Distorsiones Cognitivas
Distorsiones Cognitivas
Distorsiones Cognitivas
NEGOCIACIÓN PRÁCTICA
DISTORSIONES COGNITIVAS
Carrera: Derecho
1
Fecha de entrega: 08 de Agosto de 2016
INDICE
CONCEPTO …………………………………………….………….. p. 3
CARACTERISTICAS ………………………….…………………... p. 3
TIPOS DE DISTORSIONES COGNITIVAS ….…………………... p. 4
TRATAMIENTO …………………………………………………… p. 9
¿Qué hacemos ante la disonancia cognitiva? ……………………… p. 9
¿Se pueden modificar las distorsiones cognitivas? ……………….... p. 9
¿Cómo se logra? …………………………………………………… p. 10
Terapias cognitivas ………………………………………………… p. 10
RELACION ENTRE LAS DISTORSIONES COGNITIVAS
Y LA NEGOCIACION ……………………………………………… p. 11
CONCLUSIÓN …………………………………………………….. p. 13
ANEXO ……………………………………………………………. p. 14
Cuento ……….…………………………………………………….. p. 14
Noticias ……………………………………………..……………… p. 16
Terrorismo que daña al mundo ……………………………………… p. 16
Síndrome del espejo ……………………………….……………….. p. 17
Las zancadillas que nos pone la mente …………………………….. p. 19
1
CONCEPTO
CARACTERISTICAS
1
El modelo cognitivo, tal como lo expresa Beck, propone que todas las
perturbaciones psicológicas tienen un común denominador que es la distorsión del
pensamiento que influye en el estado de ánimo y en la conducta de los pacientes.
Por esta razón, las distorsiones cognitivas son engaños que se cree la gente y de los
que se está completamente convencido.
Las formas de pensar distorsionadas son difíciles de diagnosticar y tratar ya que
están fuertemente asociadas a su forma de percibir la realidad. Incluso la persona
más sana y racional del mundo opera a cierta distancia de la realidad, mucho más
aun cuando los pacientes son drogodependientes.
Las distorsiones cognitivas derivan, a su vez, de creencias personales o
significados personales tácitos. Cuando por distintos eventos de la vida se activan
esos significados personales que estaban latentes o dormidos, irrumpen en la
conciencia e interrumpen el pensamiento racional, a través de los pensamientos
automáticos. Los pensamientos automáticos son ajenos al análisis racional y
reflejan las distorsiones cognitivas guiadas por los significados tácitos.
Aunque algunas distorsiones cognitivas pueden ser específicas de determinados
trastornos, es habitual que se repitan en diferentes estados emocionales alterados.
Los pensamientos automáticos son los contenidos de las distorsiones cognitivas,
que derivan de la confluencia de las valoraciones de los eventos y los supuestos
personales Los pensamientos automáticos son mensajes taquigráficos, que son
creídos por el sujeto a pesar de no basarse en evidencia suficiente, son espontáneos
o involuntarios, difíciles de controlar.
Las distorsiones cognitivas tuvieron una primera enunciación por parte de Albert
Ellis (1913–2007) y fueron ampliadas, posteriormente, por el mencionado Aaron
Beck.
Tales distorsiones son:
1. Pensamiento polarizado o dicotómico (todo o nada): interpretar los
eventos y personas en términos absolutos, sin tener en cuenta los grados
intermedios, evidenciado en el uso de términos como “siempre”, “nunca”,
“todos”, cuando su uso no está justificado por los acontecimientos
propiamente.
Se refiere a su tendencia a evaluar sus cualidades personales recurriendo
a categorías extremas, blanco o negro. Usted ve todas las cosas en blanco o
negro, los matices o grises no existen. Por ejemplo, un estudiante que
siempre obtenía la más alta calificación, al conseguir otra sólo un poco
menos alta llegó a esta conclusión: “ahora soy un fracaso total”.
