio 
que  implicó  la  imposición  de  la  lengua  latina  en  la  mayoría  de  los  pueblos  (España, 
África, etc.) 
Las  bibliotecas  eran privadas o bien eran creadas por algunos particulares. Julio César 
quiso  crear  una  biblioteca  en  Roma:  una  biblioteca  era,  ya  por  entonces,  un 
instrumento de prestigio político. 
En  el  siglo  IV  existían  en  Roma  28  bibliotecas  y  muchas  bibliotecas  menores  en  las 
provincias. 
 
Del pergamino al papel, del volumen al códice 

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Poco  a  poco  el  papel fue reemplazando al pergamino porque abarataba costes, lo que 
permitió una mayor difusión de los libros. 
Al  final  de  la  Antigüedad,  entre  los  siglos  II y III, y , sobre todo, en la Edad Media, el 
códice  sustituyó  al  volumen.  El  códice  se  entiende  ya  como  el  libro  que  conocemos 
hoy  en  día,  con  forma  rectangular,  dejó  de  ser un rollo continuo y se convirtió en un 
conjunto  de hojas cosidas. Desde ese momento fue posible acceder directamente a un 
punto preciso del texto. El códice o libro resultaba más práctico ya que podía ponerse 
sobre  una  mesa  facilitando  que  el  lector  pudiera  tomar  notas o escribir mientras leía. 
El  formato  de  los  códices  fue  mejorando  con  la  separación  de  las  palabras,  las 
mayúsculas  y  la  puntuación;  después  se  añadieron  las  tablas  de  las  materias  y  los 
índices, que facilitaron el acceso directo a la información requerida. 
Este  es  el  formato  que  hoy  en  día  se  usa,  un  formato  con  validez  desde  hace  1.500 
años. 
Los  monasterios  se  convirtieron  en  la  piedra  angular  de  la  edición  y  conservación de 
los  códices.  En  el  siglo  IV,  durante  los  períodos  convulsos  de  las  invasiones,  los 
monasterios  pudieron  conservar,  para  Occidente,  textos  religiosos y algunas obras de 
la  antigüedad.  Asimismo,  Bizancio  dispuso  de  importantes  centros  de  copia.  Era 
necesario  hacer  copias  de  determinadas  obras  ya  que  la  lectura  era  una  actividad  de 
gran  relevancia  en  la  vida  religiosa  (plegarias,  trabajo intelectual, cánticos…). Existían 
scriptoria  (lugares  dedicados  a  copiar  códices  y  volúmenes)  en bastantes monasterios 
con  la  intención  de  copiar  estos  escritos  considerados  relevantes.  Pero,  sin  embargo, 
algunos ejemplares no fueron copiados por los monjes debido a la intensa censura a la 
que  los  códices  eran  sometidos;  los  libros  entendidos  como  «peligrosos»  no  eran 
copiados.  Por  lo  tanto,  la  supervivencia  de  los  libros  dependía  de  luchas  políticas  e 
ideológicas  que  llevaron  a  la  pérdida  irremisible  de  códices  de  incalculable  valor  hoy 
en  día  (se  perdieron  muchos  libros  de  incalculable  valor  en  las  disputas  iconoclastas 
entre el 730 y el 840). 
 
De los monasterios a las universidades, del pueblo a la ciudad 
Las  transformaciones  político-sociales  de  la  población  hacia  el  urbanismo  en  las 
ciudades  europeas  y  la  renovación  intelectual  que  las  acompañó  produjeron  que  las 
condiciones  de  producción  de  los  libros  cambian  ampliando  su  difusión. En torno a 
las  primeras  universidades  se  desarrollaron  las  nuevas  estructuras  de  producción:  los 

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manuscritos  de  consulta  servían  tanto  para  los  estudiantes  como  para  los  profesores 
que  enseñaban  teología  o  artes  liberales.  El  desarrollo  del  comercio  y  de  la  burguesía 
suponían,  de  igual  modo,  una  demanda  de  textos  especializados,  o  no  (derecho, 
historia,  novelas,  etc.);  y  es  en  esta  época  cuando empiezan a desarrollarse los escritos 
en  lengua  vulgar  (poesía  cortesana,  novelas  románticas,  etc.)  El  cometido  del  editor 
era, en consecuencia, cada vez más importante. 
Se  crearon  entonces  varias  bibliotecas  reales:  como  la  de  San  Luis  o  la  de  Carlos  V. 
También  se  coleccionaban  libros  en  las  bibliotecas  privadas  que  adquirieron  gran 
auge en los siglos XIV y XV. 
En  el  siglo  XIV,  tras  estos  cambios político-sociales es cuando se difunde por Europa 
la  utilización  del  papel,  soporte  ideado  en  China  que,  curiosamente,  fue implantado 
en  España  (siglos  XI  y  XII)  antes  que  en  Europa  por  ser  la  cultura  árabe  la 
intermediaria. 
El  pergamino  se  siguió  utilizando  pero  para  sectores  de  la  sociedad  más  pudientes 
como la nobleza y la alta burguesía. 
En  el  siglo  VIII  los  árabes  aprendieron  a  fabricar  el  papel,  tal  y  como  lo  hacían  los 
chinos,  y  lo  dieron  a  conocer  en  Europa  aunque,  como  bien  es  sabido,  la  incursión 
árabe  en  Europa  comenzó  por  España.  Los  árabes  crearon  unas  impresionantes 
bibliotecas,  dignas  de  su  gran  cultura.  Son  ellos,  precisamente,  los que transmitieron 
una  parte  importante  de  las  obras  griegas  a  Europa.  Sirve  como  ejemplo  el 
redescubrimiento  de  las  obras  de  Aristóteles  comentadas  por  Avicena, 
descubrimiento  que  dio  lugar  a  enconadas  disputas  entre  Tomás  de  Aquino  y  Siger 
de Brabant. 

