Sensopercepcion-Hugo Marietan
Sensopercepcion-Hugo Marietan
Sensopercepcion-Hugo Marietan
Hugo Marietan,
www.marietan.com,
1. Concepto
Todo ser vivo necesita informarse sobre su entorno, es decir, bajar su nivel de incertidumbre para
sobrevivir y adaptarse.
La función por la cual dicha información es captada recibe el nombre de "sensopercepción". Esa
función es ejercida por el individuo no en forma pasiva, sino que activamente va regulando la
información que percibe de acuerdo con la sensibilidad (umbral) de sus receptores, sus
necesidades biológicas, sus experiencias y sus motivaciones.
El organismo está dotado de sensores, receptores, analizadores específicos que captan diferencias
de ondas lumínicas (visuales), ondas sonoras (auditivas), de presión (táctiles) o variaciones
químicas (gusto, olfato), ubicados estratégicamente de tal forma y con tal especificidad, que a un
estímulo lo transforman en una señal eléctrica que va al cerebro. Allí la información es procesada.
Veamos un ejemplo simplificado: la luz, como estímulo, llega a la retina, que transforma el estímulo
lumínico en una señal eléctrica, y viaja por el nervio óptico hasta la primera estación neuronal del
cerebro.
2. Sensación
Este paso, desde el estímulo que modifica un receptor hasta la primera información que impacta en
el cerebro, se llama "sensación".
En este ejemplo llega al lóbulo occipital, área 17 de Brodman. Las diferencias entre luz y sombra
producidas por un objeto, la luz que refracta el objeto es captada por la retina y decodificada,
transformando este estímulo y transmitiéndolo al lóbulo occipital. La retina es una organización
neuronal muy compleja, que está proyectada para recibir distintas frecuencias de energía lumínica,
pero a nuestros efectos digamos solamente que capta fraccionada la información lumínica. En la
primera estación neuronal lo que llega es esa información fraccionada. Se entiende así que esta
información que aporta la sensación deba ser interpretada.
3. Percepción
Captación binaria
Lo que nosotros captamos del mundo exterior es una información binaria (0,1) que nos informa si
ha habido una señal (1) o no (0) captados como luz-sombra, derecho-inclinado, vertical-horizontal,
sonido-silencio. Esta información, totalmente segmentada, es interpretada por la memoria y
elaborada juntamente con la información derivada de los otros sentidos, pasando así de lo difuso a
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lo nítido, pero a través de un proceso de interpretaciones. Es decir que en realidad estamos
construyendo. Construimos una interpretación del objeto, obtenemos un tipo de información básica
externa, y sobre esto, construimos una hipótesis sobre el estado del medio externo.
Percepción de lo útil
De toda la información que recibimos del exterior, ¿qué es lo que tomamos? Captamos lo que nos
es útil en tanto humanos, y la forma de interpretarlo, en esencia, va a responder a las necesidades
biológicas y a nuestras motivaciones. Como dice Philipp Lersch, (1) no es lo mismo el mundo de una
mosca, compuesto de luz, sombra y movimiento, que el mundo de un humano. Las necesidades
son distintas, la captación es distinta, el umbral, el límite de sensibilidad es distinto, las armas de
sobrevivencia son distintas. Por ejemplo, la velocidad de reacción de una mosca es 1/18 segundos,
útil para huir de sus depredadores, y la nuestra, 1/9, es mucho más baja y por eso nos resulta difícil
atrapar una mosca, que a su vez no nos interesa como presa.
Nosotros no necesitamos tanta velocidad de reacción ni tanta sensibilidad olfatoria como el perro o
agudeza visual como el águila o la termosensibilidad de una serpiente.
Hay un principio de economía general: no se siente todo (sólo lo que permite el umbral de nuestros
receptores); no se percibe todo lo que se siente: hay una selección, una reducción de los datos
sentidos (se percibe lo prioritario, lo útil para esas circunstancias).
Además, no todos los individuos perciben de la misma forma; amén de la sensibilidad innata, existe
el entrenamiento que permite que, por ejemplo, un botánico perciba una gama amplísima de
vegetales en el mismo lugar donde nosotros sólo vemos pasto.
Las conclusiones que obtenemos de los datos sensibles, una vez que pasaron el filtro de la
autocrítica, se llaman "juicio de realidad".
