12º Español Módulo
12º Español Módulo
12º Español Módulo
Asignatura: Español
Grado: 12º
Profesor: Crista Marisol Pascual R.
Tema: La sociedad de la información.
Respetados estudiantes:
Ustedes son chicos que valoran la vida, que aman a su patria, a su familia y que son
conscientes que el trabajo ahora es difícil y arduo, que les esperan grandes desafíos y
que esos desafíos los van a vencer con entusiasmo, trabajo e interés en su formación
académica. Acojan los módulos y guías con seriedad porque, jóvenes, nuestra patria
los necesita para salir airosa de este momento que nos ha correspondido vivir.
Ante el panorama que se nos presenta seamos conscientes del mismo; ustedes son
líderes, gente buena que va a trabajar con empeño y seriedad, porque hay que
continuar.
Cada día demos gracias a Dios por la vida y de inmediato a nuestra labor de
estudiantes a distancia.
Recuerden que se les aprecia un montón.
Actividad 2.
Elabora un mapa conceptual con las ventajas y desventajas de la sociedad de la
información. (Individual)
Escala numérica para evaluar mapa conceptual
Estudiante __________________ Grupo Evaluación_____
Criterios 1 2 3 4 5
Puntualidad en la entrega
La presentación fue correcta, original y creativa
Orden lógico en la secuencia de la información
Utiliza palabras de enlace en forma correcta
Demostró capacidad de análisis y síntesis
Actividad 3. Los invito a leer este artículo relacionado con la temática desarrollada y
que aparece en la web http://www.terras.edu.ar/biblioteca/2/2TREJO-DELARBRE-
Raul-Revista-Iberoamericana.pdf y luego desarrollar el taller sumativo. Si deseas
puedes compartir tus ideas con tus compañeros, pero al momento de resolver no
deben aparecer más de 3 estudiantes.
Vivir en la sociedad de la información
Orden global y dimensiones locales en el universo digital
Raúl Trejos
Vivimos en un mundo pletórico de datos, frases e íconos. La percepción que los seres
humanos tenemos de nosotros mismos ha cambiado, en vista de que se ha
modificado la apreciación que tenemos de nuestro entorno. Nuestra circunstancia no
es más la del barrio o la ciudad en donde vivimos, ni siquiera la del país en donde
radicamos. Nuestros horizontes son, al menos en apariencia, de carácter planetario.
Eso no significa que estemos al tanto de todo lo que sucede en todo el mundo. Lo que
ocurre es que entre los numerosos mensajes que recibimos todos los días, se
encuentran muchos que provienen de latitudes tan diversas y tan lejanas que, a
menudo, ni siquiera acertamos a identificar con claridad en dónde se encuentran los
sitios de donde provienen tales informaciones.
Se habla mucho de la Sociedad de la Información. ¿Qué rasgos la definen? ¿En qué
aspectos resulta novedosa? ¿En qué medida puede cambiar la vida de nuestros
países? ¿Qué limitaciones tiene ese nuevo contexto? En estas páginas queremos dar
respuestas iniciales a esas interrogantes.
A ese nuevo contexto lo definen características como las siguientes:
1. Exuberancia. Disponemos de una apabullante y diversa cantidad de datos. Se
trata de un volumen de información tan profuso que es por sí mismo parte del
escenario en donde nos desenvolvemos todos los días.
2. Omnipresencia. Los nuevos instrumentos de información, o al menos sus
contenidos, los encontramos por doquier, forman parte del escenario público
contemporáneo (son en buena medida dicho escenario) y también de nuestra vida
privada.
Los jóvenes de hoy nacieron cuando la difusión de señales televisivas por satélite ya
era una realidad, saben que se puede cruzar el Atlántico en un vuelo de unas cuantas
horas, han visto más cine en televisión y en video que en las salas tradicionales y no
se asombran con la Internet porque han crecido junto a ella durante la última década:
frecuentan espacios de chat, emplean el correo electrónico y manejan programas de
navegación en la red de redes con una habilidad literalmente innata. Esa es la
Sociedad de la Información. Los medios de comunicación se han convertido en el
espacio de interacción social por excelencia, lo cual implica mayores facilidades para
el intercambio de preocupaciones e ideas, pero, también, una riesgosa supeditación a
los consorcios que tienen mayor influencia, particularmente en los medios de difusión
abierta (o generalista, como les llaman en algunos sitios).
