La Salud Del Trabajador - Ant. Siglo XXI

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Capítulo III
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La salud del trabajador.

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De la antigüedad al siglo xxi

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Consuelo Granja Palacios
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Desde su aparición sobre la tierra, el hombre debe utilizar


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parte de su energía en actividades tendientes a modificar la


naturaleza circundante, con el fin de satisfacer sus necesidades
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y las de la sociedad en la que vive. Es decir, el hombre necesita


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trabajar para alcanzar una vida sana, productiva y feliz.


Héctor Nieto
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3.1. Introducción
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A medida que fue surgiendo, el trabajo evolucionó en diferentes formas a través del
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tiempo. Desde la edad primitiva y hasta nuestros días, la historia y los estudios han
evidenciado que existe una influencia del trabajo en las condiciones de la vida y de la
salud. Asimismo, se han producido cambios en la realización de las labores y los dife-
rentes procesos, como consecuencia del modelo de desarrollo económico, la tecnología
y la globalización, que trajeron consigo la concentración del capital, el desempleo, la
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flexibilización y precarización del trabajo, generando un impacto negativo en la salud de


los trabajadores.
Se hace necesario avanzar en la construcción de un modelo de intervención holís-
tico, que promueva el trabajo decente y facilite el desarrollo de competencias laborales,
el bienestar del trabajador y proteja el medio ambiente. Para llevar a cabo este propósito

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se requiere la participación de la academia, del Estado y de los diferentes sectores econó-


micos, teniendo en cuenta la legislación, los estándares internacionales y una gestión in-

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tegral del riesgo ocupacional, con base en los planes de mejoramiento continuo. Franco

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menciona que la Salud en el Trabajo

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[…] es un área compleja del conocimiento que se encarga del estudio inte-

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gral del proceso de trabajo y su relación con la salud de los trabajadores, para

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lo cual utiliza algunas disciplinas como la seguridad, higiene, ecología, pro-

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tección civil, psicología, ergonomía, y medicina del trabajo, entre otras para
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cuantificar los fenómenos en estudio; cuyo fundamento y marco explicativo
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se ubican en el ámbito económico, político e histórico de los grupos sociales


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involucrados. (2000, p.116)


La seguridad y la salud en el trabajo, o la salud ocupacional, están ubicadas den-
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tro de la Salud Pública y requieren también de la intervención de otras disciplinas,


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como la enfermería, antropología, sociología, derecho, epidemiología, administra-


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ción y economía, quienes participan de manera interdisciplinar, para realizar una in-
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tervención integral en la salud de los trabajadores.


Desde el punto de vista histórico, el hombre siempre buscó los medios para reali-
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zar las actividades, adaptarse a la naturaleza y comenzar a satisfacer sus necesidades, ser
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productivo y encontrar la felicidad. Sin embargo empezó a estar expuesto a diferentes


agentes o peligros generados por los tipos de trabajo y los elementos que utilizaba para
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poder realizarlos le causaron enfermedades, las cuales eran estudiadas y tratadas a me-
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dida que iban apareciendo.


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3.2. Evolución de la salud y el trabajo a través


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de la historia
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A continuación se realiza un breve recorrido por cada una de las etapas de la historia con
el objeto de dar a conocer los elementos y características de la evolución del trabajo y su
influencia en la salud, pues cada época aportó diversos aspectos que son fundamentales
para establecer la relación entre la salud y el trabajo.

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La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

Durante la Época Primitiva, desde el momento en que el hombre comenzó a cami-


nar sobre sus dos extremidades exponiéndose al medio circundante y evolucionó de la
conciencia animal al Homo-Sapiens (homínidos con cerebro), comenzó a experimentar
cambios y a dominar el mundo. Fue la época del periodo Paleolítico al Neolítico, en la
cual el hombre tuvo contacto con la naturaleza y se presentaron grandes sucesos, como

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el uso y construcción de los primeros instrumentos de trabajo, inicialmente a base de


piedra y palo, luego se produce el dominio del fuego, y el uso de la cerámica. El hombre

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pasó de la etapa recolectora a la agricultura y la ganadería a través de un régimen comu-

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nitario; solo por medio del trabajo común lograba subsistir, consideraba la enfermedad

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como un ataque de fuerzas externas y su entorno eran las fieras y el medio ambiente;

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también pensaba que la causa de la enfermedad era producida por los demonios o en-

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viada como un castigo por los dioses.

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Según el paleopatólogo Marvin Allison (citado por Ayala, 2001), el cambio del
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consumo de la carne a los vegetales ocasionó problemas como la caries y cambios gas-
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trointestinales, y también el paso al sedentarismo. En esta época se presentaron las pri-


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meras enfermedades, como la sordera mecánica por repetidas infecciones en el oído de


los pescadores ocasionada por el buceo en el agua; en las mujeres se presentó la patología
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squattina facets, que es una lesión de la articulación del tobillo, causada por permanecer
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un tiempo prolongado en la posición de cuclillas escamando mariscos. Posteriormente,


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aparece la osteoporosis de las vértebras cervicales tanto en hombres como en mujeres,


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presentada por la carga permanente de 40 o 50 kilogramos de capacho (cuerda), que se


usaba para realizar actividades de minería, construcción y comercio.
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Durante la Edad Antigua, en Egipto, se daba trato especial a los guerreros, embal-
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samadores y fabricantes de armas, los cuales tenían leyes para realizar su labor y evitar
accidentes de trabajo, la medida de protección era conocida a través de talleres reales
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en las ciudades y eran impartidas por el faraón. Los trabajadores de agricultura, pesca y
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ganadería, no tenían ningún manejo preferencial, pero tenían un servicio de salud pú-
blica. En Mesopotamia, los aspectos relacionados con la protección de los trabajadores
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fueron registrados en el código legal, creado por el Rey Hammurabi, en el que consolidó
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y unificó las leyes del pueblo babilonio, fundamentadas en la equidad y en el compor-


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tamiento social, además se resaltaba el amparo a las actividades agrícolas, de transporte


y construcción y se fijaron los honorarios médicos para ricos, pobres y esclavos. Las
leyes fueron esculpidas en piedra, como símbolo de fortaleza y de divulgación para que
todo el pueblo conociera sus derechos y deberes, plasmados en el denominado Códi-
go de Hammurabi. El código fue remplazado por la Ley del Talión, que hablaba de la

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Salud colectiva

prevención de accidentes e indemnizaciones, aplicando el principio de ‘ojo por ojo,


diente por diente’, cuya intención era mantener un control mediante la amenaza explíci-
ta del castigo que se correspondía con la gravedad de la falta.
En el Mediterráneo, nace la civilización griega y romana. La primera, en sus ini-
cios, una sociedad esclavista, que dio origen a las grandes culturas, como fueron el Es-

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tado Griego y el Imperio Romano, que se caracterizaron por el desarrollo intelectual y


por su espíritu guerrero, respectivamente. En la segunda, surge la división del trabajo, el

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manual e intelectual, en donde aparecen el médico, el músico y el escultor, entre otros,

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como actividades profesionales. Dichas actividades eran protegidas por el Estado, sin

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descuidar algunas consideraciones especiales para labores como la alfarería, la zapatería

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y el trabajo de los guerreros.

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Dentro de esta cultura nace Hipócrates, considerado el padre de la medicina,

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quien escribe sus primeras notas médicas acerca de los peligros para la salud generados
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por el trabajo de la metalurgia. En sus notas, describe los síntomas de la enfermedad del
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trabajador, ocasionada por realizar esta labor, e igualmente, presenta la enfermedad pro-
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ducida por la intoxicación con plomo; además, dio a conocer una metodología para rea-
lizar las visitas a los centros laborales, e identificar y dar a conocer los factores causales
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de las enfermedades de los trabajadores. Luego Plinio el Viejo, científico romano, en sus
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manuscritos describe las enfermedades producidas por el zinc, el cinabrio y el mercurio


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y diseñó la primera máscara de protección respiratoria con una vejiga de buey.


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En la cultura romana, por ser un estado en el cual predominó la esclavitud, los


aportes a la salud no fueron relevantes, solo se legisló con respecto a la salud pública en
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beneficio de los ciudadanos, especialmente para contrarrestar las plagas y enfermedades


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que afectaran las grandes ciudades, por lo tanto surgen las agrupaciones o asociaciones
de personas que pretendían protegerse de las enfermedades, de los accidentes, de las
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calamidades y de la muerte, sin apoyo alguno del estado. Estas agrupaciones eran volun-
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tarias y de carácter solidario. Asimismo, originaron los llamados ‘collegia’, que fueron
asociaciones con fines profesionales de ayuda mutua y solidaria, cuyo fin era financiar
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las honras fúnebres de los trabajadores; estas asociaciones contaban con una asamblea,
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y el presidente era llamado ‘patrón’.


