H1N1
H1N1
H1N1
El H1N1 ha mutado en diversos subtipos que incluyen la gripe española (extinta en la vida
silvestre), la gripe porcina, la gripe aviar y la gripe bovina. La cepa mantiene su circulación
después de haber sido reintroducida en la población humana en los años 1970.
Actualmente, existen algunas mutaciones del virus H1N1 en la vida silvestre, causando al
menos la mitad de infecciones de gripe ocurridas durante el año. 2006.
Desde mediados de marzo de 2009, al menos 900 casos mortales han ocurrido en Europa y
América por la pandemia de una nueva cepa de H1N1, otras 100 muertes en México aún no
están oficialmente confirmadas como casos de influenza H1N1. La situación al 14 de junio
del 2009 registrada por la OMS es de 29.669 casos confirmados de gripe provocada por la
nueva cepa del virus H1N1 y cientos de casos mortales en total a nivel mundial. Haciendo
un seguimiento diario de los últimos datos publicados por la OMS, el número de pacientes
declarados se dobla cada día en distintos países.
Nomenclatura [editar]
Todos los Influenzavirus tipo A están categorizados de acuerdo a las dos proteínas que se
encuentran en la superficie del virus: Hemaglutinina (H) y Neuraminidasa (N). Todos los
virus de influenza contienen hemaglutinina y neuraminidasa, pero la estructura de las
proteínas difiere de cepa a cepa debido a una rápida mutación genética en el genoma viral.
Las cepas del virus Influenza A tienen asignadas una nomenclatura basada en la estructura
"H-Número" y "N-Número" según que variantes de estas dos proteínas contienen. Hay 16
subtipos "H" y 9 subtipos "N" conocidos en aves, pero sólo 3 "H" y 2 "N" se encuentran
por lo general en humanos.
Patofisiología [editar]
Véase también: Patogenia del virus influenza
Imagen de microscopía electrónica del virus H1N1. Estos virus tienen aproximadamente 80–
120 nanómetros de diámetro.[6]
Sintomatología [editar]
En la mayoría de los casos, la infección por el subtipo H1N1 se manifiesta de forma similar
y con síntomas clásicos a cualquier otro caso de infección por gripe común (influenza de
tipo A), como aumento de secreción nasal, tos, dolor de garganta, fiebre alta (mayor a 38º
C), malestar general, pérdida del apetito, dolor en los músculos, dolor en las articulaciones,
vómitos, diarrea y, en casos de mala evolución, desorientación y pérdida de la conciencia.
La diferencia radica en que el subtipo H1N1 es capaz de expresarse ocasionalmente de
modo mortífero, aunque dichos casos son estadísticamente regulares (rondando el 45%
aproximadamente del total de afectados).
Entre los grupos poblacionales más vulnerables a la influenza tipo A subtipo H1N1 se
encuentran:
En general, personas en los extremos de vida como niños entre 6 meses a 2 años y adultos
mayores a 65 años de edad.
Pacientes con afecciones crónicas de los sistemas pulmonar y cardiovascular.
Pacientes con enfermedades metabólicas e insuficiencia renal.
Niños o adolescentes que están bajo terapia prolongada con ácido acetilsalicílico
(aspirina).
Pacientes inmunodeficientes o bajo tratamiento inmunosupresor.
Embarazadas que estén cursando su 2do - 3er trimestre de gestación.
Niños en estado de riesgo como nacidos prematuros, especialmente aquellos con peso
menor a 1.500 gramos.
Gripe porcina
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Gripe porcina
Clasificación y recursos externos
Aviso médico
CIE-10 J10.
CIE-9 487
DiseasesDB 6791
MedlinePlus 007421
eMedicine med/1170
MeSH D007251
La gripe porcina es una enfermedad vírica que ataca a los porcinos pero ocasionalmente se
transmite a los seres humanos.
La gripe porcina (también conocida como influenza porcina o gripe del cerdo) esestra es
comocida cmono nanainina una enfermedad infecciosa causada por cualquier virus
perteneciente a la familia Orthomyxoviridae, que es endémica en poblaciones porcinas.
Estas cepas virales, conocidas como virus de la influenza porcina o SIV (por las siglas en
inglés de «swine influenza viruses») han sido clasificadas en Influenzavirus C o en alguno
de los subtipos del género Influenzavirus A (siendo las cepas más conocidas H1N1, H3N2,
H3N3 —aislada en Québec— y H1N2 —aislada en Japón y Europa).
Aunque la gripe porcina no afecta con regularidad a la población humana, existen casos
esporádicos de infecciones en personas. Generalmente, estos casos se presentan en quienes
trabajan con aves de corral y con cerdos, especialmente los sujetos que se hallan expuestos
intensamente a este tipo de animales, y tienen mayor riesgo de infección en caso de que
éstos porten alguna cepa viral que también sea capaz de infectar a los humanos. Esto es
debido a que los SIV pueden mutar y adicionalmente, mediante un proceso denominado
reclasificación, adquirir características que permiten su transmisión entre personas.
Además, tienen la capacidad de modificar su estructura para impedir que las defensas de un
organismo tengan siempre la misma eficacia, ocasionando que los virus ataquen de nuevo
con un mayor efecto nocivo para la salud.
Es importante destacar que el brote de gripe H1N1 de 2009 en seres humanos y que se
conoce popularmente como gripe porcina o influenza porcina, aparentemente no es
provocado por un virus exclusivo de gripe porcina. Su causa es una nueva cepa de virus de
gripe A H1N1 que contiene material genético combinado de una cepa de virus de gripe
humana, una cepa de virus de gripe aviaria, y dos cepas separadas de virus de gripe porcina.
Los orígenes de esta nueva cepa son desconocidos y la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE) informa que esta cepa no ha sido aislada directamente de cerdos. Se
transmite con mucha facilidad entre seres humanos, debido a una habilidad atribuida a una
mutación aún por identificar, y lo hace a través de la saliva, por vía aérea, por el contacto
estrecho entre mucosas o mediante la transmisión mano-boca debido a manos
contaminadas. Esta cepa causa, en la mayoría de los casos, sólo síntomas seudogripales
clásicos leves, y las personas infectadas se recuperan satisfactoriamente sin necesidad de
atención médica o el uso de medicamentos antivirales.