1) El todo es más que la suma de las partes: el conjunto de lo percibido es más que la suma de las
percepciones elementales. La percepción de un paisaje es cualitativamente distinta si se percibe
cada uno de sus componentes (árbol, montaña, cielo) por separado.
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4) Tendencia a la pregnancia: es la facilidad con que un objeto es percibido como figura respecto
del fondo. Las figuras simétricas y completas tienen más pregnancia que las asimétricas e
incompletas.
5) Principio de constancia: las figuras tienden a ser percibidas como completas y simétricas aunque
no lo sean.
3) Tienen un diseño determinado, están completos y con todos sus detalles ante nosotros.
5) Los percepto son constantes y pueden ser mantenidos fácilmente de la misma manera.
A. Percepto sensorial: es el que se obtiene y elabora por el estímulo que actúa sobre los
aparatos receptores sensoriales.
B. Percepto consecutivo: es la persistencia de la imagen (percepto) sensorial después de
desaparecido el estímulo, habitualmente cuando éste ha sido intenso.
La hipótesis de J.S. Bruner dice que el acto fundamental de la percepción consiste en confrontar
una estimulación actual con las huellas dejadas por las anteriores, de modo que la primera entre en
una de las categorías que definen dichas huellas. Éstas constituyen, para P. Fraisse (1961),
esquemas perceptivos. Fácilmente se admitirá que el esquema de una palabra empleada con
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frecuencia esté más disponible y sea encontrada con mayor facilidad que el esquema de la que se
emplea raramente.
El esquema perceptivo está más o menos disponible en función de todo el contexto dentro del cual
se inserta la percepción, antes de que la información proporcionada por los mensajes sensoriales
sea introducida en los mecanismos perceptivos. Esta estructuración preparatoria y orientada de
dichos mecanismos constituye una actitud perceptiva.
Percepción y personalidad
La organización perceptiva depende de las experiencias anteriores del sujeto, de sus necesidades,
motivaciones y mecanismos de defensa. Estas condiciones de la percepción no sólo se definen por
las particularidades inmediatas y cambiantes de la situación actual, sino por las características
propias del sujeto, que las particularizan de un modo relativo, general y duradero.
Apercepción
Es la captación de una totalidad en un momento dado y no la suma de una serie de estímulos. (6)
La importancia de lo invariable
La variabilidad constante del medio nos mantendría en un estado de alerta permanente tratando de
decodificar y clasificar toda la información para lograr adaptarnos. Esto significaría un desgaste
intolerable.
Las representaciones
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Las representaciones son imágenes surgidas en la conciencia, reconocidas como un producto del
sujeto mismo, son íntimas, carecen de vivacidad y nitidez, dependen totalmente de la actividad
psíquica y se modifican con la voluntad. (2) Representar viene del latín re-praesento: poner ante los
ojos. En la representación el objeto es imaginario y reviste características de subjetividad y de no
estar sensorialmente presente. (4) Según Weitbrech, la representación es un percepto reproducido.
(6)
3) Tienen un diseño indeterminado, están incompletas y sólo con algunos detalles ante
nosotros.
Tipos de representaciones
4) Oníricas: son aceptadas como reales en el soñar. Son poco nítidas, dinámicas,
inestables, sin conexión temporal y muchas veces absurdas.
Resumen
Ejemplo: nuestros sensores captan variaciones de luces, olores, ruidos, texturas, etcétera. Esas
sensaciones son identificadas por la percepción como "cama", "ropero", "olor a sábanas limpias",
"tictac de un reloj", etcétera. Estos perceptos son integrados por la apercepción, dando el concepto
situacional de "dormitorio" en el que hay una cama, un ropero, un reloj, un olor a sábanas limpias,
etcétera. El cuarto paso es la integración de mi persona en ese contexto (lo apercibido), es decir, la
lucidez cognitiva (ver), el conocimiento de mi persona respecto de la situación: "Estoy en un
dormitorio".
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Reiteramos nuestra posición de que si bien una perturbación puede acentuarse en determinada
función, ésta repercute en todas las funciones psíquicas. Lamentablemente, por cuestiones
didácticas debemos recurrir a la separación de los síntomas por funciones. Aunque estos
fenómenos deben ser estudiados no aisladamente, sino integrados al síndrome del que forman
parte.