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Hacia el siglo xvi aparecen los primeros tratados sobre el uso de metales y mi-
nerales, utilizados en aquella época para la fabricación de armas y otros utensilios, y
es a mediados del siglo que Von Hohenheim describe las enfermedades y deformacio-
nes causadas por el uso de estos metales. Al mismo tiempo, el médico alemán Georg
Bauer, cuyo seudónimo latinizado fue Georgius Agrícola, conocido como el padre de la

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La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

mineralogía se ocupa de estudiar los peligros relacionados con la minería en su obra De


Re Metallica, publicada en 1556, la cual consiste en un tratado completo y sistemático de
la minería y la metalurgia extractiva, describe las afecciones del pulmón, la articulación
y los ojos. Otra de sus obras es la denominada D Animati Bus Subterraneis, en ella afirma
su teoría acerca de los problemas de salud de los mineros por la pésima ventilación en

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sus lugares de trabajo.


Durante esta misma época otro de los estudiosos fue el suizo Paracelso, que en

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1567 publica su monografía dedicada a las enfermedades y su relación con las ocupa-

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ciones. Parte de sus estudios fueron dedicados a las enfermedades pulmonares de los

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mineros, a los fundidores y trabajadores metalúrgicos, a las enfermedades causadas por

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el mercurio y en especial a la tisis, a la cual le dedica tres de sus volúmenes.

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En este mismo siglo, el médico Jean Fernel descubre el envenenamiento por mer-

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curio y la intoxicación por gas grisú, gas negro o bióxido de carbono, gas blanco u óxi-
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do nitroso, siendo este último utilizado en el trabajo minero, que al inhalarlo producía
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cefalea, adormecimiento y posteriormente la muerte. Durante esta época se forman los


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estados y recae sobre ellos la responsabilidad de proteger al ciudadano, circunstancia


que más tarde fundamentó el nacimiento de la Salud Pública.
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En Italia aparece el sistema corporativo hacia el año 1645, en el cual se crearon las
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corporaciones de oficio. Estas elaboraron estatutos y tuvieron como finalidad proteger a


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los trabajadores accidentados, se convirtieron en las primeras normas legislativas, espe-


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cialmente, para los obreros de la construcción.


En el siglo xviii, Bernardino Ramazzini, padre de la medicina ocupacional, es-
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cribe el tratado De Morbis Artificum Diatriba (tratado sobre las enfermedades de los
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trabajadores), que publica en 1770, en el cual describe estudios sobre salud pública y
epidemiología de los trabajadores de la minería, alfarería y botica, e incluye el término
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higiene y describe los riesgos de 54 profesiones. También se ocupa de los trabajadores


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que manifestaban lumbagos, hernias y várices por su trabajo de pie y describe las con-
secuencias del trabajo en alfarería, como el asma, el vértigo y la ciática, los trastornos
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ópticos y el envenenamiento de los trabajadores que utilizaban el mercurio y, por úl-


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timo, estudió la tisis de los albañiles. Fue Ramazzini, quien recomendó el cambio de
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postura, la realización del ejercicio y la buena ventilación en los talleres de oficio.


En este mismo siglo, Inglaterra pasa de una época eminentemente agrícola a la
industrialización, la Revolución Industrial. Con el surgimiento de la máquina se des-
plaza la mano de obra artesanal y el taller del artesano se convierte en fábrica, aparecen
los ferrocarriles, las máquinas de vapor, los potentes motores, la industria textil y las
grandes urbes.

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Salud colectiva

Durante la Revolución Industrial se incorporaron un mayor número de trabajado-


res y se incluyeron los niños a la fuerza laboral; es decir, el desarrollo de la industria oca-
sionó el uso de mayor cantidad de mano de obra y de sistemas mecánicos mucho más
complejos y peligrosos para quienes los manejaban, ocasionando accidentes de trabajo
o enfermedades profesionales, fundamentando la necesidad de fortalecer la higiene en

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el trabajo y realizar estudios acerca de dichos eventos para identificar sus causas y rea-


lizar prevenciones. Entre 1775 y 1778 se publican las conclusiones del estudio de Pott,

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quien después de observar y revisar las características de un grupo de hombres jóvenes

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que presentaban una patología común —cáncer de escroto— identificó que el trabajo

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en la infancia como deshollinadores era la causa de esta enfermedad, ocasionada por el

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tiempo de exposición prolongado al contaminante y la escasa higiene personal.

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En esta época se perfeccionan los procesos de industrialización, aparecen nuevas

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ramas de la industria y tipos de factores contaminantes que afectan la salud de los traba-
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jadores. Surge el desarrollo del capitalismo y las naciones reciben la influencia de la De-
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claración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada en Francia en 1789.
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En países como Inglaterra se dan los primeros adelantos legislativos de la seguri-


dad industrial, en los cuales se incluyó la implementación de las visitas a los centros de
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trabajo por funcionarios del Estado (inspectores), para informar y recomendar el mejo-
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ramiento de locales y la iluminación de las fábricas, el blanqueamiento de paredes cada


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seis meses, reglamentos de trabajo, la legislación sobre indemnizaciones y la reducción


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de horarios de trabajo a catorce horas, aspectos que se fueron extendiendo a los demás
países industrializados.
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Durante el siglo xix, el rápido desarrollo de la industria —que generó condicio-


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nes y técnicas que propiciaron peligros y riesgos para el obrero y que trajeron consigo
las posteriores manifestaciones de obreros y trabajadores en contra del funcionamien-
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to de las fábricas, por las condiciones de trabajo a las cuales estaban expuestos—, llevó
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a la creación de las primeras regulaciones que se constituyeron en la Ley del trabajo de


1833, cuyo fin era el de reglamentar el empleo de menores de nueve años y especificaba
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que los que no habían cumplido los 16 años, no podían trabajar más de 69 horas por
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semana.
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Más tarde el reformador Sir Edwin Chadwick, impulsó las leyes de la salud públi-
ca y dio origen a un documento, el informe condiciones sanitarias de la población obrera
de la Gran Bretaña, publicado en 1842. Esta obra se constituyó en el documento modelo
del siglo xix para los países de Europa y Estados Unidos; es por ello que los legisla-
dores se ven obligados a elaborar leyes para que los empresarios dieran inicio al pago

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La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

de compensaciones en cuanto a los accidentes de trabajo y al estudio de enfermedades


profesionales, como consecuencia del desarrollo de la industria.
En 1866, Zenker denomina Neumonoconiosis a las patologías pulmonares aso-
ciadas con polvo, las que hoy día se conocen como neumoconiosis, denominado así por
Proust en el año 1874, después de publicados los estudios de Charles Thackrah, llama-

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dos los ‘efectos de las artes’, en donde menciona cómo el material particulado, el polvo,


debe ser reconocido como agente etiológico de las enfermedades pulmonares laborales,

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haciendo énfasis en la diferencia entre el orgánico y el inorgánico y su efecto sobre la

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mucosa bronquial. Hacia 1883 se publica en Inglaterra la ley de fábricas, cuyo propósito

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es el bienestar de los trabajadores otorgando responsabilidad a los empleadores, convir-

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tiéndose en referencia para todas las naciones de Europa.

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Durante la segunda mitad del siglo xix, nace la historia del Día del Trabajo cuan-

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do, debido al rápido avance industrial, aumentó el trabajo de hombres y mujeres, ori-
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ginando inequidad en los salarios de los obreros, hecho que produjo enfrentamientos,
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agitaciones y luchas entre trabajadores y empleadores. Lo anterior hizo que los primeros
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se agruparan en sindicatos para defender sus derechos y lograran mejores condiciones


en la calidad de vida laboral. En el mes de noviembre de 1884 se celebró en Chicago el
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iv Congreso de la American Federation of Labor. Este congreso tenía como objetivo,


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proponer que a partir del 1 de mayo de 1886 el sector patronal de los Estados Unidos
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respetara la jornada laboral de ocho horas, de lo contrario los trabajadores entrarían en


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huelga y concentraciones obreras.


En 1886, el presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la ley
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de Ingersoll, la cual estableció la jornada laboral de ocho horas, gracias al trabajo de Ira
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Steward, obrero dedicado a la mecánica. Al año siguiente, en 1890, quince naciones


reunidas en Berlín realizaron el tratamiento de la intervención del estado en lo rela-
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cionado con las tareas laborales. Así nació la idea y la necesidad de crear un organis-
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mo internacional asesor que velara por los derechos y deberes emanados del trabajo: la
Oficina Internacional del Trabajo, que más adelante se transformó en la Organización
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Internacional del Trabajo (oit), con sede en Ginebra (Suiza), bajo el control de la Orga-
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nización de las Naciones Unidas (onu).