1
Las formas de pensamiento “todo o nada” constituyen la base del
perfeccionismo. Hacen que usted tema cometer cualquier error o
imperfección porque entonces se considerará un absoluto perdedor, y se
sentirá un inútil sin valor.
2. Sobregeneralización o Generalización excesiva: tomar casos aislados y
generalizar una conclusión válida para todo. Es por ello que la persona
tiende a pensar que al ocurrirle una vez, le volverá a ocurrir siempre. Es
decir, ocurre cuando la persona generaliza en exceso.
Un ejemplo ilustrativo es un estudiante que estudia mucho para un
examen pero, sin embargo, desaprueba. Este estudiante cree que va a volver
a desaprobar todos los parciales por más que estudie mucho, y hasta llega
pensar en abandonar la carrera, que nunca podrá aprobar ningún parcial de
ninguna carrera, por más que estudie.
Este error cognitivo se suele detectar cuando la persona utiliza palabra
definitivas tales como “nunca”, “jamás”, “siempre”, “todos” o “nadie”.
3. Abstracción selectiva o Filtro mental: enfocarse exclusivamente en ciertos
aspectos, usualmente negativos y perturbantes, de un evento, hecho,
circunstancia o persona con exclusión de otras características.
Elige un detalle negativo de cualquier situación y se fija exclusivamente
en él, percibiendo así que toda la situación es negativa. Un ejemplo de este
tipo de distorsión es la alumna que rindió un examen de 100 preguntas, y al
salir solo pensaba en 10 preguntas que contesto mal, era lo único que
pensaba. Y cuando recibe el examen corregido había una nota adjunta que
decía: "Respondió correctamente noventa de un total de cien. Este
resultado ha sido con muchos, la calificación más alta de todos los
estudiantes de este año. Sobresaliente”.
Cuando la persona está deprimida, se pone un par de gafas con cristales
especiales que no dejan pasar nada que sea positivo. Por lo que todo lo que
permite entrar en su mente consciente es negativo. Es decir, no tiene
conciencia de este “proceso de filtrado”, llega a la conclusión de que todo
es negativo. Es un mal hábito que puede provocar mucha angustia
innecesaria.
4. Descalificar lo positivo: consiste en la tendencia que tienen algunas
personas en transformar las experiencias neutras o incluso positivas en
negativas.
Un ejemplo cotidiano de esto, puede ser cuando alguien le dice un apodo
a una mujer sobre su aspecto o sobre su trabajo, la mujer puede pensar “me
lo dice solamente para caer bien”, “me lo dice por compromiso”. Por lo
que esta mujer, descalifico rápidamente el elogio hacia ella. En cambio,
cuando tiene una experiencia positiva, por ejemplo si la mujer de verdad, le
ha ido bastante bien en alguna situación o circunstancia, se dice a sí misma
“ha sido una casualidad. No tiene importancia”.
1
El precio que paga por esta tendencia suya es una intensa tristeza y la
incapacidad para apreciar las cosas buenas que le suceden.
5. Sacar conclusiones precipitadas: asumir algo negativo cuando no hay
apoyo empírico para ello. Usted puede apresurarse a sacar arbitrariamente
una conclusión negativa que no está justificada por los hechos de la
situación planteada.
Dos subtipos han sido identificados:
o Lectura de pensamiento: presuponer o adivinar las intenciones,
actitudes o pensamientos de otros. Usted supone que otras personas lo
desprecian, y está tan convencido de esto, que ni siquiera se toma la
molestia de comprobarlo. Rápidamente la persona toma la conclusión
arbitraria de ello.
Un ejemplo de esta distorsión es el siguiente: un amigo pasa por al
lado en la calle y no lo saluda porque está tan absorto en sus
pensamientos de tal forma que no lo ve. Usted podría llegar a la siguiente
conclusión errónea: “Me ignora, así que ya no debo caerle bien”.
