Resumen Trabajo Literatura Infantil
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Resumen Trabajo Literatura Infantil
1. ¿QUÉ ES LITERATURA?
La palabra literatura proviene del término latino litterae, que hace referencia a la acumulación
de saberes para escribir y leer de modo correcto. El concepto posee una relación estrecha con el
arte de la gramática, la retórica y la poética. La literatura es el arte que tiene por objeto la
expresión de las ideas y sentimientos por medio de la palabra. El término literatura se refiere al
papel que desempeña un texto en un contexto social, a lo que lo relaciona con su entorno y a lo
que lo diferencia de él, a su comportamiento, a los fines a los que se puede destinar y a las
actividades humanas que lo rodean.
2. LA LITERATURA INFANTIL
Es un arte que recrea contenidos humanos profundos y esenciales; emociones y afectos
primigenios; capacidades y talentos que abarcan percepciones, sentimientos, memoria, fantasía
y la exploración de mundos ignotos. Es un arte que abarca campos del quehacer humano
básicos y que tiene que ver de manera raigal con la cultura, la educación, la comunicación, la
ciencia y lo más central de las humanidades; asume la realidad, decanta la vida, recorre y
traspasa la fantasía, toca y se introduce en lo eterno. Se refiere a todas las manifestaciones y
actividades que tienen como base la palabra con finalidad artística o lúdica que interesen al
niño. De esta forma aquí incluiríamos: cuentos, canciones, adivinanzas, poesías, teatros de
guiñol, trabalenguas, letrillas, dramatizaciones, etc.
FUNCIÓN ÉTICA: Mediante esta función, la literatura para niños y jóvenes logra transmitirles
valores formativos que permiten la configuración de la conciencia moral, la realización del niño
y del joven que realmente queremos formar. En este sentido, son valiosos los textos literarios
que encierran un mensaje, que plantean algún aspecto de los problemas humanos, que
contribuyen a la formación de la personalidad, o a una mejor integración del individuo a la
sociedad. La función ética de la Literatura nos permite aprovecharla para:
Despertar y configurar una conciencia moral y social.
Transmitir valores
Formar hábitos
Modificar conductas personales o sociales.
La intención ética no debe de ser evidente, sino que se debe confundir con los elementos
literarios para así no perder las características artísticas indispensables que proporcionan al
lector un libre disfrute. Consciente o inconscientemente, el niño tiende a rechazar la lección que
quieren darle, y desgraciadamente rechazará también, a la vez, los elementos valiosos y
artísticos, muy especialmente en nuestra época en la cual hay que competir con los medios
audiovisuales, los cuales se guardan bien de dar lecciones aparentes o no aparentes, para no
perder a su público.
FUNCIÓN DIDÁCTICA: Consiste en la utilidad que ésta puede prestarnos para las actividades
diarias del aula, bien sea como motivación o para explicar diversos temas, o para llevar a cabo
ejercicios numéricos, lingüísticos, plásticos o de expresión corporal. Partiendo de las formas
literarias, bien sea el cuento o una adivinanza, podemos transmitir placenteramente a nuestros
niños algunas normas higiénicas o sociales, los primeros conocimientos científicos y tendremos,
además, la ventaja de que, la representación narrativa o poética les ayudará a fijarlos en su
memoria y a recordarlos con placer por largo tiempo. La buena Literatura para niños y jóvenes
puede proporcionarnos las más provechosas y exitosas actividades.
La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar
la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento del número de
premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera. Esto se debe en gran parte al
asentamiento de la concepción de la infancia como una etapa del desarrollo humano propia y
específica, es decir, la idea de que los niños no son, ni adultos en pequeño, ni adultos con
minusvalía, se ha hecho extensiva en la mayoría de las sociedades, por lo que la necesidad de
desarrollar una literatura dirigida y legible hacia y por dicho público se hace cada vez mayor.
Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento romántico, arriba el siglo de oro de la literatura
infantil. Son muchos los autores que editan sus obras con una extraordinaria aceptación entre el
público más joven. Son los cuentos (Hans Christian Andersen, Condesa de Ségur, Wilhelm y
Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa, y Saturnino Calleja y Fernán Caballero en España) y las
novelas como Alicia en el país de las maravillas -Lewis Carroll-, La isla del tesoro -Robert L.