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Durante los primeros años del siglo xx se publican los libros Ocupaciones peli-
grosas y Enfermedades propias de los oficios por Sir Thomas Oliver, cuyas obras fueron
de gran impacto en Europa, y dieron origen por una parte, a grandes discusiones entre
los médicos y por otra, a la creación de asociaciones para el estudio de estas enfer-
medades. En este mismo siglo se crean las escuelas y asociaciones para el estudio de

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Salud colectiva

las enfermedades de los trabajadores, la primera clínica del trabajo en Milán en 1902
y la Comisión Internacional de Salud Ocupacional (icoh) en 1906, en esta misma
ciudad.
Hacia 1911 en Estados Unidos, Taylor contribuye, a través de su teoría adminis-
trativa —con el estudio de los manuales de tareas—, al diseño funcional de las herra-

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mientas, la disposición funcional del sitio de trabajo, los estudios de métodos, el estudio


de tiempos y movimientos, las mediciones de frecuencia, el flujo de producción y la

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especialización del trabajo.

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En las primeras décadas del siglo xx se crean institutos para el estudio de enfer-

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medades profesionales, como son el Instituto de Higiene Industrial de París, el Instituto

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para Enfermedades del Trabajo en Lyon y la cátedra de Medicina del Trabajo en la Uni-

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versidad de Barcelona.

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En 1919, América Latina se vio notablemente influida por los acontecimientos de
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los países de Europa y de Estados Unidos, en los que también se observaron los movi-
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mientos sociales que dieron origen a disposiciones en cuanto a la protección del trabaja-
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dor. Es así como en Lima un grupo de expertos, liderado por el Dr. Bloomfield, organizó
los servicios de Salud Ocupacional en Perú, Bolivia, Chile, Colombia y Venezuela y
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fundó el Instituto de Salud Ocupacional del Perú, que se convirtió en precursor de la


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formación de los trabajadores.


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3.3. Evolución histórica en Colombia


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En Colombia la salud se remonta a la época prehispánica o amerindia, donde el indí-


gena buscaba ser protegido y asegurado, logros mínimos que adquiere con base en una
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organización social en la que el trabajo tenía un mérito y protección por parte de la


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comunidad.
Durante el régimen español aparecen las leyes coloniales. España le dio a las tie-
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rras americanas una organización administrativa, política, social y económica. Existió


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en esta etapa una legislación que reglamentó todos los órdenes de la vida colonial de
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América; dichas leyes fueron las reales cédulas, las reales ordenanzas, los autos y provi-
siones, en ellas se resaltaron leyes protectoras del trabajo a partir de 1541, por ejemplo,
se prohibió trabajar los días domingos y festivos; se reglamentaron los salarios, pues
debían ser justos y acordes a la calidad del trabajo, ocupación, tiempo y carestía; se con-
sagró la libertad del trabajo para los indios mitayos y se ordenó que debía reconocérseles

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La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

los jornales correspondientes a los gastos de ida y regreso a los lugares de trabajo, se pro-
hibió el pago en especie y se estableció la jornada de ocho horas, con el fin de impedir los
abusos, especialmente en el trabajo minero; se impuso la obligación de curar a los indios
que fueran víctimas de accidentes y enfermedades en el trabajo; por último, se prohibió
el trabajo a menores de edad en actividades peligrosas como la minería.

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Colombia también vivió la evolución de todas las épocas de la historia y tuvo in-


fluencia de los grandes cambios en las formas de trabajo por las cuales atravesó Europa y

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Norteamérica. Durante la independencia en 1810, el Libertador Simón Bolívar declaró

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que los mayores riesgos se presentaban en los soldados, debido a que sus principales ac-

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tividades se centraban en el manejo de armas; asimismo, se crearon normas legales para

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proteger a los soldados o trabajadores de alto riesgo.

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El primer antecedente de la seguridad social en Colombia, lo establece Simón

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Bolívar, cuando en su discurso ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819
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señaló: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de fe-
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licidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”
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(Gaos, p. 155).
A comienzos del siglo xx, con la Ley 57 de 1915, conocida como la ley del Ge-
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neral Rafael Uribe Uribe, se presenta la primera definición de ‘accidente de trabajo’ y


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reglamenta las prestaciones económico-asistenciales, la responsabilidad del empleador,


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la clase de incapacidad, la pensión de sobrevivientes y la indemnización en caso de limi-


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taciones físicas causadas por el accidente de trabajo o la enfermedad profesional.


Hacia 1946 se crea el Instituto Colombiano de Seguros Sociales (iss) —entidad
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de gran importancia para la seguridad social colombiana—, la Sociedad Colombiana de


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Medicina del Trabajo, y en 1948 por Acto Legislativo No. 77 se crea la Oficina Nacional
de Medicina e Higiene Industrial con sedes en Bogotá, Barranquilla, Barrancabermeja,
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Cali, Cartagena, y Medellín. Hacia 1949, la Facultad de Derecho de la Universidad


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Nacional crea la cátedra de Medicina del Trabajo.


En 1950 se expide el Código Sustantivo del Trabajo, que establece varios artícu-
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los relativos a la salud ocupacional, como son la jornada de trabajo, el descanso obliga-
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torio, las prestaciones por accidente de trabajo y enfermedad profesional y la higiene y


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seguridad en el trabajo. A partir de 1964, se reglamenta la protección de los trabajadores


del sector privado en materias relacionadas con los accidentes de trabajo y enfermeda-
des profesionales, con la participación del Instituto Colombiano de Seguros Socia-
les, y se aprueba el reglamento del seguro social obligatorio de accidentes de trabajo

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Salud colectiva

y enfermedad profesional, bajo la filosofía y características del modelo alemán de se-


guro social obligatorio.
El iss inicia la cobertura en riesgos profesionales para la población trabajadora
de las zonas urbanas del sector formal. Desde 1968 reglamentaron el régimen laboral y
prestacional de los empleados públicos, y la protección por accidente de trabajo y en-

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fermedad profesional de estos trabajadores estuvo a cargo de la Caja de Nacional de


Prevención Social.

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En 1979 se define la Salud Ocupacional y se reglamenta el código sanitario, con

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base en las directrices dadas por la oit. En 1983, mediante el Decreto 586 se crea el Co-

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mité Nacional de Salud Ocupacional que le sugiere al gobierno nacional reglamentar lo

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relacionado con la salud ocupacional.

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A través del Decreto 614 de 1984 y la Resolución 1016 de 1989, se determinan

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los subprogramas del programa de Salud Ocupacional, se establecen las bases para la
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administración de la salud ocupacional en el país y el Artículo 35 del Decreto 614 crea
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la obligación legal de diseñar y poner en marcha un plan nacional con el mismo fin; se ela-
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bora el Primer Plan Nacional de Salud Ocupacional con la participación de las entidades
que conformaban el Comité Nacional de Salud Ocupacional, el cual tuvo como objeto
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orientar las acciones y programas de las instituciones y entidades públicas y privadas.


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Entre 1990 y 1995, el Estado dio continuidad a la legislación en esta materia, ra-
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zón por la cual convergen principios y fundamentos sobre esta área, donde el objetivo
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básico es proteger al trabajador de los factores de riesgo en el trabajo y crear dentro


de las empresas una cultura de la prevención, que permitiera mejorar las condiciones de
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seguridad y salud en el trabajo. En el año 1993 se establece la Ley 100 y en 1994 se regla-
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menta con el Decreto-Ley 1295 el Sistema General de Riesgos Profesionales y se crean


las Administradoras de Riegos Profesionales (arp) —hoy llamadas por la nueva Ley
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1562 de 2012, Administradoras de Riesgos Laborales—.