A. Agnosias
Alteración neuronal de las áreas cerebrales donde se hace el reconocimiento de las sensaciones,
con conservación de los órganos de los sentidos, de la vía aferente y de la zona de proyección
primaria. La persona se siente incapacitada de reconocer la sensación presente. No se puede
realizar la concordancia entre la sensación presente y el material mnésico que permite su
reconocimiento.
Esta falla en la identificación es facilitada por la expectación (lo que esperamos ver o escuchar), el
contexto, el entorno del objeto a identificar, las señales semejantes (respondiendo a las leyes
gestálticas de proximidad, continuidad, similitud, simetría, clausura), o la falta de nitidez o claridad
en los objetos. Parte de lo que observamos está presente sensorialmente, pero lo completamos
erróneamente.
Tipos de ilusiones
Según Jaspers (7) existen tres tipos de mecanismos por los cuales se produce la ilusión:
1) Ilusiones por inatención: el sujeto no presta durante tiempo suficiente la necesaria atención e
interpreta erróneamente al mundo real. Se confunde con una voz la campanada de un reloj.
2) Ilusiones catatímicas: origina la ilusión la fuerte tensión afectiva o un especial estado de ánimo.
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3) Ilusiones pareidólicas: partiendo de impresiones sensoriales imperfectas, nuestra fantasía les
presta elementos conducentes a imágenes ilusorias de perfecta nitidez. La contemplación de
nubes durante largo rato hace que veamos en ellas montañas nevadas. Estas ilusiones se
diferencian de las alucinaciones por la posibilidad de corregir la imagen sensorial aguzando los
sentidos.
Otro clásico: vamos caminando en un lugar solitario y oscuro y vemos un bulto y creemos que es
alguien agazapado.
Es decir, lo que nos informa la sensación en la primera etapa es correcto, pero la construcción
perceptiva falla en la identificación final: es errónea.
La ilusión es un fenómeno normal, pero de acuerdo con su frecuencia e intensidad puede ser
considerada como patológica. De hecho se da en muchos cuadros psiquiátricos.
B. Alucinación
Ahora pasamos al desconcertante caso en que la mente humana crea una imagen con la siguiente
característica: la vivencia en el mismo lugar y simultáneamente con los objetos reales.
La alucinación se define clásicamente como percepción sin objeto o percepción sin objeto que
estimule nuestros sentidos. Sin embargo consideramos que para que haya percepción debe existir
un objeto real.
Los objetos están bien identificados, es decir la percepción no está distorsionada. A lo percibido se
le agrega una representación. Esta representación es vivenciada como integrada a lo percibido, por
lo que el alucinado no puede discriminar lo percibido de lo representado y lo vivencia como un
percepto más. Lo integra erróneamente. Por eso la alucinación es una distorsión de la apercepción,
que es la que integra lo percibido y permite una captación global.
Por ejemplo, en una alucinación visual se ve una habitación y su contenido (que son reales) y
además lo alucinado (creado). Las alucinaciones son fenómenos globales con repercusión en la
mayoría de las funciones psíquicas. El alucinado es un sorprendido por la alucinación. Lo vivencia
como algo ajeno, externo a su Yo.
La certeza se origina en el hecho de que lo alucinado está integrado al resto de los perceptos, lo
cual le da al paciente una convicción refractaria a toda contraargumentación. Su realidad es distinta
a nuestra realidad.
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Resumen(11)
Todo ser vivo necesita informarse sobre su medio para conseguir su comida, guardarse de no ser
comido por otros y tratar de reproducirse. Para informarse cuenta con los sensores, órganos
específicos que se estimulan de acuerdo con un rango de sensibilidad determinado por las
necesidades de la especie. Los sensores responden a las variaciones de presión, temperatura,
ondas lumínicas, sonoras, sustancias químicas (olores y sabores), etcétera.
Una vez que el estímulo supera el umbral del sensor, éste realiza una conversión energética
específica (por ejemplo, la retina convierte energía lumínica en una variación química que genera
un potencial eléctrico de membrana).
Esta primera etapa —de la estabilidad a la variación— constituye un cambio, es decir, una
información. Algo pasó. A esta información externa pura ("en bruto", no significada) la
denominamos "sensación" (S). Por ejemplo, las variaciones de presión del aire (ondas) hacen
vibrar la membrana timpánica y de esta manera se capta la información de ruido.
