Estudio Hidrologico y Pozos de Agua
Estudio Hidrologico y Pozos de Agua
Estudio Hidrologico y Pozos de Agua
Campus de Quetzaltenango
Facultad: Ingeniería
Hidrología
Sección: 01
Ing. Mario Lemus
Investigación No.2
Tipos de pozos de agua, métodos de perforación y
estudio Hidrológico.
Pozos hincados
Un pozo hincado es un pozo excavado verticalmente por hundimiento directo de
un entubado. Se trata de una obra de captación integrada por un tubo perforado
con el extremo puntiagudo que se hunde hasta la capa freática de suelos blandos
o de dureza media, utilizando para ello diferentes técnicas. También se los
denomina pozos instantáneos o pozos con perforación de drenaje.
Pozos excavados.
Se trata de la técnica más sencilla y convencional, y a la vez la menos costosa.
Para llevar a cabo esta técnica el suelo en el que se realice la perforación tiene
que ser bastante blando y que la capa freática no esté a demasiada profundidad.
Para la construcción de estos pozos se aconseja encubarlos, es decir,
mantenerlos en modo vertical con anillas de hormigón, pero en otros muchos
casos se refuerza mediante piedras. En ambos casos, el objetivo es reforzar el
pozo y evitar posibles derrumbamientos.
En la mayoría de sus casos se hace manualmente (pico y pala), exceptuando
algunos mecanismos para reducir esfuerzos físicos como, por ejemplo: utilizando
una excavadora o utilizando una barrena.
En relación a este hecho el resultado son pozos no muy profundos, entre 10,20 o
30m como máximo, según la técnica utilizada. En base a esto el agua de dichos
pozos estará muy expuesta a la contaminación y a la desecación.
Entre los pozos excavados se suelen distinguir:
1) Los pozos tradicionales.
2) Los pozos modernos.
2) Pozos Modernos
Este tipo de pozos puede construirse parcialmente a mano o, más
frecuentemente, con equipos mecanizados (ver fig.5). En general, su diámetro
interno oscila entre 1 y 1,80 m. Están sólidamente apuntalados con encubados de
hormigón o metálicos, coronados por un brocal y protegidos frente a las
intrusiones animales.
La técnica de excavación varía según la naturaleza del terreno:
En terrenos blandos (arenas, arcillas o pizarras blandas) se pueden
emplear herramientas manuales, como picos, palas y barrenas de
percusión.
En terrenos duros (areniscas, pizarras duras, etc.) se hace necesario el uso
de un martillo picador.
En terrenos muy duros (granito, cuarzo) se puede recurrir a explosivos,
aunque esta técnica es a la vez peligrosa y muy costosa. En este caso, es
preferible recurrir a la técnica de la perforación.
Sondeos o perforaciones.
También conocidos como pozos aforados, su profundidad se espera mucho mayor
a las anteriores, unos 300 o casi 400 metros bajo tierra y se precisan maquinarias
de mayor complejidad, algunas de carácter rotativo con capacidad para destruir
piedra y roca, otras mediante taladro o ahoyado y las hay incluso de circulación
inversa capaces de retornar a la superficie el material sobrante de la perforación.
Tipos de perforaciones
Pozos excavados
Pozos hincados
La perforación por batido
La perforación por batido (o por percusión)
Para clavar el tubo en el suelo, esta técnica utiliza una herramienta muy pesada
(la barrena) fijada a una cuerda o un cable. La barrena se eleva y se suelta
alternativamente, dejándose caer sobre el tubo, en cuyo extremo hay una punta
cónica que fragmenta el terreno. La altura y la frecuencia de las caídas varían en
función de la dureza del terreno. Este debe estar desprovisto de piedras o rocas.
Si el agujero corre el riesgo de derrumbarse, debe instalarse un preentubado, que
se retirará cuando se coloque el entubado definitivo. Este procedimiento permite
excavar pozos de pequeño diámetro (entre 25 y 100 mm) a profundidades que no
superen los 15 o 20 m, según la dureza del suelo.