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Durante los años 2002 y 2003 se conformó una comisión integrada por repre-
sentantes de los trabajadores, empleadores, administradoras de riesgos profesionales y
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el gobierno nacional con el objetivo de analizar documentos como el Manifiesto De-


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mocrático, el Plan Nacional de Desarrollo, el Programa Nacional de Salud, la Política


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Pública para la Protección de la Salud en el Mundo del Trabajo y otras recomendaciones


internacionales en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo.
A partir del año 2004, hasta la actualidad, el Ministerio de la Protección Social
(hoy Ministerio de Trabajo) ha contribuido al desarrollo y publicación de diferentes

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La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

documentos, normas y ha emitido actos legislativos que responden a las directrices


(convenios y recomendaciones) de la oit y otros organismos.
Este panorama histórico acerca del trabajo y salud en el mundo y en Colombia,
evidencia que desde el siglo pasado se han realizado estudios de las enfermedades profe-
sionales —hoy llamadas enfermedades laborales— y de los sistemas de control de ries-

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gos en diversos procesos productivos, sin embargo el trabajador aún continúa afectado


por diversos cambios a nivel mundial. Como lo afirma Héctor Nieto (2000):

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La evolución humana (antropológica y social) fue transformando esa pri-

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mitiva actividad y a medida que el hombre aprendió a dominar los ele-

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mentos de la naturaleza, aparecieron nuevas formas de trabajo y nuevas

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herramientas que si bien, por una parte, mejoraron la capacidad de produc-

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ción, no lo liberaron absolutamente de los sufrimientos propios de la tarea

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desempeñada sino que a veces, por el contrario, lo expusieron a nuevos y
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mayores peligros. (p. 1)
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3.4. Globalización y cambios en la salud


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y el trabajo
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Al finalizar el siglo xx, surge la globalización. Las grandes multinacionales aparecen


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en todos los países produciendo la integración de los mercados, lo que ha ocasiona-


do, según lo expresa Mejía “un cambio en los procesos productivos, los cuales se han
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transformado superando los modelos tayloristas, fordistas, postfordistas y las formas


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postindustriales e instaurando tendencias del ‘toyotismo’ (2006, p. 27), que han con-
ducido a proyectar a las empresas hacia el mundo de la productividad y competitivi-
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dad. Además, se construye un mundo intercomunicado e interdependiente, donde


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el fenómeno virtual transforma tanto el lenguaje como la cultura en general. La pro-


ducción se reorganiza desde el capital constante (ahora centrado en la tecnología y el
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conocimiento), generando cambios en el capital variable, situación que parcialmente


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ha ocasionado la precarización, y flexibilización del empleo y ha aumentado el desem-


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Pr

pleo y el trabajo informal.


“La globalización como hija de la revolución científico-técnica, ha llevado al mun-
do del trabajo basado en la biotecnología y nanotecnología que han transformado el
entorno cotidiano, caracterizado por la multiculturalidad” (Mejía, 2006, p. 28). “La
globalización puede considerarse como un ‘macrodeterminante’ social” (2005, p. 29),
como lo expresa la oms en el Marco Conceptual de la Comisión sobre Determinantes

79
Salud colectiva

Sociales de la Salud, puesto que la llegada de novedosas tecnologías ha ocasionado un


gran impacto en la salud, la seguridad y la organización del trabajo. Esto conlleva el uso
de nuevas materias primas, procesos y actividades, tales como la robotización industrial
y la introducción de nuevas sustancias químicas, que han cambiado la organización de
las actividades laborales y han transformado las condiciones de trabajo, en donde se ex-

n
ponen las personas a nuevos riesgos y peligros que a largo plazo afectarán sus condicio-


nes de salud: presencia de enfermedades profesionales —hoy llamadas enfermedades

ac
laborales—, como trastornos mentales, enfermedades respiratorias, cáncer ocupacional

au a
riz
in ian
y alteraciones osteomusculares.

to
l s er
Asimismo, los cambios en los sistemas de producción requieren un mejor entre-

ta v
namiento para mantener estándares de comportamiento seguro y evitar los acciden-

to Ja
tes de trabajo, que pueden conducir a la discapacidad del trabajador o la muerte. Por

l o ad
su puesto esto ocasiona un gran impacto en la familia y la sociedad. Como lo expresa
ia id
Briceño (2000):
rc rs

El efecto de la globalización golpea particularmente a las empresas pequeñas,


pa nive

de reciente formación y escaso desarrollo tecnológico. En el campo de la Salud


Ocupacional, la globalización golpea a los trabajadores más pobres y a aque-
ón U

llos que tienen más bajo nivel educativo, quienes tienen mayores dificultades
ci ia

para adaptarse a las nuevas tecnologías. Así mismo, dado que la flexibilización
uc fic

generaliza la práctica del ‘trabajo independiente’, los trabajadores bajo esta


od ti
pr on

modalidad son vulnerados, puesto que no tienen derecho a seguro por ries-
gos profesionales. En este orden de ideas, los desempleados han sido uno de
re l P

los sectores más vulnerados frente a la globalización. Sin trabajo no pueden


su oria

acceder a los sistemas de salud, riesgos profesionales, ni pensiones”. (p. 150)


Un factor influyente y de gran vulnerabilidad hoy en día, son las condiciones de
da dit

trabajo en las cuales debe desempeñarse el trabajador, cuya labor debe proveerle bienes-
E

tar y salud. Sin embargo, a través del tiempo se ha identificado que las políticas que se es-
tablecieron en épocas anteriores, que favorecían el equilibrio armónico del ser humano,
bi

se han venido perdiendo y por el contrario existen grandes diferencias entre las condi-
hi

ciones de trabajo de las personas que laboran contratadas directamente por las empre-
o
Pr

sas y quienes tienen contratos temporales o por prestación de servicios, viéndose su


estado de salud afectado por la sobrecarga laboral, entornos de trabajo no saludables y
por la pérdida de las garantías como el estar afiliado a una arl, lo cual hace vulnerables
a las personas que tienen un nivel educativo bajo, menos ingresos y trabajan en el sector
informal. Esto es resultado de la

80
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

Aceleración Global de la economía y la producción, que ha hecho que el


Capital se concentre y acumule, al tiempo que hay mayor desgaste de los
trabajadores y la población, ya que ese proceso afecta, tanto al momento pro-
ductivo, con una menor capacidad de recuperación de los trabajadores, como
al reproductivo, generando exclusión, perdida de derechos y retrocesos de la

n
salud y de la vida. (Feo, 2010, p. 24)


Es así como el trabajo se convierte en un determinante de la salud que tiene gran

ac
influencia en esta, por factores como el ambiente laboral, las condiciones de vida y tra-

au a
riz
in ian
bajo y el desempleo. Es importante resaltar que los acuerdos mundiales de comercio, el

to
l s er
despliegue de las nuevas tecnologías de comunicación, las actividades de las empresas

ta v
transnacionales y otros fenómenos asociados con la globalización también descritos an-

to Ja
teriormente, repercuten en forma directa en los demás determinantes de la salud, como

l o ad
son la alimentación, vivienda y educación en diversos niveles.
ia id
La Comisión sobre Determinantes de la Salud de la oms menciona que en las
rc rs

condiciones de trabajo deben incluir factores internos, las áreas de trabajo, y factores
pa nive

externos, dentro de los cuales están los aspectos sociales, económicos, la estructura or-
ganizacional, el contexto legal y las condiciones de empleo como la remuneración, la
ón U

flexibilidad del horario de trabajo, precarización, el control del trabajo y las tareas, el
ci ia

trabajo informal y la migración a otros países en busca de empleo.


uc fic

El desempleo representado en un 9,5%, el trabajo informal con un 50,8% (dane,


od ti
pr on

2011) y los cambios en las condiciones de contratación se han identificado como factores
coadyuvantes para que se presenten alteraciones de la salud, debido a que estos grupos no
re l P

tienen un cubrimiento permanente por parte de los sistemas de seguridad social. Igual-
su oria

mente, la situación económica y social de los países ha obligado a la emergencia del trabajo
infantil, el cual tiene gran influencia en la aparición precoz de enfermedades profesionales
da dit

y que de manera equivocada se clasifican como enfermedades comunes, puesto que no se


E

ha realizado seguimiento de estas, ni se ha evidenciado que desde temprana edad los niños
han ejecutado actividades que potencialmente generan un riesgo para su salud.
bi
hi
o

3.5. Peligros y riesgos ocupacionales


Pr

Los estudios realizados en los últimos años han demostrado que existen condiciones
de trabajo que causan efectos en la salud física y mental de las personas y a pesar de ello
aún no se han establecido controles eficaces. El ser humano continúa expuesto a factores

81
Salud colectiva

de riesgo, hoy denominados peligros, y clasificados de la siguiente manera: químicos,


físicos, biomecánicos, psicosociales y condiciones de seguridad. Todos van a producir
efectos en la vida y la salud de los trabajadores.
Los efectos producidos por la exposición a los peligros mencionados se ven re-
flejados en las cifras relacionadas con la morbimortalidad en el trabajo así como en los

n
resultados de estudios de investigación, donde se evidencia la influencia de las condi-


ciones del trabajo, tanto en la salud física como en la salud mental del ser humano, te-

ac
niendo en cuenta que en el entorno laboral se presentan diversos peligros a los que están

au a
riz
in ian
expuestos los trabajadores.

to
l s er
El peligro es definido como la “fuente, situación o acto con potencial de daño en

ta v
términos de enfermedad o lesión a las personas o una combinación de éstos” (ohsas

to Ja
18001, 2007, p. 3), los cuales deben ser identificados oportunamente, con el fin de eva-

l o ad
luar y controlar el riesgo que pueden ocasionar. Siendo este “la combinación de la pro-
ia id
babilidad de que ocurra un(os) evento(s) o exposición(es) peligroso(s) y la severidad
rc rs

de la lesión o enfermedad que puede ser causada por el(los) evento(s) o exposición(es)”
pa nive

(icontec – ntc ohsas 18001, 2007, p. 5).


