DINÁMICA GRUPAL EN COUNSELING I y II - CLR. SERGIO GIOSA PDF
DINÁMICA GRUPAL EN COUNSELING I y II - CLR. SERGIO GIOSA PDF
DINÁMICA GRUPAL EN COUNSELING I y II - CLR. SERGIO GIOSA PDF
Objetivo general:
# Lograr, mediante la teoría y la vivencia, la incorporación de los conocimientos
más importantes de la dinámica grupal y el acercamiento a un modo de
coordinar/facilitar grupo de Consultoría Psicológica de orientación interactiva, desde
una perspectiva holística, basada en el Enfoque Centrado en la Persona.
Objetivo específico:
# Adquirir habilidades para desenvolverse en el ámbito grupal, en un marco
actitudinal de aceptación incondicional, transparencia y acercamiento empático hacia
los integrantes del grupo, con una visión totalizadora y una atención continua del
proceso de interacción grupal.
Primer encuentro
Grupos: generalidades. Mutua Representación interna.
Estructura y dinámica grupal. Organizadores internos grupales.
Pequeños grupos: clasificación
Características psicosociales. Resistencia al cambio.
Funciones
Principios de la dinámica grupal. Evaluación grupal. Cono invertido.
Roles: concepto. Tipos de roles.
Interjuegos de roles
El conflicto en los grupos.
Fases del acontecer grupal. ECRO.
Factores terapéuticos curativos.
Counseling grupal: características.
Ejercicios prácticos de Dinámica Grupal.
Bibliografía:
Segundo encuentro:
Bibliografía.:
YALOM, I. "Teoría y práctica de la Psicoterapia de grupo". Cap. V (pág. 121 a
137).Cap. VII (págs. 234 – 240) Cap. IX (pags.289-310). Ed. Fondo de Cultura
Económica (1986).
VINOGRADOV, S.- YALOM, I.. "Guía breve de psicoterapia de grupos". Cap. IV
(págs. 59-69) Ed. Paidós (1996).
YALOM, I. "Teoría y práctica de la terapia de grupo". Cap. V (137 a 183). Ed. Fondo
de Cultura Económica (1986).
ROGERS, C: “Psicoterapia centrada en el cliente”. Editorial Paidós. Cap.VIII
(Liderazgo y dirección centrados en el grupo. Thomas Gordon).
YALOM. "Teoría y práctica de la Psicoterapia de grupo". Cap. VII (246 - 249). Ed.
Fondo de Cultura Económico (1986).
FICHA DE CATEDRA. "Intervenciones verbales".
AGUILAR, María José. “Como animar un Grupo” (pág. 7 - 15 ; 26 y 27).
BAY, Angelo V. “El terapeuta en Grupos Centrados en la Persona. Traducción Lic.
Adriana Calleja. Sage Publications. Person-Centered Review. Vo. 5 N|° 3 Agos.1990.
VINOGRADOV, S.- YALOM, I.. "Guía breve de psicoterapia de grupos". Cap. III (50 -
53). Ed. Paidós (1996).
acierto nuestro propio potencial que, al fin y al cabo, está an-
3
clado en nuestro núcleo personal y dispuesto a extenderse en
la dinámica de nuestro proyecto vital para hacer de nuestra
vida un proceso satisfactorio, gratificante, eficaz y creativo.
32. La prensa norteamericana y europea se hacía eco, de vez en cuando, de 33. HARRIS, M. Introducción a la antropología general. Madrid: Alianza
las repercusiones sociales de este movimiento que, sin estar organiza- Editorial, 1999, 730.
do ni poseer una estructura asociativa determinada, se consolidó como 34. Rogers parecía creer que este movimiento estaba muy consolidado:
una fuerza influyente. Una famosa periodista americana, Jane Howard, "Quienes crean que el grupo de encuentro constituye una manía o un
recorrió en 1969, durante todo un año, varios de los centros participan- fenómeno que afecta en forma temporaria a unas pocas personas debe-
do en las experiencias intensivas que se ofrecían y entrevistando a sus rían detenerse a meditar nuevamente sobre el asunto. En el turbulento
líderes. Recogió sus vivencias en un curioso libro: HOWARD, J: porvenir que nos aguarda, la tendencia hacia la experiencia grupal in-
Tóqueme, por favor. Reportaje sobre el Movimiento de Potencial Humano. tensiva se vincula con graves e importantes problemas referentes al
Barcelona: Kairós, 1973. En otro libro, cuya referencia es cambio... Es un movimiento de honda significación, y el rumbo que to-
SCHÜTZENBERGER, A y SAURET, M. Nuevas terapias de grupo. me en los años venideros tendrá gran repercusión en todos nosotros,
Madrid: Pirámide, 1980, el lector puede encontrar una exposición de para bien o para mal". (ROGERS, C. Grupos de encuentro. Buenos Aires:
cada una de las modalidades de estos grupos. Amorrortu, 1979,178.
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Human Potential Movement fue decayendo con los nuevos fuerzas en progresión que contribuyeron significativamente
tiempos de la sociedad hiperindustrializada de finales del al desarrollo personal vislumbrando nuevas y distintas for-
milenio que ofrecía otros valores basados más en el tener que mas de relacionarse entre las gentes en las que la sinceridad,
en el ser, y mostraba los grandes avances tecnológicos y eco- la escucha, la transparencia y el aprecio sujetaban la dinámi-
nómicos que encajaban poco en la manera de vivir más per- ca de los procesos de interacción.
sonalizada e intimista que pretendía el humanismo de los La Conferencia de Oíd Saybrook, en 1964, puso las bases de
grupos de encuentro el cual, quizá, no supo o no pudo adap- lo que sería una nueva corriente en la psicología y la psicote-
tarse a las nuevas corrientes de la mentalidad más racionalis- rapia que se desarrolló rápidamente traspasando las fronteras
ta y positivista de los últimos años. del ámbito médico y psicológico. Los miembros de la "tercera
Algunos sobrevivientes de este movimiento, como el mis- fuerza" recuperaron las aportaciones de la filosofía fenómeno-
mo Gendlin, reconocen parte de este fracaso: "Después de al- lógica de Husserl (1859-1938) cuyo punto de partida era la con-
gunos años todos notamos que esos grupos no tenían ningu- cepción del propio "yo" trascendental como sujeto constitu-
na posibilidad de continuación... El Movimiento de Grupos yente del saber absoluto y la consideración de la estructura de
de Encuentro empezó a disminuir y a morir en torno a nues- la conciencia como intencionalidad. Completaron sus funda-
tra incapacidad de construir patrones sociales institucionales mentos con las aseveraciones de la filosofía existencial de
en los que se pudiera continuar viviendo con todo este nue- Heidegger (1889-1976) y Sartre (1905-1980) en virtud de las
vo mundo de complejidad interna humana... El Movimiento cuales se revaloriza la idea del hombre como centro, la subjeti-
de los Grupos de Encuentro se alimentaba exclusivamente de vidad como marco referencial en el tiempo finito, el sentido de
gente nueva, pero no desarrolló ninguna continuación, no la existencia como proyecto y la libertad limitada por la pre-
creó ningún patrón de encuentro o de asociación que pudie- sión del otro a partir de lo cual el hombre, como único respon-
ra llegar a formar parte de la estructura social".35 sable de sí mismo, puede comprometerse en una acción posi-
Sin embargo, el movimiento de los grupos de encuentro y tiva de libertad radical que conlleve a su autorrealización.
las aportaciones de la psicología humanista en las que se ba- Creo que no está de más reconocer, en todo caso, que este
saba, tuvo y sigue teniendo grandes repercusiones en las per- movimiento aparecido en la década de los sesenta, con todos
sonas y en la sociedad. Desde que en la primavera de 1961 sus defensores y detractores, con todos sus conflictos y disi-
apareciera en Norteamérica el Journal of Humanistic dencias, contradicciones y paradojas; ha tenido y tiene, hoy
Psychology como instrumento de expresión de la psicología por hoy, una gran incidencia en el campo de la psicología, la
de la "tercera vía" -en contraposición con las tendencias con- pedagogía, la psicoterapia y la misma acción social. Incluso
ductistas y psicoanalíticas del momento-; y un año después otros ámbitos ajenos como el ecologismo, los nuevos movi-
A.H. Maslow, junto con un grupo de psicólogos, fundara la mientos feministas, las corrientes de liberación sexual, de
Association for Humanistic Psychology, se inició un cúmulo de educación por la libertad y otras nuevas formas de entender
el comportamiento humano y la estructura de las relaciones
35. GENDLIN, E. " Logros y problemas en la psicología humanista" en
ALEMANY, C. Psicoterapia Experiencial y Focusing. La aportación de E.T.
personales; son, en buena parte, fruto de las influencias de la
Gendlin. Bilbao: Desclée De Brouwer, 1997, 432. psicología humanista y de la cultura de los encuentros.
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Es cierto que si analizamos estas contribuciones hay que posterior sino como herramientas para favorecer una expe-
admitir que, en buena medida, forman parte de una tenden- riencia concreta válida en sí misma.
cia cultural más amplia que tuvo lugar en esos tiempos no Y nos dota, en fin, de un cuerpo de investigación y teoría
tan lejanos. Los elementos contraculturales de la comunidad aplicables a múltiples campos en los que las personas y los
hippie, los avatares producidos por las nuevas tendencias mu- grupos constituyen el centro de la acción socioeducativa. Así,
sicales expresadas en Woodstock en agosto de 1969 o, inclu- para el movimimento del potencial humano, lo esencial de la
so la transformación de una institución tan tradicional como experiencia en el grupo radica en facilitar la madurez de la
la Iglesia a través del Concilio Vaticano II, forman parte de un persona que, en esta concepción, consiste en estar en contac-
complejo conjunto de fenómenos históricamente simultáneos to con los sentimientos propios, abierta a la experiencia del
que, lejos de ser mera casualidad a pesar de lo inexplicable, momento y capaz de comunicarse íntimamente con los indi-
no pueden ser sino la expresión de un paso en el proceso es- viduos de su entorno. En cierto modo se pretende una diná-
piritual y cultural de la humanidad. mica más intrapersonal que interaccional y se antepone en
No obstante no podemos obviar, aunque sea en el seno de grado sumo el experienciar afectivo al aprendizaje de la efi-
un marco más particular, las especificidades aportadas por la cacia que, prácticamente, queda excluido de la experiencia.