La perforación por inyección de agua
Este procedimiento consiste en inyectar agua a presión al interior de un tubo. Para
contar con una presión suficiente, se utiliza una motobomba. El agua sale por el
fondo del agujero al exterior de las paredes del tubo y asciende hasta la superficie
del suelo en forma de lodos que contienen los escombros del terreno. El tubo
continúa descendiendo, permitiendo clavar los tramos de tubo sucesivos hasta
alcanzar la profundidad deseada. Este procedimiento permite excavar pozos con
una profundidad aproximada de 30 o 40 m.
Dos tipos:
1) El lanzamiento rápido a presión o « lanzamiento directo » (profundidad
máxima : 35 m).
Consiste en introducir un tubo en el suelo con ayuda de la inyección a presión de
una gran cantidad de agua mediante una motobomba o una bomba de pedal. Se
utiliza para realizar rápidamente (normalmente en menos de un día) perforaciones
poco profundas con un coste medio.A veces se confunden los pozos hincados (o
instantáneos) y los pozos aforados, ya que emplean procedimientos relativamente
similares.La principal diferencia entre ambos estriba en que en los pozos hincados
se hunde directamente un tubo equipado con un tamiz en el extremo, mientras que
en los pozos aforados este se coloca al final de las operaciones.
Esta técnica es una de las más utilizadas. Es una evolución de la técnica del
lanzamiento directo.Permite realizar perforaciones más profundas, pero solo
puede utilizarse en terrenos sedimentarios.
Se basa también en la circulación y la presión del agua, así como en el uso de una
herramienta perforante pesada, que en este caso se hace girar. El agua se inyecta
en el interior de la barra de perforación, y el lodo (agua con desechos) asciende
por las paredes de la perforación. Para obtener una presión de agua suficiente, se
utiliza preferentemente una motobomba. Se puede dejar el extremo inferior del
tubo de perforación simplemente abierto, o añadirle una herramienta de
perforación (barrena), que suele ser lo más frecuente. La abrasión del suelo se
lleva a cabo con una herramienta tridentada o un tricono que se hace rotar
manualmente desde la superficie, utilizando para ello una barra de perforación.
Los residuos generados, o « cuttings », se llevan hasta la superficie a través de la
circulación de los lodos de perforación. Estos se introducen en el interior de las
barras, salen por la herramienta de perforación, ascienden hasta la superficie por
el espacio anular que hay entre las paredes de la perforacióny la barra de
perforación, se decantan en pequeñas cavidades excavadas junto a la perforación,
y se bombean e inyectan de nuevo.
Para evitar el hundimiento de las paredes y la pérdida no controlada de agua por
filtración, se puede mezclar con el agua un fluido de perforación (aditivo). La
técnica del lanzamiento de agua (con rotación) puede utilizarse a una profundidad
de hasta 35-45 metros.
Pozos aforados o perforaciones
Perforación rotativa
La perforación rotatoria se realiza utilizando una taladradora con una barra de
perforación que gira rápidamente y que dispone en su extremo inferior de una
herramienta cortante (denominada tricono o herramienta tridentada) que taladra el
terreno y se hunde por el efecto combinado del empuje de la taladradora y del
peso de la barra de perforación. En el interior de las barras se inyecta lodo a
presión. El lodo procedente de la perforación evita la caída de las paredes, las
consolida (es lo que se llama cake) y hace subir los escombros (denominados
cuttings) hasta la superficie, donde se depositan en una balsa de decantación. El
lodo reciclado se reinyecta en la barra de perforación.
IARNA
Perforaciones profundas
Estos equipos constan de varios modelos. Son muy caros, y solo las empresas
importantes pueden disponer de ellos y alquilarlos eventualmente. Sin embargo,
hay que señalar que ciertos organismos u ONG también han puesto a punto o
adaptado, con ayudade empresas industriales dedicadas a la maquinaria para
perforación, herramientas móviles, aunque mucho más ligeras y adaptadas a
ciertos tipos de perforaciones.
