María Parado de Bellido

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María Parado de Bellido

(Huamanga, 1761 - Ayacucho, 1822) Heroína peruana de la época de la


independencia. Se cree que fue hija natural, y lo único que se sabe de su
padre es que procedía del Alto Perú. En 1776 contrajo matrimonio en
Huamanga con Mariano Bellido, de quien tuvo siete hijos.

Poca es la información que se tiene sobre la mayoría de héroes populares, tantas veces
anónimos. Ejemplos de ellos, son entre muchos otros, la trayectoria biográfica de José Olaya y
María Andrea Parado de Bellido. De esta heroína se conocen pocos detalles de su extensa
vida, si se tiene en cuenta que al momento de su sacrificio tenía más de 60 años.

No obstante, la persona a través de la que María Parado enviaba su


correspondencia fue capturada ese día por unos sacerdotes leales al virrey,
que lo entregaron al general Carratalá. El general conoció así las
actividades que realizaba María Parado, ya que una de las cartas llevaba su
firma. Las tropas españolas rodearon la vivienda en que María Parado se
hallaba en compañía de sus hijas y la capturaron. Llevada ante el general
Carratalá, María Parado se negó a contestar las preguntas encaminadas a
desarticular la red de información, desechó las ofertas de recompensa y
tampoco se inmutó al ser advertida de que su casa sería quemada si no
colaboraba.

Casamiento e hijos[editar]
Se casó, a la edad de 15 años, con Mariano Bellido, de oficio negociante, y quien hacia 1820
trabajaba en la sección de correos del distrito de Paras en la provincia de Cangallo, donde la
familia tenía su residencia, aunque radicaban temporalmente en Huamanga. De esa unión
tuvo siete hijos: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás, María, Leandra y Bartola. Tanto su
esposo como sus hijos varones colaboraron desde 1820 con las fuerzas patriotas.
Informante de los patriotas[editar]
Seguramente fue el ejemplo del esposo y sus hijos lo que impulsó a María Andrea a trabajar
también por la causa libertadora, desde la ciudad de Huamanga. Como ella no sabía escribir,
le dictaba a un amigo de confianza, llamado Matías Madrid, las cartas que remitía a su marido
con la finalidad de informarles de los movimientos y los planes del enemigo; información que
Mariano comunicaba de inmediato al patriota Quirós. Así, por ejemplo, gracias a una de esas
misivas, los guerrilleros patriotas pudieron abandonar el pueblo de Quilcamachay, el 29 de
marzo de 1822; al día siguiente el pueblo fue ocupado por los realistas, y allí se encontró la
misiva, olvidada por descuido en la chamarra de un guerrillero.
Este era el texto de dicha carta:

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