psicología humanista que, al fin y al cabo, se basa en una sen- Los grupos de encuentro de los sesenta no eran, en cual-
cilla premisa: las personas son importantes y su potencial es- quier caso, los primeros avatares de los experimentos grupa-
tá siendo obstaculizado, por lo que si conseguimos un entor- Íes. Habían surgido, con gran probabilidad, como respuesta
no adecuado, los individuos tienen la capacidad de desarro- de cambio a los Training Groups del NTL (National Training
llarse como personas sanas, autónomas, responsables y libres. Laboratory) en Estados Unidos que, durante más de diez
En realidad, la psicología humanista nos dota de un con- años serían los auténticos protagonistas de la dinámica de
junto de valores para promover el crecimiento personal y la grupos norteamericana.
transformación dando prioridad a las necesidades humanas, El primer laboratorio grupal tuvo lugar en Bethel (Maine)
advirtiendo la importancia de lo subjetivo y lo intuitivo en el en el norte de los Estados Unidos en el verano de 1947. Había
ser humano, contemplando el riesgo en lo relacional y en la sido diseñado por Kurt Lewin -el auténtico padre de la diná-
toma de decisiones vitales, y subrayando las cualidades hu- mica de grupos, que no pudo asistir al evento al sorprender-
manas distintivas: capacidad de elegir, creatividad, valora- le la muerte a principios del mismo año-, y sus colaborado-
ción y autorrealización. res Leland Bradfort, Lippit etc. La experiencia consistía en or-
Nos aporta también un amplio abanico de técnicas y re- ganizar un curso constituido por diversos grupos dedicados
cursos útiles para facilitar el crecimiento personal y la diná- a contemplar, todo el día, su propia vida, a elucidar las fuer-
mica interaccional en los grupos, y nos confiere habilidades zas que iban surgiendo y su dinámica con el objetivo de ad-
en las relaciones personales y sistemas de facilitación grupal. quirir aprendizajes para el ejercicio posterior del liderazgo.
Estos instrumentos utilizados en los grupos de encuentro Desde esta primera experiencia, los T-groups pretendían la
eran, a la vez, el medio y la finalidad, en tanto no estaban di- comprensión del proceso grupal por parte de los participantes
señados como procedimientos para lograr un aprendizaje en el laboratorio intensivo, el análisis de las fuerzas condicio-
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nantes de la conducta de los miembros del grupo, el aprendi- El grupo, para Kurt Lewin, es este campo de fuerzas opues-
zaje de las condiciones adecuadas para el desarrollo del grupo, tas que mantienen un equilibrio hasta que se produce un cam-
la observación de las interrelaciones entre sus miembros y la bio a causa del aumento o disminución de la fuerza que modi-
consecución de habilidades necesarias para poder liderar un fica este equilibrio. El grupo es concebido, en cualquier caso,
grupo en otras situaciones distintas. En cierta manera consti- como una globalidad dinámica, un sistema interdependiente
tuían grupos de formación y aprendizaje para que sus partici- distinto, aunque no independiente, de sus partes.
pantes adquirieran habilidades de facilitación de grupos para La concepción lewiniana y las experiencias de T-groups
mejorar su eficacia. Tenían pues una finalidad funcional y pe- acentúan el aspecto organizacional del grupo y las influen-
dagógica, y se interesaban por los fenómenos interpersonales cias conductuales entre sus miembros. En el grupo el indivi-
más que por el proceso experiencial de cada persona. duo es sólo una pequeña parte de un sistema poderoso cons-
La base teórica de sustento era la denominada "teoría del tituido por sus normas, sus esquemas de comunicación, la
campo" del mismo Kurt Lewin, el cual intentó adecuar la teo- forma de ejercer el liderazgo, la estructura de roles y las fun-
ría física del campo (Faraday, Maxwell, Hertz, Einstein) a la ciones de eficacia. La persona como sujeto autónomo con un
dinámica grupal y social de acuerdo con las investigaciones proceso experiencial interno afectivo y emocional, con su es-
que realizó en la década de los treinta en la Universidad de pacio interior flexible poco encajable en un patrón objetiva-
Iowa y más tarde en el Massachussets Institute of Technology. do, tiene poca cabida en las teorías de Lewin remarcadoras
Esta teoría física del campo es recogida para la psicología, de la tensión, la valencia y el vector como conceptos de aná-
en un principio, por la escuela de la Gestalt, o psicología de la lisis del comportamiento. En palabras de Max Pagés: "Hay
forma (Wertheimer, Kóhler, Koffka) que sostiene que cada en la obra de Lewin una concepción técnica de la acción y del
objeto es definido de una forma determinada por el contexto cambio, basada en la coacción, al lado o más bien por debajo
total en el que está incluido. La percepción pues está deter- de una concepción psicológica, basada en la comunicación.
minada por las relaciones entre los componentes de un cam- Las estructuras más íntimas del grupo no son reconocidas
po perceptual más que por las características fijas de cada por él como realidades psicológicas, sino que se imponen a
componente particular. los miembros como cosas". 36
Así Lewin explica la conducta individual a partir de la es- No es de extrañar, entonces, que unos años después de
tructura que establece un sujeto y su medio ambiente en un Bethel se produjera la reacción del Movimiento del Potencial
momento determinado. Esta estructura es un campo dinámi- Humano centrando el énfasis en el crecimiento personal inte-
co, un sistema de fuerzas en equilibrio que cuando se rompe rior, en la comunicación afectiva y en la significación de la
genera una tensión. Se parte de la idea de que el grupo pue- misma experiencia per se como espacio de desarrollo y madu-
de ser considerado como un lugar en donde las personas ración de la persona. A la búsqueda del por qué lewiniano su-
constituyen singularidades como fuerzas que se influyen cedió el interés por el cómo de los encuentros, a la explicación
mutuamente. El campo o espacio vital comprende todas las causal de la historia grupal se reaccionó con la sensibilización
influencias afectivas e intelectuales que afectan una conduc-
36. PAGES, M. La vida afectiva de los grupos. Barcelona: Fontanella, 1977,576.
ta concreta en un momento determinado.
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por la vida en el presente del grupo, a las fuerzas interaccio- Para Bion38 el grupo que actúa a nivel racional y conscien-
nales les sucedieron los procesos internos del experienciar y el te orientado hacia la consecución de la tarea asignada siem-
percatarse; los grupos centrados en su evolución, sus tensiones pre va acompañado de impulsos afectivos potentes que pue-
y sus cambios se convirtieron, en fin, en grupos cuya existen- den favorecer o dificultar la progresión en la eficacia. Este
cia se basaba en la posibilidad de vivir una experiencia afecti- fuerte componente emocional emerge irracionalmente y de
va importante en un clima de comunicación "auténtica", como manera espontánea, y suele ser una manifestación de la re-
entre paréntesis respecto a la vida ordinaria y familiar. gresión que implica que los individuos se despersonalicen en
De los laboratorios de Bethel, sin embargo, aprendimos beneficio de la ilusión de grupo como entidad.
también numerosas aportaciones. Desde entonces sabemos El componente emocional, para Bion, se representa en tres
que los grupos son fuerzas poderosas que mantienen en su categorías que están presentes en el inconsciente grupal aun-
seno un gran potencial y que funcionan como unidad totali- que, según el momento del proceso, sólo una de ellas resulta
taria distinta a la simple suma de sus partes. Hemos apren- perceptible. Llama a las categorías "supuestos básicos". El
dido condiciones facilitadoras para generar una mayor efica- primer supuesto es el de la dependencia en el que el grupo,
cia y una mejor organización de las tareas de los grupos, y he-
simbolizando un momento de la evolución infantil, desplaza
mos comprendido la dinámica del proceso evolutivo de los
toda su responsabilidad hacia el líder. Al segundo supuesto
grupos como organismo social que tiene vida propia.
lo denomina emparejamiento, mediante el cual el grupo de-
Con justicia habría que dirigir la mirada, en esta misma
sea liberarse de los sentimientos de odio y aplazar el com-
época, hacía el otro lado del Atlántico. En Londres, el
promiso del presente. Al tercer supuesto lo designa de ata-
Tavistock Institute of Human Relations fundado en 1957, de ins-
que-huida, en virtud del cual el grupo se une para defender-
piración analítica, organizaba también sus experiencias de
se de cualquier amenaza interna o externa.
grupo basadas en las aportaciones de W.R. Bion y A. K.
De Tavistock aprendimos a tomar en cuenta las poderosas
Rice37. Tavistock ponía el énfasis a lo que sucede en el grupo
fuerzas que subyacen en el inconsciente del grupo y a valo-
en un nivel más profundo aunque ello suponga desatender
rar las importantes fuentes de conflicto de liderazgo que mo-
otros aspectos más visibles de las relaciones interpersonales.
difican la conducta grupal. Y, sin duda, desde las aportacio-
Bion y sus colaboradores centran su atención en los aspectos
nes de Bion, podemos activar mecanismos para facilitar los
conflictivos del grupo, especialmente los producidos por la
aprendizajes significativos y penetrantes denominados in-
relación con el liderazgo y la autoridad, y en poner en con-
tacto al grupo con su propio inconsciente. sight que cada participante puede protagonizar y, en cual-
quier caso, permanecer tranquilos si alguno no ha sentido se-
37. El lector encontrará una buena exposición de las distintas tendencias mejante experiencia.
psicosociológicas de dinámica de grupos en el libro de LÓPEZ-YARTO,
L. Dinámica de grupos. Cincuenta años después. Bilbao: Desclée De 38 .Se puede encontrar una exposición de las experiencias y teorías de Bion
Brouwer, 1997. También en el libro de GONZÁLEZ, P. (ed.) y VEN- en dinámica de grupos en BION, W.R. Experiencias en grupo. Buenos
DRELL, E. (ed). El grupo de experiencia como instrumento de formación. Aires: Paidós, 1979; y en BION, W.R. Aprendiendo de la experiencia.
Barcelona: EUB, 1996. Barcelona: Paidós, 1980.
