Un Joven de Impacto

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“Un Joven de Impacto”

(Jueces 3:31)

Muchos jóvenes hoy podemos preguntarnos, ¿cómo impactar a nuestra


sociedad y, cambiar su comportamiento y maneras de pensar?, sobre todo en este
tiempo que, como dice la Escritura son días malos (Efesios 5.16), ¿Cómo
podemos ser de impacto?

En el pasaje de referencia, observamos la historia de uno de los Jueces de


Israel, más prominentes en su tiempo, venció con una aguijada de arar bueyes a
600 hombres, con sólo una acción logró impactar a todo su pueblo, fortaleciendo
su fe en Dios para luego ser el Líder político y militar de una nación.

A fin de impactar al mundo debemos tener en cuenta lo siguiente:


1. Dios ha puesto sus ojos sobre ti: Salmo 139:13-14 y Job 33:4, nos
permite observar que, a pesar de nuestras flaquezas, miedos, temores e
inseguridades, Dios se ha placido de poner su mirada en nosotros, fuiste
escogido, para impactar vidas. Poner nuestra mirada en la cruz de Cristo,
determina el sacrificio perfecto, para gente imperfecta, así es como
podemos impactar a nuestros jóvenes hoy en día.
2. Debemos sumergirnos en su Presencia: una vez escuché a un
predicador decir: “mi genética no condiciona mi propósito, mi propósito está
condicionado a mi carácter” y el carácter se condiciona manifestando el
fruto del Espíritu. Samgar aumentó la fe en el pueblo, gracias a sus frutos,
de una manera sobrenatural, Dios le usó, ¿Queremos ser usados por
Dios?, vivamos sumergidos a su presencia.
3. Poner Manos a la Obra: Como podemos impactar, sino estamos
convencidos que podemos hacerlo, teniendo en cuenta las promesas de
Dios, No te rindas ni descanses, hasta que lo alcances. Debemos
enfocarnos en el trabajo que nos ha encomendado y con la fe puesta en Él,
salir a conquistar.
Tus obras serán recordadas cuando sales a impactar al mundo con lo que
Dios te ha dado, Jueces 5:6 lo denota, puedes hacer todo lo que te propongas
y hacer uso de las promesas de Dios, cumplir con el propósito de Dios para tu
vida y al mismo tiempo ser una canal de bendición para el mundo.

Anthony Hernández
Centro Evangelistico de Maracay

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