3. Irradiación. La Sociedad de la Información también se distingue por la distancia
hoy prácticamente ilimitada que alcanza el intercambio de mensajes. Las barreras
geográficas se difuminan; las distancias físicas se vuelven relativas al menos en
comparación con el pasado reciente.
4. Velocidad. La comunicación, salvo fallas técnicas, se ha vuelto instantánea. Ya
no es preciso aguardar varios días, o aún más, para recibir la respuesta del
destinatario de un mensaje nuestro e incluso existen mecanismos para entablar
comunicación simultánea a precios mucho más bajos que los de la telefonía
tradicional.
5. Multilateralidad / Centralidad. Las capacidades técnicas de la comunicación
contemporánea permiten que recibamos información de todas partes, aunque lo más
frecuente es que la mayor parte de la información que circula por el mundo surja de
unos cuantos sitios. En todos los países hay estaciones de televisión y radio y en
muchos de ellos, producción cinematográfica. Sin embargo, el contenido de las series
y los filmes más conocidos en todo el mundo suele ser elaborado en las metrópolis
culturales. Esa tendencia se mantiene en la Internet, en donde las páginas más
visitadas son de origen estadounidense y, todavía, el país con más usuarios de la red
de redes sigue siendo Estados Unidos.
6. Interactividad / Unilateralidad. A diferencia de la comunicación convencional
(como la que ofrecen la televisión y la radio tradicionales) los nuevos instrumentos
para propagar información permiten que sus usuarios sean no sólo consumidores,
sino además productores de sus propios mensajes. En la Internet podemos conocer
contenidos de toda índole y, junto con ello, contribuir nosotros mismos a incrementar
el caudal de datos disponible en la red de redes. Sin embargo, esa capacidad de la
Internet sigue siendo poco utilizada. La gran mayoría de sus usuarios son
consumidores pasivos de los contenidos que ya existen en la Internet.
7. Desigualdad. La Sociedad de la Información ofrece tal abundancia de
contenidos y tantas posibilidades para la educación y el intercambio entre la gente de
todo el mundo, que casi siempre es vista como remedio a las muchas carencias que
padece la humanidad, sin embargo, mientras las naciones más industrializadas
extienden el acceso a la red de redes entre porcentajes cada vez más altos de sus
ciudadanos, la Internet sigue siendo ajena a casi la totalidad de la gente en los países
más pobres o incluso en zonas o entre segmentos de la población marginados aún en
los países más desarrollados.
8. Heterogeneidad. En los medios contemporáneos y particularmente en la
Internet se duplican –y multiplican– actitudes, opiniones, pensamientos y
circunstancias que están presentes en nuestras sociedades. Si en estas sociedades
hay creatividad, inteligencia y arte, sin duda algo de eso se reflejará en los nuevos
espacios de la Sociedad de la Información. Pero de la misma manera, puesto que en
nuestras sociedades también tenemos prejuicios, abusos, insolencias y crímenes,
también esas actitudes y posiciones estarán expresadas en estos medios.
Particularmente, la Internet se ha convertido en foro para manifestaciones de toda
índole, aunque con frecuencia otros medios exageran la existencia de contenidos de
carácter agresivo o incómodo, según el punto de vista de quien los aprecie.
9. Desorientación. La enorme y creciente cantidad de información a la que
podemos tener acceso no sólo es oportunidad de desarrollo social y personal.
También y antes que nada, se ha convertido en desafío cotidiano y en motivo de
agobio para quienes recibimos o podemos encontrar millares de noticias, símbolos,
declaraciones, imágenes e incitaciones de casi cualquier índole a través de los
medios y especialmente en la red de redes. Esa plétora de datos no es
necesariamente fuente de enriquecimiento cultural, sino a veces de aturdimiento
personal y colectivo. El empleo de los nuevos medios requiere destrezas que van más
allá de la habilidad para abrir un programa o poner en marcha un equipo de cómputo.
Se necesitan aprendizajes específicos para elegir entre aquello que nos resulta útil, y
lo mucho de lo que podemos prescindir.
10. Ciudadanía pasiva. La dispersión y abundancia de mensajes, la
preponderancia de los contenidos de carácter comercial y particularmente propagados
por grandes consorcios mediáticos y la ausencia de capacitación y reflexión
suficientes sobre estos temas, suelen aunarse para que en la Sociedad de la