Parece posible, ciertamente, que con una ligera mirada mento temporal de la vida grupal. Este hecho comporta una
atrás hacia Bethel de los cuarenta y cincuenta hasta Esalen de distinción fundamental entre un grupo y una organización
los sesenta y setenta, de Maine a California, podamos confluir, institucional que tiene existencia independientemente de las
mirando hacia adelante, en la búsqueda de nuevos modelos de personas que circunstancialmente la forman. Un grupo, a pe-
facilitación y experiencia grupal que nos aporten, en los inicios sar de tener vida por sí mismo, está conformado por las per-
del nuevo siglo, nuevas concepciones y herramientas para ani- sonas que le pertenecen, puede haber un cambio de alguna o
mar estos organismos grupales en los nuevos tiempos, y crear varias personas en el transcurso de la vida del grupo que in-
las condiciones para que desplieguen todo su potencial de de- fluirá en su dinámica; sin embargo esta influencia formará
sarrollo para ayudar al crecimiento y aprendizaje personal y parte del proceso vital del grupo. Por el contrario, las mismas
fomentar la creatividad y la eficacia grupal. personas, después del punto final del grupo podrán formar
un nuevo grupo que será distinto porque tendrá una nueva
Un intento de describir la estructura de este organismo vida, un diferente segmento temporal.
llamado grupo (fig.l) Fig.l. La estructura del grupo
Un aula de alumnos con su profesor, un equipo docente
con su coordinador, un conjunto de trabajadores en un de-
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y la muerte del grupo. Esta se produce cuando existe un es-
pacio "vacacional" significativamente largo entre el quehacer
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del grupo y la nueva tarea, aunque tenga que ser realizada POTENCIAL DEL GRlJPC)
por casi las mismas personas. Un curso escolar, por ejemplo,
determina generalmente muchas vidas de grupos, pero esta Es en el "durante" del grupo donde acontecen la mayoría
vida puede venir también determinada por una experiencia de los fenómenos grupales. En el transcurso de nuestra expe-
intensiva, por un tiempo de trabajo en común o por otras di- riencia de facilitación de grupos, en los últimos veinte años,
versas circunstancias. Lo significativo es percibir este seg- hemos presenciado múltiples y diversos acontecimientos en
la vida de los grupos y hemos intentado, en función de gra- la superficie de este grupo. Algunos grupos están organiza-
baciones, observaciones y filmaciones; establecer hipótesis y dos de una forma más jerarquizada y otros de manera más
comprobaciones para encontrar leyes generales de funciona- democrática. Podemos percatarnos también de cómo es la
miento comunes a estos grupos. distribución de tareas y responsabilidades, cómo planifican
Hemos percibido que el grupo conforma una unidad or- su trabajo, cómo formulan sus objetivos y cuál va siendo su
ganísmica con gran energía interna y, en el seno de esta uni- cumplimiento. Podemos vislumbrar su sistema de evalua-
dad, son muchos los factores que, de manera simultánea, in- ción en relación a las actividades del grupo y a su propio fun-
ciden en su fluir permanente. Las emociones y los pensa- cionamiento y podemos, en fin, observar los procedimientos
mientos de las personas pertenecientes al grupo, las comuni- que usan para mejorar su eficacia.
caciones que se producen o las que se reprimen y amagan, las Todos estos procesos forman parte de un nivel patente del
percepciones mutuas de los individuos, la conciencia o in- grupo, perceptible por un observador aunque no sea muy ex-
conciencia respecto a las posibilidades del propio grupo y su perto. Este nivel es la cabeza del grupo, su nivel organizati-
progreso en relación al cumplimiento de las metas, las inte- vo, es el espacio de la racionalidad del grupo.
racciones relaciónales, los encuentros y los conflictos... Todo Es en este espacio de racionalidad grupal donde el grupo
este conjunto de fenómenos forma parte de la gran energía de configura su quehacer, su tarea como grupo. Los grupos se
un grupo. Esta energía está allí, en el seno del organismo gru- reúnen para planificar, para discutir algún aspecto de sus ac-
pal que tiene vida propia total más allá de la vida de las per- tividades, para señalar objetivos, para organizar acciones, pa-
sonas que lo forman. Esta energía siempre emerge, de distin- ra distribuir responsabilidades, para decidir sobre algo, para
tas maneras, canalizada o no, en el proceso grupal y hace que evaluar y plasmar su memoria. Quizá podemos concluir que
el grupo funcione como unidad global siendo, entonces, más este conjunto de procesos tiene lugar en una área temática del
que la simple suma de personas. grupo. Esta área temática es el qué del grupo. Contiene pues
Como organismo social el grupo es un mar de vida. Como las funciones de planificación y programación de objetivos y
en el océano, se producen en el grupo tormentas y momentos actividades, la organización de las tareas, la distribución de
de calma, olas y mareas, vientos veloces o suaves brisas y, co- responsabilidades y la evaluación.
mo el mar, siempre está en permanente fluidez, nunca inmó- No resulta difícil imaginarnos el tipo de comunicaciones
vil. Aunque reine la calma en la superficie quizá en el fondo que se producen en este ámbito temático. Tienen más bien un
se forjen, algunas veces, fuertes corrientes. aspecto de intercambio de ideas, de debate, de racionalidad
Como las personas, los grupos tienen también "cabeza y en la que la implicación emocional es casi nula. Las discusio-
corazón", y a veces la razón de la cabeza no encaja bien con nes que se producen no afectan mucho a nuestro sentir emo-
las razones del corazón. El grupo piensa y siente y no siempre cional, tienen un carácter más político que personal e, inclu-
actúa de acuerdo con el pensar reflexivo que queda muy con- so corporalmente, la energía está concentrada más en la ca-
dicionado por las fuerzas emocionales del sentir del grupo. beza que en el pecho.
Observando a un equipo de personas que realizan una ta- Tampoco resulta complicado entrever que la función del
rea determinada nos podemos dar cuenta de la estructura en liderazgo deberá ser moderadora, controlando los tiempos
para que las reuniones no sean eternas e ineficaces y que de- Normalmente, cuando hablamos de dinámica de grupos
berá existir un procedimiento en la toma de decisiones. nos referimos, de manera parcial, a esta área funcional del
Todos los grupos formados para algo tienen esta área en grupo. A ella pertenecen los componentes estructurales de la
funcionamiento. El problema se presenta cuando se convier- participación de los miembros, los roles que se establecen, el
te en el único ámbito del funcionamiento grupal, en un gru- status, los intercambios de informaciones, los procedimientos
po de trabajo. Entonces la energía subyacente, presente en el de toma de decisiones, los compromisos respecto de la tarea
seno del grupo, debajo de la superficie, impulsa su emerger y todas esas cuestiones de las que la mayoría de manuales de
y, como no existen canales en su fluir, puede desbordarse por dinámica de grupos ofrecen recursos y técnicas, a modo de
otros huecos y generar ineficiencia grupal a causa de conflic- ejercicios o "dinámicas" para practicar y mejorar nuestro ni-
tos no expresados y ocultos. vel funcional.
En el espacio racional del grupo, en su nivel organizativo, Sin embargo, quedarnos aquí, al borde de la superficie,
existe todavía una nueva área que bordea la superficie pero tampoco constituye ninguna panacea del buen funcionamien-
que está situada por debajo de la línea más perceptible que to grupal. A lo sumo, ejercemos como una especie de pedago-
hemos descrito anteriormente. Podemos denominar a esta gía activa -que ha proliferado en estos últimos años- pensan-
área como ámbito funcional del grupo. do que facilitamos el grupo de manera correcta y eficaz.
El ámbito funcional contiene los procesos y los aconteci- Lo que sucede en el área funcional del grupo afecta un po-
mientos relacionados con la manera de funcionar del grupo co más al sentir de las personas y del grupo, a su emociona-
como organización. No es el qué del grupo sino el cómo. Cuál lidad; pero sigue estando localizado en la cabeza y no genera
es su manera de planificar, cómo se organiza, cómo es el li- excesiva implicación. La energía subyacente continúa inten-
derazgo, cómo se toman las decisiones. A veces este ámbito tando emerger por cauces desconocidos que siguen estando
funcional no se corresponde en sus principios con el área te- cubiertos en el ámbito funcional.
mática. Un grupo puede discutir y acordar, por ejemplo, que Tanto el área temática como el área funcional forman parte
es preciso evaluar no sólo las actividades que realiza sino re- del nivel organizativo del grupo, de este espacio de racionali-
visar también el ejercicio de la responsabilidad por parte de dad grupal en el que las cuestiones se plantean y discuten a
cada miembro; y, sin embargo, no dedicar tiempos y espacios modo de debate y participación. Es un funcionamiento equi-
a esta última función en la práctica. Puede decidir adoptar las valente a cuando una persona reflexiona sobre sus aspectos
decisiones de forma democrática y consensuada, y, no obs- vitales, sus actividades y sus problemas y adopta propósitos
tante, existir un líder institucionalizado o no que en realidad que puedan reportarle cambios aunque nunca se produzcan.
adopta las decisiones por sí mismo. Sin embargo este nivel organizativo es muy importante y
Este ámbito funcional me parece mucho más interesante significativo en la vida de los grupos porque de su buen fun-
en la dinámica de grupos. No es tan perceptible como el área cionamiento dependen, en gran parte, los grados de produc-
temática pero condiciona mucho más la eficacia del grupo tividad y de eficacia. Establecer condiciones facilitadoras en
por lo que es deseable que los grupos dediquen tiempos y re- este espacio de racionalidad será, sin duda, muy relevante
cursos a mejorar los procesos funcionales. para un buen dinamizador de grupos.
El grupo como organismo tiene también su espacio de la
La mayoría de las personas que conforman un grupo tie-
sensibilidad, su nivel afectivo. En este espacio ocurren las ri-
nen conciencia de los elementos de estas áreas ya que forman
sas y los llantos, las euforias y las depresiones, las emociones,
parte de un nivel patente del grupo. Quizá no manifiestan o
los sentimientos, las comunicaciones significativas y las inte-
no explicitan su opinión pero la tienen, y perciben un deter-
racciones, los encuentros y los conflictos, los deseos, los amo-
minado grado de satisfacción o insatisfacción respecto al fun-
res y los odios, las evasiones, los miedos, los riesgos, las
cionamiento grupal.
aventuras interpersonales. Casi toda la energía del grupo se
Así, uno de los elementos predominantes de este ámbito
genera en este espacio sensible del grupo. Estas fuerzas están
funcional es lo que se denomina el rumor como manifesta-
ción particular del proceso de comunicación. El rumor y la siempre latentes en la vida de un grupo aunque en pocas oca-
conspiración se producen cuando no hay mecanismos para siones los grupos dedican tiempo y espacio a explicitarlas.
canalizar la energía perceptiva respecto a la insatisfacción del En el espacio de sensibilidad del grupo existe un área lúdi-
funcionamiento grupal. Los rumores son un reflejo de la an- ca. Todos los grupos buscan espacios de celebración en los que
siedad y de las expectativas de los individuos que intentan el elemento dominante es el juego, la risa, el canto, la mesa, la
abarcar los pocos aspectos conocidos para deducir lo que si- tertulia, la marcha, las actividades recreativas grupales.
gue siendo desconocido. Siendo imposible conocer la totali- Algunos grupos confunden el trabajo afectivo con su implica-
dad de las sensaciones y opiniones de los miembros de un ción en esta área lúdica y argumentan que estos espacios búdi-
grupo respecto al funcionamiento grupal en un momento de- cos son los adecuados para la "comunicación interpersonal".
terminado porque, entre otras cosas, el funcionamiento va Es cierto que esta parte lúdica del grupo favorece una dis-
cambiando constantemente y también porque no siempre se tensión de los conflictos, una diferente forma de relacionarse
expresan en el seno del grupo estas sensaciones y opiniones; que no sea exclusivamente en el ámbito de la tarea y permite
la situación de grupo origina permanentemente rumores. hacer surgir la energía comprimida en el proceso grupal.