Tal vez la persona responda a estas reacciones negativas imaginarias
retrayéndose o contraatacando. Esta conducta contraproducente puede
actuar como una profecía que se cumple a sí misma e iniciar una
interacción negativa en una relación cuando en el fondo no pasaba nada.
o Adivinación o Error del adivino: predecir o “profetizar” el resultado
de eventos antes de que sucedan. La persona imagina que va a suceder
algo malo, y toma esta predicción como un hecho aún cuando no sea
realista.
Suponga que telefonea a un amigo que no le devuelve la llamada
después de un tiempo razonable. Usted entonces se siente deprimido
cuando se dice a sí mismo que probablemente su amigo recibió el
mensaje pero no mostró interés alguno en llamarlo por teléfono. ¿Cuál es
su distorsión? Leer el pensamiento de los demás. Usted se amarga y
decide no volverlos a llamar ni averiguar qué pasó, porque se dice a sí
mismo: “Va a pensar que soy un pesado si lo vuelvo a llamar. Me voy a
poner en ridículo”.
A causa de estas predicciones negativas, usted evita a su amigo y se
siente humillado. Tres semanas después se entera de que su amigo no
había recibido el mensaje. Resulta que todo aquel lío fue sólo un cúmulo
de conclusiones apresuradas.
6. Proyección: proyectar en el otro pensamientos, sentimientos que no son
aceptados como propios porque generan angustia o ansiedad.
7. Magnificación y Minimización: consisten en subestimar y sobreestimar, en
reducir y aumentar, las cosas de forma desproporcionada.
1
La magnificación consiste en agrandar ciertos aspectos o cualidades. En
el caso de los pacientes depresivos maximizan los errores, las carencias, las
faltas, las pérdidas. Un ejemplo claro es "Dijo que no podía salir conmigo,
eso significa que me odia, que no le caigo bien...".
La minimización, por el contrario, se da cuando se subestiman o
empequeñecen ciertos aspectos o cualidades. Los pacientes depresivos
minimizan los logros, los éxitos, las buenas cualidades, los aciertos.
Ejemplo “He sacado una nota muy alta en el examen, pero seguro que ha
sido por suerte...”.
Los subtipos identificados son:
o Catastrofización o Visión catastrófica: imaginar, especular y rumiar
el peor resultado posible, sin importar lo improbable de su ocurrencia, o
pensar que la situación es insoportable o imposible de tolerar, cuando en
realidad es incómoda o inconveniente (esto se relaciona con la baja
tolerancia a la frustración).
o Negación: tendencia a negar problemas, debilidades o errores; es la
distorsión opuesta al catastrofismo.
o Negativismo: se magnifican los sucesos o aspectos negativos, y son
obviados o desvalorizados los positivos; es una forma de abstracción
selectiva; es característico del negativismo la realización de presagios
catastrofistas.
8. Razonamiento emocional: formular argumentos basados en cómo se
“siente” en lugar de la realidad objetiva. Esta distorsión se produce cuando
te tomas tus emociones como pruebas de la verdad. Un ejemplo de esto es
“Me da miedo viajar en avión, por lo que viajar en avión es peligroso”.
Un efecto secundario habitual del razonamiento emocional es la dilación.
Es decir, la persona dilata el momento de confrontar esa situación. Por
ejemplo la persona evita ordenar tu escritorio porque dice: “Me siento tan
mal cuando pienso en este escritorio desordenado, que limpiarlo será
imposible”. Por lo que esta persona dilata el tiempo, y después de
días/semanas decide limpiarlo y resulta una tarea bastante gratificante y no
tan dura. La persona se ha estado engañando todo el tiempo porque tiene el
hábito de dejar que sus sentimientos negativos guíen su manera de actuar.
9. Debeísmo o “Deberías”: concentrarse en lo que uno piensa que “debería”
ser en lugar ver las cosas como son, y tener reglas rígidas que se piensa que
deberían aplicarse sin importar el contexto situacional. Las exigencias se
extienden a sí mismo, a los otros o a la vida en general.