Stevenson-, El libro de la selva de Rudyard Kipling, Pinoccio -Carlo Collodi-, las escritas por Julio
Verne o Las aventuras de Tom Sawyer entre otras, las que propiciaron un contexto novedoso
para la instauración de un nuevo género literario destinado al lector más joven en el siglo XX,
donde la ingente producción de LIJ coexiste con las obras del género adulto.
Son muchas las obras de renombre por citar de la LIJ, como es el caso de Peter Pan, El Principito,
El viento en los sauces, Pippi Calzaslargas o la colección de relatos sobre la familia Mumin; en
todas ellas destaca una nueva visión que ofrecer al pequeño lector, donde, además de abordar
los temas clásicos como las aventuras o el descubrimiento de nuevos mundos, se tratan la
superación de los miedos, la libertad, las aspiraciones, el mundo de los sueños y los deseos,
como actos de rebeldía frente al mundo adulto. Esta producción aumenta considerablemente
en las décadas de los 70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl, Gianni Rodari, Michael Ende,
René Goscinny (El pequeño Nicolás), (Christine Nöstlinger, Laura Gallego García o Henriette
Bichonnier entre otros. En este siglo XX, además, aparecen nuevos formatos de la LIJ gracias a
las técnicas pictóricas y la ilustración de las historias, donde las palabras son acompañadas de
imágenes que contextualizan la narración y aportando nexos de unión a la historia, es la
aparición del libro-álbum o álbum ilustrado, género en el que destacan autores como Maurice
Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig
Rosado.
Ya, en el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy consolidada dentro de los países occidentales, donde
las ventas son enormes y la producción literaria vastísima. Una fuente básica de información
sobre el tema en España es la revista CLIJ, Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil
FUNCION ACTUAL DE LA LITERATURA INFANTIL
Las funciones de la literatura infantil fueron apareciendo en respuesta a las necesidades, que
tanto los niños como jóvenes fueron haciendo sentir inicialmente los antiguos que transmitían
su pensamiento a través de la palabra oral y al ver qué contaban con una memoria capaz de
retener el enorme bagaje de conocimiento que tenían que conversar y trasladar a las nuevas
generaciones, así como las valiosas ideas que les convenían perennizar, inventaron la escritura,
la primera función de la literatura fue la comunicación, luego llegó a tener otras como: la de
instruir, educar y recrear, aplicándose las cuatro dentro de la literatura general, de acuerdo a la
ocasión y la finalidad que se persiga. Algunas funciones de la literatura son las siguientes:
Descubre el mundo del niño.
Es un modo de transmisión de la cultura es un medio de comunicación.
Desarrolla el gusto por lo bello.
Mejora la calidad de expresión.
Desarrollan la imaginación y la creatividad.
Potencia la simbolización.
Ahora en la actualidad hablar de literatura es crear nuestro propios conocimientos, poder
verificar los beneficios que ella que tiene para podernos enfrentar en la vida ser mejores seres
humanos en la sociedad, ya que la verdadera función de la literatura infantil es el de facilitar y
asimilar de la realidad externa y estimular para lograr desarrollar los aspectos cognitivos de los
niños/as siendo esto a su vez un proceso creativo donde cada persona plasma lo vivido, escrito,
realizado, escuchado, experimentado, observado, etc. Por lo cual una sociedad sin visión es
hablar de una sociedad sin convicción.
- Lingüística: Que el lenguaje sea sencillo, claro, concreto y fluido para que el niño comprenda
lo secuencial de la obra literaria.
- Literario: Que las expresiones de las ideas sean bellas al oído y al entendimiento, para que
aborden el sentir y pensar del pequeño lector.
- De Contenidos: Que el asunto, de algo imaginario, sea sobre todo interesante para que
realmente recree el espíritu, ya que la principal forma de la literatura infantil debe ser la
recreación a modo que los niños/as puedan pasear de las ideas por el mundo que le rodean
o por el camino de su imaginación.
