Libro Mspu 42
Libro Mspu 42
Libro Mspu 42
CODICEN
Profesora Laura Motta Los textos que aquí se presentan son una muestra de lo que fueron las misiones socio-
Consejera pedagógicas uruguayas, desde sus inicios en 1945 al comienzo de la década de los setenta.
No se trata en modo alguno de un recuento exhaustivo, sino un registro fragmentario donde
Licenciada Selva Artigas el azar ha tenido mucho que ver. Está aquí casi todo lo que encontramos, ordenado cronológi-
Consejera camente. Pero sabemos que el camino está solo esbozado. Para continuarlo es necesario que
sus protagonistas nos den a conocer otras misiones que permanecen aun en el olvido para que
sirvan de inspiración a las nuevas generaciones. Desde los institutos de formación docente
del país hacemos un llamamiento a aquellas personas que puedan aportar documentación o
testimonios para ahondar en el conocimiento de este movimiento misionero. Los IFD, cons-
tituidos en verdaderos centros de memoria de la educación, se encargarán de custodiarlos y
difundirlos por todos los medios a su alcance.
Misioneros socio-pedagógicos asesores de la investigación:
Edith Acasuso, Elena Aljas, Bruno Baldoni, Mariana Barriola, Jorge Bralich, Marta Bonansea,
José Miguel Bonofacino, Lila Buenafama, Víctor Brindisi, Griselda Cal, Familia Cantera,
Nelson Carbonel, Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Treinta y Tres, Circe Chevalier,
Natalia Churi, Elvira Coirolo, José Octavio Correa, Iliria Cuncic, Istra Cuncic, «Comisión
Extensión Julio Castro» del Centro de Estudiantes de Magisterio (CEM) de Montevideo,
Hortensia Coronel, Renée Díaz Sarthou, Nancy Espasandin, Ruben Fernández Chávez, Artigas
Gándaro, Eduardo García, Milton García Sosa, Susana Elena González, Grupo CERP de Rivera,
Esta publicación es uno de los resultados del Proyecto de recuperación de la memoria
Sara Guerrero, Stella Guillermo, Mauro Hernández, María Hortiguera, Susana Iglesias, Mabel
de las instituciones educativas del Uruguay, auspiciado por el Consejo de Formación en
Iturrioz, Moisés Lasca, Mercedes López, Paola López, German Machado, Ana María Maroldo,
Educación de la ANEP y coordinado por Cristina Hernández.
Gladys Méndez, Daniel Miraballes, Aurelio Mora, Carlos Ma. Morales, Lorena Oliver, Gustavo
Olveyra, Ana Flavia Pensotti, Beatriz Pereira Vicentino, Santiago Pérez, Sonia Pérez, Renzo
Edición: María García Alonso
Pi Hugarte, Horacio Rey Artigas, Orlando Rojas, Ma. Valeria Samit, Miguel Soler Roca, Dana
Coordinador de la investigación: Gabriel Scagliola
Sosa, Andrea Ulivi, Virginia Vázquez, Ángel Vesidi, Juan Vital Andrada, Rubén Yáñez, Mónica
Zerbino, Isabel Zerboni, Neffert M. Gonzalez.
Institutos de Formación Docente participantes en la investigación:
Instituto de Formación Docente de Florida Clelia Vitale D’Amico de Mendoza.
Personas e instituciones sin las cuales este libro no habría sido posible:
Directora: Cristina Laxague
PERSONAS: Sylvia Acerenza, Carmen Burjel, Cristina Sánchez Fernández, Laura Silvana
Instituto de Formación Docente de Melo Dr. Emilio Oribe.
Spagna, Miriam Daghero, Óscar Gómez, Teresa Jiménez-Landi, Carolina Lazo, Miriam
Director: Humberto Martínez
Márquez, Daniel Núñez, Tatiana Oroño, Gabriela Ossenbach, Oscar Prieto, Álvaro Rico, Hugo
Instituto de Formación Docente de Salto Rosa Silvestri.
Rodríguez, Tomás Sansón, Agustín Cano, Carlos Santos, Laura Domínguez, Mirta Suárez
Director: Juan Claudio Lagaxio Dutra
Ramos, Humberto Tomassino, Álvaro Alonso, Ángel Gallino, Cecilia Martínez, Federico
Instituto de Formación Docente de Treinta y Tres Maestro Julio Macedo.
Pereyra, Valeria Ventura, Daliné Soto, Lourdes Berreta, José Wilson De Sosa.
Directora: María Gloria Olano Llano de Barrios
INSTITUCIONES: Consejo de Educación Inicial y Primaria (ANEP), Escuela Nacional de
Institutos Normales de Montevideo María Stagnero de Munar y Joaquín R. Sánchez.
Antropología e Historia de México (Unidad Chihuahua), Facultad de Humanidades y Ciencias
Directora: Cristina Hernández Fortunato
de la Educación-Universidad de la República, Museo Pedagógico «José Pedro Varela»,
Prorrectoría de Extensión-Universidad de la República.
Investigadores pertenecientes a los Institutos de Formación Docente:
Graciela Barreto, Ana Cabrera, Rosanna Carballo, Antonio Cardozo, Marisol Caserta,
Enzo F. Quintela, Shirley Ferreira, Ismari Quintela, Maribel Reggiardo, Silvia Salomone,
Fernando Terra, Adriana Vaz.
DISEÑO: Fernanda Sanjurjo Olavarría + Virginia Payrá Gaminara
© Consejo de Formación en Educación (ANEP) y los autores.
EDITA: Consejo de Formación en Educación (ANEP)
COLABORA: Centro de Estudios de Migraciones y Exilios (UNED)
LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS DE URUGUAY 205
LA PRIMERA MISIÓN: CARAGUATÁ 207
LA PRIMERA MISIÓN, CARAGUATÁ (Julio 1945, C.M.S.P. de Montevideo) Juan antonio borges y Elsa Fernandez 210
La misión pedagógica de los alumnos normalistas Julio Castro 220
La última etapa de la misión pedagógica Julio Castro 230
Balance de la misión pedagógica Julio Castro 236
Misión pedagógica a Caraguatá J. Gómez Gotuzzo 244
Este libro es el producto de un trabajo exploratorio que se llevó a cabo con docentes y
estudiantes de magisterio durante aproximadamente tres años.
El tema elegido fueron las Misiones Socio-pedagógicas, las que se realizaron en nues-
tro país desde la década del cuarenta. Consistían en intervenciones educativas de aborda-
je interdisciplinario, en comunidades con alto índice de pobreza y vulnerabilidad social,
con el propósito de mejorar hábitos y calidad de vida mediante acciones pedagógicas.
Los Institutos Normales de aquella época tuvieron un protagonismo destacado en estas
Misiones, conjuntamente con la participación de estudiantes universitarios. Los estudian-
tes de magisterio, acompañados por un profesor, se trasladaban a los lugares elegidos
para la misión y se enfrentaban de lleno a desplegar acciones de educación comunitaria,
propias de la función docente, con niños jóvenes y adultos. La función alfabetizadora
de los maestros se incorporaba en cada estudiante como estructurante de su identidad
docente.
La huella que las Misiones Socio-pedagógicas dejaron en el magisterio uruguayo es
muy profunda. A medida que se avanza en la lectura de las páginas de este libro, van apa-
reciendo figuras con nombres conocidos. Son los nombres de esos grandes maestros que
escribieron la historia del magisterio nacional de ese período. Realizar una mirada re-
trospectiva que, permita hacer una lectura sistematizada de esos hechos, significándolos
y re-significándolos en su esencia educadora, posee un alto valor formativo para quienes
se están preparando para ser maestros.
Participar de la metodología sistematizada para llevar a cabo el trabajo exploratorio que
dio lugar a este libro, fue parte de un valioso proceso formativo de múltiples alcances
En el puente del Chuy, 1952. para los estudiantes y quienes desde el lugar de orientadores, brindaron su apoyo. Si bien
Colección: Mabel Iturrioz.
en más de una oportunidad hubo que extender los plazos para la entrega de informes de
¿Cómo se reescribe la historia? ¿Cómo pueden hilvanarse los recuerdos de otros, largo
tiempo callados? ¿Cómo recuperar los papeles quemados, los hechos olvidados, los pasos
perdidos para incorporarlos al patrimonio de los pueblos? No hay una única respuesta a
estas preguntas. Cada época, cada sociedad, cada colectivo tiene que aprender a buscar
las suyas con dificultad, laboriosamente, con rabia, con tristeza, con duda, con cariño,
con esperanza. Con emoción siempre, porque la memoria arrastra consigo mucho más
que las causas y los efectos, que son los ingredientes básicos de la historia. La memoria
está llena de rostros y de gestos, de futuros que pudieron vivirse y fracasaron, de planes
que se llevaron a buen término, de ilusiones que se fueron poco a poco transformando
hasta hacerse irreconocibles. Porque la memoria, a diferencia de la historia, se recrea
cada vez que es relatada. Pertenece a la tradición oral, esa misma que ha hecho llegar
hasta nosotros la Odisea y el Cantar del Mío Cid, siglos después de que fueran recitados
por primera vez. Esa misma que se empeña en sobrevivir frente a todas las impunidades
y que permanece en los fragmentos, generosa para aquellos que se acerquen a descifrarla.
Este libro es una tela formada por retazos. Ha sido realizado tras dos años de esfuerzo
por un grupo de personas que buscaron, escucharon y aprendieron de todo aquel que
tuviera algo que decir sobre esa peculiar manera de entender la educación que fueron y
son las misiones socio-pedagógicas del Uruguay. Por tanto está hecho de múltiples
Versión retocada del afiche de la pedacitos; pequeñas piezas que, separadas, no son más que unas fotografías viejas y
quinta misión socio-pedagógica a
Pueblo Fernandez, realizado por unos papeles amarillentos, pero que juntas forman un camino por el que poder andar
Carlos Escobar.
Colección particular. con paso firme.
En los primeros años de estudio magisterial, nos conmovía la palabra de aquellos mi-
sioneros, que habiendo encontrado «su lugar en el mundo», trasmitían la confianza y la
alegría en sus emprendimientos.
Actuaban y escribían con la conciencia de la finitud de la vida, de la convicción de su
misión y de la necesidad que tiene la educación de proyectarse hacia un futuro posible.
Así nos llegaban las voces de Julio Castro transitando desde Montevideo, la ruta ha-
cia Caraguatá, en la que fuera la primera misión socio-pedagógica; la pasión de Felipe
Cantera, el estudiante de medicina que después de su primera visita a Centurión volvería,
como médico, una y otra vez hasta concretar el sueño del hospital rural.
Desde 1945, las misiones socio-pedagógicas en el Uruguay están presentes en la forma-
ción de los maestros uruguayos, no como contenido curricular prescripto sino como una
opción vocacional transformadora.
Las misiones existen en la memoria de los hombres y mujeres de nuestros campos que,
desde niños, vieron llegar a su escuela, año tras año, grupos de muchachas y muchachos
repartiendo alegría, llevando el teatro, los juegos, el baile y la música a la escuela rural.
Junto a los futuros maestros, los estudiantes de medicina, de odontología, de agrono-
mía, de la universidad del trabajo procuraban acercar prácticas de higiene, de salud, de
vivienda, allí donde la pobreza y la ignorancia daban cuenta del abandono en que trans-
Aprontando las donaciones recibidas curría la vida de la inmensa mayoría de la población.
antes de la salida a la 5ta misión
socio-pedagógica a Pueblo Fernandez. Entre tanta experiencia compartida en visitas a los hogares, en charlas con los vecinos,
Colección: Lila Buenafama.
las jornadas de reflexión eran pródigas en proyectos de acción social.
vación de los documentos encontrados, dirigidos a funcionarios del plantel estable de los
institutos, que no cuentan con personal especializado en archivística y museología. Para
ello es imprescindible contar con la colaboración de profesionales de las universidades y
de otras instituciones, que participen cada uno con su saber en la organización de los es-
pacios de archivos y museos de los Institutos de Formación Docente, mientras no puedan
hacerse cargo de esa gestión personal cualificado específicamente en el tema.
Desde el punto de vista de la difusión y visibilidad pública, se pretende crear un es-
pacio web sobre Historia de la Formación Docente en el Uruguay, que reunirá libros de
difícil acceso sobre la materia, empezando por la propia documentación de las misiones
socio-pedagógicas.
Con el apoyo de la ANEP, hoy representada en el Consejo de Formación en Educación,
estamos convencidos que la tarea es posible. Esta publicación así lo demuestra.
No obstante los retos actuales son mayores, entre ellos: ampliar el número de insti-
3. 4.
tutos participantes y promover en cada Departamento la publicación de bases docu-
mentales locales, cuya divulgación permita conocer una de las mayores conquistas
colectivas, la de una sociedad que reconoce en la escuela pública el «santo y seña» de
su matriz fundacional. ENCUENTRO DE MISIONEROS SOCIO-PEDAGÓGICOS, JULIO 2009
1. Moises Lasca y Rúben Fernandes Cháves, integrantes de la primera misión a Caraguatá.
2. De izquerda a derecha, de arrba a abajo: Hugo Rodriguez, Moisés Lasca, Ruben Yañez, Renzo Pi, María García Alonso, Jorge Bralich,
Lila Buenafama, Sara Guerrero, Gabriel Scagliola.
3. Lila Buenafama, compartiendo con estudiantes y docentes su álbum de fotos de la quinta misión a Pueblo Fernández.4
.
MUESTRA : LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS EN ESPAÑA Y AMÉRICA: MEXICO - ESPAÑA - URUGUAY
4. De izquierda a derecha, Consejero de Educación Inicial y Primaria Oscar Gómez, Curadora de la muestra María García Alonso,
Directora del Museo Pedagógico José Pedro Varela Susana Lusardo, Miguel Soler, Ruben Yañez, Directora de los Institutos Normales Cristina Hernandez, Hugo Rodriguez.
INTRODUCCIÓN
Se presenta aquí una sucinta revisión de la historia de las misiones culturales, modelo
de educación popular surgido de la Revolución mexicana en la segunda década del siglo
XX. Se analizan en particular sus orígenes, alcances, principios pedagógicos y formas de
operación e inserción el medio rural, en especial en el período que podríamos considerar
su etapa heroica que corre de 1924 a 1938. No obviamos, por supuesto, hacer una breve
referencia a los contenidos de la ideología y la mística que inspiraron a los misioneros
culturales, principales y originarios artífices de un sistema educativo al que la historio-
grafía nacional ha englobado, de una forma no exenta de añoranza y reconocimiento,
bajo el distintivo de «la Escuela rural mexicana», fuente indiscutible de inspiración de
otros tantos experimentos pedagógicos que hasta el día de hoy y en muchos países de
América Latina siguen enfrentando el problema de la educación de adultos, en especial
en el medio rural.
38 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 39
y latifundistas, se agregaba la apremiante necesidad de llevar la educación hasta los más
recónditos rincones del país, de forma tal que fuera posible formar el «hombre nuevo»
acorde con el ideal democrático y el proyecto social que la Revolución pretendía esta-
blecer. Tierra y escuela se convirtieron entonces en los dos pilares de la profunda trans-
formación social que México viviría en las dos décadas que siguieron al movimiento
armado de 1910-1920.
Nacida de él, la constitución de 1917 recogía en su artículo 3.° los principios básicos
en los que, tras largos debates, los intelectuales y legisladores de los primeros gobiernos
posrevolucionarios consideraron que se cifraba uno de los anhelos del pueblo: el derecho
a la educación universal, gratuita y laica:
Art. 3.º La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos
oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior
que se imparta en los establecimientos particulares. Ninguna corporación
religiosa, ni ministro de algún culto podrán establecer o dirigir escuelas de
instrucción primaria. Las escuelas primarias particulares sólo podrán establecerse
sujetándose a la vigilancia oficial. En los establecimientos oficiales se impartirá
gratuitamente la enseñanza primaria.
Alumnos de primaria. Misión Cultural
de Norogachi. Chihuahua, 1937
Entre 1911 y 1920, los principales esfuerzos en materia educativa emprendidos por
Extender y democratizar la enseñanza gratuita y popular implicaba, en primer lugar,
los gobiernos emanados de la revolución consistieron básicamente en la implantación de
reconocer el atraso y la desigualdad que caracterizaba la alfabetización y la instrucción
algunas escuelas de educación básica, dirigidas por maestros improvisados e inexpertos
pública en el país. Hacia 1910, el país contaba con una población de algo más de 15
llamadas «escuelas rudimentarias», que se concentraron mayormente en las principales
millones de habitantes, y de ellos, no menos de 10 millones eran analfabetos. Entre
urbes del país y sólo excepcionalmente en algunos poblados rurales. Acerca de su calidad
estos últimos predominaban los indígenas, una población dividida en cerca de 50 et-
y orientación baste esta mención:
nias, cada una con sus propias costumbres y lengua1. La situación en el medio rural era
particularmente dramática: al aislamiento geográfico y al olvido de más de un siglo por
Estas escuelas, migajas de magro banquete educativo de las ciudades, dirigidas
parte del gobierno, se sumaban los despojos de la guerra y los estigmas de una pobre-
a imponer la castellanización directa y una matemática elemental a sujetos que
za extrema. Expresión de ese estado de abandono era la ausencia casi generalizada de
carecen de hábito de la escolarización y que poco o ningún caso pueden hacer de
establecimientos de instrucción pública, en el mejor de los casos sólo existentes en las
los conocimientos que se les puede impartir, están desde su planeación condenadas
cabeceras municipales.
al fracaso. Sin orientación, ni contenido social, el vulgo les pone un mote que
ilustra la opinión que de ellas tiene, las llamó «escuelas de peor es nada».2
1. Surgió ya entonces, hacia 1913, un intenso debate entre pedagogos e intelectuales acerca de la pertinencia o
improcedencia de mantener y permitir el uso de las lenguas indígenas en la escuela. Para algunos pensadores de Mientras los pedagogos polemizaban en torno a los contenidos y alcances de la educa-
la época, como Torres Quintero, la mejor manera de fomentar la «civilización» y la formación del «alma nacional»
consistía en erradicar el uso de las lenguas autóctonas, fenómeno por lo demás ineludible, entre otras causas «por ción popular, el ala izquierda de la revolución, que tomaría el control de la presidencia
el procedimiento eficacísimo que el gobierno posee para enseñar el español a los indios: el servicio de las armas» del gobierno a raíz del nombramiento del General Álvaro Obregón en 1920, decidió
(tomado de G. Aguirre Beltrán, 1992, Obra antropológica X. Teoría y práctica de la educación indígena, México, FCE,
p. 61). Otros intelectuales, como el antropólogo Manuel Gamio, habían propugnado por la necesidad de un tipo de
educación especial para los indígenas, no exenta, desde luego, de la castellanización escolar. 2. Aguirre, op. cit, p. 60.
40 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 41
Indígenas tarahumaras. Misión tomar las riendas de la que habría de ser una verdadera cruzada educativa. Sus dos pri- Prácticas agrícolas. Misión Cultural perjuicio de especializarse en los aspectos técnicos de la cultura moderna, lograse frutos
Cultural de Norogachi. de Norogachi. Chihuahua, 1937.
Chihuahua, 1937. meras expresiones habrían de ser, en octubre de 1921, la restauración de la Secretaría de de espíritu tan fecundos como los antiguos, cuya raíz es el amor al semejante»4.
Educación Pública (SEP, suprimida en abril de 1917), a cuyo mando fue nombrado José Retomando experiencias similares en Rusia y China e inspirada en los postulados peda-
Vasconcelos, quien venía fungiendo como rector de la Universidad Nacional siendo uno gógicos de Máximo Gorki y Anatoli Lunacharsky (el Comisario soviético de instrucción
de los grandes intelectuales de esa época. La segunda novedad consistiría en la fundación pública en 1917), la campaña alfabetizadora —o como se decía entonces de «desanalfa-
de las «Casas del Pueblo», sin duda, el modelo de educación popular más innovador en betización»— inició en la capital del país y convocó como sus principales agentes no sólo
la historia de México. a profesores, estudiantes universitarios y maestros normalistas, sino también a amas de
Desde su creación, la SEP emprendió una gran campaña de alfabetización en el medio casa, trabajadores, funcionarios, comerciantes y a toda aquel voluntario que supiera leer y
rural y urbano, dando prioridad a la atención de adultos. En un México, como el de 1921, escribir. Incluso se llego a conformar un «Ejército infantil» integrado por niños de 4° a 6°
en donde cerca del 66 % de los 11 millones de personas mayores de 10 años eran analfa- grado de primaria quienes, al tiempo que aprendían, enseñaban a sus amigos cercanos los
betos, la tarea educativa fue concebida como una obra misional, que aunque laica, estuvo conocimientos básicos de la lecto-escritura. Pero no sólo se tuvo que improvisar un cuer-
impregnada de una mística y un celo nacionalista similar al del apostolado religioso. El po de instructores, muchos de ellos inexpertos, sino también los lugares donde enseñar y
propio ministro Vasconcelos se refería a la necesidad de «mover el espíritu público y los textos con que hacerlo. En plazas públicas, talleres, oficinas y domicilios particulares,
animarlo de un ardor evangélico semejante al que llevó a los misioneros a propagar la los viejos silabarios del siglo XIX se combinaron con la lectura de textos literarios de
fe por todos los rincones del mundo»3 y a su ambición de «ligar el esfuerzo misionero abierta inspiración nacionalista, donde a la par que se buscaba ensalzar el pasado de la
católico, que engendró nuestra nacionalidad, con un proselitismo regenerador, que sin civilización mexicana, se inculcaban con apremio los valores de la modernidad.
4. M. Sáenz (1964), «La escuela rural mexicana», en: J. Comas, La antropología social aplicada en México. Trayectoria
3. M. Sáenz (1982), México íntegro, México, Secretaría de Educación Pública, Colección SEP/80, 25, p. 93. y antología, México, Instituto Indigenista Interamericano, p. 126.
42 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 43
Izquierda: Alumnos de un Internado Concebidas sobre el principio de que es la escuela la que debe acercarse y adaptarse a la
indígena. Misión Cultural de
Norogachi. Chihuahua, 1937. comunidad y no al contrario, las casas del pueblo se edificaron y sostuvieron con el apoyo
Derecha: Práctica deportiva. Misión económico solidario de los campesinos e indígenas de aquellos pueblos y ranchos donde
Cultural de Norogachi.
Chihuahua, 1937. se implantaron. Sus principales objetivos fueron promover entre niños y adultos de cual-
quier edad, condición social y étnica, hábitos de asociación y cooperación comunitaria;
introducir métodos, tecnologías e «industrias locales» destinadas a mejorar la capacidad
productiva y el nivel de vida de las familias; formar con un sentido moral hombres libres,
responsables, emprendedores y prácticos imbuidos del amor a la patria; proporcionar
contenidos de enseñanza útiles, perdurables y adaptados a las condiciones de existencia
Pero fue sobre todo en el medio rural en donde la cruzada alfabetizadora, enfrentó ma- de alumno, y, en fin, desarrollar hábitos de higiene, fortaleza física y creatividad estética.
yores retos e inventó un nuevo estilo de educar al pueblo. El campo en donde se asentaba (Aguirre, 1992, p. 90). El propio Moisés Sáenz será categórico al definir este modelo de
cerca del 80% de los mexicanos, estaba entonces poblado por familias indígenas y mes- educación popular en estos términos:
tizas, más preocupadas por acceder a los repartos de tierra y mejorar sus condiciones de
En estas escuelas rurales nunca se sabe dónde termina la escuela y principia el
vida que por aprender a leer y escribir. Por ello, el modelo de enseñanza que el gobierno
pueblo, ni donde acaba la vida del pueblo y comienza la escolar, porque volviendo
adoptó en ese medio otorgó una especial relevancia a la difusión de conocimientos téc-
por su fuero primitivo de agencia social real, esta escuela es una con la comunidad.
nicos y aptitudes para el trabajo que, combinados con la lectura y escritura, permitieran
La Casa del Pueblo se llamó al principio, de hecho sigue siéndolo, y también
a los campesinos e indígenas salir de su estado de postración y miseria. Inspirada en el
pedimos que el pueblo sea la casa de la escuela6
principio de que «la tierra es la fuente suprema de bienestar económico y moral», nació
así un modelo novedoso de educación para la comunidad, cuya expresión más acabada
Las casas del pueblo funcionaban con un amplio sentido de participación y decisión de-
fueron las «Casas del Pueblo».
mocráticas. Maestro, adultos y niños se ponían de acuerdo en algunos de los contenidos
Entre sus principales artífices intelectuales destaca la figura de Moisés Sáenz, un peda-
y métodos de la enseñanza, así como en los horarios, dando preferencia al nocturno, de
gogo y antropólogo formado en la Universidad de Columbia (Nueva York) donde apren-
forma tal que no se afectaran las actividades productivas de la comunidad, permitiendo
dió de John Dewey los lineamientos de la escuela activa que no tardará en aplicar en
incluso la participación de los menores en las tareas agrícolas y domésticas. En un am-
México cuando es nombrado Subsecretario de Educación Pública y tiene a su cargo el
biente más informal que solemne y bajo la tutela del maestro, hombres, mujeres, adoles-
diseño y organización de la educación rural e indígena. En sus propias palabras:
centes y niños se iniciaban en las letras a través de la lectura y escritura de narraciones
La escuela de antaño, la de leer, escribir y contar; la de los elementales sobre la vida real, así como composiciones y recitaciones en prosa y en verso.
conocimientos librescos y rutinarios; o aquella que impone al niño el cartabón Pero el conocimiento intelectual era sólo una parte de este programa educativo. El
de la vida adulta bajo el pretexto propedéutico, queda descalificada. En su lugar, resto consistía en la celebración de reuniones entre todos los vecinos —incluido el maes-
el México de la Revolución ha creado una institución que si bien deficiente aún, tro—, para comentar y celebrar el sentido de las fiestas locales y nacionales. Además, se
contempla resueltamente un plan de civilización integral, destinado a los pequeños llevaban a cabo sesiones prácticas de aprendizaje para el mejoramiento de las técnicas
y a los mayores; programa en el que introducir el agua al pueblo, hacer que las agrícolas y la introducción de oficios y prácticas artesanales como la alfarería, curtiduría,
gentes cambien su dieta alimenticia, enseñar el castellano, conservar o revivir carpintería, el tejido de fibras vegetales, así como la difusión de medidas de sanitarias y
el genio artístico o acostumbrar a las gentes a la acción coordinada, son todas de higiene.
actividades estimables y valiosas.5
5. J. Rosario Martínez Chávez (1961), «Experiencias en el trabajo de educación indígena en la Sierra Tarahumara»,
en: J. L. Sariego (comp.) (1998), El indigenismo en Chihuahua. Antología de textos, Chihuahua, Escuela Nacional 6. Secretaría de Educación Pública (1928), Las Misiones culturales en 1927. Las Escuelas Normales rurales,
de Antropología e Historia, Unidad Chihuahua, pp 183-184. México, pp. 23-24.
44 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 45
Clases de Educación Física. Misión Sin duda el peso más importante de este experimento educativo recayó sobre los maes- LAS MISIONES CULTURALES:
Cultural de Norogachi.
Chihuahua, 1937. tros rurales, en su mayoría, jóvenes de condición humilde que acababan de concluir sus EDUCAR AL MISMO TIEMPO A LOS MAESTROS Y AL PUEBLO
estudios de educación primaria y que, aún careciendo de una preparación pedagógica, La campaña masiva de educación promovida y propagada por las autoridades educa-
pronto se identificaron con los ideales y la mística que predicaban los intelectuales de tivas del país en 1922 dio origen a la formación de un grupo nutrido de voluntarios que,
aquella revolución educativa conocida desde entonces con el apelativo de la «Escuela atendiendo el llamado del gobierno, acudían a diferentes pueblos y ciudades tratando
rural». El testimonio escrito de J. Rosario Ramírez Chávez, uno de aquellos profesores de reclutar alumnos de todo tipo de edad, género y condición social a quien imbuir en
que en 1924 comenzó a desempeñar sus funciones docentes en varios poblados indígenas los conocimientos básicos de la alfabetización. Una buena parte de ellos eran profeso-
de la Sierra Madre Occidental, en el norteño estado de Chihuahua, ilustra elocuentemente res universitarios, maestros de escuela, profesionistas y estudiantes. En el medio rural,
los avatares y los anhelos de un maestro de aquellos años: sus funciones básicas eran la de elaborar un estudio sobre las condiciones sociales de
En el año de 1922 se fundaron las escuelas rurales que se hicieron extensivas hasta las regiones visitadas, reclutar jóvenes maestros y propiciar, junto con ellos, la implan-
los lugares más apartados de la República […]. Como no había maestros para en- tación de escuelas rurales y casas del pueblo. Retomando el ideario del ministro José
frentarse a esta gran cruzada, se improvisaron con jóvenes egresados de las Escuelas Vasconcelos, pronto algunos de estos voluntarios comenzaron a denominarse bajo el
Primarias […]. Fue así como en el año de 1924 el Ciudadano Profesor don. Vicente apelativo de «misioneros».
Gómez que integró el jurado calificador en los exámenes de fin de curso (junio), se- Sin embargo las misiones federales de educación, surgieron de manera formal a partir
leccionó a varios muchachos y muchachas quienes durante un corto curso de prepara- de una propuesta legislativa enviada en 1923 al Congreso por un grupo de diputados
ción, los nombró maestros rurales. […] y, en esa forma, el que esto escribe, ingresó al agraristas, salidos de las filas de la revolución y entre los que destacaron José Gálvez
Magisterio Rural Federal. y Roberto Medellín. Ellos fueron los encargados de convencer al ministro Vasconcelos
El lugar que se me asignó, distaba de Batopilas [lugar de residencia del profesor para que se creara dentro de la Secretaría de Educación Pública un departamento encar-
Ramírez] tres días a caballo, en la comunidad denominada Potrero de los Bojórquez, gado de dichas misiones. Al fin, el ministro decidió aprobar en octubre de 1923, el plan
en el municipio de Morelos en esta entidad de Chihuahua, y […] puede decirse que en de dichas misiones, acuerdo en el que sin duda tuvo mucho que ver las opiniones de la
período de julio a noviembre apenas sirvió para conocer la región y atender a poco más pedagoga, poetisa y diplomática chilena Gabriela Mistral quien por ese tiempo había sido
de sesenta niños de ambos sexos completamente analfabetos, al igual que los adultos, invitada a México por el gobierno para colaborar en la reforma educativa.
siendo el mayor porcentaje mestizos y unos doce indígenas: tarahumaras y tepehuanes.
Los años subsecuentes de 1925, 1926 y parte de 1927 seguí laborando en aquel pueble-
cito, y al decir del señor Inspector, con bastante éxito, pues logré aumentar la asistencia
hasta cerca de cien alumnos.
Para esas fechas, la educación rural en el país era todo un éxito y el maestro era la
cabeza principal de las comunidades, ya que además de mentor, teníamos que hacerle a
otras actividades tales como asesor de las autoridades, secretarios particulares de algu-
nas gentes y hasta médicos 7
En la medida en que la experiencia de las casas del pueblo y de la educación rural fue
extendiéndose a lo largo del país, se hizo cada vez más patente la necesidad de empren-
der acciones dirigidas a mejorar el nivel de capacitación de los maestros rurales y fue así
como surgieron las misiones culturales.
7. J. Rosario Martínez Chávez (1961), «Experiencias en el trabajo de educación indígena en la Sierra Tarahumara»,
en: J. L. Sariego (comp.) (1998), El indigenismo en Chihuahua. Antología de textos, Chihuahua, Escuela Nacional de
Antropología e Historia, Unidad Chihuahua, pp 183-184.
46 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 47
El propósito original de las misiones culturales fue el de capacitar a los maestros que en regiones indígenas y campesinas de todo el país, donde impartían cursillos conocidos
atendían las escuelas rurales, proporcionándoles los conocimientos necesarios en rela- con el nombre de Institutos Culturales. Poco a poco los métodos y los contenidos de la
ción con la zona y las necesidades de las comunidades donde se localizaban dichas es- enseñanza se mejoraron, lo que redundó en un aumento de los niveles de calificación
cuelas. También es importante señalar que, durante los primeros años de su existencia, pedagógica de los maestros rurales, así como en una difusión masiva de técnicas pro-
las misiones eran ambulantes, desplazándose en diferentes localidades rurales, por lo que ductivas, oficios y artes en los más apartados rincones del país. En febrero de 1926 la
bien pueden ser calificadas como escuelas normales itinerantes destinadas a la formación Secretaría de Educación Pública, reconociendo que el experimento misionero se había
del magisterio rural. afianzado, decidió crear la Dirección de Misiones Culturales. Con ella se instituciona-
Sin embargo, los misioneros culturales, coherentes con los postulados de la escuela lizaron y fijaron con precisión las labores que los diferentes miembros de cada misión
rural mexicana, entendían bien que su labor no podía limitarse a las tareas de la alfabe- (jefes de misión, trabajadoras sociales, profesores de pequeñas industrias, maestros de
tización sino que debía incluir un conjunto de actividades pedagógicas y organizativas agricultura, profesores de educación física y doctores) debían llevar tanto con los maes-
que tuvieran como meta esencial el mejoramiento de las condiciones de vida del México tros rurales como con el resto de la comunidad. Se ampliaron también los tiempos de
rural. Rafael Ramírez, un eminente pedagogo e inspirador del modelo de la escuela rural, duración y estancia de cada instituto en las comunidades seleccionadas y se introdujeron
quien tuvo a su cargo, en octubre de 1923, la dirección de la primera Misión, cultural rea- mejoras pedagógicas recurriendo al uso de las bibliotecas ambulantes, la radio, el teatro,
lizada en Zacualtipán, un poblado de la Sierra del estado de Hidalgo, en el centro del país, el cine y el uso de cursos por correspondencia correo para mantener los lazos entre los
Práctica del curso de música. Misión Cultural de rememoraba en estos términos cómo las demandas de los vecinos del lugar obligaron a Misionero cultural con una alumna indígena misioneros y sus alumnos.
Norogachi. tarahumara. Misión Cultural de Norogachi.
Chihuahua, 1937. los misioneros a redefinir su programa de trabajo: Chihuahua, 1937. En síntesis podemos decir que desde 1928, las esferas de acción de las misiones cultu-
rales fueron cuatro:
Llegada la Misión al lugar de su destino, encontró ya un buen núcleo de maestros
A- Actividades industriales: estudio de las industrias existentes; estudio de
que habían sido concentrados para recibir un curso breve de preparación y
productos naturales de la región; estudio de las comunicaciones de la zona,
mejoramiento profesional. Procedían de las diversas pequeñas comunidades
estudio de los mercados de la región, estudio de las necesidades industriales de la
diseminadas en la Sierra de Hidalgo en donde la Secretaría de Educación, a raíz
comunidad. Sugestiones y ayuda para el establecimiento de industrias apropiadas
de su restablecimiento, había logrado fundar las primeras escuelas federales.
en cada zona.
Organizadas las clases y principiados los cursos, resultó que los vecinos
B- Actividades agrícolas: industria agrícola: cultivos, productos silvestres,
comenzaron a solicitar también para sí los beneficios de la Misión, inscribiéndose
naturales, ganado e industrias anexas; Economía rural: organización de la
numerosos de ellos en las clases industriales así como en la de agricultura. Todas
explotación. Organización de elementos de trabajo, crédito. Cada uno de estos
las clases fueron eminentemente prácticas, pero sin duda lo que fue más todavía
temas, naturalmente, subdivididos en una serie de asuntos sencillos, concretos,
la de agricultura, ya que se procuró darla en las huertas de propiedad privada
de acuerdo con las necesidades y exigencias que cada zona determine por las
del vecindario, resultando con ello beneficiados los habitantes del lugar, por
condiciones rurales y agrícolas locales.
los numerosos injertos de frutales que se hicieron y por las mejoras que con las
C- Mejoramiento de la vida doméstica desde el punto de vista material, económico,
prácticas agrícolas hechas en sus propios terrenos les resultaron.8
social y moral. Mejoramiento de costumbres. Estudio de la región, comunidades,
Esta primera misión a la que asistieron 54 profesores rurales, 82 alumnos de primaria y integración de cada comunidad; mortalidad infantil, familia, condiciones
120 adultos, estuvo integrada por un total de 6 maestros especializados en la impartición económicas de la familia, condiciones higiénicas de hogares, condiciones de
de cursos de alfabetización, de jabonería y perfumería, de curtiduría, agricultura, cancio- confort en los hogares, vida doméstica, alimentación, vestuario, trabajo de la
Un misionero cultural en la Sierra Tarahumara Misionero cultural reconociendo su misión
nes populares y orfeones, educación física y práctica de vacuna. de trabajo. Misión Cultural de Norogachi. mujer, trabajo de los niños, vida social, industrias caseras y situación educativa.
Chihuahua, 1937.
A partir de 1924 y hasta 1938 las misiones culturales se multiplicaron y se implantaron D- Propaganda de higiene con programas de acción concreta a cada zona,
8. Secretaría de Educación Pública (1928), Las Misiones culturales en 1927. Las Escuelas Normales rurales, México, determinada por las necesidades y deficiencias locales. Profilaxis en enfermedades
pp. 23-24.
48 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 49
infecciosas, hábitos higiénicos, profilaxis de parásitos intestinales; profilaxis llevaban a cabo en el medio rural. Como lo reconociera años después un refugiado español
de las enfermedades transmitidas por animales; aprovechamiento de estiércol; de origen balear y notorio antropólogo, Juan Comas Camps:
profilaxis especial de tuberculosos; profilaxis de enfermedades venéreas; lucha
contra el alcoholismo; propagación de la vacuna contra la viruela; profilaxis de Esta indispensable coordinación intersecretarial fracasó en gran parte según
enfermedades propias de la región; lucha contra el mosquito y las moscas; higiene confesión de uno de sus más entusiastas partidarios, Moisés Sáenz, «por celo
de la mujer embarazada; cuestiones de orden práctico de puericultura.9 político y burocrático», por lo cual, no obstante los esfuerzos que se hicieron, y
a pesar de las instrucciones del general Calles [presidente de México], pudieron
En la medida en que el trabajo de los misioneros se fue profesionalizando, las autori- casi todas las Secretarías y dependencias del Ejecutivo sustraerse de la obligación
dades educativas instituyeron la realización de cursos periódicos de capacitación. Sus de colaborar en las Misiones, presentando excusas y razones tan plausibles que,
contenidos expresan con mucho detalle cual era el perfil ideal del misionero cultural en cuando menos en apariencia, quedaba justificada su falta de operación.11
términos de sus conocimientos y aptitudes, tal y como se muestra en el cuadro siguiente,
que enlista las materias de estudio recibidas por los maestros culturales al inicio de 1928.
Se estima que entre 1924 y 1938, las misiones culturales pasaron de 1 a 18, impartiendo
cada una diferentes institutos; que el número de misioneros se incrementó de 7 a 150,
el de los maestros rurales capacitados por estos misioneros de 876 a 17,047, el de los
alumnos de 40,000 a 623,432, el de las escuelas atendidas de 1,023 a 11,248 y el de per-
sonas que asistieron a las escuelas normales del magisterio patrocinadas por las misiones
culturales, de 147 a más de 4,000.10
No fueron sin embargo pocas las dificultades y limitaciones que los misioneros cul-
turales debieron enfrentar. En algunas ocasiones tuvieron que desafiar la oposición
abierta de autoridades municipales y caciques locales; en otras, la incomprensión y la
distancia cultural de algunas poblaciones indígenas y casi siempre la rudeza y pobreza
del medio rural y las carencias de los recursos y equipamientos necesarios para llevar
a cabo su desempeño.
Por lo demás, no sería justo dejar de mencionar la autocrítica y las limitaciones tanto
del modelo pedagógico de las misiones, como de sus ejecutores, los propios misioneros.
Ellos mismos se quejaban a menudo de que los tiempos de permanencia en los poblados
era demasiado corto, que su conocimiento de las condiciones culturales, lingüísticas,
étnicas, económicas y políticas de los lugares a donde eran destinados era a menudo es-
casa lo que redundaba en un falta de aplicabilidad y utilidad social de los conocimientos
técnicos sobre agricultura o industrias básicas que los maestros trataban de divulgar.
En bastantes localidades del país, la eficacia de las Misiones Culturales se vio seriamen-
te restringida por una falta de coordinación de los esfuerzos aislados que las diferentes Programa de cursos impartidos a
dependencias de gobierno (de las Secretarías de Economía, Agricultura, Industria, etc.) misioneros culturales en la Ciudad
de México en enero de 1928. Fuente:
Secretaría de Educación Pública,
9. Secretaría de Educación Pública (1928), Las Misiones culturales en 1927. Las Escuelas Normales rurales, México,
1928, p. 13
p. 7.
10. A. Santiago Sierra (1973), Las misiones culturales, México, Secretaría de Educación Pública, Colección 11. J. Comas (1976), La antropología social aplicada en México. Trayectoria y antología, México, Instituto Indigenista
SEP/70, 113, p. 50. Interamericano, p. 72.
50 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 51
Fuente: Hughes (1951), tomado de J. hubo dos coyunturas que afectaron de manera frontal el quehacer de los misioneros. La
Tinajero (1993), «Misiones Culturales
Mexicanas, 70 años de Historia», primera se desarrolló entre 1926 y 1929, cuando estalló en el país la Guerra Cristera,
Revista interamericana de Educación
de Adultos. vol.1, no.2. México, un conflicto armado entre el gobierno del presidente Calles y milicias de campesinos y
CREFAL-OEA-CEDEFT, p. 124.
religiosos católicos quienes reaccionaron ante la decisión gubernamental de restringir la
autonomía y la injerencia de la iglesia católica en la vida pública del país.
Durante los años de esta contienda, los misioneros culturales, en la medida en que
representaban la imagen del poder público en los pueblos y ranchos -algunos de ellos de
franca militancia cristera-, fueron objeto de persecución y hostigamiento, en particular en
algunas regiones del centro de México. En otras zonas, en cambio, la principal tarea que
desempeñaron los misioneros, fue la de contribuir con su mejor esfuerzo, a la pacifica-
ción de los pueblos y regiones donde se desempeñaron.
El segundo momento histórico en el que las misiones culturales vivieron una etapa di-
fícil fue el periodo presidencial del General Lázaro Cárdenas (1934-1940). Durante esos
años el gobierno, asumiendo la convicción de que «la revolución no había concluido»,
emprendió profundas reformas en materia de política social, todas ellas con un claro
objetivo de favorecer los intereses de las masas campesinas y trabajadoras de México. El
sector de la educación fue quizás el que vivió cambios radicales, porque el ala más radical
del partido en el poder, imbuida del principio de que era necesario «apoderarnos del con-
Además de estas limitaciones de orden institucional, tampoco fueron pocos los casos
ciencia de la niñez y de la juventud porque […] son y deben pertenecer a la Revolución»
en los que los misioneros dieron muestras claras de improvisación pedagógica y una
(Bonfil, op. cit. p. 191), logró imponer en diciembre de 1934 una reforma constitucional
falta de conocimientos sobre todo en el área de materias técnicas. El relato de Ramón G.
por la que sobre la educación pública era declarada socialista:
Bonfil, un maestro rural que llegaría más tarde a ocupar altos puestos en las dependencias
educativas y en la política mexicana, es cómicamente revelador de hasta dónde podía
La educación que imparta el Estado será socialista, y además de excluir toda
llegar la impericia de algunos misioneros culturales:
doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela
organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud
Sería deshonesto afirmar que no había fallas, errores ni desviaciones: personalmente
un concepto racional y exacto del universo y de la vida social (Artículo 3.° de la
asistí, siendo maestro de escuela «tipo», como alumno, a un instituto en Actopan
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1934).