La cuarta etapa consiste en la integración del percipiente con su entorno: "Yo estoy en un bar",
para nuestro ejemplo. Es decir el conocimiento (conciencia) no sólo de las cosas (lo percibido) y la
captación global del entorno (apercepción), sino también de la propia persona en relación a lo
percibido y apercibido.
Es decir, nuestro deseo de ver a Juan sobrecomplementa una sensación insuficiente (alguien
parecido a Juan), determinando una hipótesis de identificación falsa: es Juan.
En nuestro ejemplo del bar: percibimos adecuadamente las cosas: mesas, sillas, mozo, clientes,
etcétera, y de pronto "vemos" nítidamente en ese entorno un lagarto (que no existe en realidad), lo
integramos al entorno como un percepto más, y concluimos que en el bar hay un lagarto. Es decir,
a una representación pura le otorgamos la categoría de percepto.
Sintéticamente:
Se comprende entonces, de acuerdo con nuestro modelo, que la alucinación no es una falla
perceptiva (las sensaciones se corresponden con sus representaciones complementarias), sino
que una representación (que no complementa ninguna sensación) es tomada como un percepto e
integrada erróneamente al resto de los perceptos. La falla es, entonces, aperceptiva.
Aunque sabemos que la génesis primaria de estos fenómenos reside en una falta de discriminación
entre lo interno y externo al Yo, creemos que un modelo como el presentado mejora en precisión
las clásicas definiciones sobre alucinación e ilusión.
Cualidades de la alucinación
2) Localización: tiene idéntica localización que los perceptos ordinarios. Se vivencian como
provenientes del exterior.
Tipos de alucinaciones(7)
Alucinaciones auditivas
El paciente cree oír voces de personas casi siempre invisibles y en otros casos son impersonales
como si provenieran de una pared, de electrodomésticos, satélites, extraterrestres, etcétera. En
ocasiones pueden ser una o varias voces que dialogan entre sí o que comentan los actos del
alucinado.(7)
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Esquizofrenia, 12 años: "—Tengo miedo de la ventana. Me parece oír la voz de mi abuelo, le hablo
y me contesta. A veces me dicen que me tranquilice"
—¿Quiénes te dicen?
—Un bien y un mal. Siento las voces en todo momento. A veces hablo sola con mi abuelito. Los
demás piensan que hablo sola, pero yo estoy hablando con él.
—Es todo una voz, como si una voz me dijera no, otra me dijera sí.
Alucinaciones visuales
Esquizofrenia, 22 años: "Yo tendría 14 años y vi una sala de bebés, fue un flash: vi la muerte de mi
abuelo paterno. Vi lo que pasó con mi madre cuando era chica.
Yo no tengo mucha imaginación visual, por eso me llama la atención ciertas imágenes que se me
aparecen. Se me aparecen unos seres chiquititos con mucha movilidad."
Esquizofrenia, 12 años: "—Antes había visto a Melany que no me quería hablar. Creo que ésa fue
la primera vez. Melany estaba pasando unos días en casa de mi prima. Yo la vi en casa. Le hablé
y no me contestó. Se fue caminando, agarró unas flores y se fue.
Alucinación extracampina
—¿Quién?
—Esa mujer.
—¿Dónde?.
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—Ahí, atrás.
Todo esto lo decía sin mirar hacia atrás, como si lo viera con "la nuca". Era una paciente con
esquizofrenia hebefrénica.
Se alucinan olores o sabores desagradables. Hay que descartar patología del uncus cerebral.
Una paciente epiléptica aseguraba sentir "olor a muerto" por momentos. Un esquizofrénico se
negaba a comer cuando "olía a veneno" en su plato.
Alucinaciones táctiles
Son activas cuando el sujeto cree tocar una cosa que no existe, y pasivas cuando percibe la
sensación de que lo toca una persona u objeto. Son poco frecuentes, se observan en el delirium
tremens, en el delirio ectoparasitario y esquizofrenias.(7) Decía Aristóteles que el tacto era el sentido
confirmador, y en verdad, cuando queremos cerciorarnos de algo, si es posible, lo tocamos. Por lo
que la creencia de tocar y ser tocado debe provocar, en el caso de la alucinación, una convicción
muy fuerte.