Es así como, dependiendo de la actividad económica de las empresas y su proceso,
ón U

productivo, los trabajadores están expuestos a diferentes peligros. Según la Guía Técnica
ci ia

Colombiana (gtc 45), los peligros relacionados con la seguridad ocupacional se clasi-
uc fic

fican en: condiciones de seguridad, eléctricos, locativos, trabajo en alturas, accidentes


od ti
pr on

de tránsito, trabajo en espacios cerrados, peligros tecnológicos y peligros públicos, (ver


apéndice). La exposición a los anteriores peligros conduce a que se presenten accidentes
re l P

de trabajo que al menos van a producir incapacidades mínimas de tres días, incrementan-
su oria

do el costo humano y económico que cada vez es mayor. Esto se ve reflejado en el índice
de accidentalidad. Según los datos estadísticos consolidados por fasecolda durante el
da dit

año 2010, se presentaron 442.000 accidentes de trabajo, 488 muertes por accidente de
E

trabajo y se reportaron 230 casos por invalidez.


Los sectores que presentaron mayor número de muertes fueron: servicios tempo-
bi

rales (25%), minería (17%) e industria (14%). En cuanto a las actividades, se identificó
hi

que la minería del carbón, con 13,4%, fue la que registró el mayor número de muertes,
o
Pr

seguida por empresas temporales con 6,8% y la construcción de vivienda con 5,8%. De
las 604 actividades que contempla el sistema de riesgos profesionales, estas tres activida-
des presentan el 26% de la mortalidad. Dicha cifra refleja que en el sector minero predo-
mina el trabajo informal y se han creado empresas artesanales, donde los trabajadores no
han tenido ningún tipo de entrenamiento e igualmente no cumplen con los estándares

82
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

de seguridad establecidos para trabajar en este proceso. De otra parte, los trabajadores
temporales tienen limitaciones para recibir procesos de inducción y capacitación por las
empresas contratantes y la gestión de los programas de salud ocupacional se hace difícil
debido a que los trabajadores se encuentran ubicados en diferentes empresas y algunas
de estas no los incluyen dentro de las actividades de promoción y prevención.

n
Según la oms (2010), la tasa anual de accidentes fatales estimada por cada 100 mil


trabajadores pasó de un nivel bajo, menor de uno, a un nivel alto de treinta en diferentes

ac
países y la tasa estimada de accidentes (heridas que requieren al menos tres días de au-

au a
riz
in ian
sencia al trabajo) subió de un nivel bajo de 600 por año por cada 100 mil trabajadores a

to
l s er
un nivel alto de 23.000 por año.

ta v
Otros peligros relacionados con la higiene ocupacional son los físicos, químicos,

to Ja
biomecánicos y biológicos. Estos peligros afectan la salud de los trabajadores a largo

l o ad
plazo, quienes pueden presentar enfermedades profesionales tales como: la hipoacusia
ia id
neurosensorial, cáncer ocupacional, asma ocupacional, y desordenes músculo-esque-
rc rs

léticos. De acuerdo a lo reportado por fasecolda en Colombia, durante el año 2010,


pa nive

se calificaron 9.410 casos de enfermedad profesional y se presentó una muerte bajo la


misma clasificación.
ón U

Según la oms (2010), se estima que anualmente mueren 1.7 millones de perso-
ci ia

nas a causa de enfermedades profesionales y aparecen 160 millones de nuevos casos de


uc fic

enfermedades profesionales; esto incluye enfermedades infectocontagiosas tales como


od ti
pr on

el vih, la hepatitis b y c en un 40% entre trabajadores de la salud, varias formas de cán-


cer como el mesothelioma por exposición al asbesto, otros cánceres por exposición a
re l P

solventes el 9%, enfermedades respiratorias crónicas como la silicosis y el asma ocupa-


su oria

cional en un 11%; enfermedades de la piel como el melanoma maligno por exposición


al sol o dermatitis por exposición a solventes; hipoacusia neurosensorial inducida por
da dit

ruido 16% y problemas reproductivos como la infertilidad y abortos como resultado


E

por exposición a agentes químicos o biológicos, entre otros.


En el estudio realizado por Caro et ál. (2010), se analizó la relación entre las con-
bi

diciones de trabajo y el estado de salud de los trabajadores afiliados al sistema general de


hi

riesgos profesionales en Colombia. Se determinó que las asociaciones más consistentes


o
Pr

entre la percepción de mala salud y los factores de riesgo higiénico fueron halladas para
los trabajadores expuestos a temperaturas (ora 3,7; ic95% 1,8-7,3), ruido (ora 3,1; ic
95% 1,5-6,5) y vibraciones (ora 2,8)1. (p. 396). En este mismo estudio, con respecto a

1
ORa: Odds Ratio. IC: Intervalo de Confianza.

83
Salud colectiva

los factores de riesgo ergonómico, la mayor prevalencia de mala salud la tuvo la pobla-
ción trabajadora expuesta a espacio reducido para la tarea (11%) encontrándose asocia-
ción estadísticamente significativa (ora 3,9; ic 95% 1,9-8,3).
Esta misma situación se encontró para la población expuesta a posiciones que
producen cansancio o dolor (ora 2,1; ic 95% 1,1-4,1) (p. 397). Las actividades econó-

n
micas en las cuales predominó esta relación fueron comercio, industria manufacturera


y transporte, cuyas labores exigen tener una exposición permanente al factor de riesgo

ac
por realizar jornadas de trabajo prolongadas, sobrecarga laboral y además, la realización

au a
riz
in ian
de actividades que demandan el trabajo repetitivo, posturas forzadas y sobre esfuerzos.

to
l s er
Las nuevas formas de trabajo y la aceleración global han llevado a los trabajadores

ta v
a estar expuestos a uno de los peligros que afectan, tanto la salud física como mental. Es

to Ja
el llamado peligro psicosocial, que comprende la gestión organizacional, características

l o ad
de la organización y del grupo social del trabajo; condiciones de la tarea, y la interface
ia id
persona-tarea y jornada de trabajo. Estos peligros tienen una influencia notable en la
rc rs

salud mental de las personas como lo demuestran los estudios que se describen a con-
pa nive

tinuación.
Las investigaciones de los últimos 30 años evidencian que varias situaciones en
ón U

el espacio de trabajo pueden ser denominadas como ‘riesgo psicosocial’ porque están
ci ia

relacionadas con las condiciones psicológicas y sociales del espacio de trabajo, más que
uc fic

con las condiciones físicas, y además pueden ser nocivas para la salud mental de los
od ti
pr on

trabajadores. De acuerdo con los estudios realizados por la oms (2010), existen algunos
elementos que producen estrés laboral como la demanda-control y el esfuerzo-recom-
re l P

pensa. En estos se menciona que el trabajo de Karasek y Thorell (1990), mostró que
su oria

ciertos factores del trabajo especialmente la alta demanda y el bajo control o libertad de
decisión, incrementaban en una forma importante el riesgo de presentar varias enferme-
da dit

dades o desordenes mentales, como la ansiedad o la depresión. Estos autores también


E

diseñaron la teoría demanda-control soporte de la tensión laboral.