(Hidalgo), dirigido por un ingeniero que ignoraba en absoluto todos los asuntos
técnicos de carácter educativo. Tenía que intervenir constantemente para corregir
El programa de educación socialista preconizado oficialmente por el gobierno desató
errores del jefe de la Misión, quien llegó a aceptar un «proyecto» consistente
abiertas reacciones de oposición y rechazo entre la iglesia y organizaciones católicas,
en construir caballos de carrizo con cabezas de cartón, de cuya actividad se
sociedades de padres de familias, pero también entre algunos sectores de la clase media
desprendía como «correlación mental», analizar el papel que los caballos tuvieron
y en amplios sectores del medio rural.
en la conquista de México.12
En ese contexto de conflictividad social, muchos de los misioneros culturales quienes,
en su mayoría desconocían los principios reales del «socialismo científico» e ignoraban,
En este lapso de tiempo comprendido entre 1924 y 1938, que puede ser considerado
más aún, la forma de volverlos operativos en el ámbito de la enseñanza escolar, prefirie-
como la edad de oro y, al mismo tiempo, como la etapa heroica de las misiones culturales,
ron seguir manteniendo y expresando su apego ideológico a los viejos postulados nacio-
12. R. G. Bonfil (1992), La revolución agraria y la educación en México, México, Instituto Nacional Indigenista, p. 186. nalistas y agraristas surgidos de la revolución. Aún así, no pocos de aquellos misioneros
52 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 53
culturales, tuvieron que enfrentar la resistencia y oposición a la reforma educativa expre-
sada en diferentes núcleos de población rural en especial, en el centro del país.
Como nunca hasta entonces, la labor de los misioneros culturales no sólo se volvió
difícil, sino también arriesgada. Por un lado tenían que calmar a los opositores a la educa-
ción socialista; por otra, debían de abocarse a capacitar a un magisterio rural en un nuevo
modelo de educación en el que predominaban las declaraciones ideológicas por encima
de los contenidos y orientaciones pedagógicas. Esta difícil situación se desenvolvió, por
lo demás, en un contexto de radicalismo, rebelión y violencia entre defensores y detrac-
tores del proyecto socialista. Mientras los segundos provocaron una oleada de más de
300 asesinatos de maestros, vejaciones a maestras y todo tipo de presiones para cerrar las
escuelas, los segundos por su parte, se resarcieron con cólera atacando al clero católico,
desvalijando templos y quemando santos (Bonfil, op. cit. p. 196).
Para contribuir a poner fin a esta situación de caos en la que, de alguna manera, a los
misioneros se les asignó el papel de brigadas de choque revolucionario en el medio opo-
sitor rural, el presidente Cárdenas, decidió en 1938 suspender las misiones culturales y
reubicar a su personal en otros departamentos de la Secretaría de Educación Pública.
Se cerraba así, en medio de un entorno nacional de conflictividad y violencia, la eta-
pa heroica de las Misiones Culturales de México. Años después, en 1942, éstas fueron
recreadas como un programa extraescolar y de extensión educativa y mantendrían in-
cluso su existencia por cerca de 5 décadas, pero con una nueva orientación doctrinaria y
pedagógica que fue modificándose al tenor de las políticas educativas de los diferentes
gobiernos del país. Desde la década de década de 1980, las Misiones Culturales fueron
en gran medida absorbidas por los nuevos Programas de Educación de Adultos que hoy
se aplican en el país.
A pesar de todo ello es evidente que el modelo pedagógico y la filosofía política de
las misiones culturales siguen en alguna forma presentes en muchos de los esfuerzos de
educación popular y de mejoramiento de la comunidad, que el Estado, las organizacio-
nes de la sociedad civil y las propias comunidades rurales llevan a cabo en el México
rural de hoy.
54 Las Misiones Culturales en México, un modelo de educación popular Juan Luis Sariego Rodríguez 55
Las misiones pedagógicas de
la segunda República Española
(1931-1936)
EUGENIO OTERO URTAZA
PRESENTACIÓN
El Patronato de Misiones Pedagógicas fue creado por un decreto del gobierno provi-
sional de la Segunda República española el 29 de mayo de 1931. El decreto establecía
que se trataba de llevar a las gentes, «con preferencia a las que habitan en las locali-
dades rurales, el aliento del progreso y los medios de participar en él, en sus estímu-
los morales y en los ejemplos de avance universal, de modo que los pueblos todos de
España, aun los apartados, participen en las ventajas y goces nobles reservados hoy a
los centros urbanos». Este propósito pretendía sacar a las aldeas de su abandono me-
diante la difusión entre sus gentes de la «cultura general, la moderna orientación de las
escuelas y la educación ciudadana». Era una idea que ya había sido pedida en 1881 al
gobierno español por Francisco Giner, fundador de la Institución Libre de Enseñanza en
1876. Giner creía que era necesario llevar a los mejores maestros hasta las aldeas más
Un niño y una niña leyendo unos apartadas y perdidas de España para que sus gentes, que vivían en un universo mental
libros de la Biblioteca de Misiones
Pedagógicas, hacia 1932. ajeno a la cultura ilustrada y la Revolución Industrial, fuesen partícipes de la moderni-
Archivo Residencia de Estudiantes,
Madrid. dad que se había difundido por las ciudades.
5. El Patronato contaba a finales de 1934 con 500 películas, cómicas o documentales, que exhibían por las aldeas y
40 documentales sobre la actividad que se realizaba. Estampas es un documental que fue exhibido en varias ciudades
europeas y americanas en esos años para dar a conocer la labor educativa que realizaba la República española.
En la primera mitad del siglo XX, comenzó a tomar forma desde el magisterio un
movimiento a favor de la educación rural. Su intención era encontrar soluciones
educativas y sociales.
Desde la revista Anales de Instrucción Primaria, la Inspectora Nacional de Practica
Maestra Blanca Samonatti de Parodi planteaba: «De América tiene que salir la Nueva
Escuela e irradiarse hacia todos los horizontes; la escuela que encienda en el hom-
bre que viene la fe en la vida, una profunda e iluminada fe en la vida que comienza
de nuevo»1.
Otto Niemann, Maestro Director de la Escuela Experimental de Progreso, cuestionaba
el estado de la República: « ¿Qué diría Artigas, si despertara y recorriera la campaña
y se encontrara con los gauchos sin tierra y con habitación, vestido y alimentación
miserable? Seguramente, asombrado, se preguntaría para que sirvió tanto heroísmo,
derrochado para una independencia que debía significar democracia, por su alcance de
justicia colectiva y derechos individuales sin privilegios». Cerraba haciendo un llamado
a la acción: «Tendremos que cambiar el rumbo: tendremos que rehacer caminos; ten-
dremos que producir trastornos para ciertos intereses y conveniencias; habrá que darle
a la patria y al patriotismo un nuevo contenido; habrá que sacar a la historia del puro
recuerdo de hechos y convertirla en dinamismo generoso»2.
El Sub Director de los Institutos Normales, Sebastián Morey, reclamaba participación
de los estudiantes en la comunidad: «Los estudiantes no deben aislarse entre los muros
Plano caseríos y rancheríos, segunda 1. Banca Samonatti de Parodi (1944), «El próximo renacimiento pedagógico», en Anales de Instrucción Primaria,
edición, 1947.
Época II, Tomo VII, N° 2, Montevideo, Imprenta Nacional, p. 145.
Colección: Comisión Sectorial de
Extensión y Actividades en el Medio, 2. Otto Niemann (1944), «La función social de la escuela rural», en Anales de Instrucción Primaria, Época II, Tomo
Universidad de la República. VII, N° 2, Montevideo, Imprenta Nacional, p. 101.
del medio rural reclamando cambios en las críticas condiciones en que desarrollaban su
función los maestros rurales.
Quizás el encuentro de maestros más importante para el desarrollo de las misiones haya
sido la Concentración de Maestros de Tacuarembó12. En ella destacaron tres interven-
ciones: la de los maestros Elsa Fernández y Julio Castro y la del director del Consejo de
Educación Primaria y Normal Arq. Carlos Pérez Montero.
En su intervención, Montero reflexionaría sobre los rancheríos: «mal llamados “pue-
blos de ratas” cuya denominación no volveré a repetir porque ella involucra a seres
humanos que no han tenido la culpa de ser lo que son y que si hubiesen nacido en hoga- Alumnos de 1er año de la Escuela
de 1er Grado N° 133.
El maestro Inspector Julio Castro centrará su Conferencia sobre «Aspectos de una es-
res más favorecidos, o en medios ambientales menos penosos, estarían ahora aquí con Archivo Museo Pedagógico cuela normal rural de Chile»15 donde reivindicara la necesidad de formar a los maestros
José Pedro Varela.
nosotros, trabajando por la recuperación de los desheredados»13. que se desempeñen en el ámbito rural.
Profundizando en la necesidad de realizar Centros de Recuperación, establecía como Finalmente, la maestra Elsa Fernández describirá su trabajo en el rancherío de Caraguatá
posible zona de experimentación «la 8 ª sección del Departamento del Tacuarembó era junto al doctor Borges reivindicando el accionar conjunto del maestro y el médico en el
un caso típico de rancheríos, tal como el que precisamos para nuestro estudio. mejoramiento de las condiciones sanitarias del rancherío. Seguramente, como en el II
Es ésta una zona privilegiada por la naturaleza destinada a un ensayo de producción Congreso de Directores de Salud Pública, dieron cifras sobre la vacunación contra la
agrícola. […] ¿Por qué esta zona tan rica ha sido dejada de la mano de Dios? La caren- difteria y contra la tifoidea; estudio de la alergia tuberculínica en los niños, y lucha contra
cia de medios de transporte, la rutina en la elección de trabajo, la ausencia de organiza- ciertas afecciones parasitarias de la piel, «expresando el médico el desaseo y la extrema
ción del mismo, expuesto a la concepción egoísta de la explotación de la tierra, la falta desnutrición por miseria, le han hecho pensar, si en Caraguatá, en algunos rancheríos
de experiencia en la producción agrícola, han determinado un rumbo equivocado en el no se estarían produciendo enfermedades graves en los niños por avitominosis» 16.
rendimiento que podría extraerse de esta zona. Entre las conclusiones finales, la Concentración de Maestros destacaba la reclamación
Como dato ilustrativo agrego solamente que con los miles de hectáreas de tierras aptas «a las autoridades competentes [… de] tener especial cuidado en mantener las inquietu-
que podrían destinarse a este fin se cubrirían las necesidades de consumo interno de des culturales de los maestros del campo mediante una acción constante a través de […]
papas del país»14. misiones pedagógicas»17.
12. Realizado los días 13, 14, 15 y 16 de octubre de 1944. 15. Nicasio H. García (1945), «Concentración de maestros de Tacuarembó», en Anales de Instrucción Primaria, Época
13. Carlos Pérez Montero (1944), «Centros de Recuperación», en Anales de Instrucción Primaria, Época II, Tomo VII, II, Tomo VIII, N° 2, Montevideo, Imprenta Nacional, p. 350.
N° 3 y 4, Montevideo, Imprenta Nacional, pp. 585 – 586. 16.. Fernández, op. cit, p. 1.
14. Pérez, op. cit, p. 589. 17. H. García, op. cit, p. 356.
INTRODUCCIÓN
Hay seres que sufren; hay seres con hambre de pan y seres con sed de conocimientos.
Con este imperativo comienza mi vida consciente de estudiante normalista.
Hasta ahora me había deslizado plácidamente; alejada del dolor, no lo había visto
pasar: pero hoy he sentido esta realidad, viva y clara. Siento a esos niños con hambre
y… me despierto…
Generalmente se conoce la realidad nacional como a un país de turismo, desde el auto
o la ventanilla del ferrocarril; y la vida miserable de los trabajadores del campo, la desdi-
chada y horizontal vida de los peones de estancia, la existencia de los rancheríos, escapa
al conocimiento corriente.
Apartándose de las turas comunes, las cosas toman otras características: se olvida el
paisaje ante la tragedia del hombre. No se sabe mucho sobre las condiciones de la existen-
cia de la mayoría de la población, o si se saben se olvidan para no ocuparse de ellas. Y así
son terribles las proyecciones que dejan marcadas en la cultura del medio. Actualmente
se inicia una reacción, se estudian los recursos del trabajador, se trata de los salarios, se
calcula un promedio mínimo, y se ven, con alegría, movimientos populares de orden
cultural. Esto, junto a una eficaz obra que luche contra el analfabetismo, puede consti-
tuirse en un gran movimiento nacional. Pero desgraciadamente, poco se ha hecho y es
una verdad dolorosa, el que son muchos los desheredados y unos pocos los privilegiados.
Como una de las soluciones, como uno de los medios, para paliar esta desolación de
nuestra campaña, surgen las Misiones Pedagógicas.
Trataré de presentar esta realidad social de nuestro país; me esforzaré en vencer las
dificultades que me crean la falta de datos precisos y de la inexistencia de una tradición
cultural, en cuanto a misiones, en nuestro país, para realizar este trabajo, que tendrá
como único mérito, el de mi sinceridad en el deseo de aliviar el dolor de los pobres
abandonados. Los siento tan cerca, que mi corazón se va tras ellos. ¿Qué se puede hacer
por ellos? […]
Folleto del Centro de Misiones
Socio-Pedagógicas de Montevideo.
Colección: Jorge Bralich.
80 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Amelia Esteva 81
MISIONES PEDAGÓGICAS EN NUESTRO PAÍS renovar y ampliar conocimientos y ponerlos en contacto con la situación real del país.
«Ésta, a modo de escuela recreativa, es para todos, chicos y grandes, hombres y mu- Además este curso uniría a todo el grupo, creando un amplio espíritu de camaradería, que
jeres, pero principalmente para los grandes, para los que se pasan la vida en el trabajo, les serviría para conservar vivos, sus energías y sus entusiasmos.
para los que nunca fueron a la escuela y para los que no han podido volver a ella desde Las materias para este curso podrían ser:
niños, ni tenido ocasión de salir por el mundo a correr tierras, aprendiendo y gozando…» Filosofía de la Educación.
Así les habló el maestro Cossío en la primera misión española, a todos los que le rodea- Estudios de la vida social y rural.
ban. Palabras eternas que queremos hacer nuestras y llevarlas en una jubilosa realidad a Higiene.
nuestros campos. ¿Qué hacer? Conocemos el ambiente. Marchemos. Porque las misiones Puericultura y Alimentación Infantil. Cocina.
abrirán un camino de acercamiento a los humildes, y se llevarán así, renovados entusias- Agricultura.
mos a todas las escuelas distantes, dándoles savia nueva de la capital, creando en ellas un Organizaciones deportivas, de festivales y escenografía.
centro de vida que repercutirá para bien del medio social. En algunas de estas materias como ser higiene, cocina y agricultura, se tendría ya un
La Inspectora de la Escuela de Práctica, profesora Blanca Samonati de Parodi presentó elemento especializado como ser un médico higienista, una enfermera, una visitadora
al Consejo de Enseñanza Primaria y Normal, un proyecto sobre «Misiones Pedagógicas». social y un agrónomo.
Por la exposición de motivos de esta importante iniciativa, comprendemos el alto y com- Esto, en cuanto al conocimiento del misionero, unido a una gran voluntad, un dinamis-
plejo cometido que tiene que llenar el Magisterio, el que siempre ha tratado de superarse, mo, una alegría de dar que llegue al sacrificio, un querer hacer bien por encima de todo
identificándose con el instante mismo del mundo, buscando impulsar la Escuela a su interés personal.
posición de avanzada. Porque no sólo en una buena organización o con una excelente selección de personas
Hay escuelas pobres, alejadas de todo estímulo para su trabajo de encauzadoras de espí- especializadas, se basa el éxito de una misión, sino también en el gran valor moral de los
ritus; alejados sus maestros de toda semilla de valor inmediato y fermental. «Es necesario que la integran.
lograr que se despierte en todos un sentimiento que podría llamarse de angustia por la Comprendemos las extraordinarias dificultades que tendrá que sobrepasar la misión
conquista de lo que se vislumbra mejor; sentimiento de contagioso estímulo». y que toda organización por perfecta que sea puede tambalearse, ante la realidad. Así
«La forma más rápida de mover nuestra Escuela hacia un despertar de promisores y es como esbozaremos un planteamiento claro y preciso pero susceptible de variaciones,
eficientes resultados, es por la organización de Misiones Pedagógicas». para el mejor rendimiento del final misional.
Las que ejercen «concretamente, la acción de una escuela normal volante».
Este proyecto de ser aprobado, señalaría el primer paso en esta extraordinaria «cruza-
da» que queremos emprender, en bien de la Escuela y de la sociedad que en ella se forma
para gloria de nuestro país.
Guiándonos por la experiencia de las exitosas misiones mexicanas y españolas, haga-
mos una misión que tenga una triple actuación: cultural, sanitaria y de superación docen-
te, con una irradiación extensa en los alrededores de la zona misionable. Esta primera
misión que tendría el carácter de un ensayo, para luego perfeccionar las fallas que la
realidad descubra, estaría integrada por un personal selecto, siendo deseable que fuesen
todos casi expertos en las tareas que tengan que desarrollar.
Consideramos que los maestros normales en su totalidad son los indicados, auxiliados
por elementos preparados de las facultades.
Especialmente para estas personas sería interesante, a semejanza de lo que se hizo en «Salida a recorrer el vecindario»,
Cuchilla Grande, 1951.
México, somete a los aspirantes a misioneros, a un curso preliminar, que les servirá para Colección: Mabel Iturrioz.
Es este aspecto el más extenso y el que debe radiarse a todos los núcleos de población
cercanos al centro en que se establezca la misión. Es el que elevará a los seres en busca
de un ideal, que traduce una conciencia abierta a todos los valores espirituales. Para su
planteamiento nos ha servido de guía el Decreto del Patronato misional de España.
Creación de Bibliotecas populares fijas y circulantes. Su establecimiento estaría en
la escuela. Los libros serian amenos e instructivos, con gran número de revistas cien-
tíficas, industriales y de entretenimiento. Y así fomentar la buena lectura entre niños y
mayores, para impedir que caigan en el analfabetismo, por olvido casi completo de lo
que aprendieron. Tratándose que esté directamente en manos de los niños, vigilados
por la maestra, el préstamo y circulación de los libros, quienes así se preocuparán de la
conservación de los mismos.
Lecturas públicas y conferencias sencillas sobre temas culturales en relación con esa bi- Educador, sin querer ser dogmático, con la ligereza didáctica de los proverbios: que en-
blioteca, para que el pueblo se sienta interiorizado en esa fuente de goces insospechados. señen cantando. El tablado tendría la misión de acercar el teatro al pueblo y hacerle gozar
Proyecciones luminosas, actualidades y noticiarios de otros países, que les abrirán un gratuitamente, lo que nunca, sea por la distancia o por la pobreza, lograría. En cuanto
panorama desconocido, haciéndolos aspirar a un nivel superior de vida, lo que se proyec- a las obras serían seleccionadas por personas competentes: en especial pequeñas obras
taría en conquistas de bienestares, sacudiendo la apatía congénita del hombre de campo. españolas como el paso de Las Aceitunas de Lope de Rueda; El juez de los divorcios de
Junto a películas de recreo se aprovechará este medio de gran atracción, para hacer una Cervantes, otras de Calderón, Lope o Moliére, junto a obras de autores nacionales, que
eficaz divulgación de temas científicos. por sentirlas más de ellos, tienen una influencia más grande, como algunas de Sánchez,
La palabra de un maestro o persona competente ampliará las leyendas de la película Pérez Petit y otros. Los coros interpretarán canciones populares, folklóricas, que el cam-
y por medio de un dispositivo adecuado, se permitirá la detención del «film» cuando la pesino gusta y siente tanto, alternándose con las sesiones de «cine» o teatro. En cuanto a
explicación así lo exija. las audiciones musicales podrían hacerse por medio de una buena selección de discos y
Los dibujos animados de Disney y las realizaciones de Chaplin y otros cómicos, son si fuese posible una pequeña orquesta colmaría este aspecto cultural, renovando en cierto
factores que provocarán alegría sana, porque todos, niños y grandes, sienten la necesi- sentido, la leyenda de Orfeo, e influyendo en los sentimientos y los destinos de los hom-
dad biológica de reír. Y el cinema es un recurso que en este sentido se puede emplear bres por medio de la magia de la música.
con toda eficacia. ¿Quién no se ha encantado alguna vez frente a los títeres? Las marionetas seguirán
En cuando a las condiciones de orden técnico, adaptación de un salón y colocación de viviendo al lado del hombre, nacieron con él y morirán con él.
la máquina de proyecciones, quedan libradas a las circunstancias del lugar y al ingenio y Es en la escuela primaria donde deben estar y crearse. Ya son varias las escuelas de la
buena voluntad de los misioneros. capital las que crean sus propios números y los niños hacen las representaciones. Podrían
Funciones teatrales, coros musicales y pequeñas orquestas. llevar modelos para dejarlos en las escuelas, con las indicaciones correspondientes al
El maestro Cossío prometió: «Nuestro afán sería poder traer un teatro». Y seis meses maestro; estamos seguros que el entusiasmo de los niños por los títeres, les harían salvar
más tarde surgía el «Teatro del Pueblo», con su primera representación en la plaza pública con ingenio, cualquier inconveniente manual. Y se harían las representaciones que se
de Esquivias, villa toledana inmortalizada por los amores de Cervantes. Quisiéramos algo gustarán más, por el placer que ellas dan y por el de saberlos obra suya, deleitándose,
semejante entre nosotros, pero que fuese junto a la primera misión, hecha ya una realidad niños y grandes, al compás de la música del organito que callará a veces, porque el mu-
y no una promesa. Este teatro debe ser regocijado y sencillo, elemental, ambulante y de chacho encargado atenderá más a sus ojos que a sus manos, renovándose ante nosotros,
rápido y fácil montaje; sobrio en decorados y trajes, porque dificultan su desplazamiento. la escena de títeres del Quijote.
AMELIA ESTEVA, «MISIONES PEDAGÓGICAS», ANALES DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA, ÉPOCA II, TOMO X, «La madrina del puente,
NÚMS. 3 Y 4, MONTEVIDEO, URUGUAY, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE DE 1947, Y TOMO XI, NÚM. 1, MARZO Nelly Muccia», Cuchilla Grande, 1950.
DE 1948, PAGS. Colección: Mabel Iturrioz.
NACIMIENTO
Las primeras misiones en el Uruguay fueron organizadas por los estudiantes del magis-
terio, ayudados por maestros, profesores de los Institutos Normales y alumnos de algunas
facultades de la Universidad, como son las de Agronomía, Veterinaria, Medicina, etc.
Sus antecedentes teóricos, lo reconocen sus organizadores, están en las Misiones
Culturales mexicanas y en las Misiones Pedagógicas españolas.
La exigencia de su organización y funcionamiento está determinada por la existencia
del rancherío que configuraba en aquella época —año 1945— como hoy, un medio total-
mente reñido con nuestro concepto de organización social y dignidad humana.
Los estudiantes captan, con gran sentido de responsabilidad, la gravedad de este pro-
blema nacional. Interpretan así el profundo sentido social de la escuela rural urugua-
ya, expresado públicamente en congresos y convenciones de maestros, reunidos en
Montevideo y en ciudades del interior, a los que los maestros rurales periódicamente
concurrían a discutir los problemas de las gentes y de la escuela, como lo siguen hacien-
do hoy y a solicitar de los Organismos Públicos los recursos técnicos y económicos que
evitarán la esterilización de sus esfuerzos.
La nueva generación magisterial, como un eco a ese reclamo, va también al campo.
Pero no va sólo el futuro maestro, sino en grupos organizados, con un programa de tra-
bajo y estudio y con una visión nueva de lo que debe ser la escuela y de cuál debe ser
la función de un maestro y con una apreciación diferente de cuál debe ser su campo de
práctica, no ya sólo en la escuela organizada para ese fin con clases modelos. Se desea
ahora actuar en el medio natural de la profesión: la escuela rural sola y aislada, con niños
y adultos diferentes a los que conocieron en los libros y en las aulas de la escuela urbana.
Se desprende de este impulso renovador cuáles fueron los objetivos de las misiones
Cuchilla Grande, 1951
Colección: Mabel Iturrioz sociopedagógicas, objetivos que a veces fueron dichos y escritos y muchas veces no, pero
94 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 95
sentidos siempre por los misioneros que con ejemplar persistencia en el esfuerzo, salían, b. La fundación de los Institutos Normales en varios departamentos de la República.
siguen saliendo en mayor número ahora, a internarse en el campo uruguayo. c. El hecho de que varios misioneros de Montevideo, al graduarse van a trabajar a algu-
Estos objetivos abarcan estudiantes, maestros, escuela y vecindad con finalidades de nos lugares en el interior del país, como el caso concreto de Rivera.
formación profesional, mejoramiento técnico, asistencia social, vitalización de la escue- d. La fundación y la acción social de las Escuelas Granjas.
la, y puede sintetizarse así: En cuanto a la fundación de los Institutos Normales en el interior debemos desarrollar
a. Poner al futuro maestro en contacto directo con el medio en que tendrá que actuar y nuestra idea, para que ella sea comprendida; hasta el momento de la fundación de dichos
que le es desconocido por estar formándose profesionalmente en un ambiente teórico y institutos, solamente en la capital existían centros formadores de maestros, uno para va-
urbano; compenetrarlo con la forma de vida del hombre del campo y con su actitud frente rones y otro para señoritas. Ambos Institutos Normales oficiales gradúan maestros que
a los problemas, y apreciar el trabajo de una escuela rural, viviendo y trabajando en ella. ejercen en todo el país.
b. Romper el aislamiento en que se encuentra el maestro rural, situado lejos de los cen- Los jóvenes del interior debían radicarse en la capital para poder cursar sus estudios
tros de cultura, sin contacto con los que dedicados a igual función que la suya, podrían ser magisteriales, lo que les ocasionaba problemas económicos difíciles o imposibles de so-
el sostén espiritual mutuo para las horas de decaimiento. Sólo un inspector llega allí, una lucionar. Usaban generalmente la oportunidad que les daba la reglamentación vigente
o dos veces por año; algunos a orientar, a aconsejar, a alentar; otros a juzgar y a calificar sobre estudios libres, la cual les permitía prepararse por sus propios medios y rendir los
deprisa el trabajo que cuesta tanto realizar. exámenes ante tribunales designados por el Consejo de Enseñanza Primaria y Normal
c. Actuar sobre el grupo social buscando superar algunas deficiencias de orden sanita- que concurrían a las capitales de los Departamentos. Aprobado el último examen se gra-
rio, recreativo, moral, cultural, etc. etc. duaban de maestros de primer grado, con lo cual adquirían los mismos derechos y res-
Formar conciencia pública del problema nacional que significan los rancheríos, y la in- ponsabilidades que los egresados de Institutos oficiales. Esta formación tenía serias defi-
eficacia por lo inadecuado, de la escuela rural, en el tratamiento integral de la educación ciencias que no corresponde analizar aquí. Deseamos referirnos sólo a aquellos aspectos
que él mismo reclama. Para cumplir este aspecto, cada misión a su regreso, usa prensa y que mantienen la relación que queremos ver entre este fenómeno y el de la aplicación de
radio para difundir datos estadísticos, obtenidos en las encuestas realizadas y en las ob- la acción misionera.
servaciones efectuadas, buscando que toda la población participe en la exigencia de las El estudiante en este régimen de preparación libre no tenía conciencia de grupo. No dis-
soluciones de fondo para este grupo social que está viviendo en situación en desacuerdo cutía problemas comunes, no aquilataba su verdadera función en el campo social. Rendía
con las condiciones de ciudadanía de nuestra nación. exámenes de materias aisladas que sumadas daban un maestro.
Con esta línea de acción, parten las Misiones desde los Institutos Normales de Madurando la conciencia pública, aprecia la importancia que tiene la función magis-
Montevideo hacia el interior del país desde el año 1945. Caravanas de jóvenes que ante el terial y la relación que hay entre la formación del profesional y la eficacia de su trabajo
asombro de los que no entienden el impuso interior que los guía sacrifican sus vacaciones en el futuro.
y sus comodidades, para adentrarse en el drama de las gentes, en su miseria, su hambre, Se empiezan a organizar grupos que trabajen por organizar los Institutos Normales
su enfermedad y sus vicios. Frío y calor, lluvia y escarcha, castigan a los grupos enfer- Departamentales, gratuitos, laicos y privados, que atiendan a la formación de maes-
vorizados, que con ejemplar persistencia regresan de una misión con el ánimo levantado tros de acuerdo con el plan oficial, pero con garantías y técnicas científicas durante
para preparar la siguiente. el proceso. Grupos de padres, de estudiantes, asociaciones de maestros, Inspecciones
El movimiento empieza a crecer y a salir de Montevideo. En este crecimiento hemos Departamentales de la Enseñanza Primaria, algunas autoridades locales, algún maestro
distinguido algunos factores entre los muchos que lo determinaron. El principal era el destacado, actuando solos o conjuntamente, logran organizar en diversos puntos del país,
espíritu renovador y de fuerte contenido social que caracterizaba a los jóvenes estudian- las instituciones reclamadas, con diferentes recursos, organización y profesorado, pero
tes; pero la difusión y aplicación de la experiencia se vio favorecida por las siguientes caracterizadas por ser eminentemente populares y tener un cuerpo docente, dirección y
condiciones y hechos: personal administrativo, en la mayoría de los casos, honorarios.
a. El ejemplo que daba el estudiantado capitalino despertó el sentido de responsabilidad Para colaborar al mantenimiento de estas instituciones los estudiantes se organizan.
y el deseo de emulación de los estudiantes del interior del país. En un ambiente activo y de preocupación por la carrera, de discusión y de trabajo en
96 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 97
Primera publicación del Centro grupos, con el ejemplo de la contribución social que realizaban profesionales y artis- FINANCIAMIENTO, ORGANIZACIÓN
de Misiones Socio Pedagógicas de
Montevideo, 1956. tas que dictaban gratuitamente sus clases, no es nada sorprendente que esos estudiantes Y FUNCIONAMIENTO DE UNA MISIÓN1
Colección: Jorge Bralich.
volvieran los ojos hacia al problema del rancherío, de la escuela rural, de las misiones Cuando se piensa organizar una misión, el primer paso es seleccionar el lugar adecua-
socio-pedagógicas . do; para ello se recoge la mayor información posible sobre algunos lugares conocidos
Mirar hacia el campo, en muchos Institutos, fue estimulado por la actuación que desde como zonas con grandes deficiencias. Esta información se obtiene directamente de las
sus cátedras cumplían destacados maestros rurales o profesores bien ubicados frente a la personas y funcionarios que conocen el lugar. Los informantes son generalmente la po-
educación campesina, así como por el estudio, la discusión y el análisis de la doctrina licía, los maestros, ganaderos, comerciantes, etc., etc.
rural que difundían los maestros Luis O. Jorge, Agustín Ferreiro y Julio Castro. En posesión de esta información general, abren los misioneros una discusión sobre los
Otro factor influyente fue la acción de las primeras veinte escuelas granjas que se lla- probables lugares que van a recibir el servicio. De esta discusión se eligen tres o cuatro
maron así, pero que eran escuelas rurales dotadas de algunos elementos necesarios para poblados y se envía un grupo de misioneros a estudiarlos sobre el terreno; es la Avanzada
realizar trabajo social con los vecindarios. de la Misión, en funciones de reconocimiento. Lleva dos cuestionarios que deben levan-
Este tipo de estudiante, que se va formando en este ambiente creador, activo, es or- tarse en cada caserío visitado. Uno relacionado con el trabajo futuro con la población; el
ganizado y es el que desde el seno de su asociación organiza las Misiones en muchos otro, sobre condiciones de instalación para el cuerpo de misioneros. En el primer cues-
Departamentos. tionario hay datos sobre vivienda, alimentación, sanidad, producción, problemas locales,
Cuando el movimiento se hace nacional, no pierde algunas características similares aptitud de las gentes, distancia del lugar a la Capital del Departamento, vías de comuni-
que tuvo en sus comienzos: la organización, los métodos, los tipos de misión, la extrac- cación, dificultades de acceso al lugar y época del año en que se manifiestan.
ción del misionero. En el segundo cuestionario figuran las condiciones de la escuela, dependencias que po-
Hay que destacar que la misión más común, fue y es la viajera, de 10, 15 o 20 días de see, alumnos, maestros, disposición del terreno, extensión, suministro de agua, servicios
duración; Cerro Largo y Tacuarembó están realizando experiencias con misiones perma- higiénicos, facilidades para adquirir víveres y los artículos más necesarios, como son
nentes, pero las más comunes fueron y son las temporales. leche, huevos, carne, etc.
Terminado el recorrido y ya de regreso la Avanzada, se vuelve a reunir al cuerpo de
misioneros y, utilizando el material recogido, eligen el lugar definitivo. Los factores de-
terminantes son generalmente, el carácter social de la población, la gravedad de sus pro-
blemas y los de la escuela. Casi no se ha valorado la distancia, la falta de víveres, las
diferencias de local para residencia o el lugar de trabajo.
El cuerpo de misioneros se organiza en equipos para atender los diferentes aspectos
que va a abarcar el trabajo Estos equipos formados por diverso numero de misioneros,
de acuerdo con el trabajo que se va a desarrollar, son en general los siguientes: censo,
agronomía, deportes, higiene, expresión (títeres, canto, teatro, modelado, dibujo, danzas,
cuentos), alfabetización, biblioteca, cine, cocina, hogar, iluminación y sonido.
Algunas misiones forman mayor número de equipos; otras menos, de acuerdo con su
plan de trabajo.
Cada equipo posee un secretario y un director que cumple funciones técnicas de
asesoramiento.
98 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 99
El ingreso en este grupo de trabajo es voluntario de acuerdo con la preferencia de cada Con este ritmo sigue la tarea, un día tras otro, hasta aquel en que, con un gran acto
misionero. Cada uno aporta ideas para redactar el plan de trabajo y determinar los recur- público, los misioneros se despiden de la gente que trabajó, estudió y se recreó a su lado.
sos que se necesitan para realizarlo. Hemos visto en esas despedidas lágrimas en los ojos de los lugareños y de los misio-
El cuerpo de misioneros discute el plan que, una vez aprobado, pasa a ser parte del plan neros que formaron durante esos días un grupo ligado por afectos, trabajos e ideales
general de la Misión. comunes; no solo las mujeres y los niños del rancherío sienten dolorosa la despedida;
Al regresar del lugar servido por la misión cada equipo debe rendir un informe comple- recios campesinos han nublado sus ojos y enronquecido su voz, al dar a los misioneros
to de su trabajo y, de acuerdo con la experiencia realizada, sugerir ideas para perfeccio- el adiós quizá definitivo. Así ha sucedido en los lugares en que nuestras misiones han
narlo en la siguiente misión. actuado: Sauza, Lapuente, Cortume; así fue y sigue siendo en los muchos rancheríos que
Elaborado el plan general y el de equipos, hay que obtener los recursos para ponerlos otros misioneros han conmovido con el afecto humano, la solidaridad y la esperanza que
en marcha. Para recabar los fondos necesarios se realizan grandes campañas populares: significa una escuela nueva y una actitud también nueva del maestro hacia el grupo social
colectas públicas, festivales culturales, proyección de películas, solicitud de donaciones, que debe servir.
etc. Esta labor se efectúa en la ciudad, donde tiene su sede el organismo que se encarga de
preparar la Misión. El pueblo, el comercio y algunas instituciones, públicas y privadas, CONSTITUCIÓN DE LOS CENTROS DE MISIONES
colaboran eficazmente, contribuyendo a solucionar el problema económico. Se recibe Pasan los años y esta grande y hermosa tarea que se va difundiendo por el campo
ropa, dinero, juguetes, libros, discos, víveres, medicamentos, semillas, plantas, animales, uruguayo se hace más compleja y adquiere mayor significación, por lo que su orga-
telas, hilos, pinturas, etc. nización requiere un organismo específico; el Centro de Misiones Socio-Pedagógicas,
En calidad de préstamo se obtienen carpas, herramientas, menaje, vehículos para trans- creado por las Asociaciones de Estudiantes o por los grupos que realizaban misiones. En
portar a los misioneros y el material de trabajo. algunos casos, muy al comienzo de la tarea, se fundó el Centro, en otros se fue creando
Al terminar la campaña de financiación y equipamiento de la misión, se comienza a con la evolución del trabajo, ya muy avanzado éste. Lo que nos interesa destacar es el
clasificar, seleccionar, reparar, desinfectar, pintar y embalar el material obtenido; cada surgimiento de nuevos centros por todo el país y la vinculación que éstos mantienen por
equipo se responsabiliza del que le corresponde. Organizada la misión y elegidas sus correspondencia en algunas oportunidades; en algunos casos observadores misioneros de
autoridades (un jefe y dos sub-jefes; uno de cada sexo), se parte hacia el lugar elegido; se un centro son invitados a concurrir a la misión que organiza otro. Son los primeros lazos
usa generalmente la escuela como sede de la misión; de allí parten grupos que recorren de relación, débiles pero promisores, que abren el camino para la unificación nacional del
los hogares, estableciendo contactos con la gente para explicar qué es la misión, qué movimiento misionero.
trabajo realiza y para invitar a niños y adultos a concurrir a la escuela a los programas El Congreso de centros se va haciendo sentir como una necesidad, para formular una
especiales que allí se desarrollarán. doctrina común, analizar el trabajo realizado, unificar en lo posible los métodos de acción
El trabajo de la misión se realiza con los niños de acuerdo con el programa para escue- y prever el futuro. La resolución oficial mediante la cual el movimiento misionero, priva-
las rurales, vitalizando la enseñanza, haciéndola activa y socializándola; equilibrando do y autónomo, pasa a depender del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal, acelera la
el aula con los demás ambientes escolares: huerta, jardín, aviario, apiario, canchas de convocatoria del aludido congreso.
deportes. Con los adultos se trabaja de acuerdo con sus preferencias y con la actividad o Una reunión previa en Rivera y el Congreso posterior en Montevideo en 1956, reúnen
esfera de conocimientos que deseen. Las jornadas diarias terminan con un acto cultural por primera vez a varios centros que fijan su atención en problemas comunes; entre otros
en el cual se realizan actividades tales como danzas, títeres, cantos, charlas instructivas temas se discuten:
sobre temas de interés general. Cuando la gente regresa a sus hogares, el cuerpo de a. La filosofía común que debe tener el movimiento misionero en todo el país.
misioneros, en mesa redonda, informa y discute el trabajo realizado; de esta discusión b. La misión temporal y la permanente.
surgen las modificaciones para la jornada del día siguiente, cuyas actividades se deter- c. Actitud de los Centros de Misión ante la oficialización de las Misiones.
minan esa misma noche. Con referencia al punto a, se acuerda que la educación fundamental cubra las exigen-
cias doctrinarias del trabajo misionero; que la Misión debe abarcar a toda la gente del
100 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 101
grupo social, en los problemas de Hogar, Salud, Recreación, Economía y Conocimientos
Básicos. Consideran los centros que el Programa para Escuelas Rurales y la Declaración
del Congreso de Maestros Rurales de 1955 son elementos valiosos y adecuados para el
trabajo misionero y que misión y escuela rural, están en una misma línea educativa.
En relación con el punto b, se oyeron los informes de las misiones permanentes de los
Centros de Tacuarembó y Cerro Largo, en los que se comprueba el grado de eficacia que
han alcanzado en esta seria experiencia que realizan dichas misiones permanentes y que,
a pesar de ello, no se recomienda la generalización de estas misiones por exigir una etapa
previa de madurez de trabajo del Centro, mayor experiencia de los misioneros y una po-
blación bien estudiada que permita cierta garantía en los resultados y una acción general Publicación del Centro de Misiones
Socio Pedagógicas de Montevideo,
a la esperanza que la gente albergaba y que los misioneros habían alentado; pero la vida
que no se sabe si la mayoría de los centros está en condiciones de desarrollar. 1957.
Colección: Jorge Bralich.
integral de las gentes ¿podría ser atendida por un organismo débil económicamente y
La misión viajera, pero con mayor tiempo de actuación en un lugar determinado, vincu- cuyos miembros tienen tan escaso tiempo disponible?
lada posteriormente a éste a través de organizaciones de vecinos, de la escuela y de visitas Los servicios reclamados por las poblaciones, aunque éstas estén dispuestas a con-
periódicas del personal del Centro, es aún la forma de trabajo más recomendable para la tribuir para obtenerlos, escapan a las posibilidades de los Centros que en general están
generalidad de los Centros. Todos los Centros deben observar atentamente los resultados desvinculados de otras agencias. La tierra que esta gente necesita como fundamento de
obtenidos en este proceso del trabajo. su vida debe ser obra de una política agraria nacional de recuperación. La educación
En lo que se refiere al punto c se discutió la nueva situación creada al pasar las mi- y la misión son aspectos de la actividad, de la acción por desarrollar, pero no pueden
siones socio-pedagógicas a la esfera del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal y al abarcarla toda.
aprobarse la Ley General de Presupuesto de la Nación. Dicho acto legislativo, con la ad- La magnitud del objetivo propuesto de recuperar grupos subdesarrollados escapaba a
judicación de $200,000 para la obra misionera, incorpora a las misiones en la educación las posibilidades de los Centros. Frente a esta realidad, la oficialización permite la co-
oficial del país y faculta al Consejo de Enseñanza Primaria y Normal para reglamentar nexión con las demás agencias del Estado resultando fortalecido el movimiento misione-
esta actividad, lo cual se hace por resolución del 15 de agosto de 1957, al aprobar el re- ro al reconocérsele como fuerza capaz y necesaria para el medio rural y con posibilidades
glamento de las misiones socio-pedagógicas , según lo dispone la Ley n.º 12.376 del 31 de integrar un plan definido de transformación del rancherío a medida que el país afronte
de enero de 1957. el problema en el cual las misiones jugarán un papel importante.
Lo que hasta ese momento era un movimiento educativo de carácter privado pasa a la Estas alentadoras perspectivas no cierran los ojos de los misioneros ante los riesgos
jurisdicción del Estado. Los centros se inquietan, pues se ha dispuesto de ellos y de su que corre la obra que es suya, ya que la levantaron pacientemente a través de los años,
trabajo sin habérseles dado oportunidad de opinar sobre su futuro destino. por todo el país, sin el apoyo oficial. Entre los peligros que se corren y que se sintetizan
Consideran algunos Centros que lo correcto hubiera sido subvencionarlos y no oficia- en el temor de que el movimiento pierda impulso, al pasar a ser parte de un organismo
lizarlos. Algunos aceptan la situación creada y otros la rechazan. Algunos Centros que oficial, se cuentan los siguientes: que se burocratice paulatinamente; que cambie su línea
están de acuerdo en integrar el nuevo sistema, definen su opinión haciendo un análisis de ideológica, que apague el fuego fervoroso que ardió siempre en el pecho de los que con-
lo que se ha hecho y de lo que falta por hacer. Entienden que el movimiento ha crecido sideraron como signo de orgullo la condición de ser misioneros.
mucho y variado de constitución. Nuevos sectores de la actividad social se han incor- Será una condición de los Centros el estar alerta frente a estas posibilidades; velar por
porado al trabajo misionero El técnico, el profesional, el obrero especializado fueron lo que se aprecia tanto; conservar la integridad y pureza originales. Pero no se puede
reclamando su ubicación a medida que evolucionaba el organismo. Se abrió la misión a sacrificar las hermosas perspectivas de trabajar en gran escala, sistemáticamente e inte-
otras fuerzas que eran útiles y necesarias y se amplió la visión de los campos de trabajo. grados en todo el país, en aras de temores que esperamos que nunca se confirmarán.