- Éticas: Es muy natural que la literatura infantil siempre debe llevar un mensaje moralizador
pero ello debe ir envuelto en el ropaje literario de la manera más sutil, a fin de que sea él
que lo descubra. Súper editar lo atractivo de la belleza de la obra de la instrucción, equivale
a prestar una lección más de moral, cívica, de historia o de ciencia para habilitar campos y
obtener mejores oportunidades.
- Estéticas: Tratándose de la literatura infantil, lo primordial es su atractivo artístico o
imaginario, ya que por su forma o su contenido que satisfaga la exigencia infantil. Muchas
veces y tratándose de obras para niños/as pequeños hasta se sacrifica el contenido, con tal
que no pierda su atractivo, por ejemplo algunas poesías, rondas o cantos no dicen mayor
cosa, pero que gustan a los niños/as por su ritmo parcialidad las repeticiones los sonidos
Onomatopéyicos, etc.
- Didáctica: Toda literatura es didáctica puesto que enseña de parte del autor y queda
elección de la clase de información que se quiere transmitir al niño/a, pero corresponde al
docente la decisión del material literario con que cuente, el debe ser adaptado a la
mentalidad e interés de los estudiantes. La literatura infantil como su nombre lo dice son
libros, letras, oraciones, imágenes dedicadas a los niños; es por esta razón debe existir un
tratamiento de la información bastante oportuno y acertadamente siendo esta
clasificadamente para que el niño/a pueda comprender lo que transmite el autor logrando
así cumplir el desarrollo de comprensión literaria.
ESCALONAMIENTO Y PENETRABILIDAD
Dos ideas directrices y su valor respectivo (1903): Vaz Ferreira señala la existencia de dos
modalidades de enseñanza, que difieren tanto en la concepción del funcionamiento y desarrollo
de la inteligencia como en la manera que cada una aconseja para la presentación del material
didáctico y planificación de la clase (lección). La importancia de estas dos concepciones es tal
que, según este autor, bastaría con ellas solas para desarrollar toda la Pedagogía. Estas ideas
son escalonamiento y penetrabilidad.
Vaz Ferreira detecta una oposición teórica entre ambas posturas, y una oposición histórica. En
el escalonamiento, el docente prepara material cuidadosamente para que no sobrepase la
capacidad "actual" del alumno. Exige una muy atenta y cuidadosa observación del alumno, sus
capacidades y su momento de desarrollo. La idea básica es adaptar la pedagogía a las
capacidades del alumno. En la penetrabilidad, se elige dar material parcialmente ininteligible,
con la idea de estimular o posibilitar la reflexión posterior. Esta concepción resulta en un mayor
estímulo para el estudiante. Dice que las diferentes ramas de conocimiento no tienen dos partes
sino tres: teoría, práctica y comunicación de las ideas. En el ejercicio práctico aparece la
penetrabilidad. La penetrabilidad es preferible para enseñar música, pero el escalonamiento
para hacer matemática.
Etapa Aventurera: Empiezan a soñar con ser grandes para actuar independientemente.
Toda la literatura debe caracterizarse por la acción. Novelas de pistoleros, de viajes a
lugares exóticos.
La penetrabilidad es tanto una característica de los textos literarios como una estrategia del
lector. Todo libro hospitalario es penetrable, es decir, todo libro escrito con buen estilo, con
respeto por las normas y principios textuales puede ser penetrado por las estrategias del
proceso lector. En este juego de penetrabilidades es que se dan la polisemia y la lectura por
capas, las múltiples interpretaciones y el ingreso al texto desde el propio posicionamiento
cognitivo y socio-cultural.
EL ANIÑAMIENTO
Parte de una falsa y vulgarizada idea sobre lo que es y lo que piensa un niño. Hay adultos que
creen que por tener un cuerpo pequeño, el menor es tonto, sin inteligencia, sin capacidad de
selección de sus gustos o de comprensión de la calidad de las cosas que lo rodean. En
consecuencia, quien se dirige al niño, sin entenderlo, trata de reducir las palabras, las imágenes
y las temáticas a la pobreza creativa. Buscando lo sencillo, se llega fácilmente a lo simple.
- Diminutivismo: uso inadecuado, exagerado y meloso del diminutivo. Por ejemplo: los
textos en que todas las piedras son piedrecitas; los carros, pequeños carritos; el tiempo
pasa en momentitos, ratitos, etcétera.
