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PRINCIPIOS RECTORES DE LA CONTRATACIÓN PÚBLICA CONTENIDOS EN LA

LEY ORGÁNICA DEL SISTEMA NACIONAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA DEL


ECUADOR

El Art. 4 de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública manifiesta que,
“Para la aplicación de esta Ley y de los contratos que de ella derivan, se observarán los
principios de legalidad, trato justo, igualdad, calidad, vigencia tecnológica, oportunidad,
concurrencia, transparencia, publicidad; y, participación nacional”[1]

Estos principios rectores establecidos en la Ley singularizada permiten dotar al sistema


nacional de contratación pública de un mecanismo para asegurar eficiencia y calidad en la
contratación pública, basada en la adquisición o arrendamiento de bienes, ejecución de
obras y prestación de servicios, incluidos los de consultoría que es necesario analizarlos
para un debido procedimiento de contratación pública.
1.- Legalidad.- De acuerdo al tratadista Diego Fernández la legalidad, “Determina que
toda estipulación, orden, facultad o prerrogativa a la que se deben sujetar la
administración o su contraparte, deben estar comprendidas dentro de la legislación
vigente, es decir que ninguna cláusula convenida por las partes es válida si se aparta de
lo lícito y de lo jurídico”[2]
La legalidad es un principio muy común en el ordenamiento jurídico, pues impone la
obligación de que todos los actos, procesos, impugnaciones y formalidades estén
previstos en la Ley. Por lo tanto la contratación y adquisición de bienes y servicios,
arrendamiento, ejecuciones de obras, deben estar descritas y caracterizadas en la Ley
para que estas sean legales y el Estado pueda actuar bajo esta legalidad, privilegiando al
orden público sobre el particular.
2.- Trato justo.- Es el equivalente al derecho a la igualdad material y formal, reconocido
en la Constitución de la República del Ecuador. El trato justo e igualitario, impone la
obligación a todas las entidades del Estado de tratar de la misma manera a los postores
durante el proceso de selección, sin que exista excepciones, privilegios o favoritismos en
favor de algunos contratistas, dejando a los otros postores en condiciones desiguales y
perjudiciales.

Para el tratadista Fernández, el trato justo igualitario también equivale al principio de


imparcialidad contractual que “Se traduce en la apropiada aplicación y valoración de la
actividad contractual, sea esta previa o post-ejecutiva. En cuanto al accionar de la
administración debemos considerar que su imparcialidad es relativa, en cuanto a que por
su capacidad jerárquicamente superior es a la vez juez y parte, sin embargo debe estar
presente, por ejemplo, en la valoración de ofertas"[3]

El trato justo se complementa con el principio de imparcialidad que permite garantizar que
en la participación de los oferentes existirá el compromiso de no beneficiar a
determinadas personas y de otorgar las adjudicaciones a los que hayan ganado las
licitaciones o el concurso público de ofertas.
3.- Igualdad.- Según el tratadista Fernández menciona que “La actividad contractual de la
administración pública debe regirse por la igualdad de oportunidades y derechos para los
interesados en contratar con el Estado, y participar en su desarrollo convencional, lo que
también es conocido como democratización contractual” [4]

La igualdad supone tratar por igual a los interesados en contratar con el Estado. En tal
sentido, la igualdad material y formal obliga a las entidades estatales y públicas a
establecer condiciones diferentes para situaciones distintas pero sólo en los casos en que
la Ley lo permita bajo criterios de razonabilidad.
4.- Calidad.- El Estado ecuatoriano a través de los procesos de selección de los
oferentes, busca adquirir o contratar bienes, servicios u obras de la calidad máxima y
tecnológica, a precios o costos adecuados. El principio de calidad orienta a que los costos
y las obras beneficien a la administración estatal, porque cumplan estándares de calidad y
corresponden al justo precio.
5.- Vigencia tecnológica.- Con el principio de vigencia tecnológica se garantiza que los
bienes, obras o servicios que contrate la entidad gocen de las características tecnológicas
necesarias para servirla por un determinado espacio de tiempo.
6.- Oportunidad.- Para Lerner el Principio de oportunidad “Determina la actividad
administrativa. Los órganos administrativos actúan en un determinado ámbito de mayor o
menor libertad según la ponderación de los fines a cumplir en cada caso singular.
Finalidad y libertad, condicionan pues el principio de oportunidad de la actuación
administrativa, los que vinculados al tiempo o momento de actuación definen el principio.
Lo oportuno significa lo conveniente hoy, pudiendo quizás ser perjudicial mañana” [5]