No había que quedarse a esta altura en esa tarea fugaz de pocos días, que quizás no de- Era ésta la situación planteada cuando se dio otro paso positivo en la evolución de las
jaba nada en el lugar al cabo de un tiempo. Había que corresponder, en forma poderosa, misiones socio-pedagógicas.
102 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 103
LA CREACIÓN DE LA SECCIÓN DE EDUCACIÓN RURAL «Lavando los platos».Cuarta misión a
Paso de las Piedras, mayo 1952.
Con fecha 15 de mayo de 1958 el Consejo de Enseñanza Primaria y Normal aprobó la Colección: Mabel Iturrioz.
104 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 105
EL CONGRESO DE CENTROS MISIONEROS Complementan este principio, que interesa subrayar por significar una toma de posición
El objetivo de este congreso fue «obtener de los centros opiniones tendientes a organi- frente a los dos elementos, misionero y comunidad, otros relacionados con la escuela,
zar y mejorar el trabajo misionero con carácter nacional». problemas que deben ser considerados por pertenecer más a la esfera de lo metodológico.
Para ello se estudió el siguiente temario:
a. Análisis del reglamento vigente. EL TRABAJO DEL FUTURO (PERSPECTIVAS QUE OFRECE)
b. Líneas generales de organización de las misiones sociopedagógicas y documen- En las páginas anteriores hemos dado un apretado e incompleto esquema de:
tación de sus actividades. La situación social del Uruguay Rural.
c. Normas para la elección de los lugares misionables. La serie de instituciones, leyes y elementos positivos que pueden aprovecharse en un
d. Equilibrio entre los aspectos asistenciales y educativos de las misiones trabajo planificado de recuperación de rancheríos o de desarrollo de las comunidades
sociopedagógicas. rurales que, sin estar comprendidas en esa designación, necesitan de una acción educa-
En la discusión de este temario estuvieron presentes delegaciones de los Centros de cional intensa y sistematizada.
Misioneros oficiales establecidos en los Departamentos de: Artigas, Canelones, Cerro La labor realizada por las misiones sociopedagógicas y la evolución que han seguido
Largo, Colonia, Durazno, Florida, Flores, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, Paysandú, hasta llegar al momento actual.
Rio Negro, Rivera, Rocha, San José, Salto, Soriano, Tacuarembó y Treinta y Tres. De De acuerdo con este esquema, creemos que se puede pensar en los objetivos de la mi-
los Centros no oficiales asistieron Montevideo y Lavalleja. sión y en el trabajo futuro haciendo incidir su influencia sobre la población, para revisar
Sus deliberaciones abarcaron los cuatro puntos del temario llegando a valiosas el planteo anterior de misionero, en primer término, y comunidad, en segundo.
conclusiones y recomendaciones que, por limitación de espacio, sólo citaremos con Hasta este momento, salvo algunas excepciones anotadas, la mayor influencia educa-
carácter informativo. tiva fue sobre el misionero y sobre la gente del lugar «misionado». Estas poblaciones
En relación con el punto n.º 1, se propusieron modificaciones a las determinaciones permanecieron igual con su cúmulo de problemas a cuestas, pero los maestros misioneros
reglamentarias sobre constitución y organización de la misión, dándole a ésta un grado se superaron profesionalmente en este terreno social experimental.
mayor de autonomía que la que fija la resolución del Consejo de Enseñanza de fecha La nueva etapa que se inicia ampliará los objetivos misioneros, si sigue la línea que
15 de agosto de 1957. fijó el congreso según se desprende la última parte de su informe. El medio misionero
En cuanto a cometidos se recomendó incluir, entre los rubros de adquisiciones, la facul- no debe ser campo de experiencia profesional solamente; debe la comunidad, en el trans-
tad de usar hasta el 20% de los recursos asignados para equipo, transporte, locomoción, curso de esta experiencia, iniciar la marcha en su desarrollo, organizando en su seno los
alimentación en campaña, etc., etc. Se trataba de salvar así una grave omisión del regla- grupos capaces de posibilitarlo. Vemos en este aspecto de organización de la comunidad
mento vigente que no contemplaba estos gastos que tiene toda misión en su trabajo de lo fundamental del trabajo.
campo. Se solicitó también que los centros de misiones puedan manejar directamente los El país está viviendo una gran crisis económica y una grave crisis política. Los ele-
fondos que ellos mismos recauden, lo que agilitaría la tramitación y además permitiría mentos dirigentes, los partidos, sus líderes, tienen una responsabilidad que cumplir. La
que se adquieran algunos elementos necesarios para la actividad y que escapan a la órbita suma de problemas sociales no resueltos está llegando al límite de tolerancia que tiene
de los renglones reglamentarios. los estados democráticos.
Sobre la organización y documentación del trabajo, se dieron orientaciones que con- En el plan nacional tendrán que plantearse las soluciones de fondo. De estas soluciones,
ceptuamos muy valiosas, porque obedecen a recomendaciones nacidas de la experiencia. una fundamental para un país agrícola y ganadero, con déficit de producción, como el
Las conclusiones sobre problemas de la zona y las características sociológicas de la mi- nuestro, es la redistribución nacional de la tierra y su correcta explotación. Para cuando
sión, esperamos sean discutidas y analizadas por los centros, pues en este material hay un llegue este momento, cuenta con los elementos que citamos en la primera parte de este
buen elemento para el curso teórico del misionero, en función de la comunidad. Aparece trabajo y que pueden empezar a operar ocupando cada uno su rol determinado en el serio
en este documento la población rural en toda su importancia y un enfático reclamo de que plan que habrá que elaborar. Aquí aparece delineado un objetivo concreto en la misión:
lo que se persigue es la actuación de dicha población para el logro de sus aspiraciones. preparar a las gentes para el cambio; promover la formación de líderes campesinos donde
106 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 107
no los haya; capacitar y orientar a los ya existentes; estimular una idea clara y concre- Folleto del Centro de Misiones Socio
Pedagógicas de Montevideo,.
ta en cada grupo acerca de cuál será su papel en el momento en que tengan que actuar Colección: Jorge Bralich.
108 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 109
LA UNIDAD DE DOCTRINA Y ACCIÓN DE LOS CENTROS
Relación y Organización
De la evolución que hemos descrito se concluye la total autonomía de cada Centro y
en muchos casos su falta de interrelación. En esta etapa de crecimiento, de difusión del
ideal misionero, no era un problema muy grave esa desconexión; pero en el grado actual
de madurez a que se ha llegado, configura un serio obstáculo para un trabajo general efi-
caz. El reglamento nacional que existe para las misiones, los fondos públicos asignados,
el Sector Misionero en la Sección Educación Rural, determinan la necesidad de unificar
ideas y esfuerzos, planear en escala nacional, imprimir unidad a la doctrina educativa,
analizar permanentemente las experiencias que los Centros realicen como método de
superación y perfeccionamiento, para que cada misionero, cada Misión, cada Centro, se
sienta fortalecido al considerarse parte orgánica de un gran trabajo de progreso nacional.
En este trabajo unificado para todo el país, no se debe desconocer el valor local de los
respectivos Centros. Aquí el sector Misiones como organismo nacional tiene una tarea de
gran responsabilidad, que se basa en el grado de relación que mantenga con los centros. Portada del informe de actividades del relación directa con la problemática del trabajo, sobre el área social en que se actúa. Por
Grupo Misionero Nelly Soler.
Tiene para ello una seria limitación que nace de este hecho: el movimiento misionero es- Colección: Nancy Espasandín. eso, los Centros no deben perder su libertad de acción, siempre que ella tenga la orien-
taba organizado y en marcha en muchos departamentos; tenía tradición en el momento de tación correcta que los objetivos comunes determinen; orientación y objetivos en cuya
la oficialización. ¿Permitirán los Centros que ahora un funcionario, cuya capacidad como elaboración deben participar los organismos misioneros departamentales.
perito en el trabajo les debe merecer reservas, los oriente y asesore? Creemos que este Esta función de realización, de revisión crítica, de creación permanente no debe ser
aspecto de relación de los Centros con la Sección Educación Rural, es el más delicado de trasladada a un organismo que por estar en la capital y, por razones de función, se encuen-
abordar y no puede depender de un reglamento más o menos completo, sino de la actitud tra un poco desconectado de la fuente renovadora del trabajo: la comunidad.
de cada uno de los que están involucrados en esta relación. De este actitud va a depender Preconizamos autonomía para los Centros, pero la consideramos compatible con las
gran parte de lo que se haga positivamente en la unificación del movimiento; unificación funciones de relación, asesoramiento y orientación que deben ser el nexo entre la Sección
que debe partir de un profundo respeto por las realizaciones locales, pasadas o presentes, de Educación Rural, como organismo técnico superior de carácter nacional y las institu-
que representen los Centros. Este sentimiento de localidad que simboliza cada Centro, ciones misioneras departamentales.
bien manejado puede ser muy útil, pero despreciado o subvalorado, puede traer choques Con referencia a los centros creados o por crearse, de acuerdo con la reglamentación,
y desviación de la línea de trabajo conveniente que se debe seguir. Nos referimos a los surgen otros problemas. Creemos más fácil la relación y por lo tanto la orientación y
Centros antiguos, con tradición de trabajo, los que ganaron con su acción la oficialización asesoramiento de la Sección con los nuevos organismos; pero no debe esa creación de
de las Misiones. Creemos que ellos deben mantener su autonomía en el mayor grado Centros ser tan rápida, más por imperio de una determinación reglamentaria, que por el
posible. La Sección Educación Rural podrá orientar y asesorar a través de los planes de interés del trabajo misionero en sí. Eso determinó el nacimiento de los viejos Centros,
trabajo, pero creemos más positivo que lo hagan en contacto directo, en discusión abierta con objetivos y métodos diversos, rebasando las posibilidades de atención técnica del
en el seno del propio Centro y con el mayor número de misioneros presentes. organismo orientador. El objetivo de las Misiones es el de sensibilizar a los profesionales
Es de considerar también otro factor, para esta relación flexible que pregonamos: la por los problemas sociales; el trabajo de campo, con las gentes en su ambiente natural, es
índole del organismo que actúa en el campo y la del orientador. El trabajo vivo, como el método más seguro para conseguirlo.
actuación en el centro del grupo está en el interior del país, en la Misión en campaña. De Para que el trabajo de la Misión cumpla con los objetivos propuestos, debe partir de dos
este laboratorio viene el impulso, el fervor y el conocimiento de la experiencia extraída tareas previas fundamentales: capacitar a los misioneros y alcanzar unidad de doctrina y
del contacto directo con la realidad. La Misión y los Centros son los que mantienen la acción de los centros del país.
110 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 111
PREPARACIÓN DE LOS MISIONEROS Si se trata de un proyecto en el sentido de desarrollo de producción y consumo de horta-
El misionero, hasta el momento actual, fue un voluntario extraído de diferentes secto- lizas o frutas, cría de animales, etc., escuela y misión pueden beneficiarse mutuamente
res, sin previa preparación y que se fue capacitando en el desarrollo del trabajo mismo. para alcanzar los objetivos propuestos. Para otros proyectos de diferente tipo se debe
Para estar a tono con la jerarquía educativa a que ha llegado el movimiento misionero, proceder de forma igual, tomando como base la escuela o la agencia correspondiente.
esperamos se estudie la manera de capacitar a este trabajador social, preparándolo téc- Otro aspecto de la organización que precisa dilucidarse es cómo realizará la misión su
nicamente para que empleen en su trabajo métodos modernos de educación de adultos función asistencial; cómo cumplirá con su objetivo de desarrollar grupos sociales para
y de organización de las comunidades. Muchos medios se podrán usar en esta prepara- que desplieguen una acción que promueva mejores formas de vida. Dos limitaciones se
ción: cursillos, seminarios, grupos de discusión, conferencias, para complementar las oponen a este objetivo dentro de la organización actual: el tiempo disponible y el misio-
orientaciones que da el plan magisterial para el caso de los estudiantes o maestros y para nero mismo. El tiempo es escaso, porque el misionero asume la función de tal únicamen-
ofrecer toda la orientación necesaria a aquellas personas que se dediquen a la actividad te en el período en que otra profesión, ocupación o estudio le dejan libre.
misionera sin ser educadores. Con unos y otros debe reconocerse la importancia de la Un proceso de desarrollo de un vecindario, mediante los estímulos educativos, no es
Sociología en este proceso de capacitación; no la Sociología general o la Historia de la una tarea para ser desempeñada durante el tiempo libre y en forma esporádica; requiere
Sociología, sino una Sociología Rural que describa y analice la comunidad a través de de una atención continua, sistemática y gradual que permita evaluar el proceso, corregir
un método que permita la comprensión de un grupo humano, la interpretación de sus los procedimientos y resolver los problemas que el desarrollo mismo vaya plantean-
reacciones, la indagación de sus necesidades y que esté complementada por una teoría do, en el momento oportuno y no cuando el agente disponga de tiempo para ello. Este
educativa que fundamente las técnicas que favorezcan la organización del grupo ofi- es un problema de futuro, quizás el más serio que enfrentará la organización misione-
cial con fines de desarrollo y progreso. Además de esta información teórica, que debe ra. Entrevemos algunas posibles soluciones que sería conveniente las discutieran los
abarcar otros aspectos que no hemos citado, como serían las técnicas de investigación Centros, junto con otras que surgirán si se ocupan del problema.
social por ejemplo, debe haber un adiestramiento práctico relacionado con la función de Cualquier organización o solución que se quiera dar debe comprender siempre
Centros y la vigilancia de la solidez de sus principios debe ser preocupación constante dos aspectos:
de la Sección de Educación rural. El asistencial y técnico, que es el aporte de la misión.
Otro problema de relación lo vemos en los casos en que, habiendo en un Departamento Los recursos propios de la comunidad rural, entre los que consideramos la escuela.
un Centro constituido con anterioridad a la reglamentación, se cree, o se quiera crear otro En cuanto al punto a, una medida podría ser que el Consejo de Enseñanza Primaria
posterior a ella, por resolución oficial. En esta situación de unidad que estamos plan- y Normal designara, a pedido de los Centros, un grupo de maestros, expertos agrarios,
teando, para el trabajo futuro, creemos muy perjudicial la coexistencia de dos centros en visitadores sociales, maestros de hogar, enfermeras, profesores de Educación Física y de
actitud conflictiva. Aquí también la actitud de la gente, sobre todo su espíritu misionero, Educación Estética, que mediante cursillos de adiestramiento, estuvieran en condiciones
determinará el camino más correcto que debe seguirse. de actuar como agentes de cambio durante el trabajo de la Misión y pudieran mantener
Solucionados estos aspectos básicos, se puede abocar l o s de organización. En este contactos periódicos con el lugar «misionado» en trabajos de «postmisión». Este tipo
capítulo son muy importantes el presupuesto y la distribución que de él se haga entre los de organización fundamenta su actividad principalmente en dos factores: 1.° Que los
Centros del país. Esta distribución debe estar de acuerdo con los planes de trabajo que Centros organicen su trabajo con un reducido número de poblaciones «misionadas» que
presente cada Centro. Al evaluar esos planes habrá que tener una visión directa de las puedan ser intensamente trabajadas en periódicos regresos de toda la misión. 2.º. Que
zonas que se van a «misionar», sus problemas, sus recursos y posibilidades que ofrecen, la Escuela Rural de la zona esté en condiciones de cumplir la labor que le corresponde
para poder opinar sobre el trabajo y la inversión requeridos. La adjudicación de fondos durante el período comprendido entre misión y misión, o entre misión y el grupo especial
del presupuesto guarda estrecha relación con el conocimiento que se tiene de la escuela a quien nos hemos referido en el apartado a.
rural de la zona; si ella posee material agrario, por ejemplo: herramientas, aves, cerdos, Para integrar este equipo de trabajo, sin disponer de recursos especiales, lo cual sería
tierras, etc., la misión deberá resolver, con el maestro director y personal docente, la coor- un obstáculo casi insalvable, se podría coordinar el plan de trabajo con otros organismos
dinación de trabajo entre escuela y misión para tener mejores resultados y reducir gastos. e instituciones que puedan destacar de su propio personal aquellos profesionales que la
112 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 113
misión necesite. Para reducir el número de dicho personal este grupo podría ser regional Misioneros en Paso de las Piedras.
Colección: Mabel Iturrioz.
y cubrir el área de varios Centros, siempre que éstos planifiquen su acción.
Otra solución podría ser que el Consejo de Enseñanza conceda licencia a un grupo de
sus técnicos, a pedido de los Centros, para que concurran a organizar y desarrollar el
trabajo de la misión.
En este caso, para el contacto posterior se haría necesaria la actuación de un Organizador
de Grupos como el que existe en Puerto Rico para los planes de desarrollo de la comuni-
dad y que debería estar exclusivamente dedicado a este trabajo, capacitado para él y res-
paldado por las agencias respectivas, entre las que ocupa un primer plano la escuela rural.
En lo que se refiere al punto b, el segundo factor que influye en el desarrollo comunal
y tal vez el más importante es la comunidad misma, con toda la compleja estructura que
la caracteriza. En esa estructura comprendemos los elementos que integran sus sistemas
sociales, como las agencias comunales, los líderes, las creencias, normas y valores, la
existencia de grupos informales y organismos comunales con capacidad para evolucionar
y hacer cada vez menos necesaria la asistencia exterior que significa la misión.
Este aporte de la comunidad es decisivo. En la medida en que los grupos informales de
simpatizantes actúen y se vayan creando los grupos formales con objetivos específicos,
se estará garantizando y robusteciendo la vida misma del conglomerado social. La co-
munidad organizada podrá solucionar por sí, o utilizando las agencias correspondientes,
los problemas de su propio desenvolvimiento. Una forma de evaluar lo positivo de una está en condiciones de movilizar al grupo a través de quienes tienen prestigio y autoridad
acción social de mejoramiento realizada por la misión, será el comportamiento del grupo conferidos por sus propios vecinos. La misión que llega ignora esta estructura, desconoce
social que recibió ayuda, cuando se le va dejando paulatinamente la dirección de sus el estatus social del vecindario, por eso su trabajo será tanto más positivo cuanto más se
propios destinos. mueva dentro del mecanismo del grupo, utilizando sus canales habituales de comunica-
Creemos que la misión debe usar de sus mejores recursos para crear el sentido social ción y relación en un proceso normal. Así se refuerzan los trabajos de misión y escuela.
en nuestros vecindarios que no configuran sociológicamente una comunidad, si nos ate- A lo largo de este trabajo vemos siempre unidas escuela rural y misión; y al maestro
nemos al grado de relación directa de persona a persona. Fortalecer esta relación y esti- como continuador de la obra cuando la misión se marcha. El maestro rural, que ha sido
mular el interés por los problemas del grupo, asociando los esfuerzos en la búsqueda de espiritualmente tonificado se siente parte de un esfuerzo grande y coordinado en pro de
soluciones, debe ser la mayor preocupación del esfuerzo misionero. La etapa posterior de una educación campesina que atienda todos sus problemas.
este proceso sería la constitución de organismos de la comunidad, donde no los hubiere, La preparación social de este maestro con el nuevo plan magisterial y la especialización
para atender aspectos específicos por medio de comités de mejoramiento, clubes juveni- que el reorganizado Instituto Normal Rural otorga, son pasos seguros para el trabajo co-
les, cooperativas, etc. ordinado de la escuela rural y la misión socio pedagógica.
En este aporte comunal la escuela rural, que es parte del grupo social, representa un
elemento muy valioso, por la situación especial que ocupa.
El papel del maestro, por su permanencia en el lugar y por el prestigio de que general-
mente goza, hace de él un colaborador muy útil para el trabajo de la misión. Por estar vin-
culado al grupo debe conocer sus líderes; sus intereses más destacados; sus creencias; sus VÍCTOR EMILIO SILVEIRA (1960), LAS MISIONES SOCIOPEDAGÓGICAS EN EL URUGUAY. PROYECTO N.º 26
DEL PROGRAMA DE COOPERACIÓN TÉCNICA DE LA OEA. WASHINGTON, D. C.- UNIÓN PANAMERICANA,
normas de vida, los móviles que impulsan sus acciones. Este maestro, si sabe observar, PUBLICACIONES DEL CENTRO INTERAMERICANO DE EDUCACIÓN RURAL, PP. 14-41.
114 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Victor Emilio Silveira 115
Crisis y vigencia
de las misiones
socio-pedagógicas
FELIPE CANTERA SILVERA
Estamos lejos ya del año 1945. En el momento actual y desde el año 1957, las misiones
han dejado de pertenecer a la iniciativa privada de las juventudes estudiantiles, para con-
vertirse en actividad dirigida por una reglamentación oficial: se han oficializado. Y la ley
establece que en todos los departamentos debe existir un centro y una comisión oficial de
misiones, dirigida por la Inspección Departamental de Enseñanza Primaria.
Como se ve, el panorama ha cambiado. Las misiones, de actividad privada que eran, se
han convertido, por lo menos en algunos aspectos, en actividad oficial reglamentada por
una ley. El resultado ha sido que se ha ganado en el aspecto material a costa de pérdidas
importantes e irremediables en el aspecto espiritual. Tan importantes que hoy se tiene
la impresión de que las misiones están condenadas a desaparecer definitivamente. Y su
crisis comenzó a partir de su oficialización, justamente en el momento de su auge, cuan-
do el movimiento misionero en manos de la juventud estudiantil se expandía a partir de
Montevideo a casi todo el país.
En ese momento, la reglamentación establecía que en todos los departamentos debía
existir un centro oficial de misiones, una comisión oficial de misiones y que era obligato-
ria la organización de una misión por lo menos, la cual sería subvencionada por el estado.
Se montó así todo el organismo misionero, se puso en marcha en todo el país un plan
oficial de misiones, y el resultado fue que dos años más tarde no quedaba en el país
una misión en pie. Y hoy, en nuestro país las misiones ya son cosa del pasado, historia
para recordar.
Julio Macedo, el extraordinario maestro y líder del movimiento misionero treintaitre-
sino, me decía cierta vez que a pesar del tiempo transcurrido después del fracaso de
Facsímil del Organigrama las misiones en su departamento, siempre había un pretexto para el reencuentro con los
extraído del libro
«Hacia los Otros» viejos misioneros, con un tema obligado de conversación: recuerdos nostálgicos de las
de Felipe Cantera Silvera.
jornadas vividas.
116 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Felipe Cantera 117
Y nosotros agregamos, mirando al futuro, cada vez que nos encontramos con jóvenes
estudiantes: ¡qué pena que ustedes no hayan tenido una oportunidad de hacer una misión!
El año pasado, 1966, se creó en los Institutos Normales de Montevideo un grupo
estudiantil de Misiones Socio-pedagógicas denominado «Grupo de Misiones Socio-
Pedagógicas Nelly Soler». Este grupo misionero realizó en el mes de setiembre del mis-
mo año una misión en Capilla de Farruco, departamento de Durazno. Actualmente, los
integrantes del grupo «Nelly Soler» se han propuesto promover desde los trabajos reali-
zados, un movimiento nacional de misiones socio-pedagógicas. ¿Estaremos en la víspera
de un resurgimiento de la actividad misionera?
118 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Felipe Cantera 119
Misioneros y pobladores en Centurión. VIGENCIA DE LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS
Colección: Familia Cantera.
Los fines perseguidos por las misiones pueden ser ordenados en dos grupos: fines rela-
cionados con el misionero y fines relacionados con la zona misionada.
Fines relacionados con la zona misionada. a) Conocimiento, investigación y denuncia
de un aspecto de la realidad socio-económica nacional; b) ayuda social a aquella realidad.
Fines relacionados con el misionero: a) Sensibilización y responsabilización de la ju-
ventud estudiantil al objetivo y finalidad perseguido por la misión (aspecto deficitario
de la realidad de nuestro campo y su bienestar rural) a través de una experiencia vivida
directamente en medio de aquel objetivo; b) adiestramiento y capacitación de los futuros
profesionales en el aspecto humanístico de su formación.
En los comienzos del movimiento misionero en nuestro país, se le daba más o menos
la misma importancia a estos dos grupos de fines. Pero a medida que se fue haciendo una
experiencia y que esta experiencia permitió hacer un balance se llegó a la conclusión de
que los fines docentes (proyección de la misión sobre el misionero), debían prevalecer
sobre los fines asistenciales (proyección de la misión sobre la zona misionada). Y debían
prevalecer, sencillamente, porque lo que la misión podía ofrecer al rancherío, sin recursos
y sin planes nacionales para su recuperación, era una simple ayuda social, tipo beneficen-
cia, que permitiese la solución paliativa de algunos de los problemas más agudos.
Estas consideraciones, además de explicarnos las causas de la crisis de las misiones, Y así fue como las misiones, que en un comienzo fueron concebidas también como
nos permiten sacar algunas conclusiones sobre el sentido y significación de las mismas. programa de trabajo orientado hacia la solución de una problemática nacional rural defi-
En síntesis, una misión es un movimiento apostólico que predica una vida nueva y citaria, terminaron siendo concebidas como actividad docente, y más que un método de
mejor en aquellos lugares de gran atraso social, económico y cultural. En otras, palabras, cambio social de aquella realidad, constituirían en adelante una cátedra de formación de
una misión es un mensaje. agentes para el cambio de aquella realidad. Es decir, profesionales preparados para ejer-
Una misión es un movimiento revolucionario que persigue no solamente un cambio cer una técnica animada de un sentido y un propósito sociales.
socio-económico de aquellas comunidades olvidadas por el Estado y la sociedad, En el capítulo dedicado a «La formación para el trabajo social», del segundo tomo de
sino también y muy primordialmente, un cambio de actitudes de la gente para el gran este libro1, decimos:
cambio nacional. Entendemos por trabajador social, toda persona que desarrolla una actividad es-
Una misión es pionerismo, es decir, avanzada. Por este motivo, una misión es acción pecífica dirigida directamente al hombre y en relación con su bienestar (individuo,
social libre y no dirigida. grupo, comunidad).
Una misión es una escuela de formación para el trabajo social, fundamentalmente en Nos referimos en particular a todas aquellas personas que cursan estudios en las dis-
los aspectos de la sensibilización y responsabilización sociales y del adiestramiento y tintas ramas de la enseñanza (facultades, escuelas, institutos), para desarrollar luego una
activación o dinamización para el manejo de la técnica social por parte del futuro profe- profesión o un oficio con proyección social: profesionales universitarios, maestros, pro-
sional (el misionero). fesores, técnicos agrarios e industriales, licenciados, artistas, artesanos, auxiliares, etc.
Una misión es una escuela de vida, en la cual misioneros y misionados se capacitan Creemos que toda la enseñanza, desde sus distintas debe perseguir una doble finali-
para la convivencia y superan su estilo de vida. dad: capacitación técnica de los alumnos en sus distintas disciplinas y formación social
Una misión es juventud, fe, pasión, idealismo, desinterés; protesta, denuncia y acusación. para el ejercicio luego de la profesión animada de un propósito social. Por este motivo
1. Hacia los otros.
120 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Felipe Cantera 121
concebimos la organización de la enseñanza, por un lado, como una escuela de capacita- (formación teórica: psicología, sociología, antropología, pedagogía, economía, política,
ción técnica, y por otro lado, como una escuela de formación social. etc.). A su vez, la capacitación técnica debe complementarse simultáneamente con el
Consideramos que la formación del trabajador social constituye un proceso que debe adiestramiento (formación práctica) en el trabajo de campo.
desarrollarse en cinco etapas: 1) sensibilización social; 2) responsabilización social; 3) Finalmente el proceso culmina con la activación afectiva, intelectiva, volitiva, creativa
capacitación (faz teórica); 4) adiestramiento (faz práctica); 5) Activación. y ética para el trabajo social.
De estas cinco etapas del proceso de formación del trabajador social, la cuarta se cum- Una experiencia de varios años de trabajo social con jóvenes nos ha permitido sacar las
ple en el aula, mientras que la primera, segunda, tercera y quinta se desarrollan en el siguientes conclusiones: 1) que para formar un trabajador social, es fundamental desper-
trabajo de campo. tarle una sensibilidad y responsabilidad sociales; 2) que esta sensibilidad y responsabili-
El proceso debe comenzar con la sensibilización del futuro trabajador social al objeto dad se adquieren en el trabajo de campo y no en el aula; 3) que cuando la formación del
del trabajo social; y debe continuar con la responsabilización frente a los fines de este trabajador social comienza por el aula, se corre el riesgo de frustrar al futuro trabajador
último. Sólo después debe venir la capacitación técnica para trabajar sobre el objetivo social; 4) que es mucho más fácil sensibilizar y responsabilizar a un joven estudiante que
a un adulto profesional, ya porque en la dinámica de la conducta de este último intervie-
nen otras motivaciones, ya porque ha disminuido su capacidad de reacción frente a los
problemas sociales, ya porque ha evolucionado del altruismo al egoísmo o del idealismo
al materialismo, o ya porque se le deformó en la etapa de estudiante.
De estas consideraciones se desprende una conclusión fundamental y es que las mi-
siones socio-pedagógicas conservan aún su vigencia exclusivamente en cuanto cátedra
donde se deben cumplir importantes aspectos de la formación profesional integral:
técnica y social.
Terminamos este capítulo remitiéndonos a la descripción que haremos, más adelante,
de la jornada de una misión viajera:
Así, en el trabajo de campo, en el encuentro con la realidad socio-económica deficita-
ria que nos ocupa y el consiguiente impacto emocional que produce en los jóvenes; en la
observación, investigación y conocimiento de los objetivos sociales referidos a las finali-
dades perseguidas sobre ellos; en la convivencia con seres humanos en trance difícil, de
necesidad social, que necesitan de nuestra ayuda; en las asambleas, donde se plantean
los problemas, se discuten sus soluciones y se aprende a olvidarse de sí mismo para
acordarse de los demás; en la vida grupal condicionada por un fin común trascendente
a los intereses de cada uno, donde se cultiva la personalidad de los distintos integrantes
con vistas al perfeccionamiento de las relaciones humanas; y en general en la vida de la
misión, con todo su lirismo, sacrificio y desinterés, es donde comienzan a formarse los
trabajadores sociales y no en los anfiteatros, a través de cursos de capacitación teórica,
donde por el contrario quizás comience por frustrárseles.
FELIPE CANTERA SILVERA (1967), «CRISIS DE LAS MISIONES», HACIA LOS OTROS. HISTORIA Y CONCLUSIONES
Facsímil del Organigrama DE UN ENSAYO DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDADES RURALES, MONTEVIDEO, PP. 38-45.
extraído del libro «Hacia los Otros»
de Felipe Cantera Silvera.
Colección particular.
Felipe Cantera 123
Infiltración en la enseñanza
COMANDO GENERAL DEL EJÉRCITO
Las directivas del Partido Comunista hacia 1939, luego de un período de apariencia
intrascendente, con gravitación solo en la esfera gremial, se orientaron hacia la conquista
de sectores importantes de la vida nacional, entre ellos la Educación.
Hasta ese momento, el cuerpo electoral —es decir la vía pacífica— había sido factor de
nulos avances del comunismo en el Uruguay.
El asesinato de uruguayos en Madrid y el cautiverio de periodistas uruguayos como
Luis Alberto Sciutto (WING) redactor de EL PUEBLO de Montevideo por parte del
Ejército rojo de España, induce al Gobierno a romper relaciones con la URSS en 1933.
Sobreviene luego en 1939 la Guerra Mundial, la unión de Francia e Inglaterra luego de
Rusia y los Estados Unidos, contra el Eje que provoca en nuestro país un amplio estado
de opinión en favor de las, potencias aliadas, circunstancia que deriva en la reanudación
de las relaciones con la URSS. Este hecho resultó de importancia en la penetración mar-
xista, porque levantó muchas e importantes barreras.
Las primeras figuras rojas del Uruguay, como Gómez y otros dirigentes de la primera
hora, fueron desplazados luego de una purga interna por un grupo de intelectuales de
mayor capacidad.
En la enseñanza primaria cobra significación Jesualdo Sosa, desde la Escuela de
Riachuelo en Colonia. Su primera actuación es contra el Gobierno de Terra, empero,
luego Las directivas del Partido Comunista hacia 1939, luego de un período de apariencia
intrascendente, con gravitación solo en la esfera gremial, se orientaron hacia la conquista
de sectores importantes de la vida nacional, entre ellos la Educación.
Hasta ese momento, el cuerpo electoral —es decir la vía pacífica— había sido factor de
nulos avances del comunismo en el Uruguay.
El asesinato de uruguayos en Madrid y el cautiverio de periodistas uruguayos como
Luis Alberto Sciutto (WING) redactor de EL PUEBLO de Montevideo por parte del
Ejército rojo de España, induce al Gobierno a romper relaciones con la URSS en 1933.
Sobreviene luego en 1939 la Guerra Mundial, la unión de Francia e Inglaterra luego de
Misioneros en Estación Vargas, 1971.
De izquierda a derecha: Carlos Lambert, Milton García y Noel Cheirasco. Rusia y los Estados Unidos, contra el Eje que provoca en nuestro país un amplio estado
Estación Vargas, 1971.
Colección: Misioneros de la Estación Getulio Vargas, 1971. de opinión en favor de las, potencias aliadas, circunstancia que deriva en la reanudación
124 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Comando General del Ejército 125
de las relaciones con la URSS. Este hecho resultó de importancia en la penetración mar- Concurso digitado para seleccionar el personal.
xista, porque levantó muchas e importantes barreras. Formación y dominio de los mandos Intermedios (Se reemplaza el segundo grado por
Las primeras figuras rojas del Uruguay, como Gómez y otros dirigentes de la primera capacitación para Directores e Inspectores).
hora, fueron desplazados luego de una purga interna por un grupo de intelectuales de El período explosivo que luego habrá de sobrevenir ha sido preparado en forma cau-
mayor capacidad. telosa pero firme.
En la enseñanza primaria cobra significación Jesualdo Sosa, desde la Escuela de Una tercera etapa comienza cuando la acción de cátedra se transforma en actividad «de
Riachuelo en Colonia. Su primera actuación es contra el Gobierno de Terra, empero, campo», y tomando el ejemplo de los intelectuales españoles durante la República y los
luego toma otros cauces y va formando en su tomo al equipo marxista que copará defini- resultados de la revolución, mexicana, aparecen en el horizonte de la formación de los
tivamente a la educación escolar, años más tarde. maestros las misiones socio-pedagógicas.
De su lado sale la diáspora marxista, entre ellos Aldo Faedo, Adelaida Faedo, Juan Los Institutos normales del interior reciben el asesoramiento de las Asociaciones
Pablo Guerra, y otros. Estudiantiles de la capital, influidas por el marxismo. El objetivo aparenté es dar a co-
Existían en ese entonces solamente dos Institutos Normales, uno en Montevideo, el otro nocer a los jóvenes maestros la realidad del campo para un ejercicio profesional eficaz
en Paysandú. El comunismo infiltra ideológicamente estos dos, y con el material recogido en ese medio.
de ellos mismos, se van creando Institutos Normales (bajo la apariencia de un real avance Estas misiones recorren los departamentos de Cerro Largo, Durazno, Tacuarembó,
educativo), los que se van a oficializar 15 años después, casi todos entre 1960 y 1970. Artigas, Soriano, etc., empleándolas como un medio apropiado para desarrollar un adoc-
Con los Institutos. Normales infiltrados, se inicia entonces una segunda etapa. Esta trinamiento que se completaba luego en las organizaciones gremiales.
tiene por objetivos las Asociaciones de Maestros, cuyo carácter cultural inicial, se va Mención aparte merecen las actividades cumplidas en Cerro Largo. Hacia 1949 se
volcando hacia la acción gremial. Los encargados de esta segunda acción son fundamen- creó el primer Centro Departamental de Misiones Socio Pedagógicas, y ese mismo año
talmente Selmar Hermán Balbi Mazzeo, Rodney Arismendi, su primera esposa Alcira inicia su función.
Legaspi y el argentino Diogenes De Georgi. En 1955 se le designa como «centro de acción permanente» en contacto con los es-
En el plano oficial, van llegando a la primera plana marxistas como Julio Castro — tudiantes del Centro de Extensión Cultural y otras «misiones», éstas de la Facultad de
redactor de Marcha— Enrique Brayer, Carlos Crespi, Alberto Frade, Ciriaco Cabrera, Medicina. El nexo entre estas organizaciones y su verdadero «alma mater» es el Dr.
Nelson Abate, Didasko Pérez, etc. Felipe Cantera Silveira, discípulo de Julio Castro, que años después fue procesado por
Hacia 1949, una nueva circunstancia termina impulsando esta ofensiva de penetración, integrar el MLN Tupamaros.
que por entonces aparecía inadvertida para la inmensa mayoría de los uruguayos. Son Sobre la base de este Centro, Miguel Soler presenta su proyecto «Primer Centro
aprobados los programas de las Escuelas Rurales, realizados por Julio Castro que copió Experimental de la Mina», aprobado por la Federación Uruguaya de Magisterio, e inge-
capítulos enteros de los programas mexicanos. Otros autores de esos planes recién años nuamente, por el Consejo Nacional de Educación Primaria en 1957.
más tarde mostrarán su verdadera identidad política, como por ejemplo, los ya mencio- El Núcleo Experimental de la Mina, en su estructura, funcionamiento, filosofía y ob-
nados Frade, Brayer, Washington Rodríguez, Miguel Soler y Vicente Foch Puntigliano. jetivos, de dirige a nuclear la acción educativa de los centros rurales sobre la base del
En 1957 en ocasión de aprobarse los planes de las Escuelas Urbanas, el fenómeno se dominio de las poblaciones marginadas. Un objetivo que luego aparece especialmente
repite. Por su lado, los planes de los Institutos magisteriales ya comenzaban a sufrir el destacado dentro de los planes de «guerrilla rural» de los Tupamaros.
influenciamiento de esta infiltración. Al sancionarse los nuevos en 1955, Marx y la «pe-
dagogía social» están en primera línea. Así, para principios de 1960, el cuadro de acción
está completo con el siguiente esquema:
Penetración ideológica a través de los programas.
Adoctrinamiento del personal docente.
COMANDO GENERAL DEL EJÉRCITO (1978), «INFILTRACIÓN EN LA ENSEÑANZA», TESTIMONIO DE UNA
Dominio gremial y gravitación en las decisiones del Estado. NACIÓN AGREDIDA, MONTEVIDEO, PP. 217-221.
126 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Comando General del Ejército 127
Réplica
de un maestro agredido
MIGUEL SOLER
El colaboracionista1 pudo también evocar la figura de Julio Castro como educador por
otras razones y haber encontrado en ellas motivos para poder seguir acusándolo de mar-
xista, comunista y subversivo. Pudo haber recordado, por ejemplo, que, siendo director
de la escuela de Villa Muñoz, en Montevideo, donde había un elevado porcentaje de
alumnos de origen judío, había tenido que hacer frente en las aulas a la discriminación
que se iba acentuando, para lo cual organizó con sus maestros un ciclo sobre historia de
las religiones. Esto no estaba previsto en los programas oficiales pero favoreció que los
alumnos de las clases superiores de primaria situaran el problema concreto que vivían en
un contexto histórico-cultural universal, lo que les permitió asumir, exitosamente, una
posición de mayor comprensión y tolerancia mutuas. […]
En 1945 fue maestro acompañante de la primera Misión Socio-pedagógica, la que fue
a Caraguatá, Tacuarembó, lo que llevó a Julio a escribir en Marcha: «Fuimos con el
propósito de hacer cultura y nos encontramos con que antes de cada acto teníamos que
dar de comer a los pequeños y a veces a los grandes». El impacto de ese contacto de
los estudiantes de magisterio con nuestra pobreza rural resultó indeleble. Yo también fui
maestro acompañante de una de esas misiones, la que fue a Arroyo del Oro, en Treinta y
Tres, algunos años más tarde. Recordemos que el colaboracionista afirma en su pág. 220
que esas misiones eran «un medio apropiado para desarrollar un adoctrinamiento que
se completaba luego en las organizaciones gremiales». El colaboracionista no sabe, por
ignorante, que no hay mayor fuente de adoctrinamiento que la realidad.
MIGUEL SOLER (2005), RÉPLICA DE UN MAESTRO AGREDIDO, MONTEVIDEO, TRILCE, PP. 108-109.
Julio Castro exponiendo en el acto realizado por la Jura de la Constitucuón, 18 de julio de 1947.
Colección: Lila Buenafama. 1. Con esta palabra Miguel Soler denomina a los anónimos redactores de la parte sobre la infiltración comunista en la
enseñanza de Testimonios de una nación agredida. [Nota de edición]
128 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Miguel Soler 129
El centro de misiones
sociopedagógicas
de Montevideo
y la extensión universitaria
JORGE BRALICH
INTRODUCCIÓN
En el año 1945, las Misiones Socio-Pedagógicas comienzan a desarrollar su labor
en torno al problema de los rancheríos rurales. Sin embargo, por razones que anali-
zamos más adelante, no quedó de toda esa labor de más de quince años un registro
orgánico y completo. Los informes de misiones, las conclusiones de congresos y re-
uniones, los planes de trabajo, etc. se encontraban dispersos en archivos particulares
y publicaciones diversas (periódicos y revistas estudiantiles, etc.). Por otra parte,
el material que se encontraba en el archivo del Centro de Misiones de Montevideo,
estaba desordenado e incompleto.
El riesgo de extravío y deterioro que corría todo este material, nos llevó a emprender
la tarea de coordinarlo y ordenarlo, formando con todo él, un esbozo de historia de las
Misiones Socio-Pedagógicas en el Uruguay. Hasta el momento, los trabajos publicados
sobre el tema pecan por parciales. En general, se basan en una visión unilateral de aque-
lla actividad y carecen de datos fundamentales.
La historia que aquí se esboza, se centra fundamentalmente en la evolución experi-
mentada por el Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Montevideo. La razón está, en
primer lugar, en el hecho de que este centro fue el primero en crearse y el que propició
con su actividad, la creación de centros similares en el interior del país. En segundo
lugar, ha sido imposible obtener información amplia y precisa sobre las misiones en
el interior. En varias oportunidades nos dirigimos a los centros del interior, solicitando
información sobre su origen, evolución, métodos de trabajo, actividades cumplidas, etc.