- Aumentativismo: es la otra cara de lo anterior. Todo objeto, persona o animal es
exageradamente grande o potente: "un hombrón descomunal, un larguísimo camino;
unos zapatones enormes, grandototes", etc., o se abusa de prefijos tales como Super, de
limitado uso, reduciendo aun más las posibilidades de desarrollo verbal infantil,
"Superhombre, Supertriste, Supergrande". Otro tanto sucede con recontra, archi, mini,
etcétera.
EL DIDACTISMO
El didactismo concibe al niño exclusivamente como sujeto de aprendizaje, a través de la
literatura. Es un vicio presente en buena parte de los textos infantiles de todas las épocas, que
incide negativamente sobre el posterior desarrollo del pequeño lector, no sólo desde el punto
de vista de su hábito de lectura, sino desde el de la formación y equilibrio de su personalidad.
Además del esfuerzo que debe hacer el niño en la escuela por asimilar toda suerte de
enseñanzas con métodos no siempre agradables o llamativos, reciben en todo momento, ya en
la casa, o ya en la comunidad en la que se desenvuelve, otro cúmulo de conocimientos
-desordenados, además- envueltos en reglas de comportamiento, a menudo contradictorias que
frecuentemente se niega a aceptar calladamente. Consecuencia lógica son los continuos
conflictos con sus padres, parientes o adultos cercanos.
Si utilizamos la literatura infantil para continuar torpedeando al lector con cargas informativas,
acabamos no sólo ahogándolo con datos, sino mermándole sus posibilidades naturales de
investigación al alejarlo, por cansancio, del hábito de la lectura.
El didactismo no solamente puede pretender instruir a toda costa; también puede ser:
- Moralizante: Utilización del texto literario para comunicar al niño los principios morales
propios del autor y del momento social en el que éste se desarrolla.
- Religioso: Uso del libro infantil para crear en el niño un afecto especial hacia una
determinada confesión o fe religiosa.
- Patriotero: Exaltación, por medio del libro, de determinados valores que se suponen
emblemas de una nacionalidad. Su peligro estriba no sólo en la creación de mitos que el
niño no alcanza a comprender de manera racional y libre, sino en que -al sobrevalorar
los símbolos patrios- generalmente se menosprecia el verdadero valor del concepto
patria, u otras realidades nacionales.
- Ideologista: Esta forma de didactismo, que a menudo resume las tres anteriores pero
que tiene no obstante perfiles propios, es la más peligrosa desde el punto de vista de la
formación mental del niño. Su propósito es construir en la mente del pequeño lector una
predeterminada concepción del mundo. De ella depende, finalmente, lo que ese niño va
a decir sobre el mundo, la sociedad y el pensamiento. Esta forma de penetrar la
conciencia del niño, frecuentemente tiene un fin político o partidista. Toda persona tiene
una concepción ideológica del mundo que le ha tocado vivir. El autor de literatura
infantil tiene obviamente su propia y personal visión de la realidad.
El problema nace cuando utiliza el libro infantil para manipular la conciencia del pequeño
lector hacia determinada concepción del mundo, el niño acude al libro para divertirse.
EL PATERNALISMO:
En la literatura trata al lector siempre como a un hijo. El niño entiende que el libro así concebido
es una especie de remedo pobre de su padre y lo rechaza. Su curiosidad natural al ampliar su
universo se resiente ante esta reducida concepción de lo que debe ser el universo infantil.
Curiosamente, la falla mayor del paternalismo literario es su melosidad. Se cree falsamente que,
para dirigirse a un niño literariamente, es necesario un tratamiento dulzón, absolutamente
pueril, que el niño inmediatamente rechaza. Todo niño huye instintivamente del manoseo de
los adultos en la realidad. Con mayor razón en la literatura, a la cual acude, entre otras razones,
cuando necesita huir de la normatividad que le imponen los adultos, y adquirir autonomía como
individuo, afirmando su independencia.
