Resumen Administrativo II (Logar)

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Administrativo II, cat II: Logar

Parte primera
Procedimiento administrativo

Bolilla 1:
Principios y sujetos del procedimiento administrativo
1- Funciones del estado: administrativa, legislativa y judicial. Criterios de
conceptualización

El estado no es estático sino dinámico y ejerce su poder (coacción imperium estatal) para alcanzar los fines
detallados en el preámbulo de la constitución nacional (bienestar gral, bien común, libertad, unión nacional,
paz interior, justicia, etc).
Esta actividad que realiza el Estado para cumplir sus fines, es lo que se llama funciones y básicamente son
tres:
1-Función LEGISLATIVA: se ocupa de dictar, alterar o suspender las leyes. Es la actividad del E que se
expresa a través de normas generales, abstractas, impersonales, imperativas y obligatorias; sancionadas por
el órgano y conforme al procedimiento previsto en la CN.
2-Función JUDICIAL: se ocupa de interpretar y aplicar la ley en casos concretos, para resolver controversias
jurídicas entre partes con intereses contrapuestos (imponiendo una decisión con fuerza de verdad legal) a
través de un órgano imparcial e independiente.
3-Función ADMINISTRATIVA: la mayoría de los autores la definen como la actividad de cualquiera de los
tres órganos estatales siempre que la naturaleza jurídica de esa actividad sea administrativa. La
administración no es un poder del Estado (como órgano E, L, J) sino que el poder del Estado tiene diferentes
funciones y una de ellas es la administrativa (asignada como función específica del P.E.). La función
ejecutiva es aquella que el Estado realiza en forma continua, rápida e inmediata que se ocupa de que se
cumpla la ley y de satisfacer los intereses comunitarios impostergables. Es la función a cargo del Presidente
de la Nación, dentro de la cual se encuentra la función administrativa. (el tema se extiende con criterios para
su conceptualización)
Las tres funciones persiguen el bien común y aunque cada órgano tiene asignada específicamente una de
estas funciones, puede realizar (en algunos casos) alguna de las otras dos:
- El poder legislativo realiza funciones ejecutivas cuando autoriza al P.E. a declarar la guerra o hacer
la paz, cuando aprueba o desecha tratados, cuando el Senado presta acuerdo para que el P.E. nombre
a jueces, etc., y participa de funciones judiciales cuando interviene en juicio político (cámara de
diputados acusa, y senadores resuelve)
- El poder ejecutivo participa en funciones legislativas cuando promulga leyes: dicta decretos,
reglamentos y participa en funciones judiciales cuando indulta o conmuta penas, arresto de personas
en estado de sitio, etc.
- El poder judicial participa en funciones legislativas cuando declara la inconstitucionalidad de una
norma del congreso o decreto del P.E., hace un control legislativo y participa de funciones ejecutivas
cuando nombra o remueve a determinados funcionarios.
Hay que aclarar que el poder es uno solo (poder público) lo que se dividen son sus funciones. Al dividirlo se
logra equilibrio mediante fuerzas de controles recíprocos entre los tres poderes.

Criterios de conceptualización: podemos hacer referencia a dos criterios: subjetivo (orgánico) que toma en
cuenta el órgano que realiza la función (teoría de la división de poderes de Montesquieu). De esta manera
solo habrá actividad administrativa en el P.E., actividad legislativa en el P.L., actividad judicial en P.J.
El otro criterio utilizado es el objetivo (funcional o material) que considera el contenido del acto sin reparar
en el órgano que lo cumple. Es el que debe aplicarse al derecho administrativo ya que hay actividad
materialmente administrativa en el P.L, P.J y en los entes públicos no estatales (que tienen potestades por
delegación del Estado: ej. Los consejos profesionales al aplicar sanciones a los profesionales)
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En base a estos criterios vemos la definición de función administrativa:
Concepciones SUBJETIVAS U ORGÁNICAS: dentro de esta corriente se hallan las tendencias que
consideran a la función administrativa como toda o la mayor parte de la actividad que realiza el P.E. y los
órganos y sujetos que actúan en su esfera (sus dependientes). Sostiene que a cada órgano le corresponde una
determinada función. Si bien hubo quienes en principio sostuvieron que “administración” era toda la
actividad que desarrollaba el P.E., la doctrina actualmente partidaria de la concepción subjetiva considera
que aquélla constituye un sector o zona de la actividad que despliega el P.E. (algunas actividades realizadas
por el P.E. no son administrativas, como la función de gobierno)
Concepciones OBJETIVAS O MATERIALES: estas concepciones tienen en común el reconocimiento de
actividades materialmente administrativas no sólo en el P.E., sino también en los órganos legislativo y
judicial. No tiene en cuenta al órgano sino a la materia, es decir, el contenido del acto. Sostiene que en algunos
casos, todos los órganos cumplen funciones de los demás órganos. La mayoría de los autores se inclinan por este
criterio
También podemos mencionar una concepción MIXTA O RESIDUAL: sostiene que administración es toda
aquella actividad que resta luego de excluir a la legislación y a la función jurisdiccional.
Sostiene que como la función administrativa no se realiza por ningún otro órgano en forma excluyente, y
dado que no le reconoce un contenido propio que la tipifique, ella debe definirse como toda actividad que
realizan los órganos legislativos y jurisdiccionales, excluidos respectivamente los hechos y los actos
materialmente legislativos y jurisdiccionales.
En síntesis: podemos decir que la función administrativa es la actividad de cualquiera de los tres órganos
estatales siempre que la naturaleza jurídica de esa actividad sea administrativa. La Administración no es un
poder del Estado (como órgano ejecutivo, legislativo, judicial) sino que el poder del Estado tiene diferentes
funciones y una de ellas es la administrativa (asignada como función específica al P.E.)
La tarea administrativa incluye: actividad ejecutiva (hacer que se ejecute, cumpla y observe la ley) y
actividad discrecional (celebrar contratos y demás actividades en donde no hay una ley que impone una
obligación)

2- Noción conceptual del procedimiento administrativo. Proceso y procedimiento

Noción conceptual:
BEZZI: el procedimiento administrativo es el cauce formal de la serie de actos en que se concreta la
actuación administrativa para la realización de un fin.
GORDILLO: es la parte del derecho administrativo cuyo objeto lo constituyen las reglas y principios que
rigen la intervención de los interesados en la preparación e impugnación de la voluntad administrativa.
a)“…preparación…” = actuación de los órganos administrativos.
b)“…impugnación…” = regulación de los remedios o recursos que el ordenamiento jurídico da a los
particulares.
c)“…voluntad administrativa…” = se materializa en ese acto que se dicta como culminación de la serie de
actos que lo precede,
BOTASSI: El procedimiento administrativo puede definirse como la sucesión legalmente ordenada de
hechos y actos tendientes al nacimiento de una decisión final materialmente administrativa.
“…sucesión legalmente ordenada…”: La sucesión de hechos y actos que conforman el procedimiento es de
tipo legal en un doble sentido: el trámite previo es obligatorio para la Administración, las vías de hecho
están proscriptas y las decisiones a adoptar están precedidas de una cadena de gestiones que les sirven de
apoyo y fundamento. Al mismo tiempo, el desarrollo de ese camino hacia la adopción de la medida aparece
ordenado en un determinado sentido y se deben respetar sus etapas.
“…de hechos y actos…”: Tradicionalmente, sólo los actos se tienen en cuenta como conformadores del
procedimiento, pero resulta evidente que ciertas circunstancias fácticas y conductas carentes de
intencionalidad jurídica integran el procedimiento y son claramente identificables.
“…tendientes a la adopción de una decisión final…”: El acto administrativo final es el destino del
procedimiento. No obstante, si el interesado deja de impulsarlo o lo desiste, jamás se llegará a decidir sobre
el fondo del asunto, sin que por ello se dude de la existencia de un procedimiento tendiente a ello.

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“…materialmente administrativa…”: No interesa qué poder del E adopte la decisión. Tanto el PJ como el
PL realizan actividades materialmente administrativas.
Resumiendo: podemos decir que es el conjunto de actos y hechos interdependientes, cuyo fin es lograr un
control de la actividad administrativa (en cuanto a legalidad, oportunidad, merito y conveniencia) y que
sirve también de garantía a los administrados (aunque el control final de la actividad administrativa en
general la realiza el órgano judicial).
Este procedimiento contiene las formalidades que debe tener en cuenta la Administración para garantizar
una gestión eficaz y respetar los derechos e intereses de sus administrados
Proceso y procedimiento:
Los procesos judiciales pueden no ser jamás transitados por los individuos. Una persona puede pasar toda su
vida sin involucrarse en una cuestión judicial (proceso). Sin embargo, le será imposible sustraerse a la
realización de algún tipo de trámite administrativo (ej: obtención del DNI, contraer matrimonio, etc.).
Estos trámites domésticos constituyen verdaderos procedimientos administrativos que participan de las notas
básicas de los procedimientos clásicos y complejos.
Proceso: es un conjunto de actos ordenados e interdependientes en donde hay un litigio entre dos partes
presidido por un tercero neutral (sin interés en el juicio) llamado juez, quien aplica la ley.
Procedimiento: no existe un tercero neutral sino que la Administración además de ser parte es quien aplica la
ley.
El procedimiento es la etapa necesaria para agotar la vía administrativa en donde se intentan diferentes cosas
para no ir a juicio: conciliar las partes, que la Administración revise y corrija algún error en el acto o que
controle la legitimidad de los actos de los órganos inferiores, etc. Es la etapa previa al proceso judicial (para
intentar la vía judicial se exige agotar la vía administrativa)
Diferencias:
 La Administración aplica la ley para satisfacer el bien común. El juez aplica la ley para restablecer el
orden público perturbado.
 La Administración actúa en interés propio y sus decisiones no tienen fuerza de verdad legal. El juez
no actúa en interés propio y sus decisiones tienen fuerza de verdad legal.
 La Administración es juez y parte (las partes son administrado y administración). El juez no es parte
sino tercero imparcial independiente.
 El principio general es que es que en el procedimiento se actúa de oficio (y excepcionalmente a
petición de parte) mientras que en el proceso es al revés.
 En el procedimiento la decisión final puede luego ser revocada. En el proceso la cosa juzgada le da a
la sentencia una inmutabilidad casi absoluta.
Para algunos autores el procedimiento administrativo lo pueden realizar los tres poderes cuando realicen
funciones materialmente administrativas.

3- Principios del procedimiento administrativo: impulso de oficio, informalismo, verdad


material, publicidad, debido proceso objetivo, derecho a ser oído, derecho a ofrecer,
producir y controlar pruebas, derecho a una decisión fundad, gratuidad.

Son un conjunto de garantías cuyo fin es equilibrar las relaciones entre el administrado y la Administración
(que esta realice una buena y eficaz administración y que aquel pueda reclamar y presentar recursos frente a
actos de la Administración). Si se viola algún principio, el acto administrativo será nulo
a) impulsión de oficio:(art 1 inc a ley 19549- Nación) el procedimiento puede ser iniciado de oficio (es decir
por la Administración) o a instancia de parte, pero la impulsión o dirección del expediente hasta su fin le
corresponde a la Administración (quien dirige el procedimiento y ordena las diligencias necesarias para
llegar a la verdad y resolver la cuestión en forma justa, ya que está en juego el interés público).
Para esto realiza todos los actos tendientes a la finalización del expediente, documento en el cual se
cristaliza el procedimiento administrativo. El administrado puede impulsarlo cuando solamente este en juego
su interés privado.
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En Pcia: Por imperio de lo establecido en el art. 48 (dec/ley 7647/70), el procedimiento se impulsará de
oficio en todos sus trámites. En el procedimiento administrativo predomina el “principio inquisitivo”, y el
órgano competente para entender en un determinado trámite está obligado a impulsarlo de oficio. Ahora
bien, cuando se trate de cuestiones que sólo atañen al particular, la Administración no sólo está dispensada
de impulsar de oficio el trámite, sino que puede declarar su caducidad ante la inacción injustificada de aquél
(arts. 127 – 130). Por aplicación del principio de autotutela, existen ejemplos concretos en que la
Administración está obligada a actuar de oficio en casos que sólo revisten interés particular: renuncia,
muerte, inhabilidad o destitución del mandatario, en cuyo supuesto deberá emplazarse al representado para
que comparezca al expediente (arts. 16 y 18); convocatoria a terceros interesados en una cuestión de índole
particular (art. 23); intimación a constituir domicilio (art. 26) o a denunciar el del mandante (art. 28); duda
respecto de la autenticidad de una firma (art. 32); tramitación de denuncias (art. 85).
b) moderado informalismo: (art 1 inc c ley 19549). El particular puede dejar de lado exigencias formales no
esenciales que puedan ser cumplidas más adelante. Por ej. Los recursos pueden ser calificados
erróneamente, no se exige calificar las peticiones jurídicamente, puede haber un error en el destinatario del
recurso, las irregularidades citadas en los art 15( Si se hubiere incurrido en una irregularidad, omisión o vicio que no llegare a
impedir la existencia de alguno de sus elementos esenciales, el acto será anulable en sede judicial) . y 16  (La invalidez de una cláusula
accidental o accesoria de un acto administrativo no importará la nulidad de este, siempre que fuere separable y no afectare la esencia del acto
emitido) de la ley 19549 y las nulidades relativas (absolutas no, como la exigencia del idioma nacional y la
forma escrita, ya que la existencia de vicios esenciales es inexcusable).
La informalidad es solo para el particular, no para la Administración y su razón de ser es que en el
procedimiento administrativo, en general, no se exige que el particular asista asesorado por un abogado, el
cual conoce más sobre las exigencias formales.
El informalismo no pregona que el trámite puede conducirse de cualquier manera, ignorándose las
previsiones legales. Se trata de alivianar el peso de las formas, de manera que los vicios de esa índole sean
subsanables y así salvar la cuestión de fondo, que es la que realmente importa esclarecer.
Este informalismo ha sido establecido en favor del interesado. La Administración está obligada a respetar
todo lo que el ordenamiento jurídico le impone; en el caso del administrado, mientras del escrito surja
claramente su voluntad de recurrir, aún cuando la designación sea errónea, será procedente, siempre que
tenga alguna fundamentación.
c) verdad material: a diferencia del proceso judicial en donde el juez solo actúa en base a pruebas aportadas
por las partes (se busca la verdad formal), en el procedimiento administrativo, la Administración actúa con
el fin de buscar la verdad material y si con lo probado o alegado por el administrado no alcanza, la
administración puede actuar de oficio para obtener otras pruebas y averiguar los hechos para llegar a dicha
verdad (en el procedimiento administrativo la verdad material prima sobre la verdad formal)
El órgano llamado a decidir la cuestión de fondo deberá valorar los hechos que lleguen a su conocimiento,
sin que interese que los mismos hayan sido invocados y probados por el particular, o que sean conocidos de
manera casual.
Por este principio, si vencido el término de prueba la Administración no cuenta con elementos de juicio
suficientes, deberá indagar por sí misma la situación fáctica involucrada. De igual manera, como lo que
interesa es llegar a la verdad real, el desistimiento del interesado no obliga a la Administración, que
continuará impulsando el trámite hasta su definición, excepto que sea procedente la declaración de
caducidad.
d) publicidad: de los procedimientos y resoluciones, salvo que la Administración por acto expreso y fundado
disponga lo contrario para preservar la moralidad o seguridad pública en los casos que así lo autoricen las
reglamentaciones.
e) debido proceso objetivo: (art 1 inc f ley 19549). Este principio se relaciona con la garantía de defensa en
juicio (art 18 CN) y contiene una serie de formas procesales cuyo fin es proteger el bien común sin violar
intereses de los particulares Se trata de un principio esencial, garantizado al individuo por el art. 18 CN (que
se extiende al procedimiento administrativo).
Este principio impone que ninguna decisión final se adopte sin oír previamente al interesado, analizar sus
defensas y valorar sus pruebas.
Dentro de la LPABA aparecen diferentes supuestos de aplicación de este principio: la posibilidad de tomar
vista del expediente durante todo su trámite; amplitud en la elección de los medios de prueba.

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Este principio es tan importante que si sus prevenciones son ignoradas, es decir, si el particular es privado de
una adecuada oportunidad de defensa, el acto final resulta NULO.
Debido proceso adjetivo consiste en el derecho de los interesados a:
 Ser oído: la Administración no puede decidir (es decir emitir el acto) sin antes escuchar a la parte
interesada (por medio de pruebas o alegatos) o sin darle la posibilidad de expresarse sobre el merito
de la decisión (a través de recursos y reclamos). Es decir, la posibilidad de exponer las razones de
sus pretensiones y defensas antes de la emisión de actos que se refieran a sus derechos subjetivos o
intereses legítimos, interponer recursos y hacerse patrocinar y representar profesionalmente.
 A ofrecer, producir y controlar pruebas: la finalidad de la prueba es descubrir la veracidad de los
hechos que hacen a la cuestión planteada. Tanto el particular como la Administración (de oficio)
tienen derecho a ofrecer y producir las pruebas que crean convenientes (ya sea pericial, documental,
testimonial, etc.). la Administración solamente podrá negarse a hacer efectiva la prueba ofrecida por
el particular, cuando esta sea claramente irrazonable (debiendo fundamentar su rechazo).
Es decir, es el derecho de ofrecer prueba y que ella se produzca si fuera pertinente, dentro del plazo
que la Administración fije en cada caso, atendiendo a la complejidad e índole del asunto, debiendo la
Administración buscar la verdad objetiva.
 A una decisión fundada: la decisión que tome la Administración debe expresar los fundamentos de
la emisión del acto (recordemos el requisito de motivación del acto). La decisión además de ser
fundada debe resolver todas las pretensiones de las partes (ya que se aplica el principio de
congruencia). Es decir, que el acto decisorio haga expresa consideración de los principales
argumentos y cuestiones propuestas, en tanto fueren conducentes a la solución del caso.
 Gratuidad: salvo que una norma exprese lo contrario, el procedimiento es gratuito (no hay condenas,
ni costas, ni tasas o impuestos) y el particular no está obligado a hacerse representar
profesionalmente por un abogado (salvo cuando se debatan cuestiones jurídicas) para que todos los
afectados tengan la posibilidad de reclamar sin que la falta de dinero o de abogado sea un
impedimento. En síntesis: salvo el pago del impuesto de sellos vigente en ciertos procedimientos
especiales, la actuación ante la Administración es gratuita. Esta circunstancia facilita el acceso al
procedimiento de las personas de escasos recursos.

4) Competencia del órgano administrativo. Delegación, sustitución y avocación.


Conflictos de competencia. Excusación y recusación.

Competencia del órgano administrativo:


Podemos definir a la competencia como el conjunto de facultades, atribuciones, y deberes que la CN, leyes y
reglamentos les asignan a cada órgano y que deben ejercer obligatoriamente. Esta potestad, atribuida a cada
órgano, surge ante la imposibilidad de que todas las funciones las realice un solo órgano, es decir que con
ella las funciones se reparten logrando más rapidez y eficacia delimitando y regulando las relaciones entre
los órganos. (LPABA art. 2) las actuaciones cuya resolución corresponda a la Administración Pública,
deberán ser iniciadas ante el órgano administrativo competente.
Concepto de competencia administrativa: toda la gestión del Estado (no sólo aquélla que hace a su actividad
administrativa) se lleva a cabo por órganos que constituyen nociones abstractas o instrumentales,
lógicamente integrados por personas físicas. Los hechos y decisiones de tales órganos se imputan a la
nación, a las provincias y a los municipios, ya que son éstos los sujetos de derecho público que actúan a
través de aquéllos, para lograr sus fines atinentes al interés general de la comunidad.
Habiendo hecho esta breve introducción, digamos que la competencia administrativa es el CONJUNTO DE
ATRIBUCIONES que el bloque de legalidad confiere a un órgano o ente estatal. Es la APTITUD LEGAL
de un órgano o ente para ser titular de una potestad y ejercerla.
Competencia en materia de procedimiento administrativo: todo trámite tendiente a obtener una decisión de
parte de la Administración debe iniciarse y desarrollarse ante el órgano competente en razón del tiempo, del
territorio y de la materia de que se trate. Si el procedimiento se inicia o desarrolla ante un órgano sin
competencia, el acto final aparecerá viciado por estar afectado su procedimiento previo. De igual manera, si
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la decisión final es adoptada por un órgano sin atribución temporal, territorial o material, el acto será
irregular por aparecer conculcado su elemento esencial “competencia”.
LPABA art. 3: la competencia de los órganos de la Administración Pública se determinará por la
Constitución de la Provincia, las leyes orgánicas administrativas y los reglamentos que dicten el Poder
Ejecutivo y las entidades autárquicas. La competencia es irrenunciable y se ejercerá precisamente por los
órganos administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación, sustitución o
avocación previstos por las leyes.
Origen normativo de la competencia: en el derecho privado, el principio general es la capacidad. En el
derecho público, la competencia tiene que ser establecida expresa o implícitamente en la ley, por eso se
afirma que la competencia es la excepción, siendo la incompetencia la regla. La competencia de los órganos
no se presume, sino que debe estar otorgada en forma expresa o implícitamente en una norma jurídica, para
que pueda reputarse legalmente existente.
No obstante, este principio queda atenuado con la aplicación de la “doctrina de la especialidad”, dentro de
los fines que han sido fijados al órgano o ente por el ordenamiento jurídico. La especialidad del órgano de
que se trata no va a surgir de su propia voluntad, sino de una norma objetiva que establezca las finalidades
para las cuales el órgano fue creado.
Una vez determinada la especialidad, y dentro de sus límites, la competencia es la regla. Fuera de esos
límites, la competencia es la excepción.

Delegación, sustitución y avocación:


Se trata de excepciones al principio de improrrogabilidad de la competencia. Este principio determina que la
competencia es improrrogable porque está en juego el interés público.
Tanto la delegación como la avocación son relaciones entre órganos de una misma persona pública estatal,
en donde hay jerarquía.
DELEGACION: es el acto jurídico a través del cual un órgano superior le transfiere a un inferior (o de igual
jerarquía) su competencia para realizar una actividad determinada. La delegación debe estar autorizada por
una norma, la cual debe expresamente decir cuales son las atribuciones que se delegan (ej: el presidente
delega facultades al jefe de gabinete de ministros). Hecha la delegación, el órgano superior puede retomarla
e inclusive transferirla a otro órgano inferior distinto.
En este supuesto, no se delega la titularidad de la competencia, sino el ejercicio de la misma.
Las notas esenciales de la delegación son: el órgano superior encarga a otro, inferior, el cumplimiento de
tareas que el ordenamiento le asigna al primero; se opera una transferencia sólo del ejercicio de una
competencia, cuya titularidad permanece en el órgano delegante; no deriva de la jerarquía.
Entonces: es un instituto de excepción; requiere de una norma (ley, reglamento) que la autorice
expresamente, ya que los titulares de una competencia no pueden disponer de ella como un derecho propio;
la norma que la autoriza requiere, a su vez, de otra norma, la que dicta el órgano delegante disponiendo qué
tareas delega y en qué órgano; no se puede subdelegar si no existe autorización expresa al respecto
(funciones muy importantes podrían ser ejercidas por aquellos inferiores que en la pirámide jerárquica se
encuentran en la base).
Clases de delegación: Hay 2 especies fundamentales de delegación:
1) delegación LEGISLATIVA: (art 76 CN) esta es totalmente extraña a la relación jerárquica, y su estudio
compete, fundamentalmente, al derecho constitucional. Se opera cuando el órgano legislativo delega, dentro
de los límites que le marca la correcta interpretación constitucional, el ejercicio de facultades en el PE.
2) delegación ADMINISTRATIVA: puede darse o no en el terreno de la relación jerárquica, y admite, a su
vez, 2 subespecies:
 delegación INTERORGÁNICA: consiste en la transferencia de facultades de un órgano superior a
uno inferior.
 delegación ENTRE ENTES PÚBLICOS: la doctrina española postula la posibilidad de delegación
entre el E y los entes locales reconociendo, no obstante, que tiene escasa aplicación. El derecho
argentino no ha recogido orgánicamente esta figura.
La delegación de firma: en verdad no es una delegación, ya que no se transfiere ninguna competencia sino
que el delegado solo firma los actos que le ordena el delegante (para ahorrarle trabajo) y siempre que se trate
de actos realizados en mucha cantidad (en serie) y que el objeto de dicho acto este regulado.
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SUSTITUCIÓN: La sustitución se funda en las prerrogativas de control que tiene el órgano superior sobre el
inferior, y procede en supuestos de deficiente administración o abandono de funciones en que incurra el
órgano que es sustituido. Es necesario que una norma autorice tal sustitución.
AVOCACIÓN: esta excepción es inversa a la delegación y es cuando un órgano superior toma una cuestión
en donde es competente un órgano inferior.
Cassagne la define como la asunción por parte del órgano superior de la competencia para conocer y decidir
en un acto o asunto que le correspondía al inferior por la competencia atribuida al último.
Las notas esenciales son: el superior, por sí mismo, sin pedido de parte, decide sustituir al inferior en el
conocimiento y decisión de un asunto para el que éste era competente; deriva de la potestad jerárquica del
superior sobre el inferior.
Entonces: es excepcional; sólo procede en el ámbito de la Administración centralizada y desconcentrada
donde rige el principio de jerarquía, pero no respecto de la descentralizada, en la que no hay relación
jerárquica con el P.E sino de control, (no puede aplicarse, por ejemplo, entre entidades descentralizadas y el
jefe de la administración, porque no hay jerarquía sino sólo control); siempre que una norma no dispusiere lo
contrario; siempre que la competencia no hubiese sido atribuida al inferior en virtud de una idoneidad propia
de éste (especialidad técnica) de la cual carezca el superior. No necesita una norma expresa que lo autorice

LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIA.

LPABA art. 4: cuando se produzca un conflicto interno de competencia entre autoridades u organizamos
administrativos, será resuelto por el ministro de que dependan. Los conflictos de competencia
interministeriales o entre las dependencias de los ministerios y las entidades autárquicas o de éstas entre sí
serán resueltos por el Poder Ejecutivo.
Cuestiones de competencia: la atribución normativa de la competencia y el carácter obligatorio o
irrenunciable de la misma acarrean como consecuencia que ni el órgano competente pueda dejar de entender
en una cuestión de su incumbencia, ni aquél ajeno a la misma pueda involucrarse en un procedimiento que
no le esté asignado.
Decisión: la cuestión de competencia es resuelta, en todos los casos, por la autoridad superior a los órganos
en conflicto: si se trata de áreas de un mismo ministerio será el ministro del ramo quien defina el punto; si el
diferendo surge entre ministerios, o entre éstos y entidades autárquicas, o entre entidades autárquicas entre
sí, la decisión final corre por cuenta del gobernador de la provincia.
LPABA art. 5: en los conflictos de competencia se observarán las siguientes reglas:
1. cuando dos autoridades se encuentren entendiendo en el mismo asunto, cualquiera de ellas de
oficio o a petición de parte, se dirigirá a la otra reclamando para sí el conocimiento del asunto. Si la
autoridad requerida mantiene su competencia, elevará sin más trámite las actuaciones al órgano
administrativo que corresponda resolver, quien decidirá la cuestión sin otra sustanciación que dictamen
de la Asesoría General de Gobierno.
2. cuando dos ministerios o entidades autárquicas rehusaren conocer en el asunto, el último que lo
hubiera recibido deberá elevarlo al Poder Ejecutivo, quien decidirá previo dictamen del Asesor General
de Gobierno.
Las 2 situaciones posibles: el art. 5 de la ley prevé las 2 situaciones posibles en materia de conflictos de
competencia: que ambos órganos consideren que deben intervenir en el trámite; o que, por el contrario,
ambos se rehúsen a intervenir.
Llama la atención que la norma limite el conflicto “positivo” de competencia (es decir, cuando ambos
órganos la reclaman) al supuesto de reparticiones sub-ministeriales (inciso 1), reservando el tratamiento del
conflicto “negativo” (cuando los dos entes repudian la competencia) para el nivel ministerial (inciso 2).
No obstante ello, la decisión sobre la cuestión corresponderá siempre al superior jerárquico.

RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN.
LPABA art. 6: ningún funcionario o empleado es recusable, salvo cuando normas especiales así lo
determinen. Son causales de obligatoria excusación para los funcionarios o empleados que tengan facultad
de decisión o que sea su misión dictaminar o asesorar:

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1. tener parentesco con el interesado por consanguinidad dentro del cuarto grado o por afinidad hasta el
segundo grado.
2. tener interés en el asunto o amistad íntima o enemistad manifiesta con el actuante.
El funcionario que resolviera excusación deberá elevar las actuaciones al superior jerárquico, quien
considerará su procedencia o improcedencia. En el primer caso designará al funcionario sustituto o resolverá
por sí. En el segundo, devolverá las actuaciones al inferior para que continúe entendiendo. En ambos casos
la decisión causará ejecutoria.
Recusación: la recusación constituye un derecho del interesado interviniente en el trámite, que le concede la
facultad de denunciar al agente competente (para entender en dicho trámite) por encontrarlo sospechado de
parcialidad.
Por otra parte, si la recusación se convirtiera en un recurso dilatorio del particular (para evitar que se le
aplique una sanción, por ejemplo) siempre podrá ser rechazado in limine aplicando lo dispuesto en los arts. 8
y 9 de la ley.
Excusación: cuando se presentan las causales que enumera el art. 6 (“tener parentesco con el interesado por
consanguinidad dentro del 4° grado o por afinidad hasta el 2° grado; tener interés en el asunto o amistad
íntima o enemistad manifiesta con el actuante) o la imparcialidad del funcionario pudiera verse
comprometida por cualquier razón, éste tiene el deber de excusarse de continuar interviniendo en el trámite.
La enumeración de causales no es taxativa.
El apartamiento definitivo del trámite no lo resuelve el funcionario inhábil, sino su superior jerárquico, a
quien debe elevar las actuaciones. Este designará el sustituto en caso de aceptar la excusación o devolverá
los autos para que prosiga entendiendo el agente originario.
La resolución que recaiga resulta irrecurrible para el administrado y para el funcionario.

5) Los sujetos de la relación procedimental. La parte en el procedimiento administrativo.


Interesados, representantes y terceros. Condición del denunciante.

En razón de existir una relación jurídica material entre la Administración y el particular, puede generarse
una actuación frente a aquélla, cualquiera sea la parte que tomó la iniciativa y cualquiera sea la suerte final
del trámite. Cuando tales actuaciones apuntan a obtener una decisión de la autoridad pública que afectará la
esfera jurídica del administrado, nos encontramos frente a la relación procedimental, de la que nacen
derechos y obligaciones de tipo formal para ambos.
Desde antiguo se discute el papel que juegan los protagonistas de esta relación en cuanto a su posible
calificación como “partes” en el tradicional sentido que otorga a esta expresión el Derecho Procesal (quién
pretende y aquél frente a quién se pretende). Básicamente, se discute en doctrina si realmente puede hablarse
de “parte”, porque lo que la Administración busca es realizar el interés público y el particular sería un
colaborador en esa búsqueda.
No obstante ello, BOTASSI entiende que las partes son: la Administración Pública y el particular que inicia
el procedimiento (persona física o jurídica, pública o privada)
LA ADMINISTRACIÓN (en sentido lato): respecto del sujeto público de la relación, se ha dicho con acierto
que no es posible otorgarle calidad de parte pues si bien actúa con consecuencias sobre los administrados, lo
hace en función de obtener la mejor decisión posible, que puede o no coincidir con el interés del particular.
Señala GORDILLO que el carácter de parte que se asigna al administrador en el procedimiento no es del
todo igual al de los particulares u otras entidades que impugnan o solicitan algo: el administrador que
resuelve, aún como parte, se encuentra en una situación diferente, pues tiene facultades frente a su
contraparte de las que ésta carece.
EL PARTICULAR (PARTE): si bien puede admitirse que el particular frente a la Administración, por no ser
litigante, colabora con la misma para que ésta decida conforme a derecho, no cabe duda que persigue un
interés personal de obtener el reconocimiento de su derecho, el cese de una perturbación o la satisfacción de
una determinada prestación. Entendemos que el particular es PARTE en el procedimiento.
En el derecho procesal, reciben la denominación de “parte” aquellas personas que requieren del órgano
jurisdiccional la decisión de un conflicto, concediendo o negando una determinada pretensión.
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En el campo del procedimiento administrativo, lo que realmente interesa es la existencia o no un de interés
particular en cabeza del administrado.
Interesado que no es parte: el art. 10 LPABA niega condición de parte a quien interviene en un
procedimiento bajo las siguientes circunstancias: que se peticione con apoyo en un interés simple; cuando se
trate de una cuestión vinculada a obras o servicios públicos, proyectados o en marcha, respecto de los cuales
el particular no posea más que un mero interés; que se trate de una cuestión potestativa para la
Administración.
En estos casos, el administrado sólo ejercita su facultad de peticionar a las autoridades, de acuerdo a lo
establecido en los arts. 14 de la CN y 12 de la Constitución de la pcia. de Buenos Aires.
Efectuada la solicitud, petición o denuncia, está impedido de impulsar el trámite, ofrecer pruebas, alegar o
recurrir. Sólo le cabe aguardar pacientemente la eventual decisión favorable a su interés.
Al hacer esta distinción, se establecen 2 formas de emplazamiento en la relación procedimental: la del titular
de un derecho subjetivo o de un interés legítimo, a quien se le reconoce la facultad de “enfrentarse” a la
Administración en condición de parte; y la de los meros interesados, que sufren una suerte de disminución
restrictiva de su posibilidad de actuación ante la autoridad pública.

La parte en el procedimiento administrativo. Interesados, representantes y terceros. Condición del


denunciante.
Parte interesada: toda persona física o jurídica, privada o pública que tenga capacidad (aptitud para adquirir
derechos y contraer obligaciones) para actuar en el procedimiento y que tenga legitimación (ser titular de un
derecho subjetivo o interés legitimo e invoque una lesión concreta en alguno de ellos por el acto dictado o a
dictarse)
El administrado es el género y el interesado la especie (ya que el interesado es el administrado con
legitimación y capacidad para ser parte en el procedimiento administrativo)
LPABA art. 10: la actuación administrativa puede iniciarse de oficio o a petición de cualquier persona o
entidad pública o privada que tenga derecho o interés legítimo.
El que instare ante la Administración Pública un procedimiento relacionado con obras o servicios públicos, o
el que peticionare con el objeto de lograr una decisión de la Administración, comprendida en las facultades
potestativas, no será tenido por parte en el procedimiento, lo que se hará saber.
La distinción entre derecho subjetivo e interés legítimo se ha apoyado en la exclusividad del primero frente a
la relativa generalidad del segundo. El derecho subjetivo administrativo se caracteriza por la reunión de 2
elementos: una norma que prescribe una conducta administrativa determinada y que la misma sea debida a
un individuo en situación de exclusividad.
En cuanto al interés simple, se afirma que está representado por la apetencia natural de todo ciudadano de
que la ley sea cumplida.
En nuestra opinión, no existen reales diferencias de naturaleza entre estas categorías o formas de
emplazamiento en la relación jurídica administrativa. En última instancia, el titular de un derecho subjetivo
o de un interés legítimo o simple buscará resguardo en una norma jurídica. Con ello no hace más que
sumarse a la Administración Pública, en el empeño de que la ley sea cumplida en respeto a la legalidad
propia de un Estado de Derecho.

REPRESENTANTES (representación).
LPABA art. 13: la persona que se presente en las actuaciones administrativas por un derecho o interés que
no sea propio, aunque le competa ejercerlo en virtud de representación legal, deberá acompañar con el
primer escrito los documentos que acrediten la calidad invocada.
Sin embargo, los padres que comparezcan en representación de sus hijos y el marido que lo haga en nombre
de su mujer, no tendrán obligación de presentar las partidas correspondientes, salvo que fundadamente les
fueran requeridas.
Representantes legales de personas jurídicas: en la primera presentación, el representante legal de la
sociedad o asociación deberá acompañar el pertinente contrato o estatuto social y, en su caso, las actas de
asamblea y directorio de las que resulta designado para el cargo que invoca.
Si se trata de personas jurídicas públicas, el funcionario deberá acompañar copia del acto de nombramiento
o de cualquier resolución o acto administrativo de la que resulte la calidad que legitima su actuación.

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Representantes de los incapaces: en este caso, los padres tienen la representación de sus hijos menores no
emancipados.
Representación de la mujer por parte de su marido: esta figura carece de explicación, ya que en virtud de la
derogación de los arts. 188 y 189 del C.Civ. por la LEY 11.357, la mujer casada no sufre disminución
alguna en su capacidad.
Otros supuestos de representación: además de los casos de las personas de existencia ideal y de los hijos
menores, deben considerarse incluidos en la norma los supuestos de representación de las personas por
nacer, los dementes o sordomudos, quienes se encuentren inhabilitados judicialmente y los condenados a
más de 3 años de prisión o reclusión.
GESTOR: es “gestor” aquel sujeto que, limitándose a invocar la representación de un tercero, o careciendo
de poder suficiente, comparece en nombre de aquél para realizar uno o más actos procesales que no admiten
demora, aunque con la condición de acreditar personería o de obtener la ratificación de su actuación dentro
de un plazo determinado.
Si bien la LPABA no prevé esta figura, Botassi estima viable la intervención del gestor en el procedimiento
administrativo por aplicación supletoria de las normas del CPCC (si la figura del gestor está presente en el
proceso civil o comercial, por qué no admitirla en un procedimiento administrativo, más simple y con menos
formalidades).
Desde luego deberá presentarse la situación de “urgencia” prevista por la misma disposición y ratificarse la
gestión o acompañarse el mandato en el plazo que fije para cada caso la Administración. Si no se procediera
de esta forma, será nulo todo lo actuado, y el gestor deberá responder por los daños y perjuicios que su
acción hubiera ocasionado.
LPABA art. 14: los representantes o apoderados acreditarán su personería desde la primera intervención que
hagan a nombre de sus mandantes, con el instrumento público correspondiente, o con carta poder con firma
autenticada por la Justicia de Paz, o por escribano público.
En caso de encontrarse agregado a otro expediente que tramite en la misma repartición, bastará la
certificación correspondiente.
Sentada la exigencia legal de acompañar el instrumento de habilitación para actuar en nombre ajeno desde la
primera presentación, interesa establecer la forma ad probationem exigida al contrato de mandato, ya que la
LPABA no admite el apoderamiento tácito, ni el verbal, ni el realizado mediante instrumento privado.
LPABA art. 15: el mandato también podrá otorgarse por acta ante la autoridad administrativa, la que
contendrá una simple relación de la identidad y domicilio del compareciente, designación de la persona del
mandatario, me3nción de la facultad de percibir sumas de dinero, u otro especial que se le confiera.
Cuando se faculte a percibir sumas mayores de quinientos pesos, se requerirá poder otorgado ante escribano
público.
Por razones de seguridad, cabe exigir que el funcionario que extienda el acta sea aquél que tenga a su cargo
la dirección del trámite de que se trate. La firma del mismo deberá ser aclarada mediante sello o
consignando su nombre completo y el cargo.
Procedimiento para el librado del acta: me presento en la repartición correspondiente, pido se labre acta y,
por medio de ella, otorgo poder a una persona determinada (que puede o no estar presente), dejando
constancia de todos los requisitos que se exigen. De dicha acta se entrega una copia para acreditar su
existencia.
La representación cesará en 3 supuestos:
1. revocación del mandato: se trata de la rescisión unilateral, dispuesta por el poderdante. La voluntad
de revocar el mandato deberá surgir claramente, por lo que se aconseja la utilización de medios fehacientes
(telegrama, acta notarial, carta documento), sin que sea necesario efectuarla por el mismo medio por el que
se otorgó el poder.
2. renuncia del mandatario: la renuncia del mandatario, por sí sola, no hace caducar el derecho de
representación ante la Administración, ni lo releva del cumplimiento de sus obligaciones frente al mandante.
Para que la renuncia adquiera eficacia, la autoridad pública deberá emplazar a la parte en su domicilio real
para que, en el término que fije, comparezca en el expediente. Mientras esto no ocurra o hasta que se agote
el plazo otorgado, la renuncia carecerá de efectos concretos.
3. muerte o inhabilidad del mandatario: al igual que en el supuesto anterior, estos hechos hacen que el
mandante quede sin representación, correspondiendo su citación en el domicilio real para que tome

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conocimiento de su situación y adopte las medidas que estime convenientes para mejorarla. Debe fijarse un
plazo a ese efecto, vencido el cual el procedimiento continuará en la medida que esté comprometido el
interés público; caso contrario, el expediente será archivado.
Existen también otros supuestos no contemplados en el art. 16: remoción del mandatario por la autoridad
administrativa a cargo del procedimiento, por mal desempeño de su gestión (art. 18 LPABA); fallecimiento
o incapacidad del mandante: en este caso, el mandatario deberá denunciar el hecho en el expediente y
continuar los trámites que no admiten demora, hasta tanto tomen intervención los herederos del interesado o
cese su inhabilidad (art. 1963, inc. 3 y 4 y art. 1969 C.Civ.); vencimiento del plazo de vigencia del mandato
o finalización de la etapa de trámite para la que fue otorgado (art. 1960 C.Civ.).
Cesación de la representación legal: arribo a la mayoría de edad del menor representado por sus padres o
tutores; restablecimiento del incapaz sometido a curatela; remoción o cambio de la cúpula dirigente de una
persona jurídica.
TERCEROS: son aquellos que teniendo legitimación para ser tenidos por parte en el procedimiento, no
participan ni intervienen en el en carácter de parte.
El tercero puede intervenir en forma voluntaria (cuando espontáneamente decide presentarse) u obligada
(cuando el titular o interesado originario lo pide o porque la Administración decide citarlo de oficio). En
ambos casos luego de admitido se transforma en parte interesada
LPABA art. 23: cuando de la presentación del interesado o de los antecedentes agregados al expediente
surgiera que alguna persona o entidad pudiera tener interés directo en la gestión, se le notificará de la
existencia del expediente al solo efecto de que tome intervención en el estado en que se encuentren las
actuaciones, sin retrotraer el curso del procedimiento.

Intervención del tercero: la inserción del tercero en el procedimiento ya en marcha será como parte
coadyuvante de la Administración o del particular, según sea el motivo que dio lugar a su convocatoria y –
fundamentalmente- la postura que adopte una vez presentado.
El tercero coadyuvante podrá exponer sus pretensiones, ofrecer y producir prueba, alegar y recurrir. Sin
embargo, esta amplia participación reconoce como límite la necesidad de ajustarse a la etapa en que se
encuentre el trámite, sin posibilidad de retrotraerlo. Ello para evitar retrocesos que demorarían
extraordinariamente las actuaciones.

Condición del denunciante:


Art. 84 de la LPABA: “El denunciante no es parte en las actuaciones, salvo cuando por la denuncia se
pretenda o reclame algún derecho”
El denunciante puede ofrecer prueba (lo habilita el art. 83), ya que nada impide que acerque nuevos
elementos probatorios después de presentada la denuncia. También puede interponer recursos
administrativos, ya que los mismos no están reservados a quienes detenten derechos subjetivos o intereses
legítimos pues también proceden cuando una decisión administrativa “importe una trasgresión de normas
legales o reglamentarias o adolezca de vicios que la invalidan (art. 86 LPABA).
Sólo se ha privado al denunciante del derecho de vista de las actuaciones y de la posibilidad de alegar sobre
el mérito de la prueba producida.
Si el denunciante puede recurrir no tiene sentido privarlo de la vista de las actuaciones, pudiendo ser ello
imprescindible a la hora de fundar el recurso; y el hecho de no poder alegar se contrapone a la colaboración
en el control administrativo y la defensa de la legalidad.
Gordillo insiste en igualar las categorías de “reclamante” y “denunciante” considerando a ambos “partes” en
el procedimiento.

6) Legislación nacional, provincial y municipal.

Legislación nacional: LEY 19.549 LEY DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

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Bs. As., 3/4/1972- B.O., 27/4/1972 Las normas del procedimiento que se aplicará ante la Administración
Pública Nacional centralizada y descentralizada, inclusive entes autárquicos, con excepción de los
organismos militares y de defensa y seguridad.
Legislación provincial: DECRETO-LEY 7647/70Se regulará por las normas de esta Ley el procedimiento
para obtener una decisión o una prestación de la Administración Pública de Buenos Aires y el de producción
de sus actos administrativos. Será de aplicación supletoria en las tramitaciones administrativas con
regímenes especiales.

Legislación municipal: ORDENANZA GENERAL N°267 (ORDENANZA GENERAL PARA TODOS


LOS PARTIDOS) Las actuaciones cuya resolución corresponda a la Municipalidad, deberán ser iniciadas
ante el órgano comunal competente.

Jurisprudencia
 principios del procedimiento administrativo. Formalismo moderado. S.C.B.A; causa B.56.698,
“Balut c/ Municipalidad de Tres de Febrero”, sent. 17-12-2003.
 Debido proceso adjetivo. S.C.B.A., causa B. 57368, “E , J.H. c/ Pcia de Bs As (poder judicial)”, sent
24-11-1998

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Bolilla 2:
Actos de procedimientos y recursos

1) La estructura del procedimiento. El expediente administrativo. Formalidad de los


escritos. Vistas. Prueba. Alegato. Dictámenes. Función consultiva en Pcia de Bs. As:
Fiscalía de Estado y Asesoría General de Gobierno. La Procuración del Tesoro de la
Nación y el Cuerpo de Abogados del Estado.

La estructura del procedimiento: (hasta llegar al acto administrativo). Se inicia de oficio o a pedido de parte.
Si bien el procedimiento administrativo no es formal, descartándose solemnidades de cualquier naturaleza,
se requiere que las presentaciones de las partes sean prolijas, claras y que cumplan ciertos requisitos
mínimos vinculados al orden y buena marcha del trámite.
El procedimiento no debe paralizarse por la falta de alguno de los contenidos del escrito, salvo que sea
esencial para el progreso del procedimiento.

EL EXPEDIENTE: El expediente es el protagonista de la actividad administrativa, ya que el sistema


escriturario de nuestro procedimiento hace que el trámite se desenvuelva merced a la incorporación
permanente de escritos y resoluciones documentarias.
El expediente ha sido definido normativamente como el conjunto de documentos ordenados
cronológicamente que proporcionan información sobre un mismo asunto o cuestión, cuya resolución se
procura.
LPABA art. 40: el número con que se inicia un expediente será conservado a través de las actuaciones
sucesivas, cualesquiera sean los organismos que intervengan en su trámite. Queda prohibido el asentar en el
expediente ningún otro número o sistema de identificación que no sea el asignado por el organismo iniciador
del expediente.
Numeración: en primer lugar, debemos decir que se prohíbe categóricamente variar el número inicial del
expediente, con lo cual el organismo de origen del trámite determinará para siempre la manera numérica de
designar y ubicar las actuaciones.
La numeración del expediente permite ubicar por sí la repartición de origen, ya que aparecerá un número
(que en el orden provincial es de 4 dígitos) representativo del código de aquélla.
LPABA art. 41: los expedientes serán compaginados en cuerpos que no excedan de doscientas fojas, salvo
los casos en que tal límite obligara a dividir escritos o documentos que constituyan un solo texto.
LPABA art. 42: todas las actuaciones deberán foliarse por orden correlativo incluso cuando se integren con
más de un cuerpo de expediente. Las copias de notas, informes o disposiciones que se agreguen a un
expediente juntamente con su original, se foliarán por orden correlativo, dejándose constancia en cada una
de ellas del número de copia que le corresponde.
Foliatura: la foliatura consiste en asignar un número a cada hoja, foja o folio del expediente. Tal número
correlativo suele estamparse juntamente con un sello que tiende a legalizar la pieza en el margen superior
derecho de cada foja.
Foliatura de copias: el art. también dispone que las copias de cualquier original obrante en el expediente
llevarán su propia foliatura o numeración.
LPABA art. 43: cuando los expedientes vayan acompañados de antecedentes que por su volumen no pueden
ser incorporados, se confeccionarán anexos.
LPABA art. 44: cuando se reciba en Mesa de Entradas un escrito que se refiera a un expediente en trámite
en dependencias internas, debe registrarse como “alcance”.
LPABA art. 43: toda acumulación de expedientes o alcances importa la incorporación a otro expediente. La
reglamentación fijará el procedimiento de foliación en estos casos. Los expedientes que se solicitan al solo
efecto informativo deberán acumularse sin incorporar.
Acumulación de un expediente a otro: cuando en 2 o más expedientes se tratan cuestiones conexas que
requieren una decisión única, procede la acumulación a aquél que reviste un mayor avance en su trámite.
LPABA art. 44: todo desglose se hará bajo constancia.

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Desglose: el desglose de piezas obrantes en un expediente podrá disponerlo de oficio la autoridad
administrativa o a pedido de parte. Obviamente, deberá dejarse nota en el expediente respecto del número de
fojas retiradas de éste y del destino dado a las mismas. Dicha nota será redactada por el funcionario
interviniente y suscripta por el particular en caso de que le sean entregadas las piezas desglosadas.
LPABA art. 47: cuando se inicien expedientes y trámites internos con fojas desglosadas, éstas serán
precedidas de una constancia con la mención de las actuaciones del cual proceden, de la cantidad de fojas
con que se inicia el nuevo y las razones que haya habido para hacerlo.

FORMALIDADES DE LOS ESCRITOS.


LPABA art. 29: los escritos serán redactados a máquina o manuscritos en tinta en idioma nacional, y en
forma legible, salvándose toda testadura, enmienda o palabras interlineadas. Llevarán en la parte superior
una suma o resumen del petitorio.
Serán suscriptos por los interesados, representantes o apoderados. En el encabezamiento de todo escrito, sin
más excepción que el que iniciare una gestión, debe indicarse numeración y año del expediente a que
corresponda y, en su caso, contendrá la indicación precisa de la representación que se ejerza. Se empleará el
sellado de ley cuando corresponda o papel tipo oficio u otro similar, repuesto con estampillas fiscales. Podrá
emplearse el medio telegráfico para contestar traslados o vistas e interponer recursos.
La indicación precisa de la representación ejercida permite identificar a la parte y otorgar legitimación al
representante legal o voluntario.
Firma: en todos los casos debe aparecer la firma del compareciente como manifestación imprescindible de
su voluntad. La firma no es la simple escritura que una persona hace de su nombre y apellido; es el nombre
escrito de una manera particular, según el modo habitual seguido por la persona en diversos actos sometidos
a esta formalidad.
Medio telegráfico: el art. la autoriza para el sólo supuesto de contestar traslados o vistas e interponer
recursos administrativos.
Omisión: por aplicación del principio del informalismo, si el particular omitiera alguno de estos requisitos
formales en su presentación, la autoridad administrativa, antes de rechazarlo o dejar de darle curso, intimará
al interesado para que subsane la omisión.
LPABA art. 30: podrán acumularse en un solo escrito más de una petición, siempre que fueren asuntos
conexos que se puedan tramitar y resolver conjuntamente. Si a juicio de la autoridad administrativa no
existiera la conexión implícita o explícitamente alegada por el interesado o trajere entorpecimiento a la
tramitación de los asuntos, lo emplazará para que presente las peticiones por separado, bajo apercibimiento
de sustanciarse solamente aquella por la que opte la Administración si fuesen separables, o en su defecto
disponerse el archivo.
Emplazamiento al interesado y archivo de las actuaciones: la ley no establece el plazo por el cual la
autoridad administrativa deberá emplazar al interesado para que vuelva a presentar sus peticiones por
separado. El número de días lo fijará entonces la repartición.
Si las pretensiones del administrado fuesen separables, el organismo interviniente en el trámite seleccionará
solamente una de ellas y sustanciará el expediente con la misma. Si esto último no fuera posible, se
dispondrá el archivo de las actuaciones.
LPABA art. 31: cuando un escrito sea suscripto a ruego por no poder o no saber hacerlo el interesado, la
autoridad administrativa lo hará constar, así como el nombre del firmante y también que fue autorizado en su
presencia o se ratificó ante él la autorización, exigiéndose la acreditación de la identidad personal de los que
intervinieren.
Si no hubiere quien pueda firmar a ruego del interesado el funcionario procederá a darle lectura y certificará
que éste conoce el texto del escrito y ha estampado la impresión digital en su presencia.
Firma a ruego: cuando una persona no pueda o no sepa firmar podrá recurrir a un tercero para que firme “a
ruego”, compareciendo ante la autoridad administrativa, la que levantará un acta en la que constará la
identidad de los comparecientes (la parte y el firmante a ruego) y la circunstancia de que el escrito que se
agregará fue suscripto por una persona distinta al real interesado.
Impresión digital: el segundo párr. del art. 31 contempla el supuesto de inexistencia de un tercero dispuesto
a firmar a ruego del interesado. El inconveniente se resuelve llevando el escrito ante el funcionario actuante,

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quien dará lectura del mismo y la parte estampará su impresión digital en señal demostrativa de su voluntad.
De todo se dejará constancia.
Funcionario interviniente: el art. no específica ante qué funcionario deberá autenticarse la firma a ruego o la
impresión digital. Entendemos que no existe necesidad de que sea el jefe de mesa de entradas, pero es obvio
que debe ser un funcionario perteneciente a la repartición competente para entender en el trámite.
LPABA art. 32: en caso de duda sobre la autenticidad de una firma, podrá la autoridad administrativa llamar
al interesado para que en su presencia y previa justificación de su identidad, ratifique la firma o el contenido
del escrito.
Si el citado negare el escrito, se rehusare a contestar o citado personalmente por segunda vez no
compareciere, se tendrá al escrito por no presentado.

CONTENIDO DEL ESCRITO INICIAL.


LPABA art. 33: todo escrito por el cual se promueve la iniciación de una gestión ante la Administración
pública deberá contener los siguientes recaudos:
a) nombres, apellido, indicación de identidad y domicilio real del interesado.
b) domicilio constituido de acuerdo con el art. 24.
c) relación de hechos, y si se considera pertinente indicará la norma en que funde su derecho.
d) la petición concertada en términos claros y precisos.
e) ofrecimiento de toda la prueba de que ha de valerse, acompañando la documentación en que funde su
derecho el peticionante o en su defecto su mención con la individualización posible, expresando lo que de
ella resulte y designando el archivo, oficina pública o lugar donde se encuentran los originales.
f) firma del interesado o apoderado.
Peticiones del administrado: la primera presentación del particular debe dar lugar a un procedimiento
administrativo hasta entonces inexistente o sumarse a uno ya en marcha. Por lo general, en el primer caso la
petición podrá calificarse como reclamo o denuncia, mientras que el segundo recibe el nombre de descargo o
recurso.
Distinción entre RECLAMO, DENUNCIA, DESCARGO Y RECURSO: tradicionalmente, se admite en esta
materia:
 que el reclamo, generalmente, se origina ante una actitud pasiva u omisiva de la Administración y
que el reclamante actúa en apoyo de un derecho subjetivo o un interés legítimo. De allí que su
tramitación resulte obligatoria para que órgano que lo recibe.
 la denuncia puede deberse también a omisiones, o a actos o hechos, pero se basa en un interés
simple, por lo que su sustanciación resulta facultativa para la repartición.
 en el descargo se reacciona frente a actos que imputan una actuación antijurídica del particular,
amenazando afectar sus derechos subjetivos. Su consideración resulta obligatoria para la
Administración.
 el recurso se dirige únicamente al cuestionamiento de actos administrativos, por estimarlos
violatorios de derechos subjetivos o intereses legítimos o por no participar en el criterio de mérito de
la decisión adoptada. Su análisis es obligatorio.

REQUISITOS DE LA PRIMERA PRESENTACIÓN.


a) nombres, apellido, documento y domicilio. Este inciso apunta a lograr la correcta identificación de la
parte, sumando a sus nombres y apellido sus datos de identidad (n° de documento, nacionalidad, estado civil,
profesión).
Al mismo tiempo, se requiere contar con un dato esencial a efectos de la notificación de determinados actos
del procedimiento: el domicilio real. Para el órgano administrativo, el conocimiento de este dato es
fundamental, sobre todo para determinar su competencia territorial en aquellos casos en que la misma sea
definida por tal dato.
b) constitución del domicilio. El mismo art. nos remite al art. 24 de la LPABA:  Toda persona que
comparezca ante la autoridad administrativa, sea por sí o en representación de terceros, constituirá en el
primer escrito o acto en que intervenga un domicilio dentro del radio urbano del asiento de aquélla.

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El interesado deberá además manifestar su domicilio real. Si no lo hiciere o no denunciare el cambio, las
resoluciones que deban notificarse en el domicilio real se notificarán en el domicilio constituido. El
domicilio constituido podrá ser el mismo que el real.
c) relato de los hechos y argumentos de derecho. El relato de los hechos, de manera clara y concreta, resulta
esencial para que el agente llamado a resolver sobre lo peticionado interprete acabadamente cuál es la
cuestión bajo examen. Debe desecharse lo sobreabundante y anecdótico, circunscribiéndose sólo a aquellos
hechos relevantes para interpretar el fondo del asunto.
En cuanto al derecho, si bien el inc. c estima que debe agregarse sólo en caso de considerarlo pertinente,
entendemos que siempre deben citarse las normas que amparan la pretensión de la parte.
d) petición. En ella se concreta el objeto de la presentación. Si los hechos y el derecho explican el por
qué de la misma, la petición consagra el qué se pretende de la Administración. También aquí es necesario
ser claro y concreto. La ambigüedad o insuficiencia del pedido conducirá a la ambigüedad o insuficiencia de
la decisión.
e) ofrecimiento de prueba. En base a los principios de informalismo y búsqueda de la verdad material,
esta disposición debe interpretarse con amplitud, admitiendo la presentación u ofrecimiento de prueba
después del escrito inicial, siempre que ello no perturbe en demasía la buena marcha del procedimiento. De
esta manera, no podrá admitirse prueba tardía si se encuentra próximo a vencer el plazo por el cual fue
abierto el expediente a prueba, cuando esté en estado de alegar, etc.
En cambio, creemos que resulta necesario admitir el ofrecimiento de prueba en oportunidad de la
interposición de recursos administrativos, siempre que las nuevas medidas apunten a rebatir las
motivaciones del acto impugnado acreditando hechos estrictamente vinculados a los “considerandos” del
mismo.
f) firma. Complementación con el art. 29: el contenido de todo escrito inicial debe correlacionarse con
los requisitos establecidos por el art. 29 para toda presentación en general.
g) en la parte superior una suma o resumen del petitorio.
h) en caso de actuarse en interés ajeno deberá explicitarse el origen y carácter de la personería,
acompañándose el instrumento del caso.
i) pagarse la tasa o sellado que corresponda.
INGRESO DE ESCRITOS: LPABA art. 34: todo escrito inicial deberá presentarse en Mesa de Entradas o
receptoría o podrá remitirse por correo. Los escritos posteriores deberán presentarse igualmente en donde se
encuentre el expediente. La autoridad administrativa deberá dejar constancia en cada escrito de la fecha en
que fuere presentado recibido, poniendo al efecto el cargo pertinente o sello fechador; debiendo darle el
trámite que corresponda en el día de la recepción.
Si el escrito recibido por correo correspondiere a traslados, recursos, vistas o cualquier presentación sujeta a
plazo, se tendrá como válido el día de su despacho por la oficina de correos, a cuyos efectos se agregará el
sobre sin destruir el sello de expedición.
De toda actuación que se inicie en Mesa de Entradas se dará una constancia con la numeración del
expediente que se origine.
Presentación de escritos: mientras el escrito que origina el trámite puede ingresarse únicamente en la mesa
de entradas habilitada a tal efecto, las sucesivas presentaciones podrán incorporarse al expediente en la
oficina en que éste se encuentre.
Los escritos podrán remitirse por correo, y tratándose de contestación de vistas o traslados y de la
interposición de recursos, podrá emplearse el medio telegráfico.
CARGO: todo escrito debe ser intervenido por la oficina receptora mediante el correspondiente cargo,
imprescindible para establece la fecha de su presentación (efectos del cargo: da fecha cierta; convierte al
instrumento privado en instrumento público).
Constancias: de toda actuación que se inicie en mesa de entradas se dará una constancia con la numeración
del expediente que se origine.
Escrito presentado en una oficina equivocada: puede acontecer que el particular ingrese un escrito en una
repartición distinta a la debida. Sin que interese la magnitud del error, el escrito debe ser girado por la
Administración al órgano que corresponda y el cargo inicial del mismo indicará la fecha de presentación a
los efectos derivados del incumplimiento de los plazos.

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VISTAS, PRUEBA, ALEGATO
Concepto y finalidad de la prueba: Para gozar de un derecho acordado por el ordenamiento jurídico frente a
la Administración o al Estado en sentido lato, el individuo, además de invocar la norma que lo consagra,
debe acreditar la efectiva presencia del fenómeno fáctico que invoca. Para obtener ese resultado acude a la
prueba.
En cuanto a la actividad probatoria, PALACIO entiende que es aquella destinada a producir en el ánimo del
juzgador una certeza, no lógica ni matemática, sino psicológica sobre la existencia o inexistencia de los
hechos afirmados. En concordancia con ello, “probar” significa crear el convencimiento del juez sobre la
existencia o inexistencia de hechos de importancia en el proceso.
En el procedimiento administrativo también rige el principio del proceso judicial que enuncia que no es
necesario probar el derecho, ya que las normas vigentes se presumen conocidas por el administrado y por el
órgano al que se le otorgó competencia para entender en el asunto. La excepción a esta regla la constituye el
caso de las normas extranjeras, que se asimilan a un hecho y, como tal, necesitan probarse.
LPABA art. 55: los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento podrán acreditarse por cualquier
medio de prueba.
Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados, o la naturaleza del
procedimiento lo exija, la autoridad administrativa acordará la apertura de un período de prueba por un plazo
no superior a treinta días ni inferior a diez, a fin de que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.
Concepto: constituyen medios de prueba los modos u operaciones que, referidos a cosas o personas, son
susceptibles de proporcionar un dato demostrativo de la existencia o inexistencia de uno o más hechos.
La LPABA no enumera cuáles son tales medios de prueba, limitándose a afirmar en su art. 55 que los
hechos relevantes para la decisión de un procedimiento podrán acreditarse por cualquier medio de prueba.
Diferentes medios de prueba:
1) prueba DOCUMENTAL: si bien los escritos constituyen el “documento” por excelencia, también se
interpretan como tales otras representaciones materiales de pensamientos o intenciones (marcas, señales,
grabaciones, películas, etc.). Generalmente, las leyes de fondo y las rituales señalan como documentos los
instrumentos escritos privados o públicos.
Valor probatorio: habrá que diferenciar entre documentos públicos y documentos privados:
- los documentos o instrumentos públicos, existe respecto de ellos la presunción de autenticidad. Esta
presunción cae si existen vicios de forma o se acredita que ha sido falsificado.
- los instrumentos privados son aquellos que aparecen firmados por particulares y carecen de valor
probatorio hasta tanto sean reconocidos por el firmante, sea o no parte en el procedimiento en que intenta
hacerse valer como prueba.
Presentación: conforme esta ley, la prueba documental que tenga en su poder el particular que da inicio al
procedimiento debe ser adjuntada en la primera presentación.
2) prueba de INFORMES: en el ámbito de la Administración, suelen denominarse “informes” a
verdaderas pericias técnicas requeridas entre reparticiones diversas o encargadas por un órgano o
funcionario a un profesional de la misma área.
Pedido de informes a oficinas públicas: las oficinas públicas se proporcionan informes como consecuencia
de la colaboración permanente a que están obligadas.
Pedido de informes a particulares: la LPABA guarda silencio en lo que respecta a la prueba informativa
dirigida a particulares. Más allá de la falta de obligatoriedad de dar respuesta por parte del particular al que
va digerido, nada obsta a que se requieran tales informes. El medio para hacerlo es el oficio, y entendemos
perfectamente factible la posibilidad de que el mismo sea suscripto por el letrado patrocinante del
administrado, con trascripción de la resolución administrativa que lo ordena.
3) prueba de CONFESIÓN: PALACIO define a la prueba de confesión como la declaración emitida por
cualquiera de las partes respecto de la verdad de hechos pasados, relativos a su situación personal,
desfavorables para ella y favorables para la otra parte.
Se trata de un medio de prueba del cual se prescinde en la práctica administrativa, ya que no se utiliza ni
siquiera en los procedimientos de faltas provincial y municipal.
4) prueba TESTIMONIAL: se denomina prueba testimonial a aquella que se incorpora al expediente
merced a la declaración de personas de existencia visible, respecto de hechos y circunstancias que obran en
su conocimiento.

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Obligación de testimoniar: si se trata de empleados públicos, es Estatuto sancionado por LEY14.430 impone
la obligación de declarar en los sumarios administrativos ordenados por autoridad competente, como así
también en las informaciones sumarias.
Esta obligación cede si tuviera algún impedimento legal para hacerlo (por ejemplo, si su declaración pudiera
originar interpretaciones de parcialidad).
En caso de incumplimiento, será pasible de las sanciones disciplinarias contempladas en el mismo estatuto.
Declaración insincera: coincidimos con GORDILLO en que la declaración testimonial rendida en el
procedimiento administrativo no puede configurar el delito de falso testimonio, tipificado exclusivamente
para el testimonio insincero dado en el ámbito del proceso judicial.
5) prueba de PERITOS: la prueba de peritos es aquella proveniente de la opinión o ilustración de
terceras personas que poseen idoneidades o profesiones específicas sobre una determinada materia.
Idoneidad y recusación del perito: la Administración debe designar peritos versados en la materia puesta a
su consideración. Si la profesión estuviese reglamentada, los peritos deberán tener título habilitante en la
ciencia, arte, industria o actividad técnica especializada a que pertenezcan las cuestiones acerca de las cuales
deben expedirse.
Fuerza probatoria del dictamen pericial: el art. 474 del CPCC establece que la fuerza probatoria del
dictamen pericial será estimada por el juez, teniendo en consideración la competencia de los peritos, la
uniformidad o disconformidad de sus opiniones, los principios jurídicos en que se funden, la concordancia
de su aplicación con las reglas de la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción que la causa
ofrezca.
Plazo para presentar la pericia: la LPABA dispone que el dictamen pericial debe ser presentado dentro de los
10 días de requerido (extendiéndose a 30 si el agente se ve obligado a trasladarse fuera de su lugar de
trabajo). Este término se refiere exclusivamente al caso de que la pericia fuera realizada por un empleado de
la Administración. Si se trata de un perito ajeno a la misma, el plazo para la presentación sólo estará
limitado por lo establecido para la producción de toda la prueba en virtud del art. 55.
6) RECONOCIMIENTO de lugares o cosas: siguiendo a PALACIO, podemos definir el reconocimiento
de lugares o cosas como el medio probatorio en virtud del cual el órgano administrativo a cargo del
procedimiento realiza una percepción sensorial directa sobre cosas, lugares o personas, con el objeto de
verificar sus cualidades, condiciones o características.
7) PRESUNCIONES: debemos decir que existen 2 tipos de presunciones: las presunción no
establecidas por ley y las presunciones legales.
Las presunciones no establecidas por ley constituirán prueba cuando se funden en hechos reales y probados
y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeren convicción según la naturaleza del
juicio, de conformidad con las reglas de la sana crítica.
Las presunciones establecidas por ley o presunciones legales, reconocen 2 especies, según admitan o no
prueba en contrario: juris et de juris; juris tantum.
En el procedimiento administrativo rige el sistema instructorio, por lo que se afirma que la carga de la
prueba recae sobre la Administración, obligada a investigar la verdad material, independientemente de las
medidas probatorias sugeridas por el particular y de su mayor o menor diligencia en la materia.
Este es el principio general, pero caben excepciones, sobre todo en aquellos supuestos en que resulte
evidente que la cuestión de fondo ventilada en el expediente atañe exclusivamente al interés privado del
particular y no interesa, ni siquiera indirectamente, al bien común que el Estado debe preservar.
Principio general: en el curso del procedimiento, respetando el derecho del particular de controlar la prueba
que se produzca, la Administración puede disponer la producción de pruebas en todo momento.
El administrado, en cambio, debe ofrecer toda la prueba de que intente valerse en su primera presentación,
sea que ésta origine el trámite o que sea consecuencia de uno iniciado de oficio por la Administración
Pública.
Estas reglas deben ser morigeradas en función de los principios de legalidad objetiva y búsqueda de la
verdad material. Si durante el desarrollo del trámite, pasada la oportunidad de la primera presentación, el
particular propusiera medidas concretas de prueba y la autoridad administrativa advirtiera que la producción
de las mismas conduce al esclarecimiento de los hechos, debe ordenarlas.
Ofrecimiento de prueba al recurrir: la LPABA no contempla expresamente el supuesto, aunque el art. 96
autoriza el ofrecimiento de prueba cuando el recurso se interponga contra actos dictados de oficio.

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Si la autoridad administrativa competente para intervenir en el procedimiento tuviera motivos valederos para
tener por ciertos los hechos vinculados con el procedimiento, su apertura no será necesaria y la decisión final
podrá adoptarse sin otro trámite que los dictámenes y/o vistas que correspondan al tipo de cuestión que se
ventile.
Por el contrario, cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los interesados, o la
naturaleza del procedimiento lo exija, acordará la apertura de un período de prueba por un plazo no superior
a 30 días ni inferior a 10.
La parte final del art. 55 dispone que la autoridad administrativa abrirá el procedimiento a prueba a fin de
que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.
El órgano que conduce el trámite posee la facultad de decidir liminalmente sobre la pertinencia de las
medidas de prueba ofrecidas por el administrado. Ante el silencio de la ley, debemos remitirnos a los
principios del art. 302 del CPCC, el cual dispone que no podrán producirse pruebas sino sobre hechos que
hayan sido articulados por las partes en sus escritos respectivos. No serán admitidas las que fueran
manifiestamente improcedentes o superfluas o meramente dilatorias.
LPABA art. 56: producida la prueba, se dará vista por el plazo de diez días al interesado, para que alegue
sobre el mérito de la misma. Vencido el plazo sin que el interesado haya hecho uso de su derecho, podrá
dársele por decaído prosiguiéndose el trámite.

Vista y alegato: la ley prevé un supuesto de vista sin necesidad de pedido expreso, con el objeto de que el
particular pueda alegar respecto de la prueba producida.
La vista puede ser formal (presentando por escrito: solicita vista, fecha, titular del organismo, etc.) o
informal: vamos con un escrito y pedimos vista (salvo que este en estado de resolver). Nos damos por
notificados de lo actuado. Si se nos fue desestimado el expediente, debemos pedir suspensión del computo
de vista (de los plazos hasta que se tome vista)
Alcance: todo expediente que tenga relación con el principal, y que se encuentre supeditado a el. Art 44
LPABA: Cuando se reciba en Mesa de Entradas un escrito que se refiera a un expediente en trámite en dependencias
internas, debe registrarse como “Alcance”.
Tenemos derecho a vista porque los expedientes pueden ir variando y de esta manera podemos aportar prueba que nos
favorezca.
La presentación del alegato, en tanto, es una facultad que el administrado puede aceptar o declinar. Desde
luego que la falta de presentación de alegato en nada perjudica su posición procedimental y la
Administración Pública debe apreciar la prueba en la forma prevista en el art. 58.
Plazo: el plazo de 10 días hábiles administrativos corre conjuntamente para la vista del expediente y para la
presentación del alegato en la mesa de entradas u oficina que corresponda.
Contenido: el derecho de alegar es independiente del hecho de que se haya ofrecido prueba, ya que esta
pieza del procedimiento puede limitarse a meritar la producida oficiosamente por la repartición.
En el alegato, el particular realiza su propia apreciación crítica de la prueba, exponiendo a la Administración
las conclusiones que surgen de cada uno de los medios obrantes en el expediente.

Función consultiva en la provincia de Buenos Aires: Fiscalía de Estado y Asesoría General de Gobierno
LPABA art. 57: sustanciadas las actuaciones, el órgano o ente que deba dictar resolución final o en su caso
el ministerio correspondiente, solicitará dictamen del Asesor General de Gobierno y dará vista al Fiscal de
Estado cuando corresponda de acuerdo con su ley orgánica, luego de lo cual no se admitirán nuevas
presentaciones.
Función consultiva y dictamen en el procedimiento administrativo: la función consultiva de tipo jurídico la
lleva a cabo en la Pcia. de Buenos Aires la Asesoría General de Gobierno; en las municipalidades, el
servicio jurídico que cada una haya organizado en función de potestades propias (Asesoría Legal,
Departamento de Asuntos Jurídicos, etc.).
El producto de esa función consultiva, esto es, su resultado final, es el dictamen, que consiste en un acto de
la Administración, anterior al acto administrativo final, que ilustra y asesora respecto de cuestiones que
requieren conocimientos específicos.

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Función de contralor y vista del trámite: si bien la función de contralor dentro de la actividad administrativa
presupone, por lo general, la existencia de una dependencia jerárquica, existen supuestos en los que ciertos
órganos fiscalizan las realizaciones de otros sin revestir la condición apuntada.
La vista a que hace mención el art. 57 es la que toma la Fiscalía de Estado a fin de realizar el control de
legalidad de lo actuado y pronunciarse sobre la orientación que cabe dar al acto final próximo a emitirse.

ASESORÍA GENERAL DE GOBIERNO: es un órgano de carácter legal, ya que a diferencia de la Fiscalía


de Estado no aparece establecido por la Constitución provincial. Es por ello que su organización y facultades
surgen exclusivamente de su ley orgánica.
De acuerdo a dicha ley, la Asesoría General de Gobierno tendrá a su cargo el asesoramiento jurídico del
Poder Ejecutivo y de todos los organismos que integran la Administración Pública, centralizada y
descentralizada.
Procedimiento para la emisión de dictámenes: una vez que se han agregado al expediente los informes de las
reparticiones técnicas (Contaduría de la Provincia, Consejo de Obras Públicas, etc.) y antes del pase para la
vista del Fiscal de Estado si correspondiera, se deberá solicitar el dictamen de la Asesoría General de
Gobierno respecto de las cuestiones jurídicas de su competencia. Al girarse las actuaciones deberá indicarse
el o los puntos respecto de los cuales debe expedirse.

FISCALÍA DE ESTADO: la Fiscalía de Estado es un organismo que posee naturaleza constitucional. Su


titular es el Fiscal de Estado, al cual la Constitución de la Provincia le otorga el carácter de inamovible y le
encomienda la labor de defender el patrimonio del Fisco. Su nombramiento se produce por voluntad del
Gobernador, pero con el acuerdo del Senado.
En defensa del interés fiscal, este funcionario no sólo evacua las vistas en los expedientes administrativos de
contenido patrimonial y defiende en juicio a la provincia, sino que puede demandar a esta última
cuestionando actos administrativos que estime contrarios a derecho. En este último caso, la defensa de la
provincia será asumida por la Asesoría General de Gobierno.
Emisión de vistas: para evacuar la vista conferida al Fiscal de Estado podrá requerir de cualquier repartición
de la Administración que se practiquen las medidas y se le remitan los datos, informes, antecedentes o
expedientes administrativos que estime necesarios, debiendo darse cumplimiento al pedido dentro del
término de 5 días de formulado.

CARÁCTER NO VINCULANTE DE DICTAMENES Y VISTAS: de acuerdo con lo establecido por el art.


57 LPABA, luego de producida la prueba y antes del dictado del acto administrativo final, resulta
obligatorio recibir en el expediente el dictamen de la Asesoría General de Gobierno y la vista de Fiscalía de
Estado. Esta obligatoriedad en cuanto a la efectiva producción de estos actos de asesoramiento y control no
se extiende a su contenido, puesto que la Administración activa no está obligada a decidir de la manera
opinada en los mismos. Al no ser vinculantes para la autoridad a cargo del trámite, los dictámenes jurídicos
y las vistas de la Fiscalía de Estado no constituyen resoluciones denegatorias ni actos que agravien al
particular en caso de ser contrarios a su postura. Por esa misma razón no son recurribles. Tampoco le
acuerdan derecho alguno en caso de ser favorables a su pretensión.

La procuración del Tesoro de la Nación y el Cuerpo de Abogados del Estado


La Procuración del Tesoro de la Nación es un organismo desconcentrado del PE cuya estructura
administrativa y presupuesto están contenidos en la estructura y presupuestos del Ministerio de Justicia de la
Nación.
Es el órgano superior del Cuerpo de Abogados del Estado; los servicios jurídicos de cada Ministerio y ante
la Administración Pública Nacional (generalmente constituidos como dirección general legal y técnica) si
bien responden jurídicamente a la autoridad de la dependencia en cuestión (ej. Ministro) deben observar y
respetar las normas y criterios que emanan de la Procuración del Tesoro.
El procurador del Tesoro depende directamente del Presidente de la Nación. Tiene jerarquía equivalente a la
de los Ministros del PE nacional y organismos dependientes. Asume la representación y defensa en juicio
contra la Nación. Dirige el cuerpo de abogados del Estado. Instruye investigaciones y sumarios

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administrativos en los casos previstos por el ordenamiento jurídico y cuando lo disponga asi el PE. Registra
y audita los juicios en los que el Estado Nacional sea parte.

2) El acto administrativo. Elementos. Actos de trámite, interlocutorios y definitivos.


Terminación anormal del procedimiento: desistimiento, renuncia y caducidad de la
instancia

Concepto: el acto administrativo comprende toda declaración proveniente de un órgano estatal, emitida en
ejercicio de la función materialmente administrativa y caracterizada por un régimen exorbitante, que genera
efectos individuales directos con relación a los administrados destinatarios del acto (CASSAGNE).
ELEMENTOS: Se denomina “elementos” o “requisitos” de los actos administrativos a determinados
componentes que deben, necesariamente, aparecer en los mismos para que pueda afirmarse su existencia y
validez.
Estos pueden ser de VALIDEZ (esenciales y accidentales)
1) ESENCIALES: ( si al acto le faltan estos requisitos o si están pero viciados, es nulo de nulidad
absoluta, no pueden subsanarse y todo vuelve a la situación anterior como si no hubiera existido dicho acto):
competencia, causa, motivación, objeto, fin público, la “desviación de poder”, forma, procedimiento,
voluntad administrativa
2) ACCIDENTALES (sirven para ampliar o restringir el contenido del acto y pueden convertirse en
esenciales en caso de que no fuesen separables y llegaran a afectar la esencia del acto): condición
resolutoria, plazo, modo
Elementos de EFICACIA: notificación (actos administrativos), publicación (reglamentos)
VOLUNTAD como presupuesto del acto administrativo.
La voluntad, que comprende tanto la intención como el fin, constituye un requisito presupuesto antes que un
elemento del acto administrativo. Con ello no se trata de señalar una diferencia conceptual, sino más bien
afirmar que la voluntad del órgano administrativo, que es una condición esencial para su validez, juega un
papel distinto al de los restantes elementos, en el sentido de que son estos últimos los que condicionan y
estructuran la voluntad. La voluntad aparece así subsumida en los denominados “elementos del acto”.
COMPETENCIA: Ya hemos dicho que la competencia es el complejo de funciones atribuidas a un órgano
administrativo. Cabe incluir en la noción la aptitud o el conjunto de atribuciones y facultades que
corresponden al ente, es decir, a la persona jurídica pública estatal o a la entidad estatal de que se trate
CAUSA: Son los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho que llevan al dictado del acto
administrativo. El acto dictado sin causa, será el acto que responde a la mera intencionalidad del
funcionario, por lo tanto, será un acto arbitrario. Estos hechos y antecedentes deben reunirse antes del acto
administrativo. La inexistencia de la causa está vinculada con la teoría del abuso o exceso de poder y la
ineficacia de los actos administrativos. La causa responde al ¿Por qué? De la realización del acto
MOTIVACIÓN: Está relacionada con la causa, porque la motivación es el resultado expreso de los
antecedentes de hecho y fundamentos de derecho que llevan al dictado del acto administrativo. Es la
exteriorización de las razones que justifican el acto. También se considera motivado cuando remita a
actuaciones obrantes en el expediente. La motivación es como la exteriorización de la causa
OBJETO: El objeto o contenido del acto administrativo consiste en lo que el acto DECIDE, CERTIFICA U
OPINA, a través de la declaración pertinente.
Si se trata de una ACTIVIDAD REGLADA, el objeto del acto administrativo aparecerá predeterminado por
la norma. Si es consecuencia del EJERCICIO DE FACULTADES DISCRECIONALES, aún cuando la
Administración disponga de un amplio margen de libertad para emitir el acto, el objeto del mismo debe
adaptarse al marco general y normativo y al principio de legitimidad.
Como regla general, el objeto o contenido del acto administrativo debe ser: lícito, cierto y determinado,
posible física y jurídicamente, razonable, moral
Lo esencial del objeto es su CONFORMIDAD CON EL DERECHO OBJETIVO.
FIN PÚBLICO (finalidad): Está íntimamente relacionado con el bien jurídico protegido o perseguido con el
dictado del acto. El fin público es condicionante de la actividad administrativa, constituyendo un elemento
autónomo del acto con las peculiaridades propias del derecho público.

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El acto siempre debe cumplir con la finalidad que inspiro la norma que le otorgo competencia al órgano
emisor. La finalidad del acto administrativo no puede contradecir los fines públicos a que tiende el derecho
administrativo.
Es decir que además de la finalidad específica que le corresponde a cada acto en particular, todos deben
perseguir la finalidad pública.
FORMA: son los pasos posteriores al dictado del acto, necesarios para que el administrado pueda
conocerlos. Es el modo en que se instrumenta y se da a conocer. La exteriorización de la voluntad al plano
jurídico recibe el nombre de forma. No se puede concebir la existencia de un acto administrativo carente de
forma, cualquiera sea ésta (escrita o verbal), porque constituye un requisito esencial de validez del acto
administrativo.
De acuerdo con el ordenamiento argentino, el acto administrativo debe expresarse, como principio general,
por ESCRITO, y sólo por excepción pueden admitirse otras formas de documentar la voluntad
administrativa VERBAL (en las órdenes de un policía); SIGNOS Y SEÑALES CONVENCIONALES
( carteles de señalización del tránsito, semáforos) cuando la naturaleza y las circunstancias así lo
permitieran. También tenemos que referirnos, como forma de manifestación de la voluntad, al SILENCIO o
AMBIGÜEDAD: en el orden nacional, se admite que la conducta omisiva o ambigua de la Administración,
cuando se requiera de ella un pronunciamiento concreto, sea interpretada como negativa. Por último
podemos nombrar por actos tácitos (cuando al emitir un acto expreso surgen efectos jurídicos que
presuponen que existe otro acto, el tácito, ej. Licitación pública que fracasa y se decide hacer una
contratación directa surge el acto tácito de dejar sin efecto la licitación).
PROCEDIMIENTO: Antes de la emisión del acto DEBEN CUMPLIRSE LOS PROCEDIMIENTOS
ESENCIALES Y SUSTANCIALES y los que resulten implícitos en el ordenamiento jurídico.
Cuando se habla de “procedimiento” se refiere a los diferentes pasos que deben cumplirse previos a la
emisión del acto administrativo, que están íntimamente relacionados con las formalidades de ese acto.

Elementos accidentales
CONDICIÓN RESOLUTORIA: Por ella se entiende el acontecimiento futuro e incierto al cual se subordina
el nacimiento de o extinción de los efectos del acto administrativo, lo cual da origen, respectivamente, a la
condición suspensiva y resolutoria.
La doctrina ha NEGADO LA POSIBILIDAD DE QUE UN ACTO SE DICTE BAJO CONDICIÓN
SUSPENSIVA, alegando que en el Dcho. Administrativo el respectivo acto debe emitirse conforme a una
situación de hecho actual y no futura, puesto que, de lo contrario, existiría un vicio en la causa, al faltar los
antecedentes de hecho que justifican su emisión.
PLAZO: El plazo o término indica el instante de tiempo en que el acto comienza a producir efectos
jurídicos, o bien, el momento en que los mismos cesan (plazo o término inicial; plazo o término final).
MODO: Consiste en una carga u obligación que se le impone al particular administrado, que la
Administración puede discrecionalmente incluir o no, pero que no existiría si la respectiva cláusula
accesoria no hubiera sido establecida.

CONDICIONES DE EFICACIA DEL ACTO: En este caso, nos referimos a la necesidad de que todo acto
administrativo sea dado a conocer a quien lo afecta en sus derechos subjetivos o intereses legítimos. Esta
circunstancia ha hecho nacer la exigencia de la PUBLICIDAD como garantía jurídica para la protección de
los administrados, la certeza y la seguridad de las relaciones jurídicas. La publicidad, como género,
comprende 2 especies:
PUBLICACIÓN: La publicación es regla en materia de reglamentos, y consiste en la transcripción del acto
en el BO o en cualquier otro boletín público del E. No obstante este principio general, nada obsta a que
también sean publicados los actos de alcance individual, lo cual constituye una práctica bastante seguida en
nuestro país respecto de ciertos actos (por ej.: algún contrato de gran trascendencia)
NOTIFICACIÓN: La otra especie dentro de la publicidad es la notificación, que traduce un efectivo y cierto
conocimiento del acto por parte del particular. Es propia de los actos de carácter individual, no rigiendo para
los reglamentos, donde se exige la publicación a fin de que todos los destinatarios de las normas generales se
hallen situados en un pie de igualdad.

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En cuanto a la forma en que se notifica el acto de alcance individual, la regla es la notificación PERSONAL
Y FEHACIENTE.

Actos de trámite, interlocutorios y definitivos:

ACTOS ADMINISTRATIVOS DE TRÁMITE: Se conocen también como actos preparatorios, los cuales se
producen a lo largo de un procedimiento administrativo antes de la resolución de fondo del procedimiento.
Estos actos no tienen vida jurídica propia, y se entienden dependientes del acto por el que se resuelve el
procedimiento.
Gordillo sostiene que “son aquellos que no producen efecto jurídico directo alguno y no son en consecuencia
impugnables por recursos”. Es decir, que se les excluye de la vía revisora. Son actos de trámite los informes,
las propuestas, las pruebas, dictámenes etc.
Por lo antes dicho podemos decir que las características principales de los actos administrativos de trámite
son: que son por esencia instrumentales y por ende dependientes, tienen su sentido en relación con la
totalidad del procedimiento, no producen efecto jurídico directo, y por lo tanto se les excluye de la vía
revisora
Esta última característica no se refiere a que en ningún caso estos actos de trámite no decidan directa o
indirectamente un asunto específico, o puedan determinar la imposibilidad de continuar el procedimiento,
pueden producir indefensión o perjuicios irreparables a derechos o intereses legítimos de los administrados.
Así, por ejemplo, los actos de trámite son recurribles de forma autónoma por excepción, cuando: aún bajo la
apariencia de actos procedimentales no resolutorios del fondo del asunto, de hecho vienen a decidirlo, por
poner término al procedimiento o suspender o hacer imposible su continuación, este tipo de actos son los
que conocemos en la doctrina como actos administrativos de mero trámite o interlocutorios. El resto de actos
de trámite no son impugnables separadamente, y habrá que esperar a que se produzca la resolución final del
procedimiento para que por medio de la impugnación de la misma, poder plantear todas las irregularidades o
vicios.
ACTOS INTERLOCUTORIOS: dentro de la mecánica de la LPABA, existen 2 clases de actos
interlocutorios: aquellos que son de mero trámite, no recurribles por vía jerárquica, y los demás, que sí
admiten recursos jerárquicos.
Ahora bien, ¿cuáles son recurribles? Se trata de decisiones que, además de resolver la cuestión planteada por
el interesado o frente a él, lo hacen en un sentido que afecta su derecho de defensa o le acarrea un agravio
jurídico directo. La gravedad de la cuestión pone en funcionamiento el sistema de control jerárquico propio
de la función administrativa y permite que ese acto sea revisado por el superior del órgano que lo dictó.
Los actos de mero trámite, cuestionables sólo por revocatoria ante el mismo funcionario que los dictó, sólo
pueden incidir en la esfera jurídica del administrado en forma indirecta y, en rigor, el eventual perjuicio
difícilmente perjudique su posibilidad de defensa.
Otros actos recurribles: bajo las condiciones previstas en el art. 95 LPABA, los actos de alcance general
pueden ser susceptibles de recurso administrativo. Las constataciones de hechos en forma oficial, es decir,
las certificaciones que suele llevar a cabo la Administración, y los actos internos de sus reparticiones, en la
medida que produzcan efectos jurídicos sobre el particular, también pueden ser recurridos.
Son irrecurribles: las medidas preparatorias de decisiones administrativas, los informes, dictámenes y vistas,
aunque sean obligatorios y vinculantes para el órgano administrativo, no son recurribles (art. 87).
ACTOS ADMINISTRATIVOS DEFINITIVOS.
Los actos resolutorios o definitivos son los que se pronuncian sobre el fondo del asunto y ponen fin al
procedimiento administrativo, recogen la respuesta que la administración adopta frente al problema que se
planteaba. Son actos definitivos: las licencias, las órdenes, las multas, las subvenciones, etc.
Consecuentemente, no todos los actos administrativos que pronuncia la Administración en el ejercicio de las
facultades que la misma ley confiere, son objeto de recurso administrativo; y, en tal caso, el acto que
resuelve el fondo del asunto o pone fin al procedimiento, es un acto definitivo que causa estado en sede
administrativa, quedándole al interesado expedito su derecho de impugnación ante la Jurisdicción
Contencioso Administrativa.
Nuestro régimen legal exige en el artículo 7 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa como
requisito para la interposición de la acción, haber agotado la vía administrativa, entendiéndose que ésta se

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produce cuando se ha hecho uso en tiempo y forma de los recursos pertinentes. Se colige, que cuando no
exista disposición legal que establezca el recurso, debe entenderse que la vía administrativa se encuentra
agotada respecto de ese determinado acto y por consiguiente no podría atacarse en sede administrativa sino
directamente ante la Sala de lo Contencioso Administrativa.
ACTOS ADMINISTRATIVOS FINALES: El procedimiento es una ordenación unitaria de pluralidad de
operaciones, expresada en actos diversos, que no obstante su relativa autonomía se articulan en orden a la
producción de un acto decisorio final. Nos encontraremos frente a un acto final cuando el administrado
agote frente a la administración pública todos los recursos administrativos y los contenciosos
administrativos o jurisdiccionales.

Terminación anormal del procedimiento: desistimiento, renuncia y caducidad de la instancia:


En líneas generales, la doctrina diferencia entre terminación “normal” y “anormal” del procedimiento.
Se denomina NORMAL a la situación en la cual el trámite alcanza el desenlace que lo explica y justifica: el
dictado del ACTO ADMINISTRATIVO QUE CAUSA ESTADO. También se incluye en esta categoría el
supuesto del SILENCIO DE LA ADMINISTRACIÓN, que permite presumir la existencia de una voluntad
denegatoria respecto de la pretensión del particular. La finalización ANORMAL del procedimiento tiene
lugar cuando el interesado DESISTE del mismo sin que se encuentren involucrados intereses públicos,
cuando RENUNCIA AL DERECHO y cuando DEJA DE INSTAR EL TRÁMITE en condiciones tales que
la autoridad administrativa pueda declarar su caducidad.
DESISTIMIENTO: LPABA art. 60: el desistimiento del interesado no obliga a la Administración.
Concepto: el desistimiento es el acto por el cual el administrado manifiesta su decisión de no continuar
interviniendo como parte en un determinado trámite administrativo.
Alcance del desistimiento: el desistimiento del interesado es intrascendente para la Administración, debido a
conceptos jurídicos tales como la legalidad objetiva, la búsqueda de la verdad material, la impulsión de
oficio, etc. A pesar del desistimiento de la parte privada, el interés general que debe defender la autoridad
pública puede obligarla a continuar el procedimiento.
RENUNCIA: se da cuando el administrado renuncia al contenido de un acto (siempre que no se trate de
actos sobre derechos de orden público por ser irrenunciables). Ej. Renunciar a una beca que estaba
recibiendo
CADUCIDAD: LPABA art. 127: transcurridos seis meses desde que un procedimiento promovido por un
interesado se paralice por causa imputable al mismo se producirá su caducidad, procediéndose al archivo de
las actuaciones; se exceptúan los expedientes de Previsión Social.
La caducidad es una forma de extinción de un procedimiento administrativo iniciado por un particular, sin
vinculación con el interés general, como consecuencia de una resolución administrativa que presume su
abandono de la instancia al cumplirse un determinado lapso de inactividad injustificada.
Si bien la declaración de caducidad es un acto administrativo, y como tal debe ser motivado y resulta
recurrible, constituye una reacción de la autoridad administrativa frente a un hecho administrativo: la
inactividad injustificada del interesado y el transcurso del tiempo previsto en la norma.
Fundamento: la caducidad del procedimiento reconoce un doble fundamento: subjetivo, en tanto presume la
voluntad del interesado de abandonar definitivamente el trámite; y objetivo, porque existe la necesidad de
evitar la acumulación interminable de expedientes.
Plazo: la LEY 7647 no fija un plazo de caducidad en días hábiles, sino que lo establece en “seis meses”. En
nación hace referencia a plazo suplementario razonable.

3- Las notificaciones en el procedimiento. Actos que deben notificarse. Medios y


contenidos. Publicación de actos de alcance general.

LA NOTIFICACIÓN: LPABA art. 62: las notificaciones ordenadas en actuaciones administrativas


deberán contener la pertinente motivación del acto y el texto íntegro de su parte resolutiva, con la
expresión de la carátula y numeración del expediente correspondiente.
La notificación de una resolución administrativa configura un acto jurídico cuyo contenido aparece
expresamente consignado en el art. 62 bajo pena de nulidad:
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 motivación del acto: Resulta fundamental para el particular conocer los fundamentos de la medida
que afecta su esfera jurídica, no sólo para permitirle fundar un eventual recurso administrativo, sino
para ponerlo en el cabal conocimiento de la voluntad de la Administración en el tema que lo
convoca.
 parte resolutiva: La parte resolutiva constituye el nudo del acto notificar, pues configura la concreta
decisión administrativa. Si en el instrumento de notificación no se transcribe, en forma íntegra y
precisa, la parte resolutiva, ésta resulta ineficaz.
 carátula y número de expediente: Se trata de la identificación material de las actuaciones a fin de
establecer cuál es el procedimiento en el que se ha adoptado la decisión que se notifica.

CÓMPUTO DEL PLAZO: de acuerdo a lo que establece el art. 68 LPABA, los plazos legales del
procedimiento se computan a partir del día siguiente de la notificación. A su vez, el art. 63 permite las
notificaciones por correo (que trabaja también los sábados). En caso de que la notificación se hubiera
realizado en un día inhábil, HUTCHINSON corresponde que se tenga por operada la notificación en el día
hábil siguiente y que, por tanto, el cómputo del plazo comience ese mismo día.

ACTOS QUE DEBEN NOTIFICARSE: LPABA art. 64: se notificarán solamente las resoluciones de
carácter definitivo, los emplazamientos, citaciones, apertura a prueba y las providencias que confieran vista
o traslado o decidan alguna cuestión planteada por el interesado.
Consideraciones previas: no todas las resoluciones adoptadas en el curso del trámite deben ser comunicadas
a la parte privada como condición de su eficacia. El art. 65 precisa cuáles son los actos cuya notificación es
obligatoria.
a) Resoluciones de carácter definitivo: se trata de los “actos administrativos finales”; son aquellos actos
administrativos que se pronuncian respecto de la cuestión de fondo objeto del procedimiento. Los actos
interlocutorios o de mero trámite no deben ser notificados al particular, salvo aquellos que específicamente
enumera la norma (la apertura a prueba o la concesión de vistas).
b) Emplazamientos y citaciones: como principio general, se puede decir que todo emplazamiento o
citación de carezca de una adecuada respuesta por parte del administrado puede acarrearle consecuencias
negativas. De allí que su efectivo conocimiento resulte esencial.
c) Apertura a prueba: el particular debe ofrecer la prueba de la que intente valerse en su primera
presentación y la Administración podrá abrir el trámite a prueba. Este importante momento del
procedimiento debe ser oportunamente conocido por el administrado, pudiendo efectuar un control sobre la
prueba que produzca de oficio la autoridad y participar con amplitud en las respectivas diligencias.
d) Vistas y traslados: la esencia de las vistas y traslados requiere una manifestación de voluntad de la
parte privada y otorga un sentido determinante a su eventual silencio. De allí la necesidad de que sean
fehacientemente comunicados a su destinatario.
e) Respuestas a cuestiones planteadas por el interesado: cualquiera sea el sentido de la decisión de la
repartición, toda respuesta a un planteo concreto del administrado debe serle notificada. Si resulta favorable,
para que tome noticia de que se ha accedido a su requerimiento y actúe en consecuencia; si es negativa, para
que interponga, si así quisiera, los recursos administrativos o la acción judicial a que hubiere lugar.
f) Otros actos del procedimiento: BOTASSI entiende que también deben notificarse: decisiones
relativas a la excusación de funcionarios; sanciones por obstrucción del trámite; recepción del recurso
jerárquico por el superior a efectos de ser posible la ampliación de fundamentos; actos que sin ser definitivos
obsten a la prosecución del trámite; etc.

MEDIOS DE NOTIFICACIÓN: LPABA art. 63: las notificaciones se realizarán personalmente en el


expediente, firmando el interesado ante la autoridad administrativa, previa justificación de identidad o
mediante cédula, telegrama colacionado o certificado, recomendado o cualquier otro medio que permita
tener constancia de la recepción de fecha y de identidad del acto notificado y se dirigirá al domicilio
constituido por el interesado o en su defecto a su domicilio real.
La enumeración del art. 63 debe complementarse con la publicación de edictos y la radiodifusión previstos
en el art. 66. De todas maneras, el listado de medios de notificación no es taxativo, ya que la propia norma
prevé la utilización de cualquier otro medio fehaciente.
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1. PERSONALMENTE en el expediente: en este supuesto, la notificación se concreta mediante el
asentamiento de una nota en ese sentido, suscripta por el administrado, al pie del instrumento que contiene el
acto comunicado. La notificación personal en el expediente, al igual que la realizada mediante cédula o
telegrama recibidos por el destinatario, configura medio de notificación de máxima certeza en cuanto al
efectivo conocimiento por la parte interesada.
2. Notificación por CÉDULA: este medio de notificación se concreta merced a la actividad de un
agente notificador que entrega al destinatario (o a quien comprometa que lo hará llegar a sus manos) un
duplicado del instrumento del cual se ha transcripto el acto a notificar. Las características de este medio de
notificación están detalladas en el art. 65 LPABA.
3. Notificación por TELEGRAMA: existen ciertos telegramas que permiten contar con una copia del
texto recibido y una constancia de la fecha de entrega (telegrama colacionado, con copia certificada y con
aviso de entrega).
Este medio es asimilable a la carta documento, ya que la copia que queda en poder del remitente y el tercer
ejemplar archivado por el correo (encargado del envío de la notificación) proporcionan suficiente constancia
y gran seguridad a la autoridad interesada en la notificación.
4. OTROS medios: la ley autoriza la notificación por cualquier medio que permita tener una constancia
de su recepción, de su fecha y del texto comunicado. Pero para que este medio alternativo sea válido, del
expediente debe resultar en forma indubitable que el interesado ha tomado conocimiento del acto.
Tal es así que no es válida la notificación por carta simple, ni por carta certificada con aviso de recepción, ya
que sólo acreditan que el destinatario recibió un sobre cerrado, pero no si llegó a conocer su contenido.
LUGAR en que se concretan las notificaciones: las notificaciones, excepto la “personal en el expediente”
serán dirigidas al domicilio constituido por el interesado o, en su defecto, a su domicilio real. No se trata de
una opción a favor de la autoridad administrativa: siempre que el administrado haya constituido domicilio, la
notificación debe dirigirse al mismo.
NOTIFICACIÓN POR CÉDULA Y POR TELEGRAMA: LPABA art. 65: si la notificación se hiciere en el
domicilio del recurrente, el empleado designado a tal efecto llevará por duplicado una cédula en que esté
transcripta la resolución que deba notificarse. Una de las copias se entregará a la persona a la cual deba
notificar o en su defecto, a cualquiera de la casa. En otra copia destinada a ser agregada al expediente, se
pondrá constancia del día, hora y lugar de la entrega, requiriendo la firma de la persona que manifieste ser
de la casa, o poniendo constancia de que se negó a firmar.
Cuando el empleado no encontrase a la persona a la cual va a notificar y ninguna de las personas de la casa
quiera recibirla, la fijará en la puerta de la misma, dejando constancia en el ejemplar destinado a ser
agregado en el expediente.
Cuando la notificación se efectúe por medio de telegrama, servirá de suficiente constancia de la misma el
recibo de entrega de la oficina telegráfica que deberá agregarse al expediente.
DILIGENCIAMIENTO de la cédula: el ejemplar original de la misma se agregará al expediente, haciéndose
constar el día y la hora de la entrega. Por su parte, el duplicado será destinado al notificado.
Aún cuando la ley no lo dice, la fijación de la cédula en la puerta del domicilio del destinatario debería
limitarse a los supuestos de domicilio constituido expresamente en el expediente. Proceder de la misma
manera tratándose del domicilio real del destinatario implica tanto como hacerle asumir el riesgo de que ya
no habite en el mismo y resulte ficticiamente notificado de un acto que jamás llegará a su conocimiento. En
estos casos, lo lógico sería que el agente notificador interrogue a los restantes ocupantes de la residencia que
se niegan a recibir la notificación si el destinatario vive allí, y sólo en caso afirmativo fijar la cédula en la
puerta o deslizarla por debajo de ella.
TELEGRAMA: este medio es utilizado para comunicar textos breves o efectuar citaciones y comparendos,
ya que necesariamente debe satisfacer los recaudos del art. 62 LPABA, o sea, contener la transcripción de la
parte pertinente de la motivación y el texto íntegro de la parte resolutiva, además de indicar la carátula y el
número de expediente. La cédula, en cambio, posee la ventaja de que puede contener como anexo una copia
de la decisión a notificar, haciendo innecesaria la transcripción aludida.
CITACIÓN POR EDICTOS Y RADIODIFUSIÓN: LPABA art. 66: el emplazamiento o citación de
personas inciertas o cuyo domicilio se ignore, se hará por edictos publicados en el Boletín Oficial y por la
radiodifusora oficial durante cinco días seguidos. El emplazamiento o citación se tendrá por efectuados

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cinco días después y se proseguirá el trámite en el estado en que se hallaren las actuaciones. La publicación
del edicto y su radiodifusión se acreditarán con los comprobantes emanados de los organismos respectivos.
Consideraciones generales: la imposibilidad de efectuar las notificaciones por alguno de los medios
analizados precedentemente impone la necesidad de establecer este sistema de comunicación ficta, para
impedir que el trámite se trabe indefinidamente. La legislación contempla 2 supuestos: personas inciertas,
que son aquellas cuya identidad se ignora tanto como su efectiva existencia; o personas cuyo domicilio se
ignora, aunque se conozca su identidad.
NOTIFICACIONES INVÁLIDAS: LPABA art. 67: toda notificación que se hiciere en contravención de las
normas prescriptas será nula y el empleado notificador responderá por los perjuicios que cause al interesado
o a la Administración. Sin embargo, si del expediente resulta en forma indudable que el interesado ha tenido
conocimiento de la providencia, la notificación o citación surtirá desde entonces todos sus efectos.
Nulidad de la notificación por VICIOS DE CONTENIDO O DE FORMA: los arts. 62, 63, 65 y 66 de la ley
establecen los requisitos que debe reunir un medio de notificación para resultar válido, tanto en lo que
respecta a su contenido (motivación y parte dispositiva del acto, carátula y número de expediente) como a
sus elementos rituales (comunicación en el domicilio constituido o en el real, publicación de edictos durante
el número de días establecidos, etc.). Si alguno de estos requisitos de notificación falta o aparece viciado, la
misma es nula.
Entendemos que se trata de una nulidad absoluta, no susceptible de convalidación o saneamiento pues, en
todos los casos, la corrección del defecto no podrá retrotraer en el tiempo la eficacia de la primera
notificación.
CONOCIMIENTO DE LA PROVIDENCIA POR OTROS MEDIOS: aunque la notificación no se hubiera
efectuado respetando las formas y el contenido requerido por ley, el acto se reputa conocido por el
administrado si del expediente administrativo surge que el mismo obraba en su conocimiento. Este
conocimiento directo o informal de la parte debe resultar indudable.
Publicación de actos de alcance general: si se trata de actos administrativos, deben ser notificados
personalmente (ya que la norma es de alcance particular) y si son reglamentos, a través de la publicación en
el boletín oficial o en un diario oficial (ya que la norma es de alcance general).

4- Plazos del procedimiento administrativo. Plazo de gracia. Silencio administrativo.

LPABA art. 68: todos los plazos administrativos se cuentan por días hábiles, salvo expresa disposición legal
o habilitación y se computan a partir del día siguiente de la notificación.

Plazos administrativos: tal como sucede en el proceso judicial, las partes del procedimiento administrativo
deben realizar determinados actos en ciertos lapsos fijados por la normativa vigente. Este espacio de tiempo
útil para realizar la actividad procedimental se denomina “plazo” o “término”.
Como surge del artículo, los plazos se cuentan por días hábiles. Esta limitación es una consecuencia de la
necesidad de correlacionar la actividad del particular y de la propia Administración, a las jornadas de trabajo
de las oficinas públicas ya que, en definitiva, toda presentación o actuación procedimental deberá
concretarse ante las mismas.
Habilitación de días inhábiles: cuando las circunstancias así lo aconsejen, y mediando expresa notificación
al interesado, la autoridad a cargo del trámite podrá disponer diligencias a realizar en días sábados,
domingos e, incluso, feriados. Se trata de una facultad de la Administración que podrá ejercer de oficio o a
petición de parte.
Cómputo del plazo: para establecer si un plazo ha fenecido deben considerarse únicamente los días hábiles
administrativos que han transcurrido, contados a partir del día siguiente de la notificación al interesado.
LPABA art. 69: para determinar si un escrito presentado personalmente en las oficinas administrativas lo ha
sido en término, se tomará en cuenta la fecha indicada en el cargo o sello fechador. En caso de duda, deberá
estarse a la fecha enunciada en el escrito y si éste a su vez no la tuviere, se considerará que ha sido
presentado en término.

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Consideraciones generales: si el escrito posee fecha se interpretará que ella equivale a la de su presentación.
Si nada dice, se presumirá que fue presentado en tiempo útil, es decir, antes del vencimiento del plazo
correspondiente.
Plazo de gracia: las 4 primeras horas del día siguiente hábil.
ESCRITOS ENVIADOS POR CORREO: LPABA art. 70: en los escritos enviados por carta el plazo se
contará a partir de la fecha de emisión que conste en el sello fechador del correo en los casos del art. 34 y en
las restantes presentaciones desde la fecha de recepción. En el caso de los telegramas se contará a partir de la
fecha de emisión que en ellos conste como tal.
Diferentes supuestos: en los escritos enviados por CARTA, el plazo se contará a partir de la fecha de
emisión que conste en el sello fechador, cuando se trate de los siguientes supuestos (contemplados en el art.
34): contestación de traslados o vista, interposición de recursos administrativos, cualquier presentación
sujeta a plazo legal o plazo fijado por la autoridad administrativa, en las demás presentaciones, desde la
fecha de recepción.
En el caso de los TELEGRAMAS, se tendrá por fecha de ingreso la correspondiente a la emisión efectuada
ante la oficina de correos. En virtud de la normal celeridad de diligenciamiento del telegrama (que
generalmente es recibido por el destinatario el mismo día de su envío) la ley se atiene a la fecha de remisión
de aquél
Respecto de las CARTAS DOCUMENTOS, atento que estas se distribuyen de la misma manera que las
cartas certificadas, se adopta el mismo criterio que para el primer supuesto (“CARTA”).

OBLIGATORIEDAD DE LOS PLAZOS.


LPABA art. 71: los plazos administrativos obligan por igual y sin necesidad de intimación alguna a las
autoridades administrativas, a los funcionarios públicos personalmente y a los interesados en el
procedimiento.
Obligatoriedad de los plazos respecto de la autoridad administrativa: más allá de la relatividad de las
consecuencias que puede acarrearle al órgano administrativo, o al funcionario en el plano personal, el
incumplimiento de los plazos legales, existe una modalidad del procedimiento que depende enteramente de
esta circunstancia. Se trata de la llamada “denegatoria tácita”, cuyo funcionamiento opera, precisamente, a
partir del incumplimiento de los plazos para resolver en forma definitiva la petición del particular.
Obligatoriedad de los plazos respecto del particular: toda vez que los plazos del procedimiento son no
perentorios y resultan prorrogables, no se entiende qué alcance cabe atribuir a la obligatoriedad consagrada
en el art. 71. A nuestro entender, la disposición apunta fundamentalmente a remarcar el carácter obligatorio
de los plazos respecto de la Administración y sus órganos, e incidentalmente incluye al particular cuya
posición respecto de los plazos no puede ser absolutamente indiferente, pues la autoridad a cargo del trámite
puede darle por decaído el derecho a actuar una vez vencidos los mismo.
VENCIMIENTO DE LOS PLAZOS.
LPABA art. 72: el vencimiento de los plazos que en esta ley se acuerda a los administrados durante el
procedimiento, no hace decaer el derecho a efectuar las presentaciones del caso con posterioridad, debiendo
continuarse el trámite según su estado, sin retrotraer sus etapas.
Diferencia entre plazos perentorios y no perentorios: los plazos perentorios son aquellos que a su
vencimiento extinguen el derecho y hacen caducar la posibilidad de realizar el acto de procedimiento
previsto para esa etapa del trámite. También se los denomina plazos preclusivos o fatales.
En cambio, cuando se trata de plazos no perentorios, la presentación tardía del interesado no surte pleno
efecto, salvo que se produzca luego de la declaración expresa de pérdida de tal derecho efectuada por la
autoridad administrativa.
Diferencia entre plazos prorrogables e improrrogables: los plazos prorrogables son aquellos que pueden
alongarse por decisión del funcionario competente para instruir el procedimiento. La posibilidad de
prorrogar los plazos del procedimiento está prevista en el art. 73. Si el órgano no posee la facultad para
extender los términos legales, estamos frente a un plazo improrrogable.
De acuerdo con lo establecido en esta ley, el principio general es que los plazos carecen de perentoriedad, es
decir, no hacen decaer el derecho a efectuar las presentaciones del caso con posterioridad.
Esto no significa que el particular goce de la facultad de incumplir el plazo en forma definitiva, porque
perderá la posibilidad de ejercer su rol si la Administración declara el vencimiento del término. Por ello,

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para que el acto tardío revista eficacia, deberá concertarse antes que la autoridad dé por decaído el derecho
dejado de utilizar. Al mismo tiempo que no son perentorios, los plazos procedimentales resultan siempre
prorrogables (art. 73)
Perentoriedad de los plazos para recurrir: el único plazo perentorio del procedimiento administrativo
bonaerense es el de 10 días, fijado para la interposición de recursos en los arts. 89 y 92 (revocatoria y
jerárquico).
Este carácter perentorio de los plazos para interponer recursos administrativos no veda su prorrogabilidad, ni
su posible interrupción en los supuestos del art. 75, ni su suspensión a raíz de un pedido de vista. No
obstante, todo recurso interpuesto fuera de término será considerado por el órgano superior y si importa una
denuncia de ilegitimidad se sustanciará, pudiendo éste revocar o anular el acto impugnado.
PRECLUSIÓN: la parte final del art. 72, a la vez que autoriza la presentación de escritos vencido el plazo
legal, advierte que ello no releva a la Administración de continuar el trámite según su estado, sin retrotraer
sus etapas.
Se consagra así el principio de preclusión del procedimiento, que configura una exigencia del trámite
tendiente a asegurar su continuidad hacia su destino natural (el acto administrativo final).
LPABA art. 73: si los interesados lo solicitan antes de su vencimiento, la autoridad administrativa
interviniente podrá conceder una prórroga de los plazos establecidos en esta ley o en otras disposiciones
administrativas, siempre que con ello no se perjudiquen derechos de terceros.
La prorrogabilidad de los plazos: es de la esencia del procedimiento administrativo. Ello no significa que la
autoridad a cargo del trámite deba concederlo obligatoriamente, sino que podrá hacerlo si se presentan las
condiciones establecidas en el art.
De acuerdo con la norma, las condiciones que deben reunirse para que la Administración pueda ampliar el
plazo son: 1. solicitud del particular: el interesado debe pedir la prórroga antes del vencimiento del
término; tal petición debe estar fundada, explicándose las razones por las cuales el plazo originario resulta
insuficiente 2. Inexistencia de perjuicio para terceros: si la ampliación del plazo perjudica derechos de
terceros, aunque la petición fuera inobjetable en cuanto a su justificación, deberá denegarse.
Suspensión e interrupción de los plazos: como enseña GORDILLO, existe suspensión cuando el término
cesa temporariamente de operar o correr a partir de determinado momento, pudiendo continuar a partir del
cese del impedimento de la suspensión. En la interrupción del término, en cambio, éste ha quedado en forma
definitiva impedido de seguir operando, ha quedado extinguida la posibilidad de que siga corriendo o vuelva
a correr, por haberse ejercitado el derecho a que el término se refería.
PLAZO GENERAL PARA EL ADMINISTRADO.
LPABA art. 76: cuando no se haya establecido un plazo especial para las citaciones, intimaciones y
emplazamientos, éste será de diez días.
Consideraciones generales: la ley establece un plazo general de 10 días para aquellos supuestos en que el
particular deba dar respuesta a citaciones e intimaciones para las cuales no se haya fijado un plazo
específico.
Plazos para la Administración: respecto de los términos con que cuenta la Administración para expedirse en
relación a las peticiones del interesado, o en virtud de su responsabilidad como instructora del trámite, no
existe un plazo general sino que la ley consigna plazos máximos para cada alternativa en particular.
LPABA art. 77: toda vez que para un determinado trámite no exista un plazo expresamente establecido por
las leyes especiales o por ésta y sus disposiciones complementarias, deberá ser producido dentro del plazo
máximo que a continuación se determina:
a) registro de resoluciones, de expedientes y de sus pases a oficinas que proveen trámites: 2 días.
b) providencias de mero trámite administrativo: 3 días.
c) notificaciones: 3 días, contados a partir de la recepción de las actuaciones por la oficina notificadota.
d) informes administrativos no técnicos: 5 días.
e) dictámenes periciales o informes técnicos: 10 días. Este plazo se ampliará hasta un máximo de 30 días si
la diligencia requiere el traslado del agente fuera del lugar de sus funciones.
f) decisiones relativas a peticiones del interesado referidas al trámite del expediente y sobre recursos de
revocatoria: 5 días.

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g) decisiones definitivas sobre la petición o reclamación del interesado: 10 días para resolver recursos
jerárquicos, y en los demás casos 30 días, contados a partir de la fecha en que las actuaciones se reciban con
los dictámenes legales finales.
LPABA art. 78: estos plazos se cuentan a partir del día siguiente al de la recepción del expediente por el
órgano respectivo. En caso de que éste, para poder producir dictamen, pericia o informe de que se trate, o
para decidir la cuestión, debe requerir nuevos informes o dictámenes de otros órganos, quedarían
suspendidos hasta tanto los mismos sean contestados o venzan los plazos para hacerlo.
SILENCIO ADMINISTRATIVO (denegatoria tácita).
LPABA art. 79: vencidos los plazos previstos por el art. 77, inc. g), el interesado podrá solicitar pronto
despacho y, transcurridos treinta días desde esta reclamación, se presumirá la existencia de resolución
denegatoria.
Tradicionalmente, se admite en la doctrina que la Administración Pública, en cumplimiento de su
competencia irrenunciable y por la trascendencia de su actividad, tiene el deber de pronunciarse de manera
efectiva respecto de las cuestiones planteadas en todo procedimiento.
En el orden nacional, la regulación del amparo por mora permite al juez, como custodio de la legalidad,
ordenar al órgano reticente que se expida en forma concreta, y vienen a reconocer legislativamente la ilicitud
del silencio.
PEDIDO DE PRONTO DESPACHO
Concepto: transcurridos los plazos de 10 días (para resolución de un recurso jerárquico) o 30 días (para
dictar resolución definitiva), el interesado podrá solicitar pronto despacho; y transcurridos 30 días desde esta
reclamación (o 2 meses en el ámbito municipal), se presumirá la existencia de resolución denegatoria.
El pedido de pronto despacho configura la actividad procedimental del administrado a través de la cual
denuncia el incumplimiento de los plazos del art. 77 inc. g), pidiendo el concreto pronunciamiento de la
Administración para obtener, en caso de persistir el silencio, la operatividad de la presunción legal de
denegatoria tácita por parte del órgano.
Requisitos: el pedido de pronto despacho debe presentarse ante el órgano que se encuentra demorado en el
dictado del acto final. No requiere de términos sacramentales, aunque se debe presentar por escrito,
conservando copia fechada a fin de acreditar el momento en que empieza a correr el plazo de 30 días (y que
es de 2 meses en el ámbito municipal) y cuyo vencimiento provocará la presunción denegatoria.

Efectos: presentado el pedido de pronto despacho y persistiendo la inactividad por parte de la


Administración, se presume la existencia de una resolución contraria al interés o derecho del particular. De
este modo, se satisface el requisito del reclamo administrativo previo contemplado en el art. 166 inc. 5 de la
Constitución de la Provincia, queda agotada la instancia administrativa y se habilita la vía judicial.
ALCANCE DE LA PRESUNCIÓN LEGAL: la actitud de la Administración, que guarda silencio a pesar de
haberse ingresado un pedido de pronto despacho, dejaría la cuestión pendiente en forma indefinida y en
perjuicio del particular.
La situación de indefensión que genera la actitud del órgano remiso a pronunciarse se supera a través de la
interpretación legal de ese silencio, otorgándole un sentido definido: el (presunto) rechazo de la postura
procedimental del administrado.
Esta ficción legal se concreta ante el vencimiento, primero, del plazo del art. 77 inc. g), y con la persistencia
del silencio luego del pedido de pronto despacho. Su único efecto es la habilitación de la instancia judicial y,
en ese sentido, la denegatoria presunta juega como presupuesto procesal del juicio contencioso
administrativo.
Sin embargo, la interpretación del silencio administrativo como “acto”, es decir, como una manifestación
cierta de la voluntad del órgano, ha llevado a algunos códigos procesales administrativos a establecer plazos
de caducidad para interponer la demanda contados desde que existe la denegatoria tácita en el procedimiento
administrativo.
Esta postura resulta criticable: la habilitación de la instancia judicial como consecuencia de la denegatoria
tácita genera solamente el derecho del particular de demandar al Estado. La interpretación contraria autoriza
al órgano administrativo a limitarse a dejar vencer los plazos con que cuenta para resolver y de esta forma
salvar el escollo de motivar sus decisiones consagrando la arbitrariedad.

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En la provincia de Buenos Aires, el plazo de caducidad de la acción judicial administrativa (art. 13 Código
Contencioso Administrativo) sólo juega respecto de actos efectivos de la Administración. No alcanza al
supuesto de denegatoria tácita, y el particular puede abstenerse de demandar, aguardando la resolución
concreta sobre el asunto, sin otro término que el de la prescripción de su derecho. En este sentido, la
denegatoria tácita no excluye el deber de resolver que pesa sobre la autoridad administrativa, y el interesado,
en lugar de apoyarse en aquélla para accionar judicialmente, puede insistir en que se produzca una decisión
expresa.
ACTO EXPRESO POSTERIOR A LA DENEGATORIA TÁCITA: si el interesado ya hubiera iniciado
juicio administrativo con apoyo en la precedente denegatoria tácita, el acto expreso desfavorable a su
pretensión será denunciado como hecho nuevo en aquel pleito. Desde luego que si la decisión accediera a su
postura sólo cabe el desistimiento del juicio, pues el pronunciamiento del órgano jurisdiccional no puede
recaer en una cuestión ahora abstracta.
LPABA art. 80: el incumplimiento injustificado de los términos o plazos previstos para el despacho de los
asuntos administrativos genera responsabilidad, imputable a los agentes directamente a cargo del trámite o
diligencia y a los superiores jerárquicos obligados a su dirección y fiscalización. Según el caso, la gravedad
o reiteración de la anomalía, serán aplicables las sanciones previstas en los respectivos estatutos del personal
de la Administración Pública.

5- Concepto y clasificación de los recursos administrativos. Plazos para interposición de


recursos. Denuncia de ilegitimidad. Efectos de la interposición de recursos.
Suspensión de la ejecución del acto recurrido.

Concepto: dentro del procedimiento administrativo, el recurso es una presentación escrita mediante la cual
se impugna una decisión final o un acto de trámite de la Administración, ante el mismo órgano que lo
produjo o ante su superior jerárquico.
El recurso administrativo configura un medio de protección del administrado, que éste utiliza para alzarse
contra un acto que lo agravia.
MARIENHOFF: “es un medio de impugnar la decisión de una autoridad administrativa, con el objeto de
obtener en sede administrativa, su reforma o extinción”.
Los recursos siempre constituyen una actividad de control. En efecto, cualquiera sea la forma que adopten,
los recursos suponen una apreciación sobre si la actividad administrativa impugnada está o no conforme a
derecho, si es legítima, juicio expresado en la resolución que pone fin al recurso y que es dictada por el
órgano competente.
Este tipo de control resulta peculiar, ya que lo promueven sujetos que son ajenos al aparato estatal.
Diferencias con la reclamación y con la denuncia: a diferencia de lo que ocurre con los recursos, las
reclamaciones no se orientan, en principio, a la impugnación de decisiones concretas de la autoridad
administrativa, sino que configuran simples peticiones ensayadas en ejercicio del derecho constitucional de
dirigirse a los poderes del Estado.
La denuncia, por su parte, es un simple acto del particular por el cual pone en conocimiento de un órgano
administrativo la existencia de una conducta irregular de un funcionario o de un tercero. Quien la formula
actúa en interés del cumplimiento de las normas jurídicas ignoradas por el denunciado.
EL RECURSO ADMINISTRATIVO COMO PRESUPUESTO PROCESAL. Recurso y reclamo
administrativo previo: en razón del art. 166 inc. 5 de la Constitución provincial, para que una cuestión pueda
residenciarse ante el poder judicial debe ser ventilada previamente ante el poder administrador.
El particular tendrá que pedir el reconocimiento de su derecho, sea en forma originaria a través de un
reclamo o alzándose contra una decisión dictada de oficio por la autoridad administrativa. En ambos
supuestos, deberá agotar la instancia administrativa interponiendo todos aquellos recursos previstos en la
normativa general o especial del procedimiento. De esa manera, se obtiene el dictado del acto final que
causa estado, que es el único que podrá atacarse judicialmente.
CLASIFICACIÓN de los recursos.

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 Ordinarios: se accede a ellos con facilidad pues, en general, la autoridad administrativa carece de
limitaciones para admitirlos y, por el contrario, posee gran amplitud de criterio para su resolución
(ejemplo: el recurso de revocatoria).
 Especiales: su interposición aparece restringida a aquellos casos previstos expresamente por la ley
(ejemplo: el recurso de apelación, en tanto se limita al control de legalidad respecto de ciertos actos
de entidades autárquicas).
 Reglados: son aquellos que aparecen regulados expresamente por ley o reglamento.
 No reglados: actualmente, todos los recursos administrativos son reglados.

CONDICIONES DE VIABILIDAD de los recursos.


Para que los recursos deban ser resueltos en forma obligatoria por parte de la Administración, es menester
que se cumplan una serie de requisitos establecidos en la ley, a saber:
1) que sea interpuesto en el plazo que fija la ley.
2) que se interponga con las formalidades de los arts. 29 y 33, y que estén debidamente fundados.
3) que se ofrezca la prueba en caso de recurrirse actos de oficio.
4) que el particular posea legitimación para interponerlo y el órgano administrativo competencia para
resolverlo.
5) que se refiera a un acto administrativo, ya que las medidas preparatorias, informes, dictámenes y
vistas no son recurribles.
6) que no vaya dirigido a la impugnación de un acto que causó estado, pues contra él sólo caben
acciones judiciales.

ACTOS RECURRIBLES.
Actos definitivos: la LEY 7647 reserva la expresión “acto definitivo” para aludir a la decisión emanada de la
autoridad administrativa superior, y denomina “acto final” a la resolución dictada por los órganos inferiores.
Respecto de los actos definitivos, procede la totalidad de los recursos regulados en la LPABA (revocatoria,
jerárquico y apelación) y todos los remedios vinculados a la legalidad administrativa.
Actos interlocutorios o de mero trámite: dentro de la mecánica de la LPABA, existen 2 clases de actos
interlocutorios: aquellos que son de mero trámite, no recurribles por vía jerárquica, y los demás, que sí
admiten recursos jerárquico.
Ahora bien, ¿cuáles son recurribles? Se trata de decisiones que, además de resolver la cuestión planteada por
el interesado o frente a él, lo hacen en un sentido que afecta su derecho de defensa o le acarrea un agravio
jurídico directo. La gravedad de la cuestión pone en funcionamiento el sistema de control jerárquico propio
de la función administrativa y permite que ese acto sea revisado por el superior del órgano que lo dictó.
Los actos de mero trámite, cuestionables sólo por revocatoria ante el mismo funcionario que los dictó, sólo
pueden incidir en la esfera jurídica del administrado en forma indirecta y, en rigor, el eventual perjuicio
difícilmente perjudique su posibilidad de defensa.
Otros actos recurribles: bajo las condiciones previstas en el art. 95 LPABA, los actos de alcance general
pueden ser susceptibles de recurso administrativo.
Las constataciones de hechos en forma oficial, es decir, las certificaciones que suele llevar a cabo la
Administración, y los actos internos de sus reparticiones, en la medida que produzcan efectos jurídicos sobre
el particular, también pueden ser recurridos.
Son irrecurribles: las medidas preparatorias de decisiones administrativas, los informes, dictámenes y vistas,
aunque sean obligatorios y vinculantes para el órgano administrativo.

PLAZOS: el plazo para su interposición es de 10 días hábiles administrativos contados a partir del día
siguiente de su notificación.
Plazo para su resolución: dentro de los 30 días hábiles administrativos. Si no se presenta prueba, el plazo
comienza a correr desde el día siguiente al de interposición. Si se presenta prueba, el plazo comienza a
correr desde el día siguiente al de presentación de alegato o desde el día siguiente al del vencimiento del
término para alegar, cuando el particular no haya alegado.
Denegación tacita: si en el plazo fijado no se resuelve el recurso, el interesado podrá considerarlo denegado
tácitamente.
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DENUNCA DE ILEGITIMIDAD.
Concepto: la segunda parte del art. 74 otorga virtualidad a un recurso tardío, tanto en razón del propio
interés estatal en el respeto de la legalidad como en la necesidad de preservar los derechos del administrado
de peticionar a las autoridades para obtener el logro de la verdad material.
El art. 74 obliga a la Administración a tratar aún el recurso interpuesto fuera de término, siempre que
importe una denuncia de ilegitimidad, y en caso afirmativo, a sustanciarlo hasta decidir si el acto recurrido
se ha apartado o no de la normativa aplicable a la cuestión de fondo.
Caracteres: cualquiera sea la naturaleza de este instituto, el texto legal y su interpretación doctrinaria y
jurisprudencial, permiten enunciar sus caracteres:
- ante la posibilidad de estar en presencia de una efectiva denuncia de ilegitimidad, todo recurso
presentado fuera de término debe ser remitido por el órgano que dictó el acto cuestionado a su superior
jerárquico, sin que le sea posible rechazar liminalmente el escrito ni devolverlo en el acto al interesado.
- si el recurso tardío se alza contra la legitimidad del acto, el órgano superior que recibió las
actuaciones debe analizarlo y pronunciarse sobre su admisibilidad formal. En caso afirmativo, corresponderá
que los sustancie y resuelva
- por el contrario, si se cuestiona la oportunidad, mérito o conveniencia del acto recurrido, el órgano
superior rechazará el planteo sin sustanciación alguna. Este análisis le está vedado al órgano que dictó el
acto, para evitar que el control de legalidad que inspira este instituto se torne ilusorio.
- la decisión que pone fin al trámite de denuncia de ilegitimidad no configura resolución definitiva que
agote la vía administrativa y habilite la judicial. De manera que el acto recurrido fuera de plazo queda firme
y no susceptible de revisión judicial o pesar de que la Administración haya sustanciado y resuelto
(negativamente) la denuncia de ilegitimidad que dicho recurso extemporáneo representa.

EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS.


LPABA art. 98: la interposición del recurso tiene por efecto:
1. interrumpir el plazo del artículo 92 (10 días) aunque haya sido deducido con defectos formales o ante
órgano incompetente.
2. facultar a la Administración a suspender la ejecución del acto impugnado cuando el interés público lo
aconseje o la petición del interesado invoque fundadamente perjuicio irreparable.
3. impulsar el procedimiento, haciendo nacer los plazos que los funcionarios públicos tienen para proveerlo
y tramitarlo.
Consideraciones generales: la mera interposición del recurso administrativo, cualquiera sea la suerte final,
posee consecuencias jurídicas inmediatas, tanto en relación al procedimiento, respecto del acto impugnado y
también en lo referente al derecho de fondo que pueda poseer el recurrente.
1) INTERRUPCIÓN DEL PLAZO PARA INTERPONERLO: en este caso, se trata de una
consecuencia obvia, que se concreta aunque el recurso posea falencias formales (incluida la falta de
fundamentación) o se ingrese en una oficina improcedente o vaya dirigido a un funcionario incompetente.
Basta que sea clara la voluntad del administrado de no conformarse con la decisión cuestionada. La
interposición de un recurso administrativo imperfecto permite, entonces, que las fallas sean corregidas
posteriormente.
2) SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN DEL ACTO IMPUGNADO: la vinculación entre la
interposición de un recurso administrativo y la posibilidad de paralizar los efectos materiales del acto
recurrido configura una cuestión de gran trascendencia. En definitiva, se trata de dilucidar bajo qué
condiciones (presupuestos), con qué alcance (tipos de actos que pueden suspenderse) y de qué manera
(suspensión automática o facultativa para la Administración) el recurso puede, mientras se sustancia,
paralizar el cumplimiento de lo decidido por la autoridad.
El art. 98 de la LPABA se inscribe en un criterio restrictivo, dejando a consideración del órgano disponer o
negar la suspensión. El recurso faculta pero no obliga a suspender la ejecución material de lo decidido.
Por nuestra parte (BOTASSI) pensamos que la suspensión de la ejecutoriedad del acto recurrido debe actuar
como regla general, cediendo sólo en aquellos supuestos en que la materialización de lo decidido no admita
postergación. En el análisis de este tema es menester recordar que todo acto administrativo goza de
ejecutoriedad, la cual debe aparecer otorgada en forma expresa o razonablemente implícita por la ley.