10. Etiquetado: relacionada con la sobregeneralización, consiste en asignar
etiquetas globales a algo o alguien en vez de describir la conducta
observada objetivamente. La etiqueta asignada por lo común es en términos
absolutos, inalterables o bien con fuertes connotaciones prejuiciosas.
1
11. Personalización: también conocida como “falsa atribución”, consiste en
asumir que uno mismo u otros han causado cosas directamente, cuando
muy posiblemente no haya sido el caso en realidad. Cuando se aplica a uno
mismo puede producir ansiedad y culpa, y aplicado a otros produce enojo
exacerbado y ansiedad de persecución.
12. Culpabilidad: culpabilizar a los demás de los problemas propios, o por el
contrario culparse a sí mismo de los problemas ajenos.
13. Sesgo confirmatorio: tendencia a sesgar la realidad, tanto en percepción
como en valoración, para que encajen con ideas preconcebidas.
14. Memoria selectiva: ocurre cuando nos sentimos culpables por tener dos
opiniones, actitudes o creencias contrarias, lo que nos lleva a eliminar una
de ellas.
Cuando nos sentimos culpables por haber realizado una acción contraria
a nuestras creencias, como por ejemplo haber dejado una carrera,
encontramos la manera de darle vueltas a la situación hasta hacernos creer
que realmente era la decisión correcta, aunque en el fondo sepamos que
desearíamos no haber tomado esa decisión. Al distorsionar el recuerdo, la
memoria que tengamos de esa decisión será completamente diferente.
15. Falacias:
o Falacia de control: presuponer que se tiene que tener un control y
una responsabilidad excesiva sobre lo que ocurre a su alrededor, con
cierto sentimiento de omnipotencia; o por el contrario puede verse como
incompetente e impotente en grado extremo para manejar los propios
problemas, o sentirse externamente controlada por otros o por las
circunstancias.
o Falacia de justicia: enjuiciar como injusto aquello no coincidente
con los deseos, necesidades, creencias y expectativas personales.
Consiste en una visión de la vida con normas y criterios estrictos donde
otras opiniones o alternativas se descartan.
o Falacia de cambio: presuponer que la felicidad de uno depende
exclusivamente de los actos y conductas de los demás o de las
circunstancias externas; exige cierta condicionalidad; se espera que la
actitud de cambio venga de los demás, en vez de responsabilizarse de sí
mismos.
o Falacia de razón: presuponer ser poseedores de la verdad absoluta
obviando opiniones ajenas; creen que sus opiniones y acciones son las
correctas y válidas e intentaran continuamente demostrarlo así mismos o
a los demás con argumentos elaborados pero falaces; no toleran
equivocarse y harán todo lo posible para evitarlo.
o Falacia de recompensa divina: se espera que en un futuro los
problemas mejoren por sí solos sin tomar una actitud proactiva; o que
seremos recompensados de alguna forma.
1
De todas las distorsiones reseñadas, en general, se presentan con mayor
prevalencia: a) la Falacia de recompensa divina con un porcentaje del 20%; b) los
Debeísmos con un 16%; y c) la Falacia de control con el 11%.
TRATAMIENTO
1
o ¿Cómo se logra?
Siendo conscientes de que la forma en la que se percibe el mundo es una
forma entre muchas otras formas y percepciones existentes, por lo que no
siempre tiene porque ser la correcta.
Es útil pensar que otras alternativas existen, o bien, que pensaría otra persona
si lo viera desde afuera e intentar analizar la situación de manera objetiva, sin
dejarse llevar por las emociones.
Intentar ubicar el pensamiento que nos turbe dentro de alguna posible
distorsión de las enumeradas y si se ve que existen coincidencias con alguna
buscar un pensamiento más adecuado o propicio a la situación.
