Ebriedad y Alcoholismo
Ebriedad y Alcoholismo
I. -
PRIMERA PARTE
a) Introducción.
b) Embriaguez.
Es conveniente delimitar en forma precisa el alcance del
término ebriedad para evitar futuras confusiones: la ebriedad
comprende “un proceso agudo de poca duración", considerado
por la Exposición de Motivos del Código Penal '-'
como una “per-
turbación momentánea de la mente y de la voluntad. El alcoho-
lismo crónico, según Kraft-Ebin 3, “no es una pasión, sino una
enfermedad del cerebro que se caracteriza comotal por un con-
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que es “una turbación de las potencias, dimanada de la abundan-
cia con que se ha bebido vino u otro licor"; para Tejedor
5
“es el
último de los estados de la inteligencia que presenta analogía
con la demencia".
En cuanto a su significación jurídica, el estado de embria-
guez se asimila al de locura transitoria. Porque puede ser volun-
tariamente provocada y porque cabe su simulación, se ha pobla-
do de dudas e indecisiones su consideración jurídica.
Para poder desenmarañar en algo el agudo problema de la
imputabilidad del ebrio, es necesario conocer los grados de la
ebriedad sus
y efectos psico-fisiológicos, pues éstos son causas
determinantes tanto de la inconciencia como de la capacida
"
para obrar.
Dentro de las muchas clasificaciones que han ’surgido sobre
las causas y los grados de la ebriedad, merecen citarse como las
más acertadas las siguientes:
Según la clase:
1. accidental ( ebriosum)
a) Voluntaria
2. habitual (ebrium)
según la motivación:
a) Premedituda
bi No premeditada
Teniendo en cuenta aspectos psicológicos puede presentar
diversos grados:
l. Aquél en que el alcohol sólo aumenta las fuerzas vitales.
sin impedir la lucidez (estado jocundo).
2. Aquél en que aumenta la actividad física externa y dis-
minuye la espiritual: la razón no se eclipsa por completo, pero
la conciencia se perturba y la fantasía se sobrepone a la razón
(ebriedad incompleta).
3. La embriaguez es completa cuando la razón queda estu-
nefacta y el espiritu va no es dueño de sus movimientos, ni de
los del cuerpo (estado furibundo).
4. Aquél en cue la excitación es seguida por un completo
abatimiento y sueño (estado letárgico).
5. Otra clasificación. tripartita, es la de Hot'bauer, que in-
°
cluye Nerio Rojas en su libro “Medicina legal".
a) Período de excitación, euforia. vervosidad. en algunos
tristeza. rapidez asociativa; no hay pérdida de conciencia.
b)
Periodo de incoherencia, automatismo, movilidad y falta
de brillo en la ideación. incoordinación motora, impulsos agres-
vos, ya hay pérdida de conciencia.
c) Período de sueño tóxico o coma,
2. Según su causa:
.93
ingestión reiterada de bebidas, de las cuales resulta la ebriedad
1°
de un modo necesario". La voluntariedad no consiste en que-
rer embriagarse sino en beber una substancia que es idónea para
producir la embriaguez. La voluntariedad no se exige en el efec-
to sino en la causa.
c) Historia
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en que obra como eximente según una constitución dictada en
el año 393 por Teodosio, Arcadio y Honorio inserta en la Ley
¡5 ' '
Unica.
Se puede afirmar que los romanos consideraban a la em-
briaguez como motivo de excusa, per vinum aut lasciviam lapsis
capitalis poena, remittenda est, el militoe mutatio irroganda. 1°
Se aplicaba 'pena no en razón del delito cometido en estado de
embriaguez, sino por la falta cometida al embriagarse: ebrius
'7
punitnr non propter delictum, sed propter ebrietatem.
El derecho canónico enunció más claramente el principio de
que el estado de embriaguez quita la responsabilidad, y por eso,
si bien considera punible el hecho de embriagarse, no lo es, en
“‘
cambio, el hecho cometido en estado de embriaguez.
ESte concepto fué recogido
del derecho canónico
por los
prácticos y vigorestuvo campo endoctrinario en a elpesar de
haber sido rechazado por Bartolo y Baldo. No podía invocarse
como excusa la embriaguez únicamente cuando ésta fuere pro-
curata. et affectata, ut ebrius delinquere et delinquendo se cum.
¡0
ezcusaret.