33
Por su parte, el rechazo al pedido de suspensión de la ejecutoriedad del acto recurrido no obsta a su posterior
reiteración.
3) IMPULSO DEL PROCEDIMIENTO: como consecuencia de lo establecido en el art. 98, se generan
en el trámite los siguientes efectos:
a) queda interrumpido el plazo de caducidad previsto en el art. 127. (Inactividad de 6 meses)
b) comienza a correr el plazo para resolver el recurso interpuesto.
c) si se ha ofrecido prueba con el recurso comienza a correr el plazo de 5 días para proveerla.
d) determina el nacimiento del plazo a cuyo vencimiento el interesado podrá solicitar la avocación del
órgano superior, de conformidad a lo establecido en el art. 93.

3) SUSPENSIÓN DEL CURSO DE LA PRESCRIPCIÓN: toda petición del interesado tendiente al


reconocimiento de sus derechos debe asimilarse a la “constitución en mora” del Estado deudor de la
prestación requerida, produciéndose la suspensión del curso de la prescripción por el término de 1
año.

RECURSO CONTRA ACTOS GENERALES.


LPABA art. 95: en caso de que, por una medida de carácter general, la autoridad administrativa
perjudicase derechos privados o de otra administración pública, deberá acudirse individualmente a la
misma autoridad que dictó la medida general, reclamando de ella y solicitando se deje sin efecto la
disposición en cuanto al interés a que perjudica o al derecho que vulnera dentro del plazo de 30 días a
partir de la última publicación en el Boletín Oficial o de su notificación.
ACTOS GENERALES; concepto: es necesario distinguir entre el acto de alcance general y el reglamento:
- acto de alcance general: se concibe como aquel dirigido a una cantidad de personas o a un número
indeterminado de ellas, que se agota en el mismo momento de su cumplimiento. Estos son actos
administrativos propiamente dichos, cuya particularidad es la de influenciar en la esfera jurídica de varias
personas a la vez. De allí que FIORINI diga que estamos ante actos colectivos que, en realidad, son varios
actos particulares instrumentados en uno solo.
- reglamento: a diferencia de lo que ocurre con el acto de carácter general, el reglamento configura una
decisión de la Administración creadora de normas jurídicas generales y obligatorias, operando sus efectos en
el plano externo a través de la regulación de situaciones impersonales y objetivas.
TIPO DE RECURSO: si bien el artículo habla de “reclamo” ante la misma autoridad que dictó el acto, no
cabe duda que se trata de un verdadero recurso.
Al intentarse ante el mismo funcionario que dictó la medida general, se trata de un recurso de revocatoria,
aplicándose lo normado en el art. 89 en cuanto a su fundamentación por escrito en el acto de interposición.
Art. 89:  El recurso de revocatoria procederá contra todas la decisiones administrativas que reúnan los
requisitos establecidos en el artículo 86°. Deberá ser fundado por escrito e interpuesto dentro del plazo de
diez días directamente ante la autoridad administrativa de la que emane el acto impugnado.
En caso de silencio, se presentará un supuesto de denegatoria tácita, habilitante de la vía judicial.
Si hubiera decisión por parte del órgano, ésta será susceptible de atacarse mediante recurso jerárquico o de
apelación.
En lo que se refiere a los motivos de la impugnación, este recurso puede interponerse por razones de
ilegitimidad, mérito u oportunidad del acto.
El mecanismo procedimental para atacar un acto general se considera DIRECTO pues se orienta a denunciar
la ilegitimidad de la medida o su desacierto político en cuanto a su mérito.
LEGITIMACIÓN: el art. 95 prevé que el recurso contra el acto general sea deducido por quienes detenten
derechos subjetivos o intereses legítimos. La interpretación amplia de la norma permite incluir a los titulares
de intereses simples, ya que la norma dispone que el recurso apunta a dejar sin efecto la disposición general
“en cuanto al interés que perjudica”, sin calificarlo de manera alguna.
PLAZO: el cuestionamiento del acto general en forma directa puede efectuarse hasta 30 días hábiles
posteriores a su publicación en el B.O. o a su comunicación a los interesados.
EFECTOS: el acto que resuelve la impugnación podrá ratificar la medida general, derogarla total o
parcialmente, y aún modificarla.

34
CUESTIONAMIENTO INDIRECTO DE UN REGLAMENTO: es de la esencia de todo reglamento su
concreción en actos individuales de ejecución o de aplicación de sus normas.
Existe impugnación indirecta, no ya del acto de alcance general, sino de un reglamento, cuando se lo
cuestiona elípticamente a través de recursos interpuestos contra el acto individual o particular que se apoya
en él (o lo aplica) a un supuesto concreto.

6- Legislación nacional, provincial y municipal.

Legislación nacional: REGLAMENTACION DE PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


(Por art. 3° del Decreto N° 1883/1991 B.O. 24/9/1991, se aprueba el texto ordenado del Decreto N°
1759/72, el que pasa a titularse "Reglamento de Procedimientos Administrativos. Decreto 1759/72 T.O.
1991".)
Legislación provincial: LEY 12008
Texto actualizado con las modificaciones introducidas por la ley 12310, 13101, 13325 y 14437. La Ley
12.162 dispone que la Ley 12.008 entrará en vigencia a partir del 1/6/99.
Legislación municipal: ORDENANZA GENERAL N°267
La Plata, 22 de febrero de 1980.
Visto lo actuado en el expediente 2.113-1.265/76, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, en
ejercicio de las facultades de los Departamentos Deliberativos Municipales, sanciona con fuerza de-
ORDENANZA GENERAL PARA TODOS LOS PARTIDOS

Jurisprudencia:
 Procedimiento administrativo. Dictamen previo. Omisión. S.C.B.A., causa B. 64.413, “club
Estudiantes de La Plata c/ Municipalidad de La Plata”, sent. 4-9-2002

35
Bolilla 3:
Procedimientos administrativos especiales

1- Procedimiento tributario provincial. Tramite. Recursos. Tribunal Fiscal de Apelación.

Normativa aplicable:
 Ley de procedimiento Administrativo de la Pcia de Bs. As, decreto-ley nº 7647/70
 Código Fiscal de la Pcia de Bs. As, ley nº10397 (texto ordenado 2011 y sus modificaciones, con la
modif de ley 14394 ARBA)
 Código Contencioso Administrativo de la Pcia de Bs. As
 Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de Apelación de la Pcia de Bs. As, ley nº 7603
Procedimiento ante ARBA. Autoridad de aplicación en materia Tributaria:
Los impuestos pueden ser:
 Liquidados por la autoridad de aplicación (ARBA) en el caso de poseer ya los datos (impuesto
inmobiliario, automotor, etc)
 Determinables por la autoridad de aplicación: a) por autodeterminación (doc presentado por el
particular); b) de oficio y c) en forma mixta

Procedimiento para la determinación de las obligaciones fiscales:( texto actualizado a octubre de 2014)
TÍTULO VIII
DE LA DETERMINACIÓN DE LAS OBLIGACIONES FISCALES
ARTÍCULO 42. La determinación de las obligaciones fiscales se efectuará sobre la base de declaraciones
juradas que los contribuyentes, responsables o terceros presenten a la Autoridad de Aplicación, o en base a
datos que ésta posea y que utilice para efectuar la determinación o liquidación administrativa, según lo
establecido con carácter general para el gravamen de que se trate.
Tanto la declaración jurada, como la información exigida con carácter general por la Autoridad de
Aplicación, deben contener todos los elementos y datos necesarios para la determinación y liquidación.
ARTÍCULO 43. La declaración jurada o la liquidación que efectúe la Autoridad de Aplicación en base a los
datos aportados por el contribuyente o responsable, estarán sujetos a verificación administrativa y hace
responsable al declarante del pago de la suma que resulte cuyo monto no podrá reducir por correcciones
posteriores cualquiera sea la forma de su instrumentación, salvo en los casos de errores de cálculo cometidos
en la declaración o liquidación misma.

ARTÍCULO 44. La Autoridad de Aplicación podrá verificar las declaraciones juradas y los datos que el
contribuyente o responsable hubiere aportado para las liquidaciones administrativas, a fin de comprobar su
exactitud.
Cuando el contribuyente o responsable no hubiere presentado declaración jurada o la misma resultare
inexacta, por falsedad o error en los datos o errónea aplicación de las normas fiscales o en el caso de
liquidación administrativa mencionada en el artículo 42, la Autoridad de Aplicación determinará de oficio la
obligación fiscal, sobre base cierta o presunta.
(Último párrafo sustituido por Ley 14394) Cuando en la declaración jurada el contribuyente o responsable
compute contra el impuesto determinado conceptos o importes improcedentes, tales como retenciones o
percepciones, pagos a cuenta, saldos a favor y/o cuando aplique alícuotas que no se correspondan con las
establecidas en la Ley Impositiva del período que se trate para la actividad declarada, la Autoridad de
Aplicación procederá a intimar al pago del tributo que resulte adeudado, sin necesidad de aplicar el
procedimiento de determinación de oficio establecido en el presente Título.
ARTÍCULO 45. La determinación de oficio se practicará sobre base cierta cuando el contribuyente o los
responsables suministren a la Autoridad de Aplicación todos los elementos comprobatorios de las
operaciones o situaciones que constituyen hechos imponibles o cuando las normas fiscales establezcan
36
taxativamente los hechos y circunstancias que la Autoridad de Aplicación debe tener en cuenta a los fines de
la determinación.
ARTÍCULO 46. Cuando no se cumplan las condiciones establecidas en el artículo anterior, la Autoridad de
Aplicación practicará la determinación de oficio sobre base presunta, considerando todos los hechos y
circunstancias que, por su vinculación o conexión con las normas fiscales, se conceptúen como hecho
imponible y permitan inducir en el caso particular la procedencia y el monto del gravamen.
La determinación de oficio sobre base presunta se efectuará también cuando de hechos conocidos se
presuma que hubiera habido hechos imponibles y su posible magnitud, por los cuales se hubiere omitido el
pago de los impuestos.
Para efectuar la determinación de oficio sobre base presunta podrán servir como indicio: el capital invertido
en la explotación, las fluctuaciones patrimoniales, el volumen de las transacciones y/o ventas de otros
períodos fiscales, el monto de las compras, utilidades, la existencia de mercaderías, el rendimiento normal
del negocio o explotación o de empresas similares, los gastos generales de aquéllos, los salarios, el alquiler
del negocio y de la casa-habitación, el nivel de vida del contribuyente y cualesquiera otros elementos de
juicio que obren en poder de la Autoridad de Aplicación o que deberán proporcionarle los agentes de
retención, Cámaras de Comercio o Industria, Bancos, Asociaciones Gremiales, Entidades Públicas o
Privadas, o cualquier otra persona que posea información útil al respecto, relacionada con el contribuyente y
que resulte vinculada con la verificación de los hechos imponibles.
A los efectos de este artículo podrá tomarse como presunción general, salvo prueba en contrario, que:
a) Para el impuesto sobre los Ingresos Brutos, las diferencias físicas del inventario de mercaderías
comprobadas por la Autoridad de Aplicación, cualitativamente representan:
1. Montos de ingreso gravado omitido, mediante la aplicación del siguiente procedimiento: si el inventario
constatado por la fiscalización fuera superior al declarado, la diferencia resultante se considerará como
utilidad bruta omitida del período fiscal cerrado inmediato anterior a aquel en que se verifiquen tales
diferencias y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos del mismo período.
A fin de determinar las ventas o ingresos omitidos citados precedentemente, se multiplicará la suma que
representa la utilidad bruta omitida por el coeficiente que resulte de dividir las ventas declaradas por el
obligado sobre la utilidad bruta declarada, perteneciente al período fiscal cerrado inmediato anterior y que
conste en sus declaraciones juradas impositivas o que surjan de otros elementos de juicio, a falta de aquéllas.
b) Ante la comprobación de omisión de contabilizar, registrar o declarar:
1. Ventas o ingresos, el monto detectado se considerará para la base imponible en el impuesto sobre los
Ingresos Brutos.
2. Compras, determinado el monto de las mismas, se considerarán ventas omitidas el monto resultante de
adicionar a las compras omitidas el porcentaje de utilidad bruta sobre compras declaradas por el obligado en
sus declaraciones juradas impositivas y otros elementos de juicio a falta de aquéllas, del ejercicio.
3. Gastos. Se considerará que el monto omitido y comprobado, representa utilidad bruta omitida del período
fiscal al que pertenezcan los gastos y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos del mismo
período.
A fin de determinar las ventas o ingresos omitidos citados precedentemente, se aplicará el procedimiento
establecido en el segundo párrafo del apartado primero del inciso anterior.
c) Para el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, el resultado de promediar el total de ventas, de prestaciones
de servicios o de cualquier otra operación controlada por la Agencia de Recaudación de la Provincia de
Buenos Aires, en no menos de diez (10) días continuos o alternados, fraccionados en dos períodos de cinco
(5) días cada uno, con un intervalo entre ellos que no podrá ser inferior a siete ( 7 ) días de un período,
multiplicado por el total de días hábiles comerciales, representan las ventas, prestaciones de servicios u
operaciones presuntas del contribuyente o responsable bajo control, durante ese período.
Si el mencionado control se efectuara en no menos de cuatro (4) meses continuos o alternados de un mismo
ejercicio comercial, el promedio de ventas, prestaciones de servicios u operaciones se considerará
suficientemente representativo y podrá también aplicarse a los demás meses no controlados del mismo
período, a condición de que se haya tenido debidamente en cuenta la estacionalidad de la actividad o ramo
de que se trate.
La diferencia de ventas, prestaciones de servicios u operaciones detectadas en ese período entre las
declaradas o registradas y las ajustadas impositivamente, se considerarán ventas, prestaciones de servicios u

37
operaciones gravadas o exentas en el impuesto en la misma proporción que tengan las que hubieran sido
declaradas o registradas e cada uno de los períodos del ejercicio comercial anterior.
d) El valor de la mercadería que se traslade o transporte dentro del territorio provincial sin la documentación
respaldatoria exigida por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires se considerará monto
de ingreso gravado omitido del mes en el que se haya detectado. En caso de reincidencia dentro de un plazo
de veinticuatro (24) meses se considerará que dicho ingreso también fue omitido en cada uno de los últimos
seis (6) meses incluido el de detección, y que se corresponden con ventas o ingresos omitidos durante el
mismo lapso.
e) Por el ejercicio de la actividad específica de profesionales matriculados en la Provincia, que los importes
netos declarados en el Impuesto al Valor Agregado por los años no prescriptos, constituyen monto de
ingreso gravado del impuesto sobre los Ingresos Brutos, debiéndose considerar las declaraciones del referido
impuesto nacional que se correspondan con el anticipo del impuesto sobre los Ingresos Brutos objeto de
determinación o en su defecto, la anterior o posterior mas próxima.
Tratándose de contribuyentes inscriptos en el Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, que el
importe establecido como límite máximo de ingresos brutos anuales de la categoría en la que se encuentra
encuadrado el contribuyente en el último mes del lapso fiscalizado, constituye monto de ingreso gravado del
impuesto sobre los Ingresos Brutos de los últimos doce meses; como así también, que dicho ingreso fue
omitido en los períodos fiscales anteriores no prescriptos.
(Último párrafo Incorporado por Ley 14394) Asimismo, a los efectos de lo previsto en este artículo, la
Autoridad de Aplicación podrá valerse de cualquiera de las presunciones previstas en el artículo 47, aún con
relación a contribuyentes o responsables que no revistan las características mencionadas en el primer párrafo
de dicho artículo.
ARTÍCULO 47. Para determinar la cuantía de las ventas, prestaciones de servicios u operaciones, en los
casos de contribuyentes o responsables que no hubiesen presentado declaraciones juradas o abonado la
liquidación practicada por la Autoridad de Aplicación por seis o más anticipos correspondientes al período
fiscal en curso o a los últimos dos períodos fiscales vencidos; o que habiéndolas presentado, hayan
declarado no tener actividad en seis o más anticipos correspondientes al período fiscal en curso o a los
últimos dos períodos fiscales vencidos, en contraposición a lo que resulta de la información a su respecto
suministrada por terceros; o hayan declarado un importe de ingresos inferior al que resultara verificado en
un procedimiento de control de operaciones o de facturación realizado por la Autoridad de Aplicación
durante el lapso de un día o más, o al que resulte del cruce de información de terceros; o hayan incurrido en
el supuesto previsto en el inciso 9) del artículo 50, podrá tomarse como presunción, salvo prueba en
contrario, que:
1. El importe de ingresos que resulte del control que la Autoridad de Aplicación efectúe sobre la emisión de
comprobantes durante el lapso de un día, o el resultado de promediar los ingresos controlados cuando el
procedimiento se realice durante dos días o más, multiplicado por las dos terceras partes de los días hábiles
comerciales del mes en que se realice, a condición de tener debidamente en cuenta la representatividad que
en el mes exhiba el lapso durante el cual se llevó a cabo el procedimiento según la actividad o ramo de que
se trate, constituye monto de ingreso gravado por el impuesto sobre lo Ingresos Brutos para ese período.
Asimismo, se considerará que el importe estimado es ingreso gravado en los demás meses no controlados de
ese período fiscal y de los dos últimos períodos fiscales vencidos, a condición de que se haya tenido
debidamente en cuenta la estacionalidad de la actividad o ramo de que se trate.
2. El equivalente hasta tres veces el monto total de liquidaciones por ventas, prestación de servicios o
cualquier otra operación del contribuyente, autorizadas y efectuadas a través de tarjetas de crédito o débito,
informado por las entidades emisoras de las mismas, constituye ingreso gravado del período fiscal en el que
se han realizado. En el supuesto que se hubiera realizado un procedimiento de control de la facturación
conforme lo previsto en el apartado anterior, a los fines de establecer el importe de ingreso gravado, se
considerará la participación que representan las ventas con tarjeta sobre el total de operaciones controladas.
3. (Inciso sustituido por Ley 14333) El equivalente hasta tres veces el monto total de las acreditaciones
bancarias, neto de remuneraciones obtenidas en relación de dependencia, jubilaciones, pensiones, préstamos
de cualquier naturaleza, transferencias entre cuentas del mismo titular y contrasientos por error, efectuadas
en cuenta corriente, caja de ahorro y/o similar de titularidad del contribuyente o responsable, durante el
lapso de un mes, constituye monto de ingreso gravado del impuesto sobre los Ingresos Brutos para ese

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período. En aquellos supuestos en que las acreditaciones bancarias se produzcan en cuentas pertenecientes a
más de un titular, para estimar el importe de ingresos gravados, la Autoridad de Aplicación tomará en
consideración el monto que resulte de dividir el total de dichas acreditaciones en tantas partes iguales como
cotitulares de la cuenta bancaria existan, salvo prueba en contrario.
4. El monto de las compras no declaradas por el contribuyente, obtenido a partir de la información brindada
por proveedores de aquel, más un importe equivalente al porcentaje de utilidad bruta sobre compras
declaradas por otros contribuyentes que desarrollen actividades de similar naturaleza y magnitud, se
considerará ventas o ingresos omitidos del período de que se trate.
5. Constituye base imponible omitida el importe que resulte de la multiplicación de los volúmenes de
producción o comercialización obtenidos mediante dispositivos de detección remota, procesamiento de
imágenes, sensores, herramientas satelitales u otros mecanismos tecnológicos de alto nivel de certeza y
precisión, con precios de referencia, cotizaciones y datos estadísticos provenientes de organismos oficiales o
públicos no estatales, y en su defecto a entes privados vinculados a la actividad.
6. Hasta el treinta por ciento (30%) del producido de las ventas o prestaciones de servicios o volúmenes de
producción, obtenidos por el locatario del inmueble arrendado con destino que no sea el de casa habitación,
constituye ingreso gravado en concepto de cobro de alquileres del locador contribuyente del impuesto
Inmobiliario, correspondientes al período durante el cual se efectuaron las ventas o se verificó la producción.
7. Los importes correspondientes a ventas netas declaradas en el impuesto al Valor Agregado por los años
no prescriptos, constituyen monto de ingreso gravado del impuesto sobre los Ingresos Brutos, debiéndose
considerar las declaraciones del referido impuesto nacional que se correspondan con el anticipo del tributo
provincial objeto de determinación o en su defecto, la anterior o posterior más próxima.
Se presume el desarrollo de actividad gravada por el impuesto sobre los Ingresos Brutos cuando: exista
información sobre consumos de servicios por parte del contribuyente o responsable, suministrada por las
empresas prestatarias de los mismos y/o por organismos de la Nación, Provincia o Municipios; registre
personal en relación de dependencia, conforme la información de organismos sindicales y previsionales; los
agentes de recaudación con los que hubiera operado el contribuyente informen la percepción y/o retención
del impuesto; o cuando ello resulte de cualquier otro elemento de juicio que obre en poder de la Autoridad
de Aplicación o que le proporcionen los terceros.
La Autoridad de Aplicación podrá valerse de una o varias de las presunciones previstas en el presente
artículo.
ARTÍCULO 48. Las liquidaciones y actuaciones practicadas por los inspectores y demás empleados que
intervengan en la fiscalización de los tributos, no constituyen determinación administrativa de aquéllos, la
que sólo compete a la Autoridad de Aplicación, a través de los respectivos jueces administrativos.
ARTÍCULO 49. En los concursos preventivos o quiebras, serán títulos suficientes para la verificación del
crédito fiscal correspondiente al Impuesto sobre los Ingresos Brutos, las liquidaciones de deuda expedidas
por funcionario autorizado al efecto, cuando el contribuyente o responsable no hubiere presentado
declaración jurada por uno (1) o más anticipos fiscales, en los términos del artículo 209 de este Código y la
Autoridad de Aplicación conozca por declaraciones anteriores, determinaciones de oficio o declaraciones
juradas presentadas ante otras Administraciones Tributarias, la medida en que presuntivamente les
corresponda tributar el gravamen respectivo.

ARTÍCULO 50. Con el fin de asegurar la verificación oportuna de la situación impositiva de los
contribuyentes y demás responsables, la Autoridad de Aplicación podrá exigir de ellos y aún de terceros:
a) La inscripción en tiempo y forma ante las autoridades fiscales correspondientes. En tal sentido, se faculta
a la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires a unificar el número de inscripción de los
contribuyentes con la C.U.I.T. establecida por la Dirección General Impositiva.
b) La presentación de declaraciones en formularios, planillas, soporte magnético u otro medio similar de
transferencia electrónica de datos, según se establezca de forma general, conteniendo la información
requerida por las normas fiscales o por la autoridad administrativa.
c) La confección, exhibición y conservación por un termino de diez (10) años de los libros de comercio
rubricados, cuando corresponda, que registren todas las operaciones que interese verificar, o de libros o
registros especiales de las negociaciones y operaciones propias y de terceros que se vinculen con la materia

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imponible en la forma y condiciones que determine la Autoridad de Aplicación. Todas las registraciones
contables deberán estar respaldadas por los comprobantes y facturas correspondientes.
d) El mantenimiento en condiciones de operatividad de los soportes magnéticos que contengan datos
vinculados a la materia imponible, por el término de cinco (5) años contados a partir de la fecha de cierre del
ejercicio en el cual se hubieran utilizado.
e) El suministro de información relativa a terceros.
f) La comunicación del cambio de domicilio, comienzo o cesación de actividades, transferencia de fondos de
comercio o cualquier otro acto que modifique su situación fiscal.
g) El otorgamiento, con motivo del ejercicio de la actividad, de determinados comprobantes y la
conservación de sus duplicados, en la forma y condiciones que establezca la Autoridad de Aplicación.
h) Atender las inspecciones y verificaciones enviadas por la Autoridad de Aplicación, no obstaculizando su
curso con prácticas dilatorias, ni resistencia.
i) Cumplir, en el plazo que se fije, las intimaciones o requerimientos que se efectúen.
j) Exhibir los comprobantes de pago, ordenados cronológicamente por vencimiento y por impuesto.
La Autoridad de Aplicación tendrá amplios poderes para verificar en cualquier momento, inclusive en forma
simultánea con la verificación del hecho imponible, el cumplimiento que los obligados den a las normas
fiscales de cualquier índole.
A tal fin podrá:
1) Citar al firmante de la declaración jurada, al presunto contribuyente o responsable o a los terceros que a
juicio de la Autoridad de Aplicación tengan conocimiento de las negociaciones u operaciones de aquéllos,
para que comparezcan a sus oficinas a contestar e informar verbalmente o por escrito, según ésta estime
conveniente, todas las preguntas o requerimientos que se les hagan sobre los ingresos, egresos, ventas y, en
general, sobre las circunstancias y operaciones que a juicio de la Autoridad de Aplicación estén vinculadas
al hecho imponible o a la naturaleza de los actos gravados.
2) Requerir de los contribuyentes, responsables o terceros la presentación de todos los comprobantes,
facturas y justificativos que se refieran al hecho precedentemente señalado.
3) Inspeccionar los lugares, establecimientos, bienes, libros, anotaciones, papeles y documentos de
contribuyentes o responsables, que puedan registrar o comprobar las negociaciones y operaciones que se
juzguen vinculadas a los datos que contengan o deban contener las declaraciones juradas. La inspección a
que se alude podrá efectuarse aún concomitantemente con la realización y ejecución de los actos u
operaciones que interesen a la fiscalización.
Asimismo, detener e inspeccionar los vehículos automotores, con el fin de verificar la situación impositiva
de los contribuyentes y responsables, y la documentación respaldatoria de la mercadería transportada.
Disponer un régimen de intervención fiscal permanente para determinada categoría de contribuyentes, que la
reglamentación establecerá tomando en consideración la índole y magnitud de las actividades desarrolladas.
4) Requerir de los contribuyentes, responsables y terceros, el acceso en tiempo real a los sistemas
informáticos que registran operaciones vinculadas con la materia imponible y a los soportes magnéticos
aludidos en el inciso d) del presente artículo, debiendo determinar la Autoridad de Aplicación los medios
informáticos necesarios para generar el enlace con el contribuyente. Asimismo, podrá requerir copia de la
totalidad o parte de dichos soportes magnéticos suministrando los elementos materiales al efecto.
5) Requerir información o documentación relacionada con el equipamiento de computación utilizado y de
las aplicaciones implantadas, sobre las características técnicas del hardware y software, ya sea que el
procesamiento se desarrolle en equipos propios o arrendados o que el servicio sea prestado por un tercero.
Asimismo podrá requerir especificaciones acerca del sistema operativo y los lenguajes y/o utilitarios
utilizados, como así también, listados de programas, carpetas de sistemas, diseños de archivos y toda otra
documentación o archivo inherentes al procesamiento de los datos que configuran los sistemas de
información.
6) Previa autorización del Juez de Primera Instancia en lo Correccional, utilizar, por parte del personal
fiscalizador del organismo, los programas y utilitarios de aplicación en auditoría fiscal que posibiliten la
obtención de datos, instalados en el equipamiento informático del contribuyente que sean necesarios en los
procedimientos de control a realizar.

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Lo especificado en el presente inciso también será de aplicación a los servicios de computación que realicen
tareas para terceros. Esta norma sólo será de aplicación en relación a los sujetos que se encuentren bajo
verificación.
La Autoridad de Aplicación dispondrá los datos que obligatoriamente deberán registrarse, la información
inicial a presentarse por parte de los responsables o terceros, y la forma y plazos en que deberán
cumplimentarse las obligaciones dispuestas en el presente inciso.
7) Requerir por medio del Director Ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires
y demás funcionarios especialmente autorizados para estos fines por el mismo, el auxilio inmediato de la
fuerza pública cuando vieran impedido el desempeño de sus funciones, cuando dicho auxilio fuera menester
para hacer comparecer a los contribuyentes, responsables y terceros, o cuando fuera necesario para la
ejecución de las órdenes de allanamiento, otorgadas por Juez competente. Dicho auxilio deberá acordarse sin
demora, bajo la exclusiva responsabilidad del funcionario que lo haya requerido.
8) Recabar orden de allanamiento de la autoridad judicial competente, debiendo especificar en la solicitud el
lugar y la oportunidad en que habrá de practicarse, y dejando expresa constancia de la facultad de los
autorizados para secuestrar los libros, registros y documentación contable del lugar allanado que puedan
servir como testimonio probatorio de infracciones a este Código o de violaciones a la Ley Penal Tributaria.
Las órdenes de allanamiento, que pueden ser solicitadas tanto en los casos de denuncias fundadas o indicios
vehementes de existencia de infracciones o delitos tributarios, como también en el caso de resistencia pasiva
de los contribuyentes a la fiscalización, deberán ser despachadas por el Juez, dentro de las veinticuatro (24)
horas, habilitándose días y horas si fuera solicitado. En la ejecución de las mismas, serán de aplicación los
artículos 219 y siguientes del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires.
9) El incumplimiento fehacientemente acreditado, en más de una oportunidad, de los deberes de información
y colaboración previstos en los puntos 1) a 5) de este artículo, constituirá resistencia pasiva a la
fiscalización.
10) (Inciso según Ley 14394) Proceder, en resguardo del crédito fiscal, al secuestro de vehículos
automotores y embarcaciones deportivas o de recreación, cuando se verifique la falta de pago de las
obligaciones provenientes del Impuesto a los Automotores o a las Embarcaciones Deportivas o de
Recreación, según corresponda, relacionadas con el vehículo o embarcación, por un importe equivalente al
porcentaje de la valuación fiscal asignada a los fines del impuesto, o en su defecto del valor que haya sido
determinado por la Autoridad de
Aplicación de conformidad a lo previsto en los artículos 228 y 247 del presente Código, que establecerá la
reglamentación y que en ningún caso podrá ser inferior a un diez por ciento (10%), o adeude un treinta por
ciento (30%), o más, de las cuotas vencidas no prescriptas.
La medida deberá ser comunicada de inmediato al juez correccional de turno, con copia de las actas
labradas, para que previa audiencia con el responsable, decida dejarla sin efecto en razón de no comprobarse
los extremos detallados en el párrafo anterior, o mantenerla hasta tanto se verifique la cancelación o
regularización de la deuda o se efectivice la traba de alguna medida cautelar sustitutiva.
Esta disposición solo resultará aplicable respecto de vehículos o embarcaciones que tengan, al momento de
efectivizarse la medida, una antigüedad no mayor a cinco (5) años, sin computar el año en que la misma se
verifica, y cuya valuación fiscal o valor determinado por la Autoridad de Aplicación de conformidad a lo
previsto en los artículos 228 y 247 del presente Código, según corresponda, resulte superior a los montos
que establezca la Ley Impositiva. Cuando se trate de vehículos automotores clasificados por la Autoridad de
Aplicación como suntuarios o deportivos, no regirá la limitación establecida precedentemente respecto de la
antigüedad del vehículo.
En los términos del inciso 7) del presente artículo, la Autoridad de Aplicación podrá requerir el auxilio
inmediato de la fuerza pública, cuando viera obstaculizado el desempeño de la facultad que le confiere el
presente.
La Autoridad de Aplicación queda facultada para proceder a la detención de los vehículos automotores y las
embarcaciones deportivas o de recreación, en los casos en que ello resulte necesario. Asimismo, podrá
celebrar con las correspondientes fuerzas de seguridad, los convenios que resulten necesarios a fin de
permitir la correcta y eficaz implementación de lo regulado en el presente artículo.
ARTÍCULO 51. (Ver Ley 14553 art. 112) Para los contribuyentes y responsables, cuyos ingresos totales
anuales -sean gravados, no gravados o exentos- no superen la suma de pesos diez millones ($10.000.000) sin

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considerar la incidencia del Impuesto al Valor Agregado, el Poder Ejecutivo podrá disponer, con carácter
general y por el tiempo, impuestos y zonas geográficas que estime conveniente, que la fiscalización a cargo
de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires se limite a los dos últimos períodos anuales
por los cuales se hubieran presentado declaraciones juradas o practicado liquidaciones administrativas.
En caso de tributos que no se liquiden anualmente, la fiscalización deberá abarcar los períodos vencidos
durante el transcurso de los últimos 24 (veinticuatro) meses calendario anteriores a la misma.
Hasta que la Autoridad de Aplicación proceda a impugnar las declaraciones juradas mencionadas en los
párrafos anteriores, y practique la determinación de oficio pertinente, se presumirá la exactitud de las
declaraciones juradas presentadas por el resto de los períodos anteriores no prescriptos.
La presunción que establece este artículo no se aplicará respecto de las declaraciones juradas, originales o
rectificativas, cuya presentación se origine en una inspección iniciada, observación de parte del ente
recaudador o denuncia presentada, que se vincule directa o indirectamente con el responsable.
Tampoco impedirá que la auditoría pueda extenderse a períodos anteriores a fin de comprobar hechos o
situaciones con posible proyección o incidencia sobre las operaciones del período o períodos fiscalizados, o
bien para prevenir los supuestos indicados en los artículos 52, apartado 2 y 53 último párrafo.
La presunción a que se refiere el párrafo tercero no regirá respecto de los períodos fiscales vencidos y no
prescriptos beneficiados por ella en virtud de una fiscalización anterior, si es que una fiscalización ulterior
sobre períodos vencidos con posterioridad a la realización de la primera, demostrare la inexactitud de los
ingresos declarados en relación a cualquiera de estos últimos. En este caso se aplicarán las previsiones del
artículo 52.
ARTÍCULO 52. Si de la impugnación y determinación de oficio indicada en el párrafo tercero del artículo
anterior resultare el incremento de la base imponible o de los saldos de impuestos a favor de la Autoridad de
Aplicación o, en su caso, se redujeran saldos a favor de los responsables, el organismo podrá optar por
alguna de las siguientes alternativas:
1. Extender la fiscalización a los períodos no prescriptos y determinar de oficio la materia imponible y
liquidar el impuesto correspondiente a cada uno.
2. Hacer valer, cuando correspondiere, la presunción de derecho prevista en el artículo 53 y siguientes.
Una vez que la Autoridad de Aplicación hubiera optado por alguna de las alternativas referidas, deberá
atenerse a la misma respecto de todos los demás períodos fiscalizables.
No será necesaria la determinación de oficio a que se refiere el primer párrafo si los responsables
presentaren declaraciones juradas rectificativas que satisfagan la pretensión fiscal.
ARTÍCULO 53. Si de acuerdo con lo establecido en el artículo 52, la impugnación y determinación de
oficio se hubieran efectuado directamente y por conocimiento cierto de la materia imponible o saldos de
impuestos a favor de los responsables, se presumirá admitiendo prueba en contrario, que las declaraciones
juradas presentadas por el resto de los períodos no prescriptos adolecen de inexactitudes equivalentes, en
cada uno de ellos, al mismo porcentaje que surja de relacionar los importes declarados y ajustados a favor de
la Autoridad de Aplicación en el período base fiscalizado, salvo que en posteriores fiscalizaciones se
determine un porcentaje superior para los mismos períodos no prescriptos a los cuales se aplicó la
presunción.
Cuando se trate de períodos de liquidación no anuales, el porcentaje a que se refiere el párrafo anterior
resultará de considerar el conjunto de declaraciones juradas presentadas y de promediar los ajustes surgidos
a favor o en contra del responsable a moneda del último de los períodos considerados.
En ningún caso se admitirá como justificación que las inexactitudes verificadas en el período tomado como
base de la fiscalización puedan obedecer a causas imputables a ejercicios fiscales anteriores.
La presunción del párrafo primero no se aplicará en la medida que las impugnaciones tuvieran origen en
cuestiones de mera interpretación legal.
ARTÍCULO 54. Los porcentajes indicados en el artículo 53 se aplicarán respecto de cada uno de los
períodos no prescriptos para incrementar la base imponible o para reducir los saldos a favor del responsable.
El cálculo de la rectificación se iniciará por el período no prescripto más antiguo respecto del cual se
hubieren presentado declaraciones juradas y los resultados acumulados que se establezcan a partir del
mismo, se trasladarán a los períodos posteriores como paso previo a la aplicación de los porcentajes aludidos
al caso de estos últimos.

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En el caso de que las rectificaciones practicadas en relación al período o períodos a que alude el artículo 51
hubieran sido en parte sobre base cierta y en parte por estimación, el organismo podrá hacer valer la
presunción del artículo 53, únicamente en la medida del porcentaje atribuible a la primera.
Si los ajustes efectuados en el período base fueran exclusivamente estimativos, la Agencia de Recaudación
de la Provincia de Buenos Aires podrá impugnar las declaraciones juradas y determinar la materia imponible
o los saldos de impuestos correspondientes a los restantes períodos no prescriptos sólo en función de las
comprobaciones efectivas a que arribe la fiscalización en el caso particular de cada uno de ellos.
ARTÍCULO 55. Los saldos de impuestos determinados con arreglo a la presunción de derecho de los
artículos 53 y 54, de corresponder, serán actualizables y devengarán los intereses de los artículos 96 y 104,
en su caso, del presente Código, pero no darán lugar a la aplicación de las multas de los artículos 60, 61 y 62
inciso a).
Cuando corresponda ejercer las facultades del artículo 58, la Autoridad de Aplicación podrá tomar en
consideración tales resultados para fijar el importe de los pagos provisorios a que se refiere dicho artículo,
indistintamente de que se tratare de períodos anteriores o posteriores al que se hubiera tomado como base de
la fiscalización.
ARTÍCULO 56. La determinación administrativa del período base y la de los demás períodos no prescriptos
susceptibles de la presunción del artículo 53 sólo se podrá modificar en contra del contribuyente cuando se
den algunas de las circunstancias previstas en el segundo párrafo del artículo 57.
Corresponderá igualmente dicha modificación si en relación a un período fiscal posterior sobreviniera una
nueva determinación administrativa sobre base cierta y por conocimiento directo de la materia imponible, en
cuyo caso la presunción del artículo 53 citado se aplicará a los períodos fiscales no prescriptos con exclusión
del período base de la fiscalización anterior y aún cuando incluyan períodos objeto de una anterior
determinación presuntiva.
ARTÍCULO 57. La determinación de oficio que rectifique una declaración jurada, o que se efectúe en
ausencia de la misma, una vez consentida, por el contribuyente o responsable, o ejecutoriada por haberse
agotado la vía recursiva establecida en este Código, quedará firme.
En tales casos solamente podrá ser modificada, sea a favor o en contra del contribuyente o responsable,
cuando en la resolución respectiva se hubiera dejado expresa constancia del carácter parcial de la
determinación realizada y de los aspectos fiscalizados, en aquellos aspectos no considerados expresamente
en la determinación anterior, o cuando surjan nuevos elementos de juicio, se descubran errores, omisiones o
fraudes en la exhibición o consideración de los datos o elementos que sirvieron de base para la
determinación por la Autoridad de Aplicación.
ARTÍCULO 58. (Texto según Ley 14333) En aquellos supuestos en que los contribuyentes o responsables
no ingresen uno o más de los anticipos fiscales liquidados por la Autoridad de Aplicación, ésta podrá
requerirles el pago de los mismos por vía de apremio.
Asimismo, en los casos de contribuyentes o responsables que liquiden el impuesto sobre la base de
declaraciones juradas y omitan la presentación de las mismas por uno o más anticipos fiscales, cuando la
Autoridad de Aplicación conozca por declaraciones o determinaciones de oficio, la medida en que les ha
correspondido tributar en anticipos anteriores, podrá requerirles por vía de apremio el pago a cuenta del
gravamen que en definitiva les sea debido abonar, de una suma equivalente a tantas veces el gravamen
ingresado en la última oportunidad declarada o determinada, cuantos sean los anticipos por los cuales
dejaron de presentar declaraciones.
A tal fin el monto de la obligación tributaria del último anticipo impositivo o saldo de declaración jurada
anual, declarado o determinado, podrá ser corregido mediante la aplicación de un coeficiente indicativo de la
variación de precios ocurrida durante el término transcurrido entre el último anticipo fiscal declarado o
determinado y los de cada uno de los anticipos no declarados. La Autoridad de Aplicación utilizará los
índices de precios que resulten compatibles con la actividad desarrollada por el contribuyente o responsable.
Previo a proceder a la vía de apremio, la Autoridad de Aplicación intimará a los contribuyentes para que
dentro de los cinco (5) días abonen o regularicen el gravamen correspondiente con sus intereses, y presenten,
en los casos en que corresponda, las declaraciones juradas originales o rectificativas.
Vencido el plazo previsto en el párrafo precedente, se librará la constancia de deuda correspondiente y se
iniciarán las acciones de apremio, no admitiéndose ningún tipo de reclamo contra el importe requerido sino

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por la vía de la repetición y previo pago de las costas y gastos del juicio e intereses que correspondan, con el
alcance previsto en el último párrafo del artículo 104 de este Código.
Sin perjuicio de lo establecido en los párrafos anteriores, tratándose de contribuyentes o responsables a los
que se hace referencia en el artículo 47, podrá requerírseles por vía de apremio, el pago a cuenta del
gravamen que en definitiva les sea debido abonar, de la suma que la Autoridad de Aplicación liquidará de
conformidad a las presunciones previstas en la norma citada, sin necesidad de cumplir con el procedimiento
de determinación de oficio.
De la liquidación practicada y sus fundamentos, deberá notificarse al contribuyente, quien dentro del
improrrogable plazo de diez (10) días, podrá optar por regularizar un importe que no podrá ser inferior al
cincuenta por ciento (50%) del estimado por la Autoridad de Aplicación. Ello sin perjuicio del ejercicio
futuro de las acciones de verificación y fiscalización que el presente Código acuerda a la Autoridad de
Aplicación.
Caso contrario, dentro del mismo plazo, podrá presentar descargo acompañando la prueba de la que intente
valerse a efectos de desvirtuar total o parcialmente la pretensión fiscal. Dentro de los treinta (30) días de
presentado y habiéndose producido de corresponder, la prueba que se estimare pertinente, el procedimiento
concluirá con el dictado de un acto administrativo, que solo resultará pasible de impugnación por el recurso
instituido en el artículo 142 del presente Código, en la forma y con los efectos allí establecidos.
De no verificarse presentación alguna del contribuyente, se procederá a la emisión del pertinente título
ejecutivo, por la totalidad del importe liquidado, instándose el inicio de las acciones judiciales
correspondientes.
TÍTULO XII
DE LOS PROCEDIMIENTOS DE DETERMINACIÓN DE OFICIO Y EL CONTENCIOSO FISCAL
ARTÍCULO 112. El monto de las obligaciones fiscales de los contribuyentes y demás responsables, cuando
ella no sea declarada o las declaraciones juradas presentadas por los contribuyentes sean impugnables por no
ajustarse a derecho, será establecido por la autoridad de aplicación a través del procedimiento de
determinación de oficio.
ARTÍCULO 113. El procedimiento de determinación de oficio se iniciará mediante una resolución en la
que, luego de indicar el nombre, número de inscripción en el gravamen y el domicilio fiscal del sujeto
pasivo, se deberán consignar los períodos impositivos cuestionados, las causas del ajuste practicado, el
monto del gravamen no ingresado y las normas aplicables.
A fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 21 y 24 de este cuerpo legal, también se dará
intervención en el procedimiento determinativo y, en su caso sumarial, a quienes administren o integren los
órganos de administración de los contribuyentes, y demás responsables, a efectos de que puedan aportar su
descargo y ofrecer las pruebas respectivas.
De ella se dará vista al contribuyente o responsable, por el improrrogable término de quince (15) días, para
que se formule el descargo por escrito, acompañando conjuntamente la prueba documental, y se ofrezcan
todos los restantes medios probatorios que avalen el proceder del administrado, ante la autoridad que lleva
adelante el procedimiento.
El citado descargo deberá ser presentado en la dependencia y en el domicilio que a los efectos del
procedimiento se establezca en la resolución.
De resultar procedente, se abrirá la causa a prueba en el término de tres (3) días de presentado el descargo,
disponiéndose la producción de la prueba ofrecida, carga procesal que pesará sobre el contribuyente o
responsable y que deberá cumplimentar en el término de treinta (30) días, desde la notificación de su
admisión por la Autoridad de Aplicación.
La Autoridad de Aplicación deberá dictar resolución determinativa de las obligaciones fiscales en el plazo
de treinta (30) días a contar desde el vencimiento del período probatorio o desde la presentación del
descargo si no existiera ofrecimiento de pruebas o desde la fecha de vencimiento para formular descargo
cuando éste no se hubiera presentado, la causa sea de puro derecho o la prueba ofrecida improcedente.
En caso que hubiere mérito para la instrucción de un sumario por infracción a los artículos 61 o 62, deberá
estarse a lo dispuesto en el artículo 69.
Se entiende facultada la Autoridad de Aplicación para que, tanto en el procedimiento de determinación de
oficio como en los sumarios, disponga medidas para mejor proveer cuando así lo estime pertinente y por el
plazo que sea menester para su producción.

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Cuando la disconformidad, respecto de las resoluciones dictadas por la Autoridad de Aplicación se limite a
errores de cálculo, la causa se resolverá sin sustanciación.
No será necesario dictar resolución determinando de oficio las obligaciones fiscales si, con anterioridad a
dicho acto, el contribuyente o responsable, o su representante debidamente habilitado para ello, presta
conformidad al ajuste practicado, o en la medida que se la preste parcialmente y por la parte conformada.
Esta conformidad, total o parcial, al ajuste practicado tendrá los efectos de una declaración jurada que se
podrá ejecutar en los términos del artículo 104 inciso c).
Requisitos para la resolución:
ARTÍCULO 114. La resolución deberá contener la indicación del lugar y fecha en que se practique; el
nombre del contribuyente; en su caso, el período fiscal a que se refiere; la base imponible; las disposiciones
legales que se apliquen; los hechos que las sustentan; el examen de las pruebas producidas y cuestiones
planteadas por el contribuyente o responsable; su fundamento; el gravamen adeudado y la firma del
funcionario competente.
Medios de impugnación establecidos en el C.F. de la Pcia de Bs. As.
ARTÍCULO 115. Contra las resoluciones de la Autoridad de Aplicación, que determinen gravámenes,
impongan multas, liquiden intereses, rechacen repeticiones de impuestos o denieguen exenciones, el
contribuyente o responsable podrá interponer dentro de los quince (15) días de notificado, en forma
excluyente, uno de los siguientes recursos:
a) Reconsideración ante la Autoridad de Aplicación.
b) Apelación ante el Tribunal Fiscal, en aquellos casos en que el monto de la obligación fiscal determinada,
de la multa aplicada o el del gravamen intentado repetir, supere la cantidad de pesos cincuenta mil ($
50.000).
En los supuestos que la resolución determine y sancione en forma conjunta, el monto a considerar para abrir
la competencia del Tribunal será el de la suma de ambos conceptos.
No serán computables, a los efectos de este artículo, los recargos e intereses previstos en este Código.
Cuando no haya determinación de monto subsistirá la opción del recurso de reconsideración ante la
Autoridad de Aplicación o el de apelación ante el Tribunal Fiscal.
De no manifestarse en forma expresa que se recurre por reconsideración, se entenderá que el contribuyente
ha optado por el recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal de darse las condiciones del monto mínimo
establecido en este inciso.
ARTÍCULO 116. Elegido por el contribuyente el recurso que estime adecuado, el mismo deberá ser
presentado ante la Autoridad de Aplicación, en la dependencia y en el domicilio que a los efectos del
procedimiento se establezcan en la resolución impugnada.
En caso que la Autoridad de Aplicación no haya determinado domicilio, conforme lo dispuesto
precedentemente, el recurso deberá ser presentado ante la dependencia que dictó la resolución recurrida.
Con el recurso deberá acompañarse la prueba documental y ofrecerse todas las demás que el recurrente
intentare valerse. No podrán ofrecerse otros medios que los ofrecidos durante el procedimiento de
determinación de oficio, salvo que se refieran a hechos nuevos o estén vinculados con la legalidad del
procedimiento determinativo o de la resolución recurrida.
ARTÍCULO 117. La interposición de los recursos de reconsideración o de apelación, suspende la
obligación de pago, pero no interrumpe el curso de los intereses previstos en el artículo 96.
A tal efecto será requisito de admisión, de cualquiera de los recursos mencionados, que el contribuyente
regularice su situación fiscal en relación a los importes que se le reclaman y respecto de los cuales preste su
conformidad.
Trámite del Recurso de Reconsideración:
ARTÍCULO 118. Interpuesto el recurso de reconsideración, las actuaciones deberán remitirse, en el término
de cinco (5) días contados desde su presentación, al superior jerárquico facultado para su sustanciación.
El recurso de reconsideración deberá ser resuelto en el término de sesenta (60) días de recibido, si no se
ofreciese una ampliación de la prueba producida en la etapa previa de determinación de oficio y eventual
instrucción de sumario y requerirá informe previo emanado de las áreas con competencia técnica legal de la
Autoridad de Aplicación.
De resultar pertinente la ampliación de prueba ofrecida, ella deberá producirse en el término de veinte (20)
días de notificada su admisión por el funcionario a cargo de la tramitación del recurso.

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ARTÍCULO 119. La resolución dictada por la Autoridad de Aplicación en los recursos de reconsideración
quedará firme con la notificación de la misma, quedando a salvo tanto el derecho del contribuyente de acudir
ante la Justicia, como el derecho del Fiscal de Estado a manifestar oposición en idéntica forma.
Será requisito de admisibilidad de la demanda el previo pago del importe de la deuda en el concepto de los
impuestos cuestionados. No alcanza esta exigencia al importe adeudado por multas o sanciones.
Recurso de Apelación. Tramite:
ARTÍCULO 120. El recurso de apelación deberá interponerse por escrito, expresando punto por punto los
agravios que cause al apelante la resolución recurrida. El recurrente deberá constituir domicilio en la ciudad
de La Plata y ser representado o patrocinado por abogado o contador público matriculado en la provincia de
Buenos Aires.
ARTÍCULO 121. Presentado el recurso de apelación ante la Autoridad de Aplicación, ésta lo remitirá al
Tribunal Fiscal de Apelación en el término de cinco (5) días contados desde la interposición del recurso,
conjuntamente con las actuaciones administrativas que se relacionen con él.
Recibidas las actuaciones por el citado Tribunal, el mismo verificará la existencia de defectos formales en la
presentación, intimando de corresponder al contribuyente, representante, apoderado o patrocinante a su
subsanación en el plazo de diez (10) días, bajo apercibimiento de declarar firme la resolución recurrida.
Si se verificara el incumplimiento de lo intimado dentro del plazo indicado en el párrafo anterior, o se tratara
de defectos formales insubsanables, el Tribunal Fiscal de Apelación declarará firme la resolución recurrida
dentro de los siguientes veinte (20) días y remitirá las actuaciones a la Autoridad de Aplicación, para que la
misma proceda de corresponder, conforme a lo previsto en el inciso a) del artículo 104 del presente Código.
ARTÍCULO 122. Recibidas las actuaciones administrativas, con el recurso de apelación interpuesto, el
Tribunal Fiscal, dará traslado al funcionario que ejerza la representación del Fisco de la Provincia para que
en el término de quince (15) días conteste los agravios y, en su caso, oponga las excepciones que estime
corresponder.
ARTÍCULO 123. Las excepciones a que se refiere el artículo 122 son las siguientes:
a) Incompetencia;
b) Falta de personería;
c) Falta de legitimación en el recurrente o apelante;
d) Litispendencia;
e) Cosa Juzgada;
f) Defecto Legal;
g) Prescripción;
h) Nulidad;
Del escrito de oposición de excepciones, que deberá ser presentado por separado, se correrá traslado al
contribuyente o responsable por el término de diez (10) días para que lo conteste y ofrezca las pruebas que
estime corresponder al efecto.
Las excepciones que no fueren de previo y especial pronunciamiento, se resolverán con el fondo de la causa.
La resolución que así lo disponga será irrecurrible.
El Tribunal deberá resolver dentro de los diez (10) días sobre la admisibilidad de las excepciones que se
hubieren opuesto, ordenando la producción de las pruebas que se hubieren ofrecido, en su caso.
En tal caso el período probatorio se extenderá por el término de veinte (20) días.
Producidas aquéllas, deberá dictar resolución en la especie, dentro del término de veinte (20) días.
Materia probatoria:
ARTÍCULO 124. En materia probatoria deberá estarse a lo dispuesto en el artículo 116, párrafo segundo,
salvo que se podrán reiterar las pruebas no admitidas por la Autoridad de Aplicación o aquellas que
debiendo ser sustanciadas por ésta, no se hubieran cumplido en forma correcta.
Si las pruebas ofrecidas hubieran consistido en inspecciones o verificaciones administrativas que no se
hubieran efectuado o que la recurrente impugnara fundadamente, tendrá derecho a sustituirlas con pruebas
periciales o de otro orden que propondrá en su escrito de apelación.
El Tribunal Fiscal tendrá amplias facultades para apreciar la admisibilidad de las medidas probatorias
propuestas y, en su caso, ordenar su producción, pudiendo desestimar aquellas improcedentes, innecesarias o
meramente dilatorias.
Posibilidad de arbitrar medidas de mejor proveer:

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ARTÍCULO 125. El Tribunal Fiscal tendrá facultades para disponer medidas para mejor proveer. En
especial podrá convocar a las partes, a los peritos y a cualquier funcionario de la Autoridad de Aplicación
para procurar aclaraciones sobre puntos controvertidos.
En este supuesto las partes podrán intervenir activamente e interrogar a los demás intervinientes.
Las pruebas deben cumplimentarse con intervención de la Autoridad de Aplicación, como órdenes,
emplazamientos o diligencias y estarán a cargo del representante o apoderado del Fisco interviniente en la
causa, quien podrá dirigirse directamente a cualquier dependencia para recabar datos, elementos,
antecedentes o todo tipo de información necesaria para tal fin. Las dependencias deberán proporcionarle
toda documentación que requiera, dentro de los plazos que se fijen al efecto.
ARTÍCULO 126. El plazo para la producción de la prueba o las medidas para mejor proveer dispuestas por
el Tribunal, no podrá exceder de sesenta (60) días.
Constituirá carga procesal del recurrente producir la prueba dentro del plazo máximo, siendo de su exclusiva
cuenta el acuse de negligencia por agotamiento del plazo sin que la misma sea agregada al expediente.
Cumplido el término indicado, se cerrará el período probatorio y la causa quedará en condiciones de ser
sustanciada definitivamente, debiendo dictarse la providencia del llamado de autos para sentencia, la que
será notificada al apelante y al representante de la Autoridad de Aplicación.
ARTÍCULO 127. El Tribunal Fiscal dictará sentencia dentro del término de cuarenta (40) días del llamado
de autos para sentencia.
La decisión definitiva del Tribunal Fiscal se notificará dentro de los cinco (5) días de dictada al apelante, a la
Autoridad de Aplicación y al Fiscal de Estado. La notificación se realizará por cédula en la cual se
transcribirán los fundamentos y al Fiscal de Estado con remisión de las actuaciones.
Recurso de Nulidad:
ARTÍCULO 128. El recurso de apelación comprende el de nulidad.
La nulidad procede por omisión de alguno de los requisitos establecidos en los artículos 70 y 114,
incompetencia del funcionario firmante, falta de admisión de la prueba ofrecida conducente a la solución de
la causa, no consideración de la prueba producida o que admitida no fuere producida cuando su
diligenciamiento estuviera a cargo de la Autoridad de Aplicación.
Admitida la nulidad, el expediente se remitirá a la Autoridad de Aplicación, quien deberá dictar resolución
dentro de los noventa (90) días hábiles contados a partir de la fecha de recibidos los autos.
ARTÍCULO 129. Cuando la Autoridad de Aplicación no elevara las actuaciones al Tribunal Fiscal en el
plazo del artículo 121, el contribuyente podrá dirigirse directamente al Tribunal, quien dispondrá la remisión
de las actuaciones dentro del tercer día.
En tal caso, se procederá a correr el traslado del artículo 122 a sus efectos.
ARTÍCULO 130. El Tribunal Fiscal podrá imponer una multa equivalente al interés mensual que perciba el
Banco de la Provincia de Buenos Aires en las operaciones de descuento de treinta (30) días, incrementando
en un cincuenta por ciento (50%) sobre el
monto de los gravámenes, interés del artículo 96 y multas, que hubiera sido materia de apelación cuando
considerase que se ha litigado sin fundamento.
ARTÍCULO 131. Contra las decisiones definitivas del Tribunal Fiscal, el contribuyente o responsable y el
Fiscal de Estado podrán interponer demanda ante la Justicia. (Contencioso administrativo)
En el caso de los contribuyentes o responsables, la demanda contra la confirmación de la resolución
determinativa en materia de gravámenes tendrá como requisito de admisibilidad el previo pago de los
importes de los gravámenes cuestionados.
Por el contrario, de tratarse de la confirmación de multas impuestas por la Autoridad de Aplicación, no se
exigirá tal requisito.
ARTÍCULO 132. La acción prevista en los artículos 119 y 131 será la demanda contencioso administrativa.
ARTÍCULO 133. Los contribuyentes o responsables podrán interponer ante la Autoridad de Aplicación
demandas de repetición de los gravámenes y sus accesorios, cuando consideren que el pago hubiere sido
efectuado en forma indebida o sin causa, siempre que el mismo se encuentre debidamente rendido a la
Autoridad de Aplicación por las entidades bancarias u oficinas habilitadas encargadas de su percepción y,
habiéndose efectuado por aquella las pertinentes compensaciones de oficio de conformidad a lo previsto en
el artículo 102, subsista un crédito a favor del contribuyente o responsable.

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Cuando la demanda se funde en el pago erróneo de obligaciones fiscales de un tercero, será requisito de
admisibilidad de la misma que se registre el pago en duplicidad de tales obligaciones, o bien que el tercero
efectúe el reconocimiento expreso de las mismas y las regularice. Cuando como consecuencia de los pagos
erróneamente realizados, hubieran prescripto las facultades de la Autoridad de Aplicación para exigir su
pago al contribuyente responsable de las mismas, no procederá la devolución de dichos importes al
demandante quien deberá exigirlos del tercero.
En caso de que la demanda fuera promovida por agentes de recaudación, estos deberán presentar nóminas de
los contribuyentes a quienes la Autoridad de Aplicación efectuará la devolución de los importes
cuestionados, salvo que acrediten la debida autorización para su cobro.
(Párrafo sustituido por Ley 14333) Dicha autorización podrá acreditarse con el instrumento público
correspondiente, o con carta-poder con firma autenticada por la Justicia de Paz, o por Escribano Público,
pudiendo otorgarse también ante la autoridad administrativa, la que contendrá una simple redacción de la
identidad y domicilio del compareciente, designación de la persona del mandatario y mención de la facultad
de percibir sumas de dinero; cuando se faculte a percibir sumas mayores al importe que establezca la Ley
Impositiva, se requerirá poder otorgado ante Escribano Público.
Exceptúanse de lo dispuesto precedentemente las demandas promovidas por Escribanos, respecto de los
gravámenes pagados o ingresados en las escrituras que hubieren autorizado, en cuyo caso la devolución se
efectuará a los mismos, sin perjuicio de notificar a las partes contratantes en el domicilio que figura en la
escritura.
La demanda de repetición será requisito para ocurrir ante la Justicia.
ARTÍCULO 134. La demanda de repetición deberá contener:
a) Nombre completo, domicilio, CUIT o CUIL y documento de identidad, cuando corresponda, del
accionante.
b) Personería que se invoque, justificada en legal forma.
c) Hechos en que se fundamente la demanda, explicados suscinta y claramente, e invocación del derecho.
d) Naturaleza y monto del gravamen y accesorios cuya repetición se intenta y períodos fiscales que
comprende.
e) Para el caso de gravámenes pagados por escribanos en las escrituras que se hubieran autorizado, la
demanda de repetición deberá ser acompañada por éstos con una declaración jurada del domicilio de los
contratantes, si no surge de los testimonios adjuntados.
En el escrito inicial de la demanda, deberá acompañarse la prueba documental y ofrecerse todas las demás
admisibles, no admitiéndose otras después, excepto tratarse de hechos nuevos o documentos que no pudieran
acompañarse en dicho acto pero que hubieran sido debidamente individualizados.
ARTÍCULO 135. La Autoridad de Aplicación, previa sustanciación de las pruebas ofrecidas o de las otras
medidas que considere oportuno disponer, deberá dictar resolución dentro de los ciento ochenta (180) días
de la fecha de interposición de la demanda con todos los recaudos formales que se establecen en este
Código. Si la parte interesada para la producción de la prueba a su cargo y fundada en la naturaleza de la
misma hubiera solicitado un plazo de más de treinta (30) días, el término para dictar resolución se
considerará prorrogado en lo que excediere de dicho plazo.
En los casos en que la prueba resulte necesariamente de verificaciones, pericias y/o constatación de los
pagos cuando hayan sido efectuados por agentes de recaudación, o que el interesado se encontrare en
condición de ofrecer prueba diferida, el plazo para dictar la resolución de la demanda de repetición se
computará a partir de la fecha en que queden cumplidos todos los recaudos necesarios y efectuada la
verificación, pericia y/o constatación de pagos. El cumplimiento de estas diligencias previas a la resolución
en ningún caso podrá exceder de ciento ochenta (180) días.
Antes de dictar resolución la Autoridad de Aplicación podrá requerir asesoramiento de los organismos
oficiales competentes.
ARTÍCULO 136. La resolución que recaiga en la demanda de repetición deberá contener la indicación del
lugar y fecha en que se practique, el nombre del contribuyente, el gravamen y período fiscal a que se refiere,
el fundamento de la devolución o denegatoria, las disposiciones legales que se apliquen, debiendo estar
firmada por funcionario competente y previa intervención de la Contaduría General de la Provincia será
notificada a las partes. Asimismo, será notificada al Fiscal de Estado, con remisión de las actuaciones, salvo
en aquellos supuestos en los cuales la resolución rechace la demanda de repetición interpuesta por el

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interesado, o la admita reconociendo a favor del mismo un monto que no supere el importe que establezca la
Ley Impositiva, y la cuestión controvertida haya sido resuelta conforme criterios interpretativos
consistentemente reiterados e invariablemente sostenidos por dicho organismo.
ARTÍCULO 137. (Texto según Ley 14394) En los casos de demandas de repetición la Autoridad de
Aplicación verificará la declaración o la liquidación administrativa de que se trate, y el cumplimiento de la
obligación fiscal a las cuales estas se refieran, y de corresponder, establecerá la existencia del saldo acreedor
del contribuyente.
La interposición de la demanda de repetición por parte del contribuyente y demás responsables facultará a la
Autoridad de Aplicación, cuando estuvieran prescriptas las acciones y poderes del fisco, para verificar la
materia imponible por el período fiscal a que aquélla se refiere y, de corresponder, para liquidar o
determinar, y exigir el tributo que resulte adeudado, hasta compensar el importe por el que haya prosperado
dicha demanda.
Cuando a raíz de una verificación fiscal, en la que se modifique cualquier apreciación sobre un concepto o
hecho imponible, liquidando o determinando tributo a favor del Fisco, se compruebe que la apreciación
rectificada ha dado lugar a pagos improcedentes o en exceso por el mismo u otros gravámenes, la Autoridad
de Aplicación compensará los importes pertinentes, aun cuando la acción de repetición se hallare prescripta,
hasta anular el tributo resultante de la determinación.
La resolución dictada por la Autoridad de Aplicación en una demanda de repetición, podrá ser objeto de los
recursos excluyentes previstos en el artículo 115, rigiendo el procedimiento previsto para cada uno de ellos
en lo pertinente.
ARTÍCULO 138. (Texto según Ley 14394) En los casos en que el contribuyente o responsable solicitare la
devolución, acreditación o compensación de importes abonados indebidamente o en exceso de conformidad
a lo dispuesto por el artículo 133, si el reclamo fuera procedente, se reconocerá, desde la fecha de
interposición de la demanda en legal forma y hasta el día de notificarse la resolución que disponga la
devolución o autorice la acreditación o compensación, un interés anual que será establecido por el Poder
Ejecutivo por intermedio
de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires, que no podrá exceder, al momento de su
fijación, el de la tasa vigente que perciba el Banco de la Provincia de Buenos Aires en acuerdos para el
sobregiro en cuenta corriente bancaria.
La Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires podrá determinar la forma en que dicho interés
será prorrateado, quedando facultada, asimismo, para adoptar las medidas que correspondan tendientes a
compatibilizar la aplicación del nuevo régimen con el existente hasta el presente y establecer su vigencia.
ARTÍCULO 139. Si la Autoridad de Aplicación no dicta resolución en los términos establecidos
precedentemente, se considerará que existe denegatoria tácita, autorizándose al contribuyente o responsable
a hacer uso de los recursos del artículo 115, a su elección.
ARTÍCULO 140. Las partes y los profesionales patrocinantes o apoderados podrán tomar conocimiento de
las actuaciones en cualquier estado de su tramitación, salvo cuando estuvieran a resolución definitiva. El
representante fiscal deberá asimismo coordinar su acción con la del Fiscal de Estado, proporcionando a este
los medios, informaciones, antecedentes y demás elementos, para el desempeño de las funciones que le
atribuyen las Leyes.
ARTÍCULO 141. La Autoridad de Aplicación no dará lugar a las demandas de repetición sin la previa
verificación de inexistencia de deuda líquida y exigible a la fecha de dictado del acto administrativo que la
resuelva, por cualquier gravamen por parte del demandante. En caso de detectarse deuda por el gravamen
cuya repetición se intenta o por otro gravamen, procederá a compensar con el crédito reclamado,
devolviendo o reclamando las diferencias resultantes.
ARTÍCULO 142. Cuando en el presente Código no se encuentre previsto un procedimiento recursivo
especial, los contribuyentes o responsables podrán interponer contra el acto administrativo de alcance
individual o general respectivo, dentro de los quince (15) días de notificado el mismo o de su publicación en
el Boletín Oficial, recurso de apelación fundado para ante el Director Ejecutivo, debiendo ser presentado
ante el funcionario que dictó el acto recurrido.
Los actos administrativos de alcance individual y general emanados del Director Ejecutivo podrán ser
recurridos ante el mismo, en la forma y plazo previsto en el párrafo anterior.

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El acto administrativo emanado del Director Ejecutivo, como consecuencia de los procedimientos previstos
en los párrafos anteriores, se resolverá sin sustanciación y revestirá el carácter de definitivo pudiendo sólo
impugnarse por las vías previstas en el artículo 12 de la Ley Nº 12.008 y sus modificatorias.
El Director Ejecutivo deberá resolver los recursos, previo informe del área con competencia técnica legal del
organismo, en un plazo no mayor de noventa (90) días contados a partir de la interposición de los mismos.
En todos los casos será de aplicación lo dispuesto por el artículo 110 del Decreto Ley Nº 7.647/70, sin
perjuicio de la facultad establecida por el artículo 98, inciso 2) del citado plexo legal.
El Director Ejecutivo podrá determinar qué funcionarios y en qué medida lo sustituirán en las funciones a
que se hace referencia en el párrafo tercero del presente.

2- Procedimiento de selección de contratista. Tipos.

Legislación Provincial: tramites en la ley de obras publicas provincial nº 6021 y en la ley de contabilidad nº
7764 y reglamento de contrataciones de la Pcia de Bs. As. Nº 3300.
Legislación Nacional: decreto 436/2000, contrataciones del Estado. Decreto 1023/2001, régimen de las
contrataciones de la administración nacional.

Ley 6021-ley de obras públicas y su decreto reglamentario nº 5488/59:

CAPITULO III
DE LOS SISTEMAS DE ADJUDICACIÓN Y DE REALIZACIÓN.

ARTICULO 9º .Ley: Las obras, trabajos, instalaciones y adquisiciones a que se refieren los artículos 1º y 2º,
deberán adjudicarse mediante licitación pública.
Quedan exceptuadas de la obligación de este acto y podrán ser adjudicadas mediante licitación privada,
concurso de precios o ejecutadas por administración de acuerdo con las normas que establezca la
reglamentación en los siguientes casos:
a) Cuando el presupuesto oficial, excluidas las reservas previstas en los artículos 7º y 8º, no excedan las
sumas que establezca la reglamentación.
b) Cuando se tratare de obras u objetos de arte o de técnica o naturaleza especial que sólo pudieran
confiarse a artistas, técnicos, científicos, empresas u operarios especialmente capacitados, o cuando deban
utilizarse patentes o privilegios exclusivos.
c) Cuando las circunstancias exijan reserva.
d) (Incorporado por Ley 12.504) Cuando los trabajos de urgencia reconocida o circunstancias imprevistas
demandaren una inmediata ejecución.
e) Cuando realizada una licitación no haya habido proponentes o no se hubiesen hecho ofertas convenientes.
f) Cuando estén comprendidos dentro de la capacidad ordinaria de trabajo de la repartición respectiva.
g) Derogado por Ley 12.396.
En todos los casos de excepción deberá dictaminar previamente el Consejo respectivo.
ARTICULO 9º .Reg.: La excepción contemplada en el inciso a) del artículo 9º de la Ley General de Obras
Públicas, será aplicable cuando el Presupuesto Oficial, excluídas las reservas, no exceda de la suma de
Pesos 11.000.000.
En el caso a que se refiere el inciso b) se deberá acreditar debidamente la capacidad y demás antecedentes
de los artistas, técnicos u operarios especializados, lo que será valorado por los organismos de la
Provincia, para ser considerado posteriormente por el Consejo de Obras Públicas.
El carácter de trabajos indispensables urgentes a que se refiere el inciso g) será suficientemente fundado
por quienes lo soliciten. Si la modificación se basa en razones de conveniencia se indicarán también los
motivos por los que no fue incluida en el proyecto original, detallando los mismos e indicando los montos
aproximados.
NOTA: Los montos establecidos por el artículo 9º han sido suprimidos por Decreto 1907/85. Rige el valor
de 400 m2.

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ARTICULO 9° bis Ley: (Incorporado por Ley 12.538) En todas aquellas licitaciones de construcciones,
trabajos, instalaciones y obras en general, la adjudicaciones regirá por el principio de prioridad de las
empresas radicadas en el territorio argentino, de capital nacional y constituidas y constituidas por personas
físicas o jurídicas nacionales, siempre y cuando se configuren similares condiciones de calidad con respecto
a ofertas realizadas por personas físicas y/o jurídicas extranjeras y/o con capital de origen extranjero y cuya
diferencia de precios no supere a los porcentajes indicados en el presente artículo.
A igualdad de calidad en la oferta, el Poder Ejecutivo adjudicará la licitación a la oferta formulada por el
oferente radicado en el territorio nacional y con capital nacional, aunque su cotización supere en hasta un
cinco (5) por ciento de las ofertas presentadas por sujetos no beneficiarios del principio de prioridad que se
establece en la presente Ley. Este porcentaje podrá ampliarse en hasta el diez (10) por ciento en el caso de
que se trate de ofertas presentadas por sujetos beneficiarios del principio de prioridad y sean micro,
pequeñas y medianas empresas.
Asimismo se priorizarán las empresas con residencia en las ciudades o regiones de provincia a las cuales
vayan destinadas las contrataciones citadas, siempre que se configuren las condiciones de contratación
previstas en el párrafo precedente.
ARTICULO 9° ter Ley: (Incorporado por Ley 12.538) En todo llamado a licitación el oferente deberá
obligatoriamente participar asociado con pequeñas y medianas empresas de las características establecidas
en el principio de prioridad. La participación de estas últimas no podrá ser inferior al treinta (30) por ciento
del monto total de la oferta, debiendo especificarse el detalle de las tareas y obras a realizar por ellas. Dicha
asociación, que podrá materializarse a través de Uniones Transitorias de Empresas o de Subcontratos
Nominados, deberá estar formalizada al momento de la presentación, debiendo las empresas que constituyan
este tipo de asociación estar inscriptas en el Registro de Licitadores y cumplimentar con todos los requisitos
legales establecidos para el desarrollo de la actividad.
La incorporación de empresas subcontratistas no eximirá a la contratista de su responsabilidad contractual,
debiendo efectuarse todas las notificaciones en forma exclusiva a la empresa contratista.
Un subcontratista nominado sólo podrá ser sustituido por causa debidamente fundada y con previa
conformidad del comitente.
ARTICULO 10º .Ley: Previo dictamen del Consejo respectivo podrán contratarse directamente los trabajos
del apartado c) por el Poder Ejecutivo y en los casos de los apartados b), d) y g) por el ministerio respectivo.
ARTICULO 10º .Reg.: En los casos de los apartados b), d) y g) del artículo 9º de la ley, la contratación
será dispuesta por Resolución Ministerial.
ARTICULO 11º .Ley: Si se tratare de contrataciones con organismos públicos nacionales, provinciales o
municipales, podrán realizarse directamente, por las autoridades competentes, en las condiciones que
establezca la reglamentación.
ARTICULO 11º .Reg.: Las contrataciones con organismos públicos nacionales, provinciales o municipales,
podrán hacerse directamente previo estudio de presupuesto y análisis de las condiciones de contratación.
Cuando el monto no exceda de $ 11.000.000 podrán ser efectuadas por el director de la repartición.
NOTA: Los montos establecidos por el artículo 11° han sido suprimidos por Decreto 1907/85. Rige el valor
de 400 m2.

CAPITULO IV
DE LAS LICITACIONES.

ARTICULO 12º .Ley: Las licitaciones, las ejecuciones de obras y las adquisiciones se harán por los
siguientes sistemas:
a) Por precios unitarios.
b) Por ajuste alzado.
c) A costo y costas. Este sistema sólo se podrá aplicar en caso de conveniencia justificada a juicio del
Consejo respectivo.
ARTICULO 12º .Reg.: Las diversas modalidades de los sistemas a que se refiere el artículo 12° de la ley, se
determinarán en los respectivos pliegos de bases y condiciones, los que además deberán especificar el
procedimiento a seguir para la fiscalización y verificación de las liquidaciones correspondientes a las
obras que se ejecuten por el sistema de costos y costas.

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En este último caso, las contrataciones que deberá efectuar la firma adjudicataria para cumplimentar la
realización de las mismas, se regularán por el régimen que estatuyeren la ley y esta reglamentación.
ARTICULO 13º .Ley: (Texto según Ley 12.538) La licitación pública se anunciará en el "Boletín Oficial"
de la Provincia, pudiendo además anunciarse en otros órganos de publicidad o en cualquier otra forma, si así
se estimare oportuno.
Los anuncios obligatorios se publicarán no menos de cinco (5) veces y con una anticipación no menor de
quince (15) días hábiles de la apertura, contados a partir de la fecha de la primera publicación.

En cada uno de los Ministerios y Entes descentralizados del Estado Provincial deberán habilitar, dentro de
los treinta días a partir de la entrada en vigencia de la presente Ley, una página WEB, cuya dirección deberá
publicarse por dos (2) días en el Boletín Oficial y en dos diarios de circulación nacional.
Todos los llamados a licitaciones públicas y toda información relevante para el conocimiento de personas
físicas y/o jurídicas interesadas en contratar con el Estado Provincial se publicarán por INTERNET así como
también en diarios locales y regionales del lugar de asiento de la obra a licitar.
ARTICULO 13º .Reg.: No requiere reglamentación.
ARTICULO 14º .Ley: La documentación del proyecto se exhibirá en la oficina correspondiente, donde
podrá ser consultada por los interesados. Los que deseen concurrir a la licitación deberán adquirir un legajo
al precio que para cada caso se fije.
Dicha documentación deberá estar disponible para la consulta o venta hasta dos días hábiles antes de la
fecha fijada para la apertura de las propuestas, debiendo remitirse una copia a la municipalidad del partido
donde se realizará la obra. Los que demostraren haber adquirido el pliego en tiempo y forma y por cualquier
razón lo hubieran extraviado, podrán adquirir otro hasta último momento.
ARTICULO 14º .Reg.: El precio de la venta de los legajos, será fijado por la repartición licitante.
El adquirente deberá acreditar la posesión del Pliego de las Especificaciones Técnicas Generales a que se
refiere el artículo 5º inciso b) II A) de esta reglamentación o adquirirlo conjuntamente con la
documentación exclusiva de la obra que se licita.
Las reparticiones que tenga prototipos aprobados llevarán un registro numerado de sus poseedores y en la
fórmula de adquisición del legajo asentarán el número correspondiente.
ARTICULO 15º .Ley: Los concurrentes a la licitación pública o privada deberán estar inscriptos en el
Registro de Licitadores, cuyas funciones a los efectos de la inscripción, calificación y capacitación de los
mismos serán reglamentadas por el Poder Ejecutivo.
En los casos de concursos de precios la reglamentación fijará los montos que permitan prescindir de dicho
requisito.
Las sanciones que afecten la inscripción, clasificación y capacitación de las empresas, serán dispuestas por
el Consejo de Obras, a cuya jurisdicción pertenezca la realización causal de la sanción.
ARTICULO 15º .Reg.: (modificado por Ley 11.175). El Registro de Licitadores estará constituído por dos
secciones, una denominada obras y otra Suministros.
Apartado 1º: El Registro de Licitadores (Sección Obras), estará a cargo de una Comisión de Clasificación,
que dependerá administrativamente del Consejo de Obras Públicas y estará compuesto por siete (7)
miembros, los cuales durarán en sus funciones dos (2) años, pudiendo ser reelegidos y entendiéndose que lo
son, si al término de aquel plazo no se le designa reemplazante.
La Comisión de Clasificación se integrará por seis (6) miembros uno (1) por cada una de las direcciones:
Arquitectura, Hidráulica, Energía, Obras Sanitarias y Vialidad, del Ministerio de Obras y Servicios
Públicos, y uno (1) en representación de la Cámara Argentina de la Construcción.
Además se asignarán suplentes para los casos de vacancia o ausencia de los titulares.
El Registro de Licitadores (Sección Suministros) será el mismo que lleva la Dirección de Administración
para las contrataciones regidas por la Ley de Contabilidad.
Decreto 1.131/72 (17-3-72). Se incluye entre los miembros de la Comisión de Clasificación del Registro de
Licitadores (Sección Obras) del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, un representante de la
Subsecretaría de Asuntos Municipales.
Decreto 1.695/73. Se incluye entre los miembros de la Comisión de Clasificación del Registro de
Licitadores (Sección Obras) del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, un representante titular y un
suplente de la Dirección de Geodesia de ese Departamento de Estado.

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Decreto 6.590/88: Se incluye entre los miembros de la Comisión de Clasificación del Registro de
Licitadores (Sección Obras) del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, un representante titular y un
suplente del Sistema Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural (S.P.A.R.).
Decreto 150/89: Se incluye entre los miembros de la Comisión de Clasificación del Registro de Licitadores
(Sección Obras) del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, un representante titular y un suplente del
Instituto de la Vivienda.
Apartado 2º: La Comisión de Clasificación del Registro de Licitadores (Sección Obras) propondrá las
normas internas que corresponda aplicar para determinar la clasificación, calificación y capacitación de
las empresas y sus modificaciones.
Apartado 3º: Para ser admitido a las licitaciones públicas y privadas para obras, trabajos e instalaciones
a que se refiere la ley, todo proponente deberá estar inscripto en el Registro de Licitadores (Sección Obras)
y tener fijada la capacidad técnica, financiera, o sea el importe máximo individual y total anual
respectivamente de las obras que podrán adjudicársele contemporáneamente por la Provincia en su
especialización.
El Registro de Licitadores (Sección Obras) no expedirá los certificados de capacidad para las empresas
que soliciten su inscripción antes de transcurridos veinte (20) días como mínimo contados de la fecha de
presentada su solicitud.
Las empresas inscriptas, para que su clasificación tenga continuidad deberán hacer su presentación antes
de vencer la misma. En dicho caso su clasificación actual tendrá vigencia hasta tanto se expida la
Comisión.
Apartado 4º: Las solicitudes de inscripción serán presentadas en la Secretaría Administrativa del Registro
de Licitadores, debiendo llenar los interesados los formularios que se les suministrará indicando y
aportando pruebas suficientes a criterio de la Comisión acerca de los elementos de juicio necesarios para
establecer su especialización, capacidad técnica, financiera y la mayor producción desarrollada
anteriormente. Igualmente toda información, aclaración o trámite será recabado ante la Comisión.
Juntamente con los mencionados formularios deberán acompañarse copias debidamente autenticadas de
los siguientes documentos: contrato social, de locación de servicios del profesional, estatutos, último
balance, que no podrá ser anterior a los doce (12) meses de la correspondiente solicitud de inscripción,
debiendo estar certificado por un contador público nacional matriculado, cuya firma deberá estar
debidamente legalizada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas respectivo; inventario de
equipos propios, con especificación de marca, modelo, año, valor de adquisición, igualmente certificado
por contador, valor de realización y lugar donde se encuentra; certificaciones bancarias; demás
comprobantes del Activo y Pasivo; monto de obra realizada en cada uno de los últimos cinco (5) años
inmediatos anteriores al pedido de inscripción o actualización de su capacidad y el mayor monto de obra
realizada en doce (12) meses corridos en dicho período; número de inscripción en el Registro Publico de
Comercio e Instituto de Previsión Social; detalle de las obras particulares y públicas sean éstas nacionales,
provinciales o municipales que tenga en ejecución, especificando montos de los contratos, calidad
ejecutada y a ejecutar y plazo de terminación.
La documentación que se presente al Registro tiene carácter confidencial y reservada respecto de terceros
que no fueren organismos públicos.
Las firmas que soliciten inscripción o actualización de su capacidad, deberán autorizar por escrito al
Ministerio de Obras y Servicios Públicos a requerir informes a instituciones de crédito.
Apartado 5º: Para mantener actualizada su clasificación las empresas deberán presentar con sesenta (60)
días de anticipación a la fecha de vencimiento: sus balances anuales generales; cuenta de ganancias y
pérdidas; detalle de los contratos de obras particulares y públicas (nacionales, provinciales y municipales)
suscriptos durante el año; modo a ejecutar de cada uno de ellos; plazo para su terminación; inventarios de
equipos con especificación de marca, modelo, año valor de adquisición, certificado por contador público
nacional, valor de realización actual y lugar donde se encuentra, como así también todo otro dato que
pudiera ser de interés, tales como modificación de contrato, variación de capital, socios y técnicos, y si se
trata de sociedades anónimas, memoria anual y constitución del Directorio en ejercicio.
Apartado 6º: La Comisión de Calcificación queda facultada para realizar las gestiones necesarias para
corroborar la exactitud de la documentación presentada y recabar el asesoramiento técnico de los
organismos oficiales, o de sus agentes, toda vez que lo estime necesario para el mejor cumplimiento de su

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misión. Solicitará los informes bancarios, comerciales y técnicos sobre la solvencia, créditos, obras
realizadas y conceptos que merecen los solicitantes, estando facultada además para exigir el aporte de
nuevos informes o documentos. El Registro de Licitadores podrá inspeccionar las obras en ejecución o
construidas, talleres, depósito, equipos, etc. del peticionante, debiendo el mismo facilitar la movilidad en la
localidad donde tenga lugar la inspección. La oposición a los trámites de la inspección, o de las solicitudes
que se formulen, paralizará de inmediato las actuaciones, disponiéndose su archivo.
Sin perjuicio de lo expuesto precedentemente será obligatorio para la Comisión de Clasificación, proceder
mensualmente a la inspección contable y de los bienes declarados, de un numero mínimo de las empresas
clasificadas en el mes inmediato anterior, número éste que será determinado por la propia Comisión, al
dictar las normas internas para su funcionamiento.
La constatación de alguna falsedad en la declaración de bienes y/o documentación acompañada por las
empresas en sus solicitudes de inscripción (apartado 4) y actualización de clasificación (apartado 5), será
sancionada con la suspensión mínima de (1) año en el Registro de Licitadores, pudiendo llegar hasta la
exclusión definitiva del mismo, y una vez firme ésta sanción la misma no será susceptible de
reconsideración.
Apartado 7º: La duración de la clasificación que otorgue el Registro de Licitadores se establece en un año
y seis meses a contar de la fecha de cierre del último balance presentado. Pasado éste término si la
empresa no se hubiese presentado en forma y tiempo de acuerdo a lo establecido en el apartado 5, quedará
automáticamente suspendida del Registro de Licitadores (Sección Obras) no pudiendo concurrir a nuevas
licitaciones hasta tanto no actualice su clasificación.
Transcurridos dos (2) años de la fecha de vencimiento de su última clasificación deberá presentar la
documentación requerida para la inscripción.
Apartado 8º: Sólo serán inscriptos en el Registro las empresas legalmente capacitadas para contratar que
demuestren suficiente idoneidad, capacidad y responsabilidad para desempeñarse como contratistas del
Estado. Si la inscripción y su respectiva reconsideración fueran denegadas, no podrá repetirse la instancia
hasta transcurrido por lo menos un (1) año de la última notificación.
Apartado 9º: Serán excluidas o no serán admitidas a formar parte del Registro de Licitadores (Sección
Obras) aquellas personas que se hubieran hecho pasibles de condena judicial por delitos cometidos, en el
desempeño de su actividad como empresa, contra entidades oficiales o particulares, como así también las
sociedades cuyos directorios estén integrados con dichas personas. Mientras dure el proceso previo serán
suspendidas a partir de la fecha del auto de procesamiento, siendo nulas las propuestas o contratos que se
formularen con la Provincia con posterioridad a esa fecha. Cumplidos los efectos de la sentencia que
motivaran la exclusión, podrá la empresa solicitar su rehabilitación. Los casos no previstos en la presente
reglamentación serán considerados por la Comisión de Clasificación.
Apartado 10º: Las reparticiones comunicarán al Registro los contratos de obras suscriptos, plazo de
ejecución, ampliaciones de obras autorizadas, certificados que se expidan al contratista, multas aplicadas y
cualquier otro antecedente que afecte la capacidad de las empresas.
Cada seis (6) meses, y en oportunidad de efectuarse las recepciones definitivas de las obras, las
Reparticiones comunicarán al Registro, en formularios que preparará el Consejo de Obras Públicas, el
concepto que, técnica, ética y organizativamente merezcan las empresas, como así sus representantes
técnicos y/o directores técnicos y toda circunstancia que pueda afectar el concepto de la empresa ante el
Registro de Licitadores para futuras clasificaciones: La falta de cumplimiento por parte de las
Reparticiones de las obligaciones a que alude este Apartado, hará responsable personalmente a los
Directores. La Comisión de Clasificación comunicará al Consejo de Obras Públicas dentro de los diez días
de producidos, los atrasos mayores que un mes, en que hubiesen incurrido las Direcciones. El Consejo de
Obras Públicas será responsable de organizar un procedimiento sistemático de evaluación de la actividad
empresarial, ordenando adecuadamente la tarea de la Comisión de Clasificación y del Registro de
Licitadores para el procesamiento de los datos que se reciban.
Apartado 11º: (modificado por Decreto 5.652/85). Para la adjudicación de la obra, el Ministerio requerirá
previamente al Registro de Licitadores (Sección Obras), un certificado del saldo de capacidad financiera
anual de la empresa preadjudicataria que deberá cubrir los importes a ejecutar por año, de acuerdo al
plazo de la obra y presupuesto de su propuesta.

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El Registro de Licitadores (Sección Obras) intimará a la empresa preadjudicataria para que presente la
documentación que le sea necesaria para poder expedir el certificado citado en el párrafo anterior. La
empresa preadjudicataria deberá presentar la documentación requerida bajo declaración jurada, dentro de
los tres (3) días hábiles contados a partir del día siguiente de recibida la intimación; su incumplimiento
deberá juzgarse de acuerdo a lo establecido en el artículo 15° apartado 25) de ésta reglamentación.
Apartado 12º: Los Pliegos de Bases y Condiciones deberán especificar:
a) La especialidad o especialidades en que deberá estar inscripta una empresa para poder presentarse al
acto licitatorio.
b) La capacidad técnica y financiera anual requerida para la obra que se licita. La capacidad financiera
anual se determinará en proporción directa al plazo de la obra.
A tales efectos el Registro enviará a las reparticiones la nómina de las especialidades adoptadas y
comunicará las modificaciones que se produzcan.
c) Las propuestas de aquellos oferentes que tengan obras en ejecución con el Gobierno de la Provincia de
Buenos Aires, encontrándose éstas atrasadas por causas imputables a la empresa, serán afectadas por los
coeficientes indicados en los Pliegos de Bases y Condiciones.
Estos coeficientes serán calculados teniendo en cuenta las circunstancias que ocasionaron la mora en la
ejecución de las obras.
Apartado 13º: La capacidad técnica de las empresas en la especialidad en que se las clasifique,
determinará el monto de la mayor obra individual que podrá contratar, y se juzgará de acuerdo a los
antecedentes de carácter técnico que justifiquen los interesados a juicio de la Comisión, en especial y sin
que esta enumeración tenga el carácter limitativo: obra de mayor monto actualizado realizada
satisfactoriamente, disponibilidad y eficiencia de los equipos que posee y profesionales que asuman
funciones directivas con carácter estable.
Apartado 14º: Las empresas que carecen de profesional no podrán ser inscriptas.
Apartado 15º: Todo cambio de los profesionales que acuerdan capacidad técnica a las empresas deberá ser
considerado por la Comisión de Clasificación.
Apartado 16º: Las condiciones mínimas que deben reunir los contratos de las empresas con los
profesionales que concurran a determinar su capacidad técnica serán las que determine la Comisión de
Clasificación del Registro de Licitadores.
Apartado 17º: Precisado el patrimonio del peticionante, en base a los datos aportados y a los que
subsidiariamente se les requieran, en especial sus equipos y demás elementos de trabajo, la Comisión de
Clasificación aplicando las normas internas determinará el capital virtual de la empresa, que servirá de
base para establecer la capacidad económica mínima y máxima que resultará de afectar al capital virtual,
por los coeficientes que fijen las citadas normas.
Apartado 18º: La capacidad de producción de la empresa se determinará en base a la documentación
presentada por la misma, afectando por un coeficiente que fijarán las normas internas, el mayor monto de
las obras realizadas por la empresa en doce (12) meses corridos, en el período de cinco (5) años
inmediatos a su pedido de inscripción en el Registro.
Para determinarlo dará fe la declaración que a tal efecto hará la empresa, avalada por el profesional o
auxiliar técnico interviniente o certificado en el que detalle la repartición o entidad privada para la que
efectuó las obras, tipo y monto de las mismas a la fecha de ejecución, plazo, fecha de iniciación y ejecución,
fechas de realización de las obras declaradas.
Apartado 19º: Determinadas las capacidades: económicas (mínima y máxima) y de producción de la
empresa se fijará la capacidad de realización de acuerdo a lo siguiente.
a) Si la capacidad de producción es menor que la económica mínima, ésta será la capacidad de
realización.
b) Si la capacidad de producción resulta comprendida entre los valores mínimo y máximo de la capacidad
económica, la capacidad de realización será fijada por la capacidad de producción.
c) Si la capacidad de producción resulta superior a la capacidad económica máxima, ésta fijará la
capacidad de realización.
Apartado 20º: La capacidad financiera anual se determinara afectando a la capacidad de realización por
un coeficiente no mayor que la unidad y que graduará la Comisión de acuerdo a los antecedentes que
obran en su poder.

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Apartado 21º: La capacidad financiera anual necesaria para la ejecución de una determinada obra, estará
dada por el cociente entre el presupuesto oficial y el plazo de ejecución de la obra en años.
Apartado 22º: La capacidad técnico-financiera estará expresada por dos valores: el de la capacidad
técnica y el de la capacidad financiera anual.
La capacidad técnica limitará el mayor monto individual de obra que podrá contratar la empresa.
La capacidad financiera anual limitará el mayor monto total anual de obra que contemporáneamente podrá
contratar.
Apartado 23º: Las empresas podrán solicitar el certificado de capacidad técnico-financiero hasta dos (2)
días hábiles anteriores a la fecha de licitación. El saldo de la capacidad financiera de una empresa se
determinará deduciendo del monto asignado por el Registro de Licitadores para cada especialidad, la suma
de los cocientes resultantes (ponderados en las formas que indiquen las normas internas) entre los montos
de obras contratadas con costos actualizados y sus correspondientes plazos expresados en años.
Podrá no deducirse el monto que resta certificar, de las obras en que se haya certificado más del cincuenta
por ciento (50%) del monto contractual y dispongan de un plazo no menor de cuatro (4) meses para su
terminación.
Apartado 24º: Las empresas inscriptas en el Registro de Licitadores (Sección Obras) creado por la ley,
podrán durante el período de vigencia de su clasificación solicitar aumento en sus capacidades, en
períodos no menos de noventa (90) días a partir de la fecha de vigencia de su clasificación última, asignada
por la comisión de clasificación.
En todos los casos deberá acompañar los elementos de juicio respectivos, además de los que
subsidiariamente pudiera requerirle la comisión de clasificación.
Apartado25: (Texto Decreto 867/00) Quedarán inhabilitados de su inscripción en el Registro de Licitadores
por un año, aquellos empleadores que no tuvieran debidamente registrados a sus trabajadores o
contrataren mano de obra de extranjeros ilegales.
Asimismo quedarán inhabilitados por igual período para acceder a licitaciones públicas, privadas,
concursos de precios y contrataciones directas.
La comprobación de las infracciones indicadas precedentemente, impedirá que se expida a la empresa el
certificado de capacidad técnico financiera en licitaciones o contrataciones reguladas por la Ley 6021.
Asimismo, establécese que a todos los efectos previstos por el presente se considera extranjeros ilegales a
aquellos extranjeros que:

1- Hubieran ingresado al país sin someterse al control migratorio.


2- Hubieran ingresado por lugar no habilitado a tales efectos.
3- No cumplan con los requisitos legales que condicionan el ingreso y la permanencia de los
extranjeros en las distintas categorías de admisión contempladas por la normativa vigente en la materia.
4- Permanecieren en el país una vez vencido el plazo de permanencia autorizada.
La Secretaría de Trabajo propondrá los mecanismos tendientes a mantener actualizadas las definiciones
previstas en el párrafo precedente en función de las modificaciones que se introduzcan a la legislación
nacional o provincial que regula materia.
Apartado26: (Texto Decreto 867/00) Cuando deba juzgarse el comportamiento de una empresa o
empleador que pueda dar lugar a la aplicación de sanciones, se remitirán las actuaciones al Registro de
Licitadores, el que con las mismas, las nuevas que se produzcan, el descargo de la interesada y/o demás
elementos de juicio que crea necesario requerir, producirá su dictamen, que será elevado al Consejo de
Obras a cuya jurisdicción pertenezca la realización causal de la sanción.
Las sanciones serán graduadas de acuerdo a la siguiente escala:
A. Apercibimiento.
B. Disminución con alcance a nuevas contrataciones por el término de hasta dos (2) años de la
capacidad otorgada.
C. Inhabilitación para concurrir a licitaciones o contratos de nuevas obras públicas por el término de
hasta tres (3) años.
D. Inhabilitación de su inscripción en el Registro de Licitadores por el término de hasta tres (3) años.

56
E. Cancelación de su inscripción en el Registro de Licitadores (Sección Obras). Pasados cinco(5) años,
la empresa podrá solicitar nuevamente su inscripción en cuya oportunidad el Registro de Licitadores
elevará al Consejo de Obras que corresponda las actuaciones para su resolución.
ARTICULO 16º .Ley: En las licitaciones públicas y privadas, las ofertas deberán afianzarse en suma
equivalente al 1% del importe del presupuesto oficial de la obra que se licita y en la forma que reglamente el
Poder Ejecutivo.
ARTICULO 16º .Reg.: (mod. por Dec. 2190/84). La fianza de oferta establecida por el artículo 16° de la
Ley 6021 podrá efectuarse en efectivo, títulos provinciales a sus valores nominales, fianza bancaria o
fianza por póliza de seguro y pagaré para el caso a que se refiere al apartado 1 inciso c) del artículo 21°.
La fianza de oferta respaldará la propuesta hasta la firma del contrato, oportunidad en que deberá ser
reemplazada por la exigida para dicho acto.
El depósito de garantía a que se refiere este artículo se efectuará en el Banco de la Provincia de Buenos
Aires, a la orden del Ministerio correspondiente hasta el día de apertura de la propuesta.
Si ésta se garantizare con fianza bancaria o fianza por póliza de seguro deberá constituir al garante en
fiador solidario, ser extendida por todo el término hasta la firma del contrato por la totalidad del monto y
con expresa renuncia a exigir interpelación judicial alguna al principal, todo ello bajo pena de rechazo de
la propuesta, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 17° de la Ley 6021.
Las garantías previstas precedentemente se actualizarán de acuerdo al régimen establecido en el artículo
27°.
ARTICULO 17º .Ley: Las propuestas se presentarán hasta la fecha y hora indicadas para el acto de la
licitación y estarán integradas por los siguientes requisitos:
a) El sobre cerrado conteniendo el presupuesto de la oferta que será formulado en la planilla entregada por
la repartición, con la firma del proponente y del representante técnico de acuerdo con la legislación vigente.
b) La constancia de la garantía que establece el artículo anterior.
c) La constancia de la capacidad técnico-financiera que no deberá ser inferior al presupuesto oficial de la
obra.
d) La documentación a que se refiere al artículo 14° visada por el proponente y su representante técnico con
la constancia de haberla adquirido.
e) La declaración de que, para cualquier cuestión judicial que se suscite se acepta la jurisdicción de la
justicia ordinaria de la Provincia.
La omisión de los requisitos de los incisos a), b) y c) será causa de rechazo de la propuesta en el mismo acto
de la apertura por la autoridad que lo dirija.
La omisión de los requisitos exigidos por los incisos d) y e), podrá ser suplida durante el acto licitatorio.
Para los contratos de suministros no se exigirá lo establecido en el inciso c) ni la firma del representante
técnico.
Para los concursos de precios la reglamentación establecerá los requisitos mínimos exigibles.
ARTICULO 17º .Reg.: A los efectos de cumplimentar lo dispuesto por el articulo 17°, se cumplirán los
siguientes recaudos:
a) El sobre cerrado conteniendo el presupuesto de la oferta a que alude el inciso a), estará rotulado
indicando claramente la licitación a que se presenta, su contenido y el nombre del proponente.
b) el resto de la documentación a que se aluden los incisos b), d) y e) se presentará por separado en el
mismo acto.
c) La omisión de la rotulación exigida en el inciso a) de esta Reglamentación puede ser cumplida durante el
acto licitatorio.
d) El certificado de la capacidad técnico-financiera anual será expedido por la Comisión de Clasificación
del Registro de Licitadores (Sección Obras).
En el mismo se determinará si la capacidad técnico-financiera anual de la firma le permite ejecutar la obra
en base al presupuesto oficial y al plazo previsto en el pliego para su ejecución.
e) Si la propuesta fuera rechazada por omisión de los requisitos exigidos en el artículo 17° incisos a), b) y
c), se devolverá íntegramente la documentación al proponente en el mismo acto, dejando constancia en el
acta de las causas del rechazo.
f) A los efectos que determina el inciso e) de la ley, se hace obligatorio para todos los oferentes constituir
domicilio legal en la Provincia de Buenos Aires.

57
En los concursos de precios regirán las condiciones que se establecen en el artículo 21° de ésta
Reglamentación.
g) La constancia de estar inscripto en el Registro de Poseedores a que se refiere el último párrafo del
artículo 14°.
ARTICULO 18º .Ley: En el lugar, día y hora establecidos en los avisos o en el día hábil inmediato siguiente
a la misma hora si aquél fuera declarado feriado o de asueto administrativo, se dará comienzo al acto de la
licitación. Antes de procedente a la apertura de las propuestas podrán los interesados pedir o formular
aclaraciones relacionadas con el acto, pero iniciada dicha apertura no se admitirán nuevas propuestas ni
interrupción alguna.
Se abrirán los sobres de las propuestas y de su contenido se dejará constancia en el acta, la que será firmada
por el funcionario que preside el acto, autoridades que asistan y personas presentes que deseen hacerlo.
El incumplimiento de cualquiera de los requisitos exigidos por este artículo causa la nulidad de la licitación.
Todos los presentes tendrán derecho a hacer en el acta las observaciones que a su criterio sean procedentes.
ARTICULO 18º .Reg.: El acto de licitación será presidido por el Director de la Repartición. En caso de
ausencia, por el Subdirector quien a su vez podrá ser sustituido por el Jefe de Departamento de mayor
antigüedad. Deberá asistir al acto un representante de la Dirección de Administración del Ministerio que
corresponda.
Toda foja o plano integrante de cada propuesta será firmado por la persona que preside el acto y de todo lo
actuado se redactará un acta, dejándose constancia del nombre de los proponentes, de los precios que
ofrezcan, monto total, rebajas, aumentos y de las propuestas rechazadas, expresado a quienes pertenecen y
las causas del rechazo.
Terminado el acto licitatorio, quien presida el mismo, y - cuando se trate de obras por contrato - cuyo
presupuesto oficial excluidas las reservas de ley, sea superior a $11.000.000 (once millones de pesos)
procederá a agregar a la cabeza del expediente - y sin foliar - un cursograma (que deberá ser adaptado por
los organismos a intervenir, de acuerdo con su organigrama y funcionamiento), cuyo modelo va anexado al
presente decreto, el que servirá de registro de los lapsos de trámite del expediente. Este cursograma, cinco
(5) días después de comenzada la obra, será remitido al sólo objeto de fines estadísticos a la Asesoría
Provincial de Desarrollo. El expediente se manejará mediante remitos móviles.
NOTA: Los montos establecidos en el artículo 18° han sido suprimidos por Decreto 1907/85. Rige el valor
de 400 m2.
ARTICULO 19º .Ley: Además de las propuestas conforme a los Pliegos de Bases y Condiciones de la
licitación, los concurrentes podrán proponer simultáneamente y por separado variantes que modifiquen las
bases y condiciones de la licitación en forma ventajosa, y si tales ventajas fueran evidentes, a juicio del
Ministerio respectivo, se reabrirá la licitación, modificando convenientemente sus bases y condiciones. El
proponente que haya indicado la modificación que reduzca el costo de la obra o mejore los procedimientos
de ejecución, siempre que ello sea aceptado, tendrá prioridad en la adjudicación en caso de que su propuesta
no exceda un tres (3%) de la más baja.
Exceptúanse de ésta disposición los casos de patentes de exclusividad.
ARTICULO 19º .Reg.: Previamente a la resolución del Ministerio sobre la variante, mediará informe de la
repartición y dictamen del Consejo pertinente.
Si la variante implicara una modificación substancial o innovación técnica aceptada por el Ministerio
actuante, previo rechazo de todas la propuestas presentadas en el primer llamado, se reabrirá la licitación
con Bases y Condiciones modificadas de acuerdo a la variante aceptada y dando cumplimiento a lo
dispuesto en el capítulo IV de la ley.
El 3% a que se refiere el artículo 19° de la Ley se computará sobre el monto total de la oferta.
ARTICULO 20º .Ley: Si entre las propuestas presentadas y admisibles hubieren dos o más igualmente
ventajosas y más convenientes que las demás, la repartición llamará a mejora de precios en propuesta
cerrada entre esos proponentes exclusivamente, señalándose al respecto día y hora dentro del término que
fija la reglamentación.
ARTICULO 20º .Reg.: En el caso del artículo 20° de la ley, la repartición llamará a mejora de precios
dentro de los quince (15) días de celebrado el acto licitatorio el que se realizará en las mismas condiciones
que exigen los artículos 17° y 18° de la ley.

58
En caso de nueva paridad, la adjudicación podrá hacerla el Ministerio o funcionario autorizado, según el
monto de contratación, teniendo en cuenta la mayor capacidad técnico-financiera disponible de los
proponentes.
ARTICULO 21º .Ley: Las licitaciones y concursos de precios serán dispuestas por resolución ministerial o
por los funcionarios que determine la reglamentación.
ARTICULO 21º Reg.: Las licitaciones y concursos de precios cuyo presupuesto oficial no excedan de $
11.000.000 excluidas las reservas de ley, serán autorizadas y aprobadas por el director de la repartición
correspondiente, previo conocimiento del Consejo de Obras Públicas.
Apartado I: Cuando el monto del Presupuesto Oficial, excluidas las reservas de ley no exceda de $
5.500.000 podrá llamarse a concurso de precios el que deberá reunir los siguientes requisitos:
a) Se solicitará cotización por lo menos a tres (3) firmas que se encuentren inscriptas en los Registros que
para la ejecución de concursos de precios, llevan las reparticiones.
b) Las propuestas deberán presentarse en formularios especiales confeccionados a tal efecto por la
repartición correspondiente y serán presentados en sobres cerrados; el Pliego de Bases y Condiciones
podrá exigir firma del representante técnico.
c) Los proponentes deberán acompañar en el momento del acto licitatorio la garantía correspondiente, la
que también podrá efectuarse en pagaré a la vista, suscripto por quienes tengan uso de la razón social o
actúen con poderes suficientes del oferente.
d) Se agregarán a las actuaciones los comprobantes o recibos de la invitación a quien se le requirió
cotización.

e) Se deberá especificar la fecha y hora de la apertura de las propuestas, la que se efectuará en presencia
del director de la repartición o funcionario a quien éste designe.
f) Si se obtuviera sólo una oferta y ella se considerara conveniente, podrá no obstante procederse a la
aceptación de la misma.
g) Si entre las propuestas presentadas y admisibles hubieren dos o más igualmente ventajosas y más
convenientes que las demás, la repartición llamará a mejoras de precios en las mismas condiciones
indicadas en el inciso b) entre esos proponentes exclusivamente, dentro de los quince (15) días de celebrado
el acto. En caso de nueva paridad la adjudicación se decidirá por sorteo entre dichas propuestas.
Apartado II: Cuando el monto del Presupuesto Oficial, excluidas las reservas de ley, exceda de $ 5.500.000
y hasta pesos 11.000.000, respectivamente, podrá llamarse a licitación privada, la que deberá reunir los
siguientes requisitos:
a) Se deberá solicitar cotización a un mínimo de cinco (5) firmas.
b) Los proponentes deberán estar inscriptos en el Registro de Licitadores.
c) Las propuestas deberán insertarse en formularios especiales confeccionados a tal efecto por las
reparticiones correspondientes y serán presentadas en sobres cerrados.
d) Los proponentes deberán acompañar en el momento del acto licitatorio la correspondiente acreditación
de haber dado cumplimiento a la garantía que corresponda y agregar además el certificado de capacidad
técnico-financiera que exige el Código de Obras Públicas.
e) Cuando la licitación privada tenga por objeto la adquisición de materiales o elementos necesarios para
las obras públicas respectivas, no se exigirá certificado de capacidad técnico-financiera.
f) Las invitaciones que se cursen a las firmas respectivas, deberán remitirse con una anticipación mínima
de quince (15) días con respecto a la fecha fijada para el acto licitatorio.
g) Se agregarán a las actuaciones los comprobantes de recibo de quien se le requirió cotización y
constancia de remisión de carta certificada.
h) Las propuestas se abrirán en acto público, labrándose acta, en presencia del director de la repartición o
funcionamiento a quien éste designe.
I) En caso de paridad de ofertas se procederá en la misma forma prevista para igual circunstancia en la
licitación pública.
NOTA: Los montos establecidos en el artículo 21°, apartados 1º y 2º han sido suprimidos por Decreto
1907/85. Rigen los valores siguientes:
Artículo 21° 1er. Párrafo....................400 m2.
Artículo 21° - ap. 1 -............................200 m2.

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Artículo 21° - ap. 2 -............................200 m2. y 400 m2. Respectivamente.

CAPITULO V
DE LA ADJUDICACION Y CONTRATO.
ARTICULO 22º .Ley: Dentro del plazo que fije la reglamentación, la repartición deberá elevar su informe,
hecho lo cual se devolverán de oficio los depósitos de garantía a los proponentes cuyas ofertas se aconseje
desechar.
La devolución del depósito de garantía no implica el retiro de la oferta. Dentro de los noventa (90) días
contados a partir de la fecha de la apertura de las propuestas el Ministerio respectivo, previa intervención de
la Asesoría general de Gobierno y Fiscalía de Estado, resolverá la adjudicación y la notificará al
adjudicatario. Transcurrido dicho plazo sólo podrá efectuar aquella, previa conformidad del proponente.
ARTICULO 22º .Reg.: El informe de la repartición a que se refiere el artículo 22º de la ley 6.021 deberá
producirse dentro de los siete (7) días hábiles de celebrado el acto licitatorio, salvo que la autoridad que
disponga el llamado autorice expresamente un plazo mayor.
La intervención de la Contaduría General de la Provincia se tomará por intermedio del Delegado Fiscal.
La Dirección de Presupuesto del Ministerio de Economía tomará conocimiento de la programación de
inversiones de las obras públicas o adquisiciones accesorias o complementarias de las mismas que
abarquen dos o más ejercicios mediante una nota que las reparticiones responsables de esas inversiones
remitirán luego de la preadjudicación, en la que se informará acerca de las erogaciones por ejercicio
financiero, con indicación precisa de la imputación de cada realización. La Dirección de Presupuesto
deberá expedirse dentro de los tres (3) días hábiles de recibida la nota de comunicación.
Dentro de los cinco (5) días de producido el informe de la repartición a que alude el artículo 22º de la Ley
6.021 el Director endosará las boletas de depósito de garantía de las propuestas que sean desechadas, para
su devolución, o en su caso, la repartición devolverá las cartas de fianza.
Si vencido el término de mantenimiento de la oferta el proponente solicitara la devolución del depósito o
fianza, aquella deberá cumplirse dentro de los quince (15) días de presentada.
Las empresas cuyas propuestas en una licitación ocupen el tercer lugar o subsiguientes con respecto a la
más ventajosa, podrán afectar el depósito constituído como garantía en otro acto licitatorio inmediato al
que deseen concurrir. El monto de la misma deberá alcanzar o superar el porcentaje exigido por el artículo
16º de la Ley 6.021.
Los contratistas interesados en el procedimiento del párrafo anterior, solicitarán, en cada caso, que no se
gestione la devolución de sus depósitos y pedirán a la Dirección interviniente que les extienda una
constancia que los habilite para presentarse en otra licitación. Cuando resulten adjudicatarios los
contratistas requerirán la respectiva transferencia.
En las licitaciones privadas y pedidos de precios de montos no mayores de once millones de pesos ($
11.000.000), cuya adjudicación y respectivo contrato deba realizarse por las direcciones interesadas, el
plazo de la propuesta será establecido en el Pliego de Bases y Condiciones.
NOTA: Los montos establecidos en el artículo 22º han sido suprimidos por Decreto 1907/85. Rige el valor
de 400 m2.

ARTICULO 23º .Ley: La adjudicación, previo dictamen del Consejo respectivo, recaerá sobre la propuesta
más ventajosa, calificada de acuerdo a lo que disponga la reglamentación, siempre que se ajuste a las bases y
condiciones de la licitación. El ministerio respectivo conserva la facultad de rechazar todas las propuestas,
sin que la presentación de las mismas de derecho a los proponentes a su aceptación ni a formular reclamo
alguno.
Al resolverse sobre la licitación, deberá declararse si se ha cumplido con la publicación ordenada.
ARTICULO 23º .Reg.: Cuando la repartición aconseje la adjudicación a un proponente cuya oferta no sea
la de menor monto, deberá fundamentarla, teniendo en cuenta las bases y condiciones que específicamente
serán insertas en el pliego de licitación. Dichas bases podrán ser: técnicas, económicas y/o de calificación
de las empresas.
Los pliegos de bases y condiciones podrán establecer procedimientos de adjudicación que no estén basados
en el menor monto de oferta, en cuyo caso no será de aplicación lo dispuesto en el párrafo precedente. Los
pliegos respectivos serán aprobados previa intervención del Consejo de Obras Públicas.

60
En caso de presentarse sólo una propuesta, la misma podrá aceptarse, siempre que del estudio que realice
la dirección, resulte su conveniencia a los intereses fiscales.
ARTICULO 24º .Ley: El ministerio respectivo rechazará toda propuesta en la que se compruebe:
a) Que un mismo proponente o representante técnico se halle interesado en dos o más propuestas, con
excepción de la situación contemplada en el artículo 19°.
b) Que exista acuerdo tácito entre dos o más licitadores o representantes técnicos para la misma obra.
Los proponentes que resulten inculpados perderán la garantía que determina el artículo 16º, y serán
suspendidos o eliminados del Registro de Licitadores por el término que fije la reglamentación.
Los representantes técnicos serán pasibles de la misma sanción y su actuación sometida al Consejo
Profesional de Ingeniería.
ARTICULO 24º .Reg.: La excepción contemplada en el inciso a) rige sólo para aquellos casos en que el
proponente presente una propuesta ajustada al pliego de bases y condiciones y otra u otras proponiendo
variantes de las previstas en el artículo 19º de la ley.
En caso de comprobarse las infracciones previstas en el artículo 24°, el Ministro, previo dictamen del
Consejo respectivo, aplicará por primera vez una suspensión de dos (2) años y en caso de reincidencia,
eliminación definitiva del Registro de Licitadores.
ARTICULO 25º .Ley: Si antes de resolverse la adjudicación, dentro del plazo de mantenimiento de la
propuesta, ésta fuera retirada o invitado a firmar el contrato, el adjudicatario no se presentara en forma y
tiempo, perderá la garantía en beneficio de la Administración Pública y será suspendido en el Registro de
Licitadores por el término que fija la reglamentación.
Si la demora en la firma del contrato fuera imputable a la Administración Pública, el contratista podrá
desistir de su propuesta sin necesidad de constituir en mora a la Provincia, asistiéndole el derecho a percibir
intereses desde la fecha de la licitación al tipo que para cada caso hubiere fijado el Banco de la Provincia.

ARTICULO 25º .Reg.: Cuando el adjudicatario cometa la falta prevista en el artículo 25° de la ley, además
de la pérdida del depósito de garantía, será suspendido por el término de seis (6) meses a dos (2) años la
primera vez, valorándose la intensidad de la pena por el Consejo de Obras Públicas, según los
antecedentes del caso y correspondiendo la eliminación del Registro de Licitadores en el caso de
reincidencia.
Cuando proceda el pago de intereses por desistimiento debido a mora de la Administración Pública, éstos
se liquidarán hasta el momento en que se disponga la devolución de las garantías por intermedio de la
Provincia.
A tales efectos los contratistas que desistieren de acuerdo a la facultad establecida en el segundo párrafo
del artículo 25° de la ley podrán solicitar la liquidación de intereses sobre el importe de la garantía
presentada, acompañando la constancia de la fecha en que se hubiera dispuesto su reintegro.
Con estos antecedentes la Dirección que tuvo a su cargo la licitación procederá a liquidarlos de oficio con
cargo al crédito de obra, sin perjuicio de iniciar las actuaciones tendientes a deslindar la responsabilidad
de los funcionarios intervinientes, las que se remitirán a la Contaduría General de la Provincia.
ARTICULO 26º .Ley: Los contratos a que se refiere la presente ley, serán suscriptos por el ministro
respectivo o por los funcionarios que determine la reglamentación y conforme a los montos que la misma
establezca.
ARTICULO 26º .Reg.: Las adjudicaciones y contratos que se celebren para la realización de obras o
adquisiciones cuyo monto excluidas las reservas de ley, no exceda de once millones de pesos ($
11.000.000), serán suscriptos por los directores de la repartición.
Dentro de los dos (2) días hábiles de la notificación del señor Fiscal de Estado, se notificará
personalmente, por cédula o por telegrama colacionado al adjudicatario, quien deberá concurrir a la
repartición a firmar el contrato dentro de los treinta (30) días corridos y contados desde el siguiente al de
notificación.
NOTA: Los montos establecidos en el artículo 26° han sido suprimidos por Decreto 1.907/85. Rige el valor
de 400 m2.
ARTICULO 27º .Ley: (modificado por Ley 6.757-T.O. por Dec. 6078/72-art. 26°). El adjudicatario para
firmar el contrato, afianzará el cumplimiento de su compromiso mediante depósito en dinero en efectivo,

61
títulos, letras de Tesorería o certificados de deuda en la forma que determine el Poder Ejecutivo, fianza
bancaria o póliza de seguro, no inferior al cinco por ciento (5%) del monto contractual.
Este depósito se podrá formar integrando la garantía prevista en el artículo 16° y su monto permanecerá
inalterado hasta la recepción definitiva.
Las garantías a que se refiere el párrafo anterior podrán convertirse entre sí previa conformidad del
ministerio respectivo o autoridad competente. La fianza bancaria será convertible si los términos de la
misma así lo establecieran.
ARTICULO 27º .Reg.: (mod. por Dec. 1.833/83). Las fianzas del contrato prestadas por cualquiera de los
medios establecidos en la Ley, serán aceptadas por sus valores escritos.
Sin perjuicio de ello, las garantías de oferta, de contrato, de sustitución del fondo de reparo, de anticipos,
anticipos financieros, acopio de materiales o cualesquiera que pudiere prestarse con motivo de la ejecución
de una obra pública deberán actualizarse trimestralmente, conforme los índices suministrados por el
Instituto Nacional de Estadística y Censos, para el costo de la construcción. Se tomarán como base, los
índices del mes inmediato anterior al de su emisión y el del inmediato anterior a su fecha de actualización.
En las fianzas bancarias o pólizas de caución, tal compromiso deberá constar en la fianza o póliza, sin
limitación alguna, hasta el momento de su efectivo pago. Su omisión, será asimismo causal de rechazo.
Exceptúase de lo establecido precedentemente, las garantías constituidas en dinero efectivo o títulos
provinciales.
Será obligación de las Reparticiones, la inserción literal del presente artículo, en todos los Pliegos de
Bases y Condiciones pero su omisión -sin perjuicio de la responsabilidad administrativa que genere- no
liberará a los oferentes y contratistas del cumplimiento de esta disposición, ni eventualmente, para el
supuesto de errónea aceptación, al fiador de las obligaciones emergentes de este artículo.
Las garantías constituidas en dinero efectivo serán actualizadas en la misma forma por las reparticiones,
únicamente en caso de afectación y hasta el monto de dicha afectación.
Las representadas mediante títulos, letras de tesorería o certificados de deuda, no liberarán al contratista
de las diferencias que pudieren emerger por actualización de los créditos conforme lo establecido
precedentemente y hasta el monto real del crédito.
ARTICULO 28º .Ley: Una vez firmado el contrato, el contratista presentará el plan de trabajo que deberá
sujetarse a lo establecido en la reglamentación.
ARTICULO 28º .Reg.: El contratista presentará el plan de trabajos a que se sujeta la ejecución de la obra
dentro de los diez (10) días desde la fecha de la firma del contrato, transcurrido el cual se aplicará una
multa igual al 1% del monto de la garantía del contrato por cada día de mora. Esta deberá hacerse efectiva
en el acto de presentación del plan de trabajos, sin cuyo requisito no será aceptado. El importe de la multa
se depositará en el Banco de la Provincia de Buenos Aires en la cuenta "Tesorería General de la Provincia
de Buenos Aires o/ Contador y Tesorero de la Provincia", agregándose la constancia del mismo a las
actuaciones pertinentes.
La repartición observará el plan de trabajos cuando:
a) No fuera técnicamente conveniente.
b) Interrumpiera cualquier servicio público sin motivos insalvables.
Cuando mediaren observaciones, las que deberán ser puntualizadas por la repartición, el contratista
deberá presentar un nuevo plan de acuerdo a ellas dentro de los cinco (5) días hábiles de notificado.
En caso de persistir las observaciones, el contratista se hará pasible de las penalidades establecidas en el
primer párrafo de este artículo, desde la fecha de presentación del nuevo plan de trabajos ajustado a las
observaciones de la repartición hasta su aceptación definitiva.
No se iniciará la obra sin aprobación previa del plan de trabajos, la que deberá producirse por la
repartición en un plazo no mayor de cinco (5) días hábiles, en cuyo defecto y no mediando observación
quedará consentido.
Cuando a juicio de la repartición la importancia de la obra lo justifique, en el Pliego de Bases y
Condiciones se establecerán las exigencias de la presentación del Plan de Trabajos acompañado de un
diagrama de camino crítico.
ARTICULO 29º .Ley: El plazo de ejecución empezará a correr desde la fecha de replanteo parcial o total
según ser pertinente, o cuando éste no corresponda, desde la oportunidad que fije el Pliego de Bases y
Condiciones.

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ARTICULO 29º .Reg.: Vencidos los términos establecidos en el primero y cuarto párrafo del artículo 28° de
esta Reglamentación, la repartición emplazará al contratista para que dentro del término de cinco (5) días
hábiles se inicie el replanteo de la obra. En el caso de replanteo de la obra. En el caso de replanteos
parciales, el plazo de ejecución se computará desde la fecha del primer replanteo.
Estas operaciones se harán con la presencia del representante técnico del contratista; su no comparecencia
se multará conforme a lo que se establezca en el Pliego de Bases y Condiciones.

Decreto-ley 7764/71. Ley de contabilidad:


TÍTULO III
CONTRATACIONES
*ARTÍCULO 25°: Todo contrato se hará por licitación pública cuando del mismo se deriven gastos y por
remate o licitación pública cuando se deriven recursos.
· Ver Capítulo II de la Ley 10.867.
ARTICULO 25° BIS: (Incorporado por Ley 12.496) En todos los procedimientos de contratación
-Licitación Pública, Licitación Privada o Contratación Directa- regirá el principio de prioridad de
contratación a favor de personas físicas o jurídicas argentinas, siempre que se trate de productos, servicios y
bienes producidos o elaborados en el ámbito del territorio nacional y se configuren similares condiciones en
cuanto a precio y calidad con respecto a ofertas realizadas por personas físicas y/o jurídicas extranjeras o
nacionales, por productos, bienes y servicios producidos o elaborados fuera del territorio argentino.
Asimismo, como mínimo el quince (15) por ciento de las contrataciones deberá recaer en micro, pequeñas y
medianas empresas, así como en consorcios y otras formas de colaboración integradas por las mismas,
conforme lo determine la reglamentación.
ARTÍCULO 26°: (Decreto-Ley 9.178/78, Ley 11.134, Ley 11.291) Ley 11.275. No obstante lo expresado en
el artículo 25, podrá contratarse:
1. (Monto establecido por Decreto 2334/03) Por licitación privada cuando el monto de la operación no
exceda de $ 400.000.
2. (Monto establecido por Decreto 2334/03) Hasta $ 400.00 según lo reglamenta el Poder Ejecutivo.
3. Directamente.
a) Entre reparticiones oficiales, nacionales, provinciales o municipales y entidades en las que dichos
Estados tengan participación mayoritaria;
b) Cuando la licitación pública o privada o el remate resultaren desiertos o no se presentaren ofertas válidas
admisibles o convenientes;
c) Por razones de urgencia o emergencia imprevisible;
d) Para adquirir bienes cuya fabricación o propiedad sea exclusiva de quienes tengan privilegio para ello o
que sólo posea una determinada persona o entidad y no hubiera sustituto conveniente;
e) Las compras y locaciones que sean menester efectuar en países extranjeros, siempre que no sea posible
realizar en ellos la liquidación;
f) La compra de bienes por selección o en remate público previa fijación del monto máximo a abonarse en
la operación;
g) Cuando hubiere notoria escasez de los elementos a adquirir;
h) La contratación de artistas, técnicos y/o sus obras;
i) La reparación de motores, máquinas y aparatos en general y la compra de vehículos, automotores y su
reparación;
j) Cuando las circunstancias exijan que las operaciones del Gobierno se mantengan secretas;
k) La publicidad oficial;
l) (Ley 12.012) La compra, locación, arrendamiento y los contratos de locación financiera con opción
acordada de compra (leasing) de inmuebles
m) Los servicios periódicos de limpieza y mantenimiento de bienes para el funcionamiento de las
dependencias del Estado o para prestaciones a cargo del mismo;
n) Cuando los bienes o servicios sean limitados a experimentación, investigación o simple ensayo;
o) Trabajos de impresión y la compra y venta de publicaciones;
p) La venta de productos perecederos y los destinados al fomento económico o la satisfacción de
necesidades sanitarias, siempre que la misma se efectúe directamente a los usuarios;

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q) Cuando se trate de bienes cuyos precios sean determinados por el Estado Nacional o Provincial;
r) La venta de bienes en condición de rezago a instituciones de bien público reconocidas por organismos
dependientes del Estado Provincial o Municipal;
s) Cuando se entreguen bienes muebles o semovientes a cuenta de precio;
t) ( Ley 11.134 y 11.292) La compra de bienes y/o contratación de servicios producidos por Talleres
Protegidos y toda otra instancia Protegida de producción debidamente habilitada, registrada y supervisada
por el Ministerio de Salud Pública y Acción Social o aquél que haga sus veces.
(Ley 11.275) En los supuestos de contratación de los incisos h) y n) las Universidades Nacionales con
asiento en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, tendrán el carácter de Cuerpos Consultores y
Asesores Preferenciales.
ARTÍCULO 26° bis: (Ley 11.621) En los supuestos de los incisos 1, 2 y 3 apartados b), c), d), e), g), i), k),
l), m), n), o) p y s) del artículo 26, se podrá adquirir bienes y/o servicios, bajo las siguientes condiciones:
1. Los bienes y/o servicios aludidos deberán ser adquiridos a fabricantes, productores, importadores
directos exclusivos de los bienes que comercializan y hacedores de los servicios que prestan salvo
imposibilidad o negativa de los mismos, carencia y/o inexistencia de proveedores indicados
precedentemente, en cuyo caso se podrá contratar con comerciantes que se hallen ubicados en la escala
intermedia del proceso de comercialización. Tales como distribuidores cuyos objetivos sean comercializar
productos.
2. El precio por los bienes y/o servicios que el Estado contrate no podrá ser superior al valor tope que para
cada rubro establezca el organismo que determine la reglamentación, surgido de un estudio de mercado, para
el que tomará como referencia los importes de venta de fábrica, mayorista y minorista, considerando para su
fijación, los descuentos, bonificaciones, promociones, ofertas, reintegros, comisiones especiales, premios,
notas de crédito, y cualquier clase de beneficio en las ventas.
En el supuesto del inciso 3 apartado c) se podrá contratar superando el valor tope establecido, quedando
obligado el funcionario responsable interviniente que autoriza y aprueba la contratación, a publicar, dentro
de las cuarenta y ocho (48) horas, en el Boletín Oficial de la Provincia y en un diario o periódico que
asegure la mayor difusión del acto, el monto y las modalidades de la contratación.
3. Cuando los bienes y/o servicios tengan características especiales que no permitan la determinación del
precio en el mercado, se procederá de la siguiente manera:
a) Si los bienes y/o servicios fueren de fabricación nacional, el oferente deberá presentar un informe de
costos y rentabilidad.
b) Cuando los bienes y/o servicios no se fabricaren en el país, se añadirá el informe indicado en a),
fundamentación de las causas que impidan la sustitución por similares.
4. No será requisito excluyente la inscripción del oferente en el Registro de Proveedores del Estado,
debiendo los no inscriptos, al momento de cotizar, cumplir con los requisitos inherentes a las existencias de
dicho Registro.
5. El oferente deberá acompañar a su propuesta los antecedentes de su actividad empresaria, no menor de
dos (2) años, a fin de efectuar la valoración de mérito, tendiente a cumplir con eficacia el objetivo de la
contratación.
ARTICULO 26° TER: (Incorporado por Ley 12.496) En todos los casos en que se recurra al procedimiento
de Contratación Directa, el funcionario competente deberá asegurarse por todos los medios a su alcance, que
la contratación recaerá sobre la propuesta que ofrezca mejores condiciones en cuanto a precio y calidad de
entre los sujetos beneficiarios del principio de prioridad establecido en el artículo 25 bis, salvo casos de
inexistencia de producción o elaboración nacional de los productos, bienes y servicios requeridos y/o
imposibilidad material de provisión en tiempo y forma de los mismos.
La consulta al Registro Provincial de Microempresas del Ministerio de Producción será obligatoria para el
funcionario actuante. En caso de existir en el mismo empresas proveedoras de los productos, bienes y
servicios requeridos, la contratación deberá canalizarse con empresas inscriptas en dicho Registro, salvo
casos de notorias distorsiones de los precios ofrecidos por las mismas, así como por imposibilidad material
de entrega en tiempo y forma. Dichas situaciones deben ser debidamente comprobadas, bajo responsabilidad
del funcionario responsable de la dependencia contratante.

64
ARTÍCULO 27°: (Decreto-Ley 8.789/77). Los límites establecidos en los incisos 1) y 2) del artículo 26,
serán actualizados por el Poder Ejecutivo en función del índice nivel general de precios mayoristas
elaborado por el Organismo Técnico Nacional correspondiente.

ARTÍCULO 28°: (Texto Ley 12.496) El Poder Ejecutivo determinará las condiciones generales y
particulares para las Licitaciones de modo que favorezcan la concurrencia de la mayor cantidad de oferentes
conforme los principios de igualdad y prioridad de contratación establecidos en el artículo 25 bis.
En principio, las contrataciones recaerán sobre las propuestas de menor precio. En el caso de que concurran
personas físicas o jurídicas, micro, pequeñas y medianas empresas y asociaciones de Pymes, beneficiarias
del principio de prioridad del artículo 25 bis y empresas oferentes de productos, bienes o servicios
extranjeros, se deberá adjudicar a la oferta formulada por el oferente de productos, bienes y servicios
argentinos aunque supere hasta en un cinco (5) por ciento las ofertas presentadas por sujetos no beneficiarios
del principio referenciado.
Dicho porcentaje se ampliará hasta en un diez (10) por ciento cuando el producto o bien haya alcanzado
niveles de calidad mediante sello o certificado IRAM.
Las pautas a aplicar en la evaluación de las ofertas deberán estar previstas en los respectivos Pliegos de
Bases y Condiciones.
El Organismo contratante podrá rechazar la totalidad de las ofertas sin derecho a indemnización alguna.
ARTÍCULO 29°: El Poder Ejecutivo podrá autorizar en cada caso o mediante reglamentación general, la
realización de contrataciones anticipadas cuando así convengan conforme lo establecido en el artículo 16.
ARTÍCULO 30°: (Decreto-Ley 8.789/77). Los llamados a licitación pública o remate se publicarán durante
tres días como mínimo en el Boletín Oficial, sin perjuicio de otros medios que se consideren convenientes
para asegurar la publicidad del acto.
Las publicaciones se harán con una anticipación mínima de ocho días a la de apertura o realización de la
licitación pública o remate respectivamente, a contar desde al última publicación, o con veinte días si debe
difundirse en el exterior. Excepcionalmente, este término podrá ser reducido cuando la urgencia o interés del
servicio así lo requiera, pero en ningún caso podrá ser inferior a tres días, según se trate del país o del
exterior, respectivamente, debiendo constar los motivos en el acto administrativo que disponga el llamado.
ARTÍCULO 31°: (Texto Ley 12.496) En las licitaciones privadas se invitará preferentemente a personas
físicas y jurídicas con asiento principal de sus actividades y/o establecimiento productivo radicado en la
Provincia de Buenos Aires.
En el caso de concurrencia con empresas que ofrezcan bienes producidos en otra jurisdicción territorial, de
los sujetos señalados en el párrafo precedente, el Poder Ejecutivo podrá autorizar a adjudicar conforme las
pautas del párrafo segundo del artículo 28.
Las pautas de evaluación de las ofertas deberán estar previstas en Pliego de Bases y Condiciones del
llamado.
La invitación se efectuará con una antelación mínima de tres (3) días al acto de apertura. Dicho plazo podrá
reducirse en las mismas condiciones establecidas en el artículo 30 hasta veinticuatro (24) horas antes de la
apertura.
En el caso de inexistencia de empresas proveedoras de los productos, bienes y servicios requeridos con
asiento principal de sus actividades y/o establecimiento productivo en la Provincia de Buenos Aires, deberá
acreditarse tal circunstancia en el expediente de contratación, bajo responsabilidad del funcionario
competente. Del mismo modo se procederá en caso de imposibilidad material de provisión en tiempo y
forma al organismo requirente.
ARTÍCULO 32°: Cuando se disponga el remate de bienes de cualquier naturaleza, deberá fijarse
previamente un valor base que deberá ser estimado con intervención de las reparticiones técnicas que sean
competentes.
ARTÍCULO 33°: Las autoridades superiores de los Poderes del Estado determinarán los funcionarios que
autorizarán y aprobarán las contrataciones en sus respectivas sedes.
ARTÍCULO 34°: (Texto Ley 12.496) El Poder Ejecutivo reglamentará las condiciones que deberán reunir
las contrataciones, fijando números de empresas a invitar, uso de medios publicitarios, depósitos en garantía,
requisitos para la inscripción y permanencia en Registros, pautas para las preadjudicaciones y
adjudicaciones definitivas, muestras, normas de tipificación, normas y procedimientos de calidad,

65
condiciones para autorizar adjudicaciones en razón de la calidad de los productos, bienes o servicios
ofrecidos, así como para la aplicación del principio de prioridad establecido en el artículo 25 bis.
Deberá reglamentar dentro de los treinta (30) días de promulgada la presente mecanismo de información
pública a efectos de asegurar la transparencia de las contrataciones y la correcta aplicación del principio de
prioridad establecido en el artículo 25 bis. Dichos mecanismos deberán asegurar como mínimo la difusión
por medio de Internet y de otros medios avanzados de los programas de contrataciones, llamados a
licitaciones, compras y contrataciones efectuadas con indicaciones de cocontratantes, precios y demás
condiciones que permitan una adecuada información pública de las contrataciones del Estado Provincial.
ARTICULO 34 BIS : (Incorporado por Ley 12.496) En cualquiera de los supuestos previstos en los artículos
precedentes del Título 3, obstará a la adjudicación toda distorsión significativa de la oferta en relación con
precios de mercado del producto, bien o servicio ofrecido. La reglamentación establecerá el modo de
proceder para determinar la existencia o no de la distorsión.

