Modelo Atomico de Borh

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MODELO ATOMICO DE BORH

Niels Bohr fue un físico danés que propuso un nuevo modelo para explicar la


estructura del átomo y su comportamiento. Por este decisivo aporte al conocimiento se
le entregó el Premio Nobel de Física en el año 1922.
Desde la época de los antiguos griegos se pensaba que la materia estaba constituida por
partículas sumamente pequeñas e indivisibles, es decir, que no podían ser divididas en
otras más pequeñas aún.
Sin embargo, los primeros enfoques científicos vinieron con los trabajos de Dalton hacia
principios del siglo XIX. Ese modelo básico, que sentó las bases de la estequiometria
química, se perfeccionó luego con los aportes de Thomson (1897) y más tarde de
Rutherford (1911), quienes ya habían sugerido la existencia de partículas menores que
el átomo cargadas eléctricamente. Fue Bohr quien entendió y describió la organización de
dichas partículas cargadas negativamente, que son los electrones.

Representación gráfica del modelo.


Características del modelo atómico de Bohr
1. Los electrones rodean al núcleo no como una nube desorganizada, sino en
diversas órbitas circulares que determinan diferentes niveles de energía.
2. Cada una de esas órbitas, que se corresponde con un nivel energético dado,
recibe el nombre de número cuántico principal y se representa con la
letra «n». (En el caso del átomo del hidrógeno, que es el que investigó en
profundidad Bohr, estos van del 1 al 7).
3. Cada capa solo puede dar cabida a un número de electrones equivalentes a 2n2.
Así, el número máximo de electrones para las primeras cuatro capas es 2, 8, 18 y
32. Los elementos de la tabla periódica ubicados en la misma columna tienen el
mismo número de electrones en su última capa.
4. Los electrones giran en esas órbitas estacionarias sin emitir energía (Primer
postulado de Bohr).
5. Las únicas órbitas permitidas para un electrón son aquellas para las cuales el
momento angular L del electrón es un múltiplo entero de h/2π, siendo «h» la
constante de Planck (Segundo postulado de Bohr). La expresión final es: m*r*v=n
* h/2π, donde m=masa del electrón; r=radio de la órbita, v=velocidad del electrón;
n=número cuántico principal y h= constante de Planck (6.6256·10-34 J s). A medida
que n aumenta, también se incrementa la energía del electrón y, en promedio, el
electrón se encuentra más alejado del núcleo.
6. Cuando un electrón salta desde un nivel más interno hacia un nivel más externo
hay absorción de energía, mientras que cuando un electrón pasa de una órbita
externa a una más interna hay emisión de energía. Dichos saltos se producen de
forma espontánea y no hay pasaje del electrón por ninguna órbita intermedia, por
eso se dice que los electrones solo pueden dar saltos cuánticos.
7. En ambos casos, lo que se absorbe o se emite es energía electromagnética bajo
la forma de fotones de luz (Tercer postulado de Bohr). La energía absorbida o
liberada responde a la fórmula: E2-E1=h*v.
8. El modelo atómico de Bohr se apoyó conceptualmente en el modelo atómico de
Rutherford y de las primeras ideas referidas a la cuantización introducidas algunos
años antes por Max Planck y Albert Einstein.
9. La cuarta hipótesis o cuarto postulado asume que el valor mínimo de n es 1. Este
valor corresponde a un radio mínimo de la órbita del electrón de 0,0529 nm,
distancia designada como radio de Bohr.
10. Erwin Schrödinger perfeccionó el modelo de Bohr, quien introdujo el concepto de
orbital, que es algo diferente al de órbita. En el modelo actual, cada nivel de
energía se subdivide según el momento angular orbital que lo describe y al que se
le asigna una letra (s, p, d y, f). De todos modos, dada su simplicidad, el modelo
de Bohr se utiliza con mucha frecuencia como una simplificación para explicar la
estructura de la materia.

El modelo atómico que Bohr propuso, explicaba los espectros de emisión de los elementos y
afirmaba la expresión empírica que había conseguido Rydberg. Explicaba el núcleo del átomo
de hidrógeno con un protón en él, y girando a su alrededor un electrón. El modelo que Bohr
creó llevando su nombre, partía de la idea del modelo de Rutherford, usando conceptos
estudiados por Max Planck y Einstein, años antes.
Gracias a lo simple que es este modelo, aún en la actualidad se usa para resumir la estructura
de la materia.
Los electrones giraban en órbitas circulares entorno al núcleo, donde ocupaban la menor
energía posible, que también podía ser la órbita más cerca del núcleo.
Bohr supuso que los electrones se movían únicamente en ciertas órbitas, cada una de ellas
estaba caracterizada por un nivel de energía diferente. De este modo, cada órbita de conocía
con un número entero, que iban desde el número 1 en adelante, donde “n” era el número
cuántico principal. Bohr consiguió superar el problema del electromagnetismo clásico que
decía que una partícula cargada se movía circularmente emitiendo energía, por lo que los
electrones deberían chocar con el núcleo en poco tiempo.
El éxito de este modelo fue fugaz, porque no explicaba algunas propiedades periódicas de los
elementos, y su hipótesis principal, por lo cual, no tenía amparo teórico. Más tarde, con el uso
de espectroscopios precisos, se vieron dos fenómenos a los cuales no podía dar explicación.

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