Sólo contados centros respondieron a esta solicitud, aportando algunos datos. Por esa
razón, la información que aquí ofrecemos, hubo que obtenerla en su mayor parte, indi-
rectamente, a través de publicaciones diversas que llegaron a nuestro poder. Queda de
esta manera aclarada la omisión parcial que presenta este trabajo. […]
130 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 131
Misioneros en Pueblo Ferrer, 1952. LA MISIÓN A CAÑAS
Colección: Olga Posada.
Estas críticas señalan la existencia de gérmenes que recién germinarían en 1954. A
principios de este año, el grupo de misioneros que actuó en la misión anterior, decidió
nuevamente dar forma orgánica al movimiento, puesto que la continuidad del mismo es-
taba dada hasta el momento por la continuidad física de sus integrantes. Para ello realizó
un amplio llamado entre todos los estudiantes universitarios y magisteriales, y efectuó
las reuniones preparatorias de una nueva misión (esta vez a Cañas, Dep. de Tacuarembó).
Ya en los preparativos de esta misión, tuvo lugar un enfrentamiento entre los estudian-
tes universitarios por una parte (los que se acercaron al movimiento en número eleva-
do), y los estudiantes magisteriales por otra. Estos últimos salvo algunas excepciones,
insistían en la fórmula de misiones aplicada hasta ese momento, dando preponderancia
al aspecto cultural de las mismas y a su repercusión en la formación del futuro maestro.
Por el otro lado, se insistía en un planteo más de fondo del problema del rancherío (re-
EVOLUCIÓN HACIA NUEVAS FORMAS forma agraria, cooperativas, etc.) y en la función de estudio y divulgación del problema.
En los años 1951 a 1953, se siguieron realizando misiones tal cual se venían haciendo Rivalidades de carácter más profesional que ideológico, separaban ambos planteamien-
desde 1945. En julio y setiembre de 1951: Barrancas Coloradas (Dep. de Durazno), en tos, que no eran en absoluto contradictorios. Hasta ese momento, si bien con interven-
julio de 1952: Arroyo del Oro (Dep. de Treinta y Tres), en setiembre del mismo año: ción universitaria, las misiones habían estado bajo la órbita de los estudiantes magiste-
Garao (Dep. de Cerro Largo), en julio de 1953: Isla Patrulla (Dep. de Treinta y Tres). No riales. A partir de entonces, la incorporación casi masiva de aquellos hacía peligrar ese
se observa en este período modificaciones de importancia en cuanto a fines o métodos de contralor magisterial del movimiento.
trabajo, pero la creciente incorporación de estudiantes universitarios y la propia madurez Las discrepancias, con todo, lograron superarse y en julio de 1954 se llevó a cabo la
del movimiento, luego de reiteradas experiencias misioneras, va perfilando una nueva misión a Cañas. Las rivalidades profesionales antes aludidas hicieron que el número de
época que se iniciará de inmediato. misioneros fuese esta vez cercano a los 40, pues cada profesión o disciplina se conside-
En 1952 las misiones seguían siendo elogiadas por lo que significaban como toma de raba indispensable y exigía la intervención de un amplio equipo. Todos estos problemas
conciencia frente al problema de los rancheríos, y como esfuerzo desinteresado. Empero, y el número excesivo de integrantes, dificultaron la organización de los trabajos, que en
en algunos sectores universitarios, se les hacia críticas (a veces excesivamente duras) a líneas generales siguió las pautas conocidas (visitas a los ranchos, actos culturales, asam-
sus métodos de trabajo: «Pero nunca podremos apoyar que una vez reunida la población bleas de vecinos, asistencia médica, agronómica, etc.). Los distintos equipos cumplieron
en torno a la escuela, se le entretenga con cantitos infantiles, recitados que nadie entien- por su cuenta trabajos a veces no coordinados. Los estudiantes de Derecho llevaron fi-
de y bailecitos, que culminan con el pericón nacional, donde lucen sus disfraces y sus ha- chas familiares con datos sobre diversos aspectos (integración de la familia, alimenta-
bilidades todos los integrantes de la misión. Siendo ésta la obra realizada para el pueblo, ción, educación, etc.), los estudiantes de Medicina y Odontología, por su parte, llevaron
sólo podemos afirmar el fracaso cultural de la misión»1; o también observaciones sobre fichas sobre aspectos especiales, y en general, puede decirse que el plan de cada equipo
la función que cumplían: «Y esto hace necesario replantear el problema de los fines de fue elaborado independientemente, sin coordinación entre sí. La confección de una ficha
las misiones socio-pedagógicas, para que no se desvirtúe toda actividad posterior. En de investigación común a todos los equipos fue discutida durante la misión, sin que se
esta etapa de su actividad, tal como se organiza y se integra una misión, no puede ni llegase a concretar nada. La falta de planificación y coordinación se hizo sentir más, por
debe pretender mejorar el lugar visitado. Por eso es necesario encarar la ampliación y otra parte, por la falta de preparación de gran parte de los misioneros, que hacían en esa
mejoramiento del organismo que estudie el problema de los rancheríos»2. oportunidad, su primera experiencia de misión.
En página anterior: Facsímil del
folleto del Centro de Misiones Socio Chocaron entonces, por un lado, una posición en general conservadora, de parte de
Pedagógicas de Montevideo. 1. Boletín del Centro de Estudiantes de Arquitectura, octubre de 1953.
Colección: Jorge Bralich. 2. El Estudiante Libre (Órgano de la Asociación de Estudiantes de Medicina), octubre de 1953. aquellos que deseaban mantener la orientación y forma de trabajo ya experimentada por
132 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 133
Sobre de la carta enviada por Rosa ellos y una posición renovadora (a veces en exceso), que sentía la necesidad de dar un EL CENTRO DE MISIONES
Paulina Pereyra a Jorge Bralich, 1959.
Colección: Jorge Bralich. nuevo giro al trabajo y a la orientación, sin que por la falta de experiencia previa, atinase Como resultado de esta compleja experiencia, al año siguiente se dio forma orgánica al
a darle una forma viable. En las asambleas nocturnas de misioneros, en las que se eva- Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Montevideo, definiendo claramente sus fines
luaban el trabajo diario y se determinaba la labor del día siguiente, se llegó a afirmar que y métodos de trabajo. Al regreso de la misión a Cañas, el grupo que se mantuvo traba-
las misiones iban a «promover la revolución» en los rancheríos. Esta visión poco realista jando, resolvió formalizar el movimiento misionero, creando el Centro de Misiones, que
de las circunstancias, iba a cambiar al poco tiempo, pero su propia fuerza llevaría a mo- ya de hecho existía. La creación del mismo dio lugar nuevamente a largas discusiones,
dificar la posición conservadora, haciendo que se tomase poco a poco una posición inter- que renovaron los planteamientos ya hechos en los períodos de pre-misión y misión. Al
media, en la que se equilibraban por un lado, la necesidad de cambios fundamentales en cabo de algunos meses y luego de períodos críticos en los que la actividad fue casi nula,
el trabajo de misión, tendiente a lograr a plazos más o menos largos, una transformación se aprobaron los Estatutos.
sustancial de la estructura económico-social del rancherío, y por otro lado, la necesidad En el Art. 1º se definía el Centro de Misiones como «una institución estrictamente
de encarar una labor viable dentro de la estructura jurídico-social de nuestro país. científica y humanista, abocada al estudio y solución del problema de los rancheríos», y
esta actividad se fundaba en la necesidad de que la Universidad de la República volcase
al medio social los aportes de su técnica y su cultura: «La Universidad de la República y
toda institución de formación técnico-profesional, cuyo sostenimiento exige de la socie-
dad fuertes contribuciones, adquieren la primordial obligación de extender los beneficios
de su técnica y su cultura a las capas sociales cuyo bajo nivel de vida y escasas posibilida-
des de superación exigen esos servicios en forma permanente o intensiva» (Preámbulo de
los Estatutos). Hasta tanto la Universidad y otros organismos docentes no incorporasen a
sus planes de estudio y programas esos fines señalados, las Misiones se mantendrían en
actividad, cumpliendo sus cometidos de «investigación y militancia social sobre el pro-
blema de los rancheríos del agro y sus proyecciones en las zonas urbanas» (Preámbulo).
El Centro de Misiones se estructuraba mediante una Asamblea General, integrada
por todos los asociados (estudiantes, o profesionales universitarios), un Secretariado
Administrativo, integrado por siete miembros con funciones de coordinación y ejecución,
varios Departamentos de Actividades Específicas (Investigación, Propaganda, Finanzas)
y la Misión propiamente dicha, que funcionaba en forma circunstancial.
Los 21 días previos y los 21 días posteriores a cada misión, constituirían el perío-
do de misión, durante el cual funcionarían las autoridades de la misma, que eran: la
Asamblea General de la Misión; la Comisión Coordinadora, formada por tres miem-
bros; la Comisión de Actos Culturales, formada por un delegado de cada equipo técnico;
la Comisión de Intendencia; la Comisión de Relaciones con los Vecinos, integrada por
cinco miembros.
134 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 135
LAS MISIONES A MOURIÑO Y ARAÚJO
La aprobación de los Estatutos del Centro de Misiones dio fin a una larga etapa de
actividades casi paralizadas. A principios de 1956, se intentó poner en marcha la nueva
organización, pero el escaso número de integrantes del Centro de Misiones no permitió
aplicar los Estatutos en forma estricta, quedando su aplicación integral para una etapa
ulterior, que —sin embargo— nunca se alcanzó. Sin embargo, aún con pocos integran-
tes, el Centro de Misiones organizó una nueva misión. Esta vez se realizó en forma
coordinada con estudiantes y profesionales del Dep. de Durazno. Mediante conversa-
ciones previas y reiteradas visitas a aquel departamento, se logró organizar un Centro
de Misiones Departamental, integrado por estudiantes de magisterio, enseñanza secun-
daria y las escuelas industrial y agraria, y algunos maestros. Entre ambos Centros de
Misiones, se concretó una misión al rancherío Mouriño (al norte del Dep. de Durazno,
sobre el Río Negro).
La isión tuvo una duración de 15 días, con la participación de unos 20 misioneros.
Aparte de la Asamblea General que se reunía diariamente para planificar la labor del día
siguiente, se integraron varios equipos y comisiones. La Comisión de Coordinación tuvo
a su cargo la coordinación general de las actividades y la fiscalización de las mismas. La Guitarreada en Pueblo Ferrer, 1952. en el Dep. de Paysandú, y en colaboración con el Centro de Misiones de ese departamen-
Colección: Olga Posada.
Comisión de Relaciones con los Vecinos, mantuvo el contacto con los mismos y fue la to, creado también con el apoyo del Centro de Montevideo.
encargada de organizar labores conjuntas con los vecinos, tales como la construcción de Pocas diferencias puede anotarse entre esta misión y la anterior, en cuanto a métodos de
un pequeño puente sobre un arroyo de la zona, y la constitución de una Asociación de trabajo u orientación. El poco tiempo transcurrido entre una y otra hacían imposible in-
Vecinos. La Comisión de Cultura organizó varios actos culturales que incluían recitados troducir algún cambio de consideración. El número de integrantes y equipos fue práctica-
y cantos por los niños del lugar, funciones de títeres a cargo de los misioneros, charlas mente el mismo y las actividades sólo se diferenciaron en su adaptación a los problemas
de carácter educativo sobre temas de higiene, problemas del medio, etc. y exhibiciones de la zona. Se realizó un censo general, actividades culturales y educativas, asistencia
cinematográficas. Asimismo se realizó un curso de labores domésticas (costura, bordado, técnica y asambleas con los vecinos, de la cual surgió una Asociación de Vecinos, para
etc.) para las mujeres del lugar. El equipo de policlínicas, constituido por un médico, un atender a la solución de algunos problemas del lugar.
odontólogo y dos enfermeras, atendió los problemas de salud, haciendo funcionar una Como balance de estas dos misiones, puede señalarse lo siguiente: pudo apreciarse una
policlínica en el local escolar. El equipo de investigación efectuó un censo total del ran- cierta madurez en cuanto a la organización de los trabajos. Los equipos y comisiones
cherío, en el cual se incluían datos sobre aspectos demográficos, económicos, culturales, tuvieron sus fines perfectamente definidos y no existió interferencia entre ellos, sino —
sociales, etc. El asesoramiento sobre problemas agrícolas, estuvo a cargo de estudiantes por el contrario— coordinación. En el aspecto de investigación, hubo una cierta unidad
de la escuela agraria del departamento. en ambas misiones, por la utilización de una misma ficha censal y un mismo plan de
En cuanto al funcionamiento de la misión, se regía por el siguiente plan: por la mañana, investigación. En cuanto al trabajo con los vecinos, se mantenía aún la confianza en las
durante el desayuno, se reunían las distintas comisiones y equipos para fijar las activi- posibilidades que ofrecía la constitución de una Comisión de Vecinos durante la misión,
dades de la mañana. Luego del almuerzo, se continuaban las labores de la mañana y se aunque luego pudiera comprobarse que éstas dejaban de funcionar al poco tiempo. Esto
comenzaba a preparar el acto cultural, que comenzaba alrededor de las 15 horas. A la último se debía, en gran parte, a la desatención del rancherío por parte de los Centros de
finalización del mismo, se efectuaban asambleas de vecinos, que duraban hasta la noche. Misiones; si bien se realizaron, luego del periodo de misión, algunas visitas a los lugares
Luego de la cena, los misioneros realizaban una reunión de evaluación y planificación. misionados, éstas carecieron de un plan preciso de actividades y no fueron lo periódicas
A fines de 1956, se comenzó a preparar una nueva misión, esta vez al rancherío Araujo, que hubiera sido de desear.
136 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 137
LAS MISIONES OFICIALES asignada la partida que le correspondía, el Consejo de Enseñanza Primaria resolvió crear
En este lapso que reseñamos se produjo otro hecho de importancia para la evolución otro Centro, ignorando la existencia del que venía cumpliendo reconocida labor, desde
de las misiones. Al elaborarse el Presupuesto General de la Nación, en el año 1956, se el año 1945.
destinó una partida de $200.000 anuales para distribuirse entre las distintas misiones, Estos Centros Oficiales, adoptaron una organización que contemplaba por un lado la
las cuales, por esta Ley, quedaban oficializadas. Estos fondos provenían de una partida necesidad de independencia de los misioneros y por otro lado, la necesidad de contralor
asignada durante la pasada guerra mundial, a la Comisión de Ayuda Social de invierno. oficial. La Asamblea de Misioneros, era, en general, el órgano planificador y ejecutor de
Esta asignación de fondos a las misiones, y la consecuente oficialización de las mis- las actividades, en tanto, como órgano de fiscalización, funcionaba una Comisión inte-
mas, dio lugar a una renovada atención hacia la actividad que aquellas desarrollaban. El grada por delegados de la Inspección Departamental de Enseñanza Primaria, y personas
Consejo Nacional de Enseñanza Primaria, que fue el encargado de fiscalizar la distribu- versadas en la materia. Muchas veces, sin embargo, y debido a la falta de experiencia de
ción de los rubros, se dio de inmediato a la tarea de organizar Centros de Misiones en los los misioneros, la orientación del trabajo estuvo dada por las autoridades departamentales
departamentos en los cuales éstos no existían. En algunos casos, aún cuando ya existían de Enseñanza Primaria.
Centros Departamentales, por motivos que oficialmente se desconocen, creó otros cen-
tros similares, a los cuales se adjudicaron las partidas correspondientes: así es el caso de LAS MISIONES EN EL INTERIOR
los Departamentos de Lavalleja y Montevideo. En este último caso, por ejemplo, a pesar En el año 1963 existían 19 Centros Departamentales Oficiales, algunos de los cuales
de las tratativas realizadas por el Centro de Misiones de Montevideo, para que le fuese coexistían —como vimos— con centros no oficiales. Su labor, en líneas generales, era
similar a la desarrollada por las misiones de Montevideo, en su primera época. La misión
cumplía en el rancherío labores diversas, entre las que señalamos: Censo (relevamien-
to de la zona, datos demográficos, analfabetismo, organización de la familia, cultivos,
higiene, etc.), Higiene (atención de la policlínica médico-odontológica, vacunaciones,
curaciones, instrucción dietética, etc.), Manualidades (enseñanza de bordado, costura,
carpintería, etc.), Asistencia Agronómica (asesoramiento sobre cultivos, distribución de
semillas, etc.), Cultura (funciones de títeres, cine, danzas, deportes, etc.).
Los equipos se integraban con estudiantes de magisterio, de escuela industrial y de
escuelas agrarias, médicos, odontólogos, agrónomos, maestros (alrededor de 25 ó 30
personas). No existía unanimidad en cuanto al número de los equipos y su función, alcan-
zando —a veces— un número elevado. El Centro de Misiones de Artigas, por ejemplo,
ha funcionado con 14 equipos (Censo, Asistencia Social, Higiene, Gimnasia, Cultura,
Folklore, Asistencia Técnica, Carpintería, Hojalatería, Cine, Desinsectización, Costura,
Cocina y Conservación de Campamento). El Centro de Misiones de Tacuarembó ha
funcionado (en 1958) con 15 equipos (Agronomía, Vivienda, Foto y Cine, Medicina,
Sanitario, Biblioteca, Veterinaria, Educación Física, Odontología, Charlas y lecciones,
Corte y Confección, Carpintería, Peluquería, Puericultura, Gabinetes Higiénicos).
En cuanto al plan de trabajo de estas misiones, es similar también al de las primeras
misiones: por la mañana, atención de las policlínicas médico-odontológicas y recorrida
de la zona a cargo de los equipos de censo; por la tarde, actos culturales con charlas,
Alumnos de la Escuela canciones, cine, títeres, etc., y por la noche, asamblea de misioneros para evaluar y pla-
en Pueblo Ferrer.
Colección: Olga Posada. nificar el trabajo.
138 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 139
EL PRIMER CONGRESO DE CENTROS DE MISIONES de las tierras laborables, insuficientes vías de comunicación, falta de planes de futuro);
En octubre de 1956, se lleva a cabo una vieja aspiración del movimiento misionero: un b) económicos (pésima distribución de la propiedad de la tierra, creciente extensión del
Congreso que reuniese a todos aquellos que, en los distintos departamentos, trabajasen en latifundio); c) laborales (escasez de trabajo fijo, salarios inadecuados); d) familiares (au-
torno al mismo objetivo. Este congreso fue organizado por los Centros de Montevideo, sencia de vínculos formales, ausencia frecuente del padre, trabajo excesivo de la mujer,
Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y Durazno, luego de conversaciones previas, en las falta de atención al niño y falta de comodidades mínimas en el hogar); e) educacionales
cuales se puso de manifiesto la necesidad de intercambiar experiencias e impresiones (deficiencias de local, de material didáctico, inadecuación de las escuelas al medio rural,
sobre la labor de misiones, así como estudiar formas de coordinación con vistas a dar ausencia de enseñanza postescolar); f) sanitarios (inexistencia de médicos y policlínicas,
unidad nacional al movimiento. desconocimiento de normas elementales de higiene, pésima alimentación); g) jurídicos
Asistieron al congreso, que se desarrolló del 12 al 15 de octubre de 1956, además de (falta de asistencia jurídica y de seguridades sociales); h) de sociabilidad (individualis-
los Centros organizadores, los Centros de Paysandú, Treinta y Tres, Salto (en calidad de mo, falta de iniciativa); i) recreativos (ausencia de entretenimientos infantiles y femeni-
observador) y representantes de organismos docentes extranjeros (Argentina, Chile). nos, influencia nociva del boliche y el juego en el hombre).
El temario aprobado por el Congreso constaba de tres puntos: a) Qué entienden Frente a este panorama de carencias, se afirmaba la posibilidad de recuperar al
las Misiones por «rancherío»; b) Las misiones socio-pedagógicas en el Uruguay, hombre del rancherío, a través de su propia actividad, y se definía al rancherío, en la
sus métodos de investigación y trabajo; c) Planes conjuntos para el futuro entre los siguiente forma:
Centros de Misiones. Es una formación esencialmente rural, producto típico de nuestra economía campesi-
Con respecto al primer punto, el congreso, en primer lugar, caracterizó el rancherío rural, na, sobre todo pecuaria, que se evidencia en condiciones deficitarias de alimentación,
como un conjunto de problemas de distinto orden: a) geográficos (desaprovechamiento vivienda, salud, educación. Su origen es pues eminentemente económico.
El Congreso estimó, ante esta situación, la necesidad de emprender el estudio detenido
de las causas y efectos de este problema, función que debía corresponder esencialmente
a la Universidad y otros órganos de formación técnico-profesional. En tanto no se con-
cretase esa acción de la Universidad sobre el medio, las misiones socio-pedagógicas
continuarían «en pie de lucha, en pos de tratamientos curativos y preventivos de las ca-
rencias señaladas», especificando, como tratamientos curativos: a) nuevas experiencias
colonizadoras; b) asistencia técnico-cultural del rancherío y fortalecimiento de la escuela
rural; y como tratamientos preventivos: a) una redistribución más justa y equitativa la
propiedad de la tierra; b) una evolución científico-práctica de los métodos de explota-
ción; c) un cooperativismo rural.
En el segundo punto del temario se analizaba la evolución de las misiones socio-pe-
dagógicas, en sus métodos de trabajo e investigación. Sobre este punto hubo acuerdo en
señalar que la evolución de las misiones presentaba dos etapas: una desde sus comienzos
hasta 1950, caracterizada por una labor meramente paliativa, asistencial, con algunos
aportes culturales, a través de charlas, espectáculos de cine, títeres, etc., y una segunda
etapa que iba de 1950, a la fecha del Congreso, caracterizada por una paulatina toma
de conciencia por parte de los misioneros, de la necesidad de encarar en forma global y
científica el problema de los rancheríos. Se recomendaba luego, la capacitación técnica
de los misioneros, la utilización de métodos de investigación adecuados a la realidad, la
Lavando los platos en Pueblo Ferrer.
Colección: Olga Posada. acción tendiente a que el habitante del rancherío tome participación activa en la labor
140 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 141
de recuperación de la comunidad, prestando atención preferencial a los intereses comu- EL CONGRESO DE MISIONES OFICIALES
nitarios, por sobre los de la misión; realización de misiones de carácter permanente que Casi dos años después (del 29 al 31 de agosto de 1958), los Centros de Misiones
posibiliten el logro de resultados duraderos, y evitar la entrega de donativos. Oficiales, realizaron un Congreso, con el fin de aunar criterios y planificar actividades.
Con respecto a la acción de las misiones fuera del rancherío, el Congreso recomendaba: Asistieron a este Congreso, delegados de los Centros Oficiales de Artigas, Canelones,
la coordinación de trabajos entre los distintos centros de misiones, la acción tendente a Cerro Largo, Colonia, Durazno, Flores, Florida, Lavalleja, Maldonado, Montevideo,
lograr que las instituciones públicas y privadas se compenetren en el problema y presten Paysandú, Río Negro, Rivera, Rocha, San José, Salto, Soriano, Tacuarembó y Treinta y
su colaboración a la solución del mismo, pero manteniendo la autonomía de los centros, Tres, y delegados de los Centros no oficiales de Lavalleja y Montevideo.
a fin de que no se viesen sujetos a imposiciones emanadas de aquellos organismos. Por El temario considerado constaba de cuatro puntos: a) análisis del reglamento de mi-
último, se proponía la creación de un Consejo de Asesores Técnicos de las Misiones, que siones vigente; b) líneas generales de organización de las misiones socio-pedagógicas y
tendría su asiento en Montevideo. documentación de sus actividades; c) normas para la elección de los lugares misionables;
El último punto del temario se refería a la elaboración de planes para el futuro, entre d) equilibrio entre los aspectos asistenciales y educacionales de las misiones. Luego de
los Centros de Misiones, creándose una Comisión Coordinadora de las actividades de los considerar el primer punto, se resolvió proponer algunas modificaciones al reglamento
Centros, integrada con delegados de cada Centro. de misiones. De acuerdo al reglamento aprobado, las misiones oficiales tendrían dos ór-
Lamentablemente, las resoluciones tomadas en este Congreso no fueron llevadas ade- ganos: a) Comisión Asesora y de Fomento, integrada por personas de versación sobre el
lante. Razones de diversa índole, fundamentalmente la falta de unidad entre los distintos problema, delegados del Centro de Misiones Departamental, y delegado de la Inspección
centros, determinaron ese hecho. Sin embargo, el saldo puede considerarse positivo. Por Departamental de Enseñanza Primaria; b) el Centro de Misiones, integrado por los mi-
primera vez se enfrentaban, en forma respetuosa, criterios valorativos y concepciones sioneros y que se dará la estructura que estime adecuada. Las misiones dependerán di-
distintas sobre los fines y actividades de las misiones, y de ese enfrentamiento surgirían rectamente del Depto. Técnico de Enseñanza Primaria, y sus fines serán desarrollar en
puntos de vista nuevos, que incidirían en el trabajo posterior. Por otra parte, el Congreso los maestros y estudiantes magisteriales «la responsabilidad ante los problemas de la
determinó una nueva agitación del problema ante la opinión pública, a través de reporta- ciudad y el campo, y capacitarlos para la gestión que deberán cumplir», y «promover el
jes, conferencias de prensa, y notas periodísticas. bienestar de las zonas que presenten un nivel de vida insatisfactorio, mediante una labor
eminentemente educativa», contribuyendo «a mejorar la cultura, salud, producción, vi-
vienda, alimentación y vestido de los habitantes de esas zonas».
El segundo punto (líneas generales de organización de las misiones socio-pedagógi-
cas y documentación de sus actividades), dio lugar a las siguientes conclusiones: a) los
Centros de Misiones serán neutrales en los aspectos político y religioso y se integrarán
con estudiantes, maestros y otros profesionales o personas socialmente útiles; b) se reco-
mendaba la realización de misiones permanentes, previo cumplimiento de giras breves
de dos o tres días, y misiones temporarias de una o dos semanas; c) se establecían planes
generales de actividad, como guía para futuros trabajos de los Centros, y se sugería el
tipo de documentación que cada centro debía llevar de sus actividades (planes de trabajo,
fichas de investigación, informes, libros de actas, fotos, films, etc.).
Con respecto al tercer punto (normas para la elección de lugares de misionar), se
acordó, entre otras cosas: la realización previa de un estudio general del Departamento,
en base a informaciones aportadas por instituciones diversas (Consejo Departamental,
Policía, Centro de Salud, Instituto de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura, Oficina
Escuela de Pueblo Ferrer.
Colección: Olga Posada. de Catastro, etc.) y —aunque ello no fue considerado por la Asamblea Plenaria— la
142 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 143
Comisión correspondiente sugirió normas para la elección de los lugares a misionar: se Misioneros lavando en Pueblo Ferrer.
Colección: Olga Posada.
debería tener en cuenta el tipo y extensión de los problemas de la zona, la actitud comu-
nitaria o individualista de sus habitantes, la existencia de fuertes divergencias entre éstos,
las dificultades de acceso a la zona, las comodidades ofrecidas por el local escolar, para
la realización de los trabajos de misión, etc.
Por último, en cuanto al equilibrio entre los aspectos asistenciales y educacionales de
la misión (punto 4º.) el Congreso acordó «que el trabajo de misiones debe fundarse en el
proceso educativo, mediante el cual el grupo social hace suyas las realizaciones y éstas
constituyen respuestas a las interrogantes que la comunidad en su proceso de superación
haya establecido», y que «es indispensable lograr un adecuado equilibrio entre los as-
pectos asistenciales y educativos para cada uno de los sectores de trabajo», señalándose
el peligro de los sentimentalismos que pueden desvirtuar la función educativa.
Fuera de temario, el Congreso aprobó una sugerencia a la Sección Educación Rural, a
fin de que ésta colaborase con los Centros de Misiones no oficiales, a los que se les reco-
nocía el valor de la actividad cumplida hasta ese momento.
LA MISIÓN PERMANENTE
Después de realizada por el Centro de Misiones de Montevideo la misión al ranche-
río Araújo, se planteó nuevamente —y en base a lo discutido en el Congreso del año
1956— la necesidad de encarar una labor de misión de carácter permanente, que permi-
tiese realizar un ensayo de recuperación de un rancherío, con algunas posibilidades de
éxito. Las misiones temporarias sirvieron, es cierto, para conocer el problema del ran-
cherío rural y para ejercer una acción asistencial importante, pero, por su mismo carácter
temporario, carecía de efectividad, en cuanto a lograr transformaciones importantes en
los núcleos misionados.
Para este ensayo de misión permanente, se eligió un grupo de tres rancheríos ubicados
en la 5.ª Sección del Departamento de Flores (Pintos, Costas del San José y Piedras), los
cuales, además de presentar las características típicas de nuestros rancheríos rurales (bajo
nivel de vida, escasa o nula asistencia técnica, subdesarrollo económico, etc.), eran de
fácil acceso desde Montevideo.
En su primera etapa (julio de 1957 a 1959) la labor se realizó mediante visitas es-
porádicas a la zona, algunas de una semana de duración. Durante esas breves giras, se la zona. Dos circunstancias hicieron que toda esa labor se resintiese en forma notable: la
cumplía una labor asistencial a cargo de los equipos médico-odontológico, agronómico y falta de locomoción adecuada, que impedía el traslado frecuente y regular de los equipos
veterinario, y una labor cultural y educativa, mediante charlas, funciones de cine, juegos de trabajo, y la prohibición —por parte de las autoridades de Enseñanza Primaria— de
con los niños y jóvenes, etc. Paralelamente, se realizaban reuniones con los vecinos, ten- seguir utilizando el local escolar para los trabajos de misión. La carencia de un local para
dientes a agrupar a éstos tras un objetivo comunitario, lográndose la constitución de una instalar las policlínicas y reunir a los vecinos, provocó la paralización casi absoluta de los
Comisión de Vecinos para emprender la discusión y solución de algunos problemas de trabajos, hasta 1959, en que volvieron a regularizarse.
144 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 145
LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA Poco a poco, sin embargo, fue desdibujándose su individualidad hasta prácticamente des-
En el año 1956 el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República crea una aparecer como tal.
partida presupuestal para atender las actividades de extensión universitaria y designa al Dificultades de diverso orden (sobre todo la falta de colaboración de otros organismos
mismo tiempo una comisión para dirigir esas actividades. Los fundamentos filosóficos oficiales: Consejo de Enseñanza Primaria, Intendencias Municipales, etc.) trabaron el
que sustentaban ese tipo de actividad quedaron expresados poco después en el Art. 2 de normal desarrollo de las actividades del Departamento de Extensión. Para el año 1965 el
la Ley Orgánica Universitaria aprobada en el año 1958, en el cual se establecía que a la plan suburbano en Barrio Sur había logrado mantenerse con algunas pocas actividades de
Universidad le incumbe «difundir y defender la cultura», y «contribuir al estudio de los interés popular: consultorio jurídico, policlínica dental, club juvenil, etc. En el plan rural
problemas de interés general y propender a su comprensión pública». la negativa de las autoridades escolares a facilitar la escuela del lugar para las actividades
En 1959 y sobre la base de la Comisión ya referida, se organiza el Departamento de de extensión, obligó a la Universidad a adquirir un predio de 4 hectáreas y a construir
Extensión Universitaria y Acción Social, cuyo reglamento —aprobado en setiembre de en él un local comunal con participación de los vecinos3. En ese local se llevaron a cabo
1960— establece como objetivos: tareas de asistencia médico-odontológica, agropecuaria, cursillos de manualidades, tra-
Capacitar a la comunidad para la comprensión y solución de sus problemas mediante el bajos con grupos de niños y adultos.
esfuerzo organizado de la propia comunidad. En marzo de 1967 el Departamento de Extensión llevó a cabo el Programa de Acción
Ampliar la esfera social de la Universidad poniéndola al alcance de sectores que no Social Universitaria, el que tuvo un doble propósito de acción social y de investigación.
tienen acceso a ella por razones socio-económicas. Fue llevado a cabo por 215 universitarios (en su mayoría estudiantes), los que se distri-
Crear una vinculación solidaria entre la Universidad y los sectores populares a efectos buyeron en 40 rancheríos.
de que haya una interacción activa entre ambos. Los grupos de universitarios —cuyo número de integrantes osciló entre 3 y 6— convi-
Realizar el estudio de problemas de interés general propendiendo a su comprensión vieron durante tres semanas en los lugares que les fueron asignados. Un doble juego de
pública en estrecho contacto con el pueblo. consecuencias ocurrió a partir de entonces. Para los estudiantes: recibir un impacto for-
Divulgar los conocimientos culturales-artísticos, técnicos, científicos, a la población en mativo en su personalidad, resultante del conocimiento de nuestras realidades humanas
general, a las comunidades organizadas y a los órdenes universitarios. más deficitarias y sin perspectivas. Este enriquecimiento no derivó desde luego del solo
Impartir a los estudiantes una enseñanza activa en contacto con el medio social en que choque emocional. Cada lugar fue científicamente estudiado a través de cuestionarios
deberán actuar una vez graduados. preparados en forma muy cuidadosa. Por un lado el relevamiento censal y la investiga-
Vincular a la Universidad a través de actividades prácticas con las otras ramas docentes ción de actitudes y opiniones; por otro, la aplicación de la cartilla etnográfica para el
y con instituciones que efectúan labor social afín a la extensión. conocimiento (incluso a través de la documentación fotográfica) de la cultura material
Ya a partir de su creación el Departamento de Extensión encara la puesta en marcha y espiritual de la pobreza rural uruguaya. Los núcleos visitados, a su vez, recibieron,
de tres planes: uno urbano, otro suburbano y otro rural. El plan de trabajo urbano se es- cuando las circunstancias fueron propicias, la dinámica juvenil proyectada como acción
tructura sobre la base de contactos y actividades llevadas a cabo en el barrio Sur —de social: organización de reuniones, solución de algunos problemas comunitarios bási-
Montevideo— desde 1956: encuesta sobre las condiciones médico-sociales y sanitarias, cos... Todo muy distante de las formas de caridad o beneficencia generalizada durante
etc. El plan suburbano se desarrolló en otra zona del Departamento de Montevideo que años en experiencias estudiantiles sobre rancheríos”4.
englobaba tres barrios: Instrucciones, Borro y Unidad Casavalle, para los cuales se pro- En los primeros años de la década del 70 los trabajos de extensión se habían diversifica-
yectaron programas de medicina preventiva, organización de cooperativas, huertas fami- do incluyendo otras zonas tales como La Charqueada (Dep. de Treinta y Tres), Capilla del
liares, biblioteca, etc. Por último, el plan rural se organizó sobre la base de la experiencia Sauce (Dep. de Florida), Rincón de la Bolsa (Dep. de San José), en las cuales trabajaban
de Misión Permanente que el Centro de Misiones Socio-Pedagógicas venía llevando a equipos de Facultad de Derecho (Consultorio Jurídico), Facultad de Medicina (Cátedras
cabo en los rancheríos del Departamento de Flores (Pintos, Piedras, Costas del San José).
3. En 1962 un campamento de trabajo en el que participaron 20 estudiantes y 10 docentes y profesionales, inició la
El Centro de Misiones quedó integrado al principio —como equipo de trabajo rural— al
construcción del mismo sobre un proyecto elaborado por el Instituto de la Construcción de la Facultad de Arquitectura.
Departamento de Extensión Universitaria, supervisado y subvencionado por este último. 4. Germán Wettstein y otros (1967), Los rancheríos y su gente. Montevideo, Departamento de Extensión Universitaria.
146 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 147
de Pediatría y Sociología), Facultad de Ingeniería (Cátedra de Ingeniería Sanitaria), y simpatía hacia aquellos muchachos esforzados que sacrificaban sus vacaciones para
Facultad de Odontología, Escuela de Servicio Social, etc. Al producirse la intervención ir a trabajar a un rancherío (y esto contribuyó a crear una falsa aureola de mártires en
de la Universidad por parte del gobierno de facto poco antes instaurado, las actividades torno a los misioneros). Sin embargo, los planteos realistas del problema rural y la
de extensión fueron suspendidas en forma definitiva y los archivos del Departamento insistencia en señalar su papel de trabajadores sociales (y no de mártires), por parte
destruidos o sustraídos. Este vacío de documentación hace hoy difícil reconstruir ese rico de los misioneros, a través de declaraciones, congresos, etc. modificó en parte aquella
pasado, pero ha quedado viva —a pesar de la represión sufrida— la inquietud por renovar opinión, haciendo que se prestase más atención al problema en sí de los rancheríos, que
esas experiencias. En el momento actual, en varios centros universitarios, se agita nueva- a la labor de los misioneros.
mente la problemática de la extensión universitaria y los núcleos estudiantiles manifies- La conciencia nacional en torno al problema de los rancheríos rurales, se debe en
tan su deseo no de repetir servilmente aquellas experiencias, sino de encontrar —a partir gran parte, a la instancia con que dicho problema fuera planteado por los Centros de
de la misma filosofía— los medios adecuados a la circunstancia presente. Misiones, ante la opinión pública.
4) En lo que respecta a métodos de trabajo, es interesante señalar que las misiones
CONCLUSIONES casi desde sus comienzos, y sin que mediase especulación teórica alguna, las técnicas
Para finalizar este esbozo histórico de las Misiones Socio-Pedagógicas en el Uruguay, y métodos más adecuados. Así, a los efectos de la investigación del rancherío, se hizo,
hagamos un breve balance de sus resultados: de hecho, aplicación de la técnica de la «monografía de aldea», tal como la practicó el
1) Con respecto a la influencia ejercida sobre la conciencia social universitaria, el sociólogo rumano Gusti. Cada equipo técnico investigaba un aspecto de la comunidad
resultado puede considerarse altamente positivo. Una de las finalidades iniciales del (sanitario, económico, social, cultural, etc.) coordinándose todos estos datos en un infor-
movimiento, fue capacitar al futuro maestro para el trabajo en el medio rural, a través me final, verdadera «monografía» del rancherío.
de una toma de conciencia de los problemas del mismo. Esa finalidad tomó luego un En cuanto al trabajo con la comunidad, también en forma espontánea, se llegó a la
sentido más amplio, señalándose la necesidad de que todos los profesionales adquiriesen aplicación de técnica que coincidían con las aplicadas en Educación Fundamental y
también a través de ese contacto con la realidad, conciencia de los problemas sociales organización de Comunidad (investigación del medio, análisis de sus problemas y nece-
de nuestro país. sidades, discusión de los mismos con la comunidad, planificación de labores tendientes
2) Los estudios realizados en nuestros institutos de enseñanza superior, tuvieron casi a encarar dichos problemas).
siempre un marcado carácter abstracto, teórico, desligado de la realidad: el enfermo era En un medio como el nuestro, en que las experiencias de investigación y trabajo social
un enfermo de hospital, en el que no contaba su situación económica o sus problemas han sido siempre muy escasas, el antecedente de las misiones, es por demás importante.
familiares el litigante era conocido sólo a través de un expediente y no en su expresión 5) Por último cabría plantearse qué perspectivas se le ofrecen a la extensión universi-
más real y concreta, y lo mismo podría decirse de las demás profesiones. Es natural, taria en estos momentos. Ya hemos señalado el interés demostrado por grupos estudian-
entonces, que un contacto con un medio social de características tan especiales como tiles, a pesar de no haber conocido directamente las experiencias anteriores y a pesar de
nuestros rancheríos rurales, provocase una transformación en los puntos de vista del la represión ideológica sufrida. Por otra parte la Universidad ha reiterado su propósito
futuro profesional. Por supuesto, que un único y breve contacto de 13 días —a lo lar- de vincular su hacer educacional y científico a la problemática social nacional y por
go de varios años de estudio— no podía obrar maravillas. Muchas veces la esperada último la compleja y difícil coyuntura económica y política que vive nuestra sociedad
transformación no se lograba y los estudiantes salían de la experiencia misionera, in- ofrecen un campo propicio para la labor de estudio y esclarecimiento que la Universidad
diferentes a ella. Pero, en general, podemos afirmar que la inmensa mayoría de los que se ha venido proponiendo desde muchas décadas atrás. Por todas esas razones es razona-
vivieron dicha experiencia —y las posteriores desarrolladas en el ámbito de la extensión ble suponer que los trabajos de extensión universitaria se reemprenderán a la brevedad
universitaria— adquirieron en menor o mayor grado, una visión más ajustada de nuestra en todo el ámbito universitario.
realidad social rural y un sentido más humanista de su profesión.
3) La influencia sobre la opinión pública, es otro rasgo positivo del movimiento de JORGE BRALICH (1986), EXTRACTO DE SU LIBRO LAS MISIONES SOCIOPEDAGÓGICAS EN EL URUGUAY.
UNA EXPERIENCIA PRECURSORA DE LA EXTENSIÓN UNIVERSITARIA. MONTEVIDEO, EDITORIAL
misiones. En un primer momento, la reacción de la opinión pública fue de compasión NORDAN-COMUNIDAD.
148 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Jorge Bralich 149
Las misiones socio-pedagógicas
en el Uruguay
GLADYS MÉNDEZ
Temprano en la mañana, mientras los estudiantes misioneros tomaban su café con ga-
lleta, ya los vecinos empezaban a llegar a la escuelita: a sacarse una muela, a que el
juez los casara, a ver por qué se le apestaba un árbol o se le había enfermado un animal.
Mientras un equipo de jóvenes estudiantes daban las primeras clases de tejido o de corte a
las muchachas del lugar, otros futuros maestros enseñaban a los niños á modelar el barro,
y cuatro o cinco salían a recorrer los ranchos para poder dar testimonio más tarde de la
realidad de aquel rancherío perdido entre latifundios.
A la tarde misioneros, chiquilines, vecinos y hasta trabajadores de alguna estancia cer-
cana se acercaban al local escolar a compartir canciones, danzas, teatro, charlas cultura-
les, a ver -muchos por primera y única vez- cine. Hasta que terminaban las vacaciones y
llegaba el día del adiós.
En realidad ¿fue aquel un adiós para alguien? ¿Era un adiós quedar con los ojos abier-
tos, llenos de verdad, de dolor y de esperanza?
150 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Gladys Méndez 151
Encuadradas por esta realidad social, las asociaciones de estudiantes magisteriales actitud política para el análisis del problema del rancherío. El planteamiento idealista
vuelven la espalda al puerto capitalino y miran hacia el interior. Hay todo un «ambiente» de «ir a llevar» con que el estudiante de la ciudad partía hacia el campo, retornaba
que se viene nutriendo de iniciativas ubicables entre la caridad cristiana y la conciencia transformado en conciencia de haber recibido: en comprensión, en conocimiento, en
crítica. El problema del rancherío o «pueblo de ratas» es analizado desde la Iglesia hasta experiencia de la vida.
el Parlamento nacional. Este proceso individual se reflejó en el propio Centro de Misiones y su evolución.
En 1940 una Comisión de la Cámara de Representantes recorre Rivera y Artigas, para Entre los años 45-50, su función fue de aprendizaje para el estudiante en lo perso-
estudiar e informar sobre la realidad del norte del país. A su regreso propone varias me- nal, y de divulgación de un problema real en lo nacional. En ese periodo se fundan
didas para mejorar las condiciones de vida de esa zona; ninguna se lleva a la práctica. Centros de Misiones en casi todos los departamentos del interior, siempre con las
En 1944 una ley relativa a los inmuebles rurales vuelve a ocuparse del «rancherío». mismas formas organizativas.