Otro investigador, Johannes Siegrist (1996) elaboró un modelo que demostró que
bi

un desequilibrio entre el esfuerzo mental desarrollado para el trabajo y las recompensas


hi

recibidas (en términos de reconocimiento, apreciación y financieras) estaba relacionado


o
Pr

con la presencia de problemas físicos y mentales. El estudio realizado por Kelloway y


Day (2005) probó que la salud mental es impactada negativamente por: sobrecarga de
trabajo; ‘estresores’ de rol como conflicto, ambigüedad y conflicto interno del rol, trabajo
nocturno y horas extras; bajo liderazgo; agresión en el espacio de trabajo como acoso,
bullying y percepción de control sobre la tarea. Los riesgos psicosociales también pueden

84
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

asociarse con la presencia de accidentes de trabajo de manera directa o indirecta, cuan-


do los trabajadores carecen de suficiente influencia sobre las condiciones peligrosas en
el espacio de trabajo y del control necesario para eliminar las amenazas a su vida e in-
tegridad física. Los trabajadores que enfrentan riesgos psicosociales pueden presentar
varias alteraciones, tales como: trastornos del sueño, automedicación, consumo de al-

n
cohol, depresión, ansiedad, irritabilidad, intolerancia y enojo frecuentemente debido a


sentimientos de injusticia e inequidad en el trabajo. Estas situaciones pueden ocasionar

ac
errores por distracción y fallas en actividades normales y de trabajo que requieren con-

au a
riz
in ian
centración y coordinación, igualmente el cuerpo se tensiona y con un estrés constante,

to
l s er
incrementa la probabilidad de aumentar los desórdenes osteomusculares, como espas-

ta v
mos y contracturas.

to Ja
Caro et ál. (2010), en relación con los factores de riesgo psicosocial, encontra-

l o ad
ron una mayor prevalencia de mala salud en los trabajadores expuestos a este: “el cargo
ia id
desempeñado no permite el desarrollo de habilidades” (13,9%) con una asociación es-
rc rs

tadísticamente significativa (ora 6,2; ic95% 2,6-14,7), seguida por la pronunciada aso-
pa nive

ciación de trabajo monótono y repetitivo (ora 3,0; ic95% 1,4-6,3) y con que el “trabajo
impide parar cuando se quiere” (7,3%) (ora 2,4 ic95% 1,2-4,7) (p.397). Todas estas
ón U

situaciones desencadenan problemas como: insatisfacción en el trabajo, desmotivación,


ci ia

fatiga mental, cansancio, disminución del autocuidado y de la concentración que pue-


uc fic

den generar en la persona el desarrollo de comportamientos inseguros que posiblemen-


od ti
pr on

te provocarán con el tiempo un incidente o accidente de trabajo.


Un nuevo factor identificado es la falta de estabilidad en el trabajo o inseguridad
re l P

laboral. Se ha demostrado que la autopercepción de esta condición es el principal in-


su oria

dicador de varias condiciones psiquiátricas como la depresión menor —más notoria


en los casos de inseguridad laboral crónica—. Los estudios han demostrado que aun
da dit

cuando el personal expuesto a la inseguridad laboral crónica recupera cierta seguridad


E

o estabilidad laboral, los daños psicológicos no siempre son revertidos después de reti-
rada la amenaza.
bi

La Unión Europea ha clasificado los riegos psicosociales como riesgos emergentes


hi

para la salud y la seguridad ocupacional, los cuales indican que son nuevos y han tenido
o
Pr

un notable crecimiento, debido a la crisis mundial que se está presentando. Se Identifi-


caron ocho riesgos, clasificados de la siguiente manera: 1) mercado de trabajo inestable,
contratos precarios; 2) globalización; 3) nuevas formas de empleo y prácticas de con-
tratación; 4) inseguridad laboral; 5) la fuerza laboral envejecida; 6) jornadas laborales

85
Salud colectiva

extensas; 7) intensificación del trabajo, alta carga / presión de trabajo; y 8) producción


esbelta o Lean / trabajo subcontratado.
Todos estos factores psicosociales están relacionados con la organización del tra-
bajo o la cultura organizacional que afectan la salud mental y física de los trabajadores,
los cuales se han incrementado por los constantes cambios sociales, políticos y econó-

n
micos del país.


Existe una relación intrínseca entre la salud física y mental que se pueden ver afec-

ac
tadas cuando se presentan condiciones del espacio de trabajo que llevan al extremo una

au a
riz
in ian
situación de la alta demanda-bajo control (niveles de demanda) superior al 25%, nivel

to
l s er
de control inferior al 25% en comparación con las condiciones de alta demanda-alto

ta v
control, los cuales están asociados con efectos tanto físicos como mentales, incluyendo:

to Ja
una tasa mayor que el doble de problemas cardiacos y cardiovasculares; alta presencia

l o ad
de ansiedad, depresión y desmoralización; altos niveles de ingesta de alcohol y medica-
ia id
mentos sin prescripción médica; e igualmente mayor susceptibilidad a un amplio rango
rc rs

de enfermedades infecciosas.
pa nive

Condiciones de alto esfuerzo-baja recompensa dentro del espacio de trabajo, lle-


vadas al extremo (33% y 33%, respectivamente) comparado con alto esfuerzo-alta re-
ón U

compensa, están asociados con alteraciones tanto físicas como mentales, incluyendo:
ci ia

el incremento de problemas cardiovasculares; incidencia significativamente más alta de


uc fic

ansiedad, depresión y problemas relacionados con conflictos; riesgo elevado de diabetes


od ti
pr on

tipo ii de reciente aparición; e incremento del índice de masa corporal y de consumo


de alcohol.
re l P

Otro de los factores es la rotación de turnos, que ha sido ampliamente reconocida


su oria

por tener efectos dañinos tanto en la salud mental como física. Dentro de los efectos
físicos se encuentran el incremento en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, ciclos
da dit

menstruales irregulares, abortos, úlcera gástrica, constipación, diarrea, insomnio, pre-


E

sión arterial elevada y enfermedades del corazón. Entre los efectos que tienen influencia
sobre el bienestar ocasionados por la rotación de turnos, son los niveles elevados de
bi

ansiedad, depresión, conflicto trabajo-familia y aislamiento social.


hi

Existe otra condición que también afecta la salud, como lo presenta el estudio
o
Pr

realizado por el sena (2005) es “la violencia en el trabajo, que surge como un problema
emergente en los procesos de trabajo de la sociedad moderna y se configura como una
de las principales causas en los países desarrollados” (p. 59). También menciona que en
Colombia,

86
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

[…] ha sido difícil identificar las causas del accidente de trabajo mortal y
comprende la interacción de la violencia social y del conflicto armado dado
por las condiciones de riesgo que existen en el país, como el fenómeno de la
guerra, el secuestro y la extorsión. Dichos fenómenos han impactado en los
trabajadores del sector de transporte público, vigilancia, incluyendo el trans-

n
porte de valores y funcionarios de la administración de justicia. (p. 60)


Estos trabajadores pueden presentar a futuro como enfermedad profesional estrés

ac
postraumático y alteraciones de tipo mental. A lo anterior se suma la inseguridad labo-

au a
riz
in ian
ral, que afecta la salud mental y física, ocasionando desordenes músculo-esqueléticos,

to
l s er
cardiovasculares y gastrointestinales, lo que conlleva a largos periodos de ausencia en el

ta v
trabajo, y el riesgo de morir por cáncer por el alto consumo de tabaco y alcohol. Además,

to Ja
se ha observado un incremento en la mortalidad por afecciones cardiacas secundaria a

l o ad
las situaciones laborales en las que se presenta una disminución de la fuerza de trabajo
ia id
en más del 18%.
rc rs

Actualmente, en Colombia, el Ministerio de la Protección Social (hoy Ministerio


pa nive

de Trabajo), con el Decreto 2566 (julio 7 de 2009), incluyó en la tabla de enfermedades,


las patologías causadas por estrés en el trabajo: trabajos con sobrecarga cuantitativa, de-
ón U

masiado trabajo en relación con el tiempo para ejecutarlo, y trabajo repetitivo combina-
ci ia

do con sobrecarga de trabajo. Trabajos con técnicas de producción en masa, repetitivo


uc fic

o monótono o combinados con ritmo o control impuesto por la máquina; trabajos por
od ti
pr on

turnos, nocturno y trabajos con factores de estrés físicos con efectos psicosociales, que
produzcan estados de ansiedad y depresión, infarto del miocardio y otras urgencias car-
re l P

diovasculares, hipertensión arterial, enfermedad acido-péptica severa o colon irritable.


su oria

También se determinó la relación de causalidad, en la cual se afirma que en los


casos en que una enfermedad no figure en la tabla de enfermedades profesionales, pero
da dit

se demuestre la relación de causalidad con los factores de riesgo ocupacional, será reco-
E

nocida como tal. El decreto menciona que para determinar la relación de causalidad en
patologías que no se incluyeron, se debe determinar la relación de causa-efecto entre
bi

el factor de riesgo y la enfermedad para determinar una enfermedad profesional (p. 5).
hi

Por otra parte, existe una interrelación entre los factores de riesgos personales, los
o
Pr

estilos de vida nocivos (sedentarismo, consumo de tabaco y alcohol) y la exposición a


los peligros ocupacionales, en donde se demuestra que el tabaquismo aumenta el riesgo
de contraer alergias ocupacionales y puede multiplicar el riesgo de cáncer de pulmón en
los trabajadores expuestos al asbesto.

