Principio de Integracion

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PRINCIPIO DE INTEGRACION

¿EN DONDE SE ENCUENTRA CONSAGRADO?

ART 25 DEL CODIGO PROCEDIMIENTO

ARTÍCULO 25. INTEGRACIÓN. En materias que no estén expresamente


reguladas en este código o demás disposiciones complementarias, son aplicables
las del Código de Procedimiento Civil y las de otros ordenamientos procesales
cuando no se opongan a la naturaleza del procedimiento penal.

ARTICULO 2o. INTEGRACION CODIGO PENAL : Las normas y postulados que


sobre derechos humanos se encuentren consignados en la Constitución Política,
en los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, harán parte
integral de este código.

¿Qué ES?

Consagrado en el articulo 93 de la CN. Que dice: Los tratados y convenios


internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los derechos
humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción, prevalecen
en el orden interno. Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se
interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos
humanos ratificados por Colombia. El Estado Colombiano puede reconocer la
jurisdicción de la Corte Penal Internacional en los términos previstos en el
Estatuto de Roma adoptado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia de
Plenipotenciarios de las Naciones Unidas y, consecuentemente, ratificar este
tratado de conformidad con el procedimiento establecido en esta Constitución.
La admisión de un tratamiento diferente en materias sustanciales por parte del
Estatuto de Roma con respecto a las garantías contenidas en la Constitución
tendrá efectos exclusivamente dentro del ámbito de la materia regulada en él.

También se menciona dentro del Bloque de Constitucionalidad el artículo 94, que


establece que “La enunciación de los derechos y garantías contenidos en la Constitución y
en los convenios internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros que,
siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en ellos.”
El artículo 214 que al regular los estados de excepción dice en su numeral II: “No podrán
suspenderse los derechos humanos ni las libertades fundamentales. En todo caso se
respetarán las reglas del derecho internacional humanitario”. Se alude también el Artículo
53 que preceptúa: “Los convenios internacionales del trabajo debidamente ratificados
hacen parte de la legislación interna”, y por último el artículo 101, en su inciso II dice que
“Los límites señalados en la forma prevista por esta Constitución, sólo podrán modificarse
en virtud de tratados aprobados por el Congreso, debidamente ratificados por el
presidente de la república”.

IMPORTANCIA: desde el punto de vista constitucional el derecho penal puede ser entendido
como un mecanismo de protección y de vulneración de derechos fundamentales al mismo tiempo,
por lo que la mencionada relación entre estas ramas del derecho debe calificarse, cuando menos,
de turbulenta. Cumple una función trascendental en el campo penal ya que permite incorporar los
estándares normativos del derecho internacional de los derechos humanos al ordenamiento penal
interno colombiano. Y es que el bloque de constitucionalidad en materia penal obliga a interpretar
y dar aplicación material, desde este enfoque, no sólo a las garantías fundamentales dispuestas a
favor del imputado en la Constitución, sino también a todas aquellas que como cláusulas de
derechos humanos han sido dispuestas en los Tratados Internacionales ratificados por Colombia.

2.2. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD PENAL: EL PRINCIPIO DE INTEGRACIÓN (ART. 2. DEL


CÒDIGO PENAL).

Integración, debe ser reconocidos y ratificados por Colombia, relación dignidad


humana.Ciertamente, esta figura jurídica cumple una función trascendental en el campo penal ya
que permite incorporar los estándares normativos del derecho internacional de los derechos
humanos al ordenamiento penal interno colombiano

Y es que el bloque de constitucionalidad en materia penal obliga a interpretar y dar aplicación


material, desde este enfoque, no sólo a las garantías fundamentales dispuestas a favor del
imputado en la Constitución, sino también a todas aquellas que como cláusulas de derechos
humanos han sido dispuestas en los Tratados Internacionales ratificados por Colombia.

IMPORTANTE: EL PRINCIPIO DE INTEGRACION hoy en día es interpretado por la jurisprudencia


colombiana como una cláusula abierta de punición, que permite concebir al principio de legalidad,
como un producto de la elaboración internacional, sin contenido estricto, ni mucho menos previo.
DERECHO PENAL INTERNACIONAL SE FUE CONSOLIDANDO EN la creación del Estatuto de Roma y
la corte penal internacional. Durante este proceso de formación de tribunales ad hoc, los Estados
se han hecho parte de tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos
obligándose a adoptar una serie de disposiciones en el ámbito penal, como por ejemplo la
tipificación de los delitos de desaparición forzada, genocidio, tortura, terrorismo, trata de
personas o aquellos contra el derecho internacional humanitario (Bassiouni, C., 1982; Rojas, L.,
2011)

Trarados y pactos:

En relación, ya no con los derechos, sino con las fuentes internacionales, la Corte ha utilizado
profusamente el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Convención
Americana de derechos humanos (CADH), la Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, la Convención Interamericana contra la Tortura y el corpus jurídico del DIH,
específicamente, el protocolo II adicional a los convenios de Ginebra (López, D. y Sánchez, A.,
2008, p. 334).