LA CURSILERÍA
Este vicio, que también se encuentra con alguna frecuencia en el tratamiento de los libros
dedicados a los pequeños lectores, surge cuando el escritor, queriendo tener un estilo literario
demasiado elegante y formal, cae precisamente en lo preciosista, ridículo y de mal gusto; lo
cursi es mal recibido por los niños, por ser poco espontáneo y natural.
EL MARAVILLISMO
Es la falsa pretensión de algunos libros infantiles de atraer la atención del lector, a partir de
exageraciones que supuestamente captan el interés del niño. El recurrir a múltiples adjetivos de
manera frecuente y directa (fantástico, maravilloso, magnífico, majestuoso) o a imágenes
truculentas, cubre fallas de la trama, del cuento, el acontecimiento o el personaje que no son
realmente fantásticos o maravillosos, sino tontos y faltos de interés. Indican, además, no sólo
pobreza en el lenguaje, sino incapacidad imaginativa y narrativa por parte del escritor. Hacen el
texto denso y difícil de entender".
Dónde sino en el sistema escolar puede encontrar la literatura infantil su mejor inserción como
proyecto educativo, en sus planes sistemáticos; y de ese modo flexibilizar su relación con temas,
autores, colecciones y puntos de vista que permiten la ampliación de los mundos que se
aproximan al lector infantil.
Aquí comienza una tarea verdaderamente ciclópea, donde el docente debe conciliar sus
prejuicios y apriorismos con una nueva concepción de la relación libro-literatura-niño.
Una gran mayoría de padres sueñan con que la escuela, o el entorno social, o ellos mismos,
criarán niños lectores, “así nomás”, casi mágicamente. Hay una frase que todos debiéramos
internalizar con absoluta responsabilidad, pertenece a Jacqueline Cimaz y dice: “No hacemos
no-lectores, nos hacemos no-lectores”. El comportamiento lector, es bueno recordarlo, no es el
resultado ni de una casualidad ni de un milagro. Es la suma de muchos esfuerzos
mancomunados que debemos manejar con total lucidez y conocimiento.
Se deben enfatizar con caracteres específicos, las figuras de quienes oficiarán de intermediarios
entre la literatura y su destinatario infantil: el maestro, el animador cultural, el bibliotecario, el
especialista, el adulto en general, el grupo familiar.
Que desaparezcan los parámetros únicamente “adultos” y que la tarea de elegir libros para la
infancia signifique, de una vez, el resultado de una visión vitalista e integradora.
5. LA LECTURA COMO UN APRENDIZAJE DEL LENGUAJE
El aprendizaje de lectura implica esencialmente la adquisición de dos modos de identificación
de las palabras escritas: el modo fonológico y el ortográfico. Los procesos utilizados en ambos
casos evidentemente, no son los mismos y tampoco se basan en las mismas capacidades. Según
se presenten deficiencias en uno u otro tipo de capacidades, podrían aparecer patrones
distintos del déficit en el comportamiento lector.
Uno de los modos de adquisición de lectura es la llamada ruta ortográfica o directa que conecta
directamente la forma ortográfica de la palabra con su representación interna (léxico). El otro
modo, la ruta fonológica o indirecta, permite llegar al significado transformando cada grafema
en su correspondiente sonido y utilizando esos sonidos para acceder al significado. Un buen
lector tiene que tener plenamente desarrolladas ambas rutas puesto que son complementarias.
Entender las palabras: Los niños necesitan aprender estrategias que los ayuden a entender
las palabras que no les son familiares. Por ejemplo, a descifrar por contexto.
Construcción de significados: La lectura es una construcción de significados en un texto
escrito. Involucra el pensamiento y los sentimientos del lector. Leer requiere el uso de
diferentes elementos: sonido de las palabras (elemento fónico), reconocimiento de palabras
(elemento visual), descifrar por contexto (claves de contexto), conocimiento de patrones de
lenguaje y estrategias de comprensión.
El ambiente: El ambiente que rodea a los niños, tanto en la escuela como en el hogar, es
importante para el éxito de estos como escritores y lectores. Los salones de clase deben
desplegar todo tipo de material para lectura y escritura en las paredes, preferiblemente
trabajos realizados por los niños.
El hogar: En el hogar, los niños deberían tener sus propios libros y materiales para escribir.