En primer lugar, se delimitan las zonas de afección del proyecto. Esto tiene como
objetivo definir exactamente el cauce de una cuenca hidrográfica y sus
características físicas. Luego, se realiza un estudio hidráulico del cauce para
obtener los perfiles transversales y los puntos donde existe algún elemento
especial, como bien podría ser un vado o un estrechamiento del cauce. Para
conseguirlo, se realizan trabajos de campo.
- Un estudio climático.
Como parte del estudio también se incluye un análisis de la calidad de las aguas,
así como la revisión de métodos de precipitación, pluviometría, y hietograma
especificado, etc. El estudio sigue el esquema de las zonas del cauce y la ribera, y
contempla la realización de un estudio del dominio público hidráulico.
Debe detallar también los calados del agua que determinen las superficies de
afección y definir el estado actual en materia hidráulica, así como la situación y el
emplazamiento de la obra que piensas realizar.
Además, conviene tener en cuenta que es necesario para los técnicos recabar la
información necesaria sobre el emplazamiento y el tamaño de la obra a realizar
para poder hacer los cálculos y detallar las conclusiones en la redacción del
informe final. Para evitar retrasos en el inicio de tu construcción de la
infraestructura, es mejor que encargues el estudio hidráulico con suficiente tiempo,
contando también con los plazos de tramitación de los permisos.
Confederación hidrográfica
Las Confederaciones hidrográficas son entidades de derecho público adscritas al
Ministerio para la Transición Ecológica del gobierno de España como organismo
autónomo dependiente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, cuyas
funciones se establecieron por vez primera en el Real Decreto Ley de su
constitución en 1926, y que conforme al organigrama ministerial español, la Ley de
Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado (Ley
6/1997, de 14 de abril) y la Ley de Aguas de 1985 (con las modificaciones de 1999
y la refundición efectuada en el Real Decreto Legislativo 1/2001), tienen como
misión las tareas de planificación hidrológica, gestión de los recursos del dominio
público hidráulico en razón de la cuenca en donde se encuentren, la concesión de
derechos de explotación de los recursos acuíferos, la construcción y planeamiento
de infraestructuras hidráulicas y la gestión medioambiental de su zona, con
especial atención a la preservación de los recursos y a la calidad del agua.
Modelos de estudio hidrológico
Son modelos que engloban toda la cuenca y permiten establecer el caudal en
función del periodo de retorno. Existen diferentes métodos para estimar el caudal
máximo de crecida:
Modelos estocásticos: son modelos inductivos, es decir, solo interpretan la
aleatoriedad con la que se producen los procesos naturales, en este caso
caudales máximos. Normalmente se trata de modelos regionales, en los
cuales se utilizan todos los registros de caudal de una región con
características hidrológicas similares
o Métodos de regresión directa: Se basan en el desarrollo de
ecuaciones de regresión que permiten extender el registro de
caudales disponible en las estaciones de aforo. Normalmente se
establece una relación entre caudal y superficie de drenaje,
estableciendo un parámetro que permite determinar la similitud o
diferencia hidrológica entre diferentes cuencas, el caudal generado
por unidad de superficie. Con esta metodología se asume que, si la
regresión es válida para diferentes cuencas aforadas, generará
buenas estimaciones en cuencas no aforadas. No obstante, las
características singulares de algunas cuencas no aforadas pueden
provocar que esto no se cumpla, mermando la portabilidad de éste
método.
Modelos determinísticos: son modelos deductivos, esto es, incorporan
parámetros físicos, químicos y biológicos para entender los procesos que
tienen lugar en la cuenca. Por ejemplo:
o Método precipitación-escorrentía: permite simular episodios de
inundación a corto plazo. Determina el caudal en función de la
precipitación que cae sobre la cuenca y el comportamiento del agua
en la misma. En el presente estudio se utiliza este método, basado
en un parámetro llamado número de curva. Es un modelo más
exhaustivo y debe ser calibrado con datos reales de caudal para
obtener resultados óptimos.