Texto Ordenado del Decreto 3.300/72. Texto actualizado con las modificaciones introducidas por Decreto
3059/02.
REGLAMENTACIÓN DE LA LEY DE CONTABILIDAD 7.764
TÍTULO III
CONTRATACIONES (art 25 a 34 de la ley)
*ARTÍCULO 25°: Todo contrato se hará por licitación pública cuando del mismo se deriven gastos y por
remate o licitación pública cuando se deriven recursos.
· Ver Capítulo II de la Ley 10.867.
ARTÍCULO 25° BIS: (Incorporado por Ley 12.496) En todos los procedimientos de contratación -
Licitación Pública, Licitación Privada o Contratación Directa- regirá el principio de prioridad de
contratación a favor de personas físicas o jurídicas argentinas, siempre que se trate de productos, servicios y
bienes producidos o elaborados en el ámbito del territorio nacional y se configuren similares condiciones en
cuanto a precio y calidad con respecto a ofertas realizadas por personas físicas y/o jurídicas extranjeras o
nacionales, por productos, bienes y servicios producidos o elaborados fuera del territorio argentino.
Asimismo, como mínimo el quince (15) por ciento de las contrataciones deberá recaer en micro, pequeñas y
medianas empresas, así como en consorcios y otras formas de colaboración integradas por las mismas,
conforme lo determine la reglamentación.
ARTÍCULO 26°: (Decreto-Ley 9.178/78, Ley 11.134, Ley 11.291) Ley 11.275. No obstante lo expresado en
el artículo 25, podrá contratarse:
1. (Monto establecido por Decreto 2334/03) Por licitación privada cuando el monto de la operación no
exceda de $ 400.000.
2. (Monto establecido por Decreto 2334/03) Hasta $ 400.00 según lo reglamenta el Poder Ejecutivo.
3. Directamente.
a) Entre reparticiones oficiales, nacionales, provinciales o municipales y entidades en las que dichos Estados
tengan participación mayoritaria;
b) Cuando la licitación pública o privada o el remate resultaren desiertos o no se presentaren ofertas válidas
admisibles o convenientes;
c) Por razones de urgencia o emergencia imprevisible;
d) Para adquirir bienes cuya fabricación o propiedad sea exclusiva de quienes tengan privilegio para ello o
que sólo posea una determinada persona o entidad y no hubiera sustituto conveniente;
e) Las compras y locaciones que sean menester efectuar en países extranjeros, siempre que no sea posible
realizar en ellos la liquidación;
f) La compra de bienes por selección o en remate público previa fijación del monto máximo a abonarse en la
operación;169
g) Cuando hubiere notoria escasez de los elementos a adquirir;
h) La contratación de artistas, técnicos y/o sus obras;
i) La reparación de motores, máquinas y aparatos en general y la compra de vehículos, automotores y su
reparación;
j) Cuando las circunstancias exijan que las operaciones del Gobierno se mantengan secretas;
k) La publicidad oficial;

66
l) (Ley 12.012) La compra, locación, arrendamiento y los contratos de locación financiera con opción
acordada de compra (leasing) de inmuebles
m) Los servicios periódicos de limpieza y mantenimiento de bienes para el funcionamiento de las
dependencias del Estado o para prestaciones a cargo del mismo;
n) Cuando los bienes o servicios sean limitados a experimentación, investigación o simple ensayo;
o) Trabajos de impresión y la compra y venta de publicaciones;
p) La venta de productos perecederos y los destinados al fomento económico o la satisfacción de
necesidades sanitarias, siempre que la misma se efectúe directamente a los usuarios;
q) Cuando se trate de bienes cuyos precios sean determinados por el Estado Nacional o Provincial;
r) La venta de bienes en condición de rezago a instituciones de bien público reconocidas por organismos
dependientes del Estado Provincial o Municipal;
s) Cuando se entreguen bienes muebles o semovientes a cuenta de precio;
t) (Ley 11.134 y 11.292) La compra de bienes y/o contratación de servicios producidos por Talleres
Protegidos y toda otra instancia Protegida de producción debidamente habilitada, registrada y supervisada
por el Ministerio de Salud Pública y Acción Social o aquél que haga sus veces.
(Ley 11.275) En los supuestos de contratación de los incisos h) y n) las Universidades Nacionales con
asiento en el territorio de la Provincia de Buenos Aires, tendrán el carácter de Cuerpos
Consultores y Asesores Preferenciales.
ARTÍCULO 26° bis: (Ley 11.621) En los supuestos de los incisos 1, 2 y 3 apartados b), c), d), e), g), i), k),
l), m), n), o) p y s) del artículo 26, se podrá adquirir bienes y/o servicios, bajo las siguientescondiciones:
1. Los bienes y/o servicios aludidos deberán ser adquiridos a fabricantes, productores, importadores directos
exclusivos de los bienes que comercializan y hacedores de los servicios que prestan salvo imposibilidad o
negativa de los mismos, carencia y/o inexistencia de proveedores indicados precedentemente, en cuyo caso
se podrá contratar con comerciantes que se hallen ubicados en la escala intermedia del proceso de
comercialización. Tales como distribuidores cuyos objetivos sean comercializar productos.
2. El precio por los bienes y/o servicios que el Estado contrate no podrá ser superior al valor tope que para
cada rubro establezca el organismo que determine la reglamentación, surgido de un estudio de mercado, para
el que tomará como referencia los importes de venta de fábrica, mayorista y minorista, considerando para su
fijación, los descuentos, bonificaciones, promociones, ofertas, reintegros, comisiones especiales, premios,
notas de crédito, y cualquier clase de beneficio en las ventas.
En el supuesto del inciso 3 apartado c) se podrá contratar superando el valor tope establecido, quedando
obligado el funcionario responsable interviniente que autoriza y aprueba la contratación, a publicar, dentro
de las cuarenta y ocho (48) horas, en el Boletín Oficial de la Provincia y en un diario o periódico que
asegure la mayor difusión del acto, el monto y las modalidades de la contratación.
3. Cuando los bienes y/o servicios tengan características especiales que no permitan la determinación del
precio en el mercado, se procederá de la siguiente manera:
a) Si los bienes y/o servicios fueren de fabricación nacional, el oferente deberá presentar un informe de
costos y rentabilidad.
b) Cuando los bienes y/o servicios no se fabricaren en el país, se añadirá el informe indicado en a),
fundamentación de las causas que impidan la sustitución por similares.
4. No será requisito excluyente la inscripción del oferente en el Registro de Proveedores del Estado,
debiendo los no inscriptos, al momento de cotizar, cumplir con los requisitos inherentes a las existencias de
dicho Registro.
5. El oferente deberá acompañar a su propuesta los antecedentes de su actividad empresarial, no menor de
dos (2) años, a fin de efectuar la valoración de mérito, tendiente a cumplir con eficacia el objetivo de la
contratación.
ARTÍCULO 26° TER: (Incorporado por Ley 12.496) En todos los casos en que se recurra al procedimiento
de Contratación Directa, el funcionario competente deberá asegurarse por todos los medios a su alcance, que
la contratación recaerá sobre la propuesta que ofrezca mejores condiciones en cuanto a precio y calidad de
entre los sujetos beneficiarios del principio de prioridad establecido en el artículo 25 bis, salvo casos de
inexistencia de producción o elaboración nacional de los productos, bienes y servicios requeridos y/o
imposibilidad material de provisión en tiempo y forma de los mismos.

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La consulta al Registro Provincial de Microempresas del Ministerio de Producción será obligatoria para el
funcionario actuante. En caso de existir en el mismo empresas proveedoras de los productos, bienes y
servicios requeridos, la contratación deberá canalizarse con empresas inscriptas en dicho Registro, salvo
casos de notorias distorsiones de los precios ofrecidos por las mismas, así como por imposibilidad material
de entrega en tiempo y forma. Dichas situaciones deben ser debidamente comprobadas, bajo responsabilidad
del funcionario responsable de la dependencia contratante.
ARTÍCULO 27°: (Decreto-Ley 8.789/77). Los límites establecidos en los incisos 1) y 2) del artículo 26,
serán actualizados por el Poder Ejecutivo en función del índice nivel general de precios mayoristas
elaborado por el Organismo Técnico Nacional correspondiente.
ARTÍCULO 28°: (Texto Ley 12.496) El Poder Ejecutivo determinará las condiciones generales y
particulares para las Licitaciones de modo que favorezcan la concurrencia de la mayor cantidad de oferentes
conforme los principios de igualdad y prioridad de contratación establecidos en el artículo 25 bis.
En principio, las contrataciones recaerán sobre las propuestas de menor precio. En el caso de que concurran
personas físicas o jurídicas, micro, pequeñas y medianas empresas y asociaciones de Pymes, beneficiarias
del principio de prioridad del artículo 25 bis y empresas oferentes de productos, bienes o servicios
extranjeros, se deberá adjudicar a la oferta formulada por el oferente de productos, bienes y servicios
argentinos aunque supere hasta en un cinco (5) por ciento las ofertas presentadas por sujetos no beneficiarios
del principio referenciado.
Dicho porcentaje se ampliará hasta en un diez (10) por ciento cuando el producto o bien haya alcanzado
niveles de calidad mediante sello o certificado IRAM.
Las pautas a aplicar en la evaluación de las ofertas deberán estar previstas en los respectivos
Pliegos de Bases y Condiciones.
El Organismo contratante podrá rechazar la totalidad de las ofertas sin derecho a indemnización alguna.
ARTÍCULO 29°: El Poder Ejecutivo podrá autorizar en cada caso o mediante reglamentación general, la
realización de contrataciones anticipadas cuando así convengan conforme lo establecido en el artículo 16.
ARTÍCULO 30°: (Decreto-Ley 8.789/77). Los llamados a licitación pública o remate se publicarán durante
tres días como mínimo en el Boletín Oficial, sin perjuicio de otros medios que se consideren convenientes
para asegurar la publicidad del acto.
Las publicaciones se harán con una anticipación mínima de ocho días a la de apertura o realización de la
licitación pública o remate respectivamente, a contar desde al última publicación, o con veinte días si debe
difundirse en el exterior. Excepcionalmente, este término podrá ser reducido cuando la urgencia o interés del
servicio así lo requiera, pero en ningún caso podrá ser inferior a tres días, según se trate del país o del
exterior, respectivamente, debiendo constar los motivos en el acto administrativo que disponga el llamado.
ARTÍCULO 31°: (Texto Ley 12.496) En las licitaciones privadas se invitará preferentemente a personas
físicas y jurídicas con asiento principal de sus actividades y/o establecimiento productivo radicado en la
Provincia de Buenos Aires.
En el caso de concurrencia con empresas que ofrezcan bienes producidos en otra jurisdicción territorial, de
los sujetos señalados en el párrafo precedente, el Poder Ejecutivo podrá autorizar a adjudicar conforme las
pautas del párrafo segundo del artículo 28.
Las pautas de evaluación de las ofertas deberán estar previstas en Pliego de Bases y Condiciones del
llamado.
La invitación se efectuará con una antelación mínima de tres (3) días al acto de apertura. Dicho plazo podrá
reducirse en las mismas condiciones establecidas en el artículo 30 hasta veinticuatro (24) horas antes de la
apertura.
En el caso de inexistencia de empresas proveedoras de los productos, bienes y servicios requeridos con
asiento principal de sus actividades y/o establecimiento productivo en la Provincia de Buenos Aires, deberá
acreditarse tal circunstancia en el expediente de contratación, bajo responsabilidad del funcionario
competente. Del mismo modo se procederá en caso de imposibilidad material de provisión en tiempo y
forma al organismo requirente.
ARTÍCULO 32°: Cuando se disponga el remate de bienes de cualquier naturaleza, deberá fijarse
previamente un valor base que deberá ser estimado con intervención de las reparticiones técnicas que sean
competentes.

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ARTÍCULO 33°: Las autoridades superiores de los Poderes del Estado determinarán los funcionarios que
autorizarán y aprobarán las contrataciones en sus respectivas sedes.
ARTÍCULO 34°: (Texto Ley 12.496) El Poder Ejecutivo reglamentará las condiciones que deberán reunir
las contrataciones, fijando números de empresas a invitar, uso de medios publicitarios, depósitos en garantía,
requisitos para la inscripción y permanencia en Registros, pautas para las preadjudicaciones y
adjudicaciones definitivas, muestras, normas de tipificación, normas y procedimientos de calidad,
condiciones para autorizar adjudicaciones en razón de la calidad de los productos, bienes o servicios
ofrecidos, así como para la aplicación del principio de prioridad establecido en el artículo 25 bis.
Deberá reglamentar dentro de los treinta (30) días de promulgada la presente mecanismo de información
pública a efectos de asegurar la transparencia de las contrataciones y la correcta aplicación del principio de
prioridad establecido en el artículo 25 bis. Dichos mecanismos deberán asegurar como mínimo la difusión
por medio de Internet y de otros medios avanzados de los programas de contrataciones, llamados a
licitaciones, compras y contrataciones efectuadas con indicaciones de cocontratantes, precios y demás
condiciones que permitan una adecuada información pública de las contrataciones del Estado Provincial.
ARTÍCULO 34 BIS : (Incorporado por Ley 12.496) En cualquiera de los supuestos previstos en los artículos
precedentes del Título 3, obstará a la adjudicación toda distorsión significativa de la oferta en relación con
precios de mercado del producto, bien o servicio ofrecido. La reglamentación establecerá el modo de
proceder para determinar la existencia o no de la distorsión.

ANEXO III
REGLAMENTO DE LAS CONTRATACIONES

Texto Ordenado del Decreto 3.300/72 (Artículos 25 al 34 de la Ley)


CAPÍTULO I
- Fijación de montos límites
- Autorización y aprobación de contrataciones
ARTÍCULO 1°: (Decretos 4.497/74, 790/76, 1.842/77). Establécense los siguientes importes límites para las
contrataciones a que se refieren los artículos 25 y 26 de la Ley de Contabilidad 7764:
Licitación Pública (o remate público se trate de ventas).
Más de $ 165.200,00
Licitación Privada hasta $ 165.200,00
Contratación Directa hasta $ 16.520,00
ARTÍCULO 2°: (Decretos 4.497/74, 790/76, 5.028/76, 624/77, 1.842/77, 2.501/78, 204/83 y 3.378/84). El
Poder Ejecutivo autorizará las contrataciones superiores a pesos 649.320,00, las que serán aprobadas por los
Ministerios, Secretario General de la Gobernación y titulares de los Organismos de la Constitución.
Las contrataciones hasta $ 649.320,00 serán autorizadas y aprobadas por los Ministros, Secretario de la
gobernación y titulares de los Organismos de la Constitución pudiendo delegar en los Directores Generales
de Administración y/o Directores de Administración Contable la autorización y aprobación hasta las sumas
de $ 165.200,00 y $ 327.380,00, respectivamente; pudiendo además, delegar en funcionarios de menor
jerarquía las facultades de autorización y aprobación hasta la suma de $4.006,80, importe que podrá
ampliarse hasta $ 165.200,00 cuando se trate de dependencias del interior.
ARTÍCULO 3°: (Decretos 4.497/74, 790/76, 1.842/77, 2.501/78, 204/83, 3378/84). El Poder Ejecutivo
autorizará y aprobará las contrataciones directas en los casos previstos por los apartados a) a l) a s) del inciso
3° del artículo 26 de la Ley 7764, cuando excedan de $ 324.380,00.
Hasta la suma de $ 324.380,00 autorizarán y aprobarán los Ministros, Secretario General de la Gobernación
y titulares de los Organismos de la Constitución, quienes podrán delegar en los Directores Generales de
Administración y/o Directores de Administración Contable la autorización y aprobación hasta la suma de $
165.200,00 y en otros funcionarios de menor jerarquía cuando el importe no exceda de $ 38.763,90.
ARTÍCULO 4°: En los Organismos Descentralizados, la autorización y aprobación será dispuesta por las
autoridades que sean competentes según la respectiva Ley y su reglamentación.

CAPÍTULO II

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- Licitación o Remate Público y Licitación Privada
1. Requisitos que deban contener los pedidos de contrataciones.
ARTÍCULO 5°: Las contrataciones serán requeridas por escrito por los Organismos interesados, los que
determinan, como mínimo, lo siguiente:
a) La especie, calidad y cantidad del objeto motivo de la contratación;
b) Su costo o valor de venta estimados,
c) Destino o aplicación;
d) Plazo máximo de cumplimiento del contrato; si dicho plazo obligara a una contratación directa, deberá
fundamentarse la causal de excepción;
e) Todo antecedente de interés para mejor apreciar lo solicitado y fijar con precisión, cuando corresponda, la
imputación del gasto.
ARTÍCULO 6°: Previamente a la iniciación de la gestión de contrataciones de elementos a importar, se
cumplimentarán las normas específicas en vigor sobre la materia.
ARTÍCULO 7°: (Decreto 853/77). Los organismos agruparán los pedidos de contrataciones habituales a sus
servicios con la debida anticipación, de tal manera que ellos se formalicen en una sola vez para cada
ejercicio o por períodos, según convenga, además los pedidos deberán efectuarse por renglones afines o de
un mismo rubro comercial. Los elementos a vender serán ofertados por unidad o por lotes.
2. Publicidad – Invitaciones
ARTÍCULO 8°: (Decreto 5.283/76 y 3.228/90). Las licitaciones públicas o remates públicos serán
anunciados mediante la inserción de avisos en los órganos de prensa de acuerdo a lo siguiente:
a) Se publicarán avisos en el Boletín Oficial de la Provincia y por lo menos en un diario o periódico que
asegure la mayor difusión y publicidad del acto, dentro de los plazos de anticipación fijados para el llamado;
b) Los avisos deberán contener: nombre del Organismo que realizará el acto, con al indicación que es de la
Provincia de Buenos Aires, y de la Repartición a que corresponda, objeto o motivo de la licitación o remate,
lugares donde pueden retirarse o consultarse los pliegos de bases y condiciones; lugar de exhibición de los
bienes objetivos de venta, lugar de presentación de la oferta y lugar, días y hora de apertura de propuestas;
c) Las publicaciones en el Boletín Oficial se efectuarán por el término y con las anticipaciones a que alude el
artículo 30 de la Ley. Toda publicación en otro medio de difusión, se efectuará por el término de (1) día,
pudiendo extenderse dicho plazo de conformidad al artículo 30 de la Ley cuando la envergadura de la
contratación lo requiera.
ARTÍCULO 9°: (Decreto 1.953/91). Además de la publicidad a que alude el artículo anterior, podrán
utilizarse otros medios de difusión, como así también deberá enviarse, con la anticipación que exige el
artículo 30, un ejemplar del pliego de cada licitación a las entidades que nuclean a los proveedores para ser
consultados por los interesados.
ARTÍCULO 10°: En las actuaciones correspondientes se acumulará la certificación expedida por la oficina
respectiva, en la que conste haber extendido y remitido las órdenes de publicidad a que se refiere el artículo
8° con indicación del nombre de los diarios, localidad y días de publicación ordenados.
Además se acumularán los comprobantes de remisión por carta certificada o en forma personal, de las
invitaciones que se determinan en los artículos 11 y siguientes.
ARTÍCULO 11°: (Decreto 2.501/78). Sin perjuicio de los avisos a que se refiere el artículo 8° en las
licitaciones o remate público se invitará a concurrir a un mínimo de diez (10) firmas del ramo que se licite,
inscriptos en el Registro de Proveedores y Licitadores, o a las que hubiere cuando el número sea menor.
Igualmente podrá invitarse a firmas no inscriptas en las condiciones determinadas en el artículo 95 de este
reglamento. En los casos de nuevos llamados, entre las firmas invitadas deberán incluirse a aquellas que
hubieran concurrido inicialmente.
ARTÍCULO 12°: Para participar en las licitaciones privadas se invitará como mínimo a cinco (5) firmas del
ramo inscriptas en el Registro de Proveedores y Licitadores o a las que hubiere si el número fuere menor,
con la anticipación a que alude el artículo 31 de la Ley.
Igualmente, se podrá invitar a firmas no inscriptas, en las condiciones determinadas en el artículo 94 de este
reglamento.
3. Cláusulas generales y particulares.
ARTÍCULO 13°: (Decreto 1.842/77). Las licitaciones públicas y privadas se regirán por las cláusulas
generales de los pliegos tipos, que a prueba el Poder Ejecutivo.

70
ARTÍCULO 14°: (Decreto 1.842/77). Las cláusulas particulares integrarán también el Pliego de Bases y
Condiciones y serán aprobadas por las autoridades facultadas para autorizar las licitaciones, debiendo
contener como mínimo los siguientes datos:
A)
a) Lugar de presentación de la propuesta y lugar, día y hora de la apertura del acto;
b) La especie, calidad, cantidad y/o condiciones especiales del objeto a contratar.
Estas serán establecidas en forma precisa e inconfundible, con nomenclatura y caracteres científicos y
técnicos correspondientes, salvo los artículos cuya tipificación y catalogación estuvieran aprobados, en cuyo
caso sólo será suficiente indicar el número de código correspondiente. Además contendrán toda otra
especificación que deban reunir los efectos o servicios a contratar.
Salvo casos especiales originados en razones científicas, técnicas o de probada conveniencia de servicio, no
deberá pedirse marca determinada, quedando entendido que si se menciona “marca o “tipo”, será l solo
efecto de señalar características generales del objeto pedido, sin que ello implique que no podrán proponerse
artículos similares, de otras marcas o tipos.
c) Requerimiento de presentación de muestras, cuando se considere indispensable con indicación de
cantidad, tamaño, etc., según corresponda. En casos especiales podrá indicarse la consulta de una muestra
patrón existente en la Repartición, expresándose lugar, días y hora en que podrá ser vista.
d) Plazo de Mantenimiento de la propuesta.
e) Plazo de cumplimiento del contrato.
f) Lugar de entrega, debiendo determinarse si los gastos de fletes, acarreos y descargas, son por cuenta del
adjudicatario.
g) Cuando se ofrezca la locación de inmuebles, arrendamiento o concesiones de inmuebles o lugares, del
dominio del Estado, se determinará en las cláusulas particulares de los respectivos pliegos, además de la
forma de pago, el período durante el cuál se concederá el usufructo de aquéllos, pudiendo establecerse
opción para sus prórrogas. Además, podrá darse preferencia al ocupante inmediato anterior, que hubiere
cumplido con sus obligaciones contractuales.
En las cláusulas particulares de los respectivos pliegos se establecerán, en todos los casos, las condiciones en
que se otorgará dicha preferencia.
Si los elementos fueran a importarse, deberán establecerse las demás condiciones que regirán la
contratación.
Podrán incluirse alternativas de cotización que, extendido el o los plazos de entrega mejores los precios.
Para los remates públicos, las cláusulas contendrán, como mínimo, los siguientes datos:
B)
a) Lugar, día y hora de realizarse el remate;
b) Martillero u oficina interviniente y lugar y días de exhibición de los elementos a rematar;
c) Importe de la base de los elementos a rematar;
d) Tiempo y forma en que deberán pagarse los elementos rematados, como así también la comisión de Ley;
e) Plazo para retirar los elementos rematados, posesión o transferencias de dominio según corresponda.
4. Presentación de propuestas.
ARTÍCULO 15°: (Decreto 1.842/77). Las propuestas serán presentadas por duplicado en sobre cerrado en el
que se consignará:
a) Organismo contratante y domicilio;
b) Número de expediente y número de licitación;
c) Fecha y hora de la apertura.
Las propuestas estarán escritas preferentemente a máquina y cada hoja será firmada por el proponente,
pudiendo ser presentadas personalmente hasta el día y hora fijados para la apertura del acto.
Los duplicados de las propuestas no se acumularán en las actuaciones y se reservarán en la Repartición hasta
tanto se resuelva el acto. La presentación de ofertas implica el conocimiento y aceptación del Pliego de
Bases y Condiciones y el sometimiento a todas sus disposiciones y a las de este reglamento, debiendo
hacerse constar expresamente esta circunstancia en el Pliego de Bases y Condiciones.
ARTÍCULO 16°: A cada propuesta deberá acompañarse:
a) El documento de garantía pertinente, cuando corresponda;
b) Descripción del objeto o servicio ofertado y catálogo si así correspondiere;

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c) El recibo de la muestra cuando hubiere sido presentada por separado.
ARTÍCULO 17°: (Decreto 2.501/78). En las propuestas se consignarán los domicilios real y legal de los
proponentes, siendo requisito indispensable que este último se fije en la Provincia de Buenos Aires,
sometiéndose expresamente a la justicia de la misma.
Asimismo, el oferente deberá consignar el número con que figura inscripto en el Registro de Proveedores y
Licitadores, aunque deriven de un acto licitatorio.
ARTÍCULO 18°: La cotización deberá ajustarse a las cláusulas generales y particulares y especificará:
a) El precio unitario y total de cada renglón, en números y en letras y en números por el total general de
la propuesta.
Este precio será neto-neto.
En el caso en que el total de cada renglón no responda al precio unitario del mismo, se tomará como base
este último para determinar el total de la propuesta;
b) Si se trata de productos de industria argentina o extranjera;
c) Si tiene envase especial y si el precio cotizado lo incluye, o en cambio si debe devolverse. En este último
caso, el flete y acarreo correrá por cuenta del adjudicatario.
ARTÍCULO 19°: El oferente podrá formular propuesta por todo o parte de lo licitado, y aún por parte del
renglón, como alternativa después de ofrecer por renglón, podrá ofertar por el total de los efectos sobre la
base de su adjudicación íntegra.
ARTÍCULO 20°: Cuando se hubiere previsto la aceptación de ofertas por elementos a importar, la
cotización podrá efectuarse en moneda extranjera.
En todos los casos la contratación se efectuará con la cláusula FOB, puerto de embarque, sin observación
(Decreto 9.272/65) y en la cotización, además del precio propuesto, se consignarán a título ilustrativo todos
los impuestos y gastos que correspondan.
En casos excepcionales, debidamente justificados, el Poder Ejecutivo podrá autorizar contrataciones que se
aparten de la cláusula citada.
ARTÍCULO 21°: (Decreto 4.920/75, 1.842/77, 2.501/78, 1.477/82, 204/88, 1.953/91 y 4.104/92). Los
precios en las ofertas que se presenten y en los contratos que se formalicen en la Administración Provincial
serán invariables y el pago por las contrataciones deberá efectuarse dentro de los 30 días de la fecha de
presentación de la respectiva factura.
En los contratos de tracto-sucesivo la Administración Provincial se reserva el derecho de limitarlos en los
casos de producirse, con relación a los precios de mercado, diferencias que perjudiquen sus intereses.
Si la Administración incurriera en mora, por la misma se pagarán intereses que se liquidarán desde el día
siguiente al vencimiento -según primer párrafo- hasta la puesta a disposición de los fondos, sobre los montos
netos libres de descuentos por penalidades de conformidad con el Artículo 71 del presente Reglamento, u
otros que correspondieren.
La tasa de interés a aplicar será la que paga el Banco de la Provincia para operaciones a 30 días. De
producirse variaciones en la misma, se tomarán los valores de los distintos tramos computándose como
última tasa la del tercer día anterior a la puesta a disposición de los fondos.
Los intereses por mora serán liquidados y abonados conjuntamente con el pago de la factura, por la
Tesorería General de la Provincia o Tesorerías Sectoriales.
Cuando la documentación de pago se hubiera ingresado a la Contaduría General de la Provincia con
posterioridad al plazo previsto en el segundo párrafo del artículo 67, dicho Organismo iniciará de oficio las
actuaciones sumariales que permitan deslindar responsabilidades por el perjuicio fiscal ocasionado por el
pago de intereses moratorios.
El presente tiene vigencia para las contrataciones cuyas ofertas se reciban a partir de la fecha de su
publicación.
5. Garantías.
ARTÍCULO 22°: (Decretos 811/73, 4.497/74, 259/77, 1.842/77). Las ofertas que excedan la suma de $
4.006,80 serán afianzadas por el proponente con importe no menor al 5 % de la misma. La garantía será
extendida en un pagaré a la vista, suscripto por quienes tengan el uso social o poder suficiente en su caso.
Los pagarés deberán contener la cláusula “Sin protesto” y consignar como lugar de pago el del domicilio de
la Repartición licitante, debiendo el librador fijar el mismo domicilio que el legal constituido en la oferta. La

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presentación de pagarés parcialmente en blanco, facultará al funcionario que preside el acto, a completarlos
de acuerdo con las pautas expuestas.
En los remates públicos la garantía será suplida por una seña en efectivo equivalente al 15% de la mayor
oferta. Este pago será recibido por el martillero u oficina interviniente, e integrará el precio de venta.
Estos requisitos no rigen para los Organismos nacionales, provinciales, municipales, Empresas del Estado o
Entidades en las que el Estado tenga participación mayoritaria.
ARTÍCULO 23°: Cuando la oferta se efectuare en moneda extranjera, el importe de la garantía se calculará
en base al tipo de cambio oficial vigente al día que se extienda. Si no existiere éste, el cálculo se hará sobre
el tipo de cambio del mercado libre comprador a la misma fecha. En todos los casos, el pagaré a la vista
deberá extenderse en moneda argentina.
ARTÍCULO 24°: (Decretos 7.458/72, 4.920/75, 1.842/77, 326/81 y 577/86). Previo a la adjudicación de una
propuesta afianzada en los términos del artículo 22, por un pagaré superior a la suma de $1.001,70, se
intimará al preadjudicatario para que dentro de los diez días -término que se adicionará al plazo de
mantenimiento de oferta-, reemplace el pagaré con cualesquiera de las siguientes formas de afianzamiento:
1. Dinero en efectivo o títulos públicos de la Provincia o de la Nación computables a su valor nominal, que
se depositarán en el Banco de la Provincia de Buenos Aires a orden conjunta con el Organismo contratante.
Los intereses de los mismos pertenecen al titular y no acrecentarán la garantía.
2. Fianza otorgada por las entidades facultadas para ello por la Ley Nacional 18.061, o póliza de seguro,
que deberá constituir al garante en fiador solidario ser extendida hasta el total cumplimiento del contrato y
con expresa renuncia a exigir interpelación judicial.
Dichas fianzas serán aceptadas por sus valores escritos.
Sin perjuicio de ello, tales garantías deberán actualizarse trimestralmente, conforme al índice de precios al
consumidor suministrado por el INDEC, tomándose como base los índices del mes inmediato anterior al de
su emisión y el del mes inmediato anterior a su fecha de actualización.
En las fianzas bancarias o pólizas de caución deberá tal compromiso constar expresamente, sin limitación
alguna, siendo su omisión causal de rechazo.
El incumplimiento de la obligación que impone este artículo en el plazo establecido, tendrá los efectos de
desistimiento de la oferta y el preadjudicatario se hará pasible de la penalidad prevista en el artículo 71,
apartado 1.
Asimismo, los preadjudicatarios de contratos con cláusula de pago anticipado a cuenta de precio, deberán
afianzar mediante alguna de las formas mencionadas precedentemente en el inciso 2, el cien por cien (100
%) como mínimo del importe a percibir en concepto de anticipo con los alcances del presente artículo y
reajustable en función de las variaciones de algunos de los índices específicos de precios elaborados por el
INDEC u Organismo Oficial que lo reemplace.
Las Direcciones de Administración Contable u oficinas que hagan sus veces, fijarán para cada caso en
particular el porcentaje de garantía. Asimismo y atento a la naturaleza de la contratación y formas de entrega
o prestación de servicios, podrán establecer cláusulas de liberación mensual de las sumas afianzadas en
proporción directa al cumplimiento del contrato.
ARTÍCULO 25°: En los casos de ejecución de garantías constituidas en títulos, el Estado tomará para sí
únicamente el importe necesario hasta integrar la garantía correspondiente, más los gastos que el
procedimiento le ocasione.
De existir sobrante, éste se restituirá al titular de la garantía, salvo que los daños ocasionados al Fisco por
incumplimiento del contrato se estimaran, en principio, superiores al importe de la garantía de la
adjudicación, en cuyo caso la procedencia y monto del reintegro, quedará suspendido a la determinación
definitiva del perjuicio ocasionado y decisión final de lo actuado, por vía administrativa o judicial.
En el caso que el producido de la ejecución de la garantía resultara insuficiente, el adjudicatario integrará la
diferencia en los plazos que determine la autoridad contratante.
ARTÍCULO 26°: Si hubiere de ejecutarse la garantía constituida en pagaré, el oferente o adjudicatario
contrae la obligación de levantar el mismo a su sola presentación por la Repartición, renunciando a oponer
cualquier excepción en caso de que se inicie acción por cobro del documento suscripto y se obliga a que,
cualquier reclamo que, desee intentar, lo entablará por la vía correspondiente, luego de su abono.
ARTÍCULO 27°: Resuelta la adjudicación, se procederá a devolver las garantías a quienes no resultaron
adjudicatarios una vez cumplido el requisito a que alude el artículo 24.

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Cumplido el contrato sin observaciones, se devolverán de oficio las garantías a los adjudicatarios.
ARTÍCULO 28°: (Decreto 5.750/76 y 1.953/91). Las firmas inscriptas en el Registro de Proveedores y
Licitadores, con una antigüedad en el mismo de tres (3) años, que no hubieran sido objeto de las sanciones a
que se refiere el artículo 96 de este Título, podrán solicitar a la Contaduría General de la Provincia, se les
exima de las obligaciones impuestas por los artículos 22 y 24 de este reglamento, hasta un máximo de pesos
$ 1.190,70 y pesos $ 604,80, de los respectivos montos de garantía en tanto éstos no excedan,
respectivamente, del 5% o 10% del patrimonio neto de la recurrente.
La presentación deberá acompañar balance actualizado de acuerdo con la legislación de revalúo contable
vigente y determinación del patrimonio neto, con la firma de Contador Público certificada. La Contaduría
General de la Provincia sobre la base de los datos de la presentación, con los que obren en su poder y otros
que considere conveniente requerir, procederá a otorgar el certificado de franquicia.
El certificado de franquicia caducará a los tres (3) años de su otorgamiento y en el caso de aplicarse algunas
de las sanciones previstas en el artículo 96, Título III.
La validez del certificado se mantendrá durante todo el término del contrato, aún cuando la franquicia
venciera con anticipación.
A los efectos de evaluar la solicitud a que se alude el primer párrafo, deberán considerarse los
apercibimientos aplicados en el último año, quedando prescriptos a los efectos de este artículo, todos los que
superen dicho plazo.
6. Muestras
ARTÍCULO 29°: Cuando lo exijan las cláusulas particulares deberá acompañarse muestra de los elementos
ofertados, las que serán presentadas con la propuesta.
Cuando las muestras, por sus características, no puedan presentarse en la forma que indica el párrafo
precedente, la Repartición contratante establecerá especialmente en las cláusulas particulares el lugar,
tiempo y condiciones en que deberán entregarse, extendiendo el pertinente recibo que el oferente deberá
adjuntar a su propuesta.
En los casos que expresamente se estipulen en las cláusulas particulares, el requisito de presentación de
muestra podrá no ser cumplimentado por aquellas firmas que al ofrecer un artículo, acompañen
documentación probatoria de que el mismo ha sido analizado por el LEMIT, debiendo constar el número de
análisis y su informe.
ARTÍCULO 30°: Si la Repartición tuviera muestra-patrón y así se estableciera en el Pliego, bastará al
oferente manifestar en su propuesta que lo ofertado se ajusta a la misma.
ARTÍCULO 31°: Las muestras que no haya sido necesario someter a un proceso destructivo para su examen
serán retiradas por los oferentes, en los plazos que se estipule. Vencido este plazo, sin que se hubiere
producido el retiro, pasarán a ser propiedad de la Repartición que licita, quien queda facultada para disponer
su uso, venta o destrucción.
ARTÍCULO 32°: Las muestras correspondientes a los artículos adjudicados quedarán en poder del
contratante para control de los que fueren previstos, salvo que su valor o características no permitieren su
retención, de lo que deberá dejarse constancia en la propuesta.
Una vez cumplido el contrato, las muestras serán devueltas conforme lo previsto en el artículo anterior.
7. Apertura de las propuestas - Aceptación o rechazo
ARTÍCULO 33°: En ese lugar, día y hora fijados para realizar el acto, se procederá a abrir las propuestas en
presencia de las autoridades de la Repartición contratante, de los proponentes que deseen presenciar el acto,
pudiendo la Contaduría General de la Provincia destacar un Contador Fiscal para que asista.
Si se tratare de licitaciones públicas, las propuestas serán abiertas por el Escribano General de Gobierno o
representante autorizado o, en ausencia, por el funcionario de mayor jerarquía de la Repartición licitante.
Pasada la hora fijada no se admitirán nuevas propuestas, aun cuando no hubiere comenzado la apertura de
los sobres.
ARTÍCULO 34°: La Repartición contratante comunicará con no menos de cinco (5) días de anticipación al
día del acto, su realización a la Contaduría General de la Provincia y a la Escribanía General de Gobierno,
cuando corresponda, a efectos de facilitar la concurrencia de funcionarios de las mismas. A la comunicación
pertinente acompañará un ejemplar del Pliego de Bases y Condiciones respectivo y de la resolución que
autorice el llamado.

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Donde hubiere Delegación de la Contaduría General de la Provincia, la comunicación se hará directamente
al Contador Fiscal Delegado.
ARTÍCULO 35°: Abiertas que sean las propuestas se efectuará un examen de las mismas, que estará a cargo
del Contador Fiscal o en su ausencia de las autoridades a que se refiere al artículo 33, debiéndose verificar el
cumplimiento de los requisitos conforme al Pliego respectivo, dejándose constancia de las observaciones
pertinentes.
ARTÍCULO 36°: (Decretos 1.842/77 y 549/80) - En el acta que se labrará del acto realizado, deberá constar:
a) Lugar, fecha y número de la licitación;
b) Cargo y nombres de los funcionarios presentes;
c) Número de orden de las propuestas;
d) Mayor importe de la oferta o la expresión “precios unitarios” si la misma no estuviera totalizada, como
asimismo, toda variante, descuento o alternativa que formulen los oferentes;
e) Monto de la garantía;
f) Observaciones al acto y aclaraciones, hechas por los funcionarios presentes o proponentes o sus
representantes.
El acta será firmada por los funcionarios asistentes y los oferentes que lo deseen.
ARTÍCULO 37°: (Decreto 2.501/78) - Durante el acto de apertura y con posterioridad al mismo podrán
solicitarse aclaraciones a los oferentes, las que en ninguna forma modificarán la propuesta original o las
bases de la contratación.
ARTÍCULO 38°: (Decreto 2.501/78) - Las únicas causas por las cuales debe rechazarse una propuesta en el
acto de apertura o con posterioridad, si no se hubiera advertido en el acto, son las siguientes:
a) Falta de garantía en los términos del artículo 22, o insuficiencia de la misma en un porcentaje superior
al 10%;
b) Toda enmienda o raspadura que no esté debidamente salvada por el oferente;
c) Las presentadas por las firmas excluidas o suspendidas del Registro de Proveedores y Licitadores;
d) Cuando se hallen condicionadas o se aparten de las cláusulas generales y/o particulares de los Pliegos
respectivos.
La insuficiencia de garantía menor al 10% y los requisitos establecidos en el artículo 17 del presente
reglamento, como asimismo los pagarés librados por el monto correcto pero no contengan los aspectos
establecidos en el artículo 22, segundo párrafo de esta reglamentación; deberán ser regularizados por los
oferentes dentro de las 48 horas de la notificación; caso contrario se tendrá por desistida la oferta con las
penalidades fijadas en este reglamento.
8. Preadjudicación
ARTÍCULO 39°: (Decreto 204/83, 3.378/84) - En cada Ministerio, Secretaria General de la Gobernación,
Organismos de la Constitución u Organismo Descentralizado existirá una o más Comisiones Asesoras de
Preadjudicación, formada como mínimo por tres (3) miembros, cuya composición, competencia y
funcionamiento serán determinadas por la respectiva autoridad jurisdiccional.
En ningún caso las Comisiones podrán ser integradas por funcionarios en quienes se delegare la autorización
y aprobación de contrataciones.
Cada Comisión Asesora de Preadjudicación contará, en calidad de miembro integrante, con un representante
de la respectiva Dirección de Administración Contable o dependencia que haga sus veces.
En casos particulares podrá sustituirse la Comisión Asesora de Preadjudicación por una Comisión Especial,
cuya integración se determinará en la resolución autorizante del llamado a licitación o con posterioridad al
acto, antes del estudio de las propuestas.
ARTÍCULO 40°: Cuando se trate de contrataciones para cuya apreciación se requieran conocimientos
técnicos o especializados, la Comisión podrá solicitar toda clase de informes y cualquier otro elemento de
juicio que sea necesario y las reparticiones técnicas de la Administración quedan obligadas a suministrarlos
a la brevedad.
ARTÍCULO 41°: Sin perjuicio de la opinión que emitan las Comisiones Asesoras de Preadjudicación, los
demás organismos intervinientes están obligados en materia de su competencia, a emitir opinión y requerir
otros informes que permitan a la Administración contratar en la forma que mejor convenga a los intereses
fiscales.

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Las preadjudicaciones que se decidan en base a informes producidos por reparticiones, comisiones o
funcionarios técnicos en la materia, se harán bajo la responsabilidad de los mismos.
ARTÍCULO 42°: Para el examen de las propuestas presentadas se confeccionará un cuadro comparativo de
precios y condiciones, agregándose las rechazadas y los motivos de exclusión.
ARTÍCULO 43°: Cuando la cotización se efectúe en moneda extranjera, se convertirá en pesos al cambio
oficial al día de la apertura de la licitación, a efectos de la comparación de ofertas. Si no rigiera tipo de
cambio oficial, el cálculo se hará sobre el mercado libre comprador a la misma fecha.
ARTÍCULO 44°: La preadjudicación se hará por el total licitado, por renglón o por parte de éste.
ARTÍCULO 45°: La preadjudicación recaerá siempre en la propuesta de menor precio, salvo la excepción a
que alude el artículo siguiente.
ARTÍCULO 46°: Por excepción podrá preadjudicarse por calidad, en cuyo caso se fundamentará que la
mejor calidad resulta conveniente a los intereses fiscales, no obstante la diferencia de precio.
ARTÍCULO 47°: El menor plazo de entrega ofrecido por los proponentes no se tendrá en cuenta para
valorar la oferta.

ARTÍCULO 48°: En caso de igualdad de precios y calidad entre dos o más ofertas, se llamará a los
proponentes a mejorar en remate verbal en la fecha que se establezca.
De no ser mejorado el precio cualquiera sea la circunstancia, se preadjudicará por sorteo.
Cuando los renglones igualados no excedan de $ 3,87 se preadjudicará por sorteo.
El sorteo se efectuará en presencia, si los hubiere, de los interesados, labrándose acta.
ARTÍCULO 49°: La preadjudicación, será hecha conocer a los proponentes en el lugar, día y hora que se
determine, la que no tendrá, respecto a los preadjudicatarios, efecto jurídico alguno. En el acto se les hará
conocer los cuadros comparativos de las ofertas. Los oferentes tendrán un plazo perentorio de tres (3) días
hábiles, a partir de dicha notificación, para formular las observaciones que estimen corresponder.
ARTÍCULO 50°: La autoridad facultada podrá contratar, podrá rechazar todas las propuestas o adjudicar
parte de los elementos licitados, sin que el adjudicatario tenga derecho a exigir indemnización o diferencia
de precio.
ARTÍCULO 51°: (Decretos 4497/74, 790/76, 1842/77, 2501/78, 866/83 y 2240/84) - La intervención de la
Contaduría General de la Provincia y de la Asesoría General de Gobierno, cuando corresponda, previo al
acto aprobatorio de las licitaciones, deberá ser gestionada directamente por las Direcciones de
Administración Contable, por intermedio de las delegaciones de dichos Organismos. De no existir
controversia, la citada intervención podrá efectuarse sin necesidad de dictamen o informe jurídico.
En los casos que corresponda la vista del Fiscal de Estado, las actuaciones le serán giradas directamente por
la Asesoría General de Gobierno.
Corresponderá se requiera dicha vista en los siguientes casos:
a) En las contrataciones directas cuando el importe de éstas sea superior al fijado para efectuar licitaciones
privadas.
b) En las licitaciones públicas y toda otra contratación, cuando el importe de las mismas sea mayor al
fijado por el artículo 3°, como atribución del Director de Administración Contable o funcionario que haga
sus veces.
ARTÍCULO 52°: (Decreto 2.501/78) - Producido el vencimiento del plazo de mantenimiento de la oferta, el
mismo quedará automáticamente prorrogado por el término de 15 días, salvo manifestación expresa del
oferente, efectuada con anterioridad al vencimiento.
Para el caso de que no pudieran resolverse las actuaciones dentro del plazo de mantenimiento de oferta, la
Repartición deberá solicitar un nuevo término de mantenimiento, dejando constancia en las actuaciones; la
falta de contestación expresa de los proponentes comportará su desistimiento.
9. Contrato - Cumplimiento y pago (los apuntes de Logar saltan este punto y pasan directamente al cap.III)
ARTÍCULO 53°: Resuelta la adjudicación por la autoridad competente, el contrato queda perfeccionado
mediante constancia de recepción de la orden de compra o provisión del adjudicatario.
Excepcionalmente podrá perfeccionarse el contrato mediante cualquier otra forma documentada de
notificación, debiéndose emitir posteriormente la respectiva orden de compra o provisión.
Forman parte del contrato:
a) El Pliego de Bases y Condiciones;

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b) Las ofertas aceptadas;
c) Las muestras presentadas según corresponda;
d) La adjudicación resuelta por la autoridad competente;
e) La orden de compra o provisión.
ARTÍCULO 54°: La orden de compra no deberá contener estipulaciones o no previstas en la documentación
que diera origen al contrato. En caso de errores u omisiones en el orden de compra, el adjudicatario deberá
ponerlo en conocimiento del Organismo que la expidió, con anterioridad a concretar la primera entrega
vinculada al contrato, sin perjuicio de cumplirlo conforme con las bases de la contratación y oferta
adjudicada.
ARTÍCULO 55°: Cuando así se hubiere previsto en las cláusulas particulares, el Organismo contratante,
previa aprobación de la autoridad competente, podrá:
a) Aumentar o disminuir el total adjudicado en el porcentaje que se establezca:
b) Prolongar el contrato por un término que no excederá de treinta (30) días, con o sin las modificaciones
comprendidas en el punto a).
La orden pertinente se emitirá con una anticipación de diez (10) días al de vencimiento de la vigencia del
contrato.
ARTÍCULO 56°: El contrato no podrá ser transferido ni cedido por el adjudicatario, sin la previa
autorización de la autoridad que aprobó la adjudicación.
ARTÍCULO 57°: Los adjudicatarios procederán a la entrega de los efectos ajustándose a la forma, fecha,
plazos, lugar y demás especificaciones establecidas en la documentación que integra el contrato.
ARTÍCULO 58°: Se entenderá por entrega inmediata, la orden a cumplirse dentro de los diez (10) días de
recibida la orden de compra por el adjudicatario.
ARTÍCULO 59°: Los recibos o remitos que se firmen en el momento de la entrada de los artículos a los
depósitos u oficinas destinatarias, tendrán el carácter de recepción provisional, sujeta a verificación
posterior.
ARTÍCULO 60°: La recepción definitiva se efectuará previa conformación con las especificaciones
contractuales, con las muestras tipo o presentadas y con los análisis pertinentes, si así correspondiera.
Cuando la adquisición no se haya realizado sobre la base de muestras, o no se haya establecido la calidad de
los artículos, queda entendido que éstos deben ser de los calificados en el comercio como de primera
calidad.
ARTÍCULO 61°: (Decreto 3.378/84) - Los Ministros, Secretario General de Gobernación y Titulares de los
Organismos de la Constitución u Organismos Descentralizados o los funcionarios de menor jerarquía en
quienes éstos deleguen sus facultades podrán designar, con carácter permanente o especial, comisiones o
inspectores que tendrán a su cargo el recibo de los elementos contratados y certificarán la recepción
definitiva.
Cuando ello no ocurriere, la recepción estará a cargo de los jefes de las oficinas o depósitos destinatarios.
Los funcionarios o empleados receptores serán responsables por las aceptaciones en que integran.
El certificado de recepción definitiva se entregará al proveedor, acumulándose copia autenticada en la
actuación de la licitación.
ARTÍCULO 62°: (Decreto 2.501/78). La recepción definitiva será resuelta en un plazo no mayor de cinco
(5) días hábiles al de la fecha de entrega, salvo cuando deban efectuarse análisis o pruebas especiales, en
cuyo caso el plazo no será mayor de 30 días. En el caso de que el trámite supere dicho plazo, los días que
excedan no serán tenidos en cuenta para la aplicación de la multa por mora, en el supuesto de que sean
rechazados los bienes entregados.
ARTÍCULO 63°: Los responsables de las recepciones informarán por escrito al superior de quien dependan,
las deficiencias observadas en el cumplimiento del contrato.
La Repartición interesada dispondrá la corrección de las mismas, no pudiendo aceptarse hasta tanto se ajuste
a las condiciones convenidas.
Dichos responsables requerirán directamente del proveedor la entrega de las cantidades que se hubieran
recibido en menos.
ARTÍCULO 64°: La recepción definitiva no libera al adjudicatario de las responsabilidades emergentes de
defectos de origen o vicios de fabricación que se adviertan con motivo del uso de los elementos entregados,

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durante el plazo de noventa (90) días contados a partir de la recepción, salvo que por índole de la
contratación se fijara un término mayor en las cláusulas particulares o en las ofertas.
El adjudicatario queda obligado a la reposición de los elementos en el plazo y lugar que se indique.
ARTÍCULO 65°: Cuando se trate de mercaderías rechazadas, el adjudicatario será intimado a retirarlas en el
término de treinta (30) días. Vencido el plazo, quedarán de propiedad del Estado sin derecho a reclamación
alguna y sin cargo, sin perjuicio de las sanciones a que dé lugar el incumplimiento del contrato.
ARTÍCULO 66°: Las facturas serán presentadas por los proveedores en la Repartición contratante o en la
Dependencia que al efecto se indique.
ARTÍCULO 67°: (Decreto 1.953/91). Las facturas correspondientes a previsiones o servicios contratados
serán conformadas, dentro de los diez (10) días de su presentación, por el Jefe de la Repartición contratante
o funcionario en quien delegue y bajo su responsabilidad e implicará que el adjudicatario ha dado
cumplimiento en tiempo y forma al contrato, no siendo necesario ningún otro elemento de prueba.
Cuando el pago deba efectuarse por intermedio de la Tesorería General de la Provincia, la respectiva
documentación deberá ser ingresada en la Contaduría General de la Provincia con cuatro (4) días hábiles
-como mínimo- de antelación a su vencimiento.
ARTÍCULO 68°: El plazo previsto en el artículo anterior será interrumpido cuando no se cumpliere, por
parte del proveedor, algún recaudo legal, administrativo de trámite.
ARTÍCULO 69°: Serán por cuenta del adjudicatario, cuando corresponda, los siguientes gastos, que serán
determinados en las cláusulas particulares de los respectivos Pliegos:
a) Sellado de contrato en la proporción correspondiente cuando fuere protocolizado;
b) Costo de análisis, en caso de ser rechazada una mercadería o servicio;
c) Costo de análisis o prueba y gastos pertinentes, realizados a requerimiento de los adjudicatarios, por su
desacuerdo con los ejecutados en oportunidad de la recepción de los elementos, siempre que los nuevos
análisis concuerden con los primeros;
d) Porcentaje determinado por la Ley 5.302, cuando se trate de material controlable por el LEMIT.
ARTÍCULO 70°: Igualmente serán por cuenta del adjudicatario la reparación o reposición, según
corresponda, de los elementos destruidos total o parcialmente, a fin de determinar si se ajustan, en su
composición o construcción, a los contratados, en el caso de que en esa forma se comprueben vicios o
defectos en los materiales o en su estructura. En caso contrario, los gastos pertinentes estarán a cargo de la
Repartición compradora.
ARTÍCULO 71°: (Decreto 853/77, 2.501/78, 548/90 y 1.953/91). El incumplimiento de las obligaciones
contraídas por los proponentes, preadjudicatarios o adjudicatarios, dará lugar a la aplicación de las
penalidades que a continuación se indican:
1. A las proponentes:
Por desistimiento parcial o total de la oferta dentro del plazo de mantenimiento: Pérdida proporcional o total
de la garantía, estando además a su cargo las diferencias de precio entre su propuesta y la que adjudique en
la misma contratación.
2. A los preadjudicatarios:
Por desistimiento parcial o total de su propuesta, o por no reemplazar el pagaré en los términos del artículo
24: Pérdida proporcional o total de la garantía; estando además a su cargo las diferencias de precios entre su
propuesta y la que se adjudique en el mismo acto licitatorio, siempre que hubiere otras ofertas válidas para
su adjudicación, o las que surjan de una nueva contratación a realizar con un tercero. En este último
supuesto, la diferencia de precios se calculará actualizando la propuesta desistida hasta la fecha de la nueva
cotización, mediante la fórmula de ajusta prevista en la licitación primitiva.
3. A los adjudicatarios:
a) Por entrega fuera de término: multa por mora, que resultará de aplicar sobre el valor de los elementos o
servicios entregados o cumplidos fuera de término, el doble del promedio de la Tasa de Interés Nominal
Anual Adelantado para Operaciones de Descuento a treinta (30) días del Banco de la Provincia de Buenos
Aires, vigente en el período de mora y proyectado para el tiempo en que subsista el incumplimiento.
En ningún caso esta penalidad podrá superar el 100% del valor contractual convenido y actualizado.
b) Por incumplimiento parcial o total del contrato: Pérdida proporcional o total de la garantía y diferencia de
precio a su cargo por la ejecución del contrato por un tercero; en todos los casos la nueva contratación será
efectuada inmediatamente -en la forma más rápida posible- asegurando una contratación conveniente sin

78
sujetarse a que se encontrare firme en la instancia administrativa en el acto que resuelva el contrato
primitivo, quedando la situación del primer adjudicatario a la decisión que se adopte en el acto a dictar. La
diferencia de precios se calculará actualizando la propuesta desistida hasta la fecha de la nueva cotización
mediante la fórmula de ajuste prevista en la licitación primitiva.
c) Cuando el contrato consista en la provisión periódica de elementos: Multa del 5% sobre lo que dejare de
proveer y diferencia de precios a su cargo por la provisión por un tercero, la cuál se efectuará de acuerdo a lo
establecido en el apartado anterior. La reincidencia en el período de ejecución del contrato producirá su
rescisión.
d) Por transferencia del contrato sin conocimiento de la autoridad competente: Pérdida de la garantía sin
perjuicio de las demás acciones a que hubiere lugar. Para el supuesto que la autoridad contratante acepte la
transferencia sin que se origine perjuicio fiscal, se aplicará apercibimiento.
e) Cuando el adjudicatario pro venta no retirara los elementos adquiridos, abonara sin previa intimación, una
multa diaria del 1% del valor de dichos elementos, aunque hubiere efectuado retiros parciales. En caso de no
proceder al retiro de los efectos adquiridos y abonados, dentro de los treinta (30) días de vencido el plazo
fijado, perderá todo derecho de propiedad sobre los mismos, sin recurso alguno y con pérdida total de la
garantía y del importe pagado.
f) Cuando se trate de concesiones de bienes o servicios, los pliegos de Cláusulas Particulares podrán fijar
penalidades especiales en reemplazo de las precedentes.
g) En todos los casos, las penalidades previstas en esta Reglamentación, se aplicarán sobre los valores
ajustados conforme a la cláusula contractual prevista.
ARTÍCULO 72°: (Decreto 548/80). Las penalidades antes establecidas no serán de aplicación cuando el
incumplimiento de la obligación obedezca a caso fortuito o fuerza mayor debidamente comprobadas y
aceptados por la autoridad que aprobó la contratación.
En caso fortuito o fuerza mayor deberán ser puestos en conocimiento del Organismo contratante dentro del
término de días (10) días hábiles de producidos. Si el vencimiento fijado para el cumplimiento de la
obligación fuera inferior a dicho plazo, la comunicación referida deberá efectuarse antes de las veinticuatro
(24) horas de dicho vencimiento.
La documentación probatoria de los hechos que se aleguen deberá presentarse al Organismo contratante
dentro del término de diez (10) días hábiles a partir de la fecha en que se puso en conocimiento la existencia
del caso fortuito o fuerza mayor.
El mismo Organismo, cuando el impedimento haya sido o sea de su conocimiento, podrá eximir al
proveedor de esta obligación.
Transcurridos los términos mencionados caducará todo derecho al respecto.
ARTÍCULO 73°: La mora se considerará producida por el simple vencimiento del plazo contractual sin
necesidad de interpelación judicial o extrajudicial.
Las multas serán de aplicación automática, sin necesidad de pronunciamiento expreso.
ARTÍCULO 74°: Las multas o cargos afectarán por su orden, a las facturas emergentes del contrato u otras
que estén al cobro o en trámite y luego a la garantía.

CAPÍTULO III
CONTRATACIONES DIRECTAS
ARTÍCULO 75°: (Decretos 2.501/78 y 3.654/93). Para las contrataciones directas a que se refiere el artículo
26 inciso 3° de la Ley 7764, establécese las siguientes normas a las que se ajustarán los pedidos de
contratación que se involucren en los apartados de excepción que se detallan:
1. Las circunstancias y motivos que permitan encuadrar las contrataciones en los apartados b), c), d), f), i),
j), m) y s), serán fundadas por el funcionario que los invoque.
2. Para las contrataciones encuadradas en el apartado g), las circunstancias deberán ser acreditadas por las
oficinas técnicas competentes.
3. Para las contrataciones encuadradas en el apartado h), se deberá documentar fundamentalmente la
necesidad de la especialización y los antecedentes que acrediten la capacidad técnica, científica o artística de
las empresas o personas a quienes se le encomiende la ejecución de la obra o trabajo.
4. Para la compra, locación o arrendamiento de inmuebles deberá considerarse como un elemento de juicio
la tasación efectuada por los organismos técnicos competentes.

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5. Cuando en los casos de apartado a) se trate de contrataciones de servicios de consultoría y estudio de
factibilidad de proyectos se recurrirá prioritariamente a las Universidades Nacionales con asiento en la
Provincia de Buenos Aires. En las actuaciones referidas a estas contrataciones deberá constar en forma
expresa la consulta al Registro.
ARTÍCULO 76°: (Decretos 4.497/74, 790/76, 1.842/77, 2.501/78 y 799/89). Para las contrataciones directas
hasta $ 16.520 deberán tenerse en cuenta las siguientes pautas:
1. La facultad de contratación directa no rige para las erogaciones que fuera menester ejecutar con destino a
la realización de un trabajo o servicios determinados, cuando el conjunto de las mismas supere la cantidad
de $ 16.520, aunque individualmente consideradas no excedan dicha cifra.
2. La repartición contratante deberá asegurarse por los medios a su alcance que la oferta cotizada sea más
conveniente de plaza a la fecha de contratación.
Para las contrataciones directas que no superen el importe de $ 4.706,10, la conformidad del titular de la
Repartición, prestada con su firma en la respectiva factura o en la planilla demostrativa de gastos, implica la
certificación de cumplimiento de las exigencias establecidas en este artículo.
3. En toda actuación administrativa se deberá verificar si existen oferentes inscriptos en el Registro de
Pequeñas Unidades Productivas que operen en el rubro objeto de la contratación.
Si el resultado de la referida verificación fuere negativo, el Organismo o Repartición quedará relevado de
contratar bajo este régimen. Existiendo firmas inscriptas en condiciones de cumplir el contrato, la
adjudicación dispondrá a favor de quien hubiere formulado la oferta más ventajosa.
ARTÍCULO 77°: (Decretos 1.842/77 y 2.501/78). Las contrataciones directas encuadradas en el artículo 26,
inciso 3°, excepto apartado k) de la Ley 7764 y en el artículo 1° de este reglamento, cuando superen la suma
de $ 4.706,10 serán regidas también como mínimo por las normas contenidas en los artículos 5°, 6°, 7° y 14°
apartado A), incisos b) a f) 16, 17, 18, 20 a 27, 29 a 32, 51, 53, 54, 56 a 74, sin perjuicio de la aparición de
los restantes artículos de este reglamento si así correspondiere o se estimare necesario y/o conveniente.

CAPÍTULO IV
LOCACIONES DE INMUEBLES
ARTÍCULO 78°: La locación de inmuebles para uso de la Administración Pública se ajustará a los
requisitos de la licitación pública o privada según corresponda, en cuanto sean aplicables, de acuerdo con el
monto de la erogación total que la misma demanda.
La autorización para locar, la adjudicación y los contratos serán aprobados por las autoridades que tienen
facultad para hacerlo en los actos antes mencionados, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 29 de la ley.
La autoridad contratante, para casos determinados, podrá introducir modificaciones de forma o agregar
nuevas cláusulas al Pliego Tipo de Contradicciones o al contrato tipo, siempre que ellas no afecten al interés
o el derecho del Fisco.
ARTÍCULO 79°: En todos los casos se hará saber públicamente las características principales y el radio de
ubicación del local requerido, mediante los avisos que dispone el Capítulo II acápite 2 de este reglamento.
ARTÍCULO 80°: En ningún caso se incluirán en los contratos cláusulas que obliguen al estado al pago de
impuesto, tasas o gravámenes de cualquier naturaleza que fueren existentes o futuros, que incidan sobre el
bien locado, los que serán por cuenta exclusiva de su propietario, a cuyo cargo estarán los gastos necesarios
para mantener el inmueble en buen estado de conservación.
Los gravámenes que se apliquen al inmueble, por razones del uso que le diere la Repartición de su
dependencia, durante la vigencia de aquél.
ARTÍCULO 81°: A los efectos del contrato, el locatario, será el Ministerio del cuál depende el Organismo
interesado, y en consecuencia, podrá utilizar el bien para cualquier Repartición de su dependencia, durante la
vigencia de aquél.
ARTÍCULO 82°: Los contratos serán suscriptos por el titular del Organismo interesado, una vez aprobado el
acto licitatorio por la autoridad competente.
ARTÍCULO 83°: Los contratos quedarán rescindidos de hecho sin lugar a reclamo de indemnización alguna
por parte del locador, cuando el Ministerio respectivo hubiere dispuesto su desocupación. La rescisión se
operará a partir del último día del mes en que ella hubiere decidido, pero será requisito indispensable la
entrega o consignación de las llaves del inmueble al locador, acto que se legalizará mediante acta que

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levantará la Repartición que utilice el bien locado y que será suscripta por el funcionario que autorice el
Titular de la misma y por el locador o quien lo represente.
ARTÍCULO 84°: En todos los casos en que se sustancie la locación de un inmueble, se acumularán como
elementos de juicio la valuación fiscal fijada a los efectos del impuesto inmobiliario, y el título que
justifique la calidad del locador.
ARTÍCULO 85°: En los contratos de locación se establecerá la opción para su prórroga por períodos
determinados, hallándose de conformidad las partes.

CAPÍTULO V
REGISTRO DE PROVEEDORES Y LICITACIONES
ARTÍCULO 86° En la Contaduría General de la Provincia funcionara un Registro de Proveedores y
Licitadores, donde se inscribirán quienes tengan interés en contratar con el Estado.
ARTÍCULO 87°: (Decreto 2.501/78). El Registro de Proveedores y Licitadores estará organizado y
ordenado en la forma en que la Contaduría General de la Provincia estime conveniente, debiendo contener
cada legajo individual los datos correspondientes que permitan conocer los antecedentes y actuaciones de
cada proveedor, pudiendo la Contaduría General de la Provincia requerir informes y documentaciones que
considere necesarias.
ARTÍCULO 88°: (Decreto 2.501/78). Para ser inscripto en el Registro se requerirá como mínimo:
a) Tener capacidad para obligarse;
b) Dar cumplimiento a lo establecido por el artículo 33 del Código de Comercio con excepción de aquellos
comerciantes que la Contaduría General de la Provincia lo considere innecesario por la importancia de sus
operaciones;
c) Tener casa de comercio o fábrica establecida en el país con habilitación municipal para comerciar en los
renglones en que desee operar, o ser productor agropecuario o minero, o representante o apoderado de
firmas establecidas en el extranjero, o proveedor de servicios.
d) Estar inscripto en la Caja de Previsión que corresponda;
e) Estar inscripto en los impuestos, tasas y contribuciones que correspondan;
f) Fijar domicilio legal en la Provincia de Buenos Aires.
ARTÍCULO 89°: (Decreto 2.501/78). No podrán inscribirse o permanecer inscriptos en el Registro:
a) Los corredores, comisionistas y en general los intermediarios que no cumplimenten el artículo 88, inciso
c) en su parte pertinente;
b) Los agentes al servicio del Estado y las firmas integradas totalmente por aquéllos o cuando estando
compuestas en forma parcial, alguno de sus integrantes sea socio-administrador o socio-gerente;
c) (Texto según Decreto 3059/02) Las empresas en concurso preventivo en caso de nulidad
incumplimiento o denegación de la homologación judicial del acuerdo preventivo, con quiebra declarada o
en proceso de liquidación societaria;
d) (Texto según Decreto 3059/02) Los inhibidos y los deudores morosos del Fisco, con excepción de la
inhibición general de bienes prevista en el artículo 14 inciso 7) de la Ley 24522,
e) Las personas físicas o jurídicas a quienes se les compruebe vinculación económica o legal con los
proveedores suspendidos o eliminados del Registro.
ARTÍCULO 90° (Decreto 2.501/78). La solicitud de inscripción al Registro se efectuará en los formularios
que al efecto proporcione la Contaduría General de la Provincia, previo pago del arancel correspondiente,
debiendo acompañar la documentación que cumplimente lo requerido en el artículo 88. La Contaduría
General de la Provincia podrá verificar los datos declarados y requerir toda la información que considere
necesaria. Podrá, asimismo, extender un certificado de inscripción en trámite, el que tendrá validez por 30
días.
ARTÍCULO 91°: (Decretos 1.842/77 y 2.501/78). La Contaduría General de la Provincia procederá a la
inscripción de aquellas solicitudes que hayan dado cumplimiento a los requisitos establecidos en el artículo
88 dentro de los 30 días de presentadas las mismas.

81
La Contaduría General de la Provincia comunicará mensualmente a las Direcciones de Administración
Contable u oficinas que hagan sus veces, las inclusiones que hubiere dispuesto en el Registro de
Proveedores y Licitadores y las exclusiones en forma inmediata.
Asimismo publicará mensualmente en el Boletín Oficial los movimientos de altas y bajas y sanciones,
quedando facultada a dar la información a la prensa.
ARTÍCULO 92°: Si la inscripción fuera rechazada, el pedido de reconsideración lo resolverá el Poder
Ejecutivo.
ARTÍCULO 93°: La Contaduría General de la Provincia llevará la nómina actualizada y en detalle de todos
los Organismos y entidades públicas, ya sean nacionales, provinciales o municipales y sociedades en que
haya participación del Estado, que puedan efectuar provisiones o prestar servicios a los Organismos de la
Administración Provincial, manteniendo relación permanente sobre posibilidades de comerciar en artículos
o maquinarias, etc., que redunden en beneficio fiscal.
ARTÍCULO 94°: (Decreto 2.501/78). Podrán formular ofertas y resultar adjudicatarias, las firmas que
hayan presentado su solicitud de inscripción en el Registro de Proveedores y Licitadores en los términos del
artículo 90 y a quienes la Contaduría General de la Provincia les haya otorgado el certificado de inscripción
en trámite.
ARTÍCULO 95°: (Decretos 799/89 y 1.953/91). Serán admitidas ofertas de proponentes no inscriptos en los
siguientes casos:
a) Cuando se trate de artistas, técnicos o profesionales;
b) Si las ofertas provienen de firmas extranjeras, sin agente o representante en el país;
c) Cuando se trate de locar, arrendar o comprar inmuebles;
d) En las ventas de bienes, arrendamientos y locación de inmuebles del Estado que efectúe la
Administración Provincial. En las concesiones cuando éstas se rijan por regímenes específicos de cualquier
naturaleza;
e) Cuando entre los proveedores inscriptos no se pueda obtener oferta válida de acuerdo a las normas
vigentes;
f) Cuando se trate de unidades productivas o de servicios inscriptos en el Registro de Pequeñas Unidades
Productivas.
ARTÍCULO 96°: (Decretos 5.750/76, 2.501/78, 548/80 y 1953/91). Los proveedores inscriptos serán
pasibles de las sanciones que se detallan a continuación por incumplimiento de sus obligaciones, sin
perjuicio de las previstas en el artículo 71:
a) Apercibimiento:
1. A los proponentes por desistimiento parcial o total de la oferta dentro del plazo de mantenimiento.
2. A los adjudicatarios por incumplimiento parcial o total del contrato; por su transferencia sin
reconocimiento de la autoridad competente; por efectuar entregas fuera de término en forma reiterada,
entendiéndose por reiterada la entrega en más de cuatro veces fuera de término dentro del período de un año,
cualquiera sea la Repartición adquirente, y por no retirar los elementos adquiridos.
En estos casos, la Contaduría General de la Provincia analizará previamente los antecedentes del proveedor,
tales como concurrencia a las licitaciones, cumplimiento de otros contratos, su conducta general, y demás
elementos de juicio que disponga.
3. Por la comisión de incorrecciones que no lleguen a constituir hechos dolosos.
b) Suspensión preventiva del Registro:
Cuando de los antecedentes que la sanción a aplicar pueda ser de suspensión o eliminación del Registro y sin
perjuicio de la prosecución de trámite tendiente a la aplicación de la sanción definitiva que correspondiere,
los inscriptos deberán ser suspendidos preventivamente del Registro. Dicha medida será adoptada por la
Contaduría General de la Provincia previo dictamen de la Asesoría General de Gobierno y no podrá durar
más de un (1) año.
c) Suspensión del Registro:
1. De cuatro (4) meses a un (1) año a las firmas que incurran en alguno de los incumplimientos previstos en
el inciso a) apartado (1), siempre que se hayan hecho pasibles de dos (2) apercibimientos en el período
inmediato anterior de un (1) año contado desde la fecha del nuevo incumplimiento.

82
2. De seis (6) meses hasta dos (2) años, a las firmas que incurran en alguno de los incumplimientos previstos
en el inciso a) apartados 2 y 3 dentro del período de un (1) año de habérseles aplicado un (1) apercibimiento
encuadrado en cualesquiera de estos apartados.
3. De dos (2) a tres (3) años, a las firmas que no cumplieren oportunamente con la intimación de hacer
efectiva la garantía o la obligación que la sustituya, o cuando no integraren, dentro del plazo que se hubiera
fijado, el importe de la diferencia en más que resulte de adjudicar a otra propuesta en la misma contratación
o ejecutar la postergación por un tercero según el caso, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 71.
4. De tres (3) a cinco (5) años a las firmas que dentro de los tres (3) años de habérseles aplicado una
suspensión por las causas previstas en los apartados 2 y 3 se les aplique una sanción de igual naturaleza y
origen.
La graduación de las penalidades de los distintos apartados que integran este inciso será efectuada por el
organismo de aplicación, para lo cual tendrá como elementos de juicio los antecedentes generales de la
firma, la conducta observada para el caso particular y la gravedad del perjuicio ocasionado al normal
funcionamiento de la Administración como consecuencia de los incumplimientos.
5. Cuando se le aplicare una sanción por parte de la Dirección Provincial de Comercio Interior y la misma se
encontrare firme, la Contaduría General de la Provincia dictará la correspondiente resolución en forma
automática y por plazo que la sanción de origen.
6. Los plazos en todos los casos, serán computados a partir de la fecha en que ha quedado firme el acto
administrativo que resulte antecedente para agravar la pena.
d) Eliminación del registro:
1. Cuando se comprobare la comisión de hecho dolosos;
2. Cuando se actualizare el legajo, una vez vencido el plazo que se le acuerde por intermedio de los
responsables del Registro;
3. Cuando dentro del plazo de diez (10) años se aplicare una tercera suspensión, La Contaduría General de la
Provincia y las Direcciones de Administración Contable o dependencias que hagan sus veces, al tomar
conocimiento de los hechos que den lugar a las sanciones previstas en este artículo, encuadrarán la conducta
del proveedor en base a tales previsiones y en el caso de las Direcciones de Administración Contable,
efectuarán la remisión de los antecedentes en forma inmediata, a la Contaduría General de la Provincia. Este
Organismo dará vista al interesado para que en el término de diez (10) días formule los descargos a que se
considere con derecho. Si, el inscripto imputado ofrece pruebas, las declaradas admisibles serán proveídas
respetándose el procedimiento fijado por el artículo 72 del Decreto Reglamentario de la Ley de Contabilidad
7764. Una vez formulado el descargo, vencido el término para hacerlo o proveídas las pruebas seguirán las
actuaciones a dictamen del Asesor General de Gobierno y vista del Fiscal de Estado.
ARTÍCULO 97°: (Decretos 377/82 y 1.953/91). Las firmas eliminadas del registro de Proveedores y
Licitadores podrán solicitar su reinscripción:
a) Cuando presenten su solicitud cumplimentando todos los requisitos en el caso previsto en el apartado 2,
inciso d) del artículo 96;
b) Cuando hubieren transcurrido cinco (5) años en los casos previstos en los apartados 1) y 3) del inciso d)
del artículo 96.
Los plazos determinados serán computados a partir de la fecha en que haya quedado firme en acto
administrativo que dispuso la eliminación del Registro.
ARTÍCULO 98°: (Decreto 377/82). El Contador General de la Provincia resolverá la solicitud presentada,
mediante resolución. Si la misma fuera denegada, el interesado la podrá reiterar cuando hayan transcurrido
como mínimo dos (2) años, a contar del momento en que el acto denegatorio haya quedado firme.
ARTÍCULO 99°: (Decreto 2.501/78). Cuando una firma no inscripta en el Registro incurra en las
transgresiones a que alude el artículo 96, será pasible de apercibimiento, suspensión o eliminación como
proveedor del Estado con los alcances que especifica el artículo 100.
ARTÍCULO 100°: (Decretos 5.750/76, 1.842/77 y 2.501/78). Las sanciones serán aplicadas por la
Contaduría General de la Provincia y alcanzarán a las firmas respectivas e individualmente a sus
componentes para futuras contrataciones y tendrán efecto, una vez firmes, en toda Administración
Provincial.

83
La Contaduría General de la Provincia deberá comunicar de inmediato a la Administración Provincial y
publicar mensualmente en el Boletín Oficial, la nómina de las firmas a las que se les hubiere aplicado
sanciones.

Régimen jurídico nacional:


Decreto 436/2000 (P.E.N)
Contrataciones del Estado. Reglamento

TITULO IV
PROCEDIMIENTOS DE SELECCION
CAPITULO I
CLASES DE PROCEDIMIENTOS
ARTICULO 20. — SELECCION DEL PROVEEDOR O COCONTRATANTE. La selección del proveedor
o cocontratante podrá realizarse de acuerdo con los siguientes procedimientos, según se definen en el
presente Reglamento:
a) Licitación o concurso.
b) Contratación directa.
c) Subasta o remate públicos.
ARTICULO 21. — CRITERIOS PARA LA ELECCION DEL PROCEDIMIENTO. La elección del
procedimiento de selección, así como de las modalidades del llamado, según lo previsto por los Artículos 20
y 37 del presente Reglamento, respectivamente, estará determinada por una o más de las siguientes
circunstancias, sin perjuicio de otras no previstas expresamente:
a) Contribución al cumplimiento del objetivo previsto en el inciso a) del Artículo 4º de la Ley Nº 24.156, en
lo que respecta a la economicidad, eficiencia y eficacia en la aplicación de los recursos públicos.
b) Características de los bienes o servicios a contratar.
c) Monto estimado del contrato.
d) Condiciones de comercialización y configuración del mercado.
e) Razones de urgencia o emergencia.
En todos los casos se deberá utilizar el procedimiento más apropiado y conveniente, en función de los
intereses públicos, acarreando su incumplimiento la responsabilidad de los funcionarios intervinientes en los
términos del Capítulo VII, de la Ley Nº 25.164. Dicho incumplimiento importará además la revocación de
los actos que no se ajusten a sus previsiones y de los trámites posteriores que se hubiesen realizado.
ARTICULO 22. — MONTO ESTIMADO DE LOS CONTRATOS. Para la elección del procedimiento de
selección según el monto estimado del contrato, a que se refiere el inciso c) del Artículo anterior, se
considerará el importe total en que se estimen las adjudicaciones, incluidas las opciones de prórroga
previstas y se aplicará la siguiente escala:
a) Hasta PESOS SETENTA Y CINCO MIL ($ 75.000): contratación directa.
b) Más de PESOS SETENTA Y CINCO MIL ($ 75.000) hasta PESOS TRESCIENTOS MIL ($ 300.000):
licitación o concurso privados.
c) Más de PESOS TRESCIENTOS MIL ($ 300.000): licitación o concurso públicos.
ARTICULO 23. — CRITERIO DE SELECCION. La adjudicación deberá realizarse en favor de la oferta
más conveniente para el organismo contratante, teniendo en cuenta el precio, la calidad, la idoneidad del
oferente y demás condiciones de la oferta.
Cuando se trate de la compra de un bien o de la contratación de un servicio estandarizado o uno de uso
común cuyas características técnicas puedan ser inequívocamente especificadas e identificadas, se
entenderá, en principio, por oferta más conveniente aquélla de menor precio.
ARTICULO 24. — REQUISITOS DEL PROCEDIMIENTO. Deberá dictarse el acto administrativo
respectivo, con los requisitos establecidos en el Artículo 7º de la Ley Nº 19.549, como mínimo en las
siguientes actuaciones, sin perjuicio de otras que por su importancia así lo hicieran necesario:
a) La autorización de los procedimientos de selección.
b) La aprobación de los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares.
c) La declaración de que el llamado hubiere resultado desierto o fracasado.
d) La preselección de los oferentes en la licitación de etapa múltiple.
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e) La declaración de interés público en la modalidad de iniciativa privada.
f) La aplicación de penalidades a los oferentes o cocontratantes.
g) La adjudicación y la aprobación del procedimiento de selección.
h) La determinación que deje sin efecto el procedimiento.
i) La revocación de los actos pertinentes del procedimiento administrativo.
j) La suspensión, resolución o rescisión del contrato.
ARTICULO 25. — PLAZOS. Todos los plazos establecidos en la presente reglamentación se computarán en
días hábiles administrativos, salvo disposición expresa en contrario.

CAPITULO II
CONTRATACIONES DIRECTAS

ARTICULO 26. — CONTRATACION DIRECTA. El procedimiento de contratación directa se utilizará en


los casos previstos en el inciso 3º del Artículo 56 de la Ley de Contabilidad, (DecretoLey Nº 23.354 de
fecha 31 de diciembre de 1956, ratificado por la Ley Nº 14.467) vigente en función de lo establecido por el
Artículo 137, inciso a) de la Ley Nº 24.156 y bajo las condiciones que se establecen a continuación:
Para el apartado a): Cuando la operación no exceda de PESOS SETENTA Y CINCO MIL ($ 75.000). Sólo
procederá la contratación directa encuadrada en este apartado cuando se trate de la contratación de servicios,
o de la compra de bienes que no resulte posible adquirir mediante la compra informatizada prevista en el
Artículo 39 del presente Reglamento.
Para el apartado b): Por concurrir las mismas razones establecidas por la ley para el caso de los inmuebles, la
compra en remate público, se podrá aplicar también cuando se trate de la compara de bienes muebles o
semovientes, y dentro de los primeros, los objetos de arte o de interés histórico. Para la adquisición de
inmuebles se requerirá la tasación del TRIBUNAL DE TASACIONES DE LA NACION dependiente de la
SUBSECRETARIA DE OBRAS PUBLICAS de la SECRETARIA DE OBRAS PUBLICAS del
MINISTERIO DE INFRAESTRUCTURA Y VIVIENDA. Este justiprecio determinará el valor máximo a
ofrecer en el remate o a pagar en la compra. Dicho valor máximo sólo podrá ser superado cuando la
ubicación y características del inmueble o impostergables necesidades del servicio aconsejen un precio
mayor, circunstancias que deberán ser justificadas con amplitud en las actuaciones por la autoridad
competente. El incumplimiento de estas exigencias acarreará la nulidad de las resoluciones adoptadas.
Para la venta de bienes de propiedad del ESTADO NACIONAL, el justiprecio será la base de venta, salvo
excepción fundada.
Para el apartado c): La declaración sobre el carácter secreto de una contratación será facultad excepcional e
indelegable del PODER EJECUTIVO NACIONAL y sólo podrá fundarse en razones de seguridad o defensa
nacional.
Para el apartado d): La urgencia deberá responder a circunstancias objetivas y su magnitud deberá ser tal que
impida la realización de otro procedimiento de selección en tiempo oportuno.
Para el apartado e): Cuando una licitación haya resultado desierta o no se hubiesen presentado en la misma
ofertas admisibles podrá formularse un nuevo llamado con modificación de los Pliegos de Bases y
Condiciones Particulares. Si esta licitación también resultare desierta o fracasare, podrá realizarse la
contratación directa, utilizando el Pliego de Bases y Condiciones Particulares del segundo llamado.
Para el apartado f): Se encuadrarán en este apartado los casos en que aquellos a quienes se encomiende la
prestación sean los únicos que puedan llevarla a cabo.
Se deberá fundar la necesidad de la especialización y los antecedentes que acrediten la notoria capacidad
científica, técnica o artística de las empresas, artistas o especialistas a quienes eventualmente se les
encomiende la ejecución de la obra o trabajo.
Las contrataciones respectivas deberán establecer la responsabilidad propia y exclusiva del cocontratante,
quien actuará inexcusablemente sin relación de dependencia con el ESTADO NACIONAL.
Para el apartado g): Cuando la contratación se fundamente en esta disposición deberá quedar documentada
en el expediente la demostración de tal exclusividad.
La marca no constituye de por sí causal de exclusividad, salvo que no haya sustitutos convenientes.
En todos los casos, la determinación de que no existen sustitutos convenientes deberá basarse en los
correspondientes informes técnicos, en los que expresamente se consignen las razones de la conveniencia.

85
La contratación directa con un fabricante exclusivo sólo corresponderá cuando éste documente que se ha
reservado el privilegio de la venta del bien que elabora.
Se incluye en este apartado la adquisición de material bibliográfico en el país o en el exterior a editoriales o
personas físicas o jurídicas especializadas en la materia.
Para el apartado h): Se consideran incluidos en este apartado todos los demás contratos mencionados en el
Artículo 2º del presente Reglamento cuando no sea posible realizar la licitación en países extranjeros.
Para el apartado i): Las contrataciones directas entre entidades estatales. En estos casos, estará
expresamente, prohibida la subcontratación del objeto principal del contrato.
Para el apartado j): Sin reglamentación.
Para el apartado k): El carácter perecedero no justifica, por sí solo, la contratación directa. Sólo la existencia
de circunstancias imprevistas hace procedente este procedimiento.
Para el apartado l): Se encuadrarán en este apartado las reparaciones de vehículos y motores, a las cuales se
podrá asimilar, a los efectos de lo aquí dispuesto, las de maquinaria y equipo cuyo desarme, traslado o
examen previo sea imprescindible para determinar la reparación necesaria y resultare más oneroso en caso
de adoptarse otro procedimiento de selección. No podrá utilizarse la contratación directa encuadrada en este
apartado para las reparaciones comunes de mantenimiento de tales elementos.
Para el apartado m): Sin reglamentación.
Las razones que permitan encuadrar a las contrataciones directas en el Artículo 56, inciso 3º, apartados b),
c), d), h), l) y m) del Capítulo VI de la Ley de Contabilidad Pública (DecretoLey Nº 23.354 de fecha 31 de
diciembre de 1956, ratificado por la Ley Nº 14.467) vigente en función de lo establecido por el Artículo 137,
inciso a) de la Ley 24.156, deberán ser debidamente fundamentadas por la autoridad competente que
autorice el procedimiento.
ARTICULO 27. — TRAMITE SIMPLIFICADO. En las contrataciones encuadradas en el Artículo anterior,
si el monto estimado del contrato fuera inferior a PESOS DIEZ MIL ($ 10.000), las invitaciones a participar
podrán efectuarse por cualquier medio y las ofertas podrán presentarse mediante correo electrónico, facsímil
u otros medios similares que disponga la SECRETARIA DE HACIENDA del MINISTERIO DE
ECONOMIA conjuntamente con la PROCURACION DEL TESORO DE LA NACION de la
PRESIDENCIA DE LA NACION.
El titular de la unidad operativa de contrataciones será depositario de las propuestas que se reciban —sean
abiertas o cerradas—. Dicho funcionario tendrá la responsabilidad de que las ofertas permanezcan
reservadas hasta el día y hora de vencimiento del plazo fijado para su presentación.
En esta oportunidad todas las ofertas que se hubieren presentado se agregarán al expediente según el orden
de su recepción, pudiendo prescindirse del acto formal de apertura de las ofertas. El titular de la unidad
operativa de contrataciones suscribirá un acta donde constará lo actuado, de acuerdo con lo dispuesto en el
Artículo 72 del presente Reglamento.
En estos casos, una vez vencido el plazo para la presentación de las propuestas, la elección de la oferta más
conveniente podrá resolverse sin más trámite por la autoridad competente para adjudicar, sobre la base de
las constancias del expediente, debiendo requerir la opinión de la unidad operativa de contrataciones y de la
unidad requirente del bien o servicio.

CAPITULO III
LICITACIONES Y CONCURSOS
ARTICULO 28. — LICITACION O CONCURSO. Los procedimientos de licitación y concurso serán
aplicables de acuerdo con los criterios dispuestos en el Artículo 21 e incisos b) y c) del Artículo 22 del
presente Reglamento.
La licitación se realizará cuando el criterio de selección del cocontratante recaiga primordialmente en
factores económicos. El procedimiento de concurso se hará cuando el criterio de selección del cocontratante
recaiga en factores no económicos, tales como la capacidad técnico-científica, condiciones económico-
financieras, culturales o artísticas, según corresponda.
ARTICULO 29. — CLASES DE LICITACIONES Y CONCURSOS. Podrán efectuarse licitaciones y
concursos de las siguientes clases:
a) Públicos o privados.
b) De etapa única o múltiple.

86
c) Nacionales o internacionales.
d) Concurso de proyectos integrales.
ARTICULO 30. — LICITACION O CONCURSO PUBLICOS. La licitación o concurso es público cuando
el llamado a participar esté dirigido a una cantidad indeterminada de posibles oferentes con capacidad para
obligarse, sin perjuicio del cumplimiento de los demás requisitos que exija el Pliego de Bases y Condiciones
Particulares y el Pliego Unico de Bases y Condiciones Generales.
ARTICULO 31. — LICITACION O CONCURSO PRIVADOS. La licitación o concurso es privado cuando
se invita a participar a una determinada cantidad de posibles oferentes y será procedente cuando el monto
estimado de la contratación no exceda el mínimo establecido para la licitación o concurso públicos.
ARTICULO 32. — LICITACION O CONCURSO DE ETAPA UNICA. La licitación o concurso es de
etapa única cuando la comparación de las ofertas y de las calidades de los oferentes se realiza en un mismo
acto.
ARTICULO 33. — LICITACION O CONCURSO DE ETAPA MULTIPLE. Cuando el alto grado de
complejidad del objeto del contrato o las características específicas de la prestación lo justifiquen, la
licitación o el concurso podrán instrumentarse bajo la clase de etapa múltiple.
La licitación o concurso es de etapa múltiple cuando se realiza en DOS (2) o más fases la evaluación y
comparación de las calidades de los oferentes, los antecedentes empresariales y técnicos, la capacidad
económico-financiera, las garantías, las características de la prestación y el análisis de los componentes
económicos de las ofertas, mediante preselecciones sucesivas.
En los casos en que se utilice esta variante, la recepción de los sobres respectivos será simultánea para todos
los oferentes. Sólo se procederá a abrir los correspondientes a las ofertas económicas de aquellos oferentes
que hubieran sido precalificados.
ARTICULO 34. — LICITACION O CONCURSO NACIONAL. La licitación o concurso es nacional
cuando la convocatoria está dirigida a interesados y oferentes cuyo domicilio o sede principal de sus
negocios se encuentre en el país, o que tengan sucursal en el país debidamente inscripta.
ARTICULO 35. — LICITACION O CONCURSO INTERNACIONAL. La licitación o concurso es
internacional cuando, por las características del objeto o la complejidad de la prestación, la convocatoria se
extienda a interesados y oferentes del exterior, revistiendo tal carácter, aquellas cuya sede principal de sus
negocios se encuentre en el extranjero, y no tengan sucursal debidamente inscripta en el país.
ARTICULO 36. — CONCURSO DE PROYECTOS INTEGRALES. Podrá realizarse el concurso de
proyectos integrales cuando la jurisdicción o entidad no hubiera determinado detalladamente en el llamado
las especificaciones del objeto del contrato, o se tratare de una iniciativa privada y aquélla deseare obtener
propuestas sobre los diversos medios posibles para satisfacer sus necesidades.
En tales casos, la jurisdicción o entidad deberá cumplir con los siguientes requisitos:
a) Consignar previamente los factores que habrán de considerarse para la evaluación de las propuestas, y
determinar el coeficiente de ponderación relativa que se asignará a cada factor y la manera de considerarlos.
b) Efectuar la selección del cocontratante, tanto en función de la conveniencia técnica de la propuesta como
de su precio.

TITULO V
MODALIDADES DE LAS CONTRATACIONES
ARTICULO 37. — MODALIDADES. Los procedimientos de selección comprendidos en este Reglamento
podrán realizarse de acuerdo con cualquiera de las siguientes modalidades, o combinaciones entre ellas,
siempre y cuando no estuviere expresamente establecido el procedimiento obligatorio a seguir:
a) Con orden de compra abierta.
b) Compra informatizada.
c) Con iniciativa privada.
d) Con precio tope o de referencia.
e) Consolidadas.
f) Llave en mano.
ARTICULO 38. — CON ORDEN DE COMPRA ABIERTA. Se utilizará la contratación con orden de
compra abierta cuando la cantidad de bienes o servicios no se hubieren prefijado en el contrato, de manera

87
tal que el organismo contratante pueda realizar los requerimientos de acuerdo con sus necesidades durante el
lapso de duración previsto y al precio unitario adjudicado.
ARTICULO 39. — COMPRA INFORMATIZADA. Se empleará la compra informatizada para la
adquisición de bienes homogéneos, de bajo costo unitario, de los que se utilizan con habitualidad en
cantidades considerables, que además tengan un mercado permanente, mediante la presentación de ofertas
en medio magnético estándar.
La OFICINA NACIONAL DE CONTRATACIONES dependiente de la SUBSECRETARIA DE
PRESUPUESTO de la SECRETARIA DE HACIENDA del MINISTERIO DE ECONOMIA, sobre la base
de lo dispuesto en el párrafo anterior, determinará cuáles de los bienes que integran el Catálogo que forma
parte del Sistema de Identificación de Bienes y Servicios de Utilización Común creado por Decisión
Administrativa Nº 344 de fecha 11 de junio de 1997, serán susceptibles de compra por esta modalidad.
ARTICULO 40. — CON INICIATIVA PRIVADA. Las personas físicas o jurídicas podrán presentar
iniciativas al ESTADO NACIONAL para la realización de los contratos comprendidos en el Artículo 2º del
presente Reglamento. Tales iniciativas deberán ser novedosas u originales o implicar una innovación
tecnológica o científica, y deberán contener los lineamientos que permitan su identificación y comprensión,
así como la aptitud suficiente para demostrar la viabilidad jurídica, técnica y económica del proyecto.
Si la oferta más conveniente fuera la del autor de la iniciativa, se adjudicará a éste, conforme con el
procedimiento previsto en los Artículos 132 y 133 del presente Reglamento.
Sólo procederá la modalidad encuadrada en este Artículo cuando se realice mediante el procedimiento de
selección de licitación pública.
ARTICULO 41. — CON PRECIO TOPE O CON PRECIO DE REFERENCIA. Las contrataciones serán
con precio tope cuando el llamado a participar indique el precio más alto que habrá de pagarse por los bienes
o servicios requeridos. Cuando se utilice precio de referencia no podrá abonarse un precio unitario que
supere a aquél en más de un CINCO POR CIENTO (5%). En ambos casos se deberá dejar constancia en el
expediente de la fuente utilizada para su determinación.
ARTICULO 42. — CONTRATACIONES CONSOLIDADAS. Las contrataciones consolidadas podrán
realizarse en aquellos casos en que DOS (2) o más entidades estatales de las mencionadas en el Artículo 1º
del presente Reglamento requieran una misma prestación. En tal caso se unificará la gestión del proceso de
contratación, con el fin de obtener mejores condiciones que las que obtendría cada uno individualmente.
La unidad operativa de contrataciones que se encargue de la gestión, coordinará las acciones vinculadas con
estas contrataciones.
ARTICULO 43. — CONTRATACIONES LLAVE EN MANO. Las contrataciones llave en mano se
efectuarán cuando se estime conveniente para los fines públicos concentrar en un único proveedor la
responsabilidad de la realización integral de un proyecto.
Se aplicará esta modalidad cuando la contratación tenga por objeto la provisión de elementos o sistemas
complejos a entregar instalados; o cuando comprenda, además de la provisión, la prestación de servicios
vinculados con la puesta en marcha, operación, coordinación o funcionamiento de dichos bienes o sistemas
entre sí o con otros existentes, mediante el uso de tecnologías específicas.
Los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares deberán prever que los oferentes acompañen información
acerca del financiamiento del proyecto, se hagan cargo de la provisión de repuestos, ofrezcan garantías de
calidad y vigencia apropiadas, detallen los trabajos de mantenimiento a realizar y todo otro requisito que
resulte conducente al buen resultado de la contratación.
Régimen de contrataciones de la administración nacional:
Decreto 1023/2001. Régimen general. Contrataciones públicas electrónicas. Contrataciones de bienes y
servicios. Obras públicas. Disposiciones finales y transitorias.

CAPITULO III
ORGANIZACION DEL SISTEMA DE SELECCION DEL COCONTRATANTE
(Por art. 11 del Decreto N° 666/2003 B.O. 25/3/2003 se incorpora el Capítulo III al Título I del cual forman
parte los arts. 23 a 28 que anteriormente pertenecían al Capitulo I del Título II. Vigencia: desde el día
siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial, y será de aplicación a las contrataciones que, aunque
autorizadas con anterioridad, tengan pendiente la convocatoria.)

88
Art. 23. — ORGANOS DEL SISTEMA. El sistema de contrataciones se organizará en función del criterio
de centralización de las políticas y de las normas y de descentralización de la gestión operativa.
Los órganos del sistema y sus respectivas funciones serán:
a) El Órgano Rector será la Oficina Nacional de Contrataciones o el organismo que en el futuro la
reemplace, el que tendrá por función proponer políticas de contrataciones y de organización del sistema,
proyectar normas legales y reglamentarias, dictar normas aclaratorias, interpretativas y complementarias,
elaborar el pliego único de bases y condiciones generales, diseñar e implementar un sistema de información,
ejercer la supervisión y la evaluación del diseño y operatividad del sistema de contrataciones y aplicar las
sanciones previstas en el artículo 29, inciso b) del presente régimen; y
b) Las unidades operativas de contrataciones funcionarán en las jurisdicciones y entidades aludidas en el
artículo 2° del presente y tendrán a su cargo la gestión de las contrataciones.
(Denominación del presente artículo "ORGANIZACION DEL SISTEMA" sustituida por "ORGANOS DEL
SISTEMA" por art. 12 del Decreto N° 666/2003 B.O. 25/3/2003. Vigencia: desde el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial, y será de aplicación a las contrataciones que, aunque autorizadas con
anterioridad, tengan pendiente la convocatoria.)
Art. 24. — SELECCION DEL COCONTRATANTE. La selección del cocontratante para la ejecución de los
contratos contemplados en el artículo 4° de este régimen se hará por regla general mediante licitación
pública o concurso público, según corresponda, por aplicación del inciso a) apartados 1. y 2. del artículo 25.
La selección del cocontratante mediante subasta pública, licitación o concursos privados, o contratación
directa sólo será procedente en los casos expresamente previstos en los incisos b), c) y d) del artículo 25,
respectivamente.
Las contrataciones podrán realizarse con modalidades, conforme con su naturaleza y objeto, las que serán
establecidas en la reglamentación.
En todos los casos deberán cumplirse, en lo pertinente, las formalidades establecidas por el artículo 11 del
presente régimen, bajo pena de nulidad.
(Expresión " licitación o concursos abreviados" sustituida por " licitación o concursos privados" por art. 8°
del Decreto N° 666/2003 B.O. 25/3/2003. Vigencia: desde el día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial, y será de aplicación a las contrataciones que, aunque autorizadas con anterioridad, tengan pendiente
la convocatoria.)
Art. 25. — PROCEDIMIENTOS DE SELECCION. Los procedimientos de selección serán:
a) LICITACION O CONCURSO PUBLICOS. La licitación o el concurso serán públicos cuando el llamado
a participar esté dirigido a una cantidad indeterminada de posibles oferentes con capacidad para obligarse y
será aplicable cuando el monto estimado de la contratación supere el mínimo que a tal efecto determine la
reglamentación, sin perjuicio del cumplimiento de los demás requisitos que exijan los pliegos.
1. El procedimiento de licitación pública se realizará de acuerdo con el monto que fije la reglamentación y
cuando el criterio de selección del cocontratante recaiga primordialmente en factores económicos.
2. El procedimiento de concurso público se realizará de acuerdo con el monto que fije la reglamentación y
cuando el criterio de selección del cocontratante recaiga primordialmente en factores no económicos, tales
como la capacidad técnico-científica, artística u otras, según corresponda.
b) SUBASTA PUBLICA. Este procedimiento podrá ser aplicado en los siguientes casos:
1. Compra de bienes muebles, inmuebles, semovientes, incluyendo dentro de los primeros los objetos de arte
o de interés histórico, tanto en el país como en el exterior.
Este procedimiento será aplicado preferentemente al de contratación directa previsto por el apartado 2. del
inciso d) de este artículo, en los casos en que la subasta fuere viable, en las condiciones que fije la
reglamentación.
2. Venta de bienes de propiedad del Estado Nacional.
c) LICITACION O CONCURSO ABREVIADOS. La licitación o el concurso serán abreviados cuando el
llamado a participar esté dirigido exclusivamente a proveedores que se hallaren inscriptos en la base de
datos que diseñará, implementará y administrará el Órgano Rector, conforme lo determine la
reglamentación, y serán aplicables cuando el monto estimado de la contratación no supere al que aquélla fije
al efecto. También serán consideradas las ofertas de quienes no hubiesen sido invitados a participar.
d) CONTRATACION DIRECTA. La selección por contratación directa se utilizará en los siguientes casos:

89
1. Cuando de acuerdo con la reglamentación no fuere posible aplicar otro procedimiento de selección y el
monto presunto del contrato no supere el máximo que fije la reglamentación.
2. La realización o adquisición de obras científicas, técnicas o artísticas cuya ejecución deba confiarse a
empresas, artistas o especialistas que sean los únicos que puedan llevarlas a cabo. Se deberá fundar la
necesidad de requerir específicamente los servicios de la persona física o jurídica respectiva. Estas
contrataciones deberán establecer la responsabilidad propia y exclusiva del cocontratante, quien actuará
inexcusablemente sin relación de dependencia con el Estado Nacional.
3. La contratación de bienes o servicios cuya venta fuere exclusiva de quienes tengan privilegio para ello o
que sólo posea una determinada persona física o jurídica, siempre y cuando no hubieren sustitutos
convenientes. Cuando la contratación se fundamente en esta disposición deberá quedar documentada en las
actuaciones la constancia de tal exclusividad mediante el informe técnico correspondiente que así lo
acredite. Para el caso de bienes, el fabricante exclusivo deberá presentar la documentación que compruebe el
privilegio de la venta del bien que elabora.

La marca no constituye de por sí causal de exclusividad, salvo que técnicamente se demuestre la inexistencia
de sustitutos convenientes.
4. Cuando una licitación o concurso hayan resultado desiertos o fracasaren se deberá efectuar un segundo
llamado, modificándose los Pliegos de Bases y Condiciones Particulares. Si éste también resultare desierto o
fracasare, podrá utilizarse el procedimiento de contratación directa previsto en este inciso. (Apartado
sustituido por art. 6° del Decreto N° 666/2003 B.O. 25/3/2003. Vigencia: desde el día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial, y será de aplicación a las contrataciones que, aunque autorizadas con
anterioridad, tengan pendiente la convocatoria.)
5. Cuando probadas razones de urgencia o emergencia que respondan a circunstancias objetivas impidan la
realización de otro procedimiento de selección en tiempo oportuno, lo cual deberá ser debidamente
acreditado en las respectivas actuaciones, y deberá ser aprobado por la máxima autoridad de cada
jurisdicción o entidad.
6. Cuando el PODER EJECUTIVO NACIONAL haya declarado secreta la operación contractual por
razones de seguridad o defensa nacional, facultad ésta excepcional e indelegable.
7. Cuando se trate de reparaciones de maquinarias, vehículos, equipos o motores cuyo desarme, traslado o
examen previo sea imprescindible para determinar la reparación necesaria y resultare más oneroso en caso
de adoptarse otro procedimiento de contratación. No podrá utilizarse la contratación directa para las
reparaciones comunes de mantenimiento de tales elementos.
8. Los contratos que celebren las jurisdicciones y entidades del ESTADO NACIONAL entre sí o con
organismos provinciales, municipales o del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como así
también con las empresas y sociedades en las que tenga participación mayoritaria el Estado, siempre que
tengan por objeto la prestación de servicios de seguridad, logística o de salud. En estos casos, estará
expresamente prohibida la subcontratación del objeto del contrato. (Apartado incorporado por art. 1° del
Decreto N°204/2004 B.O. 23/2/2004. Vigencia: a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín
Oficial, para las contrataciones que se autoricen a partir de esa fecha.)
9. Los contratos que celebren las jurisdicciones y entidades del ESTADO NACIONAL con las
Universidades Nacionales. Vigencia: a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial, para
las contrataciones que se autoricen a partir de esa fecha. (Apartado incorporado por art. 1° del Decreto
N°204/2004 B.O. 23/2/2004. Vigencia: a partir del día siguiente al de su publicación en el Boletín Oficial,
para las contrataciones que se autoricen a partir de esa fecha.)
10. Los contratos que previo informe al MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL, se celebren con
personas físicas o jurídicas que se hallaren inscriptas en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo
Local y Economía Social, reciban o no financiamiento estatal. Vigencia: a partir del día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial, para las contrataciones que se autoricen a partir de esa fecha. (Apartado
incorporado por art. 1° del Decreto N°204/2004 B.O. 23/2/2004. Vigencia: a partir del día siguiente al de su
publicación en el Boletín Oficial, para las contrataciones que se autoricen a partir de esa fecha.)
(Párrafo derogado por Decreto N°204/2004 B.O. 23/2/2003, que abroga el Decreto N°2508/2002.)
Art. 26. — CLASES DE LICITACIONES Y CONCURSOS PUBLICOS PRIVADOS. Podrán efectuarse
licitaciones y concursos públicos y privados de las siguientes clases:

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a) DE ETAPA UNICA O MULTIPLE.
1. La licitación o el concurso públicos o privados serán de etapa única cuando la comparación de las ofertas
y de las calidades de los oferentes se realice en un mismo acto.
2. Cuando las características específicas de la prestación, tales como el alto grado de complejidad del objeto
o la extensión del término del contrato lo justifiquen, la licitación o el concurso público o privado deberán
instrumentarse bajo la modalidad de etapa múltiple. La licitación o el concurso público o privado serán de
etapa múltiple cuando se realicen en DOS (2) o más fases la evaluación y comparación de las calidades de
los oferentes, los antecedentes empresariales y técnicos, la capacidad económico-financiera, las garantías,
las características de la prestación y el análisis de los componentes económicos de las ofertas, mediante
preselecciones sucesivas.
b) NACIONALES O INTERNACIONALES.
1. La licitación o el concurso serán nacionales cuando la convocatoria esté dirigida a interesados y oferentes
cuyo domicilio o sede principal de sus negocios se encuentre en el país, o tengan sucursal en el país,
debidamente registrada en los organismos habilitados a tal efecto.
2. La licitación o el concurso serán internacionales cuando, por las características del objeto o la
complejidad de la prestación, la convocatoria se extienda a interesados y oferentes del exterior; revistiendo
tal carácter aquéllos cuya sede principal principal de sus negocios se encuentre en el extranjero, y no tengan
sucursal debidamente registrada en el país.
(Artículo sustituido por art. 9° del Decreto N° 666/2003 B.O. 25/3/2003. Vigencia: desde el día siguiente al
de su publicación en el Boletín Oficial, y será de aplicación a las contrataciones que, aunque autorizadas con
anterioridad, tengan pendiente la convocatoria.)
Art. 27. — PERSONAS HABILITADAS PARA CONTRATAR. Podrán contratar con la Administración
Nacional las personas físicas o jurídicas con capacidad para obligarse que no se encuentren comprendidas en
las previsiones del artículo 28 y que se encuentren incorporadas a la base de datos que diseñará,
implementará y administrará el órgano Rector, en oportunidad del comienzo del período de evaluación de
las ofertas, en las condiciones que fije la reglamentación.
La inscripción previa no constituirá requisito exigible para presentar ofertas.
Art. 28. — PERSONAS NO HABILITADAS. No podrán contratar con la Administración Nacional:
a) Las personas físicas o jurídicas que se encontraren sancionadas en virtud de las disposiciones previstas en
los apartados 2. y 3. del inciso b) del artículo 29 del presente.
b) Los agentes y funcionarios del Sector Público Nacional y las empresas en las cuales aquéllos tuvieren una
participación suficiente para formar la voluntad social, de conformidad con lo establecido en la Ley de Etica
Pública, N° 25.188.
c) (Inciso derogado por art. 19 de la Ley N° 25.563 B.O. 15/2/2002. Vigencia: a partir de su promulgación.)
d) Los condenados por delitos dolosos, por un lapso igual al doble de la condena.
e) Las personas que se encontraren procesadas por delitos contra la propiedad, o contra la Administración
Pública Nacional, o contra la fe pública o por delitos comprendidos en la Convención Interamericana contra
la Corrupción.
f) Las personas físicas o jurídicas que no hubieran cumplido con sus obligaciones tributarias y previsionales,
de acuerdo con lo que establezca la reglamentación.
g) Las personas físicas o jurídicas que no hubieren cumplido en tiempo oportuno con las exigencias
establecidas por el último párrafo del artículo 8° de la Ley N° 24.156.
h) Los empleadores incluidos en el Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (REPSAL)
durante el tiempo que permanezcan en dicho registro. (Inciso incorporado por art. 44 de la Ley N° 26.940
B.O. 2/6/2014)

3- Procedimiento disciplinario de los agentes públicos.

 Se encuentra regido por los artículos 80 y ss de la ley nº 109430, estatuto y escalafón para el personal
de la Administración Pública de la Pcia de Bs. As.
 Asimismo, las pautas del procedimiento sumarial están previstas en el articulo 75 y ss del decreto nº
1227/87, reglamentario de la ley nº 10430.
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REGIMEN DISCIPLINARIO
 
ARTÍCULO 80.- Los agentes de la Administración Pública de la Provincia no podrán ser objeto de
sanciones disciplinarias ni privados de su empleo, sino por las causas y procedimientos determinados en esta
Ley y su reglamentación.
 
ARTÍCULO 81.- Se aplicarán, en los casos que corresponda, sanciones disciplinarias de orden correctivo o
expulsivo, las que a su vez respectivamente, podrán implicar apercibimiento o suspensión hasta SESENTA
(60) días corridos y cesantía o exoneración.
De allí que los tipos de sanciones son:
-correctivas: llamado de atención, apercibimiento, suspensión;
-expulsivas: cesantía (luego de un tiempo de aplicada puede volver a trabajar en la administración), exoneración (no puede
volver a trabajar en la administración)
 
ARTÍCULO 82.- Serán causales para aplicar sanciones de carácter correctivo, las siguientes:
a)      Incumplimiento reiterado del horario fijado por las leyes y reglamentos.
b)      Inasistencias injustificadas que no excedan de DIEZ (10) días discontinuos en el lapso de DOCE
(12) meses inmediatos anteriores y siempre que no configuren abandono de servicio. La
reglamentación podrá determinar los términos, forma y condiciones de las sanciones que
correspondan al agente que incurra en inasistencias sin justificar.
c)      Falta de respeto a los superiores, iguales, subordinados o al público.
d)      Negligencia en el cumplimiento de sus tareas o funciones.
e)      Incumplimiento de los deberes determinados en el artículo 78 o quebrantamiento de las
prohibiciones establecidas en el artículo 79, salvo que por su magnitud y gravedad deban ser
encuadradas bajo las figuras de cesantía o exoneración.
 
ARTÍCULO 83.- Serán causales para aplicar cesantías, las siguientes:
a)      Abandono del servicio sin causa justificada.
b)      Faltas reiteradas en el cumplimiento de sus tareas o falta grave respecto a los superiores, iguales,
subordinados o al público.
c)      Inconducta notoria.
d)      Incumplimiento de las obligaciones determinadas en el artículo 78 o quebrantamiento de las
prohibiciones determinadas en el artículo 79 cuando a juicio de la autoridad administrativa por la
magnitud y gravedad de la falta así correspondiera.
e)      Incumplimiento intencional de ordenes legal y fehacientemente impartidas.
f)        Inasistencias injustificadas reiteradas que excedan de DIEZ (10) días discontinuos, en los DOCE
(12) meses inmediatos anteriores.
g)      Concurso civil o quiebra no causal, salvo caso debidamente justificado por la autoridad
administrativa.
 
ARTÍCULO 84.- Son causas de exoneración:
a)      Falta grave que perjudique material o éticamente a la Administración.
b)      Sentencia condenatoria dictada contra el agente como autor, cómplice o encubridor por delito
contra la administración o delito grave de carácter doloso de acuerdo al Código Penal.
c)      Las previstas en las leyes especiales.
d)      Pérdida de la nacionalidad, conforme a las leyes que reglan la materia.
e)      Imposición de pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta o especial para la función
pública.
 
ARTÍCULO 85.- El agente que incurriera en TRES (3) inasistencias consecutivas, sin previo aviso y previa
intimación fehaciente será considerado incurso en abandono de cargo y se decretará su cesantía sin
substanciación de sumario.
El agente que incurra en inasistencias sin justificar será sancionado conforme se indica seguidamente:
92
a)      Por tres inasistencias en el término de hasta TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) días entre
la primera y la tercera: CINCO (5) días de suspensión.
b)      Por tres inasistencias en el término de hasta TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) días
entre la primera y la tercera registradas en un lapso de hasta DOS (2) años, a contar de la última que
motivó la sanción del inciso anterior: QUINCE (15) días de suspensión.
c)      Por tres inasistencias en el término de hasta TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) días entre
la primera y la tercera registradas en un lapso de hasta DOS (2) años a contar de la última que motivó
la sanción del inciso anterior: TREINTA (30) días de suspensión.
d)      Por tres inasistencias en el término de hasta TRESCIENTOS SESENTA Y CINCO (365) días
entre la primera y la tercera registradas en un lapso de hasta DOS (2) años a contar de la última que
motivó la sanción del inciso anterior: Cesantía.
Al agente que se halle en las faltas que prevén los incisos a), b), c) y d) se le otorgará CINCO (5) días para
que formule descargo, previo a la resolución que deberá adoptar la autoridad que corresponda.
 
ARTÍCULO 86.- Las causales enunciadas en los artículos precedentes y referidas a las sanciones al
personal, no excluyen otras que importen violación de los deberes del personal.
 
ARTÍCULO 87.- El agente podrá ser sancionado disciplinariamente con suspensión de hasta DIEZ (10)
días sin necesidad de instrumentar el procedimiento sumarial por funcionario no inferior a Director. Enestos
casos previo a la aplicación de la sanción se hará saber al agente la falta cometida, la norma transgredida y el
derecho a presentar descargo en el plazo de TRES (3) días.
Exceptúase de lo dispuesto en éste artículo los casos de abandono de cargo y reiteradas inasistencias sin
justificar, donde la sanción disciplinaria podrá extenderse hasta TREINTA (30) días en las condiciones que
la reglamentación determine.
 
ARTÍCULO 88.- Toda sanción deberá aplicarse por resolución fundada que contenga la clara exposición de
los hechos y la indicación de las causas determinantes de la medida.
La reglamentación establecerá la incidencia de las sanciones en la calificación del agente.
 
ARTÍCULO 89.- La instrucción del sumario no obstará los derechos escalafonarios del agente, pero los
ascensos o promociones que pudieren corresponderles, no se harán efectivos hasta la resolución definitiva
del sumario, reservándosele la correspondiente vacante, accediendo a la misma con efecto retroactivo en
caso que la resolución no afectare el derecho.
 
ARTÍCULO 90.- El poder disciplinario por parte de la administración, se extingue:
a)      Por fallecimiento de responsable.
b)      Por desvinculación del agente con la administración, salvo que la sanción pueda modificar las
causas del cese.
c)      Por prescripción, en los siguientes términos:
1)      Al año, en los supuestos de faltas susceptibles de ser sancionadas con penas correctivas.
2)      A los TRES (3) años, en los supuestos de faltas susceptibles de ser sancionadas con penas
expulsivas.
3)      Cuando el hecho constituya delito, el plazo de prescripción de la acción disciplinaria será el
establecido en el Código Penal para la prescripción de la acción del delito de que se trata. En
ningún caso podrá ser inferior a los plazos fijados en los incisos precedentes.
 
ARTÍCULO 91.- La reglamentación establecerá las causales de interrupción y suspensión de la
prescripción.

Sumario. Procedimiento:
Las pautas del procedimiento sumarial están previstas en el art 75 y ss del decreto nº 1227/87 reglamentario
de la ley 10430 y en el propio estatuto.

93
Artículo 75: El sumario tiene por objeto la acredita de hechos u omisiones que pudieren constituir faltas
punibles y de todas sus circunstancias.
Será promovido a instancia de la Administración o por denuncia fundada.
Las personas extrañas a la Administración podrán presentar denuncia oral o escrita ante la autoridad
respectiva, la que tendrá la obligación de recibirla sobre hechos u omisiones que puedan configurar faltas.
En caso de que la denuncia sea oral. Se labrará acta, la que, en lo esencial, deberá contener:
1. Lugar y fecha.
2. Nombre, apellido, domicilio y denunciante, acreditados con el respectivo documento de identidad.
3. Relación del o de los hechos denunciados.
4. Nombre y apellido de las personas a quienes se atribuya responsabilidad o intervención en los hechos o,
en su defecto, los datos o informes que permitan su individualización.
5. Los elementos de prueba que pudieren existir, agregando los que tuviere en su poder.
El acta deberá ser firmada por el denunciante en presencia del funcionario interviniente y por este último,
entregándosele copia certificada.
Si se tratare de denuncia efectuada por escrito se citará al denunciante para que dentro de los tres (3) días,
ante el titular de la repartición, en que hubiere cometido la presenta falta, o quien éste designe a tal efecto
ratifique el contenido de la misma y reconozca la firma que la suscribe, dejándose constancia de lo actuado
en acta, con las formalidades de la última parte del apartado anterior.
No lográndose la comparencia del denunciante y no siendo posible establecer la autenticidad de la firma, se
decretará el archivo de las actuaciones.
El mismo procedimiento se seguirá cuando la denuncian proceda de fuente anónima, fuere formulada bajo
firma apócrifa o cuando la denuncia hubiera sido retractada.
Presentada una denuncia y cumplidos los requisitos precedentes, el funcionario que la reciba la elevará de
inmediato a la autoridad superior de la dependencia, si no hubiere sido radicada directamente ante la misma,
y esta deberá practicar las diligencias preventivas necesarias, dando oportuna intervención al órgano
administrativo competente.
El denunciante no es parte en las actuaciones.
Características del sumario: secreto, tiene plazo de gracia y se puede recusar a los instructores.
Organismos intervinientes: Dirección de Sumarios, Junta de Disciplina, Asesoría General de Gobierno y
Fiscalía de Estado.
Artículo 79. La dependencia del organismo central de administración de personal con competencia
específica para conocer en las causas previstas en el art. 79 de la ley es la Dirección de Sumarios, cuyo
titular tiene las siguientes facultades:
a) La organización de la Dirección proponiendo, la creación de los organismos internos que estime adecua-
dos para el cumplimiento de sus funciones.
b) Designar el o los instructores que sustanciarán los sumarios y los secretarios letrados, si correspondiere.
c) Resolver las cuestiones de procedimientos que se sustanciaren durante la tramitación de los sumarios.
d) Requerir directamente a todas las reparticiones provinciales y/o municipales los informes que considere
indispensables, sin necesidad de seguir la vía jerárquica, Los organismos provinciales deberán evacuar los
informes requeridos dentro de los cinco (5) días.
e) Elevar a la Junta de Disciplina; previo dictamen las actuaciones sumariales para la prosecución de su trá-
mite.
Las causales de recusación y excusación previstas para los instructores serán de aplicación para el director
de Sumarios. El incidente respectivo tramitará por separado y será resuelto por su superior jerárquico.
Procedimiento:
El sumario puede iniciarse de oficio por el superior jerárquico, al verificarse que se cometió una falta que
podría dar lugar a sanción o a pedido de parte por denuncia.
ARTÍCULO 92( LEY 10430).- La instrucción del sumario podrá ser pedida por cualquiera de los titulares
de una unidad orgánica aprobada por estructura y será ordenada por una autoridad de jerarquía no
inferior a Director Provincial o General con jurisdicción sobre el lugar o dependencia donde hubiere
ocurrido el hecho y será sustanciada por intermedio de la dependencia del organismo central de
administración del personal a la cual se asigne competencia específica para conocer en tales causas.

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Presentada una denuncia y cumplidos los requisitos precedentes, el funcionario que la reciba la elevara de
inmediato a la autoridad superior de la dependencia, si no hubiere sido radicada directamente ante la misma,
y esta deberá practicar las diligencias preventivas necesaria, dando oportuna intervención ala órgano
administrativo competente.
El sumariante puede solicitar medidas precautorias como disponibilidad, traslado a otro lugar, suspensión
(de no más de 30 días salvo causas graves). Estas medidas no son recurribles.
El denunciante no es parte en las actuaciones. Este debe realizar un acto administrativo solicitando se
instruya sumario al agente a los fines de deslindar responsabilidades.
Dec.reg. 1227/87 (art 79)
1° - Orden de sumario: El acto u orden que disponga la instrucción de sumario, deberá contener
ineludiblemente, en forma clara y precisa, la mención de los hechos a investigar, y la individualización del o
de los agentes presuntamente involucrados, si los hubiere.
En este último caso, se remitirá a la Dirección de Sumarios juntamente con el referido acto: a) Copias del
legajo personal de cada uno, con todos los antecedentes que obren en él; b) último domicilio declarado en
los términos del art. 66, inc. n) de la ley; c) informe de concepto del superior inmediato, en los rubros
idoneidad, laboriosidad y conducta. En caso de que el o los agentes estuvieren suspendidos o sin prestar
servicios por cualquier motivo, el informe será efectuado por el último superior jerárquico del mismo;
mientras prestara efectivamente funciones.
La orden de sumario es irrecurrible. No obstante, deberá notificarse en los casos en que hubiere agentes
individualizados en la misma.
Si la orden no cumpliere con los requisitos legales el director de Sumarios, deberá requerir las aclaraciones
pertinentes, las que deberán ser evacuadas por las reparticiones que requieran el sumario, dentro del término
de dos (2) días.
2º - Instrucción del sumario: La instrucción del sumario será llevada a cabo por medio del instructor que al
efecto designe el director de Sumarios, el que cumplirá su cometido de acuerdo al procedimiento que se
establece en esta reglamentación.
3° - Plazos de sustanciación de los sumarios: Los sumarios administrativos deberán ser concluidos en el
plazo de sesenta (60) días. El director de Sumarios, a petición del instructor que .lo sustancia, podrá
prorrogar ese plazo cuando las circunstancias del caso así lo aconsejen.
Los plazos acordados para la sustanciación del sumario administrativo comenzarán a correr a partir de la
fecha en que m instructor designado recibe las actuaciones.
Los plazos se interrumpen sumariales deban ser remitidas a autoridades administrativas o judiciales que en
cumplimiento de prerrogativas o deberes establecidos por ley y debidamente justificados soliciten su
remisión.
Los plazos se suspenden cuando mediaren razones justificadas por el lapso en que esta se prolongare, con
intervención del director de Sumario.
El incumplimiento de los plazos fijados para la instrucción del sumario, en ningún caso hará lugar a la
nulidad de las actuaciones pero si podrá si devenir en sanción disciplinaria, para los responsables cuando la
demora no se encuentre debidamente justificada.
Cuando no se hubiere establecido un plazo especial para la contestación de vistas y traslados, el mismo será
de cinco (5) días.
Se considerarán horas hábiles las median entre las 7 y las 20 horas para las diligencias de los instructores,
gestores o notificadores deban practicar fuera de la Dirección de Sumarios.
Cuando las circunstancias lo requieran, el instructor podrá habilitar días y horas. La resolución que se dicte
acordando o denegando habilitación de días y horas es irrecurrible.
4º- Instructores: Los instructores, para el cumplimiento de su cometido, deberán revistar preferentemente en
categoría igual o superior a la del agente sumariado, y tendrá título universitario de abogado, escribano o
procurador.
El instructor deberá practicar todas aquellas diligencias conducentes a la acreditación de los hechos u
omisiones que constituyan faltas administrativas y de todas sus circunstancias, para determinar la
culpabilidad o inocencia del o de los sumariados y en especial.
a) Instruir los sumarios para los cuales haya sido designado, observando las disposiciones legales en
vigencia.

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b) Dictar las providencias que sean necesarias para impulsar el procedimiento.
c) Requerir directamente a todas las reparticiones provinciales los informes que considere indispensable sin
necesidad de seguir la vía jerárquica. Los organismos deberán evacuar los informes requeridos en la forma
establecida en el apart. LXI.
d) Elevar a la Dirección de Sumarios el informe correspondiente en forma sucinta y clara, no debiendo
exteriorizar su opinión.
El instructor sumariante no podrá realizar ningún acto de procedimiento sin providencia previa que lo
ordene.
El instructor podrá requerir la designación de secretarios letrados cuando la complejidad de la cuestión o el
número de los sumarios a su cargo lo hagan necesario.
En este caso el secretario letrado podrá realizar por si todas las medidas procesales tendientes a la
sustanciación del sumario con excepción de: 1 Apertura a prueba de cargo y de descargo; 2. Imputación; 3.
Providencia que propicie el sobreseimiento; 4. Proveimiento de peticiones de o de los sumariados; 5. Cierre
del sumario e informe final.
El sumariado podrá recusar el instructor por algunas de las siguientes causas:
a) Parentesco por consanguinidad dentro del cuarto grado civil o segundo por afinidad con alguno de los
involucrados o denunciantes.
b) Ser o haber sido denunciado o acusado por un delito o falta disciplinaria por alguno de los involucrados o
denunciantes.
c) Ser o haber sido denunciador o acusador del que recusa
d) Tener interés directo o indirecto en el resultado del sumario que se manifieste por parcialidad evidente en
la investigación.
e) Tener el instructor, su cónyuge o sus parientes consanguíneos hasta cuarto grado o afines hasta el
segundo, pleito pendiente con el recusante
f) La amistad íntima con alguno de los involucrados o denunciantes, que se manifieste por frecuencia en el
trato.
g) Enemistad manifiesta o resentimiento por hechos graves y conocidos con involucrados o denunciantes.
h) Ser o haber sido tutor o curador de involucrados o denunciantes.
i) Tener comunidad de intereses con involucrados o denunciantes.
j) Ser acreedor, deudor o fiador de involucrados o denunciantes.
k) Haber recibido el instructor de parte del imputado beneficio de importancia o, después de iniciado el
sumario presentes o dádivas aunque sean de poco valor.
1) Las causales de recusación enunciadas precedentemente alcanzarán igualmente al representante o
patrocinante del inculpado.
El instructor que se encuentre en alguna de las circunstancias enumeradas deberá excusarse.
La recusación no suspende el curso del sumario salvo en lo que atañe a la declaración del sumariado.
Las causales de recusación y excusación antes enunciadas, serán de aplicación también para los secretarios
letrados que pudieren ser designados.
Los incidentes de recusación o excusación serán sustanciados por cuerda separada y deberán ser planteados
en la primera presentación que haga el sumariado salvo que se trate de hechos sobrevinientes; si la
recusación la formula el denunciante éste deberá efectuarla dentro de los tres (3) días de haber conocido los
hechos que dan motivo a la misma.
El recusante deberá ofrecer la prueba en el mismo escrito en el que formule la recusación la qué será
cumplida dentro de los cinco (5) días, término que podrá ser prorrogado por el Director de Sumarios por
razones debidamente fundadas.
El incidente será resuelto por el Director de Sumarios cuya decisión será irrecurrible.
Resuelta desfavorablemente la recusación o excusación se devolverán las actuaciones al instructor que
entiende originalmente. Si, por el contrario, se hace lugar en el mismo acto se procederá a la designación de
nuevo instructor sumariante.
Cuando el planteo de recusación o excusación comprende al secretario letrado solamente las actuaciones
permanecerán a cargo del instructor actuante sin perjuicio de lo que se resuelva respecto de aquél. En caso
de acogerse al planteo de recusación o excusación se procederá a la designación de un nuevo secretario en el
mismo acto.

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5° - Secreto del sumario: El sumario será secreto hasta que el instructor dé por finalizada la prueba de
cargo.
6º - Actuaciones en general: Las actuaciones del sumario deberán realizarse por escrito, utilizándose
preferentemente la escritura a máquina.
De todas las diligencias que se practiquen, se levantará acta o certificación, con indicación del lugar y fecha,
la que será firmada por todas las personas que hayan intervenido en ella. El instructor deberá rubricar cada
una de las hojas que utilice mediante su firma juntamente con los intervinientes y sello correspondientes.
Cuando la persona no supiere o no pudiere firmar, se hará constar esta circunstancia al pie de la actuación y
en ese caso la suscribirá otro a su ruego. Cuando se negare a firmar se procurará documentar el hecho con el
testimonio de dos personas a quienes constare esa negativa.
Ante la ausencia de testigos, la constancia del instructor.
El instructor deberá entregar copia certificada del acta a la persona interesada en el momento de la
declaración, si se lo requiriere.
Las raspaduras, errores, interlineaciones, etc en que se hubiere incurrido durante el acto, serán salvadas al
pie del acta y antes de la respectiva firma, bajo pena de nulidad de la diligencia. No podrán dejarse claros ni
espacios de ninguna naturaleza antes de la firma.
Bajo ninguna circunstancia los sumariados o sus representantes podrán retirar las actuaciones de la
Dirección de Sumarios. La violación de esta prohibición hará incurrir en falta grave tanto a quienes retiren
las actuaciones como a quienes faciliten la maniobra.
En lo no previsto en materia de actuaciones se aplicarán las disposiciones del dec.-ley 7647/70 o la
norma que lo reemplace.
7º - Notificaciones. Citaciones y emplazamientos.
Deberán ser notificadas las siguientes providencias:
a) La que dispone el otorgamiento de las vistas legales (apart. LXXIII y LXXX).
b) La que provee la prueba de descargo
c) Las que fijen audiencias de testigos de cargo y de descargo
d) Las que denieguen peticiones
e) Las intimaciones.
Las restantes providencias solo serán notificadas si, a criterio del instructor, la falta de ese requisito pudiere
afectar el derecho de defensa.
Las notificaciones se efectuarán personalmente, por cédula, por telegrama colacionado o por carta
documento preferentemente.
Las efectuadas por otros medios se considerarán válidas, cuando de las mismas se desprenda sin duda
alguna que lo que se pretende notificar ha llegado a conocimiento pleno del destinatario
Se presume dicho conocimiento cuando conste en el expediente notificaciones personales providencias de
fecha posterior.
Cuando se efectuare personalmente, la misma estará a cargo del instructor, pudiendo practicarse por
intermedio del jefe inmediato del agente en el lugar donde presta servicios, debiendo éste firmar y quedar
debidamente acreditada la fecha en que se formaliza la notificación, lo que refrendará el jefe con su firma
La cédula contendrá:
a) El número de expediente
b) El nombre y el domicilio de la persona a identificar y el carácter de ese domicilio.
c) La transcripción de la parte resolutiva y de su motivación.
d) Lugar, fecha y la firma del funcionario correspondiente. Si el domicilio fuere constituido, el notificador
dejará al interesado o cualquier otra persona mayor de 18 años que manifieste ser de la casa en ausencia de
aquél, copia de la cédula, haciendo constar en la misma bajo su firma, el día y hora de la entrega
El original de la cédula se agregará a las actuaciones con constancia de lo actuado, lugar, día y hora de la
diligencia, suscripta por el notificador, el interesado o quien la hubiere recibido.
En los casos en que se negaren o no pudieren firmar, el notificador dejará debida constancia. Si se negaré a
recibirla, la fijará en la puerta del domicilio constituido. De igual forma procederá en caso de hallar cerrado
el domicilio.