JURISPRUDENCIA:

Sentencia C-574 de 1992 Al respecto, la Corte insiste en que los convenios y sus protocolos son la
positivización del ius cogens o costumbres internacionales decantadas a lo largo del tiempo para
regular las manifestaciones violentas de la humanidad, como una especie de valores que cobraron
forma y obligatoriedad al interior de la comunidad de naciones

Sentencia C-176 de 1994 Esta sentencia revisa la constitucionalidad de la Ley 67 de 1993,


aprobatoria de la convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas, suscrito en Viena el 20 de diciembre de 1988, la cual dota de herramientas
a los poderes ejecutivo y judicial en materia de lucha contra el tráfico de estupefacientes con
incidencia internacional. Para la fecha de la convención (1988), Colombia afrontaba una cruenta
lucha contra el narcoterrorismo encabezado por los carteles de Medellín y Cali.

Sentencia C-225 de 1995 El fallo de esta sentencia es supremamente importante no solo por
analizar la constitucionalidad de la Ley 171 de 1994, aprobatoria del Protocolo II adicional a los
convenios de Ginebra de 1949, sino también por haber marcado un hito en la historia
constitucional colombiana al crear jurisprudencialmente la noción de bloque de
constitucionalidad, figura traída del derecho civil francés. De otra parte, el Protocolo II versa sobre
las limitaciones a los actores armados en los conflictos internos, tema totalmente aplicable al caso
colombiano que lleva más de seis décadas inmerso en un conflicto de enormes proporciones,
donde las frecuentes vulneraciones al DIH vienen tanto de parte del Estado como de los grupos
insurgentes, sin que se haya logrado un acuerdo para poner fin a una violencia política que ha
derramado sangre de muchos compatriotas y obstaculizado el desarrollo político y económico de
la nación.

Sentencia C-396 de 1995 Por medio de la cual se hace el respectivo control de constitucionalidad
de la Ley 169 de 1994, aprobatoria de la convención sobre la prevención del castigo de delitos
contra personas protegidas internacionalmente, inclusive los agentes diplomáticos, suscrita en
Nueva York, el 14 de diciembre de 1973. Esta sentencia tuvo un impacto importante al declarar
exequible la ley analizada porque impuso la obligación del Estado colombiano, previa su
ratificación y canje de notas, de contemplar en la normatividad interna una serie de conductas
prohibidas y asignarles las correspondientes penas.

Sentencia C-351 de 1998 En esta se define la constitucionalidad de la Ley 409 de 1997, aprobatoria
de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, suscrita en Cartagena, el 9
de diciembre de 1985. La comunidad internacional preocupada por el incremento de prácticas
como los tratos crueles, inhumanos, degradantes y lesiones a las personas con la finalidad de
obtener información o de castigar, como forma de persecución política patrocinada por el Estado,
o con su aquiescencia bajo el esquema de la doctrina de la seguridad nacional, convirtió a los
líderes de izquierda, a los sindicalistas y a los defensores de derechos humanos en sus principales
víctimas

Sentencia C-156 de 1999 Esta sentencia versa sobre la constitucionalidad de la Ley 469 de 1998,
aprobatoria de la convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas
convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados,
hecha en Ginebra, el 10 de octubre de 1980 y sus cuatro protocolos. Tema de trascendental
importancia para el derecho patrio, pues los actores armados del conflicto que hemos vivido
durante los últimos cincuenta años, además de perfeccionar sus tácticas de guerra, de recrudecer
la violencia y letalidad de sus artefactos bélicos, han venido obteniendo en el mercado ilegal o
construyendo artesanalmente una gran cantidad de armas que desafían los compromisos que
tenemos con el respeto por el derecho internacional humanitario.
Conclusión:

En este orden de ideas, los artículos 2 y 13 de la Ley 599 de 2000 (Código Penal), contemplan el
principio de integración de las leyes y tratados sobre derechos humanos ratificados por Colombia y
su carácter de normas rectoras que informan la interpretación del derecho penal,
respectivamente. Así, el artículo 2, al integrar los derechos humanos a la ley penal, se transforma
en un parámetro ligado al concepto de bloque de constitucionalidad, pero exclusivo de este
estatuto. De ahí que el contenido garantista de los instrumentos, que menciona el principio de
integración, amplía el rango de protección de los derechos fundamentales del individuo frente al
ejercicio del poder punitivo del Estado, estableciéndose como un muro de contención frente a la
arbitrariedad de este último Significaría, además, que el derecho penal se encuentra
constitucionalizado y permeado por los tratados internacionales de derechos humanos ratificados
por Colombia, con un mayor énfasis de las garantías que se disponen para el imputado.

La Corte Constitucional, a través del bloque de constitucionalidad y el principio de integración en


materia penal, ha modificado las estructuras tradicionales del derecho interno para dar paso al
desarrollo que ha tenido el Derecho Penal Internacional en las últimas décadas. La creación de la
Corte Penal Internacional a través del Estatuto de Roma, da cuenta de un proceso de
resignificación fundamental del concepto de persona y de dignidad humana que ha venido
cobrando espacios a través de la positivización de los derechos en tratados internacionales de DD.
HH. y DIH, los cuales se integran al ordenamiento local o doméstico por virtud de la jurisprudencia
que nuestro máximo organismo genera, ampliando el margen de acción de las garantías y
limitando el ius puniendi del Estado. Pero también creando nuevos tipos penales y dejando a un
lado la idea de derecho penal de última ratio, pues se ha venido experimentando un proceso
expansivo del derecho penal que da cuenta de una mayor apertura del mismo al incluir los
derechos humanos como objeto de protección o como bienes jurídicos tutelables desde la órbita
crimina

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