Pensar que no es que un problema que no tenga solución, sino que
simplemente aún no se ha sido capaz de encontrarla y por lo tanto hay que
plantearse métodos diferentes y abrir fronteras.
Es importante ser abiertos a cuestionamientos propios, no debemos pretender
que ante un problema se aplique siempre las mismas soluciones o reglas a todas
aquellas situaciones.
De vez en cuando se debe cuestionar los modelos que se posee y tratar de
adaptarlos a las diversas circunstancias.
Siempre observar el diálogo interno, que nos decimos a nosotros mismos
cuando algo va mal.
Intentar convertir aquel discurso en algo realista que siga un método similar
al científico, evaluando las pruebas y los datos antes de extrapolar conclusiones.
Y ser conscientes de que estas conclusiones, incluso con pruebas, pueden ser
erróneas.
o Terapias cognitivas:
Los psicólogos, dentro de la terapia cognitivo–conductual, aplican un método
conocido como la reestructuración cognitiva. Este método enseña a aprender a
refutar estas distorsiones y sus consecuentes pensamientos negativos. Cuenta
con diversas técnicas dependiendo del tipo de distorsiones más frecuentes. Este
tipo de terapia suele incluirse en trastornos con frecuente presencia de
distorsiones cognitivas, por ejemplo, Trastorno límite de la personalidad,
Trastornos depresivos, Fobia social, problemas de autoestima, etc.
Dentro de las terapias cognitivas que tocan directamente el tema de las
distorsiones, la más famosa en esta área es, cómo no, la Teoría Cognitiva de
1
Beck, especialmente enfocada para casos de depresión y con una minuciosa
teoría sobre el origen de la misma.
Las distorsiones cognitivas pueden llevar a sentir ansiedad, baja autoestima,
indefensión, tristeza, frustración, ira. Es un cambio importante en la vida de las
personas el poder ajustar su estado emocional a la realidad y no a la inversa —
juzgar la realidad según las emociones—, por ello, es importante conocer los
tipos de distorsiones y detectarlos a tiempo.
1
internalizar el conflicto, evitando que la negociación se vea invadida por conductas
irracionales.
El tratamiento fundamental no es relacionado al conflicto, si no que deberá
intentarse —en la medida de lo posible— de trabajar sobre las emociones de los
participantes, lo que determinará en gran parte el éxito de la negociación.
Reflexionar sobre la cara interna del conflicto resultará ampliamente beneficioso
a estos efectos, reconociendo el valor innegable de las emociones en la vida
humana y su preponderancia sobre las conductas que exteriorizamos.
Toda vez que estas manera errónea de percepción es generadora de emociones,
podemos tomar lo expuesto por Flora Katz, en su ensayo “Importancia de las
emociones en el ejercicio de la mediación 1”, donde afirma que “la emoción ocupa
un rol fundamental en la conducta humana, si bien es difícil definirla, la emoción
es un impulso para actuar, un sentimiento que funciona como un disparador, un
estado de ánimo que se traduce en gestos o actitudes físicas, es un impulso para
actuar, es como un disparador que se filtra en el hacer, y es evidente que siempre
se actúa bajo la influencia de emociones; en cada posición o reclamo de una de las
partes en un conflicto, siempre hay una emoción latente […] Si bien la emoción es
central en el conflicto, no siempre es igual en todos los casos. La conducta humana
es una combinación de razón y sentimiento, y entender las emociones no es el arte
de disimularlas, sino que tiene que ver más con la intuición que con el
autocontrol”.
Debemos tener en cuenta, entonces, que el mensaje emitido por cualquiera de los
participantes se verá teñido por las emociones, las que se filtrarán en la información
que se quería transmitir. Pueden ser positivas, pero si en el caso se verifica una
distorsión del tipo de las que hemos tratado aquí, las emociones que se infiltran en
la codificación del mensaje serán altamente negativas, haciendo que la resolución
del conflicto se dificulte ya que se aleja de los hechos reales y objetivos que
generaron el conflicto en sí. En este sentido, podríamos afirmar que lo más
importante es el reconocimiento de la situación y la distorsión que la afecta, toda
vez que su ocultamiento —y en consecuencia, su no tratamiento— continuará
entrometiéndose en la comunicación tendiente a la resolución.