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Si el domicilio fuere denunciado, el notificador requerirá la presencia del interesado. En caso de
encontrarlo, o en ausencia de éste, cualquiera que fuere el tiempo o la causa de la misma, procederá en la
forma señalada para el domicilio constituido.
Si no se hallare persona alguna dentro del lugar de la notificación, devolverá la cédula informada. De igual
modo procederá si los moradores manifiestan desconocer al interesado o no encontrare el domicilio de la
notificación
Cuando la notificación no pudiere realizarse en el domicilio constituido en las actuaciones o en el que
hubiere fijado el agente de conformidad con lo dispuesto en el art. 66 inc. n) de la ley, por ser aquél falso. o
inexistente o por haber sido alterado o suprimida la numeración, el encargado de la notificación lo hará
constar bajo su firma, en cuyo caso se tendrá por cumplida la misma en la oficina donde se encontrare el
expediente.
A tal efecto, el funcionario que corresponda pondrá nota de esta circunstancia, consignando bajo su firma la
fecha correspondiente, a los fines del cómputo del plazo pertinente y se reservarán las actuaciones hasta el
vencimiento del mismo.
Cuando la notificación se hiciere por carta documento o por telegrama colacionado, éstos contendrán las
enunciaciones fundamentales de la cédula, consignando la parte resolutiva y la motivación del acto.
La fecha de notificación en este caso, será la de constancia de la entrega de la carta documento o del
telegrama colacionado.
Los Organismos Sectoriales de Personal, al tomar conocimiento del cambio de domicilio de un agente que
se halla bajo sumario deberán comunicarlo en forma inmediata a la Dirección de Sumarios, con expresa
indicación del número del expediente en que se ordenó el mismo.
Esta obligación, regirá sin perjuicio de la comunicación que deberá hacer el agente sumariado, en forma
directa ante la Dirección de Sumarios.
8º- Medios de prueba
A) Declaración del inculpado
Cuando se proceda a citar a un agente comprendido en la orden de sumario, se le recibirá declaración
indagatoria, sin exigirle juramento o promesa de decir verdad.
Si la instrucción considerara que un agente no mencionado en la orden de sumario pudiere llegar a ser
responsable del hecho investigado o existiera estado de sospecha, procederá a recibirle declaración en las
mismas condiciones que el sumariado, sin que ello implique atribuirle tal carácter.
En ambos casos, deberá constar en el acta el carácter de declaración, y de las garantías que la amparan.
Dichas garantías, además de la falta de juramento o promesa, consisten en el derecho de negarse a declarar y
la inexistencia de presunción en su contra por tal negativa.
El acta de la indagatoria deberá ajustarse, en cuanto no se oponga al carácter de la misma, a las normas
establecidas para la declaración testimonial.
La oposición del indagado a la suscripción del acta, se interpretará como negativa a declarar.
En ambos casos, el declarante puede ser asistido por defensor letrado, el que sólo podrá presenciar la
.audiencia sin facultades .para intervenir en ella.
Se permitirá al declarante manifestar cuando tenga por conveniente para la explicación de los hechos,
evacuándose las citas y demás diligencias que propusiere, si el instructor las estimara conducentes para la
comprobación de las manifestaciones efectuadas.
El inculpado podrá ampliar su declaración cuantas veces lo desee, en cualquier estado del sumario, pudiendo
incluso pedirse la presente medida a solicitud de otros imputados con consentimiento del inculpado.
B) Confesión
La confesión del sumariado hace prueba suficiente en su contra, debiendo reunir los siguientes requisitos:
a) Que sea hecha ante el instructor designado para instruir el sumario, sin que resulte válida la ratificación de
declaraciones originadas en otros ámbitos.
b) Que no se presta por error evidente.
c) Que el hecho confesado sea posible y verosímil atendiendo a las circunstancias y condiciones personales
del sumariado.
d) Que recaiga sobre hechos que el mismo conozca por la evidencia de los sentidos y no por inducción.
e) Que el hecho esté acreditado y la confesión concuerde con sus circunstancias y accidentes.
La confesión no puede ser dividida en perjuicio del causante.

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C) Testimonial
El instructor tomará declaración testimonial a todas las personas a quienes considere en condiciones de
suministrar información o datos que sirvan para la comprobación de los hechos y sus circunstancias, sean o
no agentes de la Administración provincial.
Las notificaciones a los testigos se efectuarán en la forma establecida en los aparts. XXVI y siguientes. Si el
domicilio denunciado fuere falso o no existiere, podrá tenerse por desistido al testigo indicado.
Los agentes de la Administración están obligados a prestar declaración. Si debidamente notificados no com-
parecen sin causa que los justifique, se harán pasibles de las sanciones que les pueden corresponder. En las
notificaciones se harán constar esta norma.
No están obligados a declarar quienes no sean agentes de la Administración; invitados a hacerlo, se dejará
constancia de su negativa o incomparencia.
Si el testigo ofrecido en la defensa debidamente notificado, no compareciere sin causa que lo justifique, se
tendrá por desistido el testigo propuesto, conforme a lo establecido por el apart. LXXVI del presente
artículo.
Están obligados a declarar pero no a comparecer:
a) Los enfermos o impedidos físicamente, quienes lo harán en el lugar en que se encuentren, donde
concurrirá el instructor.
b) El gobernador de la Provincia, las autoridades mencionadas en el art. 84, inc. b) del estatuto y demás
funcionarios provinciales de jerarquía equivalente, declararán por oficio a tenor del interrogatorio pertinente
que se transcribirá en el mismo. A excepción del gobernador, los restantes funcionarios deberán devolver el
oficio cumplimentado en el plazo de los cinco (5) días de recibido el mismo.
Toda persona mayor de doce (12) años podrá ser llamada como testigo. Los menores de edad podrán ser
oídos por causas debidamente fundadas al solo efecto de esclarecer los hechos.
De las declaraciones se levantará acta, la que además de las circunstancias referidas en el apart. XXIII de
este artículo, deberá contener:
a) Nombre y apellido completo del declarante, edad, estado civil y nacionalidad, dejándose constancia del
documento de identidad.
b) Profesión, empleo u oficio; en caso de ser agente de la Administración, se consignará la dependencia en
que se desempeña, el cargo que ocupa y la antigüedad en la Administración.
c) Domicilio real y legal, en su caso.
Los testigos serán interrogados separadamente Prestarán juramento de decir verdad e indicarán si conocen
al imputado, si es pariente, en que grado, amigo o enemigo, acreedor o deudor, si se le comprenden algunos
de los otros impedimentos que se le harán conocer, entre ellos, su interés en el resultado del sumario
Las preguntas deberán ser claras y precisas y no podrán formularse en forma capciosa, o hiriente. Tampoco
se podrán formular amenazas de ninguna clase ni preguntas que puedan afectar al fuero privado o el
carácter íntimo, extrañas al asunto que se ventila.
El testigo no está obligado a contestar en forma precipitada. Las preguntas le serán repetidas, siempre que
se advierta que no las ha comprendido y, con mayor razón, cuando la respuesta no concordaré con el
contenido de la pregunta. El declarante podrá dictar por si mismo sus declaraciones, pero no podrá traerlas
escritas de antemano. En el acto se procurará asentar las mismas palabras y expresiones vertidas por el
declarante, quien deberá dar razón de sus dichos.
El sumariante deberá interrumpir el interrogatorio cuando advierta señales de fatiga en el testigo,
reanudando el mismo cuando hubiere desaparecido el impedimento para continuar la declaración.
Concluido el acto y si el interrogado se negare a leer su declaración o no pudiere hacerlo, el sumariante
procederá a su lectura en voz alta y clara, dejando expresa constancia de ello.
El declarante deberá manifestar si se ratifica de su contenido o si, por el contrario, tiene algo que añadir o
enmendar. Si no se ratificara en todo o en parte, se hará constar el hecho y las causales invocadas, pero en
ningún caso se testará lo escrito, sino que las nuevas manifestaciones se agregarán a continuación de lo
actuado, relacionando cada punto con lo que conste con precedencia y sea objeto de modificación.
D) Careo
Cuando las declaraciones obtenidas en el sumario discordaren en algún hecho o circunstancia qué convenga
dilucidar, se tratará en los interrogatorios de aclarar las discrepancias y en este último caso, el instructor
procederá a efectuar los careos correspondientes

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Para llevar a cabo un careo, se procederá de la siguiente manera:

a) Llenadas las formalidades previas de estilo, relacionadas con la identidad de los intervinientes, se dará
lectura a los careados de las partes de sus respectivas declaraciones que se consideren contradictorias entre
si, llamándoles la atención sobre ellas a fin de que entre si se reconvengan para obtener la declaración de la
verdad., pudiendo los careados solicitar la lectura íntegra de lo declarado.
b) Se consignarán por escrito las preguntas y respuestas que por intermedio de la instrucción mutuamente se
hicieran los careados, en la forma más ajustada a la realidad
c) No se permitirá que entre ellos se insulten o amenacen ni falten el decoro público.
d) Se dejará constancia de todas las particularidad que resulten o puedan resultar convenientes
e) Todos los intervinientes firmarán la totalidad de las hojas utilizadas en la diligencia, previa lectura y
ratificación
En un mismo acto no podrán carearse más de dos (2) personas. El careo entre inculpados se verificará en la
misma forma, pero sin recibirles juramento de decir verdad, los careos de inculpados con testigos podrán
efectuarse a pedido de los primeros o de oficio, pero con el consentimiento de los segundos.
Si se hallare ausente alguna de las personas que deban ser careadas, se leerá al que se encuentre presente su
declaración y las particularidades del ausente en las que discordase, y las explicaciones que dé u
observaciones que haga para confirmar, variar, o modificar sus anteriores asertos, se consignarán en la
diligencia. Posteriormente podrá completarse el restante medio careo.
E) Pericial
Se procederá a recabar informe pericial siempre que para el examen de una persona o para la apreciación de
un hecho o de sus circunstancias, se requieran conocimientos especiales en algún arte, técnica, ciencia o
industria.
Se nombrará un solo perito por cada rama del arte, técnica, ciencia o industria. Excepcionalmente podrá
aumentarse su número, que en ningún caso se excederá de tres (3), cuando la complejidad de los hechos lo
haga procedente.
Las pericias se confiarán a los agentes de la Administración provincial aun cuando no estuvieran
comprendidos en la ley 10.430, que tenga titulo en la ciencia, arte o industria a que corresponda el hecho
sobre el cual deben expedirse, siempre que la profesión relativa a la ciencia, arte o industria esté
reglamentada. Si no lo estuviere, se podrán designar personas entendidas aunque no tuvieren titulo. Los
agentes de la Administración deberán efectuar la pericia como si se tratare de una obligación
inherente al cargo. '
Cuando la Administración pública provincial no contase con profesionales o expertos en la ciencia, arte o
industria a que corresponda el hecho a investigarse, excepcionalmente podrá recabarse del Poder Judicial la
designación de un perito de la Dirección General de Asesoría Pericial. La Administración se hará cargo de
los costos que demande la pericia.
Las causales de recusación y excusación previstas para los instructores serán de aplicación para los peritos
designados.
Este derecho podrá ser ejercido dentro de los tres (3) días de la notificación o de tomar conocimiento de la
causa, cuando fuere sobreviniente o desconocida. A los efectos anteriores deberá comunicarse al instructor
actuante en quién o en quiénes ha recaído la designación.
De mediar oposición la misma tramitará en incidente por separado y será resuelta por el Instructor actuante.
En caso de acogerse, devolverá las actuaciones al funcionario designante para que proceda al reemplazo del
perito. La decisión que adopte el instructor será irrecurrible.
El informe pericial será redactado por escrito, bajo juramento de decir verdad, con indicación de lugar y fe-
cha. El informe deberá ser presentado dentro de los seis (6) días de haber sido notificado el perito. A pedido
del mismo, este término podrá ser ampliado por otros seis (6) días cuando la complejidad del asunto lo haga
procedente. Por excepción y por causas debidamente fundadas, la autoridad de la que dependa el perito,
podrá prorrogar los plazos. Vencidos el primero o segundo de los términos acordados, sin que el perito
comunicare el informe, ni solicitare ampliación de plazo, el mismo será considerado incurso en falta. Si
además, se advirtiere morosidad la falta será considerada grave. Al producirse la demora, el Director de
Sumarios comunicará lo ocurrido a la autoridad de la que dependa el perito.
F) Documental

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Se agregarán al expediente todos los documentos que se presentaren durante la instrucción que tuvieren
relación con el sumario.
Los documentos existentes fuera de la jurisdicción del Instructor o que por la circunstancia del caso no
puedan ser agregados, podrán ser compulsados en el lugar en que se encuentren y, en caso necesario, se
extraerá o recabará copia testimoniada de los mismos.
Los documentos privados serán sometidos a reconocimientos de aquellos a quienes pertenecieran, para lo
cual deberán ser citados poniéndoseles de manifiesto los instrumentos a reconocer.
Los organismos de la Administración están obligados a poner a disposición del instructor los documentos
que fueren recabados por éste, como así también expedir copia testimoniada.
Las copias podrán ser obtenidas por cualquier medio que sea factible (mecanografiadas, fotografiadas, etc.),
debiéndose certificar sobre su autenticidad, según el caso, por el instructor o por quien las expida.
G) Informativa
El instructor está facultado para requerir, mediante oficio, los informes que estime necesarios para el
esclarecimiento de los hechos y sus circunstancias, no resultando necesario para ello seguir la vía jerárquica.
Los organismos requeridos deberán contestar los informes dentro de los dos (2) días de recibido el oficio. El
incumplimiento de esta norma por parte del responsable del organismo, lo hará incurrir en falta grave. Si,
por razones fundadas, para suministrar el informe pedido se necesitare un lapso mayor, deberá comunicarse
de inmediato esta circunstancia al instructor.
En los pedidos de informes a organismos ajenos a la Administración pública provincial a petición de los
imputados, se podrá imponer la carga de su diligenciamiento a éstos, .a cuyo efecto se le otorgará un plazo
de hasta diez (10) días, bajo apercibimiento de tener por desistida dicha prueba.
Dentro del término conferido, a petición del imputado y mediando razones debidamente fundadas, la
instrucción podrá prorrogar dicho término, siempre bajo el mismo apercibimiento.
H) Reconocimiento
Si fuere necesario el reconocimiento de algún lugar se realizará inspección ocular. Cuando ésta deba
efectuarse en lugares de dependencia de la Administración provincial, los funcionarios a cargo de los
organismos respectivos estarán obligados a facilitar el cumplimiento de aquélla.
En el supuesto de que se tratare de lugares no dependientes de la Administración, la inspección ocular no
podrá realizarse si no mediare conformidad de terceros con derecho para oponerse a la misma.
El instructor procederá a labrar acta detallando las circunstancias de interés para la investigación
Asimismo, podrá confeccionar plano y croquis, tomar fotografías y recoger las pruebas que encontrare en
el lugar.
Los inculpados podrán concurrir con sus representantes o letrados y formular las observaciones pertinentes
de las que se dejaré constancia en el acta.
I) Diligenciamiento
Cuando cualquiera de las medidas de prueba deba ser cumplida fuera del asiento del instructor sumariante,
este podrá requerir su ejecución a las municipalidades u otros organismos provinciales del lugar, las que
deberán producirlos de inmediato con intervención de sus Organismos específicos.
J) Disposiciones comunes
Las decisiones de la instrucción en materia probatoria serán irrecurribles.
Para lo que no esté previsto en materia probatoria, serán de aplicación supletoria las normas del Código de
Procedimiento Penal, en cuanto no se opongan a la presente reglamentación.
9º Conclusión de la prueba de cargo
Concluida la prueba de cargo, el instructor dispondrá el levantamiento del secreto del sumario.
Si, a juicio del instructor, se encontrare acreditada la comisión de falta administrativa e individualizado el o
los autores, procederá a dictar auto de imputación, el que deberá contener en sus considerandos:
a) La exposición metódica de los hechos, relacionandólos con las pruebas agregadas al expediente.
b) La participación, que en ellos tuvieren cada uno de los imputados, mencionando claramente a los mismos
por sus nombres y apellidos completos.
Las circunstancias atenuantes y agravantes, que puedan modificar 1a responsabilidad de los imputados,
desde una base estrictamente probatoria, sin poder incurrir en valoraciones que vayan más allá de la
comprobación o no de la existencia de la falta.
En la parte dispositiva, contendrá:

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a) El encuadramiento legal que corresponda a los hechos relacionados;
b) El otorgamiento de traslado para descargo a los imputados.
El auto de imputación es irrecurrible, sin perjuicio de la disconformidad que pudiera manifestar al
inculpado.
No existiendo, a criterio del instructor, elementos de juicio suficientes para la prosecución de las
actuaciones, propiciará el sobreseimiento, elevándolas al Director de Sumarios.
El auto que lo disponga deberá contener, en lo pertinente, los requisitos enunciados en el apart. LXX.
El Director de Sumarios examinará las actuaciones y si compartiere el temperamento propuesto, las remitirá
a la Junta de Disciplina con opinión fundada.
Caso contrario, las devolverá al instructor ordenándole la sustanciación de las medidas de pruebas que
estime pertinentes.
Podrá, asimismo, disponer se dicte providencia de imputación, en cuyo caso deberá designar nuevo
instructor en el mismo acto.
10. - Derechos de los Imputados
Dictada la providencia de imputación, se dará vista de todo lo actuado al imputado por el término de diez
(10) días, dentro de los cuales deberá efectuar su descargo y proponer las medidas de prueba que crea
oportunas para su defensa. Cuando haya más de un imputado, los términos serán independientes y
comenzarán a correr a partir del día siguiente hábil en que cada uno se haya notificado de la vista.
En su escrito de descargo el inculpado deberá constituir en forma clara y precisa domicilio, el que se
considerará subsistente para todos los efectos legales mientras no designe otro, no pudiendo constituirlo en
oficinas públicas.
En el caso de que así no lo hubiere hecho, se tendrá por constituido el domicilio declarado en cumplimiento
de la obligación establecida en el art. 66, inc. n) de la ley.
Asimismo, deberá ofrecer la totalidad de la prueba que estime necesaria, la que se sustanciará de acuerdo
con las formalidades establecidas para la investigación en las normas de la presente reglamentación,
cualquiera sea la denominación que le asigne el imputado.
El instructor sumariante no admitirá pruebas que no versen sobre hechos relativos al sumario y que sean
manifiestamente improcedentes. La providencia que se dicte al respecto es irrecurrible, pero la autoridad
competente, previo a dictar la resolución definitiva, o la Junta de Disciplina, podrán disponer su producción.
Si el imputado lo considerare pertinente, dentro del plazo podrá presentarse ante la instrucción y manifestar
verbalmente, dejándose constancia en acta, de los términos de su descargo. En este caso, la instrucción
consignará en el acta, todo lo que le dictare el imputado y que hiciera a su defensa.
El imputado no podrá ofrecer más de cinco (5) testigos, salvo que en el auto de imputación se hubiere
valorado un número mayor de testigos de cargo en su perjuicio. Cuando haya propuesto un número mayor,
el instructor tomará declaración a los cinco (5) primeros de la lista presentada. Con respecto a los restantes
emitirá providencia fundada resolviendo con relación a la conveniencia de que depongan, para lo cual tendrá
en cuenta la complejidad de los hechos y. sus circunstancias.
Contra la resolución que se dicte no cabe recurso alguno, sin perjuicio de las facultades ampliatorias de los
organismos que intervengan con posterioridad.
En el escrito de ofrecimiento de prueba se indicará domicilio o dependencia administrativa donde se desem-
peñen los testigos a los fines de su notificación, debiendo acompañarse, asimismo, los interrogatorios
abiertos a cuyo tenor declararán.
En caso de incumplimiento de estos requisitos, el instructor intimará al imputado por un plazo de dos (2)
días, para que subsane la omisión, bajo apercibimiento de tener por no ofrecida la prueba. El instructor podrá
desestimar las preguntas que consideré improcedentes y formular las aclaraciones que considere pertinentes
sin recurso alguno en ambos casos. En el auto de proveimiento de prueba de descargo, se fijará la fecha y la
hora en que se efectuará la audiencia; asimismo se fijará fecha y hora para una audiencia supletoria, para el
caso de que no pudiere concurrir a. la primera. Si los testigos no comparecieren a ninguna de las audiencias
fijadas, dentro del día siguiente al de la fecha fijada para la segunda, el instructor, tendrá por desistida la
prueba, salvo que el imputado, el día de la segunda audiencia, se presentare acreditando razones
debidamente fundadas.
Los imputados y/o representantes o patrocinantes podrán intervenir en la audiencia con facultad de ampliar
el interrogatorio, a través del instructor.

102
Los documentos en poder del imputado se acompañarán también con el escrito de descargo; caso contrario,
se indicará en forma precisa el lugar en donde se encuentren. De tratarse de documentos privados, deberá
indicarse quiénes y dónde deben ser citados para su reconocimiento. En caso de incumplimiento de estos
requisitos, el instructor intimará por un plazo de dos (2) días, para que se subsane la omisión, bajo
apercibimiento de tener por no ofrecida la prueba. Cuando sea menester extraer copias, fotográficas,
mecanográficas o de otro tipo, la obtención de las mismas serán a cargo de la Administración, siempre que
no se tratare de copias que el imputado requiera de las actuaciones, para su control personal, en cuyo caso
será a su cargo.
En el supuesto de que la prueba fuere ofrecida por el imputado y deba recurrirse a la designación de un
perito de las listas confeccionadas por el Poder Judicial, las costas serán satisfechas por la Administración.
Asimismo, podrá ofrecer, a su exclusivo cargo cualquiera fuere el resultado del sumario, la designación de
un perito particular para actuar en forma conjunta con él o los designados por la administración, ajustando su
labor a lo establecido en el título 8°, punto E), del presente artículo.
El cometido de ese perito particular será responsabilidad exclusiva del proponente y su incumplimiento por
cualquier circunstancia permitirá tener por desistido el ofrecimiento.
Concluida la prueba de descargo, sé correrá nuevo traslado de las actuaciones a cada imputado, para que
alegue sobre el mérito de la producida dentro del término de cinco (5) días.
Los escritos podrán ser presentados hasta el día siguiente hábil de su vencimiento dentro de las (2)
primeras horas del horario administrativo. Transcurrido el término para la formulación del descargo y
ofrecimiento de la prueba y/o alegato, sin que el inculpado lo haya hecho, el instructor dictará providencia
que le dé por decaído el ejercicio de esos derechos.
Luego se confiere traslado a la junta de disciplina, asesoría general de gobierno, fiscalía de estado.
La junta de disciplina deberá expedirse en el plazo de 10 días. Cumplido el mismo, las actuaciones serán
remitidas a la autoridad que ordeno la instrucción.
Los dictámenes en ningún caso serán vinculantes u obligatorios para la autoridad que habrá de dictar el
acto administrativo final conforme la competencia asignada en el art 84, inc a) y b) del estatuto, pero para
apartarse de ellos deberán dar fundamentos de hecho y de derecho que asi lo indiquen.
Antes de emitir su dictamen definitivo, puede la Junta de Disciplina devolver las actuaciones a la Dirección
de Sumarios para que produzca las pruebas que expresamente se le indique
Ley 10430
ARTÍCULO 93.- A los efectos previstos en esta Ley funcionará una Junta de Disciplina única y permanente
que tendrá carácter de organismo asesor.
La Junta de Disciplina tendrá las siguientes funciones:
a) Expedirse en los sumarios administrativos, previo al dictado de la resolución, aconsejando la sanción a
aplicar si hubiere motivo para ello.
b) Expedirse en los supuestos de solicitudes de rehabilitación.
c) Expedirse en los casos en que se requiera su intervención por la autoridad competente.
ARTÍCULO 94.- La Junta de Disciplina estará integrada en la forma que se determine por vía
reglamentaria, debiéndose incluir, en todos los casos, la representación gremial. Esta representación deberá
ser prevista en todo organismo similar.
ARTÍCULO 95.- Cuando la falta imputada pueda dar lugar a la aplicación de sanción expulsiva, deberá
darse intervención a la ASESORÍA GENERAL DE GOBIERNO para que, dentro del plazo de DIEZ (10)
días emita dictamen al respecto. Solamente se requerirá la intervención de la FISCALÍA DE ESTADO
cuando de modo directo existan intereses fiscales afectados, la que deberá expedirse dentro del mismo plazo.
Ambos organismos podrán recabar medidas ampliatorias.
Producidos los dictámenes el expediente vuelve al organismo al que pertenece el agente para que el
ministro dicte el Acto Administrativo que aplique la sanción (si la sanción es correctiva)
ARTÍCULO 96.- Una vez pronunciada la autoridad sumariante, la Junta de Disciplina y, en su caso la
ASESORÍA GENERAL DE GOBIERNO y la FISCALÍA DE ESTADO, las actuaciones serán remitidas a la
autoridad competente para que dicte la resolución definitiva con ajuste a lo establecido.
Si la sanción es expulsiva debe elevarlo al gobernador. Si el Agente estuvo suspendido y luego sobreseído,
la administración le debe abonar los días de suspensión.

103
El instructor decreta el cierre del sumario: cuando el imputado no hubiera presentado el descargo y se
haya dado por decaído el ejercicio de ese derecho o cuando presente descargo y no ofrezca prueba a
producir o cuando haya alegado sobre el merito de la prueba o se la haya dado por decaído el ejercicio de
ese derecho.
ARTÍCULO 97.- Desde que se ordena la sustanciación de un sumario administrativo, y en cualquier estado
de las actuaciones, la autoridad que lo dispuso puede declarar al agente presuntamente incurso en falta, en
disponibilidad relativa o suspenderlo con carácter preventivo, por el término de SESENTA (60) días,
pudiendo ser ampliada por el Poder Ejecutivo, previo dictamen de la Asesoría General de Gobierno.
Asimismo, se dispondrá la suspensión preventiva del agente que sufra privación de la libertad ordenada por
autoridad policial o judicial, acusado de la comisión de un delito, de transgresión al Código de Faltas o
simplemente de averiguación de hechos delictuosos.
Tales medidas precautorias no implican pronunciarse sobre la responsabilidad del agente.
ARTÍCULO 98.- Cuando al agente le fuera aplicada sanción disciplinaria correctiva, se le computará el
tiempo que duró la suspensión preventiva, a los efectos del cumplimiento de aquélla. Los días de suspensión
preventiva que superen a la sanción aplicada les serán abonados como si hubieren sido laborados.
En caso de que hubiere recaído sanción disciplinaria expulsiva, el agente no percibirá los haberes
correspondientes al período de suspensión preventiva.
ARTÍCULO 99.- Son competentes para aplicar las sanciones disciplinarias:
a) El Poder Ejecutivo, las expulsivas.
b) Los Ministros, Secretarios, Subsecretarios, Directores Generales o Provinciales, y demás funcionarios
con idéntico rango a los enumerados, las correctivas.
c) Los Directores, o sus equivalentes, las correctivas limitándose la suspensión hasta un máximo de DIEZ
(10) días.
ARTÍCULO 100.- El acto administrativo final deberá ser dictado dentro de los CINCO (5) días de recibidas
las actuaciones y deberá resolver:
a) Sancionando al o a los imputados.
b) Absolviendo al o a los imputados.
c) Sobreseyendo en el sumario al o a los imputados.
d) Declarando extinguida la potestad disciplinaria de la Administración por alguna de las causales
previstas.
Previo al dictado del acto que resuelva el sumario, el órgano competente podrá disponer la ampliación del
sumario, haciendo clara referencia a los hechos y circunstancias sobre los que versare.
ARTÍCULO 101.- El agente que tenga DOS (2) o más cargos y fuera objeto de sanción disciplinaria
expulsiva en alguno de ellos, cesará sin sumario en los demás.
ARTÍCULO 102.- A los efectos de la graduación de las medidas disciplinarias que deban aplicarse, se
considerarán reincidentes a los que durante el término de DOS (2) años inmediatamente anteriores a la fecha
de comisión de la nueva falta, hayan sido sancionados con penas correctivas.
ARTÍCULO 103.- Cuando la resolución final del sumario absuelva o sobresea definitivamente al imputado,
le serán abonados íntegramente los haberes correspondientes al tiempo que duró la suspensión preventiva,
con la declaración de que no afecta su concepto y su buen nombre.
Recursos
Contra las sanciones correctivas procede: revocatoria ante el ministro; apelación ante el gobernador.
Contra las sanciones expulsivas procede: revocatoria ante el gobernador (ya que solo el puede aplicarlas).
Ante la denegatoria se abre la vía contenciosa administrativa
ARTÍCULO 104.- Contra los actos administrativos que impongan sanciones disciplinarias, el sancionado
podrá interponer recurso de revocatoria, con el jerárquico en subsidio, ante el mismo organismo que lo dictó,
dentro del término de los DIEZ (10) días siguientes al de su notificación. El recurso deberá fundarse,
debiendo rechazarse el mismo sin más trámite si se omitiera tal requisito.
ARTÍCULO 105.- En cualquier tiempo, el agente sancionado o de oficio, el Estado, podrá solicitar la
revisión del sumario administrativo del que resultara pena disciplinaria, cuando se aduzcan hechos nuevos o
circunstancias sobrevinientes susceptibles de justificar la inocencia del imputado. Cuando se trate de agentes
fallecidos, la revisión podrá ser requerida por el cónyuge, descendientes, ascendientes, hermanos o la

104
persona que comprobadamente hubiera convivido en calidad de cónyuge, o de oficio por la misma
Administración.
En todos los casos deberán acompañarse los documentos y pruebas en que se funda la revisión: en su
defecto, ésta será desechada sin más trámite. No constituyen fundamento para la revisión las simples
alegaciones de injusticia de la sanción.
ARTÍCULO 106.- Los términos establecidos en el presente Capítulo son perentorios y se computarán por
días hábiles laborales con carácter general para la Administración Provincial, salvo cuando se hubiere
establecido un tratamiento distinto.
Decreto 1227/87:
El recurso de revocatoria deberá interponerse dentro de los cinco (5) días siguientes al de la notificación del
agente. Rechazado el mismo, podrá interponerse recurso de apelación dentro de los cinco (5) días siguientes
al de su notificación. El acto que resuelva la apelación será irrecurrible. Ambos recursos deberán
interponerse fundadamente y por escrito.
La sustanciación del recurso no interrumpe la tramitación del sumario y las medidas preventivas dispuestas
serán mantenidas mientras aquél se resuelva
Las medidas preventivas que se dicten como consecuencia del procedimiento sumarial deberán ser
comunicadas al Organismo Sectorial de Personal dentro de los dos (2) días de adoptadas.
El Organismo Sectorial de Personal controlará los términos de las medidas preventivas.
Artículo 85. -. La resolución definitiva deberá indicar la norma legal aplicable. Para el análisis del caso se
aplicará el principio de las libres convicciones razonadas.
La decisión deberá fundarse en la valoración de pruebas esenciales y decisivas, sin estar obligada la
autoridad administrativa competente a hacer mérito de toda la producida, pero debiendo tenerla presente en
su totalidad.
Cuando la Dirección de Sumarios, la Junta de Disciplina, la Asesoría General de Gobierno y la Fiscalía de
Estado, coincidan en aconsejar una medida expulsiva, deberá mediar decreto del Poder Ejecutivo, para el
caso de disponerse la aplicación de una sanción más benigna.
Asimismo deberá dictarse decreto del Poder Ejecutivo cuando exista uniformidad de criterio de los
organismos consultivos y el acto resolutivo se aparte de los mismos.
El sobreseimiento que se dicte como decisión de un sumario administrativo, puede ser provisorio o
definitivo, total o parcial.
Procederá al sobreseimiento definitivo
a) Cuando resulte evidente que no se ha cometido el hecho que motivara el sumario;
b) Cuando acreditado el hecho, el mismo no constituya falta administrativa;
c) Cuando aparezca indudable la falta de responsabilidad del agente.
Procederá al sobreseimiento provisorio
a) Cuando no resulte suficientemente acreditada la comisión del hecho origen del sumario;
b) Cuando el hecho haya sido suficientemente acreditado, pero no existan motivos o causas suficientes para
responsabilizar a agentes de la Administración pública provincial;
c) Cuando se encuentre pendiente resolución ejecutoria en causa penal y no existan motivos o causas
suficientes para responsabilizar a agentes de la Administración pública provincial.
Si hubiera personal involucrado, la autoridad competente deberá convertir el sobreseimiento provisorio en
definitivo cuando no se produzcan nuevas comprobaciones, en los siguientes plazos.
a) A los seis (6) meses si se tratara de faltas administrativas a las que puedan corresponder sanciones
correctivas
b) Al año si se tratara de faltas administrativas a las que puedan corresponder sanciones expulsiva
Los plazos se computarán a partir de la fecha en que se dictó el acto administrativo que resuelva emitir
sobreseimiento provisorio. La conversión del sobreseimiento provisorio en definitivo, deberá ser dispuesta
por la misma autoridad que dictó aquél.
Artículo 89
Tratándose de sanciones correctivas, los recursos procederán siempre con efecto suspensivo. En las medidas
expulsivas será facultativo del Poder Ejecutivo disponer la suspensión de su aplicación cuando mediare
recurso contra la sanción.

105
En los casos en que para fundar un recurso se pida vista de las actuaciones, automáticamente se operará la
suspensión de los términos recursivos desde la fecha de solicitud hasta que la vista sea otorgada
Las medidas preparatorias de decisiones administrativas, los informes, dictámenes, vistas y las providencias,
disposiciones o resoluciones que se dicten durante la sustanciación de los sumarios, que por si mismas no
impliquen la aplicación de una sanción disciplinaria, no son recurribles, salvo disposición expresa
Los recursos previstos en el art. 89 de la ley funcionarán y se interpondrán en forma autónoma uno del otro,
a opción del interesado.

4- Procedimiento de responsabilidad patrimonial.


La contaduría general de la provincia, conjuntamente con la tesorería general, fiscalía del estado y el
tribunal de cuentas, son los órganos encargados de velar por la integridad del patrimonio estatal, a cuyo
efecto la propia constitución le reconoce un marco de estabilidad que se traduce en el mecanismo especial
que rige a los fines del nombramiento de los respectivos titulares.
Con tal propósito, el art 82º prescribe que el senado “Presta su acuerdo a los nombramientos que debe hacer
el Poder Ejecutivo con este requisito y le presenta una terna alternativa para el nombramiento de tesorero y
subtesorero, contador y subcontador de la Provincia”., estableciéndose el modo de elección y el respectivo
ámbito de su actuación.
En el caso particular del contador y subcontador general de la provincia, la metodología aplicada desde 1873
hasta el presente reconoce la facultad del poder ejecutivo de proceder a la designación de ambos
funcionarios por el término de 4 años, dándole suficiente estabilidad para desempeñar el cargo con la
independencia de criterio que corresponde a todo órgano de contralor.
El marco legal se completa con la ley 13767/07 que establece y regula la administración financiera y el
sistema de control de la administración general del estado provincial y su decreto reglamentario 3260/08.
Como complemento de estos sistemas, la contaduría general de la provincia lleva los registros necesarios
para el control de los cargos y descargos que se formulan a las personas o entidades obligadas a rendir
cuentas de fondos, valores o bienes administrativos por cuenta del estado. De este modo vuelven a
entrelazarse los organismos de la constitución ya que los pagos por tesorería habilitan la formulación del
cargo al respectivo responsable, mientras que la rendición de cuentas por parte de este se traduce en el
registro del descargo, quedando habilitado el proceso de control a través del “ juicio de cuentas” que practica
el tribunal de cuentas.
El tribunal de cuentas, por ser un órgano de control administrativo con funciones jurisdiccionales, es el
encargado de examinar las cuentas de percepción e inversión de las rentas públicas, tanto provinciales como
municipales.
Para el cumplimiento de tal cometido ha distribuido en distintas vocalías los entes a fiscalizar de acuerdo a
sus características y a ello ha adaptado el procedimiento aplicable
Ley 13767:
Título VI: sistemas de control
ARTÍCULO 101.- El modelo de Control a aplicar deberá ser integral e integrado, abarcar aspectos
presupuestarios, económicos, financieros, patrimoniales, normativos y de gestión, la evaluación de
programas, proyectos y operaciones y estar fundado en criterios de economía, eficiencia y eficacia.
ARTÍCULO 102.- La Fiscalía de Estado tendrá a su cargo el control de legalidad de los actos
administrativos, conforme a lo dispuesto en la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y en su
respectiva ley orgánica.
Las competencias y facultades del Tribunal de Cuentas de la Provincia, se regirán conforme a lo dispuesto
en la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y en su respectiva ley orgánica.
ARTÍCULO 103.- La Contaduría General de la Provincia ejercerá el control interno de la gestión
económico- financiera del Sector Público Provincial y de los Poderes Legislativo y Judicial.
Dec.reg 3260/08
ARTICULO 103. La Contaduría General de la Provincia desarrollará e instrumentará un sistema de control interno que incluya
los objetivos de eficiencia y eficacia, las instancias previas, concomitantes y posteriores, contables, normativas e informáticas, de
todo acto que impacte o afecte el patrimonio estatal, y la adecuación de sus procedimientos a las pautas establecidas en el
Artículo 101 de la Ley N° 13.767. El control interno se aplicará con prescindencia del régimen jurídico que regule a la
jurisdicción o entidad, y a la actividad sujetos a aquéllos, y será comprensivo de la evaluación de los resultados de los
programas, proyectos y operaciones de los que sean responsables las jurisdicciones y entidades del Artículo 8 de la citada Ley, y

106
los Poderes Legislativo y Judicial. A tal fin la Contaduría General de la Provincia dictará aquellas normas que aseguren esas
condiciones de control.
Para el efectivo ejercicio de sus funciones la Contaduría General de la Provincia gozará de autonomía funcional, jurídica y
administrativa garantizándose a sus funcionarios la independencia y el acceso directo a todo tipo de documentación y registros
cualquiera sean sus soportes referidos al ámbito de su competencia.
ARTÍCULO 104.- La Contaduría General de la Provincia tendrá las siguientes competencias, sin perjuicio
de las que le correspondan por otras leyes:
a) Controlar, en materia de su competencia, el desenvolvimiento general de la Hacienda Pública en los
organismos administrativos de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial;
b) Emitir y supervisar la aplicación, por parte de las delegaciones correspondientes, de la normativa;
c) Requerir la información que sea necesaria para el cumplimiento de sus funciones, a cuyo fin tendrá
acceso a todo tipo de registros y documentación y archivos;
d) Examinar todos los actos administrativos y operaciones relacionadas con la Hacienda Pública y
observarlos cuando contraríen o violen disposiciones legales o reglamentarias;
e) Efectuar inspecciones y arqueos.
f) Efectuar tareas de control preventivo, simultáneo o posterior en la Administración provincial,
mediante los procedimientos usuales de auditoría e inspección;
g) Intervenir previamente los ingresos y egresos que se operen por la Tesorería General de la Provincia y
controlar sus existencias, lo que podrá efectuarse mediante los procedimientos y por los funcionarios que el
Contador General disponga;
h) Controlar, en cualquiera de sus fases, la recaudación de los fondos públicos;
i) Requerir la rendición de cuentas de los responsables en el tiempo y forma que establezcan las
disposiciones vigentes y disponer las medidas de apremio que el caso aconseje;
j) Exigir la devolución de los fondos mantenidos sin afectación por los responsables de la
Administración provincial o, en su defecto, disponer de oficio su transferencia a la Tesorería General de la
Provincia, sin perjuicio de iniciar -si así correspondiere- el pertinente sumario administrativo de
responsabilidad;
k) Intervenir en la emisión y distribución de valores fiscales, formulando los cargos y descargos
correspondientes;
l) Intervenir en la emisión y cancelación de títulos públicos y letras de tesorería;
m) Requerir el envío de balances y estados contables y la exhibición de libros y documentos originales y
toda información que considere necesaria, de todo funcionario público, empleado, persona o entidad que por
cualquier carácter tome intervención en la administración y/o gestión de bienes, valores o fondos públicos de
la Provincia o de los que en alguna forma responda a la misma;
n) Verificar los balances de rendición de cuentas;
o) Confeccionar el estado demostrativo de ingresos y egresos a que alude el Artículo 144° inciso 9), de la
Constitución provincial.
p) Disponer la iniciación de sumarios para la determinación de irregularidades en la administración de
fondos, valores o bienes fiscales y/o transgresiones a disposiciones legales en vigencia susceptibles de
producir perjuicios a la Provincia. El Contador General de la Provincia, queda facultado para disponer la no
iniciación de sumarios, cuando el valor presunto del perjuicio fiscal no supere el cincuenta por ciento (50%)
de la remuneración mínima vigente para el personal de la Administración provincial, y siempre que no surja
prima facie la existencia de dolo por parte del presunto responsable.
Dec. Reg. 3260/08
ARTICULO 104. Para cumplir con su objeto la Contaduría General de la Provincia tendrá las siguientes facultades y
atribuciones:
a) Se encargará del asesoramiento, control interno, registro e información de la gestión económica-financiera del Sector Público
Provincial y de los Poderes Legislativo y Judicial. Instrumentar procedimientos específicos de control; a tales efectos podrá
organizar sus acciones juntamente con los órganos y procedimientos de control y gestión internos de cada una de las empresas y
fondos mencionados en los incisos b) y c) del Artículo 8° de la Ley N° 13.767. También podrá proponer la designación de un
integrante de los órganos de control citados anteriormente.
b) Formular directamente a los órganos comprendidos en el ámbito de su competencia, recomendaciones tendientes a asegurar
el adecuado cumplimiento normativo.
c) Queda facultada para examinar todo tipo de documentación, registros, archivos, sistemas y soportes magnéticos que se
relacionen con la materia de examen. Para ello todos los agentes y autoridades del Sector Público Provincial prestarán su
colaboración considerándose la conducta adversa como falta grave.

107
d) Ejercer en cualquier etapa sustancial, el control previo de los actos que impliquen o afecten de manera directa o indirecta el
patrimonio del Estado o que supongan cualquier erogación, gasto, ingreso o egreso de bienes al mismo.
e) La realización de inspecciones y arqueos podrán realizarse espontáneamente siguiendo los procedimientos habituales de
auditoría.
f) A efectos del control la auditoría de la Contaduría General, podrá programar sus labores en función de las necesidades de la
política fiscal por sí misma y por la interrelación con la actividad económica en su conjunto, como así también en base a las
inconsistencias informadas por el Area de Delegaciones. Las tareas podrán contemplar el cumplimiento y la evaluación de los
resultados de los programas, proyectos y operaciones.
Cuando se originen irregularidades que merezcan ser objeto de un posterior análisis, en función de su importancia cualitativa o
cuantitativa o bien por su reiterada ocurrencia, se deberá comunicar a la Auditoría para su intervención.
La Contaduría General será la encargada de ejercer la auditoría sobre los sistemas de control que existen en la Administración
Pública Provincial. También podrá examinar las operaciones contables, de sistemas o de cualquier otra índole relacionadas con
los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para lo cual juntamente con las Delegaciones, establecerán el alcance de la labor,
la metodología de trabajo, el desarrollo de tareas y la asignación de los recursos necesarios.
Asimismo la Contaduría General programará periódicamente auditorías integrales, interdisciplinarias que abarquen los
aspectos previstos en el Artículo 101 de la Ley N° 13.767.
g) Sin reglamentar.
h) Sin reglamentar.
i) Sin reglamentar.
j) Sin reglamentar.
k) Establecerá los procedimientos y metodologías que harán operativo el control de los valores fiscales.
l) Podrá auditar, revisar y efectuar el seguimiento del desembolso de fondos y posterior cumplimiento de los préstamos que el
Gobierno provincial obtenga de los Organismos Multilaterales de Créditos. A tales efectos podrá celebrar contratos con dichas
entidades internacionales como órgano externo de auditoría.
m) Tendrá competencia para intervenir en las actuaciones administrativas de todo funcionario, empleado, personal o entidad que
participe en la administración y/o gestión de bienes, valores o fondos públicos de la Provincia o que de alguna forma deba
responder a la misma.
n) Sin reglamentar.
o) Sin reglamentar.
p) Sin reglamentar.
ARTÍCULO 105.- El Contador General de la Provincia analizará todos los actos administrativos que se
refieran a la Hacienda Pública y los observará, cuando contraríen o violen disposiciones legales o
reglamentarias, dentro de los quince días desde la fecha en que se tuvo conocimiento del acto. Dicho plazo
podrá ser suspendido cuando sea necesaria la obtención de antecedentes para el mejor análisis del acto
administrativo.
La observación formulada se comunicará en forma inmediata al órgano u organismo respectivo, el que
deberá abstenerse de obrar hasta tanto se dicte la resolución definitiva.
El hecho que la observación no se produzca en el plazo establecido, no cercena la facultad de observar.
El acto administrativo y sus antecedentes deberán ser comunicados al Contador General antes de entrar en
ejecución. El incumplimiento del deber de efectuar dicha comunicación constituirá falta grave.
Dec.reg 3260/08
ARTICULO 105. El plazo de 15 días previsto en el Artículo 105 de la Ley N° 13.767, empezará a correr a partir del día siguiente
al de la notificación personal del Contador General de la Provincia.
El requerimiento de antecedentes deberá ser cumplido por el organismo emisor del acto dentro de los cinco (5) días de efectuado
el mismo por la Contaduría General de la Provincia.
Dictado el acto de observación, el mismo se comunicará a la jurisdicción o entidad respectiva dentro de los dos (2) días.
Formulada la observación fuera del plazo establecido se seguirá idéntico procedimiento.
La ejecución del acto no comunicado dará lugar a la iniciación inmediata de los sumarios disciplinario y de responsabilidad
patrimonial, si correspondiere, con la consecuente notificación del funcionario superior de quien hubiera dictado el acto.
Se entenderá que los días son hábiles.
ARTÍCULO 106.- La observación formulada suspenderá el cumplimiento del acto o de la parte observada,
hasta tanto sea subsanada la causal de observación.
ARTÍCULO 107.- La observación quedará sin efecto cuando la autoridad que dispuso el acto desista del
mismo o lo modifique, conforme al pronunciamiento del Contador General de la Provincia.
Dec. Reg 3260/08
ARTICULO 107. El desistimiento o modificación a que refiere el Artículo 107 de la Ley N° 13.767 deberá serle comunicado al
Contador General de la Provincia dentro de los dos (2) días hábiles, acompañando el acto administrativo que así los disponga.
ARTICULO 108.- El Poder Ejecutivo provincial bajo su exclusiva responsabilidad y mediante el decreto
pertinente, podrá insistir en el cumplimiento de los actos observados, en cuyo caso, se proseguirá el trámite

108
de ejecución y el Contador General de la Provincia comunicará a la Legislatura provincial y al Tribunal de
Cuentas su observación, acompañando los antecedentes de la misma y del respectivo acto de insistencia.
En el ámbito de los Poderes Legislativo y Judicial, la insistencia será dictada por el Presidente de la
respectiva Cámara o por el de la Suprema Corte de Justicia respectivamente.
La insistencia hace cesar la responsabilidad del Contador y la transfiere a los funcionarios que la signaron.
Dec. Reg. 3260/08
ARTICULO 108. La Contaduría General de la Provincia llevará un registro centralizado por jurisdicción y materia de los actos
de observación, desistimientos e insistencia, funcionarios que dispusieron los actos, comunicaciones a la Legislatura Provincial y
al Tribunal de Cuentas.
ARTÍCULO 109.- La no observación de un acto por parte del Contador General de la Provincia, no libera de
responsabilidad a los funcionarios que dispusieron el acto, la que, en tal supuesto, será concurrente con la
del Contador General.
Dec. Reg 3260
ARTICULO 109. Para el supuesto de responsabilidad concurrente previsto en el Artículo 109 de la Ley N° 13.767, el acto
administrativo debe haber sido notificado conforme lo previsto en el Artículo 105 de esta reglamentación.
ARTICULO 110.- El Contador General de la Provincia está facultado para no oponer reparos a los actos que
contengan errores formales, previo las medidas que estime necesario requerir en cada caso.
ARTÍCULO 111.- Para el cumplimiento de su cometido la Contaduría General de la Provincia podrá,
cuando corresponda, constituir delegaciones en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en las
entidades.
Dec. Reg. 3260/08
ARTICULO 111. Las Delegaciones de la Contaduría General de la Provincia serán las encargadas de ejercer el control de los
actos administrativos en la Administración General del Estado Provincial. Los funcionarios responsables de las mismas deberán
informar a la Auditoría, ante la toma de conocimiento de eventuales irregularidades que merezcan ser objeto de investigación.

TITULO VII, CAPITULO I


Responsabilidad administrativo patrimonial

ARTÍCULO 112.- Todo acto u omisión que viole disposiciones legales o reglamentarias y que ocasione un
daño económico a la Provincia importará responsabilidad solidaria para quienes lo dispongan, ejecuten,
intervengan o controlen.
El funcionario que reciba orden de hacer o no hacer, que implique transgredir aquellas disposiciones, está
obligado a advertir por escrito al superior de quien reciba la orden acerca del carácter de la trasgresión y sus
consecuencias y el superior está obligado a responderle también por escrito. En caso que el superior insista,
no obstante dicha advertencia, el funcionario cumplirá lo ordenado y comunicará la circunstancia a la
autoridad máxima del Organismo o Ente y al Contador General de la Provincia, quedando a salvo su
responsabilidad.
ARTÍCULO 113.- Toda infracción a las normas establecidas en el artículo 104º de esta Ley, en que
incurran funcionarios o empleados de la Administración, generará la responsabilidad personal y directa de
los mismos. Comprobada la infracción, la Contaduría General de la Provincia iniciará actuación sumarial
para determinar quién o quiénes son los responsables conforme al procedimiento previsto
reglamentariamente.
CAPITULO II: Rendición de cuentas
ARTICULO 114.- Todo agente, como así también toda persona que perciba fondos en carácter de
recaudador, depositario o pagador; o que administre, utilice, guarde o custodie dinero, valores u otros bienes
o pertenencias del Estado Provincial, con o sin autorización legal, está obligado a rendir cuenta
documentada o comprobable de su utilización o destino.
Dec. Reg 3260/08
ARTICULO 114. Los obligados a rendir cuentas, según el Artículo 114 de la Ley N° 13.767, que ejerzan algunas de las funciones
en relación directa con la Contaduría General de la Provincia, revisten el carácter de responsables principales.
Cuando las funciones las ejerzan en relación de dependencia con el responsable principal, revisten el carácter de
subresponsables y deberán rendir sus cuentas ante las autoridades de la jurisdicción o entidad a la que pertenezcan.
Todo agente de la Administración, sin excepción ni discriminación de categorías, será considerado subresponsable dentro del
servicio patrimonial, asumiendo la responsabilidad directa por la correcta tenencia, uso, conservación del conjunto de los bienes
y demás elementos de trabajo que se le suministre para el desempeño de sus tareas. De los bienes utilizados en forma común por
varios empleados será responsable, en forma solidaria, el personal que los utilice.

109
El incumplimiento o negligencia de los subresponsables, no exime a los responsables principales de la obligación de presentar
sus cuentas ante la Contaduría General de la Provincia.
ARTÍCULO 115.- La obligación de rendir cuentas no queda eximida con el cese de funciones de los
obligados a hacerlo.
En caso de fallecimiento, incapacidad, ausencia o negativa del agente, la cuenta será formada de oficio por
el organismo respectivo con intervención de la Contaduría General de la Provincia y de los derechohabientes
y curadores, en su caso y fiador del causante, dentro del plazo que aquella señale, debiendo suministrarles
todos los elementos necesarios para que éstas efectúen sus descargos.
Dec. Reg 3260/08
ARTICULO 115. Cuando un responsable principal cese en sus funciones, se dará intervención a la Contaduría General de la
Provincia, la que practicará un arqueo a los efectos de determinar el estado de disponibilidades y de inversiones de la gestión de
aquél.
En este acto se transferirán al nuevo responsable las existencias en efectivo, valores o cuentas bancarias, así como el estado de
los cargos de subresponsables y la documentación de pagos parciales que no permitan, en ese momento, su rendición integral.
La documentación intervenida por quien practique el arqueo, será rendida de inmediato a la Contaduría General de la
Provincia, cuando a juicio de ésta fuera posible.
Si el que cesa en sus funciones reviste el carácter de subresponsable, el procedimiento antedicho se practicará con la
intervención directa de las autoridades de la jurisdicción o entidad a la que pertenezca aquél y la rendición de cuentas se hará
ante el responsable principal.
En caso de fallecimiento del responsable o subresponsable, las actuaciones indicadas precedentemente deberán practicarse
dentro del plazo que fije la Contaduría General de la Provincia con la presencia de los derecho-habientes del causante, o sus
representantes y del fiador de aquél si así lo solicitare.
ARTÍCULO 116.- La rendición de cuentas deberá presentarse ante la Contaduría General de la Provincia en
el tiempo, lugar y forma que su titular determine, en concordancia con lo que al efecto disponga el Tribunal
de Cuentas.
ARTICULO 117.- Para los casos en que la ley de presupuesto autorizare gastos reservados, de residencia y
eventuales, será suficiente rendición de cuentas el recibo firmado por la autoridad competente que haya
recibido los fondos con ese destino.
ARTICULO 118.- Cuando la rendición de cuentas no fuera presentada en término y en la forma prescripta,
el Contador General de la Provincia, exigirá de oficio su inmediata presentación, empleando las siguientes
medidas de apremio que podrá aplicar en forma gradual o cualesquiera de ellas directamente cuando la
importancia del caso así lo aconseje:
a) Requerimiento conminatorio;
b) Comunicación al respectivo Ministro o autoridad superior que corresponda;
c) Intervención de oficio de las dependencias correspondientes al solo efecto de regularizar la situación,
motivo de la medida.
d) Retención de los haberes del responsable y/o las autoridades superiores del órgano u organismo
pertinente, con comunicación al Poder Ejecutivo provincial y al Tribunal de Cuentas.

Dec. Reg. 3260/08


ARTICULO 118. La facultad conferida por el Artículo 118 de la Ley N° 13.767 será ejercida por el Contador General de la
Provincia, cuando se trate de responsables principales, y por las Direcciones Generales de Administración o quienes hagan sus
veces en los casos de subresponsables.
ARTÍCULO 119.- La determinación administrativa de responsabilidad, se hará mediante actuación sumarial
que dispondrá el Contador General de la Provincia.

APENDICE
REGLAMENTACION DE LOS ARTICULOS 112, 113 Y 119 AL 122

CAPITULO I
RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA PATRIMONIAL
ARTICULO 1°. Definición. El sumario administrativo de responsabilidad patrimonial tiene por objeto
establecer la atribución de responsabilidad por todo daño causado a los intereses patrimoniales del Estado,
cuando exista presunción o se haya detectado la comisión de irregularidades en la administración de fondos,
valores o bienes fiscales o transgresiones de disposiciones legales vigentes susceptibles de producir perjuicio
fiscal.
110
ARTICULO 2°. Régimen. El procedimiento se rige por las normas y principios de la Ley N° 13.767 y la
presente reglamentación. En materia probatoria se aplicará supletoriamente la Ley N° 10.430 y su decreto
reglamentario o los que los sustituyan. Las notificaciones se regirán de conformidad a las previsiones
contenidas en el Decreto-Ley N° 7.647/70 - Normas de Procedimientos Administrativos.
CAPITULO II
PRINCIPIOS GENERALES
ARTICULO 3°. Plazos. Salvo disposición en contrario los plazos son improrrogables y se computarán por
días hábiles. En ausencia de previsión expresa que disponga lo contrario, el término común a toda actuación
es de cinco (5) días.
ARTICULO 4°. Habilitación de hora. Las actuaciones practicadas en las cuatro (4) primeras horas del
horario administrativo del día hábil posterior al vencimiento del plazo se reputarán realizadas dentro de la
vigencia de este último.
ARTICULO 5°. Irrecurribilidad. Las actuaciones, medidas o diligencias sumariales serán irrecurribles. Las
impugnaciones que deduzcan durante la tramitación del procedimiento serán resueltas en oportunidad del
Artículo 23 del presente Apéndice, si antes no hubieran sido proveídas o subsanadas.
ARTICULO 6°. Secreto sumarial. El procedimiento revestirá de pleno derecho el carácter de secreto desde
la apertura del mismo hasta la terminación de la etapa procesal de acumulación de la prueba de cargo. No
obstante ello las partes y sus letrados, al cual podrán acceder después de la declaración respectiva.
ARTICULO 7°. Subsistencia de la responsabilidad. La sustanciación del sumario administrativo de
responsabilidad patrimonial y la determinación de responsabilidad, tendrán lugar con prescindencia de que
los hechos que las originen constituyan delito, o no traigan o hayan traído aparejada responsabilidad
administrativa disciplinaria.
CAPITULO III
MEDIDAS PREPARATORIAS
ARTICULO 8°. Obligación de informar. La jurisdicción u órgano de control que tome conocimiento de la
producción de perjuicio fiscal o de la infracción de alguna norma que sea susceptible de provocar daño a los
intereses patrimoniales del Estado, comunicará su existencia dentro del término de dos días a la Contaduría
General de la Provincia, sin perjuicio de las medidas que le correspondan adoptar para el cumplimiento de
las disposiciones vigentes y para la prevención o morigeración del daño.
ARTICULO 9°. Investigación preliminar. La Dirección de Sumarios de la Contaduría General de la
Provincia podrá ordenar la realización de toda medida o actuación preliminar tendiente a acreditar la
verosimilitud de los hechos que pudieran dar origen al procedimiento sumarial a los fines de establecer la
procedencia de su apertura.
ARTICULO 10. Medidas preventivas. La Contaduría General de la Provincia podrá en el marco de la
investigación preliminar ordenar todo recaudo tendiente a prevenir que se consuman hechos dañosos de
acaecimiento inmediato o inminente, o que éstos sigan produciéndose, así como adoptar medidas que
permitan una eficaz y eficiente reparación del perjuicio fiscal que ya se hubiere configurado.
CAPITULO IV
APERTURA DE LAS ACTUACIONES
ARTICULO 11. Iniciación del sumario. El Contador General de la Provincia ordenará la iniciación del
sumario, determinará el trámite a imprimirse al mismo, designará instructor, que deberá ser abogado
dependiente de la Dirección General de Procedimientos de Control Interno, pudiendo delegar la instrucción
en agentes de las Direcciones de Administración Contable o de Auditorías Internas del Sector Público
Provincial, y resolverá en las cuestiones atinentes a la excusación o la recusación de aquéllos. Cuando la
índole de los hechos objeto de investigación requiera un análisis multidisciplinario podrá designar como
instructor adjunto a agentes de otras áreas de la Contaduría General de la Provincia, de las Direcciones de
Administración Contable o de Auditorías Internas o dependencias que hagan sus veces, del Sector Público
Provincial, Poderes Legislativo y Judicial.
ARTICULO 12. Improcedencia de la apertura. La apertura del sumario de responsabilidad patrimonial no
será dispuesta en caso de haberse acreditado en las medidas preparatorias o en otras actuaciones
administrativas firmes:
a) Manifiesta inexistencia de perjuicio fiscal;
b) Concurrencia de alguna causa de justificación prevista en el Artículo 34 del Código Penal;

111
c) Muerte, incapacidad o insolvencia del presunto responsable, en cuyo caso deberán remitirse las
actuaciones a la Fiscalía de Estado para que evalúe el inicio de las acciones judiciales pertinentes contra
aquél o sus derecho habientes;
d) Ocurrencia de caso fortuito o fuerza mayor o hecho de un tercero por el que no se deba responder;
e) Inexistencia prima facie de dolo en los términos del Artículo 104 inciso p) de la Ley N° 13.767;
f) Prescripción de la acción civil contra el presunto responsable o cuando la investigación sumarial resultare
ostensiblemente antieconómica en función del monto del daño o de la reparación emergente del mismo.
ARTICULO 13. Principios comunes. La sustanciación del sumario se ajustará a las siguientes disposiciones:
1. El agente designado para llevar a cabo el sumario revestirá el carácter de Instructor Sumariante, iniciará
de inmediato la gestión, y practicará todas aquellas diligencias conducentes a la acreditación de los hechos u
omisiones que se imputen. Podrá requerir la designación de agentes para que se desempeñen como
Secretarios de Instrucción cuando la complejidad de la tarea así lo requiera, quien tendrá a su cargo las
diligencias de mero trámite y la realización de los actos que el Instructor le delegue.
2. Son deberes de los instructores:
a) Fijar y dirigir las audiencias de prueba y realizar personalmente las demás diligencias que este reglamento
y otras leyes ponen a su cargo.
b) En caso de que, por causa debidamente justificada la audiencia se suspendiera, el instructor deberá, dentro
del plazo de tres (3) días, fijar nuevo día y hora para la realización de la misma.
c) Dictar las providencias con sujeción a los siguientes plazos:
I-para fijar nueva audiencia dentro de los tres (3) días de presentadas las peticiones e inmediatamente si
debieran ser dictadas en una audiencia o revistieran carácter de urgente.
II-las restantes cuando en este régimen no se hubiera establecido un plazo especial, dentro de los cinco (5)
días.
III-las providencias definitivas o de carácter equivalente dentro de los diez (10) días de la última actuación.
3. El procedimiento se dirigirá con las siguientes pautas:
1- concretar, en lo posible en un mismo acto, todas las diligencias que sea menester realizar.
2- realizar todos los actos con sustento en providencia previa que lo ordene, debiendo labrar acta o
certificación de las diligencias que practique.
3- señalar, antes de dar trámite a cualquier petición, los defectos y omisiones de que adolezca, ordenando
que se subsanen dentro del plazo perentorio que fije, y disponer de oficio toda diligencia que fuera necesaria
para evitar nulidades.
4- encomendar el diligenciamiento o recepción de pruebas a autoridades provinciales o municipales, cuando
razones de distancia así lo justifiquen.
5- sustanciar el sumario en forma actuada y cronológica. Toda actuación incorporada al sumario será
foliada, firmada y sellada, consignándose lugar y fecha de su agregación.
CAPITULO V
PROCEDIMIENTO ORDINARIO
ARTICULO 14. Procedimiento ordinario. Todo sumario de responsabilidad patrimonial, con excepción de
aquéllos a los que se les imprima trámite abreviado, se tramitará con las modalidades y plazos que se
señalan en los artículos siguientes.
ARTICULO 15. Prueba de cargo. La acumulación de la prueba de cargo deberá efectivizarse en un plazo de
sesenta (60) días. A petición fundada del Instructor Sumariante, dicho plazo podrá ser ampliado por la
Dirección de Sumarios de la Contaduría General de la Provincia hasta totalizar un término no mayor de
ciento veinte (120) días, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente. Cuando las circunstancias así
lo aconsejan y el instructor requiriera otra ampliación o un plazo mayor, ello será resuelto, previo informe
fundado de la Dirección Instrucción y Procedimientos Especiales por el Contador General de la Provincia.
ARTICULO 16. Suspensión de los plazos. Los plazos se suspenderán a requerimiento del instructor en caso
de estar pendiente causa judicial en la que se investigue hechos vinculados al sumario o cuando la prueba
ordenada por el instructor esté pendiente de producción por causas no imputables al mismo. Durante la
suspensión del procedimiento se paralizará el curso de la prescripción, podrá desafectarse al instructor de su
tramitación hasta la reapertura y se requerirán informes periódicos para determinar la situación procesal de
la causa o de la producción de la prueba pendiente.

112
ARTICULO 17. Medios de prueba. Los medios de prueba que podrán ser utilizados en el trámite sumarial,
serán: confesional, testimonial, pericial, documental, informativa y de reconocimiento.
ARTICULO 18. Declaración del presunto responsable. Cuando existan fundadas presunciones acerca de la
responsabilidad del hecho que se investiga, se procederá a interrogar al presunto responsable, relevándolo
expresamente del juramento o promesa de decir verdad. La declaración se prestará con las formas y
recaudos de la audiencia de la declaración indagatoria, con las prevenciones precedentes, en la que se le hará
conocer las causas que han motivado la iniciación del sumario, se lo invitará a manifestarse libremente sobre
los hechos endilgados, dictar, en su caso, su declaración, e interrogarlo sobre los hechos pertinentes. El
sumariado podrá ampliar la declaración en cualquier oportunidad y las veces que lo desee. Asimismo el
instructor podrá llamar al sumariado cuantas veces lo considere conveniente para que amplíe o aclare su
declaración. Toda citación a declarar se hará bajo apercibimiento de continuar las actuaciones en el estado
en que éstas se hallaren y con transcripción integral de este artículo.
Cuando razones de distancia lo justifiquen podrá solicitar al instructor, se lo exceptúe de prestar declaración
en la sede de la instrucción, pudiendo hacerlo por escrito en la forma y plazos que el instructor señale. La
incomparecencia, su silencio o negativa a declarar no hará presunción alguna en su contra. El instructor
podrá desistir de esta medida probatoria cuando del expediente surjan constancias suficientes para proseguir
el trámite o cuando el requerido no hubiere comparecido a una citación previa.
ARTICULO 19. Informe conclusivo e imputación de responsabilidad. Si de la evaluación de la prueba de
cargo no surgiera responsabilidad imputable a agente alguno de la Administración Provincial, no existiese
perjuicio fiscal o éste hubiera sido resarcido en el marco del procedimiento sumarial, el Instructor
Sumariante elevará las conclusiones al Contador General de la Provincia. Si en cambio, se encontrare
acreditada la comisión de responsabilidad de carácter patrimonial procederá a dictar el auto de imputación,
con carácter de irrecurrible y el que contendrá las siguientes formalidades:
a. Lugar y fecha.
b. Indicación del número de expediente y del acto administrativo del Contador General de la Provincia
impartiendo la orden sumarial.
c. Causa que motivó la sustanciación del sumario administrativo de responsabilidad.
d. Exposición de los hechos, relacionándolo con las pruebas agregadas a las actuaciones.
e. Participación que, en los hechos, tenga él o los imputados, mencionando al o a los mismos por su nombre,
apellido o indicación del documento de identidad, y domicilio constituido en las actuaciones.
f. Importe del perjuicio fiscal a la fecha del hecho o a la de su exteriorización, que fuera informado por la
jurisdicción de origen al inicio de las actuaciones.
g. El encuadramiento legal que corresponda a los hechos investigados.
h. Firma del Instructor Sumariante y sello correspondiente.
ARTICULO 20. 1. Descargo. El auto de imputación se notificará al imputado, para que dentro del plazo de
cinco (5) días, efectúe el descargo a que se considere con derecho y ofrezca la prueba de que intenta valerse,
la que se sustanciará con las formalidades establecidas para la prueba de cargo. Cuando existiere más de un
imputado, los términos serán independientes para cada uno de ellos. Si el imputado no presenta descargo u
ofrece prueba en el plazo fijado, se le dará por decaído su derecho.
2. Asistencia letrada. El imputado tendrá facultades para presentarse en el sumario con patrocinio letrado o
mediante representante legal, los cuales ajustarán su cometido a las normas legales vigentes.
3. Domicilio. Los responsables deberán constituir domicilio especial dentro del ejido de la ciudad que sea
asiento de la instrucción, donde serán válidamente diligenciados todos los traslados y notificaciones que
deban serle efectuados. En caso de omitir esa carga o de designar un domicilio erróneo o inexistente, previa
publicación por única vez en el Boletín Oficial, se tendrá por constituido el mismo en la sede de la
Contaduría General de la Provincia. Toda constitución de domicilio subsistirá hasta tanto no se notifique
fehacientemente su cambio, con las mismas prevenciones de los párrafos precedentes.
ARTICULO 21. 1. Pruebas de Descargo. El Instructor Sumariante no admitirá pruebas que no versen sobre
hechos relativos al sumario o que sean manifiestamente improcedentes. El plazo para la producción de las
pruebas será de veinte (20) días, siendo a cargo de quien las ofrezca el diligenciamiento de las mismas. El
vencimiento del plazo no obstará a la recepción posterior de aquéllas que hubieran sido oportunamente
instadas y acreditado su diligenciamiento. El plazo podrá ser ampliado a petición fundada y bajo condición
de que no medie negligencia probatoria. Dentro del plazo el Instructor Sumariante queda facultado para

113
disponer medidas de mejor proveer, que sean necesarias y convenientes al esclarecimiento de los hechos
investigados.
2. Prueba testimonial. No podrán ser ofrecidos testigos de concepto. Se podrán ofrecer hasta un máximo de
cinco (5) testigos de descargo a tenor del pliego que deberá acompañarse al momento del ofrecimiento bajo
pena de inadmisibilidad. Excepcionalmente se proveerá un número mayor cuando la complejidad y la
variedad de los hechos así lo justifiquen. El imputado asumirá la carga de las presentaciones de los testigos
que propusiere. Se lo tendrá por desistido del testigo que no comparezca sin causa justificada o, en caso de
justificación, si no concurriere a la segunda audiencia que se fije.
ARTICULO 22. Alegato. Clausura de la instrucción. Una vez concluida la producción de la prueba de
descargo y en su caso, las medidas de mejor proveer, el Instructor Sumariante conferirá vista de lo actuado
al imputado, para que dentro del plazo improrrogable de cinco (5) días alegue sobre el mérito de la prueba.
Esta vista no procederá cuando el imputado no haya ofrecido pruebas en su descargo. En uno u otro caso
dará por concluido el sumario, remitiéndolo a la Dirección de Sumarios, sin emitir opinión.
ARTICULO 23. Conclusión del Sumario. El Contador General de la Provincia, previo informe conclusivo
de la Dirección de Sumarios, dictará la Resolución pertinente dando por concluidas las actuaciones y previa
notificación al inculpado, las remitirá al H. Tribunal de Cuentas para su fallo definitivo.
El H. Tribunal de Cuentas podrá disponer medidas para mejor proveer. El Contador General de la Provincia
procederá a la reapertura del sumario, salvo que por resolución fundada la estime improcedente. Concluida
la nueva etapa instructoria, devolverá las actuaciones a dicho Organismo.
CAPITULO VI
PROCEDIMIENTO ABREVIADO
ARTICULO 24. Ámbito de aplicación. Podrá sustanciarse como procedimiento abreviado los sumarios en
los que se den alguna de las siguientes condiciones:
a. Si se hubiere determinado responsabilidad administrativa disciplinaria con carácter previo al inicio del
sumario de responsabilidad patrimonial;
b. Si el responsable de rendir cuentas no hubiera dado cumplimiento a lo dispuesto en los Artículos 116 y
concordantes de la Ley N° 13.767, en la medida que no hubiera sido objeto de análisis por el H. Tribunal de
Cuentas;
c. Si mediare condena judicial por los mismos hechos que den origen al sumario de responsabilidad
patrimonial;
d. Si en virtud del régimen específico que regule el cumplimiento de los deberes y funciones, se presumiera
la autoría del hecho o del daño.
ARTICULO 25. Trámite abreviado. Ordenada la apertura del sumario e impreso el trámite abreviado, el
Instructor dispondrá la apertura de la prueba de cargo la que no excederá del plazo de treinta (30) días
prorrogable por una única vez por idéntico término a petición fundada del instructor a los fines de
determinar la cuantificación del daño e imputará la responsabilidad de conformidad a lo dispuesto en el
Artículo 23 del presente Apéndice.
ARTICULO 26. Descargo y prueba. El imputado sólo podrá hacer valer como defensas en su descargo: a)
pago, b) concurrencia de otro modo extintivo de la obligación de resarcir, c) prescripción, y d) existencia de
hechos sobrevinientes y posteriores que excluyan total o parcialmente su responsabilidad. La prueba deberá
versar sobre esas mismas cuestiones y en el caso de los incisos a) y b) sólo se admitirá la documental. En los
demás casos el plazo de producción será de diez (10) días. Cumplidos esos recaudos el Instructor dará por
concluida la instrucción sin más trámite y elevará las actuaciones a la Dirección de Sumarios a los efectos
del Artículo 23 del presente Apéndice.
ARTICULO 27. Normativa aplicable. Se aplicará de manera supletoria las disposiciones relativas al
procedimiento ordinario.
ARTICULO 28. Reparación del daño. Hasta la oportunidad del descargo previsto en los Artículos 20 y 26
del presente Apéndice, el presunto responsable o un tercero podrá ofrecer el resarcimiento de los daños y la
modalidad en que se hará efectiva. El ofrecimiento tendrá el carácter de irrevocable por el plazo de treinta
(30) días e incluirá los intereses moratorios devengados hasta el momento del efectivo pago de conformidad
a la tasa que fija la Suprema Corte de Justicia de la Provincia para ese tipo de intereses judiciales. El
instructor determinará el importe del perjuicio y elevará las actuaciones a la Dirección de Sumarios para su
evaluación. La aceptación de la oferta de resarcimiento mediante resolución del Contador General de la

114
Provincia no podrá admitir diferimiento del pago más allá de ciento veinte (120) días a partir del acto que lo
apruebe. La reparación efectiva del daño importará la conclusión del procedimiento sin determinación de
responsabilidad en cabeza de quien lo haya resarcido.
CAPITULO VII
ORGANO COMPETENTE
ARTICULO 29. La supervisión y registro de las actuaciones que se sustancien en virtud de lo establecido
por el presente reglamento, serán efectuados por la Contaduría General de la Provincia. Para tal efecto, las
áreas competentes deberán:
a) Elevar al Contador General de la Provincia las conclusiones a las que arribe en la investigación
preliminar, a los fines que éste evalúe el mérito del inicio del sumario de responsabilidad patrimonial.
b) Ampliar los distintos plazos que se fijan en el presente, mediante disposición fundada, con excepción del
acordado para alegar. La ampliación de plazos no podrá exceder al máximo previsto para cada situación en
especial. Cuando razones valederas justifiquen un plazo mayor, la facultad de otorgarlo será de competencia
del señor Contador General de la Provincia.
c) Disponer la suspensión de los plazos conforme lo prevé el Artículo 16 del presente Apéndice, desafectar
al Instructor, requerirle los informes pedidos y establecer la reapertura del sumario por haber cesado las
causas que motivaron la suspensión.
d) Recepcionar las actuaciones, una vez que el Instructor Sumariante haya concluido su cometido,
analizando lo actuado y con facultad de devolverlas para que se amplíe el auto de imputación, lo deje sin
efecto o amplíe, haciéndolo extensible a otros agentes presuntamente responsables, ordenar medidas
probatorias y adoptar todo otro recaudo que estime necesario, mediante disposición fundada.
e) Emitir el informe conclusivo del sumario, el que contendrá la identificación de los agentes responsables,
el importe del perjuicio fiscal a la fecha del hecho o en su defecto, al de su exteriorización y las normas
legales o reglamentarias transgredidas y elevar lo actuado a consideración del señor Contador General de la
Provincia.
f) Llevar un registro de los sumarios iniciados y concluidos, investigaciones preliminares en trámite,
procedimientos ordinarios y abreviados y todo otro dato que permita elaborar los indicadores de gestión.
g) Determinar la forma y condiciones que deben reunir las actas y certificaciones a cargo de los Instructores
Sumariantes.
h) Autorizar la designación del Secretario de Instrucción.
i) Supervisar la regularidad y debido proceso legal en la sustanciación del procedimiento llevado a cabo por
los instructores.
j) Resolver las impugnaciones por causales inherentes a la instrucción sumarial conforme lo establecido por
el Artículo 5° del presente Apéndice.
k) Verificar el cumplimiento de los plazos por parte de los Instructores dependientes de la misma, así como
de aquéllos pertenecientes a otras Jurisdicciones a quienes se hubiere delegado.
l) Llevar un registro de los sumarios a cargo de los agentes del área, por jurisdicción, tema, monto, estado y
todo otro dato que permita elaborar indicadores de gestión.
m) Informar trimestralmente sobre el estado de avance de los procedimientos.
n) Elaborar el informe anual de gestión.

Ley 13767
ARTÍCULO 120.- El Contador General de la Provincia y los funcionarios en quienes delegue, podrán
excusarse y serán recusables por las mismas causas que el Código Procesal Civil y Comercial de la
Provincia de Buenos Aires, prevé para los jueces de primera instancia.
ARTICULO 121.- El Contador General de la Provincia o los funcionarios en quienes delegue la instrucción
sumarial a que se refiere el ARTICULO 119, podrán tomar declaraciones indagatorias a los presuntos
responsables, hacer comparecer como testigo a cualquier agente y citar a los mismos efectos a particulares,
pedir a cualquier órgano administrativo la exhibición de libros y documentos, copia legalizada de éstos y
otras constancias e informes sobre los hechos investigados.
Todo agente está obligado a prestar la colaboración que le sea requerida para la investigación.

115
ARTICULO 122.- Una vez terminado el sumario y dictada la disposición pertinente por el Contador General
de la Provincia, sobre la base de las conclusiones a que se haya arribado, se elevará lo actuado al Tribunal de
Cuentas para su fallo definitivo, remitiéndose simultáneamente copia de la disposición al inculpado.
Por vía reglamentaria se dictarán las normas, disposiciones e instrucciones necesarias para la sustanciación
de los procedimientos prescriptos en el presente Capítulo, las que deberán preservar la garantía del debido
proceso adjetivo.

Tramite ante el tribunal de cuentas:


Ley orgánica del tribunal de cuentas nº 10869/90 y dec.reg n 1770/09

Ley 10869

CAPITULO I
EL TRIBUNAL DE CUENTAS

ARTICULO 1°: El Tribunal de Cuentas es un órgano de control administrativo con funciones


jurisdiccionales y posee las atribuciones que le confiere la Constitución de la Provincia y las que le otorga
esta ley. Su sede central será la Capital de la Provincia.

ARTICULO 2°: Para ocupar el Cargo de Presidente de Tribunal se requiere tener treinta (30) años de edad,
ciudadanía en ejercicio y título de Abogado con seis (6) años de ejercicio profesional en la Provincia o el
mismo tiempo de magistrado en ella, como mínimo. Para ocupar el cargo de Vocal, se requiere, ser
ciudadano argentino, tener treinta (30) años de edad, título de Contador Público con seis (6) años de
ejercicio profesional en la Provincia como mínimo.
El Presidente y los Vocales del Tribunal deberán tener domicilio real inmediato anterior no menor de un (1)
año, en la Provincia.
Es incompatible para los miembros del Tribunal, ejercer la profesión en cualquier jurisdicción, desempeñar
otra función pública, excepto la docencia y realizar actividades comerciales incompatibles con el ejercicio
de sus funciones.
Reglamento: se considerara domicilio real, al lugar donde tiene establecido asiento
ARTICULO 3°: No podrán ser miembros del Tribunal de Cuentas los concursados civilmente y/o
comerciantes que se encuentren en estado de quiebra o los que estén inhibidos por deuda judicialmente
exigible, o aquellos que hubiesen sido condenados por sentencia firme por la comisión de delitos dolosos
contra la propiedad, la administración o la fe pública nacional, provincial y municipal.
Tampoco podrán ser miembros los inhabilitados para ejercer la función pública por el propio Tribunal. (#)

(#) Observado por Decreto de Promulgación 5.937/89

ARTICULO 4°: Los miembros del Tribunal deberán prestar juramento, ante el mismo, de desempañar
fielmente sus funciones de acuerdo a la Constitución, y a esta ley.
Si el Tribunal no tuviere “quórum”, se prestará juramento ante los miembros que existieren en el ejercicio
del cargo y si la vacancia fuera absoluta, jurarán los Vocales ante el Presidente y éste ante los Vocales,
labrándose acta.

ARTICULO 5°: El Tribunal determinará su organización interna a efectos de la realización del estudio de
rendiciones de cuenta correspondientes a la Administración Central, Poder Legislativo, Poder Judicial,
Reparticiones Autónomas o Autárquicas, Municipalidades y Entes que reciban, posean o administren fondos
o bienes fiscales conforme a sus facultades.
REGLAMENTACIÓN: El Presidente del H. Tribunal de Cuentas, aprobará, de acuerdo al presupuesto anual asignado, su
Estructura Orgánico Funcional y el Plantel Básico correspondiente. En cumplimiento de sus funciones dictará el Reglamento
Interno y las Resoluciones que estime conveniente para el funcionamiento del Organismo.
Cada Vocalía dispondrá de los recursos humanos de acuerdo a las necesidades operativas, las que quedarán establecidas en el
respectivo plantel básico.

116
La división del trabajo se efectuará en función de exigencias geográficas o por especialización técnica, cuando el estudio esté
referido a cuentas municipales o provinciales.
Habrá una Vocalía dedicada al estudio de las cuentas rendidas por Organismos de la Constitución y dependencias de los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, otra al estudio de las presentadas por entes autárquicos y por cualquier otra entidad
comprendida en la jurisdicción o competencia del H. Tribunal, quedando a cargo de las dos restantes el estudio de las cuentas
municipales.

ARTICULO 6°: (Texto según Ley 13339) El Presidente y los Vocales del Tribunal gozarán de las mismas
prerrogativas que los miembros de las Cámaras de Apelación en lo Civil y Comercial y podrán ser
enjuiciados por la Ley del Jurado de Enjuiciamiento. No podrán aceptar ni desempeñar comisiones o
funciones públicas encomendadas interinamente por el Poder Ejecutivo u otro Poder del Estado.
Tendrán un tratamiento remunerativo no inferior al fijado por todo concepto para el Procurador General de
la Suprema Corte de Justicia, siéndoles aplicable idéntico régimen previsional que a dicho magistrado.

CAPITULO II
FACULTADES DEL PRESIDENTE

ARTICULO 7°: El Presidente del Tribunal lo representa en sus relaciones con terceros, con las autoridades
administrativas, judiciales, comunales y particulares con las siguientes atribuciones:
1. Presidir los acuerdos del Tribunal y firmar toda resolución o sentencia que éste dicte, así como toda
comunicación dirigida a otras autoridades o particulares. Con las autoridades judiciales se comunicará por
exhorto u oficio y éstas observarán el mismo procedimiento para dirigirse al Presidente del Tribunal de
Cuentas.
2. Es el Jefe del Personal que se asigne al Tribunal, teniendo las atribuciones que le confiere el régimen para
el personal de la Administración Pública de la Provincia.
3. Proyectar con intervención del Cuerpo de Presupuesto del Organismo, para ser elevado al Poder
Ejecutivo.
4. Autorizar y disponer de los fondos que sean concedidos al Tribunal por la ley y determinar su aplicación
en todos los casos.
5. Despachar los asuntos de trámite, requerir la remisión de antecedentes, informes o pericias a organismos
públicos o privados y toda otra información necesaria para resolver las actuaciones.
6. Proponer al Poder Ejecutivo la designación de los empleados del Tribunal, sin perjuicio de lo dispuesto
por el artículo 40° de la Constitución.
7. Convocar al Cuerpo a los acuerdos extraordinarios cuando razones de urgencia o de interés público, lo
hagan necesario.
REGLAMENTACIÓN: Todas las atribuciones o facultades reconocidas a la Presidencia por el artículo 7º de la Ley serán
ejercidas con intervención previa del Vocal que posea competencia específica en lo jurisdiccional, salvo en las contempladas en
los incisos 1 y 7.-

ARTICULO 8°: Si el Presidente fuera inhabilitado o tuviera que ausentarse o no pudiera concurrir al
Tribunal por un término mayor de ocho (8) días, lo hará saber estableciendo la causa y el término de su
ausencia y solicitará a la Suprema Corte de Justicia la designación de un Camarista, que lo reemplazará en
ejercicio de sus funciones. La designación deberá recaer en alguno de los miembros de la Cámara de
Apelación en lo Civil y Comercial, con sede en la Capital de la Provincia.

CAPITULO III
FUNCIONAMIENTO DEL TRIBUNAL

ARTICULO 9°: El Tribunal realizará por lo menos un acuerdo por semana, a cuyo efecto determinará los
días que debe reunirse, haciéndolo el siguiente si fuera feriado. La inasistencia del Presidente y los Vocales
deberá justificarse en cada caso y sus faltas reiteradas sin causa a las sesiones se considerará falta grave.
En tal caso o en el de notoria desatención de sus funciones, podrá el Tribunal dirigirse al señor Presidente de
la Suprema Corte de Justicia, solicitando la constitución del Jury de Enjuiciamiento de Magistrados, para
juzgar al miembro imputado.

117
REGLAMENTACIÓN: El Presidente y los Vocales ejerciendo la supervisión de las acciones relativas al estudio de cuentas y
preparación de las resoluciones pertinentes, deberán atender el despacho.
El incumplimiento reiterado de la obligación que antecede, y/o la ausencia injustificada a tres acuerdos consecutivos o cinco
alternados en el término de un año, habilitará la instancia prevista en el artículo 9º, último párrafo de la Ley.
El H. Tribunal podrá disponer períodos de ferias a fin de establecer un mejor ordenamiento de sus actividades y en su
transcurso, quedarán suspendidos los Acuerdos prescriptos por el artículo 9º de la Ley.

ARTICULO 10°: Los miembros del Tribunal pueden excusarse y son recusables por los funcionarios o ex-
funcionarios cuyas cuentas se juzguen, por las causales que la Ley de Procedimiento establezca para los
Jueces de las Cámaras de Apelación en materia civil. La excusación deberá formularse al abocarse el
Tribunal al conocimiento de la rendición de cuentas y la recusación podrá deducirse hasta tres (3) días
después de la fecha de llamamiento de autos para resolución o al contestar el traslado que se corra de los
cargos formulados. Pasadas tales oportunidades no podrá cuestionarse la constitución del Tribunal.
La decisión del Tribunal con respecto a la excusación o recusación de sus miembros será definitiva, no
admitiéndose contra ella ningún recurso.
El Presidente del Tribunal deberá excusarse cuando se juzgue la rendición de cuentas de su gestión
administrativa.
REGLAMENTACIÓN: El juzgamiento de las rendiciones correspondiente al H. Tribunal de Cuentas, por la gestión
administrativa del Presidente, se hará en sesión extraordinaria del Cuerpo en la que será reemplazado el titular mediante el
mecanismo establecido por el artículo 8º de la Ley.

ARTICULO 11°: Cuando por cualquier causa fuere necesario integrar el Tribunal por carecer de “Quórum”
propio, el Presidente deberá comunicarlo al Poder Ejecutivo a efectos de proponer al Senado, un Vocal
suplente, el que será designado por el término que dure la ausencia del Vocal titular.
La retribución del Suplente será atendida por el Tribunal de Cuentas, con cargo a su Presupuesto. El Vocal
suplente recibirá la misma remuneración que le corresponde al cargo del Titular.

ARTICULO 12°: Todos los Magistrados y funcionarios de la Provincia, están obligados a suministrar al
Tribunal, dentro del término que él señalare, los informes, antecedentes, documentos originales o copias
autenticadas y comprobantes que solicitare. Si no fueren facilitados, el Tribunal podrá obtenerlos
encomendando a un empleado la tarea que en cada caso corresponda, sin perjuicio de corregir
disciplinariamente la desobediencia en que pudiera haberse incurrido por determinado funcionario.

ARTICULO 13°: El “quórum” para sesionar no podrá ser inferior al de dos (2) Vocales y el Presidente y las
decisiones del Tribunal se tomarán por mayoría de votos, teniendo el Presidente doble voto, en caso de
empate.
Se labrará acta consignando lo resuelto en el acuerdo, que será firmada por el Presidente y Secretario o
empleado a quien el Presidente designe.
Únicamente en el caso de disidencia, se planearán cuestiones con respecto a las cuales se pronunciará cada
Vocal en el orden que establezca el sorteo, que deberá efectuar el Presidente.

ARTICULO 14°: Es facultad del Tribunal:


1. Examinar los Libros de Contabilidad y la documentación existente en las dependencias públicas
provinciales o comunales o en aquellos entes que de cualquier forma perciban, posean o administren fondos
o bienes fiscales.
2. Inspeccionar las mismas.
3. Realizar arqueos de Caja.
4. Efectuar la comprobación sumaria de los hechos delictuosos cometidos en la inversión de los fondos
públicos. (#)
(#) Observado por Decreto de promulgación 5.937/89.
5. Celebrar convenios con Organismos similares de otras jurisdicciones para la fiscalización conjunta de
Entes Interestaduales, sujetos a su competencia.
6. Toda otra actividad que coadyuve al cumplimiento de las funciones previstas en la presente ley.
REGLAMENTACIÓN: El H. Tribunal ejercerá las facultades asignadas por el Artículo 14 de la Ley por intermedio de los
Vocales, pudiendo éstos encomendar a Contadores Públicos pertenecientes al Organismo, el cumplimiento de las funciones
previstas por los incisos 1 a 3, inclusive.
118
El perfeccionamiento de convenios y acuerdos de naturaleza institucional se hará de conformidad con las previsiones del artículo
7º, párrafo inicial, de la Ley.

ARTICULO 15°: El Tribunal es la única autoridad que puede aprobar o desaprobar definitivamente las
cuentas rendidas por los obligados previstos en el artículo 5° de la presente ley. Declarará su competencia
para intervenir en una rendición de cuentas sin recurso alguno.

ARTICULO 16°: En el ejercicio de sus atribuciones sobre el control de la hacienda pública o cuando se
obstruyan sus actos o frente a la desobediencia a sus resoluciones, el Tribunal de Cuentas podrá aplicar las
siguientes sanciones:
1. Llamado de atención.
2. Amonestaciones.
3. Cargos pecuniarios hasta un importe igual a los valores sometidos a juicio.
4. Multas, cuyos montos se graduarán entre dos (2) y veinte (20) sueldos mínimos de la Administración
Pública Provincial, vigente al momento de la aplicación.
5. Inhabilitación hasta cinco (5) años para el desempeño de funciones provinciales o municipales. Para el
cumplimiento de sus resoluciones el Tribunal podrá hacer uso de la fuerza pública. El procedimiento será
establecido en la respectiva reglamentación. (#)
(#) Observado por Decreto de promulgación 5.937/89.
REGLAMENTACIÓN: La comprobación de responsabilidad directa sobre los perjuicios fiscales emergentes, habilitará al H.
Tribunal para formular cargos pecuniarios, a valores constantes en concepto de resarcimiento, pudiendo admitirse la reposición
de bienes cuando haya equivalencia en valores, características constructivas y/o estado de conservación, respecto a los faltantes.
Las multas deberán graduarse atendiendo al carácter, efectos y gravedad de la falta cometida, considerándose el sueldo mínimo
del régimen laboral aprobado por la Ley nº 10.430 (categoría 1), correspondiente al régimen de 30 horas semanales, para el
cálculo del valor modular.
Las sanciones disciplinarias y las multas no se acumularán en relación a una misma falta, siendo tales medidas independientes
del cargo pecuniario que pudiera imponerse en concepto de reparación o resarcimiento de un perjuicio fiscal.
No corresponderá la aplicación de intereses en relación a cargos pecuniarios por diferencias patrimoniales, salvo en el caso de
faltante de fondos o valores financieros, en cuyo caso se aplicarán los usos, y costumbres vigentes en sede judicial.
Cuando se obstaculizare la actuación o se impidiere el acceso del personal jerárquico y/o auxiliar a dependencias sujetas a la
fiscalización del H. Tribunal podrá requerirse la colaboración de la autoridad policial competente, en forma directa y mediante
oficio que suscribirá el Presidente del Cuerpo.

CAPITULO IV
CUENTAS PROVINCIALES

ARTICULO 17°: La Contaduría General, antes del 15 de Abril de cada año, formulará la Cuenta General del
Ejercicio vencido y la remitirá al Tribunal de Cuentas, pero si no lo hiciere, éste deberá fijarle un plazo
perentorio para el envío de toda la documentación. Si el requerimiento no diera resultado, se pondrá el hecho
en conocimiento de la Honorable Legislatura.
La falta de envío de la cuenta, dentro de los términos que señala la ley, será considerada falta grave.
El Tribunal de Cuentas, deberá dictar sentencia dentro de los doce (12) meses siguientes, contados a partir
de la fecha indicada en el presente artículo. Caso contrario, la cuenta se considerará aprobada.
REGLAMENTACIÓN: El H. Tribunal de Cuentas verificará la concordancia de las cuentas rendidas por los Organismos
centralizados y descentralizados con la Cuenta General del Ejercicio, debiendo informar sobre la correlación de los estados
presupuestarios, financieros y patrimoniales con la situación reflejada en el balance integral consolidado. La resolución que
emita el Cuerpo estará referida a la confiabilidad y exactitud de la información contable.

ARTICULO 18°: (Texto según Ley 13963) Los Directores de la Administración o funcionarios que hagan
sus veces de las distintas dependencias provinciales previstas en el artículo 5º de la presente Ley,
presentarán mensualmente rendición de cuentas ante la Contaduría General. El Tribunal determinará en su
reglamento las formas en que esas cuentas deberán ser presentadas.
La Contaduría General, intervendrá conforme a su competencia y elevará al H. Tribunal de Cuentas las
rendiciones mensuales, no pudiendo exceder la última elevación del 31 de mayo de cada año.
Aquellos entes, previstos en el citado artículo 5º, que por su organización no presenten rendición mensual o
no estén obligados a presentar rendición ante la Contaduría General de la Provincia, deberán hacerlo ante el
H. Tribunal de Cuentas.
119
El Tribunal podrá aplicar las sanciones establecidas en el artículo 16 contra los funcionarios que administren
esos fondos.

ARTICULO 18° bis: (Artículo INCORPORADO por Ley 13963) A efectos de atender el control de las
cuentas correspondientes al Sector Público Provincial, el H. Tribunal de Cuentas tendrá Delegaciones donde
el organismo determine, fijando por resolución del H. Cuerpo el lugar, las misiones, funciones y
procedimientos de las mismas. Dichas Delegaciones contarán con Auditores y Analistas, quienes accederán
al cargo por selección y tendrán las mismas jerarquías y remuneraciones establecidas en el artículo 20º bis.
El presupuesto anual del Tribunal deberá prever los créditos necesarios para el funcionamiento de las
Delegaciones.
REGLAMENTACION: La selección prevista en el artículo 18 bis de la Ley se sustanciará en los términos de la Ley 13375 y su
decreto reglamentario

ARTICULO 18° ter: (Artículo INCORPORADO por Ley 13963) Para el estudio de las rendiciones de
cuentas correspondientes a los organismos indicados en el artículo precedente, se observarán los
procedimientos y plazos que se indican a continuación:
a) Estudio de Cuentas Provinciales
1. Al 31 de mayo del año siguiente al año que se estudia, los responsables de cada organismo elevarán los
estados contables y demás documentación complementaria de la rendición de cuentas al H. Tribunal de
Cuentas.
2. Al 31 de julio la Delegación complementará el estudio de la cuenta y remitirá el informe de auditoría al
relator.
3. El Relator actuante hasta el 30 de septiembre, analizará la documentación remitida, formalizará la planilla
de cargo y trasladará a los funcionarios alcanzados y a la Repartición correspondiente.
4. Los funcionarios trasladados y la repartición deberán completar los elementos requeridos y remitirlos al
H. Tribunal de Cuentas en el término establecido por el artículo 27 de la Ley Orgánica, el que en ningún
caso podrá exceder del 30 de noviembre.
5. El H. Tribunal de Cuentas debe dictar sentencia hasta el 30 de junio del año siguiente.
b) Consejos Escolares
1. Al 31 de mayo del año siguiente al año que se estudia elevarán los estados contables y demás
documentación complementaria de la rendición de cuentas al H. Tribunal de Cuentas.
2. Al 31 de julio la Delegación complementará el estudio de la cuenta y remitirá el informe de auditoría al
relator.
3. El relator actuante hasta el 28 de febrero analizará la documentación remitida y formalizará la planilla de
cargo y trasladará a los funcionarios alcanzados y al Consejo Escolar.
4. Hasta el 30 de abril los administradores deberán completar los elementos requeridos y remitirlos al H.
Tribunal de Cuentas en el término establecido por el artículo 27.
5. El H. Tribunal de Cuentas debe dictar sentencia hasta el 31 de agosto del año siguiente.
c) Organismos interjurisdiccionales
Se deberán fallar hasta el 30 de junio del año subsiguiente del ejercicio que se audita.

CAPITULO V
CUENTAS MUNICIPALES

ARTICULO 19°: (Texto según Ley 13963) A efectos de atender el control de la administración de los
Municipios, el H. Tribunal de Cuentas tendrá Delegaciones, integradas por los Partidos y con asiento en las
sedes que el H. Cuerpo determine por resolución, la que se elevará como propuesta al Poder Ejecutivo para
el dictado del correspondiente decreto. Igual procedimiento se observará para los casos de disolución,
traslado, modificación, fusión de delegaciones y cualquier variación que se resuelva al respecto.
REGLAMENTACIÓN: El H. Tribunal de Cuentas mantendrá el funcionamiento de las actuales Delegaciones Zonales mediante
Resolución del H. Cuerpo de conformidad con el artículo 19 de la Ley 10869.
La creación, traslado, modificación, fusión y/o cualquier otra medida análoga respecto a Delegaciones Zonales, lo dispondrá el
H. Cuerpo por Resolución que deberá ser elevada al Poder Ejecutivo para su aprobación por Decreto.

120
ARTICULO 20°: (Texto según Ley 13963) Las Delegaciones estarán integradas por un Auditor Jefe,
Auditores, Analistas, Oficiales Letrados y Agentes Administrativos, determinándose el número en función a
la distancia, cantidad y tareas de los estudios de cada Delegación. El Auditor Jefe, los Auditores y Analistas
deberán poseer título de Contador Público y el Oficial Letrado título de Abogado. Los Contadores y el
Abogado accederán al cargo por selección.
El presupuesto anual del Tribunal deberá prever los créditos necesarios para el funcionamiento de las
Delegaciones.
REGLAMENTACIÓN: La selección prevista en el artículo 20 de la Ley tendrá el mismo procedimiento y efectos que los
establecidos en el artículo 18 bis de esta Reglamentación. Los profesionales en Ciencias Económicas y en Abogacía deberán
estar matriculados en los respectivos Consejos Profesionales.
ARTICULO 20° bis: (Artículo INCORPORADO por Ley 13963) Los funcionarios que integran las
Delegaciones son asimilables en jerarquía y remuneración de la siguiente forma: Auditores Jefes a Relator
Jefe; Auditores a Relatores; Analistas y Oficial Letrado a Oficial Mayor de Estudio. Los agentes
administrativos que se designen en función de la distancia, cantidad de municipios y/o entes a controlar y
demás circunstancias determinantes, tendrán las actuales denominaciones y jerarquías.

ARTICULO 21°: Serán funciones de la Delegación:


1. Realizar el estudio integral de las cuentas de los organismos bajo su jurisdicción. A tal efecto deberá:
a) Estudiar y dictaminar sobre los estados de ejecución de Planta de Personal, de Ejecución del Presupuesto
de Gastos, de Ejecución del Cálculo de Recursos, de Ejecución de Cuentas Especiales, de Ejecución de
Terceros, de Movimiento de Fondos y Valores, de patrimonio, de Resultado Económico Financiero y todo
otro que establezca reglamentariamente el Tribunal de Cuentas.
b) Realizar arqueos, relevamiento de Inventario de Bienes y Valores, así como toda otra gestión de control
que haga al cometido de su competencia.
c) Realizar las inspecciones y auditorías en las oficinas y demás dependencias de la administración
municipal y elevar sus resultados al Tribunal de Cuentas, quien a su vez notificará al responsable del órgano
municipal que correspondiere.
2. Evacuar por escrito las consultas que se formulen las autoridades municipales; y
3. Informar mensualmente al Tribunal respecto de sus acciones y requerir la intervención de éste cuando lo
estime necesario.

ARTICULO 22°: Serán funciones y obligaciones del Delegado:


1. Ejercer la jefatura del personal a su cargo.
2. Administrar los fondos que le asigne el Tribunal para el ejercicio de sus funciones.
3. Resolver las contrataciones de servicios o adquisición de bienes de la Delegación, conforme lo determine
el Tribunal.
4. Firmar toda información, documentación o notificación que expida la Delegación.
5. Programar y ejecutar el estudio de las cuentas de los Municipios de su Delegación.
REGLAMENTACIÓN: El Auditor Jefe determinará, conforme a lo establecido en el artículo 22 inciso 5 de la Ley, al Auditor
encargado del estudio de las rendiciones presentadas por cada municipio. La oportunidad del estudio, así como el contenido y
periodicidad de los informes, serán establecidos por el Reglamento Interno.

ARTICULO 23°: (Texto según Ley 13963) Cada Intendente Municipal presentará al Concejo Deliberante al
31 de Marzo de cada año, la Rendición de Cuentas de la percepción e inversión de los fondos comunales.
El Concejo Deliberante analizará los estados y se pronunciará sobre la Rendición de Cuentas dentro de los
sesenta (60) días corridos. Si vencido ese plazo no se expidiere, las mismas quedarán aprobadas,
incluyéndose en tal aprobación la compensación de los excesos que surgieren. Su pronunciamiento será
remitido a la Delegación del Tribunal y al Departamento Ejecutivo dentro de los diez (10) días corridos.
Si el Intendente o el Concejo Deliberante no cumplieran con las obligaciones y plazos establecidos
anteriormente, el H. Tribunal de Cuentas resolverá de conformidad con lo dispuesto en el artículo 16 de la
presente Ley.
REGLAMENTACIÓN: El H. Tribunal de Cuentas reglamentará mediante Resolución del H. Cuerpo, la documentación que el
departamento Ejecutivo Municipal presentará al H. Concejo Deliberante y al H. Tribunal de Cuentas a efectos de la Rendición
de Cuentas.

121
ARTICULO 24°: (Texto según Ley 13963) Para el estudio de las cuentas municipales de cada Ejercicio, se
observarán los procedimientos y plazos que se indican a continuación:
1) Al 31 de marzo de cada año, el Departamento Ejecutivo remitirá a la Delegación la rendición de cuentas
del Ejercicio Anual.
2) Al 15 de junio, la Delegación complementará el estudio de la cuenta y remitirá el informe de auditoría al
Relator.
3) El Relator antes del 15 de agosto solicitará al Municipio y a los responsables la totalidad de los elementos
que necesite para informar.
4) El Municipio y los responsables, al 30 de septiembre deberán completar los elementos requeridos y
remitirlos al H. Tribunal de Cuentas.
5) El H. Tribunal de Cuentas debe dictar sentencia hasta el 30 de abril del año siguiente.
REGLAMENTACIÓN: Los Dictámenes finales que produzcan las Delegaciones en relación a cada municipio, serán suscriptos
por el Auditor Jefe y por el Auditor responsable del estudio de los respectivos estados contables y rendiciones de cuentas,
dejándose constancia de las disidencias que pudieren plantearse.

ARTICULO 25°: Cada Municipio deberá llevar los Libros que el Tribunal determine. La rúbrica de los
mismos será realizada en el tiempo y forma que el Tribunal establezca.
REGLAMENTACIÓN: La rúbrica de los registros contables correspondientes a cada municipio está a cargo del Auditor Jefe y
del Auditor responsable del estudio de la respectiva rendición de cuentas.

CAPITULO VI
PROCEDIMIENTO

ARTICULO 26°: (Texto según Ley 13963) El Tribunal reglamentará el procedimiento para el estudio de las
cuentas provinciales y municipales.
El Relator al realizar el estudio se pronunciará sobre la documentación y estados, y requerirá la presentación
de los que faltaren si correspondiere.
REGLAMENTACIÓN: La presentación de las rendiciones de cuentas y/o de estados contables por parte de los funcionarios
responsables del manejo de fondos en dependencias del ámbito provincial, se ajustará a las determinaciones de la Ley de
Administración Financiera, y las que correspondan al ámbito comunal lo serán respecto a las prescripciones de la Ley Orgánica
Municipal, debiéndose observar en todos los casos los plazos establecidos por los artículos 17, 18 y 24 de la Ley 10869 y sus
modificatorias.
El estudio de las cuentas provinciales y municipales será realizado por funcionarios con el cargo de Relator que deberán poseer
el título de Contador Público y estar matriculados en el Consejo Provincial de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos
Aires.

ARTICULO 27°: Si se tratare de las cuentas generales de la Administración provincial, se correrá traslado al
Contador General de la Provincia y funcionarios responsables, de los requerimientos u observaciones
formuladas por el Relator por un término que no excederá de treinta (30) días.
Si se tratare de cuentas municipales se correrá traslado por igual término a los titulares de los Departamentos
Ejecutivo, Deliberativo u Organismos Descentralizados y funcionarios responsables de los requerimientos u
observaciones formuladas por el Relator.
Si se tratare de Organismos Interjurisdiccionales, se correrá traslado al titular del mismo, al responsable de
la Administración Provincial, el Contador General de la Provincia si se correspondiere y a los funcionarios
responsables de los requerimientos u observaciones formulados por el Relator.
Las notificaciones se realizarán mediante carta documento, telegrama colacionado, telex u otros medios
fehacientes o por los Delegados si correspondiere.
Si el responsable no viviera en el domicilio declarado, será citado por edictos que se publicarán por cinco (5)
días en el Boletín Oficial.

ARTICULO 28°: Si vencido el término acordado, no compareciere el funcionario a levantar los cargos
hechos, el Presidente dictará providencias de autos para resolver y se pasará el expediente al Vocal que
corresponda, para que se proyecte el fallo.

ARTICULO 29°: Si compareciere el funcionario a quien se ha formulado cargo, efectuará en un mismo


escrito su defensa y ofrecimiento de prueba que hace a su derecho. El Presidente ordenará las diligencias
122
probatorias solicitadas, fijando el término para su producción. Si el plazo excediera de treinta días, deberá
ser aprobado por el Tribunal. Si la prueba no se produjera por omisión de las autoridades requeridas para
ello, el Tribunal adoptará las medidas que se consideren necesarias a efectos de cumplimentar sus
resoluciones, bajo apercibimiento de aplicar las sanciones previstas en el artículo 16°.

REGLAMENTACIÓN: Toda persona que ofrezca medidas para su defensa, o que tenga la obligación de suministrar al H.
Tribunal antecedentes documentarios, podrá indicar el lugar donde se encuentran los mismos cuando no tuviere acceso a la
fuente.
En tales casos, el H. Tribunal recabará los respectivos testimonios o certificados a la persona, entidad u organismo que los
disponga, mediante oficio o exhorto.

ARTICULO 30°: Agregada la prueba o vencido el término fijado para su producción, sin que los interesados
la hayan urgido, se pasarán las actuaciones al Relator para que se pronuncie concretamente sobre el valor de
dicha prueba y con su informe quedará el expediente para sentencia.
El Presidente dictará la providencia de autos para resolver y pasará el expediente al Vocal que tuviera a su
cargo la división en la cual se efectuó el estudio, para que proyecte el fallo dentro de un término que no
excederá de veinte (20) días. Proyectado el fallo, se pasará el expediente a los otros Vocales en el turno que
se establezca por sorteo para que se expidan en un término que no excederá de cinco (5) días para cada uno.
El Presidente votará en último término.
Con la opinión de los Vocales volverá el expediente a la división de origen para que redacte el fallo, que
será dado en el primer acuerdo subsiguiente que el Tribunal realice.
La demora de los Vocales o del Presidente en expedirse, constituirá falta grave si fuere reiterada y podrá
determinar su enjuiciamiento y separación.
La sentencia se notificará en la forma establecida en el artículo 27°.

ARTICULO 30° bis: (Artículo INCORPORADO por Ley 13963) Si el H. Tribunal de Cuentas no dictara
sentencia dentro del plazo fijado en los artículos 18 ter y 24 de la Ley 10.876, será de aplicación lo previsto
en el artículo 30, cuarto párrafo, de la presente Ley.
El Tribunal podrá hacer comparecer a los funcionarios de los organismos controlados para que suministren
los informes y explicaciones que le fueren requeridas con motivo del estudio de las cuentas.
Si los organismos controlados no cumplieran con los plazos establecidos, el Tribunal dictará sentencia en
base a los antecedentes obtenidos, sin perjuicio de las medidas establecidas en el artículo 16 de la presente
Ley.

ARTICULO 31°: (Texto según Ley 12310) (Si bien el presente artículo fue modificado por el art. 1 la Ley
13118, dicha modificación fue Observada por el Decreto 2326/03) Las resoluciones definitivas del Tribunal
de Cuentas, podrán ser recurridas ante las Cámaras de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, de
conformidad con lo dispuesto en el Código Procesal Contencioso Administrativo, con aplicación de las
reglas del proceso ordinario (Título I del Código Procesal Contencioso Administrativo).. A los fines de la
determinación de la competencia, se aplicará lo dispuesto en el artículo 5º inciso 2) apartado a, del citado
Código.

CAPITULO VII
CUMPLIMIENTO DEL FALLO

ARTICULO 32°: Si el Administrador declarado alcanzado cumpliere la sentencia depositando la cantidad


importe del cargo, en el Banco de la Provincia a la orden del Presidente del Tribunal, dicho funcionario
dispondrá la transferencia a la orden de la autoridad administrativa que corresponda.

ARTICULO 33°: Si no se efectuare el depósito o no se interpusieran los recursos autorizados por esta ley,
dentro del término fijado, el Presidente remitirá testimonio de la sentencia al Fiscal de Estado para que inicie
las acciones pertinentes.

123
ARTICULO 34°: En todos los casos el Fiscal de Estado comunicará al Presidente del Tribunal la iniciación
de la demanda indicando Juzgado y Secretaría, así como ele estado del juicio cuando éste le solicite informe.

ARTICULO 35°: Las decisiones del Tribunal tendrán fuerza ejecutiva y la acción que se produzca exigiendo
su cumplimiento, se regirá por el procedimiento del juicio de apremio. Será Juez competente cualquiera que
fuere el monto del alcance, el de Primera Instancia en lo Civil y Comercial, del Departamento Judicial al que
corresponda el lugar en el cual desempeñó las funciones el responsable de la inversión de Fondos
desaprobados.

ARTICULO 36°: (Texto según Ley 12310) (Si bien el presente artículo fue modificado por el art. 2 la Ley
13118, dicha modificación fue Observada por el Decreto 2326/03) El cobro judicial previsto en el artículo
33º de la presente ley, se suspenderá cuando se interponga el recurso de revisión, se inicie una causa
contencioso administrativa, se efectúe el pago o se consigne el importe del cargo en el Banco de la Provincia
a la orden del Presidente de la Cámara de Apelaciones.

CAPITULO VIII
EFECTOS DEL FALLO

ARTICULO 37°: El fallo que pronuncie el Tribunal, hará cosa juzgada, en sede administrativa, en cuanto se
refiere a si la percepción e inversión de fondos ha sido hecha de acuerdo a las disposiciones legales vigentes,
al monto de las cantidades percibidas e invertidas, a la imputación del pago con relación a la exactitud de los
saldos.

CAPITULO IX
RECURSOS CONTRA LAS DECISIONES DEL TRIBUNAL

ARTICULO 38°: Contra los fallos del Tribunal no habrá otros recursos que el autorizado por el artículo 31°
de esta Ley y el de revisión. Este último deberá ser interpuesto ante el mismo Tribunal dentro del término de
quince días contados desde la fecha de la notificación por la persona declarada alcanzada, o sus
representantes, fundado en pruebas o documentos nuevos que justifiquen las partidas desechadas o en la
consideración o errónea interpretación de los documentos nuevos ya presentados. No será necesario el
previo depósito del alcance para intentar este recurso.

ARTICULO 39°: Para la revisión observará el siguiente procedimiento:


1. Presentada la solicitud de revisión, el Tribunal decidirá sin recurso, si la revisión procede ó no. Si se
declarará que la revisión es procedente se remitirá el expediente con los nuevos antecedentes o documentos
que deben considerarse al Relator, para que se pronuncie.
2. Del informe del Relator se correrá traslado por un término que no excederá de treinta (30) días, al
Administrador declarado por el fallo anterior, para que lo conteste dentro del término que se fije, no mayor
de treinta (30) días. Recibida la contestación o vencido el término para presentarla, el expediente pasará
nuevamente a sentencia.

ARTICULO 40°: Si el Tribunal revocara su anterior fallo y dejara sin efecto cargos formulados, lo
comunicará el Poder Ejecutivo o al Intendente Municipal para que aquél o éste disponga la inmediata
restitución de las cantidades que pudieran haberse pagado en virtud del fallo revocado, sin esperar que la
Legislatura o el Consejo, en su caso, vote un crédito especial debiendo el Poder Ejecutivo o el Intendente,
dar cuenta a la Legislatura o al Consejo dentro del término de treinta (30) días.

ARTICULO 41°: Para los casos de procedimientos no previstos en esta ley, será de aplicación supletoria la
ley de Procedimiento Administrativo y el Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Provincia de
Buenos Aires.

CAPITULO X
DISPOSICIONES GENERALES
124
ARTICULO 42°: El estudio de la cuenta no podrá recaer sobre cuestiones de oportunidad, conveniencia y
eficacia de los actos que le dieron origen, pronunciándose sobre la legalidad de la misma.

ARTICULO 43°: El Tribunal dictará su Reglamento Interno. Además proyectará y someterá a la aprobación
del Poder Ejecutivo la reglamentación de esta ley, dentro de los treinta (30) días de su publicación. (#)
(#) Observado por Decreto de promulgación 5.937/89.

ARTICULO 44°: Respecto del Sumario de Responsabilidad, se seguirán los procedimientos establecidos en
el Decreto-Ley 7.764/71 (texto ordenado Decreto 9.167/86) y artículo 242° y Complementarios del Decreto-
Ley 6.769/58 (Ley Orgánica de las Municipalidades).

ARTICULO 45°: El Tribunal editará un Boletín Trimestral con su doctrina administrativa, que contendrá
sus resoluciones, fallos, circulares y dictámenes.
REGLAMENTACIÓN: Los cambios que se registren en la doctrina y procedimientos del H. Tribunal de Cuentas tendrán
aplicación a partir de su publicación, debiéndose considerar los casos planteados en ejercicios pendientes de resolución de
conformidad con los criterios, usos y costumbres aceptados hasta ese momento.

ARTICULO 45° bis: (Texto según Ley 10755) El Tribunal de cuentas de la Provincia de Buenos Aires
queda facultado para actuar como Auditor Externo de Organismos Financieros Nacionales o Internacionales
en las operaciones de crédito que los mismos realicen -en jurisdicción territorial de la Provincia- con ésta o
con sus Municipios y/o Entes que administren fondos públicos, ejerciendo dicho control con el alcance que
en cada caso se convenga.

CAPITULO XI
DISPOSICIONES TRANSITORIAS

ARTICULO 46°: (Texto según Ley 10876) Las cuentas provinciales y municipales correspondientes a
ejercicios cerrados hasta el año 1.988 inclusive remitidas y no resueltas por el Tribunal con anterioridad a la
fecha de vigencia de la presente, deberá resolverse antes del 31 de Diciembre de 1.990.
Las cuentas del Ejercicio de 1.989 y las correspondientes a ejercicios anteriores no respetadas a la fecha de
promulgación, deberán ingresar al Tribunal de Cuentas antes del 1° de mayo de 1.990 y resolverse antes del
30 de abril de 1.991.
La falta de pronunciamiento del Tribunal dentro de dichos plazos tendrá los efectos señalados en el artículo
24° inciso 5), primer párrafo. (#)
A partir del Ejercicio de 1.990 se observará el procedimiento y los plazos previstos en la presente ley.
(#) Lo subrayado se encuentra observado por el Decreto de Promulgación 30/90 de la Ley 10876.

ARTICULO 47°: (Texto según Ley 10876) Deróganse las leyes 4373 y 4568, Decreto Ley 892/55, Ley
8.038 y toda otra disposición que se oponga a la presente, salvo para los supuestos comprendidos en el
artículo 46°.

ARTICULO 48°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

5- Procedimiento en materia de previsión social

Julio Grisolia define a la seguridad social como “…la rama del derecho que se ocupa de amparar al
trabajador en relación de dependencia, al trabajador autónomo y al desempleado respecto de las
contingencias de la vida que puedan disminuir su capacidad de ganancia.
La Seguridad Social tiene como fin proteger a las personas de las contingencias de enfermedades y
accidentes, sean o no de trabajo, desempleo, maternidad, incapacidad temporal y parcial, invalidez, vejez,

125
muerte y cualquier otro riesgo que pueda ser objeto de previsión social, así como de las cargas derivadas de
la vida familiar.
Las contingencias más frecuentes pueden clasificarse en:
• Biológicas: tales como la maternidad; vejez o muerte.
• Patológicas: como enfermedades y accidentes inculpables o los infortunios de trabajo.
• Sociales: por citar, asignaciones familiares y desempleo

En nación: El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) regulado por las leyes 24241/93 y la
26425/08, cubre las contingencias de vejez, invalidez y fallecimiento. La autoridad de aplicación es la
ANSeS. Esto último nos permite señalar que estamos ante un régimen público en cuanto es administrado por
el propio estado nacional. Las prestaciones que otorga el sistema son financiadas con recursos provenientes
de aportes tarifados de los trabajadores y contribuciones –también tarifadas- de los empleadores. El sistema
previsional así constituido es abiertamente deficitario teniendo en cuenta que la proporción entre activos y
pasivos es cada vez menor. En virtud de ello, debe integrarse –necesariamente- con recursos presupuestarios
que se destinan para tal fin.

LAS PRESTACIONES DEL SISTEMA DE LA LEY 24.241 SON:

1) JUBILACION ORDINARIA POR VEJEZ.


En otros tiempos su cuantía era un porcentaje del sueldo en actividad (ley 14.499 y 18.037). Hoy, en
cambio, se compone de dos prestaciones: la Básica Universal (PBU) y la Compensatoria (PC). La Prestación
Básica Universal tiene como finalidad brindar una prestación uniforme y mínima a quienes hayan alcanzado
la edad y hayan efectuado aportes en toda o gran parte de su vida activa, con independencia de las
remuneraciones o rentas percibidas. Concretamente para acceder a la misma se requiere que se acrediten 65
años los hombres y 60 años las mujeres y 30 años de servicios con aportes.
Por su parte, la Prestación Compensatoria tiene como finalidad compensar los aportes (y contribuciones) que
la persona haya efectuado al sistema hasta el 30/06/94 (fecha que entró a regir la vieja ley 24.241). Esta
prestación será equivalente al 1,5% por cada año de servicio con aportes o fracción mayor de 6 meses, hasta
un máximo de 35 años, calculado sobre el promedio de remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones
actualizadas y percibidas durante el período de 10 años inmediatamente anterior a la cesación del servicio.
2) PRESTACIÓN POR EDAD AVANZADA.
La finalidad de esta prestación es brindar cobertura a aquellos afiliados de 70 o más años que tengan
imposibilidad de acreditar los años de servicios exigidos para obtener una Jubilación ordinaria. El cobro de
esta prestación es incompatible con la percepción de toda jubilación, pensión o retiro civil o militar,
nacional, provincial o municipal. No obstante, es factible percibir dicha prestación siempre que se renuncie a
las otras prestaciones.
Los requisitos que se deben reunir son: Respecto de la edad, haber cumplido 70 años cualquiera fuera el
sexo del peticionante. En lo relativo a los aportes, se debe reunir 10 años de servicios con aportes ya sea bajo
relación de dependencia o como autónomo, o entre ambos regímenes. Finalmente de los 10 años de aportes,
por lo menos 5 deben haber sido trabajados durante los últimos 8 años anteriores al cese de la actividad.
El haber mensual de la prestación por edad avanzada será equivalente al 70 % de la PBU más la prestación
compensatoria de corresponder.
3) RETIRO POR INVALIDEZ.
Es una prestación que se abona a todo trabajador, cualquiera fuere su edad o antigüedad en el servicio, que
se incapacite física o intelectualmente en forma total (66 % o más) para el desempeño de cualquier actividad
compatible con sus aptitudes profesionales. El goce del Retiro por Invalidez es incompatible con el
desempeño de cualquier actividad en relación de dependencia.

Para determinar la cuantía de la prestación, primero se practicará un promedio mensual de las


remuneraciones (no se tendrán en cuenta en el cálculo los importes correspondientes a aguinaldos) de los
últimos 5 años anteriores al mes en que se declara la invalidez del afiliado. Obtenido ese promedio,
denominado ingreso base, la prestación será equivalente al 70 % del mismo.

126
4) PENSION POR FALLECIMIENTO, TANTO DE UN BENEFICIARIO COMO DE UN TRABAJADOR
EN ACTIVIDAD.-
Conforme al art. 53 de la ley 24.241 en caso de muerte del jubilado, del beneficiario de retiro por invalidez o
del trabajador aportante en actividad, gozarán de pensión:
a) La viuda.
b) El viudo.
c) La conviviente.
d) El conviviente.
e) Los hijos solteros, las hijas solteras y las hijas viudas siempre que no gozaran de jubilación, pensión,
retiro o prestación no contributiva, salvo que optaren, todos ellos hasta los 18 años de edad. La limitación a
la edad no rige si los derechohabientes se encontraren incapacitados para el trabajo a la fecha de
fallecimiento del causante.
En los supuestos de los incisos c) y d) se requerirá que el o la causante se hallase separado de hecho o
legalmente, o haya sido soltero, viudo o divorciado y hubiera convivido públicamente en aparente
matrimonio durante por lo menos cinco años inmediatamente anteriores al fallecimiento. El plazo de
convivencia se reducirá a dos años cuando exista descendencia reconocida por ambos convivientes. El o la
conviviente excluirá al cónyuge supérstite cuando éste hubiere sido declarado culpable de la separación
personal o del divorcio. En caso contrario, y cuando el o la causante hubiere estado contribuyendo al pago
de alimentos o éstos hubieran sido demandados judicialmente, o el o la causante hubiera dado causa a la
separación personal o al divorcio, la prestación se otorgará al cónyuge y al conviviente por partes iguales.

En provincia: En la actualidad, la normativa vigente que rige el sistema previsional de la Provincia de


Buenos Aires, es la Ley 8587 (Art. 1º al 14º) y el decreto Ley 9650/80, este último con vigencia desde el 1º
de enero de 1981.

REQUISITOS DE INICIACIÓN DE TRÁMITES.

RECLAMOS

Donde se inicia:
 La Plata: Sede Central-Oficina de Informaciones Generales - Calle 47 N° 530 (entre 5 y 6); de lunes a
viernes de 08:30 a 14:00 hs.
 Anexo 2 – Leyes Especiales y Pensiones Sociales - Calle 8 N° 515 (entre 42 y 43); de lunes a viernes de
08:00 hasta 14:00 hs.
 Otros lugares: Centros de Atención Previsional (CAP)

Cuando corresponde iniciarlo:


Cuando el interesado considera que:
 No se hizo efectivo el pago de un aumento o actualización del haber.
 No se abona una bonificación que el interesado considera parte integrante del haber.
 Se realiza algún descuento indebido o no autorizado por el beneficiario.
 Se ha producido una rebaja en el haber mensual.
 No se han computado la totalidad de los años trabajados.
 No se consideró el mejor cargo ejercido.
 El porcentaje jubilatorio está mal calculado.
Éstos son los únicos motivos que son considerados dentro de este tipo de trámite. Quedan expresamente
excluidos: Reajustes; Pronto Despacho; Recurso de Revocatoria; Solicitud de Vista; Consultas; Quejas o
Sugerencias.
IMPORTANTE: Se debe distinguir entre Reclamo y Reajuste. La diferencia esencial es que el trámite de
Reajuste de haberes es aplicable a servicios NUEVOS que cambian la condición del beneficio, en cambio el
Reclamo es sobre servicios ya presentados y reconocidos.
Documentación necesaria y obligatoria para Iniciación del Trámite:

127
1. Formulario E-187 (Disponible en la página Web).
2. En caso que se presente otra documentación (certificaciones, recibos, etc.) la misma será agregada al
comprobante mencionado en el punto 1.
LA PRESENTACIÓN DE LA DOCUMENTACIÓN INDICADA RESULTA CONDICIÓN
INDISPENSABLE Y OBLIGATORIA PARA EL INICIO DEL TRÁMITE. TODOS LOS TRÁMITES
SON ABSOLUTAMENTE GRATUITOS NO EXIGIÉNDOSE EL ACOMPAÑAMIENTO
DE UN PATROCINANTE O GESTOR.

REAJUSTE DE HABERES
Cuando corresponde iniciarlo:
Es un pedido fundado en la existencia de servicios documentados (Certificación o Reconocimiento) que se
suman a los obrantes en el expediente principal, con el fin de que el Instituto modifique la forma en que
abona un beneficio otorgado.
Documentación necesaria y obligatoria para Iniciación del Trámite:
1. Formulario E-186 (Disponible en la página Web).
2. Documento de identidad (DNI, LE, LC) (original y fotocopia de la 1° y 2° hoja y cambio de domicilio).
3. Certificado de servicios con sueldos mes por mes o año por año del período que se pretende reajustar,
(firmado y sellado por funcionario autorizado de la Repartición del lugar de Trabajo) o Reconocimiento de
Servicios por parte de ANSeS u otra Caja.
4. Decreto de Cese; o copia del Telegrama de renuncia presentado y aceptación por parte del establecimiento
educativo dependiente de DIPREGEP; o copia del Formulario de renuncia por Cierre de Cómputos con
cargo de recepción por el empleador.
5. Decreto de Designación y de Cese en el mejor cargo (para cargos Jerárquicos o Superiores).
6. Si el reajuste es de un agente fallecido y lo solicita el viudo/a,: fotocopia del acta de matrimonio
actualizada y Certificado de defunción (original y fotocopia)
7. Constancia de CUIL..
8. Para el caso en que se solicite reajustar el mejor cargo y el mismo se haya desempeñado en la órbita
nacional deberá requerirse al interesado un certificado expedido por la empresa empleadora donde se
informe el mejor cargo desempeñado durante 36 meses consecutivos o 60 alternados, indicando
Agrupamiento, Clase o Categoría y Régimen Horario. A su vez, en el mismo deberá indicarse la
remuneración que le hubiese correspondido percibir de continuar en actividad, desde la fecha de cese y
hasta el momento de la presentación, detallando concepto por concepto (Sueldo básico, Antigüedad y/u otros
adicionales de carácter habitual, regular y permanente). El mismo deberá estar avalado por autoridad
competente y entidad bancaria con la cual opera la empresa.
9. Para el caso de docentes en que el mejor cargo, se haya desempeñado en un Colegio perteneciente a la
órbita nacional (Colegios transferidos), como personal Horas Cátedras, deberá requerirse al interesado un
certificado expedido por dicha entidad, donde se detallen la cantidad de horas cátedras desempeñadas con
sus respectivas altas y bajas.
10. Carta Poder (En caso de corresponder)
Medios de consulta:
SEGUIMIENTO DEL TRÁMITE:
a. A través de Internet www.ips.gba.gov.ar/ link “consulta de expedientes” ingresando sus datos personales
o el número del expediente, podrá verificar el estado del mismo.
NOTA: Indicando una dirección de mail al iniciar el trámite, Usted recibirá un correo al instante, cada vez
que opere un movimiento en su expediente.
b. Telefónicamente, a través de la línea de atención gratuita 0800 – 999 – 4777.
CONSULTAS:
 Para realizar consultas ingrese en Internet a www.ips.gba.gov.ar/ link “contacto / consulta” y complete el
formulario correspondiente.

PROCEDIMIENTO JUDICIAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (Ley 24.463) de 1995

128
ARTICULO 14. — El procedimiento de impugnación judicial de los actos administrativos de la
Administración Nacional de Seguridad Social, se regirá por las disposiciones del presente Capítulo.

ARTICULO 15. — Las resoluciones de la Administración nacional de la Seguridad Social podrán ser
impugnadas ante los Juzgados Federales de Primera Instancia de la Seguridad Social de la Capital Federal, y
ante los juzgados federales con asiento en las provincias, dentro del plazo de caducidad previsto en el art.
25, inc. a) de la ley 19.549, mediante demanda de conocimiento pleno, que tramitará por las reglas del
proceso sumario previsto en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, con las modificaciones
introducidas en la presente ley. La Administración Nacional de la Seguridad Social actuará como parte
demandada. Para la habilitación de la instancia no será necesaria la interposición de recurso alguno en sede
administrativa.
(Artículo sustituido por art. 3° de la Ley N° 24.655 B.O. 15/7/1996)
ARTICULO 18. — La Cámara Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social, creada por Ley 23.473, se
transformará en Cámara Federal de la Seguridad Social y conocerá en la materia enumerada en el artículo 39
bis del Decreto-Ley 1.285/58, con la salvedad de que en lo concerniente al inciso a) de dicho artículo
intervendrá en grado de apelación contra las sentencias dictadas por los juzgados mencionados en el artículo
15.
ARTICULO 21. — En todos los casos las costas serán por su orden.
ARTICULO 22. — Las sentencias condenatorias contra la Administración Nacional de la Seguridad Social
serán cumplidas dentro del plazo de CIENTO VEINTE (120) días hábiles, contado a partir de la recepción
efectiva del expediente administrativo correspondiente.
Si durante la ejecución presupuestaria, se agotara la partida asignada para el cumplimiento de dichas
sentencias, el Jefe de Gabinete de Ministros podrá disponer ampliaciones o reestructuraciones
presupuestarias con el objeto de asegurar el pago en el plazo indicado.
ARTICULO 24. — Las normas previstas en el presente Capítulo serán de aplicación inmediata a las causas
en trámite. Las que estuvieren radicadas ante la Cámara Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social,
pendientes de sentencia, serán convertidas al procedimiento previsto en la presente ley, notificando a los
recurrentes para que adecuen su presentación al nuevo procedimiento, solicitando lo que en derecho
corresponda. En estos casos, y por única vez, la Administración Nacional de Seguridad Social tendrá un
plazo de seis (6) meses para contestar demanda y ofrecer pruebas, contados a partir de su notificación.
ARTICULO 25. — Las sentencias dictadas o que se dicten en esta materia contra la Administración
Nacional de la Seguridad Social o el Estado nacional hasta el 31 de diciembre de 1995, que la condenen al
pago de sumas de dinero, serán cumplidas recién a partir del 1 de enero de 1996, de acuerdo al
procedimiento previsto en la presente ley.
ARTICULO 26. — Modificase el artículo 39 bis del Decreto - Ley 285/58 que quedará redactado de la
siguiente forma:
Artículo 39 bis: "La cámara Federal de la Seguridad Social conocerá":
a) En los recursos de aplicación interpuestos en contra de las sentencias dictadas en las causas sustanciadas
con motivo de impugnaciones judiciales contra resoluciones o actos administrativos que afecten
pretenciones de los afiliados, beneficiarios, peticionarios de prestaciones o de afiliación empleadores y, en
general, de cualquier persona que alegare la afectación de su derecho respecto del régimen de reparto del
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones;
b) En los recursos interpuestos contra resoluciones que dicte la Dirección General Impositiva que denieguen
total o parcialmente impugnaciones de deuda determinadas por el citado organismo en ejercicio de las
funciones asignadas por el Decreto Nº 507/93, siempre que en el plazo de su interposición se hubiere
depositado el importe resultante de la resolución impugnada;
c) En los recursos interpuestos contra resoluciones de los entes que administran los subsidios familiares;
d) En los recursos de apelación interpuestos contra resoluciones de la Comisión Nacional de Previsión
Social, al decidir conflictos suscitados con motivo de la aplicación del régimen de reciprocidad instituido
por el Decreto Nº 9316/46;
e) En los recursos de queja por apelación denegada y en los pedidos de pronto despacho de conformidad con
el artículo 28 de la Ley 19.549."
ARTICULO 27. — Modificase el artículo 9º de la ley 23.473, que quedará redactado de la siguiente forma:

129
Artículo 9º. — Los recursos contenciosos - administrativos enumerados en los incisos b), c), y d), del
artículo 39 bis del Decreto Ley 1285/58 deberán presentarse con firma de letrado y con expresión de
agravios ante el mismo organismo administrativo que dictó la medida y dentro de los treinta (30) días de
notificada si el interesado se domiciliare en la Capital Federal y de noventa (90) días si se domiciliare en el
interior del país o en el extranjero. Si el interesado se domiciliare en el interior del país, podrá optar por
presentar el recurso ante el Juez Federal de su domicilio, quien remitirá las actuaciones a la Cámara.
ARTICULO 28. — Modificase el artículo 11 de la ley 23.473, que quedará redactado de la siguiente forma:
Artículo 11. — Interpuesto el recurso contencioso - administrativo y previa vista al ministerio público si la
estimare necesaria, la Cámara Federal de la Seguridad Social resolverá en cada caso sobre la procedencia del
recurso, de acuerdo a las constancias del expediente, sin perjuicio de las medidas que de oficio y para mejor
proveer dispusiere. El control judicial recaerá sobre los hechos de las causas y el derecho aplicable.