La aplicación de esta ley será recomendada al Instituto Nacional de Colonización en En su segunda etapa, entre los años 50 al 70, el Centro de Misiones Socio-Pedagógicas
1949, pero cualquier intento de medidas concretas rebota en interminables interpreta- de Montevideo, deja de ser magisterial y se funda el Instituto Central de Misiones Socio-
ciones teóricas de la ley. Pedagógicas, integrado por estudiantes de todos los institutos de enseñanza: I. Normal,
I.P.A., Universidad del Trabajo y de todas las facultades universitarias. Se amplía su
LA RESPUESTA ESTUDIANTIL organización y se profundiza en sus finalidades. Se aprueban sus estatutos, y en su de-
En el magisterio, maestros de la talla de don Agustín Ferreiro y Julio Castro ofre- claración de principios, dice nada menos: «Bregar por la recuperación de los núcleos
cían líneas de interpretación de la realidad rural; nacían las primeras escuelas granjas, poblados de la campaña que por sus condiciones económicas y socioculturales reciben
se realizaba el Congreso de Maestros Rurales de 1949, con propuestas para un programa el nombre de “rancheríos”».
firmemente arraigado en lo nacional, instrumento de acción que maestros capaces y vo- Esta fue una época particularmente enriquecedora para los estudiantes y egresados que
cacionales desarrollaron hasta en los más recónditos rincones del país. participaron y mantuvieron el contacto con el trabajo misionero. Quizá su punto más alto
Desde otros lugares —México y España republicana— teníamos noticias en ese mo- fue el 1.er Congreso de Centros de Misiones, realizado en octubre de 1955. En él se carac-
mento de Misiones Pedagógicas y Misiones Culturales realizadas en años anteriores. terizó el conjunto de factores que dan perfil al rancherío y se propuso la metodología de
El modelo latinoamericano tuvo influencia en la organización que se dieron las Misiones investigación a desarrollar por los Centros de Misiones.
Socio-pedagógicas programadas por la Asociación de Estudiantes Magisteriales, desde
1945. Pero pertenece a la Republica Española el enunciado de principios: «Ha llegado la
hora de que el pueblo se sienta participe de los bienes que el Estado tiene en sus manos
y deben llegar a todos por igual».
Entre los años los años 1945 y 1950, se realizaron las Misiones durante las vacaciones
de julio y septiembre. Lo que se inició como una forma de práctica docente rural, se fue
ampliando en sus propósitos, y su estructura requirió un equipo multidisciplinario que
abarcó a todos los centros estudiantiles universitarios. Estudiantes y algunos egresados
de las Facultades de Agronomía, Veterinaria, Arquitectura, Ingeniaría, Derecho, Ciencias
Económicas, Medicina, Odontología, Servicio Social, fueron uniéndose a la Asociación
de Estudiantes de Magisterio y participando de todas las etapas de planificación, ejecu-
ción y evaluación de las Misiones Pedagógicas.
Cada año se renovaba una parte de los integrantes, de modo que los «veteranos» ser-
La misionera Gladys Méndez
vían de apoyo a los recién incorporados. Algunos llegaban ingenuamente movidos por con una habitante del rancherío
de Rincón de Pacheco.
el deseo de servir. Muy pronto pasaban de la omnipotencia juvenil a la iniciación de una Colección: Gladys Méndez.
152 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Gladys Méndez 153
LA RESPUESTA OFICIAL el desarrollo de tareas de los distintos equipos (había también maestros y estudiantes ma-
Acá hay que detenerse y reflexionar. Este es un movimiento social que empieza a tomar gisteriales) hasta la asfixia económica a la Universidad y por ende, a su Departamento de
ciertas características que alarman a la clase dominante. ¿Qué es esto de ir a los rancheríos Extensión. De todos modos el intento funcionó en forma sostenida, hasta que en la época
a organizar democráticamente al vecindario, en comisiones que busquen soluciones po- de la dictadura fue saqueado el local construido por misioneros y pobladores y todo su
sibles a sus problemas de caminos, de colocación de productos agrícolas, de atención de equipo asistencial.
la salud, de cumplimiento de la gratuidad de la enseñanza, de construcción de viviendas?
¿Qué lenguaje es ése, que nombra salarios, beneficios sociales, jubilaciones y pensiones, ¿DÓNDE CONDUCE TODA ESTA HISTORIA?
leyes laborales? Parece que están tratando de debilitar ciertas normas no formuladas pero Y toda esta historia, ¿conduce a alguna parte?
férreamente ejecutadas por el sistema político, y más grave que se esté haciendo conocer Acá estamos, dos años después del regreso al sistema político democrático: el campo
a quienes son los propios interesados, todo el cuerpo legal que el Estado ha aprobado pero más despoblado, la escuela rural más pobre y más aislada, los mismos problemas de ran-
cuyo cumplimiento no es exigido por ignorancia o desorganización de los destinatarios. cheríos, pero no de la misma magnitud y características.
Cada vez que la aplicación de una línea nacional y progresista se afianza en algún área Estamos más latinoamericanizados: la marginalidad que teníamos que salir a buscar en
del sistema educativo, y comienzan a verse ciertas posibilidades de cambios cualitativos, ferrocarril, ahora convive con nosotros a la vuelta de la esquina. Basta andar dos kilóme-
la clase dominante se siente atacada y ejerce su poder. En este caso, el oficialismo, a tros desde la plaza Libertad para encontrar la tugurización de la Ciudad Vieja; alcanzan
través del Consejo de Enseñanza Primaria y Normal de la época, tomó las riendas de los veinte minutos de ómnibus desde el Centro para encontrar la marginalidad con todas sus
Centros de Misiones. Quizás no todos los maestros y estudiantes que integraron las filas condiciones, cualquier sea el punto cardinal elegido.
de las Misiones Pedagógicas oficiales lo vieron y comprendieron así, pero con la perspec- Se podría pensar entonces, que la Misión Sociopedagógica de 1987 debe organizarse a
tiva que da el tiempo transcurrido no creemos que quepa otra interpretación. partir de cada escuela, reuniendo el mayor equipo multidisciplinario posible.
En un proceso sistemático el oficialismo fue cortando gajo a gajo: Centro de Misiones, Otras circunstancias, otro encuadre, otra organización. Pero los mismos principios: la
Núcleo Experimental de la Mina, Ensayo experimental del Movimiento por la Escuela vivencia educativo a doble vía: estudiante o profesional —comunidad— interactuando
Nueva en Nuevo París… Y les llegó el turno luego a las Escuelas Granjas, a las escuelas y creciendo.
experimentales de Malvín y del departamento de Canelones, hasta la depredación total Para ser más varelianos. Para ser libres.
realizada por la dictadura, al amparo de la nefasta Ley 14.101.
Es justo señalar que la conciencia profesional del maestro y su fuerte postura como
trabajador social dio frutos rescatables de las propias Misiones Pedagógicas oficiales.
En el Congreso de Misiones oficiales, realizado en 1956, se recomienda «que haya un
adecuado equilibrio entre los aspectos asistenciales y educativos» y se perfila en los do-
cumentos finales cierta intención interesante entre misioneros y «misionados».
En este período, las Misiones «no oficiales» evolucionan hacia el establecimiento de
una Misión Permanente Experimental, en un lugar seleccionado de acuerdo a sus carac-
terísticas y a las posibilidades de acceso en cualquier época del año.
Se eligió un grupo de tres rancheríos (Pintos, Piedras y Costas de San José) en el de-
partamento de Flores. El eje de su organización estuvo en el Departamento de Extensión
Universitaria, en virtud de los cometidos que le fijara la Ley Orgánica de la Universidad
sancionada en 1958.
Este intento se vio obstaculizado de mil maneras, manifiestas o no. Desde la prohibi-
ción, por parte del Consejo de Enseñanza Primaria, del uso de los locales escolares para GLADYS MÉNDEZ (1987), «LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS EN EL URUGUAY»
154 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Gladys Méndez 155
Proyecto de misiones
socio-pedagógicas
presentado a la dirección
del IFD de Treinta y tres
DANIEL MIRABALLES
OBJETIVOS
Muchos son los objetivos que se propone el I.F.D. de Treinta y Tres para llevar adelante
un proyecto sobre misiones socio-pedagógicas.
Los más importantes son:
Formación integral del futuro docente. No sólo queremos que el maestro que salga de
nuestro Instituto esté capacitado técnicamente, sino que lo esté humanamente y para ello
la experiencia que da integrar una misión socio-pedagógica es única.
Sensibilizarlo ante los problemas que plantea el medio rural.
Tomar contacto con este medio, segura primera etapa del maestro recién salido en
el interior.
Octubre de 1988, la misión socio-pedagógica a Rincón de Gadea.
Aprender a ser partícipe de equipo inter y multidisciplinares, para estudiar y solucionar
El equipo de cocina: Hugo Suárez Falcón, Daniel Miraballes, y Bolívar Guillermo.
Un alumno de la escuela, les hace compañía.
problemas que presenta la educación en el medio rural.
Colección: Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Treinta y Tres. Hacer ver la necesidad del trabajo de núcleos escolares y así solucionar el problema
del aislamiento y sentir el apoyo de otros maestros cuando éste nos abruma.
156 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Daniel Miraballes 157
RECURSOS CON QUE CONTAMOS PLAN DE LA ACTIVIDAD
La tarea de las misiones socio-pedagógicas ha sido siempre apoyada por instituciones El plan de trabajo ha tenido siempre tres etapas que creemos que, si cristaliza este pro-
públicas y privadas, pero también por personas que han dejado la comodidad de su casa yecto, deberán respetarse.
para llevar adelante esta empresa. Etapa de pre-misión
Así hemos contado y seguramente seguiremos contando con: Esta es la etapa preparatoria donde los misioneros harán todas las tareas necesarias para
Expertos agrarios llevar a cabo este trabajo. Es muy importante para la formación del grupo.
Maestros (en actividad y jubilados) Etapa misión socio-pedagógica
Ingenieros agrónomos Esla verdadera etapa de la misión donde se cumple y pone en práctica el plan estudiado
Veterinarios y proyectado en la etapa de la pre-misión.
Médicos El trabajo aquí se realiza en equipo y tiene importancia fundamental la «asamblea noc-
Profesores de educación física turna», donde en plenario se critica el trabajo que se realizó en la jornada pasada y se
Odontólogos prepara el trabajo para la que viene.
Y, por supuesto, con el entusiasmo juvenil de los estudiantes del Instituto Etapa post-misión
Es ésta la última etapa donde se concluye el trabajo haciéndose un análisis profundo de
todo lo realizado.
Es la etapa de reflexión y de autoanálisis. Muy importante para ver, luego de la expe-
riencia, los errores cometidos por el grupo y por el misionero.
NECESIDADES
Para llevar a cabo el proyecto son dos grandes necesidades las que habría que solucionar:
Comida
La necesidad de comida depende de la duración de la misión —una semana o quince
días—, y de cantidad de personas que vayan a la misión, por lo tanto daremos un estima-
tivo en dólares por día y por persona.
Estimamos que dos dólares es una cantidad que está dentro de lo normal.
Transporte
El segundo gran problema es el transporte, no el vehículo, ya que éste lo hemos conse-
guido siempre o por medio de particulares o a través de la Intendencia Municipal o de la
jefatura de Policía.
El gran problema es el combustible y estimamos en 80 litros la necesidad prioritaria, y
no damos costo por la variación periódica de éste.
158 Reflexiones pasadas y presentes en torno a las misiones socio-pedagógicas Daniel Miraballes 159
LOS RANCHERÍOS:
UN PROBLEMA SOCIAL
DE URUGUAY
Los problemas
que más nos preocupaban
MIGUEL SOLER
MIGUEL SOLER, EL MOVIMIENTO A FAVOR DE UNA NUEVA ESCUELA RURAL, (ESCRITO EN 1987).
DENOMINACIONES Y DEFINICIONES
Es bastante común y notable, que se considere como un mismo fenómeno, la existencia
en el medio rural y en el suburbano, de grupos sociales señalados por el pauperismo de
sus niveles de vida.
El punto de partida de estas apreciaciones confusas está justamente en la categoriza-
ción de esos grupos hecha únicamente en base a su común carácter deficitario se cae en
el error, luego, de tomar como una misma manifestación de idénticas causas, y por tanto
iguales en su régimen en medios distintos agregados que son sociológicamente perfecta-
mente distinguibles.
El hecho en apariencia simple que se hallen enclavados en zonas contiguas a la ciu-
dad y recibiendo por tanto una marcada influencia ciudadana, o diseminados en la cam-
paña, lejos material y socialmente de aquellos centros y del contagio «urbanizante» —
no urbanizador— que ellos provocan, nos dice bien a las claras que no son precedentes
esas identificaciones.
Esta equivocidad de apreciaciones, no solo se nota en el común de la gente, que no
gusta de lo que se considera minucias clasificatorias, sino aún en aquellos más precisos
en sus conceptos y más informados y vinculados con estos grupos y sus problemas.
No tiene pues la distinción un valor únicamente técnico-docente, ante una visión de
estudio de la sociedad de nuestro país, sino también en sentido de conveniencia practica,
puesto que en los círculos políticos y administrativos que trabajan por la superación de
la existencia mísera de esos grupos, ya casi ciudadanos, ya campesinos, es evidente esa
oscuridad en los criterios distintivos.
Como decíamos, se parte de la consideración de problemas comunes o similares de am-
bos grupos, y se llega al convencimiento de que responden a comunes y similares causas
y que sus soluciones tendrán que tener esto —que puede a veces ser verdad pero que no
lo es necesariamente— muy en cuenta.
Caricatura donde aparecen los misioneros socio-pedagógicos Renzo Pi y Germán Wettstein.
Colección: German Wettstein.
180 Los Rancheríos Renzo Pi Hugarte y Germán Wettstein 181
Si bien en los grupos de vida deficitaria del medio urbano o rural, hay un emparenta- estado de relativo buen vivir a la miseria por falta de posibilidades de trabajo y por tanto
miento ocasionado por sus especiales problemas, el hacerlos sin más mellizos solo puede de superación. Ésta de posibilidades y no la miseria en sí, aunque se vea acentuada, es lo
traer en los hechos fracasos en sus logros de superación. que más caracteriza al nuevo momento.
Reflejo de esta imprecisión distintiva, es la denominación aplicada a estos grupos; mu- La ubicación de los rancheríos como decimos, estuvo condicionada al hallazgo de un
chas veces el termino con que se designa un tipo de agregado, tiene un contenido mas lugar donde pudieran ubicarse sin temor a reclamos; por eso la lejanía de algunos de esos
amplio y engloba en su significación otros grupos distintos al que quiere señalar otras grupos y su especial división. El grupo humano, siempre ha tratado de establecerse en el
veces se le da un alcance mas generalizador a una palabra que designa exclusivamente un lugar donde el suelo fuera más fértil y propicio al cultivo al pastoreo, los rancheríos se
tipo de grupo y no otros por más similares que puedan parecer. hallan por lo general en tierras pobres porque esas fueron las que se dejaron abandonadas.
Concretamente para los grupos rurales, se han aplicado los denominativos de «ran- La lejanía de la ubicación de los rancheríos, ocasionó mayor dificultad para conseguir
cheríos», «caseríos», «pueblos de ratas», etc.; consideraremos la justeza de los mismos. trabajo en el sitio, debiendo los hombres, para ello alejarse de su vivienda. Eso produjo
Para ello es preciso, primeramente, caracterizar el rancherío rural de modo que su pro- al par que efectos en lo familiar, efectos en el equilibrio de la demanda de trabajo y los
pia definición señale lo apropiado de las denominaciones, y proporcione al mismo tiem- salarios, pues aquella debió aumentar por todas las nuevas condiciones técnicas, a lo que
po un concepto de grupo que evite la confusión con los agregados miserables suburbanos. hay que sumar la concurrencia de trabajadores de lugares distantes, con lo que disminu-
yeron sus retribuciones.
El rancherío rural, su origen y caracteres Ocurrió también que pequeñas estanzuelas fueron dividiéndose por efecto de las suce-
Esta difícil tarea de tipificar un grupo social exige tener en cuenta elementos diversos sivas generaciones numerosas que heredaban sus tierras, llegando al fin a un grupo de
que tienen que ver con su formación, ubicación, ecología, actividades, etc. enclavamiento minifúndico que favoreció la formación del rancherío.
El rancherío rural, tal como lo vemos en la actualidad, es el resultado de procesos eco- Por estos arbitrarios modos de surgimiento, es que su apariencia es variable: algunas
nómicos y sociales que tienen que ver con el régimen de división y propiedad de la tierra, muestran un apretujamiento de ranchos en pocos metros de terreno, otros son más alarga-
y con la dedicación de la misma a trabajos determinados y los métodos usados al efecto. dos y más espaciadas sus construcciones.
Con la ruptura social campesina clásica —la estancia— que será en lo sucesivo única- Como, decimos, se hace comenzar este proceso con el alumbramiento de los campos;
mente una explotación económica, surgen los rancheríos. se puede considerar terminado en cuanto a la formación de nuevos rancheríos rurales,
Este cambio se debió al advenimiento de técnicas modernas aplicadas al trabajo rural a principios de siglo, por la razón de que la estancia ya se había transformado comple-
—alambrados, brete, mejoramiento de las razas— así como al incremento de nuevos tamente adaptándose a los nuevos métodos, con lo que no existían ya masas de peones
tipos de explotación —agricultura— y a la facilidad que nuevos medios de transporte desalojados de ellas, y por qué no quedaban tierras que fuera factible ocupar, ya tuvieran
y una nueva red vial proporcionaban para la colocación de los productos de la estancia. un origen particular o fiscal. Los últimos desplazados de la antigua célula social, fueron
Con el cambio radical de las faenas campesinas, cambió el medio social y el tipo humano: a engrosar los rancheríos ya establecidos y luego, su crecimiento vegetativo —pese a la
junto con la «estancia cimarrona», desaparece el gaucho. falta de datos— puede considerarse muy grande.
Las nuevas estancias ya no tuvieron trabajo y por lo tanto no albergaron más las crecidas No existieron ni existen dentro de la constitución social y económica, posibilidades que
peonadas, que con sus familias habían contenido. El trabajo regular se transformo en las esos núcleos disminuyeran en número o población; la vida especial de ellos ha creado
«changas», y los elementos desplazados de la estancia comenzaron a levantar sus ranchos condiciones que obraban y obran como nuevas causas. Así, la falta de trabajo aumentó
en los restos inaprovechables dejados por las particiones de campos, en los pequeños la trashumancia del peón, debilitando la organización familiar en que la mujer ejerce una
espacios de nadie que marginaban los pasos y los caminos —cuando no en el camino mis- mayor influencia y es común la diversidad de maridos; creando inestabilidad en el hogar
mo— o en el límite de alguna estancia donde se toleraba la formación de nuevo núcleo. y con el temprano trabajo infantil que aleja, al par que de la casa, de la escuela.
Conviene hacer notar, que el hombre de campo no pasó de una situación de desahogo a Si seguimos el encadenamiento causal vemos que llegamos a un punto en que este
la indigencia puesto que nunca vivió en esa abundancia montada que se suele ubicar en la juego invierte cerrándose el circulo de miseria e imposibilidad de superación, como
tan mítica e imprecisa «época de las vacas gordas», según la frase corriente, sino de un hemos dicho, en que se mueve el vivir del rancherío el minifundio, el analfabetismo,
1949
actividades, cine, museos, teatro, títeres, música y
En octubre se organiza la primera misión socio- Cerro Largo y Durazno.
repartiendo 600.000 libros por las escuelas rurales
pedagógica de los alumnos normalistas de Florida Primer Congreso de Centros de Misiones Socio-
del país. Creación del Primer Centro Departamental de
a Pueblo Ferrer (Florida). Pedagógicas del 12 al 15 de octubre. Fue orga-
Misiones Socio-Pedagógicas en el Departamento
1953
de Cerro Largo.
Tacuarembó, Cerro Largo y Durazno. En cali-
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de
Los estudiantes normalistas de Montevideo orga- dad de observadores concurrieron los Centros de
Montevideo a Quebracho (Cerro Largo), julio. Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de
nizan la primera misión pedagógica a Caraguatá Paysandú, Treinta y Tres, Salto y representantes
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Montevideo a Isla Patrulla (Treinta y Tres), julio.
(Tacuarembó), julio. de organismos docentes extranjeros (Argentina,
Montevideo a San José de las Cañas (Durazno), Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de
Misión socio-pedagógica a Perseverano Chile).
setiembre. Montevideo a Puntas del Parao (Treinta y Tres),
(Soriano), setiembre. Se aprueban los Estatutos del Centro de Misiones
El C. M. S. P. de Cerro Largo organiza la pri- setiembre.
Socio-Pedagógicas de Montevideo.
1947 Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Cerro Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Montevideo a Mouriño (Durazno), julio.
Largo a Centurión (Cerro Largo). Montevideo a Cañas (Tacuarembó), julio. La misión socio-pedagógica del C.M.S.P de
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Misión socio-pedagógica a Rincón de Pacheco Primera misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Tacuarembó a La Hilera se hace permanente. En
Montevideo a Pueblo Fernández (Salto), julio. (Artigas), julio. Tacuarembó a La Hilera (Tacuarembó), septiembre. junio de 1956 los misioneros estuvieron acompa-
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Misión socio-pedagógica a Palmar Grande (Río ñados por Julio Castro y su Teatro Experimental
Montevideo a Las Chilcas (Florida), setiembre. Negro), setiembre.
1955 Universitario.
1960 Montevideo.
1987
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de
Misión socio - pedagógica a La Palma (Florida)
Montevideo a Pintos, Costas del San José (Flores),
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de San por estudiantes y docentes del I.F.D. “Clelia Vitale
julio. Nace con vocación de misión permanente. Se reanudan las actividades del Centro de
José a Barrio Obrero (San José). D’Amico de Mendoza”, octubre.
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Artigas Misiones Socio-Pedagógicas de Treinta y Tres con
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de Rocha
a Guayuvirá-Estiva (Artigas), noviembre. la misión a Estación Rincón. Entre este año y 1992
a Saldivia, Costas del Sarandí (Rocha).
2010
Misión socio-pedagógica del C.M.S.P de San se realizaron otras cinco misiones. Tras un perío-
1965
José a Mal Abrigo (San José). do de inactividad, ésta se retoma en 2005 hasta el
presente.
1967
Reunión de los Centros de Misiones Oficiales del
29 al 31 de agosto. Asistieron delegados de Artigas,
Canelones, Cerro Largo, Colonia, Durazno, Flores, Primer Encuentro de Misioneros convocado por
Florida, Lavalleja, Maldonado, Montevideo, el Grupo Nelly Soler en Montevideo (19 al 25 de
Paysandú, Río Negro, Rivera, Rocha, San José, marzo).
Salto, Soriano, Tacuarembó y Treinta y Tres y de- El Grupo Misionero «Nelly Soler» realizó su pri-
legados de los centros no oficiales de Lavalleja y mera Misión Sociopedagógica entre el 17 y 30 de
Montevideo. septiembre de 1966 en la escuela n.º 24 de Capilla
de Farruco (Durazno).
202 203
LAS MISIONES
SOCIO-PEDAGÓGICAS
DE URUGUAY
LA PRIMERA MISIÓN:
CARAGUATÁ
Un grupo de alumnos de los Institutos Normales llevados por un generoso impulso ha organizado una
«misión pedagógica» que en estos días de vacaciones se encuentra en Caraguatá. [...] Puede decirse que
todo ha sido obra de los muchachos. Ellos fueron venciendo una tras otra todas las dificultades que pre-
sentaron el viaje y la estadía [...] en uno de los rincones más apartados del país. [...] Pero más allá de la
fuerza de voluntad para vencer dificultades materiales, hay que destacar el otro aspecto: la expresión de
solidaridad humana que la misión pedagógica que están realizando significa. Porque han elegido para su
trabajo, una zona misérrima de rancheríos, a más de veinte leguas del ferrocarril, y donde la desocupa-
ción, el hambre, el frío, etc. son moneda corriente.
Así explicaba en el Semanario Marcha Julio Castro, maestro acompañante, la salida de aquella primera
misión a Tacuarembó. Los misioneros —entre los que se encontraba también un estudiante de medicina
que actuó de practicante—, llevaban el cine, la música del violín de Lasca, los títeres, un cargamento de
poemas y relatos que repartir en ranchos donde faltaba la comida y el agua. Allí se encontraron que había
«veinte cosas infinitamente más importantes que saber leer y escribir: comer, vestirse, lavarse, combatir
el frío, limpiar las cabezas de piojos y los ranchos de toda su inmundicia».
Las consecuencias de aquel viaje fueron muy hondas tanto para sus protagonistas como para la historia
de la educación uruguaya. Los misioneros se convirtieron en la vanguardia de una corriente de pensa-
miento pedagógico que no quiso ser cómplice de una situación de desigualdad social y que intentó poner
los medios para paliarla. «No hay derecho a vivir ignorando ciertas cosas de lo que sucede entre nuestra
gente sin que, en buena parte, nos convirtamos en culpables de un estado de cosas por la tozudez egoísta
de seguirlo ignorando».
Por ello, las siguientes misiones cambiarían su adjetivo por el de «socio-pedagógicas » pues, sin aban-
donar las herramientas culturales que permitían divertir y fomentar la sensibilidad artística allí donde era
prácticamente imposible disfrutarla —así como provocar la risa, uno de los más preciados bienes de todo
ser humano—, tratarían también de mejorar algunas condiciones materiales que permitieran dignificar la
vida en los rancheríos.
CARAGUATÁ
Colección: Miguel Soler.
JULIO CASTRO
JULIO CASTRO, «LA MISIÓN PEDAGÓGICA DE LOS ALUMNOS NORMALISTAS», MARCHA, 6 DE JULIO DE 1945,
CONTRAPORTADA.
de la misión pedagógica sional dedicado a su trabajo, a visitar un enfermo. Pero recién al otro día veríamos
cosas grandes.
Amaneció el lunes con una mañanita de soplarse los dedos, pero a pesar del frío nos
largamos en recorrida. Los ranchos más próximos —véase otra falla de ubicación— que-
daban a más de tres kilómetros.
JULIO CASTRO
En el primero de los ranchos nos encontramos con una familia numerosísima. Una
vieja parlanchina, hacía el gasto en semiportugués. En lo mejor de la charla vimos unas
cabezas que se asomaban furtivamente por la esquina del rancho.
Para entrar en confianza, alguno de nosotros dijo a la vieja:
— ¡Cómo habrá sido usted, vieja, en sus tiempos, cuando ahora hace esconder las mu-
chachas cuando vienen visitas!
— ¡Eu no tein culpa! ¡Eles se esconden cuando ven gente! ¡Son muito ariscas!
Con lo que nos tomamos la libertad de sacarlas, a tirones, fuera del rancho.
El domingo 8 por la mañana nos despedimos de las maestras de la escuela de la Cuchilla
Eran dos chinitas de unos veinte años que cuando, ya afuera, les hablábamos se daban
y en un camión, con nuestro cargamento de gitanos, marchamos a la escuela 28, a un par
vuelta y pegaban la cabeza contra la pared de terrón.
de leguas, hacia el arroyo Caraguatá.
Convencimos a la vieja de que si no las llevaba esa tarde a la escuela, vendríamos no-
Por el camino los muchachos pudieron ver otra expresión de la desigualdad social. Se
sotros a buscarlas. Y en la tarde estaban viendo cine. Cuando las hablamos, escondían la
dice que en la muerte todos somos iguales. Puede ser que sea así; pero en el entierro las
cabeza como lo hicieran antes; pero si nos hacíamos los distraídos, volvían a la pantalla,
diferencias sociales siguen. Cruzamos un cortejo fúnebre: un carrito «de pértigo» de dos
y hasta reían y todo.
ruedas, con el cajón. El acompañamiento a pie y a caballo, detrás. El que llevaba el carrito
Demás está decir que esto de los muchachos y muchachas que se escondían, era lo
a la cincha de su caballo, era el bandoneonista de la noche anterior.
corriente. En algunos casos tuvimos que hacerlos salir de debajo de las camas para que
EN LA ESCUELA DE ELSA FERNÁNDEZ nos perdieran el miedo. Después esos mismos iban a la escuela atraídos por la función
Llegamos a la escuela N.° 28, que dirigió la Srta. Elsa Fernández nueve años, y que y... por la comida.
ahora, por haberla transferido a ella para otro cargo, tiene personal que es nuevo en el
lugar. Se nos recibió y atendió muy amablemente, mientras, inmediatamente de llegar,
preparábamos función para esa tarde y organizábamos, además, nuestro campamento.
A las 12 ya había bastante público —pues se había corrido la noticia de nuestra
llegada— y a las dos, la escuela estaba repleta.
Comprendimos, por la calidad del público, que aquella zona era más miserable aún
que la de la Cuchilla.
Esa tarde durante la función, algunos de los compañeros tuvieron que envolver en sus
ponchos a los muchachitos que helados y tiritando, se habían acercado a ellos.
A media tarde les dimos a todos una comida caliente y reconfortante. Y más o menos
Niños y niñas en las diferentes
bien terminó la función. Pero ya desde ese día proyectamos dar de comer antes de ésta y jornadas culturales.
Colección: Fernandes Chaves –
luego, también, durante un intervalo. Moisés Lasca.
DÍA DE CARNEADA
En varios ranchos habíamos encontrado carne: un cuarto de vaca de carne negra, sin
desangrar, en uno; en otro, una paleta que, se veía, era de la misma vaca; en otro, otra
paleta. Ya no aguantamos más y preguntamos:
—¿Estuvieron de carneada estos días?
— Sí; —nos respondieron—con la seca las aguadas están muy peligrosas y una vaca,
al bajar al agua, quedó empantanada. La encontramos muerta y nos regalaron la carne.
Luego se nos aclaró que el mejor de los casos era éste, ya que la vaca había muer-
to por accidente —si es que alguno de los mismos que la comían no la ayudó a bien
Niños observando
la función de títeres. morir—, porque si la muerte era de peste, también comían la carne, bien asada, para
Colección: Fernandes Chaves –
Moisés Lasca. quitarle el veneno.
Mirando títeres.
Colección: Griselda Cal JULIO CASTRO, «LA ÚLTIMA ETAPA DE LA MISIÓN PEDAGÓGICA», MARCHA, 27 DE JULIO DE 1945,
de la misión pedagógica
Derecha: Fragmento de «Balance de
la Misión Pedagógica».
Hemeroteca Biblioteca Facultad
de Humanidades y Ciencias de la
Educación
JULIO CASTRO
En tres notas, hemos narrado, en rasgos generales, lo que fue nuestra experiencia en la
misión pedagógica que realizarnos en Caraguatá, 8ª Sección del Dpto. de Tacuarembó.
Hemos dicho lo que vimos, sin tiradas literarias y sin recursos de periodista de media Se nos criticó desde el primer día que habláramos de Caraguatá como si este dramático
caña. Si algún mérito hemos tenido ha sido el de parecernos a una máquina fotográfica: privilegio fuera sólo exclusivo de aquel lugar. No contestamos a la crítica porque desde el
nos llevaron, vimos objetivamente, y tratamos de reproducir lo visto. Como no tenemos primer día nos hicimos al propósito de narrar lo visto primero. Y como lo que habíamos
que rendir pleitesía a intereses materiales, ni a presunciones literarias, ni siquiera a exi- visto era aquello, es fácil comprender las razones de por qué no contestamos entonces.
gencias de espacio que pudiera imponernos la Administración no hemos tenido necesi- Hoy lo hacemos para decirles que tienes razón. Que no es sólo en Caraguatá. Es en
dad alguna de violentar o comprimir nuestro modo corriente de decir las cosas. Como la Tiatucurá en Paysandú, en Mataojito en Salto; en Yacaré en Artigas; en Polanco en
Reina de «Los Tres Mosqueteros», dijimos la verdad porque, entre otras cosas, no nos ha Durazno; en las Chilcas en Florida; en Pintos en Flores y en —desgraciadamente— cen-
hecho falta mentir. Lo que como se ve, no constituye ningún mérito de excepción. tenares de lugares de todos los departamentos del país.
Esto lo aclaramos una vez más para dar una respuesta general a esa pregunta que a cada Más de una vez hemos dicho quo los rancheríos se cuentan por centenares y sus habi-
rato se nos hace: tantes por decenas de millares. Y en muchos lados la vida no será mejor que en Caraguatá.
—¿Pero es cierta tal cosa? ¿Pero estás seguro de que no se te fue la mano al decir tal otra? Hay lugares donde las uniones consanguíneas son más comunes que allí; además allí no
Y lo aclaramos porque nos duele, —íntimamente nos duele— que gentes amigas, que vimos sarnosos —que hemos visto en otras partes— ni tracomatosos, que también los
han tenido confianza en nuestra palabra, ahora duden porque una realidad muy gruesa se hay; ni son TODOS sifilíticos, como ha ocurrido en otros lugares. Pero eso no impide que
les ponga por delante. Nosotros no tenemos la culpa de que la realidad sea esa. Huir de lo veamos y denunciemos en toda su magnitud la miseria que vimos tan de cerca.
que decimos es huir de la realidad; es, en muchos aspectos, taparse los ojos para no ver. Lo más grave de los rancheríos no es su número sino su crecimiento. Las causas que los
Y al fin y al cabo a los que no quieren creer, les reconocemos el beneficio de la co- generaron continúan actuando y la multiplicación de los hijos —donde la proliferación
modidad que nace de tal actitud. Saber que hay tanta miseria incomoda y desasosiega es la de los buenos tiempos del creced y multiplicaos— acelera el proceso. Hace 30 años
la conciencia. Ignorar es más cómodo. Y la defensa del que ya no ignora, por haberlo se calculaba en 35 mil el número de habitantes de los rancheríos; ahora se calcula en
leído, está en la incredulidad. más de 120 mil, es decir, EN 30 AÑOS SE HA CUADRUPLICADO. Y en esos treinta
Pero para esa incredulidad somos impotentes, ¿qué vamos a hacerle? años de gobiernos colegialistas y presidencialistas; de gobiernos de paz y de guerra; de
Veamos hoy, en síntesis, los resultados de aquella expedición. Ya no es pintura de gobiernos democráticos y dictatoriales; de gobiernos de partido o de coalición, NADIE
hechos. Es, en buena parte, análisis o comentario de los mismos. Aquí sí, el lector HA HECHO NADA POR SOLUCIONAR EL PROBLEMA. NADIE HACE AHORA
puede decir: «Tienen razón» o «No la tienen». Porque es nuestra personal manera NADA POR ESAS GENTES.
de ver el problema. Esa es la verdad; lo demás son pavadas y palabras huecas.
EL MÉRITO DE LA MISIÓN
El mérito de la misión pedagógica está en su condición de cosa práctica. Los mucha-
chos no discutieron, ni escribieron: fueron a trabajar y a ver. Los resultados, pocos o
muchos, buenos o malos, fueron fruto da una experiencia vivida. Para lograrlos pasaron
frío, caminaron leguas, supieron lo que era la mugre en su propia piel.
Y esto es lo que tiene valor y lo que no comprenden los zonzos (¿con qué zeta se
escribe zonzo?) que hacen apreciaciones filosóficas o críticas sutiles en torno a lo que
Asistentes a los diferentes actos
fue la misión. realizados por los misioneros socio- LO QUE LA MISIÓN ENSEÑÓ
pedagógicos.
Mérito de la misión fue renunciar al lenguaje académico, al cuello duro, a la compostu- Colección: Fernandes Chaves –
Loa misioneros se encontraron frente a una realidad que se expresaba por sí sola con irre-
ra proceral, en nombre de un acto de solidaridad humana. Mérito fue la validez de las co- Moisés Lasca.
batible elocuencia. Aprendieron allí de golpe, brutal pero eficazmente, las contradicciones
sas que en ella los muchachos aprendieron y que seguramente les habrán sacado muchas de nuestro mundo económico. Entre vacas y sin carne ni leche; entre ovejas y muriendo
teorías de la cabeza y muchas presunciones de la imaginación. Por eso, allí tenía tanto de frío en el campo y sin agua. Con la escuela próxima y no pudiendo ir a ella por falta
mérito la que lloraba dos horas bajo el humo, haciendo una polenta para los chicos, como de ropa. Aprendieron a ver que los niños van con túnica y hasta con corbata a la escuela,
la que alegraba la reunión con el recitado de una fina composición poética. pese a que no tengan calzado alguno. Aprendieron a ver que hay gente que no conoce el
Eso es difícil de comprender en este mundo convencional, en que la «Misión Pedagógica» Himno Nacional y hasta encontraron adultos que no conocían la moneda de uso corriente.
es un punto de programa de estudios, con bibliografía y todo para informarse. Pero allí Aprendieron también que la escuela debe hacer otras cosas, antes que enseñar a leer
era muy fácil de comprender y mucho más fácil aún actuar con eficacia en ella. y escribir. Y vieron que hay sociedades para las cuales la organización de la familia no
Esto lo decimos porque hemos leído y oído comentarios y críticas, no sólo sobre la existe y el casamiento no es otra cosa que un lujo.
misión sino también sobre los problemas rurales y agrarios que por ella se actualizaron. Y como lo aprendieron mediante el tradicional y eficaz método de «la letra con sangre
Y causa gracia el planteamiento doctoral que se hace de los mismos, por gentes que co- entra», la experiencia fue para ellos doblemente fructífera.
nocen el campo sólo a través de sus viajes de turismo y creen comprenderlo porque han Vueltos de allá se han enfrascado en estudios sobre reforma agraria, organización agrí-
ido alguna vez a la Semana Criolla. cola, etc. Muchos de ellos fueron hasta ayer, tal vez despreocupados o displicentes; pero
a Caraguatá Se nos ha preguntado por qué elegimos esa zona. Pudo ser cualquier otra. No obstante,
una sugerencia del Director de Enseñanza Primaria, arquitecto Pérez Montero, y las faci-
lidades que éste puso a disposición de los misioneros, hizo factible ir tan lejos.
¿Qué se pretendía con la misión? Dos cosas, fundamentalmente. Es sabido que estas
embajadas culturales se han llevado a cabo en otros países y con la finalidad de difundir
J. GÓMEZ GOTUZZO
cultura entre los habitantes del campo. Además, Misiones Pedagógicas, constituye un
tema de los programas de Pedagogía de nuestra enseñanza normal.
Aparte esto, es indudable que la Misión exterioriza, una vez más, ese interés creciente
del ciudadano por la campaña. En países como el nuestro, cuyas fuentes de riqueza están
en la tierra y en la explotación ganadera, es lógico que el habitante de la ciudad mire
hacia ella como fuente de todo posible mejoramiento nacional.
En la Misión también pesó ese aspecto.
En esta nota queremos dejar una impresión de conjunto sobre la Primera Misión
Pedagógica organizada por la Asociación de Estudiantes de Magisterio, 1.er grado. En EN CARAGUATÁ
ella me cupo el honor de representar a la Asociación de los Estudiantes de Medicina, Nuestra visita había despertado gran expectativa e interés en la zona.
respondiendo así a una gentil invitación de los compañeros de magisterio. No bien asomó el camión que nos conducía oímos los cohetes que anunciaban
El tema ha sido ampliamente debatido, y no ha dejado de suscitar junto al aplauso, nuestra llegada. Estábamos en la escuela 61.
una acerba crítica cuando se hizo necesario revelar las condiciones en que vive la clase Los niños nos dieron su bienvenida entonando cantos; los mayores, Comisión
campesina pobre, los habitantes de los rancheríos, fenómeno tan generalizado en nuestra Fomento de la escuela, autoridades locales y vecinos de la zona nos ofrecieron un
campaña y aun en las plantas suburbanas de las capitales del interior, y que nosotros vi- cocktail y un baile.
mos en Caraguatá con caracteres particulares. Al otro día nos pusimos a trabajar con entusiasmo. En horas de la mañana hacíamos
De una manera objetiva pretendemos ofrecer desde las páginas de El Estudiante Libre largas recorridas, divididos en brigadas, por toda la zona.
algunos aspectos de la Misión, máxime cuando a nuestro regreso se ha constituido un También llegamos hasta los ranchos donde, además de la consabida invitación para
Centro de Misiones Socio-Pedagógicas, a iniciativa de los mismos primeros misioneros, asistir a nuestros actos de la tarde, dejábamos un obsequio consistente en calzado,
que en estos días preparan la 2.ª Misión. ropas o alimentos.
Nuestro interés por esos habitantes de los rancheríos no declinó un instante; para
LA MISIÓN ellos llevábamos lo fundamental de la misión. Queríamos además conocer de cerca
Diecisiete estudiantes, tres profesores y un operador cinematográfico integramos la em- sus vidas, qué hacían, qué comían, qué vestían, en suma, qué venturas y desventuras
bajada. Música, cine, teatro de títeres, recitados, un abundante y bien seleccionado mate- tenían sus vidas.
rial de Historia Natural; ropas, calzado y alimentos constituía el material más importante Por la tarde nuestro programa se desarrollaba en la escuela, donde acudía desde las
que hasta allá llevamos. Además un amplio programa de charlas sobre temas tales como primeras horas un numeroso público, heterogéneo, tanto por su condición social como
civismo, teoría y práctica agronómica, higiene y profilaxis de enfermedades sociales. por su edad.
Nuestra labor se cumplió en tres etapas. La primera en Frayle Muerto, no prevista en Entre música, cine, títeres y recitado, intercalábamos breves charlas.
nuestro itinerario, pero donde hubimos de permanecer dos días debido al tiempo lluvioso En nuestro caso particular destacamos aspectos de higiene y profilaxis de las enferme-
y al mal estado de los caminos. dades venéreas. A las madres, en particular, les hablamos de la difteria, la importancia de
Moisés Lasca, tocando el violín. J. GÓMEZ GOTUZZO (1945), «MISIÓN PEDAGÓGICA A CARAGUATÁ», EL ESTUDIANTE LIBRE. REVISTA DE LA
Colección particular. ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES DE MEDICINA, PP. 44-46.
En página anterior: Miguel Soler cruzando el arroyo de Oro con equipo cinematográfico.
Colección: Miguel Soler.
PERSEVERANO
Colección: Elvira Coirolo.