Sin embargo, esta doctrina no llegó a prevalecer por com-
pleto en las leyes; así Carlos V publicó en los Países Bajos una
Ordenanza por la que castigaba muy severamente los delitos de
los ebrios-Lo mismo hizo Francisco I de Francia en su Orde-
nanza del 31 de agosto de 1536, conforme a la cual se aplicaba
la pena ordinaria al que delinquía ebrio, más una pena mayor
por la ebriedad. _
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El Alemania se la consideró como eximente, según afirman
Lauterback y Pistor Modestino; de igual manera en Rusia.
Todo este proceso, originario de la actual doctrina, sirve pa-
ra establecer un paralelismo entre las dos posiciones antagóni-
cas en la materia, prevaleciendo por razones de lógica jurídica
la propugnada por el derecho romano y el canónico. Esta doc-
trina se perfecciona al distinguirse en la apreciación de la impu-
tabilidad del embriagarlo y al establecerse los diversos grados y
clases de ebriedad.
La doctrina es muy variada y profusa. Por ello es preciso
hacer un breve compendio de la misma.
Lambert, mencionado por Carrara en su Programa. no ad-
mite que la ebriedad pueda llegar nunca al estado de completa
alienación mental y quiere equipararla siempre en sus efectos a
la pasión, la cual, “aunque turbe la inteligencia, no la aniquila
nunca".
Puffendorf en su “Derecho natural y de gentes"
22
admitió
que los contratos del ebrio fuesen nulos por carecer de capacidad
mental para realizarlos; en el mismo sentido Furgole. Además,
transporta la imputabilidad desde el momento en el cual fué co-
metido el delito al momento en el cual nació la ebriedad e iden-
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misma en ambos casos y dice que, cuanto más, podrá la volun-
taria o habitual ser considerada en si misma como un hecho ile-
gítimo constitutivo de un delito especial, o como un acto volun-
tario que haga culposo el hecho realizado bajo su influjo. Esta
última es la opinión de aquéllos que, como Vidal,“ sostienen
que el ebrio, aun el voluntario y habitual, no es responsable de
sus actos, pero sí de su embriaguez, y, por lo tanto, deben consi-
derarse como actos de imprudencia o negligencia y castigarse de
igual modo que éstos, los hechos ejecutados en tal estado.
Para la embriaguez premeditada completa, acepta Pessina la
misma regla que para la embriaguez completa voluntaria o habi-
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que no se concibe un. hombre que para llevar a cabo un delito
se embriaga hasta el punto de perder totalmente el dominio de
su razón —sin la cual mal podrá verificar su propósito-—, no
existe nexo alguno entre el estado imputable (anterior a la em-
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b)la fun'bunda ejerce su acción sobre el intelecto de tal modo
que priva temporalmente de la facultad de percibir y de
juzgar; equiparada con el delirio puede llegar a cancelar
por completo la imputación;
C V la letárgica,que asumiendo la forma de coma paraliza las
fuerzas que Carrara llama del ánimo; equiparada al sueño,
ésta también puede eximir de toda responsabilidad,
Concretando: si la embriaguez fué procurada voluntariamen-
te, o por reprobable imprudencia, podrá encontrarse en esto los
elementos de la culpa, pero ello no hará surgir el dolo en la ac-
ción sucesiva “que no estuvo acompañada de una voluntad inte-
ligente”. -
‘99
micidio con voluntad de matar, si homicidio por ímpetu instan-
táneo u homicidio premeditado.
5. El código de Brasil exige para justificar al ebrio que no
haya premeditado el delito ni se haya procurado la embriaguez
para animarse a su realización, ni tenga el hábito de delinquir
durante la embriaguez.
II. —
SEGUNDA PARTE
a) Alcoholismo
2°
Jiménez_de Asúa, en su libro “El Crixninalista", dice que
el alcoholismo acentúa aquellas tendencias y aptitudes antiso-
ciales y delictivas más o menos peligrosas quc yacen habitual-
mente en los individuos con predisposición constitucional para
el delito.
1’"
Edmundo Mezger. en su “Criminología”, afirma que el
alcoholismo es una de las enfermedades mentales más comunes
en la práctica, condicionada tóaicamente. Este autor hace tam-
bién una clasificación de las psicosis por intoxicación; ella es la
siguiente:
Psicosis por intoxicación
a) embriaguez patológica,
b) estado habitual del bebedor crónico pero débil.
c) embriaguez alcohólica habitual y aguda.