El folleto  
El  buzoneo  no  es  algo  nuevo,  tiene  mucho  recorrido  histórico.  Y  saber  por  qué 
empezaron  a  enviarse  los  primeros  folletos  publicitarios  no  sólo  sirve  para  saciar  la 
curiosidad, sino también para contextualizar el panorama actual de este sector. 
 
Aun  con  la  irrupción  de  lo  digital  en  el  siglo  XXI  y  la  infinidad  de  medios  surgidos 
para  hacer  comunicaciones,  la  distribución  de  la  publicidad  de  forma  física  a  través 
de  folletos,  catálogos  o  flyers  es  una  práctica  efectiva  para  hacer  llegar  información a 
la  sociedad.  Lo  es  prácticamente  desde  el  siglo  XV  cuando se inventó la imprenta, ya 

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que  esto  propició  que  la  reproducción  de  los  textos  escritos  se  abaratan  de  forma 
considerable y pudieran llegar al grueso de la población. 
 
Poco  a  poco,  se  fueron  ideando  métodos  para  que  la  gente  recibiera  y  entendiera  la 
información  lo  mejor  posible,  además  de  para  sacarle  partido  a  las  posibilidades 
económicas del nuevo invento. 
 
Así,  llegaron  los  primeros  folletos,  que  nacieron  como  una  manera  de  aprovechar 
todas  las  nuevas  opciones  que  esa  maquinaria  facilitaba  para  el  sector  empresarial. 
Con  ellos  se  hacía  una  labor  publicitaria  e  informativa  directa,  impactando  más  y 
mejor en la población, sin necesidad de realizar un gran gasto de dinero a cambio. Los 
folletos  incorporan  ilustraciones  para  hacer la comunicación más visual y entendible, 
un gran punto a su favor. 
 
Estas características iniciales han evolucionado conforme han pasado los años, pero la 
esencia  se  ha  mantenido.  Los  folletos  se  empezaron  a  enviar  para  contactar  con  la 
gente  y  llamar  su  atención,  razones  por  las  que  aún  hoy en día siguen distribuyendo. 
La  estética  y  el  diseño  se  han  ido  adaptando  a  cada  época  y  a  cada  tipo  de  público, 
pero  siguen  estando  fundamentadas  en  una  combinación  entre  texto  y  gráficos  o 
imágenes para entrar por los ojos y fascinar al cliente con solo un vistazo. 

 
 
El periódico  

Significado y origen de la palabra periódico

La ​etimología u origen del término periódico proviene del latín


“​periodicus”​ : algo que ocurre a intervalos regulares en el tiempo. Esta

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voz, a su vez proviene del término griego “​perihodostikos”​ (περιοδικός),
cuyo significado es ciclo, periodo de tiempo, vuelta o camino alrededor:

● peri​: cerca, alrededor, cerca.


● hodos​: sendero, camino.
● tikos​: referente a…, relativo a…

Por tanto, el ​concepto de periódico indica caminar en círculo


regresando al inicio cíclicamente para empezar de nuevo.

Origen del periódico

Cerca del año 59 antes de Cristo, en los tiempos en que Julio César (100
a.C – 44 a.C) era cónsul romano, se colocaban periódicamente en el foro
la denominada ​Acta Diurna.​ En ella ​se informaba a los ciudadanos
sobre todas las cosas de interés que habían ocurrido o de las que iban a
suceder en poco tiempo.

Por otro lado, ​los chinos en el siglo VII, ya propagaban regularmente


una especie de manuscritos en papel con noticias consideradas de interés
público y general. Puedes ver la historia del papel para obtener más
información.

Del mismo modo, ya en la ​Edad Media europea​, se emplearon dos


medios de comunicación diferentes. Aunque el primero de los dos que
vamos a definir era el más empleado:

1. En la mayoría de las ciudades tenían ​pregoneros​ que ponían a


los vecinos al corriente de cuanto se estimaba debía saberse. Era
una especie de emisión oral periódica de boletines de noticias en
verso para facilitar ser recordados por el pregonero

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2. El otro sistema era la utilización de ​carteles​ para hacer saber
disposiciones y leyes a sus súbditos y ciudadanos.