263
Para abrir juicio sobre la misión a Arroyo de Oro, debemos iniciar nuestro trabajo pre- sino porque aquí se ha tratado de otro tipo de misiones fundamentalmente distinto de
cisando el concepto de misión. La verdad es que en nuestro medio no conocemos mayo- aquel, muy cercano, eso sí, a las que realizó la España Republicana, ciertamente en horas
res antecedentes al respecto, ya que la primera misión que tuvo lugar en nuestro país fue de mayor ventura.
la realizada durante el invierno de 1945 en Caraguatá y cuya organización estuvo, como Resulta pues primordial dejar claramente establecido que el Centro de Misiones no
en esta oportunidad, a cargo de una institución privada, el Centro de Misiones Socio- ha pretendido en modo alguno corregir fallas fundamentales de tipo social o económico
Pedagógicas, felizmente apoyado en esta última misión por la Asociación de Estudiantes existentes en las zonas visitadas. De modo tal que el punto de mira del trabajo no se ha
Magisteriales de Treinta y Tres. puesto en la superación integral de la comunidad campesina, sino en la propia experiencia
Pero en otros países el concepto de misión cultural es más amplio y su organización del futuro maestro. Ya no se trata de un cuerpo de técnicos sino de un grupo de jóvenes
más poderosa, permanente y eficaz. En México, por ejemplo, país en el que la existen- estudiantes; no responde a una labor oficial sino a un esfuerzo privado; no existen posibi-
cia de comunidades indígenas se hace sentir poderosamente en la realidad social, cul- lidades de permanecer en la zona visitada tanto como lo podrían requerir las necesidades,
tural y económica del pueblo, se han instaurado las Misiones Culturales Rurales, que sino que el regreso depende de factores que no admiten aplazamiento.
dependen de la Secretaría de Educación Pública y que, tal como se dice en sus Bases de Concretamente, pues, estas misiones vienen a llenar un vacío en la práctica profesio-
Organización, «están dedicadas especialmente a la capacitación de jóvenes y de adultos nal de los estudiantes de magisterio. Deseamos formar maestros integrales, capaces de
y a la preparación de un clima técnico-cultural con valor propio por lo que concierne al educar en campos y ciudades, de comprender al niño de nuestros suburbios y al niño de
ascenso de la comunidad, propicio para aceptar los hábitos, enseñanzas y destrezas que nuestras cuchillas, capaces, en fin, de contribuir eficazmente a la superación de nuestra
formen y propaguen las escuelas de tipo formal». nacionalidad. Sin embargo, centenares de estudiantes magisteriales de la capital e inte-
La tarea de esas Misiones Culturales incide, pues, sobre la totalidad del individuo y rior realizan una práctica parcial, ciudadana, insuficiente. Y nuestras escuelas rurales
aun de la comunidad y por todos los medios a su alcance, realmente poderosos, «tiende continúan recibiendo jóvenes maestros llenos de voluntad y vocación, pero exentos de
fundamentalmente a promover la rehabilitación y el mejoramiento de las comunidades preparación adecuada, librados a su propia iniciativa, luchadores silenciosos cuyas armas
campesinas, elevando sus niveles de vida económica, anulando la distancia que las se- esenciales son esa voluntad y esa vocación.
para de la época contemporánea, enalteciéndolas en su calidad de agregados sociales e Felicitemos y agradezcamos, pues, a estos misioneros su labor de superación profesio-
integrándolas dentro de la comunidad mexicana». nal. Reconozcamos que su acción es un llamado, aceptemos que se han encontrado en
Naturalmente que tan trascendentes objetivos no pueden lograrse sin una amplia or- déficit frente a la sociedad y frente a su conciencia de profesionales en ciernes. Así ubica-
ganización, sin abundantes medios económicos y sin un personal técnico especializado, remos adecuadamente sus misiones, las fomentaremos, las generalizaremos. Tan solo un
que atienda la totalidad de los posibles problemas de una comunidad rural y, en ese sen- puñado de veinticinco muchachos ha participado en la experiencia, cientos no tendrán ya
tido, destaquemos que cada una de estas misiones está integrada por un Jefe, profesor oportunidad de hacerla y, si la vida los lleva a ello, se harán cargo de una escuela rural con
normalista con cinco años de experiencia profesional por lo menos y amplios conoci- una visión libresca de su importancia y su finalidad. La preparación de maestros para el
mientos sobre la vida rural y sus problemas; una trabajadora de hogar; una enfermera y campo es un problema, planteado ya con amplitud; sus posibles soluciones son numero-
partera; maestros de actividades recreativas, música, artes plásticas, agricultura; maes- sas, pero al hacer balance de las realizaciones, debemos otorgar un lugar muy destacado
tros de mecánica; herreros; operadores de cine; maestros de carpintería, de albañilería a estas misiones y reconocer que, aunque precaria e insuficiente, la experiencia resulta de
y de otros oficios. gran impacto en el futuro maestro campesino.
La Misión mexicana elige para su acción cultural un núcleo de población económica- El hecho de que, como en anteriores oportunidades, el lugar escogido se distinguiera
mente abatido y culturalmente retrasado, permaneciendo en la zona tantos meses o tantos por su pobreza, no responde en modo alguno a propósitos de redención. Bien sabemos
años como lo exijan los problemas del medio. que los problemas de nuestro campo reclaman soluciones de fondo y que éstas solo
Evidentemente, las tres misiones realizadas hasta hoy en nuestro país (Caraguatá, pueden venir por el camino de la Reforma Agraria, de la colonización, de la reestruc-
Perseverano y Arroyo de Oro) no han tenido en ningún momento las aspiraciones de las tura de nuestro poder productor. Bien sabemos que sobre nuestro pueblo campesino
mexicanas ni sus proyecciones culturales y económicas. No porque ello no sea necesario está pesando la explotación del terrateniente y la burla a las leyes sociales que tienden
Narraré aquí la labor que me cupo desempeñar, y lo que me fue dado observar, durante
la Misión Pedagógica a las Costas del Yaguarón y del arroyo de la Mina, como delegado
de la Asociación de los Estudiantes de Medicina.
Esta Misión salió de Montevideo el 20 de setiembre, y estaba formado su equipo por
21 personas y abundante material (alimentos, ropa, medicamentos, material pedagógico).
No me referiré aquí a la labor artística, social y pedagógica, cumplida por los compa-
ñeros de Magisterio, con la cual han demostrado su espíritu de abnegación y de trabajo,
índice de su real vocación de Maestros. Quiero tan sólo dar una visión panorámica de
esos rancheríos de la frontera, vistos desde el aspecto de sus condiciones higiénico-sani-
tarias. Para la labor sanitaria preparamos ya en Montevideo un abundante botiquín, con
productos de primera necesidad: calcio, compuestos vitamínicos, etc. El Ministerio de
Salud Pública y el Servicio Cooperativo Interamericano nos facilitaron material de pro-
paganda profiláctica. Además imprimimos fichas sanitarias, con una serie de preguntas
que consideramos importantes para un trabajo estadístico en el medio en que íbamos a
actuar. Se referían especialmente a alimentación, agua, enfermedades infecciosas, sífilis,
bacilosis, mortalidad infantil, etc., etc. El rancherío en que efectuamos nuestra labor está
extendido a lo largo de la frontera con el Brasil, en una extensión grande. Son ranchos
separados, distantes cientos de metros uno de otro. Son cuevas infectas, más que ranchos.
Bajos, de 3 mts. por 3 o 4; y con 8 o 9 personas adentro. Ventanas minúsculas; en la paja
de los techos anidan los «chupones» (vinchucas). Los habitantes de esos ranchos son en
su mayoría personas sin trabajo fijo; son los «jornaleiros» de la frontera.
Otros están como precarios en terreno ajeno, explotando una cuadrita, con una magra
planta de boniatos, un poco de repollo y alguna otra verdura.
Son muy raros los pequeños propietarios; esos ya son los «distinguidos» de la zona, con
varios hijos en la escuela y algunas revistas montevideanas en el rancho, sobre una tabla
clavada, horizontalmente en la pared, haciendo de biblioteca.
277
Misión a Cuchilla de Melo, Equipo de estadística relevando datos de población y
vivienda. A la derecha Weyler Moreno, segundo a la izquierda, Rúben Acasuso.
Colección: Istra Cuncic.
Es corriente que a la vuelta de una Misión la gente aún —sin pizca de ironía— nos
hagan preguntas como éstas: ¿Se advirtieron? U otras, de otro tenor, —que ya no trans-
cribimos— si saben que van chicas también.
Es que mucha gente cree, algunos con malicia y otros sin ella, que una misión de las que
realizamos es un pic-nic con vida de campamento que, en vez de uno, dura muchos días.
Es un error, un lamentable error, en el que muchos se mantienen por no darle la cara al
problema que venimos agitando con estas misiones socio-pedagógicas. Es más cómodo
y de más campo a la malicia creer que los muchachos van a divertirse, que pensar un
minuto, con verdadera emoción de solidaridad humana, sobre las condiciones de vida de
las personas que los muchachos conocieron en su «excursión», y que al regreso, valien-
temente denuncian.
Es un error y un modo de complicidad. Si incidiera solamente sobre nosotros, no nos
importaría. Lo malo es que pensar así y cerrar los ojos para no ver, es prestar una alianza
a ese dramático silencio que se extiende sobre el más angustioso problema nacional. El
prestar una alianza a las fuerzas que tienen interés en que no se cree una conciencia nacio-
nal de solidaridad humana en torno a esas pobres gentes y a sus condiciones de existencia.
Pero tenemos también nuestras compensaciones: la solidaridad de los maestros y estu-
diantes, especialmente los de Salto; las cartas que nos llegan alentándonos; las que hemos
recibido de los que dejamos en “Pueblo Fernández” —alguna publicaremos— y el gesto
de uno de los ganaderos más progresistas de Salto que, sabiendo de nuestro trabajo, fué
a la Inspección de Escuelas a poner a disposición de nuestra obra la suma de quinientos
pesos. Además por sobre todo tenemos nuestra más íntima satisfacción: SABEMOS LO
QUE HICIMOS Y ESTAMOS CONTENTOS DE HABERLO REALIZADO.
285
ALGUNOS DATOS INTERESANTES:
Todos los pobladores del rancherío son uruguayos. Y si alguno no lo es hace tanto que
está aquí que es come si lo fuera. Las uniones matrimoniales legítimas alcanzan sólo al
ONCE POR CIENTO. El 89 % son matrimonios ilegítimos aunque marcadamente esta-
bles. La natalidad ilegítima alcanza al 80 %.
El promedio de los censados arrojó el número de cinco hijos por cada familia.
En general en el pueblito viven pocos hombres. La mayoría de los que están allí perma-
nentemente son mujeres y niños.
EL TRABAJO
El índice de ocupación, tomado de las declaraciones de los mismos pobladores es muy
alto. El 97 % de los censados trabaja; el resto, 3 %, no hace nada.
Pero el trabajo no es permanente, ni regular. Se trabaja en changas y estas no siempre
salen. Un habitante de Pueblo Fernández que gane 15 pesos, un mes con otro, puede darse
por satisfecho. Todos se quejan de que el trabajo es muy escaso y de que los estancieros
—más desde que vino el salario mínimo— ocupan el menor número posible de «men-
suales». A éstos se les paga de veinte a treinta pesos; aunque conocimos el caso de un
muchachón de diez y seis años que estaba empleado ganando 5 pesos por mes.
Alrededor del pueblo hay estancias de ganadería muy extensiva. Tal vez el terreno no
permita otra forma de explotación. Lo cierto es que de tres de ellas, que lindan o traslin-
dan con el rancherío, hay una de DIEZ MIL CUADRAS, otra de ONCE MIL y otra de
CINCUENTA Y SEIS MIL cuadras.
Sin chacras, sin cabañas, sin granjas y sin familias, estas estancias ocupan poquísi-
Misioneros en la Estación General
Artigas, julio 1947. Y para los que sigan creyendo que fuimos a un pic-nic de veinte días, van a continua- mas personas.
Colección: Lila Buenafama.
ción algunos de los datos que recogimos durante la «excursión». Solamente hay 6 % de chacareros, que cultivan una pequeña chacra; hay 11% de
Pueblo Fernández, ya lo decíamos, es una serie de quebradas donde los ranchos se su- comerciantes —bolicheros— y el resto son trabajadores a jornal. Este corrientemente
ceden en fila dentro del predio que son setecientas cuadras. es un peso diario, trabajándose desde el amanecer hasta la noche. Entre las mujeres
En las laderas y en lo alto de los cerros no hay nada. Tampoco puede haberlo por lo encontramos 10 % de peones; el 20 % de lavanderas; el resto, 70 %, de desocupa
escarpado y pedregoso del terreno. das. El trabajo infantil prácticamente no existe. Las otras actividades productivas son la
Un grupo de muchachos, los que formaban el «equipo de estadística» recorrió todo el prostitución y el contrabando. Pudimos lograr estos datos: prostitución declarada 13%;
rancherío, tomando los datos para obtener un censo de la población. Ese trabajo se realizó prostitución no declarada: 40 %. El contrabando es general; a trece leguas de la frontera,
sin interrupción desde el primer día hasta el último. De modo que se llegó a censar la entre sierras, los cargueros van y vienen impunemente. Los contrabandistas grandes
mayor parte del rancherío. Iba con el grupo el practicante de medicina que —además de pasan mercaderías y ganados; los chicos reparten luego la mercadería ilícita. Era asiduo
atender el consultorio a otras horas— tomaba los datos correspondientes al estado sanita visitante del campamento un hombre como de cuarenta y cinco años. Tenía tres oficios:
rio de los pobladores. peluquero, peón por día y acordeonista. De los tres el que más le resultaba era el último
Por ese censo se llegó a determinar aproximadamente la población del rancherío: entre pues podía ganarse en una noche de baile hasta cinco pesos. Con los tres juntos, prome-
seiscientos y setecientos pobladores que viven en 121 ranchos. diando un mes con otro, gana alrededor de 20 pesos, que es todo lo que tiene para vivir
Con este nuevo espíritu fue que hicimos la misión a «Las Chircas» en el departamento
de Florida, durante setiembre de 1947. Recuerdo que en la pobrísima escuela de esa po-
blación, icono del pensamiento que nos alentaba, pintamos un gran mural, sin duda pri-
mitivo e imperfecto, sobre el tema de la tierra, con los paradigmas plásticos de los gran-
des del muralismo mexicano, que devorábamos con nuestros ojos en aquellos tiempos.
Local de la Escuela de Las Chilcas. RUBEN YÁÑEZ (1996), «LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS», HOY ES SIEMPRE TODAVÍA, MONTEVIDEO,
Colección: Griselda Cal. EDITORIAL CAL Y CANTO, PP. 53-54.
297
Misión
a Las Chilcas
GUSTAVO «POLICHO» SOSA ZERPA
GUSTAVO «POLICHO» SOSA ZERPA (2008), «SALEN LAS PRIMERAS MISIONES PEDAGÓGICAS», CRÓNICAS Habitante del Rancherío.
NOCTURNAS DE MIS ANDARES DIURNOS, MONTEVIDEO, EDITORIAL BALTGRAFICA, PP. 26. Colección: Griselda Cal.
MARIO NAVILIAT (1948), «APUNTES DEL DIARIO DE CAMPO DE LA MISIÓN A PUEBLO ALLENDE».
MECANOGRAFIADO. CORTESÍA DE ILIRIA CUNCIC.
301
Álbum de Carlos María Morales.
Colección: Carlos María Morales.
sociopedagógica Tenía un yesquero con una mecha muy larga: en una punta «Viva Herrera».
N.º 26. ALMACÉN DE CUNHA
DESIGNACIONES
Ha sido designado Jefe de nuestra primera misión el maestro Carlos Guimaraens quien
conoce profundamente estos movimientos por haber participado en varias misiones orga-
nizadas por el A.E.M. de Montevideo.
En las últimas reuniones de misioneros realizadas se hizo la elección de los subjefes de
la misión resultando éstos Víctor Silveira y Gladys Antúnez.
ORGANIZACIÓN DE LA MISIÓN
La organización de la misión está a cargo de subcomisiones y equipos.
Los trabajos de pre-misión corresponden a las subcomisiones que son: subcomisión de
relaciones, subcomisión de finanzas, subcomisión de prensa y propaganda, subcomisión
de biblioteca, ecónomo general con secretarios de ropa y de almacén.
Los equipos tienen a su cargo todo lo concerniente a trabajo de la misión en sí y son
estos: equipos de higiene, equipo del hogar, equipo de deportes, equipo de expresión in-
fantil, equipo de títeres, equipo de censo, equipo de canto, equipo de utilería.
317
FINES DE LAS MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS Toma de posesión del cargo de Sub
Director efectivo en la Escuela de
Escribe para A.D.E.M Presente el maestro Carlos Guimaraens, jefe de nuestra 1ª. Villa García, del Maestro Carlos
Guimaraes,1961.
misión socio-pedagógica Coelcción particular.
COMUNICACIÓN Y TRANSPORTES
Las vías de comunicación que unen Quebracho con otros centros poblados, se encuen-
tran en pésimo estado. Para comunicarse con la Estación Fraile Muerto es necesario reco-
rrer una distancia de treinta y tres kilómetros por un camino extremadamente malo. Este
camino cruza varios arroyos; en la mayoría de ellos no hay puente ni calzada. Existen
pasos, como el llamado «arenal», sobre el Quebracho, en que el camino sigue el cauce
del arroyo en una distancia no menor de tres cuadras.
Tenemos conocimiento de que en un reciente plan del Ministerio de Obras Públicas se
había proyectado una carretera que uniese a Quebracho con la Estación Fraile Muerto
pero, desgraciadamente, en un ajuste posterior hecho al citado plan, se sustrajo dicha
carretera del mismo.
SITUACIÓN ECONÓMICA
Son muy pocos los que pueden vivir exclusivamente del trabajo de la tierra. Por eso
es que la mayoría vive del trabajo que el hombre del lugar realiza en las estancias, como
peón estable o como jornalero. Alrededor del doce por ciento de las familias no reciben
el aporte del trabajo realizado fuera de la casa. De éstas, una parte mínima no necesita de
él; el resto no lo obtiene por no haber hombre en la familia que lo pueda conseguir. En
este caso las mujeres trabajan como lavanderas para poder conseguir algunos pesos, o de
lo contrario reciben una pensión.
Los salarios de los peones de estancia oscilan entre veinticinco y treinta pesos. Los que
trabajan por día reciben jornales que fluctúan entre uno cincuenta y cinco pesos.
325
Misioneros en el puente del Chuy.
Colección: Mabel Iturrioz
FACTOR HUMANO
En general carecen de conocimiento agronómico. Lo que saben es fruto, pura y exclu-
sivamente, de su experiencia. Como todos nuestros paisanos, siguen normas de trabajo
implantadas por nuestros antepasados, pero no son de esa gente rutinaria que no quiere
atender a quien venga con técnicas nuevas, sino que en todo momento se interesaron por
aumentar su caudal de conocimientos. Esto se refleja en la cantidad de preguntas que se
nos hacían diariamente, tanto en ambas escuelas como en sus casas, donde llegábamos
con fines de estadística. Se ve allí su gran espíritu de trabajo y sus ansias de progreso. Es
gente muy laboriosa y en general maneja bastante bien la tierra, pero donde más ayuda
agronómica necesitan es en lo que a trabajos de chacra y quinta de frutales se refiere.
La mayoría desconocía las ventajas de las rastreadas, de las rotaciones de cultivos, de la
poda, injertos, etc. Como lo expresamos anteriormente, son muy escasas las rastras cen-
sadas. Agreguemos a esto la poca importancia que se le da a esta herramienta, y veremos
el panorama que muestra Quebracho en ese sentido.
A pesar de esto, recalquemos otra vez que encontramos parcelas muy bien trabajadas,
tierra completamente desmenuzada. Los almácigos muy bien cuidados y conveniente-
mente dispuestos.
En general quienes labran la tierra son las mujeres, debido, como ya mencionamos, a
que los hombres trabajan fuera del hogar. Esto lo hacen sólo cuando sus ocupaciones se
lo permiten.
Tuvimos oportunidad de ver a varios de ellos empuñando la pala o la azada. No vienen
pues al hogar sólo a descansar; tienen su tierra y no titubean en ayudar a su mujer en el
trabajo de la misma.
En general, aprovechan al máximo el terreno de que disponen, aunque el mismo no les
alcance, las más de las veces, para llenar sus necesidades. Cabe agregar que la explota-
ción que se esos terrenos se hace no es lo intensa que fuera de esperarse. No es humano,
por otra parte, exigir que lo hagan quienes, como estos campesinos, carecen de los imple-
mentos y conocimientos imprescindibles.
329
su situación de fronterizos de lograr un medio de vida más lucrativo que el trabajo de la Creemos, sin exagerar, que el problema de los rancheríos se reduce esencialmente a
tierra, que contribuyen a mantenerlo dentro de ella. un problema de caminos. Con la solución de éste ya vendrán después las soluciones de
De Centurión, sacamos la impresión de que al menos en algunos de los rancheríos lla- los restantes problemas, que determinan el bajo nivel de vida de esos núcleos humanos.
mados «pueblos de ratas», no ha intervenido únicamente el latifundio como causa de su La civilización se pondría en contacto con ellos, despertando inquietudes, aspiraciones,
origen. Creemos que se ha exagerado al afirmar categóricamente que la estancia por sí y revelándoles nuevas posibilidades de vida; se podría instalar allí una policlínica, a la
sola ha creado esos pueblos por desplazamientos de núcleos humanos. cual asistiría un médico semanalmente, quedando así resuelto el pavoroso problema de
En Centurión, el factor determinante, primordial, es el geográfico. Mala calidad de las enfermedades en esa zona; se daría salida a sus productos hacia mercados de coloca-
tierra y falta de buenos caminos. ción; se abaratarían los artículos de consumo con el descenso de los fletes; se facilitaría
¿Por qué, se pregunta uno, otros pueblitos del interior, también rodeados por estancias el transporte hasta esos lugares de semillas y materiales de labranza.
no se han convertido en «pueblos de ratas»? La respuesta es muy simple: esos núcleos Problema sanitario, problema económico, problema de bajo nivel de vida en sus as-
humanos tienen una carretera, buenos caminos o una vía férrea que llevan hasta ellos el pectos social y cultural, que se resolverían todos con la solución de un problema de ca-
progreso, y les comunica con mercados para colocar sus productos. minos, de vías de acceso del progreso hasta esos rancheríos y de drenaje de éstos hacia
Por otra parte, con un promedio de dos a tres hectáreas dedicadas a la agricultura, se centros civilizados.
vive en condiciones muy superiores en esos pueblitos con una carretera o una vía férrea. No queremos descartar, entiéndasenos bien, el problema del latifundio de nuestra cam-
Hemos visto además en el interior de la República, algunos rancheríos cuyo origen paña, como causa importante en la génesis de esos rancheríos; queremos insistir sim-
se remonta a una primitiva estancia, cuyas tierras se fueron dividiendo con el correr del plemente que en esa génesis interviene otro factor importante: malas tierras y malos
tiempo, por herencia, de generación en generación. Tampoco aquí vemos el papel que caminos; y estamos convencidos de que con la solución de este punto se resolvería el
pudo representar el latifundio en la génesis de esos rancheríos. problema de los rancheríos.
Veamos ahora qué se puede conseguir con las misiones socio-pedagógicas a esos luga-
res. Nada o casi nada con algunas ropas regaladas a sus habitantes; nada o casi nada con
algunos medicamentos dejados en el término de pocos días; nada o casi nada con algunos
árboles y semillas.
Mucho, eso sí, despertando inquietudes y aspiraciones, humanizando y salvando vidas
vencidas, todo con esta finalidad: demostrarles a los habitantes de esos rancheríos que
ellos tienen los mismos derechos que el resto de los hombres para vivir en condiciones
superiores a su bajo nivel de vida, para disfrutar del progreso humano; mucho, eso sí,
reuniéndolos, asociándolos, para aunar fuerzas en la lucha por las soluciones de sus pro-
blemas y colaborando con ellos en esa tarea durante la post-misión.
Concretamente, en Centurión esos problemas nos parecen ser los siguientes: problema
de carreteras o buenos caminos que unan esa zona a Melo; una policlínica a la que pueda
asistir un médico semanalmente; problema de producción y consumos; problema de gen-
te (obra social realizada y a realizar).
Allí se constituyó una comisión de vecinos con la cual colaboraremos, vinculándo-
la con todas aquellas instituciones que puedan colaborar con ellos en la solución de
esos problemas.
Los carpinteros trabajando y Veamos ahora un aspecto de las misiones socio-pedagógicas , que a nosotros nos parece
enseñando.
Colección: Mabel Iturrioz. muy importante: proyección de la Misión en el misionero.
3. 4.
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1. 2. 7. 8.
3. 4. 9. 10.
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AÑOS CINCUENTA
En la década del 50, el movimiento misionero se expande por los departamentos del interior: Tacuarembó,
Lavalleja, Treinta y Tres, Rivera y Río Negro. En 1955, en el departamento de Cerro Largo, se pone en marcha
la «Primera Misión Permanente del País Pro–Recuperación y Desarrollo Integral de Centurión».
«En el año 1956 se realiza en Montevideo un Congreso Nacional de Centros de Misión, en el cual se sostiene
que de las experiencias acumuladas durante más de diez años, 1945 a la fecha, surge la imperiosa necesidad
del estudio planificado con espíritu científico por todos los equipos concurrentes a la misión, a fin de poder
llegar a conclusiones claras y estar en condiciones de plantear a las autoridades o a la opinión publica, las
soluciones efectivas de fondo al problema de los rancheríos, y se propugna que mientras las instituciones de
formación técnico-profesional no incorporen a sus reglamentos y programas docentes, con carácter obliga-
torio, los fines culturales de las instituciones mencionadas, las misiones socio-pedagógicas deben ampliar
y profundizar permanentemente su campo de acción y estructurar una organización sólida, y de carácter
continuo, que cumpla íntegramente su cometido de investigación y militancia social sobre el problema de los
rancheríos del agro y sus proyecciones en las zonas urbanas». (Felipe Cantera, Hacia los Otros).
La Ley de Presupuesto General de Gastos de fecha 31 de enero del año 1957 dispuso la oficialización de las
misiones socio-pedagógicas, destinándose a la asistencia social de las mismas la partida de doscientos mil
pesos, correspondientes al rubro de la Comisión Nacional de Asistencia Social de Invierno. En agosto de ese
año, es aprobado por el Consejo de Educación Primaria y Normal, el Reglamento para funcionamiento de las
misiones socio-pedagógicas donde establece como «cometidos educacionales y asistenciales […]: contribuir
a desarrollar en nuestros profesionales responsabilidad ante los problemas sociales de la ciudad y el campo
y capacitarles para la gestión que deberán cumplir; y promover el bienestar de las zonas que presenten un
nivel de vida insatisfactorio, mediante una labor eminente educativa que tienda a incorporar esos sectores
de problemas al esfuerzo común por el progreso. [...] La asistencia social de las misiones comprende la
contribución para mejorar la cultura, la salud, producción, vivienda, alimentación y vestido de esas zonas»
(Legislación Escolar, 1958, tomo XIX).
Con la oficialización aparece una estructura organizativa externa a los misioneros —que dependía del Con-
sejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal, de las Inspecciones Regionales, la Inspección Departamental
de Enseñanza Primaria, los Institutos Normales y los Centros de Misiones—, y que condiciona la planifica-
ción del trabajo de los jóvenes, convirtiéndolos en los instrumentos de acciones políticas de otros, movidas
muchas veces, según Cantera, «por el afán de figuración social e intereses antagónicos a los fines persegui-
dos por las misiones».
Este hecho divide a los Centros de Misiones Socio-Pedagógicas en oficiales —aquellos que cumplen los
En ésta página: Trabajando en el telar al aire libre. requisitos administrativos para obtener ayudas— y no oficiales que, aunque asisten también a las reuniones
Colección: Gladys Méndez.
de Delegados de los Centros, no tendrán el mismo apoyo de los organismos del Estado y por lo tanto verán
En página anterior: .«Almorzando afuera». Centurión 1951.
Colección: Mabel Iturrioz. dificultada su actividad.
Después de la primera misión viajera a Centurión, en el año 1949, volvimos allí nueva-
mente en jomadas del mismo tipo, en los años 1951-54.
También otros lugares del departamento, desde el 1949 al año 1955 (Cañada de
las Piedras, Cuchilla·Grande y Cañas) habían sido misionados por el centro de Cerro
Largo. A medida que el tiempo fue transcurriendo, que la experiencia misionera de
aquel centro fue madurando y permitió evaluar los resultados de la misión viajera,
comenzó a invadimos la duda sobre si este tipo de jomada era realmente positiva o
negativa en aquellos resultados.
Cada vez que en las asambleas se hacía un balance sobre los resultados favorables o
desfavorables que la misión viajera dejaba en el rancherío misionado al alejarse deél, casi
siempre se llegaba a la misma conclusión: durante quince días de trabajo y convivencia
con la gente del lugar, se le revelaba su drama, el drama de su vida infrahumana, se le
trazaba la perspectiva de una vida mejor y luego se le abandonaba en la lucha por la
conquista de aquella vida mejor, pues el trabajo de post-misión, por razones de diversa
índole, iba perdiendo regularidad y efectividad progresivamente con el tiempo hasta in-
terrumpirse definitivamente.
Quizás todo esto no fuese tan sencillo y el resultado dejado por la misión viajera, fa-
vorable o desfavorable, positivo o negativo, no fuese igual en los distintos habitantes del
rancherío y estuviese condicionad por la actitud espiritual de los mismos ante la vida, la
comunidad y la sociedad. Ya, por ejemplo, actitud de hombre que vive, mal y no lo sabe;
ya, actitud de hombre que vive mal y se hadado cuenta de ello. Y en este último caso dos
posibilidades más aun: la de hombre que sabe que vive mal pero aún lucha por una vida
mejor, por salir de su situación y la de aquel que se da cuenta que vive mal, pero vencido
por la lucha, ya no se preocupa por·una vida mejor. Por supuesto que el saldo dejado en
la gente por la misión viajera tiene que ser distinto frente a estas posibilidades distintas
de actitudes de la misma.
EL REGRESO A CENTURIÓN
(DE MI DIARIO). DICIEMBRE DE 1955.
Ayer volví a Centurión después de transcurridos seis años de nuestra primera misión
allí, integrando un grupo de 30 misioneros (maestros, estudiantes magisteriales y el ahora
inspector regional Enrique Brayer).
El viaje lo hicimos en un camión del Concejo Departamental. Por el camino, muchos
vecinos nos saludaban agitando sus manos en alto. Para ellos retomaba quizás una pro-
mesa y una esperanza; para mí, recomenzaba una experiencia y se cumplía un juramento.
Cuántos recuerdos me fueron surgiendo por aquel camino que tantas veces, hace seis
años, siendo aún un novel estudiante de medicina, recorrí para atender a mis enfermos.
Finalmente llegamos a la escuela número 16, nuestro destino final del viaje, donde nos
esperaban la maestra y algunos vecinos. Entre estos últimos se encontraba Don Arides
López. Don Arides no podía faltar a aquella cita. Me ha estrechado la mano preguntán-
dome: «¿Me recuerda, doctor?» Hombre servicial, buen vecino y jefe de una familia
numerosa y bien constituida, don Arides fue quien me acompañó en los días lluviosos
de nuestra primera misión, guiándome en mis visitas domiciliarias a los enfermos del
lugar. Tanto a él, como a mí, nos encantaba salir juntos. Por el camino, siempre me iba
informando sobre el vecindario: «Allí hay un enfermo que si a la vuelta tenemos tiempo,
convendría que viese, doctor. El hombre tose mucho, está cada vez más flaco y la gente
murmura que está enfermo de los·pulmones», o: «En aquel ranchito vive una anciana
con un gurí lisiado. Si le parece, también podemos llegar hasta allí». Y así, hasta que nos
sorprendía el mediodía o la noche y regresábamos a la escuela.
En cuanto descargamos el camión, con Licha y Pola, quienes habían sido designadas
para ayudarme en calidad de enfermeras, improvisamos nuestra policlínica en la misma
pieza del local escolar donde asistimos a los niños en la misión del año 1949.
de la mañana. Después del almuerzo, los niños de las escuelas y los misioneros inter-
pretan danzas y canciones folklóricas. Una orquesta improvisada con intérpretes del
lugar (guitarra, acordeón y armónica) ameniza la fiesta. Un misionero, un vecino, el
inspector departamental de Enseñanza Primaria y el médico de la misión, dicen pala-
bras alusivas al acto.
Y finalmente, en asamblea pública se designa la comisión vecinal encargada de admi-
nistrar la policlínica.
Seguramente que esta obra construida por ellos con tanto sacrificio, sintiéndola ahora
«Fuerza muchachos»
Colección: Mabel Iturrioz. de ellos y para ellos, sería administrada por ellos con cariño, celo y dedicación.
Aquella primera Comisión Vecinal de Salud, quedó integrada por una delegación de día, aquella policlínica se transformara en un centro asistencial internacional para una
cada uno de los rancheríos misionados (cuatro en total) más una delegación de la zona región uruguayo-brasileña.
brasileña limítrofe, zona con las mismas características deficitarias de aquellos. De este Pasan algunos meses. La policlínica ya·funciona en el nuevo local. Ahora los vecinos
modo, la policlínica de Centurión fue desde su comienzo un servicio de salud de carác- sienten la necesidad de una enfermera que preste desde ella sus servicios en forma perma-
ter internacional. Sus servicios beneficiaban tanto a los habitantes uruguayos de aquella nente en la zona. Hasta la fecha, desde el comienzo de la misión permanente, los trabajos
zona como a los vecinos y hermanos brasileños, y estaba administrada por una comisión de enfermería los venía realizando la maestra ayudanta de la escuela número 16, Rosario
mixta, integrada por delegaciones de ambos lados del río Yaguarón. Iurramendi, entonces estudianta de magisterio.
De las resoluciones tomadas por aquella comisión en su primera reunión, vale la La Comisión considera el problema y resuelve crear el cargo de enfermera con carácter
pena destacar dos: una, referente a las obligaciones del vecindario para gozar del de- presupuestado, y el nombramiento recayó en la misma maestra, quien abandonó proviso-
recho a ser asistido en la policlínica. En tal sentido quedó establecido un régimen riamente la escuela, se trasladó a Montevideo, hizo allí un curso intensivo de enfermería
de filiación con dos características, variabilidad de la cuota de afiliación mensual, de de varios meses y volvió a Centurión.
acuerdo con las posibilidades económicas de cada afiliación familiar hasta la mayoría Estamos ahora en el año 1957. La policlínica de Centurión es ya una realidad en mar-
de edad (por una misma cuota se amparaba en los servicios de salud prestados por la cha. Ahora cuenta con consultorios médico y dental bastante bien equipados, una farma-
policlínica, toda la familia hasta la mayoría de edad de los hijos); la otra, relacionada cia abastecida con muestras de medicamentos; tres técnicos, un médico y dos dentistas
justamente con la internacionalización de nuestra experiencia en el aspecto sanitario. de Montevideo (doctores Antonio Cereceda y Wanda G. de Cereceda) que la atienden
Un miembro de la comisión, planteó la conducta a seguir con respecto a los enfermos periódicamente cada 21 días; una enfermera que vive permanentemente en ella; una par-
de Brasil, que en número creciente venían a asistirse allí, y sostuvo precisamente que tera, la matrona de la zona (doña Auta Márquez de Caveda), y finalmente, una comisión
se les debía negar la prestación de los servicios de salud. A continuación se debate el vecinal de salud encargada de su administración, integrada con delegaciones zonales y
problema, hasta que finalmente se acepta por unanimidad la moción de otro miembro que se renueva anualmente en asamblea general de socios.
fundamentada más o menos en estos términos: «Vivimos tan cerca unos de otros, nos El número de vecinos afiliados a ella, crece en forma progresiva. En cada visita de
vemos tan seguido, cruzamos todos los días el río para allá .y lo cruzan ellos todos los los técnicos se atienden unos doscientos enfermos; y entre visita y visita, la enfermera
días para acá, y nos conocemos, qué sé yo... desde el día en que nacimos, que nunca se soluciona muchos problemas de salud: practica las indicaciones dejadas por aquellos,
me ocurrió pensar que fuésemos distintos y extraños, sino iguales y hermanos. Por lo presta primeros auxilios, vacuna a la población, colabora con los maestros, hace educa-
tanto, propongo que nos olvidemos de ese río que nos separa y que nuestros hermanos ción sanitaria, aconseja, asesora y orienta a los enfermos; pero por encima de todo, es
brasileños gocen de los mismos derechos que nosotros siempre que cumplan con las un motivo de tranquilidad para una población que sabe que contará con ella si la llega
mismas obligaciones». En·aquel instante, nosotros tuvimos la esperanza de que algún a necesitar. […]
FELIPE CANTERA SILVERA (1967), «CENTURIÓN (1949)», HACIA LOS OTROS. HISTORIA Y CONCLUSIONES DE
UN ENSAYO DE TRABAJO SOCIAL CON COMUNIDADES RURALES, MONTEVIDEO, PP. 56-74.
365
La falta de comunicaciones lleva implícito la carencia absoluta de informaciones y orientación terapéutica, y cuando es acertada, se vuelve insuficiente (en la lúes, bis-
relaciones con centros poblados, siendo de recalcar que el teléfono más cercano está a muto dos meses). La asistencia obstétrica es dada por una anciana con una lúes diag-
15 kms., en la comisaría. nosticada clínicamente.
El hombre de Rincón de Pacheco, situado en el medio, puede ser considerado con Dentro de la patología se destacan por su frecuencia: los trastornos gastrointestinales,
hábito de trabajo, el que por razón de su unilateralidad, falta muchas veces, hecho agra- dispepsias y colitis de diversos grados, explicables por la naturaleza de la alimentación;
vado por las sequías, cuyas desastrosas consecuencias nos fue dado comprobar. desnutrición, sobre todo en los niños, con casos de raquitismo; sífilis, generalmente tra-
Temperamentalmente amable, solidario, accesible, concurrió espontáneamente a no- tada en forma insuficiente; cervicitis agudas y crónicas, en un porcentaje elevadísimo,
sotros, interesándose por todos los problemas planteados. A pesar de la ignorancia y enfermedades infectocontagiosas, tos convulsa, difteria, viruela (llegamos durante un
analfabetismo que predomina en los adultos, los niños en edad escolar, son enviados brote de esta última). Además, se encontraron, en menor cantidad, afecciones de diversa
regularmente a la escuela, con una sola excepción en todo el rancherío, y con un pro- índole. En resumen, podemos decir que los problemas fundamentales, en este aspecto,
medio asistencial que supera al de las escuelas urbanas. Es de hacer constar que en la son la deficiente alimentación, que lleva a la hiponutrición, marcada en los niños, las
escuela funciona un comedor escolar... enfermedades venéreas en los adultos, y las cardiopatías en los ancianos.
La familia constituye la unidad elemental del rancherío, registrándose un porcentaje Existe allí una escuela, en un local alquilado por el Estado en $ 40,00 mensuales, defi-
de un 56.5 % de uniones legales. Las uniones se realizan entre jóvenes, no consanguí- cientemente construido con tablas y techo de paja, con grandes goteras. A su frente hay
neos, no existiendo depravaciones morales y formado su hogar en otro rancho. Es de dos jóvenes maestros que, con una clara visión de su alta función social, llenan favora-
admirar el hecho de que en el seno de estos paupérrimos hogares es frecuente encontrar blemente su cometido, en las precarias condiciones en que actúan. Índice de ello es el ya
niños desamparados que son criados sin establecer diferencias con los propios. Las referido porcentaje asistencial, a pesar de no disponer del material más indispensable. Se
uniones ilegales son consecuencia de múltiples factores: falta de juez en el pueblo, observa la destacada influencia de la escuela en este medio, donde el maestro es fuente
económicos y psicológicos. de información, de consejo y ayuda material.
La vivienda, en términos generales, es muy reducida, en amplitud, mal construida La labor de la Misión en este pueblo consistió en la unión de sus habitantes para luchar
con barro y paja, contando con una o dos piezas que se llueven y donde viven poco por soluciones imprescindibles; dejar el fermento de inquietudes culturales, afianzando
menos que hacinados, durmiendo encima de jergones de trapos y paja. En aquellos así la tarea de los maestros; la orientación necesaria, desde el punto de vista agronómico,
menos dotados, donde no hay cocina, el fogón se hace dentro de la única pieza. Los incluso facilitando semillas y árboles, fue dada por los misioneros de Agronomía; mien-
obligados acompañantes son las vinchucas, en grandes cantidades. El interior de estos tras que, desde el sanitario, actuaron las delegaciones de Odontología y Medicina.
ranchos, aunque miserables, es ordenado y limpio, de ventilación deficiente, a pesar de Medicina dividió su trabajo en el aspecto asistencial, desde su Policlínica, instalada en
tener aberturas, pues permanecen cerrados en las horas del día. El pozo negro no existe la Escuela; en el de estudio estadístico, con la visita a los ranchos; y, en el de profilaxis,
en la mayoría. con las vacunaciones y las charlas que eran seguidas con atención por el vecindario, en
La alimentación está constituida por «mixturas»: porotos, fideos, avena, garbanzos y los actos organizados.
harina de maíz; complementada, en los más afortunados, por carne, de vez en cuando La Policlínica funcionó todo el día, con la concurrencia voluntaria de todo el pobla-
(cuesta $ 0,46 el kg.). Las verduras están excluidas de la alimentación, por ignorancia do, incluso sanos, y teniendo que hacer esperas de horas, debido a la gran afluencia
de su valor dietético; las consideran pastos. Muy pocos árboles frutales, durazneros y de personas.
naranjos, los más frecuentes. Absoluta falta de leche, debido al terreno inadecuado para La visita a los ranchos era correspondida con amabilidad y buscando cooperar, en lo
el bovino y la sequía que diezmó a los pocos animales que existían. El agua proviene de posible, con los misioneros. Las vacunaciones, igual que los exámenes, fueron realizadas
manantiales y de una bomba de agua potable, de construcción reciente. contando con el apoyo voluntarioso de todos los habitantes, quienes se sometieron a las
Totalmente desamparados de asistencia médica, se hallan bajo la acción de enferme- indicaciones profilácticas hechas en los focos de varicela.
dades que van a la cronicidad, contando sólo con el recurso, absolutamente ineficaz, Para aquellos casos que requerían hospitalización, se hizo con éxito la gestión en el
de un curandero que, llama la atención, emplea inyectables, por cierto que sin ninguna Hospital de Artigas.
DELEGADOS DE LA A.E.M. (1950), «RINCÓN DE PACHECO, OTRO OLVIDADO RINCÓN DEL PAÍS. XI MISIÓN
SOCIOPEDAGÓGICA», EL ESTUDIANTE LIBRE, PP.45-47.