6- El concurso. Concepto, trámites e impugnaciones. Estatuto del docente de la Pcia de


Bs. As. Consejo de la Magistratura.

El concurso en el derecho administrativo es un procedimiento administrativo en si mismo con una función


preparatoria. Este no concluye con una resolución sino con un juicio de calificación que en algunos casos
puede contener, incluso, algún elemento valorativo. Este se inicia con las clausulas relativas a la
participación en el concurso y la forma en que el concurso será desarrollado, la decisión viene exteriorizada
en un documento denominado convocatoria y adquiere eficacia con la adopción de medidas de publicidad.

Estatuto del docente (ley 10579):

CAPITULO IX
DE LOS TRIBUNALES DE CLASIFICACION

ARTICULO 40°: Se constituirán en la Dirección General de Escuelas y Cultura, tribunales de clasificación


centrales para cada rama de la enseñanza cuyos cargos de base se cubran por ingreso en la docencia, los que
desempeñarán las funciones previstas en el artículo 47° y su reglamentación, con relación al personal
docente titular, titular interino, provisional y suplente. Estos tribunales se concentrarán en la dirección de
tribunales de clasificaciones.
ARTICULO 41°: (Texto según Ley 12799)
I.- Los Tribunales de Clasificación Centrales estarán integrados por:
a) El Subsecretario de Educación o en su reemplazo el Director de Tribunales de Clasificación, quien lo
presidirá. La Reglamentación de la presente ley preverá el reemplazante de los mismos para los casos de
recusación o excusación.
b) El Director de la repartición técnico-docente correspondiente, o en su reemplazo el Subdirector o un
Asesor Docente, o un Inspector Jefe de Región.
c) Un Inspector de Educación de la rama, nivel o modalidad.
d) Dos representantes docentes elegidos por el voto secreto y obligatorio del personal docente titular,
provisional y suplente, uno con destino en la Dirección de Tribunales de Clasificación y el otro, elegido por
cargo o especialidad, convocado en oportunidad de constituirse el Tribunal.
II.- Los Tribunales de Clasificación Descentralizados estarán integrados por:
a) Dos representantes docentes elegidos por la Dirección General de Cultura y Educación, uno de los cuales
lo presidirá.
b) Tres representantes docentes elegidos por el voto secreto y obligatorio del personal docente titular,
provisional y suplente, dos con destino en la sede del Tribunal y el tercero elegido por cargo o especialidad,
convocado en oportunidad de constituirse el Tribunal.
Los Tribunales de Clasificación están facultados para convocar a personal especializado, cuando la
naturaleza del asunto lo haga aconsejable, a efectos de emitir criterio.

130
Solo podrán integrar los padrones para elegir representantes, aquellos docentes que tengan una antigüedad
mínima de un (1) año prestando servicios en la Dirección General de Cultura y Educación.
ARTICULO 42°: Los representantes docentes durarán tres (3) años en su mandato y no podrán ser
reelegidos por el período siguiente. Deberán elegirse del mismo modo y en igual oportunidad, además de los
representantes titulares, igual número de representantes suplentes, que actuarán solamente en caso de
renuncia, vacancia del cargo, licencia, excusación o recusación del titular.
ARTICULO 43°: Son requisitos para ser elegidos representantes docentes:
a) Ser titular en la rama.
b) Poseer una antigüedad docente, en la rama, de diez (10) años como mínimo.
c) Poseer alguno de los títulos exigidos por este estatuto y su reglamentación para el cargo u horas-cátedra
que desempeña.
d) Haber obtenido un promedio de calificaciones en su carrera docente de ocho (8) puntos como mínimo.
ARTICULO 44°: Los docentes que integran los tribunales de clasificación no podrán inscribirse para optar a
nuevos cargos u horas-cátedra ni intervenir en concursos, ni solicitar becas, ni ningún otro beneficio de
carácter docente que deba resolverse en el tribunal al que pertenezcan, salvo que renuncien previamente
como miembros de los mismos.
ARTICULO 45°: Los representantes docentes con destino en la dirección de tribunales de clasificación,
deberán solicitar licencia con goce de sueldo en la totalidad de los cargos y/u horas-cátedra que desempeñen
en carácter de titular y provisional en jurisdicción provincial, debiendo cesar como suplentes.
Si la remuneración fuere inferior a la establecida para secretario de inspección de primera percibirán la
diferencia correspondiente. En los cargos provisorios la licencia no podrá exceder el período de designación
y la misma se concederá mientras no se cubra el cargo y/u horas cátedra con un docente titular.
ARTICULO 46°: (Texto según Ley 10614) Los miembros de los Tribunales de Clasificación podrán ser
recusados o excusarse por las causales establecidas en el artículo 151°.
ARTICULO 47°: (Texto según Ley 10614)
I.- Son funciones de los Tribunales de Clasificación Centrales:
a) Velar por la correcta aplicación del Estatuto del Docente y su Reglamentación.
b) Fiscalizar la correcta valoración de los datos que figuren en la foja de servicios de cada miembro del
personal docente o en el legajo de los aspirantes, a efectos de su debida ubicación en la clasificación general.
c) Verificar anualmente la clasificación del personal titular en ejercicio.
d) Fiscalizar los listados por orden de méritos, de los aspirantes a ingreso en la docencia, provisionalidades y
suplencias.
e) Dictaminar en los pedidos de ascensos, reincorporaciones, traslados, permutas, permanencia en actividad
y en todo movimiento de personal que reviste carácter definitivo.
f) Dictaminar en los pedidos de servicios provisorios interregionales.
g) Analizar y dictaminar en materia de plantas orgánico-funcionales de servicios educativos.
h) Intervenir cuando medie recurso jerárquico en subsidio en los reclamos sobre calificación y servicios
provisorios cuando la decisión provenga del pertinente Tribunal Descentralizado, teniendo su decisión
carácter final.
i) Verificar que los aspirantes a participar en concursos reúnan los requisitos establecidos a tal fin y
confeccionar las nóminas correspondientes.
j) Dictaminar en las licencias motivadas por estudios especiales, trabajos de investigación en el país o en e
extranjero, por obtención de becas para perfeccionamiento cultural y profesional.
k) Dictaminar en los servicios provisorios y permutas interjurisdiccionales, de acuerdo con la legislación
vigente.
l) Intervenir en el cambio de funciones por disminución de aptitudes psico-físicas.
II.- Son funciones de los Tribunales de Clasificación Descentralizados:
a) Dictaminar en los pedidos de servicios provisorios regionales.
b) Dictaminar en reubicaciones transitorias.
c) Intervenir en carácter de informantes en todo asunto que deba ser resuelto por los Tribunales de
Clasificación Centrales.
d) Confeccionar los listados por orden de méritos de aspirantes a provisionalidades y suplencias.

131
e) Realizar la valoración de títulos y antecedentes en caso de concurso y confeccionar los respectivos
listados cuando los Tribunales de Clasificación Centrales lo soliciten.
f) Efectuar el control de las razones invocadas para solicitar traslado.
ARTICULO 48°: Los tribunales de clasificación centrales y/o descentralizados darán a publicidad las listas
por orden de méritos, de aspirantes a ingresos, provisionalidades, suplencias, contrataciones, ascensos y
traslados.
ARTICULO 49°: Los dictámenes de los tribunales de clasificación serán impugnables mediante recurso de
revocatoria y jerárquico en subsidio.
El recurso jerárquico que proceda contra decisiones de los tribunales descentralizados será resuelto por los
respectivos tribunales centrales.
Cuando la decisión emane del tribunal central lo resolverá el Director General de Escuelas y Cultura

Consejo de la magistratura:

El Consejo de la Magistratura de la República Argentina es un órgano constitucional multisectorial


integrado, encargado de confeccionar las ternas de candidatos al Poder judicial a jueces nacionales y
federales, para que luego sean designados por el Presidente de la Nación en acuerdo con el Senado. El
Consejo de la Magistratura tiene a su cargo también la administración del poder judicial, el control de la
actividad de los jueces y la imposición de sanciones. En caso de causas graves es el organismo que abre el
juicio político para resolver sobre la destitución de los jueces ante el Jurado de Enjuiciamiento, ante el cual
el Consejo de la Magistratura actúa como acusador.
El Ministerio Público de Argentina es un órgano constitucional, regulado en sus pautas básicas por el
artículo 114 de la Constitución Nacional: (Sección Tercera - Del Poder Judicial. Capítulo Primero. De su
Naturaleza y Duración.)
Artículo 114.- El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la selección de los magistrados y
la administración del Poder Judicial.
El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los
órganos políticos resultante de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de
la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y científico, en el
número y la forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:
1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.
2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales
inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.
4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la suspensión, y
formular la acusación correspondiente.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean necesarios para
asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia.
Artículo 114 de la Constitución Argentina.
Su estructura orgánica y funciones se encuentran reglamentadas por la Ley 24.937 del Consejo de la
Magistratura, sancionada el 10 de diciembre de 1997, con varias reformas posteriores.
La Constitución Nacional ordena que el Consejo de la Magistratura esté integrado de modo tal de mantener
un equilibrio entre los poderes políticos electivos, los jueces y los abogados, y ordena también que se
incluyan miembros provenientes del ámbito académico y científico.
La ley 24.937 precisa la integración del organismo en su primer artículo, cuyo texto obedece a la ley 26.080
de 2006.

132
Siguiendo las indicaciones de la ley 26.080, el Consejo está integrado por 13 miembros que proceden de seis
ámbitos distintos:
Integración del Consejo de la Magistratura
Poder Judicial Juez, Voto de los jueces, (3)
Cámara de Senadores, Dos miembros por la mayoría, uno por la primera minoría (3)
Cámara de Diputados, Dos miembros por la mayoría, uno por la primera minoría (3)
Abogados, Voto de los abogados (abogados federales)- (2)
Poder Ejecutivo Nacional, Representante Designado por el PEN (1)
Academia, 1 representante del ámbito científico y académico. Elegido por el Consejo Interuniversitario
Nacional.
TOTAL: 13 (Ley 24.937, art. 1.)

Funciones
El Consejo de la Magistratura desempeña importantes funciones en la designación, supervisión y remoción
de los jueces nacionales y federales. Además, es el organismo encargado de administrar el Poder Judicial.

Designación de los jueces: En la designación de los jueces el Consejo desarrolla dos tareas:
Concursos públicos: organiza los concursos públicos para seleccionar a los candidatos a jueces;
Ternas de jueces: a partir de los candidatos seleccionados en los concursos públicos, elabora ternas de
candidatos, de las cuales el Poder Ejecutivo y el Senado de común acuerdo, deberán designar al nuevo juez.
Supervisión de los jueces
Supervisa la tarea de los jueces, y eventualmente les impone sanciones. Todos los miembros del Consejo
Remoción de los jueces: En caso de que existan causas graves que pudieran justificar la remoción de un
juez, el Consejo es el organismo encargado de dar inicio al juicio político, disponiendo la apertura del
mismo y convocando al Jurado de Enjuiciamiento que decidirá la situación del juez. En el juicio político, el
Consejo actúa como parte acusadora.

Jurisprudencia:
 Procedimiento de selección de contratista. Principio de legalidad. Obra pública. S.C.B.A., causa B.
50137, “Boulic”, sent 31-5-2004.
 Procedimiento disciplinario en el ámbito del poder judicial. Carrera administrativa. S.C.B.A., causa
B.56756, “Albornoz”, sent. 3-3-2004.
 Actos del Consejo de la Magistratura. Control judicial. Alcance. S.C.B.A., causa B. 59168, R, M.L.,
sent 28-9-99. Dictámenes del Consejo. Motivación. S.C.B.A., causa B.62241, “Z., M”, sent. 27-12-
2002

133
Parte segunda:
El control judicial de la función administrativa

Bolilla 4
Antecedentes constitucionales y legislativos

1. Sistemas de control de la Administración: administrativo, judicial y mixto. Derecho


comparado. Régimen jurídico Nacional y Provincial. (apunte integro de Logar)

El principio enunciado por Montesquieu en su obra “el espíritu de las leyes”, introdujo una nueva
concepciones sobre las funciones del Estado, que no tuvo una interpretación uniforme en los países donde se
aplico y su formula no permite una distribución matemáticamente exacta de las funciones del Estado en los
órganos que ejercen el poder, ya que este, por naturaleza es único e indivisible.
La constitución francesa de 1791 y la constitución de los EEUU de 1787 reflejan la diferencia de opiniones
sobre el principio de separación de poderes, expresando dos corrientes de interpretación. En Francia la
reacción contra el absolutismo de los gobiernos monárquicos que precedieron a la Revolución, hizo centrar
el eje del poder en el parlamento, órgano que representaba la voluntad popular. La Asamblea al interpretar el
principio de separación de poderes, concibió un Estado constituido por órganos absolutamente
independientes y desvinculados entre si, al mismo tiempo que especializados, también en forma absoluta, en
el ejercicio de funciones materialmente distintas, ha sido calificado como un sistema de compartimentos
estancos.
El modelo francés entiende que la Administración, en sus asuntos propios, es completamente independiente
y autónoma y no está sometida al poder judicial, sino al Parlamento, en cuanto debe ejecutar sus leyes. De
tal modo, el Poder Judicial solo entendería en los litigios entre particulares, reservando el juzgamiento de los
actos del Ejecutivo as la Administración y posteriormente a tribunales administrativos.
El sistema constitucional argentino sigue en sus lineamientos generales al de los EEUU, donde el principio
de la separación de los poderes se interpreto como una fórmula que garantice la libertad y el derecho de los
individuos. La distribución de las funciones entre los órganos del Estado constituye una garantía formal para
el mantenimiento del equilibrio entre las diversas porciones en que está dividido el poder; es el denominado
sistema de separación relativa de órganos y funciones, en oposición al sistema francés que reconoce una
separación y especialización absoluta entre órganos y funciones.
En nuestro país se aplica el sistema denominado de “frenos y contrapesos”, que se sustenta sobre el
presupuesto básico de que cada órgano de poder controla y limita la actuación del otro. Se combinan y
complementan.
A partir de la diversa interpretación que se asigno al principio de separación de poderes, en el derecho
comparado existen distintos sistemas de tribunales que entienden en las controversias planteadas por el
ejercicio de la función administrativa: a) sistema administrativo; b) sistema judicial; c) sistema mixto.
 Sistema administrativo: es el sistema adoptado por Francia, donde la Administración pública se
divide en dos ramas: la Administración activa que no puede decidir controversias ni dar fuerza
ejecutoria a sus decisiones; y la Administración jurisdiccional encargada de resolver las situaciones
conflictivas planteadas entre la administración y los particulares. La jurisdicción contencioso
administrativa, cuya organización se implemento a partir de Napoleón III, consagra un sistema
donde la revisión jurisdiccional de la actividad administrativa corresponde a tribunales insertos en la
estructura administrativa (Consejos de Prefectura, Consejos de Estado), pero de reconocida
independencia respecto de la administración activa.
 Sistema judicial: se atribuye la jurisdicción contencioso administrativa a tribunales judiciales. Es el
sistema adoptado por el Reino Unido de Gran Bretaña, EEUU, y también por nuestro país, donde
134
existen órganos integrantes del poder judicial con competencia para dirimir los conflictos entre los
particulares y los órganos estatales o entes no estatales en ejercicio de la función administrativa.
En nuestro sistema, y de acuerdo a la interpretación del principio de separación de poderes, todos los
ciudadanos deben tener acceso (por lo menos), a una instancia judicial. Conforme a nuestro ordenamiento
constitucional, los conflictos originados por el ejercicio de funciones administrativas, no pueden dirimirse
por tribunales administrativos, sino judiciales (ej: art 18, 75 inc 22, 109, 116, 117 y concs. CN)
En tal sentido el art 109 es categórico: En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones
judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas.
 Sistema mixto: este sistema se integra con tribunales judiciales y tribunales administrativos, según
los asuntos a dirimir. El paradigma de este modelo lo encontramos en Italia, donde las cuestiones
relativas a los derechos subjetivos es competencia de los tribunales ordinarios que integran el poder
judicial y las concernientes a los intereses legítimos y derechos subjetivos debilitados se atribuyen a
los tribunales administrativos, compuestos por el Consejo de Estado y los Tribunales
Administrativos Regionales.

Régimen jurídico Nacional y Provincial:


Conforme a nuestro ordenamiento constitucional, solo al Poder Judicial le compete resolver las causas
contencioso administrativas.
Al ámbito nacional corresponde la justicia federal, compuesta por la CSJN y por los tribunales inferiores, a
los cuales el art 116 de la CN les atribuye competencia para conocer en los asuntos en que la Nación sea
parte. La organización del fuero contencioso administrativo se implemento a partir de normas legales las
cuales atribuyen su ejercicio a los juzgados de 1º instancia en lo contencioso administrativo federal, a las
cámaras de apelaciones en lo contencioso administrativo federal y a la CSJN, con competencia de apelación
ordinaria, en las causas en que es parte la Nación o sus entes descentralizados, siempre que el monto de la
cuestión sea superior a una suma determinada.
Aun no se ha dictado un código contencioso, tales litigios se encuentran regulados en distintas leyes que
contemplan procedimientos especiales, como así también la Ley Nacional de procedimientos
administrativos, decreto-ley nº 19549, que prevee la impugnación judicial de actos de alcance general y
particular, requisitos de admisibilidad (agotamiento de la vía administrativa, plazo de caducidad, reclamo
administrativo previo) y el amparo por mora (arts. 23/32). Los numerosos proyectos de ley elaborados por
comisiones integradas por destacados juristas en la materia, para reglar de manera orgánica y sistemática el
proceso administrativo referido a los pleitos en que es parte el Estado Nacional o sus entes descentralizados,
no han prosperado.
En cambio en el ámbito provincial, las sucesivas constituciones sancionadas por las provincias, contienen
clausulas que refieren expresamente a la jurisdicción contenciosa administrativa, atribuyendo el
conocimiento y decisión de tales causas, en única instancia y en juicio pleno, a los Superiores Tribunales de
Justicia. De acuerdo a tales previsiones constitucionales, las provinciales fueron sancionando sus respectivos
códigos procesales administrativos, regulando los principales institutos en la materia.

2. La justicia administrativa en la provincia de Bs As. Antecedentes constitucionales.


Tribunal de instancia única y originaria. La reforma de 1994. Creación del fuero
contencioso administrativo. Clausulas constitucionales (arts 166 in fine y 215)

En la Provincia de Bs. As., el antecedente más remoto tendiente a establecer un régimen procesal
administrativo, se encuentra en la Constitución del año 1854, cuyo art 129 estableció que “las causas
contenciosas de la Hacienda y las que nacen de los contratos entre particulares y el gobierno serán juzgadas
por un tribunal especial cuyas formas y atribuciones determinara la ley en la materia”. Si bien dicha norma
legal nunca se dicto, en el año 1857, se sanciono la ley 166 mediante la cual se organizo el Superior Tribunal
de Justicia y se estableció que mientras no se creara aquel tribunal especial correspondería a la SCBA
conocer en todo recurso de apelación.
135
El tribunal decide las causas contencioso administrativas en única instancia y en juicio pleno, previa
denegación de la autoridad administrativa competente al reconocimiento de los derechos que se gestionen
por parte interesada. La ley determinara el plazo dentro del cual podrá deducirse la acción ante la Corte y
los demás procedimientos de este juicio.
Esta clausula constitucional, proyectada luego a las demás provincias argentinas, constituye la reafirmación
del sistema judicialista.
Posteriormente, la Carta Magna de 1889 reitero dicho texto y además incluyo la acción por retardación. Así
mismo, a los fines de lograr el cumplimiento eficaz de los fallos de la SCBA, se incorpora el art 159 q
dispone: “en las causas contencioso administrativas la Corte Suprema tendrá facultad de mandar cumplir
directamente sus sentencias por las oficinas o empleados respectivos, si la autoridad administrativa no se
hiciese dentro de los sesenta días de notificada la sentencia. Los empleados a que alude este articulo serán
responsables por la falta de cumplimiento de las disposiciones de la Suprema Corte”.
La constitución de 1934 mantiene las referidas clausulas en los art. 149 inc 3º y 151, cuya vigencia se
extendió hasta la reforma constitucional de 1994, la cual introdujo modificaciones sustanciales en la
organización del régimen de justicia administrativa, al disponer la creación de un fuero especializado (art.
166, párrafo 5º)

La reforma de 1994. Creación del fuero contencioso administrativo. Clausulas constitucionales (arts. 166 in
fine y 215)

La constitución sancionada el 13 de septiembre de 1994 introduce cambios sustanciales en la justicia


administrativa provincial. El art. 166, párrafo quinto dispone que:
“  Los casos originados por la actuación u omisión de la Provincia, los municipios, los entes
descentralizados y otras personas, en el ejercicio de funciones administrativas, serán juzgados por
tribunales competentes en lo contencioso administrativo, de acuerdo a los procedimientos que determine la
ley, la que establecerá los supuestos en que resulte obligatorio agotar la vía administrativa.”
Este precepto innova respecto de los tres elementos que estructuran el proceso administrativo provincial:
órgano, materia y trámite.
Con relación al órgano elimino la competencia de la SCBA para entender en jurisdicción originaria en las
causas contencioso administrativa, creando órganos especializados en materia administrativa. Se supera el
carácter revisor que se le atribuía a la jurisdicción originaria en las causas contencioso administrativa, ya que
el proceso se vincula no ya con el mero control de actos administrativos sino al juzgamiento de casos
originados por la actuación u omisión de la provincia, los municipios, sus entes descentralizados y otras
personas en el ejercicio de funciones administrativas.
Dicha clausula se complementa con la disposición transitoria plasmada en el artículo 215, en cuanto prevee:
La Legislatura establecerá el fuero contencioso administrativo antes del 1 de octubre de 1997 y sancionará
el Código Procesal respectivo, para su entrada en vigencia conjunta.
Hasta tanto comiencen las funciones de los tribunales en lo contencioso administrativo, la Suprema
Corte de Justicia decidirá, en única instancia y juicio pleno, todas las causas correspondientes al referido
fuero que se hubieren iniciado, hasta su finalización.
También resulta relevante para el nuevo sistema de justicia administrativa, la disposición transitoria prevista
en el artículo 217 al establecer que los jueces que integren el nuevo fuero contencioso administrativo serán
designados por el Consejo de la Magistratura conforme al procedimiento contemplado en el articulo 175 de
la Carta Magna.
No obstante que el artículo 215 establecía que el fuero contencioso administrativo y el respectivo código
procesal debían implementarse antes del 1º de octubre de 1997, la demora en el cumplimiento de la norma
constitucional motivo una acción de amparo promovida por el Colegio de Abogados de La Provincia de
Buenos Aires, causa 64474, reclamando que se repare tal omisión que agravia a sus representados y a todos
los habitantes de la provincia al privarlos de la tutela judicial continua y efectiva en materia contencioso
administrativa ; solicitan la puesta en marcha del referido fuero.
La SCBA mediante sentencia del 19 de marzo de 2003, hizo lugar a la pretensión incoada condenando a la
Provincia de Bs. As. A poner en funcionamiento el fuero contencioso administrativo antes del 1º de
septiembre de 2003. Sostuvo el Tribunal que en el caso se verifica configurado por el PE la omisión o

136
inactividad en el cumplimiento de la manda constitucional, legal y reglamentaria dado que existe un deber
jurídico concreto, impuesto con precisión por el artículo 215 de la C. Prov., el cual se encuentra
ampliamente vencido, a saber una conducta real, de entidad fáctica concreta, de omisión de la Provincia que
exhibe en forma manifiesta los vicios de inconstitucionalidad, ilegalidad y arbitrariedad (arts. 20, 2, Const.
Prov.).
Finalmente, la puesta en funcionamiento del nuevo fuero contencioso administrativo y la aplicación del Cod.
Contencioso Administrativo (ley 12008, texto según ley 13.101), se efectivizó el día 15 de diciembre de
2003.

3. El código contencioso administrativo de Luis V. Varela. Materia contencioso


administrativa. Carácter revisor de la jurisdicción contencioso administrativa. Acción
de plena jurisdicción. Situaciones jurídicas protegidas. Evolución jurisprudencial.

Conforme a las prescripciones del art. 157 inc. 3º de la Constitución de 1889, el doctor Luis V. Varela
teniendo como antecedente la ley española de Santa María de Paredes de 1888, redacto un proyecto sobre
cuya base en el año 1905, se sanciono el Código de Procedimientos en lo contencioso-administrativo.
El cod. Varela consideraba causas contencioso-administrativas a las que inicien los particulares o alguna
autoridad administrativa reclamando contra una resolución definitiva dictada por el PE, las municipalidades
o la Dirección General de Escuelas en la cual vulnere un derecho de carácter administrativo, establecido a
favor del reclamante por una ley, un decreto, un reglamento u otra disposición administrativa preexistente
(1ºy 28).
Conforme a tales preceptos, para la procedencia de la acción contencioso administrativa debían concurrir
dos recaudos básicos: la existencia de una resolución administrativa definitiva emana de algunos de los
órganos que enumera el Código; y la vulneración de un derecho de naturaleza administrativa, establecido a
favor del accionante por normas de dicho carácter.
De acuerdo a tales normas y las clausula constitucional que establecía la previa denegación de la autoridad
administrativa competente, se le atribuyo un carácter revisor a la jurisdicción contencioso administrativa,
concebida como un proceso al acto.
Por otra parte, y si bien el doctor Varela al proyectar el código se refirió al reclamo contra una resolución
definitiva, dictada por autoridad administrativa, la legislatura al sancionarlo solo contemplo las resoluciones
definitivas dictadas por el poder ejecutivo, las municipalidades y la dirección general de escuelas,
enmarcando el ordenamiento procesal dentro del criterio subjetivo. Esto origino una interpretación
jurisprudencial restrictiva que excluyo la justiciabilidad de los actos administrativos emitidos por otros
órganos del Estado. (v.g órganos legislativo y judicial).
Con relación al recaudo referido a la vulneración de un derecho de carácter administrativo, tradicionalmente
la jurisprudencia interpreto que tal previsión normativa solo admitía la legitimación de los titulares de
derechos subjetivos públicos, excluyendo otras situaciones jurídicas subjetivas que también reclaman la
tutela judicial (interés legítimo, derechos difusos). Este criterio se mantuvo hasta el año 1995, cuando la
SCBA en el caso RUSCONI , admitió la legitimación de un vecino portador de un interés legitimo, en una
causa contenciosa administrativa incoada contra la Municipalidad de la Plata en relación a la autorización
para ampliar una estación de servicio ubicada en un terreno lindero al actor quien impugno los actos de la
comuna demandada (en el interlocutorio el Tribunal señala que el actor acciona como “vecino”, y si bien
inviste el carácter de tercero respecto a la relación de derecho administrativo que vincula a la Municipalidad
y al establecimiento. Denuncia la concreta afectación de su situación jurídica a la par que la violación de
normas de derecho público en el otorgamiento de la autorización para la explotación comercial. De tal
modo, concluye que el vecino puede reclamar en tanto la afectación concreta se produzca respecto de la
situación jurídica).
El código de Varela, cuyos meritos doctrinarios resultaron indudables al tiempo de su sanción, se mantuvo
invariable durante su casi centenaria vigencia sin adecuarse al progreso del derecho procesal administrativo,
tal como lo hicieron la mayoría de los ordenamientos provinciales. De tal modo, la doctrina especializada
137
enfatizo sobre la necesidad de descentralizar la justicia administrativa, sustituyendo la competencia
originaria de la SCBA por los tribunales competentes en lo contencioso administrativo, con la finalidad de
posibilitar el acceso a la tutela judicial efectiva a todos los habitantes de la provincia.

4. El nuevo Código Contencioso Administrativo de la Prov. Bs. As. (leyes 12008, 12310
y 13101). Materia contencioso administrativa y legitimación.

Conforme a lo estatuido por los artículos 166 y 215, de la Carta Magna provincial, se sanciona el Código
Contencioso Administrativo, ley 12008 (B.O. 3/11/1997), cuyo artículo 1º establece la clausula general de la
materia contencioso administrativa, disponiendo que: Corresponde a los tribunales contencioso
administrativos el conocimiento y decisión de las pretensiones que se deduzcan en los casos originados por
la actuación u omisión, en el ejercicio de funciones administrativas, de los órganos de la Provincia, los
Municipios, los entes descentralizados y otras personas, con arreglo a las prescripciones del presente
Código.
El precepto transcripto contiene los siguientes elementos configurativos de la materia contenciosa
administrativa:
a) Caso: la exigencia de un caso para instar la función judicial encuentra su fundamento en los artículos
166, quinto párrafo y 171 de la Const. Prov.: Las sentencias que pronuncien los jueces y tribunales
letrados, serán fundadas en el texto expreso de la ley; y a falta de éste, en los principios jurídicos de
la legislación vigente en la materia respectiva, y en defecto de éstos, en los principios generales del
derecho, teniendo en consideración las circunstancias del caso. Y 116 y 117 de la CN. A merito de
ello cualquiera sea la pretensión que se deduzca es preciso que se verifique un “caso”, es decir una
controversia o conflicto de intereses de orden factico o jurídico. Como lo tiene decidido la CSJN “ el
PJ tiene como función primordial decidir casos y controversias, lo cual requiere que se persiga en
concreto la determinación del derecho debatido entre partes adversas” (fallos: 313:863; 323:1339).
El caso contencioso administrativo se origina cuando mediante un comportamiento activo u omisivo
realizado por un sujeto en ejercicio de la función administrativa se lesiona o desconoce un derecho o
un interés tutelado por el ordenamiento jurídico. No se configura un “caso” cuando lo que se
presenta ante los jueces para su decisión, no es una colisión efectiva de derechos, sino tan solo una
mera consulta, o cuando la controversia es prematura, debido a que los agravios del actor son
potenciales, hipotéticos o conjeturales.
b) Originado por la actuación u omisión: el concepto actuación comprende tanto las declaraciones
formales de voluntad (actos administrativos de alcance general- normativos o reglamentos y no
normativos- y particular, contratos administrativos), como también los comportamientos materiales
(hechos jurídicos, vías de hecho administrativa). Por su parte el concepto omisión incluye los
diversos supuestos de inactividad de la administración cuando existe la obligación jurídica de actuar,
correspondiendo tanto la omisión formal (silencio o retardación en el trámite o en la decisión de un
procedimiento administrativo), como la omisión material (incumplimiento der prestaciones
determinadas, jurídicamente exigibles, de origen constitucional, legal, reglamentario o contractual).
c) De la provincia, los municipios, entes descentralizados y otras personas en el ejercicio de funciones
administrativas: conforme a ello, la legitimación pasiva se ha ampliado con relación al régimen
anterior, superándose de tal modo, el limitado criterio orgánico o subjetivo, que restringía la función
administrativa al ámbito del Poder Ejecutivo y sus entes dependientes. Ahora el ordenamiento
constitucional permite demandar a los órganos de la provincia (E, L, J), los entes estatales
descentralizados (pcias y municipalidades), los entes públicos no estatales (Colegios, Consejos
profesionales, Cajas de previsión social de profesionales) y otras personas físicas o jurídicas, cuando
se configure una actuación u omisión realizada en el ejercicio de funciones administrativas.

138
5. El código contencioso administrativo y tributario de la Ciudad Autónoma de Bs. As.
Leyes 189 y 402. Antecedentes constitucionales. Artículo 129 de la CN y artículos 106
y 113, inc. 2º de la constitución de la ciudad de Bs. As.

La reforma de la CN de 1994 diseña el régimen jurídico-institucional de la Ciudad de Bs. As en el art. 129,


disponiendo que la misma “tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación
y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una ley
garantizara los intereses del Estado Nacional, mientras la ciudad de Bs As sea capital de la Nación. En el
marco de lo dispuesto en este articulo, el congreso de la nación convocara a los habitantes de la ciudad de
Bs. As para que, mediante representantes que elijan a ese efecto, dicten el estatuto organizativo de sus
instituciones”
En cumplimiento de esa clausula, en el año 1996 se sanciona la Constitución de la Ciudad de Bs. As, aprobó
el Cod. Contencioso Administrativo y Tributario de la ciudad de Bs. As (ley 189, B.O 1999/06/28).
El artículo 1º del referido cod enumera a las autoridades administrativas, puntualizando que: “Se consideran
autoridades administrativas de la Ciudad de Buenos Aires la administración pública centralizada,
desconcentrada y descentralizada, los órganos legislativo y judicial de la Ciudad de Buenos Aires, en
ejercicio de la función administrativa y los entes públicos no estatales o privados en cuanto ejerzan
potestades públicas otorgadas por las leyes de la Ciudad de Buenos Aires”.
Por su parte el articulo 2º, define las causas contenciosa administrativas disponiendo que: “Son causas
contencioso administrativas a los efectos de este Código todas aquellas en que una autoridad
administrativa, legitimada para estar en juicio, sea parte, cualquiera que sea su fundamento u origen, tanto
en el ámbito del derecho público como del derecho privado. La competencia contenciosa administrativa y
tributaria es de orden público”.
Tal como se desprende de los preceptos transcriptos, la competencia del fuero contencioso administrativo de
la Ciudad, se determina exclusivamente, en base a la presencia de alguno de los órganos o entes en ejercicio
de la función administrativa, enunciados en el artículo 1º- competencia del fuero contencioso administrativo
de la Ciudad, se determina exclusivamente en base a la presencia de alguno de los órganos o entes en
ejercicio de la función administrativa, enunciados en el articulo 1º- competencia ratione personae- mas allá
de las normas que resulten aplicables para la solución de la controversia planteada. En los fundamentos de
elevación, los legisladores señalan que la norma está destinada a regir tanto la pretensión contenciosa
administrativa (strictu sensu) aunque en ellas se ventilen y resuelvan conflictos regidos por el derecho
privado.
Así la conceptualización de la materia contencioso administrativa delineada por ese ordenamiento jurídico,
difiere del criterio receptado por el cod proc adm de la Pcia de Bs. As, que excluye expresamente de la
materia contencioso administrativa los casos regidos por el derecho privado o por normas o convenios
laborales; y los juicios de desalojo, interdictos y las pretensiones posesorias (art 4º).
Respecto de la legitimación activa, el art 6º del cod de la ciudad, prevee: Pueden interponer la demanda
quienes invoquen una afectación, lesión o desconocimiento de derechos o intereses tutelados por el
ordenamiento jurídico
La acción prevista en este código debe versar en lo sustancial sobre los hechos planteados en sede
administrativa.
La primera parte de la norma, coincide con el concepto de legitimación ampliada, superadora de la clásica
categorización de situaciones jurídicas subjetivas, receptado por el art 13 del cod proc adm de la Pcia de Bs.
As.

Jurisprudencia:
 Control judicial de la administración. CSJN, caso “Fernandez Arias, Elena y otros c/ Poggio, Jose”,
fallos 247:646 (1960); “Gador S.A, sent 9-3-2004; “Angel Estrada y Cia SA c/ Secretaria de Energia
y Puertos”, sent 5-4-2005.
 Antecedentes e implementación del fuero contencioso administrativo en la Pcia de Bs As. SCBA,
causa B. 64474, “Colegio de Abogados de la Pcia de Bs As c/ Pcia de Bs As s/ amparo”, sent 19-3-
2003.

139
Bolilla 5
Proceso administrativo

1. Derecho procesal administrativo. Noción conceptual. Terminología. Clases de


procesos administrativos.

Derecho Procesal Administrativo.

Concepto: El derecho procesal administrativo es el conjunto de normas referentes a los presupuestos,


contenidos y efectos del proceso administrativo; o más simplemente, se trata del conjunto de normas que
regulan el proceso administrativo. Este último es el proceso mediante el cual se encausa el control judicial
de la administración.
Es una rama del derecho procesal, de carácter público e imperativo (González Pérez).
Terminología: Se habla de “control judicial de la administración”, “proceso administrativo o contencioso
administrativo”. Esta última denominación ha recibido fundadas críticas en cuanto a su utilización (Fiorini,
Gordillo, Diez).

Los sistemas de control jurisdiccional de la Administración en el derecho comparado:

El DERECHO ADMINISTRATIVO CONTINENTAL EUROPEO (régimen administrativo):


a) La ADMINISTRACIÓN PÚBLICA POSEE PRERROGATIVAS DE PODER.
b) ello genera una POSICIÓN DE SUPERIORIDAD RESPECTO DE LOS ADMINISTRADOS, bajo
un régimen normativo –diferente al que se aplica a las relaciones entre éstos- que es el derecho
administrativo.
c) Y se encuentra sometida al CONTROL DE UN TRIBUNAL QUE NO PERTENECE AL PJ.

El SISTEMA ANGLOSAJÓN, conocido bajo la denominación “RULE OF LAW”, según el cual:


a) La ADMINISTRACIÓN PÚBLICA CARECE DE PRERROGATIVAS DE PODER.
b) Se encuentra en POSICIÓN DE IGUALDAD RESPECTO DE LOS ADMINISTRADOS, sometida
al mismo régimen que éstos.
c) Es JUZGADA POR LOS MISMOS JUECES DEL PJ QUE JUZGAN LOS ACTOS DE LOS
PARTICULARES.

En el caso de NUESTRO PAÍS, el sistema es MIXTO:


- PRERROGATIVAS (sistema del “régimen administrativo”)
- POSICIÓN DE SUPERIORIDAD (idem anterior)
- JUECES COMUNES (sistema del “rule of law”)

EL SISTEMA FRANCÉS DE JURISDICCIÓN ADMINISTRATIVA Y EL CONSEJO DE ESTADO.


En principio, los reclamos de los particulares contra el E se planteaban, únicamente, ante la propia
Administración, que resolvía por sí misma lo que entendía que correspondía.
Hacia el año 1800, aparece el Consejo de Estado, como órgano de la Administración encargado, en una
primera etapa, de funciones de asesoramiento a los funcionarios del PE que debían resolver los reclamos de
los particulares. El Consejo se limitaba a presentar proyecto de resolución de los reclamos, y era el Jefe de
Estado o sus ministros los que dictaban y firmaban el acto que dirimía el conflicto, en base a aquel proyecto
del Consejo.
En 1872, una nueva ley consagra el sistema de “justicia delegada”, donde es el propio Consejo el que dicta
la sentencia resolviendo el caso, ya sin intervención alguna de la Administración activa.
ACTUALMENTE, el consejo de estado cumple 2 funciones:
140
1 a partir de 1953 cumple, por una parte, la función jurisdiccional administrativa de apelación respecto
de las sentencias dictadas por los Tribunales Administrativos locales con competencia general de primer
grado;
2 y, por otro lado, cumple también la función administrativa de asesoramiento en materia legislativa y
reglamentaria, dictaminando en las consultas que se formulan respecto de proyectos de leyes, reglamentos, y
otros asuntos administrativos, siendo su opinión a veces obligatoria.
No forma parte del PJ sino del PE, aunque sus miembros gozan de total independencia en sus decisiones y,
si bien no son inamovibles, de hecho tienen la misma estabilidad que si lo fuesen.
Está presidido por el ministro de justicia e integrado por un vicepresidente, los presidentes de sección,
auditores, consejeros, etc.

2. Órgano competente en la Pcia de Bs. As. Juzgados de primera instancia en lo


contencioso administrativo y cámaras de apelación en lo contencioso
administrativo. Competencia en razón de la materia. Casos incluidos. Casos
excluidos. Improrrogabilidad de la competencia. Competencia en razón del
territorio. Conflictos de competencia.

En la Provincia de Bs. As., a diferencia de Nación, desde 1905 existió un Código Contencioso
Administrativo, pero no hubo fuero, pues la competencia la tenía asignada la Suprema Corte. Esto varió con
la reforma de la constitución provincial en 1994 y con la puesta en funcionamiento conjuntamente del fuero
contencioso administrativo (ley 12.074) y el nuevo Código (ley 12.008).

LEY 12074
Del Fuero Contencioso Administrativo.
Texto actualizado con las modificaciones introducidas por la ley 12310, 13101, 13118, 13405, 13479,
14256 y 14484.
ARTÍCULO 1.- Por la presente Ley se establecen los Tribunales competentes para decidir los casos
correspondientes al Fuero Contencioso Administrativo, de conformidad a lo dispuesto en los artículo 166,
último párrafo y 215 de la Constitución de la Provincia, con el alcance y en las condiciones establecidas
en las disposiciones siguientes y en el Código Procesal Contencioso Administrativo.
ARTÍCULO 2.- (Texto según Ley 13405) Créanse en el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, las
Cámaras de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, con competencia para entender como Tribunal
de alzada en las causas previstas en el artículo 166, último párrafo, de la Constitución de la Provincia,
( Los casos originados por la actuación u omisión de la Provincia, los municipios, los entes descentralizados
y otras personas, en el ejercicio de funciones administrativas, serán juzgados por tribunales competentes en
lo contencioso administrativo, de acuerdo a los procedimientos que determine la ley, la que establecerá los
supuestos en que resulte obligatorio agotar la vía administrativa) y con el alcance establecido en el Código
Procesal Contencioso Administrativo (Ley 12.008) y en las ejecuciones de créditos fiscales de naturaleza
tributaria; en instancia originaria y juicio pleno, en las demandas promovidas contra las resoluciones del
Tribunal de Cuentas de la Provincia y sentencias definitivas del Tribunal Fiscal de Apelación, con
aplicación de las reglas del juicio ordinario, establecido en el Título I, artículos 1º a 66 del Código
Procesal Contencioso Administrativo.
ARTÍCULO 3.- (Texto según Ley 14484) Las Cámaras de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo,
ejercerán su competencia territorial con carácter regional. Tendrán su asiento en las ciudades que se
detallan a continuación, abarcando los Departamentos Judiciales que en cada inciso se determinan:
1) Una (1) con asiento en la ciudad de La Plata, con competencia territorial en la región conformada
por los Departamentos Judiciales de La Plata y Quilmes.
2) Una (1) con asiento en la ciudad de Lanús con competencia territorial en la región conformada por
los Departamentos Judiciales de Avellaneda-Lanús y Lomas de Zamora.

141
3) Una (1) con asiento en la ciudad de San Martín con competencia territorial en la región conformada
por los Departamentos Judiciales de La Matanza, Mercedes, Morón, San Isidro, San Martín y Trenque
Lauquen.
4) Una (1) con asiento en la ciudad de Mar del Plata, con competencia territorial en la región
conformada por los Departamentos Judiciales de Mar del Plata, Dolores, Azul, Necochea y Bahía Blanca.
5) Una (1) con asiento en la ciudad de San Nicolás de los Arroyo, con competencia territorial en la
región conformada por los Departamentos Judiciales de San Nicolás de los Arroyos, Zárate-Campana,
Pergamino y Junín.

Ley 12008
ARTICULO 2º: Casos incluidos en la materia contencioso - administrativa. La competencia contencioso -
administrativa comprende las siguientes controversias:
1. Las que tengan por objeto la impugnación de actos administrativos, de alcance particular o general, *y
de ordenanzas municipales. Quedan incluidas en este inciso las impugnaciones que se deduzcan en contra
de las resoluciones emanadas del Tribunal de Cuentas, del Tribunal Fiscal y de cualquier otro Tribunal de
la Administración Pública, así como las que se deduzcan en contra de actos sancionatorios dispuestos en el
ejercicio de la policía administrativa - a excepción de aquéllas sujetas al control del órgano judicial
previsto en los artículos 166, segundo párrafo, 172 y 216 de la Constitución de la Provincia y 24 inciso 3)
de la Ley 11.922.
* Lo subrayado corresponde al Texto Original de la presente. La Ley 13101 que incorporó los incisos 8) y
9) al presente artículo, cuando transcribe el mismo no lo menciona.
2. Las que se susciten entre prestadores de servicios públicos o concesionarios de obras públicas y
usuarios, en cuanto se encuentren regidas por el derecho administrativo.
3. Aquéllas en las que sea parte una persona pública no estatal, cuando actúe en el ejercicio de
prerrogativas regidas por el derecho administrativo.
4. Las que versen sobre la responsabilidad patrimonial, generada por la actividad lícita o ilícita de la
Provincia, los Municipios y los entes públicos estatales previstos en el artículo 1°, regidas por el derecho
público, aún cuando se invocaren o aplicaren por analogía normas del derecho privado.
5. Las relacionadas con la aplicación de tributos provinciales o municipales.
6. Las relativas a los contratos administrativos.
7. Las que promuevan los entes públicos estatales previstos en el artículo 1°, regidas por el derecho
administrativo.
8. (Inciso incorporado por Ley 13101) Las relacionadas con la ejecución de tributos provinciales.
9. (Inciso incorporado por Ley 13101) Las que versen sobre limitaciones al dominio por razones de interés
público, servidumbres administrativas y expropiaciones.
La enunciación anterior es meramente ejemplificativa. No implica la exclusión del conocimiento por los
tribunales contencioso-administrativos de otros casos regidos por el derecho administrativo.
ARTICULO 3º: Planteo y resolución de cuestiones constitucionales. La competencia contencioso-
administrativa no quedará desplazada aún cuando para la resolución del caso fuere necesario declarar la
inconstitucionalidad de leyes, de ordenanzas municipales o de actos administrativos de alcance general o
particular.
ARTICULO 4º: (Texto según Ley 13101) Casos excluidos de la materia contencioso-administrativa. No
corresponden a la competencia de los tribunales contencioso-administrativos las siguientes controversias:
1. Las que se encuentran regidas por el derecho privado o por las normas o convenios laborales.
2. Las que tramitan mediante los juicios de desalojo, interdictos y las pretensiones posesorias.
3. Los conflictos interadministrativos provinciales que serán dirimidos por el Poder Ejecutivo Provincial,
conforme al régimen que al efecto se apruebe

Competencia:
ARTICULO 5º: (Texto según Ley 13101) Criterios para la determinación de la competencia en razón del
territorio:
1.- Será competente el juzgado contencioso-administrativo correspondiente al domicilio de las personas
cuya actuación u omisión dé lugar a la pretensión procesal.

142
2.- Se exceptúan de dicha regla las siguientes controversias:
a) Las relativas a la relación de empleo público, en las que será competente el juez correspondiente al
lugar de la prestación de servicios del agente, o al del domicilio de la demandada, o al del domicilio del
demandante a elección de este último.
b) Las que versen sobre pretensiones deducidas por reclamantes o beneficiarios de prestaciones
previsionales y pretensiones contra resoluciones de colegios o consejos profesionales y sus cajas
previsionales en las que será competente el juez correspondiente al domicilio del interesado o al de la
demandada, a elección del demandante.
c) Las que se susciten entre prestadores de servicios públicos o concesionarios de obras públicas y
usuarios, en las cuales será competente el juez correspondiente al lugar de ejecución de la prestación.
d) Las que versen sobre pretensiones relacionadas con contratos administrativos en las que será
competente el juez correspondiente al lugar de celebración del contrato. Si el contrato lo admitiere en modo
expreso, las referidas controversias podrán plantearse, a opción del demandante ante el lugar de
cumplimiento o el del domicilio del demandado.
e) Las correspondientes a servidumbres administrativas y expropiaciones, en las cuales será competente el
juez correspondiente al lugar de radicación de los bienes involucrados. Este criterio se aplicará para las
pretensiones resarcitorias en el caso de las restantes limitaciones al dominio por razones de interés
público, salvo que ellas incluyan el pedido de anulación de un acto administrativo en cuyo caso se aplicará
la regla consagrada en el inciso 1) del presente artículo.

ARTICULO 6º: Improrrogabilidad de la competencia. La competencia contencioso administrativa en


razón de la materia es improrrogable. Podrá comisionarse a otros tribunales la realización de diligencias o
medidas ordenadas en los respectivos procesos.

ARTICULO 7°: (Texto según Ley 13101) Conflictos de competencia.


1. Los conflictos de competencia entre los jueces contencioso administrativos serán tramitados por vía
incidental y resueltos por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo con competencia
territorial común, causando ejecutoria su decisión. Los conflictos planteados entre un Juez Contencioso
Administrativo o una Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y un Tribunal de otro fuero,
serán resueltos por la Suprema Corte de Justicia, causando ejecutoria su decisión.
2. Durante el trámite del conflicto de competencia, se suspenderá el procedimiento sobre lo principal,
salvo las medidas cautelares o cualquier diligencia de cuya omisión pudiere resultar un perjuicio grave.
3. Cuando se declarase que el caso es contencioso administrativo, se dispondrá la prosecución de las
actuaciones en esta vía. En tal supuesto, para verificar el cumplimiento del plazo previsto en el artículo 18º,
la pretensión se considerará presentada en la fecha de interposición de la demanda aunque el juez sea
incompetente.
ARTICULO 8º: (Texto según Ley 13101) Declaración de incompetencia. El juez, antes de dar traslado de
la demanda, procederá a declarar, si correspondiere, y por resolución motivada, su incompetencia. En tal
supuesto remitirá los autos al tribunal considerado competente, si perteneciere a la jurisdicción provincial.
En caso contrario, dispondrá su archivo.

3. Las partes en el proceso administrativo. Legitimación activa.

Las partes en el proceso administrativo.


La legitimación activa en el Código Varela: Bajo el imperio del Código de Procedimientos Administrativos
(también llamado “Código Varela”), la legitimación activa se reconocía siempre que el actor acreditara la
vulneración de un derecho de carácter administrativo, establecido a favor del reclamante por una ley, un
decreto, u otra disposición administrativa preexistente.
Durante la vigencia del Código, y en función de la cláusula contenida en el art. 149 de la Constitución
provincial (que concentraba la jurisdicción originaria y exclusiva, así como la extraordinaria de apelación,
en la SCJBA) produjo amplia jurisprudencia en la materia.
143
Esa jurisprudencia restringió el alcance de la legitimación que prescribía el art. 1 del Código, al entender
que:
- el código sólo acuerda legitimación para accionar a la persona que invoque la titularidad de un
derecho subjetivo vulnerado, sin que se considere legitimado al portador de un interés legítimo
- al derecho subjetivo se le atribuía un carácter individual y excluyente, en forma opuesta al interés
legítimo, configurado como una situación donde existe concurrencia.

Incidencia de la reforma de 1994.


La reforma de la Constitución provincial en 1994 incidió en la amplitud del criterio de legitimación activa
hasta entonces predominante, provocando un giro en la jurisprudencia de la SCJBA, que abandonó la tesis
restrictiva que limitaba el acceso a la justicia a las pretensiones vinculadas con la vulneración de derechos
subjetivos.
El primer fallo de la SCJBA en que se amplió la legitimación activa fue el caso “RUSCONI”.
El anterior Código Cont. Adm. De la Pcia. de Bs. As. (Cod. “Varela”, por su autor), vigente hasta la reforma
constitucional de 1994 (art. 166 últ. Párr.) y la sanción del nuevo Cód. por la ley 12.008, previó la
protección plena de los derechos subjetivos en el proceso contencioso administrativo.
Ahora bien, con respecto a los intereses legítimos, recién en la causa “Thomann”, cuatro de los nueve jueces
del Superior Tribunal propusieron aceptar la legitimación del titular de un interés de este tipo, postura que
luego se convertiría en mayoritaria en “Rusconi” de julio de 1995, es decir, luego de la reforma
constitucional pero antes de la entrada en vigencia del nuevo Código.
RUSCONI: en el año 1995 se reconoce el interés legitimo en vía judicial a partir del caso “Rusconi c/
Municipalidad de La Plata”.
Rusconi promueve una demanda contencioso administrativa en la que solicita que se anulen una serie de
resoluciones de la municipalidad de La Plata (que no habían hecho lugar a su reclamo), a fin de que se
niegue autorización para ampliar una estación de servicio ubicada en un terreno lindero al de su propiedad,
se retiren los tanques de combustible y las cañerías allí instalados y se prohíba en ese predio toda actividad
comercial.
Se reconoce a partir de este fallo la posibilidad de la reclamación del interés legítimo por vía judicial,
además de la posibilidad de la vía administrativa.

LEGITIMACION ACTIVA
El método del CCA es acertado. Luego de referir las pretensiones posibles en el art. 12, el art. 13 dispone:
“Legitimación activa: Está legitimada para deducir las pretensiones previstas en el presente Código, toda
persona que invoque una lesión, afectación o desconocimiento de sus derechos o intereses tutelados por el
ordenamiento jurídico”.
De esta manera, la legitimación activa en el proceso administrativo queda referida a aquellas personas que se
encuentran en una determinada posición jurídica en relación con la pretensión, de manera que ésta les sirva
de fundamento para plantear un caso ante el juez.
En el Código aprobado por LEY 12.008 se incluyen como potenciales actores:
- los particulares (personas de existencia visible, ideales o jurídicas).
- las personas públicas no estatales.
- el Estado en sentido lato.
- y, en definitiva, cualquier sujeto de derecho con capacidad jurídica.
Si bien el que antecede es el innegable principio general, conviene analizar algunos casos en particular para
establecer de qué manera se subsumen en el art. 13.
1) Titulares de derechos subjetivos e intereses legítimos:
La directa referencia a la invocación por la parte accionante de toda forma de afectación de “derechos o
intereses tutelados por el ordenamiento jurídico” permite afirmar que quedan comprendidos no sólo quienes
detenten un derecho subjetivo (exclusivo, perfecto e individualizado), sino también aquellos que compartan,
en concurrencia con algunos o con muchos, un interés determinado que se apoye en una norma o principio
jurídico que le otorgue sustento (interés legítimo).
2) Intereses simples. Derechos de incidencia colectiva:

144
El denominado “interés simple”, en la medida en que se lo define como la ambición de que el Estado respete
la legalidad, constituye también un interés tutelado por el ordenamiento jurídico. No puede concebirse un
interés más intenso y trascendente en cabeza de todo ciudadano que la vital aspiración de que quienes lo
gobiernan (en lo personal y en lo institucional) se sometan a la Ley, de la misma forma en que impulsan su
propio sometimiento al orden jurídico.
La referencia del art. 13 CCA a quienes encuentren sus derechos o intereses “tutelados por el ordenamiento
jurídico” debe complementarse con las disposiciones de la CN reformada en 1994, en tanto configura un
régimen directamente operativo de protección a los denominados derechos de incidencia colectiva: derecho
a la salud y a un adecuado nivel de calidad de vida, al usufructo de los recursos ambientales (suelo, agua,
aire), al funcionamiento continuo y eficiente de los servicios públicos, al consumo en condiciones
equitativas, a la información veraz y otros.
3) Entes públicos estatales:
El art.2 inc. 7 CCA señala que la competencia contencioso administrativa comprende las controversias
promovidas por “los entes públicos estatales previstos en el artículo 1” (Provincia de Buenos Aires,
Municipios, entes descentralizados, empresas estatales y de economía mixta). Por su parte, el art. 9 inc. 3
alude a la representación judicial de los entes estatales que comparezcan “como actores”. De esta manera,
aunque pueda parecer sobreabundante, el legislador ha creído conveniente aclarar que el Estado en sentido
amplio puede asumir el rol de actor en este tipo de proceso.
Asimismo, debemos dejar sentado que un organismo estatal, en su condición de demandante, podrá orientar
su pretensión contra otra repartición pública o contra un particular.
4) El Defensor del Pueblo y las organizaciones no gubernamentales:
Con la consagración constitucional, tanto en nación como en provincia, de los “derechos de incidencia
colectiva” (art. 43 CN) o “derechos colectivos” (art. 20 Const. Pcia Bs. As.), también llamados por alguna
doctrina “derechos o intereses difusos”, por la dificultad de identificar a sus titulares; y caracterizados como
aquellos que, sin perjuicio de constituir verdaderos “derechos” de las personas, se refieren a un bien jurídico
esencialmente indivisible (ej: medio ambiente sano, no contaminado; ecología y cuidado del hábitat, etc.) ha
sido admitida la legitimación activa para interponer acción de amparo contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la Constitución, un tratado o
una ley, al afectado, al Defensor del Pueblo y a las Asociaciones protectoras de ciertos bienes (medio
ambiente, competencia, consumidores, etc.).

4. Representación de los órganos y entes estatales.

(Ley 12008)CAPITULO II
DE LA REPRESENTACION ESTATAL Y LOS TERCEROS

ARTICULO 9º: (Texto según Ley 13101) De la representación de los órganos y entes estatales.
1. El Fiscal de Estado intervendrá en los procesos contencioso-administrativos, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 155 de la Constitución Provincial y las disposiciones legales correspondientes.
2. Cuando en el ejercicio de sus funciones, el Fiscal de Estado promueva una pretensión anulatoria de un
acto administrativo emanado de una autoridad provincial, la defensa procesal de ésta y la correspondiente
intervención en el proceso, en representación de la parte demandada, corresponderán al Asesor General de
Gobierno.
3. Los Municipios y demás entes provinciales o municipales que comparezcan como actores o demandados,
y no estén alcanzados por los términos del inciso 1), última parte del presente artículo, serán representados
por los abogados de sus respectivos servicios jurídicos, o por los letrados que se designen.
4. Los representantes o letrados de los entes previstos en el artículo 1 tendrán los mismos derechos y
obligaciones de los demás que intervengan en el proceso. Se exceptúan de esa regla, al Fiscal de Estado y
al Asesor General de Gobierno, quienes deberán ser notificados en sus despachos oficiales.

145
5. Coadyudantes. Legitimación. Alcance de su intervención. Deberes y derechos.
Efectos de la sentencia.

La intervención de terceros ocurre cuando durante el desarrollo del proceso, sea en forma espontánea
(voluntaria) o provocada (coactiva), se incorporan a él personas distintas a las partes originarias con el
objeto de hacer valer derechos o intereses propios, vinculados a la causa o al objeto de la pretensión.

ARTICULO 10°: (Texto Ley 13101) Coadyuvantes.


1. Los terceros directamente favorecidos por la actuación u omisión que diera lugar a la pretensión,
intervendrán como coadyuvantes en cualquier estado del proceso. Su intervención no podrá hacer retrotraer,
interrumpir o suspender el proceso cualquiera sea el estado en que intervengan.
2. En su primera presentación el coadyuvante deberá cumplir, en lo pertinente, con los recaudos exigidos
para la demanda. Cuando hubiere más de un coadyuvante de una misma parte, el Juez podrá ordenar la
unificación de su representación.
3. El coadyuvante tiene los mismos derechos procesales que la parte con la que coadyuva. La sentencia
tendrá efectos y hará cosa juzgada en relación al coadyuvante.
ARTICULO 11º: Intervención de terceros. Remisión. En los demás casos la intervención de terceros en el
proceso, se regirá por las normas del Código Procesal Civil y Comercial.
El coadyuvante posee los mismos derechos que la parte con la que coadyuva, y la sentencia recaída en el
pleito tendrá efectos y hará cosa juzgada respecto de él.
El único requisito exigido por el art. 10 CCa para configurar la legitimación del coadyuvante es que tenga un
interés directo favorable a la anulación o subsistencia de la pretensión.

6. Intervención de terceros. Intervención voluntaria. Intervención obligada. Efectos de


la sentencia.

LEGITIMACIÓN DE TERCEROS.
Las legitimaciones activa y pasiva pueden extenderse a los terceros de intervención voluntaria u obligatoria,
que se colocarán junto al actor si titularizan su mismo derecho sustancial o se alinearán junto al demandado
si la pretensión actora es también enderezada contra ellos. En cualquier caso deben encontrarse involucrados
en la relación jurídica dentro de la cual se suscita el diferendo.
La posibilidad de que terceras personas sean convocadas o decidan libremente intervenir en el proceso
contencioso administrativo aparece tratada en los arts. 10 y 11 del CCA. Se contemplan dos situaciones cuya
solución, una vez más, depende del tipo de pretensión que dé lugar al pleito.
1) Coadyuvantes:
El inc. 1 art. 10 dispone que “los terceros directamente favorecidos por la actuación u omisión que diera
lugar a la pretensión, intervendrán como coadyuvantes en cualquier estado del proceso. Su intervención no
podrá hacer retrotraer, interrumpir o suspender el proceso cualquiera sea el estado en que intervengan”. Se
trata de la misma figura contemplada en el artículo 48 del Código de 1906 (código Varela).
2) Terceros en general:
El CCA establece en el art. 11 que la intervención de los terceros “en los demás casos”, es decir, cuando no
intervengan como coadyuvantes, se regirá por las disposiciones contempladas en el CPCC.
Ello plantea algunos inconvenientes, teniendo en cuenta que la intervención de terceros en el proceso puede
ser tanto voluntaria como coactiva:
- si es voluntaria, la actuación del tercero que alegue un interés propio (adhesión simple) se considera
accesoria y subordinada de la parte a quien apoyare; mientras que si actúa con la misma legitimación que el
actor o el demandado y se adhiere a alguno de ellos, se consuma una intervención principal autónoma, de
naturaleza litisconsorcial.
146
- en la intervención obligada, el tercero asume, también, la calidad de parte, sólo que (al igual que en
la adhesión principal y autónoma), a diferencia de lo que ocurre con el interviniente voluntario, no se
encuentra constreñido a aceptar el proceso.

COAYUDANTE: DEBE TENER INTERES DIRECTO Y FAVORABLE!!! (Característica distintiva: no


solo el interés sino q la misma debe favorecerlo)

Jurisprudencia:
 Materia administrativa. Casos excluidos:
 Faltas municipales. SCBA; causa B. 69026, “Shoines SRL c/ Municipalidad de San Martin”, res. 2-
5-2007
 Faltas provinciales, SCBA; causa B. 68891, “Juzgado en lo correccional nº1 de Trenque Lauquen c/
Juzgados de faltas de Trenque Lauquen. Conflicto art. 196, const. Prov.”, sent 13-12-2006
 Actos jurisdiccionales SCBA, causa B65991, “Ginzo”, res. 19-4-2006.

147
Bolilla 6
Objeto del proceso

1. Acción, pretensión y demanda.

Acción: existen distintas acepciones de este vocablo. Se emplea:


a) como sinónimo de demanda (p.ej., cuando la ley 19.549 regula la impugnación judicial de los actos
administrativos).
b) como sinónimo de pretensión (p.ej., cuando el Código Civil legisla sobre la acción de desalojo).
c) para indicar un determinado proceso (p.ej., cuando se habla de la acción de amparo).
d) como sinónimo de derecho (p.ej., cuando se dice que “el actor carece de acción”).
e) como facultad (poder jurídico de todo sujeto de derecho, de acudir a los órganos judiciales para
reclamarles la satisfacción de una pretensión)
La acción es el derecho público subjetivo que tiene todo sujeto que se considera agraviado por otro sujeto
para poner en funcionamiento el poder jurisdiccional del Estado, a fin de que éste resuelva el conflicto que
lo afecta y haga cumplir lo decidido.
Tiene fundamento constitucional, pues se apoya en la garantía de defensa en juicio (art. 18 CN). Es el
derecho a la jurisdicción. También se la considera como una especie del derecho a petición (art. 14 CN).
El derecho a la acción no se agota con la presentación de la demanda. Se mantiene durante todo el proceso
hasta que el juez dicte la sentencia. Una vez ejercida la acción en su fase inicial con la demanda, tiene el
actor la obligación de mantenerla y de continuarla hasta que concluya el proceso.
Del mismo modo con que el actor persigue alcanzar un pronunciamiento favorable a su pretensión, el
demandado lo hace para que la demanda sea rechazada o para que se resuelva el pleito de la forma en que él
lo solicita. Ejerce el derecho procesal de defensa. Ejerce la excepción u oposición. Actúan en forma
simultánea el interés del actor para que el órgano jurisdiccional se expida en un sentido, y el interés del
demandado para que se lo haga en otro, referidos ambos a una situación jurídica única. Existe, entre la
acción y la excepción, un paralelismo íntimo, que es la bilateralidad de la acción.

Demanda: es el medio por el cual se ejerce una acción. Es el instrumento utilizado por un sujeto para
promover un proceso, es el acto típico de iniciación del proceso. La acción es un derecho; la demanda es la
instrumentación de un acto.
La pretensión se deduce, por lo general, con el escrito de demanda, pero no se identifican. Una demanda
puede no contener una pretensión y, no obstante ello, provocar igualmente la actividad jurisdiccional del
Estado, que la rechazará por ese motivo, lo cual demuestra la existencia de tal actividad. A su vez, el
magistrado puede rechazar la demanda iniciada en forma defectuosa (p. Ej., no indica los datos del
demandado). En ese caso, no existirá un pronunciamiento jurisdiccional sobre la pretensión, a pesar del
rechazo de la demanda, y el actor podrá promover otra con la misma pretensión, pero ajustada a los
requisitos enumerados en el art. 330 de dicho Código.

Pretensión: la pretensión procesal es la petición que formula el actor por medio de la demanda, es el objeto
del proceso. González Pérez sostiene que la pretensión es “una petición fundada en un sujeto activo ante un
organismo jurisdiccional, frente a un sujeto pasivo, solicitando algo jurídico, esto es, que se operen o se
manejen situaciones estrictamente de derecho”. La acción es un derecho autónomo, mientras que la
pretensión es un acto, algo que se hace, pero no que se tiene; es la petición que el actor hace ante el juez, lo
que quiere o pretende.

2. La pretensión procesal administrativa. Objeto. Tramite. Particularidades procesales de


la pretensión declarativa de certeza, cesación de vías de hecho y resarcitorias.
148
Pretensión de anulación de las resoluciones del Tribunal de Cuentas: suspensión del
cobro judicial

La pretensión es un acto esencial en todo proceso que exterioriza el ejercicio del derecho a la acción,
constituye la postulación básica del litigio, que moviliza a la jurisdicción, delimita el planteo del caso y
constituye la materia objetiva a resolver en la sentencia de merito.
En el régimen de la provincia de Bs. As la pretensión procesal administrativa aparece, en suma, como el
acto procesal, de objeto variado, porque se reclama una determinada conducta ante los jueces especializados
en la materia administrativa, en casos que, al generarse en el obrar (actuación u omisión) funcionalmente
administrativo de determinadas personas ( preferentemente publicas y estatales) se rigen por el derecho
administrativo, y cuyo trámite, alcance y modalidad de ejercicio están discernidos principalmente en el
CPCA

ARTICULO 12º: (Texto según Ley 13101) Pretensiones. En el proceso contencioso-administrativo podrán
articularse pretensiones con el objeto de obtener:
1. La anulación total o parcial de actos administrativos de alcance particular o general.
2. El restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés tutelados.
3. El resarcimiento de los daños y perjuicios causados.
4. La declaración de certeza sobre una determinada relación o situación jurídica regidas por el derecho
administrativo. La pretensión respectiva tramitará con arreglo a lo previsto en el artículo 322 del Código
Procesal Civil y Comercial.
5. La cesación de una vía de hecho administrativa.
6. Se libre orden judicial de pronto despacho, en los términos previstos en el Capítulo IV del Título II.
ARTICULO 13º: Legitimación activa. Está legitimada para deducir las pretensiones previstas en el
presente Código, toda persona que invoque una lesión, afectación o desconocimiento de sus derechos o
intereses tutelados por el ordenamiento jurídico.
ARTICULO 14º: (Texto según Ley 13101) Requisitos de admisibilidad de la pretensión. Supuestos de
agotamiento de la vía administrativa.
1. Sin perjuicio de los demás requisitos previstos en el presente Código, será necesario agotar la vía
administrativa como requisito de admisibilidad de la pretensión procesal en todos los casos salvo los
siguientes supuestos:
a) Cuando el acto administrativo definitivo de alcance particular hubiera sido dictado por la autoridad
jerárquica superior con competencia resolutoria final o por el órgano con competencia delegada sea de
oficio o con la previa audiencia o intervención del interesado.
b) Cuando mediare una clara conducta de la demandada que haga presumir la ineficacia cierta de acudir
a una vía administrativa de impugnación o cuando, en atención a particulares circunstancias de caso,
exigirla resultare para el interesado una carga excesiva o inútil. La interposición de la demanda importará
la interrupción de los plazos de caducidad para la presentación de los recursos en sede administrativa.
C) Cuando se impugnare directamente un acto administrativo de alcance general emanado de la autoridad
jerárquica superior o del órgano con competencia delegada por aquella.
d) En los casos previstos en los artículos 12 incisos 4) y 5) y 16) del presente Código.
2. La falta de impugnación directa o su desestimación, de un acto de alcance general, no impedirá la
impugnación de los actos individuales de aplicación. La falta de impugnación de los actos individuales que
aplican un acto de alcance general, tampoco impedirá la impugnación de éste, sin perjuicio de los efectos
propios de los actos individuales que se encuentren firmes o consentidos.
ARTICULO 15º: Agotamiento de la vía administrativa ante tribunales administrativos y entes reguladores.
En el supuesto de pretensiones de anulación de actos administrativos emanados de Tribunales de la
Administración Pública o de entes reguladores de servicios públicos el agotamiento de la vía administrativa
se regirá por las disposiciones que determinen los procedimientos ante los mismos. Las normas previstas en
el presente Código serán de aplicación supletoria.

La pretensión meramente declarativa: Esta acción, como suele ser habitual en el derecho procesal, no está
legislada de manera uniforme en todo el país, por lo cual nos encontramos con que en algunas jurisdicciones
149
tiene un carácter residual, en otras se aplica por vía supletoria por estar contenida en las leyes de
procedimientos civil y comercial mientras que en un tercer grupo se encuentra legislada como una vía
autónoma de carácter alternativo a la acción de condena, a elección del accionante, sin condicionarla, como
hacen otros ordenamientos que sostienen su naturaleza subsidiaria, a que el pretensor no dispusiere de otro
medio legal para poner término a la incertidumbre que lo aqueja, exigencia que habitualmente se constituye
en un obstáculo difícil de sortear, dado que supone un juicio de admisibilidad previo de mayor rigurosidad,
tal como suele suceder con el amparo, que es una acción con cierta similitud – ver “Asociación de Grandes
Usuarios…c/ Provincia de Buenos Aires”, CSJN, Libro XXX, Ac. 95, 22.04.97 - y paralelo desarrollo al que
experimentara la pretensión meramente declarativa, tratándose en ambos casos de institutos en expansión,
con la diferencia a favor de la mera declarativa de que suele tener plazos de caducidad no tan breves ni
perentorios como los del amparo.
Conforme lo determina el art. 14, no es aplicable el presupuesto del agotamiento de la vía administrativa
respecto de la pretensión meramente declarativa, cuyo objeto es obtener la declaración de certeza sobre una
determinada relación o situación jurídica regidas por el derecho administrativo.

Objeto y regulación.
El art. 12 incluye en el listado de pretensiones aquella que se entabla a fin de obtener la declaración de
certeza sobre una determinada relación o situación jurídica regida por el derecho administrativo.
Mediante esta vía procesal se tiende a obtener un pronunciamiento que elimine la falta de certeza sobre la
existencia, eficacia, modalidad o interpretación de una relación o estado jurídico.
Requisitos de admisibilidad.
En lo atinente a las condiciones de admisibilidad, esta pretensión está sujeta a los requisitos generales para
este tipo de pretensiones. Sintéticamente, son:
a) un estado de incertidumbre acerca de la existencia, alcance, o modalidades de una relación jurídica.
b) existencia de un interés jurídico suficiente en el demandado, en el sentido de que la falta de certeza le
pueda ocasionar un perjuicio o lesión actual.
c) la relación o situación jurídica respecto de la cual se solicita la declaración de certeza debe estar regulada
por el derecho administrativo.

La pretensión de cese de vías de hecho administrativas: con buen criterio, el legislador no ha condicionado
la admisibilidad de esta pretensión al requisito del tránsito previo por la vía administrativa, pues aquélla
puede deducirse directamente en sede judicial.
Noción de vía de hecho administrativa.
Es sabido que, para fiscalizar jurisdiccionalmente las actuaciones materiales de la Administración que no
llegaban a configurar actos administrativos y que en forma ilegal lesionaban los derechos de propiedad y
libertad fundamentales de las personas, la vía de hecho fue una de las construcciones de que se sirvió el
Consejo de Estado Francés para hacer posible que el control de esos comportamientos irregulares se
extendiera a la jurisdicción civil.
Esta figura fue receptada en la LNAPA art. 9, y en el art. 109 de la LPABA, el cual prescribe que “la
Administración Pública no iniciará ninguna actuación material que limite los derechos de los particulares sin
que previamente haya sido adoptada la decisión que le sirva de fundamento jurídico”.
Objeto de la pretensión.
El objeto de la pretensión no es otro que el cese o eliminación de un comportamiento material irregular por
parte de los entes enumerados en art. 1, que lesione derechos de los administrados y esté desprovisto de todo
sustento jurídico formal. Constituye el remedio específico que el ordenamiento otorga al afectado, a fin de
solicitar judicialmente la superación del estado de cosas generado por la situación administrativa ilegítima
controvertida.
Los medios de protección de las vías de hecho.
El único remedio específico que el anterior código (léase Código Varela) preveía para la defensa en sede
judicial de una vía de hecho, además de la posibilidad de presentar denuncias en sede administrativa y de
reclamar el resarcimiento de los daños irrogados, era la pretensión de amparo.

150
Sin embargo, esta garantía procesal era una vía de tutela casi inexistente debido a la jurisprudencia
restrictiva de la SCJBA.
La acción contencioso administrativa, si bien no era el medio procesal adecuado para la impugnación de las
vías de hecho, era susceptible de ser utilizada a tal fin en la medida en que el afectado, previo a la
promoción del litigio, dedujera un reclamo ante la autoridad administrativa solicitando el cese de su
comportamiento ilegítimo y aquél hubiera sido rechazado o se verificara el supuesto de silencio denegatorio.
En el régimen actual, el afectado por una vía de hecho administrativa cuenta, a su opción, con 3 medios para
su defensa:
1) la pretensión de amparo.
2) la pretensión de cese de la vía de hecho.
3) la pretensión anulatoria.
Las dos primeras constituyen los instrumentos más idóneos a tal fin.
Comportamientos contra los que procede esta pretensión.
Las vías de hecho respecto de las cuales es admisible este medio procesal pueden provenir de cualquiera de
los entes enunciados en el art. 1 CCA.
Requisitos de admisibilidad.
Cabe destacar que el legislador no ha condicionado la admisibilidad de esta pretensión al requisito de la vía
administrativa previa, pues según se prescribe aquélla puede deducirse directamente en sede judicial, sin que
sea menester formular un reclamo previo en sede administrativa.
Rige a su respecto el plazo de 90 días de caducidad, que comienza a correr desde que el afectado por la vía
de hecho la conoció.
En lo atinente al trámite de esta pretensión, se aplicarán las normas relativas al proceso sumarísimo del
CPCC.

Pretensión resarcitoria e ilegitimidad de actos administrativos


Juntamente con la pretensión de anulación puede reclamarse el resarcimiento de los daños y perjuicios,
aplicándose el plazo de caducidad del artículo 18 del presente Código.
El interesado podrá deducir la pretensión de resarcimiento de daños y perjuicios, como reclamo autónomo
luego de finalizado el proceso de anulación que le sirve de fundamento y dentro del plazo de prescripción de
la misma.
La pretensión de daños y perjuicios: la pretensión por daños y perjuicios no figura entre las excepciones al
enunciado del art. 14, por lo que una primera lectura podría conducir a la conclusión de que no quedaría
alcanzada por el agotamiento de la vía administrativa. Sin embargo, creemos que no es así (CASSAGNE-
PERRINO).
En efecto, cuando se demanda una reparación cuya causa se encuentra en el obrar ilegítimo de la
Administración, el art. 20 del CCA habilita al interesado a deducir la pretensión de daños y perjuicios en
forma simultánea y juntamente con la impugnatoria, o a deducirla en forma autónoma, luego de finalizado el
proceso de anulación que le sirve de sustento.
Ello no es aplicable tratándose de pretensiones indemnizatorias que no se funden en la ilegitimidad de actos
administrativos, sino en otras causas, como ser la responsabilidad por acto válido o las derivadas de hechos
o vías de hecho administrativas.

Pretensión impugnatoria o anulatoria.


La pretensión impugnatoria es la típica del proceso contencioso administrativo y se deduce cuando se
solicita la anulación total o parcial de actos administrativos, de alcance particular o general, así como
también de ordenanzas municipales.
Mediante esta pretensión se reclama al órgano judicial la invalidación de los actos antes referidos, por ser
contrarios al ordenamiento jurídico.
Planteamiento y trámite.
La pretensión impugnatoria puede articularse sola o acompañarse con otras, como la indemnizatoria, o la de
restablecimiento o reconocimiento de derechos tutelados.

151
Puede tramitar, a opción de quien la deduce, por vía del proceso ordinario o por el proceso sumario de
ilegitimidad, salvo cuando se impugnen las resoluciones de los colegios o consejos profesionales, en cuyo
caso tramitará bajo el procedimiento recursivo reglamentado en el art. 74
La pretensión anulatoria está sujeta a requisitos de admisibilidad específicos, como son:
a) agotamiento de la vía administrativas en los supuestos excepcionales que corresponda.
b) cuando se trate de actos de alcance particular, que el mismo sea definitivo o asimilable a tal.
c) la configuración del silencio administrativo cuando no media pronunciamiento expreso de la
Administración.
d) la presentación de la demanda dentro del plazo de caducidad.
e) el pago previo (solve et repete).

Tribunales administrativos: en el ámbito local existen 2 tribunales administrativos: el TRIBUNAL DE


CUENTAS y el TRIBUNAL FISCAL. En ambos casos, las decisiones que agoten la vía administrativa,
emanada de dichos cuerpos, son impugnables ante la Cámara Contencioso Administrativa.
-Tribunal de Cuentas: no existe ninguna vía recursiva previa de interposición obligatoria para poder
concurrir al órgano judicial. Los actos del Tribunal son directamente impugnables en sede judicial. La ley
orgánica del Tribunal de Cuentas prevé un recurso de revisión, pero es meramente facultativo.
-Tribunal Fiscal: en materia tributaria, para agotar la vía es preciso deducir, a opción del interesado, recurso
de reconsideración o de apelación.
Acción declarativa de certeza y solve et repete: Debemos considerar ahora si la acción de repetición puede
ser entendida como un remedio legal que reemplaza a la vía declarativa. El principio del solve et repete no
impide la utilización de la acción declarativa porque requiere que previamente se haya ingresado el tributo
para luego discutir su legitimidad y de resultar vencedor recuperar la suma pagada.
La condición misma del ingreso previo del impuesto discutido hace que se consume el perjuicio que la
acción declarativa intenta impedir por lo que no puede resultar una alternativa idónea que desplace a la
acción declarativa. La exigencia del cumplimiento previo de lo que constituye el objeto de la discusión
implicaría desconocer la necesidad de tutela judicial que tiende a dilucidar el estado de falta de certeza entre
el contribuyente que cuestiona la actitud del Estado y este último.

3. El planteo de la cuestión constitucional en el proceso administrativo.

ARTICULO 3º: Planteo y resolución de cuestiones constitucionales. La competencia contencioso-


administrativa no quedará desplazada aún cuando para la resolución del caso fuere necesario declarar la
inconstitucionalidad de leyes, de ordenanzas municipales o de actos administrativos de alcance general o
particular.
Entiéndase por cuestión constitucional o cuestión o caso federal, como lo llama la jurisprudencia, la materia
que se debate en el recurso extraordinario.
Las cuestiones constitucionales pueden ser simples (de interpretación) o complejas (de conflicto):
Las simples recaen sobre la interpretación de la Constitución, leyes federales, tratados internacionales u
otras reglamentaciones de normas federales (no dan lugar al recurso extraordinario, por no constituir
"cuestión federal", las leyes nacionales locales que sanciona el Congreso, como legislatura local, las leyes
nacionales de derecho común, las leyes provinciales y las normas de tratados internacionales que funcionan
como disposiciones de derecho común).
Las complejas implican un conflicto, en el que se discute la compatibilidad de una norma o de un acto con la
Constitución. Tal conflicto puede ser directo (entre la Constitución federal, por una parte, y una ley nacional,
tratado, norma provincial u otra norma o acto federal o provincial, por la otra); o indirecto (por ejemplo,
entre normas o actos de autoridades federales entre sí o con una norma o acto provincial que indirectamente
incide sobre la validez constitucional federal).

Supuestos que no dan lugar al recurso extraordinario (sólo algunos ejemplos):

152
1. La interpretación de derechos reglamentarios de leyes comunes y locales no da lugar al recurso
extraordinario (CSJN, Fallos, 115:82; 248:706).
2. Tampoco procede el recurso extraordinario cuando se discute la incompatibilidad de normas
provinciales entre sí o de actos provinciales entre sí (CSJN, Fallos, 181:5).

Tipos.
1) Es regla en la jurisprudencia de la Corte Suprema que el recurso extraordinario se concede, en
principio, sólo contra sentencias de tribunales judiciales, pues así surge de la normativa expresa (arts. 14, 15
y 16, ley 48; art. 117, incs. 4º, 5º y 6º, ley 1893; art. 2º, ley 3266; art. 6º, ley 4055; art. 23, decr. ley 1285/58,
y arts. 256, 257 y 258, CPCCN).
2) Otra modalidad de este recurso, de pretoriana creación jurisprudencial, es el reconocido contra
sentencias arbitrarias o de inconstitucionalidad, respecto de las decisiones judiciales que pasan por alto o
prescinden de articulaciones formuladas por las partes conducentes para la decisión, o de circunstancias
probadas de la causa.
3) Por último, y es éste el que constituye el objeto de nuestro estudio, tenemos el recurso extraordinario
contra actos administrativos jurisdiccionales, también de origen jurisprudencial.

Requisitos.
La jurisprudencia ha establecido los requisitos necesarios para la apertura del recurso extraordinario contra
decisiones administrativas. Estos pueden sistematizarse en la siguiente forma:
a) Acto administrativo definitivo y que causa estado: el acto estatal revisable por esta vía extraordinaria
directa debe ser definitivo, es decir, resolutivo de la cuestión de fondo planteada en la actuación
administrativa (por oposición a los actos interlocutorios y de mero trámite, excepto que éstos impidan la
continuación de reclamaciones administrativas). Además, debe causar estado, es decir, haber sido emitido
por la máxima autoridad administrativa de la entidad, o por aquella a la que las normas le han atribuido
competencia final, con alcances de esa índole, por haberse agotado la vía administrativa.
b) Acto administrativo excluido del control judicial ordinario: el acto recurrible por la vía extraordinaria
de la ley 48 debe estar excluido de la revisión por las vías procesales ordinarias de fiscalización judicial.
Este requisito, que no puede tener justificación para los actos provenientes de un Estado de derecho, tiene
vigencia en nuestro orden jurídico por las deficiencias técnicas de la legislación, que confieren atribuciones
seudo o semi judiciales a órganos administrativos, limitadas o excluidas total o parcialmente de la revisión
judicial ordinaria. En efecto, suele establecerse la irrecurribilidad de ciertos actos o fórmulas de revisión
judicial limitada por vía de recursos únicamente, a través de la mal llamada "apelación ante la justicia".
De todos modos, no se trata de sentencias en sentido técnico-jurídico, sino de actos administrativos, emitidos
por órganos estatales en ejercicio de la función administrativa, que se han asimilado en sus efectos a ciertas
sentencias, por lo cual no pueden promoverse en su contra juicios ordinarios de anulación o repetición.
c) Acto administrativo jurisdiccional: como tercer recaudo se exige que el acto recurrido contenga
materia propia de los órganos judiciales. Como no existe ni en doctrina ni en jurisprudencia una pauta
estable o básica para determinar cuándo un acto administrativo es jurisdiccional y cuándo no lo es, la
casuística jurisprudencial a veces se ha limitado a admitir o rechazar recursos, más por elementos formales
que sustanciales.
d) Acto administrativo que vulnere normas constitucionales: la decisión administrativa, irrecurrible por
las vías ordinarias, de conformidad con la legislación pertinente, debe ser lesiva de normas constitucionales,
para que habilite la competencia de excepción de la Corte Suprema de Justicia por esta vía recursiva
extraordinaria (art. 14, ley 48).

Recursos admitidos.
Decidiendo sobre el fondo de la cuestión constitucional planteada, la CSJN ha admitido, en loables
pronunciamientos, el recurso extraordinario contra actos administrativos. Además del caso "Fernández
Arias", en que sienta el principio de la inconstitucionalidad de la atribución de funciones jurisdiccionales a
la Administración (salvo el supuesto de elección de vías procesales), existen otros importantes y similares
pronunciamientos. Así, en el caso "Montagna", la Corte hizo lugar al recurso extraordinario interpuesto
153
contra una decisión administrativa, reconociendo entonces que la Administración había ejercido función
jurisdiccional, pero lo hizo para declarar la inconstitucionalidad del ejercicio de tal atribución, por violación
del art. 18 de la Constitución. Tal corriente interpretativa se reitera en el caso "Rosales" (Fallos, 253:485) y
en el caso "Cámara Gremial de Productores de Azúcar" (Fallos, 255:354), donde admite el recurso
extraordinario interpuesto contra decisiones administrativas judicialmente irrecurribles, para declarar que tal
irrecurribilidad era violatoria del art. 18 de la Constitución.
La intención de la jurisprudencia mencionada es –precisamente– impedir la no revisión judicial, para
preservar el Estado de derecho. Porque, en definitiva, la restricción de los derechos individuales, ya por vía
de reglamentación legal, ya por vía de actos administrativos, no justifica la inexistencia del control judicial
suficiente.

4. Requisitos de admisibilidad de la pretensión.

Para que la relación jurídico-procesal quede válidamente constituida y el juez pueda entrar a conocer en la
cuestión de fondo, es preciso el cumplimiento de una serie de condiciones, denominadas tradicionalmente
“requisitos de admisibilidad de la pretensión”. La existencia de recaudos de admisibilidad en todo proceso
obedece, según los casos, a una adecuada ordenación del proceso y a razones de seguridad jurídica.
En los juicios contencioso-administrativos, además de los recaudos de admisibilidad comunes a todos los
procesos, los distintos ordenamientos jurídicos exigen, generalmente, el cumplimiento de otros presupuestos
específicos propios de este tipo de litigios.
Estos requisitos varían debido a la distinta naturaleza y diversas pretensiones procesales que pueden hacerse
valer, de modo tal que no son los mismos los recaudos exigibles para demandar la nulidad de un acto
administrativo que los que corresponden a la pretensión meramente declarativa, por citar sólo un ejemplo.

Examen de admisibilidad de la pretensión.


Antes de dar traslado a la demanda, el órgano judicial tiene que efectuar el examen de admisibilidad de la
pretensión. A tal fin, el CCA, en los arts. 30 – 32 contempla un trámite especial, conocido como
“habilitación de la instancia”.
ARTICULO 30º: (Texto según Ley 13101) Remisión de expedientes administrativos por el ente demandado.
1. Cuando correspondiere por las características del caso, el Juez requerirá por oficio al órgano o ente
correspondiente los expedientes administrativos relacionados con la pretensión deducida, los que deberán
serle remitidos en su totalidad dentro de los quince (15) días. El órgano competente de la autoridad
requerida deberá dar constancia firmada, con indicación de fecha y hora, de la recepción del oficio
pertinente.
2. Si la autoridad requerida no remitiere los expedientes en el plazo correspondiente, el Juez proseguirá
la causa en la forma prevista en el artículo 32º, última parte, tomando como base la exposición de los
hechos contenida en la demanda, sin perjuicio de la facultad de la demandada de ofrecer y producir toda la
prueba que estime corresponder a su derecho.
ARTICULO 31º: (Texto según Ley 13101) Examen de admisibilidad. Subsanación de defectos.
1. Antes de dar traslado de la demanda, el juez examinará si la pretensión reúne los requisitos de
admisibilidad.
2. No habiéndose declarado incompetente el juez y declarada la admisibilidad de la pretensión, éste no
podrá volver sobre ello, salvo que se oponga alguna de las excepciones previstas en el artículo 35° del
presente Código.
3. Si la pretensión no cumpliere alguno de los requisitos de admisibilidad, y de ser ello posible, el juez,
determinará la subsanación de los defectos incurridos dentro del plazo que al efecto fije, el que no podrá
ser inferior a cinco (5) días, bajo apercibimiento de desestimar la pretensión. Si ello fuere improcedente,
declarará inadmisible la pretensión deducida.
4. En el supuesto del artículo 19° del presente Código, se aplicará el plazo establecido en el inciso 2) de la
citada norma.
ARTICULO 32º: (Texto Ley 13101) Ampliación o transformación de la demanda.

154
Recibidos los expedientes administrativos en Secretaría, la parte actora, dentro de los quince (15) días de
notificada por cédula tal recepción, podrá ampliar o transformar la demanda. Cumplido el referido trámite
o vencido el plazo, el Juez dispondrá correr traslado de la demanda, previo examen de admisibilidad
conforme a lo dispuesto en el artículo 31 del presente Código.
Hay que tener presente que son 2 los momentos procesales en los cuales el órgano jurisdiccional puede
verificar el cumplimiento de los requisitos de admisibilidad. El primero de ellos acontece en la etapa
preliminar del proceso, en la cual el juez debe efectuar de oficio esa labor; el segundo momento, con motivo
de la oposición de alguna de las excepciones previas de inadmisibilidad de la pretensión previstas en el art.
35 CCA.
ARTICULO 35º: (Texto según Ley 13101) Excepciones admisibles.
1. Sólo se admitirán como previas las siguientes excepciones:
a) Incompetencia del juez.
b) Falta de personería en el demandante, en el demandado o en sus representantes.
c) Litispendencia.
d) Defecto legal en el modo de proponer la demanda, por no cumplir con los requisitos enumerados en el
artículo 27° del presente Código.
e) Cosa Juzgada.
f) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.
g) Falta de legitimación para obrar en el demandante o en el demandado cuando fuere manifiesta, sin
perjuicio, en caso de no ocurrir esta última circunstancia, de que el juez la considere en la sentencia
definitiva.
h) Prescripción.
i) Inadmisibilidad de la pretensión, por no cumplir con los requisitos previstos en los artículos 14°, 15°,
16°, 18° y 19° del presente Código, por demandarse la nulidad de un acto administrativo consentido o
impugnarse un acto que no revista la condición de definitivo o asimilable, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 14°.
2. Las excepciones enumeradas en los apartados g) y h) podrán también oponerse como defensa de fondo
al contestar la demanda.

La finalidad de esta incidencia procesal es doble: por un lado, evitar la tramitación de una pretensión
procesal administrativa hasta el final cuando media una causa de inadmisibilidad, ya que ello significaría un
verdadero dispendio de actividad jurisdiccional. Pero además, esta es la ocasión para enmendar aquellos
defectos procesales subsanables que pudiera tener la demanda.
La habilitación de la instancia:
Legislaciones contencioso administrativas provinciales, en general, no utilizan esta figura. La mayoría de
ellas, incluso el derogado Código Varela, ha reglado un trámite inicial de admisión de la demanda en el cual
el tribunal evalúa el cumplimiento de los presupuestos procesales. De ahí que es posible afirmar que esta
expresión es de cuño federal. No obstante ello, se ha generalizado el uso de la misma para referirse a la etapa
inicial de los juicios contencioso administrativos en la cual el juez, antes de dar traslado a la demanda,
requiere la remisión de las actuaciones administrativas y sobre la base de ellas y el escrito de la demanda,
efectúa el examen de admisibilidad de la pretensión.
Iniciación del procedimiento de habilitación de la instancia:
El procedimiento de habilitación de la instancia comienza con el requerimiento por oficio judicial al órgano
o ente correspondiente para que remita los expedientes administrativos relacionados con la pretensión
deducida. El plazo que tiene el órgano para remitirlos es de 15 días, debiendo remitirse los expedientes en su
totalidad.
Una vez recibidos en Secretaría, la parte actora, dentro de los 15 días de notificada por cédula de tal
recepción, podrá ampliar o transformar la demanda.
Cumplido este trámite o vencido el plazo para hacerlo, el juez debe proceder a efectuar el análisis de
admisibilidad de la pretensión.
En caso de que no se remitieran los expedientes en el plazo correspondiente, el juez debe continuar el
trámite de la causa y proceder a efectuar el examen de admisibilidad de la pretensión, tomando como base la

155
exposición de los hechos contenida en la demanda, sin perjuicio de la facultad de la demandada de ofrecer y
producir toda la prueba que estime corresponde a su derecho.
Evaluación de las condiciones de admisibilidad:
En el examen de admisibilidad, el juez podrá:
1) declararse incompetente y remitir los autos al tribunal considerado competente si perteneciere a la
jurisdicción provincial; en caso contrario dispondrá su archivo.
2) declararse competente y advertir que no concurre alguna condición de admisibilidad de la pretensión.
Ahora bien, si el defecto es susceptible de saneamiento, el juez otorgará un plazo a tal efecto (nunca inferior
a 5 días), bajo apercibimiento de desestimar la pretensión.
3) declararse competente y admisible la pretensión y, por ende, disponer que se corra traslado de la
demanda.

4.1. Agotamiento de la vía administrativa. Previsiones constitucionales y legales.

Régimen del agotamiento de la vía administrativa antes de la vigencia del nuevo CCA:
Los textos constitucionales provinciales de 1873 (art. 156 inc. 3), de 1889 (art. 157 inc. 3) y de 1934 (art.
149 inc. 3), si bien no establecían la deducción de recursos administrativos como condición para acceder a la
instancia judicial, sí exigían el tránsito previo por la vía administrativa. En efecto, en ellos sólo se requería
para dejar expedita la revisión judicial la previa denegatoria al reconocimiento de los derechos que se
gestionaban por la parte interesada.
En rigor, el presupuesto del agotamiento de la vía administrativa aparece en el viejo Código de
Procedimientos en lo Contencioso Administrativo de la Provincia de Buenos Aires en el art. 28 inc. 1, en el
cual se disponía que la demanda procesal debía interponerse respecto de resoluciones administrativas
definitivas contra las cuales no hubiera recurso administrativo alguno.
De modo tal que sólo eran pasibles de impugnación judicial aquellas resoluciones que ponían fin a la vía
administrativa por haber sido dictadas por los órganos con la más alta competencia en la materia, una vez
agotados todos los medios de impugnación previstos en el régimen de procedimiento administrativo.
En la práctica, la determinación de cuándo un acto causaba estado o agotaba la vía administrativa generó
más de un caso de denegación de justicia.
Uno de los grandes problemas se presentó en relación a la obligatoriedad de interponer el recurso de
revocatoria previsto en el régimen del procedimiento administrativo provincial y municipal (DEC/LEY 7647
art. 86 y OG 267), a los fines de habilitar la instancia judicial.
Respecto del tema, la SCJBA estableció distintos criterios:
- en un primer período, sostuvo que el acto administrativo dictado por la máxima autoridad
administrativa, habiendo mediado audiencia con el interesado, agotaba la vía, no siendo preciso,
entonces, interponer el recurso de revocatoria, el cual sólo era obligatorio cuando el acto era dictado
de oficio
- en 1974, al fallar en la causa “GIMENEZ”, se abandonó dicho criterio, otorgando carácter
obligatorio a la revocatoria en todos los casos, independientemente de que haya habido o no
audiencia previa con el interesado
- una tercera etapa en la SCJBA se inicia a mediados de 1979, a partir de los fallos “BRETAL”,
“GUNAWARDANA” y “PAICO S.A.C.I.”. La SCJBA retoma su primigenia doctrina, sosteniendo
que a fin de agotar la vía administrativa, el recurso de revocatoria sólo resultaba obligatorio respecto
de los actos dictados de oficio por el órgano superior o cuando se trataba de actos de alcance general
- finalmente, un nuevo viraje jurisprudencial se operó (y se mantiene vigente) con el fallo
“LESIEUX”. La SCJBA retoma el criterio restrictivo sentado en el fallo “Jiménez”, disponiendo que
la interposición del recurso de revocatoria constituye un requisito insoslayable para abrir la instancia
judicial. Sin embargo, exceptúa su deducción frente a los actos que desestimen un recurso jerárquico.
El criterio en cuestión fue desconocido por la CSJN en el caso “SACOAR”, del año 1998, por considerar
que el tribunal local incurrió en un injustificado rigorismo formal incompatible con el derecho de defensa,
porque la deducción del recurso de revocatoria en tales casos constituye un ritualismo inútil.
156
La reforma de 1994 y el agotamiento de la vía:
El agotamiento de la vía ha tenido en los últimos tiempos una expansión desmesurada, llevando su
aplicación a supuestos en los que no se justifica, convirtiéndose en un trámite inútil y dilatorio para el acceso
a la revisión judicial.
Por tal motivo, en concordancia con el principio de tutela judicial efectiva consagrado en el art. 15 de la
Constitución de la Provincia, y con clara finalidad de reducir el ámbito de aplicación de esta exigencia, el
constituyente bonaerense ha establecido en el art. 166, último párrafo, que la ley establecerá los supuestos en
que resulte obligatorio agotar la vía administrativa.
Artículo 15. Const. Pcial.- La Provincia asegura la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la
justicia, la gratuidad de los trámites y la asistencia letrada a quienes carezcan de recursos suficientes y la
inviolabilidad de la defensa de la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o judicial.
Las causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y las dilaciones indebidas cuando
sean reiteradas, constituyen falta grave.

El régimen del agotamiento de la vía administrativa en el nuevo CCA:


En cumplimiento de lo dispuesto en el art. 166 in fine de la Constitución provincial y en consonancia con el
art. 15 del mismo cuerpo legal, el CCA (ley 12.008) había establecido un régimen de agotamiento de la vía
en el cual no sólo se acotaban los supuestos en que dicho recaudo era obligatorio, sino que también se
simplificaba y agilizaba el trámite.
Sin embargo, la reforma introducida al art. 14 CCA por la LEY 13.101 (en octubre de 2003) ha alterado
profundamente la situación pues, en abierta contradicción con lo establecido en el art. 166 ya mencionado,
sentó como regla la necesidad de agotar la vía en todos los casos, con excepción de los supuestos que
menciona el mismo art.
ARTICULO 14º: (Texto según Ley 13101) Requisitos de admisibilidad de la pretensión. Supuestos de
agotamiento de la vía administrativa.
1. Sin perjuicio de los demás requisitos previstos en el presente Código, será necesario agotar la vía
administrativa como requisito de admisibilidad de la pretensión procesal en todos los casos salvo los
siguientes supuestos:
a) Cuando el acto administrativo definitivo de alcance particular hubiera sido dictado por la
autoridad jerárquica superior con competencia resolutoria final o por el órgano con competencia
delegada sea de oficio o con la previa audiencia o intervención del interesado.
b) Cuando mediare una clara conducta de la demandada que haga presumir la ineficacia cierta de
acudir a una vía administrativa de impugnación o cuando, en atención a particulares circunstancias
de caso, exigirla resultare para el interesado una carga excesiva o inútil. La interposición de la
demanda importará la interrupción de los plazos de caducidad para la presentación de los recursos
en sede administrativa.
C) Cuando se impugnare directamente un acto administrativo de alcance general emanado de la
autoridad jerárquica superior o del órgano con competencia delegada por aquella.
d) En los casos previstos en los artículos 12 incisos 4) y 5) y 16) del presente Código.
2. La falta de impugnación directa o su desestimación, de un acto de alcance general, no impedirá la
impugnación de los actos individuales de aplicación. La falta de impugnación de los actos individuales que
aplican un acto de alcance general, tampoco impedirá la impugnación de éste, sin perjuicio de los efectos
propios de los actos individuales que se encuentren firmes o consentidos.
ARTICULO 15º: Agotamiento de la vía administrativa ante tribunales administrativos y entes reguladores.
En el supuesto de pretensiones de anulación de actos administrativos emanados de Tribunales de la
Administración Pública o de entes reguladores de servicios públicos el agotamiento de la vía administrativa
se regirá por las disposiciones que determinen los procedimientos ante los mismos. Las normas previstas en
el presente Código serán de aplicación supletoria.

4.2. Plazo para deducir la pretensión. Distintos supuestos.


157
El CCA exige, como la generalidad de las legislaciones en nuestra materia, que la pretensión contencioso-
administrativa sea interpuesta dentro de un plazo procesal, cuya duración es normalmente breve.
El requisito del plazo para la interposición de la demanda estaba consagrado en forma expresa en el texto
constitucional de 1934. En efecto, el art. 149 inc. 3 disponía: “la ley determinará el plazo dentro del cual
podrá deducirse la acción ante la Suprema Corte de Justicia…”.
El art. 13 del CPCA había reglamentado el precepto constitucional antes citado, estableciendo un plazo
único y general de 30 días hábiles para presentar la demanda contencioso-administrativa ante la SCJBA,
computados a partir del día siguiente al de la notificación del acto administrativo definitivo denegatorio que
agotaba la vía.
En el nuevo régimen, si bien se mantiene el recaudo del plazo para demandar, éste no tiene base
constitucional, sino que ha sido previsto por el legislador (arts. 18, 69 inc. 1, 72 párr. 1, 74 inc. 2 ap. 2 y 75
inc. 2 CCA). Además, no se contempla un único plazo para promover el pleito sino 2 (90 o 60 días), ambos
más extensos que en el ordenamiento anterior.
ARTICULO 18°: (Texto Ley 13101) Plazo para deducir la pretensión. La pretensión de anulación, la
resarcitoria vinculada con aquélla, la de restablecimiento o reconocimiento de derechos o intereses
tutelados y la de cese de una vía de hecho administrativa, deberán promoverse dentro del plazo perentorio
de noventa (90) días, contados de la siguiente manera:
a) Si se pretendiere la anulación de actos administrativos de alcance particular, desde el día siguiente
al de la fecha de la notificación al interesado del acto definitivo y que agota la vía administrativa. En caso
de haberse deducido contra el citado acto un recurso administrativo procedente, el plazo se contará desde
el día siguiente al de la fecha de la notificación al interesado de la decisión que rechace aquel recurso.
b) Si se pretendiere la anulación de actos administrativos de alcance general, desde el día siguiente a la
fecha de su publicación o, en su caso desde el día siguiente al de la fecha de la notificación al interesado
del acto definitivo y que agota la vía administrativa.
c)Si se pretendiere la anulación de un acto de alcance general juntamente con la impugnación de los actos
administrativos que les hayan dado aplicación, desde el día siguiente al de la notificación al interesado del
acto definitivo y que agota la vía administrativa.
d)Si se tratare de las pretensiones reguladas en el artículo 12 inciso2) -   El restablecimiento o reconocimiento
del derecho o interés tutelados- desde el día siguiente al de la fecha de la notificación al interesado del acto
definitivo y que agota la vía administrativa.
e)Si se tratare de una vía de hecho administrativa, desde que fuere conocida por el afectado.
.
El plazo de 90 días es aplicable a las siguientes pretensiones:
1. anulación, cuando tramite bajo las reglas del procedimiento ordinario.
2. resarcitoria, cuando es articulada en forma accesoria a la de anulación.
3. de restablecimiento o reconocimiento de derechos o intereses tutelados.
4. de cese de vías de hecho administrativas.
El plazo de 60 días es aplicable a aquellas pretensiones que tramiten bajo las reglas de los procedimientos
especiales:
1. proceso sumario de ilegitimidad.
2. impugnación de sanciones en materia de empleo público.
3. impugnaciones especiales contra resoluciones de colegios o consejos profesionales y de cajas de
previsión social de profesionales.
Existen algunas pretensiones que no son alcanzadas por el requisito del plazo para demandar:
1. la pretensión de daños y perjuicios, salvo cuando se deduzca en forma accesoria de la anulatoria.
2. la pretensión meramente declarativa.
3. la pretensión de amparo por mora.
4. la pretensión impugnatoria en forma directa de ordenanzas municipales.
5. y cuando se produzca el silencio denegatorio.
El plazo para demandar se computa por días hábiles judiciales. Por tal motivo, no deben contarse los días
inhábiles ni los términos judiciales suspendidos.

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4.3. Pago previo en materia tributaria. Exigibilidad. Excepciones. Jurisprudencia.

ARTICULO 19°: (Texto Ley 13101) Pago previo en materia tributaria.


1. Será obligatorio el pago previo a la interposición de la demanda, cuando se promueva una pretensión
contra un acto administrativo que imponga una obligación tributaria de dar sumas de dinero.
2. Antes de correr traslado de la demanda, el Juez verificará el cumplimiento de este requisito procesal, a
cuyo fin procederá a intimar al demandante el pago de la suma determinada, con exclusión de las multas y
recargos, dentro del plazo de diez (10) días, bajo apercibimiento de desestimar por inadmisible la
pretensión.
3. El pago previo no será exigible cuando:
a) Su imposición configurase un supuesto de denegación de justicia.
b) Se deduzca una pretensión meramente declarativa. En este supuesto, la autoridad provincial o
municipal tendrá derecho a promover contra el demandante el correspondiente juicio de apremio.

El pago previo en el CCA de la provincia.


El requisito del solve et repete, en su formulación más amplia, exige que la impugnación judicial o
administrativa de cualquier acto administrativo que contenga o implique la liquidación de un crédito a favor
del Estado sólo es posible si el particular se aviene previamente a realizar su pago.
La regulación del pago previo en el CCA.
El nuevo CCA no elimina el instituto del solve et repete, sino que efectúa en su art. 19 una regulación
atenuada del mismo, al limitar sustancialmente su aplicación en los pleitos en los que se impugne un acto
administrativo que imponga una obligación tributaria de dar sumas de dinero, marginando los créditos de
origen no tributario.
Además, expresamente precisa que el requisito en cuestión no es exigible respecto de las multas y los
recargos, lo cual se justifica ya que, debido a la naturaleza sancionatoria de ambos, no pueden ser
considerados como integrantes de la masa de recursos normales con los que se financia la actividad estatal.
Asimismo, el art. 19 inc. 3 dispensa su aplicación en los siguientes supuestos:
- cuando su imposición configurase un supuesto de denegación de justicia: ello ocurre cuando, debido
a la desproporcionada magnitud del monto que debe abonar el actor respecto de su concreta capacidad
económica, se torna ilusorio su derecho de defensa. Para que proceda la dispensa es necesario alegar y
demostrar la falta de capacidad económica para dar satisfacción al monto que debe depositarse.
- cuando se deduzca la pretensión meramente declarativa prevista en el art. 12 inc. 4 CCA.
Constitucionalidad del principio solve et repete.
La CSJN, en forma inveterada, sostiene que la regla del solve et repete resulta constitucional, ya que no
restringe indebidamente el derecho de defensa en juicio (art. 18 CN) ni contraría el art. 8 inc. 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
También la SCJBA, en armonía con el criterio del más alto tribunal, ha rechazado los planteos de
inconstitucionalidad de este requisito.
Sin embargo, esta exigencia ha sido morigerada en aquellos casos en los que su cumplimiento obstaculiza el
real y efectivamente el acceso a la justicia, lo cual acontece cuando se acredita que existe una
desproporcionada magnitud entre la suma que debe pagar el contribuyente y su concreta capacidad
económica o estado patrimonial.

Jurisprudencia:
Es doctrina inveterada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que el requisito del pago previo de la
obligación fiscal es válido desde el punto de vista constitucional y no importa, por sí, una violación de la
garantía consagrada en el artículo 18 de la Constitución nacional. Es también doctrina pacífica -del máximo
tribunal- que la regla del “solve et repete” no tiene una absoluta rigurosidad y cede ante determinadas
situaciones patrimoniales de los particulares, en las que además de apreciarse la desproporción que pudiera
existir entre la magnitud del tributo y la capacidad económica del afectado, se compruebe en concreto la
inexistencia inculpable de los medios económicos necesarios para enfrentar la erogación, de modo tal de

159
evitar que el requisito del previo pago se traduzca en un real y efectivo menoscabo del derecho de defensa
en juicio.
Por último, desde el caso “Microómnibus Barrancas de Belgrano” en adelante (Fallos, 312:2490), la Corte
federal dejó en claro que el alcance que cabe otorgarle al artículo 8° inciso 1° de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos -a la que el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional otorga jerarquía
constitucional- es equivalente al alcance dado a la regla del ”solve et repete” en la jurisprudencia anterior a
dicho tratado, elaborada con fundamento en el derecho de defensa en juicio, garantizado por el artículo 18
de la Constitución Nacional (en igual sentido: “Sociedad Anónima Expreso Sudoeste”, 27/12/96; “Barraca
David Perewozky c. Provincia de Buenos Aires”, 04/03/97; y “Agropecuaria Ayuí s/amparo”, 30/06/99).
En el mismo orden de ideas, Bidart Campos ha sostenido que de la norma del Pacto de San José de Costa
Rica no se infiere -siempre y en todos los casos- que se produzca su vulneración, si se exige oblar una deuda
para acudir a la Justicia. El condicionamiento que implica el pago previo de sumas de dinero sólo resulta
lesivo del derecho a la jurisdicción, cuando conforme a las circunstancias de cada caso concreto y singular,
la suma sometida al pago es por su cuantía desproporcionada a la capacidad del obligado, y configura un
óbice al acceso a la Justicia.
El Alto Tribunal de Justicia, en materia previsional, ha fijado en el conocido caso “Microómnibus Barracas
del Belgrado S.A. que la obligación del previo depósito para la impugnación de una decisión administrativa
en materia previsional no resultaba violatorio de la norma precitada; toda vez que el apelante ni siquiera ha
alegado que le fuera imposible, debido al excesivo monto del deposito, interponer el recurso de apelación
previo en la legislación cuestionada, de tal forma de impedir real y efectivamente el ejercicio el ejercicio de
su derecho.
No obstante ello, la Corte en las causas:”Sanatorio Otamendi” y ”Miroli S.A.” admitieron el recurso
deducido por esa empresa aun cuando no había acreditado que el pago previo de sus deudas previsionales le
resultaba económicamente imposible de cumplir en el entendimiento de la negativa del tribunal de segunda
instancia al admitir cualquier consideración relativa a sí, efectivamente en virtud de la magnitud de su monto
el depósito exigido ocasionaría un perjuicio irreparable a la entidad asistencial –ya que ni siquiera vendiendo
el edificio en el que se ubica su sede, sería posible efectuarlo, según adujo- no se ajusta al sentido de la
jurisprudencia del tribunal que se innova e importa un excesivo rigorismo en el tratamiento de temas
conducentes para una justa decisión que es incompatible con el derecho de defensa (art. 18 de la
Constitución Nacional).
Finalmente, un fallo reciente el Máximo Tribunal, consideró que si bien la exigencia de depósitos previos
como requisitos de viabilidad de los recursos de apelación no son contrarios a los derechos de igualdad y de
defensa en juicio, la Corte ha aceptado a la posibilidad de atenuar el rigorismo del principio solve et repete,
en eventuales supuestos de excepción que involucran situaciones patrimoniales concretas de los obligados, a
fin de evitar que ese pago previo se tradujera en un real menoscabo de garantías que cuentan con la
protección constitucional

5. Silencio administrativo. Configuración. Actos finales o de trámite. Pronto despacho.

ARTICULO 16º: (Texto según Ley 13101) Silencio administrativo


1. Cuando hubiere vencido el plazo que alguno de los entes mencionados en el artículo 1º del presente
Código, tuviese para resolver un recurso, reclamo o petición planteados en sede administrativa, el
interesado podrá solicitar pronto despacho. Esta solicitud deberá presentarse, a opción de aquél, ante la
dependencia donde se hallaren radicadas las actuaciones, ante el órgano responsable del procedimiento o
bien ante la autoridad jerárquica superior con competencia resolutoria final. Transcurridos treinta (30)
días hábiles administrativos desde la presentación del pronto despacho, sin que se dictare el acto
correspondiente, se presumirá la existencia de una resolución denegatoria o adversa para el interesado y
quedará expedita la instancia judicial.
2. También podrá promoverse la pretensión sobre la base del silencio administrativo, cuando alguno de los
entes enunciados en el artículo 1° del presente Código omitiere o retardare el dictado de actos de trámite o
preparatorios. En tal supuesto, el interesado podrá solicitar el pronto despacho en los términos
160
establecidos en el inciso anterior y transcurridos treinta (30) días hábiles administrativos desde esta
solicitud, sin que se dictare el acto correspondiente, se presumirá la existencia de una resolución
denegatoria o adversa para el interesado y quedará expedita la instancia judicial.

Situaciones de silencio administrativo.


La regulación del silencio administrativo en el nuevo CCA no ha sufrido grandes modificaciones respecto
del régimen antes vigente. En efecto, la igual que en el Código Varela, se distingue, en función de la etapa
del procedimiento administrativo en que la administración demora su respuesta, entre dos tipos de silencio:
- en la decisión definitiva, regulado en el art. 16 inc. 1 CCA, se configura cuando, sustanciado
totalmente el procedimiento y estando en condiciones de ser resuelto, el órgano competente omite dictar la
resolución correspondiente.
- en el trámite, regulado en el art. 16 inc. 2 CCA, se produce cuando la autoridad no dicta las
providencias necesarias para impulsar o urgir el procedimiento.
Ambos tipos de silencio generan la misma consecuencia: permiten al interesado iniciar el pleito contencioso-
administrativo y habilitan al juez a pronunciarse sobre la cuestión de fondo que motivó el reclamo previo y
la consiguiente denegatoria ficta.
Requisitos para la configuración del silencio denegatorio.
En esencia, los requisitos para la configuración del silencio administrativo son:
1. presentación de alguna petición administrativa: es el primer requisito que debe concurrir; la petición
puede ser reclamativa o declarativa, ante cualquiera de los entes mencionados en el art. 1 CCA.
El silencio denegatorio no opera en los procedimientos iniciados de oficio.
2. primer período de inactividad administrativa: el silencio administrativo es una consecuencia de la
obligación de resolver de la autoridad administrativa, el cual no se agota con el hecho de que el administrado
pueda pedir, sino que exige una respuesta. De ahí que para que se configure debe haber vencido el plazo que
alguno de los entes mencionados en el art. 1 CCA tuviese para resolver un recurso, reclamo o petición
planteada en sede administrativa, o cuando omitieran o retardaren el dictado de los actos de trámite o
preparatorios.
3. pedido de pronto despacho: el silencio administrativo no se produce automáticamente por el mero
vencimiento del plazo para resolver, sino que es menester que el reclamante o recurrente urja el
procedimiento mediante la presentación de una solicitud de pronto despacho, ya sea:
- ante la dependencia donde se hallaren radicadas las actuaciones.
- ante el órgano responsable del procedimiento.
- ante la autoridad jerárquica superior con competencia resolutoria final.
4. segundo período de inactividad administrativa: después de efectuada la presentación antes examinada,
debe transcurrir un plazo de 30 días hábiles administrativos, no hábiles judiciales, sin que se dictare el acto
correspondiente.
El silencio administrativo y las resoluciones tardías.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la obligación de resolver las peticiones administrativas
no se extingue por el mero transcurso del plazo establecido para ello, ni tampoco cuando se configura el
silencio administrativo.
El CCA no contempla ninguna solución para las situaciones que pueden suscitarse cuando, producida la
denegatoria ficta, se dicta un acto tardío. Estimamos que para dar una adecuada respuesta a los interrogantes
que ello plantea, debe siempre tomarse como referencia el art. 15 de la Constitución provincial, referido a la
tutela judicial efectiva.
Los supuestos que pueden plantearse son:
a) resolución de la Administración que desestima la petición efectuada cuando el pleito aún no se ha
iniciado: en este caso, será menester impugnar judicialmente el acto y, si corresponde, recurrirlo en
forma previa en sede administrativa para agotar la vía.
b) resolución de la Administración que desestima la petición efectuada cuando el pleito ya se ha iniciado:
se ha entendido que, mientras la litis no esté trabada, es posible ampliar la demanda.
c) resolución de la Administración que admite la petición efectuada cuando el pleito ya se ha iniciado: a
diferencia de los supuestos anterior, el caso deviene abstracto, ya que, debido al cambio de

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circunstancias imperantes al momento del inicio del litigio, es innecesaria o ineficaz la intervención de
los órganos judiciales.

PEDIDO DE PRONTO DESPACHO.


Concepto: transcurridos los plazos de 10 días (para resolución de un recurso jerárquico) o 30 días (para
dictar resolución definitiva), el interesado podrá solicitar pronto despacho; y transcurridos 30 días desde esta
reclamación (o 2 meses en el ámbito municipal), se presumirá la existencia de resolución denegatoria.
El pedido de pronto despacho configura la actividad procedimental del administrado a través de la cual
denuncia el incumplimiento de los plazos del art. 77 inc. g), pidiendo el concreto pronunciamiento de la
Administración para obtener, en caso de persistir el silencio, la operatividad de la presunción legal de
denegatoria tácita por parte del órgano.
Requisitos: el pedido de pronto despacho debe presentarse ante el órgano que se encuentra demorado en el
dictado del acto final. No requiere de términos sacramentales, aunque se debe presentar por escrito,
conservando copia fechada a fin de acreditar el momento en que empieza a correr el plazo de 30 días (y que
es de 2 meses en el ámbito municipal) y cuyo vencimiento provocará la presunción denegatoria.
Efectos: presentado el pedido de pronto despacho y persistiendo la inactividad por parte de la
Administración, se presume la existencia de una resolución contraria al interés o derecho del particular. De
este modo, se satisface el requisito del reclamo administrativo previo contemplado en el art. 166 inc. 5 de la
Constitución de la Provincia, queda agotada la instancia administrativa y se habilita la vía judicial.
ALCANCE DE LA PRESUNCIÓN LEGAL: la actitud de la Administración, que guarda silencio a pesar de
haberse ingresado un pedido de pronto despacho, dejaría la cuestión pendiente en forma indefinida y en
perjuicio del particular.
La situación de indefensión que genera la actitud del órgano remiso a pronunciarse se supera a través de la
interpretación legal de ese silencio, otorgándole un sentido definido: el (presunto) rechazo de la postura
procedimental del administrado.
Esta ficción legal se concreta ante el vencimiento, primero, del plazo del art. 77 inc. g), y con la persistencia
del silencio luego del pedido de pronto despacho. Su único efecto es la habilitación de la instancia judicial y,
en ese sentido, la denegatoria presunta juega como presupuesto procesal del juicio contencioso
administrativo.
Sin embargo, la interpretación del silencio administrativo como “acto”, es decir, como una manifestación
cierta de la voluntad del órgano, ha llevado a algunos códigos procesales administrativos a establecer plazos
de caducidad para interponer la demanda contados desde que existe la denegatoria tácita en el procedimiento
administrativo.
Esta postura resulta criticable: la habilitación de la instancia judicial como consecuencia de la denegatoria
tácita genera solamente el derecho del particular de demandar al Estado. La interpretación contraria autoriza
al órgano administrativo a limitarse a dejar vencer los plazos con que cuenta para resolver y de esta forma
salvar el escollo de motivar sus decisiones consagrando la arbitrariedad.
En la provincia de Buenos Aires, el plazo de caducidad de la acción judicial administrativa (art. 13 Código
Contencioso Administrativo) sólo juega respecto de actos efectivos de la Administración. No alcanza al
supuesto de denegatoria tácita, y el particular puede abstenerse de demandar, aguardando la resolución
concreta sobre el asunto, sin otro término que el de la prescripción de su derecho. En este sentido, la
denegatoria tácita no excluye el deber de resolver que pesa sobre la autoridad administrativa, y el interesado,
en lugar de apoyarse en aquélla para accionar judicialmente, puede insistir en que se produzca una decisión
expresa.
ACTO EXPRESO POSTERIOR A LA DENEGATORIA TÁCITA: si el interesado ya hubiera iniciado
juicio administrativo con apoyo en la precedente denegatoria tácita, el acto expreso desfavorable a su
pretensión será denunciado como hecho nuevo en aquel pleito. Desde luego que si la decisión accediera a su
postura sólo cabe el desistimiento del juicio, pues el pronunciamiento del órgano jurisdiccional no puede
recaer en una cuestión ahora abstracta.

Jurisprudencia:

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 pretensión declarativa de certeza. Improcedencia. SCBA, causa B.66737, “Spicer Ejes Pesados SA
s/acción meramente declarativa”, res junio/2005
 pago previo en materia tributaria. CSJN, “Micrómnibus Barracas de Belgrano SA”, Fallos: 312:2490
(1989), SCJN, causa B.65371, “Daws Foods Internacional c/ Municipalidad de Moron”, res 2005
 pago previo. Menoscabo de la defensa en juicio. SCBA, causa B.65684, “Albezan SRL c/Tribunal
Fiscal”, res 2005
 silencio administrativo. Plazo de caducidad no rige. SCBA, causa B55909, “Armendariz”, sent 30-3-
2005. La configuración del silencio no impide la utilización del amparo por mora. Causa B.66552,
“San Jose”, sent 3-11-2004

163
Bolilla 7
Medidas cautelares

1. Presupuestos procesales.

Concepto y finalidad:
Se trata de aquellas medidas que tienen como finalidad de asegurar provisionalmente los bienes, la situación
jurídica, el derecho o el interés de que se trate, para que la sentencia que en su momento declare el derecho
del recurrente pueda ser ejecutada eficaz e integralmente.
Las medidas cautelares en el proceso civil tienen un fundamento que, en alguna medida, difiere del que
tienen en el contencioso administrativo. En efecto, no puede negarse que, al igual que en el derecho civil, la
medida cautelar traduce una garantía jurisdiccional que tiende a mantener la igualdad de las partes en el
proceso, con el objeto de resguardar la inalterabilidad de la cosa litigiosa y del objeto de la litis. En ambos
sistemas resulta también evidente que la tutela cautelar procura asegurar los derechos de los litigantes,
haciéndolos efectivos y evitando su frustración anticipada.
Ahora bien, en el proceso contencioso administrativo, las medidas cautelares despliegan todas las
posibilidades que brinda el principio de la tutela judicial efectiva, a fin de compensar el peso de las
prerrogativas de orden público.
En tal sentido, el principio de la tutela judicial efectiva, que se encuentra en la base de nuestro ordenamiento
jurídico, le sirve de fundamento a esta clase de medidas que, además de apuntar a la inalterabilidad y
eficacia de la sentencia, viene a garantizar la legitimidad del obrar administrativo y a evitar daños a los
particulares en sus relaciones con la Administración, asegurando sus derechos mientras se sustancia el
proceso principal, y aún con independencia de este último.

Presupuestos para dictar medidas cautelares:


ARTICULO 22º: (Texto según Ley 13101) Principio general.
1. Podrán disponerse medidas cautelares siempre que:
a) Se invocare un derecho verosímil en relación al objeto del proceso.
b) Existiere la posibilidad de sufrir un perjuicio inminente o la alteración o el agravamiento de una determinada
situación de hecho o de derecho.
c) La medida requerida no afectare gravemente el interés público.
2. El juez podrá adoptar toda clase de medidas que resulten idóneas para asegurar el objeto del proceso, tanto las
regladas en el presente Código como las previstas en el Código Procesal Civil y Comercial.
3. Podrán disponerse medidas de contenido positivo, con el objeto de imponer la realización de una determinada
conducta a la parte demandada. A tal fin, el juez deberá ponderar, además de los extremos previstos en el inciso 1, la
urgencia comprometida en el caso y el perjuicio que la medida pudiera originar tanto a la demandada como a los
terceros y al interés público.
Por lo tanto, según el art. 22, los requisitos son:
• Verosimilitud en el derecho: el derecho debe ser probable o aparente, su confirmación o
desvanecimiento se determinará con la sentencia. Evaluación de la verosimilitud del derecho: como
principio general se aplica el criterio amplio, es decir otorgar las medidas porque si fuera después inexistente
el derecho, los eventuales daños que provoque, estarán cubiertos por la contra cautela. No se requiere plena
prueba del mismo, es suficiente su acreditación prima facie. La excepción se da cuando la medida se solicita
contra la Administración Pública, que se aplica en forma restringida, por la presunción de que la actividad
estatal es legítima.
• Peligro en la demora: debe existir temor fundado de que el derecho del solicitante sufra un perjuicio
irreparable, si la medida no es otorgada. Se contempla 2 vertientes: que exista la posibilidad de sufrir un
perjuicio inminente; y que se pudiera producir la alteración o agravamiento de una determinada situación de
hecho o de derecho.
En concordancia con lo explicado en el párrafo anterior, vale decir que la inminencia del perjuicio es un
requisito alternativo al de la alteración o agravamiento de una situación de hecho o de derecho. En tal
164
sentido, la medida cautelar procederá frente a un perjuicio aún no consumado pero inminente, así como
cuando ya se ha producido la alteración o el agravamiento de una situación de hecho o de derecho.
• No afectar el interés público: Que la medida no afecte gravemente al interés público: se trata de un
requisito muy utilizado para no hacer lugar a medidas cautelares, por lo que estimamos necesario hacer
algunas precisiones:
a) el CCA exige que la afectación al interés público sea “grave”, calificándola. Además, debe tratarse
de un interés público específico y concreto, por lo que no puede admitirse una invocación genérica y
difusa
b) el interés público a ponderarse no es el del acto en sí mismo, sino el que se podría conculcar con la
medida cautelar
c) el interés público no siempre es el interés que persigue la Administración, sino el que representa el
interés de la comunidad
d) la decisión sobre la apreciación de si la medida cautelar afecta o no el interés público corresponde al
tribunal, y no a la Administración, porque ésta no puede ser juez y parte al mismo tiempo
e) frente a una ilegalidad manifiesta no puede invocarse el interés público para no hacer lugar a la
medida cautelar
f) por último, el juez debe hacer un balance entre el daño a la comunidad y el que se le ocasionaría a
quien solicitó la medida.

2. Medidas previstas en el código contencioso administrativo. Medidas de contenido


positivo. Medidas regladas por el CPCC.
El CCA legisla la medida cautelar suspensiva, que es la típica del proceso contencioso administrativo, en el
art. 25. En él se dispone que las partes pueden solicitar la suspensión de la ejecución de un acto
administrativo, siempre que se alegare fundadamente el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
art. 22. Es decir, habrá que demostrar ante el juez la concurrencia de los recaudos básicos de fundabilidad: la
verosimilitud del derecho, peligro en la demora y que la medida no perjudica gravemente el interés público.
La reforma de la LEY 13.101 incorporó una nueva exigencia para la viabilidad de la exigencia de la medida
suspensiva, cual es: el planteamiento previo de la medida en sede administrativa y que la decisión haya sido
adversa al peticionante (básicamente, que no le hayan hecho lugar al pedido de suspensión de ejecución del
acto en sede administrativa).
Esta exigencia no se condice con la naturaleza de las medidas cautelares, ya que genera una injustificada
demora en el acceso a la justicia.
Así y todo, la jurisprudencia ha emitido fallos en los cuales ha considerado inaplicable tal exigencia, por
considerarla un ritualismo inútil.
El principio del debido proceso, consagrado en el art. 18 CN, comprende la garantía de la suspensión del
acto administrativo, en cuanto dicha medida (cautelar) está encaminada a asegurar la eficacia del proceso.

Las medidas cautelares admisibles.


El derogado Código Varela, conforme la estructuración del proceso contencioso-administrativo como mero
revisor de actos administrativos, sólo preveía la medida de suspensión de efectos de las decisiones
administrativas impugnadas cuando su cumplimiento pudiera ocasionar perjuicios irreparables.
El actual Código, acorde con el principio de tutela judicial efectiva, prescribe que el juez podrá adoptar toda
clase de medidas idóneas para asegurar el objeto del proceso, tanto las regladas en el CCA como las que
prevé el CPCC.

165
 Prohibición de innovar: es una medida precautoria que procura el mantenimiento del statu quo, es
decir, de una estado de cosas y la seguridad de los bienes implicados en la litis, mientras ésta se
sustancia y decide. Tiene como finalidad que el derecho del vencedor no resulte de imposible
cumplimiento o menoscabado por las alteraciones que se puedan introducir durante el curso del
proceso; y además, que no se perturbe la paz, ni se dañen o perjudiquen bienes o servicios de interés
común
 Embargo: es la medida cautelar que, afectando un bien o bienes determinados de un presunto deudor,
para asegurar la eventual ejecución futura, individualiza aquellos y limita las facultades de
disposición y goce de éste
 Inhibición general de bienes: es una medida que inmoviliza un patrimonio. No es una prohibición o
interdicción personal, sino la prohibición o interdicción de transferir, modificar o gravar bienes
raíces o derechos reales sobre ellos.
 Intervención: medida por la cual se fiscaliza mediante un custodia la administración de los bienes de
un determinado propietario. (Cod. Corr.)
 Administración: en cambio, en la Administración judicial, se produce el desplazamiento, total o
parcial, del propietario, usuario o usufructuario de los bienes o del administrador legal o contractual
de los mismos con el fin de asegurarlos o conservarlos (Cod. Corr.)
 Secuestro: existe secuestro cuando lo que interesa cautelar es la cosa misma sobre la que recae la
medida. En tales casos se sustrae del uso y disposición del sujeto afectado por la medida, una cosa,
generalmente mueble, sobre la cual se litiga o se va a litigar, poniéndola en manos de un custodio
judicial. Una diferencia sustancial con el embargo es que el secuestro recae sobre el bien motivo del
litigio, en cambio el embargo recae sobre cualquier bien ejecutable del deudor
 Anotación de litis: es la medida que tiene por objeto hacer saber a los terceros interesados las
condiciones litigiosas en que los bienes inmuebles se encuentran.
 Clausura: cuando se determina el cierre de un lugar físico, haciendo cesar su actividad (falta de
habilitación, falta de higiene, etc.).
En muchas ocasiones, los jueces suelen dictar medidas llamadas “precautelares”, con objeto de suspender
los efectos del acto administrativo. Dicha situación se puede presentar ante el sólo requerimiento del actor y
mientras se solicita y obtiene de la Administración el envío de las actuaciones y/o la producción del informe
respectivo sobre la cuestión planteada por el actor.
Se le denomina “precautelar” porque es una medida previa al dictado de la medida cautelar innovativa, que
permite al juzgador, con todos los elementos de juicio en su despacho, resolver ya la medida cautelar con un
mejor conocimiento del litigio al que se enfrente.
De esa manera, mediante el dicta de la medida “precautelar”, el juez puede analizar y decidir acerca de la
procedencia de la pretensión cautelar, asegurando el objeto del litigio o suspendiendo los efectos del acto,
hasta contar con los antecedentes o informes administrativos.