La emoción como elemento expresivo es la forma en que nosotros comunicamos
al otro lo que sentimos, y esto incluye conductas verbales y no verbales, posturas
corporales, gestos, a través del cuerpo —sudor, temblor, tartamudeó ,
enrojecimiento— y a menudo nos paraliza; si bien hay otras emociones la ira o el
enojo y el miedo son las más dramáticas. El miedo suele surgir de la percepción de
que alguna de las partes ha violado alguna regla de conducta escrita, la otra parte es
la víctima de la transgresión. La emoción bloquea, inunda, sofoca la capacidad para
acceder a información e impide pensar o crear soluciones creativas frente a la
disputa planteada en una negociación.
1
KATZ, Flora M., Importancia de las emociones en el ejercicio de la mediación, Astrea, Buenos
Aires, 2007.
1
CONCLUSIÓN
ANEXO
2
STORDEUR (h), Eduardo, Sobre la utilidad social de la práctica privada de la abogacía: breves
consideraciones económicas, La Ley, Vol. 508, Buenos Aires, 2013.
1
o Cuento:
1
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo
suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida
desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó
tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella
estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al
otro día, y al otro... Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal
aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque,
pobre, cree que no puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de
nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza...
—Así es, Demián. Todos somos un poco como el elefante del circo: vamos
por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.
Vivimos pensando que “no podemos” hacer montones de cosas, simplemente
porque una vez, hace tiempo, cuando éramos pequeños, lo intentamos y no lo
conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra
memoria este mensaje: No puedo, no puedo y nunca podré.
Hemos crecido llevando ese mensaje que nos impusimos a nosotros
mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.
Cuando, a veces, sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos
de reojo la estaca y pensamos:
No puedo y nunca podré.
Jorge hizo una larga pausa. Luego se acercó, se sentó en el suelo frente a mí y
siguió:
—Esto es lo que te pasa, Demi. Vives condicionado por el recuerdo de un
Demián, que ya no existe, que no pudo.
Tu única manera de saber si puedes conseguirlo es intentarlo de nuevo
poniendo en ello todo tu corazón... ¡Todo tu corazón!
1
o Noticias:
4
VIVANCO GONZALEZ, Gilberto, Terrorismo que daña al mundo,
http://www.cambiodemichoacan.com.mx/columnanc8304, México, 2016.
1
Ya no más violencia, el máximo Creador no los llevará al cielo o a la casa
de Alá. Sabemos de la historia, sabemos de lo que han sufrido, pero de favor,
no hagan sufrir a los otros, a los demás; no hagan sufrir inocentes por más
culpables que parezcan.
Actuar de público indulgente con el terrorismo es un crimen de lesa
democracia. Personajes que fortalecen, que promueven el terrorismo, no
merecen ni un solo voto y sí el más grande, el unánime rechazo de todos con
dignidad y memoria. Con la vida ajena no se juega, la propia es un estuche de
dignidad y fortaleza.
5
DE LA GÁNDARA, Jesús J. Síndrome del espejo III: Obesidad, anorexia y otras distorsiones
cognitivas, http://www.huffingtonpost.es/jesus-j-de-la-gandara/sindrome-del-espejo-iii-
e_b_3561232.html, España, 2013.
1
justifique. Hay casos tan conocidos y graves como Michael Jackson, que
odiaba tanto su negritud y sus narices que acabó pagándolo con la vida.