371
algunas dependencias públicas, comprendiendo el alto valor de la Misión que íbamos a Pasamos ahora a lo que vi, trataré de darles una visión de lo que sentí en cada caso que
emprender nos prestaron sus servicios en un gesto altruista digno de destacar, ellos son: me tocó actuar y lo que pensé de ello. Por medio de la desinsectización llegamos a mu-
Intendencia Municipal (un camión) Jefatura de Policía (un jeep y un viaje de “avanza- chos ranchos, y vi de cerca problemas tales como la promiscuidad, malos hábitos, enfer-
da”) Dirección de Agronomía (un jeep y un viaje de “avanzada”) el Ministerio de salud medades, etc. Voy a citar un caso que es el siguiente: llegamos a una casa-racho y después
Pública (el cinematógrafo rodante que venía a cargo de ABAL y DELLEIRA, dos ex- del consabido “con permiso” y el “pasen nomás” nos introducimos en las habitaciones,
traordinarios muchachos), el Servicio Interamericano de Salud Pública (una camioneta) en las que teníamos que andar agachándonos para no rompernos la cabeza en los marcos
y finalmente la Inspección de Escuela que colaboró en forma eficaz y prestando el Jeep de las puertas, allí adentro estaba un hombre, una mujer, unos botijas rubios, parditos
durante toda la Misión, que duró cuatro días, conjuntamente con el chofer Osores que fue otros, me dirigí enseguida al hombre, le di la mano y le expliqué que éramos integrantes
uno de los que más ayudó, sacrificando sus horas libres y siendo “uno” de nosotros.-Sin de la M.S.P. que íbamos a realizar un censo de la población, que andábamos recogiendo
duda muchos al enumerar la lista pensarán: ¿Por qué están desconformes?... pero no se si los datos de todas las familiar de la localidad y que siempre comenzábamos por el Jefe de
habrán dado cuenta que falta el Consejo de Educación Primaria y Normal con su aporte la familia “que era él” pero cortándome la palabra me respondió: ”No, el dueño de casa
monetario ¡nosotros pedimos $500, esperando recibir aunque fuera $100!... pero hasta no está, él anda trabajando en las Estancias, toca la guitarra, se rebusca, pero la mujer es
ahora los estamos por recibir; es decir que la Institución más relacionadas con nosotros y ella” y me señaló al lugar donde estaba ubicada la mujer, “la señora” se puso prontamente
la que tiene que interesarse más en estas “cruzadas” culturales, se desinteresó del asunto.- a nuestras órdenes y pudimos comprobar que existían todos los defectos posibles en una
Relacionado con este aspecto voy a insertar unas palabras del gran Educador español vivienda, pozo de agua-todas o casi todas las viviendas de “El Sauce” presentaban esa
Manuel B. Cossío, que eran el prólogo de toda Misión, me refiero a las que intervenía él, característica y el racho tenía dos piezas con dos camas, una mesita, una lámpara, etc.
y que nosotros no leímos pero tratamos de cumplir, ellas son las siguientes: “Es natural Teníamos pues que preguntar a la “dueña”, las preguntas se fueron sucediendo; lo más
que queráis saber quienes somos antes de comenzar y a que venimos. No tengáis miedo interesantes llegó cuando comenzamos a censar las personas, la relación con la familia,
no venimos a pediros nada, al contrario venimos a daros de balde algunas cosas. Somos la cantidad, etc. Teníamos que preguntarle a la “dueña” de casa quien era ese señor:
una Escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo, pero una Escuela donde no hay ¿es pariente, primo, hermano?, pero él nos cortó diciendo: “yo estoy de agregau, no soy
libros ni matrículas, porque el Gobierno de la República nos envía que vayamos ante todo nada”. Al mismo tiempo la señora nos miraba como diciéndonos: “pero son indiscretos
a las aldeas más pobres, más abandonadas y que vengamos a enseñaros algo, algo de lo ustedes”, de esto pasó dos días, volvimos con el DDT, entramos nuevamente, pero esta
que no sabéis por estar siempre solos y tan lejos de donde otros lo aprenden, porque nadie vez había otro habitante, y que la mujer se nos apresuró a presentar diciendo: “Es mi ma-
hasta ahora ha venido a divertirlos, casi tanto como os alegran los cómicos y los titirite- rido”, yo para mis adentros pensé – se debe haber ido el otro – pero no, de pronto apareció
ros”. Y nosotros aunque no recibimos la ayuda de la Dependencias Públicas relacionadas el fulanito con un “buenas” como si tal cosa y él no era ni pariente, no tenía el menor
directamente con nosotros y con nuestra Carrera, tenemos el orgullo de decir que la idea vínculo que le diera una excusa para permanecer en la casa y sin embargo vivía durante la
partió del Centro de Estudiantes Normalistas y que debido a nuestro esfuerzo a la cola- ausencia del marido, en una pieza de las dos que había en la casa, no teniendo al parecer
boración activa de ciertos Profesores y algunos alumnos de nuestro Instituto Normal, un encono visible con el Jefe de Familia, pues se trataban como amigos entrañables.-Sin
pudimos llevar a cabo el fin anhelado. duda alguna ustedes podrán apreciar a través de esta pequeña reseña, un caso de promis-
Cuando sale un hombre de la ciudad y ve al pasar esos ranchos, dice: ¿Qué linda es la cuidad (1), de los muchos que existen en esa región, que parece fuesen consentidos unas
campaña que vida sana y tranquila llevan sus pobladores¡ y otras cosas más, pero la ma- veces, pero que sin embargo, de pronto, dan lugar a esos frecuentes hechos de sangre,
yoría de las veces no se fijan en el interior y ven solamente la capa externa, el barniz y las debido a que el marido ensañado ha regresado a su casa confiado o desconfiado, no se, y
vidas que se agitan en ese mar lúgubre, sin esperanzas de salir a flote, - nosotros tampoco ha descubierto ser lo que se imaginan ustedes.
veíamos claro antes de partir, éramos idealistas, creíamos arreglarlo todo en unos días Otro caso que pude palpar es el de los concubinatos y que es lo que impide que se
pero cuando chocamos con la ruda realidad, nos sentimos sobrecogidos, por que nunca case la pareja, las causas son estas: 1°) que el paisano deja de un día para otro y des-
se imagina uno tanta pobreza, miseria, inmoralidad, enfermedades, en fin lo más bajo en pués no nota la diferencia, 2°) la falta de recursos y despreocupación y 3°) la falta de
el sentido moral y físico. “moral” y otras casas” que les voy a relatar; cierto día de lluvia salimos con Ricardo
377
15 de setiembre 2 de octubre
Se realizó una reunión especial para coordinar la labor de las Comisiones relacio- Los alumnos de 6.º y 7.º años están dedicados a la labor preparatoria de la Misión, por
nadas, con la Misión Socio-Pedagógica. Estas comisiones están constituidas de la si- lo cual no han concurrido hoy a clase…
guiente manera: 6 de octubre
De Finanzas: Iris V.de Guichón, Mary Aguerre, Laura Festa, Violeta Bufante, María Se forman los equipos de alumnos para la Misión con sus correspondientes jefes. Los
Celia Vidal, Marta Rey, Lila López de Burastero, Mabel Zabaleta, Elvira Diz, Arlette alumnos preparan clases prácticas, dibujos, títeres, dramatizaciones, gimnasia, etc., para
Riviezzi, Olga Sarla, Nelly Santana, Irma Alexandre, Alix Irazoqui, Nelly Ventimiglia, ayuda a la escuela de Ferrer.
Elsa Lapasta, Alba Spath. 7 de octubre
De Cultura: Clelia V. de Mendoza (Directora), Tomás Magallanes, Luis Braselli, Siguen las actividades para la Misión, sin interrumpir las clases.
Haydee Lugano, Elsa Berriel, Venecia Remedio, Lidia Román, Chicha Bello, Mabel 9 de octubre
Gonzalez,. Se realiza un viaje a Montevideo con la colaboración de la Intendencia para pedir apor-
De Propaganda: Blanca Mengotti, Mary Gloria Abdo, Amanda Valerio, Celena tes para la Misión.
Suárez, Tania González, Mª del C. Bessio, Sonia D’Avila, Gladis Rodríguez, Hugo 10 de octubre
Bentancur, Roberto Alén. Los alumnos preparan clases prácticas, dibujos, títeres, dramatizaciones, gimnasia, etc.
De Proveeduría: Gipza L de Grané, Susana Dei Cas, Julia Losantos, Mª Esperanza para la ayuda a la escuela de Ferrer.
Martínez, Chelita Caloi, Mª del C. Echeverria, Chichita Rey, Raquel Zusperregui. 13,14 y 15 de octubre
De Higiene: Hilda M. de López, Juana B. Martínez, Elsa Canapá, Celina Suarez, Los alumnos de 6º y 7º, y parte del 5º, se dedican exclusivamente a la obra social, so-
Amanda Valerio, Celina Suarez, Gloria Abdo. licitando ropas, alimentos, etc., a diversas instituciones de Florida, haciendo propaganda
por la prensa, y por radio para interesar a la población en esta obra. La escuela Industrial,
la Intendencia Municipal, la Jefatura, las escuelas Artigas y Varela, han cooperado cons-
tantemente en la preparación y coordinación de la misión, con comprensión completa el
valor de la misma.
El día 15 a mediodía salió de esta ciudad para Ferrer la carga total de carpas, cortes de
madera para la construcción de los ranchos grandes, leña para combustible, alimentos, ro-
pas, medicamentos, etc. Bajo la responsabilidad del Sr. Subinspector Don Luis Brasselli
y de los alumnos varones del Instituto.
Izquierda: Actividad
de higiene y salud.
Derecha: Cocinando. Preparando las actividades del día.
Colección: Olga Posada. Colección: Olga Posada.
16, 17 y 18 de octubre
Se dedican totalmente a la Misión Socio-Pedagógica. Acompañados por la que esto es-
cribe, y por maestros y técnicos, con el apoyo de la Escuela Industrial, de la Intendencia
Municipal y otras personas, se realizó, esta Misión con un resultado que superó todo lo
que habíamos previsto. El médico, el dentista, la Cinematografía Escolar, el teatro de
títeres, el reparto de ropas y alimentos, las visitas a todos los hogares para establecer el
censo y tomar todos los datos útiles a nuestra obra, y otras actividades imprescindibles
ocuparon todo el tiempo disponible. Los alumnos cumplieron con su deber en forma en-
comiable y digna de la profesión que siguen.
23 de octubre
Se determina que los organizadores y colaboradores de la Misión Socio-Pedagógica,
se reúnan el día lunes próximo para coordinar la forma de continuar la obra iniciada…
27 de octubre
Reunión de integrantes de la Misión para coordinar la obra y sus resultados y presentar
los problemas de futuro. Se dispone la formación de un álbum de fotografías referentes
al pueblo visitado y la organización del informe de conjunto.
CLELIA VITALE D’AMICO DE MENDOZA, LIBRO DIARIO DEL INSTITUTO NORMAL PARA MAESTROS DE
FLORIDA AÑO 1952. COMPILADO POR LA BIBLIOTECÓLOGA MARISOL CASERTA, IFD DE FLORIDA. FOTOS
GENTILEZA DE LA SRA. OLGA POSADA.
383
INFORME DEL EQUIPO DE ESTADÍSTICA
(CIENCIAS ECONÓMICAS)
Historia de Isla Patrulla
Este poblado tuvo su origen en el año 1870 y fue en sus comienzos un conjunto escaso
de ranchos asediados por matreros y ladrones. Este detalle hizo que la cuchilla sobre la
que se asienta el poblado se llamara «de los ladrones».
El verdadero nombre de este rancherío es Villa María Isabel, acepción dada en honor
de la esposa de unos de los estancieros del lugar. El origen del nombre Isla Patrulla es
doble: según unos, nació porque en una isla de mimbres se ocultaba la patrulla policial
para sorprender a los matreros; según otros, porque en la zona había una morena, de
nombre Patrulla, que se encargaba junto con su esposo, de guardar el ganado en el co-
rral, por las noches.
Geografía
Situado en el Departamento de Treinta y Tres, a 43 kilómetros de la ciudad del mismo
nombre y aproximadamente a la misma distancia de Tupambaé. Los caminos de acce-
so llevan a las dos ciudades anteriormente nombradas y a las localidades de Avestruz
Chico y el Corral.
La zona está fraccionada en 47 manzanas y consta de 70 ranchos.
Economía
A. Medios de vida
1. Pensionistas. Cifras aproximadas dieron un número de 30 percibiendo un subsidio
de $18 mensuales.
2. Trabajos diversos.
a. Peones: especialmente en el lugar se dan casos de peones que tienen su residen-
cia allí y trabajan en las estancias. Algunos lo hacen por temporadas (zafras) y otros
de manera continua. Los estancieros no permiten que los peones lleven consigo a
sus familias. Los que trabajan continuamente en las estancias visitan a sus familiares
periódicamente.
b. Alambradores. Igualmente pasan la mayor parte del tiempo fuera de los lugares a
los cuales concurren cada tanto para surtirse.
c. Changas. Este tipo de labores es realizado por la mayor parte de la población como
complemento de su subsistencia; especialmente los jubilados y los quinteros, dado a
veces lo precario de sus recursos. Estos últimos fuera de la época de la recolecta de
dedican a diversas ocupaciones tales como cortar leña, marcar ganado y otras labores
del ambiente.
«Plan de un día de trabajo misionero». 3. Comercio. En primer lugar encontramos el almacén, hay diez de estos estableci-
Colección: Centro de Misiones Socio-
Pedagógicas Treinta y Tres. mientos, lo que llama la atención por ser el poblado pequeño, pero ocurre que cada
Casi un 50% de las viviendas están faltas de luz y el resto, más o menos bien iluminadas.
El promedio de piezas por casa es de dos y el promedio de habitantes por pieza es de
cinco personas, según estadística realizada por el juez del lugar y de cuatro según la ins-
pección hecha por la misión.
Por otra parte las habitaciones son de dimensiones reducidas.
C. Salud y alimentación
Con respecto a la alimentación recibida por niños y mayores, se tuvieron los siguientes
informes: la escasez de leche, dado que los pobladores de este rancherío no tienen gana-
do suficiente para cubrir sus necesidades. Por otra parte a las gentes modestas, que son
la mayoría de la población, les es imposible adquirirla en el único tambo de la localidad
dado que el precio de $0,20 el litro es excesivamente alto para el nivel medio de vida.
Por otra parte la alimentación principal consiste en fideos secos y arroz, siendo escaso
el consumo de carne y de verduras. Afortunadamente la naranja en el invierno y el duraz-
no en el verano que se dan en abundancia, permiten que la población no carezca frutas.
CONCLUSIONES
a. Si bien algunos informes estadísticos están completos, otros pecan por falta de
ajuste y ello se debe a que el afán de todos los misioneros fue, en primer lugar, captarse
la adhesión de todos los habitantes de Isla Patrulla, cosa que se logró en la gran mayoría
de los casos.
b. Que nuestro afán era el de misionar en la más pura acepción del término, y el
demandar los datos fríamente hubiera contribuido a no lograrlos fielmente, y probable-
mente hubiera hecho fracasar el objetivo de la misión.
Evidentemente Isla Patrulla no es el ejemplo típico de rancherío, dadas las condicio-
nes expuestas anteriormente, habiendo posibilidades para lograr un mejoramiento de
las condiciones. Por otra parte hay una gran desunión entre los habitantes del pueblo,
lo que no contribuye al éxito de todo movimiento que se inicie en el sentido de lograr
ese mejoramiento.
El intercambio cultural es prácticamente nulo llegando diario sólo a los abonados, ha-
biendo muy pocas viviendas que tengan radio.
Por último, se ha logrado formar una comisión de vecinos, que tiene a su cargo el es-
tudio de una serie de problemas tendentes a nivelar en lo posible la situación del lugar.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
Teniendo en cuenta que la escuela del lugar tiene casi 40 años de existencia, es de supo-
ner que este rancherío nació hace 60 años o quizás más. Su origen podría estar dado por la
separación de la familia a que obliga el régimen de trabajo en las estancias. Según datos
suministrados por gente del lugar, hace 20 años, contaba el rancherío con 130 ranchos y
se hacía agricultura, especialmente trigo y maíz. Sus pobladores poseían cierta cantidad
de tierras, que fueron luego vendiendo a las estancias, obligados por circunstancias tales
como las sequias, malas comunicaciones, mal cultivo de las tierras, erosión, etc. Estos
hechos están corroborados por el rápido descreimiento de la población: en 1930, 130 ran-
chos, en 1940, 80 ranchos, y en 1953, 40 ranchos. Los habitantes generalmente emigran
a la ciudad especialmente los jóvenes, tanto hombres como mujeres.
CARACTERES FÍSICOS
Este rancherío está situado a 80 km. de la ciudad de Treinta y Tres, para cuyo acceso,
45 km. son de carretera bien construida y conservada y los 35 km. restantes, en el mejor
de los casos a nivelamientos parciales para salvar las irregularidades pronunciadas del
terreno. Es de hacer notar que para recorrer este último trecho, se tardaron dos horas y
media en camión. Los medios de locomoción hasta la carretera son esporádicos y parti-
culares, cobrando un sulky, por el viaje hasta ella, $ 5.00, de allí el ómnibus cobra $ 3.40,
en total $ 8.40 (el mismo costo un viaje de Montevideo a Treinta y Tres). La estación de
FFCC más próxima está a 40 km. y la comisaria —que posee un «jeep»— está a 30 km.
La zona, de accidentada geografía, configurada por elevaciones de regular altura, ca-
racteriza un terreno quebrada con afloraciones pedregosas, apto para ganadería menor y
para plantación de árboles, lo que no se realiza. El mal cultivo y la falta de cuidado han
desgastado la tierra, notándose a simple vista los efectos destructivos de la erosión en las
profundas zanjas causadas por el arrastre de las aguas. El vecindario está de acuerdo en
la relativa bondad de la tierra y comprende el problema de la erosión pero no se aplica a
evitarlo, en parte por ignorancia de métodos y en parte mayor, por falta de medios.
391
CARACTERES ECONÓMICOS esporádico, con jornadas de 12 y 13 hora, ganan $ 2.50 a $ 3 por día. Los monteadores
Todas las familias poseen una parcela de tierra, de dos o tres cuadras, término medio, que ganan $ 180 por mes como máximo, siendo un trabajo irregular y peligroso, en el
siendo el máximo 25 cuadras (2 casos) y el mínimo una cuadra. El valor de la tierra es de que ayudan los niños.
$ 80.00 la cuadra. Los trabajadores de quinta, trabajan su parcela con medios rudimentarios y también
Medios de vida ayudados por los niños. No hay variedad de cultivos. Muy pocas verduras, acelga,
Peones de estancia: ganan entre $ 30.00 y $ 50.00 por mes y los niños $ 7.00 por mes. lechuga y repollo, y algunas legumbres, principalmente porotos, que es la base de la
El carácter extensivo de la explotación ganadera que se efectúa en el lugar, no da cabida alimentación. No poseen lecheras. En casi todas las quintas hay frutales, citrus, aunque
a un número mayo de trabajadores. Las estancias oscilan entre 2.000 y 8.000 cuadras. en pequeñas cantidades, y en algunas casas hay también parras. Todo lo que se cultiva
Trabajadores de zafra. Los esquiladores trabajan dos meses al año y es la tarea que es para el consumo propio, y lo poco que sobra a los que poseen una extensión, lo
realiza gran parte de la población, siendo su entrada más abundante. Oscila entre $ 600 venden en almacenes.
y $ 800 por zafra. Esquilan a máquina con un promedio de 80 a 110 animales por día y No se pudo comprobar la entidad del contrabando hormiga, pero la policía no pone
cobran $ 17.50 el ciento. Los embolsadores ganan $ 2.00 cada cien vellones embolsa- trabas mayores a su gestión. No se pudo comprobar el número de pensionistas, pero hay
dos, con promedios de 60 bolsas diarias. Los trabajadores en caleras, trabajo de carácter algunas que reciben $ 15.00 por mes.
En la zona hay tres almacenes uno de ellos con carnicería y su situación económica es
sumamente holgada. Los precios que cobran los productos son altos en relación al medio:
leche $ 0.20 el litro, carne ovina a $ 0.45 el kilo y la novina a $ 0.50.
En Montevideo, siendo las dieciocho horas del día veintidós de setiembre de mil no-
vecientos cincuenta y cinco se reúne la Comisión Especial Encargada de Estudiar el
Problema de los Rancheríos. Asisten los señores doctor Washington Beltrán, doña Elsa
Fernández de Borges, don Delfos Roche y don Alberto E. Ruiz Prinzo, presidiendo el doc-
tor Tomás G. Brena. Faltan los señores don Esteban J. Bacigalupi, doctor Arturo J. Dubra,
don Enrique Pastorino, doctor Antonio Suarez Ponte y don Adolfo Tejera. Concurren asi-
mismo, invitados por la Comisión, los señores doctor Orlando Rojas y don Washington
de Angelis, delegados del Centro de Misiones Socio-Pedagógicas, quienes realizan una
exposición de la cual se adjunta copia de la versión taquigráfica.
Solicitando el señor Presidente la información relacionada con los rancheríos, donde
el Centro ha realizado las misiones el doctor Rojas, cita las siguientes: Caraguatá en
Tacuarembó, Sequeiras en Artigas, Quebracho en Paysandú, Pueblo Fernández en Salto,
Rincón de Pacheco en Artigas, Perseverano en Soriano, San José de Cañas en Durazno,
Arroyo del Oro e Isla Patrulla en Treinta y Tres, Garao y Centurión en Cerro Largo y
Cañas en Tacuarembó. Además de las citadas han realizado según expresa, otras misio-
nes, sumando en total diecinueve.
Siendo las diecinueve y treinta se da por terminado el acto. […]
SEÑOR PRESIDENTE. La Comisión Especial de los Rancheríos fue designada por la
Cámara de Diputados con dos finalidades: la primera relativa a la información y estudio
del problema y una segunda finalidad, buscar soluciones mediatas e inmediatas para el
problema de los rancheríos.
La información que tenemos es muy amplia pero sabemos que ustedes pueden aportar
datos muy interesantes por la experiencia que tienen en las misiones socio-pedagógicas.
Algunos de los miembros de la Comisión han visto actuar esas misiones y tienen el más
397
alto concepto de la técnica con que se trabajó. Esa experiencia de ustedes nos va a ser de estudio como medio de fundamentación científica de sus conocimientos y como fin,
muy útil especialmente para las soluciones inmediatas, es decir, lo que se puede ir hacien- una vez poseedor de dicho conocimiento, estar en condiciones de plantear ante las auto-
do sin comprometer las soluciones de fondo más ambiciosas que son la recuperación de ridades públicas, la solución definitiva de los problemas observados en los rancheríos de
todos los habitantes de los rancheríos y la transformación de los mismos. Pero mientras nuestra campaña.
no se pueda hacer eso, por lo menos hay que ir a soluciones inmediatas, que no sean de En nuestro informe correspondiente a la XIX Misión Socio-Pedagógica, aun no pu-
asistencia social simplemente sino de asistencia realmente técnica. blicado, tratamos en forma más extensa, detallada y documentada lo que aquí expon-
De modo que les damos las palabras para que nos den cuenta de su experiencia y de las dremos esquemáticamente; y, como todo lo esquemático puede hacer surgir dudas,
soluciones que desde este punto de vista pueda tener este problema. pedimos a los señores miembros de esta Comisión que soliciten aclaración cuando así
SEÑOR ROJAS. […] El compañero De Angelis les va a informar lo observado en la lo consideren conveniente.
última misión realizada en el pueblo de Cañas. Niños de la Escuela de Las Cañas.
La población de Cañas, situada en la 5ª. Sección Judicial de Tacuarembó, a 65 kilóme-
SEÑOR DE ANGELIS. Este informe lo dividimos en tres partes: una en la cual se Colección: Mabel Iturrioz.
tros de la Capital Departamental, en una zona de serranías correspondiente a la Cuchilla
hace un estudio sociológico-esquemático de Cañas tratando de generalizar al resto de de Haedo, se encuentra en una situación de aislamiento total, prácticamente, dada la con-
los rancheríos del país. Es una generalización que aclaramos aquí que no es posible en dición en que se encuentran los caminos de acceso a la zona. El estado de dichos caminos
forma íntegra porque no conocemos suficientes rancheríos; toda generalización está es tal, que la descripción oral no alcanza para crear el concepto; baste decir que solo la
limitada por el número de experiencias. Luego vendrá la segunda parte, que es una ex- tracción animal puede efectuarse en épocas de invierno.
posición sobre el trabajo del Centro de Misiones; y finalmente, la parte de soluciones No solo los caminos crean una deficiencia de comunicaciones con la zona, la vía férrea
que nosotros planteamos. más próxima pasa por la Estación Laureles, a 25 kilómetros y los caminos de acceso a
Voy a leer mi parte —la tengo escrita—, la que seguramente no aporta mayores co- ella son aun peores que los que van de Tacuarembó.
nocimientos nuevos, pero tiene aplicación por los datos que suministra sobre el caso La línea telefónica existente se reduce a la que sirve a la Subcomisaria únicamente,
de Cañas concretamente. y que se encuentra en uno de los extremos de la zona, extraordinariamente extensa
Al hacer el estudio sociológico de un rancherío aislado, podrá parecer apresurado, (aproximadamente 3 leguas).
intentar una generalización inmediata, sin poseer previa o posteriormente un conoci- El servicio de correspondencia tiene su sede en la Estación ferroviaria de Paso del
miento de la realidad social de otros núcleos poblados de ese tipo. Cerro (37 kilómetros de allí), las cartas o encomiendas quedan libradas a la visita de al-
Toda generalización surgida del conocimiento de un solo hecho aislado, carecería se- gún vecino o algún agente policial.
guramente de validez, pero es fundamentándonos en la experiencia adquirida por más Las comunicaciones aéreas se reducen a la existencia de dos pistas de aterrizaje natura-
de veinte Misiones Socio-Pedagógicas realizadas en el correr de los últimos diez años, les, situadas en sendas estancias vecinas (esta vecindad es de una a tres leguas) una de las
que exponemos este intento de generalización. cuales ya ha sido desechada por los pilotos del departamento, restando la otra, que solo
Es indudable por otra parte, que en el campo de la Ciencia Sociológica, el método admite el aterrizaje de las avionetas más pequeñas (biplazas) siendo imposible aterrizar
inductivo no pueda aplicarse con la efectividad que se lo hace en las otras Ciencias en ella al avión ambulancia.
Naturales, pero, aclaramos, que no es pretensión nuestra sacar conclusiones definitivas Un solo exponente cultural se encuentra en la extensa zona, y es la escuela rural. Esta
y absolutas, si no que, como ya lo adelantamos al principio, nuestro propósito es plan- presencia aislada del Centro de Instrucción, atendida por dos maestros generalmente aun
tear en lineamientos generales, un intento de generalización. no recibidos, que en general permanecen solamente un año, cuando no menos, y cuyas
El Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Montevideo, trata en la actualidad de funciones se reducen a la alfabetización y otras enseñanzas totalmente inadecuadas al
sobrepasar en sus actividades una primera etapa, la de conocimiento de los hechos, sin medio, establece indudablemente una insuficiencia cultural total. La escuela rural cuyo
considerarla, de ninguna manera como terminada, para entrar a una segunda, la del inten- impulso civilizador podría suministrar la energía necesaria para iniciar el movimiento de
to de generalización a partir de un buen numero de experiencias aisladas, para trazarse reivindicación de los habitantes de los rancheríos, funcionando tal cual lo hace hasta el
un plan de actividades constructivas en el cual entre una reestructuración de sus métodos presente, certifica una incapacidad absoluta en ese sentido.
421
4. Vacunación antitífica con ayuda de Salud Pública. Se vacunaron 111 personas en el HIDER LEGAZCUE, PRESIDENTE.
pasado mes de marzo. El Centro de Misiones Socio-Pedagógicas de Tacuarembó fue creado el 12 de junio.
5. Instalación de pozo semisurgente. Ya se envió al Directorio de Obras Sanitarias del Partió la iniciativa de la Unión Magisterial de Tacuarembó, que contó, enseguida, con la
Estado (O.S.E.) la solicitud firmada por el vecindario de La Hilera. Se estudian además colaboración de estudiantes magisteriales, profesores, maestros, inspección de escuelas,
otras soluciones. profesionales, estudiantes de la E. Industrial y Agraria.
6. Gestiones para la mejora del edificio escolar. En tal sentido se constituyó la Comisión Habiendo en nuestra campaña tantos lugares que necesitan, por su pobreza y falta de
de la zona, la que se dirigirá a la Comisión Dptal. de Edificación. contacto con medios más cultos, ayuda y colaboración de éstos, el C. de M. S. P. anhela
7. Gestión ante el directorio de U.T.E. para que mejore la línea de teléfonos de la zona. poder proporcionárselas de forma eficaz. Para eso las Misiones han de llevar a los sitios
Es de hacer notar que el Centro, luego de la misión, ha enviado delegaciones en dos opor- en que desarrollen su actividad, ayuda material en la forma de medicinas, ropas, alimen-
tunidades a La Hilera, con el fin de tratar importantes asuntos con la Comisión de Vecinos. tos, libros, herramientas de trabajo, etc. y al mismo tiempo, han de hacer conocer a los
III habitantes y procurar su participación en ellas, diversas manifestaciones culturales cuyo
Se agita en el ambiente cultural tacuaremboense la iniciativa de instalar un internado acceso les está vedado por su miseria y aislamiento.
Escolar para niños de nuestras escuelas rurales, cualquiera sea su condición económica. También es necesario iniciar a los jóvenes en el aprendizaje de técnicas y oficios que
Nuestro Centro ha sido el promotor del movimiento y con el apoyo del director Dptal. de amplíen y diversifiquen su restringido campo de actividades.
Escuelas, maestro Gilberto da Costa Obrer llevará adelante los planes establecidos. Posteriormente se ha de llevar a cabo la labor estadística y el estudio del medio y de las for-
El propósito es generoso y amplio; y no sólo está en nosotros hacer, sino que se espera mas en que se puede intentar la solución de los diversos problemas que surjan; y de esto últi-
la colaboración de aquellos bien inspirados que comprendan la necesidad del Internado. mo así como del testimonio de los misioneros, ha de despertarse el interés y el afán por con-
Ya se han realizado dos asambleas numerosas con los maestros rurales informándoles tribuir al mejoramiento de una realidad que, a pesar de estar tan próxima, está tan olvidada.
de lo que se persigue al crear el Internado Escolar, que tendrá por sede la casa de la calle De esta promisoria construcción, avidez de nuevos conocimientos y mejoramiento en
Sarandí entre Flores y 18 de Julio, adaptada convenientemente. Los maestros nos han todos los aspectos, por parte de la población campesina, y actividad tendente a contribuir
comprendido y con el esfuerzo mancomunado hemos de triunfar. a la realización de esos anhelos, por parte de los sectores más generosos de la población
Que estas pocas palabras abran camino en la conciencia de nuestro pueblo, es nuestro ciudadana ha de surgir un gran apoyo e interés en torno a la actividad de la escuela rural,
mayor deseo… todo lo cual ha de propulsar el progreso del departamento. Es de nuestro agrado y fin el
Tacuarembó, abril de 1955 colaborar lo más posible con la escuela.
En este sentido el C. de M. ha hecho algo al prestar su ayuda en festivales, tanto en la
escuela que dirige el compañero Castrillón, como en la del Sr. Taroco. Esperamos poder
cumplir en este sentido con todos aquellos que soliciten nuestra colaboración.
Con esta breve recapitulación sobre los fines que persigue el C. de M. S. P. he querido,
solamente, hacer ver que la variedad y el número de las tareas a desarrollar por parte de
una misión, así como la importante repercusión que puede tener sobre la vida de nuestra
campaña, necesitan el concurso de todos. Así es que los estudiantes de magisterio y de
otras ramas de la enseñanza señalamos entonces que estudiantes de la E. Industrial y
Agraria han prestado una invalorable colaboración. Profesores, técnicos, profesionales,
obreros: todos tienen una tarea en el C. de M.
Sin embargo, hemos tropezado muchas veces con la indiferencia, y por ende con la
Portada de la revista «Inquietud»,
órgano del Centro de Misiones Socio- falta de comprensión, por parte de sectores que por la naturaleza de la función que des-
Pedagógicas de Tacuarembó.
Colección: Neffert M. Gonzalez. empeñan, tendrían que ser los más diligentes propulsores de la actividad misional.
MOURIÑO
Universidad de la República.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
El rancherío Araújo, toma su nombre del arroyo del mismo nombre que corre en las
inmediaciones, y su origen se debe —al parecer— a dos causas: subdivisión de propieda-
des de una familia y ocupación de tierras fiscales.
De los datos recogidos podemos deducir que la existencia del rancherío se remonta a
más de 60 años.
En lo que respecta a población, los datos que poseemos son escasos. En 1946, aproxi-
madamente, tenía una población de 200 habitantes (1), confirmándose este dato con otro
de 1943, que da la misma cifra (2). En 1950 tenemos 155 habitantes (3) y nuestro censo
nos da 159. De estas cifras surge que al menos, en los últimos 15 años no ha habido gran-
des movimientos de población, aunque parece que tiende a disminuir.
Antes de las fechas citadas, según informaciones recogidas, la población era mayor, ha-
biendo emigrado parte de esta, al instalarse nuevas empresas en Paysandú, que atrajeron
a los elementos activos del lugar.
En otros aspectos la evolución el rancherío ha sido favorable. Desde hace seis años,
cuenta con buenos caminos que lo unen a Paysandú y otras localidades, y con una bomba
de agua potable que provee de ese elemento a gran parte de la población.
La escuela tiene más de 50 años de instalada en el lugar.
CARACTERES FÍSICOS
Ubicación
Araújo se encuentra ubicado en el Dep. de Paysandú, próximo a la desembocadura
del arroyo del mismo nombre, en el rio Queguay. Está a 45 km. dirección noroeste de
Paysandú, de los cuales 35 km. corresponden a la Ruta 3, carretera a Salto, y 10 km. a un
camino vecinal que pasa frente a la Escuela Nº 36, en dirección a Cerro Chato, y que nos
ofrece dificultades de transito en ninguna época del año.
457
Los otros centros poblados que ejercen influencia sobre Araújo son: Quebracho, a unos CARACTERES SOCIALES
20 kms., Queguay, a unos 15 kms. y Cerro Chato a unos 10 kms. La distancia a Salto es Población
de unos 100 kms. y a Montevideo, de unos 425 kms. Del censo demográfico realizado sobre un total de 29 familias surgen los siguientes
Medio geográfico datos:
Este poblado está en una zona climática norte. La topografía es ondulada sin elevacio-
nes pronunciadas, ultimas estribaciones de la Cuchilla San José. El suelo es cretácico masculino femenino total
pero hay aplanamientos calcáreos en las cuchillas. Tierras franco-arenosas de mediana 0 a 5 años 18 18 36
fertilidad, profunda en los bajos, superficiales en las cuchillas y subsuelo rocoso.
Predominan los pastos duros con ausencia casi total de leguminosas. El número de 6 a 10 años 13 10 23
cursos de agua es relativamente bajo y la capa freática muy irregular crea problemas 11 a 15 años 10 12 22
para el alumbramiento de agua. Los montes artificiales son puramente de eucaliptus y los
montes naturales más cercanos son los del Arroyo Araújo. Aparte de ese curso de agua, 16 a 20 años 7 8 15
está en la zona el Arroyo Soto y el Río Queguay. Próxima al rancherío hay una cañada 21 a 30 años 13 11 24
que resiste la seca estival.
31 a 40 años 12 8 20
41 a 50 años 1 3 4
más de 51 años 10 5 15
RESUMEN
hombres: 84
mujeres: 75
total: 159
Vivienda
En lo que respecta a este punto, Araújo no difiere del aspecto que presentan tantos otros
rancheríos del interior y que constituyen el panorama de la realidad del país en lo que a
vivienda se refiere.
El tipo de construcción más frecuente es el rancho de terrón con techo de paja quin-
chada; le sigue luego el de fagina, y excepcionalmente, el material empleado en la cons-
trucción es el ladrillo. Debido a que la estación (verano) el estado general de las paredes
y techos es bueno.
En lo que se refiere a la ventilación de la vivienda podemos decir que la misma es esca-
sa. Generalmente las ventanas (una por pieza) carecen de vidrios por no haberlos tenido
Frente y reverso de fotografía: Misioneros en el
rancherío de Araujo, 1957.
Colección:Jorge Bralich.
Misión socio-pedagógica al Rancherío de Araújo 459
originalmente o porque al romperse, se ha cubierto con madera o lata. Lógicamente del agua más o menos clara; las paredes de dicho pozo no han sido forradas, no tiene tapa
este hecho va contra una iluminación adecuada y racional. Las puertas (una por pie- y al introducir el balde para sacar el agua se toca el fondo barroso por lo que es necesario
za) son bajas y estrechas estando el piso de la habitación a un nivel mucho más bajo dejar asentar el agua, para que el barro y basuras se depositen en el fondo. Pocas familias
que el del patio. o más bien dicho, casi ninguna, hierven esta agua antes de utilizarla.
El equipamiento general de la vivienda es escaso cubriendo apenas las necesidades Cultura
elementales de la familia. Sin embargo, algunas cuentas con mayores comodidades, ta- Sobre un total de 51 adultos censados, encontramos un total de 8 analfabetos, lo que
les como primus, horno para primus, cocina a kerosene, máquina de coser, ortofónica, nos da un porcentaje de 16 %. En lo que respecta al lenguaje, no encontramos ningún
guitarra, radio, etc. Creemos interesa destacar que en las familias que cuentan con estas hecho especial, que puede caracterizar al medio. La casi totalidad de los habitantes han
comodidades el jefe del hogar ha viajado hasta la capital o de lo contrario mantiene un realizado viajes, ya sea a la capital del departamento, o algunos pueblos vecinos. En
contacto regular con Paysandú o estaciones ferroviarias vecinas. En cuanto a la ropa se contados casos, a Montevideo. Por otra parte, existen en todos los almacenes, aparatos
guarda en roperos, en baúles o cajones destinados a este objeto o se cuelga en una cuerda de radio, y en algunos ranchos, gramófonos (en numero de 3). Las revistas y diarios
pendiente de los tirantes del techo. son muy escasos, y en general solo llegan a los comercios de la zona. Muchas personas
Las comodidades con que cuenta cada familia oscilan desde las que tienen un solo (cinco por lo menos) demostraron habilidades musicales, conociendo instrumentos tales
cuerpo de rancho con una pieza separada por un tabique y que constituye dormitorio y como acordeón, guitarra, y en un caso, el violín. Algunas mujeres realizaban labores
cocina-comedor, hasta los que cuentan con 5 cuerpos. La generalidad cuenta con dos de costura y algunos hombres realizaban ciertas labores de artesanía rural (trabajos en
cuerpos: uno se destina a depósito de cereales, arreos, etc. y cocina, y el otro se destina cuero, alambre, etc.).
a dormitorio. Muchas veces la comida se prepara en un fogón improvisado al aire libre. La religión que predominaba era la católica, no pudiéndose apreciar otro tipo de prác-
ticas religiosas. Influía en ello posiblemente, la realización de oficios religiosos por parte
Numéricamente, los datos recogidos son los siguientes: de un sacerdote oriundo del pueblo. Los juegos de barajas, futbol, etc. constituían los
cuerpos de rancho 51 horno primus 1 radios 5 entretenimientos de los adultos, debiendo destacarse que había por lo menos un equipo
número depiezas 56 cocina kerosene 1 camas 14 de futbol constituido regularmente.
número de aberturas 96 máq. coser 5 (datos de 6 familias) Sociabilidad
primus 12 ortofónica 2 La familia: Los habitantes de Araújo están distribuidos en 27 familias, con un prome-
dio de 6,22 personas por familia. En lo que respecta a sus caracteres sociales encontra-
Material de construcción: terrón 11 fagina y lata 2
remos rasgos comunes a otros rancheríos:
fagina 9 terrón y lata 1
a) escasas uniones de carácter legal, aunque de invisible estabilidad.
paja 1 ladrillo 3
prole muy numerosa, lo que se comprueba observando el porcentaje de niños del
Techos: de paja 23 de lata 1 rancherío (50%).
b) la autoridad estable del hogar es la madre. el padre se encuentra en la casa periódi-
Saneamientos camente (una vez por semana o por quincena), cuando su trabajo se lo permite.
Las basuras y desperdicios son arrojados a algunos metros de la vivienda donde son c) los lazos de parentesco en la población son frecuentes. ciertas zonas de 4 o 6 ran-
quemados. Casi todas las familias cuentan con un gabinete higiénico consistente en un chos, a veces más, están habitados por una sola familia.
pozo negro cubierto con paredes y techo de paja. En algunos ranchos se pudo observar d) cierto grado de desintegración familiar, al estar muchos niños colocados en ho-
que el mismo da sobre un pequeño cauce que vierte sus aguas en una cañada de la cual gares ajenos, sean o no del rancherío. por otra parte se encontraron casos de familias
varias familias extraen el agua para el consumo de lo que ellos denominan «manantial» constituidas por la madre y varios hijos de diferentes padres.
y que consiste simplemente en un pozo que no alcanza a tener un metro de profundidad Las relaciones entre los integrantes de cada familia son, al parecer buenas. En cam-
abierto en una de las riberas de dicha cañada. El terreno es arenoso y permite el filtrado bio, las relaciones entre las distintas familias del rancherío aparecen bastante confusas,
467
Todos los ocupantes han efectuado los trámites necesarios para poseer los predios, al- Mejoramiento de la calidad de la semilla mediante donaciones provenientes de institu-
gunos han llegado a totalizar 15 años en esta categoría. ciones oficiales y comerciales.
Por el momento no hemos reunido el material existente sobre la cantidad de tierra uti- Distribución de árboles frutales en las mismas condiciones.
lizable de que disponen cada uno de los pobladores. Este año (1959) se logró una participación más directa de los vecinos quienes hicieron
Explotación agrícola. Se conocen al detalle los métodos de trabajo, tipos de explotación una solicitud de semilla y árboles.
y su volumen. No se poseen todos los datos sobre circulación y comercialización interna. En las condiciones actuales el equipo agronómico recién podrá organizar su programa
En general el nivel de producción está limitado al consumo familiar excepcionalmente es cuando se cuente con un local que permita el mejor estudio de los problemas conjunta-
fuente de pequeños ingresos. mente con la gente.
Fuentes de ingreso. Presentan las conocidas características de un rancherío ubicado en Asistencia Jurídica
una zona-ganadera. Se ha limitado a algún caso sin mayor importancia, de información sobre ocupación de
d) Recursos institucionales los predios.
La Escuela Primaria y la Comisaría son las únicas instituciones públicas radicadas Servicio Social
en la zona. Se ha realizado una labor no específica salvo alguna actividad con grupos infantiles y
Otros servicios asistenciales importantes como Hospitales, Juzgados, Cajas de como introductores en la comunidad de los restantes equipos.
Jubilaciones y Pensiones, etc., se encuentran, ubicados a gran distancia de la zona, lo que
crea problemas de orden económico, de salud a sus usuarios. PLAN DE TRABAJO
La Iglesia Católica funciona esporádicamente. Investigación sociológica
e) Recursos humanos Se completará la investigación sociológica especialmente los datos sobre natalidad,
Se tiene la totalidad de los datos obtenidos sobre número, integración y distribución de mortalidad y morbilidad.
los habitantes de los núcleos. Además se poseen los datos relacionados con el grado de Se obtendrán mapas y planos de.la zopa y se procurará conocer los estancieros de la zona.
instrucción, salud e higiene. Labor educativa a través de la Asistencia Técnico-Social
Contamos también con información sobre las relaciones familiares y vecinales; y un En lo higiénico asistencial se continuará y ampliará la labor de divulgación de las
conocimiento acerca de cada uno de los individuos —todos estos datos humanos no con- normas higiénicas elementales.
tabilizables— que nos permiten tener una idea clara sobre las posibilidades del rancherío. Se prestará asistencia domiciliaria clínica y policlínica, según el caso.
La labor educativa a través de la asistencia técnico-social Se propenderá a las vacunaciones preventivas obligatorias en las edades pre y post
Asistencia Médico-Sanitaria escolares.
Lo realizado hasta el momento abarca aspectos asistenciales y preventivos. Se colaborará con los encargados de la Enseñanza Primaria de 1ª. zona en las vacu-
Asistencial. Se ha prestado asistencia médica por medio del trabajo en policlínicas y es- naciones de los niños en edad escolar.
pecialmente visitas domiciliarias. La asistencia odontológica ha sido menos sistemática. Asistencia Odontológica
El equipo de Dietistas dio clases de capacitación para el mejoramiento del nivel alimen- Comprende: Educación y Prevención (dieta alimenticia, hábitos de cepillado de la
tario y distribución radical del presupuesto familiar. boca, proceso de dentición, etc.).