"Me tocaron el hombro y me llamaron por mi nombre; giré rápidamente pero ya se habían ido". "Me
molestan constantemente agarrándome de la cintura, me tocan la cola, me empujan...".
Esquizofrenia.
Alucinaciones cenestésicas
Tienen como base los órganos corporales.(7) Lo alucinado se agrega a la información del estado de
nuestros órganos y funciones (sensibilidad propioceptiva).
Por ejemplo, pueden referirse al tamaño de los órganos (el corazón ocupa todo el pecho, el cerebro
se ha atrofiado), otras a desplazamientos de su posición habitual (el corazón ha descendido al
vientre); o bien los órganos se han podrido, han desaparecido, se han convertido en piedra,
etcétera. En otros casos los pacientes afirman que tienen alojada en la cavidad abdominal una
serpiente o que se hallan embarazados. Son muy frecuentes las alucinaciones genitales, con
sensación de coito completo, de violación, de masturbación forzada. Otra alucinación que se
observa es aquella donde el paciente cree que tiene parásitos que caminan debajo de su piel,
como se da en los cocainómanos y los delirios ectoparasitarios de Ekbon.
Para G. Huber(10) el término "cenestesia" significa que los síntomas primarios no son una actitud
defectuosa constitucional o neurótica o una delusión hipocondríaca, sino extrañas sensaciones
corporales cualitativamente anormales.
Entre las múltiples cenestesias debemos distinguir algunos tipos bien definidos, aunque es
imposible categorizarlos sistemáticamente:
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2) Sensaciones de debilidad motora, a veces en forma creciente hasta llegar a los así llamados
"estados de fascinación" (spellbound).
5) Sensaciones eléctricas.
6) Sensaciones térmicas de calor y frío, más difusas o más circunscriptas; por lo general ocurren
sin una proyección externa.
12) Sensaciones provocadas por estímulos acústicos, emocionales y táctiles; estas últimas son
hiperpatías y por lo tanto ya son un síntoma neurológico. Raramente se pueden encontrar
hipoestesias e hipalgias circunscriptas y a veces unilaterales; las sensaciones espontáneas pueden
ocurrir también en sólo una mitad del cuerpo.
Por lo general las cenestesias se combinan con malestar vital, fatiga y agotamiento creciente.
Alucinaciones cenestésicas vaginales: "Tenía penetraciones de coito, por algo. Caras, cosas, que
se me introducían. Me obligaban a sentir deseos por mi padre. Me dio asco y lo rechacé. Esto me
llevó a rechazar el sexo y también la comunicación con los otros.
Me estimulaban en exceso sin que yo lo quisiera; y cuando quería masturbarme no sentía nada."
Alucinaciones Cinéticas
Tienen como base las articulaciones y los músculos. El paciente tiene vivencia de ser movido,
rotado, empujado. Sensación de que el suelo se levanta o se hunde, que el cuerpo vuela o pesa
como una pluma, o que levita. Se incluyen aquí las alucinaciones de la imposibilidad de efectuar
movimientos o las verbomotrices en la que el paciente alucina los movimientos en la laringe, de las
palabras, y cree decir algo y no dice nada.
Alucinaciones negativas
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Alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas
Se producen en sujetos normales al iniciar el proceso del sueño por descenso de la energía del
sistema sueño-vigilia, con la consiguiente hipolucidez, donde la producción de representaciones no
es discriminada de los perceptos. Suelen ser figuras simples, a veces figuras, impresiones visuales
que se produjeron en el día, y con menos frecuencia, audiciones. Si se producen al comenzar a
dormitar se llaman "hipnagógicas", y si es al iniciar el despertar "hipnopómpicas".
Pseudoalucinaciones
El esquizofrénico dice sí o bien queda impactado. Sabe perfectamente a qué nos estamos
refiriendo. El hombre sano pregunta "¿De qué voces me habla?"
Les he preguntado a esquizofrénicos: "Esa voz que usted oye, ¿es la voz de una persona?" "Sí",
suelen contestar. "Esa voz ¿es igual a la que está escuchando cuando le hago esta pregunta o a la
voz de cualquier otra persona?" Y contestan que no, que es otro tipo de voz. O sea que distinguen
la voz de la alucinación de la voz no alucinada. No saben explicarla, pero la distinguen.