Periódicos, revistas, diccionarios, atlas y otros materiales de lectura informativa comunican
al niño que leer es importante.
El autor en la primera parte hace alusión a la aptitud que los niños deben desarrollar, por medio
de una diversidad de medios y métodos, basados principalmente en las artes y mas disciplinas,
por medio de literatura, canciones, mas multimedia entre otras, para despertar un sentido
propio por la estética y la curiosidad y así logrando una vocación y una aptitud.
Después hace el llamado de atención, hacia los padres que limitan a sus hijos a estudiar lo que
ellos creen pertinente, sin tener en cuenta la decisión que los niños tengan, omitiendo sus
habilidades y destrezas, y suprimiendo su espíritu autónomo que genera seres humanos
dependientes y sujetos a las decisiones de los demás.
Para finalizar nos hace referencia en la problemática que se presenta en el medio, referente en
la lectura y escritura, a los niños los saturan con textos y tareas referentes a estos lo pones a
leer y leer, para luego entregar trabajos, pero la pregunta clave es ¿enseñan a escribir?, es un
paradigma latente porque es muy común que en la instituciones educativas enseñen a leer pero
no enseñan a escribir correctamente, con elocuencia y coherencia, es un interesante asunto que
creo que merece más atención por parte de nosotros que somos futuros maestros y que
tenemos el reto de enfrentarnos a eso y tratar de cambiarlo día a día.
PREGUNTA PROBLEMA
1. ¿Cuáles son las concepciones que deben tener los maestros de preescolar
sobre la literatura infantil en su práctica pedagógica?
Esta literatura para niños comprende distintos géneros literarios desde poesías,
cuentos, fábulas hasta novelas, entre otros. Casi siempre lo que se desea es que el
niño lea, que interactúe con los libros y además reflexione luego en torno a lo que ha
leído. Es por esta razón que los autores son cuidadosos a la hora de elaborar un libro
para niños y tienen en consideración que aquello que el niño lee, pues de alguna
manera es un mensaje que recibirán los mismos, de allí que en la literatura infantil se
busque, a través de la lectura enriquecer el vocabulario de los niños y niñas, reformar
los elementos de una historia y de las secuencias narrativas, así como despertar su
imaginación, es por ello que el rol del docente es fundamental ya que debemos facilitar
a los estudiantes, textos donde puedan transformar su realidad, es decir puedan
discernir en los diversos contextos en los cuales ellos interactúan. En este orden de
ideas, en los temas de la literatura infantil jamás parecen agotarse y en su mayoría los
elementos fantásticos y mágicos gozan de especial privilegio. Precisamente son los
niños los más propensos a ser impresionados por la lectura de hechos que están
relacionados con magia o con los hechos prodigiosos de algún héroe. Lo fantástico
proporciona al niño un mundo infinito de posibilidades ajenas a la naturaleza real y esto
hace de la lectura un mundo también maravilloso.
La crítica literaria moderna considera esencial el carácter de "literatura", por lo que hoy
se excluye, de la producción presente, los textos básicamente morales o educativos.
Esta es una concepción muy reciente y casi inédita en la Historia de la Literatura. La
literatura para niños ha ido creciendo a medida que se asentaba la concepción de la
infancia como una etapa del desarrollo humano propia y específica; esto es, según se
extendía la idea de que los niños no son ni adultos en pequeño ni adultos con
minusvalía.
PREGUNTA GENERADORA
Por todo esto, como futura maestra, pienso que la lectura y la escritura es el mayor
instrumento que tenemos los seres humanos para expresarnos y para vivir el día a día.
La literatura infantil tiene funciones muy importantes en el desarrollo del niño como lo
es, la función socializadora, estético creadora, emocional, lingüística y auditiva por lo
que su importancia en la vida de cada niño debe ser insustituible, por tal motivo, los
docentes debemos incorporar la literatura infantil en el aula, no como un requisitos y no
como una necesidad del niño que contribuye con todo el proceso formativo de los
estudiantes; pero, la literatura no solo se puede presentar en libros sino que se puede
hacer uso de los recursos audiovisuales que en todo caso, no deben ser un fin sino un
medio para crear el gusto por la literatura.