Los sentimientos referidos al área funcional del grupo que También es cierto sin embargo que, en muchas ocasiones, lo
no han sido expresados y las personas que en el grupo suelen que sucede en el ámbito lúdico del grupo no deja de ser una
ser más silenciosas tienden a suscitar rumores. forma de evasión.
En nuestra acción facilitadora resulta conveniente pues Es en esta área lúdica donde se expresan verbal y no ver-
dedicar tiempo a las dos áreas del espacio de racionalidad: balmente sentimientos y emociones disfrazados irónicamen-
por una parte a introducir métodos, técnicas e instrumentos te que pueden permitir ocultar los temores a la comunicación
para dinamizar y hacer más efectivas las reuniones de los interpersonal para no asumir riesgos que se consideran inne-
grupos con la finalidad de planificar y evaluar con más efi- cesarios y, a la vez, relativizar fuertes tensiones que se hayan
ciencia; por otra parte, sería enriquecedor para el trabajo gru- producido. Al mismo tiempo, en esta área lúdica se generan
pal dedicar tiempo a explicitar el sistema de funcionamiento, nuevas relaciones interpersonales, distintas percepciones de
a revisarlo, a expresar nuestras satisfacciones e ingratitudes los demás y originales interacciones porque se consiente un
para que nuestra tarea y nuestra pertenencia al grupo resul- clima más permisivo que favorece el mostrarse de una ma-
tasen más gratificantes. nera más auténtica y vulnerable ante los demás.
El elemento dominante del área lúdica es el humor. tanto por la distensión que provocan como para facilitar los
También está vinculado a las tensiones del grupo y a lo ocul- procesos creativos: "La distracción de estímulos novedosos, de
to o cubierto. Cuando se expresan algunos sentimientos de vistas magníficas, de culturas extrañas, permite que los proce-
manera humorística e irónica, de tal forma que esta comuni- sos mentales subconscientes establezcan conexiones que resul-
cación no produzca demasiados recelos o temores, puede tan improbables cuando el problema se aborda con la lógica li-
producirse una descarga emocional significativa seguida de neal aprendida de la experiencia. Y después de que la conexión
una sensación de alivio. inesperada se traduce en una intuición, el entorno familiar
Los grupos crean su propia cultura del humor. Esto les vuelve a ser más propicio para completar el proceso; la eva-
permite expresar sensaciones, emociones y acontecimientos luación y la elaboración se realizan más eficazmente en la at-
que han revestido alguna particular importancia en la diná- mósfera sobria donde prevalece la lógica del campo". 40
mica del grupo. En palabras de Joseph Luft: "Cabe bromear, Del área lúdica nacen intuiciones que pueden derivarse al
por ejemplo, en torno a la adopción de iniciativas o al grado espacio de racionalidad del grupo donde el grupo puede dar-
de estructuración, y estos hechos humorísticos pueden con- les forma para nuevas acciones creativas; y se provocan nue-
vertirse entonces en una parte de la cultura del grupo. Por vas corrientes y mareas que impulsan el proceso del grupo
afectar el humor a cuestiones vitales, si bien de un modo es- para vivenciar nuevas experiencias. Con todo, abusar de lo
pecial y limitado, facilita la comunicación y la adopción de lúdico o sustituirlo por lo afectivo produce también inefica-
decisiones. El humor, evidentemente, puede servir de medio cia e incomunicación real ya que nuevamente nos quedamos
de expresión de hostilidad en el seno del grupo, y puede en la superficie, esta vez la del espacio de la sensibilidad del
practicarse a expensas de determinados individuos o sub- grupo que tiene unas grandes profundidades.
grupos. O puede también constituir una escapatoria tempo- En este espacio de sensibilidad del grupo, en su nivel afec-
ral frente a una situación dada". 39 tivo, debajo del área lúdica, el grupo como organismo tiene
En el área lúdica el grupo genera un lenguaje específico un área extraordinariamente importante y significativa que
propio que da nombre a diversas experiencias grupales, se se puede denominar ámbito de las relaciones personales afec-
dota de toda una simbología e incluso de unos ciertos ritua- tivas. Me refiero al conjunto de fenómenos que se producen
les que no son comprensibles para personas externas al gru- en un grupo y que tienen que ver con las percepciones de las
po, todo ello ayuda al grupo a promover experiencias nove- personas entre sí, con las comunicaciones verbales y no ver-
dosas que inciden en el fomento de la creatividad. bales, con los contactos y las interacciones, los sentimientos,
En el ámbito lúdico del grupo es donde surgen nuevas las emociones y las actitudes.
ideas de su quehacer, nuevas intuiciones para actividades cre- En un grupo las relaciones interpersonales que impactan,
ativas y nuevas propuestas para superar metas o adquirir nue- para bien o para mal, y afectan al proceso experiencial de las
vos compromisos. Por ello resulta muy importante establecer personas, forman un elemento irreductible en la configura-
condiciones que fomenten los espacios lúdicos del grupo no
40. CSIKSZENTMIHALYI, M. Creatividad. El fluir y la psicología del descubri-
39. LUFT, J. Introducción a la dinámica de grupos. Barcelona: Herder, 1978, 77. miento y la invención. Barcelona:Paidós, 1998,177.
de interacciones es más que la suma de sus partes. Estas par- diseccionando este organismo grupal para comprender me-
tes tienen su fluir en un espacio racional en el cual ejercen sus jor su funcionamiento y sus posibilidades.
tareas en un ámbito temático y configuran sus procedimien-
tos en un ámbito funcional; y fluyen también en un espacio
sensible en el que comparten celebraciones y evasivas en un La dinámica interna del grupo: procesos psicológicos
área lúdica, e interaccionan fuertemente en el ámbito de las significativos
relaciones personales afectivas.
Si en el área relacional-afectiva del grupo es el lugar don-
Con todo es un organismo en permanente proceso. Como de se condensa la mayor parte de la energía parece plausible
organismo vital tiene también un tiempo de vida, que es lo suponer que tiene que existir un mecanismo psicológico im-
mismo que decir que tiene un momento de nacer y un mo- pulsor que genera este potencial energético y que, si presen-
mento donde acontece la muerte. A veces resulta difícil acep- ta un funcionamiento correcto, propulse el grupo hacia su
tar que ha llegado la hora de la muerte del grupo pero, al fin crecimiento y desarrollo.
y al cabo, se produce sin consuelo ni retorno. Siguiendo con las comparaciones y metáforas nos atreve-
Nuestra hipótesis fundamental es que el grupo, siendo un mos a enunciar que, así como las personas tienen un flujo san-
organismo, participa de la tendencia formativa y actualizan- guíneo en circulación constante bombeado por el corazón, el
te que permite el desarrollo de sus potencialidades que in- grupo tiene que poner en marcha un motor que le permita mo-
trínsecamente posee. Esta tendencia, también en el grupo, es verse, bombear su energía, hacerla circular para trasformarla
una fuerza direccionalmente constructiva que tiende al creci- en creatividad y eficacia desde la interacción, y canalizarla por
miento y, en consecuencia, impulsa al grupo a desarrollarse los cauces adecuados para que no se difumine por huecos y sa-
positivamente, a autodirigirse, a realizar una tarea eficaz y lidas imprecisas a modo del vapor de una olla a presión.
creativa. Se tratará, una vez más, de crear las condiciones pa- Hemos aprendido por nuestra experiencia en la facilita-
ra facilitar el despliegue de esta tendencia. Estas condiciones ción de grupos que existe un proceso que tiende a la comu-
afectan a todos los espacios del grupo, a sus áreas temática y nicación y genera un gran potencial en la vida dinámica del
funcional y a los ámbitos lúdico y relacional-afectivo. De las grupo. La promoción de este mecanismo, su impulso por
aportaciones de Lewin y otros tenemos bases para la inter- parte del facilitador constituye, en realidad, la base funda-
vención en el ámbito funcional. De las investigaciones de mental para que el grupo avance en su desarrollo comunica-
Rogers y los maestros de la cultura de los encuentros sabe- tivo, vivencial y organizativo.
mos como impulsar los cambios y el crecimiento en el área re- ¿Cuál es el funcionamiento de este proceso interno que pro-
lacional-afectiva. Otros autores y ámbitos de intervención so- mueve tanta fuerza y energía grupal? Nos preguntamos ahora
cial nos aportan experiencias válidas para intervenir en las por el movimiento circular del grupo, por su motor interno,
áreas temática y lúdica. Todo junto, compilado y procesado por su flujo sanguíneo que le mantiene vivo, por el mecanismo
de acuerdo a nuestra propia experiencia, nos aporta un siste- interior que fundamenta su esencia como organismo vital y
ma de facilitación que nos ha resultado útil y eficaz y que ex- sustenta el ser del grupo. Este mecanismo está situado en el
ponemos en este libro. Antes me parece procedente continuar núcleo del grupo, en su área relacional-afectiva, y abarca todos
los componentes interaccionales que lo configuran. Su origen, Una persona camina de la experiencia a la percepción, a
entonces, está en cada una de las personas del grupo en el ins- veces de forma automática, sin darse cuenta, otras veces es
tante antes de la interacción. Intentemos describirlo. preciso activar la función de "atender" a la experiencia. Sólo
Las personas de un grupo, de una relación, aún en sus ini- atendiendo a la experiencia somos capaces de percibir. Lo
cios y durante todo el segmento temporal de la vida grupal y que pasa es que esta función de atender se da, generalmen-
relacional están inmersas en un complejo mundo de fenóme- te, de forma natural, especialmente cuando el conjunto de
nos que les afectan a modo de estímulos. El estímulo puede estímulos que configuran la experiencia nos afecta signifi-
variar desde un saludo a una mirada, una sonrisa, una ma- cativamente.