Se trata de una idea fija, exagerada e irrebatible de padecer una grave
deformidad física (dismorphia), sin motivos razonables para ello, o con
motivos mínimos. Afecta a 12% de la población, hombres y mujeres por
igual, generalmente jóvenes y de clase social mediaalta. Muchos empiezan
con leves preocupaciones por algún defectillo, y acaban padeciendo
obsesiones graves, hasta el punto de complicarse con depresiones, abuso de
sustancias o suicidio. Las áreas del cuerpo más implicadas son la piel, el
cabello, la nariz, los dedos de los pies, el abdomen, los senos, los ojos, los
muslos y los dientes. Este trastorno, lejos de ser un mero asunto estético, es
tan grave que compromete las relaciones, el trabajo y la salud física y mental
de los afectados. Su tratamiento es complejo, y debe incluir una combinación
de psicoterapia y psicofármacos, y no en medidas meramente cosméticas.
En la actualidad la restricción alimentaria y la delgadez son los patrones de
conducta más adaptados biológica y socialmente. Es decir, los que se asocian
con una mayor calidad y cantidad de vida, y también con mayor probabilidad
de éxito social y de dejar descendencia. Es decir, las personas delgadas y
esbeltas serían más sanas, más atractivas, vivirían más, tendrían más éxito y
dejarían más descendencia. Esto se explica por el denominado modelo de la
CAARS (Capacidad Autopercibida de Aptitud para la Reproducción y la
Supervivencia). Por ejemplo, ser obesos en Atapuerca sería un rasgo positivo
de CAARS, especialmente en las hembras, que tenían que gestar y amamantar
a sus hijos, pero ahora ser obesos es ostensiblemente antiCAARS. Desde que
tenemos espejos y neveras lo que mola es comportarse anoréxicamente, por
eso las princesas de las pasarelas son tan esbeltísimas. Claro que, como
siempre, pasarse de la raya acaba siendo antiadaptativo, y lo que empezó
siendo un rasgo proCAARS, ha acabado siendo antiCAARS, o, lo que es lo
mismo, antiecológico, antievolutivo y antisaludable.
La distorsión perceptiva característica de las personas con TCA, que les
hace verse gordas cuando están flacas es de naturaleza neurobiológica. Hay
una alteración cerebral que la produce. Cuando uno se contempla a sí mismo
en el espejo, no solamente realiza una percepción, sino que lo compara con la
representación mental del propio cuerpo que cada uno tiene gravado, y
además le añade una valoración emocional.
En los últimos cientos o miles de años, los espejos y sus múltiples
variantes han permitido una autocontemplación visual constante, fina, precisa
y minuciosa. Los espejos han metido en nuestro cerebro esquemas cognitivos
y perceptivos nuevos, junto con nuevas valoraciones emocionales y juicios
sociales y culturales. Pero nuestro cerebro antiguo no está adaptado para
juzgar adecuadamente nuestro esquema corporal moderno, y sobre todo le
cuesta adaptarse a los cambios tan rápidos. Por eso algunas personas que, ya
1
sea por razones genéticas, psicológicas, familiares o sociales, tienen alterados
esos mecanismos de autopercepción; sufren y acaban desarrollando conductas
patológicas por culpa de su deficiente autocontemplación y autoevaluación.
6
BONILLA, Alicia, Las zancadillas que nos pone la mente,
http://www.elmundo.es/salud/2016/06/23/576a9f33268e3e5e1f8b45c7.html, España, 2016.
1
puede tener sentimientos de infravaloración o dudas acerca de sus
capacidades, y en ocasiones se anticipa el fracaso, empleando esquemas de
acción negativos", sostiene Portellano.
1
problemas de pensamiento". En muchas ocasiones las preocupaciones del
paciente no son reales, ya que los problemas a los que se enfrenta en su vida
no son tan graves como él piensa. Otro de los motivos es la imposibilidad de
algunas personas de adaptarse a los cambios en sus situaciones
personales. "Muchas personas han conseguido éxitos después del fracaso.
Quien fracasa más, es el que más lo intenta", afirma.