Medidas cautelares autónomas: Las medidas cautelares autónomas son aquellas que pueden incoarse sin que
sea necesario promover un proceso principal. En tales supuestos, la medida cautelar se presenta como
autónoma e instrumental al mismo tiempo, pues obliga al particular a promover la acción de fondo dentro
del plazo de caducidad que fija la ley.
La medida cautelar autónoma consiste en la petición que se hace al juez para que ordene la suspensión de los
efectos del acto administrativo recurrido hasta que la Administración Pública no resuelva el recurso que
agota la vía administrativa en un sentido u otro. Puede ser utilizada, también, para obtener vista en un
procedimiento administrativo y para la solución urgente de problemas de salud.
La admisibilidad de este tipo de medida está condicionada a la circunstancia de que se produzca un perjuicio
especial, sea en el interés del peticionario de la medida o en otros intereses, o que la ilegitimidad sea tan
manifiesta que, por sí sola, pudiera justificar la anticipada intervención del órgano judicial.

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Medidas de contenido positivo: El CCA, al igual que algunas legislaciones provinciales, contempla en su art.
22 las medidas cautelares de carácter positivo, que son aquellas que tienen por objeto la realización de una
determinada conducta por la parte demandada.
Se trata de la emisión de mandatos judiciales orientados a exigir de las entidades públicas determinadas
conductas a seguir, ya sea que se trate de obligaciones de dar o de hacer.
Se trata de una decisión de carácter excepcional, puesto que altera el estado de hecho o de derecho existente
al tiempo de su dictado, ya que configura un anticipo de jurisdicción favorable respecto del fallo final de la
causa, lo cual justifica una mayor prudencia en los recaudos que hacen a su adopción.
Como ha anotado Soria, se trata de la emisión de mandatos judiciales orientados a exigir de las entidades
públicas determinadas conductas a seguir, ya sea que estos consistan en obligaciones de dar o de hacer
procediendo tanto en ejercicio de la potestad reglada como de la discrecional, aun cuando su procedencia
resulta más nítida en la actividad reglada. Lo que el juez tiene que apreciar más que la naturaleza reglada o
discrecional de la respectiva actividad es el derecho del administrado a la tutela cautelar y los requisitos de
fundabilidad de ésta.

Medidas autosatisfactivas: Este tipo de medidas no son instrumentales o accesorias respecto de un proceso
principal y, por tal motivo, son autónomas.
Se trata de una solución urgente no cautelar, que procura aportar una respuesta jurisdiccional adecuada a una
situación que reclama una pronta y expedita intervención del órgano judicial. Su dictado se halla sometido a
una serie de condiciones: que exista una situación de urgencia, una fuerte probabilidad de que el derecho del
peticionante sea atendible, la exigibilidad de una contracautela, la cual queda sujeta a la apreciación del juez
de acuerdo con las circunstancias del caso.
Ha dicho la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo que “la medida cautelar es
de contenido autosatisfactivo cuando persigue el cumplimiento anticipado de la prestación que constituye el
objeto de la pretensión principal.
Cabe destacar que no son medidas cautelares propiamente dichas, sino más bien requerimientos urgentes
que el administrado hace al juez y que se agotan en su despacho favorable, por lo que no es necesario iniciar
una acción principal.
Jurisprudencia: El fallo que mejor ejemplifica este tipo de medidas es “CAMACHO ACOSTA, Maximiliano
C/ GRAFI GRAF S.R.L. y otros” de la CSJN, año 1997.
En el caso, el actor en un proceso de indemnización por daños y perjuicios reclamó que se dictara una
medida cautelar innovativa que impusiera a los demandados el pago de una prótesis en reemplazo de su
antebrazo izquierdo que había sido imputado por una máquina de propiedad de los demandados.
En tal sentido, el actor hizo hincapié en que la demora en la colocación de la prótesis hasta el momento del
dictado de la sentencia le provocaría un perjuicio irreversible en la posibilidad de recuperarse tanto física
como psíquicamente, como también que la permanencia en su situación actual le causaba un menoscabo
evidente que le impedía desarrollar cualquier relación laboral. Por estas circunstancias, reclamaba una
decisión jurisdiccional eficaz para modificar el estado en que se encontraba.
La CSJN finalmente hizo lugar a la medida, consagrando pretorianamente, con fundamento en una medida
cautelar innovativa, la medida autosatisfactiva.

3. Medidas anticipadas. Caducidad de las medidas cautelares. Responsabilidad.

Medida cautelar anticipada: La instrumentalidad es una de las características de las medidas cautelares,
puesto que nacen en previsión y a la espera de una decisión final y definitiva.
Dicha instrumentalidad determina que la vida de la medida cautelar siga la suerte de la pretensión principal,
desde el inicio hasta el final. Así, las medidas solicitadas y decretadas antes de la interposición de la
demanda quedarán extinguidas automáticamente si ésta no se presenta dentro del plazo indicado por la ley.
La caducidad de las medidas cautelares tiende a evitar que se mantenga indefinidamente una medida que, en
sí misma, carece de finalidad.

167
El CCA adopta un criterio amplio en relación a la oportunidad procesal para solicitar las medidas cautelares,
al disponer que podrán peticionarse en forma anticipada, simultánea o posterior a la promoción de la
demanda.
Además, el CCA dispone, como regla general, que las medidas cautelares se decretarán sin audiencia de la
otra parte, a pesar de que admite la posibilidad de que el juez requiera un informe previo a la parte
demandada o alcanzada por la medida, que deberá contestarse en un plazo no mayor a 5 días.
Caducidad: El CCA exige que, habiéndose solicitado y hecho lugar a la medida cautelar en forma
anticipada, se interponga la demanda dentro de un plazo de caducidad.
La declaración de caducidad implica el levantamiento de la medida precautoria y la condena en costas a la
parte que la solicitó. El CCA diferencia entre:
a) medidas cautelares dictadas en procesos en los que se dedujo una pretensión de anulación (art. 23
inc. 2 ap. a) CCA): en este caso, el CCA contempla un plazo especial de 30 días, que se computa de
la siguiente manera: si está agotada la vía administrativa y, por ende, expedita la vía judicial, el plazo
comienza a regir desde el día siguiente al de la notificación de la medida cautelar; si la vía
administrativa aún no ha sido agotada, el plazo comienza a correr a partir de la notificación del acto
que la agote
b) en los demás supuestos (art. 23 inc. 2 ap. b) CCA): el CCA determina que en los demás supuestos se
aplicará lo dispuesto en el CPCC, por lo que la demanda deberá interponerse dentro de los 10 días
siguientes a la traba de la medida.
En caso de decretarse la caducidad por vencimiento de los plazos mencionados, el CCA prevé 2 sanciones:
- las cotas y los daños y perjuicios causados correrán por cuenta de quien obtuvo la medida cautelar
anticipada.
- y la medida cautelar que ha caducado no podrá solicitarse nuevamente por la misma causa.

4. Contracautela.
Amén de los requisitos de fundabilidad de la pretensión cautelar, el ordenamiento procesal prescribe que “el
juez fijará el tipo y monto de la caución que deberá prestar el peticionante por las costas, daños y perjuicios
que se derivaren en caso de haberla peticionado sin derecho”.
Esta caución será graduada por el juez de acuerdo a la mayor o menor verosimilitud del derecho, teniendo en
cuenta, además, las circunstancias del caso.
Existen también supuestos en los cuales no se exigirá contracautela: cuando la parte que solicitara la medida
fuera la Provincia, un municipio o un ente provincial o municipal, contrariando el principio de igualdad.
La contracautela será juratoria en los casos de pretensiones deducidas en materia de empleo público o en
materia previsional por los agentes o reclamantes de beneficios previsionales.
ARTICULO 24º: (Texto según Ley 13101) Contracautela.
1. Si se hiciere lugar a la medida cautelar, el juez fijará el tipo y monto de la caución que deberá prestar el
peticionante por las costas, daños y perjuicios que se derivaren en caso de haberla peticionado sin derecho.
El juez graduará el tipo y monto de la caución, de acuerdo con la mayor o menor verosimilitud del derecho
y las circunstancias del caso.
2. No se exigirá contracautela cuando la parte que solicitare la medida cautelar fuere la Provincia, un
municipio o un ente provincial o municipal.
3. En los supuestos de pretensiones deducidas en materia de empleo público o en materia previsional por
los agentes o reclamantes de beneficios previsionales, o a quien interviniere en el proceso con beneficio
para litigar sin gastos, se exigirá únicamente la caución juratoria.

5. Suspensión de la ejecución de actos administrativos. Recaudos

La suspensión de la ejecución del acto administrativo como medida típica del proceso contencioso
administrativo. La previa solicitud en sede administrativa.

168
Salvo en algunos ordenamientos que determinen lo contrario, la presentación de la demanda ante el juzgado
no trae aparejada automáticamente la suspensión de la ejecución del acto administrativo.
El CCA legisla la medida cautelar suspensiva, que es la típica del proceso contencioso administrativo, en el
art. 25. En él se dispone que las partes pueden solicitar la suspensión de la ejecución de un acto
administrativo, siempre que se alegare fundadamente el cumplimiento de los requisitos establecidos en el
art. 22. Es decir, habrá que demostrar ante el juez la concurrencia de los recaudos básicos de fundabilidad: la
verosimilitud del derecho, peligro en la demora y que la medida no perjudica gravemente el interés público.
La reforma de la LEY 13.101 incorporó una nueva exigencia para la viabilidad de la exigencia de la medida
suspensiva, cual es: el planteamiento previo de la medida en sede administrativa y que la decisión haya sido
adversa al peticionante (básicamente, que no le hayan hecho lugar al pedido de suspensión de ejecución del
acto en sede administrativa).
Esta exigencia no se condice con la naturaleza de las medidas cautelares, ya que genera una injustificada
demora en el acceso a la justicia.
Así y todo, la jurisprudencia ha emitido fallos en los cuales ha considerado inaplicable tal exigencia, por
considerarla un ritualismo inútil.
El principio del debido proceso, consagrado en el art. 18 CN, comprende la garantía de la suspensión del
acto administrativo, en cuanto dicha medida (cautelar) está encaminada a asegurar la eficacia del proceso.

6. Levantamiento de la medida cautelar. Razones de interés público. Cambio de


circunstancias.

Levantamiento de las medidas cautelares: De acuerdo con la redacción del CCA, el levantamiento de una
medida cautelar puede producirse por 2 motivos:
a) cuando se alegare que la medida solicitada genera un grave daño al interés público, en cuyo caso el
juez podrá ordenar su levantamiento a pedido de la parte perjudicada (es decir, aquella sobre la cual
recae la medida), con traslado por 5 días a la contraparte, dejando a cargo de quien peticiona el
levantamiento la responsabilidad por los daños y perjuicios que se pudieran irrogar en el supuesto de
que se hiciera lugar a la demanda.
b) cuando cambiaran las circunstancias que determinaron el dictado de la medida cautelar. En este caso,
a pedido de parte o de oficio, el juez podrá modificar o sustituir la medida cautelar, habida cuenta del
carácter mutable, provisional y flexible que la caracteriza.
ARTICULO 26º: (Texto según Ley 13101) Levantamiento de la medida cautelar por razones de interés
público. Cambio de circunstancias.
 
1.  Si la Provincia, un municipio, o un ente provincial o municipal invocasen fundadamente, en cualquier
estado del proceso, que la medida cautelar dispuesta provoca un grave daño al interés público, el juez,
previo traslado a la contraparte por cinco (5) días, resolverá sobre el levantamiento o mantenimiento de
la medida.
2.  En caso de que se resuelva dejar sin efecto la medida, se declarará a cargo del peticionante la
responsabilidad por los daños y perjuicios que ello pueda causar en el supuesto de que se hiciese lugar a la
demanda.
3.  Fuera del supuesto previsto en los incisos anteriores, el juez, a pedido de parte o de oficio, podrá
levantar, modificar o sustituir la medida cautelar cuando cambiaren las circunstancias que la
determinaron.
 

Jurisprudencia:

169
 suspensión de la ejecución de un acto administrativo. Materia tributaria. Suspensión del proceso de
apremio. SCBA, causa B.65727, “Kel Ediciones SA y otra c/ Pcia Bs. As (dccion. De rentas)” res 4-
7-2007.
 Medida de contenido positivo. Acto negativo SCBA, causa B 57513, “Boese”, res 27-12-96. Silencio
de la Administración. SCBA, causa “Chiabaut Morales, E.R. c/ Pcia de Bs.as (IPS), res 13-4-99
 Medidas autosatisfativas. CSJN. “Camacho Acosta” (fallos 320:1633, año 1997); “ Banco de la
Ciudad- Kiper”, sent 28-12-01. SCBA, causa B.64745, “Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía
Blanca”, res 23-10-02
 Medida cautelar en el marco de la acción originaria de inconstitucionalidad. Suspensión de
Ordenanza municipal. SCBA; causa I. 68174, “Filon c/municipalidad de Vicente Lopez”, res 18-4-
2007

170
Bolilla 8

Proceso ordinario

Las características del proceso ordinario son similares a las que regulan este tipo de proceso en el CPCC,
con las peculiaridades propias del contencioso administrativo.
En tal sentido, el proceso ordinario es un proceso de plena cognición, que se caracteriza por su amplitud,
residualidad y subsidiariedad.
- amplitud, en cuanto a las pretensiones susceptibles de tramitarse por esta vía; por las medidas de
prueba a producir; y por el marco de conocimiento del órgano judicial.
- es residual porque es el cauce idóneo para la tramitación de las diversas pretensiones enumeradas en
el art. 12 CCA, salvo aquellas que tienen un trámite diferencial (lo cual acontece por las características de su
objeto o por decisión del legislador).
- es un proceso subsidiario, porque las normas que lo gobiernan son de aplicación supletoria en los
procesos especiales.
Como todo proceso ordinario, tiene 3 etapas: 1) introductiva., 2) probatoria., 3) decisoria.

1. Demanda. Estructura y formalidades. Documentos que deben acompañarse. Nuevos


documentos. Remisión de expedientes administrativos. Ampliación o transformación
de la demanda

Ley 12008
ARTICULO 27º: (Texto según Ley 13101) Estructura y formalidades. La demanda será presentada por
escrito y contendrá:
1. El nombre y apellido, domicilio real o legal según corresponda, domicilio especial constituido y demás
condiciones personales del demandante.
2. El nombre y apellido, domicilio y demás condiciones personales del demandado.
3. La individualización y contenido de la actuación u omisión administrativa que configura el caso,
precisando los motivos por los que se considera lesionado, afectado o desconocido el derecho o interés
jurídicamente tutelado del demandante.
4. La relación metódica y explicada de las circunstancias del caso, con especial referencia a los hechos en
que se funde la pretensión, expuestos en modo conciso y claro.
5. El derecho en que se funda la pretensión, expuesto sucintamente.
6. La justificación de la competencia del juzgado.
7. El ofrecimiento pormenorizado de toda la prueba cuya producción se propone en el proceso.
El objeto y alcance de la pretensión, expuestos con claridad y precisión. Deberá fijarse el monto
reclamado, salvo cuando a la actora no le fuere posible determinarlo al promover la demanda, por las
circunstancias del caso o porque la estimación dependiera de elementos no establecidos definitivamente al
momento de la pretensión. En tales supuestos no procederá la excepción de defecto legal. La sentencia
determinará, en su caso, el monto que resulte de las pruebas producidas.

ARTICULO 28º: Documentos que deben acompañarse con la demanda.


1. Junto con el escrito de demanda, deberá acompañarse toda la prueba documental que estuviese en
poder del demandante. En particular, deberán acompañarse los siguientes documentos:
a) El instrumento que acredite la representación invocada, con arreglo a lo dispuesto en el Código
Procesal Civil y Comercial.

171
b) La documentación, o la referencia de donde se hallare, del título en que se funda el derecho o interés
jurídicamente tutelado que se invoque por el demandante.
c) Copias para traslado.
2. En lo pertinente, se aplicarán las mismas reglas para la contestación de demanda y la reconvención.

ARTICULO 29º: Nuevos documentos.


1. Después de presentada la demanda o de contestada la misma, se podrán presentar por las partes, los
documentos que se hallasen en las condiciones siguientes:
a) Ser de fecha posterior a la demanda y su contestación y tener relación directa con la cuestión sometida
al proceso.
b) Ser de fecha anterior, pero con juramento de la parte que los presente, de no haber tenido antes noticia
de su existencia.
c) Habiendo sido individualizados en la demanda o contestación, la parte sólo los haya podido obtener
después de presentado el escrito respectivo.
2. En tales casos se dará vista a la otra parte, quien deberá cumplir la carga prevista en el artículo 37°
inciso 2) del presente Código.(reconocer o negar categóricamente)

ARTICULO 30º: (Texto según Ley 13101) Remisión de expedientes administrativos por el ente demandado.
1. Cuando correspondiere por las características del caso, el Juez requerirá por oficio al órgano o ente
correspondiente los expedientes administrativos relacionados con la pretensión deducida, los que deberán
serle remitidos en su totalidad dentro de los quince (15) días. El órgano competente de la autoridad
requerida deberá dar constancia firmada, con indicación de fecha y hora, de la recepción del oficio
pertinente.
2. Si la autoridad requerida no remitiere los expedientes en el plazo correspondiente, el Juez proseguirá
la causa en la forma prevista en el artículo 32º, última parte, tomando como base la exposición de los
hechos contenida en la demanda, sin perjuicio de la facultad de la demandada de ofrecer y producir toda la
prueba que estime corresponder a su derecho.

ARTICULO 32º: (Texto Ley 13101) Ampliación o transformación de la demanda.


Recibidos los expedientes administrativos en Secretaría, la parte actora, dentro de los quince (15) días de
notificada por cédula tal recepción, podrá ampliar o transformar la demanda. Cumplido el referido trámite
o vencido el plazo, el Juez dispondrá correr traslado de la demanda, previo examen de admisibilidad
conforme a lo dispuesto en el artículo 31 del presente Código.

2. Examen de admisibilidad. Subsanación de defectos. Citación del demandado.

Ley 12008
ARTICULO 31º: (Texto según Ley 13101) Examen de admisibilidad. Subsanación de defectos.
1. Antes de dar traslado de la demanda, el juez examinará si la pretensión reúne los requisitos de
admisibilidad.
2. No habiéndose declarado incompetente el juez y declarada la admisibilidad de la pretensión, éste no
podrá volver sobre ello, salvo que se oponga alguna de las excepciones previstas en el artículo 35° del
presente Código.
3. Si la pretensión no cumpliere alguno de los requisitos de admisibilidad, y de ser ello posible, el juez,
determinará la subsanación de los defectos incurridos dentro del plazo que al efecto fije, el que no podrá
ser inferior a cinco (5) días, bajo apercibimiento de desestimar la pretensión. Si ello fuere improcedente,
declarará inadmisible la pretensión deducida.
4. En el supuesto del artículo 19° del presente Código, se aplicará el plazo establecido en el inciso 2) de la
citada norma.
172
Citación del demandado:

ARTICULO 33º: Notificación de la demanda. La demanda se notificará:


1. Al Fiscal de Estado, cuando la pretensión fuere dirigida contra la Provincia o un ente provincial cuya
representación legal le correspondiere.
2. Al Intendente Municipal, cuando la pretensión fuere dirigida contra una Municipalidad. Si se tratare de
una impugnación contra una ordenanza municipal, también deberá notificarse al Presidente del Concejo
Deliberante.
3. A la autoridad superior del ente descentralizado provincial cuando la pretensión fuere dirigida contra
aquél, cuya representación procesal no estuviere a cargo del Fiscal de Estado.
4. A la autoridad superior del ente descentralizado municipal, cuando la pretensión fuere dirigida en su
contra.
5. A la autoridad superior de la persona pública no estatal, cuando la pretensión fuere dirigida en su
contra.
6. Al particular demandado, con arreglo a las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.
7. Al Asesor General de Gobierno, cuando se diere el supuesto del artículo 9° inciso 2) del presente
Código. (Cuando en el ejercicio de sus funciones, el Fiscal de Estado promueva una pretensión anulatoria de un acto
administrativo emanado de una autoridad provincial, la defensa procesal de ésta y la correspondiente intervención en el proceso,
en representación de la parte demandada, corresponderán al Asesor General de Gobierno)

CITACION DEL DEMANDADO (CPCC)


ARTÍCULO 338°: Demandado domiciliado o residente en la jurisdicción del juzgado. La citación se hará por medio de cédula
que se entregará al demandado en su domicilio real, si aquél fuere habido, juntamente con las copias a que se refiere el artículo
120°.
Si no se le encontrare, se le dejará aviso para que espere al día siguiente y si tampoco entonces se le hallare, se procederá según
se prescribe en el artículo 141°.(entregar a otra persona, fijación en la puerta)
Si el domicilio asignado al demandado por el actor fuere falso, probado el hecho, se anulará todo lo actuado a costa del
demandante.
ARTÍCULO 339°: Demandado residente o domiciliado fuera de la jurisdicción provincial. Cuando la persona que ha de ser
citada no se domiciliare en jurisdicción de esta Provincia, la citación se hará por medio de exhorto a la autoridad judicial que
corresponda, sin perjuicio, en su caso, de lo dispuesto en la ley de trámite uniforme sobre exhortos.
ARTÍCULO 340°: Ampliación y fijación de plazo. Cuando la persona que ha de ser citada se domiciliare o residiere dentro de la
República y fuera del lugar del asiento del juzgado o tribunal, el plazo de 15 días se ampliará en la forma prescripta en el
artículo 158°. (un día por cada 200 km. o fracción que no baje de 100.)
Si el demandado residiere fuera de la República el juez fijará el plazo en que haya de comparecer, atendiendo a las distancias y a
la mayor o menor facilidad de las comunicaciones.
ARTÍCULO 341°: Demandado incierto o con domicilio o residencia ignorados. La citación a personas inciertas o cuyo domicilio
o residencia se ignorare se hará por edictos publicados por 2 días en la forma prescripta por los artículos 145°, 146° y 147°.
( edicto en BO y diario de difucion)
Si vencido el plazo de los edictos no compareciera el citado, se nombrará al defensor oficial para que lo represente en el juicio.
El defensor deberá tratar de hacer llegar a conocimiento del interesado la existencia del juicio y, en su caso, recurrir de la
sentencia.
ARTÍCULO 342°: Demandados con domicilio en diferentes jurisdicciones. En caso de que los demandados fueren varios, y a lo
menos uno de ellos se domiciliara fuera del Departamento Judicial, o de la Provincia, el plazo de la citación se reputará vencido
para todos, cuando venza para el domiciliado a mayor distancia, o para el notificado en último término.
ARTÍCULO 343°: Citación defectuosa. Si la citación se hiciere en contravención a lo prescripto en los artículos que preceden,
será nula y se aplicará lo dispuesto en el artículo 149°. (Responsabilidad en que incurriere el funcionario o empleado que la
practique. Sin embargo, siempre que del expediente resultare que la parte ha tenido conocimiento de la resolución que la motivó,
la notificación surtirá sus efectos desde entonces. El notificador no quedará relegado de su responsabilidad.)

3. Excepciones de previo y especial pronunciamiento. Oportunidad. Efectos.


Sustanciación. Resolución. Excepciones como defensa de fondo.

Excepciones de previo y especial pronunciamiento. Oportunidad

173
En el régimen del CCA, todas las excepciones son de previo y especial pronunciamiento, debiendo ser
deducidas dentro de los primeros 15 días de plazo para contestar la demanda, a excepción de las de falta de
legitimación para obrar y de prescripción, que también podrán oponerse como defensa de fondo al contestar
la demanda.
La solución acordada por la ley es acertada, ya que resulta irrazonable y acarrea un dispendio inútil de
actividad procesal el hecho de sustanciar un proceso para arribar al dictado de una sentencia definitiva que
rechace la pretensión, sin abordar la cuestión de fondo en debate, porque concurre alguna de las causales que
justifican la deducción de excepciones.

ARTICULO 34º: (Texto Ley 13101) Plazo y forma de oponerlas.


1. Dentro de los primeros quince (15) días del plazo para contestar la demanda, la demandada podrá
oponer, en un solo escrito, las excepciones de previo y especial pronunciamiento previstas en el artículo
siguiente. La oposición de excepciones suspende el plazo para contestar la demanda en relación a todos los
emplazados en la causa, aún respecto de aquellos que no las hubieren opuesto.
2. Con el escrito respectivo se acompañará toda la prueba documental y se ofrecerá la restante.
3. Del escrito de oposición de excepciones se correrá traslado a la parte contraria, quien deberá
contestarlo dentro de los cinco (5) días de notificado, personalmente o por cédula, plazo en el cual deberá
agregar la prueba documental y ofrecer la restante.
4. Contestado el traslado o vencido el término para hacerlo, y no habiéndose ofrecido prueba, o siendo
ésta desestimada por el juez llamará autos para resolver, debiendo pronunciarse en un plazo de quince (15)
días.
5. Si se ofreciere prueba y el Juez la considerase procedente, se abrirá un período para su producción no
mayor de diez (10) días, vencido el cual se procederá conforme a lo dispuesto en el inciso anterior.
6. Las reglas previstas en el presente Capítulo se aplicarán, en lo pertinente, al trámite de las excepciones
opuestas contra la reconvención.
ARTICULO 35º: (Texto según Ley 13101) Excepciones admisibles.
1. Sólo se admitirán como previas las siguientes excepciones:
a) Incompetencia del juez.
b) Falta de personería en el demandante, en el demandado o en sus representantes.
c) Litispendencia.
d) Defecto legal en el modo de proponer la demanda, por no cumplir con los requisitos enumerados en el
artículo 27° del presente Código.
e) Cosa Juzgada.
f) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.
g) Falta de legitimación para obrar en el demandante o en el demandado cuando fuere manifiesta, sin
perjuicio, en caso de no ocurrir esta última circunstancia, de que el juez la considere en la sentencia
definitiva.
h) Prescripción.
i) Inadmisibilidad de la pretensión, por no cumplir con los requisitos previstos en los artículos 14°, 15°,
16°, 18° y 19° del presente Código, por demandarse la nulidad de un acto administrativo consentido o
impugnarse un acto que no revista la condición de definitivo o asimilable, de acuerdo a lo dispuesto en el
artículo 14°.
2. Las excepciones enumeradas en los apartados g) y h) podrán también oponerse como defensa de fondo
al contestar la demanda.

Efectos:
La Administración, y sus coadyuvantes, al ser emplazados para contestar la demanda, pueden seguir dos
caminos procesales distintos. Pueden presentar el escrito de contestación en el fondo, y alegar de dicha
contestación con el carácter de perentorias las excepciones permitidas por la ley, si las creyesen pertinentes.
Cabe también omitir o aplazar la contestación en el fondo y dentro de plazo naturalmente más breve alegar
esas excepciones como previas: si el tribunal las estima, ahí acabará el pleito; si por el contrario el tribunal
las rechaza, mandará contestar en lo que restara de término.

174
La ley 12.008, en su art. 36, establece que la decisión del juez que desestimare las excepciones planteadas,
ordenará la reanudación del plazo para contestar la demanda, lo que deberá hacerse dentro de los treinta días
de notificada. En el supuesto de admitirse las excepciones el juez procederá de la siguiente manera:
-En caso de incompetencia, remitirá las actuaciones al juez competente.
-En los casos de falta de personería o defecto legal en el modo de proponer la demanda, fijará un plazo
dentro del cual deberán subsanarse los defectos
-Cuando se refiera a la falta de agotamiento de la vía o la no configuración del silencio administrativo,
determinará, si fuera procedente, el modo de subsanar tales defectos.
-Para los demás casos se declarará la Inadmisibilidad de la pretensión.

ARTICULO 36º: (Texto según Ley 13101) Resolución de las excepciones:


1. La decisión del juez que desestimare las excepciones planteadas, ordenará la reanudación del plazo
para contestar la demanda, lo que deberá hacerse dentro de los treinta (30) días de notificada.
2. En el supuesto de admitirse las excepciones, el juez procederá de la siguiente manera:
a) En el caso de la excepción prevista en el inciso 1), apartado a) del artículo anterior, aplicará lo
dispuesto en el artículo 8°.
b) En el caso de las excepciones previstas en los apartados b) y d) del artículo anterior, fijará el plazo
dentro del cual deben subsanarse los defectos, bajo apercibimiento de tener al demandante por desistido
del proceso. Subsanados ellos, se aplicará lo dispuesto en el inciso anterior.
c) En el supuesto de las excepciones previstas en el inciso 1) apartado i) del artículo anterior, cuando se
refieran a la falta de agotamiento de la vía administrativa o a la no configuración del silencio
administrativo, conforme a lo dispuesto en los artículos 14° y 16°, determinará si fuere procedente, el modo
de subsanar tales defectos, aplicándose lo dispuesto en el apartado anterior. Caso contrario, se declarará
la inadmisibilidad de la pretensión.
d) En el caso de las excepciones previstas en el inciso 1) apartados c), e), f), g) y h) del artículo anterior,
así como en el supuesto previsto en el apartado i) del mismo precepto, en lo referente a los casos no
previstos en los apartados precedentes de este artículo, se declarará la inadmisibilidad de la pretensión.

Excepciones como defensa de fondo: 

4. Contestación de la demanda. Formalidades. Plazos. Reconvención. Formalidades.


Diligencias posteriores.

Contestación de la demanda.
El escrito de contestación de la demanda debe contener los mismos requisitos que para interponerla,
contemplados en el art. 27 CCA.
La contestación de la demanda, como acto procesal por el cual se solicita el rechazo de la pretensión del
actor, produce relevantes efectos sobre el proceso:
1) culmina la etapa introductoria.
2) fija la cuestión litigiosa.
3) determina los hechos que deben ser probados.
4) constituye la última oportunidad que tiene el demandado para oponer la defensa de prescripción y
para recusar al juez.

ARTICULO 37º: Formalidades.
 1.  La contestación de la demanda se efectuará por escrito. Contendrá, en lo pertinente, los requisitos
establecidos en el artículo 27° del presente Código.
2.  En ese escrito, el demandado deberá reconocer o negar en forma categórica cada uno de los hechos
expuestos en la demanda, así como pronunciarse en la misma forma sobre la autenticidad de los

175
documentos que se le atribuyen. El silencio o la ambigüedad en la contestación de tales extremos, podrá
considerarse como reconocimiento de los hechos, de la autenticidad de los documentos y de su recepción.
3.  Podrán invocarse hechos que se opongan a los alegados por el actor o argumentos de derecho que no
se hubieran planteado en el procedimiento administrativo, siempre que se relacionen con el objeto de la
pretensión.
ARTICULO 38º: Plazo para contestar la demanda.
1.  El plazo para contestar la demanda será de cuarenta y cinco (45) días.
2.  Si fueran dos o más los demandados, el plazo será común. Cuando procediere la suspensión o
ampliación respecto de uno, el plazo se suspenderá o ampliará respecto de todos.
 
Reconvención.
La reconvención es aquella demanda judicial que ejerce el demandado, en el mismo proceso judicial, al
momento de contestar la demanda de la que ha sido objeto. Además de pedir la absolución, el demandado
introduce nuevas peticiones al tribunal frente a la otra parte (el demandante). El demandado se transforma, a
su vez, en demandante y el demandante en demandado. El efecto de la demanda reconvencional es que
ambas partes se demandan mutuamente. Habrá dos procesos que concluirán con una única sentencia. La
reconvención será deducida en el mismo escrito de la contestación de la demanda, no es posible hacerlo
después. La reconvención es inadmisible en el proceso sumarísimo en Argentina.
La demanda reconvencional está contemplada en la ley, por motivos de economía procesal, para evitar una
multiplicidad de juicios. Por otro lado, de esa manera se evitará el pronunciamiento de sentencias
contradictorias respecto de pretensiones conexas.
En síntesis, la acumulación de pretensiones en contra del demandante es lo que se conoce como
reconvención. (wikipedia)

El instituto de la reconvención, cuyo fundamento reside en el principio de economía procesal y en la


necesidad de evitar pronunciamientos contradictorios, fue tradicionalmente rechazado por la SCJBA, por
considerar que no estaba permitido en el viejo código procesal (código Varela) y no resultar congruente con
la forma en que estaba configurado el proceso contencioso-administrativo vigente en ese momento.
Dicha situación se ha visto modificada, al punto que el art. 39 del actual CCA la prevé expresamente.
El principal efecto que genera la deducción de la reconvención estriba en la incorporación al proceso de una
nueva pretensión autónoma, que debe sustanciarse y resolverse juntamente con la del actor. Se produce,
pues, un supuesto de acumulación objetiva de acciones, por lo que deben cumplirse los recaudos
establecidos para esta figura en el CPCC.

ARTICULO 39º: Reconvención.
1.  Al contestar la demanda, la demandada podrá deducir reconvención, siempre que las pretensiones
planteadas deriven de la misma relación jurídica o guarden conexidad con las invocadas con la demanda.
Deberán observarse las formalidades establecidas en el Capítulo V del Título I del presente Código.
2.  De la reconvención se dará traslado a la demandante por un plazo de treinta (30) días y la contestación
se ajustará a lo dispuesto en el artículo 37°. Es de aplicación en lo pertinente, lo dispuesto en el Capítulo
VI del Título I del presente Código.

Diligencias posteriores:
 
 ARTICULO 40º:  (Texto Ley 13101)  Diligencias ulteriores.
 1.   Si al contestar la reconvención la parte reconvenida agregase nuevos documentos, se correrá traslado
de los mismos a la reconviniente, por el término de cinco (5) días, para que reconozca o desconozca su
autenticidad, lo que se notificará por cédula.
2.  Contestado el traslado de la demanda o reconvención, en su caso, o vencidos los plazos para hacerlo,
resueltas las excepciones previas, y siempre que se hayan alegado hechos conducentes acerca de los cuales
no hubiese conformidad entre las partes, el Juez recibirá la causa a prueba, procediendo a tal fin de
acuerdo a lo previsto en el artículo 41.

176
5. Audiencia. Determinación de los hechos y de la prueba. Hechos nuevos. Cuestión de
puro derecho.

La audiencia del art. 41 de la LEY 12.008.


Es importante destacar que la regulación que realiza el CCA sobre la fase inicial del período probatorio
difiere de la prevista en el CPCC.
En efecto, el art. 41 CCA contempla la celebración de una audiencia preliminar, cuyos objetivos
primordiales son:
- la abreviación del desarrollo de la causa mediante la concentración de diversas actividades.
- y la simplificación y delimitación de las cuestiones litigiosas y las pruebas a producir.

ARTICULO 41º: (Texto Ley 13101)  Audiencia. Determinación de los hechos y de la prueba.


 1.   A los fines de lo establecido en el artículo 40 inciso 2) del presente Código, el Juez citará a las partes
dentro de los quince (15) días a una audiencia, que se celebrará con su presencia en la que:
 a)   Fijará por sí los hechos articulados que sean conducentes a la decisión del proceso, sobre los cuales
versará la prueba y desestimará los que considere inconducentes, de acuerdo con las constancias de la
causa.
b)  Recibirá y resolverá en el mismo acto el pedido de oposición a la apertura a prueba de la causa, para
lo cual será necesario escuchar a la contraparte.
c)  Recibirá y resolverá en el mismo acto las manifestaciones de las partes, si las tuvieren, con referencia a
lo prescrito en el artículo 42° del presente Código.
d)  Declarará cuáles pruebas son procedentes para la continuación del juicio.
e)  Declarará si la cuestión fuere de puro derecho, con lo que la causa quedará concluida para definitiva.
2.  Si en la audiencia prevista en el inciso anterior, las partes manifestaren que no tienen ninguna prueba a
producir o que ésta consiste únicamente en las constancias del expediente o en la documental ya agregada
y no cuestionada, se dejará constancia de ello. El Juez correrá traslado por cinco (5) días comunes, para
que las partes expongan sus alegaciones sobre los hechos y el derecho controvertidos en la causa.
 
ARTICULO 42º: Hechos Nuevos.
1.        Cuando con posterioridad a la contestación de la demanda o reconversión, ocurriese o llegase a
conocimiento de las partes algún hecho que tuviese relación con la cuestión que se ventila, podrán
alegarlo hasta cinco (5) días después de celebrada la audiencia prevista en el artículo 41 del presente
Código.
2.        Del escrito en que se alegue tal circunstancia, se dará traslado a la otra parte, quien dentro del
plazo para contestarlo podrá también invocar otros hechos en contra posición a los alegados. En este
caso quedará suspendido el plazo de prueba hasta la notificación de la resolución que los admita o
deniegue.
 
 Cuestión de puro derecho: que no es necesario probar lo hechos que se menciona... solo de aplicar los
artículos pertinentes de la ley que corresponda...
No hay cuestiones materiales o pruebas que se puedan aportar, sino que la ley estipula que es lo que se debe
hacer.

6. Prueba. Plazo para la producción. Traslado de dictámenes periciales y liquidaciones.


Plazo. Medidas para mejor provee. Alegatos.

La prueba.

177
Si se hubieran alegado hechos conducentes acerca de los cuales no hubiese conformidad entre las partes, se
produce la apertura de la etapa probatoria.
El CCA contiene escasas normas sobre el régimen de la prueba. De allí que sea aplicable, supletoriamente,
el CPCC.
Medios probatorios. La prueba confesional.
Los medios de prueba admisibles son los mismos que han sido receptados en el CPCC, con excepción de la
confesión de los funcionarios públicos, la cual, al igual que en el código Varela, es reemplazada –con razón–
por la formulación de preguntas a los mismos. Estas preguntas se remitirán por oficio al funcionario
requerido, para ser por escrito y dentro del plazo de 20 días que tiene para hacerlo.
Respecto a la prueba pericial, el art. 44 establece que no es causal de recusación para los peritos la
circunstancia de que sean funcionarios o agentes públicos, salvo cuando se encontraren bajo la dependencia
jerárquica directa del órgano cuya actuación u omisión haya dado lugar a la pretensión.
La carga de la prueba corresponde a la persona que alega el hecho.

ARTICULO 43º (Texto Ley 13101) Plazo de producción de las pruebas.


El plazo de prueba será fijado por el Juez y no excederá de cuarenta (40) días. Dicho plazo es común y
comenzará a correr a partir del día siguiente al de la fecha de celebración de la audiencia prevista en el
artículo 41 del presente Código.

ARTICULO 44º:  Prueba de peritos. No será causal de recusación para los peritos la circunstancia de que
sean funcionarios o agentes públicos, salvo cuando se encontraren bajo la dependencia jerárquica directa
del órgano cuya actuación u omisión diera lugar a la pretensión.
 
ARTICULO 45º: Declaración de funcionarios públicos. Cuando fuere parte la Provincia, un municipio, o
un ente provincial o municipal, las preguntas a los funcionarios públicos tramitarán por oficio dirigido a la
autoridad superior del ente que en cada caso correspondiere. Las contestaciones, por escrito, deberán
efectuarse dentro de los veinte (20) días posteriores a la recepción del oficio.
 
ARTICULO 46º: (Texto Ley 13101)  Medidas para mejor proveer..
El Juez podrá ordenar de oficio la producción o ampliación de toda medida de prueba que considere
conducente a la averiguación de la verdad de los hechos. Esta potestad podrá ejercerse en cualquier estado
del proceso, aún después del llamamiento de autos para sentencia. La decisión será irrecurrible.
 
ARTICULO 47º: (Texto Ley 13101) Vencimiento del plazo de prueba. Vencido el plazo para la
producción de las pruebas, el Secretario lo hará constar por nota puesta en los autos al pie de la última
diligencia practicada. Después de ello, de la prueba pedida por las partes y no realizada, sólo podrá
producirse aquella que el Juez considerase conducente o necesaria para mejor proveer.
 
ARTICULO 48º: (Texto Ley 13101) Alegatos.
 1.   Una vez que las pruebas recibidas a petición de las partes, o las mandadas producir de oficio por el
Juez estén reunidas, se pondrán los autos en la Secretaría por el término de diez (10) días comunes, dentro
de los cuales las partes podrán presentar el alegato sobre el mérito de la prueba producida.
2.  Presentados los alegatos o vencido el plazo indicado en el artículo anterior o el establecido en el
artículo 41 inciso 2), el Juez llamará autos para sentencia.

Jurisprudencia:
 Excepciones. Inadmisibilidad de la pretensión anulatoria. Plazo de caducidad. CCBA, causa
B.59319, “Gutierrez Mazzeo, RE c/ Municipalidad de la Matanza”, sent 1-3-2006
 Acto consentido en sede administrativa. Inadmisibilidad de la pretensión. SCBA, causa B58745,
“Masullo, R c/ IPS”, sent 2-11-2005.

178
Bolilla 9
Procesos especiales

1. Proceso sumario de ilegitimidad. Objeto. Exclusión de la pretensión resarcitoria.


Carácter optativo: oposición, trámite y resolución. Reglas procesales. Sentencia:
contenido

El proceso sumario de ilegitimidad es una vía de ejercicio optativo para el demandante, quien podrá elegir
entre este proceso especial o el ordinario.
Se trata de un proceso de cognición limitado, pues la única pretensión que puede canalizarse por este medio
es la anulatoria de actos administrativos de alcance particular o general, razón por la cual el conocimiento
del juez se reduce a determinar la validez o invalidez del acto impugnado.

PROCESO SUMARIO DE ILEGITIMIDAD (ley 12008)


ARTICULO 67º: (Texto según Ley 13101) Caracterización general. Opción:
Contra los actos administrativos de alcance particular o general, la parte actora tendrá la opción de
formular la pretensión bajo el régimen del proceso ordinario previsto en el Título I, o mediante el Proceso
Sumario de Ilegitimidad, establecido en el presente Capítulo.
El Proceso Sumario de Ilegitimidad tendrá por único objeto la declaración de nulidad de un acto
administrativo de alcance particular o general. Los daños y perjuicios que se pudieren derivar de la
declaración de nulidad del acto, deberán ser reclamados en un proceso autónomo.
ARTICULO 68º: (Texto Ley 13101) Determinación del proceso a seguir.
1. La parte actora, en su primera presentación, solicitará que la pretensión tramite por el proceso reglado
en el presente Capítulo. La demandada podrá oponerse a ello, dentro de los primeros cinco (5) días de
notificado el traslado de la demanda. Esta oposición suspenderá el plazo para contestar la demanda y
formular excepciones.
2. El Juez resolverá sobre la procedencia de la vía, como única cuestión de previo y especial
pronunciamiento.
3. En el caso que se hiciera lugar a la oposición, el Juez resolverá la tramitación del proceso por las
reglas del proceso ordinario, confiriéndose a la actora un plazo de treinta (30) días para adecuar la
demanda, la que proseguirá su curso procesal de conformidad a las normas previstas en el Título I del
presente Código.
ARTICULO 69º: (Texto según Ley 13101) Reglas procesales. El proceso sumario de ilegitimidad se regirá
por las reglas del proceso ordinario previstas en el presente Código, con las modificaciones siguientes:
1. El plazo para promover la demanda será de sesenta (60) días, contados en la forma prevista en el
artículo 18° del presente Código.
2. Se correrá traslado de la demanda por un plazo de veinte (20) días.
3. No se correrá traslado a la actora de la contestación de la demanda, ni se celebrará la audiencia
prevista en el artículo 41° del presente Código.
4. No se admitirá la producción de prueba distinta de la documental acompañada por las partes y la
contenida en los expedientes administrativos agregados a la causa y directamente relacionadas con la
pretensión.
5. Las excepciones previas deberán ser planteadas en el escrito de contestación de la demanda y resueltas
en la sentencia.
6. Contestada la demanda, o vencido el plazo para hacerlo, se conferirá vistas a las partes para que, en el
plazo común de cinco (5) días presenten el alegato, vencido el cual se llamará autos para sentencia.
7. La sentencia deberá dictarse en el plazo de treinta (30) días.
179
ARTICULO 70º: (Texto según Ley 13101) Sentencia.
La sentencia deberá limitarse a desestimar la pretensión o a declarar la nulidad total o parcial del acto
administrativo impugnado.
Junto con la declaración de nulidad, el juzgado, de acuerdo con las circunstancias del caso, ordenará a la
demandada la conducta a seguir, con ajuste a la pretensión procesal articulada o procederá a devolver las
actuaciones para que se dicte un nuevo acto.

2. Impugnación de sanciones en materia de empleo público. Objeto. Opción por el


proceso ordinario. Tramite. Sentencia: contenido

IMPUGNACION DE SANCIONES EN MATERIA DE EMPLEO PÚBLICO (ley12008)


ARTICULO 71º: Opción por el proceso sumario. Contra los actos administrativos que dispongan
sanciones disciplinarias a los agentes públicos provinciales o municipales, la parte actora, en el escrito
inicial, podrá optar por formular las pretensiones previstas en el artículo 12° del presente Código, por la
vía del proceso ordinario, o por la del sumario prevista en este Capítulo.
ARTICULO 72º: (Texto Ley 13101) Plazo para la demanda. Reglas procesales.
La pretensión deberá deducirse dentro de los sesenta (60) días contados en la forma prevista en el artículo
18 del presente Código. El trámite se regirá por las normas previstas en el Capítulo I del Título II del
presente Código, con las siguientes excepciones:
1. Contestada la demanda, o vencido el plazo para hacerlo, no habiendo hechos controvertidos, el Juez
declarará la cuestión de puro derecho y firme dicha providencia llamará autos para sentencia.
2. Si hubiere hechos controvertidos, en una misma providencia el Juez dispondrá la producción de las
pruebas pertinentes.
ARTICULO 73: (Texto según Ley 13101) Sentencia favorable.
1. Si la sentencia fuera favorable al impugnante, dispondrá conforme a las particularidades del caso todas
o algunas de las siguientes medidas:
a) La anulación total o parcial de la sanción.
b) La reincorporación del agente, si la sanción hubiera sido expulsiva.
c) El reconocimiento de los haberes devengados.
2. De acuerdo a las características de la causa, cuando se anulare una sanción expulsiva, junto con la
declaración de nulidad, el órgano jurisdiccional podrá ordenar la adopción de las medidas que estimare
conducentes con arreglo a lo dispuesto en el artículo 50 del presente Código.

3. Impugnaciones contra resoluciones de Colegios o Consejos Profesionales y Cajas de


Previsión Social.

3.1 Impugnación de actos administrativos de Colegios y Consejos Profesionales. Distintos


supuestos. Tramite.

ARTICULO 74º: (Texto según Ley 13325) Impugnación de resoluciones de Colegios o Consejos
Profesionales.

180
Las pretensiones que tengan por objeto la impugnación de actos administrativos definitivos emanados de
los Colegios o Consejos Profesionales referidos al gobierno de la matrícula o registro de profesionales y/o
control disciplinario de los mismos y los definitivos emanados de los órganos de control disciplinario,
tramitarán mediante recurso directo ante las Cámaras Departamentales en lo Contencioso Administrativo
que corresponda al lugar donde se produjo el hecho que motivó el acto cuestionado a los fines de
establecer el debido control de legalidad de aquéllos. El plazo para deducir el recurso será de quince (15)
días a partir de la notificación de la última resolución administrativa y deberá interponerse ante el Órgano
Colegial que dictó el acto administrativo. El recurso tendrá efectos suspensivos y deberá ser fundado en el
mismo acto.
El Órgano Colegial pertinente deberá remitir el recurso juntamente con las actuaciones administrativas,
dentro de los diez (10) días hábiles de recibidos, bajo exclusiva responsabilidad de las autoridades de la
Institución, quienes serán pasibles de multas procesales en caso de incumplimiento.
Recibidas las actuaciones, la Cámara deberá llamar autos para sentencia y dictará el fallo definitivo dentro
del plazo de sesenta (60) días.
En caso de denegarse la concesión del recurso por parte del Órgano Colegial, el recurrente podrá
interponer recurso de queja ante la Cámara competente dentro del plazo de cinco (5) días de notificado de
la denegatoria. Con la queja deberá adjuntarse copia de la sentencia recurrida y del escrito recursivo. La
Cámara podrá requerir las actuaciones administrativas, las que deberán ser remitidas por la Autoridad
Colegial dentro del plazo de cinco (5) días hábiles, bajo el apercibimiento antes previsto. La remisión de
las actuaciones administrativas tendrá efectos suspensivos respecto de la sentencia dictada por el Órgano
Colegial.

ARTICULO 74 bis.- (Artículo incorporado por Ley 13325) Disposición Transitoria: Las pretensiones
anulatorias de los actos administrativos definitivos emanados de los Colegios o Consejos Profesionales
referidos al gobierno de la matrícula o registro de profesionales y/o control disciplinario de los mismos y
los definitivos emanados de los órganos de control disciplinario, iniciadas bajo el régimen del anterior
artículo 74 del Código Contencioso Administrativo (texto según Ley 13.101), quedarán suspendidas en su
trámite cualquier sea su estado y se adecuarán al procedimiento recursivo establecido en la presente ley. A
tal fin, el Juzgado formulará el requerimiento correspondiente concediendo al accionante un plazo de
treinta (30) días para la presentación del recurso.
Producida la adecuación dentro del plazo acordado, el expediente será elevado a la Cámara competente
para la decisión definitiva. En el supuesto que el requerido no diere cumplimiento a la adecuación, se
declarará extinguido su derecho, devolviéndose la causa al Colegio o Consejo Profesional. En cualquier
caso, las costas se impondrán en el orden causado.

3.2. Impugnación de actos administrativos de las Cajas de Previsión Social de


Profesionales. Tramite: proceso ordinario. Opción por el proceso sumario de
ilegitimidad.

ARTICULO 75º: (Texto según Ley 13101) Impugnación de resoluciones de las Cajas de Previsión Social
de Profesionales.
1. Las pretensiones que tengan por objeto la impugnación de los actos administrativos definitivos
emanados de los órganos superiores de las Cajas de Previsión Social de Profesionales, tramitarán por las
normas del proceso ordinario, sin perjuicio de la opción prevista en el Título II, Capítulo I del presente
Código.
2. La pretensión deberá interponerse dentro del plazo establecido en el artículo 18° del presente Código,
si el interesado hiciere la opción por el proceso ordinario, o dentro de los sesenta (60) días de notificado el
acto que agota la vía administrativa si hiciere la opción dispuesta en el inciso anterior. Serán competentes
los juzgados contecioso administrativos según lo dispuesto en el artículo 5°, inciso 2), párrafo b.

181
4. Amparo por mora. Procedencia. Procedimiento. Configuración del silencio
administrativo. Resoluciones en el trámite: irrecurribilidad. Sentencia: contenido.
Recursos. Régimen jurídico nacional y provincial
El amparo por mora persigue simplemente que la Administración cumpla con su deber de resolver, y no está
orientado a decidir judicialmente el fondo del asunto. Así como el administrado tiene a su alcance ciertas
técnicas administrativas en el marco del procedimiento para evitar la inercia de la Administración, como la
queja o la posibilidad de interponer pronto despachos, el amparo por mora es una petición jurisdiccional que
se impone como el más eficaz de los instrumentos que tiene el particular si quiere obtener una decisión del
órgano público, y es procedente, conforme lo establece el propio artículo 28 de la LNPA, frente a la mora en
la emisión de cualquier acto de la administración, sea que se trate de la resolución de fondo, una resolución
interlocutoria, un dictamen o una resolución de mero trámite.

ARTICULO 76º: (Texto según Ley 13101) Supuestos y procedimientos.


1. El que fuere parte en un procedimiento administrativo, podrá solicitar judicialmente se libre orden
judicial de pronto despacho. Dicha orden será procedente cuando alguno de los entes referidos en el
artículo 1° del presente Código hubiere dejado vencer los plazos fijados y, en caso de no existir éstos, si
hubiere transcurrido un plazo que excediere de lo razonable, sin emitir la resolución o el acto de trámite o
preparatorio que requiera el interesado o corresponda adoptar para continuar o resolver el procedimiento.
2. Presentada la pretensión, el juez se expedirá sobre su admisibilidad, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso y requerirá a la autoridad administrativa interviniente que, en el plazo que le fije,
no mayor a los cinco (5) días, informe sobre la causa de la demora aducida.
3. La configuración del silencio administrativo de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 16° del presente
Código, no impedirá la utilización de esta vía.
4. Contestado el requerimiento o vencido el plazo sin que se lo hubiera hecho, el juez resolverá lo
pertinente acerca de la mora, librando la orden si correspondiere para que la autoridad administrativa
responsable despache las actuaciones en el plazo prudencial que se establezca según la naturaleza y
complejidad del asunto.
Las resoluciones que adopte el juez en el trámite del amparo por mora serán irrecurribles. La sentencia
será susceptible de reposición, dentro de los tres (3) días de notificada, mediante escrito fundado.

Pretensión de amparo por mora.


El nuevo ordenamiento procesal administrativo otorga a los ciudadanos un valioso instrumento jurídico para
combatir las dilaciones indebidas de la Administración, cuya fuente directa es el art. 28 de la LPAN.
Esta pretensión procesal tiene por objeto el dictado de una orden judicial de pronto despacho de las
actuaciones administrativas. La finalidad de esta vía es obtener un emplazamiento judicial para que la
autoridad administrativa cumpla con su deber de resolver y dicte el acto administrativo que corresponda.
Para que sea admisible esta pretensión debe existir un estado de mora administrativa. El actor debe acreditar
que la autoridad administrativa ha dejado vencer los plazos fijados o, en caso de no existir éstos, que ha
transcurrido un plazo que excede de lo razonable, sin resolver la cuestión de fondo o sin dictar el acto de
trámite o preparatorio que corresponde adoptar para continuar el procedimiento.
La omisión administrativa que da lugar a esta pretensión puede originarse por no emitir:
a) actos administrativos definitivos, esto es, aquellos que resuelven la cuestión de fondo planteada;
b) actos interlocutorios, de mero trámite o preparatorios, informes, dictámenes, la vista que emite el
Fiscal de Estado de la provincia, etc.
Según lo dispone el art. 76, puede solicitar la orden judicial de pronto despacho el que fuere parte en un
procedimiento administrativo.

El amparo por mora y el silencio administrativo.


En el ámbito nacional, un importante sector de la doctrina y la jurisprudencia ha sostenido que, interpuesto
el pedido de pronto despacho para producir el silencio administrativo denegatorio, no es admisible deducir la
pretensión de amparo por mora, porque rige el principio que indica que, elegida una vía, no es posible
después intentar la alternativa.
182
Con buen criterio, el legislador provincial ha transitado la senda opuesta, en tanto la configuración del
estado de silencio de la Administración en los términos del art. 16 CCA no impide la utilización de esta vía
procesal.
Trámite: Presentada la pretensión, el órgano judicial deberá pronunciarse respecto de su admisibilidad y
requerir a la autoridad administrativa interviniente que en el plazo que fije, el cual no podrá ser mayor a 5
días, informe sobre la causa de la demora.
Contestado el requerimiento, o vencido o el plazo para hacerlo, el órgano jurisdiccional dictará sentencia, la
cual podrá, según corresponda, rechazar el pedido o aceptarlo librado la orden de pronto despacho.
De ser procedente el amparo por mora, el órgano judicial deberá dictar sentencia que condene a la
Administración para que, dentro del plazo que fije (el cual no podrá ser mayor a 5 días) dicte el acto
pertinente demorado.
Esta clase de pretensión abre para el juzgador un limitado marco de cognición, pues conforme a lo dicho,
aquel sólo puede emplazar a la autoridad demandada a decidir la cuestión que le ha sido planteada, pero no
puede pronunciarse obligando a la Administración a decidir en un sentido determinado. Es una orden neutra
en cuanto a su contenido, pues el juez no puede sustituir el criterio de la Administración y fijar el contenido
del acto omitido.
¿Qué ocurre si la Administración no cumple con la orden judicial de pronto despacho?
El CCA no ha previsto expresamente ningún medio para hacer cesar el estado de reticencia de la
Administración al cumplimiento de las obligaciones interpuestas en sus resoluciones judiciales.
La aplicación de astreintes podría ser la solución ante el incumplimiento del mandato judicial.
Por otra parte, el incumplimiento podría dar lugar al delito de desobediencia de una orden judicial, previsto
en el art. 239 del C.Pen.

5. Ejecución Tributaria Provincial. Régimen aplicable.

ARTICULO 76 bis: Los jueces Contencioso Administrativos aplicarán en materia de ejecuciones


tributarias provinciales las disposiciones del Decreto-Ley 9122/78.

Apremio provincial.
Desde fines de diciembre de 2005, el proceso de apremio cuenta con una regulación dual:
- la LEY 13.406, que contempla el cobro judicial de créditos fiscales por tributos, sus accesorios y sus
multas de la provincia o municipalidades contra sus deudores y responsables.
- el DEC/LEY 9.122/78, aplicable al cobro de los créditos fiscales de naturaleza no tributaria.

LEY 9.122
Etapa de la pretensión ejecutiva.
Deducida la demanda, si el juez encontrara en forma el título ejecutivo, ordenará se libre mandamiento de
intimación de pago y embargo, y en el mismo auto citará por remate al deudor para que oponga las
excepciones en el plazo (perentorio) de 3 días, término que podrá ampliarse en razón de la distancia.
Además, intimará la constitución de domicilio, en igual plazo, bajo apercibimiento de rebeldía.
En el caso de que se embarguen bienes muebles, el ejecutado será intimado para que, en un plazo de 3 días,
informe si los bienes embargados reconocen prenda u otro gravamen. Si es así, deberá denunciar su monto,
nombre y domicilio del acreedor.
No es admisible en este proceso la recusación sin causa.
Las medidas cautelares que pueden solicitarse, tanto al inicio del juicio como con posterioridad a ello, y aún
en cualquier estado del proceso, son:
- traba de embargo sobre:
a. cuentas o activos bancarios y financieros
b. bienes inmuebles; bienes muebles, sean o no registrables
c. sueldos u otras remuneraciones, siempre que sean superiores a 6 salarios mínimos, en las
proporciones que prevé la ley
183
- inhibición general de bienes, e incluso su extensión a los activos bancarios y financieros
- intervención de caja y embargo de las entradas brutas equivalentes al 20% y hasta el 40% de las
mismas.
Etapa de las excepciones.
El demandado puede oponer las excepciones enumeradas en forma taxativa en el art. 6 del DEC/LEY 9.122:
1. incompetencia.
2. inhabilidad del título ejecutivo por sus formas extrínsecas únicamente.
3. pago total documentado.
4. prescripción.
5. plazo concedido documentado.
6. pendencia de recursos concedidos con efecto suspensivo.
7. litispendencia.

De las excepciones opuestas el juez dará traslado al actor, quien tendrá 3 días para contestarlas.
Deducidas las excepciones, o vencido el plazo para hacerlo, el juez puede:
a. pronunciarse sobre la admisibilidad de las defensas planteadas.
b. si existieran hechos controvertidos, abrir a prueba el juicio, por el término de 10 días improrrogables.
La declaración de inadmisibilidad de las excepciones es susceptible de ser apelada por el demandado en
relación dentro de las 48 hs. De notificada.

Etapa de la sentencia.
Si no se hubieran planteado excepciones o fueran declaradas inadmisibles o infundadas, el juez procederá a
dictar sentencia ordenando llevar adelante la ejecución. En tal caso, el ejecutado podrá luego promover
proceso de repetición por las sumas abonadas.

Etapa de cumplimiento de la sentencia.


Si la sentencia dispone seguir adelante con la ejecución, debe procederse a hacerla efectiva, disponiéndose la
venta de los bienes del deudor en subasta pública, hasta la cantidad suficiente para saldar el crédito.
Cuando se han embargado bienes inmuebles, previo a la realización de la venta en remate debe pedirse
informe de dominio sobre los mismos, para verificar la existencia (o no) de gravámenes.
Para la realización de la venta de los bienes se debe designar un martillero propuesto por el actor. El
martillero podrá ser recusado con causa por el ejecutado, dentro de los 3 días de notificado sobre su
designación.
Para la subasta de los bienes muebles, el juez debe designar un tasador, propuesto por la actora.
La base de la venta será equivalente al 80% de la tasación.
Si la subasta llegara a fracasar por falta de postores, se ordenará una nueva venta con una base disminuida
hasta en un 50% respecto de la primera, a pedido de la parte actora.
A su vez, en caso de fallar la subasta de los bienes muebles, el Fisco de la Provincia podrá adquirirlos por el
valor de la base del último remate, compensando total o parcialmente el precio con el monto del crédito
ejecutado.
Realizada la subasta, se debe intimar por 5 días al ejecutado para que presente los títulos de propiedad, bajo
apercibimiento de obtenerse copia de los mismos a su costa.
El remate no será aprobado hasta tanto se agregue el título, o el adquirente manifestare conformidad con la
certificación emanada del Registro de la Propiedad
En lo que concierne a las costas, los gastos se aplican a la parte vencida (no rige el principio de “costas por
su orden” del CCA).

LEY 13.406.

El proceso de apremio regulado en la LEY 13.406, al cual se le aplican en forma supletoria las normas del
CPCC, se desarrolla en las etapas que a continuación enumeramos.

Etapa de la pretensión ejecutiva.

184
Deducida la demanda, si el juez considera en forma el título ejecutivo, ordenará se libre mandamiento de
intimación de pago y embargo, citando al deudor por remate en el mismo auto para que oponga excepciones
en el plazo de 5 días.
También lo intimará a la constitución de domicilio en igual término, bajo apercibimiento de tenerlo por
constituido en los estrados del juzgado, conforme lo prescribe el CPCC.
En el caso de que se embarguen bienes muebles, se debe intimar al ejecutado para que manifieste, dentro del
plazo de 5 días, si dichos bienes reconocen prenda o algún otro gravamen. En caso afirmativo, deberá
denunciar monto, nombre y domicilio del acreedor, y también juzgado interviniente.
Al igual que en el proceso regulado en la LEY 9.122, no es admisible la recusación sin causa.
En lo que se refiere a medidas cautelares, al inicio del juicio o en cualquier estado del proceso, la parte
actora podrá solicitar toda medida cautelar o modificación de las decretadas con anterioridad, y el juez
deberá disponerla en el término de 24 hs., sin más recaudos ni necesidad de acreditación de peligro en la
demora, todo ello bajo la responsabilidad del fisco.

Las medidas cautelares admitidas son:


- traba de embargos sobre:
a. dinero en efectivo o cuentas o activos bancarios y financieros.
b. créditos, efectos, valores y derechos realizables en el acto o a corto plazo.
c. sueldos y otras remuneraciones, siempre que sean superiores a 6 salarios mínimos, en las
proporciones que fija la ley.
d. bienes inmuebles; bienes muebles, sean o no registrables.
- intervención de caja y embargo de las entradas brutas equivalentes al 20% y hasta el 40% de las
mismas.
- inhibición general de bienes, e incluso su extensión a los activos bancarios y financieros.

Etapa de las excepciones.


Las excepciones se encuentran mencionadas taxativamente en el art. 9:
1. incompetencia.
2. falta de personería.
3. plazo concedido expresamente por acto administrativo y documentado.
4. pendencia de recursos concedidos con efecto suspensivo.
5. litispendencia.
6. inhabilidad del título ejecutivo por sus formas extrínsecas.
7. pago total documentado.
8. prescripción.

Las excepciones deberán ser opuestas y fundadas por el demandado en el mismo escrito en que se articulen,
acompañándose la prueba documental que obre en su poder y ofreciendo la restante.

De las excepciones el juez dará traslado a la otra parte, que deberá contestarlas en un plazo de 20 días.
Contestadas las excepciones, o vencido el plazo para hacerlo, el juez puede:
a. pronunciarse sobre la admisibilidad de las defensas planteadas.
b. si existieran hechos controvertidos, abrirá a prueba la causa, por el término de 10 días
improrrogables.

Etapa de la sentencia.

Si no se hubieran planteado excepciones o, habiéndose planteado, hubiesen sido declaradas inadmisibles o


infundadas, o el ejecutado se hubiera allanado a la pretensión de cobro, el juez debe proceder al dictado de la
sentencia, ordenando llevar adelante la ejecución.
Si, en cambio, se hace lugar a las excepciones, entonces deberá disponer el rechazo de la ejecución y la
revocación del auto de intimación de pago.

185
La sentencia es susceptible de ser apelada por el demandado, cuando se hubieran opuesto excepciones
legítimas; o por el actor, cuando se hubiere rechazado total o parcialmente su pretensión.
El recurso de apelación debe interponerse por escrito fundado dentro de los 5 días de notificados del acto.

Etapa de cumplimiento de la sentencia.

Esta ley contempla un singular régimen de ejecución de sentencias de remate. En efecto, el actor puede optar
por ejecutar la sentencia en sede judicial o en sede administrativa, a través del procedimiento previsto en el
código fiscal, incorporado por la LEY 13.405.
Ejecución en sede administrativa: una vez firme la sentencia en el juicio de ejecución fiscal, y existiendo
liquidación firme, la Dirección Provincial de Rentas procederá por sí, sin intervención judicial, a la venta en
subasta pública de los bienes del deudor, hasta saldar el crédito. Además, se la autoriza a trabar medidas
cautelares, designar martillero, disponer la publicación de edictos, designar peritos tasadores y ordenar la
subasta.
Ejecución en sede judicial: está legislado en los arts. 15 y ss. LEY 13.406. Al efecto, se contemplan 3
situaciones diferentes, según se haya trabado embargo sobre dinero, bienes muebles o bienes inmuebles.

 dinero: cuando lo embargado fuese dinero, una vez aprobada por el juez la liquidación de capital,
intereses y costas, se transferirán a la cuenta que denuncie la demandante las sumas líquidas embargadas y,
posteriormente, se regularán los honorarios profesionales.

 bienes muebles: en el supuesto de que no existieran sumas líquidas o fueren insuficientes, se


procederá a la venta de los bienes embargados del deudor o a embargar nuevos bienes que denuncie la
actora.

Para proceder a la venta en subasta se debe designar martillero al que proponga el demandante, pudiendo
éste ser recusado con causa por el ejecutado dentro de los 3 días.

 bienes inmuebles: para proceder a la subasta de inmuebles el juez debe tomar una serie de recaudos:

1) pedir certificado de dominio al Registro de la Propiedad para averiguar las condiciones dominiales.
2) pedir certificado de anotaciones personales.

Luego, dictará la resolución por la que se llama a remate, que deberá contener:

1) designación del martillero y del perito tasador propuesto por la actora.


2) publicación de edictos por parte del martillero designado.
3) libramiento de oficio a jueces embargantes e inhibientes.
4) cumplimiento, por parte del martillero, de lo dispuesto en el art. 568 CPCC, relativo a las
condiciones de dominio, la existencia de embargos, inhibiciones, deudas impositivas y por expensas (si se
tratara de un bien sujeto al régimen de PH).
5) libramiento de un mandamiento de constatación del inmueble y sus ocupantes, con habilitación de
días y horas inhábiles y facultad de ingresar al domicilio y requerir el auxilio de la fuerza pública si fuera
necesario.
6) la intimación al ejecutado al domicilio constituido procesalmente por 5 días para que presente el
título de propiedad, bajo apercibimiento de obtenerse copia del mismo de los protocolos públicos, a su costa.

Cumplidos estos requisitos, el martillero debe proceder a denunciar en el expediente la fecha fijada para la
subasta. Esta fecha debe también anunciarse a los interesados por medio de la publicación de un edicto en el
BO por 1 sólo día y, si el caso lo requiere, en un diario.
La base de la subasta será equivalente al 80% de la tasación realizada por el perito tasador. Si fracasa por
falta de postores, se debe disponer otra, en la cual la base se reducirá en un 50%. Y, si fracasa nuevamente,
se procederá a realizar una venta sin limitación de precio.

186
El saldo obtenido con motivo de la subasta deberá ser depositado por el adquirente dentro de los 5 días de su
realización.
El remate no será aprobado hasta tanto no se agregue el título de propiedad, o el adquirente manifieste su
conformidad con la certificación de la Dirección Provincial del Registro de la Propiedad o se obtenga
segundo testimonio.
Aprobado el remate, se intimará al comprador para que inscriba o protocolice la venta efectuada en la
subasta en un plazo de 30 días hábiles, debiendo acreditarlo judicialmente bajo pena de multa de 100$
diarios.
Los fondos serán inmediatamente transferidos a la cuenta denunciada por el actor.
En materia de costas, no rige el principio de las “costas por su orden”: serán soportadas por la parte vencida.

Jurisprudencia:
 Impugnación de actos administrativos referidos al gobierno de la matricula y control disciplinario de
los Colegios o Consejos Profesionales. Leyes 13325 y 13329. Inconstitucionalidad. Cam. Apel. Cont.
Adm. La Plata, causa 1481, “Ribelli”, sent 28-6-2005

187
Bolilla 10
Terminación del proceso

1. Sentencia. Plazo. Contenido. Costas.

La sentencia: Resolución de un juez o un tribunal con la cual se concluye un juicio o un proceso.


Producidas las etapas de iniciación y desarrollo del proceso, el órgano judicial debe proceder al dictado de la
sentencia definitiva, en la cual debe pronunciarse sobre la cuestión de fondo controvertida. Con este acto se
produce la terminación normal del proceso.
En lo que se refiere al plazo para el dictado de la sentencia, el mismo es de 60 días a contar desde que quede
firme la providencia de autos.
ARTICULO 49º: Plazo para dictar sentencia. La sentencia en el proceso ordinario se dictará dentro del
plazo de sesenta (60) días desde que la providencia de autos quede firme y observará en lo pertinente los
requisitos establecidos en el Código Procesal Civil y Comercial.
Contenido: El pronunciamiento judicial que haga lugar a la pretensión podrá disponer:
ARTICULO 50º: (Texto Ley 13101) Sentencia que hace lugar a la pretensión. La sentencia que haga lugar
a la pretensión podrá decidir:
1. El restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés jurídicamente tutelado y la adopción de las
medidas o actos necesarios a tales fines.
2. La anulación total o parcial del acto administrativo de alcance general o particular impugnado.
3. La cesación de la vía de hecho administrativa controvertida.
4. La declaración de inconstitucionalidad de las normas o actos impugnados en el proceso.
5. La declaración de certeza sobre la relación o situación jurídica regida por el derecho administrativo,
motivo de controversia.
6. El resarcimiento de los daños y perjuicios reclamados. A tal efecto, fijará la cuantía de la indemnización
o, cuando por las características del caso ello no fuere posible, establecerá las bases para la liquidación
del monto indemnizable, cuya definitiva determinación quedará diferida a la etapa de ejecución de la
sentencia.
Costas. Principio general.
El texto originario del CCa (LEY12.008), al igual que el CPCC, disponía que las costas estuvieran a cargo
de la parte vencida en el proceso. La LEY 13.101 ha modificado esta solución, volviendo al principio que
consagraba el código Varela. De esa manera, las costas serán soportadas por las partes en el orden causado,
aplicándose a la parte vencida cuando hubiera actuado con notoria temeridad o malicia o se tratara de
procesos de ejecución tributaria.
Las costas en los procesos especiales.
El hecho de que la ubicación del régimen de costas esté dentro del título referido al proceso ordinario no
significa que es inaplicable respecto de los demás procesos. En efecto, el régimen de costas se aplica
también a los procesos especiales, ya que no existen razones que justifiquen apartarse de aquél para aplicar
supletoriamente las normas del CPCC.
Excepciones al principio general.
El art. 51 inc. 2 autoriza la imposición de costas al vencido en 2 supuestos:
- en los procesos de ejecución tributaria en los cuales impera el principio de la derrota.
- cuando la parte vencida hubiera actuado con notoria temeridad o malicia.

ARTICULO 51º: (Texto según Ley 14437) Costas.


1- El pago de las costas estará a cargo de la parte vencida en el proceso. Sin embargo, el juez
podrá eximir total o parcialmente del pago de las costas al vencido, siempre que encontrare
mérito para ello, expresándolo en su pronunciamiento, bajo pena de nulidad.

188
2- 2- Cuando la parte vencida en el proceso fuere un agente público o quien hubiera reclamado
un derecho previsional, en causas en materia de empleo público o previsional, las costas le serán
impuestas sólo si hubiere litigado con notoria temeridad.

2. Otros modos de terminación del proceso: allanamiento, desistimiento, conciliación,


transacción. Régimen aplicable.

ARTICULO 61º: Remisión.
 1.   Regirán en el proceso contencioso-administrativo, las disposiciones sobre el allanamiento, el
desistimiento, la conciliación y la transacción, contenidas en el Código Procesal Civil y Comercial, en
cuanto sean compatibles con el régimen del presente Código.
2.  Los representantes de los entes mencionados en el artículo 1° deberán estar expresamente autorizados
por la autoridad competente para proceder con arreglo a lo dispuesto en el inciso anterior agregándose a
la causa testimonio de la decisión respectiva.

El CCA dispone, en su art. 61, que regirán en el proceso contencioso-administrativo las disposiciones sobre
el allanamiento, el desistimiento, la conciliación y la transacción, contempladas en el CPCC, en cuanto sean
compatibles con el régimen del Código.
A tal efecto, en el inc. 2 del mismo art. exige que los representantes de los entes mencionados en el art. 1
estén expresamente autorizados por la autoridad competente, agregando a la causa testimonio de la decisión
respectiva.
DESISTIMIENTO: Terminación anormal de un proceso por el que el actor manifiesta su voluntad de
abandonar su pretensión, pero sin renunciar al derecho en que la basaba, es decir, que tiene la posibilidad de
poder plantear la misma litis posteriormente.
 
ARTÍCULO 304°CPCC: Desistimiento del proceso. En cualquier estado de la causa anterior a la sentencia,
las partes, de común acuerdo, podrán desistir del proceso manifestándolo por escrito al juez, quien sin más
trámite lo declarará extinguido y ordenará el archivo de las actuaciones.
Cuando el actor desistiera del proceso después de notificada la demanda, deberá requerirse la conformidad
del demandado, a  quien se dará traslado, notificándosele personalmente o por cédula, bajo apercibimiento
de tenerlo por conforme en caso de silencio. Si mediare oposición, el desistimiento carecerá de eficacia y
proseguirá el trámite de la causa.
ARTÍCULO 305°CPCC: Desistimiento del derecho. En la misma oportunidad y forma a que se refiere el
artículo anterior, el actor podrá desistir del derecho en que fundó la acción. No se requerirá la conformidad
del demandado, debiendo el juez limitarse a examinar si el acto procede por la naturaleza del derecho en
litigio, y a dar por terminado el juicio en caso afirmativo. En lo sucesivo no podrá promoverse otro proceso
por el mismo objeto y causa.
 ARTÍCULO 306°CPCC: Revocación. El desistimiento no se presume y podrá revocarse hasta tanto el juez
se pronuncie, o surja del expediente la conformidad de la contraria.
 

ALLANAMIENTO: El allanamiento supone la declaración expresa de voluntad del demandado de no


formular oposición, de conformarse con la pretensión planteada por el demandante, y, en consecuencia, de
que se dicte sentencia estimatoria.

ARTÍCULO 307° CPCC: Oportunidad y efectos. El demandado podrá allanarse a la demanda en cualquier


estado de la causa anterior a la sentencia.

189
El juez dictará sentencia conforme a derecho, pero si estuviere comprometido el orden público, el
allanamiento carecerá de efectos y continuará el proceso según su estado.

Cuando el allanamiento fuere simultáneo con el cumplimiento de la prestación reclamada, la resolución que
lo admita será dictada en la forma prescripta en el artículo 161°.

 TRANSACCIÓN: es el contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna
cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado. De donde se deduce que
son las mismas partes de la relación litigiosa las que ponen fin a la controversia, con los mismos efectos que
la decisión de un juez; de ahí que se haya dicho con acierto que la transacción es
un equivalente contractual de la sentencia.

ARTÍCULO 308°CPCC: Forma y trámite. Las partes podrán hacer valer la transacción del derecho en
litigio, con la presentación del convenio o suscripción de acta ante el juez. Este se limitará a examinar la
concurrencia de los requisitos exigidos por la ley para la validez de la transacción, y la homologará o no. En
este último caso continuará los procedimientos del juicio.

CONCILIACIÓN: La Conciliación es un Acto procesal consistente en que las partes recíproca y


voluntariamente ceden sus pretensiones a insinuación de un tercero, adquiriendo el acta de conciliación
carácter de cosa juzgada material y finalizando extraordinariamente el proceso o suspendiendo su inicio

ARTÍCULO 309°CPCC: Efectos. Los acuerdos conciliatorios celebrados por las partes ante el juez y
homologados por éste tendrán autoridad de cosa juzgada. Se procederá a su cumplimiento en la forma
establecida para el trámite de ejecución de sentencia.

3. Caducidad de instancia. Plazos

La caducidad de instancia es un modo de extinción del proceso que tiene lugar cuando en él no se han
realizados actos de impulso durante los plazos establecidos por la ley.-

ARTICULO 62º: Caducidad de la instancia.  Se producirá la caducidad de la instancia cuando no se


impulsare el curso del proceso dentro de los seis (6) meses, salvo en los procesos especiales reglados por el
Título II de este Código y el caso previsto en el artículo 21°, en los cuales el plazo será de tres (3) meses.
 
Con relación al instituto de la caducidad de la instancia, el art. 62 CCa establece los siguientes plazos de
inactividad procesal para que aquélla tenga lugar:
- 6 meses en el proceso ordinario.
- 3 meses en los procesos especiales regidos por el Título II de este código y en el proceso sumarísimo
de cese de vías de hecho. También es de 3 meses el plazo de caducidad en las actuaciones suscitadas con
motivo de la interposición de un recurso de apelación.

4. Ejecución de sentencia contra órganos y entes estatales. Tramite. Legislación de


emergencia. Actos administrativos posteriores a la sentencia.
Ejecución de la sentencia.

Antecedentes constitucionales en la provincia hasta la reforma de 1994.


190
Admitida la demandabilidad de la Provincia y la jurisdicción judicial exclusiva en la Constitución de 1854,
era en cierto modo predecible que la Constitución posterior, sancionada en 1889, atribuyera a la SCJ
provincial la potestad de mandar a cumplir directamente sus sentencias por las oficinas o empleados, si la
autoridad administrativa no lo hacía dentro de los 60 días de la respectiva ratificación.
El art. 159 de la Constitución de 1889 de la Provincia rezaba: “en las causas contencioso administrativas, la
Corte Suprema tendrá facultad de mandar cumplir directamente sus sentencias por las oficinas o empleados
respectivos, si la autoridad administrativa no lo hiciese dentro de los sesenta días de notificada la sentencia.
Los empleados a que alude este artículo serán responsables por la falta de cumplimiento de las disposiciones
de la Suprema Corte”. Este principio aparece reiterado en el art. 151 de la Constitución de 1934.
Este contexto constitucional previo, con una tradición jurídica constante a favor de la potestad judicial para
ordenar el cumplimiento de las sentencias, culminó su ciclo evolutivo en su pleno reconocimiento, tanto en
la constitución de 1994 como en el Código Contencioso Administrativo.

Como los efectos de la sentencia interesan, en primer lugar al vencido, la ley deja a su iniciativa la apertura
de los trámites de la ejecución. Se entiende que le otorga un título: el título ejecutorio. Debe entenderse este
como la facultad concedida al vencedor, de obtener que el órgano judicial disponga la ejecución coactiva de
la sentencia.
Trámite:
La ley 12008, en su art. 63, establece que cuando la sentencia haga lugar a la pretensión deducida contra la
Provincia, un municipio o un ente provincial o municipal, una vez consentida o ejecutoriada, el juez la
notificará a la parte vencida e intimará su cumplimiento dentro del término fijado en aquella. Esta
notificación deberá hacerse dentro de los 5 días del fallo. El procedimiento de ejecución se regirá por las
disposiciones del código Proc. Civil y com., en tanto no contradigan las del presente código
Si transcurriese el plazo previsto en al art. 163 de la Constitución provincial (60 días), sin que la autoridad
requerida objetase su ejecución ni diese cumplimiento a lo resuelto por el órgano jurisdiccional, la parte
vencedora en el juicio podrá pedir que aquel mande cumplir directamente lo dispuesto ene la sentencia
En tal caso, el juez ordenará a la autoridad correspondiente el cumplimiento de la sentencia, determinando
concretamente lo que aquella debe hacer y el plazo en que debe realizarlo.
Cuando la sentencia se ejecute contra particulares o contra entes públicos no estatales, se regirá por las
normas del CPCC.

ARTICULO 63º :  (Texto Ley 13101) Comunicación y trámite.


1.  Cuando la sentencia haga lugar a la pretensión deducida contra la Provincia, un Municipio o un ente
provincial o municipal, una vez consentida o ejecutoriada, el Juez la notificará a la parte vencida e
intimará su cumplimiento dentro del término fijado en aquélla. Esta notificación deberá hacerse dentro de
los cinco (5) días siguientes al fallo. El procedimiento de ejecución se regirá por las disposiciones del
Código Procesal Civil y Comercial, en tanto no contradigan las del presente Código.
2.  Si transcurriese el plazo previsto en el artículo 163 de la Constitución de la Provincia, sin que la
autoridad requerida objetase su ejecución ni diese cumplimiento a lo resuelto por el órgano jurisdiccional,
la parte vencedora en el juicio podrá pedir que aquél mande cumplir directamente lo dispuesto en la
sentencia.
3.  En tal caso, el Juez ordenará a la autoridad correspondiente el cumplimiento de la sentencia,
determinando concretamente lo que aquélla debe hacer y el plazo en que debe realizarlo.
4.  En caso de incumplimiento, los funcionarios involucrados incurrirán en la responsabilidad establecida
por el artículo 163 de la Constitución. Esta responsabilidad será solidaria con la del ente u órgano
respectivo y abarcará todos los daños que ocasione su irregular actuación.
5.  El Juez podrá adoptar de oficio todas las providencias y resoluciones que estime convenientes, para
poner en ejercicio la atribución que le confiere el artículo 163 de la Constitución.
 
 
Actos administrativos posteriores:
ARTICULO 64º :  Actuaciones administrativas durante la ejecución de la sentencia. Los actos
administrativos dictados como consecuencia de lo resuelto en la causa, provenientes de alguno de los entes

191
previstos en el artículo 1°, podrán ser impugnados en el propio procedimiento de ejecución de sentencia.
No darán lugar a un nuevo proceso, aunque se apartaren abiertamente de lo decidido en el fallo o, so
pretexto de cumplirlo, lo interpretaren en forma perjudicial a los derechos o intereses reconocidos o
restablecidos a la parte vencedora.
 
 Legislación de emergencia:
EL RÉGIMEN DE CONSOLIDACIÓN DE LA LEY 12836 En nuestra provincia rige, desde el año 2001, el
régimen de consolidación de deudas estatales
implantado por la ley 12.836, sus modificatorias y normas reglamentarias, que –en lo que aquí
importa- básicamente puede resumirse así:
a) Recepta para el Estado provincial la invitación explícitamente formulada por la ley análoga y
previa de emergencia económica, administrativa y financiera nacional (25.344), implantando en el
ámbito bonaerense similar contexto de emergencia;
b) Consolida todas las obligaciones originadas con anterioridad a la fecha de corte, establecida
para el ámbito provincial en el día 30/11/2001;
c) Estipula para la cancelación de las mismas un único esquema: la emisión de títulos públicos a
16 años ("bonos de consolidación", art. 8°);
d) No discrimina casos de urgente pago o situaciones excepcionales, tratando en idéntica forma a
los acreedores consolidados;
e) Fija una espera obligada de al menos 4 años antes del primer pago parcial y determina una
limitación concreta al número de bonos a emitirse;
f) La ley fue dictada en un contexto de profunda emergencia económica en el erario público
bonaerense, difiriendo en consecuencia al largo plazo los cumplimientos de obligaciones
(judiciales, en el caso) perentorias o inminentes.
Esta ley liminarmente fue reglamentada por dos normas del Ejecutivo provincial:
- Decreto 1578/02: reglamentario de aquella norma, establece el procedimiento de cobro
administrativo y regula que la cancelación se producirá perfeccionada la acreditación de los bonos
en la cuenta del acreedor; libera del régimen de consolidación –además- a las deudas inferiores a
$10.000;
- Resolución 237/02 del Ministerio de Economía provincial (B.O. 25/9/02): detalla más aún la
reglamentación, pero reconoce que aún no se han emitido los "Bonos" ni tampoco se han
suscripto los convenios pertinentes para su operatividad (arts. 6 in fine y 10).
Pero, conforme se demostrará en el siguiente punto, cada norma que sucesivamente se fue
dictando conllevó un agravamiento directo del derecho constitucional de propiedad de los
acreedores judiciales, al punto tal que aún hasta el presente la inercia estatal en reglamentar en
forma coherente y razonable aquella ley de consolidación 12.836 se ha tornado en el principal eje
de toda impugnación de inconstitucionalidad del régimen por completo.

En la causa "Mochi Ermanno" las objeciones concretas formuladas por la Corte Nacional a la legislación
provincial, fueron las siguientes: 1) "en primer lugar, que la legislación nacional establece que las
obligaciones que se cancelen en efectivo se atenderán con los recursos que al efecto disponga el Congreso
de la Nación en la ley de presupuesto de cada año, siguiendo el orden de prelación y cronológico que se
establecen en los arts. 7º y 8º de la ley 23.982, en un plazo máximo de dieciseis (16) años, para las deudas en
general, contados a partir de la fecha de corte (arts.14 ley 25.344 y 10 decreto reglamentario 1116/2000)" -o
sea el 31-12-99- . "En cambio, el régimen local no contempla el límite aludido (art.5 ley 13.436), de manera
que si eventualmente los recursos existentes no resultasen suficientes, podría extenderse más allá de lo
previsto en la legislación nacional la cancelación de lo adeudado, agravando la situación del acreedor,
extremo expresamente prohibido por el art.19 ley 23.982 (art. 5º ley 13.436)". 2) "En segundo término,la
legislación local extiende más allá de lo permitido el comienzo de la primera cuota de amortización de
capital e intereses de los títulos públicos. En efecto, el plazo para el pago de tales servicios se computa a
partir de la "fecha de emisión", que la ley local la fija el 30 de noviembre de 2001 y la nacional el 1º de
enero de 2000 (art.4 inciso d, decreto 1578/2002 y art.24 inciso a, decreto 1116/2000). .... si se admitiese la

192
aplicación de la ley al caso, comenzarían a percibir (los acreedores) la amortización del capital e intereses
en una fecha posterior a la establecida por la ley nacional. En efecto, los setenta y tres meses previstos para
el inicio del pago de dichos servicios comenzarían a contarse a partir de la fecha de emisión a la que se ha
hecho referencia, lo que importaría una demora de dos años con al régimen al que adhiere (art.10 de la ley
provincial 13.436 y art.4 inciso g, del decreto reglamentario 1576/2002, modificado por art.18 decreto
577/2006; arts.15 y 16 ley nacional 25.344 y art.24 decreto reglamentario 1116/2000)". 3) "...si bien el art.11
de la ley 13.436 modificó el art.18 de la ley 12.836, en cuanto eliminó el límite del 15% del cálculo de los
recursos de la Administración Central vigente al momento de emitir los títulos, lo cierto es que el decreto
reglamentario mantiene dicha limitación (art.4 inciso f, decreto 1578/2002 y arts.18 y 19 decreto
577/2006)." .
Sin embargo las circunstancias han variado con la sanción de la ley provincial 13.929 y especialmente con el
dictado del decreto Nº 201/10, reglamentario de dicha ley, publicado en el Boletín Oficial con fecha 16 de
mayo de 2010. En los considerandos de esta última norma se ha efectuado una breve reseña de los
antecedentes, indicando las objeciones formuladas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a las
soluciones legislativas brindadas a los fines de lograr la asimilación del régimen local a las normas
nacionales a las cuales adhirió la Provincia, para concluir en la necesidad de dictar las normas
reglamentarias que posibiliten "hacer operativo lo dispuesto en la ley N° 13.929".

5. Suspensión de la ejecución de sentencia.

El art. 65 del CCA prescribe la posibilidad de que la autoridad administrativa vencida en el juicio solicite al
tribunal la suspensión de la ejecución fundada en graves razones de interés público. Se trata de una
institución que ya estaba contemplada en el código Varela.
Frente al pedido de suspensión de la ejecución de la sentencia debe correrse traslado a la contraparte por 5
días, la que podrá oponerse ofreciendo la prueba que hace a su derecho, tramitando por vía incidental en un
plazo de 10 días.
En sentido concordante, la garantía que asegura el cumplimiento de la sentencia se encuentra en la exigencia
de que la suspensión sea imprescindible y que la petición vaya acompañada de un acto administrativo que
reconozca el compromiso de reparar los daños y perjuicios que pudiera provocar la suspensión de la
sentencia.

ARTICULO 65º: (Texto Ley 13101) Solicitud de suspensión.


1.  A los fines de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 63, cuando la Provincia, el municipio o el ente
provincial o municipal, vencidos en el proceso, considerasen imprescindible la suspensión de la ejecución
de la sentencia, por graves razones de interés público, podrán solicitarla al juez dentro de los veinte (20)
días después de notificada. En tal petición deberán asumir el compromiso de reparar los daños y perjuicios
que pudiere causar la suspensión, acompañando el acto administrativo que así lo autorice.
2.  De la solicitud de suspensión se correrá traslado por cinco (5) días a la contraparte. Si ésta se opusiere
y ofreciere prueba, el Juez abrirá el incidente a prueba por el plazo de diez (10) días.
3.  El juez dictará resolución dentro de los diez (10) días de encontrarse los autos en estado. Si resolviese
la suspensión de la ejecución del fallo, fijará el plazo correspondiente a su cumplimiento así como el monto
de la indemnización de los daños ocasionados, previo requerimiento de los informes que estimare
necesarios.
                       

6. Incumplimiento de la sentencia. Alcance de la responsabilidad. Clausula


constitucional (art 163 Const. Pcial. Bs. As.)

193
La responsabilidad en que incurran los funcionarios y empleados de la Administración que incumplen una
sentencia judicial tiene base constitucional, a tenor de lo prescripto en el art. 163: “Los empleados o
funcionarios judiciales a que alude este artículo serán responsables por el incumplimiento de las decisiones
judiciales”.
Al reglamentar dicho precepto, el CCA introduce 2 consecuencias que agravan la situación en la que se
encuentran los funcionarios y empleados que no cumplen las decisiones judiciales:
1) por una parte, la responsabilidad solidaria del funcionario con la del ente u órgano respectivo.
2) y por otra, la extensión de la responsabilidad, que no abarca todos los daños que ocasione el
incumplimiento, y procede tanto por falta personal como por falta de servicio.

Además, aún cuando el CCA no lo prescriba, la responsabilidad patrimonial frente al particular por el
incumplimiento de la sentencia es independiente de la responsabilidad personal, y no excluye la que pudiera
imputarle la propia Administración al funcionario por su conducta negligente o culpable.

7. Ejecución de la sentencia contra particulares y entes no estatales.

ARTICULO 66º  :  Ejecución de sentencias contra particulares y entes no estatales. La ejecución de


sentencias contra particulares y entes públicos no estatales, se regirá por las normas del Código Procesal
Civil y Comercial.
 
 
Proceso de Ejecución De Sentencia. Proceso de trámite de "ejecución forzosa", que dará cumplimiento a lo
ordenado en la sentencia La sentencia pasada con autoridad de cosa juzgada tiene carácter de título
ejecutivo; por ello, quien en virtud de aquella resulta deudor y no cumple la prestación debida, estará sujeto
a la "ejecución forzosa", que dará cumplimiento a lo ordenado en el fallo.

Jurisprudencia:

 Ejecución de sentencia. Leyes de consolidación. Excepciones. CSJN, caso “Iachemet, ML c/ Nación


Argentina”, sent 29-4-1993. SCBA, causa B60697, “Stavale c/IPS”, 14-11-2007
 Ley de consolidación provincial nº 12836. Inconstitucionalidad. CSJN, autos “Mochi, E y otra c/ Bs.
As s/daños y perjuicios, res 26-2-2008

194
Bolilla 11
Recursos ordinarios

1. Recurso de aclaratoria. Concepto. Plazo. Finalidad. Tramite

ARTICULO 52°:   (Texto según Ley 13101) Aclaratoria.


 
1.    Dentro de los cinco (5) días de notificada la sentencia definitiva las partes podrán deducir recurso de
aclaratoria, con el fin de corregir errores materiales, aclarar algún concepto ambiguo o contradictorio
del fallo o suplir cualquier omisión incurrida en el tratamiento y decisión de algunas de las pretensiones
planteadas y debatidas en el proceso.
 
2.    La aclaratoria será resuelta por el juez dentro de los cinco (5) días siguientes a su interposición, sin
substanciación alguna.
 
El recurso de aclaratoria es el remedio previsto para corregir o subsanar defectos o errores de orden material
o suplir las omisiones incurridas en el tratamiento y decisión de algunas de las pretensiones oportunamente
planteadas en el proceso.
De acuerdo con la redacción del CCA, 3 son los motivos por los que puede sustanciarse el recurso:
1) corrección de defectos materiales.
2) aclaración de conceptos ambiguos o contradictorios.
3) suplir las omisiones incurridas en el pronunciamiento acerca de cuestiones alegadas oportunamente
en el proceso.

El CCA, al igual que el CPCC y la mayoría de los códigos procesales provinciales, regula la aclaratoria
respecto de la sentencia definitiva. Sin embargo, y acertadamente, doctrina y jurisprudencia entienden que
también es admisible respecto de cualquier clase de resoluciones judiciales, aún las providencias simples.
Cabe destacar que, en caso de que la aclaratoria sea procedente, la decisión que la acoja integra un todo
inescindible con la decisión aclarada, por lo que puede ser impugnada al igual que ésta. En cambio, la
resolución que repele la vía de aclaratoria no es susceptible de otros recursos.

2. Recurso de reposición. Procedencia. Plazo. Formas de interposición. Casos


particulares. Resolución.

ARTICULO 53° (Texto Ley 13101) Reposición. Procedencia, plazo y forma de interposición.
1.  El recurso de reposición procederá contra las providencias simples o interlocutorias, a fin de que el
órgano que las haya dictado las revoque por contrario imperio.
      El recurso de reposición se interpondrá y fundará por escrito, dentro del plazo de tres (3) días al de la
notificación de la resolución; pero cuando ésta se dictare en una audiencia, deberá interponerse
verbalmente en el mismo acto. El juez deberá resolver sobre su admisibilidad y procedencia, sin más
trámite dentro de los cinco (5) días.
2.  Tratándose de providencias que causen un gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia
definitiva, la reposición podrá ser acompañada del recurso de apelación en subsidio. En su defecto, la
resolución que recaiga hará ejecutoria.
195
 
ARTICULO 54°: (Texto Ley 13101) Reposición. Casos particulares.
En los casos en que la resolución dependiere de hechos controvertidos, el juez podrá imprimir al recurso de
reposición, el trámite de los incidentes.
La reposición de providencias dictadas de oficio o a pedido de la misma parte que recurrió, será resuelta
sin substanciación
 
El recurso de reposición es el medio de impugnación por el que se solicita ante el mismo órgano judicial que
dictó una resolución que la modifique o revoque por contrario imperio.
A diferencia del CPCC, que sólo autoriza el uso de esta vía para recurrir providencias simples (que son
aquellas que tienden, sin sustanciación, al desarrollo del proceso u ordenan actos de mera ejecución), el
CCA permite también su ejercicio respecto de las resoluciones interlocutorias, esto es, las que resuelven
cuestiones que requieren sustanciación, planteadas durante el curso del proceso.
En lo que concierne al trámite del recurso, la Ley 13.101 ha oscurecido la redacción del art. 53. En efecto, la
reforma efectuada incorporó el siguiente párrafo: “El juez deberá resolver sobre su admisibilidad y
procedencia, sin más trámite dentro de los cinco (5) días”. Si bien la redacción podría llevar a entender que
el juez debe resolver la reposición sin sustanciación, es evidente que ello no puede ser aceptado, ya que se
estaría violando el principio de contradicción. En consecuencia, el sentido que corresponde otorgar a dicha
disposición es que el juez, previo traslado a la otra parte, deberá resolver el recurso dentro de los 5 días de
plazo otorgados.
Otra cuestión a destacar es que la resolución del recurso de reposición hará ejecutoria (ello significa que, una
vez desestimado, el recurrente no puede apelar la resolución respectiva), salvo que vaya acompañado del de
apelación en subsidio, lo cual puede ocurrir respecto de las providencias que causen un gravamen que no
pueda ser reparado por la sentencia definitiva.

3. Recurso de apelación. Procedencia. Plazo. Forma de interposición. Efectos. Apelación


contra sentencias definitivas. Diligencias procesales. Examen de admisibilidad y
concesión del recurso. Tramite de la alzada. Aplicación supletoria del CPCC

ARTICULO 55° : (Texto Ley 13101) Recurso de apelación. Procedencia.


1.  Las sentencias definitivas dictadas por el juez, serán susceptibles de recurso de apelación en las
condiciones establecidas en el presente Código.
2.  También serán apelables las siguientes sentencias:
a)  Las que declaren la inadmisibilidad de la pretensión procesal administrativa;
b)  Las que decidan sobre medidas cautelares;
c)  Las que aún recayendo sobre una cuestión incidental, terminen el litigio, hagan imposible su
continuación, afecten el cumplimiento de la sentencia, o generen un gravamen que no pueda ser
reparado por la sentencia definitiva.
3.    Igualmente procederá contra las providencias simples que causen un gravamen que no pueda ser
reparado por la sentencia definitiva.
4.    El recurso de apelación comprende el de nulidad por defectos de la sentencia.
ARTICULO 56° : (Texto Ley 13101) Plazo, forma de interposición y efectos
1.  El recurso de apelación contra las sentencias definitivas deberá ser interpuesto dentro de los diez (10)
días contados a partir del día siguiente al de su notificación. En los demás supuestos, el plazo para apelar
será de cinco (5) días.
2.  La apelación se interpondrá por escrito fundado, ante el juez cuya sentencia es impugnada.
3.  El escrito de apelación deberá contener la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que el
apelante considere equivocadas. No bastará con la mera remisión a presentaciones anteriores.

196
4.  Cuando la Cámara  que haya de conocer del recurso de apelación tuviere su asiento en distinta ciudad,
en el escrito de interposición y en su contestación, las partes deberán constituir domicilio en aquélla. La
parte que no hubiese cumplido este requisito será notificada por ministerio de la ley.
5.  El recurso de apelación tendrá efectos suspensivos. Exceptúase el supuesto de los recursos interpuestos
contra las providencias que dispongan medidas cautelares, en las que el juez resolverá conforme lo
señalado en el artículo 26.
ARTICULO 57°: (Texto Ley 12.310) Diligencias procesales procedentes en el recurso de apelación contra
las sentencias definitivas.
1.  En escrito de interposición de los recursos de apelación articulados contra sentencias definitivas en
procesos ordinarios, las partes podrán:
a)  Indicar las pruebas denegadas o que no hubiesen podido producirse antes de la sentencia, y que
tuvieren interés en practicar en razón de su importancia actual para la solución del litigio.
b)  Articular hechos nuevos, acaecidos después de dictada la sentencia de mérito, o conocidos con
posterioridad a la misma. Serán sustanciados juntamente con el recurso.
c)  En lo pertinente, el trámite probatorio y la articulación de hechos nuevos en instancia de apelación se
regirá por las normas previstas en el Libro I, Título IV, Capítulo IV, Sección 3ª Código Procesal Civil y
Comercial para el trámite de los recursos de apelación concedidos libremente.
2.  En los restantes supuestos de apelación, las partes no podrán ofrecer pruebas ni alegar hechos nuevos.
ARTICULO 58: (Texto Ley 13101) Examen de admisibilidad y concesión del recurso de apelación
 1.   Del recurso de apelación, el juez correrá traslado a la otra parte por igual plazo al señalado para su
interposición, el que se notificará personalmente o por cédula. Contestado el traslado o vencido el plazo
para hacerlo, dentro de los cinco (5) días siguientes, se remitirán a la Cámara de Apelaciones los autos
principales y los incidentes vinculados al recurso planteado.
2.  Recibidas las actuaciones, la Cámara examinará si el recurso reúne los requisitos de admisibilidad y
mediante resolución fundada se expedirá al respecto. En caso de declararlo inadmisible, se dispondrá la
devolución del expediente al juzgado de origen. En caso de considerarlo admisible, no habiéndose
articulado las diligencias procesales previstas en el artículo 57 inciso 1) o siendo éstas desestimadas, se
dictará la providencia de "autos" con el alcance previsto en el inciso 4) del presente artículo. En ambos
supuestos, la decisión correspondiente se notificará personalmente o por cédula.
3.  En la providencia que decida la concesión del recurso, se resolverá lo relativo a las diligencias
procesales que se hubieran peticionado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 inciso 1) del
presente Código.
4.  En el caso de admitirse las diligencias a que se refiere el artículo 57 inciso 1) del presente Código, una
vez cumplidas o vencidos los plazos correspondientes, se dictará la providencia de "autos" y, consentida
que fuera, el expediente pasará al acuerdo sin más trámite.
5.  La caducidad de la instancia se regirá por las reglas del Código Procesal Civil y Comercial.
 
ARTICULO 59°: (Texto Ley 12.310) Sentencia dictada en recurso de apelación
 1.   El orden de estudio y votación de las causas para pronunciar la sentencia, será determinado por
sorteo, el que se realizará por lo menos dos veces en cada mes.
2.  La sentencia de  la Cámara de Apelaciones deberá dictarse dentro del plazo de treinta (30) días.
3.  En el caso de recursos de apelación contra resoluciones sobre medidas cautelares la resolución del
Tribunal de Alzada sobre la admisibilidad y procedencia de la medida cautelar deberá dictarse dentro
del plazo de cinco (5) días.
4.  Sin perjuicio de la aplicación de las normas de  la Ley 12.074, en cuanto a las formas y contenidos de la
sentencia de Cámara regirán en lo pertinente las disposiciones previstas en el Libro I, Título IV,
Capítulo IV, Sección 3ª del Código Procesal Civil y Comercial.

Es el medio de impugnación más importante y de mayor uso, por el cual se requiere de un segundo órgano
judicial la revocación o modificación de una resolución judicial que padece vicios in iudicando.
Según lo dispone el art. 55 incs. 1 y 2 CCA, son susceptibles de ser apeladas las siguientes resoluciones:
1) sentencias definitivas, esto es, aquellas que ponen fin al proceso, en las que el órgano judicial se
pronuncia sobre el fondo de la cuestión planteada.

197
2) resoluciones interlocutorias:
a. que declaren la inadmisibilidad de la pretensión procesal administrativa.
b. que decidan sobre medidas cautelares.

c. que, aún recayendo sobre una cuestión incidental, terminen el litigio, hagan imposible su
continuación, afecten el cumplimiento de la sentencia, o generen un gravamen que no pueda ser reparado
por la sentencia definitiva.
3) providencias simples que causen gravamen irreparable.
En lo que se refiere el plazo para la interposición del recurso:
- 10 días cuando se impugnen sentencias definitivas.
- 5 días en los demás supuestos.
En todos los casos el plazo se computa a partir del día siguiente al de la notificación del acto recurrido.
El recurso debe presentarse por escrito fundado ante el mismo juez que dictó la resolución apelada. En este
aspecto, el CCA se diferencia del régimen del CPCC, donde el procedimiento de apelación se lleva a cabo
en 2 fases: la de interposición del recurso y la de fundamentación del mismo.

La fundamentación del escrito deberá consistir en la crítica concreta y razonada de las partes del fallo que se
consideren equivocadas; no cumple con esta exigencia la mera remisión a presentaciones anteriores. La
ausencia o carencia en la fundamentación del recurso acarrea la deserción del mismo.

Respecto a las formas de interposición, podrá interponerse tanto en forma autónoma como en subsidio del
recurso de reposición.

Jurisprudencia:
 Recurso de aclaratoria. Alteración sustancial de la sentencia definitiva. Exceso de jurisdicción CSJN,
“Pastrana”, sent 1-4-2008

198
Bolilla 12
Recursos extraordinarios

1. Recursos extraordinarios. Procedencia. Tramite y aplicación del CPCC

Recursos extraordinarios provinciales.


Las decisiones definitivas o asimilables a tales de las Cámaras de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo son
susceptibles de ser impugnadas dentro del plazo de 10 días, mediante escrito fundado presentado ante la Cámara, por
los recursos de INCONSTITUCIONALIDAD, INAPLICABILIDAD DE LEY Y NULIDAD.

ARTICULO 60°: (Texto Ley 13101) Recursos extraordinarios.


1. Contra las sentencias definitivas de las Cámaras de Apelaciones procederán los recursos
extraordinarios previstos en la Constitución de la Provincia, aplicándose en lo pertinente las normas
previstas en el Código Procesal Civil y Comercial, salvo disposición expresa en contrario.
2. El de inaplicabilidad de ley sólo será admisible cuando el valor de lo cuestionado ante la instancia
extraordinaria exceda, respecto de cada recurrente, la suma fijada por el Código Procesal Civil y
Comercial.
3. No será de aplicación en el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley lo dispuesto en los
artículos 278 y 280 del Código Procesal Civil y Comercial sobre valor del litigio y depósito previo cuando
el mismo se interponga contra Sentencias que recaigan en materia de impugnaciones a resoluciones del
Tribunal de Cuentas y Fiscal de Apelación.

1.1. Recurso extraordinario de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal . Procedencia.


Plazos y formalidades. Condiciones de admisibilidad. Excepciones al valor del
litigio y depósito previo. Queja por denegatoria o declaración de deserción.
Contenido de la sentencia

Esta vía recursiva puede ser fundada en la violación o aplicación falsa o errónea de la ley o de la doctrina legal.
La doctrina elaborada por la SCJBA enseña que la violación de la ley o la doctrina implica la negación directa del
precepto legislativo, en tanto su aplicación falsa o errónea está constituida por el error de relación entre la ley y los
hechos. Viola la ley quien desconoce su significado; la aplica falsa o erróneamente quien comprende su verdadero
sentido pero la aplica respecto de hechos no previstos en sus disposiciones.
Por su parte, a los efectos de este recurso, se considera doctrina legal la que surge de los fallos del superior tribunal de
la provincia, pero no la que deriva de los principios generales del derecho o de la jurisprudencia de otros tribunales, o
de la opinión de los autores.

RECURSO DE INAPLICABILIDAD (CPCC)


Procedencia:
ARTÍCULO 278°: (Texto según Ley 14141) Resoluciones Susceptibles del Recurso. El recurso extraordinario de
inaplicabilidad de la ley o doctrina legal procederá contra las sentencias definitivas de las Cámaras de Apelaciones y
de los Tribunales Colegiados de Instancia Única, siempre que el valor del agravio exceda la suma equivalente a
quinientos (500) jus arancelarios.
Si hubiese litisconsorcio, el recurso sólo será admisible si hicieren mayoría los que, individualmente, reclamen más
de dicha suma.
A los efectos del recurso se entenderá por sentencia definitiva la que, aún recayendo sobre cuestión incidental,
termina la litis y hace imposible su continuación.
ARTÍCULO 279°: Plazo y formalidades. El recurso deberá interponerse por escrito, ante el Tribunal que haya
dictado la sentencia definitiva y dentro de los diez días siguientes a la notificación.
199
Tendrá que fundarse necesariamente en alguna de las siguientes causas:
1°) Que la sentencia haya violado la ley o doctrina legal.

2°) Que la sentencia haya aplicado erróneamente la ley o la doctrina legal.

El escrito por el que se deduzca deberá contener, en términos claros y concretos, la mención de la ley o de la
doctrina que se repute violada o aplicada erróneamente en la sentencia, indicando igualmente en qué consiste la
violación o el error.
Excepciones al valor del litigio y deposito previo
ARTÍCULO 280°: (Texto Ley 14141). Depósito Previo: Constitución de Domicilio. El recurrente al interponerlo
acompañará un recibo del Banco de la Provincia de Buenos Aires del que resulte haberse depositado a disposición
del Tribunal que pronunció la sentencia impugnada, una cantidad equivalente al diez (10) por ciento del valor del
litigio, que en ningún caso podrá ser inferior a la suma equivalente a cien (100) jus arancelarios, ni exceder de la
equivalente a quinientos (500) jus.
Si el valor de litigio fuera indeterminado o no susceptible de apreciación pecuniaria, el depósito deberá ser efectuado
por la suma equivalente a cien (100) jus arancelarios.
No tendrán obligación de depositar cuando recurran, quienes gocen del beneficio de litigar sin gastos, los
representantes del Ministerio Público, y los que intervengan en el proceso en virtud del nombramiento de oficio o por
razón de un cargo público.
Si se omitiere el depósito o se lo efectuare en forma insuficiente o defectuosa, se hará saber al recurrente que deberá
integrarlo en el término de cinco (5) días con determinación del importe, bajo apercibimiento de denegar el recurso
interpuesto o declararlo desierto, según fuere el caso. El auto que así lo ordene se notificará personalmente o por
cédula.
Al interponer el recurso la parte que lo dedujere constituirá domicilio en la ciudad de La Plata, o ratificará el que
allí ya tuviere constituido y acompañará copia para la contraparte que quedará a disposición de ésta en la Mesa de
Entradas.
La parte que no hubiera constituido domicilio en la Capital de la Provincia quedará notificada de las providencias de
la Suprema Corte por ministerio de la ley.
ARTÍCULO 281°: Condiciones de admisibilidad. Presentado el recurso, el tribunal examinará sin más trámite:
1°) Si la sentencia es definitiva.
2°) Si lo ha interpuesto en término.
3°) Si se han observado las demás prescripciones legales.
Enseguida se limitará a dictar la resolución admitiendo o denegando el recurso. Esta resolución será fundada.
Cuando se admita el recurso se expresará que concurren para hacerlo todas las circunstancias necesarias al
respecto, que se referirán; cuando se deniegue, se especificarán con precisión las circunstancias que falten.
ARTÍCULO 282°: (Texto Ley 10.481) Remisión del expediente: Si el Tribunal concedente no tuviere su asiento en la
ciudad de La Plata, la resolución que admite el recurso contendrá emplazamiento al recurrente para que dentro de
cinco (5) días, entregue en Mesa de Entradas y en sellos postales, el valor del franqueo que corresponda para la
remisión de los autos a la Suprema Corte y su oportuna devolución por ésta.
La remisión y devolución se hará de oficio en el caso de las indicadas en el apartado tercero del artículo 280°.
Si el recurrente omitiere entregar el franqueo, se la declarará de oficio desierto recurso y se le aplicarán las costas.
Los autos serán enviados a la Corte dentro de los dos (2) días siguientes de quedar las partes notificadas de la
concesión del recurso o de quedar los mismos en estado para su remisión.
Las resoluciones a que se hace referencia en este artículo, se notificarán por cédula.
ARTÍCULO 283°: (Texto Decreto-Ley 8.689/77) Providencia de autos. Recibido el expediente en la Corte, el
Secretario dará cuenta y el Presidente, previa vista, cuando corresponda, al Procurador General, dictará la
providencia de “autos”, que será notificada en el domicilio constituido por los interesados. Las demás providencias
quedarán notificadas por ministerio de la ley.
ARTÍCULO 284°: (Texto Decreto-Ley 8.689/77) Memorial. Dentro del término de diez días contados desde la
notificación de la providencia de “autos”, cada parte podrá presentar una memoria relativa a su recurso o al
interpuesto por la contraria.
Queda prohibido el ofrecimiento de pruebas y la alegación de hechos nuevos.
ARTÍCULO 285°: Desistimiento del recurrente. En cualquier estado del recurso podrá desistir del mismo el
recurrente; perderá entonces el 50% de su depósito y se le aplicarán las costas.
ARTÍCULO 286°: Plazo para resolver. La sentencia se pronunciará dentro de los 80 días, que empezarán a correr
desde que el proceso se encuentre en estado. Vencido el término, las partes podrán solicitar despacho dentro de los
10 días.

200
ARTÍCULO 287°: (Texto Ley 10172) Acuerdo. Las cuestiones relativas a la aplicabilidad de la ley o doctrina serán
formuladas previamente.
El voto será fundado y se emitirá separadamente sobre cada una de las cuestiones a decidir y en el mismo orden en
que hayan sido establecidas.
La sentencia que se acuerde deberá reunir mayoría absoluta de votos.
ARTÍCULO 288°: (Texto Ley 10172) Sentencia. Terminado el acuerdo se pronunciará inmediatamente sentencia de
conformidad a la opinión de la mayoría y se redactará en el Libro de Acuerdos y Sentencias, precedida de la versión
íntegra del acuerdo, que asimismo deberá transcribirse y firmarse en los autos.
ARTÍCULO 289°: Contenido de la sentencia. Cuando la Suprema Corte estimare que la sentencia recurrida ha
violado o aplicado erróneamente la ley o doctrina, su pronunciamiento deberá contener:
1°) Declaración que señale la violación o errónea aplicación de la ley o doctrina que fundamentó la sentencia.
2°) Resolución del litigio, con arreglo a la ley o doctrina que se declaran aplicables.
Cuando entendiere que no ha existido violación ni errónea aplicación de la ley o doctrina, así lo declarará
desechando el recurso y condenando al recurrente el pago de las costas.

ARTÍCULO 290°: Revocatoria contra las resoluciones dictadas durante la sustanciación. Salvo lo dispuesto en este
Capítulo con respecto a determinadas resoluciones, las providencias de trámite y las sentencias interlocutorias
dictadas por la Corte durante la sustanciación del recurso, serán susceptibles del de revocatoria.

ARTÍCULO 291°: Notificación y devolución. Notificada la sentencia se devolverá el expediente al tribunal de origen
sin más trámite.
ARTÍCULO 292°: Queja por denegatoria o declaración de deserción. Requisitos y efectos. Si la Cámara o el
Tribunal denegare el recurso o concedido lo declarare desierto, podrá recurrirse en queja ante la Suprema Corte,
dentro de los cinco días, con la ampliación que corresponda en razón de la distancia.
Al interponerse queja se acompañará:
1°) Copia, certificada por el letrado del recurrente, de la sentencia recurrida, de la de primera instancia (cuando
hubiere sido revocada), del escrito de interposición del recurso y del auto que lo deniegue y lo declare desierto.
2°) Los demás recaudos necesarios para individualizar el caso y el tribunal.
Presentada la queja la Corte decidirá, dentro de los cinco días y sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o
mal denegado o declarado desierto. Si se diere cualquiera de los dos últimos casos se procederá como lo determina
al apartado 3) del artículo 283°. Si se declarare bien denegado o desierto el recurso, se aplicarán las costas al
recurrente.
Mientras la Corte no conceda el recurso, no se suspenderá la sustanciación del proceso, salvo que la misma requiera
los autos para resolver la queja, y ello desde que el Tribunal reciba la requisitoria.
ARTÍCULO 293°: Reintegro del depósito. Se ordenará la devolución del depósito al recurrente: cuando se le
deniegue el recurso, en cuyo caso el pedido de su extracción implicará consentir la denegatoria, y, cuando,
concedido por el Tribunal o declarado por la Corte como mal denegado, su resultado le fuere favorable.
ARTÍCULO 294°: Pérdida del depósito. Perderá el depósito el recurrente: cuando, concedido el recurso por el
Tribunal o declarado por la Corte como mal denegado, su resultado no le fuere favorable, y, cuando dicho Tribunal
declare bien denegado el recurso.
No obstante lo dispuesto precedentemente la Corte podrá, en atención a la naturaleza de la cuestión resuelta o a la
forma en que ella lo ha sido, disponer se devuelva al recurrente hasta un 50% del importe de su depósito.
ARTÍCULO 295°: Destino del depósito. Los depósitos que queden perdidos para los recurrentes se aplicarán al
destino que fije la Suprema Corte.

1.2. Recurso extraordinario de nulidad. Procedencia. Tramite. Contenido de la


sentencia.
Este medio de impugnación es la vía idónea para cuestionar los supuestos de violación de las formas que la
Constitución provincial ha establecido, en los arts. 168 y 171, como básicas para los pronunciamientos judiciales de
última instancia.
De ese modo, los únicos motivos que permite el uso de este remedio extraordinario son los siguientes:
1) ausencia de fundamentación legal.
2) falta de voto individual de los jueces que componen el tribunal en cada una de las cuestiones esenciales a
decidir.
3) no concurrencia de mayoría de opiniones.
4) omisión de tratamiento de las cuestiones esenciales que componen el litigio.
201
Este recurso sólo contempla un limitado aspecto del error in procedendo, ya que los defectos acaecidos en la
sustanciación del proceso, anteriores al fallo de última instancia, le son ajenos.

Su objeto es, pues, asegurar la observancia de ciertas formas impuestas a la sentencia de última instancia, precisando
su contenido decisorio.

RECURSO DE NULIDAD EXTRAORDINARIO (CPCC)


ARTÍCULO 296°: (Texto según Ley 13520) Resoluciones recurribles y causales. El recurso de nulidad
extraordinario procederá cuando las sentencias definitivas de las Cámaras de Apelación o Tribunales Colegiados de
Instancia Unica, hayan sido dictadas con violación de las exigencias previstas por los artículos 168° y 171° de la
Constitución de la Provincia.
ARTÍCULO 297°: (Texto Decreto-Ley 8.689/77) Trámite. Remisión. Regirán las normas de los artículos 278° último
párrafo, 280° último párrafo y, en lo pertinente, las de los artículos 279°, 281° a 288° y 290° a 292°. Deberá oírse al
Procurador General.
ARTÍCULO 298°: Contenido de la sentencia. Cuando la Suprema Corte lo acogiera, se declarará nula la sentencia
recurrida y se remitirá la causa a otro tribunal para que la decida nuevamente. En este supuesto se aplicará a cada
juez del tribunal una multa idéntica a la establecida por el artículo 45°, siempre que, a juicio del tribunal, existiera
manifiesta o inexcusable infracción a los preceptos constitucionales aludidos. Cuando la Corte estimare que no ha
existido infracción a las precitadas disposiciones de la Constitución, así lo declarará, desestimando la
impugnación y condenando al recurrente en las costas causadas.

1.3. Recurso extraordinario de inconstitucionalidad. Causal. Plazo. Forma.


Fundamentación. Contenido de la sentencia.

El recurso extraordinario de inconstitucionalidad es el medio idóneo para impugnar una ley, decreto, ordenanza o
reglamento por contrariar alguna cláusula de la Constitución de la provincia, siendo ajenas a este remedio las
alegaciones relativas a la CN.
Asimismo, la SCJBA ha precisado que el recurso en análisis no es procedente si, en lugar de cuestionarse la validez
constitucional de las normas antes referidas, se impugna sólo la de la propia sentencia.
Tampoco se puede denunciar por medio de este recurso la violación de un precepto legal de orden nacional pues, en
tal caso, corresponde la impugnación del decisorio por el carril de la inaplicabilidad de ley.

RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (CPCC)


ARTÍCULO 299°: Resoluciones recurribles. Causal. El recurso extraordinario de inconstitucionalidad
procederá contra las sentencias definitivas de los jueces o tribunales de última o única instancia, cuando en
el proceso se haya controvertido la validez de una ley, decreto, ordenanza o reglamento, bajo la pretensión
de ser contrarios a la Constitución de la Provincia y siempre que la decisión recaiga sobre ese tema.
ARTÍCULO 300°: (Texto Decreto-Ley 8689/77) Plazo, forma y fundamentación. El recurso se interpondrá
en la forma y plazo establecidos por el artículo 279° y deberá fundarse necesariamente en la causal
prevista por el artículo anterior.
ARTÍCULO 301°: Examen previo. El juez o el Tribunal, sin sustanciación alguna, examinará las
circunstancias siguientes:
1°) Si el caso se encuentra comprendido en el artículo 299°.
2°) Si se ha interpuesto en término.
Enseguida procederá como lo establece el apartado 2) del artículo 281°.
ARTÍCULO 302°: (Texto Decreto-Ley 8689/77) Trámite. Remisión. Regirán las normas de los artículos
278° último párrafo, 280° último párrafo, y, en lo pertinente, las de los artículos 279°, 281° a 288° y 290° a
292°. Deberá oírse al Procurador General.
ARTÍCULO 303°: Contenido de la sentencia. En su decisión, la Suprema Corte declarará si la disposición
impugnada es o no contraria a la Constitución de la Provincia. En el segundo caso desestimará el recurso
condenando al recurrente en las costas causadas.

202
2. Recurso extraordinario Federal (art 14 de la ley nº48 y arts 256 y concs., CPCC)

Recurso extraordinario LEY 48.


Por medio de este recurso, las sentencias definitivas de los tribunales (locales o federales) que sean
contrarias a la Constitución Nacional, podrán ser llevadas en grado de apelación y en última instancia ante la
CSJN, para que ella revise dichas sentencias.

Art. 14. – Una vez radicado un juicio ante los Tribunales de Provincia, será sentenciado y fenecido en la
jurisdicción provincial, y sólo podrá apelarse a la Corte Suprema de las sentencias definitivas
pronunciadas por los tribunales superiores de provincia en los casos siguientes:
1° Cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un Tratado, de una ley del Congreso, o de
una autoridad ejercida en nombre de la Nación y la decisión haya sido contra su validez.
2° Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de Provincia se haya puesto en cuestión bajo la
pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los Tratados o leyes del Congreso, y la decisión
haya sido en favor de la validez de la ley o autoridad de provincia.
3° Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o de un Tratado o ley del Congreso, o una
comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional haya sido cuestionada y la decisión sea contra la
validez del título, derecho; privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de litigio.

Requisitos.
La procedencia del recurso extraordinario se encuentra subordinada al cumplimiento de ciertos requisitos,
tanto de forma como de fondo, que deben ser observados cualquiera sea la importancia de las cuestiones
debatidas.
Requisitos comunes:
1. intervención anterior de un tribunal de justicia: para que proceda el recurso extraordinario es
necesario que haya intervenido un tribunal de justicia, es decir, alguno de los órganos permanentes
del Poder Judicial de la Nación o de las Provincias.
2. que haya existido un juicio: es decir, un proceso. La Corte ha dicho que, a los efectos del recurso
extraordinario, es “juicio” todo asunto susceptible de ser llevado ante los tribunales de justicia
mediante alguno de los procedimientos establecidos por la ley.
3. que se trate de una cuestión judiciable: se entiende por tal toda cuestión que pueda ser decidida por
los jueces en ejercicio de su específica función judicial.
4. que exista gravamen: la resolución apelada debe causar gravamen al recurrente. El gravamen debe
ser actual; los agravios potenciales, hipotéticos o conjeturales no bastan para sustentar el recurso.
5. que subsistan los requisitos: porque de lo contrario la resolución de la Corte podría resultar
innecesaria.

Requisitos propios:
1. que se trate de una cuestión federal y que ella sea decisiva para la solución del pleito: son cuestiones
federales los casos enumerados por el mismo art. 14, y se pueden clasificar en:
 cuestiones federales simples: son aquellas que versan sobre la interpretación o inteligencia de alguna
cláusula de la Constitución, ley del Congreso o tratado internacional.
 cuestiones federales complejas: son las que versan sobre conflictos entre una norma o un acto
nacional o local, con la Constitución nacional.
Las cuestiones federales que den lugar al recurso extraordinario deben ser cuestiones de derecho. Las
cuestiones de hecho quedan excluidas.
La cuestión federal debe tener relación directa e inmediata con la materia del pronunciamiento, lo cual
ocurre cuando la cuestión federal es decisiva para la resolución del pleito.
2. que la sentencia sea contraria al derecho federal invocado por el recurrente: es decir, contraria a un
derecho fundado en la Constitución Nacional o en una ley federal, alterando el orden de primacía que

203
establece el art. 31 del mismo cuerpo normativo. No procede el recurso cuando la sentencia es a favor del
derecho federal.
3. que se trate de una sentencia definitiva: a los efectos de este recurso, se entiende por sentencia
definitiva aquella que pone fin al pleito o impide su continuación. Además, la Corte equiparó a las
sentencias definitivas las resoluciones que causen un gravamen irreparable.
4. que haya sido dictada por un tribunal superior: tribunal superior es aquél cuyo fallo sobre la cuestión
federal no puede ser revisado por otro tribunal en el orden local, de modo que sólo quede la apelación ante la
CSJN.

Requisitos formales:
1. planteamiento oportuno y concreto de la cuestión federal: el planteamiento debe ser oportuno y
concreto. “concreto” significa que debe mencionarse concretamente el derecho que se estima desconocido.
2. interposición del recurso respetando requisitos de forma:

 se debe interponer ante el mismo juez que dictó la resolución recurrida; no cabe interponerlo
directamente ante la CSJN. Además, se debe fundar en el mismo escrito de interposición.

 el recurso debe bastarse a sí mismo, indicándose claramente de qué manera resulta violada la CN, el
tratado, etc., y de modo tal que su lectura permita al tribunal decidir acerca de su procedencia.

 el plazo de interposición del recurso es de 10 días, contados desde la notificación de la sentencia;


este plazo tiene carácter perentorio e individual (corriendo en forma independiente para cada parte)
y no se interrumpe por la interposición de otros recursos.

 tiene efecto suspensivo.