nera de vestir del otro que puede parecerme agradable o no. En realidad vivenciar es sentir y darse cuenta. El facilita-
Puede que también forme parte del estímulo el prejuicio, la dor de un grupo deberá hacer posible, desde su propia expe-
imagen previa del otro, o una simple conducta inicial que riencia y vivencia, el proceso de darse cuenta poniendo a dis-
afecte a mi proceso experiencial. Todo este cúmulo fenomé- posición del grupo su actitud y sus recursos para promover
nico produce en la persona material de la experiencia, sensa- un compendio suficiente de estímulos que produzcan expe-
ciones que pueden atenderse y adquirir significado explícito riencia, y ayudar al proceso de dar nombre y percatarse para
desde su significación implícita. Este flujo líquido que cam- dar significado a la experiencia. Cuantas más percepciones se
bia a cada instante y ondea en el campo fenoménico de cada produzcan en un grupo, más posibilidades existirán de gene-
individuo configura la experiencia de este individuo como rar un flujo comunicativo. Para favorecer este proceso de per-
ser en el grupo. Cada experiencia de cada persona es, por cibir sin interferencias es preciso intentar que la conciencia
tanto, distinta, pues los estímulos que le afectan pueden ser pensante no distorsione su nivel intuitivo.
diferentes o, siendo similares, afectan a cada una de manera A veces será bueno utilizar recursos que faciliten la toma
desigual. A todo este cuadro descrito lo denominamos expe- de contacto con la experiencia para fomentar el otorgarle sig-
riencia. La experiencia conforma esta "sensación de" produ- nificado, sobre todo al cómo nos sentimos en nuestro devenir
cida por algún conglomerado de estímulos que me afectan. en grupo. Dar significación a las sensaciones que tenemos
Puede que una persona no esté abierta a la experiencia y no respecto a nuestro estar en el grupo favorece un gran núme-
perciba el significado de esta experiencia. Cuando una perso- ro de percepciones que constituyen la fuente del fluir del gru-
na es capaz de dar nombre a la experiencia se percata de ella, po y de las personas.
tiene una percepción. Las personas de un grupo perciben sen- No todas las experiencias son percibidas ni todas las per-
saciones, emociones, sentimientos, imágenes en relación con cepciones comunicadas. Sin embargo, la comunicación signi-
las demás personas y con el mismo grupo. La percepción con- ficativa nace de la percepción y ésta de la experiencia. La co-
siste en un proceso psicológico a través del cual damos un sig- municación significativa es aquella que expresa alguna expe-
nificado subjetivo a la experiencia. La percepción es un poco riencia desde el referente interno de la persona, sale del sí
posterior a la experiencia, es el nombre de la experiencia. Estar mismo, de algo afectado del organismo. Las comunicaciones
abiertos a la experiencia y darle un significado es el primer pa- significativas tienen consecuencias en la dinámica del grupo,
so en el mecanismo generador de la comunicación grupal. las no significativas tienen escasa influencia.
Veamos un pequeño ejemplo ilustrativo: otro; es pues una comunicación significativa que aporta ma-
terial psicológico al fluir del grupo.
"-¡Hola! (Buenos días)
La comunicación significativa representa pues el tercer
-¡Hola! (Buenos días)
punto de fuerza del mecanismo circular que impulsa la ener-
-Qué agradable temperatura, ¿verdad? (¿Cómo estás?)
gía del grupo. El primer punto de fuerza es la experiencia, el
-Sí que lo es. Aunque parece que va a llover. (Bien ¿Y
segundo la percepción. Entre cada punto de fuerza hay una
tú?)
función activadora que permite la transformación de un pun-
-Bueno, me alegro de verte bien. (Muy bien).
to de fuerza en otro. Entre la experiencia y la percepción se
-Nos veremos
-Hasta luego. activa el "atender" que permite dar significado a la experien-
-Hasta luego". 42 cia. Entre la percepción y la comunicación significativa es
preciso activar la función de implicación.
"John a Alma: Puesto que estamos hablando de cosas, Cada persona del grupo puede tener percepciones respec-
quizá no viniera mal referirnos un poco a tu caso. Tú me re- to a las otras personas del grupo pero sólo si se implica las co-
cuerdas a una mariposa. (Risas). munica. Algunas personas, bien por temor, por falta de riesgo
Alma: ¿Por qué? Quiero decir, ¿cómo, por qué dices una o por simple decisión se reservan sus percepciones y no se im-
mariposa? plican. Si no existe implicación se corta el flujo comunicativo,
John: Mira, una mariposa es algo raro para mí. Es una se impide la circulación de la energía, del movimiento san-
cosa a la que uno puede acercarse bastante, como a un nue- guíneo grupal, por lo que el grupo enferma. El facilitador de-
vo amigo, podríamos decir, pero en el instante mismo en berá crear condiciones para motivar la implicación que gene-
que se encuentra al alcance de la mano y es posible acari- ra comunicación. El recurso para hacerlo es promover el con-
ciarla, o aproximarla más a sí y mirarla, revolotea y se va. tacto, hacer demandas de contacto de manera respetuosa y
Alma: (Ríe en forma nerviosa).."-43 penetrante, sin forzar al grupo ni a las personas, pero con la
Estos ejemplos de comunicaciones presentan diferencias mirada puesta en el interesarnos por la percepción del otro.44
interesantes. La primera comunicación es un ceremonial, no La implicación como función del mecanismo propulsor
expresa ningún flujo de experiencia interna, en todo caso grupal impulsa la concentración de energía en el punto de
puede resultar una evasiva ante un contacto fortuito, casi in-
44. En el capítulo 9 de este libro intento exponer recursos para la facilita-
deseado. La segunda, aún sin conformar un intercambio en ción del contacto. Por otra parte acabamos de presentar una investiga-
las profundidades personales, es generadora de proceso. ción, junto con Ferran Juan, en el XI Encuentro Latinoamericano del
Constituye una expresión del darse cuenta, una comunica- Enfoque Centrado en la Persona que ha tenido lugar en Socorro (Brasil)
en octubre de 2002, que hemos titulado "La intervención por contacto
ción de una percepción proveniente de dar un significado a en la facilitación de grupos. De la no-directividad al experiencing". En
la experiencia provocada por los estímulos de la imagen del esta investigación sugerimos distintas formas verbales y no verbales
para generar la función de contacto, tan importante en las relaciones
42. BERNE, E. Juegos en que participamos. México: Diana, 1982, 41. humanas y en la facilitación de grupos. Algunas de las aportaciones es-
43. ROGERS, C. Grupos de encuentro. Buenos Aires: Amorrortu, 1979, 36. tán recogidas en el capítulo mencionado.
n. i
fuerza posterior que hemos definido como comunicación por tres elementos de análisis como mínimo: la persona que
significativa. Según los físicos la fuerza viene determinada genera comunicación significativa, la que la recibe y genera
por la cantidad de energía consumida. Ello nos da una idea nueva comunicación y la relación en sí que se origina en esta
del nivel de profundidad de cada comunicación. Sin duda confluencia. Este tercer elemento, el de la relación, es el que
una comunicación de ceremonial, como la de nuestro primer forma propiamente la interacción.
ejemplo, no comporta un consumo excesivo de energía; sin En el proceso interaccional los participantes de la relación
embargo, el segundo ejemplo precisa un mayor esfuerzo pa- llegan a coincidir al definir la situación y sus reglas, aunque
ra la persona, un mayor consumo de energía emocional. es poco frecuente que todas las identidades de cada persona
Como la energía no se destruye sino que se transforma, cada estén implicadas en una sola relación. La relación, en cual-
punto de fuerza, en especial el de la comunicación significa- quier caso, no incluye de principio la totalidad del sí mismo
tiva que requiere una mayor cantidad de energía emocional, de los respectivos individuos sino muestras parciales que se
sugiere una posibilidad de mutación transformativa para el han hecho transparentes. A medida que la relación se desa-
grupo; un tambaleo emocional, una inestabilidad en el equi- rrolla pueden aumentar las áreas incluidas porque los inte-
librio del momento que reporta una nueva estructura for- ractuantes van revelando una mayor cantidad de espacios
mada a partir del caos producido por la inestabilidad. del sí mismo.
Las comunicaciones significativas favorecen la interacción. En la interacción, entendida así, procedente de la con-
No todas las comunicaciones significativas son objeto de inte- fluencia de comunicaciones significativas, cada interactor lle-
racción en un grupo, pero sin las comunicaciones significati- ga a considerar de forma peculiar al otro y al vínculo inme-
vas no se produce interacción emocional. La interacción es el diato que acontece y que los liga, y siente la relación con una
cuarto punto de fuerza del mecanismo. Viene determinada cualidad única.
por la confluencia de comunicación significativa entre distin- Sin embargo, para que la comunicación provoque interac-
tas personas del grupo. Una persona del grupo, por ejemplo, ción es preciso activar una nueva función denominada feed-
comunica algún mensaje significativo respecto de otra y ésta back o retroalimentación. El feed-back consiste en un retorno
manifiesta lo que significa para ella la percepción de esta ex- al emisor de un nuevo mensaje relacionado con los efectos
presión emocional, entonces se produce interacción. producidos por la comunicación inicial. Si el participante re-
La interacción es un concepto relacional de naturaleza bi- ceptor de la comunicación adopta una actitud pasiva ante
direccional que tiene su origen en una comunicación signifi- una comunicación, dificulta la generación de interacción. A
cativa que produce efectos emocionales percibidos por el medida que el grupo avance más necesidad experimentarán
grupo o por el individuo que protagonizó la comunicación. los individuos de entrar en contacto con los demás. Para que
Lo importante de la interacción es que estructura una con- esto suceda debe haber una cierta predisposición de las per-
fluencia de comunicaciones entre varias personas, al menos sonas que forman el grupo.
entre dos. Las comunicaciones suelen ser asimétricas y la per- Una de las tareas importantes del facilitador será estimu-
cepción del significado distinta para cada individuo partici- lar en las personas los procesos de feed-back para que devuel-
pante en la interacción. Al ser bidireccional está conformada van, con una comunicación significativa, un mensaje al indi-
rr
viduo que inició, con su implicación, la expresión del signifi- nuevamente para producir una nueva comunicación signifi-
cado de su experiencia con respecto al otro. cativa, recibir y aportar feed-back para facilitar una nueva in-
El feed-back es así la función que favorece la interacción. "Si teracción. Y volver a empezar confiando en que este movi-
dos personas no interactúan, jamás podrán llegar a ser ami- miento es capaz de transformar el conflicto en encuentro.
gas, y en realidad es poco probable que adopten siquiera una En un grupo, sin embargo, a diferencia de una relación in-
actitud interpersonal. La proximidad física aumenta la fre- terpersonal, no se producen solamente interacciones aisladas
cuencia de interacción, llevando a la polarización de las acti- protagonizadas exclusivamente por dos personas que inte-
tudes interpersonales, que tienden a ser más favorables que ractúan, sino que se forman haces de interacciones múltiples
desfavorables". 45 Esta necesidad de proximidad es la que ha- en un compendio relacional de varios individuos. Cada rela-
ce preciso que los grupos dediquen tiempo y espacios a la co- ción bidireccional intersecciona con otras relaciones que in-
municación interpersonal en su área de la sensibilidad y no fluyen en las estructuras de la interacción. Se forman nudos
sólo en el ámbito de la tarea. de relaciones inmediatas que hacen que los pares de interac-
La interacción, entonces, es la confluencia de comunica- tores lleguen a funcionar como unidades cuando tratan con
ción significativa entre diversas personas que tiene lugar me- otros pares creando condiciones de influencia en la estructu-
diante el feed-back. Esta interacción puede ser positiva, favo- ra del grupo de máxima intensidad, como una nube en mo-
recedora de encuentro; o negativa, generadora de conflicto. vimiento que tiende a descargar. La inestabilidad que se pro-
Una y otra constituyen el fundamento para la profundización duce genera una nueva estructura, lleva inherente un nuevo
de la relación en proceso transformativo. orden que se origina mediante la transformación del anterior.