87
Salud colectiva

Según la oms (2010), en el estudio realizado por A. Schulte y otros, se comprobó


que la obesidad puede afectar la relación entre los riesgos ocupacionales y las enferme-
dades o accidentes. En el mismo sentido, los riesgos laborales pueden afectar la relación
obesidad-enfermedad y convertirse en un factor de riesgo. De igual manera, el diseño
del espacio de trabajo, la organización del trabajo y la cultura laboral también pueden

n
influenciar el riesgo de enfermedad.


De acuerdo con lo descrito se observa que el ser humano todavía es afectado por

ac
las condiciones de trabajo y actualmente se siguen presentando eventos que dejan ver la

au a
riz
in ian
poca implementación de medidas preventivas y atención por parte de algunas empresas

to
l s er
y del Estado, con relación a las diversas recomendaciones de los organismos internacio-

ta v
nales y a la aplicación de la legislación colombiana.

to Ja
Destacando la importancia que tiene el trabajo como un factor determinante del

l o ad
colectivo de trabajadores, es necesario realizar un análisis e intervención integral con
ia id
un enfoque holístico, teniendo en cuenta el contexto tanto laboral como extra laboral
rc rs

en el que está inmerso el trabajador, con el fin de implementar medidas de promoción


pa nive

de la salud y de prevención de la enfermedad profesional (hoy enfermedad laboral) y el


accidente de trabajo. Asimismo, es fundamental que tanto las empresas del sector públi-
ón U

co como privado y las empresas temporales cuenten con una adecuada apropiación de
ci ia

todas las directrices emitidas por los organismos internacionales y el Estado contribuya
uc fic

a lograr una situación más justa, en el cual se promueva un empleo digno que favorezca
od ti
pr on

la salud y vida del trabajador y contribuya equitativamente al crecimiento socioeconó-


mico del país. La oit adoptó por unanimidad la declaración sobre la justicia social para
re l P

una globalización equitativa el 10 de junio de 2008. Esta declaración,


su oria

[…] expresa la visión contemporánea del mandato de la oit en la era de la


globalización y la universalidad de la Agenda de Trabajo Decente: todos los
da dit

miembros de la Organización deben propiciar políticas basadas en los objeti-


E

vos estratégicos como son el empleo, la protección social, el diálogo social y


los derechos en el trabajo. Al mismo tiempo, hace hincapié en la importancia
bi

de un enfoque holístico e integrado al reconocer que esos objetivos son ‘in-


hi

separables, están interrelacionados y se refuerzan mutuamente’, garantizando


o
Pr

la función de las normas internacionales del trabajo como medio útil para
alcanzar todos esos objetivos. (oit, p. 2)
Igualmente, la Cumbre de los jefes de estado y de gobierno de las américas, en la
declaración del Mar de Plata, también propuso “marcos integrados de políticas públi-
cas de ambiente, empleo, salud y seguridad social, con el propósito de proteger la salud

88
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

y la seguridad de todos los trabajadores, para fomentar la cultura de la prevención y el


control de riesgos ocupacionales en el hemisferio” (p. 7). Es decir, que se promuevan
condiciones de salud y seguridad, se faciliten entornos de trabajo saludables para todos
los trabajadores y se aseguren sistemas efectivos de inspección laboral. Para alcanzar esta
meta, es esencial el fomento de alianzas estratégicas entre los sectores laboral, de salud,

n
de ambiente y de educación.


Es oportuno realizar una revisión de las recomendaciones que presentan la oms,

ac
la ops, y la oit, las cuales llevan a comprender la importancia de la interrelación que

au a
riz
in ian
existe entre el trabajo , la salud y el medio ambiente, como una triada que supone formu-

to
l s er
lar estrategias que contribuyan a atender las exigencias de la globalización y del impacto

ta v
de la crisis mundial, como son la flexibilización, precarización, tercerización del empleo,

to Ja
y que llevan a las empresas a repensar nuevas formas de organización del trabajo para

l o ad
construir un nuevo modelo de intervención en seguridad y salud ocupacional para me-
ia id
jorar la calidad de vida de los trabajadores.
rc rs

Además, es fundamental que las empresas y el Estado se apropien del objetivo


pa nive

que tiene la salud ocupacional: procurar generar y promover el trabajo seguro y sano,
así como buenos ambientes y organizaciones de trabajo que favorezcan el bienestar
ón U

físico, mental y social de los trabajadores, promoviendo el perfeccionamiento y el


ci ia

mantenimiento de su capacidad de trabajo. A la vez que busca que las organizaciones


uc fic

tengan un desarrollo social y económico productivo, que contribuya efectivamente al


od ti
pr on

desarrollo sostenible, la responsabilidad social y al enriquecimiento humano y profe-


sional en el trabajo.
re l P
su oria

3.6. Gestión del riesgo


da dit
E

De acuerdo a las normas internacionales que se han adoptado en Colombia, como res-
puesta a los cambios generados por la globalización, el desarrollo de los programas de
bi

salud ocupacional (hoy sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo)


hi

debe trascender más allá de la identificación del peligro y ser orientado con base en la
o
Pr

gestión integral del riesgo, en la cual se tienen en cuenta al trabajador y los procesos de
la organización, para que se tomen decisiones de una forma proactiva, más no reactiva,
frente a la identificación, evaluación e intervención del riesgo. Con esto se espera res-
ponder directamente al propósito que tiene la salud ocupacional y amplía las directri-
ces relativas a los sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el Trabajo (ilo-osh,
2001) emitidas por la oit, basados en los modelos de mejoramiento continuo.

89
Salud colectiva

Es importante mencionar que la gestión del riesgo se refiere a las actividades


coordinadas para dirigir y controlar una organización con respecto al riesgo y tiene
varios principios, dentro de los cuales se encuentran los de contribuir al logro demos-
trable de los objetivos y a la mejora del desempeño en cuanto a la salud y la seguridad
humana, la conformidad legal y reglamentaria, la seguridad, la aceptación pública, la

n
protección del ambiente, la calidad del producto, la gestión de proyectos, la eficiencia


en las operaciones, el gobierno y la reputación.

ac
Como se mencionó en párrafos anteriores, el riesgo se refiere a la probabilidad y

au a
riz
in ian
magnitud de una pérdida o de un evento indeseable por la exposición a un peligro. El

to
l s er
evento puede afectar tanto la vida de las personas como también a la organización, por

ta v
lo tanto, en la medida en que estos dos actores tengan una adecuada gestión de los ries-

to Ja
gos inherentes a su proceso productivo, los trabajadores pueden llegar a ser los primeros

l o ad
en mantener un equilibrio en su salud y por ende las organizaciones contarán con mayor
ia id
productividad y competitividad. Esta visión, por lúcida que parezca, no es generalmen-
rc rs

te reconocida o aceptada por todos; de hecho, podría decirse que muchas de las cri-
pa nive

sis que suceden a todo nivel en el ámbito social, económico, organizacional, financiero
y de seguridad entre otros, son debidas a deficientes sistemas de identificación y control
ón U

de los riesgos.
ci ia

Es importante que las empresas tengan un manejo integral de las inversiones re-
uc fic

queridas para desarrollar un sistema de manejo de riesgos ocupacionales y que a su vez


od ti
pr on

se les de la misma importancia para el manejo de las otras áreas de las compañías, la
gente, y los activos. Es por ello que las empresas requieren tener un nuevo enfoque más
re l P

racional y científico del manejo de los riesgos, comenzando por una visión proactiva
su oria

de los mismos como oportunidades de cambio, de mejora y de contribución esencial


al logro de los objetivos estratégicos de las empresas. Hubbard (2009) considera que el
da dit

mayor riesgo de todos para una organización es un sistema de administración de riesgos


E

débil o ausente. Igualmente, el Project Management Institute (pmi), establece en su guía


de administración de riesgos de proyectos que la administración exitosa de un proyecto
bi

no es más que la apropiada gestión de los riesgos del mismo.


hi

Por otro lado, y considerando que la administración de riesgos es una actividad


o
Pr

humana, Duffey y Saull (2008), han propuesto una visión de esta disciplina, como “lo-
grar que los humanos aprendan de sus errores” (p. 3) y la define como “una actividad
humana orientada a definir y establecer límites, procedimientos y fronteras acerca de la
probabilidad de futuras pérdidas, lesiones o daños basados en el conocimiento de los
resultados previstos de actividades humanas anteriores” (p. 14). Esta definición ofrece