Enfermería colaboró en la tarea por medio del trabajo en policlínicas y visitas Asistencia (profilaxis de caries en niños y adolescentes sobre todo, y extracciones).
domiciliarias. Dietistas. Se orientará el trabajo con lactantes, escolares y embarazadas. Paralelamente
Preventiva. Se organizaron charlas y funciones de cine de contenido educativo. se organizarán charlas sobre alimentación.
Asistencia y Agronómico Veterinaria. El grupo agronómico se ha limitado a prestar Asistencia Agronómica Veterinaria
asistencia individual que ha consistido en: Es necesario señalar que la base para la orientación de la actividad en Pintos es el cono-
Asesoramiento sobre cultivos de huerta. cimiento de las características de la zona, que abren posibilidades del futuro.
Familias de un solo miembro Familias de dos miembros Familias de un solo miembro Familias de dos miembros
Nº. familias Nº dorm. Índ. hac. Nº. familias Nº dorm. Índ. hac. Nº. familias Nº camas Per/cama. Nº. familias Nº camas Per/cama.
3 1 1 1 1 2 3 1 1 1 2 1
1 2 0,5 1 2 1 1 4 0,25 1 3 0,3
Total 4 5 0,8 Total 2 3 1,5 Total 4 5 0,8 Total 2 5 0,8
Familias de tres miembros Familias de cuatro miembros Familias de tres miembros Familias de cuatro miembros
Nº. familias Nº dorm. Índ. hac. Nº. familias Nº dorm. Índ. hac. Nº. familias Nº camas. Per/cama. Nº. familias Nº camas Per/cama.
3 1 3 1 1 4 5 2 1,5 3 3 1,33
3 2 1,5 4 2 2 1 3 1 2 4 1
2 3 1 1 3 1,33 1 5 0,2 1 5 0,8
Total 8 15 1,6 1 5 0,8 1 6 0,15 1 6 0,66
Total 6 17 1,41 Total 8 24 1 Total 7 28 1
493
para que los estudiantes principalmente recibieran asesoramiento y participaran en estas Los misioneros disponían para su comodidad de cinco carpas distribuidas de la si-
actividades. Se nombraron subcomisiones para la elaboración del reglamento interno y guiente manera: 2 dormitorios grandes, capacidad para 20 personas cada uno, repartidos
para lo relacionado a instalación, equipamiento y mantenimiento del campamento de entre damas y caballeros, cedidas por el ejército; un encerado grande, abierto, para come-
misioneros. En base al reglamento interno se organizó el plan de trabajo, distribuido dor y lugar de reuniones para ciertos trabajos y foro, cedido por el Liceo de Enseñanza
en equipos. Cada equipo buscó sus colaboradores técnicos y profesionales y presentó Secundaria; una chica para el encargado de conservación del campamento, también del
a la Comisión Directiva la inquietud de solicitar las colaboraciones de Instituciones ejército, y una mediana para el personal de servicio y almacenamiento de comestibles
Oficiales, como imperativo del trabajo social proyectado. El clima de información y cedida por la Jefatura de Policía. Además se dispuso de los salones de la Escuela, fuera
propaganda en el Medio a misionar se realizó a través de varias pre-misiones, visitas a del horario escolar, para clínicas médica y odontológica, cine, enfermería, vacunaciones,
los pobladores de la zona y charlas en reuniones que tuvieron como centro la Escuela clases teórico-prácticas de corte, bordado y cocina, actos culturales y afines, charlas, etc.
N.º 21, rural, del lugar, donde por etapas se les fue ilustrando del trabajo que se pretendía
realizar con el concurso de todos los pobladores de la zona. Cada vez que se regresaba de CENSO Y ASISTENCIA. SOCIAL
estas excursiones informativas, se reflejaba en la asamblea de trabajo de los misioneros, El primer trabajo a que se abocó la Misión, fue el del censo demográfico del área
una luz de esperanza en el trabajo proyectado, optimismo en la obra a emprender. Estas misionada. Es de primordial importancia conocer primero el material humano sobre el
visitas fueron tonificando el espíritu del misionero, que se anticipó; como el poeta, a ver que se va a actuar. Este trabajo fue cumplido durante los primeros días por cinco equipos
una realidad que podía lograrla con amor, voluntad y colaboración. La prensa y la radio integrados por representantes de la Comisión de Censo, de la de Asistencia Técnica, de
prestaron su amplio concurso. Higiene, de Acción Social y Agraria, actuando solidariamente en la realización de un
Cuando las tareas de organización estuvieron terminadas, se eligió también por unani- trabajo muy completo que comprendía, en síntesis, lo siguiente: datos demográficos; or-
midad, el Jefe de Campamento. La designación recayó en el activo secretario General, ganización de la familia; analfabetismo; niños en edad pre-escolar que van a las escuelas
Maestro Juan Miguel Klappenbach, quien en informe que a continuación adjunto, entrega y niños en edad escolar que no van a ninguna escuela; inscripción en los Registros Civil
a la Comisión Directiva Departamental, de Misiones Socio-Pedagógicas, en la persona y Cívico Nacional; legitimidad de las uniones y de los hijos; pensiones; jubilaciones;
de su digno Presidente, Ingeniero Agrónomo, Víctor Rivoir, el detalle diario de la vida asignaciones familiares; economía del hogar; higiene del mismo; enfermedades; área
de trabajo cumplida con ejemplar dedicación y entusiasmo, en esta primera experiencia ocupada; área sembrada; especies cultivadas; destino de las mismas; animales propiedad
de misión oficial. de la familia o grupo familiar; plagas de los animales y de las plantas; abonos; barbechos;
Juana N. Pérez rotaciones y enmiendas; árboles frutales y forestales; útiles de labranza; alimentación de
Artigas, 30 de diciembre de 1957. la familia; medios de locomoción; asistencia; asistencia médica y tenencia de la tierra,
Señor Presidente de la Comisión Deptal. de las Misiones Socio pedagógicas de Artigas. amén de otros detalles de menor cuantía.
Ing. Agr. Don Víctor Rivoir. En cada caso se procedió según las circunstancias, resolviendo, actuando y aconsejando al
Presente: vecino sobre cada uno de los problemas, o recomendando su visita al Campamento para una
De mi mayor consideración: mejor orientación. Puede decirse que estos equipos fueron produciendo y provocando una
Habiendo finalizado la actuación de la Misión Sociopedagógica el día 10 de los co- verdadera acción fermental, sacando a los pobladores de su tradicional conformismo está-
rrientes y que se desplazara el 25 de noviembre ppdo. al centro formado por las pobla- tico. Terminado el censo demográfico y en posesión de los demás datos que mencionamos,
ciones denominadas Guayuvirá y Estiva, cúmpleme elevar a esa Directiva, a los efectos a dos de estos equipos se refundieron para constituir el de Asistencia Social a los efectos de
que hubiere lugar, una síntesis de la labor cumplida entre las fechas señaladas. intensificar la obra iniciada, ya que, lógicamente éste fue un rubro al que se le dedicó especial
La Misión, integrada por Maestros, estudiantes magisteriales. industriales y agrarios, atención. Por esta razón el equipo de Asistencia Social estuvo constantemente visitando a los
Médicos, Odontólogos, Ing. Agrónomos y personas especializadas en diversas discipli- vecinos, permaneciendo prácticamente los 15 días de trabajo montados en sus caballos. Su
nas, se instaló en el predio que ocupa la Escuela Rural n.º 21, dentro del área misionada intervención fue sumamente eficaz, pues provocó un verdadero y franco entendimiento entre
y distante 20 Km. de esta ciudad. misioneros y vecinos, comprendiéndose mutuamente, haciéndose amigos.
En las huertas se recogen preferentemente cebollas, ajos y papas de los cuales los dos
primeros se destinan a la venta. Este censo arroja también estos datos que pueden ser
de interés:
Vegetales. - Citrus 3613 pieza, Durazneros 2600, Parras 77, otros frutales. 480.
Animales. - Vacas 290, bueyes 58, caballos 392, ove jas 105, cerdos 46, aves diversas 1488.
Útiles. - Arados 91, -carpidores 8, rastras 8, palas 68, rastrillos 40, azadas 86, picos 13.
Es de hacer notar que los. arados son de una reja, sumamente viejos, y de los cuales
el 50 % son prácticamente inservibles. Las otras herramientas están más o menos en las
mismas condiciones, Los arados, carpidores y rastras, son tirados generalmente por caba-
llos, utilizándose muy poco el buey para estos trabajos.
Asistencia técnica
Este equipo dirigido y orientado por el señor Presidente Ing. Agr. Don Víctor Rivoir,
estuvo trabajando constantemente junto al vecindario, aportando indicaciones útiles acer-
ca del laboreo de la tierra, uso y empleo de abonos, barbechos, rotaciones, enmiendas,
variedades que conviene cultivar y variedades que no conviene, estudio y clasificación
Facsímiles de actas de constitución del
Centro de Misiones de las tierras, regadíos, etc. Confeccionó un plano modelo para realizarlo en el futuro en
Socio-Pedagógicas de Artigas.
Colección: Instituto de formación anteproyecto de Huerta Escolar para la Escuela N.º 21. Trabajó en el terreno haciendo
docente de Artigas.
MISIÓN SOCIO-PEDAGÓGICA A
CAMPO de TODOS
(1958 y 1959, C.M.S.P. de Salto)
511
Imágenes de la misión socio-pedagógica a Campo de Todos.
Colección: Berta Invernizzi.
la misión socio-pedagógica. Afe, están seguras y prestan protección a los que deben vivir en las mismas.
Comprensión del vecindario
Una visita a Campo de todos El vecindario que supo asimilar fielmente las enseñanzas que se habían impartido en la
misión del pasado año, en esta nueva visita que realizan colaboran en forma eficaz y hace
posible que el trabajo de todos los «misioneros» sea cada vez más aprovechado.
H. C.
Comprobaron con gran satisfacción elementos ya habían estado en el lugar, que había
logrado iniciar una era de progreso, para bien de toda la colectividad que vive en Campo
de Todos, haciendo posible de esta manera, un mejoramiento en el estándar de vida de
habitantes en especial de los niños.
Permanente contacto
SALTO, DOMINGO 25 DE OCTUBRE DE 1959 Desde la llegada de la misión, éstos están en permanente contacto con los vecinos, los
Está enterada nuestra población de la visita que realiza a Campo de Todos, la misión que enterados de que se encuentra en la localidad nuevamente una misión socio-peda-
socio-pedagógica de nuestra ciudad, que como el pasado año, visitó aquella apartada y gógica, se apresuraron a visitarla haciendo de esta manera que el trabajo fue realizado,
casi aislada población, por la falta de comunicación y por la carencia de caminos adecua- como si se tratara de una organización de una gran familia.
dos, existiendo partes de la vía de comunicación que deben recorrerse únicamente a lomo Todos los habitantes de Campo de Todos, desde el primer momento colaboraron en una
de caballos, en virtud de la deficiencia de la misma. u otra forma, ya sea ayudando a los distintos equipos u organizando los distintos trabajos
La misión que fue a Campo de Todos, el pasado domingo, inició sus trabajos en forma a emprenderse de inmediato.
firme, recién el miércoles debido a precipitaciones que se registraron últimamente y lo Hombres, mujeres y niños, llegaron hasta la misión, poniéndose de inmediato a la or-
que hace que la mayor parte de la población quede aislada como consecuencia de la cre- den del Jefe Coordinador de la misma Juan Villar, el que de inmediato procuraba hacer
cida de algunas cañadas allí existentes. servir el esfuerzo de los vecinos, en bien de los mismos.
Visita del cronista
Con el afán de informar debidamente de la actividad, realizamos una visita a Campo de SALTO, LUNES 26 DE OCTUBRE DE 1959
Todos, interiorizándonos de la labor que estaba cumpliendo esta nueva misión socio-pe- El Jefe Coordinador de esta misión Juan Villar, visitó antes de ir los integrantes de la
dagógica, que deja enseñanzas realmente magnificas, que son sabiamente aprovechadas misma, el lugar donde había de instalarse para la nueva experiencia, de los futuros maes-
por la población, en este caso los habitantes del mencionado paraje de Laurales. Nuestra tros y técnicos, con el fin de ver que era lo necesario e imprescindible para poder realizar
permanencia de un día junto a los «misioneros», nos permitió observar detenidamente el un mejor trabajo.
plan de trabajo impuestos por todos los integrantes de este grupo de jóvenes y entusiastas Los equipos
estudiantes especialmente magisteriales. Luego de observar las necesidades inmediatas de los pobladores, el maestro Villar,
En carpas dispuso que se constituyeran 8 equipos a saber, Higiene y Puericultura, integrada por un
A nuestra llegada a la Escuela nº. 80 de Campo de Todos, observamos frente a la mis- médico, el doctor Menoni, por un dentista, el señor Pamparato, con sus respectivas ayu-
ma, 8 carpas, que es donde pernoctan los integrantes de la misión, estando divididas para dantías, que han colaborado en forma muy eficiente; Agronomía, que entendió todo lo re-
hombres y mujeres. lacionado a las huertas y problemas que fueron presentados por los vecinos; Estadística,
Éstas fueron instaladas, de acuerdo a la topografía que presenta el terreno, para que en que efectuó todo lo relativo a censos, en todos sus aspectos y cuyos resultados serán
caso de que soplaran fuertes vientos, las mismas no fueran arrastradas o en caso de lluvia, dados a conocer una vez que se hagan los cómputos generales; Expresión y Recreación
para que esta no penetrara dentro de las mismas. infantil el que realizó todo lo concerniente a contribuir a la alegría y expresión de los
MISIÓN SOCIO-PEDAGÓGICA A
de Juana Perez de la revista «Anales».
Colección particular.
VILLA DARWIN
(1960 y 1961, C.M.S.P. de Soriano)
527
528 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Villa Darwin 529
Informe y evaluación
MISIÓN SOCIO-PEDAGÓGICA A de actividades del Grupo
CAPILLA de FARRUCO de Misiones Socio-pedagógicas
(1965-1967, Grupo Nelly Soler)
«Nelly Soler»
PRIMERAS ACTIVIDADES
El 15 de mayo de 1965, día de la Educación Rural, en ocasión de un homenaje a la
maestra desaparecida Nelly Soler, el Instituto Cooperativo de Educación Rural (I.C.E.R.)
hace un llamado a los estudiantes magisteriales de Montevideo con el propósito de inte-
riorizarlos con la problemática que enfrenta el maestro en la escuela rural.
Los diez estudiantes que respondieron en el primer momento a ese llamado fueron
orientados y asesorados por los maestros Luis Gómez, Susana Iglesias y José María Vera,
quedando constituido así, el Grupo que tomó luego el nombre de Nelly Soler.
Los primeros contactos con el medio rural se realizaron en la Escuela Granja n.º 10 de
Cuchilla de Machín (Canelones), cuyo director es José María Vera.
1. Las tareas cumplidas en dicha escuela en el correr del año 1965 fueron:
2. Observación del trabajo del maestro.
3. Planificación y desarrollo de actividades docentes
4. Conocimiento del medio a través de visitas a los vecinos.
5. Organización de reuniones vecinales en la escuela.
6. Participación en concentración de escuelas de la zona.
531
A través de ese trabajo los integrantes del grupo comprendieron la necesidad de la 2. Organización interna
realización de una Misión para hacer participar el mayor número posible de estudiantes. El trabajo de pre-misión se organizó en los siguientes equipos:
Por tal motivo al iniciarse el año 1966 el grupo organizó charlas promocionales en el a. Equipo de Organización
Instituto Normal de Montevideo para informar al estudiantado sobre los problemas ru- b. Equipo de Manualidades
rales, historia y organización de Misiones en el Uruguay. Estas charlas fueron llevadas a c. Equipo de Expresión
cabo en los días 24, 26, y 31 de mayo por los Sres. Maestro Rubén Yáñes, Maestro Abner d. Equipo de Construcciones
Prada, Dr. Felipe Cantera. Culminando éstas con una mesa redonda el 2 de junio en la que e. Equipo de Higiene y Salud
participaron los anteriormente nombrados, profesores y estudiantes. f. Equipo de Foto y Cine
g. Equipo de Investigación Social
PRE-MISIÓN h. Equipo de Finanzas
Con posterioridad a este trabajo se integró un grupo de estudiantes con los cuales i. Equipo de Agronomía
comenzaron las tareas de preparación y capacitación con inmediatas miras a la futura j. Equipo de Pedagogía
Misión Socio-pedagógica. Cada uno de estos equipos elaboró un plan de trabajo a realizar en la Misión de acuerdo
1. Avanzada a los datos aportados por la Avanzada y tuvo a su cargo seleccionar el material necesario
Frente a la posibilidad de coordinar con el Sr. Inspector Departamental Coordinador para la realización de su tarea específica. Se capacitó a los misioneros en determinadas
Zonal, Don Ciriaco Cabrera, se eligió en Asamblea el Departamento de Durazno para tareas mediante charlas impartidas por personas de reconocida actuación en la materia.
realizar la misión.
A sugerencia del Sr. Inspector y debido a las características de la Escuela n.º 24 de PLAN DE TRABAJO A REALIZAR
Capilla de Farruco, se realiza la avanzada a ese lugar. EN LA MISIÓN A CAPILLA DE FARRUCO
Estuvo integrada por tres estudiantes y un asesor cuya función era recoger datos de la 1. Objetivos
zona y sus habitantes y coordinar con los maestros la posible labor a realizar. Se tenían como propósitos fundamentales:
Los integrantes fueron la Maestra Susana Iglesias y los estudiantes Srta. Elena a. Crear en el estudiantado una actitud de comprensión de los aspectos que inciden en
Quinteros, Sr. Yamandú González y Srta. Nancy Espasandín. la labor educativa del maestro rural.
La Avanzada estuvo en contacto con el Inspector Zonal Sr. Rubén Yáñes y el Director b. Concretar el contacto de sus integrantes con la escuela y el medio rural a fin de ob-
de la Escuela Industrial de Sarandí del Yi, Sr. Martínez Matonte concretando la participa- tener una visión realista de los trabajos que en ella se cumplen; tendiendo a logar así una
ción de estudiantes de esta institución en el trabajo de campo. capacitación complementaria a la impartida en los Institutos Normales.
En la ciudad de Durazno los integrantes de la Avanzada realizaron una reunión en el c. Participar en el desarrollo de actividades propias de la escuela en sus distintos aspec-
Instituto Normal con la presencia del Director, Sr. Quiroga; el Inspector Departamental, tos: didáctico, agronómico, social y cultural.
Sr. Ciriaco Cabrera, Profesores y estudiantes donde informaron sobre las actividades y d. Establecer contactos con el vecindario y promover su participación en los arreglos
proyectos del Grupo Misionero de Montevideo y sobre los datos recogidos en la Escuela que se realizarán en el local y predio escolares.
n.º 24; concretando la integración de un grupo de estudiantes de dicho Instituto al trabajo e. Realizar un estudio que permita apreciar objetivamente los problemas del medio
de la Misión. social y su repercusión en la labor educativa.
2. Tareas a cumplir
La Misión durante su permanencia en la zona misionada desarrollará las siguientes actividades:
a) En edificio y predio escolares.
Sello del Grupo de Misiones Socio- b) Actividades con los niños
pedagógicas “Nelly Soler”
Colección: Nancy Espasandín. c) Actividades con el grupo social: jóvenes, mujeres y adultos en general.
POSTMISION
El 4 de noviembre de 1966 se realizó una mesa redonda donde los misioneros in-
formaron al estudiantado de los Institutos Normales de Montevideo de las actividades
realizadas, así como la evaluación de las mismas y las conclusiones que tales tareas les
permitieron obtener.
MISIÓN SOCIO-PEDAGÓGICA A
la misión a Araujo del Centro de
Misiones Socio-Pedagógicas de
Paysandú.
Colección: Carmen Burjel.
ARAÚJO
(1967, C.M.S.P. de Paysandú)
547
548 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 549
550 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 551
552 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 553
554 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 555
Facsímil del resumen completo
PLANTAS PILOTO
de actividades en la planta piloto
suburbana.
Colección: Comisión Sectorial
URBANAS Y SUBURBANAS
de Extensión y Actividades en
el Medio Universidad de la
República.
(1967, Departamento de
Extensión Universitaria y Acción Social )
557
558 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 559
560 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 561
562 Años Sesenta y Setenta Misión socio-pedagógica a Araújo 563
Folleto campamento
del campamento de
trabajo en la Planta
Piloto Rural.
Archivo de la Unidad
de Profundización
Sobre la Problemática
Universitaria,
Facultad de
Humanidades y
Ciencias de la
Educación.
«El motor de las transformaciones reales está en la protesta; supone asumir la respon-
sabilidad personal en la elaboración y la realización del proyecto colectivo, al servicio
de la comunidad. Es la única forma de preservar la verdadera condición humana.»
Maestro Hugo Rodríguez
INTRODUCCIÓN
En setiembre de 2011 se cumplieron 40 años de la misión socio-pedagógica a la es-
cuela rural Nº 14 de Colonia Gianola, Estación Getulio Vargas, Río Branco, muy cerca
de la frontera con Brasil. Allí pasaríamos quince días que recordaríamos el resto de
nuestras vidas.
Desde la primera misión a Caraguatá hasta la última de este período, en 1971, sea como
misiones viajeras o misiones permanentes, los 26 años en que se desarrollaron, se cons-
tituyeron como herramienta central de difusión primero y concientización después, de la
situación real que vivía el Uruguay «profundo».
Mucho se ha planteado en relación al valor social de las Misiones, y aunque como en
todo, la diversidad de visiones crea opinión diversa, creemos que cumplieron, tanto en
este campo, como en el pedagógico, un papel fundamental. Tal la valoración de ellas
expresada luego de la misión de 1949 a Quebracho:
…Y veo a Quebracho en su realidad actual, lo veo inquieto, veo la Comisión de Vecinos
trabajando… Ese espíritu de unión infundido por ustedes, ese sentimiento de confrater-
nidad y de cooperación que antes de la misión no existía, esa inquietud de responsabi-
lidad que cada miembro de una colectividad tiene frente a todos, predicado en aquellas
conferencias, han convertido a Quebracho en un campo fértil a cualquier iniciativa1
1. Esta cita está contenida en la carta que el Juez de la octava sección del departamento de Cerro Largo, el Sr. Nelson
Zolessi envía al Sr. Carlos Rosso, misionero de1949, realizando una evaluación de la misma para Quebracho.
567
Agrega el autor que «si los círculos oficiales alcanzaran a captar en una mínima parte Llegando en tren a Vargas. Y EN EL COMIENZO DE LOS COMIENZOS…
Colección: Misioneros de la Estación
la obra de las Misiones Socio-Pedagógicas, no titubearían un momento en prestarle el Getulio Vargas. PREPARACIÓN Y PRE-MISIÓN
apoyo material y moral que tanto necesitan.» Por ese entonces el magisterio de Montevideo contaba con una trayectoria de dos
Con la activa participación de figuras relevantes del magisterio nacional, representados décadas de misiones, lo cual facilitaba la organización de la tarea. En particular la
entre otros en la figura del maestro Julio Castro, se fueron conformando como parte de la experiencia de los estudiantes más avanzados, nos permitía comprender rápidamente
historia pedagógica y social más rica del Uruguay. la necesidad de los reglamentos de funcionamiento, el trabajo en equipos, los criterios
En el ‘71, año crucial en la historia de nuestro país, un grupo de 23 estudiantes ma- para la selección del lugar.
gisteriales nos preparábamos para realizar una misión sin saber que sería la última en No obstante en los meses de preparación, las reuniones semanales del grupo eran es-
salir desde los Institutos Normales de Montevideo. La compleja situación que vivió el pecialmente interesantes. Las cuestiones circunstanciales, motivo de discusión, nos con-
conjunto de la sociedad uruguaya en esos años, previos a la dictadura del ‘73, determinó ducían a los más diversos temas y las más apasionadas polémicas. Entre otras eran temas
que así fuera. recurrentes los peligros de promover el asistencialismo, el respeto por la diversidad cul-
La conformación heterogénea del grupo de misioneros, estudiantes pertenecientes a tural y muy especialmente la necesidad de aprender el uso de técnicas de observación y
distintos años de formación y con diferentes visiones de la realidad social, propició una análisis descontaminadas del preconcepto y las conclusiones apresuradas.
experiencia enriquecida en la discusión y el debate permanente. El analfabetismo, el contrabando, los problemas del quiste hidático y la vinchuca deja-
ron de ser un tema curricular para transformarse en una realidad tangible, en un conoci-
CONTEXTO HISTÓRICO miento vivencial y especialmente en una motivación para seguir estudiando.
Hace 40 años el país vivía tiempos turbulentos. Los derechos democráticos eran indivi- A la distancia esta experiencia nos interpela acerca de la potencialidad de los modelos
duales estaban siendo jaqueados por un gobierno cada vez más represor. de enseñanza y de aprendizaje predominantes.
Estudiantes, trabajadores, la sociedad toda luchaba contra esta situación. Marchas, mo-
vilización de todo tipo, huelgas de trabajadores, ocupaciones de fábricas, liceos y facul-
tades, daban cuenta de un conflicto social y político; personalidades de la cultura y la
intelectualidad se comprometían con las causas populares.
La Ley de Educación 14101 impulsada desde el Ministerio del Dr J. M. Sanguineti se
imponía a pesar de las resistencias de docentes y no docentes luego de una larga huelga.
La lucha por el boleto gratuito era una de las reivindicaciones más sentidas por los estu-
diantes y particularmente por los estudiantes magisteriales.
La discusión política e ideológica no era ajena a la juventud que tempranamente toma-
ba dentro de su opción de vida, la lucha por la solidaridad, la justicia, en contra de la po-
breza. El capitalismo, el imperialismo, revolución, el proletariado y la burguesía pasaban
a formar parte de nuestro acervo militante.
En este proceso de luchas, de discusiones en asambleas, o en grupos, se fueron forjando
en nosotros ideas revolucionarias. El pueblo todo nos empujaba a eso.
La elección de ser maestra era entonces algo más que tener una clase a cargo y ense-
ñarle a nuestros niños, era un compromiso con la vida. Para muchos la docencia y en un
sentido más amplio, la educación, era un motor fundamental, hasta cuasi imprescindible,
de los cambios «revolucionarios» que nos permitirían llegar a aquellos ideales de los
cuales no nos desprenderíamos nunca.
Y AHÍ ESTAMOS
En el Libro Diario de la escuela, en la página 178, correspondiendo al mes de setiem-
bre, de 1971, se registra:
“Martes 28- Llegan a la escuela los misioneros procedentes de Montevideo”.
Escuela N°14.
Colección: Misioneros de la Estación
Getulio Vargas
ESCRITO EN SEPTIEMBRE DE 2011 POR LOS MISIONEROS MAESTRA MARIELA BARBOZA, MAESTRO MILTON
GARCÍA, MAESTRA CRISTINA HERNÁNDEZ, MAESTRA MERCEDES LÓPEZ Y MAESTRO ÁLVARO MILLER.
584 585
Miguel | Kubín, Dora | Labarthe, Booz | Labarthe, Ernesto | Lacuesta, Amparo | Lacuesta, Eulogio | Lacurcia, | Ramis, Hieda | Ramos, José L. | Ramos, Rossana | Rebellato, Alba | Rebollo, Nilda Loreley |
Orestes | Lambert, Carlos | Lamberti, Carlos | Lamolle, Miguel | Laporta, Marta | Larrea, Hilda | Larregui, Recalde, Rita | Reggianini, Graciela | Reggiardo, Maribel | Rey, Horacio “Nete” | Ribolla de Arospide,
“Licha” | Lasca, Moisés | Latorre, Kelita | Laurenti, Beatriz | Lecueder, Juan | Legazcue, Hider M | Lema, Laura | Riccetto, Alcides | Ríos, Juan José | Ríos, María Elena | Ripoli, María Isolina | Risso,
Rosana | Lemos de Álvarez, Mary | Lemos, Adriana | Lena, Ruben | Lervratto, Eduardo | Lima, Enrique | Washington | Rivero (Centurión) | Rivero, Andrés | Rivoir, Víctor | Robaina, Albi | Robaudo, Raquel
Lima, Santos | Lima, Víctor | Lisboa, “Chiche” | Llobet, María Elena | Long, Victoria Vito | López Velazco, | Roca (La Higuera) | Rocha, Juan Tomás | Rodríguez de Vecci, Victoriano | Rodríguez Macedo,
Paola | López, Ismael | López, Jaime, | López, Mercedes | López, Paola | López, Teresita| Lugo, Marta | Alba | Rodríguez Macedo, Ilma | Rodríguez Rivero, Líder | Rodríguez Rivero, Nelly | Rodríguez,
Luqué, Selva | Lydmayer, Edith | M.B. De Rosso, Sara | Macedo, Julio (hijo) | Macedo, Julio | Macedo, Mirta Francisco | Rodríguez, Antonio | Rodríguez, Carlos M. | Rodríguez, Edith | Rodríguez, Esther |
| Machado de Sánchez, Myriam | Machado, Cordiales | Machado, Coridalis | Machado, German | Machado, Rodríguez, Gloria | Rodríguez, Hider | Rodríguez, Javier | Rodríguez, Julio | Rodríguez, Mª Carmen
Olavo | Macho, Obdulia | Majfud (La Higuera) | Malán, Danilo | Malán, Gladis Manera, Elsa | Malatesta, | Rodríguez, Miguel Ángel | Rodríguez, Norma | Rodríguez, Ramón | Rojas, Orlando | Román,
Mirian | Maquieira, Belkys | Maquieira, Iris | Marchesano, María del Carmen | Marell, Elena | Marino, Ilse | Raquel | Ronco, Julio César | Rosa (misión 1971) | Rosada, Héctor | Rosado de Mendez, Sheila |
Mariño (dentista) | Mariño, Francisco | Mario, Luis Edgar | Maroldo, Ana María | Marset, Ivonne | Martens, Rosado, Sheila | Rosales, María Doly | Rosell, Orlando | Rossano, María E. | Rossano, María Elida|
Enriqueta | Martens, Yolanda| Martínez Miguel, Sergio | Martínez, Ángela | Martínez, Esperanza | Martínez, Rossi, Domingo | Rosso, Carlos | Rothfuss, Erica | Rovira, Rubén | Rugnitch, Celina| Ruiz, lsa |
Felipe | Martínez, Hugo | Martinez, Solís | Martirena, Juan B. | Matchin, María | Mathou, Fanny | Matteo Saa, Manuel | Saettone, Julio César | Saldivia, Alba| Sánchez, Francisco “Bebe” | Sánchez, Irma
(Centurión) | Mazcolo, Rosario | Melgarejo, “Melgré” | Mello (Centurión) | Melo, Atahualpa | Méndez, Darci | Santa Cruz, Diosma Santa Cruz, Diosma | Santana, Mirta | Santarcieri, Mariana | Sarasola de
| Méndez, Gladys “Chichita” | Méndez, Sara | Mendina, Julio César | Mendiondo, O. | Menoni, Homero | Lluch, Elena | Sarasúa, Miriam | Saredo, Mario | Sarvetti, Beatriz | Sastre, Mateo | Saturno, Atilio |
Menoni, Juan | Menoni, Zulema | Mercader, María | Mercader, Maruja | Michelini, Margarita | Michetti de Scagliola, Gabriel | Scalabrini, Edda | Segura, Josefa | Senosiaín Lanza, Mireya | Seoane, Nubia |
Fudio, Laura E. “Tiya” | Mier, Julio | Miguens, Elena | Milano, Roberto | Millán, Hilda | Miller, Álvaro | Milzev, Sequeira, Delma | Serrat, Marjorie | Severo, Teresa | Severo, Walter | Silva Ferrer, Carolina | Silva,
Katin | Miraballes, Daniel | Modornell, Benigno | Moitiño, Margarita | Montejo, Alda | Moraes, Alba | Morales Antuña M | Silva, Cristina | Silva, Elsa | Silva, Ever | Silva, Oraides | Silva, Sandra | Silva-Itza,
de Benítez, Elsa | Morales, Carlos María | Morales, Selma | Moratorio, Ángel | Moreira (Centurión), Maruja | Norberto | Silveira, Nelson | Silveira, Víctor | Silvenyentz, Rodolfo | Silvera (Camionero) | Silvera,
Moreira, Tácito | Moreno, Francisco | Moreno, Susana | Moreno, Taylor | Moreno, Weyler | Moretti, Graciela Cristina | Silvera, María Emilia | Sobrera, Rubén | Solari, Bettiana | Soler Roca, Miguel | Sosa
| Moura, Aurelio | Muccia, Nelly | Müller, Álvaro | Muñoz, Ligia | Muslera, Martha | Nacimiento, José P. | Benítez, Heriberto | Sosa de Boccardo, Dana | Sosa, “Cowboy” | Sosa Zerpa, Gustavo «Policho»
Nascimento | Navarrete, Nelly | Naviliat, Mario | Netto, Zulma | Niche, Ruben | Noble, Nelson | Núñez, Acacia | Sosa, Juan | Sosa, Julio | Soto, Daliné | Souza, Roberto | Sparkez, Zulma | Spíllere, Amadeo |
| Núñez, Efraín | Núñez, Elmiro | Obrer, Carmen| Odiotti, Rodolfo | Ogara, Nybia | Ojeda, Oscofro | Olaizola Spinatelli, Graciela | Sr.Mariño | Stefan, Zoley Carlos | Stela, Cidade | Suárez Falcón, Hugo | Suárez,
(Centurión) | Olano, María Gloria | Oliveira, Blanca | Oliver, Lorena | Olivera Cardozo, Yamandú | Olivera, Antonio | Suarez, Gladys | Suárez, Hugo | Suarez, Jacob | Susena, Daniel | Symonds Chilibroste,
Santiago | Oliveras, Francisco “Pancho” | Oroño, María Esther | Ortiz, “Fito” | Ortíz, Carmen | Ospitaleche, Rosemarie | Tambasco, Eloísa | Taranto, Eugenia | Tarocco, Omar | Techera, Grissel | Teixeira, Juan
Hermes | Otegui de Samarra, María Dolores | P. de Porto, Isaura| Pacheco, Carlos | Pallares, Ademar | Tejera, Isabel “Chabela” | Terra, Fernando Terra, Fernando | Texeira, Elisa | Tio Holidige, Edgardo
| Palmer, Rodolfo | Palomeque, Vital Oribe | Pampillón, Teodoro | Papayani, Fulvio | Papayani, Nelson | Tiscornia, Carlos | Torosian, Carlos | Torren, Nancy | Torres, Olga | Troglia, Guillermo| Troncoso,
| Pastorino, Mª del Carmen | Pauletti, Susana | Pedragosa, Jaime | Pedragoza, Adalberto| Pedragoza, Esperanza | Tuana, Élida | Ubilla, Iris | Ulivi, Andrea | Urdampilleta, Isabela | Urdangaraín, Bismarck
Mireya | Pedritti, Alma | Pena, Alicia | Perdomo, Blanca | Pereira Tarocco, Julia | Pereira, Abel| Pereira, | Urrutia, Mariana | Urrutia, Rodolfo | Urtarán, Teresa | Ustra, Nery | Valiente, Esther | Vallejo, Cesar
Anais | Pereira, Benigno | Pereira, Dolly | Pereira, Gissel | Pereira, Jackson | Pereira, Jonson | Pereira, | Valsecchi, Eldem | Vargas, Lazaro | Vázquez, Gloria | Vázquez, Virginia | Vázquez, Virginia | Vega,
Lorena | Pereira, María Mercedes | Pereira, Melitón | Pereira, Roberto | Pereyra, Beatriz | Pérez (Centurión) Rosa| Velásquez Guido, Horacio | Velazco, Homero | Vera, Ana Cecilia | Vera, Hugo | Vera, José
| Pérez Baron, Ernesto | Pérez, Graciela | Pérez, Juana N. | Pérez, María Rosa | Pérez, Orlando | Pérez, María | Vesidi, Ángel | Viana, Elisa | Vidal, Hugo | Vieira, Gloria | Viera, José María | Viera, Susana
Santiago | Pérez, Sonia | Perruni, Omar | Pi, Renzo | Piaggio, María Julia | Piedra, Azucena | Piedrabuena, | Vigil, Ana | Vila, Rómulo | Villar, Juan| Vilureira, Luis Alberta | Viola, Ada | Vique, Arismelia | Vital,
Luis Alberto | Pintado, Rita | Pintos, Elbia | Pírez de Aguirre, Eda | Pisciottaro, Bessie | Porley, Alvaro | Porta, Mabel | Vitureira, Luis Alberto | Volpe, Beatriz | Werner, María | Wettstein, Germán | Xavier, Manuel
Raquel | Porto, Ruth| Posada, Marcelo | Posada, Rosa | Prada, Abner | Praiz (Carpintero) | Prandi, Juan | Xavier, Vilda | Yañez, José Luis | Yañez, Rubén | Yarzábal, Ricardo | Zaffaroni, Mario | Zamit,
J. | Pratto, Juan | Pressa, Gabriela | Prieto, Marlene | Prieto, Oscar “Laucha” | Priore, Chocha | Queffert, Idaelia | Zeballos, Myriam | Zerbino, Mónica | Zerboni, Isabel | Zirpo, Irma | Zóboli, N. | Zorrilla, Rola |
Elsa | Queipo, Mario | Quintans, Juan José | Quinteros, Elena | R. de Moreira, Mª Julia | Rabellino, Helena
586 587
ANEXOS DOCUMENTALES
Estatutos que regirán el Centro de Misiones ESTATUTOS DEL CENTRO DE MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS DE MONTEVIDEO.
EXPOSICIÓN DE FINES Y FUNDAMENTOS
STATUTOS QUE REGIRÁN EL CENTRO DE MISIONES SOCIO-PEDAGÓGICAS DE MONTEVIDEO (1956). MECANUSCRITO. ARCHIVO DE LA FACULTAD
DE HUMANIDADES. UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA.
Socio-Pedagógicas de Montevideo (1956) El comercio en la zona está muy poco provisto, debido a la falta de venta de las mercaderías
No hay ningún peón de estancia estable, la mayor parte vienen de trabajo de zafra.
Hay problemas en la inscripción de los niños y muchos matrimonios ilegalmente constituidos.
Existe la posibilidad de la visita del Juez de Paz de la Sección, gestionable en forma mixta desde Durazno y
desde Montevideo.
7 – VI – 56 Los delegados de la Escuela Agraria presentan un plan muy bien elaborado.
Sesión de Secretariado Administrativo Los delegados de la Escuela Industrial presentan también un buen plan.
Se comunica el envió de notas, una de Durazno, enviada por la maestra de la Escuela de Mouriño que adjunta cinco Los delegados del Liceo presentan un plan de colaboración con los Est. de Escuela Agraria y Escuela Industrial.
fichas causales llenas y la otra proviene de Tacuarembó y comunica la recepción de la nota enviada de Montevideo. Gimnasia.
Se recibe una nota de la Universidad de Buenos Aires Departamento de Extensión Universitaria pidiendo informes Los delegados de Magisterio: Alfabetización, Cultura General, Expresión, en resumen un excelente plan.
sobre los trabajos realizados por este Centro y resultados. Sábado 23 de Junio de 1956
Se pasa a Secretaria de Relaciones. Se designa al cro. Carlos Guimaraens Presidente de la Asamblea y a dos cros. de Rivera como Secretario de Actas.
14 – VI – 56 Número ilimitado de delegados por Centro y voto por Centro. Invitados con voz y sin voto.
Sesión del Secretariado Administrativo Fecha: Octubre 12 al 16 inclusive.
Informe de Secretaria de Finanzas.- Plantea la oferta de un beneficio del Teatro Circular que rendirá $ 190.ºº.- Lugar: Montevideo.
Se leen 2 notas de Durazno, una del 31 de Mayo y otra del 12 de junio en la que se informa la colaboración. Se encuentran presentes:
Sábado 16 de Junio de 1956 Tacuarembó: Palomeque, Tarocco, Legazcue y Kauffman.
Sesión de Asamblea General, se encuentran presentes Benitez, Sastre, Cánepa, Wettstein, Derpuy, Pereira, Oyarzum, Durazno: Saúl Bentancourt, Marta Febreso.
Bralich, María E. Contonnet, De Angelis. Cerro Largo: Blanca Margarita, Melanie Araujo.
Secretaría de Finanzas. Sastre informa que fue al Teatro Circular concretando la fecha: 29 – VI – 56 entregará las Rivera: Carlos Guimaraens, Manuel Felipe Weiss, Julio Fernandez, Victor Silveira y Sra., Di Perna.
entradas el día 17 o 18. Permitirá exhibir afiches en el Hall. Los Bonos estarán prontos el Lunes, se distribuyen el Montevieo: W. J. De Angelis y Sra.
Miércoles a las 8 hs. Se resuelve adjuntar un extracto del acta al Temario.
Secretria de Relaciones, informa Wettstein se recibió carta de Durazno enviando un folleto de propaganda y una Se discute de cambiar, interponiendo los dos primeros puntos y se resuelve dekar el temario como está. (3 – 2)
ficha de estadística a realizar en Mouriño. Se resuelve modificar el primer punto haciéndolo decir:
Secretaria de Organización, renuncia el suplente Peryra y se acepta la autoproposicion de De Angelis. Los estudiantes, profesionales y personas especializadas en actividades que desarrollan las Misiones Socio-
Martes 19 de Junio de 1956 Pedagógicas y su aporte a soluciones efectivas a los problemas del rancherío. Sobre el punto se remitirán informes
Reunidos con el C.M.S.P.D en la sede de E. Liceales, los Cros D. Dupret, O. Cánepa, G. Wettstein, y W. De Angelis. previos al Centro de Montevideo, y en trabajo de Comisión informaría el criterio con una declaración de las Misiones
Habla la Secretaria General, primero cede la palabra a la Secretaria de Investigación, quien informa para el domingo Socio-Pedagógicas del Uruguay que previa aprobación del Congreso, se difundirá ante la Opinión Pública Nacional.
17 concurrió una delegación a Mouriños, quien censo el número de habitantes adultos y niños. Considera que el espíri- Se designará una Comisión integrada por V Silveira, B. Mezquita y W. De Angelis para redactar una declaración de
tu de los pobladores es índice de deseos de superación. Todos disponen de un pequeñísimo predio. Rodea el rancherío modo que los Centros que no han concurrido, puedan aprobarla, rechazarla o modificarla, según lo discutido en esta
un grupo de estancias con buena voluntad. reunión, extraído de las actas.
El problema mayor es que no son propietarios de sus predios. Se menciona la posibilidad de la visita del Inst. La Comisión referida en la página anterior redacto el siguiente teto que fue aprobado por unanimidad:
de Colonización. Se resuelve modificar el siguiente punto que queda así:
Wettstein pregunta sobre otras experiencias en el Departamento del Inst de Colonización, para averiguar acerca del (1º) Las misiones Socio-pedagógicas en el Uruguay.
método de recuperación. Sus métodos de Investigación y Trabajo.-
de los Centros de Misiones 6º Son cometidos educacionales y asistenciales de las mencionadas instituciones:
Contribuir a desarrollar en nuestros profesionales responsabilidad ante los problemas de la ciudad y el campo y ca-