Si la interacción es gratificante y percibida como satisfac- Es por ello que el facilitador amplia su tarea de promover
toria se puede iniciar un camino de encuentro a partir de es- feed-back a lo que denominamos función de vínculo o linking
ta experiencia relacional, atendiéndola y otorgándole signifi- function46. "Una persona dice algo, luego una segunda agrega
cado, comunicando esta nueva percepción con la implicación una nueva idea pero no siempre expresa la relación de su idea
necesaria, recibiendo y aportando feed-back y generando, por con el significado de la primera contribución... Usualmente es
posible ver en un grupo varios canales circulando en líneas
consiguiente, una nueva interacción. Y así sucesivamente,
paralelas de pensamiento. Sin embargo, si el líder centrado en
impulsando el movimiento circular propulsor del flujo ener-
el grupo hace un esfuerzo por percibir el vínculo entre cada
gético emocional.
nuevo comentario y luego expresa esta relación al grupo, la
Si por el contrario la interacción se percibe como negativa,
discusión parece fluir por un canal adquiriendo más fuerza a
como conflicto, puede existir la tentación de ocultarlo o eva-
medida que cada nueva contribución se vincula a ella".47 Esta
dirlo. No obstante la posibilidad de generar encuentro a par-
función está relacionada con la comprensión de los significa-
tir del conflicto reporta una gran esperanza en el proceso del
grupo. El mecanismo es el mismo, el movimiento circular de 46. Término acuñado por Thomas Gordon colaborador de Rogers en la fa-
atender la experiencia, percibir su significado, implicarse cilitación de grupos de encuentro.
47. GORDON, T. "Liderazgo y dirección centrados en el grupo" en RO-
45. ARGYLE, M. Análisis de la interacción. Buenos Aires: Amorrortu. 1983,214. GERS, C. Psicoterapia centrada en el cliente. Buenos Aires: Paidós. 1977,307.
dos y de las intenciones de los individuos que se implican ya vos se convierten en ceremoniales y evasivas. Otras, sin em-
que, muchas veces, el comentario de un individuo a menudo bargo, producen fuertes interacciones, de conflicto o de en-
tiene que ver con una contribución anterior en su intención in- cuentro, para el caso es lo mismo. Éstas tienen un efecto tor-
terna y se vincula con ella, pero no siempre se expresa con glo- bellino que provoca un rebrote de nueva experiencia que, es-
balidad transparente; probablemente porque las contribucio- ta vez sí, comporta un almacén de mayores dimensiones que
nes están más centradas en el yo que en el grupo y los miem- el de la interacción de donde procede.
bros responden a sus propias necesidades excluyendo lo que En realidad lo que hace que un grupo tenga vida es esta
ocurre fuera de sí mismos. Esta función vincular ejercida por dinámica de comunicación. En palabras de Ruth Sanford, co-
el facilitador tiene efectos en la orientación de cada persona en facilitadora de Rogers: "Si el grupo funciona como un siste-
términos del proceso grupal, porque otorga continuidad al ma abierto, los organismos individuales dentro de ese grupo
movimiento circular de flujo. se vuelven conscientes de la comunicación dentro de ellos
La dinámica descrita (fig. 2) contiene cuatro centros de mismos y de la comunicación con los demás miembros del
fuerza que almacenan la corriente energética del grupo y la grupo, siendo ambas esenciales para que dicho grupo consi-
ga verse como una comunidad". 48
bombean: la experiencia, la percepción, la comunicación y la
interacción; entre uno y otro hay que introducir unos estímu- Fig.2. La dinámica del grupo
los que generen el movimiento del flujo: atender a la expe-
riencia para descubrir su significado implícito, implicarse pa-
ra compartirla, recibir y otorgar feed-back para promover inte-
racción, continuar atendiendo la nueva experiencia y seguir
en este movimiento continuo.
Los centros de fuerza o, siguiendo con la metáfora, alma-
cenes de energía, no tienen la misma superficie ni el mismo
volumen. Hay una mayor cantidad de experiencia, una parte
de esta experiencia se mueve hacia el centro de la percepción.
El almacén perceptivo es un poco menor que el de la expe-
riencia porque no todas las experiencias se perciben. Las que
se perciben pueden ser comunicadas, pero tampoco son ex-
presadas todas las percepciones, de hecho muchas se guar-
dan entre paréntesis en el seno del sí mismo. Las que se co-
munican pueden ser objeto de interacción, pero de nuevo no A medida que el grupo avanza este movimiento es más
todas las comunicaciones significativas reciben feed-back, por natural y fluyente, progresivamente más rápido, funciona co-
lo que muchas de ellas quedan flotando en el aire hasta di-
luirse; tampoco todas las que reciben retroalimentación pro- 48. SANFORD, R. "De Rogers a Gleick y de Gleick a Rogers", en BRAZIER,
ducen efectos interactivos, algunos intercambios comunicati- D. Más allá de Cari Rogers. Bilbao: Desclée De Brouwer, 1997, 227.
mo un motor que propulsa, cada vez a mayor velocidad, al energía o impedir el flujo; puede, en fin, mantener y revitalizar
grupo hacia adelante; esto genera mayor potencial, más crea- la salud del grupo o, por el contrario, contribuir a enfermarlo.
tividad y eficacia y estimula el crecimiento personal y la co- Esta acción del grupo está configurada en una especie de
hesión grupal. Cuando se acaba el movimiento, quizá de ma- dos cuadrantes distintos pero estrechamente relacionados (fig.
nera imprevisible, casi siempre por motivo de finalización 3). En un cuadrante el grupo realiza su acción interna como or-
del segmento temporal, el grupo muere. Este morir del gru- ganismo autónomo. El grupo, en este marco, siente y piensa.
po puede que haya generado nueva vida como en un ciclo vi-
tal, es posible también que la muerte no deje más que viejos Fig.3. La acción del grupo
recuerdos y un cúmulo de experiencia y aprendizaje perso-
nal. En ambos casos la participación en un grupo siempre ha-
brá valido la pena. Espacio de la Espacio de la
Racionalidad Tarea Extema
Espacio de la PENSAR
La acción del grupo Sensibilidad
^ACTUAR
SENTIR
El grupo como organismo, no es un ser ensimismado que
se contempla a sí mismo en su propio devenir. Al contrario, Cuadrante interno Cuadrante externo
del Grupo del Grupo
el grupo es actividad permanente. El mismo proceso del gru-
po consistente en ir siendo consciente de sí mismo constituye
una gran parte de la acción del grupo.
Desde el momento de su constitución como grupo sus in- Trayecto de la evaluación experiencia!
tegrantes se agrupan con la intención de participar en una ac-
ción conjunta, se reúnen para algo. Es muy posible que esa
Siente en tanto que el fluir de su dinámica promueve emo-
intención inicial se vea modificada a lo largo del proceso y
ciones y sentimientos en cada persona en particular y en el
deje de formar parte del conjunto de los elementos persona-
grupo como totalidad. Este fluir emocional tiene lugar, como
les y relaciónales que configuran el ser del grupo, sin embar- dijimos, en el espacio de la sensibilidad del grupo. Y como
go no por ello decae la actividad del grupo sino que la acción fluir en colectividad provoca sentimientos similares o com-
que se produce es fruto del conglomerado de nuevos proyec- partidos. En este espacio sensible, en distintos momentos de
tos, ideas, emociones, sentimientos y relaciones. También de la vida del grupo los miembros comparten sentimientos co-
nuevos retos nacidos de la dinámica y del funcionamiento lectivos inconscientes que son expresados verbal o no verbal-
del grupo en su proceso. mente de una forma u otra. Este compartir estructura la acti-
En realidad el grupo es un ir haciendo en permanente mo- vidad del grupo en su espacio sensible, esta estructuración es
vilidad y este hacer del grupo influye de manera decisiva en su el sentir del grupo. A través del sentir es como el grupo se
dinámica y en su estructura. Es más, el hacer del grupo puede vincula, produce la cultura de grupo y promueve su cohe-
activar el movimiento circular de la dinámica generadora de
rs i
sión. Este proceso es potencialmente constructivo y es una En este espacio de la tarea externa del grupo cobra signifi-
manifestación de la tendencia actualizante. En palabras de cación la eficacia, la eficiencia y la creatividad de la acción del
Max Pagés: "Creemos que es útil subrayar el carácter funda- grupo porque constituye el producto del grupo.
mental del concepto de vínculo positivo, es decir, no ambiva- En mi experiencia como facilitador he aprendido que exis-
lente, que subyace en la vida de todo grupo en su nivel más ten factores e influencias que favorecen la eficacia en la pro-
profundo. Postulamos que la actividad de los grupos se yección del grupo a través de su acción externa. Tengo la con-
orienta hacia la clarificación de los conflictos y ambivalencias vicción que cuando un grupo ha generado vínculo y cohesión
del grupo y de sus miembros, y tiende a la elucidación y al en su espacio de la sensibilidad, en el área de su sentir, y ha
refuerzo del vínculo positivo entre los miembros, vínculo que sido capaz de anticipar este producto mediante intenciones
precisamente sostiene al grupo desde el comienzo de su exis- comunes en el espacio de la racionalidad, a través de su pen-
tencia e hizo posible toda su actividad". 49 sar, existen muchas posibilidades de mejorar la eficacia de su
Los grupos, además de sentir, piensan. El pensar del gru- acción consistente en la adecuación congruente entre sus ob-
po forma una actividad interna que tiene lugar en el espacio jetivos, intenciones y procedimientos y la acción real ejecuta-
de la racionalidad del grupo, consiste en el debatir ideas, pla- da en el ámbito externo. En este caso la acción concuerda con
nificar acciones, idear proyectos, organizar actividades, to- el pensar y el sentir del grupo, es una acción eficaz.