Pero en 1440 ​Johannes Gutemberg inventó la prensa de imprenta


moderna​. Un artilugio que permitía realizar rápidamente muchas copias
de un escrito. Esto facilitaría que el ​periódico como medio de
comunicación de masas​ pudiera aparecer unos años más tarde.

¿Quién inventó el periódico?

A diferencia de otros inventos, descubrimientos o avances de la


humanidad, en el caso del periódico es muy complejo adjudicar a una sola
persona o colectivo la invención de este medio de comunicación. O lo que
es lo mismo, no se sabe ​quién inventó el periódico​.

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Más bien nació o apareció de “forma natural” como una evolución lógica
de los ​sistemas de comunicación que se venían empleando hasta la
fecha de la aparición de los ​primeros periódicos​.

Para intentar esclarecer, en el siguiente apartado te vamos a explicar


cuándo se inventó el periódico y paralelamente también ​dónde se
inventó el periódico​.

Dónde y cuándo se inventó el periódico

Se puede considerar que el primer periódico ​o la primera publicación


periodística impresa tuvo lugar ​en Viena en el año 1529​. Era una
hoja de noticias (también llamados ​“mercurios”​) en la que se solicitaba
a los ciudadanos ayuda para poder enfrentarse y derrotar a los turcos,
que peligrosamente estaban acechando las puertas de la ciudad imperial.

Más tarde, ​en 1580 se publicó el primer periódico o diario tal y como
lo entendemos en la actualidad. Era el ​Mercurius Gallobelgicus, q
​ ue vio la

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luz ​en la ciudad alemana de Colonia bajo los auspicios de ​Michael
van Isselt​ (1530- 1597).

Este periódico sirvió de modelo e


inspiración a todos sus predecesores, incluido el que se considera ​primer
periódico inglés​: el ​English Mercurie, creado en el año​ 1588.

La ​primera publicación moderna de periodicidad regular apareció en


la ciudad belga de ​Amberes en 1605​: el ​Nieuwe Tijdinghen, i​ niciativa
del impresor ​Abraham Verhoeven (1575 – 1652). La idea gustó tanto
que fue imitada rápidamente.

Así, en 1609 ​aparecían en Alemania un par de semanarios​: uno


publicado en Estrasburgo, el ​Die Relation aller fürnemmen-und gedenk
würdigen Historien, e
​ n cuyo número 37 se hablaba de un invento de la
época: ​el telescopio de Galileo​.

En 1611 ya existía en Londres una ​oficina de mensajes periódicos​.


Más tarde ​La Gazette, d
​ el francés Teofrasto Renaud, institucionalizó este
tipo de servicio.

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El ​primer periódico en inglés publicado fuera de Inglaterra se
publicó en Amsterdam en el 1620: el ​Currant of Italy, Germany…​impreso
por ​George Veseler​. Se trataba de una serie de revistas de publicación
periódica.

El periódico inglés ​Mercurius


Britannicus de 1632 fue el ​primer periódico en ser censurado por la
autoridad, que prohibía publicar noticias extranjeras en sus páginas. Hubo
una querella que ganó la prensa en 1641, aboliéndose la sorprendente
prohibición inglesa de ​imprimir noticias alusivas a países extranjeros: el
juez falló de la siguiente manera: “​La libertad de prensa es nuestra
libertad”​ ​.

El primer diario publicado en Alemania lo fue en la ciudad de Leipzig


por Timoteo Ritzsch en 1650: el ​Einkommende Zeitungen, ​conocido luego
por ​Diario de Leipzig, c
​ on el que salió a la calle hasta 1918.

En 1690 nació la prensa norteamericana​, iniciativa del periodista


inglés ​Benjamin Harris​, en Boston, con sus ​Publick Occurrences Both
Foreign and Domestick. ​Curiosamente sólo duró cuatro días porque chocó
con las autoridades locales. En la misma ciudad nacería en 1704 el ​Boston

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Newsletter, ​primera publicación periódica norteamericana​, del
periodista ​John Campbell​.

En el año 1697 nace la ​Gazeta de


Madrid​, un periódico semanal y que es el ​primer periódico de España​.
Antes de este hecho, existían todo tipo de hojas volantes, avisos y relatos
que se difunden mediante el servicio de correos ya existente.
Publicaciones como los ​Avisos de Jerónimo de Barrionuevo i​ nformaban a
la gente acerca de todo tipo de noticias, incluidas las del corazón.

Con ​Francisco Mariano Nipho (1719 – 1803) nació el periodismo


español. El primer periódico madrileño es de 1732: ​Diario histórico,
político-canónico y moral, ​obra exclusiva de fray José Álvarez. Cada uno
de sus doce números tenía seiscientas páginas.

El uno de enero de 1737 empezó a editarse trimestralmente en Madrid el


Diario de los literatos de España; y
​ en 1738, ​El Mercurio histórico y
político, ​primera revista española de política internacional. Nipho trabajó
en ella. Una de las secciones fijas más antiguas fue la de anuncios breves.

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