3. Jurisdicción supranacional. Tramite ante la Comisión y Corte Interamericana de


derechos humanos
Según el artículo 23 del Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “cualquier persona o
grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados miembros de la OEA
puede presentar a la Comisión peticiones en su propio nombre o en el de terceras personas, referentes a la presunta
violación de alguno de los derechos humanos reconocidos, según el caso, en la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos ”.
Las peticiones individuales presentadas ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos son
conocidas, primeramente, por la Comisión Interamericana y, en caso de que cumpla con determinados
requisitos, posteriormente, por la Corte Interamericana. A grandes rasgos, el trámite normal de una petición
individual se visualiza de la siguiente manera:
Presentación de una petición individual la comisión interamericana conoce el caso y emite un fallo la
comisión somete el caso a la IDH la corte interamericana conoce el caso y emite un fallo

Tramite ante la Comisión interamericana de derechos humanos:


Podría decirse que, ante la CIDH, la petición individual tiene dos fases principales, a saber: una de análisis
de admisibilidad y una de conocimiento de fondo del asunto.
Es importante señalar que en situaciones excepcionales la Comisión podrá diferir el tratamiento de la
admisibilidad hasta el debate y decisión sobre el fondo del asunto.
Procedimiento de admisibilidad: Esta fase del procedimiento ante la CIDH consta de los pasos descritos a
continuación:
1. Una vez presentada la denuncia, la Comisión realiza un análisis de admisibilidad en el que evalúa si la
petición reúne los requisitos siguientes:
204
• Los hechos que se presenten deben constituir violaciones a los derechos que se encuentran establecidos en
la Convención o en cualquier otro tratado que forme parte del Sistema Interamericano que le otorgue
competencia a los órganos del sistema en razón de la materia. Ello, siempre y cuando la petición individual
se presente contra un Estado que haya ratificado la Convención Americana pues, en caso contrario, deberá
vincularse a un derecho protegido por la Declaración Americana.
• Se deben haber interpuesto y agotado los recursos de la jurisdicción interna mediante los cuales se pudiera
haber resuelto de manera efectiva el caso alegado.
• La petición debe haberse presentado en un plazo máximo de seis meses, contados a partir de la fecha en la
que se le notificó a la víctima la última decisión adoptada por una autoridad judicial dentro del recurso que
se promovió en la sede nacional.
• La denuncia no debe estar siendo conocida en otro proceso internacional ni debe haber sido sometida al
conocimiento de la Comisión Interamericana con anterioridad.
• La petición debe incluir el nombre, la nacionalidad, la profesión, el domicilio y la firma de la persona o
personas o del representante legal que somete la petición. De conformidad con lo estipulado en el artículo 47
de la CADH, cuando una petición no cumpla con los requisitos anteriormente señalados, se deberá declarar
inadmisible. No obstante, hay que aclarar que si los requisitos faltantes están relacionados con la forma y no
con el fondo del asunto la CIDH tiene la facultad de solicitar al peticionario que subsane o complemente
dichos requisitos, todo ello dentro de un plazo razonable.
Asimismo, la Comisión Interamericana también podrá declarar inadmisible una petición cuando:
• Los hechos expuestos no constituyan una violación a los derechos humanos.
• La petición no tenga ningún fundamento jurídico ni fáctico, siendo evidente su improcedencia.
• Sea una copia o una reproducción de una petición ya examinada por la Comisión o por otro organismo
internacional. La identidad del peticionario no será revelada, salvo mediante su autorización expresa. La
solicitud de información al Estado no constituirá un prejuzgamiento sobre la decisión de admisibilidad que
adopte la Comisión.
2. Luego del análisis de admisibilidad, la CIDH dará trámite a las peticiones que reúnan los requisitos
exigidos. Como consecuencia de ello, la CIDH remitirá al Estado denunciado la petición de la víctima, con
el objeto de que éste presente su respuesta o informe en un plazo máximo de dos meses. La Secretaría
Ejecutiva puede evaluar solicitudes de prórroga que estén debidamente fundadas. Sin embargo, no se
concederán prórrogas que excedan de tres meses contados a partir de la fecha del envío de la primera
solicitud de información al Estado. En esa línea, cuando el caso sea considerado de gravedad y extrema
urgencia, la Comisión podrá solicitar al Estado su pronta respuesta e, incluso, utilizar los medios que
consideren más expeditos.
Por otro lado, la normativa interamericana es clara al señalar que esta solicitud de información al Estado “no
prejuzgará sobre la decisión de admisibilidad” que pueda adoptar la Comisión.
3. Presentado el informe por parte del Estado, se le trasladará a la víctima para que ésta presente sus
observaciones, ya sea por escrito o en una audiencia oral.
4. Examinada la petición, y luego de recibir o escuchar las observaciones de las partes, la
Comisión puede adoptar una de tres decisiones:
• Declarar inadmisible la petición si no se cumplen los requisitos exigidos o si existe alguna causal de
inadmisibilidad;
• declarar admisible la petición si consta evidencia que refleje una posible violación a los derechos humanos.
Es con esta resolución que la petición se transforma en caso y se procede al análisis de fondo; o
• abrir el caso, pero diferir el tratamiento de la admisibilidad hasta el debate y decisión sobre el fondo.
Es importante resaltar que ni la adopción del informe de admisibilidad ni el hecho de diferir la admisibilidad
hasta la etapa de fondo implica un prejuzgamiento sobre el fondo del asunto.
Además de poder declarar la petición admisible, inadmisible o diferir su decisión al respecto, la Comisión
puede archivar el expediente en cualquier momento del procedimiento, previa notificación a los
peticionarios, si es que no existen o subsisten los motivos de la petición o no se cuente con la información
necesaria para alcanzar una decisión sobre la petición.
Procedimiento sobre el fondo:

205
5. Declarada la admisión de la petición, la Comisión fijará un plazo de tres meses para que los peticionarios
presenten sus observaciones adicionales sobre el fondo. Posteriormente, lo relevante de dichas
consideraciones será remitido al Estado denunciado para que, en tres meses, presente sus observaciones.
6. Acto seguido, y previo a pronunciarse sobre el fondo, la Comisión Interamericana buscará una solución
amistosa. En esta fase se invitará a las partes a buscar un acuerdo sobre lo planteado
y así encontrar una solución amistosa al asunto. La duración de esta etapa será determinada por la misma
CIDH de forma discrecional.
Pueden ser dos los resultados de esta etapa de solución amistosa, a saber:
• Si se llega a un acuerdo, la Comisión aprobará un informe con una breve exposición de los hechos y de la
solución lograda, lo transmitirá al peticionario y al Estado denunciado, y lo publicará.
• De no llegarse a una solución amistosa, el caso seguirá su curso normal. Aunado a ello, es importante
señalar que la solución amistosa podrá intentarse en cualquier etapa del trámite, por lo que no es exclusiva
de esta fase.
7. Así, si no se llegó a un acuerdo amistoso, la Comisión iniciará su propia investigación a efecto de
determinar si los hechos denunciados efectivamente constituyen una violación a los derechos humanos. Ésta
la realizará utilizando distintas herramientas:
• Puede solicitar de oficio, es decir, sin que ninguna de las partes se lo pida, información adicional de
cualquier tipo, ya sea a la persona que actúa como peticionaria o al Estado que ha sido denunciado.
• Puede llevar a cabo audiencias públicas o, excepcionalmente, privadas entre las partes con el fin de recibir
prueba, testimonios, peritajes y la exposición de las partes sobre los puntos en controversia.
• Puede, cuando lo considere pertinente, realizar investigaciones in loco, es decir, que los comisionados o
comisionadas visiten el Estado denunciado.
Es importante indicar que la Comisión deberá presumir como verdaderos los hechos alegados en la petición,
que sean de conocimiento del Estado a través de la remisión de información del proceso, siempre y cuando
éstos no hayan sido controvertidos por el Estado en el plazo otorgado para ello y sólo cuando tal presunción
no resulte contraria a la prueba presentada.
8. Luego de estudiar y analizar el caso, la Comisión deberá deliberar y decidir mediante votación si han
existido las violaciones alegadas. En este caso, la CIDH procederá de la siguiente manera:
• Si determina que no hubo violación en el caso presentado, la Comisión lo manifestará en su informe de
fondo. Éste será remitido a las partes, es decir, a los peticionarios y al Estado denunciado y, finalmente, será
publicado en su informe anual.
• Si la Comisión concluye que hubo violación a los derechos consagrados en algún instrumento que le
confiere competencia, redactará un informe preliminar en el que narrará los hechos y consignará sus
conclusiones. Asimismo, en éste expresará las recomendaciones que juzgue pertinentes para solucionar el
asunto, fijando un plazo para su cumplimiento. Todo ello, vale resaltar, con base en lo dispuesto en los
artículos 50 de la CADH y 44 del Reglamento de la CIDH.
Este informe, conocido como el “Informe del artículo 50”, es de carácter confidencial y será trasladado al
Estado, que tendrá un plazo que fije la Comisión dentro del cual deberá informar cuáles medidas ha
adoptado para cumplir con las recomendaciones señaladas en el informe. El Estado no tendrá la facultad de
publicarlo hasta que la Comisión adopte una decisión al respecto.
Igualmente, la Comisión notificará al peticionario sobre la emisión del mismo y su remisión al Estado. Por
otro lado, si el Estado ha aceptado la competencia contenciosa de la Corte IHD, será en ese momento que los
peticionarios tendrán la oportunidad de expresar, en el plazo de un mes, su posición sobre el sometimiento
del caso ante la Corte Interamericana.
Bajo el supuesto de que los peticionarios tengan el interés de someter el caso ante la Corte IDH, dentro de
este mismo plazo deberán presentar:
• La posición de la víctima o sus familiares, si fueran distintos del peticionario.
• Los datos de la víctima y sus familiares.
• Las razones y los fundamentos por los cuales consideran que el caso debe ser remitido a la
Corte Interamericana.
• Sus pretensiones en materia de reparaciones y costas.
9. Si cumplido el plazo estipulado para que el Estado subsane las violaciones y acate las recomendaciones
dictadas por la CIDH aquel ha cumplido con lo dispuesto por la Comisión y, por ende, ha cesado la

206
violación a los derechos humanos advertida y, además, se ha reparado el daño, se dará por finalizado el
proceso. En caso contrario, la Comisión tendrá las siguientes opciones:
• En caso de que el Estado haya aceptado la competencia contenciosa de la Corte Interamericana, y luego de
considerar la posición del peticionario, la naturaleza de la violación y la necesidad de desarrollar
jurisprudencia sobre el asunto, entre otros factores, someterá el caso a ese tribunal a menos que, por decisión
de todos los miembros de la Comisión, se decida algo contrario.
• En caso de que no sea posible someter el caso a la Corte IDH podrá emitir un informe definitivo que
deberá contener la postura y las conclusiones de la Comisión Interamericana, así como sus recomendaciones
finales. Las partes tendrán oportunidad de pronunciarse sobre el estado de cumplimiento de tales
recomendaciones. Si la CIDH lo decide, éste podrá ser publicado en el informe anual a la Asamblea General
de la OEA o en otro medio que considere adecuado.
.Como se dijo anteriormente, estos casos pueden ser porque los Estados no han aceptado expresamente la
competencia contenciosa de la Corte IDH o, de haberla aceptado, al realizar el examen de admisibilidad y
fondo la Corte Interam no posee competencia para conocer del caso.

Corte Interamericana de Derechos Humanos


Lo que viene a continuación solamente es aplicable a los Estados partes de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos que han aceptado la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de
acuerdo al artículo 62 de la Convención.
Después de la aprobación de un informe preliminar sobre el fondo del caso por parte del Comisión
Interamericana, se le notifica la decisión al peticionario original, que tendrá un mes para presentar su postura
sobre si el caso debe ser presentado a la Corte Interamericana.
Tanto la Comisión Interamericana como el Estado en cuestión pueden presentar demandas ante la Corte
Interamericana. Desde el punto de vista de la persona peticionaria, es probable que el caso sea llevado por la
Comisión Interamericana.
Los casos vistos por la Corte Interamericana finalizan normalmente con una sentencia que puede incluir una
orden de pago de reparaciones a las víctimas de violaciones de derechos humanos.

Jurisprudencia:
 Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Procedencia. SCBA, causa A69344, “ Brisa Serrana c/
Municipalidad de Balcarce”, sent 4-6-2008
 Doctrina legal. Jurisprudencia vinculante. SCBA, causas Ac. 42965, “ Montes”, sent 27-11-1990, Ac. 45768,
“Arambarri”, sent 22-9-1992
 Doctrina legal y fallos plenarios de las Cámaras de Apelación (art 37 inc f, ley 5827). SCBA, causa C.92695,
“Fisco de la Pcia. Apremio”, sent 8-3-2007
 Recurso extraordinario de nulidad. Procedencia. SCBA, causa A. 69151. “ Agüero”, sent 4-6-2008
 Recurso extraordinario de inconstitucionalidad. Procedencia. SCBA, causa A 68419, “Ortega, Teresa P c/
Banco de la Provincia de Bs. As. s/ Amparo”, sent 9-4-2008
 Recurso extraordinario federal. CSJN, caso “Di Mascio” ( fallos 311:2478)

207
Bolilla 13
Amparo público y habeas data

1. La acción de amparo. Antecedentes jurisprudenciales. Clausulas constitucionales (art


43, CN y art 20, Cont pcial)

La acción de amparo.
Concepto: la institución del amparo integra el rubro de las garantías constitucionales, es decir, se trata de un
medio jurisdiccional para hacer efectiva la protección del goce de los derechos reconocidos por la
Constitución Nacional.
La acción de amparo se admite contra todo acto u omisión de autoridad pública que, en forma actual o
inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, los derechos o
garantías explícita o implícitamente reconocidos por la CN, con excepción de la libertad individual tutelada
por el hábeas corpus.
Con la expresión “amparo” se hace alusión, precisamente, al procedimiento judicial, breve y sumario, que
asegura un medio expeditivo para la protección de los derechos y las libertades constitucionales distintas a la
libertad física, corporal o de locomoción.
El propósito fundamental del amparo es el de contribuir a hacer operativos los contenidos de la libertad.
El amparo integra, junto a otros procedimientos, como el recurso extraordinario, la acción de
inconstitucionalidad, el hábeas corpus, etc., el conjunto de medios o procedimientos instrumentales que
permiten otorgar eficacia al principio de supremacía constitucional.

Antecedentes jurisprudenciales:
La creación jurisprudencial del amparo la podemos ver en diferentes fallos, que fueron los que marcaron el
rumbo de su existencia. Nos referiremos a continuación a los casos “Siri” y “Kot”.

Caso “SIRI”
La policía de la Provincia de Buenos Aires procedió a la clausura del diario Mercedes, sin aclarar las
razones del por qué de la medida. En consecuencia, Ángel Siri, director del diario, se presentó ante la
justicia alegando la violación de sus derechos de libertad de imprenta y trabajo consagrados en los arts. 14,
17 y 18 de la CN.
El director del diario pretendía, en primer lugar, que se retirara la custodia policial del local donde se
imprimía el periódico, y segundo, que se levantara la clausura impuesta.
Siri se presentó ante el juez solicitando se requiriera a la policía bonaerense un informe sobre quién había
ordenado la clausura y los fundamentos de la medida. Requerido el informe, el comisario informó que la
orden había sido emitida por la “Dirección de Seguridad de la Policía” y que el motivo lo desconocía. Ante
esta circunstancia, el juez requirió informes al jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, a la
Comisión Investigadora Nacional y al Ministerio de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Todos
manifestaron ignorar las causas de la clausura y la autoridad que la había dispuesto.
El magistrado, interpretando el pedido de Siri como un recurso de Habeas Corpus, no hizo lugar al mismo en
razón que no se había violado la libertad física de ninguna persona. Habiéndose apelado la decisión del juez
de primera instancia, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Mercedes confirmó la sentencia, por lo que el
afectado dedujo recurso extraordinario dejando en claro que no había interpuesto un recurso de Habeas
Corpus sino que se trataba de una petición a las autoridades por la violación de garantías constitucionales.
La Corte revocó la sentencia de la Cámara de Apelaciones ordenando a la autoridad policial “cesar con la
restricción impuesta” exponiendo que, las garantías constitucionales invocadas por Siri se hallaban
restringidas sin orden de autoridad competente ni causa justificada y que estos motivos bastaban para que

208
fueran reestablecidas íntegramente por los jueces; “las garantías individuales existen y protegen a los
individuos por el sólo hecho de estar consagradas en la Constitución Nacional”.

Se crea el recurso de Acción de Amparo como remedio judicial para proteger todos los derechos
enumerados por la constitución Nacional, a excepción de los ya protegidos por el recurso de Habeas Corpus.
Se confirma la supremacía constitucional para proteger los derechos enunciados por los arts. 14, 17 y 18.

Caso “KOT”.
La empresa Kot SRL sufrió una huelga por parte del personal en su fábrica textil de San Martín (Provincia
de Buenos Aires).
La Delegación de San Martín del Departamento Provincial del Trabajo, declaró ilegal la huelga, por lo que
la empresa Kot ordenó a sus empleados retomar las tareas dentro de las 24 horas. Frente al incumplimiento
de dicho mandato se despidió a muchos obreros.
Transcurrido poco más de un mes, el presidente del Departamento Provincial del Trabajo declaró nula la
resolución de la Delegación San Martín e intimó a la empresa a reincorporar a los obreros despedidos.
Al no llegar a un acuerdo con la empresa, los obreros despedidos ocuparon la fábrica paralizándola
totalmente. Por esa razón, Juan Kot, gerente de la empresa hizo una denuncia por usurpación, solicitando se
desocupara la fábrica.
El juez de primera instancia resolvió el sobreseimiento definitivo en la causa y no hizo lugar al pedido de
desocupación, alegando que se trataba de un conflicto gremial en el que los obreros no intentaban ocupar la
fábrica para ejercer un derecho de propiedad y que, por lo tanto, no existía usurpación.
La Cámara de Apelaciones en lo Penal de La Plata confirmó el sobreseimiento definitivo. Contra esta
sentencia Kot interpuso recurso extraordinario, y la Corte lo declaró improcedente.
Al observar Kot que su denuncia por usurpación no le daba resultados, paralelamente inició otra causa.
Antes de dictarse la sentencia de la Cámara de Apelaciones, se presentó ante la misma deduciendo recurso
de amparo para obtener la desocupación de la fábrica. Para invocarlo Kot tomó como base lo resuelto por la
Corte en el caso Siri; y la libertad de trabajo, el derecho a la propiedad y el derecho a la libre actividad,
todos derechos amparados por laCN.
La Cámara no hizo lugar al recurso planteado, interpretando que se trataba de un recurso de habeas corpus;
contra esta sentencia interpuso recurso extraordinario.
La Corte falló a favor de Kot, haciendo lugar al recurso de amparo luego de revocar la sentencia de la
Cámara de Apelaciones. Ordenó que se entregara a kot el establecimiento textil libre de todo ocupante
indicando que “la Cámara de Apelaciones se confunde al considerar el recurso invocado por el afectado
como un recurso de Habeas Corpus. El interesado interpuso una acción de amparo invocando los derechos
constitucionales de la libertad de trabajo, de la propiedad y de la libre actividad, o sea, dedujo una garantía
distinta a la que protege la libertad corporal (habeas corpus)”. Así fue que la corte ratificó lo resuelto en el
caso Siri (en este último la restricción ilegítima provenía de la autoridad pública. En el caso en cuestión es
causada por actos de particulares.)
Se amplía la esfera de acción del recurso de amparo al establecerse que también es viable deducirlo cuando
la violación de un derecho provenga de un particular.

Recepción constitucional del amparo.

En la CN:
Art. 43 CN – “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista
otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en
forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta,
derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá
declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que
protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia
colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines,
registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización” […].

209
En la Constitución provincial:

Artículo 20 Constitución de la Provincia de Bs. As. – “Se establecen las siguientes garantías de los derechos
constitucionales:
[…] 2. La garantía de Amparo podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por particulares, cuando por
cualquier acto, hecho, decisión u omisión, proveniente de autoridad pública o de persona privada, se lesione
o amenace, en forma actual o inminente con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los
derechos constitucionales individuales y colectivos.
El Amparo procederá ante cualquier juez siempre que no pudieren utilizarse, por la naturaleza del caso, los
remedios ordinarios sin daño grave o irreparable y no procediese la garantía de Hábeas Corpus.
No procederá contra leyes o contra actos jurisdiccionales emanados del Poder Judicial.
La ley regulará el Amparo estableciendo un procedimiento breve y de pronta resolución para el ejercicio de
esta garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para acelerar su trámite, mediante formas más sencillas que
se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión
lesivos”.

2. Legitimación. Competencia. Presupuestos formales y sustanciales. Supuestos de


improcedencia. La existencia de otras vías.

En el ámbito de la provincia de Buenos Aires, el amparo se rige por la LEY 7.166, con las modificaciones
incorporadas por LEY 7.261 y 7.425. DEROGADA POR LEY 13928 que Regula la Acción de Amparo

Por su parte, la normativa que rige el amparo a nivel nacional es la LEY 16.986.

Ley 13928
Legitimación:

ARTICULO 4°: (Texto según Ley 14192) Tienen legitimación para accionar por vía de amparo el Estado, y
toda persona física o jurídica que se encuentre afectada en sus derechos o intereses individuales o de
incidencia colectiva.
(Anterior ley 7166)ARTÍCULO 5°: Se hallan legitimados para deducir la acción de amparo:
a) Las personas físicas o jurídicas.
b) Los partidos políticos con personería reconocida por el organismo electoral competente.
c) Las entidades con personería profesional o gremial.
d) Las asociaciones que sin revestir el carácter de personas jurídicas, justificaren, mediante la exhibición de sus estatutos, que no
contrarían una finalidad de bien público.

Competencia: (órgano judicial competente) 


ARTICULO 3°: En la acción de amparo será competente cualquier Juez o Tribunal letrado de primera o
única instancia con competencia en el lugar donde el hecho, acto u omisión cuestionados tuviere o hubiese
de tener efectos.
Cuando se interpusiera más de una acción por un mismo hecho, acto u omisión, entenderá el que hubiere
prevenido.

Ley 7166
ARTÍCULO 4°: Todo Juez o Tribunal Letrado de la primera instancia con Jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción
tuviere o debiere tener efecto, será competente para conocer de la acción de amparo. Cuando un mismo hecho, acto u omisión
afectare el derecho de varias personas, entenderá en todas las acciones el Juez o Tribunal que hubiere prevenido.
 
Presupuestos formales y sustanciales
210
ARTICULO 5°: (Texto según Ley 14192) La acción de amparo tramitará según las reglas establecidas en la
presente ley. La misma deberá deducirse dentro de los treinta (30) días a partir de la fecha en que el o los
afectados hayan tomado conocimiento del acto u omisión que consideran violatorio del derecho o garantía
conculcada.
Dicho plazo no será interrumpido por intimaciones particulares o presentaciones en sede administrativa.
En el supuesto de actos u omisiones lesivas periódicas, el plazo comenzará a computarse respecto de cada
uno de éstos.

ARTICULO 6°: (Texto según Ley 14192) La demanda deberá interponerse por escrito y contendrá:
1) Nombre, apellido, razón o denominación social, domicilio real y constituido del accionante.
2) La justificación de la personería invocada conforme las leyes en vigor.
3) La individualización en lo posible, del autor del acto u omisión.
4) La relación circunstanciada de los hechos, actos u omisiones que hayan producido o estén en vías de
producir la lesión del derecho o garantía cuyo amparo se pretende.
5) Ofrecimiento de toda prueba de la que intente valerse, adjuntando la que obrare en su poder.
6) La petición, en términos claros y precisos.
Será admisible todo tipo de prueba que no se contraponga con los principios de celeridad y economía
procesal.

ARTICULO 7°: (Texto según Ley 14192) En el caso de amparos de incidencia colectiva, la demanda tendrá
que contener, además de lo establecido en el artículo anterior, la referencia específica de sus efectos
comunes.
Respecto de los procesos sobre intereses individuales homogéneos, la pretensión deberá además de
concentrarse en los efectos comunes, identificar un hecho único o complejo que cause la lesión; el interés
individual no debe justificar la promoción de demandas individuales, y debe garantizarse una adecuada
representación de todas las personas involucradas.
La representación adecuada del grupo resulta de la precisa identificación del mismo, la idoneidad de quien
pretenda asumir su representación, la debida notificación y publicidad del litigio y el planteo de cuestiones
de hecho y de derecho comunes y homogéneas a todo el colectivo.

ARTICULO 8°: (Texto según Ley 14192) El Juez deberá expedirse acerca de la admisibilidad de la acción
inmediatamente. Si la acción fuese manifiestamente inadmisible, el Juez mediante acto fundado la
rechazará sin sustanciación alguna, ordenando el archivo de las actuaciones.(…)

Rechazo “in limine” de la demanda: el art. 9 de la ley 7166 determinaba que si la acción fuere notoriamente
improcedente, por no cumplir los recaudos establecidos en la presente ley, el juez o tribunal así lo declarará
sin más sustanciación, ordenándose el archivo de las actuaciones.

La ley 16.986, decía mientras no haya un remedio judicial o administrativo más idóneo, mientras que en el
art. 43 elimina el término “administrativo” con lo que a partir de ello queda claro que no es necesario agotar
la vía administrativa para iniciar un amparo, que antes era discutido. Otra modificación que introduce el art.
43 es la posibilidad de declarar la inconstitucionalidad de una norma en el proceso de amparo que antes no
era posible. También se incorporan más derechos protegidos por esta acción, al sumar los de los Tratados
Internacionales a los de la Constitución y las leyes, ya que antes sólo se contemplaba los amparados por la
C.N. Por último modifica la legitimación para accionar, esta dependerá del tipo de derecho a reclamar en la
acción. En el amparo individual sólo puede iniciarlo el particular, que ha sufrido la lesión de un derecho y en
el amparo colectivo, se amplía la legitimación, además de al afectado, al Defensor del Pueblo y las
211
asociaciones que propendan a esos fines, es decir, el fin en relación al reclamo de que se trate. Esta será
tanto para el caso de que se vean afectados derechos de incidencia colectiva, por ejemplo medio ambiente ó
aunque el derecho sea individual se lesione a un universo importante de personas, que tenga como
antecedente un mismo hecho, por ejemplo el apagón de Edesur, terminal Azopardo de hace unos años.

Inadmisibilidad del amparo: la acción resulta improcedente y se rechaza in límine.


 Cuando sea necesario mayor debate y prueba.
 Cuando la acción se interponga contra actos del poder judicial.
 Cuando no se interponga dentro de los 15 días de conocida la afectación del derecho, en Provincia de
Buenos Aires el plazo se extiende 30 días.
 Cuando afecte la regularidad, continuidad y eficacia en la prestación de un servicio público o una actividad
de interés general.

3. El control constitucional en el amparo. Diferencias con la acción declarativa de


inconstitucional en la Provincia de BS. AS (art 161, const. Pcial y 683 y ss del CPCC).
Amparo y acción declarativa de inconstitucionalidad en el ámbito nacional (art 322,
CPCC de la Nación.

La acción declarativa de inconstitucionalidad en el ámbito nacional. Evolución en la jurisprudencia de la


CSJN.

De la negación del control constitucional en la acción declarativa de certeza, a su admisión.

La jurisprudencia de la CSJN producida desde 1985 revela una notable evolución de la acción declarativa.

En un comienzo, la acción declarativa no fue considerada un proceso contencioso. No era un caso judicial en
los términos de la ley 27 y, por tal motivo, los tribunales rechazaban su procedencia al ver en ella un planteo
hipotético o meramente conjetural. Son varios los fallos que ilustran esa negativa:

 Fallo “Hiru SRL c/ Federación Argentina de Trabajadores de la Industria Gastronómica”: se dijo que
la aplicación de los preceptos de las leyes de la nación no puede impedirse por medio de la
promoción de un juicio declarativo de inconstitucionalidad. La solución responde a la presunción de
validez que debe reconocerse a los actos de las autoridades.

 Otros fallos: “Fiscal de Estado de la Pcia. de Río Negro”; “Banco Hipotecario Nacional c/ Córdoba”;
“Ruiz c/ PEN”.

La negación de la acción declarativa como caso judicial finalizó en nuestro país en 1967, con la sanción de
la LEY 17.454, que aprobó el proyecto de Código de Procedimientos redactado a instancias de la Secretaría
de Justicia.

Ahora bien, la incorporación de la acción declarativa como un nuevo tipo de proceso, y su reconocimiento
como caso judicial, provocaron la necesidad de determinar si la misma podía albergar, además, el ejercicio
del control constitucional.

No obstante el avance legislativo, la Corte rechazó durante las 2 décadas siguientes la posibilidad de
ejercicio del control constitucional en el marco de la acción declarativa. Así lo afirmó en el fallo “SAFE
Agropecuaria SA c/ Pcia. de Santa Fe”; “Hidronor SA c/ Pcia. de Neuquén”.

Recién en 1985 se produjo un viraje importante en esta materia. El primero de los casos computables en esta
línea es “Santiago del Estero c/ Nación Argentina”. La provincia accionante había creado el Departamento
212
de Control de Combustibles, dedicado al control cuantitativo y cualitativo de los mismos. Como retribución
de este servicio instituyó por sí el pago de una tasa sobre los precios fijados por las autoridades nacionales.
Ante ello, YPF ordenó a los expendedores de combustible no modificar sus precios, bajo pena de aplicación
de sanciones. Esta circunstancia motivó a la provincia a acudir a la CSJN por vía de la acción de amparo. La
Corte analiza el caso y decido que no se dan los presupuestos de la vía procesal escogida pero, sin embargo,
no rechaza la acción. Por el contrario, asume que Santiago del Estero pretende una declaración de certeza
porque “no tiene carácter simplemente consultivo ni importa una indagación meramente especulativa, sino
responde a un caso y busca precaver los efectos de un acto en ciernes (“ciernes” = “”principios”,
“comienzos”, etc.) y fijar las relaciones legales que vinculan a las partes en conflicto. Por tal motivo, fija un
plazo a la Provincia para encausar su demanda por vía del juicio sumario.

Una segunda admisión del control constitucional en la acción declarativa tuvo lugar al dictarse el fallo
“Lorenzo c/ Nación Argentina”.

No faltó un tercer caso que permitió a la Corte volver a introducirse de oficio en la doctrina de la acción
declarativa de inconstitucionalidad y el control constitucional. Ello tuvo lugar en el caso “Guillermo Walter
Klein”.

Finalmente, en el caso “Gomer SA c/ Pcia. de Córdoba” la Corte introdujo formalmente el control de


constitucionalidad dentro de la acción declarativa. La actora promovió, en instancia originaria, una acción
declarativa de inconstitucionalidad, sin citar norma procesal alguna que la sustentara. Este fallo tiene 2
consecuencias relevantes:

- el reconocimiento de la acción declarativa de inconstitucionalidad.

- la demarcación de los límites procesales de esta última, dentro del art. 322 del CPCCN, esto es,
dentro de los alcances de la acción declarativa de certeza.

Se infiere de ello que la Corte no le confirió a la acción declarativa de inconstitucionalidad un carácter


autónomo, sino base procesal positiva, precisando con exactitud cuáles eran los requisitos de su procedencia.

Admisión y puesta en práctica de la acción declarativa de inconstitucionalidad.

Hasta aquí, la Corte había admitido la existencia de la acción declarativa de inconstitucionalidad, pero no
estaba totalmente claro si se trataba de la acción declarativa de mera certeza con ejercicio del control
constitucional, o si era una acción diferente.

El primer caso en que la acción declarativa de inconstitucionalidad se advierte nítidamente es “Estado


Nacional c/ Santiago del Estero”, donde se requirió y se obtuvo la declaración de inconstitucionalidad de la
LEY 5.379 de aquella provincia.

Otro caso en el cual se advierte la existencia de una acción declarativa de inconstitucionalidad es “Abud c/
Buenos Aires”, donde la pretensión consistía, lisa y llanamente, en la declaración de inconstitucionalidad de
la LEY 10.542 de la provincia demandada. El tribunal entiende que no se trata de una acción hipotética,
declarando la inconstitucionalidad de dicha ley.

Mayor voltaje ha tenido el caso “Fayt”, en la medida que se trataba de un caso planteado por un magistrado
del más alto tribunal de la Nación, en una causa que involucraba la validez de la propia CN. Este caso
también involucraba una impugnación directa formulada en el marco de una acción meramente declarativa.

La impugnación estaba dirigida contra el art. 99.4 de la Constitución, con fundamento en que la LEY
24.309, que ordenó la reforma constitucional, no había habilitado expresamente esta reforma, lo cual
cobraba una importancia especial en el marco de la convocatoria de 1994.
213
La Corte no declara formalmente la inconstitucionalidad del art. en cuestión, sino su nulidad. ¿Puede decirse
por ello que no hubo control constitucional? Creemos que no.

Los mencionados son sólo algunos de los fallos en los cuales se hizo lugar a la acción declarativa de
inconstitucionalidad.

No obstante, ello no ha eliminado de la jurisprudencia de la Corte la exigencia de los requisitos propios del
caso judicial. Como regla general, se ha dicho que si la cuestión no tiene un carácter simplemente
consultivo, ni importa una indagación meramente especulativa, sino que responde a un caso, y busca
precaver los efectos de un acto al que se le tilda de ilegítimo, la acción declarativa constituye un medio apto
para intentar que se eviten los eventuales perjuicios que se denuncian.

Aún así, la acción enderezada a obtener una declaración proyectada hacia el futuro, no reúne los requisitos
del art. 322 del Código Procesal. No obstante ello, se reconoce que la acción declarativa tiene una finalidad
preventiva y no requiere de la existencia de daño consumado en resguardo de los derechos.

4. Procedimiento. Producción de prueba: facultades del juez. Medidas cautelares.


Efectos. Sentencia. Plazo. Costas. Recursos ordinarios y extraordinarios.

Acción de inconstitucionalidad ante la SCJBA.

CPCC art. 683. Objeto del juicio: De acuerdo a lo dispuesto por la Constitución de la Provincia, se podrá
demandar la declaración de inconstitucionalidad de ley, decreto, ordenanza o reglamento que estatuya sobre
materia regida por aquélla, debiendo observarse el siguiente procedimiento.

El CPCC reglamenta el procedimiento para el ejercicio de la acción de inconstitucionalidad prevista en el


art. 161 inc. 1 de la Constitución provincial, pauta que le otorga a la SCJBA el ejercicio de la jurisdicción
originaria y de apelación para conocer y resolver acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de
leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos que estatuyan sobre la materia regida por la Constitución.

De ello se desprende que son 2 los caminos que llevan al Alto Tribunal a conocer sobre la constitucionalidad
de las normas:
- el del recurso extraordinario de inconstitucionalidad, esto es, por la vía revisora.
- y el ejercicio de una acción autónoma, promovida directamente ante la Corte, con el objeto de que
establezca si determinada ley, decreto, ordenanza o reglamento contrasta con los principios constitucionales
provinciales.
Es decir, el control de constitucionalidad que ejerce la Suprema Corte reconoce una doble vertiente, que
proviene tanto de la promoción de la demanda originaria, como del recurso que arriba en grado de apelación.

Carácter declarativo.
El proceso en análisis no difiere sustancialmente de la acción meramente declarativa, siendo su fin
específico el de asegurar la supremacía de la Constitución provincial respecto a normativas de rango
inferior, en función de las atribuciones que tiene la SCJBA como su máximo intérprete.

Carácter preventivo.
La acción de inconstitucionalidad es de naturaleza eminentemente preventiva. Este carácter se revela al
actuar la acción de inconstitucionalidad antes de que se aplique el precepto o la decisión reputada
inconstitucional, en tanto de ella pueda derivarse un menoscabo para los derechos fundamentales del
demandante. De ahí que si el daño ya se ha producido, el efecto meramente declarativo que emana de la
sentencia se torna insuficiente.
214
Legitimación e interés.
El art. 161 inc. 1 exige que la prescripción objeto de la demanda originaria de inconstitucionalidad sea
“controvertida por parte interesada”. El interés que califica a la parte en la expresión del mencionado
precepto constitucional debe ser “particular” y “directo”
Además, la calidad de parte interesada debe ser acreditada como requisito necesario para la procedencia de
la demanda.
Materia regida por la Constitución provincial.
Es indispensable que se indique la disposición constitucional afectada por la norma jurídica impugnada. Esta
mención debe ser concreta.
En concordancia con lo expuesto, no es viable el pronunciamiento sobre derechos amparados por la CN. En
efecto, la demanda originaria de inconstitucionalidad autorizada por el art. 161 inc. 1 sólo es admisible para
impugnar violaciones a la carta provincial.
Además, la SCJBA excluye a la demanda originaria de inconstitucionalidad como medio apto para juzgar la
concordancia de normas de carácter provincial frente a otras de carácter nacional.

Plazo para demandar.


CPCC art. 684. Plazo para demandar: La demanda se interpondrá ante la Suprema Corte de Justicia dentro
del plazo de treinta días, computados desde que el precepto impugnado afecte concretamente los derechos
patrimoniales del actor.
Después de vencido el plazo, se considerará extinguida la competencia originaria de la Suprema Corte, sin
perjuicio de la facultad del interesado para ocurrir a la jurisdicción ordinaria en defensa de los derechos
patrimoniales que estime afectados.
La demanda debe entablarse ante la SCJBA dentro del plazo de 30 días, computados desde que el precepto
impugnado afecte concretamente los derechos patrimoniales del actor.
Como puede apreciarse, la limitación temporal se relaciona con la afectación de derechos patrimoniales, no
siendo aplicable:
- cuando se encuentren en juego cuestiones no patrimoniales.
- cuando no se ha procedido a la aplicación de la norma señalada como contraria a la Constitución.
- en los casos de estricto carácter institucional.

Efectos del transcurso del plazo. Excepciones.


CPCC art. 685. Excepciones: No regirá dicho plazo, cuando se trate de leyes, decretos, ordenanzas o
reglamentos, de carácter institucional o que afecten derechos de la personalidad no patrimoniales.
Tampoco regirá cualquiera sea la naturaleza de los preceptos impugnados, cuando éstos no hayan sido aún
aplicados al demandante y la acción se ejercite con finalidad preventiva.
Después de vencido el plazo se considerará extinguida la competencia originaria, circunstancia que no priva
a los ciudadanos de derecho constitucional alguno, puesto que conservan la facultad de ocurrir a la
jurisdicción ordinaria en defensa de los derechos patrimoniales que estimen afectados.

Traslado. Legitimación pasiva.


CPCC art. 686. Traslado. Funcionarios competentes: El Presidente del Tribunal dará traslado de la demanda,
por quince días:
1) Al Asesor de Gobierno, cuando el acto haya sido dictado por los Poderes Legislativo o Ejecutivo;
2) A los Representantes Legales de las municipalidades, o a los funcionarios que ejerzan la titularidad de los
organismos involucrados, cuando los preceptos emanaren de dichas entidades.

Interpuesta la demanda y superado el control liminar de procedencia, el Presidente del Alto Tribunal correrá
traslado de la demanda por el término de 15 días.
La acción ha de sustanciarse con el Asesor General de Gobierno cuando el acto haya sido dictado por los PE
o PL.
En cambio, cuando se cuestionen normas municipales, el traslado se conferirá a los representantes legales, o
a los funcionarios que ejerzan la titularidad de los organismos involucrados en el dictado del precepto.

215
Trámite.
CPCC art. 687. Medidas probatorias. Conclusión para definitiva: Contestado el traslado o vencido el plazo,
el Presidente ordenará las medidas probatorias que considere convenientes fijando el término para su
diligenciamiento. Concluida la causa para definitiva, se oirá el Procurador General y se dictará la
providencia de autos.
Corrido el traslado de la demanda, el requerido debe contestarla; cumplido lo cual (o vencido el plazo para
hacerlo), el Presidente del Tribunal fijará un plazo para la producción de las pruebas que considere
pertinentes, contando con facultades para desestimar aquéllas que se muestren sobreabundantes o
impertinentes.
Posteriormente, será oído el Procurar General, quedando el expediente en condiciones de dictar sentencia.

Sentencia.
CPCC art. 688. Contenido de la decisión: Si la Suprema Corte estimase que la ley, decreto, ordenanza o
reglamento cuestionados, son contrarios a la cláusula o cláusulas de la Constitución que se citaron, deberá
hacer la correspondiente declaración sobre los puntos discutidos.
Si por el contrario, no halla infracción constitucional, desechará la demanda.
Si la Corte estima que la norma es contraria a la Constitución provincial declarará la inconstitucionalidad,
expresando los motivos suficientemente fundados. Caso contrario, rechazará la demanda.

Efectos de la declaración de inconstitucionalidad.


La declaración de inconstitucionalidad de un precepto acarrea la eliminación del vallado legal que impedía a
la actora acceder al derecho afectado.
No obstante, entendemos adecuado precisar que la sentencia declarativa carece de efectos derogatorios o
erga omnes, de lo que se deduce que la norma cuestionada no pierde vigencia sino respecto de aquél que
interpuso la demanda.

5. La acción de habeas data. Concepto. Previsiones constitucionales. Procedencia.


Legitimación. Objeto. Ley 25326.

Concepto: “hábeas data”, como la propia expresión lo indica, significa “tengas el dato”. Se trata de un
procedimiento breve y sumarísimo tendiente a conocer los datos que constan en registros o bases de datos, y
que incluye la posibilidad de corregirlos o actualizarlos si son erróneos o están desactualizados.
El hábeas data es una acción, y como tal, representa una especie dentro del género más amplio del amparo.
Ello no impide reconocer su propia autonomía, e incluso la necesidad de una legislación específica
Con respecto a su naturaleza jurídica, el hábeas data es, básicamente, una garantía constitucional, que se
torna operativa mediante un procedimiento que puede desarrollarse como acción o como recurso (aunque
nos inclinamos por la primera, por su carácter más amplio y, consecuentemente, más tuitivo de la libertad).
Entendemos que, como garantía constitucional, es operativa, ya que se puede ejercer por su sola inclusión en
la CN, sin perjuicio de que sea después reglamentada.

Casos en que procede: el objeto del hábeas data, cono la norma lo establece, es “tomar conocimiento de los
datos a ella (la persona) referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o
los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir supresión,
rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos”.

La cláusula constitucional ampara tanto el conocimiento como la finalidad de los datos que consten en
registros o bancos de datos públicos o privados. El ámbito de aplicación del hábeas data es amplio.

216
Una cuestión compleja plantean los datos reservados en poder de algunos organismos de defensa nacional o
de inteligencia del Estado. Algunas legislaciones hacen expresa excepción respecto de ellos.

La solución a esta problemática es bastante compleja. Si se acepta la excepción, es muy probable que el
Estado la utilice frecuentemente, frustrando la finalidad de la institución. Si no se la admite, se corre el
riesgo de dar a conocer información relevante para la defensa nacional o para la seguridad del Estado, o
dejarse llevar por la tentación de crear archivos en negro o paralelos para ocultar los datos verdaderos.
El hábeas data protege los derechos de quien efectúa la reclamación, provocando el cese del agravio en caso
de que así corresponda, pero no persigue la condena del culpable. Ésta, eventualmente, puede ser lograda
mediante las leyes penales correspondientes.

Previsión constitucional:
Recepción constitucional en nación y provincia. La LEY 25.326.

En la constitución nacional:
Art. 43 CN – […] “Toda persona podrá interponer esta acción* para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información
periodística”.

( * se refiere a la acción de amparo, mencionada en el 1° párrafo del art. 43)

En la constitución de la provincia:

Artículo 20 Constitución de la Provincia de Bs. As. – “Se establecen las siguientes garantías de los derechos
constitucionales:
[…] 3. A través de la garantía de Hábeas Data, que se regirá por el procedimiento que la ley determine, toda
persona podrá conocer lo que conste de la misma en forma de registro, archivo o banco de datos de
organismos públicos, o privados destinados a proveer informes, así como la finalidad a que se destine esa
información, y a requerir su rectificación, actualización o cancelación. No podrá afectarse el secreto de las
fuentes y el contenido de la información periodística.
Ningún dato podrá registrarse con fines discriminatorios ni será proporcionado a terceros, salvo que tengan
un interés legítimo. El uso de la informática no podrá vulnerar el honor, la intimidad personal y familiar y el
pleno ejercicio de los derechos”.

LEY 25.326.

La LEY 25.326 es la Ley de Hábeas Data, dictada en el ámbito nacional para regular esta garantía.
Esta ley tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en archivos, registros,
bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos, sean éstos públicos, o privados destinados
a dar informes, para garantizar el derecho al honor y a la intimidad de las personas, así como también el
acceso a la información que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43,
párrafo tercero de la Constitución Nacional.
Las disposiciones de la presente ley también serán aplicables, en cuanto resulte pertinente, a los datos
relativos a personas de existencia ideal.
En ningún caso se podrán afectar la base de datos ni las fuentes de información periodísticas.

Jurisprudencia:
El caso HALABI (sugerido por Logar)

217
La Corte Suprema de Justicia de la Nación creó la acción de clase para proteger derechos homogéneos, en el
marco de una causa en la que se analizó la inconstitucionalidad de las normas que autorizan la intervención
de comunicaciones telefónicas y por Internet.
La decisión del Máximo Tribunal permite que una sentencia tenga efectos para todos los ciudadanos que
padecen un mismo problema, sin necesidad de tener que iniciar un juicio.
La causa se inició por la demanda de un particular, en la que pidió se declare la inconstitucionalidad de la
ley 25.873 y de su decreto reglamentario (1563/04), porque consideró que, al disponer la intervención de las
comunicaciones sin determinar en qué casos y con qué justificativos, violan el derecho a la privacidad, en su
condición de consumidor, y el derecho a la confidencialidad, en su condición de abogado.
En el marco del caso ("Halabi, Ernesto c/ PEN ley 25.873 y decreto 1563/04 s/ amparo"), la Corte había
convocado a una audiencia pública, que a la que concurrieron, además de las partes, el Colegio Público de
Abogados de la Capital Federal y la Federación Argentina de Colegios de Abogados, quienes argumentaron
en contra de la constitucionalidad de la ley
La sentencia tiene dos aspectos relevantes: por un lado crea la acción de clase, esto es una garantía de los
derechos de dimensión colectiva, y por otro protege la privacidad en el uso de Internet y telefonía personal
frente a posibles intromisiones de organismos del Estado.
El juicio
El actor, Ernesto Halabi promovió acción de amparo reclamando que se declare la inconstitucionalidad de la
ley 25.873 y de su decreto reglamentario, n° 1563/04, en cuanto autorizan la intervención de las
comunicaciones telefónicas y por Internet sin que una ley determine “en qué casos y con qué justificativos”
puede llevarse a cabo. Solicitó la declaración de inconstitucionalidad de normas mencionadas porque
consideró que violaban el derecho a la privacidad en su condición de consumidor y además, el derecho a la
confidencialidad en su condición de abogado.
Sentencias anteriores
En primera instancia se hizo lugar a la demanda, argumentando que la ley y su decreto eran demasiado
amplios y no dejaban en claro en qué casos y con qué justificativos pueden ser utilizados los datos
personales obtenidos del modo cuestionado en esta causa. La Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó dicho pronunciamiento. El Estado Nacional interpuso
recurso extraordinario.
El caso en la Corte
La impugnación del Estado Nacional se dirigió exclusivamente a descalificar el efecto erga omnes que la
cámara atribuyó a su pronunciamiento.

Jurisprudencia:
 Amparo. Creación pretoriana. CSJN, casos “Siri” (fallos 239:459, año 1957) y Kot (fallos 267:218,
año 1958)
 Presupuestos de amparo. SCBA, causa B58002, “ Rodríguez”, sent 24-3-98
 Amparo. Competencia. Cualquier juez. SCBA, causa B69005, “ Vásquez de Berton”, res 21-3-2007
 Legitimación. CSJN, “Zatloukal c/ Estado Nacional (ministerio de economía y producción”, res 28-
5-2008
 Amparo por omisión legislativa. SCBA, “Sociedad de Fomento Carilo c/ Municipalidad de Pinamar”
causa Ac 73996, sent 29-5-2002
 Amparo por omisión política. SACBA “Colegio de Abogados de la Pcia de Bs. As”, causa B64474,
sent 19-3-2003
 Amparo por omisión de brindar información ambiental y evaluación de impacto ambiental. SCBA,
“Dougherty, Cristian y otros c/ Municipalidad de La Plata”, causa B64464, sent 31-3-2004
 Amparo ambiental. Recursos ambientales interjurisdiccionales. Materia federal. Competencia
originaria de la Mcsjn, “Pla, Hugo Alfredo y otros c/ Chubut, Pcia del y otros s/ amparo”, res 13-5-
2008

218
Bolilla 14
Demandas contar el Estado Nación

1. Demandabilidad del Estado Nación. Evolución histórica. Art 116 Cn. Competencia
del fuero penal.

La demandabilidad del Estado.

Las leyes 27 y 48.

La LEY 27, al determinar la competencia judicial en la materia, no estableció diferencias en cuanto a que el
Estado fuera parte actora o demandada en las causas judiciales. Por su parte el art. 2 de la LEY 48, al
referirse a la competencia de los jueces nacionales de sección (actuales jueces federales), complementando
la ley 27, tampoco hizo distinción alguna en cuanto a que la Nación fuera parte actora o demandada en la
causa.
El art. 20 de la LEY 27 establecía que “los juzgados de sección conocen en primera instancia, de todas las
causas que se expresan en el art. 100 de la Constitución Nacional, sin incluir en ellas las exceptuadas en el
art. 101, de las contencioso-administrativas y demás que interesen al Fisco nacional, mas en las de
contrabando, lo harán, por ahora, tanto en el territorio de la provincia de Buenos Aires cuanto en el resto de
la República, ajustándose a las respectivas leyes y disposiciones dictadas y vigentes en ellas”.
A su vez el art. 2 de la ley 48 dispuso que los jueces conocerían en primera instancia de las siguientes
causas: “1) Las que sean especialmente regidas por la Constitución Nacional, las leyes que ha sancionado y
sancionare el Congreso y los tratados públicos con naciones extranjeras; 2) Las causas civiles en que sean
partes un vecino de la provincia en que se suscite el pleito y un vecino de otra, o en que sea parte un
ciudadano argentino y un extranjero; 3) Las que versen sobre negocios particulares de un cónsul o
vicecónsul extranjero; 4) Todo pleito que se inicie entre particulares, teniendo por origen actos
administrativos del Gobierno nacional; 5) Toda acción fiscal contra particulares o corporaciones, sea por
cobro de cantidades debidas o por cumplimiento de contratos, o por defraudación de rentas nacionales, o por
violación de reglamentos administrativos; 6) En general todas esas causas en que la Nación o un recaudador
de sus rentas sea parte; 7) Todas las causas que den lugar a los apresamientos o embargos marítimos en
tiempos de guerra; 8) Las que se originen por choques, averías de buques, o por asaltos hechos, o por
auxilios prestados en alta mar, o en los puertos, ríos y mares en que la República tiene jurisdicción; 9) Las
que se originen entre los propietarios o interesados de un buque, sea su posesión o sobre su propiedad; 10)
Las que versen sobre la construcción y reparos de un buque; sobre hipoteca de su casco; sobre fletamentos y
estadías; sobre seguros marítimos; sobre salarios de oficiales y marineros; sobre salvamento civil y militar;
sobre naufragios; sobre avería simple y gruesa; sobre contratos a la gruesa ventura; sobre pilotaje; sobre
embargos de buques y penas por violación a las leyes de impuestos y navegación; sobre la nacionalidad del
buque y legitimidad de su patente o regularidad de sus papeles; sobre arribadas forzosas; sobre
reconocimientos; sobre abandono, venta y liquidación de créditos del buque; sobre cumplimiento de las
obligaciones del capitán, tripulantes, y en general sobre todo hecho o contrato concerniente a la navegación
y comercio marítimo”.
La redacción de esta última ley había dado lugar a grandes discusiones en el Congreso Nacional. Algunos
legisladores entendían que el Poder Judicial tenía facultad para juzgar a la Administración; otros que esa
atribución le correspondía al Congreso Nacional; y algunos menos que los conflictos entre aquélla y los
particulares debían ser resueltos por la propia Administración.
219
Dada la diferencia de criterios, se dispuso redactar el artículo tal como fue transcripto anteriormente, con lo
que se dejaba en manos del Poder Judicial la interpretación que cabría dar a la cuestión.

Jurisprudencia de la Corte Suprema Nacional: los casos “Bates Stokes y Cía. C/P.E.N.” (año 1864), “Seste y
Serich” (año 1864) y “Juan Carlos Gómez” (año 1865).

La jurisprudencia de la CSJN se mostró vacilante en el tema, lo cual surgirá del análisis de los fallos que a
continuación se exponen.
Caso “BATES, STOCKES Y CÍA. C/PODER EJECUTIVO NACIONAL”, de 1864. Este caso se produjo a
raíz de averías producidas por una tormenta sobre las mercaderías de la compañía demandante, las que se
encontraban guardadas en los almacenes de la Aduana de la Provincia de Buenos Aires, cuando todavía esta
se encontraba separada de la Confederación. El gobierno había hecho lugar al reclamo, pero estaba en
discusión el monto de la indemnización. Cuando Buenos Aires se incorpora a la Nación, la Aduana es
cedida a la Nación, por lo que la causa pasa a jurisdicción nacional y la Corte se ve obligada a dar
tratamiento a ella. La Corte entendió directamente en un conflicto suscitado entre las partes sin hacer
referencia alguna sobre la demandabilidad del Estado.
Posteriormente encontramos la sentencia del 29 de septiembre de 1864, recaída en la causa “SESTE,
VICENTE Y SEGUICH, ANTONIO C/GOBIERNO NACIONAL”, en el que los actores solicitaban al
Estado nacional indemnización por el mayor tiempo servido como personeros de guardia nacionales. Según
surge del fallo, el Estado nacional había firmado un contrato de enganche que establecía su vigencia hasta la
finalización de la batalla de Pavón, pero lo cierto es que, una vez afrontada la misma, en 1861, fueron
retenidos en el servicio militar hasta 1863, y en consecuencia solicitaban indemnización por el mayor tiempo
de servicio.
La Corte desarrolló por primera vez una fundamentación tendiente a determinar la irresponsabilidad estatal,
y para ello se remontó a la jurisprudencia norteamericana y a la doctrina sentada en aquel país en torno al
art. 3º de la Sección Segunda de la Constitución de Filadelfia, cuyo texto ha sido base del art. 100 de la CN
de 1853 (actual art. 116). Principalmente, su argumentación giró en torno a la “teoría del soberano”, de
origen europeo, aunque la doctrina del fallo fue extraída de la jurisprudencia norteamericana. Conforme con
esta teoría, el Poder Ejecutivo es soberano en su esfera y administra con independencia de los otros dos
poderes que participan del Gobierno de la República, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 86, inc. 1º, de la
Const. nacional (actual art. 99, inc. 1).En consecuencia, no puede ser arrastrado ante los tribunales sin su
expreso consentimiento, ya que los tribunales carecen de eficacia para obligar al Poder Ejecutivo a obedecer
una orden suya. Lo contrario, según el tribunal, daría al Poder Judicial una superioridad inconciliable con la
supremacía que la Constitución nacional de 1853 acordaba al Jefe de la Nación, y el derecho de arreglar el
pago de las deudas públicas exclusivamente atribuido al Congreso nacional por el art. 67, inc. 6º del texto
constitucional.
Se aprecia aquí una interpretación estricta de la división de poderes que descarta la posibilidad de que el
Poder Judicial juzgue al Estado como demandado.
En rigor de verdad, de la lectura del fallo surge que, más que a la responsabilidad estatal, la Corte Suprema
se refirió específicamente a la indemandabilidad estatal.
Pero en el criterio de la Corte se deja expresamente a salvo que de ello no se sigue que el particular
damnificado haya quedado sin respuesta ante el perjuicio sufrido, pues el tribunal busca darle solución al
caso a través del Congreso de la Nación, que conforme al anterior art. 67, inc. 6º de la CN tiene como
atribución específica arreglar la deuda pública. Sin embargo, resulta más apropiado distinguir entre la
facultad del Congreso para arreglar las deudas públicas y la función jurídica de establecer la existencia de un
supuesto de responsabilidad generador del correlativo derecho a ser indemnizado.

Poco tiempo después, en sentencia recaída con fecha 1º de junio de 1865 en autos “GÓMEZ, JOSÉ
CÁNDIDO C/LA NACIÓN”, la Corte tuvo oportunidad de reafirmar su tesis negatoria, cuando se demandó
originalmente a la provincia de Corrientes por indemnización de daños y perjuicios por la entrega de
propiedades usurpadas durante el gobierno de los Virasoro en aquella provincia.

220
La Corte reitera aquí los argumentos vertidos en “Seste y Seguich”, aunque analiza un precedente en el cual
había aceptado su demandabilidad excepcionalmente, y aclara que las circunstancias particulares del caso así
lo habían justificado (caso “Bates, Stockes y Cía. c/Poder Ejecutivo Nacional” de 1864).
En esta causa, la Corte, después de reafirmar el principio de la imposibilidad de demandar a la Nación,
sostiene que tal criterio no es aplicable a las provincias, que sí pueden ser ejecutadas, a diferencia de aquella.

Finalmente reitera que ello no significa que los acreedores de la Nación carezcan de los medios de hacer
valer sus derechos, pudiendo ocurrir al Congreso, que por el inciso 6° del artículo 67 está facultado para
arreglar el pago de la deuda pública.

2. La venia legislativa (ley 3952). El reclamo administrativo previo (leyes nºs 11634,
1949 y 25344). La reclamación administrativa y la prescripción de la accion
judicial

La venia legislativa.

Así se fue conformando la teoría según la cual la Nación no podía ser demandada sin la autorización del
Congreso nacional, autorización que debía ser conferida por medio de ley formal; este principio fue
aceptado como regla general al sancionarse la ley 475, que autorizó a un particular a llevar a juicio al Estado
Nacional, y fue reiterado por otras leyes (por ej., ley 675) y por los fallos de la Corte (Fallos 22:385;
100:280; 124:39), aún cuando para algunos casos seguía resolviendo el Congreso.

La venia legislativa y la reclamación administrativa previa. LEYES 3.952 y 11.634.

El reclamo administrativo previo fue instituido por la Ley de Demandas contra la Nación, sancionada en
1900, para suplir el requisito de la “venia” o autorización previa que el Estado nacional debía conferir para
ser demandado judicialmente. Esa venia o autorización debía ser efectuada por el Congreso de la Nación.

Asimismo, el requisito de autorización o consentimiento previo fue establecido por la CSJN para demandar
a la Nación Argentina, pero no era exigido en el caso de que se demandara a una provincia.

Fue así como el consentimiento estatal previamente conferido por éste para ser demandado apareció como
un requisito procesal del ejercicio de las acciones contra sí mismo.

El 27/12/1900 se sancionó la LEY 3.952, que suplió el requisito del consentimiento legislativo previo por el
del reclamo administrativo previo cuando se tratara de acciones de naturaleza civil, pero se mantuvo
subsistente para el caso de que el Estado actuara en ejercicio del poder público, y así lo entendió la propia
Corte Suprema hasta la sanción de la LEY 11.634, que generalizó el requisito de la reclamación
administrativa previa para ambas esferas de actuación estatal.

En efecto, el art. 1 de la citada LEY 3.952 dispuso: “Los tribunales federales y los jueces letrados de los
territorios nacionales conocerán de las acciones civiles que se deduzcan contra la Nación en su carácter de

221
persona jurídica, sin necesidad de autorización previa legislativa, pero no podrán darles curso sin que se
acredite haber precedido la reclamación de los derechos controvertidos ante el Poder Ejecutivo y su
denegación por parte de éste”.

Posteriormente, con la reforma introducida por la señalada LEY 11.634, sancionada el 28 de septiembre de
1932, el mencionado art. 1º de la LEY 3.952 quedó así redactado: “Los tribunales federales y los jueces
letrados de los territorios nacionales conocerán de las acciones civiles que se deduzcan contra la nación, sea
en su carácter de persona jurídica o de persona de derecho público, sin necesidad de autorización previa
legislativa; pero no podrán darles curso sin que se acredite haber producido la reclamación del derecho
controvertido ante el Poder Ejecutivo y su denegación por éste”.

Como se puede observar, la modificación incorporada por la LEY 11.634 agregó la posibilidad de accionar
contra la nación como “persona de derecho público”.

La impugnación judicial de la actividad administrativa en las LEYES 19.549 y 25.344.

En la legislación nacional, la exigencia del reclamo administrativo previo se encuentra establecida


actualmente en el art. 30 de la LNPA (LEY 19.549), fijándose las excepciones en el art. 32 del mismo
ordenamiento.

A su vez, el reclamo administrativo previsto en el artículo 30 de la LPA ha sufrido modificaciones a partir


de la sanción de la Ley de Emergencia Económica (LEY 25.344). En su nueva redacción, de conformidad
con lo dispuesto por el art. 12 de la ley 25.344, el art. 30 establece: “El Estado nacional o sus entidades
autárquicas no podrán ser demandados judicialmente sin previo reclamo administrativo dirigido al
Ministerio o Secretaría de la Presidencia o autoridad superior de la entidad autárquica, salvo cuando se trate
de los supuestos de los arts. 23 y 24”. Es fácil advertir que se generaliza la necesidad de formular el reclamo
administrativo previo.Digamos también que la nueva versión del art. 31 del LNPA recepta la doctrina del
fallo “Gorordo” de la CSJN, y del plenario “Romero, Gerardo” de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal, que a su vez receptaban lo afirmado tiempo antes por la Sala III de ese
fuero en la causa “Avanzada”, en cuanto prevé que el juez debe controlar de oficio las condiciones de
admisibilidad de la acción contencioso-administrativa con relación a la habilitación de la instancia y
agotamiento previo de la vía administrativa.

3. La impugnación judicial en la ley nacional de procedimiento administrativo

La Nación argentina ante el Poder judicial

La CSJN ha confirmado la vigencia del sistema judicialista atenuado en materia de justicia administrativa
(Fernández Arias c/ Poggio), el cual surge de la Constitución Nacional, cuando establece que corresponde a
la CSJN y a los tribunales inferiores de la Nación entender en las causas que contradigan las leyes del país y
donde la Nación sea parte. Siempre y únicamente corresponde al Poder judicial entender en esta clase de

222
litigios, sin perjuicio de que puedan crearse órganos con distinta estructura y que actúen con procedimientos
distintos.

Evolución histórica

-En las leyes de Indias del año 1863 se establecía que el fisco podía ser demandado.

-Sólo a partir de la Revolución de Mayo las ideas de la Revolución francesa influirán para la adopción
gradual del principio de “separación de los poderes” del Estado. Desde el principio se aseguró la
independencia de los órganos judiciales para la aplicación del derecho común; y luego, en una evolución
más lenta, también para resolver los conflictos de los particulares con la administración.

-El acta capitular del 25 de Mayo de 1810 priva de funciones judiciales a la Junta gubernativa pero excluye
de esa prohibición las causas “contenciosas que… sean de gobierno”

-El reglamento de la división de poderes de 1811 alude en su introducción a la decisión de poderes y


estableció que el Poder judicial es independiente y a él le toca juzgar a los ciudadanos. Consagró la
intervención genérica de los jueces ordinarios en todos los asuntos judiciales (incluidos los vinculados a
funcionarios públicos) pero hace excepción sólo de las causas de contrabando, aduana y demás relativas a
cobros fiscales, limitando además la inejecutabilidad de las sentencias contra el fisco.

-El estatuto provisional aprobado por el Congreso de Tucumán en el año 1816 reitera iguales principios pero
suprime la excepción relativa a las causas de hacienda.

-La Constitución de 1826 dispuso que “la Alta Corte de justicia conocerá…” en las cuestiones que resulten
con motivo de contratos o negociaciones del Poder ejecutivo o de sus agentes bajo su inmediata aprobación
y “en las causas de todos los funcionarios públicos”. También disponía que “conocerá en último grado de los
recursos que en los casos y forma la ley designe se eleven a los tribunales subalternos… y en las causas de
almirantazgo.

-En los arts. 9 y 25 de la ley 182 se preveía que la Confederación podía ser parte en juicio.

-La ley 13 de 1862 (organización de la justicia federal) ordenó: “El poder ejecutivo Nacional no hará otro
gasto ni pagará ningún otro crédito… hasta la resolución del Congreso”

-El art. 12 de la ley 79 estableció que: “La administración del crédito público estará bajo la inmediata
garantía y vigilancia del Congreso Nacional.

4. Estado nacional ante tribunales extranjeros. Arbitraje nacional y extranjero

223
 nose…

5. La sentencia de condena del Estado Nación. Carácter declarativo. Leyes 3952 y


11634. Evolución jurisprudencial. La consolidación de las deudas nacionales
Las sentencias de condena al Estado en la LEY 3952. Ley de demandas contra la Nación 3.952.

Si la Administración incurre en una ilegalidad y es declarada tal por la justicia, no existe excusa para que no
cumpla la sentencia. Incumplir una sentencia (sea porque el funcionario no quiere, por capricho, por
arbitrariedad, por negligencia o por dolo) es violar el orden jurídico. La Administración debe cumplir con las
sentencias dictadas en su contra. Lo normal en un Estado de Derecho es que la Administración cumpla con
los mandatos judiciales, sin que sea necesario ejercer fuerza alguna sobre ella.

Tampoco puede constituir un tema polémico la conducta a seguir cuando un funcionario –por negligencia o
dolo– no cumple con lo ordenado por la justicia. Los jueces tienen atribuciones suficientes para ordenar su
cumplimiento y la Administración el deber jurídico de sancionar al funcionario remiso. Incumplir una orden
judicial es un delito, una falta administrativa y genera la responsabilidad patrimonial del funcionario.

Ahora bien, qué ocurre si frente a una sentencia plenamente legítima la Administración está imposibilitada
de cumplirla, o si cumplirla lesiona gravemente el interés público ¿Puede el juez ordenar que se ejecute la
sentencia sin reparar en esas circunstancias?

Visto desde una óptica podríamos sostener que si se impidiera a los jueces ordenar la ejecución forzosa de
las sentencias contra la Administración, no ejercerían propiamente una función jurisdiccional, sus decisiones
carecerían de eficacia y el derecho de los agraviados por una actuación estatal ilícita sería sólo una expresión
de deseo o un mero acto declarativo. Los derechos subjetivos quedarían a merced de la buena voluntad de
las autoridades y la Administración se colocaría fuera del orden jurídico.

Desde otra óptica, sería posible afirmar que si los jueces ejecutaran en todos los casos las sentencias contra
el Estado, aún cuando afecten gravemente el interés público, se podrían paralizar los servicios y las
funciones públicas esenciales, o impedir que la Administración preste asistencia social. En las condenas a
pagar sumas de dinero ejercerían una competencia legislativa, pues, el Congreso es quien autoriza los gastos
de la Nación, y todo pago implica un gasto. Los acreedores podrían embargar las rentas públicas, con lo cual
se afectaría la construcción de obras públicas, la compra de suministros esenciales para el funcionamiento
del Estado y el pago de los sueldos de los agentes públicos.

Señala LUQUI que la realidad es que no existe una solución definitiva para este problema. En este tema no
caben afirmaciones dogmáticas, sino soluciones pragmáticas. Así como la Administración tiene que acatar
las sentencias judiciales, los jueces no deben dictar mandatos que afecten gravemente o pongan en peligro el
funcionamiento de la Administración.

Cuando el cumplimiento de una sentencia afecta gravemente un interés público, la Administración, como
órgano responsable de gestionar ese interés, puede –en algunos casos y de manera fundada– suspender su
ejecución o sustituir la condena por un resarcimiento patrimonial. Para ello es preciso que se trate de un
derecho que admita ser postergado o sustituible por un resarcimiento, pero no cuando la modificación del
224
mandato importe desnaturalizarlo, o alterar su finalidad, o el derecho conferido o reconocido por la
sentencia Si la condena es postergable o sustituible por una indemnización y existe un interés público real,
fundado, que justifique reemplazar la obligación por un resarcimiento, la Administración tiene esa “válvula
de escape”, como también la tienen los particulares con el art. 629 del Código Civil y el art. 513 del
CPCCN.

Esta facultad de la Administración no es aplicable a las sentencias que condenan a pagar sumas de dinero.
Obviamente, como contienen una obligación dineraria, no son sustituibles por una indemnización.

Antes de sancionarse las leyes 23.982 y 24.624, por aplicación de la ley 3.952 y de la doctrina del caso
“Pietranera”, el Estado podía indicar el plazo dentro del cual las iba a cumplir (“las” en referencia a
“obligaciones de pagar sumas de dinero”) pudiendo fijarlo el juez en su defecto o cuando el plazo no era
razonable. Pero a partir de la entrada en vigor de las leyes mencionadas, como establecen el procedimiento
para la ejecución de esas sentencias y los plazos dentro de los cuales se debe efectuar el pago, la
Administración está impedida de alterarlo. Solo las leyes de emergencia pueden establecer plazos mayores,
siempre que respeten los requisitos exigidos por la Corte Suprema.

El artículo 7 y su interpretación jurisprudencial. Los supuestos excluidos: expropiación, interdictos


posesorios. El caso de las entidades autárquicas: distinción según que cumplieran o no funciones estatales.

El art. 7 de la ley 3.952 establece: “Las decisiones que se pronuncien en estos juicios, cuando sean
condenatorias contra la Nación, tendrán carácter meramente declaratorio, limitándose al simple
reconocimiento del derecho que se pretenda”.

Para comprender el significado y alcance que tuvo originariamente el art. 7 de la ley 3.952 debemos
ubicarnos en el momento que se sancionó, cuando la demandabilidad del Estado no era plenamente aceptada
por juristas y legisladores. Esta ley significó un progreso al admitir expresamente la demandabilidad del
Estado, aún cuando el actor debía solicitar previamente la venia legislativa si impugnaba actos de poder
público.

Las únicas excepciones a la inejecutoriedad (“inejecutoriedad” que surge del mismo art. 7, que sostenía que
las decisiones pronunciadas en los juicios donde se demandaba a la Nación tenían carácter meramente
declarativo) de las sentencias contra la Nación fueron establecidas por la Corte Suprema para los casos de:

a) Expropiaciones no indemnizadas: sostuvo la CSJN que “la disposición legal en virtud de la cual las
sentencias dictadas contra la Nación tienen efecto declaratorio, es inaplicable a los casos de expropiación en
los que el Congreso determina los recursos con los cuales deberá pagarse la indemnización correspondiente,
y el dueño que ha sido provisoriamente despojado tiene el derecho de pedir el mandamiento una vez que la
justicia haya fijado definitivamente el monto de la indemnización” (Fallos 186:151, y en el mismo sentido
Fallos 217:420 y 241:382)

b) Interdictos de recobrar la posesión: dijo la CSJN que “la disposición legal mencionada –el art. 7 de la
ley 3.952– no impide la ejecución de sentencia que hizo lugar al interdicto de recobrar la posesión deducido
contra la Nación, y dispuso que ésta restituyera los bienes litigiosos dentro del plazo de diez días, bajo
apercibimiento de librar el mandamiento pertinente” (CSJN, “S.A. La Editorial c/Gobierno Nacional”,
Fallos 247:190).

225
c) El caso de las entidades autárquicas: en el caso “Figueroa, Andrés c/Universidad Nacional de Bs. As.
s/Desalojo”, del 3/8/1962, se analizó el art. 7 de la ley 3.952, entendiéndose que podía extenderse a los entes
autárquicos que cumplen funciones específicamente estatales.

Con el tiempo se fue debilitando la rigidez de la inejecutoriedad de las sentencias contra la Nación. Se
consideró incompatible con el Estado de Derecho que la Administración pueda resolver a su arbitrio si
acepta o no cumplir con las sentencias condenatorias, como si se tratara de una potestad extrajurídica. Esta
evolución se puede observar en algunos fallos.

El precedente “Pietranera, Josefa y Otros C/ Nación Argentina” (año 1982).

En este fallo la Corte modificó su doctrina. Se trató de un juicio de desalojo, cuya sentencia no había sido
atacada por el Estado. Como transcurrieron varios meses desde la notificación de la sentencia, la CSJN
confirmó la decisión recurrida por la cual se requirió al Estado que manifestara, en el plazo de 10 días, la
fecha en que restituiría a los propietarios el inmueble en cuestión, bajo apercibimiento de fijarse
jurisprudencialmente dicho plazo.

La Corte no declaró la inconstitucionalidad del art. 7 de la ley 3.952. Tampoco intimó el desalojo del
inmueble, sino que se circunscribió a confirmar lo resuelto por el tribunal a quo. Entendió prudente no fijarle
al Gobierno nacional un plazo de cumplimiento, sino requerirle que manifieste cuál era el plazo razonable en
que cumpliría con la sentencia. De esta manera, dio por sentado que la Administración iba a cumplir con la
sentencia, como corresponde en un Estado de derecho.

No se trató de una ejecución forzosa de la sentencia, sino de una exhortación para que manifieste el plazo
dentro del cual desalojaría el inmueble, con la advertencia de que si no lo hacía en forma razonable, lo fijaría
el tribunal.

La CSJN interpretó el alcance del art. 7 de la ley 3.952, al establecer que su finalidad es evitar que la
Administración se vea colocada, como consecuencia de un mandato judicial perentorio, en la imposibilidad
de satisfacer el requerimiento (sea por carecer de fondos previstos para tal fin en el presupuesto) o
perturbada en su normal funcionamiento; y que la regulación que contiene no significa una suerte de
autorización al Estado para no cumplir sentencias judiciales, pues ello importaría colocarlo fuera del orden
jurídico, cuando es precisamente quien debe velar por su observancia

Esta es la interpretación correcta del art. 7 de la ley 3.952: evitar que la Administración se vea forzada a
realizar algo que no puede o que afecta gravemente el interés público.

El principio expuesto fue sentado en varias oportunidades por laCSJN, aún en juicios donde el demandado
era una entidad autárquica, y no el Estado Nacional (caso “Mazzuca”).

Suspensión de la ejecución de sentencias.

Frente a una situación de extrema necesidad el Estado puede, dentro de márgenes determinados, declarar la
emergencia y postergar el cumplimiento de las sentencias que lo condenan a pagar sumas de dinero.

Los requisitos exigidos para su constitucionalidad:

1) que exista una situación de emergencia que imponga al Estado el deber de amparar los intereses
vitales de la comunidad.

226
2) que la ley tenga como finalidad legítima la de proteger los intereses generales de la sociedad, y no a
determinados individuos.

3) que la restricción del derecho sea razonable, acordando un alivio justificado por las circunstancias.

4) que su duración sea temporal y limitada al plazo indispensable para que desaparezcan las causas que
hicieron necesaria la medida.

En todas las medidas de emergencia siempre existe una limitación o restricción a los derechos, que todos
deben soportar en iguales condiciones.

El decreto 679/88. La pretendida reglamentación del artículo 7 de la ley 3.952.

En 1988, el gobierno nacional mediante el DEC. 679/88 procuró reglamentar el artículo 7 de la ley 3952. El
decreto estableció una serie de requisitos, procedimientos, plazos, comunicaciones y la intervención de
órganos, necesarios para que los acreedores del Estado por sentencia definitiva puedan hacer efectivos sus
créditos.

Señala LUQUI que por primera vez una norma no sólo previó expresamente la posibilidad de ejecutar las
sentencias de condena contra la Nación sino que, además, estableció los trámites que se debían cumplir para
lograrlo, no obstante haberse dictado para reglamentar el art. 7 de la ley 3.952, que de manera expresa
establece la inejecutoriedad de las sentencias contra la Nación.

El decreto aludido constituyó un exceso reglamentario, apartándose además de la doctrina sentada en el caso
“Pietranera”, pues supeditó la procedencia de la ejecución al cumplimiento de los requisitos y trámites
previstos en el decreto, y no a preservar el interés que, según la Corte Suprema, se debía proteger.

La ley 23.568. En el art. 2 fijó un plazo máximo de 3 años para el cumplimiento de las sentencias judiciales
(sólo para el ámbito provisional).

La ley 23.696. El art. 50 de dicha ley suspendió la ejecución de las sentencias y laudos arbitrales
condenatorios al pago de una suma de dinero que se hubieran dictado contra el Estado nacional y la
administración descentralizada por el término de 2 años.

Vencido ese lapso, el juez de la causa fijaría el término de cumplimiento de las sentencias o laudos, previa
vista al organismo demandado, para que indique el plazo de cumplimiento. En ningún caso, ese organismo
podía fijar un plazo mayor al de seis meses. Si dicho organismo no contestare la vista o indicare un plazo
irrazonable conforme las circunstancias de la causa, el término para el cumplimiento lo fijaría el juez.

Para algunos, esa suspensión implicaba reconocer implícitamente que ya se había abandonado el carácter
declaratorio de las sentencias, puesto que una suspensión sólo se justifica en un sistema en que las sentencias
de condena se ejecutan.

La CSJN declaró la constitucionalidad de dicha norma en el caso “Videla Cuello” (sent. del 27/12/90, LL
1991-D-518).

El DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia) 34/91 (modificado parcialmente por los decretos 53/91 y
383/91)

227
Dispuso paralizar por 120 días el trámite de todas las acciones promovidas contra el Estado Nacional y sus
entes descentralizados.

El DEC. 53/91

Aclaraba que la suspensión dispuesta por el DNU 34/91 incluía a los juicios mencionados en el artículo 54
de la ley 23.696 (de créditos laborales, expropiación, amparo, etc.).

El DEC. 383/91

Autorizó a los jueces, cuando no detectaran irregularidades, a eximir a los juicios de la suspensión dispuesta
por el DNU 34/91.

Normativa nacional sobre consolidación de deudas estatales.

La ley de consolidación de deudas estatales (23.982, de agosto de 1991).

Obligaciones alcanzadas y excluidas (arts. 1 y 2).

art. 1: “consolídanse en el Estado Nacional las obligaciones vencidas o de causa o de título anterior al 1 de
abril de 1991 que consistan en el pago de sumas de dinero, o que se resuelvan en el pago de sumas de
dinero, en cualquiera de los siguientes casos.

a) Cuando medie o hubiera mediado controversia reclamada judicial o administrativamente conforme a leyes
vigentes acerca de los hechos o el derecho aplicable.

b) Cuando el crédito o derecho reclamado judicial o administrativamente, haya sido alcanzado por
suspensiones dispuestas por leyes o decretos dictados con fundamento en los poderes de emergencia del
Estado hasta el 1° de abril de 1991, y su atención no haya sido dispuesta o instrumentada por otros medios.

c) Cuando el crédito sea o haya sido reconocido por pronunciamiento judicial aunque no hubiere existido
controversia, o ésta cesare o hubiere cesado por un acto administrativo firme, un laudo arbitral o una
transacción.

d) Cuando se trate de obligaciones accesorias a una obligación consolidada.

e) Cuando el Estado hubiera reconocido el crédito y hubiera propuesto una transacción en los términos del
inciso a).

Las obligaciones mencionadas sólo quedarán consolidadas luego de su reconocimiento firme en sede
administrativa o judicial.

Quedan excluidas las obligaciones que correspoden a deudas corrientes, aun cuando se encuentren en mora,
excepto las comprendidas en alguno de los incisos anteriores y las de naturaleza previsional.

El acreedor cuyos créditos queden sometidos al régimen de la presente ley podrá liberarse de sus deudas
respecto a los profesionales que hubieren representado o asistido a las partes en el juicio o en las actuaciones
correspondientes y respecto a los peritos en su caso, mediante cesión por su valor nominal de los derechos
emergentes de esta ley, respetándose, en su caso, la proporción de lo percibido en títulos o en efectivo.

228
También quedan excluidos del régimen de la presente ley, el pago de las indemnizaciones por expropiación
por causas de utilidad pública o por desposesión ilegítima de bienes, así declarada judicialmente con
sentencia pasadas con autoridad de cosa juzgada”.

art. 2: “la consolidación dispuesta comprende las obligaciones a cargo del Estado Nacional, Administración
Pública centralizada o descentralizada, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Banco Central de la
República Argentina, Fuerzas Armadas y de Seguridad, Fabricaciones Militares, entidades autárquicas,
empresas del Estado, sociedades del Estado, sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria,
sociedades de economía mixta, servicios de cuentas especiales, del Instituto Nacional de Previsión Social y
de las obras sociales del sector público. También comprende las obligaciones a cargo de todo ente en el que
el Estado nacional o sus entes descentralizados tengan participación total o mayoritaria en el capital o en la
formación de las decisiones societarias, en la medida en que recaigan sobre el Tesoro Nacional, excepto el
Banco de la Nación Argentina y el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, la Caja Nacional de Ahorro y
Seguro, el Banco Nacional de Desarrollo y el Banco Hipotecario Nacional.

Lo establecido en el párrafo anterior será también de aplicación a las obligaciones de la Municipalidad de


Buenos Aires que deberá dictar la reglamentación pertinente, estableciendo las modalidades de aplicación a
través de su Departamento Ejecutivo”.

Forma de pago. Para solicitar el pago de las deudas consolidadas los titulares de los derechos reconocidos
por sentencia firme debían presentar la liquidación judicial firme de sus acreencias, o la liquidación
administrativa definitiva, conformada por el Tribunal de Cuentas de la Nación, la Sindicatura General de
Empresas Públicas o los organismos de control interno correspondientes.

Sobre la base de estas liquidaciones, los organismos obligados al pago debían formular los requerimientos
de créditos presupuestarios a la Subsecretaría de Hacienda, para ser atendidos exclusivamente con los
recursos que al efecto disponga el Congreso de la Nación en la ley de presupuesto de cada año, siguiendo el
orden cronológico y de prelación establecido en el art. 7 de la ley.

La ley dispuso también que los créditos por deudas consolidadas se iban a cancelar conforme a un orden de
prelación, con los recursos que vote anualmente el Congreso de la Nación para hacer frente a esos pasivos,
dentro de un plazo de 16 años para las obligaciones generales y de 10 años para las de origen previsional.

Alternativamente, ofreció a los acreedores novar la obligación por la entrega de bonos de consolidación por
el importe total o parcial de sus créditos.

Plazo de pago de los bonos: 16 años. El art. 12 dispone que “los Bonos de Consolidación se emitirán a
dieciséis (16) años de plazo. Durante los seis (6) primeros años los intereses se capitalizarán mensualmente
y a partir del inicio del séptimo año el capital acumulado se amortizará mensualmente, en la forma y
condiciones que determine la reglamentación […]”.

Por su parte el art. 14 establece que “los Bonos de Consolidación de Deudas Previsionales se emitirán a diez
(10) años de plazo. Durante los seis (6) primeros años se capitalizarán mensualmente los intereses y a partir
del inicio del séptimo año el capital acumulado se amortizará mensualmente […]”.

Levantamiento de las medidas cautelares (art. 4). Esta ley ordenó también el levantamiento inmediato de
todas las medidas ejecutivas y cautelares dictadas contra el Estado y sus entes descentralizados y prohibió en

229
el futuro la traba de medidas cautelares o ejecutorias respecto de las obligaciones consolidadas conforme a la
ley.

El régimen de consolidación de deudas de la ley 25.344. Como después de un periodo de aparente bonanza
la situación financiera del Estado volvió a pasar por momentos críticos, en el 2000 se sancionó otra ley de
consolidación, muy similar a la ley 23.982, a punto tal que hace una remisión general al régimen establecido
en dicha ley.

Jurisprudencia:

 Consolidación de deudas nacionales. Excepción. CSJN, Cso “Iachemet” c/ Nacion


Argentina”, sent 29-4-1993

Parte tercera
Responsabilidad del Estado

Bolilla 15
Fundamentos de la responsabilidad

1. Fundamentos jurídicos de la responsabilidad del Estado. Teorías

Existen diversas doctrinas que intentan explicar los fundamentos de la responsabilidad estatal: algunas
basadas en normas constitucionales y legales no referidas específicamente al tema de la responsabilidad
estatal; otras en principios generales del derecho natural.
Entre las primeras, ubicamos:
a) la teoría de la expropiación;
b) la del sacrificio especial;
c) la de la igualdad ante las cargas públicas, y
d) la del enriquecimiento sin causa.

En tanto, el segundo grupo está integrado por:


e) la teoría de los derechos adquiridos, y
f) la del riesgo y el seguro social.

MARIENHOFF señala que pueden identificarse cuatro grupos de argumentos que asignan fundamento al
deber de reparación.
1) Un primer criterio, en el cual el autor incluye a DUGUIT, considera que ese fundamento se ubica en
los “riesgos sociales”, lo cual implica excluir la culpa estatal como fundamento de su deber de resarcir los
daños que se produzcan por los hechos o actos que le sean imputables.

230
2) Un segundo criterio exige la existencia de un texto legal formal expreso que reconozca la
responsabilidad del Estado. Es la posición que adoptó BIELSA, y que entre otras ocasiones puso de
manifiesto en su crítica al fallo de la Corte Suprema recaído en la célebre causa “Tomás Devoto”.
3) Un tercer criterio está basado estrechamente en una regla o principio implícito de lógica jurídica,
citando como su exponente al jurista español Eduardo GARCÍA DE ENTERRÍA, quien sostiene que la
doctrina parece haber llegado a la tesis común de que la razón que justifica una responsabilidad de la
Administración no es, ni tendría razón alguna para hacerlo, distinta de la que justifica la posibilidad de
aplicar la misma instrucción a las personas privadas.
4) Finalmente, el cuarto criterio es el sustentado por el propio MARIENHOFF, quien afirma que el
fundamento de la responsabilidad estatal no es otro que el estado de derecho y sus postulados, cuya finalidad
es proteger el derecho. Esos principios o postulados forman un complejo y tienden, todos, a lograr la
seguridad jurídica y el respeto del derecho de los administrados; de allí surge el fundamento de la
responsabilidad estatal en el campo del derecho público.

Teoría del sacrificio especial.


La teoría del “sacrificio especial”, de origen alemán y expuesta por MAYER, funda la obligación de
indemnizar que recae sobre el Estado en la existencia de un perjuicio desigual y desproporcionado en cabeza
de un individuo respecto de los demás integrantes del grupo social.
Quizás sea esta la teoría más difundida entre nosotros, y en mérito de ella, cuando la actividad de la
organización estatal provoca un perjuicio o carga en un particular, nace el deber de reparación señalado. Así,
la doctrina ha sostenido que “la situación del administrado queda individualizada, destacada, respecto del
resto de la comunidad en lo que al soporte de dichas cargas se refiere. Las exigencias de la justicia
distributiva imponen, entonces, la obligación de reparar.

2. Evolución de la responsabilidad del Estado. Elaboración jurisprudencial de la CSJN.


Etapas. Responsabilidad directa e indirecta. Factor de atribución: subjetivo y objetivo.

Evolución histórica de la teoría de la responsabilidad del Estado. Distintas etapas.

Es indudable que la idea de soberanía jugó un papel fundamental en el mantenimiento, durante varios siglos,
del principio de la irresponsabilidad del Estado, porque si bien la teoría del Fisco amenguó de algún modo
ese dogma, lo cierto es que recién en el s. XIX se llegó a reconocer la responsabilidad estatal, cuando
actuaba en ejercicio de sus prerrogativas de poder público.
La justicia y el progreso de la ciencia jurídica no podían permitir por más tiempo el mantenimiento de un
principio tan lesivo a los derechos del hombre, en cuanto que sin el reconocimiento de la responsabilidad del
Estado carecían de sentido las garantías que los ordenamientos constitucionales o supremos de cada país
estatuían, precisamente, para la protección de tales derechos.
El proceso hacia el reconocimiento de la responsabilidad del Estado se inicia y consolida en la
jurisprudencia del Consejo de Estado francés, que primero reconoció la responsabilidad del Estado por faltas
objetivas en la prestación servicios públicos para culminar luego con la aceptación de la responsabilidad del
Estado por actos judiciales y legislativos.
A comienzos del s. XIX podía vislumbrarse como el principio jurídico de la irresponsabilidad del Estado se
desmoronaba. Por una parte, se seguía admitiendo, aunque conforme a las reglas del CCiv., la
responsabilidad del Estado por los llamados “actos de gestión”, considerados de naturaleza civil; por otro

231
lado, los particulares que resultaban víctimas de los daños causados por la Administración dejaron de
aceptar este dogma, exigiendo una reparación pecuniaria, primero ante la autoridad administrativa y luego,
ante la negativa de ésta, directamente ante los tribunales judiciales, invocando las prescripciones del art.
1383 y ss. del CCiv. Francés.
A partir del caso “Blanco”, se perfiló una concepción publicista sobre la responsabilidad del Estado,
montada sobre la distinción entre falta de servicio y falta personal, la cual desembocó en el abandono de la
noción de culpa como presupuesto inexcusable de la responsabilidad de la persona jurídica Estado, para
hacerlo responsable siempre por la ejecución irregular o defectuosa de la función administrativa, cuando ello
ocasione perjuicios a los administrados.
La idea de “FALTA DE SERVICIO” es extraña al Derecho Civil, donde la noción de responsabilidad
extracontractual por daños aparece configurada por la noción de culpa. El derecho administrativo produce,
en cambio, un desplazamiento y sustitución de la noción de culpa, poniendo énfasis no ya en el autor del
hecho ilícito, sino en el desequilibrio que produce el daño y en el servicio público. La expresión “falta de
servicio” traduce un significado más amplio y objetivo que el término “culpa”, refiriéndose
fundamentalmente al criterio para delimitar los daños imputables, separando la responsabilidad de la
Administración de la del funcionario.
La responsabilidad del Estado basada en la falta de servicio se construye alrededor de la noción de servicio
público, frente a la necesidad de conceder la reparación patrimonial por los daños causados a los particulares
por el funcionamiento irregular o defectuoso del servicio.
En forma correlativa, la jurisprudencia francesa ha construido la noción de “FALTA PERSONAL” para
responsabilizar a los agentes públicos frente a los administrados, delimitando así la responsabilidad del
Estado. La falta personal es aquella que excede el margen de mal o irregular funcionamiento del servicio, y
para su configuración se tiene en cuenta la culpa o dolo del agente público, dándose tanto en el caso en que
la falta tenga vinculación con el servicio como en aquellos supuestos en que ello no ocurra.
A partir de 1919, el Consejo de Estado francés admitió la llamada responsabilidad sin falta en el campo de la
teoría general de la responsabilidad administrativa. Pero se trata de una teoría excepcional y circunscripta a
supuestos muy particulares (ej.: explosión de municiones en razón del riesgo excepcional de vecindad).
En síntesis, puede decirse que la concepción francesa sobre la responsabilidad del Estado por actos y hechos
administrativos se apoya en la idea de “FALTA”, concebida como el FUNCIONAMIENTO IRREGULAR
O DEFECTUOSO DE LA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA, debiendo apreciarse no en relación a la culpa
del agente, sino de acuerdo con las leyes y reglamentos que rigen la función y teniendo en cuenta el daño
causado al administrado.
El principio de la responsabilidad en Argentina
Si bien la responsabilidad a nivel contractual se reconoció desde al principio, la doctrina (Marienhoff, Diez y
otros) coinciden en que la responsabilidad extracontractual por la actividad estatal se consagra con el caso
“Devoto” (1933), por las razones expuestas en “evolución jurisprudencial de la responsabilidad estatal”.
Evolución jurisprudencial
La responsabilidad contractual fue reconocida desde un principio, en cambio la extracontractual recién fue
reconocida en 1933 (Devoto)
1era ETAPA: la irresponsabilidad era consecuencia de la idea del Estado como poder público (idea de
soberanía). Los actos del estado eran actos de imperio o gobierno. El fundamento de esta postura se
encontraba en el art. 100 de la C.N y en el art. 43 del C.C
Los fallos en los que se sostuvo esta postura fueron BATES STOKES (aduanas) y SESTE Y SEGUICH
(guardias nacionales contratados) (1864) la Corte nacional declara una especie de principio de no
Demandabilidad del Estado, por la soberanía en la esfera de actuación del poder ejecutivo, falta de imperium
de los tribunales para con el ejecutivo, etc.; GOMEZ JOSE (1865) la Corte exige la venia del Congreso para
demandar al Estado.
232
2da ETAPA: (1900 en adelante) se aplica subsidiariamente el Cód. Civ. (arts. 1109 y 1113), aparece la ley
3952 de demandas contra la Nación y se deja de lado el Art. 43 del C.C.
Principales fallos: CORIO (1904) se deduce una acción civil contra la nación por obligaciones emergentes
de la explotación de una vía férrea, y se sostuvo que el Estado es responsable cuando una ley así lo expresa;
SAENZ PEÑA (1916); DEVOTO (1933), responsabilizando a los empleados de la oficina de correos y
telégrafos por el incendio de los campos de la actora. Se aplicaron los arts. 1109 y 1113 del C.C referente a
responsabilidad indirecta.
3era ETAPA: se deja atrás la responsabilidad indirecta atribuible a título de “culpa”, para apoyarse en el Art.
1112 del C.C y establecer la responsabilidad directa por “falta de servicio”; gravitando también la “teoría del
órgano”
Principales fallos: FERROCARRIL OESTE (1938), es el primer caso solucionado a través del 1112 C.C,
pero en combinación con el 1113. No significa un gran avance ya que se sostiene la responsabilidad
indirecta, pero se deja definitivamente de lado el art. 43 C.C y se reconoce que la responsabilidad del Estado
se funda en principios de derecho público; y se aplica el Código Civil sólo en forma analógica.
En el caso VADELL (1984) se aplicó solamente el art. 1112 del C.C: la responsabilidad extracontractual del
estado en el ámbito del derecho público no constituye una responsabilidad indirecta, toda vez que la
actividad de los órganos o funcionarios del Estado realizada para el desenvolvimiento de los fines de las
entidades de las que dependan ha de ser considerad propia, que deben responder de modo principal y directo
por sus consecuencias dañosas.
En TEJEDURÍAS MAGALLANES (1989) se confirma la tesis de VADELL.
En cuanto a la responsabilidad extracontractual por actividad lícita e ilícita, podemos decir que primero se
rechazaba la pretensión sobre la base de lo dispuesto en el art. 1071 del C.C y que la garantía de la
propiedad amparaba a los particulares tan solo frente al desapoderamiento directo y no del perjuicio
resultante del ejercicio de poderes legítimos. Luego se admitió el deber de reparar (LAPLACETTE, 1943) y
más tarde se reconoció sin vacilar la responsabilidad estatal, fundada en los arts. 16 y 17 de la C.N (S.A.
CORPORACIÓN INVERSORA LOS PINOS, 1975).
Más tarde (SANCHEZ GRANEL, 1984), ante la revocación de un contrato por falta de fondos, por razones
de oportunidad, mérito o conveniencia, se reconoce la “reparación integral del daño” (se incorpora el lucro
cesante); JUCALAN FORESTAL (1989); COLUMBIA (1992); entre otros.

Es decir, se deja de aplicar la responsabilidad subjetiva y el criterio a utilizar es el de la responsabilidad


directa y objetiva, en la actualidad el Estado responde por los daños derivados de actos lícitos e ilícitos,
realizados por sus funcionarios, sin necesidad de que los daños se produzcan por culpa o dolo.

3. Especies de responsabilidad:

3.1. Por actividad lícita o ilícita. Fundamentos.

Por actividad lícita e ilícita


Cuando la actuación estatal se reputa legítima (sea administrativa, legislativa o judicial), si bien existe por
parte de los administrados el deber de soportar sacrificios patrimoniales por razones de interés público, es
justo que la reparación deba limitarse al valor objetivo del derecho sacrificado y a todos los daños que sean
consecuencia directa e inmediata de la actuación estatal, con exclusión del lucro cesante (Laplacette,
Cantón, Motor Once), de las circunstancias personales y de las ganancias hipotéticas. Con respecto a esto,
existe un nuevo criterio que sostuvo la Corte Nacional (“Sánchez Granel”) en el cual considera que debe ser
integral la reparación por el daño por actividad legítima contractual.
Requisitos para este tipo:
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*Imputabilidad material de los daños al Estado (imputación jurídica)
*Relación de causalidad entre el accionar del Estado y el perjuicio.
*Existencia de daño cierto
*Sacrificio especial
*Ausencia del deber de soportar el daño (Fallo Columbia)
Cuando la actuación estatal se reputa ilegítima (comprende la ilegalidad objetiva, la irrazonabilidad o
injusticia) lleva como presupuesto el incumplimiento irregular de la función administrativa, algo así como el
funcionamiento defectuoso configurado por la acción u omisión del Estado; ésta última en tanto sea
antijurídica, ya que si bien no siempre existe una norma expresa, debe existir un deber jurídico que consagre
la garantía o la obligación de obrar del Estado en determinado sentido. En estos casos la reparación debe ser
integral.
Requisitos para este tipo:
*Imputabilidad material de los daños al Estado (imputación jurídica)
*Relación de causalidad entre el accionar del Estado y el perjuicio.
*Existencia de daño cierto
*Falta de servicio.

3.2. Contractual, extracontractual y precontractual.

• Precontractual: cuando la responsabilidad surge de una conducta previa a la celebración del contrato.
• Contractual: cuando surge de la ejecución o incumplimiento de un contrato.
• Extracontractual: cuando la responsabilidad surge de la relación entre el Estado y los administrados,
ya sea por la función administrativa o de los actos de tipo legislativo o judicial, ya sea por una actividad
legítima o ilegítima.

Existirá responsabilidad contractual del Estado siempre que el cocontratante resulte dañado en su esfera de
intereses jurídicos como consecuencia de la acción u omisión estatal, lícita o ilícita. En cambio, la
extracontractual, surge de la actuación dañosa del Estado con respecto a sus administrados, y a su vez puede
ser legítima o ilegítima (lícita o ilícita).
Cassagne sostiene que la diferenciación no está en la fuente de la responsabilidad sino que en el hecho de
aplicarse la responsabilidad a un vínculo contractual o extracontractual.

3.3. Por el ejercicio de funciones administrativas, normativas y jurisdiccionales.

Dentro de la actividad legítima el daño puede ser causado por:


• Una función administrativa: es decir, aún prestando correctamente sus servicios, el Estado causa
daño a sus administrados.
• Actos legislativos: cuando el daño surge del dictado de leyes o reglamentos. En este caso hasta que la
ley no sea declarada inconstitucional por sentencia judicial, el Estado no es responsable por los daños
causados por dicha norma, excepto:
 Que se dañen derechos o principios constitucionales.
 Que el daño sea especial, por ejemplo un impuesto que afecte a un individuo en forma desigual que a
los demás.
 Que la propia ley reconozca el derecho a indemnizar.
 Que exista enriquecimiento sin causa por parte del Estado, en este caso aunque no ocasione daño
existe responsabilidad.
• Actos judiciales: si la sentencia no favorece, a aquel sobre quien recae, el individuo tiene la
obligación de someterse a la justicia y acatar sus disposiciones. La CSJN sostiene que el Estado no es
responsable por actos judiciales cuando su actuación es legítima.

234
4. La responsabilidad por omisión. Presupuestos y alcance. Criterios doctrinarios y su
recepción jurisprudencial. Supuestos de omisión estatal: actividad normativa;
actividad de control de los concesionarios de obras y servicios públicos; materia salud.

La responsabilidad del Estado por omisión.

La cuestión de la responsabilidad del Estado por omisión es un tema que ha suscitado gran interés en la
doctrina y la jurisprudencia.
Como se trata de una responsabilidad objetiva, cuyo fundamento radica en el principio de igualdad, se
aplican los requisitos generales que determinan al responsabilidad del Estado por acción, sobre la base de la
noción de falta de servicio y el art. 1112 del CCiv.

La clave para determinar la falta de servicio y, consecuentemente, la procedencia de la responsabilidad


estatal por un acto omisivo, se encuentra en la configuración o no de una omisión antijurídica. Esta existe en
aquellos supuestos donde es razonable esperar que el Estado actúe en determinado sentido para evitar los
daños en la persona o los bienes de los particulares (y el Estado no actúa).
La configuración de la omisión antijurídica requiere que el Estado o sus entidades incumplan con una
obligación legal expresa o implícita, tal como son las vinculadas al ejercicio de la policía administrativa,
incumplimiento que puede hallarse impuesto por otras fuentes de derecho.
Además, para que se genere la obligación de responder, resulta necesario que se trate de una obligación (esto
es, un deber concreto), y no de un deber que opere en dirección genérica y difusa. Es decir, debe tratarse, en
definitiva, de una obligación a cuyo cumplimiento pueda ser compelida la Administración, aún cuando para
ello fuera menester cumplir con determinadas cargas procesales.
El límite de la responsabilidad está dado por las condiciones generales de exclusión de la obligación de
responder, en los supuestos jurídicos de caso fortuito o fuerza mayor.

Los bienes que debe proteger el Estado tienen distintas jerarquías:


• Bienes superiores al interés común, en este caso, si el Estado no responde, existe responsabilidad, por
ejemplo temas de riesgo en la salud o vida de los administrados.
• Bienes de igual o menor jerarquía que el interés común, no se configura responsabilidad, sino una
simple omisión. Como fundamente de este tipo de responsabilidad se aplica el art. 1.112 C.C.
Responsabilidad del Estado en el servicio de salud: el sistema de salud de nuestro país se basa en tres
pilares, la salud pública, las obras sociales y las empresas de medicina privada. El Estado es responsable
cuando no se brinda el nivel mínimo de salud establecido por ley en el PMO (Programa Médico
Obligatorio).
La prestación de ese nivel de salud corresponde a los agentes naturales, es decir, el sujeto obligado a ello, ya
sea que se trate de las obras sociales, o de las empresas de medicina privada. En caso de incumplimiento por
parte de éstos, la Corte ha dicho que el nivel mínimo de salud podrá ser reclamado al Estado, debido a que
en realidad la prestación de salud constituye una de sus obligaciones jurídicas.
En cuanto a la responsabilidad de los médicos: dentro de un establecimiento, a los fines de un tratamiento, la
relación médico-paciente genera responsabilidad contractual, pero si la atención fuera por causas de
urgencia, en las guardias médicas será extracontractual.
En caso de no aplicarse el tratamiento médico adecuado, la doctrina sostiene que la reparación del daño no
será integral, ya que en caso de producirse la muerte se entiende que fue producida por la enfermedad, como
consecuencia directa y natural de ella.
La categorización de los tratamientos como adecuados es aquella que resulta de los protocolos médicos, por
lo que si se ha aplicado alguno que responda a esa calificación, no existirá responsabilidad por parte del
médico.
En el caso de cirugías mal desempeñadas para que pueda atribuirse responsabilidad al profesional, deberá
poder comprobarse su culpa.

235
Un caso de responsabilidad por omisión en el ámbito de la medicina es la falta de personal médico que,
según la ley o reglamentos aplicables, debe encontrarse activo. En ese caso existirá responsabilidad
extracontractual por falta de servicio.

5. Régimen de la responsabilidad de los Estados locales y reparto constitucional de


competencias entre la Nación y las Provincias. La cuestión de la jurisdicción originaria
de la CSJN en demandas contra las provincias.

(Apunte de Logar)
El art 116 de la CN enumera las causas cuyo conocimiento incumbe a la Justicia Federal, en tanto el 117
establece la competencia especifica de la CSJN para conocer en dichos casos, ya sea por vía de apelación o
de manera originaria y exclusiva (asuntos concernientes a embajadores, ministros, consules extranjeros o
una Pcia fuere parte).
A su vez el inc1º del art24 del dec-ley nº 1285/58, reglamentario del art 117, establece que el Alto Tribunal
conocerá, originariamente y exclusivamente, en TODOS los asuntos que versan entre dos o más pcias y los
civiles, entre una Pcia y algún vecino o vecinos de otra o ciudadanos o súbditos extranjeros.
Desde sus orígenes, la CSJN fue delimitando el contorno de la causa civil, sentando en la primer etapa que
las causas entre una pcia y un ciudadano extranjero, se refieren a aquellas que versan sobre acciones civiles;
esto es, sobre derechos nacidos de “estipulación o contrato y no aquella en que a pesar de demandarse
restituciones, compensaciones o indemnizaciones de carácter civil, tiende al examen y revisión de los actos
administrativos, legislativos o judiciales de las pcias en los que estas procedieron dentro de las facultades
propias reconocidas por los art 104 y ss de la CN”, destacando además que ello no excluye el examen y
rectificación, por vía de recurso extraordinario, de las normas pciales violatorias de la ley fundamental.
Posteriores pronunciamientos atribuyen el concepto de causa civil a los casos en que su decisión hacia
sustancialmente aplicables disposiciones de derecho común, entendiendo como tal el que se relaciona con el
régimen de legislación contenido en la facultad del art 67 inc11 de la CN, quedando excluidos de tal
concepto los supuestos que requieren para su solución la aplicación de normas de derecho público pcial, o el
examen y la revisión de actos administrativos o legislativos de carácter local.
En los autos “De Gandia, Beatriz Isabel c/ Pcia de Bs. As” (1992), el tribunal, por mayoría, modifica el
concepto de causa civil. Remite en lo sustancial, al dictamen del Procurador General, en cuanto señala que
toda vez que la acción de autos persigue, con apoyo en normas de derecho común, la indemnización de los
daños derivados de la presunta falta de servicio de un órgano del Poder Judicial de la pcia demandada,
corresponde atribuirle al pleito carácter civil.

En el caso “Barreto, Alberto Damian y otra c/ Bs As, pcia de y otro s/ daños y perjuicios, fallado el 21 de
marzo de 2006, los actores promovieron una demanda contra la provincia de Buenos Aires y un miembro de
la policía provincial, en jurisdicción originaria de la Corte. La pretensión perseguía obtener una
indemnización de los daños y perjuicios sufridos a raíz de la muerte de su hija, con fundamento en el art.
1112 del Código civil. Los actores sostuvieron la configuración de una “falta de servicio” consistente en el
comportamiento irregular del personal de la policía de la Provincia en la realización de la tarea de
prevención de delitos.
Al resolver la controversia, el Alto Tribunal considera que debe abandonarse la generalizada calificación del
concepto de “causa civil” (en los términos del art. 24 inc. 1º del Decreto Ley 1285/58) que venía aplicando a
partir del fallo “De Gandía”, del año 1992. Interesa señalar que, la Corte resolvió casos similares, en los que
se invocaba la aplicación del art. 1112 del Código Civil, a partir del caso “Vadell” del año 1985, también en
jurisdicción originaria.
Obsérvese que dicho criterio resulta correcto cualquiera fuera la naturaleza de la norma o principio
aplicable. Pues, tanto si se siguiera la tesis que sostiene que las normas sobre responsabilidad constituyen
principios generales que rigen por igual en todas las ramas del derecho como si se postulara que se trata de
preceptos de naturaleza civil que se aplican en forma subsidiaria o analógica al derecho público o bien, que
se trata de una norma de derecho público que reenvía al derecho local, la conclusión sería la misma: no se
trata de una causa civil sino de una causa de derecho público, en este caso local.
236
Consideramos que la norma que prescribe el art. 1112, al reglamentar la responsabilidad del Estado por
hechos y omisiones de los funcionarios públicos, es una típica norma de derecho

Jurisprudencia:
 Evolución de la responsabilidad del Estado. Etapas. CSJN, caso “ Devoto c/ Nación”, fallos
169: 111 (año 1993): “Ferrocarril Oeste c/ Pcia de Bs As”, fallos 182:5 (año 1938); “ Vadell
c/ Pcia de Bs As”, fallos 306:2030 (año 1984) SCBA, causa Ac 67882 “Irisarri”, sent 14-3-
2001; causa L71070, Gimenez, sent 23-12-2003
 Responsabilidad precontractual SCBA, causa B50137, “Boulic SA c/ Municipalidad de GRal
Pueyrredon”, sent 31-5-1994
 Responsabilidad del Estado por omisión. CSJN, fallos 312:2138, “Ruiz c/ Pcia de Bs As”
(año 1989); fallos 314:661, “Lanati c/ Direccion Nacional de Vialidad” (año 1991); fallois
330:2570, “cleland c/ Municipalidad de Comodoro Rivadavia” (año 2007). SCBA, causa Ac
78526, “Vargas”, sent 23-2-2002; causa Ac 81917, “Carabajal”, sent 30-4-2003
 Régimen de responsabilidad de los Estados locales. La jurisdicción originaria de la CSJN en
demandas contra las pcias. CSJN, fallos 329:759, “ Barreto c/ pcia de Bs As” (2006); fallos
329:1311, “ Contreras c/ pcia de Bs As” (2006); fallos 329:1603, “Zulema Galfetti, pcia Sta
Fe” (2006)

237
Bolilla16
Presupuestos de la responsabilidad del Estado

1. Responsabilidad extracontractual del Estado por actuación ilegitima.

La responsabilidad surge cuando existe incumplimiento irregular o defectuoso de la función del Estado o
ella es ejercida violando el principio constitucional de razonabilidad. En este caso la indemnización debe ser
integral, alcanzando el daño emergente y el lucro cesante, ya que si bien los administrados deben efectuar
cierto grado de sacrificio, no corresponde que los daños provengan de una actividad ilegítima.

La responsabilidad del Estado tuvo una evolución normativa y jurisprudencial a lo largo del tiempo.
• Antes del caso Devoto: el Estado era responsable por sus actos privados o de gestión, se aplicaba el
derecho privado, pero no era responsable por sus actos de autoridad o de imperio, ya que existía una
desigualdad de derechos. El artículo 43 del C.C. anterior a la reforma de la ley 17.711 establecía que las
personas jurídicas no respondían por los daños generados por sus representantes, por ser el Estado una
persona jurídica estaba amparado por esta norma.
• A partir del caso Devoto: se establece la responsabilidad indirecta del Estado, aplicando los arts.
1.109 y 1.113 C.C. En dicho caso, en 1933 en un campo que alquilaba la empresa “Tomás Devoto S.A.” en
Entre Ríos se produjo un gran incendio por unas chispas de un brasero en mal estado, que utilizaba personal
del Telégrafo Nacional, la sociedad en vista del daño sufrido entabló una demanda de daños y perjuicios,
contra el Estado Nacional. La C.S.J.N. para sortear lo preceptuado en el art. 43 C.C. fundó su fallo en la
responsabilidad indirecta, aplicando el art. 1109 C.C. que establece que todo el que ejecuta un hecho, que
por su culpa o negligencia (factores subjetivos), ocasiona un daño a otro, está obligado a la reparación del
perjuicio, dejó de lado la idea de culpa e invocó la negligencia y el 1113 C.C., que dice que la obligación de
reparar un daño causado se extiende a los provocados por los dependientes o las cosas bajo su cuidado. No
implicó reconocimiento de responsabilidad directa, ni de naturaleza objetiva, y consideró que el art. 1112
C.C. era una norma especial. Este fundamento fue criticado porque:
 La aplicación del art. 1.113, por quienes sostenían que el Estado no es empleador de los agentes
públicos, sino que éstos son órganos del Estado.
 La aplicación del art. 1.109, porque basa la responsabilidad en la culpa y ésta no es presupuesto para
la responsabilidad extracontractual del Estado.
• Caso Ferrocarril Oeste, 1938: se consolida el criterio de responsabilidad indirecta del Estado, pero
respecto a la Provincia de Buenos Aires que es condenada por daños y perjuicios emergentes de un informe
incorrecto del Registro de la Propiedad, es decir la prestación defectuosa o irregular de un servicio inherente
al Estado y en este caso si el fundamento fue el art. 1112 C.C. correlacionándolo con el art. 1113 C.C.,
sosteniendo que al imponer la provincia el deber de obtener un certificado registral para escriturar un
inmueble, esto presupone la obligación de prestar el servicio exigido, también adujo que no era aplicable el
art. 43 C.C. porque la entidad debía actuar en el campo del derecho público y no del derecho privado. Las
238
críticas a este fallo se basaron en que el mismo se refería a la responsabilidad indirecta que presupone culpa
del Estado, es decir tiene base subjetiva y la falta de servicio es un concepto objetivo, que ni siquiera exige
la individualización del funcionario público, autor del daño.
• Fallo Vadell, 1984: en este caso, que igual que el de Ferrocarril Oeste es contra la Provincia de
Buenos Aires por un tema del Registro de la Propiedad, hay una subdivisión de un predio y ventas sucesivas,
por fracciones, quedando una parte para el dueño inicial que luego fallece y al iniciarse la sucesión, como en
el terreno seguía figurando como titular de dominio el causante, por haber sido mal inscriptas las escrituras
en el Registro de la Propiedad, se reclama a la Provincia por el error y se pretende incluso que responda por
los errores de los escribanos intervinientes aduciendo que eran funcionarios públicos. La Corte
responsabilizó parcialmente a la Provincia estimando en un 70% del daño ocasionado por su responsabilidad
y deja en claro que los escribanos si bien son fedatarios públicos no son funcionarios públicos. La Corte
funda el fallo en los arts. 1112 y concordantes del C.C, aplicándolo con criterio subsidiario, considerando
que la Provincia era responsable por los perjuicios derivados del funcionamiento defectuoso e irregular del
Registro de la Propiedad, sosteniendo que esa actividad configuraba falta de servicio de naturaleza objetiva,
encuadrada en el art. 1112 C.C. A partir de este fallo se consideró la responsabilidad directa y objetiva del
Estado por la falta de servicio.

1.1. Presupuestos
Cuando la actuación estatal se reputa ilegítima (comprende la ilegalidad objetiva, la irrazonabilidad o
injusticia) lleva como presupuesto el incumplimiento irregular de la función administrativa, algo así como el
funcionamiento defectuoso configurado por la acción u omisión del Estado; ésta última en tanto sea
antijurídica, ya que si bien no siempre existe una norma expresa, debe existir un deber jurídico que
consagre la garantía o la obligación de obrar del Estado en determinado sentido. En estos casos la
reparación debe ser integral.
Requisitos para este tipo:
*Imputabilidad material de los daños al Estado (imputación jurídica)
*Relación de causalidad entre el accionar del Estado y el perjuicio.
*Existencia de daño cierto
*Falta de servicio

1.1.1. La imputabilidad jurídica de la acción u omisión a un órgano del Estado.

Factor de atribución: es el fundamento jurídico que permite trasladar las consecuencias dañosas de un hecho
a un sujeto distinto de aquel que lo provocó. Los fundamentos de los factores de atribución pueden ser,
subjetivos u objetivos. Serán subjetivos cuando se tenga en cuenta la conducta del sujeto que causa el daño y
se analiza la existencia de culpa, dolo o negligencia. Serán objetivos, sólo los factores externos a la conducta
del sujeto, por ejemplo vicio de la cosa.
Se trata de una imputación objetiva, que prescinde del requisito de la voluntariedad (a diferencia de lo que
ocurre en el derecho civil). De allí que el Estado será responsable aún cuando los hechos o actos sean
ejecutados por un funcionario público demente, siempre que su actuación genere una falta de servicio; y
tampoco será necesario individualizar al responsable, siempre que pudiera atribuirse materialmente el
hecho/acto a un órgano del Estado en ejercicio u ocasión de sus funciones.

1.1.2. Falta de servicio.

La falta de servicio por cumplir de manera irregular los deberes y obligaciones impuestos por la
Constitución, la ley o el reglamento, o por el funcionamiento defectuoso del servicio (ilegitimidad objetiva).
Este concepto (legitimidad objetiva) se traduce en la disconformidad entre el acto o hecho con el
ordenamiento jurídico administrativo.
El concepto de “falta de servicio”, que prescinde de la noción de culpa, aparece estructurado positivamente
en el art. 1112 del CCiv., pero su fundamento es el principio unitario que rige la responsabilidad estatal.

239
Art. 1.112. Los hechos y las omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, por no
cumplir sino de una manera irregular las obligaciones legales que les están impuestas, son comprendidos
en las disposiciones de este título. (TITULO IX, De las obligaciones que nacen de los hechos ilícitos que no
son delitos)

1.1.3. Daño resarcible. Alcance del resarcimiento. Lucro cesante.

Consiste en la existencia de daño cierto, o a un interés particular o un derecho subjetivo de un administrado.


Que dicho daño sea imputable a una conducta del Estado.
La existencia de un daño o perjuicio en el patrimonio del administrado es también un presupuesto esencial
para determinar la responsabilidad del Estado. Ese daño debe reunir, él mismo, una serie de requisitos:

• puede ser actual o futuro, pero tiene que ser cierto, lo cual excluye la responsabilidad por daños
eventuales
• debe hallarse individualizado, no afectando por igual a todos los administrados, lo cual no excluye la
responsabilidad por aquellos perjuicios que, aún impuestos por normas generales, excedan la medida normal
de los inconvenientes del vecindad y los causados por las obras públicas
• el derecho afectado puede ser tanto un derecho subjetivo, como un interés legítimo
• debe tratarse de un perjuicio apreciable en dinero, que comprende tanto el daño material como el
daño moral.

El daño se debe indemnizar en forma integral, reconociendo los tres ítems, es decir, daño emergente, lucro
cesante y daño moral, cuando se trata de personas físicas, cuando quien resulta dañado es una persona de
existencia ideal no se repara el daño moral. Pese a que alguna parte de la doctrina supone que puede existir
el daño moral para las personas jurídicas la jurisprudencia no lo reconoce.
En conclusión, abarca el daño patrimonial y el extrapatrimonial, presente y futuro, tanto el daño emergente
como el lucro cesante (que ocurre cuando hay una pérdida de una perspectiva cierta de beneficio).

1.1.4. La relación de causalidad entre la conducta estatal y el daño

No menos importante es la relación de causalidad que debe existir entre el hecho o acto administrativo y el
daño causado al particular. Se trata de indagar la causa eficiente que origina el daño. No se trata de la
imputabilidad material del hecho o acto al órgano del Estado, sino de determinar si las consecuencias
dañosas de ese hecho o acto derivan necesariamente de éstos u obedecen a otra causa.

Lo que configura esta relación de causalidad es la previsibilidad del daño, según lo dispuesto por los arts.
901 al 906 C.C., es decir los distintos tipos de consecuencias, provocadas por el daño, inmediatas, mediatas,
causales y remotas. Para determinar el tipo de consecuencias que se han generado se debe efectuar un
análisis jurídico abstracto y objetivo del daño. Como principio general, siempre se deberá responder por las
consecuencias mediatas e inmediatas, no así por las causales y remotas, excepto que el acto que originó el
daño, haya podido ser evitado en cuyo caso habrá una extensión en la cobertura de dicho daño y se
responderá también por las consecuencias causales. El análisis será subjetivo y concreto de la circunstancia.

1.2. Prescripción de la acción.

Prescripción de las acciones vinculadas a la responsabilidad extracontractual del Estado por su actuación
ilegítima:
No habiendo precepto expreso en el Derecho Administrativo (nacional) para regir lo atinente al plazo de
prescripción de las acciones por responsabilidad extracontractual del Estado derivada de su actuación ilícita,
es necesario recurrir al CCiv., de aplicación análoga, con la salvedad de aquello que es propio de la
naturaleza de nuestra materia.

240
De ese modo, resulta aplicable el art. 4023 del CCiv., que establece un plazo de prescripción de 10 años para
las acciones personales por deudas exigibles y para las acciones de nulidad, salvo que las disposiciones
especiales establezcan un plazo menor.
En cambio, la prescripción del art. 4037 del CCiv., si bien se refiere (después de la reforma) a la
responsabilidad extracontractual, no es de aplicación al Derecho Administrativo, puesto que regula la
responsabilidad civil (y es sabido que ella se basa en la ilicitud subjetiva, en la noción de culpa, mientras que
en el Derecho Administrativo la responsabilidad extracontractual no se vincula con la idea de culpa sino con
la ilegitimidad objetiva).
En materia de plazo de prescripción de una acción de nulidad tendiente a hacer efectiva la responsabilidad
extracontractual del Estado, el art. 4030 del CCiv. sólo se aplica respecto del vicio de error, porque los
demás defectos contemplados en la norma generan siempre una nulidad absoluta, cuya acción, como tal, es
imprescriptible.

1.3. Relación entre la pretensión de nulidad y la de resarcimiento. Legislación y jurisprudencia.

Evolución de la jurisprudencia de la CSJN acerca de las normas aplicables.

La tesis negatoria de la responsabilidad estatal.

Remontándonos a los primeros años de vida de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, nos encontramos
con el fallo SESTE y SEGUICH. Según surge del fallo, el Estado nacional había firmado un contrato de
enganche que establecía su vigencia hasta la finalización de la batalla de Pavón, pero lo cierto es que, una
vez afrontada la misma, en 1861, fueron retenidos en el servicio militar hasta 1863, y en consecuencia
solicitaban indemnización por el mayor tiempo de servicio.

La Corte desarrolló por primera vez una fundamentación tendiente a determinar la irresponsabilidad estatal.
Principalmente, su argumentación giró en torno a la “teoría del soberano”, según la cual el Poder Ejecutivo
es soberano en su esfera y administra con independencia de los otros dos poderes que participan del
Gobierno de la República. En consecuencia, no puede ser arrastrado ante los tribunales sin su expreso
consentimiento, ya que los tribunales carecen de eficacia para obligar al Poder Ejecutivo a obedecer una
orden suya.
Poco tiempo después, en la sentencia al fallo GÓMEZ, la Corte tuvo oportunidad de reafirmar su tesis
negatoria.
Siguiendo con el análisis de la evolución jurisprudencial, nos encontramos con un segundo argumento
esgrimido en reiteradas ocasiones por la Corte Suprema (fallo ESCALADA c/ Municipalidad de la Capital
Federal) que, basado en la previsión contenida en el anterior texto del art. 43 del CCiv. (antes de su reforma
por la ley 17.711), deriva la irresponsabilidad extracontractual de las personas jurídicas. Es decir, la
imposibilidad de ejercer contra las personas jurídicas acciones criminales o civiles por indemnización de
daños, aunque sus miembros en común, o sus administradores individualmente, hubiesen cometido delitos
que redundasen en beneficio de ellas.
En la causa “LUIS CORIO c/Gobierno Nacional s/indemnización de daños y perjuicios”, el actor invocó la
obligación de reparar, en mérito a lo dispuesto por el art. 1109 del CCiv. La CSJN destacó que tratándose de
una acción civil deducida contra la Nación en su carácter de persona jurídica por obligaciones emergentes de
la explotación de una vía férrea expresamente consignados en la ley general de Ferrocarriles Nacionales,
correspondía también hacer lugar a la demanda en virtud de los arts. 1113 y 1123 del Código Civil.

El cambio en la jurisprudencia.
“DEVOTO” (22 DE SEPTIEMBRE DE 1933): en el caso “Tomás Devoto y Cía. c/la Nación s/daños y
perjuicios”, operarios que trabajaban en la instalación de una línea telegráfica habían provocado un incendio
en los campos que arrendaba la sociedad actora en la provincia de Entre Ríos. En dicho establecimiento,
denominado San Isidro, más precisamente en uno de sus potreros, se produjo un incendio que se propagó a
los otros.

241
La Corte recurre únicamente al Código Civil, específicamente a los arts. 1109 y 1113. La razón de ello
puede deberse a estrictas razones de justicia y equidad, a fin de no dejar un caso sin solución o respuesta
ante la presunta inexistencia normativa. Es decir que ante la necesidad de fundar en alguna norma la
responsabilidad que declaraba, hizo aplicación de las normas indicadas, sin que ello implicara
necesariamente una toma de posición frente a los caracteres de la responsabilidad estatal.
La CSJN dio por probada la culpa o negligencia de los empleados por el incendio del campo y consideró, en
definitiva, que la responsabilidad se extendía al Estado por ser la persona bajo cuya dependencia se
encontraban los autores de los daños (responsabilidad indirecta).
“FERROCARRIL OESTE” (3 DE OCTUBRE DE 1938). LA INAPLICABILIDAD DEL ARTÍCULO 43
DEL CÓDIGO CIVIL: Hasta donde tenemos noticias, la aparición del art. 1112 del Código Civil en la
jurisprudencia de la Corte solo tuvo lugar en 1938, cuando en el caso “Ferrocarril Oeste de Buenos Aires
c/Provincia de Buenos Aires s/indemnización de daños e intereses” reconoció la responsabilidad de la
provincia de Buenos Aires en un caso de error del registro de la propiedad inmueble, con base en los arts.
1112 y 1113.
La actora había comprado en 1914 un terreno en la localidad de Morón, solicitando el escribano
interviniente al Registro de la Propiedad un certificado en el que se hizo constar que el vendedor aparecía
como titular del inmueble, sin inhibición o gravamen alguno. Con posterioridad, en 1928, un tercero reclamó
la propiedad del inmueble, iniciando juicio de reivindicación, y allí obtuvo sentencia a su favor. La empresa
Ferrocarril Oeste inició entonces juicio a la provincia por la indemnización de los daños y perjuicios que el
equívoco del Registro de la Propiedad provincial había ocasionado.
La Corte se ocupa de analizar el artículo 43 del Cód. Civil, pero por primera vez justifica por qué no es de
aplicación al caso. Sostiene que al haber actuado la provincia de Buenos Aires a través del Registro de la
Propiedad como entidad de derecho público, tomando y monopolizando una función, no actúa como persona
de derecho privado ni tampoco como persona jurídica, sino como entidad de derecho público.
Así, afirma categóricamente que se ha reconocido la responsabilidad extracontractual del Estado por la
intervención de sus funcionarios o empleados, por actos realizados en el ejercicio de sus funciones, cuando
la entidad pública ejerce el monopolio, un servicio público o una industria. Es decir, el Estado provincial
imponía la obligación del certificado para otorgar escrituras sobre transmisión de inmuebles, cobrando un
sellado, lo que presuponía la obligación de prestar un servicio regular.
La doble circunstancia de recurrir por un lado a este argumento, y por el otro omitir la aplicación al caso del
art. 1109 del Cód. Civil, permiten afirmar que la Corte comienza a aplicar en forma más explícita los
postulados de la denominada “teoría de la falta de servicio”, y para eso afirma que “quien contrae la
obligación de prestar un servicio lo debe hacer en condiciones adecuadas para llenar el fin para el que ha
sido establecido, siendo responsable de los perjuicios que causan por el incumplimiento o su irregular
ejecución.
En cuanto a la aplicación del art. 1112, la Corte extrae del mismo la existencia de ciertos elementos a
considerar:
1) debe tratarse de una conducta culpable, sin necesidad de que exista dolo;
2) cometida por un agente estatal en el desempeño de sus funciones y obrando bajo su dependencia, y
3) que ha causado un daño.

Es evidente que esta línea jurisprudencial, como la que surge del caso “Devoto”, no implicó el
reconocimiento de una responsabilidad directa ni tampoco de naturaleza objetiva como es, a nuestro
entender (CASSAGNE), la que deriva de la “falta de servicio”, sino que, limitando la aplicación del art. 43
del CCiv., consideró que el art. 1112 jugaba como una norma especial.
“VADELL” (18 DE DICIEMBRE DE 1984): llegamos a 1984, momento en el cual la Corte al fallar en la
causa “Vadell, Jorge Fernando c/Buenos Aires, Provincia de s/ indemnización” da un giro importantísimo en
cuanto a la fundamentación de la responsabilidad extracontractual pública por su actuación irregular o
ilícita.
El hecho generador del caso es, una vez más, un error del Registro de la Propiedad Inmueble de la Provincia
de Buenos Aires.
La Corte se remite a su antecedente principal ya examinado, “Ferrocarril Oeste”, pero reconoce la necesidad
de modificar su doctrina, y como consecuencia de ello consagra la responsabilidad extracontractual del

242
Estado por falta de servicio, con base única en la aplicación por vía subsidiaria del art. 1112 del Código
Civil. Para ello, aclara que la responsabilidad del Estado en el ámbito del derecho público no requiere
recurrir al art. 1113 del Cód. Civil, pues no se trata de una responsabilidad indirecta; acudiendo a la teoría
del órgano, explica que la actividad de los órganos o funcionarios del Estado realizada para el
desenvolvimiento de los fines de las entidades de las que dependan ha de ser considerada propia de estas,
que deben responder de modo “principal” y “directo” por sus consecuencias dañosas.
El nuevo ingrediente proviene de resolver la contienda con aplicación de la teoría del órgano y
prescindiendo, consecuentemente, de la responsabilidad indirecta contenida en el citado art. 1113, ya que el
Estado responde en forma “principal” como responsable directo.
La obvia y principal consecuencia que se desprende de la doctrina de este fallo consiste en que al
desplazarse la culpa como factor de atribución, no resulta necesario acreditar la culpa del agente ni tampoco
individualizar al autor del daño. Basta con acreditar el funcionamiento defectuoso o irregular del servicio
para que se configure el factor objetivo que permita la atribución de responsabilidad.

2. Responsabilidad del Estado por daños provenientes de su actuación legitima.

Responsabilidad extra contractual del Estado:


Por actividad legítima: significa que los actos estatales son legítimos por no tener vicios ni defectos, es
decir, reúnen los requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico vigente. El fundamento se encuentra en el
art. 16 C.N. y en algunos casos la Corte también ha aplicado los arts. 14 y 17 de la misma. Para este tipo de
responsabilidad debe existir una especialidad en el daño, es decir, no debe afectarse a todos los sujetos por
igual.
Los casos de responsabilidad extracontractual lícita pueden ser la expropiación de bienes privados por causa
de utilidad pública, la requisición de bienes en tiempo de guerra, la ocupación temporánea de bienes
particulares, una ley que impide importar determinados productos (fallo Cantón), leyes que prohíben
fabricar o comercializar determinados productos (fallo Sociedad La Fleurette), etc.
En el fallo Cantón se fijó como criterio indemnizatorio el Art. 10 de la ley 21499, al ser una norma de
aplicación análoga al caso, por el ámbito en que se desenvuelve, la finalidad que persigue y la garantía que
protege. En este fallo no se indemnizó, por supuesto, el daño lucro cesante.

Distintas especies de responsabilidad.


Al igual que lo que acontece respecto de la actividad ilegítima, se hace necesario distinguir las diferentes
clases de responsabilidad, según que la actividad responda al ejercicio de la función administrativa o de la
actividad normativa o legislativa.
Presupuestos que determinan la responsabilidad del Estado por actos legítimos. Son los mismos que para la
responsabilidad estatal por actos ilegítimos, es decir:
1) la imputabilidad material del acto (hecho, acto administrativo, ley o reglamento) a un órgano del
Estado.
2) la existencia de un daño cierto a los derechos del particular afectado.
3) la conexión causal entre el acto (individual o general) y el daño provocado al administrado.
Con posterioridad, la CSJN ha agregado dos requisitos:
4) la necesaria verificación de un perjuicio especial en el afectado.
5) la ausencia de un deber jurídico de soportar el daño.

El presupuesto que completa la serie es, obviamente, el que atañe a la “legitimidad” del acto administrativo,
reglamento o ley, lo cual supone que el respectivo acto no adolece de algún vicio o defecto, por cuanto ha
sido emitido de conformidad con todos los requisitos formales y sustanciales impuestos por el ordenamiento
jurídico.
También se entiende que son actos legítimos aquellos que tengan alguna irregularidad intrascendente, la cual
no de origen a la invalidez o ilegitimidad del respectivo acto.
243
2.1. Presupuestos.

2.1.1. La imputabilidad jurídica de la acción u omisión a un órgano del Estado.

La imputabilidad material del acto (hecho, acto administrativo, ley o reglamento) a un órgano del Estado.
Recordamos, con relación a este requisito, que los daños producidos deben serle jurídicamente imputables al
Estado. En este sentido, la atribuibilidad de una conducta al Estado se basa en la relación orgánica, es decir,
en la consideración de que sus agentes son órganos de aquél y no representantes ni mandatarios. El órgano
imputa, así, su actuación al Estado.

2.1.2. Daño resarcible. Alcance del resarcimiento. La doctrina de la llamada “fuerza expansiva de la
expropiación”. Evolución jurisprudencial.

En la responsabilidad por actividad legítima del Estado, se repara el daño emergente pero no el lucro
cesante, ya que el administrado debe soportar ciertos sacrificios por el interés público. en este aspecto la
Corte fue cambiando el criterio, inicialmente en los fallos Cantón e Inversora los Pinos, sostuvo que se debía
reconocer sólo el daño emergente y no el lucro cesante. Fundaba esto la fuerza expansiva de la expropiación
por aplicación del art. 10 de la ley que regula dicho instituto, que expresa que se debe indemnizar, el valor
objetivo del bien más los gastos que sean consecuencia directa de la expropiación excluyendo expresamente
al lucro cesante. La ley de expropiación por ser la única legislación que tipifica este tipo de conducta, se
aplica por analogía para todos los casos por responsabilidad del Estado por actividad legítima.
Sánchez Granel: este es un caso de rescisión de contrato por razones de oportunidad mérito y conveniencia,
a partir del cual la Corte cambia su criterio optando por la indemnización plena, es decir, reconociendo daño
emergente y lucro cesante, siempre que no exista una ley, un contrato o una razones de fuerza mayor que
determinen una limitación en la indemnización.
Motor Once: la Corte vuelve a cambiar la postura, también es referente a una rescisión de contrato por
razones de oportunidad, mérito y conveniencia, retomando el criterio de la fuerza expansiva de la
expropiación.
Juncalán Forestal: una vez la Corte retoma la postura de la indemnización del daño emergente y el lucro
cesante, reiterando otra vez en el año 2005 en el fallo El Jacarandá esta postura, con la composición actual
del tribunal.
En cuanto al daño moral, por la responsabilidad derivada de la actividad legítima del Estado, también debe
repararse dentro de la integralidad del daño siempre que se trate de personas físicas.
Legitimación, para reclamar daños:
• Daño moral: encuentra el fundamento en el art. 1.078 C.C., en principio sólo puede reclamar el
resarcimiento el afectado y en caso de fallecimiento de la víctima del daño, sus herederos forzosos.
Cualquier otro sujeto vinculado a la víctima, que pretenda reclamar el daño moral deberá plantear la
inconstitucionalidad del art. 1.078, por ejemplo la concubina.
• Daño material: se establece en el art. 1.079 C.C., que podrán reclamar la reparación todo aquel que
sufra un daño. La doctrina mayoritariamente considera que al tratarse de la lesión de un interés simple podrá
reclamar la reparación el afectado y todo individuo que demuestre haber sido dañado, en este caso no hay
exclusiones como en el 1.078 C.C.
Cuestión controvertida como pocas en el ámbito de la responsabilidad extracontractual del Estado es la
referida al alcance de la reparación que le es debida a la víctima del obrar estatal cuando los perjuicios
provienen de su actividad lícita, y más precisamente si la indemnización del daño, en esos supuestos, es
comprensiva del denominado “lucro cesante”, entendido como las ventajas económicas esperadas de
acuerdo con probabilidades objetivas y debidamente acreditadas.
En lo que se refiere a este tema, las grandes líneas que muestra la jurisprudencia de la Corte son,
básicamente, 2:

244
- la primera postula que el alcance de la indemnización comprende la reparación plena de los
perjuicios causados al particular, comprensiva del daño emergente y del lucro cesante, aplicando el
respectivo precepto del CCiv. (art. 1069) en forma subsidiaria.
- la segunda línea se caracteriza por una limitación del principio de la reparación plena o, si se
prefiere, y como lo ha señalado la jurisprudencia, un nuevo concepto de reparación integral propio del
Derecho Público, como es el que fluye del art. 10 de la Ley de Expropiaciones, aplicable analógicamente en
materia de daños provenientes de la actividad legítima del Estado.