mar decisiones. Este pensar del grupo viene muy determina- Para que se de esta concordancia es preciso que el grupo,
do por su sentir. En mi experiencia he aprendido que cuando en su espacio interno, el del sentir y el del pensar, intencione
un grupo se ocupa de su sentir emocional, su pensar reporta sus procesos y adopte criterios metodológicos acertados, dis-
grandes beneficios a sus tareas que parecen más creativas y ponga de un método de trabajo acordado, distribuya respon-
son ejercidas con mayor eficacia. sabilidades y compromisos y adquiera un sistema de coordi-
Pero el grupo, además de sentir y pensar, proyecta. Lo que nación que asegure la conexión entre los procesos estableci-
hace el grupo fuera del grupo, las actividades que realiza pa- dos en la planificación de sus proyectos.
ra otros, conforman la tarea externa del grupo. Este hacer fue- Y resulta más importante todavía asegurarse de que la in-
ra del grupo es el proyectarse del grupo, y este proyectarse formación necesaria para la ejecución de la acción del grupo
será efectivo y creativo si ha surgido de un buen hacer inter- esté a disposición de todos sus miembros y que, en todos los
no. Este actuar del grupo surge de su sentir y su pensar que ámbitos, se produzca una fluidez de los canales comunicativos
ha sido facilitado por la dinámica del grupo a través de su a través de la incentivación de los procedimientos defeed-back.
movimiento circular de flujo energético y en cada una de las Cuando un grupo es eficaz puede ser también eficiente. La
áreas de la estructura del grupo. Es el actuar del grupo lo que eficiencia consiste en que la adecuación entre la planificación
es percibido por personas ajenas al grupo, sean o no usuarios y la acción del grupo se realice en un tiempo determinado, en
de las acciones del grupo, este actuar del grupo es la muestra el mínimo tiempo posible establecido por el propio grupo.
de la calidad de la acción grupal. Para ello el grupo ha de fijar tiempos y espacios concretos pa-
ra cada ámbito de su devenir y de su hacer, debe constatar y
49. PAGÉS, M. Psicoterapia rogeriana y psicología social no directivas. Buenos
Aires: Paidós. 1976,135. acordar anticipadamente en el espacio de la racionalidad los
aspectos a resolver para planificar su acción externa, y es pre- dirigen hacia el cuadrante externo del grupo y vuelven al
ciso que explicite los acuerdos y compromisos que se preten- cuadrante interno ocupando de este último sólo un espacio,
den. Todo ello introduce una sensación de ritmo que induce el espacio de la racionalidad. El grupo actúa y piensa, vuelve
a las personas del grupo a mejorar el producto de su acción y a actuar y a pensar, y así sucesivamente. Al entrar energía en
a hacerlo con cierta rapidez. el espacio interno del grupo procedente de su actuar, las per-
Muchos grupos, sin embargo, centran su quehacer como sonas del grupo tienen nuevas sensaciones y emociones que,
grupo en el espacio exclusivo de su tarea externa, en su pro- al no ser explicitadas en el espacio de la sensibilidad porque
yección. Lo que aquí nos gustaría aportar es nuestra convic- el trayecto evaluativo no transcurre por este espacio, se for-
ción de que resulta casi imposible proyectar aquello que no se man montículos de cantidades de energía afectiva que, al no
tiene y no se es. Un grupo que no ha generado energía en su estar canalizada en un fluir comunicativo adecuado, tiene
sentir y en su pensar difícilmente podrá proyectar una acción que desprenderse por otros derroteros y puede reportar con-
eficaz y creativa porque esta acción no surgirá del interior del secuencias de carácter enfermizo para la vida del grupo.
propio grupo sino que estará condicionada solamente por su Me parece más significativo un trayecto de evaluación
hacer externo y, en este hacer externo, la implicación que se más experiencial, un camino que desde la acción recorra el
promueve en el compromiso de las personas es bastante re- sentir del grupo, estructure su pensar y proyecte una nueva
ducida. El compromiso para una tarea se produce cuando una acción. Desde esta perspectiva las personas del grupo estarán
persona o un grupo percibe que la fuerza del impulso para re- más abiertas a su propia experiencia en el transcurso de la
alizar esta tarea surge de su propio interior, es decir; cuando misma acción, harán y sentirán de manera simultánea y el
existe una motivación intrínseca para realizarla y no cuando grupo establecerá tiempos evaluativos para compartir cómo
la motivación queda limitada por factores externos al propio nos hemos sentido en nuestra acción, cómo he interconecta-
organismo. La misma actividad realizada desde una óptica do o no con el otro, y cuál ha sido mi fluir interno junto con
motivadora interna o desde una motivación condicionada por el grupo durante la ejecución de nuestra acción. En este tra-
factores exteriores presenta grandes diferencias comparativas yecto la evaluación se centra en las personas, en sus actitudes
en términos de creatividad, calidad y eficacia. y en las interacciones, afecta al proceso experiencial de cada
Desde este enfoque cobra importancia el asunto de la eva- una de ellas y al sentir del grupo y, desde este sentir, se alza
luación. Muchos grupos centran sus procesos evaluativos en el hacia el pensar como configurante de nueva estructura per-
espacio de la tarea externa en un proceso bipolar de acción- mitiendo una nueva planificación surgida de lo implícito que
evaluación de la acción. Este binomio está condenado a meca- proyecte hacia el espacio exterior una nueva acción que es re-
nismos sin salida porque no reporta ninguna nueva proyec- alizada con más eficacia y creatividad.
ción al centrarse exclusivamente en el actuar del grupo. El gru- Si consideramos que la experiencia del grupo ha de ser un
po se convierte así en un organismo paralizado, sin vida inte- espacio de crecimiento y autonomía, los valores de la acción
rior, que se centra en su trabajo y va perdiendo motivación. y la evaluación han de facilitar coherencia y ajuste entre am-
Otros grupos aplican un recorrido evaluativo tripolar, ac- bas, por lo que la evaluación no puede centrarse solamente
ción-reflexión-acción. En este caso los procesos evaluativos se en criterios que no relacionen el sentir, el pensar y el hacer de
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las personas de un grupo sino que debe incluir todo el pro- constituyen el significado del acontecer, de la evolución vital
ceso experiencial que afecta a la estructura interaccional total de este organismo denominado grupo que, al fin y al cabo,
del grupo, en todos sus ámbitos y áreas a través de la diná- contiene un mar de vida.
mica del grupo que mueve su flujo energético motivador de
interacción. Sin duda, el movimiento no se produce cuando
la evaluación se realiza fuera del grupo o no afecta a todo su
espacio. En este sentido la evaluación ha de permitir la dife-
renciación de los individuos en su sentir interno y, al mismo
tiempo, alcanzar una armonía en la totalidad que fomente el
aprendizaje significativo, interiorizado, sobre los elementos
que hay que cambiar para ayudar al individuo y al grupo a
situarse mejor en la realidad vivida. Así la evaluación puede
convertirse en un instrumento esencial para el desarrollo del
grupo y de las personas en un marco relacional.
Desde este punto de vista "la evaluación es el período más
importante en una acción, y no debe ser considerada como una
fase especial, independiente de dicha acción. La evaluación es-
tá influida por los diversos elementos de la acción, dado que
ésta posee repercusiones sobre aquélla. Una evaluación bien
integrada con el resto de la experiencia puede convertirse en
una buena ocasión de aprendizaje. Constituye un punto de re-
ferencia para quienes están sumergidos en la acción".50
La acción del grupo, en definitiva, consiste en un hacer
permanente. Este hacer se configura en el sentir, en el pensar
y en el actuar. Estos espacios son dinamizados con fuerza por
un mecanismo que impulsa la energía desde la experiencia
hasta la interacción que conforma una nueva experiencia.
Este movimiento de impulso y bombeo tiene lugar de mane-
ra abierta en el espacio de la sensibilidad del grupo pero afec-
ta profundamente a toda su estructura, la tambalea y produ-
ce nuevas formas más desarrolladas, y estas nuevas formas
Carl R. Rogers, plasma en esta obra las experiencias vividas con grupos de personas
interesadas en su evolución, a través del asesoramiento psicológico y psicoterapia
individual.
Las historias que relata son vívidas y pertenecen a personas que luchan por una
existencia comprensible.
Este movimiento comenzó en el año 1947 con Kurt Lewin a quien se debe la formación
en relaciones humanas.
Viendo el resultado que se obtenían con estos grupos se constituyo un grupo llamado
NTL (NACIONAL TRAINING LABORATORIOS) en Michigan. La sede central estaba en
Washington y las poderosas industrias costeaban los gastos a los integrantes de esos
grupos.
Eran grupos de capacitación en habilidades vinculadas con las relaciones humanas que
debían observar la evolución del proceso y sus interacciones con las personas,
entendiendo que a partir de ello estarían mejor preparados para comprender como
funcionaban ellos dentro del grupo y en el desempeño de las tareas.
Grupo T en principio puso acento en las habilidades para las relaciones humanas para
después ampliar su enfoque.
Grupo gestáltico: El terapeuta se dedica a una persona por vez desde un punto de
vista terapéutico y de diagnostico.
Los hay también de menor envergadura pero todos con la idea de mejorar las
relaciones humanas.
La rápida difusión de los grupos deriva en 2 elementos básicos que son
La deshumanización creciente en la cultura que no tiene en cuenta los valores
humanos sino la materia en primer término.
La experiencia dice que el interés por los grupos no es tanto en los guetos como en los
sectores de la población que ya no se inquietan por las necesidades elementales de la
vida.
Para J.R.GIBB (“The effects of Human Relations Training”) la conclusión es que si bien
se producen efectos psicológicos que promueven el crecimiento prefiere evitar la
connotación palabra “terapéuticos”y remarca:
“Se producen cambios en la sensibilidad, la aptitud para manejar los
sentimientos, la dirección de la motivación, las actitudes hacia uno mismo y
hacia los demás, y la interdependencia”
Tomando estos conceptos todos los criterios condicen con los objetivos de los
facilitadores de los grupos que son “Producir cambios en esos aspectos significativos”
Cabe destacar que los roles que cumplen los facilitadores son muy variados pero el
factor principal debe ser la comunicación.
El facilitador no será responsable ante el grupo, ni será centro del grupo sino que se
pondrá a disposición de los demás tratando de desarrollar un clima psicológico de
seguridad y confianza.