90
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

una perspectiva sistémica y holística de la gestión de riesgos y abre nuevas posibilidades


de estudio y control.
De igual manera, la gestión de riesgos se realiza de acuerdo a las fases o etapas bien
definidas y establecidas, como la identificación del peligro, el análisis del riesgo, la eva-
luación integral, el diseño de intervención, y la medición y control de estos. La gestión

n
del riesgo pretende que las diversas organizaciones logren aprovechar al máximo las


posibilidades que ofrece un apropiado sistema para alcanzar los objetivos de sostenibi-

ac
lidad, rentabilidad y productividad esperados. En una palabra se busca la excelencia de

au a
riz
in ian
gestión a través de la construcción de una empresa con entorno saludable, especialmen-

to
l s er
te a nivel de su activo más importante, los trabajadores en todos los niveles.

ta v
Durante muchos años las organizaciones han generado estrategias de reacción y no

to Ja
de prevención para el tratamiento de los riesgos. La experiencia de los eventos sucedidos

l o ad
ha demostrado que los elementos que conforman los riesgos y los factores que determi-
ia id
nan el impacto de sus consecuencias sobre un sistema, son los mismos que intervienen
rc rs

para todos los riesgos en una organización. Por ello, la tendencia moderna es utilizar un
pa nive

enfoque integral de manejo de estos, lo cual ha llevado a complementar modelos de ges-


tión como iso 14000, iso 22000, ohsas 18001, con el modelo de Gestión del Riesgo iso
ón U

31000 y otra más global como la norma as/nzs 4630. Estos modelos abordan el riesgo
ci ia

ocupacional integrado a los procesos de una organización con el fin de evaluar, adminis-
uc fic

trar y comunicar los riesgos de una manera integral, basados en los objetivos estratégicos
od ti
pr on

de la organización.
Hasta hace poco, la gestión de la prevención de riesgos de seguridad en el trabajo
re l P

se venía efectuando de manera separada de las exigencias derivadas de producción, hoy


su oria

esta dicotomía de la ‘Salud Ocupacional’ frente a los objetivos de producción y creci-


miento empresarial ha dado paso a la búsqueda de estrategias que gestionen los recursos
da dit

para abordar en forma integral la protección del trabajador y de todos los aspectos que
E

componen la organización y los recursos de las mismas. Se trata de establecer estrategias


que, a priori y desde el punto de vista de la prevención, mejoren la situación de salud y
bi

seguridad de los trabajadores dentro de la empresa, a la vez que redunden en el uso más
hi

eficiente de los recursos para obtener similares volúmenes de producción con reducción
o
Pr

de las contingencias, tanto laborales como ambientales, derivadas del proceso.


Por lo anterior, se puede concluir que la gestión integral de los riesgos ocupacio-
nales orientada, por supuesto, a la prevención de estos busca la gestión humana por
competencias a través de profesionales idóneos y capaces de contribuir a la salud y ca-
lidad vida de los trabajadores, que trascienda a las esferas de la familia y la sociedad.

91
Salud colectiva

Además, debe estar orientada al mejoramiento continuo de las organizaciones, como


sinónimo de evolución de la compañía y a la evaluación y control permanente de los
riesgos. También debe permitir que las organizaciones cuenten con una estructura que
garantice el desarrollo de la empresa, la continuidad del negocio y su permanencia en
el tiempo, controle las pérdidas de la organización derivadas por riesgos ocupacionales,

n
integre a todos los niveles de la organización como responsables directos de la gestión


preventiva y promueve actuaciones que no se limiten a la simple corrección a posteriori

ac
de situaciones de riesgo ya manifestadas. Por último, debe favorecer la creación de he-

au a
riz
in ian
rramientas y programas que fomenten en los trabajadores la cultura del autocuidado, la

to
l s er
seguridad y la autogestión, lo cual responderá positivamente a mantener un equilibrio

ta v
armónico de la relación trabajo-salud-enfermedad-medio ambiente.

to Ja
De otra parte, los programas formativos que adelantan las universidades en esta

l o ad
área no pueden ser ajenos a la evolución de las empresas, a la transformación de la
ia id
economía y a los cambios tecnológicos, por lo que se hace imperativo que alineen sus
rc rs

programas hacia este contexto, para formar profesionales competentes e integrales que
pa nive

contribuyan al desarrollo de las organizaciones, la investigación y por ende, a promover


la salud y la calidad de vida de los trabajadores.
ón U
ci ia
uc fic

3.7. Referencias
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93
Salud colectiva

APÉNDICE

(Informativo)
Tabla de Peligros

n

Clasificación

ac
Condiciones de Fenómenos

au a
Biológicos Físico Químico Psicosocial Biomecánicos

riz
Seguridad Naturales*

in ian
Gestión Organizacional

to
Mecánico (elementos
(estilo de mando, pago, Postura (pro-

l s er
Ruido (de o partes de máquinas,
Polvos contratación, participa- longada mante-
impacto, herramientas, equipos,

ta v
Virus (orgánicos e ción, inducción y capaci- nida, forzada Sismo
intermitente piezas a trabajar, materia-

to Ja
inorgánicos) tación, bienestar social, antigravitacio-
y continuo) les proyectados sólidos o
evaluación del desempeño, nal)
fluidos)
l o ad manejo de cambios)
ia id
Características de la orga-
rc rs
Iluminación nización del trabajo (co-
(luz visible, municación, tecnología, Eléctricos (alta y baja
pa nive

Bacterias Fibras Esfuerzo Terremoto


por exceso o organización del trabajo, tensión, estática)
deficiencia) demandas cualitativas y
cuantitativas de la labor)
ón U

Locativo (sistemas y me-


ci ia

Características del grupo dios de almacenamien-


uc fic

Vibración
Descripción

Líquidos social de trabajo (relacio- to), superficies de trabajo


(cuerpo Movimiento
od ti

Hongos (nieblas y nes, cohesión, calidad de (irregulares, deslizantes, Vendaval


entero, Repetitivo
pr on

rocíos) interacciones, trabajo en con diferencia del nivel),


segmentaria)
equipo) condiciones de orden y
re l P

aseo, (caídas de objetos)


Condiciones de la tarea
su oria

(carga mental, contenido


Temperatu- Tecnológico (explo-
Gases y de la tarea, demandas Manipulación
Ricketsias ras Extremas sión, fuga, derrame e Inundación
da dit

Vapores emocionales, sistemas de de cargas


(calor y frío) incendio)
control, definiciones de
E

roles, monotonía, etc.)


Interfase – persona -
tarea (conocimientos,
bi

Presión habilidades en relación


Humos me-
hi

Atmosférica con la demanda de la tarea,


Parásitos tálicos, no Accidentes de Tránsito Derrumbe
(normal y iniciativa, autonomía y
o

metálicos
Pr

ajustada) reconocimiento, identifi-


cación de la persona con la
tarea y la organización)
* Tener en cuenta únicamente los peligros de fenómenos naturales que afectan la seguridad y bienestar de las personas en el
desarrollo de una actividad. En el plan de emergencia de cada empresa, se considerarán todos los fenómenos naturales que
pudieran afectarla.

94
La salud del trabajador. De la antigüedad al siglo xxi

Clasificación
Condiciones de Fenómenos
Biológicos Físico Químico Psicosocial Biomecánicos
Seguridad Naturales*
Radiaciones Io- Jornada de trabajo Públicos (robos, atra- Precipitacio-
nizantes (rayos (pausas, trabajo nocturno, cos, asaltos, atentados nes (lluvias,
Picaduras
X, gamma, beta rotación de turnos, horas de orden público, granizadas,
y alfa) extras, descansos) etc.) heladas)
Radiaciones

n
Descripción


no Ionizantes
(láser, ultravio-

ac
Material
Mordeduras leta, infrarroja, Trabajo en Alturas
Particulado

au a
riz
radiofrecuencia,

in ian
microondas)

to
Fluidos o

l s er
Espacios Confinados
excrementos

ta v
* Tener en cuenta únicamente los peligros de fenómenos naturales que afectan la seguridad y bienestar de las personas en

to Ja
el desarrollo de una actividad. En el plan de emergencia de cada empresa, se considerarán todos los fenómenos naturales
que pudieran afectarla.

l o ad
ia id
Fuente: información tomada de la gtc 45. (p. 19). icontec, 2012. Bogotá.
rc rs
pa nive
ón U
ci ia
uc fic
od ti
pr on
re l P
su oria
da dit
biE
ohi
Pr

95

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