Luego debe preguntarse de dónde proviene la voz, si es de un hombre, mujer o niño y el contenido
de lo que dice. Las alucinaciones auditivas de tipo imperativa, es decir donde el paciente escucha
que le ordenan lo que debe hacer, son índice de peligrosidad si el contenido es agresivo hacia sí
mismo o hacia terceros. Unas veces el paciente lucha contra esa orden, otras obedece
pasivamente, como un autómata.
—Escucho información que me dan que hacen con derecho de pedir a Dios y a la Madre María
que ellos me dan información.
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—¿Desde dónde las escucha?
—Yo teatralizo con el fleje y recibo la información cuando se da y la recibo con el fleje para saber
qué hacer. (Desgrabación de una entrevista, esquizofrenia, 42 años.)
Otro ejemplo: "Sé que no es una verruga: soy hermafrodita. Estaba leyendo un libro de Cristian
Barnard sobre medicina y una voz me dijo: "Vos sos esto". Y era un capítulo de hermafroditismo. Y
después de eso me puse a investigar. Encontré eso (la verruga) y lo comprobé. Por eso ahora
nadie me puede convencer." (Esquizofrenia, 22 años.)
Alucinosis
Para Wernicke es un delirio alucinatorio. En la alucinosis de los bebedores hay un estado delirante
subagudo sin alteración importante de la conciencia, con intensas alucinaciones acústico-verbales
que duran algunos días o semanas. La alucinosis peduncular producida por una lesión de la calota
de los pedúnculos cerebrales, frecuentemente por causa vascular o toxoinfecciosa, transcurre con
imágenes exclusivamente visuales, múltiples, móviles, coloreadas, en relieve, que representan
personajes o animales. Aparecen paroxísticamente al caer la noche y por un corto tiempo (horas). (8)
Hay otros fenómenos en donde participan voces (aunque para nosotros deben ser tratados como
fallas en la identificación del propio pensamiento, más que alteraciones sensoperceptivas), como
es el comentario de los propios actos, uno de los síntomas primarios de Schneider(9) para la
esquizofrenia. Consiste en que el paciente oye en su cabeza a un relator que va comentando todo
lo que hace en ese momento: "En este momento estás leyendo, ahora pasás al otro renglón, das
vuelta la página, etcétera."
Otro síntoma primario de Schneider para la esquizofrenia es el llamado eco del pensamiento. Esto
hay que diferenciarlo de las alucinaciones. Consiste en que el paciente escucha sus propios
pensamientos, pero en un alto volumen interior. Habitualmente el pensamiento es subvocal, pero
en este caso el paciente lo escucha como si fuera en voz alta. Es su propio pensamiento y su
propia voz. En la alucinación lo vive como una voz ajena. Es uno de los primeros síntomas que se
presenta en los esquizofrénicos y que causa gran perplejidad, miedo, angustia. Causa terror
porque el enfermo escucha su propio pensamiento y no sabe qué está ocurriendo. No puede
explicarse qué es lo que pasa. No es externo, ni impuesto, ni otra voz: es su propia voz.
Lo mismo ocurre con eco de la escritura y de la lectura, donde lo que escribe o lee es audible para
el paciente, aunque lea o escriba en silencio, por supuesto. Pero también aquí es su propia voz. Y
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a veces queda más perplejo porque su voz se adelanta a lo que va a leer o escribir. (En realidad la
vista es más rápida que la vocalización, lo que ocurre es que al ser subvocal la lectura no lo
percibimos, pero se hace claro en este fenómeno.)
Clásicamente esto se ubica entre las alteraciones sensoperceptivas, pero pensamos que es un
fenómeno global: en todo caso son más cercanas a los trastornos en el conocimiento del propio
pensamiento. Los síntomas de Schneider serán tratados en el capítulo sobre esquizofrenia, en el
segundo tomo.
Bibliografía
6. E. Bonnet, Psicopatología y Psiquiatría forenses, Buenos Aires, López Libreros Editores, 1983.
10. G. Huber, "Esquizofrenia cenestésica", Alcmeon, año VII, vol. 4, Nº 4, marzo, Buenos Aires, 1996.
11. Fragmento de clase dictada en el "Curso de Semiología" del Hospital "José T. Borda", abril de 1996.
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