Lo importante radica en que las expectativas que traen los integrantes al grupo sean
respetadas por el facilitador quien utilizara técnicas de ayuda físicas, verbales y no
verbales, sin manipular, ni ejercer presiones, ni fijar reglas,
Carl R.Rogers presenta esta obra dedicada a las características de los grupos de
encuentro su funcionamiento, componentes y técnicas dando oportunidad a personas
que han intervenido en grupos de encuentros de relatar sus experiencias vividas con la
libertad de expresar los sentimientos y vivencias.
También presenta testimonios de integrantes de los distintos grupos de distintas clases
sociales, empresariales, industriales, estudiantes universitarios, etc.
Algunos relatos si bien son conmovedores, dejan expuesta una clara idea de los logros
obtenidos en los trabajos grupales, cual es la necesidad que atrae a las personas a los
grupos de encuentro y los temores que a veces provoca la tendencia.
Cómo armar un grupo
terapéutico
Federico Pavlovsky, Alejandro Brain
INTRODUCCIÓN
• Solicitud de asistencia a 8-12 sesiones consecutivas y sugerencia que no se dejen llevar por las
“primeras impresiones” o “sensaciones” respecto al grupo y sus compañeros
• Puntualidad (de pacientes y terapeutas)
• Honorarios: Se explicitó que algunos pacientes tienen por un tiempo determinado medias becas
o becas completas. Se pagan todas las sesiones del mes, independientemente de las faltas. Esta
es una diferencia con la terapia individual que sorprende a varios pacientes y suele generar una
breve polémica. La superposición de tratamientos individuales y grupales genera un aumento
significativo del costo del tratamiento para cualquier paciente. La reducción de honorarios es
una práctica coherente si se agrega una terapia grupal al tratamiento individual, no así la
disminución de frecuencia de la terapia individual.
• Confidencialidad de nombres que asisten al grupo y del material que allí se trabaja.
• Duración establecida de 90 minutos, una vez por semana.
• Abandono de terapia: se solicitó a los pacientes que en caso de querer dejar el grupo asistan
tres veces antes de efectivizar el abandono o al menos, que asistan a una última entrevista para
despedirse.
• Obligatoriedad de llevar al grupo los temas o contactos que ocurran entre pacientes por fuera
del grupo (“regla de la restitución”). Existe la posibilidad de perder información relevante para
el grupo, al tiempo que se compromete la objetividad de los mismos y se crean subgrupos.
• Prohibición de mantener relaciones sexuales con cualquier miembro del grupo y relaciones
comerciales (“regla de la abstinencia”).
• Cantidad de miembros: el grupo que coordinamos es un grupo de 8 miembros, abierto, es decir
que se acepta la entrada de nuevos miembros cuando se produce la salida de alguno que estaba
antes. Como señala Langer respecto a la supervivencia grupal: “En este carácter –como
proyección de la especie humana– sobrevive a las distintas y sucesivas pérdidas de sus
miembros que lo abandonan y que son reemplazados por integrantes nuevos” (7). Teniendo en
cuenta la tasa probable de abandonos es útil comenzar con un grupo ligeramente superior al
ideal. Si el número de miembros es demasiado reducido, no se produce la masa crítica
necesaria y los pacientes tienden a interactuar uno por uno con el terapeuta.
• Se explicitó que de ser necesario se podría establecer contacto con el terapeuta individual o el
psiquiatra del paciente.
• En momentos de crisis, de incorporación de nuevos miembros de abandonos, el grupo apeló a
esta suerte de acuerdo o contrato grupal como un antídoto frente a las vivencias de
desintegración, de pérdida y de sinsentido. Había normas y códigos que protegían a cada uno y
a todos.
• Adultos
• Tamaño pequeño (6 a 8 pacientes)
• Duración larga (más de 30 sesiones)
• Lentamente abiertos
• Ámbito privado
• Dos coordinadores (coterapia)
• Sistema de medias becas y becas totales
• Pacientes derivados en su mayoría del espacio individual de los coterapeutas
• Diagnósticos heterogéneos: trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno depresivo, trastornos de
personalidad y trastorno delirante
5) Admisiones
1. Realizar las evaluaciones de admisión en una única sesión, con el esquema de la consulta
psiquiátrica general.
2. Puede existir por parte de los terapeutas una predisposición algo tendenciosa a favor de la
herramienta grupal.
3. Incitar airosamente a los pacientes a participar de la experiencia, lo que puede implicar algún
nivel de coacción.
4. Ofrecer el grupo como un espacio “más económico”.
5. Priorizar la necesidad del terapeuta en desmedro de la necesidad del paciente de incorporarse a
un grupo.
6. No ser cuidadoso con que paciente incorporar.
Yalom (14) sitúa como un momento ideal para incorporar nuevos miembros entre las 12
y las 20 reuniones. Los miembros del grupo no asimilan fácilmente a nuevos miembros
si el grupo se encuentra en crisis, si está implicado activamente en una lucha interna o si
ha entrado de repente en una nueva fase de mayor cohesión. Un buen momento para
añadir nuevos pacientes se produce cuando los miembros sienten la necesidad de recibir
nuevos estímulos.
Ocho de nueve pacientes del grupo que estamos describiendo toman psicofármacos.
Dos pacientes, a lo largo de estos meses, dejaron por su cuenta la medicación y una
paciente bajo la dosis de su esquema alegando “Que si había gente que dejaba la
medicación ella también podía bajar la dosis”. El medicamento en el escenario del
grupo juega un rol representando el control, el veneno, el amor, los cuidados, la locura.
Pone en evidencia las actitudes de los miembros con respecto al tratamiento en general
y con respecto al terapeuta en particular. El hecho de recetar un medicamento puede ser
considerado como un castigo, mientras que el no darlo puede ser interpretado como una
falta de cuidado. Los pacientes suelen sentir que la necesidad de estar sometidos a una
farmacoterapia es una evidencia de que están más enfermos que si solo siguieran una
terapia. En algunos pacientes, el hecho de tomar una medicación confirma algunos de
sus peores temores: sentimientos de vergüenza, pesimismo y desmoralización. Las
resonancias en el grupo frente a los pacientes que dejaron o bajaron las dosis fueron
múltiples. Siempre aparece el tema de los fármacos: si no surge este tema en un grupo
de pacientes en su mayoría medicados, esto debería llamar la atención. Es importante
que los miembros del grupo comenten sus sentimientos hacia lo que significa estar
medicado. También es cierto que se abre una caja de Pandora y allí el psiquiatra, menos
cómodo -y protegido- que en su consulta privada, puede sentir algo de vértigo y temor
al ver como los pacientes comparan dosis, drogas, resultados, marcas de medicamentos,
efectos adversos e indicaciones.
Conclusiones
Por último, la terapia de grupo es una práctica poco explorada por las camadas de
jóvenes psiquiatras. No alcanza con la intención de hacer terapia de grupo. Proponemos
y estimulamos a que esto sea reclamado por colegas, que se incluyan espacios de
formación y supervisión en dispositivos grupales como parte del programa de
formación básico. Como advierte Langer en el clásico libro sobre terapia de grupo: “La
respuesta que el analista puede dar tendrá un vuelo y profundidad proporcional a la
cultura y experiencia humana que posea” (7).
Concientes del contenido básico de este trabajo, nos sentimos conformes en relatar
simplemente la experiencia y en compartir los obstáculos y brindar algunas sugerencias.
Es ésta una experiencia grupal que traspasó las primeras temidas semanas y hoy lleva
más de dos años. El escrito en estas coordenadas “didácticas” obedece al intento de dar
una respuesta a un justo pedido que sostiene cualquier alumno con relación a un oficio o
disciplina que aún no maneja. ¿Cómo se hace? ¿De qué manera? ¿Qué problemas voy a
encontrar?, ¿Qué herramientas debo utilizar para sortear los obstáculos….?
Tan solo simples preguntas que en la curiosa dinámica maestro / institución / alumno no
siempre son contestadas. Sea por incompetencia, por desconocimiento o por egoísmo.
Respuestas que de no ser brindadas colaboran con la nefasta idea que uno “DEBERIA”
saber hacer aquellas tareas o cosas de la vida que nadie se molesto en enseñar.
Bibliografía:
1) Amenta M, Campi M, Goldchluk A y col. Vertex. Rev. Arg. de Psiquiatria. 2002,
VOL XIII: 291-300.
2) Amenta, M., Goldchluk, A., Quiroga, M. Lo grupal y el tratamiento de las crisis en
pacientes graves. Comunicación científica. APSA. Congreso Argentino de Psiquiatría,
2008.
3) Amenta M, Piccione M. Conclusiones sobre 215 pacientes agrupados a lo largo de 8
años en Consultorios Externos del Hospital José T Borda. Criterios de derivación y
agrupabilidad. APSA, Congreso Argentino de psiquiatría, 2006.
4) Bernard M. Vertex. Rev. Arg. de Psiquiatría. Vol III, numero 7, 1992: 29-31
5) Bleger L, Pasik N. Psicoanálisis Grupal. Cuando, cómo y por qué. Editorial Tekne,
Bs.As, 1997
6) Edelman L, Kordon D. A Manera de Introducción a la Teoría y Practica de los
Grupos. Vertex. Rev. Arg. de Psiquiatría. Vol III, numero 7, 1992: 25-31.
7) Grinberg L, Langer M, Rodrigue E. Psicoterapia de Grupo. Editorial Paidos, Buenos
Aires, 1974
8) Guimon Jose. Manual de Terapias de Grupo. Edit. Biblioteca Nueva, Madrid 2003
9) Kaplan H, Sadock B. Terapia de Grupo. Editorial Médica Panamericana. Barcelona,
1996.
10) Pavlovsky E, Abadi M. Una experiencia de psicoterapia grupal: la coterapia. Clínica
Grupal I, Ediciones Búsqueda, Buenos Aires, 1980
11) Perez A, Fernandez Alvarez H. Terapia cognitiva de grupo. Vertex. Rev. Arg. de
Psiquiatría. 2002, Vol XIII: 267-272
12) Vainer A. Entrevista a Armando Bauleo. Vertex. Rev. Arg. de Psiquiatría. 2002,
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13) Vainer A. La desaparición de lo grupal en las residencias de salud mental Clepios,
una revista para residentes de Salud Mental, Nº4, Junio 1996.
14) Yalom I, Vinograd S. Guía breve de psicoterapia de grupo. Ediciones Paidos,
Barcelona, 1996.
Federico Pavlovsky
Alejandro Brain
Medicos psiquiatras.