La oportunidad es un elemento de la discrecionalidad, que impone a la administración


pública los criterios necesarios de cuando actuar enmarcados siempre en el marco de la
legalidad. Por lo tanto el principio de oportunidad debe ser aplicada por las autoridades
nominadoras de la administración pública, conforme a la jerarquía y a la importancia del
acto de decisión.
7.- Concurrencia.- Según Lerner “El principio de concurrencia invoca un proceso de
participación entre las entidades del estado y autónomas, ya que la concurrencia no
puede significar imposición de hecho ni de derecho, en el ejercicio de las competenc ias
para la concreción de los intereses respectivos. Materias de interés general que deben
ejecutar en razón del mencionado principio para contribuir con la ejecución de la política
que el Estado defina para la contratación pública”[6]

Visto de esta forma el principio de concurrencia permite la participación de la


administración pública central, administración pública institucional, administración pública
seccional; y, la sociedad para cumplir con los intereses de la sociedad ecuatoriana

En la cual se definen los instrumentos y mecanismos para cumplir con las necesidades
básicas de la población referente a constituir a la contratación pública en un elemento
básico de concreción de las necesidades de la sociedad.
8.- Transparencia.- Por este principio se exige que la administración despliegue su
actividad con la finalidad de que los ciudadanos conozcan los aspectos más importantes
del proceso de selección. Para ello la Administración deberá realizar acciones concretas,
tales como publicitar dicha información en diarios de circulación importante, y en la página
web de la Entidad, etc. El principio de publicidad esta complementado con el principio de
transparencia, en vista de que la publicidad de los actos que efectúa el Estado para la
contratación pública permite que las personas puedan vigilar y controlar la actividad que la
administración pública realiza en materia de contratos públicos.
9.- Publicidad.- La Publicidad es concepto fundamental para que proceda la igualdad de
oportunidades y la correcta actuación administrativa, sobre todo en la etapa
precontractual. A pesar de que la Ley de Contratación Pública ecuatoriana establece que
deben publicarse los llamados a concursos precontractuales de alta cuantía, los remates,
los arrendamientos, etc. y notificarse los de menor cuantía; consideramos que toda
actividad contractual debe ser publicitada y concursada por menor que ella sea, para ello
posteriormente estableceremos ciertos mecanismos para poner en conocimiento de toda
la comunidad los llamados a los interesados para contratar con el Estado, de acuerdo a la
aptitud e idoneidad requerida.
10.- Participación nacional.- Según Lerner “La participación se refiere a las capacidades
que permiten que cada persona sea parte de un grupo y aporte de modo efectivo a la vida
del conjunto, a partir de sus atributos y potencialidades. De esta forma hablar de
Participar, equivale a ser un actor social. La participación se refiere a la posibilidad de
aprender los mecanismos y procesos de la democracia por medio de experiencias de
participación en las niveles de gobierno y en las acciones que ejecuta para la satisfacción
de las necesidades vitales” [7]

La participación nacional es un pilar básico de la democracia, implica una transformación


profunda de las relaciones entre la administración pública y la ciudadanía. Permite que
cada uno de los ciudadanos puedan participar en la proposición de propuestas de
infraestructura, de servicios, entre otros, que el Estado puede concretarlos a través de la
contratación pública.

Dr. Alex Silva Calle.

[1] LEY ORGÁNICA DEL SISTEMA NACIONAL DE CONTRATACIÓN PÚBLICA.


Ediciones Legales. Quito – Ecuador. 2011. Pág. 12

[2] FERNANDEZ Suescum Diego Orlando. Manual de Derecho Público. Ediciones


Azpiazu. Quito – Ecuador. 2000. Pág. 12
[3] FERNANDEZ Suescum Diego Orlando. Obra citada. Pág. 13
[4] FERNANDEZ Suescum Diego Orlando. Obra citada. Pág. 13

[5] LERNER BUITRON Michelle Stiven. La administración pública. Editorial ABC. México
Df. 2008. Pág. 46.
[6] LERNER BUITRON Michelle Stiven. La Obra citada. Pág. 46
[7] LERNER BUITRON Michelle Stiven. Obra citada. Pág. 47

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