Como ya se dijera, el alcoholismo es el estado a que lleva la
ebriedad, estado que acaba por vencer la normalidad celular y
destruir los elementos nobles del sistema nervioso. provocando
lesiones irreparables en casi todos los órganos.
Los síntomas más salientes son: rostro congestivo, cierto
temblor, delirio, insomnio, alucinaciones, ansiedad, inquietud.
dolores.
Retrotray'éndonos enel tiempo vemos que Séneca caracte-
rizó con suma simpleza el estado alcohólico, intuyendo su carac-
terística esencial al decir nihil aliund esse ebrietatem quam vo-
3°
luntariam insania.
100
b) Represión de la embriaguez habitual.
101
La represión del alcoholista es problema dificil y complejo;
se parte del proverbio el que ha bebido bebera’, y lo demuestra
el fracaso de las medidas tomadas en Inglaterra en 1862 y 1872
y de la ley Roussel
33
en Francia. También se utilizó el sistema
prohibicionista que comenzó a aplicarse en el Estado de Maine
y luego por una disposición constitucional se extendió a todos
los Estados Unidos, con los resultados conocidos. Dado que estas
medidas legales no han sido eficaces, se ha tratado'de solucionar
el problema desde el punto de vista social y para ello se crearon
la Temperance Society de Nueva York y la British and foreign
te-mpera-nce society de Londres, instituciones que obtuvieron no-
tables resultados.
En nuestro país, dice Herrera en su “Reforma Penal", el
alcoholismo ha adquirido peligrosa extensión por lo ineficaz de
las medidas tomadas por el gobierno; imponer fuertes graváme-
nes a su producción es una buena forma de conseguir entradas
fiscales pero no de reprimir la ebriedad.
Analizando un poco las estadisticas es cuando realmente se
¿102
En nuestro país. donde se encuentra un despacho de bebi-
das en cada cuadra, la manera de prevenir dichos delitos sería
fiscalizándolos, limitándolos y gravándolos con fuertes patentes;
realizando propaganda .antialcohólica y creando ligas de tem-
planza que reciban ayuda del Estado.
c) Proyectos de Códigos Penales
culpa.
d)1891: El Proyecto presentado por los doctores Norberto
Pinero, Rodolfo Rivarola y José Matienzo, en el título segundo
artículo 59 dice que “está exento de responsabilidad criminal el
que ha resuelto y ejecutado el hecho en estado de embriaguez
completa e involuntaria, sobrevenida sin culpa suya" y pena con
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por el siguiente texto: “el que ha resuelto y ejecutado el. hecho
en estado de enajenación mental cualquiera, no imputable al
agente". En la nota que enviaron al Poder Ejecutivo decían que
empleaban el término enajenación mental, pues éste en forma
genérica comprendía todas las causas de irresponsabilidad de
origen psíquico. Julio Herrera“ es uno de los que criticaron
esta redacción que incluye a la locura alcohólica como una ena-
d) Doctrina nacional.
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3°
Eusebio Gómez afirma que la “embriaguez puede ser cau-
105
III. —
TERCERA PARTE
a) Jurisprudencia.
La jurisprudencia en este aspecto es profusa y en términos
generales, contradictoria; en los últimos años se puede afirmar
que se está siguiendo la doctrina de la culpa en los casos de
ebriedad completa voluntaria.
Está en contra de esta posición la jurisprudencia que sos-
tiene que “la ingestión voluntaria de bebidas alcohólicas hasta
la embriaguez implica imprudencia pero el hecho cometido en
ese estado no puede ser calificado como culposo. pues el autor
se ha librado a sabiendas de la frenación mental y ética que tiene
en su estado normal y que hace posible su convivencia en la so-
ciedad” 42
y por lo tanto “la situación del ebrio voluntario no en-
‘3
cuadra dentro del delito culposo”.
Pero de acuerdo a lo expuesto y según los fallos más recien-
tes, toda la jurisprudencia tiende a uniformarse derivando hacia
las soluciones que más arriba hemos fundamentado.
b ) Conclusión,
Es preciso que se revea la legislación en nuestro país en lo
que respecta a la ebriedad y el alcoholismo, pues en los últimos
tiempos se ha puesto de manifiesto la ineficacia de la ya existente
con el incremento de los delitos cometidos en estados etílicos
—el caso típico: los accidentes ocurridos en los pasos a nivel—.