La cuestión en la doctrina.
Las opiniones se dividen tratándose de casos de responsabilidad derivada de la actividad lícita o legítima del
Estado, existiendo autores que, a falta de norma expresa, sustentan la procedencia de la reparación integral o
plena con fundamento en la garantía de la propiedad consagrada por el art. 17 de la CN.
Otros autores, contrariamente, postulan el CARÁCTER EXPANSIVO DE LA NOCIÓN JURÍDICA DE LA
EXPROPIACIÓN, doctrina desarrollada por MARIENHOFF. El propio MARIENHOFF lo explica en estos
términos: “La expropiación tiene gran amplitud conceptual. Sus principios no sólo comprenden y se aplican
al específico acto por el cual el Estado, por causa de utilidad pública calificada por ley y previa
indemnización, obtiene que le sea transferido un bien o cosa de un particular, sino que tales principios se
extienden y aplican a todos los supuestos de privación de la propiedad privada, o de menoscabo patrimonial,
por razones de utilidad o interés públicos. [...] Lo que la Constitución establece respecto a indemnización en
materia de expropiación, implica un principio general del derecho, aplicable a todas las hipótesis en que un
derecho patrimonial cede por razones de interés público.
En contra y por la admisión del principio de la reparación integral, comprensiva del daño emergente y del
lucro cesante, se han expresado BARRA, GUASTAVINO, y más recientemente, aunque con algunas
variantes, BIANCHI.
BARRA: para dicho autor, la expropiación por causa de utilidad pública configura una especie dentro del
género que es la responsabilidad del Estado por su actuación lícita, y no a la inversa. Sostener que en la
responsabilidad por hechos y actos lícitos de la Administración solamente se debe responder por las
consecuencias inmediatas no implica negar el principio de la reparación integral, que incluye al daño
emergente y al lucro cesante, pues ambos son consecuencias inmediatas del hecho dañoso
Sostiene textualmente BARRA: “La expropiación entonces no es una técnica revocatoria, precisamente
porque no es una técnica para extinguir derechos. La expropiación, según se ha mencionado en ciertas
ocasiones y especialmente para distinguirla de la revocación, es una vía de `despojo’. Es que en realidad lo
que el Estado busca a través de la expropiación es una transferencia patrimonial: traspasar algo que estaba
en el patrimonio de un particular al patrimonio público, estatal o de otro sujeto público o de un delegado de
la Administración Pública, como puede ser un concesionario de servicio público”.
BIANCHI: este autor distingue los daños y perjuicios provenientes de los actos legislativos de aquellos que
derivan de otras fuentes, y así -sostiene- los primeros “participan de una naturaleza muy similar a la
expropiación, por lo que están mucho más cerca de las soluciones que ella provee que los primeros. En este
punto la reflexión de BARRA es importante, en la medida en que el procedimiento de gestación de una ley
que califica la utilidad pública de un bien para expropiarlo es muy diferente que el mero acto administrativo
emitido por un funcionario. Dado que las garantías que existen en un caso y en el otro son diferentes,
también deben serlo los derechos del administrado. Por ello creo que los daños que provienen de la
revocación por razones de oportunidad, mérito y conveniencia de un acto administrativo deben ser reparados
en forma integral”.

Alcance de la reparación. Evolución jurisprudencial de la CSJN.


1. “Laplacette” (26 de febrero de 1943): en este caso, se reclamaban los daños y perjuicios consecuencia de
las inundaciones causadas en el campo del actor. En efecto, según surge del relato de la sentencia, el actor
era propietario de un campo que lindaba con una laguna, que en virtud de la ley provincial que proyectó el
Canal Norte de navegación requería el embalse de las aguas hasta un nivel que necesariamente produciría la
inundación de los campos del actor, inutilizándolos definitivamente.
La Corte entendió que la acción deducida no nacía de un acto ilícito, ya que la provincia demandada había
actuado como poder público y en ejercicio de sus atribuciones, realizando una obra pública de interés

245
general, pero la responsabilidad del Estado nacía igualmente de la garantía de la inviolabilidad de la
propiedad.
La forma de hacer efectiva esa garantía era, a falta de una disposición legal expresa, aplicar los principios
generales del derecho y las disposiciones que rigen situaciones análogas, siendo adaptable al caso las normas
relativas al instituto de la expropiación.
En orden al alcance de la indemnización, sobre la base de la ocupación definitiva de la tierra por las aguas,
la fijó en el pago del valor de las tierras y en el de los alambrados dañados, a cuyo fin se remitió a los
valores fijados por los dictámenes de los peritos, que no merecieron divergencias.

2. “Boccara” (17 de julio de 1970). La admisión del lucro cesante: el criterio adoptado por la Corte en la
causa “Laplacette” se modifica con posterioridad en este fallo. Se analiza nuevamente el alcance de la
indemnización debida a un particular que se ha visto perjudicado por la revocación de los permisos de
cambio oportunamente otorgados por el Banco Central, descartando, esta vez, la extensión analógica de las
disposiciones de la ley de expropiaciones.
La Corte descarta, sobre la base de las alegaciones de ambas partes, que la revocación haya obedecido a la
trasgresión por el permisionario de las normas cambiarias, o a la ejecución por parte de este de acto ilícito
alguno que liberara así de responsabilidad al Banco Central por los perjuicios ocasionados a aquel.
Desechada de tal modo la ilicitud en la conducta, se resuelve que el derecho a ser indemnizado nace, no
obstante, de la garantía de la propiedad consagrada por el art. 17 de la CN “como consecuencia de la
revocación de un acto administrativo”.
Desestima, además, el argumento de la aplicación de la ley de expropiaciones; dice que no pueden aplicarse
las reglas que rigen la expropiación a este caso, donde no existe ésta, porque ello contrario implicaría
extender normas legales a casos no previstos para la especialidad de ellas.

3. “Corporación Inversora Los Pinos S.A.” (22 de diciembre de 1975): en el caso se reclamaba una
indemnización tendiente a reparar los perjuicios ocasionados por la revocación del permiso que habilitaba el
inmueble de la parte actora como hotel alojamiento. El objeto de la litis se circunscribía exclusivamente a tal
pronunciamiento, pues con autoridad de cosa juzgada ya se había establecido la legitimidad del acto
administrativo revocatorio. Restaba decidir si ante el obrar lícito de la administración era procedente la
indemnización reclamada.
La CSJN entendió que la Administración ejerció sobre un inmueble de propiedad privada una restricción al
dominio por razones de seguridad, higiene o moralidad.
Establecido ello, entendió que en el caso y por su intensidad, la restricción de la propiedad era sustancial, en
oposición a las meras restricciones. Ante esa afectación, las potestades legítimas de la Administración
orientadas en favor del interés general encuentran correlato y tutela adecuada en la debida indemnización.
Aclaró que la indemnización no es la consecuencia de un obrar ilegítimo, sino que tiene por objeto tutelar la
incolumidad del patrimonio de los administrados afectados con sustento en la garantía consagrada por el art.
17 de la CN. En tal sentido, recordó que el interés general no puede autorizar a los poderes públicos a
disponer de la propiedad de los particulares y que la utilidad privada no puede ser sacrificada a la pública sin
adecuada compensación.
Con relación al alcance de la reparación debida al afectado, y ante la ausencia de una disposición expresa
que estableciera un criterio determinado, se recurrió a la solución de los arts. 11 y 12 de la entonces vigente
ley de expropiaciones 13.264 y del art. 907 del CCiv., resolviendo que la indemnización sería comprensiva
exclusivamente de los daños que fueran consecuencia directa e inmediata de la confianza del actor en que el
acto revocado fuera mantenido, con exclusión del valor o ganancia frustrada (lucro cesante).

4. “Cantón, Mario Elbio” (15 de mayo de 1979): la Corte se mantiene en una postura restrictiva en cuanto a
la reparación de los perjuicios, aunque esta vez el supuesto de hecho examinado se aproxima al analizado en
la causa “Boccara”.

5. “Sánchez Granel” (20 de septiembre de 1984): en este fallo, la CSJN decide que la indemnización
procedente frente a los daños ocasionados por el obrar legítimo de la demandada –Dirección Nacional de
Vialidad– comprende no sólo el daño emergente, sino también el lucro cesante.

246
En pocas líneas, la Corte retoma el criterio sentado en “Boccara” en cuanto al alcance de la reparación frente
a daños causados por la actividad lícita del Estado. Se desprende del pronunciamiento que, ante la falta de
normas del derecho público que resuelvan el supuesto en estudio, es expresamente en función del principio
de la integralidad de la reparación como la Corte decide a favor de la admisión del lucro cesante.

6. “Motor Once S.A.” (9 de mayo de 1989): la plataforma fáctica del caso, sintéticamente, es la siguiente: la
parte actora reclamó la nulidad de los actos de la Administración que culminaron con la clausura del
establecimiento de expendio de combustible que poseía y los daños y perjuicios generados. La pretensión de
nulidad fue rechazada, contando con un pronunciamiento confirmatorio de la Corte Suprema, que devolvió
las actuaciones para que se pronunciara la instancia pertinente sobre los rubros indemnizatorios.

Dentro del marco de la actividad lícita del Estado –según el referido pronunciamiento de la Corte– y ante los
daños provocados por el ejercicio legítimo del poder de policía, el fallo de la segunda instancia declaró
procedente el resarcimiento del lucro cesante.
Llegado el caso a la CSJN, la procuradora fiscal, Dra. Graciela Reiriz, propicia en su dictamen la revocación
del pronunciamiento de la instancia anterior, declarando improcedente el lucro cesante reclamado y
reconocido. A este dictamen se remite la mayoría del tribunal para dejar sin efecto el reconocimiento del
lucro cesante.

7. “Juncalán Forestal S.A.” (23 de noviembre de 1989): en la causa se reclamaban los daños y perjuicios
provocados por obras públicas realizadas por la Dirección Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires,
destinadas a controlar las inundaciones que amenazaban a la ciudad de Trenque Lauquen en perjuicio, entre
otros, de la propiedad de la parte actora, que resultó inundada en un 80 %.

La Corte acepta la procedencia del lucro cesante como rubro incluido en la indemnización generada en el
obrar lícito del Estado.

Conclusión.
En síntesis, de los antecedentes reseñados, podemos concluir que el alcance de la reparación en materia de
responsabilidad extracontractual del Estado por su actividad lícita se extiende, en principio, al resarcimiento
del daño emergente y del lucro cesante, pues no resulta aplicable analógicamente una ley restrictiva y de
excepción, como lo es la ley de expropiaciones. Es decir, el estado actual de la cuestión parece propiciar la
recepción de la teoría de la reparación integral.

Reparación del daño moral.


¿Qué es el daño moral? Se lo ha definido como el menoscabo en los sentimientos, no susceptible de
apreciación pecuniaria. Consiste en el desmedro o desconsideración que el agravio pueda causar en la
persona agraviada, o los padecimientos físicos, la pena moral, las inquietudes o cualesquiera otras
dificultades o molestias que puedan ser la consecuencia del hecho perjudicial. En suma, es daño moral todo
sufrimiento o dolor que se padece, independientemente de cualquier repercusión de orden patrimonial.

La CSJN ha limitado el reconocimiento de los perjuicios extrapatrimoniales al caso de las personas de


existencia visible, negándolo cuando el reclamo proviene de personas jurídicas, solución por cierto opinable,
en vista a que estas últimas pueden también ser afectadas en su prestigio y crédito comercial.

Jurisprudencia de la CSJN.

1. “Tosich, Milán” (31 de marzo de 1939): la CSJN reconoció en forma expresa la existencia del daño moral
en forma acotada en 1939 al pronunciarse en este fallo. Se reclamaban los daños y perjuicios derivados de
un accidente causado por un automóvil conducido por un empleado de la provincia de Buenos Aires. Allí se
sentó la base del principio según el cual solo era admisible este rubro indemnizatorio cuando mediaba delito
de derecho criminal.

247
2. “Torres, Guillermo” (17 de diciembre de 1985): el carácter extrapatrimonial del daño moral ha sido
destacado por la CSJN en el caso “Torres, Guillermo y otra c/Provincia de Buenos Aires”, originado a raíz
de las inundaciones ocasionadas en el campo del actor debido a obras hídricas ejecutadas por la provincia de
Buenos Aires. En el caso no procedió el daño moral porque no se había demostrado dicho carácter en forma
suficiente para justificar el reclamo.
3. “De Gandía, Beatriz” (4 de mayo de 1995): una abogada que se dirigía en su automóvil hacia la República
Oriental del Uruguay para gozar de sus vacaciones, fue detenida, incomunicada y alojada en una
dependencia policial a disposición de la justicia de Concepción del Uruguay ya que el pedido de secuestro
que pesaba sobre su vehículo no había sido levantado ni librada la comunicación respectiva por el juzgado
interviniente.

El reclamo indemnizatorio de la actora se limitaba al daño moral que le había causado la detención y el
sometimiento al trámite de un proceso penal, con el consiguiente descrédito y desprestigio público que
trajeron aparejados. La Corte consideró que los hechos descriptos anteriormente habían ocasionado una
lesión a los intereses morales de la actora, debiendo ponderarse su desempeño profesional, docente e
intelectual para apreciar con verdadera entidad la repercusión negativa de los hechos sobre su reputación en
esos campos.

4. “Kasdorf” (22 de marzo de 1990): en cuanto a las personas jurídicas, nuestra Corte Suprema de Justicia se
ha pronunciado por el rechazo del reconocimiento del daño moral a favor de las mismas en la causa
“Kasdorf”.

2.1.3. La relación de causalidad entre la conducta estatal y el daño.

La conexión causal entre el acto (individual o general) y el daño provocado al administrado.


No cualquier turbación es susceptible de generar la obligación de resarcir, sino que el daño debe encontrarse
en relación de causalidad adecuada con el hecho generador. Para que una responsabilidad pueda ser
declarada y atribuida a una persona como sujeto pasible del deber resarcitorio no es suficiente que se haya
probado la existencia de un daño y también la existencia de un hecho ilícito imputable a una persona, o
dotado por la ley de la calidad suficiente para constituir un factor atributivo de responsabilidad a una
persona. Faltaría aún que este hecho aparezca como habiendo sido la causa del daño, pues es evidente que
esta exigencia es condición indispensable para que el perjuicio le sea atribuido a la persona en cuyo ámbito o
actuación o autoridad éste se produjo. Para que un hecho merezca ser considerado causa del daño es preciso
que sea en sí mismo idóneo para producirlo (causalidad adecuada), y deben excluirse los hechos que con
toda evidencia no han tenido poder determinante en la producción del daño final, lo que lleva al análisis de
la causa extraña, es decir, al de aquellos supuestos en que el nexo de causalidad queda roto al interferir, entre
otros, la propia conducta de la víctima. En nuestro caso, de no existir la ordenanza que obliga al prestador a
desmantelar la ESA instalada con las autorizaciones correspondientes, el daño no se produciría. Es decir que
no puede haber duda de que la ordenanza es causa única y directa del perjuicio. Incluso para los autores que
sostienen que la causa debe ser, además, "exclusiva", entendemos que en el caso se da el carácter de
exclusividad requerido, pues no existen otras causas que sean idóneas para causar el perjuicio o que
concurran para que ello ocurra. La norma es la única y directa causa de tal daño. La lesión al derecho de
propiedad es consecuencia directa e inmediata del obrar del Estado

2.1.4. La verificación de un sacrificio especial en el afectado y la ausencia de deber jurídico de soportar


el daño. Jurisprudencia.

Teoría del sacrificio especial.


La teoría del “sacrificio especial”, de origen alemán y expuesta por MAYER, funda la obligación de
indemnizar que recae sobre el Estado en la existencia de un perjuicio desigual y desproporcionado en cabeza
de un individuo respecto de los demás integrantes del grupo social.

248
Quizás sea esta la teoría más difundida entre nosotros, y en mérito de ella, cuando la actividad de la
organización estatal provoca un perjuicio o carga en un particular, nace el deber de reparación señalado. Así,
la doctrina ha sostenido que “la situación del administrado queda individualizada, destacada, respecto del
resto de la comunidad en lo que al soporte de dichas cargas se refiere. Las exigencias de la justicia
distributiva imponen, entonces, la obligación de reparar

Ausencia del deber jurídico de soportar el daño


Enseña Comadira que si bien este requisito aparece en la causa "Columbia", su inclusión implica un error
conceptual, pues, en realidad, el concepto que debe ser aprehendido es el de la obligación de soportar o no
"la conducta dañosa". En el caso de la responsabilidad por actividad lícita correspondería enunciar, para este
autor, la obligación de soportar esa conducta. En el mencionado fallo la Corte hizo referencia a este requisito
con relación a una situación que se configuraba "bajo un sistema especial en el que es necesario aceptar el
riesgo que tal situación importa”, pues la accionante era una financiera que demandaba por el daño
producido por el reemplazo de los índices de corrección de préstamos de capitales ajustables. Entendemos
que tal circunstancia no se da en el caso que analizamos.
Es posible sostener que el prestador tiene la obligación de soportar la "conducta dañosa" (en nuestro caso,
cumplir la orden de desmantelar sus instalaciones), mas tal deber no incluye el de hacerse cargo de los
costos que el cumplimiento implica y soportar los daños que podría traer aparejados para la prestación del
servicio. Es decir, debe cumplir la norma, pero no tiene por qué soportar los daños que la misma le irroga.

Con el correr del tiempo, la CSJN ha ido precisando el concepto de la causalidad “directa e inmediata”, al
punto que le ha añadido también el requisito de la “exclusividad”, para culminar con la exigencia de que
debe encontrarse ausente el “deber jurídico de soportar el daño”.
Se entiende que este último aspecto resultaría sumamente opinable si no estuviera limitado a aquellos
supuestos en los que la ley misma coloca tal deber en cabeza de la víctima, como por ejemplo sucede cuando
la víctima debe soportar el perjuicio proveniente del caso fortuito o de la fuerza mayor en las condiciones
del art. 513 del CCiv.; de su propia culpa (art. 1111 CCiv.); de la culpa de un tercero por el que el Estado no
debe responder (art. 1113 CCiv.); es decir, todas situaciones en las que la propia ley impone que el daño
deba ser soportado por la propia víctima.

2.2. Prescripción de la acción resarcitoria.

Plazo de prescripción de las acciones tendientes a obtener el resarcimiento de los daños causados por
actividad legítima.
La CSJN, en el fallo LAPLACETE (año 1943) consideró que la prescripción del art. 4037 del CCiv. no
podía ser invocada válidamente por ser notorio que la acción deducida no nacía de un acto ilícito de la
Administración, sino del ejercicio legítimo del poder público en la realización de una obra de interés
general.
Esta jurisprudencia de la CSJN ha variado, aplicándose ahora el plazo de 2 años del art. 4037, lo cual
traduce una tendencia contraria al reconocimiento de indemnización debida a los particulares que muchas
veces aguardan, sin interrumpir ni suspender la prescripción, la realización de gestiones que realizan en sede
administrativa.
El error de esta tendencia jurisprudencial estriba en no haber advertido que la responsabilidad
extracontractual del CCiv. se basa, primordialmente, en la ilicitud subjetiva, mientras que el Derecho
Administrativo ha estructurado una responsabilidad totalmente objetiva que, en este caso, procede respecto
de los actos legítimos del Estado.
CASSAGNE opina que la norma que debe aplicarse por analogía es el art. 4023 del CCiv., porque posee una
mayor generalidad, permitiendo la realización de la justicia sin cortapisas formales.

Fallos:

249
La prescripción de la acción por responsabilidad extracontractual del Estado, cuando este, no obstante que
su conducta resulta ser regular, produce perjuicios, tuvo diferentes cambios a lo largo de los años. En la
actualidad, se ha conformado, en la jurisprudencia de la Corte, una doctrina uniforme al respecto.
1. “Laplacette” (26 de febrero de 1943): en este caso, se reclamaban los daños y perjuicios consecuencia de
las inundaciones causadas en el campo del actor provocadas por las obras realizadas por el gobierno
provincial al construir un canal de navegación.
En efecto, según surge del relato de la sentencia, el actor era propietario de un campo que lindaba con una
laguna, que en virtud de la ley provincial que proyectó el Canal Norte de navegación requería el embalse de
las aguas hasta un nivel que necesariamente produciría la inundación de los campos del actor,
inutilizándolos definitivamente.
La Corte entendió que la acción deducida no nacía de un acto ilícito, ya que la provincia demandada había
actuado como poder público y en ejercicio de sus atribuciones, realizando una obra pública de interés
general, pero la responsabilidad del Estado nacía igualmente de la garantía de la inviolabilidad de la
propiedad.
La forma de hacer efectiva esa garantía era, a falta de una disposición legal expresa, aplicar los principios
generales del derecho y las disposiciones que rigen situaciones análogas, siendo adaptable al caso las normas
relativas al instituto de la expropiación.
Sin embargo, la Corte ya había reconocido que no se trataba de uno de dichos supuestos, pues el dominio no
había sido transferido al demandado y éste había desistido de la construcción del Canal Norte. Por lo tanto,
reconoció encontrarse ante una acción de naturaleza personal por indemnización de daños y perjuicios, y –en
consecuencia– que no podía oponerse prescripción del art. 4037 del Código Civil, sino que, por el contrario,
el plazo aplicable era el general del art. 4023 del citado Código, que cuando los hechos fueron objeto de
juzgamiento por la sentencia, las acciones prescribían a los diez años entre presentes y a los veinte entre
ausentes, de acuerdo con lo establecido en el texto anterior a la reforma de la ley 17.711 por el art. 4023 del
Cód. Civil.
2. “Cipollini” (2 de marzo de 1978): en la causa “Cipollini, Juan Silvano c/Dirección Nacional de Vialidad y
otra s/sumario”, se reclamaban los daños y perjuicios ocasionados al restaurante de propiedad del actor
como consecuencia de la remodelación de la ruta 9 en la ciudad de Córdoba.
Llegado el caso a la Corte, esta afirmó que la responsabilidad del Estado por los daños ocasionados sin culpa
a los particulares nacía, en casos como este, de la garantía de la inviolabilidad de la propiedad y era
necesario buscar la forma de hacer efectiva esa garantía en los principios del derecho común, a falta de
disposición legal expresa. Asimismo, entendió la Corte que a partir del texto del art. 4037 del Cód. Civil,
sancionado con la reforma de la ley 17.711, el mismo resultaba más amplio que el anterior, al abarcar no
sólo la responsabilidad por hechos ilícitos sino también todos los supuestos posibles de responsabilidad civil
extracontractual, y por lo tanto, el argumento central de “Laplacette” había perdido su apoyo legal.
En consecuencia, ya no resulta necesario distinguir entre los casos de responsabilidad ocasionada por una
actividad lícita o ilícita del Estado, sino que basta con distinguir la naturaleza contractual de la
extracontractual, a efectos de aplicar a la segunda el plazo bienal del art. 4037 del Código Civil.

3. “Aguará Ganadera” (20 de marzo de 1986): Continuando con el análisis de la jurisprudencia de la Corte,
debemos detenernos en el análisis del caso “Aguará Ganadera e Industrial S.A. c/Provincia de Buenos Aires
s/daños y perjuicios” en el que se cuestionaba la responsabilidad de la provincia de Buenos Aires al
provocar la inundación de los campos de la actora. La Corte entendió que el cómputo de plazo debía partir
del momento en que los daños habían sido conocidos por el reclamante y habían asumido un carácter cierto
y susceptible de apreciación y que la circunstancia de que pudieran presentar un proceso de duración
prolongada e indefinida no era obstáculo para ello.

Sin embargo reconoció, al igual que en “Cipollini”, que si bien para etapas nuevas y no previsibles del
perjuicio pueden admitirse prescripciones independientes, no era el caso de autos, donde el perjuicio
resultaba de las inundaciones producidas en un tiempo establecido en la demanda.

250
2.3. Supuestos particulares de responsabilidad por actuación legitima: daños causados por obras
públicas; revocación de actos adm por razones de conveniencia publica; actividad reglamentaria en
materia urbanística

nose

Jurisprudencia:
 Responsabilidad del Estado por actuación ilegitima. Presupuestos. Relación de causalidad. CSJN,
fallos “Cohen”, SCBA, causa C90664, “Acuña c/Munc de V.Gessell y otros”, sent 11-4-2007.
 Prescripción de la acción de resarcimiento. SCBA, causa Ac. 79514, “Castillo”, sent 13-8-2003;
causa Ac 87447, “Chakers c Munc 9 de julio”, sent 20-4-2005.
 Responsabilidad del Estado por su obrar legitimo. CSJN, fallos: 293:617, “los pinos” (1975),
fallos 301:403, “Canton” (1979)
 Alcance del resarcimiento por daños provenientes de la actuación legitima del Estado. CSJN,
fallos 306:1409, “Sanchez Granel c/dirección nacional de Vialidad” (1984), caso “el Jacaranda
SA c/Estado Nacional”, sent 28-7-2005; causa B51148, “Divertimentos Acuáticos”, sent 4-11-
1997

251
Bolilla 17
Responsabilidad del Estado Legislador

1. Responsabilidad por actos legislativos

Marienhoff sostiene que el Estado, en ejercicio de sus poderes de legislación, puede lesionar los derechos de
los particulares.
Para que el daño ocasionado por una ley sea resarcible debe ser cierto, imputable al Estado, debe existir
relación de causalidad entre el daño y la conducta estatal, etc. Además de dichos requisitos, para que exista
responsabilidad por la actividad legislativa deberá existir una ley que contraríe las declaraciones, derechos o
garantías constitucionales. Dados los supuestos precedentes, deberá declarase dicha ley “inconstitucional” o
deberá admitirse la responsabilidad del Estado por el perjuicio o daño que a raíz de la aplicación de ella se
ocasiona en el patrimonio de los administrados.
En este caso hasta que la ley no sea declarada inconstitucional por sentencia judicial, el Estado no es
responsable por los daños causados por dicha norma, excepto:
 Que se dañen derechos o principios constitucionales.
 Que el daño sea especial, por ejemplo un impuesto que afecte a un individuo en forma desigual que a
los demás.
 Que la propia ley reconozca el derecho a indemnizar.
 Que exista enriquecimiento sin causa por parte del Estado, en este caso auque no ocasione daño
existe responsabilidad.

1.2. Supuesto por responsabilidad licita: normas declaradas constitucionales.

La actividad legislativa debe estar siempre subordinada a la CN. Si un legislador dentro de esta condición
causa daño a los particulares en los derechos que les reconoce la CN, es evidente que el acto legislativo dará
lugar a una indemnización. La ley, obviamente, constituirá un acto legítimo pero el ataque al derecho
garantizado por la ley suprema, lleva consigo la obligación de reparar el perjuicio cierto y especial que se
cause. La expresión máxima de juricidad es la CN y no la ley.
Al respecto, se ha dicho que son coincidentes las decisiones de la Corte Suprema que consagran la
reparación de las consecuencias dañosas derivadas de la ejecución de obras lícitas emprendidas por el
Estado que afecten el patrimonio de terceros, siendo principio de derecho administrativo que los daños
provocados por la actividad legítima de la Administración, bajo ciertas condiciones que impongan un
sacrificio especial al particular, generan el derecho al resarcimiento. Según Cassagne, el reconocimiento de
esta responsabilidad ha reflejado uno de los más grandes avances de la jurisprudencia de la Corte Suprema,
pues de la total irresponsabilidad se ha pasado a la aceptación generalizada de su procedencia cuando se
presentan los requisitos necesarios para su configuración.

252
Si bien la Corte se ha pronunciado en diversos antecedentes con relación a esta clase de responsabilidad,
Cassagne señala que la jurisprudencia quedó afirmada especialmente a partir de "Laplacette", que basó la
responsabilidad del Estado por su actividad legítima en los arts. 17 y 18 Ver, CN. (LA 1995-A-26), y
"Tejedurías Magallanes", en el cual la Corte aplicó conjuntamente el principio de la igualdad ante las cargas
públicas (art. 16, CN.) y la garantía de la propiedad (art. 17, CN.).
Por último, en un reciente fallo la Corte sostuvo que cuando la actividad lícita de la autoridad administrativa,
aunque inspirada en propósitos de interés colectivo, se constituye en causa eficiente de un perjuicio para los
particulares -cuyo derecho se sacrifica por aquel interés general-, esos daños deben ser atendidos en el
campo de la responsabilidad del Estado por su obrar lícito.
Diversas teorías han sido expuestas como fundamento de la responsabilidad del Estado por acto lícito. Así,
se ha dicho que la misma se basa en el enriquecimiento sin causa en que incurre el Estado a costa del
particular al llevar a cabo los actos lícitos, aunque no se tiene en cuenta que existen supuestos de actos
lícitos que no enriquecen al Estado (o a la comunidad) sino que sólo provocan una "ventaja social", y
supuestos en los que si bien el Estado se enriquece, no debe indemnizar (es el caso del uso de la potestad
impositiva).
También se ha señalado que es la garantía de la igualdad ante las cargas públicas la que fundamenta esta
responsabilidad. Cuando se impone un sacrificio especial que excede la medida de los que corresponde
normalmente soportar, el particular que padece el daño se encuentra en una situación de desigualdad
respecto de quienes no lo soportan y, en consecuencia, posee el derecho a ser indemnizado a fin de
establecer el equilibrio patrimonial a que conduce el principio de igualdad.
Comadira, por su parte, entiende que el fundamento de la responsabilidad del Estado por su actividad lícita
radica en las garantías constitucionales de la propiedad, igualdad, libertad y razonabilidad conjuntamente
consideradas. Hay quienes fundamentan esta obligación de responder sobre la base de la llamada "teoría de
la indemnización", que propone una diferencia entre la responsabilidad estatal y la indemnización que debe
el Estado cuando con motivo de su actividad lícita produce el sacrificio de derechos individuales excediendo
el límite que todo ciudadano debe soportar . En tales supuestos el derecho dañado o suprimido es sustituido
por una indemnización, existiendo por lo tanto una conversión legal; las intromisiones lícitas a la propiedad
que la supriman o la dañen deben ser indemnizadas, aplicándose los principios de la expropiación.

1.3. Supuesto de responsabilidad por actividad ilícita: normas declaradas


inconstitucionales.

Puede darse el caso de la declaración de inconstitucionalidad (como medio de fiscalización jurisdiccional de


la actividad legislativa) de la norma, si ésta no hubiere causado un perjuicio “material” por no haber sido
puesta efectivamente en ejercicio. En tal supuesto se declarará la nulidad de la ley.
Si el daño se produjera como consecuencia del ejercicio de la función legislativa, más allá de que la ley sea
inválida (inconstitucional), habrá responsabilidad por parte del Estado. (Marienhoff)
El antiguo principio de que “no puede haber derecho legal contra la autoridad que hace las leyes de que el
derecho depende” no resulta de aplicación cuando el legislador está a su vez bajo un orden jurídico que no
puede modificar ni desobedecer: La Constitución; por ello, si dictara una ley inconstitucional y con ello
ocasionara un daño, no hay duda que éste constituirá un daño jurídico necesariamente indemnizable.
Como ejemplo de esto puede tomarse el caso, ya ocurrido en el derecho público argentino, de que una
provincia o la Nación misma pretenda impedir el tránsito de mercaderías de una provincia a otra, en
contravención al principio constitucional contenido en el art. 11. La Corte Suprema ha tenido oportunidad de
declarar inconstitucionales —esto es, antijurídicos— los decretos nacionales o provinciales que en algunas
oportunidades establecieron tales prohibiciones, aclarando que “ni la Nación ni las provincias están
autorizadas para crear aduanas interiores o institutos o regímenes administrativos que funcionen como
tales;” ninguna razón habría para no llegar a igual conclusión cuando la transgresión constitucional y el

253
consiguiente daño (pérdida o daño de la mercadería perecedera cuyo traslado de una provincia a otra se
impidiera) proviene no de un decreto del Poder Ejecutivo, sino de una ley del Congreso, pues tanto la
antijuridicidad como el daño son idénticos en ambos casos. Tendríamos allí, pues, otro posible ejemplo de
responsabilidad estatal por los daños causados por leyes inconstitucionales

2. Requisitos de procedencia de la responsabilidad por acto legislativo valido

A los efectos de que pueda hablarse de responsabilidad del Estado por acto legislativo, es necesario que el
daño que sufre el particular reconozca su causa en la ley. Es necesario que el acto legislativo sea la
condición necesaria del daño y que implique una consecuencia normal extraordinaria de la decisión del
poder legislativo.

Condiciones de procedencia de la reparación: por aplicación de nuestro sistema constitucional, para que sea
procedente la indemnización del Estado por un obrar lícito normativo, deben darse las siguientes
circunstancias:
a) Debemos encontrarnos ante la privación de un derecho de propiedad de un particular; o en sus
atributos esenciales para que sea indemnizable.
b) La privación ya sea total o parcial, debe implicar la real imposibilidad de ejercer el derecho en la
medida que se lo venía ejerciendo.
c) La norma no debe haber sido dictada para enervar la propia conducta del particular o por su condición
propia o la de las cosas de su patrimonio.
d) Esa lesión debe provenir necesariamente de un trato desigualitario y entre la desigualdad creada y la
vigencia de la norma, se ha preferido esta última. Para aplicar la doctrina de la igualdad, el tribunal deberá
evaluar tanto los principios de seguridad jurídica, la confianza legítima y/o el sacrificio especial impuesto.
e) El nexo causal debe ser directo e inmediato, o sea, encontrarse libre de interferencias.

La teoría del sacrificio especial y el de la confianza legítima, sólo nos permiten llegar a una mejor
explicación del trato desigualitario que ha producido la actividad normativa pero, en esencia, los valores en
pugna, la tensión jurídica se expresa entre reconocer la violación al derecho de propiedad y la desigualdad
con que se ha procedido a tal fin con la licitud de la norma. Al permitir la supervivencia de esta última, nace
así el derecho a la indemnización.
Para concluir, reunidos los requisitos mencionados deberá necesariamente condenarse al Estado a que
otorgue la indemnización pertinente, sin que sea necesaria norma expresa sobre el punto, ya que se trata de
la vulneración de un derecho protegido constitucionalmente. De otra manera sería incurrir en una
interpretación jurídica que justificaría que el Estado incurriera en una conducta confiscatoria (art.17 de la
Constitución Nacional).

3.1. Presupuestos generales: existencia de un daño cierto; la imputabilidad del daño al Estado y la
relación de causalidad entre el obrar estatal y la producción del perjuicio. Ausencia del deber
jurídico de soportar el daño.

1.- Existencia de un daño cierto y efectivo


El daño puede ser actual o futuro, pero debe ser cierto. Debe también hallarse individualizado y tratarse de
un perjuicio apreciable en dinero. La generalidad de la doctrina, sostiene Marienhoff, excluye el daño
eventual, contingente, pero acepta el resarcimiento del daño futuro pero de inevitable producción.
2.- Relación de causalidad entre el obrar estatal y la producción del perjuicio
No cualquier turbación es susceptible de generar la obligación de resarcir, sino que el daño debe encontrarse
en relación de causalidad adecuada con el hecho generador. Para que una responsabilidad pueda ser
declarada y atribuida a una persona como sujeto pasible del deber resarcitorio no es suficiente que se haya
probado la existencia de un daño y también la existencia de un hecho ilícito imputable a una persona, o
dotado por la ley de la calidad suficiente para constituir un factor atributivo de responsabilidad a una
254
persona. Faltaría aún que este hecho aparezca como habiendo sido la causa del daño, pues es evidente que
esta exigencia es condición indispensable para que el perjuicio le sea atribuido a la persona en cuyo ámbito o
actuación o autoridad éste se produjo.
Para que un hecho merezca ser considerado causa del daño es preciso que sea en sí mismo idóneo para
producirlo (causalidad adecuada), y deben excluirse los hechos que con toda evidencia no han tenido poder
determinante en la producción del daño final, lo que lleva al análisis de la causa extraña, es decir, al de
aquellos supuestos en que el nexo de causalidad queda roto al interferir, entre otros, la propia conducta de la
víctima.
La norma es la única y directa causa de tal daño. La lesión al derecho de propiedad es consecuencia directa e
inmediata del obrar del Estado.
3.- Imputabilidad del daño al Estado
Los daños producidos deben serle jurídicamente imputables al Estado . En este sentido, la atribuibilidad de
una conducta al Estado se basa en la relación orgánica, es decir, en la consideración de que sus agentes son
órganos de aquél y no representantes ni mandatarios. El órgano imputa, así, su actuación al Estado.
4.- Ausencia del deber jurídico de soportar el daño
Enseña Comadira que si bien este requisito aparece en la causa "Columbia", su inclusión implica un error
conceptual, pues, en realidad, el concepto que debe ser aprehendido es el de la obligación de soportar o no
"la conducta dañosa". En el caso de la responsabilidad por actividad lícita correspondería enunciar, para este
autor, la obligación de soportar esa conducta. En el mencionado fallo la Corte hizo referencia a este requisito
con relación a una situación que se configuraba "bajo un sistema especial en el que es necesario aceptar el
riesgo que tal situación importa", pues la accionante era una financiera que demandaba por el daño
producido por el reemplazo de los índices de corrección de préstamos de capitales ajustables.
Es posible sostener que el prestador tiene la obligación de soportar la "conducta dañosa" mas tal deber no
incluye el de hacerse cargo de los costos que el cumplimiento implica y soportar los daños que podría traer
aparejados para la prestación del servicio. Es decir, debe cumplir la norma, pero no tiene por qué soportar
los daños que la misma le irroga.

3.2. Presupuestos específicos.

3.2.1. Requisitos relativos a la norma: validez y naturaleza de la conducta regulada

Validez de la ley
Tal como sostuviéramos anteriormente, en el caso de que la norma fuera inconstitucional nos
encontraríamos ante un supuesto de responsabilidad por actividad ilícita. El ámbito natural de la
responsabilidad por acto legislativo es el de las leyes cuya validez ha sido judicialmente mantenida.
Naturaleza de la conducta que la ley intenta modificar o regular
Si la conducta objeto de la ley es lícita o lo ha sido bajo el ordenamiento jurídico que le dio nacimiento,
luego modificado por la ley contra la cual se reclama indemnización, existe el deber jurídico de reparar. Sólo
quien ha obrado conforme a derecho tiene legitimación para pedir un resarcimiento.

3.2.2. Requisitos relativos al perjuicio. Doctrina del sacrificio especial. Casos jurisprudenciales.

Sacrificio especial
Comadira indica que este requisito se vincula con la garantía constitucional de igualdad ante las cargas
públicas, habida cuenta de que con la singularidad o particularidad del daño se comprometería esa igualdad
si éste no se generalizara a través de la indemnización. Este autor señala que este recaudo debería referir a la

255
razonabilidad del perjuicio experimentado por el administrado, apreciable en función de la proporcionalidad
que aquél guarde con la cuota normal de sacrificios que supone la vida en comunidad.
Bianchi, por su parte, sostiene que el punto neurálgico de la responsabilidad que estudiamos pasa por la
doctrina del sacrificio especial, e indica que se requiere un sacrificio calificado (no alcanzando con que
exista una simple lesión patrimonial), que se debe demostrar que el damnificado se halla en una posición
especial que lo coloca en una posición de desigualdad violatoria del art. 16 CN.
La cuestión, para este autor, no genera problemas cuando el damnificado es uno o unos pocos. Pero, señala,
la lesión debe afectar una situación jurídicamente protegida, que existe en la medida en que la comunidad de
afectados sea suficientemente reducida como para que el resto pueda soportar el costo económico de la
indemnización.
En cambio, es conocida la posición de Marienhoff con relación a este recaudo, al que tacha de inadmisible,
sosteniendo que el Estado debe responder por los daños que una ley inconstitucional provoque, aunque los
mismos sean generales o universales.
Más allá de esta opinión, la Corte tiene dicho que la especialidad del daño se debe referir al sufrimiento del
perjuicio desigual y desproporcionado respecto del conjunto social, es decir que el daño se deberá
indemnizar si él, por sus características, constituye una afección irrazonable de la propiedad por imponer un
sacrificio superior al exigible igualitariamente a raíz de la vida en comunidad.
Según la Corte este recaudo se configura cuando se dan las siguientes condiciones:
a) un daño suficientemente calificado que supere el mero y simple perjuicio;
b) una situación fáctica de clara diferenciación con el perjuicio colectivo y general;
c) que el sacrificio sea correlato directo de un beneficio general para la sociedad; y
d) una limitada repercusión cuantitativa y cualitativa.
La Corte Suprema ha reconocido la responsabilidad del Estado por actividad lícita en numerosos
precedentes, pero con distintos fundamentos. En el caso "Motor Once"se hizo lugar a la acción planteada por
el actor, fundando la responsabilidad del Estado en la teoría del sacrificio especial.
Recordamos que en este caso la propietaria de un inmueble en el que funcionaba un edificio y una estación
de servicio con la correspondiente autorización municipal reclamó la nulidad de la ordenanza municipal que
prohibió destinar a vivienda las construcciones que se
encontraban en la planta alta de estaciones de expendio de combustibles, de la orden de cese de venta de
combustibles emitida por la comuna, y una indemnización por los daños provocados.
Por su parte, en "Corporación Inversora Los Pinos", caso en el cual la sociedad actora reclamaba los daños y
perjuicios derivados de la revocación del permiso por el cual resultó habilitada para explotar, como albergue
por horas, un hotel alojamiento de su propiedad, la Corte sustentó su decisión de responsabilizar al Estado
en la garantía de la igualdad ante las cargas públicas prevista en el art. 16 CN.
En estos casos se trataba de normas legítimas que, basadas en razones de oportunidad, mérito y
conveniencia, limitaron derechos constitucionales de un particular en beneficio de la comunidad. O dicho en
palabras de la Corte Suprema, "es esencial a esta clase de responsabilidad que la actividad administrativa se
constituya en causa eficiente de un perjuicio particular para conseguir -a través de él- finalidades de interés
general o colectivo"

3.2.3. alcance de la indemnización. Lucro cesante. Casos jurisprudenciales.

La Corte Suprema, desde nuestro punto de vista, no ha establecido pautas que permitan tener por cierta una
determinada solución.
La indemnización en el caso de responsabilidad por actividad ilícita debe ser integral: comprende todos los
perjuicios patrimoniales (daño emergente y lucro cesante) que deriven de una consecuencia tanto inmediata
como mediata, así como el daño moral si fuera procedente. La cuestión, en cambio, no es tan clara cuando se
trata de la responsabilidad por actividad legítima.
El art. 18, LNPA. (ALJA 1972-A-382) establece que el acto administrativo "podrá ser revocado, modificado
o sustituido por razones de oportunidad, mérito o conveniencia, indemnizando los perjuicios que causare a
los administrados". Sin embargo, como puede verse, no establece la extensión de la indemnización.

256
El hecho de que no existan normas que regulen el alcance de la reparación para casos de responsabilidad del
Estado por actividad lícita ha generado discusiones doctrinarias y jurisprudenciales. Hay quienes entienden
que la reparación debe ser integral y quienes propugnan una indemnización limitada al daño emergente,
dejando de lado al lucro cesante.
Esta última posición se funda en la aplicación analógica del art. 10, Ley de
Expropiaciones, que limita la reparación al daño emergente, ya que:
a) es la que guarda mayor semejanza por el ámbito en que se desenvuelve, la finalidad que persigue y
la garantía que protege; y
b) tanto la expropiación como el régimen de responsabilidad del Estado por actividad ilegítima se
desenvuelven dentro del mismo ámbito de las "intromisiones estatales autorizadas", tienden a
proteger la misma garantía constitucional y persiguen una finalidad típica de interés público.
Este enfoque ha tenido como principal promotor a Marienhoff, que expuso el carácter expansivo de la
noción de expropiación por razones de interés público. Así, indicó que "lo que la Constitución establece
respecto de indemnización en materia de expropiación implica un principio general del derecho, aplicable a
todas las hipótesis en que un derecho patrimonial cede por razones de interés público". Comadira comparte
esta opinión y concluye que tanto en el ámbito del derecho público como en la órbita del derecho privado la
conducta legítima que origina daños no debe dar lugar a una reparación integral, sino acotada. Hemos visto
que quienes propugnan la exclusión del lucro cesante utilizan para sustentar su posición la analogía con la
Ley de Expropiaciones, ampliando el espectro de la comparación, al decir que la expropiación y la
revocación por oportunidad, mérito y conveniencia se encuentran dentro de las "intromisiones estatales
autorizadas al derecho de propiedad". De esta forma expanden el ámbito del cotejo que deriva en analogía,
facilitando que ésta se produzca.
Por su parte, para apoyar la procedencia del lucro cesante el proceso es el inverso: se restringe el espectro de
comparación analizándose minuciosamente la naturaleza jurídica de los institutos que se confrontan, en
busca de las diferencias.
Consecuentemente, se dice que no procede resarcir el lucro cesante sobre la base de una extensión analógica
de la Ley de Expropiaciones debido a que, a diferencia de la revocación por oportunidad, la expropiación
supone una restricción constitucional del derecho de propiedad, en cuya puesta en marcha intervienen los
tres poderes del Estado: el Congreso, que califica la utilidad pública, la Administración, que lleva a cabo el
trámite material, y el Poder Judicial, que fija el quantum de la indemnización. La Constitución Nacional ha
otorgado, teniendo en cuenta la magnitud del derecho de propiedad, las máximas garantías al administrado
en cuanto a la tutela de este derecho, poniendo en marcha para la expropiación el complejo mecanismo en el
que juegan los tres poderes. Por el contrario, la revocación por razones de oportunidad, mérito y
conveniencia es un acto unilateral de la Administración, sin intervención de los restantes poderes, por lo que
disminuyen en forma evidente la tutela y la seguridad de los derechos del administrado.
Otro razonamiento para repudiar la analogía con la expropiación es el que considera que ésta no parece
conveniente ya que el término de comparación (la Ley de Expropiaciones) importa una solución de
excepción al principio general de la reparación integral. Bianchi, en ese sentido, expone que el principio es
el de la reparación integral, no debiéndose distinguir entre el derecho privado y el derecho público, ya que la
Constitución es una sola para todos.
De todas formas, admite que el lucro cesante debe aceptarse como regla pero tiene que ser el juez quien
decida en cada caso concreto si lo reconoce o no, y la medida del resarcimiento
Luego de evadir con los mencionados fundamentos la aplicación de la Ley de Expropiaciones, el paso
siguiente en esta línea argumental es la adopción del principio civilista de la integridad de la reparación. A
favor de dicho principio, se ha dicho que el daño integra la pérdida efectivamente sufrida tanto por el
accionar del agente dañador (daño emergente) como por la ganancia frustrada por el mencionado accionar
(lucro cesante). El lucro cesante es una forma de empobrecimiento o menoscabo patrimonial que consiste en
la utilidad que haya dejado de percibir el agente dañado, habiendo tenido derecho a ella. La Corte ha
establecido que el lucro cesante no se refiere a la mera probabilidad de ganancias no obtenidas ni constituye
enriquecimiento sin causa para el acreedor, sino que está conformado por las ventajas económicas esperadas
de acuerdo con probabilidades objetivas debida y estrictamente comprobadas.
La reparación plena, entonces, sólo podría encontrar obstáculos en razones de fuerza mayor, en un marco
contractual vinculante o en una ley específica que dispusiera lo contrario en algún caso particular

257
(recuérdese que la Ley de Expropiaciones ha sido relegada). Si no se configura uno de estos tres supuestos,
deberá resarcirse en forma integral.
En cuanto a la evolución jurisprudencial sobre la extensión de la reparación, podemos mencionar que en
1975, en "Corporación Inversora Los Pinos" (105) , la Corte rechazó el reclamo de lucro cesante, debido a
que el sacrificio del particular se hizo "en el interés público", y a que "el patrimonio de la Administración no
ha sido incrementado". En 1979, en "Canton", la Corte aplicó analógicamente la Ley de Expropiaciones para
rechazar el rubro lucro cesante. Pero más adelante, en "Sánchez Granel, Eduardo", hizo lugar al pedido de
indemnización de este rubro desestimando la aplicación analógica de la Ley de Expropiaciones y adoptando
el principio de la integridad de la reparación.
Sin embargo, tiempo después, en 1989, en "Motor Once", el tribunal volvió a apoyarse en la Ley de
Expropiaciones para rechazar el reclamo. Un año después, en "Jucalán Forestal", nuevamente la Corte dio
un vuelco en el tema y reconoció la indemnización por lucro cesante con base en el principio de la
integridad de la reparación.
Esto se vio ratificado más recientemente en "El Jacarandá", en el que el máximo tribunal reconoció la
reparación integral al establecer que no hay, como principio, fundamento para limitar el resarcimiento al
daño emergente con exclusión del lucro cesante (esto es, de las ventajas económicas esperadas de acuerdo
con probabilidades objetivas estrictamente comprobadas).

4. Supuestos de daños derivados de una norma legal valida: leyes de policía y leyes
constitutivas de monopolios. Casos jurisprudenciales.

Responsabilidad por el ejercicio del poder de policía


Como regla, las consecuencias necesarias y normales del ejercicio del poder de policía de salubridad o
sanitaria no dan lugar a indemnización. Si el Estado tuviera que pagar por cada uno de los cambios y nuevas
exigencias derivadas del desarrollo de la legislación general en ejercicio del poder de policía de salubridad,
sería imposible gobernar. Por otro lado, la mera existencia de un poder de policía que corresponde al Estado
nacional o provincial, no resulta suficiente para atribuirle responsabilidad en un evento en el cual ninguno de
sus órganos o dependencias tuvo participación, toda vez que no parece razonable pretender que su
responsabilidad general en orden a la prevención de los delitos pueda llegar a involucrarlo a tal extremo en
las consecuencias dañosas que ellos produzcan con motivo de hechos extraños a su intervención directa.

El daño que el Estado ocasione en ejercicio de su función legislativa puede resultar de una ley “válida” o
“inválida”, pues también en éste ámbito rige el principio de que le comportamiento dañoso o lesivo del
Estado es posible que derive del ejercicio “inválido” (V.gr. ley “inconstitucional”) o del ejercicio “normal”
de sus potestades legales (V.gr ley que monopoliza una actividad que hasta entonces era de libre ejercicio
por los administrados)
Marienhoff se refiere a la hipótesis en que la ley prohíbe o restringe, para el futuro, el ejercicio de una
actividad o industria considerada peligrosa o lesiva para la salud o la moral públicas. Ejemplos: prohibición
de ejercer la industria de saladería de cueros y carnes en forma que atente, manifiesta e indudablemente,
contra la salud de los vecinos de los respectivos establecimientos saladeros, ley que tuviere como objetivo
suprimir prácticas fraudulentas (contrabando).

Responsabilidad por LEYES O REGLAMENTOS.


El mismo fundamento e idénticas reglas rigen respecto de la responsabilidad estatal por los perjuicios que
causan los actos normativos o legislativos, ya sea que éstos posean la forma de ley o reglamento, siempre
que se reúnan los presupuestos de la citada responsabilidad.
Algunos ejemplos:

258
 leyes que consagran el monopolio estatal de actividades, lesionando el derecho de los
particulares que tenían a su cargo dichas actividades y que debieron cesar en la fabricación o
comercialización de los respectivos bienes.

 leyes que consagran la prohibición de fabricar o comercializar determinados productos en


beneficio de otros intereses particulares o de un interés general.

 reglamentos que estatuyen la prohibición de importar determinadas mercaderías con el objeto


de desnivelar la balanza de pagos y proteger a la industria nacional.

5. Prescripción de la acción. Computo del plazo

Plazo de prescripción de las acciones tendientes a obtener el resarcimiento de los daños causados por
actividad legítima.

La CSJN, en el fallo LAPLACETE (año 1943) consideró que la prescripción del art. 4037 del CCiv. no
podía ser invocada válidamente por ser notorio que la acción deducida no nacía de un acto ilícito de la
Administración, sino del ejercicio legítimo del poder público en la realización de una obra de interés
general.
Esta jurisprudencia de la CSJN ha variado, aplicándose ahora el plazo de 2 años del art. 4037, lo cual
traduce una tendencia contraria al reconocimiento de indemnización debida a los particulares que muchas
veces aguardan, sin interrumpir ni suspender la prescripción, la realización de gestiones que realizan en sede
administrativa.

El error de esta tendencia jurisprudencial estriba en no haber advertido que la responsabilidad


extracontractual del CCiv. se basa, primordialmente, en la ilicitud subjetiva, mientras que el Derecho
Administrativo ha estructurado una responsabilidad totalmente objetiva que, en este caso, procede respecto
de los actos legítimos del Estado.
CASSAGNE opina que la norma que debe aplicarse por analogía es el art. 4023 del CCiv., porque posee una
mayor generalidad, permitiendo la realización de la justicia sin cortapisas formales.

Fallos:
La prescripción de la acción por responsabilidad extracontractual del Estado, cuando este, no obstante que
su conducta resulta ser regular, produce perjuicios, tuvo diferentes cambios a lo largo de los años. En la
actualidad, se ha conformado, en la jurisprudencia de la Corte, una doctrina uniforme al respecto.
1. “Laplacette” (26 de febrero de 1943): en este caso, se reclamaban los daños y perjuicios consecuencia de
las inundaciones causadas en el campo del actor provocadas por las obras realizadas por el gobierno
provincial al construir un canal de navegación.
En efecto, según surge del relato de la sentencia, el actor era propietario de un campo que lindaba con una
laguna, que en virtud de la ley provincial que proyectó el Canal Norte de navegación requería el embalse de
las aguas hasta un nivel que necesariamente produciría la inundación de los campos del actor,
inutilizándolos definitivamente.
La Corte entendió que la acción deducida no nacía de un acto ilícito, ya que la provincia demandada había
actuado como poder público y en ejercicio de sus atribuciones, realizando una obra pública de interés
general, pero la responsabilidad del Estado nacía igualmente de la garantía de la inviolabilidad de la
propiedad.
La forma de hacer efectiva esa garantía era, a falta de una disposición legal expresa, aplicar los principios
generales del derecho y las disposiciones que rigen situaciones análogas, siendo adaptable al caso las normas
relativas al instituto de la expropiación.
Sin embargo, la Corte ya había reconocido que no se trataba de uno de dichos supuestos, pues el dominio no
había sido transferido al demandado y éste había desistido de la construcción del Canal Norte. Por lo tanto,
259
reconoció encontrarse ante una acción de naturaleza personal por indemnización de daños y perjuicios, y –en
consecuencia– que no podía oponerse prescripción del art. 4037 del Código Civil, sino que, por el contrario,
el plazo aplicable era el general del art. 4023 del citado Código, que cuando los hechos fueron objeto de
juzgamiento por la sentencia, las acciones prescribían a los diez años entre presentes y a los veinte entre
ausentes, de acuerdo con lo establecido en el texto anterior a la reforma de la ley 17.711 por el art. 4023 del
Cód. Civil.

2. “Cipollini” (2 de marzo de 1978): en la causa “Cipollini, Juan Silvano c/Dirección Nacional de Vialidad y
otra s/sumario”, se reclamaban los daños y perjuicios ocasionados al restaurante de propiedad del actor
como consecuencia de la remodelación de la ruta 9 en la ciudad de Córdoba.
Llegado el caso a la Corte, esta afirmó que la responsabilidad del Estado por los daños ocasionados sin culpa
a los particulares nacía, en casos como este, de la garantía de la inviolabilidad de la propiedad y era
necesario buscar la forma de hacer efectiva esa garantía en los principios del derecho común, a falta de
disposición legal expresa. Asimismo, entendió la Corte que a partir del texto del art. 4037 del Cód. Civil,
sancionado con la reforma de la ley 17.711, el mismo resultaba más amplio que el anterior, al abarcar no
sólo la responsabilidad por hechos ilícitos sino también todos los supuestos posibles de responsabilidad civil
extracontractual, y por lo tanto, el argumento central de “Laplacette” había perdido su apoyo legal.
En consecuencia, ya no resulta necesario distinguir entre los casos de responsabilidad ocasionada por una
actividad lícita o ilícita del Estado, sino que basta con distinguir la naturaleza contractual de la
extracontractual, a efectos de aplicar a la segunda el plazo bienal del art. 4037 del Código Civil.
3. “Aguará Ganadera” (20 de marzo de 1986): Continuando con el análisis de la jurisprudencia de la Corte,
debemos detenernos en el análisis del caso “Aguará Ganadera e Industrial S.A. c/Provincia de Buenos Aires
s/daños y perjuicios” en el que se cuestionaba la responsabilidad de la provincia de Buenos Aires al
provocar la inundación de los campos de la actora. La Corte entendió que el cómputo de plazo debía partir
del momento en que los daños habían sido conocidos por el reclamante y habían asumido un carácter cierto
y susceptible de apreciación y que la circunstancia de que pudieran presentar un proceso de duración
prolongada e indefinida no era obstáculo para ello.
Sin embargo reconoció, al igual que en “Cipollini”, que si bien para etapas nuevas y no previsibles del
perjuicio pueden admitirse prescripciones independientes, no era el caso de autos, donde el perjuicio
resultaba de las inundaciones producidas en un tiempo establecido en la demanda.

5.2. Daños derivados de normas inconstitucionales y de actos administrativos ilegitimos. Casos


jurisprudenciales.

Prescripción de las acciones vinculadas a la responsabilidad extracontractual del Estado por su actuación
ilegítima.
No habiendo precepto expreso en el Derecho Administrativo (nacional) para regir lo atinente al plazo de
prescripción de las acciones por responsabilidad extracontractual del Estado derivada de su actuación ilícita,
es necesario recurrir al CCiv., de aplicación análoga, con la salvedad de aquello que es propio de la
naturaleza de nuestra materia.
De ese modo, resulta aplicable el art. 4023 del CCiv., que establece un plazo de prescripción de 10 años para
las acciones personales por deudas exigibles y para las acciones de nulidad, salvo que las disposiciones
especiales establezcan un plazo menor.
En cambio, la prescripción del art. 4037 del CCiv., si bien se refiere (después de la reforma) a la
responsabilidad extracontractual, no es de aplicación al Derecho Administrativo, puesto que regula la
responsabilidad civil (y es sabido que ella se basa en la ilicitud subjetiva, en la noción de culpa, mientras que
en el Derecho Administrativo la responsabilidad extracontractual no se vincula con la idea de culpa sino con
la ilegitimidad objetiva).
En materia de plazo de prescripción de una acción de nulidad tendiente a hacer efectiva la responsabilidad
extracontractual del Estado, el art. 4030 del CCiv. sólo se aplica respecto del vicio de error, porque los

260
demás defectos contemplados en la norma generan siempre una nulidad absoluta, cuya acción, como tal, es
imprescriptible.

Daños causados por actos legislativos. Ley constitucional e inconstitucional.

La generalidad de la doctrina actual admite o acepta la posible responsabilidad del Estado por sus actos
legislativos. Está abandonada la tesis según la cual el Estado era irresponsable extracontractualmente en el
ámbito del derecho público, porque allí actuaba en ejercicio de su soberanía, no siendo reparables los
agravios causados por el soberano. Tales argumentos deben considerarse en la actualidad superados, pues
impera la convicción de que la soberanía –una de cuyas expresiones es la actividad legislativa– en modo
alguno implica infalibilidad, menos aún trasunta impunidad, y de ahí la posible responsabilidad estatal por
sus actos legislativos.

Por supuesto que la admisibilidad de este tipo de responsabilidad tuvo sus etapas y evolución hasta llegar al
reconocimiento actual.

Jurisprudencia de la CSJN.

a) LA TESIS NEGATIVA. LA ESPECIALIDAD DEL DAÑO. EL CASO “ESTABLECIMIENTOS


AMERICANOS GRATRY” (18 DE MARZO DE 1938): en esta causa, la CSJN dejó bien claro que el
ejercicio de un poder legal, como es el de crear impuestos o modificar los existentes, puede producir
perjuicios a los particulares, sin que tal circunstancia sea obstáculo contra su legitimidad; decide que la
actividad legislativa ejercida legítimamente, aun cuando vulnere la propiedad privada, no genera derecho al
resarcimiento.

Sin embargo, esta contundente afirmación aparece en párrafo seguido morigerada, al señalarse que en el
caso en estudio no se verifica la especialidad del daño requerida para que pueda admitirse la responsabilidad
del Estado por este tipo de actividad.

b) EL EJERCICIO DE PODERES DE GOBIERNO. EL CASO “SPURR” (21 DE OCTUBRE DE 1938): al


poco tiempo, en la causa “Spurr, Carlos c/Gobierno de la Nación”, la Corte Suprema aplica parcialmente la
doctrina sentada en el fallo precedente, a tal punto que este decisorio configura un verdadero retroceso en la
evolución jurisprudencial, pues de haberse aplicado la solución anticipada en “Gratry” (la mentada
especialidad en el daño) la decisión debía haber sido exactamente la inversa.

Los hechos del caso eran los siguientes: el actor, en virtud de una relación contractual, tomó a su cargo la
investigación del cumplimiento, por parte de una compañía, de ciertas obligaciones tributarias, pactándose
como retribución el 50 % de las multas que eventualmente se cobraran a la empresa en cuestión. El gobierno
nacional demoró la ejecución de las multas, y finalmente dictó la ley 11.284, que dispuso una amnistía a los
infractores de la ley 11.290, lo que originó el reclamo del demandante.

c) “IRALA ARIAS” (10 DE MAYO DE 1961): se trataba de una demanda de daños y perjuicios por la
actuación ilegítima de las autoridades de la Gendarmería Nacional, con fundamento en las prescripciones de
los arts. 43, 1109, 1112 y 1113 del CCiv.

Si bien el caso es tratado y resuelto con sustento en la responsabilidad del Estado por los hechos ilícitos de
sus empleados, a renglón seguido la Corte Suprema, citando la doctrina recaída en “Gratry” y en “Spurr”,
ratifica la regla de la irresponsabilidad estatal en los supuestos en que el Estado actúa en ejercicio de los
poderes de policía y tributario, pero aclarando que debe tratarse necesariamente del ejercicio de tales
atribuciones de Gobierno.

261
d) EL CAMBIO DE CRITERIO. EL CASO “CANTÓN” (15 DE MAYO DE 1979): la situación
jurisprudencial tiene un hito fundamental en este caso, pues en él la CSJN va a reconocer la responsabilidad
del Estado por su obrar lícito ante el ejercicio de potestades normativas generadoras de perjuicios.

Se atacaba en el particular un decreto del Poder Ejecutivo que habría prohibido la importación de
determinados productos con el objeto de nivelar la balanza de pagos y defender la industria nacional,
afectando un contrato en vías de ejecución celebrado con anterioridad por la parte actora.

e) LA CONFORMACIÓN DE LA DOCTRINA. EL CASO “WINKLER” (9 DE AGOSTO DE 1983): la


CSJN ratificó su jurisprudencia precedente y reconoció la procedencia de la acción indemnizatoria con
sustento en la responsabilidad del Estado ante el ejercicio legítimo de potestades normativas, cuando de él
nace un perjuicio para el particular. Sostuvo entonces que si bien el ejercicio razonable por el Estado de sus
poderes no puede, en principio, ser fuente de indemnización para terceros, los fundamentos de la
responsabilidad estatal dentro del estado de derecho son la justicia y la seguridad jurídica, y la obligación de
indemnizar es un lógico corolario de la garantía constitucional de la inviolabilidad de la propiedad
consagrada por los arts. 14 y 17 de la CN.

f) EL REQUISITO DE LA EXCLUSIVIDAD. EL CASO “LEDESMA S.A. AGRÍCOLA INDUSTRIAL”


(31 DE OCTUBRE DE 1989): en el este caso, la actora reclamaba los daños provocados por distintas
resoluciones de la Dirección Nacional de Azúcar que le impusieron fabricar y exportar a quebranto
determinado un tonelaje de azúcar sin prever indemnización alguna.

En primer término, la Corte Suprema reiteró la procedencia de la responsabilidad del Estado por su actividad
lícita; sin embargo, condicionó aquella a la verificación de los requisitos propios de ese tipo de
responsabilidad.

Verificada la existencia de un obrar lícito por parte de la demandada y un perjuicio, la Corte rechazó la
demanda, pues no se tuvo por acreditado que los daños reclamados tuvieran como causa inmediata y
exclusiva a la actividad normativa cuestionada; más bien respondían a cuestiones ajenas a las previsiones del
régimen azucarero.

g) LA AUSENCIA DEL DEBER JURÍDICO DE SOPORTAR EL DAÑO. EL CASO “COLUMBIA” (19


DE MARZO DE 1992): en este fallo, la accionante (una entidad financiera) cuestionó la modificación de los
índices de préstamos de capitales ajustables. La demanda fue acogida por la Sala II de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal en el marco de la responsabilidad del Estado por
su actuación lícita. La Corte Suprema, por el voto de la mayoría de sus integrantes

La CSJN entendió que en la instancia anterior no se había dado un adecuado tratamiento a los dos requisitos
propios de este tipo de responsabilidad, es decir, la existencia de “un sacrificio especial” y la denominada
“ausencia del deber jurídico de soportar el daño”.

Conclusiones.

De la jurisprudencia examinada surge que se ha admitido que la actuación del Estado puede comprometer su
responsabilidad en el campo extracontractual por el ejercicio de su función legislativa, con el consiguiente
derecho a obtener una reparación patrimonial, en la medida que dicha actuación –no obstante su
conformidad con el ordenamiento constitucional– imponga a la víctima el sacrificio de una situación
jurídicamente protegida, sea en el ámbito de sus derechos o de sus intereses, y que revista como nota
característica su especialidad, de tal manera que le imponga al damnificado, diferenciándolo del resto, una
carga desproporcionada. Asimismo, siempre que no tenga el deber jurídico de soportar el daño que le ha
sido irrogado por la actuación estatal, la reparación será procedente.

262
De acuerdo con lo expuesto, cuando a través del accionar del Estado, se origina una situación de
desigualdad, la persona o las personas afectadas podrán solicitar una indemnización siempre y cuando: 1º la
desigualdad resulte del texto mismo de la ley aplicada, o 2º de la interpretación que la autoridad de
aplicación le haya dado, a través de un acto de alcance particular o general.

Jurisprudencia:
 Responsabilidad del estado por actos normativos. Presupuestos. CSJN, fallos: 315:1026, “Columbia
c/Bco Central” (1992).
 Responsabilidad estatal por cambio normativo. CSJN, fallos 310:943, “Motor Once”(1987)

263
Bolilla 18
Responsabilidad del Estado Juez

1. Responsabilidad del Estado Juez. Ámbito de aplicación. Fundamentos y límites.

Mientras que para la actividad administrativa, en general, rige el principio de la responsabilidad pública,
para la actividad judicial prevalece el principio de la irresponsabilidad. En el caso del perjuicio causado por
acto judicial-sentencia- la responsabilidad del Estado choca contra varios obstáculos, especialmente el de la
presunción de la verdad legal, ligado con la cosa juzgada.
El principio de la irresponsabilidad del Estado por actos judiciales sufre una excepción, en el caso de error
judicial, descubierto mediante revisión que, determinando la inocencia del acusado, posibilitara la
responsabilidad civil del Estado.
Si el juicio no ha llegado a su fin, el perjudicado no tiene derecho a pedir indemnización, porque varios
recursos están a su disposición y mientras tanto no se concretiza el daño.

Daños causados por actos judiciales


Se trata de daños causados por actos judiciales de tipo jurisdiccional, no de actos judiciales de tipo
administrativo. La responsabilidad del Estado del por sus actos jurisdiccionales puede darse tanto en el
proceso penal, como en el proceso civil y comercial, sin que sea necesario el dictado de una ley que la
consagre, en virtud de su fundamento constitucional (Art. 16 CN).
En ambas clases de proceso, la responsabilidad del Estado se justifica cuando por error o dolo de los órganos
que ejercen el poder jurisdiccional y mediante la revisión del respectivo proceso, se obtiene la modificación
de la cosa juzgada formal y material de una sentencia definitiva.
Pero también, excepcionalmente, debe admitirse la responsabilidad del Estado, aun cuando no exista
revisión de la cosa juzgada formal y material de una sentencia definitiva, si se dispone una detención
indebida (por un plazo que exceda el razonable) de una persona que después resulta absuelta al dictarse la
sentencia definitiva, cuando la respectiva detención pueda calificarse de arbitraria.
Lo propio parece justo cuando a raíz de medidas cautelares y otras similares trabadas en los procesos
(embargos, inhibiciones, secuestros, etc.) se ocasionen daños en el patrimonio de los particulares (según el
caso) siempre que las medidas respectivas no se hubieran decretado bajo la responsabilidad de alguna de las
partes del proceso, en tanto la medida pertinente adolezca de arbitrariedad y sea dejada sin efecto por
sentencia definitiva o equiparable a ésta
Teorías sobre la responsabilidad
-La responsabilidad es de carácter excepcional dado que en toda comunidad jurídicamente organizada todos
sus componentes tienen el deber o caga genérica de someterse a las decisiones que se adopten en los
procesos jurisdiccionales, lo cual lleva consigo la carga de soportar los daños ocasionados por una sentencia
desfavorable. Este deber se concreta, muchas veces, en el sacrificio que tiene que aceptar todo particular (sin
264
indemnización) de soportar los daños que le provoca el sometimiento al proceso, hasta tanto obtenga una
sentencia que haga lugar a su pretensión.
-Sin embargo, esa carga de contribuir al bien común, representado por la realización de la justicia en el seno
de la comunidad, genera, en algunos supuestos excepcionales, el deber de la comunidad de reparar los daños
ocasionados por esa actividad cuando la misma sea ilegítima, a fin de restablecer la igualdad a través de la
restitución.

2. Reparación de daños causados por condena penal errónea. Régimen jurídico de la Pcia
de Bs As. Previsiones del art. 83 del cod cont adm. (debió decir cod proc penal-según apuntes de
clase de Logar)

El error judicial es entendido como todo acto judicial ejecutado por el juez en el proceso, que resulta
objetivamente contradictorio con los hechos de la causa o con el derecho y la equidad, desviando la solución
del resultado justo al que naturalmente debió llegar. Es un verdadero acto ilícito contrario a la ley, sea por
acción u omisión en el curso del proceso sometido a su jurisdicción.
Desde ya que la responsabilidad del Estado en el fuero civil es mucho más atenuada, pues son las partes
quienes tienen la obligación de instar el proceso y quienes aportan el material probatorio al juez, sin
perjuicio de su carácter de “director” del proceso (arts. 34 y 36 CPCCN). Y además si es una de ellas quien
se beneficia con la sentencia, será ese mismo sujeto quien deberá cargar con las consecuencias de la revisión
de la misma (sin quitarle por ello la eventual obligación que le correspondiese al Estado).
En cambio en el fuero punitivo, el impulso y control de la causa -en principio- 1 está a cargo del órgano
jurisdiccional, salvo en los delitos de acción privada.
El error judicial supone la grave equivocación sobre los hechos del caso y la consiguiente aplicación
del derecho a hechos que no existen; puede producirse por deficiencias procesales, circunstancias fortuitas,
coincidencias fatales, pruebas falsas o fraguadas, viciadas por el error, el odio o los prejuicios, por
parcialidad o error de los peritos, etc.
En principio, solo cabe responsabilizar al Estado por error judicial en la medida en que el acto que
origina el daño sea declarado ilegítimo y dejado sin efecto, pues antes de ese momento el carácter de verdad
legal que posee la sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada impide, en tanto se mantenga, juzgar que
hay error. Lo contrario importaría un atentado contra el orden social y la seguridad jurídica, pues la ación de
daños y perjuicios constituiría un recurso contra el pronunciamiento firme no previsto ni admitido por la ley.
En este sentido también se ha dicho que el error judicial debe ser declarado en un nuevo pronunciamiento
recaído en los casos en que resulta posible intentar válidamente la revisión de sentencia y mediante el cual se
determinen la naturaleza y gravedad del yerro.
Los casos de error judicial que originan acciones de revisión sobre sentencias firmes no ofrecen ninguna
duda en cuanto a la viabilidad del reclamo indemnizatorio, siempre que la víctima no haya hecho incurrir en
error al propio juzgador.
Régimen jurídico de la Pcia de Bs As
LEY 8132. Texto actualizado con las modificaciones introducidas por la ley 12008, 12162 y 12804.

ARTÍCULO 1.- Toda persona condenada por error a una pena privativa de la libertad tiene derecho, una
vez resuelto definitivamente en su favor el recurso de revisión, a una reparación económica por el Estado
Provincial, proporcionada a la privación de su libertad y a los daños morales y materiales experimentados.
El monto de la indemnización nunca será menor al que hubiera percibido el condenado durante todo el
tiempo de la detención, calculado sobre la base del salario mínimo vital y móvil que hubiera regido durante
ese período.
1

265
ARTÍCULO 2.- No habrá derecho a indemnización cuando el condenado:
a) Se haya denunciado falsamente, o cuando también falsamente se haya confesado autor del delito,
salvo que pruebe la ilegalidad de la confesión;
b) Haya obstruido en cualquier forma dolosa la acción de la justicia;
c) Haya contribuido, en cualquier forma dolosa, a inducir a la justicia en el error de que fue víctima.

ARTÍCULO 3.- (Texto según Ley 12008) Serán competentes para entender en las actuaciones originadas
por esta Ley, los tribunales del fuero contencioso -administrativo.

ARTÍCULO 4.- (ARTICULO DEROGADO POR LEY 12804) La reparación solo podrá acordarse al
condenado o, por su muerte, a sus herederos forzosos.

ARTÍCULO 5.- La sentencia que disponga la reparación, ordenará también la publicación de la sentencia
de revisión, a costa del Estado y por una vez, en un diario o periódico que eligiere el interesado.

ARTÍCULO 6.- La presente Ley quedará incorporada al Capítulo VII del Título I, Libro IV, del Código de
Procedimiento Penal.

ARTÍCULO 7.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

3. Casuística de responsabilida por la actividad de los órganos judiciales.

En la actualidad se encuentran superados los escollos que conspiran contra la responsabilidad de los iudex,
por ser éstos agentes del Estado, y consecuentemente tan reprochables como cualquier otro dependiente del
mismo.
Tampoco se puede alegar -a esta altura del desarrollo jurídico- para sostener la irresponsabilidad, que la
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada nunca puede ser contraria a derecho, ni que las acciones
dirigidas contra ellos atentan contra su independencia. La responsabilidad personal solo procede como
consecuencia de su obrar irregular y no corresponde una responsabilidad objetiva por meros errores en el
desempeño de sus funciones.
Empero, conviene poner de relieve, que desde otra vertiente, OSSORIO Y FLORIT entiende que estos
magistrados no son demandables por daños y perjuicios cuando obran como tales.
Antes de analizar los parámetros y fundamentos de la responsabilidad personal de los jueces, es preciso
sostener que la doctrina y jurisprudencia no es concordante en cuanto a la posibilidad de incoar una
demanda sin previamente perpetrar la destitución del funcionario en cuestión.
Existe una postura amplia, como la que sostiene ARAZI, basada en la posibilidad de entablar la demanda
contra el juez aún mientras se encuentra ejerciendo sus funciones. En cambio, LLAMBÍAS adoptando una
posición más conservadora, se opone a ello.
Ahora, desde la técnica procesal, ¿cómo se haría para demandar conjuntamente al Estado y al juez, si
sostenemos que hay que lograr el previo desafuero del magistrado? Ello dificultaría la solución buscada.
Además deberá tenerse en cuenta que si el Estado pretende interponer la acción de regreso contra el
magistrado, éste debió haber participado activamente en el juicio condenatorio. De lo contrario, esa
sentencia es inoponible a él.
¿El curso de la prescripción de la acción contra el judicante se encontraría interrumpido mientras no
logremos su destitución? Haciendo una interpretación de los arts. 3980 y 3981 del CC, podemos suponer que
la misma se encuentra suspendida mientras no podamos iniciar válidamente la acción. La otra posibilidad es
incoar la pretensión y luego solicitar la suspensión con los fundamentos de los artículos mencionados..
Entonces, a los requisitos tradicionales de responsabilidad del Estado por error judicial solo resta agregarle
uno: acción u omisión antijurídica con los aditamentos de culpa o dolo. Mientras en el dolo existe la malicia
o voluntad de provocar el daño, la culpa se configura por una negligencia o imprevisión. Esto es lo que
MAZEAUD y TUNC denominaron como antijuridicidad subjetiva.

266
3.1. Detención preventiva. Medida cautelar.

Merced a la influencia que en nuestro derecho interno han tenido los pactos internacionales a los que la
República Argentina ha adherido, la doctrina se ha visto moderadamente ampliada a los supuestos en que la
privación preventiva de la libertad de un individuo dictada como medida cautelar en el proceso judicial
exceda en su duración un plazo razonable, extremo que –en principio– quedará librado a la apreciación que
el juez realice de acuerdo con las circunstancias del caso.
La cuestión se torna más discutible y compleja cuando la orden judicial, dictada en el curso del proceso
como medida cautelar, priva temporalmente del derecho a la libertad personal a un individuo que
posteriormente es beneficiado con la absolución.
El interrogante obligado es si en este último caso es dable atribuir responsabilidad al Estado y, a partir de
ella, obtener una indemnización de perjuicios. La respuesta dada, tanto en doctrina como en jurisprudencia,
no es uniforme, variando en función de la diversa situación en la que se encuentre el individuo, pues no
parece idéntica la situación de quien resulta absuelto por ausencia de participación en los hechos, o por la
inexistencia del delito investigado, de quien pudiese obtener dicha absolución por aplicación del beneficio
de la duda.

La prisión preventiva cumple tradicionalmente con la función de “medida cautelar” en el proceso penal, así
es admitido por la generalidad de la doctrina. Se ha entendido que está dirigida a “poder disponer del
imputado en todo el camino procesal como garantía de obtención de prueba y para impedir que la prueba
dada pueda ser ocultada o falseada y asegurar en caso de  condena, la ejecución de la pena”.  Sin embargo, la
realidad nos demuestra que la prisión preventiva se ha convertido en un “anticipo de condena” de quien se
presume inocente, en una forma de resguardo de la denominada “seguridad ciudadana”, vulnerando uno de
los derechos fundamentales más preciado del hombre: la libertad.
La presunción de inocencia con la consecuente privación de libertad de manera  “preventiva”  implica una
contradicción lógica pues afirma Manzini “no hay nada más tontamente paradójico e irracional que la
presunción de inocencia, pues la imputación debería constituirse acaso en una presunción de culpabilidad ya
que si se presume su inocencia por qué debe procederse contra él”.
Siendo ya de por sí un instituto controvertido, tiene connotaciones que lo tornan aún más gravoso por el
hecho de que suele tener una duración prolongada, incluso indefinida en el tiempo, violando garantías
constitucionales, como así también la garantía consagrada en la Convención Americana de Derechos
Humanos en el art. 7 punto 5 que establece que “toda persona tiene derecho a ser juzgada en un plazo
razonable”. En la legislación argentina, ese plazo fue fijado en dos años.

3.2. Excesiva demora en sentenciar. Plazo razonable. Art. 15 de la Const Pcial. Tratados internacionales.
Sentencia del tribunal europeo de derechos humanos, caso “Zimmermann y Steiner” (1983).

La Convención Americana de Derechos Humanos establece en su art. 7 –5 que “ Toda persona detenida o
retenida debe ser llevada, sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada en un plazo razonable o ser puesta en libertad sin
perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia en el juicio”.
Complicada es la situación que se ha planteado reiteradamente en nuestros tribunales acerca del daño que el
imputado ha sufrido por haber permanecido privado de su libertad a raíz de la sustanciación de un proceso
penal, en el que posteriormente fue sobreseído o absuelto.
En líneas generales podemos sostener que si el trámite no presentó anormalidades que lo tornen en
irrazonable y especialmente si el sometimiento de esa persona al proceso obedeció a circunstancias
atendibles y motivadas en su aparente actuación o comportamiento, no genera la responsabilidad del Estado.

267
Por ello, para que el Estado sea responsable del perjuicio ocasionado en estas condiciones, es exigible que la
absolución haya sido dictada en virtud no haberse observado durante el proceso ciertos principios, como el
de in dubio pro reo, y que el auto de prisión preventiva se revele como incuestionablemente infundado o
arbitrario.
Si se presenta la circunstancia de una prisión preventiva que concluye con la sentencia de fondo (y
absolutoria), en la que se hace expresa mención a una burda falta de mérito o a la extensión innecesaria de la
misma, el damnificado estaría habilitado directamente a iniciar la demanda de reclamación sin tener la
necesidad de revisar la sentencia penal porque de ella surge la razón responsabilizadora.
Ello así, también es preciso destacar que en este supuesto -que es particular dentro de su especie-, el solo
hecho de invocar la causal utilizada por el juzgador como argumento sentencial (siempre y cuando sea
fundado), sería suficiente como para demostrar la existencia del hecho dañoso.
No olvidemos que el Estado no podría ampararse en que el particular no ha interpuesto los medios
defensivos oportunamente, y especialmente si se considera que dicha cuestión tampoco surge algunos textos
legales.

Const. Pcial:
Artículo 15.- La Provincia asegura la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la justicia,
la gratuidad de los trámites y la asistencia letrada a quienes carezcan de recursos suficientes y la
inviolabilidad de la defensa de la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o
judicial.
Las causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y las dilaciones indebidas
cuando sean reiteradas, constituyen falta grave

En materia de demora judicial, pero en el ámbito civílstico, se ha descartado una acción alegando que los daños que
puedan derivarse de la tramitación de un juicio, a menos que sean producto del servicio irregular de justicia, deben
ser soportados por los particulares litigantes.
Como bien lo pone de relieve ARAZI, en cuanto a la demora judicial, el cúmulo de tareas hace que las más de las
veces, los magistrados judicantes sean víctimas del sistema inoperante, lejos de ser responsables de los déficits. A
nuestro modo de ver esta circunstancia debe ser evaluada con absoluta prudencia, teniendo en cuenta siempre las
particularidades de cada juzgado. Parece obvio poner de relieve que hablamos de “jueces” en sentido genérico
incluyendo a los integrantes del Ministerio Público, según las situaciones.

3.3. Dictado irregular de medidas cautelares


En ciertas oportunidades pueden tomarse medidas cautelares contra una persona, ej. detención y prisión
preventiva. Si con posterioridad se advirtiera que esta medida cautelar ha sido innecesaria, en realida se le
causaría un perjuicio al particular, que dependería, entre otras cosas, del tiempo en que ha sido privado de su
libertad. Así, si es insignificante el daño no será indemnizable. También si con posterioridad se demuestra
objetivamente que la medida cautelar era necesaria, no corresponde ninguna indemnización.
El acto del Estado será indudablemente licito pero trae aparejado un perjuicio. En este supuesto también
existe un sacrificio especial (del detenido preventivamente, ej.), si razón q lo justifique; principio de
igualdad ante la ley como base para la indemnización por el Estado; también habrá daño y relación causal
entre acto judicial y daño producido.
En el campo civil el problema se presenta diferente. La doctrina enseña que solo cuando el error es debido a
culpa o dolo del juez, el Estado será responsable.

3.4. Indebida disposición de fondos y valores.

268
El embargo recaerá sobre todos los fondos del deudor depositados en cuentas corrientes, cajas de ahorro,
inversiones a plazo fijo, cuentas títulos, fondos comunes de inversión, cajas de seguridad y/o cualquier otro
valor del que resulte titular.
En los casos que la medida cautelar deba hacerse efectiva sobre fondos correspondientes a remuneraciones
devengadas a favor del demandado, deberá estarse a lo dispuesto por el Decreto N° 484/87, en cuanto
dispone que las referidas remuneraciones serán embargadas hasta el diez por ciento (10%) si no son
superiores al doble del salario mínimo vital mensual, y hasta el veinte por ciento (20%) en las retribuciones
superiores al doble de dicho salario. La verificación del cumplimiento de los requisitos exigidos por dicha
norma y la determinación del monto embargable, en su caso, será responsabilidad exclusiva del banco
destinatario.
La inembargabilidad prevista en la Ley 18.352 comprende, exclusivamente, a los fondos asignados a los
propietarios de los institutos incorporados a la enseñanza oficial en concepto de contribución estatal para el
pago de los sueldos de su personal directivo, docente y docente auxiliar. Los fondos de cualquier otro
origen o causa que pudieran depositarse en la misma cuenta quedan sujetos a los embargos a que se refiere
la presente normativa.
Es la medida cautelar que impide la disposición de derechos sobre los bienes cuyo dominio conste en
Registros Públicos y por tanto a pesar de la amplitud del concepto, sólo se aplica a los bienes inmuebles,
muebles registrables y a los drechos reales sobre ellos. No es una medida contra la persona, sino una
limitación de la facultad de disponer de ciertos bienes, en el sentido de que no puede constituir ningún
escribano actos de disposición sobre ellos, sin orden judicial de levantamiento total o parcial.
Es una medida de garantía que funciona en resguardo de un mismo interés, cual es el de asegurar al acreedor
la efectividad de su crédito. Procede el embargo, sobre los bienes inscriptos en los registros públicos que el
acreedor conoce y la inhibición extiende la medida cautelar a los bienes inscriptos que el acreedor
desconoce.
Para que proceda la inhibición bastará la manifestación del acreedor de que no conoce bienes de propiedad
del deudor para denunciarlos a embargo, sin que corresponda justificación de su aserto.
La inhibición general de bienes es una medida destinada a impedir que el deudor disminuya su patrimonio, y
no a que lo aumente con nuevas adquisiciones.
En atención a los daños que puede acarrear la inhibición general al limitar la disposición de bienes, el
deudor está habilitado para pedir su sustitución ofreciendo bienes a embargo o caución bastante. Los bienes
ofrecidos deben ser suficientes en relación al crédito que se reclama y las costas del juicio.
 
3.5. Indebida subasta de bienes.

¿???

3.6. Omisión en la anotación de medidas cautelares


En materia de omisiones procesales, se ha hecho responsable a la Provincia de Buenos Aires, por falta de
notificación a las autoridades policiales del levantamiento de una orden de secuestro sobre el vehículo de
una persona que fuera detenida a raíz de ello. Las cuestiones planteadas en torno a la responsabilidad por
omisiones radican esencialmente en saber si la ausencia de normas sancionatorias es obstáculo alguno para
la procedencia de la acción, o si el mero funcionamiento anormal o irregular genera responsabilidad.
El dilema que se presenta en los supuestos de omisión, radica en que la anomalía generadora de la
obligación de reparar está estrechamente vinculada a la noción de falta de servicio. El interrogante que suele

269
plantearse se vincula a si la responsabilidad del Estado presupone necesariamente la existencia de un
comportamiento culpable o doloso.

GORDILLO sostiene que en materia de responsabilidad por acto judicial en general puede tratarse
de una conducta ilegítima como legítima, culpable o no, y lo importante no es la denominación, sino que
efectivamente se indemnice.

Jurisprudencia:
 Responsabilidad del Estado por errores judiciales. Comunicación judicial irregular. CSJN, fallos
307:821, “Hotelera Rio de La Plata c/pcia de Bs As” (1985)
 Levantamiento irregular de medidas precautorias. CSJN, caso “ Etcheverry, Luisa M y otros
c/pcia. De Bs As y otros”, sent 16-12-1986
 Error judicial. Medidas cautelares. CSJN, caso “Roman SA c/ Estado Nacional”, sent 13-10-1994.
La ley, t. 1995-B-437, con nota de Jorge Bustamante Alsina
 Error judicial. Sentencia civil. Cosa juzgada. CSJN, fallos : 319: 2527, “Egues c/ pcia de Bs As”
(1996)
 Traba de medidas cautelares. CSJN, caso “Agropecuaria del Sur SA c/ Pcia. Neuquen s/ordinario”.
Sent, 10-4-2003
 Prisión preventiva. Plazo razonable. CSJN, fallos322:2683 “Rosa”
 Prisión preventiva. Cosa juzgada. CSJN, fallos 318:1990, “Balda”
 Excesiva demora en dictar sentencia. Tribunal Europeo. Caso “Zimmermann y Steiner” (1983)

270
Bolilla 19
Otros casos de responsabilidad estatal

1. Responsabilidad de funcionario público: política, penal, administrativa y civil.


Régimen nacional, provincial y municipal. Constitución de la Pcia de Bs As (art 57)

Existen distintos tipos de responsabilidad de los agentes públicos:


1) administrativa, la cual puede subdividirse, a su vez, en:
a) disciplinaria.
b) patrimonial (frente al Estado). Esta responsabilidad se rige, actualmente, por los arts. 130 y 131 de la
LEY 24.156.

2) penal.

3) civil o patrimonial, frente a terceros (particulares).


En la doctrina nacional, autores civilistas y administrativistas ha postulado, prácticamente sin excepción, una
interpretación del art. 1112 del CCiv. según la cual este precepto se aplica, exclusivamente, para regir la
responsabilidad directa de los funcionarios frente al Estado por el desempeño irregular de la función que les
ha sido atribuida.

En nuestra opinión (CASSAGNE), el problema que plantea la interpretación del art. 1112 del CCiv. y la
posibilidad de que el funcionario o agente público sea declarado responsable por los daños que causa a los
administrados, debe regirse por los siguientes criterios:

- el art. 1112 consagra un sistema de responsabilidad especial directa del Estado por los actos y
omisiones de los agentes públicos en ejercicio de las funciones, cuando su desempeño provoca
funcionamiento irregular o defectuoso de la respectiva función. No es necesario individualizar a los agentes
culpables, pues cuando la responsabilidad es objetiva no hay culpa personal, sino falta de servicio. No se
aplican, tampoco, los principios que rigen la culpa en la responsabilidad refleja o indirecta, cuya temática
resulta ajena al Derecho Administrativo

- el funcionario público no responde directamente por las faltas del servicio. Frente al tercero o
administrado la responsabilidad es sólo del Estado. En caso de que éste deba responder por una falta de
servicio, podrá luego hacer efectiva la responsabilidad del funcionario

- el agente público responde directamente frente al tercero en el caso de falta personal. Se aplica aquí
el art. 1109 del CCiv., salvo que hubiera concurrencia de faltas (personal y de servicio), en cuyo caso
también sería aplicable el art. 1112. Tal coexistencia aparece cuando la falta personal no está desprovista de
toda relación con el servicio.

- por su parte, la vía de hecho administrativa y el delito de derecho criminal se rigen por las reglas
inherentes a la responsabilidad por falta personal.

271
En cuanto al concepto de “falta personal”, ella existirá siempre que los hechos reprochados a un agente
público se aparten de lo que puede considerarse como atinente al servicio, incluso en su funcionamiento
defectuoso.

Artículo 57 C. PCIAL.- Toda ley, decreto u orden contrarios a los artículos precedentes o que impongan al
ejercicio de las libertades y derechos reconocidos en ellos, otras restricciones que las que los mismos
artículos permiten, o priven a los ciudadanos de las garantías que aseguran, serán inconstitucionales y no
podrán ser aplicados por los jueces. Los individuos que sufran los efectos de toda orden que viole o
menoscabe estos derechos, libertades y garantías, tienen acción civil para pedir las indemnizaciones por
los perjuicios que tal violación o menoscabo les cause, contra el empleado o funcionario que la haya
autorizado o ejecutado.

2. Responsabilidad del Estado por los entes descentralizados.

Para cumplir con la finalidad esencial del Estado, esto es, la procura del bienestar general, aquel recurre en
ocasiones al empleo de distintas formas de descentralización, fenómeno que circunscripto, al menos, al
ámbito de la Administración Pública, se estudia como una técnica especial de organización administrativa.
De tal modo, el empleo de dicha técnica trae aparejado que las funciones y actividades aparezcan cumplidas
por diferentes órganos a los cuales se les asigna la condición de “personas” en los términos del art. 30 del
Código Civil, cuya caracterización y naturaleza jurídica dependerá, en gran medida, de la índole o naturaleza
de las funciones y actividades que se le asignen. En efecto, la elección del tipo organizativo de que se trate
dependerá de la sustancia de la actividad que habrá de desplegar (v. gr., entidad autárquica; empresa o
sociedad de objeto industrial o comercial; etc.), por lo que adherimos a la posición que estudia el fenómeno
que se describe en una relación de género a especie, donde el género es –precisamente– la descentralización,
y una de cuyas especies está conformada por la “autarquía”. (A propósito de un fallo sobre Ferrocarriles
Argentinos),
Sin embargo, y como seguidamente se verá, no ha sido obstáculo para que, en especial, la jurisprudencia de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación haya considerado a dichas entidades como integrantes de la
organización administrativa pública.
La creciente absorción por parte del Estado de la más heterogénea variedad de actividades ha potenciado el
fenómeno de la descentralización administrativa, creando de tal manera entidades con personalidad jurídica
distinta del Estado que les hadado nacimiento y aparejando como consecuencia ineludible un crecimiento en
las posibilidades de que el Estado ocasione perjuicios por la actuación desarrollada a través de dichos entes.
Por ello, resulta necesario establecer en qué medida, o bajo qué condiciones podría corresponder al Estado
central responder por los daños causados por sus entidades descentralizadas. En suma, se trata del supuesto
conocido como responsabilidad refleja o indirecta que se verifica “cuando se impone a alguien la obligación
de reparar los daños causados por otro. En tal caso, el responsable indirecto no es el autor de un daño que
proviene de un acto ajeno”.
La cuestión no ha perdido vigencia ni mucho menos, tal como lo demuestra el interés actual que despierta en
la doctrina naciona, particularmente cuando se trata de establecer la responsabilidad por omisión en el
ejercicio del control que las entidades de regulación y control realizan con relación a los prestadores de
servicios públicos y de otras actividades de naturaleza privada sujetas a regulación estatal.
En tal orden de ideas, es posible afirmar que la legislación dictada con el confesado propósito de uniformar
los aspectos de la administración financiera y presupuestaria del sector público nacional, incluido el sector
empresario de la economía (nos referimos a la ley 24.156), parece confirmar entre nosotros –al menos en
principio– la vigencia del fenómeno que en la doctrina nacional BARRA ha caracterizado como la
“comunicabilidad de patrimonios entre la Administración centralizada y la Administración descentralizada”.
Es cierto, sin embargo, que normas posteriores dictadas con el ya criticado procedimiento de legislar de un
modo general a través de las leyes de presupuesto han limitado la responsabilidad del Estado a su
participación en el capital social de dichas entidades, cuando se trata de empresas o sociedades en las que el
Estado posee participación en el capital social, sin importar el grado de dicha participación.

272
Por otra parte, y ya con anterioridad a la sanción de la ley 24.156, las disposiciones contenidas en las leyes
23.696 y 23.697 abonan el criterio de la unidad patrimonial del Estado y sus entidades descentralizadas, al
reconocer al Poder Ejecutivo Nacional –entre otras– las facultades de intervención, conducción, fusión,
transformación, disolución, supervisión, fiscalización, avocación en los asuntos confiados a la competencia
del ente intervenido, etcétera.

3. Responsabilidad por los entes reguladores.

Lo primero que debe tenerse en consideración es que no existe en nuestro país una regulación orgánica
meticulosa sobre la responsabilidad patrimonial de los entes reguladores, por lo que, al tratarse de
descentralizaciones jurídicas estatales, de naturaleza autárquica, le son aplicables los lineamientos generales
de la responsabilidad estatal, de creación pretoriana, tanto por su actuación ilícita como lícita
No obstante lo dicho es posible encontrar en algunos marcos regulatorios escasas previsiones acerca de la
responsabilidad del ente y como también de sus directores, Así lo establecen los arts. 75 de ley 24.065 y 69
de la ley 24.976, marcos regulatorios del gas y de la energía eléctrica, respectivamente, en los que se dispone
que cuando el ente o los miembros del directorio incurrieran en actos que implicasen un exceso en el
ejercicio de las atribuciones conferidas por la ley y sus normas reglamentarias, o no cumplieran con las
funciones y obligaciones inherentes a su cargo, cualquier persona cuyos derechos se vean afectados por
dichos actos u omisiones podrá interponer ante el ente o ante la justicia federal, según corresponda, las
acciones legales tendientes a lograr que el ente y/o los miembros de su directorio cumplan con sus
obligaciones legales
CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN DE RESPONSABILIDAD
Con base en lo expresado precedentemente, los caracteres del régimen de la responsabilidad de los entes
reguladores son los que describimos seguidamente.
1) Responsabilidad extracontractual
La responsabilidad del ente frente a los usuarios y terceros es de naturaleza extracontractual, ya que no
media vínculo convencional alguno entre ellos y sometida a las normas y principios de derecho público.
2) La responsabilidad es directa
La responsabilidad de los entes reguladores es siempre directa y no refleja o indirecta en los términos del art.
1113, 1ª parte del Código Civil.
La imputación de las actuaciones de los funcionarios o empleados a
la Administración se explica a través de la teoría del órgano. Consecuentemente, cualquiera sea la posición
jerárquica que tenga el agente en la estructura de la Administración se identifica con la propia autoridad
administrativa. Él constituye una parte integrante del aparato administrativo. Por tal motivo, y conforme lo
decidió la Corte nacional en el conocido caso “Vadell” no es posible aplicar el citado precepto de la
legislación civil en cuanto sienta el principio de la responsabilidad indirecta del patrón o empleador por el
comportamiento de sus dependientes.
Aún en los casos en que el deber de reparar del ente derive de la acción u omisión de la empresa prestadora
de servicio público la responsabilidad es directa, pues no media la relación de dependencia o subordinación
entre el ente regulador y la concesionaria o licenciataria que presupone el citado art. 1113 del Código Civil
.
3) Responsabilidad de base objetiva
En general se afirma que la responsabilidad del Estado por falta de servicio (la falta de servicio constituye el
factor de atribución más relevante de la responsabilidad estatal por actividad ilícita) es de base objetiva, ya
que no es necesario indagar en la subjetividad del funcionario para que aquella sea procedente.
La culpa o dolo del funcionario no constituyen elementos determinantes de la responsabilidad estatal, sino la
falta del sistema o del aparato administrativo. De ahí que se diga que la falta de servicio puede ser anónima,
impersonal, pues no es preciso individualizar a su autor.
Según puede apreciarse, el concepto de responsabilidad objetiva que aquí empleamos no es sinónimo de
responsabilidad desligada del obrar del agente del hecho dañoso, tal como lo hace el Proyecto de Código
Civil y Comercial de 1998 (art. 1606)- que la define como aquella que se produce cuando “conforme a la ley
273
o a la estipulación de partes, la conducta diligente del sindicado como responsable no es suficiente para
excluirla”.
Es que la responsabilidad por falta de servicio se predica de conductas y no de resultados. Ello es así pues el
comportamiento desplegado por la Administración no es irrelevante para la configuración de la falta de
servicio, ya que no basta acreditar la existencia de un perjuicio y su vínculo causal con la actuación estatal
para dar lugar al pago de una indemnización. Como lo explicaremos mas adelante, en los casos de
responsabilidad estatal por falta de servicio es preciso demostrar el anormal o irregular funcionamiento de la
Administración, cuya determinación debe realizarse sobre la base de una apreciación en concreto que tome
en cuenta la naturaleza de la actividad, los medios de que dispone la Administración, el lazo que une a la
víctima con el servicio y el grado de previsibilidad del daño.

4. Responsabilidad del Estado por actividad de concesionarios y licenciatarios.

Respecto del Estado concedente naturalmente su responsabilidad será contractual por sus propios hechos,
pero no existirá en cambio, responsabilidad refleja ni subsidiaria por el accionar del concesionario, tanto en
ámbito contractual como extracontractual, ya que el mismo actúa iure propio, por su propia cuenta y
riesgo.El Estado policía, por su lado, "responderá extracontractualmente únicamente por sus propios actos,
hechos a omisiones frente al concesionano, a los usuarios y a los terceros". Frente a los Usuarios, los Entes
Reguladores deberán responder por sus faltas de servicio, en forma directa por los daños y perjuicios
ocasionados como consecuencia del incumplimiento o irregular ejecución de la actividad de control a su
cargo, ya sea que la violación a las obligaciones del servicio regular provenga de la ejecución de hechos
actos usuario omisiones.

5. Responsabilidad del Estado en el derecho internacional.

La responsabilidad internacional del Estado es el conjunto de relaciones jurídicas que nacen en Derecho


internacional público del hecho internacionalmente ilícito cometido por un Estado. Estas relaciones se dan
entre el Estado infractor, por un lado, y el Estado perjudicado, una pluralidad de Estados o la comunidad
internacional en su conjunto, por otro. Por ejemplo, cuando Colombia invadió el territorio ecuatoriano y lo
bombardeó para atacar a las FARC.
Se trata de una materia regulada fundamentalmente por el Derecho consuetudinario pero que ha sido objeto
de la atención de la Comisión de Derecho internacional (CDI). Los casi cuarenta años de trabajo del
organismo resultaron en un Proyecto de Artículos sobre Responsabilidad del Estado por Hechos
Internacionalmente Ilícitos, adoptados por la CDI el 9 de agosto de 2001. La Asamblea General de las
Naciones Unidas, el 12 de diciembre de ese mismo año, lo remitió a la atención de los Estados

Jurisprudencia:

 Responsabilidad de concesionarios viales. CSJN, caso “Ferreira, Victor D c/ VICOV S.A. s/daños y
perjuicios”, sent 21-3-2006
 Responsabilidad del Estado por violacion de tratados internacionsles. Comision Interamericana de
DDHH, caso “Carranza”, informe 30/97. CSJN, “Carranza Latrubesse, G c/ Pcia del Chubut y

274
Estado Nacional s/declarativa de certeza”, sent 12-2-2002. Sentencia de la Cam Nac Cont. Adm
federal, sala V, del 9-10-2007, el derecho, 30-5-2008.

Bolilla 20
Expropiacion

1. Expropiacion. Concepto. Fundamentos. Teorias. Normas constitucionales. Cod. civ.


Legislacion nac y pcial.

La Expropiación es una institución de Derecho Público, constitucional y administrativo, que consiste en la


transferencia coactiva de la propiedad privada desde su titular al Estado, mediante indemnización:
concretamente, a un ente de la Administración Pública dotado de patrimonio propio. Puede expropiarse un
bien para que este sea explotado por el Estado o por un tercero.
La expropiación posee dos notas características: primera, es una transferencia de carácter coactivo, lo que
hace de ella una institución característica del Derecho Público que no puede ser asimilada a la compraventa
prevista en el derecho privado; segunda, el expropiado tiene derecho a recibir a cambio una indemnización
equivalente al valor económico del objeto expropiado, lo que la diferencia de la confiscación.
La expropiación, como toda limitación administrativa al derecho de propiedad, concilia los intereses
públicos con los privados (CSJN, 26/6/67, "Provincia de Santa Fe c/Nicchi, Carlos Aurelio", Fallos,
268:112; íd., 22/6/76, "Gobierno nacional c/Roca Schröder, Agustina y otros", ED, 70-169).
Concepto.: Es el instituto de derecho público mediante el cual el Estado, para el cumplimiento de un fin de
utilidad pública, priva coactivamente de la propiedad de un bien a su titular, siguiendo un determinado
procedimiento y pagando una indemnización previa, en dinero, integralmente justa y única.
Dos son los efectos esenciales de la expropiación: la transferencia del derecho de propiedad del expropiado
al expropiante y el nacimiento del derecho a la indemnización a favor del expropiado. En virtud de la
expropiación el Estado extingue el derecho de la propiedad sobre un bien, mediante una previa
indemnización, para destinarlo a la satisfacción de una utilidad pública (PTN, Dictámenes, 116:262; 134:67;
151:25, y 90: 358).

Fundamento.
La Constitución reconoce el derecho subjetivo a la propiedad privada, sujeto a las reglamentaciones que
condicionan su ejercicio, razón por la cual no es un derecho absoluto, sino relativo, que tiene una función
social.
El poder público tiene el derecho de retirar del dominio individual, para incorporar al patrimonio común
mediante indemnización, todos aquellos bienes que sean necesarios para satisfacer la utilidad pública. Ahí se
encuentra en la finalidad de bien común el fundamento axiológico de la expropiación. Por ello, y a fin de
realizar su cometido de bien común, el Estado cuenta con diversos medios o instrumentos jurídicos, v.gr., la
expropiación, con fundamento jurídico positivo en la Constitución (art. 17), en la ley nacional de
expropiaciones (LE) (21.499), en las Constituciones y leyes provinciales que rigen las expropiaciones
locales, en el CM (art. 16), y en el CC (arts. 439, 1324, inc. 1º, 2511, 2610 y 2861).
275
Naturaleza jurídica.
Tres son las concepciones que al respecto se han sustentado.
Institución privatista. La expropiación es una compraventa forzosa regida por el derecho privado, de
conformidad con el art. 1324 del CC, según el cual: "nadie puede ser obligado a vender, sino cuando se
encuentra sometido a una necesidad jurídica de hacerlo, la cual tiene lugar... 1º) cuando hay derecho en el
comprador de comprar la cosa por expropiación, por causa de utilidad pública..."; no obstante, en la nota al
artículo se señaló que todas las condiciones de la expropiación, para determinar y pagar el precio, como
también lo que ha de expropiarse, corresponden a una ley especial.
La Corte Suprema (CSJN, Fallos, 238:335) entiende que el Código Civil es inaplicable para regir lo atinente
a la expropiación porque en él se regula el derecho privado con validez para toda la Nación. Por el contrario,
la legislación expropiatoria, al no haber sido delegada por las provincias a la Nación, es atribución
concurrente.
Por su origen un acto estatal que califica la utilidad pública, procedimientos judicial y extrajudicial y
finalidad la satisfacción del bien comunitario, la expropiación no puede ser materia del derecho privado.

Institución mixta. Un sector de la doctrina y algunos pronunciamientos de la Corte Suprema de Justicia de la


Nación hasta 1957, consideraron la expropiación como un instituto mixto, regido en parte por el derecho
privado y en parte por el derecho público. La Corte Suprema dijo en el caso "Provincia de Santa Fe
c/Sociedad Puerto de Rosario", en 1937, que "la expropiación es, sin duda, una institución de derecho
administrativo, pero la etapa última tendiente a obtener ante los jueces la fijación del precio o valor de la
cosa expropiada presenta los caracteres de una causa civil" (CSJN, Fallos, 178:85; ver además Fallos,
182:15).

Institución publicista. La expropiación es un instituto homogéneo, regido en todas sus etapas por el derecho
público y, más concretamente, por el derecho administrativo; por ello la legislación puede ser tanto nacional
como local, por aplicación de los arts. 75, inc. 12, y 121 de la Constitución.
En ella nada hay de privado, pues el Estado, al expropiar, ejerce una competencia otorgada por la
Constitución y la indemnización no es un precio, sino la compensación económica que, por mandato
constitucional, corresponde al propietario del bien afectado a la utilidad pública.
El criterio publicista de la expropiación es el que aparece plasmado en la LE cuando en su art. 21 prevé la
competencia de la justicia federal con jurisdicción en lo contenciosoadministrativo para entender en las
causas expropiatorias.
En virtud del carácter publicista de la expropiación, la CSJN ha dicho in re "Argüello c/Provincia de
Buenos Aires" (Fallos, 97:408) que la legislatura de la Provincia puede sancionar la ley de expropiación en
ejercicio de una atribución concurrente con el Congreso de la Nación, y en el caso "Administración General
de OSN c/Tornquist y Bernal y otros s/expropiación" (Fallos, 241:73) declaró que "el instituto expropiatorio
pertenece totalmente al derecho público incluida la etapa concerniente al régimen de indemnización".

Elementos.
Los elementos de la expropiación pública son los siguientes: utilidad pública (elemento final); bien
expropiable (elemento objetivo); expropiante y expropiado (elemento subjetivo); indemnización (elemento
material); procedimiento y plazo (elemento formal).

2. Ley declarativa de utilidad publica. Efectos. Ley especial y generica. Sujetos de la


relacion expropiatoria. Objeto de la expropiacion
Utilidad pública. La exigencia de que la expropiación responda a una causa de utilidad pública constituye,
para los administrados, una garantía constitucional establecida en resguardo de la propiedad privada. Es una
fórmula jurídica elástica, que permite la expropiación de la propiedad para satisfacer las diversas exigencias
del interés colectivo.

276
Si la causa fuese sólo la necesidad pública no todo lo útil es necesario, la expropiación en muchos casos
sería imposible. No existe, pues, un concepto de utilidad pública inmutable, rígido e inflexible.
La LE establece que "la utilidad pública que debe servir de fundamento legal a la expropiación, comprende
todos los casos en que se procure la satisfacción del bien común, sea éste de naturaleza material o espiritual"
(art. 1º).
La fórmula del bien común explicita la utilidad pública, con la cual guarda concordancia, según se infiere
del art. 4º de la LE, de acuerdo con el cual pueden ser objeto de expropiación todos los bienes, convenientes
o necesarios, para la satisfacción de la utilidad pública.
Calificación. La Constitución atribuye al Poder Legislativo la responsabilidad de calificar la utilidad pública
a través de una ley formal. La competencia para calificar la utilidad pública corresponde al Congreso
Nacional y a las legislaturas locales, como lógica consecuencia del sistema federal de gobierno.
En idéntico sentido se ha manifestado la Corte Suprema de Justicia de la Nación cuando sostuvo:
"desconocer a las provincias esa facultad (de disponer la calificación de utilidad pública), importaría hacer
ilusorios los poderes que ellas más expresamente se han reservado en nuestro régimen institucional, como
son los que enumera el art. 107 de la Constitución, para promover su industria, la construcción de
ferrocarriles y canales navegables, todo lo cual supone la expropiación de la propiedad privada, y, por
consiguiente, la calificación legal de la utilidad pública de la obra a realizar. El procedimiento para poner en
ejercicio esa facultad y la calificación de la utilidad pública en el orden provincial corresponde a la propia
legislatura local" ("Arias Murúa, Nicolás c/Provincia de Salta", 1906, Fallos, 104:247).
Forma. La declaración de utilidad pública puede ser específica o genérica (art. 5º, LE).
La declaración de utilidad pública se hará, en su caso, por ley, con referencia a bienes determinados.
Cuando la calificación sea sancionada con carácter genérico, el Poder Ejecutivo individualizará los bienes
requeridos a los fines de la ley, con referencia a planos descriptivos, informes técnicos u otros elementos
suficientes para su determinación. Cuando el órgano legislativo no determine individualmente el bien,
corresponde hacerlo al Poder Ejecutivo entre los genéricamente enumerados o dentro de la zona señalada.
Ahora bien, tal determinación consiste en una indi vidualización, y ésta no puede quedar totalmente librada
al arbitrio del Ejecutivo, sino que debe realizarse dentro del marco referencial señalado por el Legislativo al
efectuar la calificación. Exigir al Legislativo que individualice concretamente en todos los casos los bienes a
expropiar, importa un imposible material que impediría la realización de obras de interés colectivo.
La delegación de la individualización de los bienes realizada por el órgano Legislativo al Ejecutivo no
contraría preceptos constitucionales, siempre que se realice dentro de los límites prefijados por la ley de
calificación. En tal caso no hay abdicación alguna de la competencia legislativa de declarar la utilidad
pública, dado que el Legislativo siempre califica la utilidad pública, y a veces, a la vez, habilita al Ejecutivo
para que integre la voluntad legislativa (CSJN, Fallos, 183:88), individualizando los bienes a expropiar
dentro de los límites de la determinación zonal realizada por la ley.

Revisión. La atribución de calificar la utilidad pública compete al órgano legislativo, nacional o provincial.
Ni el Ejecutivo ni el Judicial pueden hacer esa declaración. Ahora bien, ¿es revisable judicialmente la
declaración legislativa de utilidad pública?
La Corte Suprema de Justicia admite la judiciabilidad de la declaración, con un criterio restrictivo, sólo en
aquellos casos en que la calificación resulte notoriamente arbitraria (CSJN, Fallos, 33:162).
En cuanto al momento en que puede plantearse la impugnación de la voluntad legislativa, la jurisprudencia
sostiene que puede hacérsela antes o durante la tramitación del juicio expropiatorio (CSJN, "Nación
Argentina c/Ferrario, Jorge, J.", Fallos, 251: 246).
Si la inexistencia de la utilidad pública se advierte después de consumada la expropiación, el propietario
puede acudir a la acción de retrocesión.

Elemento subjetivo: expropiante y expropiado. Los sujetos necesarios de la relación jurídica expropiatoria
son expropiante (sujeto activo) y expropiado (sujeto pasivo). Puede haber un tercer sujeto, voluntario, el
beneficiario, cuando el bien no se expropia para el expropiante sino para terceros.

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a) Sujeto activo o expropiante. Es quien ejecuta la declaración de utilidad pública, impulsa el trámite para
consumar el desapropio y paga la respectiva indemnización.

b) Sujeto pasivo o expropiado. Es el titular del bien objeto de la declaración de utilidad pública. La LE
establece que la acción expropiatoria podrá promoverse contra cualquier clase de personas de carácter
público o privado (art. 3º).

c) Sujeto beneficiario. Es aquél a quien se destina el objeto expropiado. Si es el Estado quien expropia, lo
habitual es que el bien desapropiado se incorpore a su dominio, público o privado, según el fin que se le
asigne. Aquí, el expropiante y el beneficiario se identifican. Pero puede ocurrir que el Estado o alguno de
sus entes jurídicos menores (entidades autárquicas, empresas del Estado, etc.) no acudan a la expropiación
con la finalidad de retener el bien en sus patrimonios, sino a fin de transferirlo a otra persona. En este caso,
el sujeto activo no expropia para sí, sino para terceros, generalmente particulares.

Elemento objetivo: bien expropiable. El objeto de la expropiación es la propiedad, vale decir, todos los
derechos patrimoniales de contenido económico. Quedan, entonces, excluidos de la noción de propiedad y
por ende de la expropiación, los bienes o valores innatos al ser humano, los llamados derechos a la
personalidad: derecho a la vida, al honor, a la libertad, a la integridad física y al nombre.
El objeto de la expropiación es ilimitado, siempre que esté comprendido en la propiedad, según su concepto
constitucional. De la Constitución y de la ley de expropiaciones no surge, en principio, limitación alguna.
Así, pueden ser objeto de expropiación, en general, todos los bienes, es decir, todos los objetos materiales e
inmateriales susceptibles de valor económico (art. 2312, CC), y en particular: inmuebles, muebles,
semovientes, universalidades jurídicas (establecimientos industriales, archivos, museos, etc.), derechos
(emergentes de un contrato de propiedad intelectual, de propiedad industrial), la fuerza hidráulica, los bienes
afectados por el concesionario para la prestación del servicio público, el espacio aéreo, los cadáveres de
seres humanos, las iglesias, etcétera. En ese sentido el art. 4º de la LE dice: "Pueden ser objeto de
expropiación todos los bienes convenientes o necesarios para la satisfacción de la utilidad pública,
cualquiera sea su naturaleza jurídica, pertenezcan al dominio público o privado, sean cosas o no".

3. La indemnizacion expropiatoria. Concepto. Alcance. Pago. Jurisprudencia.

La competencia constitucional para adquirir el dominio sobre el bien desapropiado está subordinada a la
condición de que el patrimonio de su propietario quede indemne, es decir, sin daño. Una expropiación sin
indemnización, o con indemnización injusta importa una confiscación o despojo carente de sustento jurídico.
La indemnización es una compensación económica debida al expropiado por el sacrificio impuesto en el
interés público. Como lo expresa la Corte Suprema de Justicia de la Nación, significa restituir integralmente
al propietario el mismo valor económico del que se le priva, cubriendo los daños y perjuicios que sean
consecuencia de la expropiación [CSJN, 7/10/76, "Agros SA c/Consejo Nacional de Construcciones
Antisísmicas y de Reconstrucción de San Juan (Instituto Nacional de Prevención Sísmica)", ED, 70-167; íd.,
22/12/71, "Provincia de Buenos Aires c/Bonabello, Ricardo", ED, 43-566].
La indemnización expropiatoria, en nuestro ordenamiento jurídico, debe ser: previa y justa (art. 17, CN, y
art. 2511, CC) y conforme con la LE, única (arts. 27 y 28), y en dinero en efectivo (art. 12). No es precio,
sino el resarcimiento del daño sufrido con motivo del acto expropiatorio.
a) Indemnización justa. La indemnización debe ser integralmente justa. Si bien la Constitución no lo
declara de modo expreso, ello surge del carácter y sentido de la indemnización, como modo de
resarcimiento. Indemnizar quiere decir dejar indemne o sin daño. Equivale a dar al expropiado en
dinero, el mismo valor de la propiedad que se le priva. La expropiación no debe empobrecer ni
enriquecer al expropiado, sino dejarlo en igual situación económica. La indemnización, para ser
justa, debe ser objetiva, actual e integral.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación avala lo aseverado en el caso "Provincia de Santa Fe c/Nicchi,
Carlos A." (CSJN, Fallos, 268:112): "no es constitucional ni legal una indemnización que no sea justa",
278
afirmando en otros casos, reiteradamente, que la indemnización debe ser integral para lo cual es menester
que comprenda, conforme a las reglas de la justicia conmutativa, el pago del valor del bien expropiado y el
de los daños y perjuicios causados por el desapoderamiento, manteniendo económicamente incólume el
patrimonio del expropiado.
No todo perjuicio es indemnizable según la normativa nacional, sino aquéllos que sean una consecuencia
directa e inmediata de la expropiación. Establecer cuándo un daño ha de considerarse consecuencia directa e
inmediata de la expropiación, constituye una cuestión de hecho a resolver según las circunstancias del caso.
A título de ejemplo, mencionaremos que, según la jurisprudencia, son perjuicios indemnizables, por ser
directos, los gastos de mudanza realizados por el dueño de la casa expropiada que vivía en ella, lo que el
expropiado a raíz de la expropiación, abonó por despido a su personal, los derivados de una expropiación
parcial por el fraccionamiento sufrido por las propiedades que conserva el expropiado, el alejamiento en que
algunas fracciones han venido a quedar de los centros de comercio, las dificultades del transporte, el
encarecimiento de la explotación por separado.
Integran la indemnización de conformidad con el régimen legal: a) el valor objetivo del bien; b) los daños
que sean consecuencia directa o inmediata de la expropiación; c) la depreciación monetaria, y d) los
intereses.
En cambio, no se indemnizan: 1) las circunstancias de carácter personal; 2) los valores afectivos; 3) las
ganancias hipotéticas; 4) el mayor valor que confiera al bien la obra a construir, y 5) el lucro cesante.

b) Indemnización previa. El art. 17 de la Constitución dispone que la expropiación debe ser


previamente indemnizada. Es el único de los caracteres de la indemnización contemplado
expresamente por la norma suprema. El propietario seguirá siendo tal, mientras no perciba
íntegramente su indemnización.

La LE ajusta sus normas a la Constitución y la transferencia del dominio sólo se opera después del pago
total de la indemnización judicialmente señalada.

c) Indemnización única. La LE adopta el sistema de indemnización única, lo cual implica que el


monto que tiene que abonar el expropiante es uno sólo, resultando beneficiario exclusivo de él el
expropiado. Excluye de la relación jurídica generada por la expropiación a todo tercero afectado.

Este principio se complementa con la disposición del art. 28, que señala que los derechos del tercero
reclamante se considerarán transferidos de la cosa a su precio o a la indemnización.

d) Indemnización en dinero. La LE en su art. 12 prescribe que la indemnización se pagará en dinero


efectivo, salvo que medie conformidad del expropiado en el sentido de aceptar otra especie de
valor, v.gr., títulos públicos. "...La indemnización también debe ser fijada y pagada en dinero
efectivo. Es que, en nuestro orden jurídico, salvo conformidad del expropiado, la referida
indemnización no puede hacerse `en especie' ni mediante títulos, bonos o papeles de crédito
público. Semejante forma de pago no está autorizada por la Constitución Nacional, ni es la manera
normal de extinguir obligaciones. Para la expropiación, los títulos o papeles de crédito público, no
son medios de pago de la respectiva indemnización, constitucionalmente admisibles. La ley formal
no puede obligar a que el expropiado, a título de indemnización, reciba otra cosa que dinero
efectivo, pues la materia expropiatoria está sustancialmente regida por la Constitución y no por las
leyes formales. Estas deben respetar no sólo la letra, sino también los principios de la
Constitución..." (CNCiv, Sala C, 27/10/92, "Halperín Carrocerías SA v. Municipalidad de la
Capital", JA, 1993-I-676).

En igual sentido CSJN, 5/4/95, "Servicio Nacional de Parques Nacionales c./ Franzini, Carlos y/o
propietarios de Finca "Las Pavas", JA, 1995-IV-280).

279
4. El avenimiento expropiatorio. Naturaleza juridica. Concepto. Indemnizacion

La legislación prevé dos procedimientos expropiatorios: a) administrativo, de avenimiento, cesión amistosa


o extrajudicial y b) judicial, o contencioso-expropiatorio.
Procedimiento extrajudicial. En el caso de inmuebles, la LE indica que el expropiante ofrece al expropiado
el valor fijado por el Tribunal de Tasaciones de la Nación con prescindencia de toda otra base y para los
demás bienes el valor fijado por las oficinas técnicas competentes que en cada caso se designen.
Cabe señalar que el Tribunal de Tasaciones de la Nación es un ente autárquico, que se encuentra regido por
la ley 21.626. Entre sus funciones tiene a su cargo la de tasar los inmuebles sujetos a expropiación y
dictaminar acerca de su valor en los casos previstos por la LE.
Si el expropiado acepta ese valor, no habrá necesidad de acudir a la instancia judicial. Este procedimiento
amigable, como es obvio, sólo puede ser utilizado en aquellos casos en que el expropiado no cuestiona la
legitimidad de la calificación de la utilidad pública.
La ley prevé que en el caso de bienes inmuebles, el valor máximo estimado sea incrementado
automáticamente, y por todo concepto, en un diez por ciento.
En la instancia administrativa, el adicional no requiere petición expresa ni prueba alguna. Su monto ha sido
determinado por ley en un diez por ciento del valor máximo estimado del bien, sin admitir prueba en
contrario. En el proceso contencioso-expropiatorio, en cambio, el valor adicional se manifesta bajo el rubro
"daños y perjuicios" y necesita petición expresa y aportación y producción de pruebas.
El régimen normativo ha previsto la situación de los incapaces y de aquéllos que tuvieren algún
impedimento para disponer de sus bienes, permitiendo que la autoridad judicial autorice al representante del
incapaz o impedido para la transferencia del bien al expropiante por la vía del avenimiento (art. 14).
La ley ha omitido referirse al perfeccionamiento del avenimiento. Teniendo en cuenta lo estatuido por los
arts. 29 y 32 de la LE, consideramos que la expropiación, cuando se la realiza por la vía del avenimiento,
queda perfeccionada al operarse la transferencia del dominio al expropiante mediante decreto que aprueba la
cesión amistosa, toma de posesión y pago de la indemnización.

5. Juicio de expropiacion. Organo competente (art 2º, inc.9º CCA, ley 12008, según texto
13101). Pretensiones. Procedimiento. Toma de posesion. Partes. Terceros. Medios de
prueba. Tribunal de tasaciones. Sentencia expropiatoria. Costas. Desistimiento.
Caducidad de la instancia.

Procedimiento judicial. Si no se logra el procedimiento extrajudicial o avenimiento, el expropiante deberá


acudir a la vía judicial (art. 18, LE).
El juicio de expropiación, o contencioso-expropiatorio, es la vía procesal idónea para: a) determinar el
monto indemnizatorio; b) cuestionar la declaración legislativa de utilidad pública, y c) impugnar la
individualización administrativa del bien en el supuesto de una declaración genérica de utilidad pública o la
determinación de la superficie expropiada en el caso de expropiación parcial.
1) Carácter sumario. El proceso expropiatorio tramita por juicio sumario, "con las modificaciones
establecidas por esta ley..." (art. 19, LE).
Las partes en el proceso contencioso-expropiatorio son el expropiante y el expropiado. Los terceros
permanecen ajenos al proceso instaurado. Es así aun en el supuesto del adquirente del inmueble expropiado
que ha firmado boleto de compraventa, abonado el precio y tomado posesión, mientras no se haya extendido
escritura pública traslativa de dominio a su favor. El legitimado pasivamente, en esta hipótesis, será siempre
el titular del bien que figure inscripto como tal en el Registro de la Propiedad. Quien no sea propietario, no
podrá intervenir en el juicio de expropiación (arts. 27 y 28, LE).

2) Juez competente. El juicio expropiatorio no está sujeto al fuero de atracción de los juicios universales.

280
Tratándose de bienes inmuebles, incluso por accesión, será competente, en el orden nacional, el juez federal
con jurisdicción en lo contenciosoadministrativo del lugar donde se encuentre el bien calificado de utilidad
pública. En el supuesto de bienes que no sean inmuebles, la competencia será del juez del lugar en que esos
bienes se encuentren o del domicilio del demandado, a elección del actor. En el orden provincial es juez
competente, por lo común, el juez civil de primera instancia, por ser materia excluida del proceso
administrativo local.

3) Traslado, contestación y reconvención. Promovida la acción de expropiación, se dará traslado de la


demanda al expropiado por el plazo de quince días hábiles judiciales (art. 19, LE, y art. 152, Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación [CPCCN]).
Si se ignora el domicilio del demandado, se publicarán edictos durante cinco días en el diario de
publicaciones legales de la Nación y en el de la provincia correspondiente.
En cuanto a la contestación y reconvención, no existiendo norma expresa, son de aplicación en lo pertinente
las normas del CPCCN. Al contestar la demanda, el expropiado no está constreñido a cuestionar sólo el
monto depositado, pudiendo impugnar la constitucionalidad de la ley calificativa de la utilidad pública, la
determinación administrativa del bien o reconvenir por la expropiación total del bien en los términos del art.
8º de la ley.

4) Posesión. De acuerdo con el art. 22 en materia de inmuebles el expropiante, después de consignar ante el
juez competente el importe de la valuación que hubiese hecho el Tribunal de Tasaciones, obtendrá la
posesión judicial del bien. Por su parte, para lograr la posesión judicial inmediata de los bienes que no
fueran raíces, el expropiante deberá consignar el valor que hubiesen determinado oportunamente las oficinas
técnicas competentes a tenor del art. 13.
Sólo si pierde la posesión, queda facultado el expropiado para retirar la suma depositada, previa justificación
de su dominio y que no pesan sobre él restricciones a la libre disponibilidad de sus bienes y sobre éstos
hipotecas u otros derechos reales o embargos (art. 23).

5) Terceros ocupantes. Con la posesión judicial del bien expropiado quedan resueltos los arrendamientos,
dándose a los ocupantes un plazo de treinta días para su desalojo. Ese plazo podrá ser prorrogado por el
expropiante cuando, a su juicio, haya justas razones que así lo aconsejen (art. 26).
El desalojo se hará efectivo sobre los ocupantes del bien expropiado con prescindencia de que posean o no
título.

6) Anotación de la litis. El art. 24 de la LE, concordante con el art. 229 del CPCCN, prevé como medida
precautoria la anotación de la litis en el Registro de la Propiedad, quedando el bien desde ese momento
indisponible o inembargable.

7) Prueba. Si hubiere hechos controvertidos, el juez abrirá la causa a prueba durante el plazo que estime
prudencial (art. 19, § 3º).
El art. 15 establece que si no media avenimiento respecto del valor de los bienes inmuebles, la cuestión la
decidirá el juez. Este, a fin de determinar la correspondiente indemnización y sin perjuicio de otros medio
probatorios, requerirá dictamen del Tribunal de Tasaciones de la Nación, el que deberá pronunciarse en el
plazo de noventa días.
La indemnización está integrada por rubros diversos, entre los que se enumera el de "daños y perjuicios",
que para su acreditación requiere otros medios probatorios distintos del dictamen pericial del Tribunal de
Tasaciones. Para probar la existencia y cuantía de esos daños y perjuicios (p. ej., gastos de mudanza, sumas
por despido de personal, etc.), el expropiado podrá acudir a todos los medios de prueba que el derecho
objetivo pone a su disposición.
El art. 17 dispone que a falta de avenimiento acerca del valor de los bienes muebles, se deberá sustanciar
prueba pericial, sin perjuicio de la intervención de las oficinas técnicas a que hace referencia el art. 13. A
esos efectos, cada parte designará un perito y el juez un tercero, salvo que los interesados expropiante y
expropiado acordaran la designación de uno solo.

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8) Alegatos. No obstante la prohibición en el proceso sumario de la presentación de alegatos (art. 495,
CPCCN), el art. 19, § 4º, de la LE prevé que las partes aleguen por escrito sobre la prueba dentro del plazo
común de diez días, computados desde que el secretario haya certificado sobre la prueba producida.

9) Sentencia. Presentados los alegatos o vencido el plazo para hacerlo, el juez llamará autos para sentencia,
debiendo pronunciarla dentro de los treinta días de haber quedado firme esa providencia (art. 19, § 5º, LE).

El art. 19 de la LE dispone que el cargo de las costas del juicio y su monto y los honorarios de los
profesionales se regirán por las normas del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y por las
respectivas leyes de aranceles.
Su contenido, además de encuadrarse en las disposiciones del art. 163 del CPCCN, se adecuará a las
pretensiones planteadas en el proceso. Si el expropiado impugna la constitucionalidad de la ley calificadora
de la utilidad pública y se admite esa pretensión, la expropiación no seguirá su curso al carecer de sustento
normativo. En caso contrario, el proceso continuará hasta lograr la transferencia de la propiedad y el pago de
la indemnización.
Si el expropiado, en cambio, cuestiona el monto consignado por el expropiante, la sentencia fijará la suma
que le corresponda en concepto de indemnización.
Las sentencias contra el Estado en juicio expropiatorio son ejecutorias. Les son aplicables las normas de la
ley 23.982. Respecto de ellas, el decreto de promulgación 1652/91 expresa en sus considerandos:
"Que en el último párrafo del art. 1º del proyecto se excluye de la consolidación al pago de las
indemnizaciones por expropiación por causa de utilidad pública o por la desposesión ilegítima de bienes
declaradas judicialmente con sentencias pasadas con autoridad de cosa juzgada.
Que tal distinción introduce un tratamiento desigualitario entre dichos acreedores y todos los demás
acreedores del sector público alcanzados por la consolidación a quienes se les hubiesen reconocido
judicialmente sus créditos. También discrimina entre los mismos acreedores de indemnizaciones por
expropiaciones por causa de utilidad pública, según que existiere o no sentencia firme, con anterioridad a la
vigencia de la ley proyectada.
Que la exigencia constitucional respecto al tratamiento que les corresponde a las indemnizaciones previas
que impone el art. 17 de la Constitución como requisito al desapoderamiento, se cumple sobradamente si el
monto indemnizatorio surgido de la tasación oficial se paga antes de la desposesión, remitiendo el pago del
saldo indemnizatorio que se hubiese reconocido, o se reconociere judicialmente, al sistema general del
proyecto de ley, ya que en tal supuesto tendría similar naturaleza jurídica que cualquier otro crédito
declarado tal por una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada, atento al concepto de propiedad
acuñado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Sin el agregado del último párrafo del art. 1º, el proyecto de ley cumple con todos los requisitos para su
validez constitucional, al establecer una reglamentación del derecho a usar y gozar de la propiedad,
proporcional a una objetiva situación de emergencia que declara. Lo que se ve ratificado por la posibilidad
que se brinda a los acreedores de instrumentar sus créditos en títulos de la deuda pública que tendrán un
tratamiento preferencial para diversos actos jurídicos de relevancia económica".
Con estos fundamentos el Ejecutivo observa el párrafo del proyecto de ley que excluía del régimen de la
consolidación el pago de las indemnizaciones por expropiación. El principio contemplado en el proyecto es
de naturaleza constitucional. Por lo tanto, sostenemos que, a pesar de la observación la exclusión debe
imperar por mandato constitucional (art. 17, CN), pues lo contrario sería admitir la sustitución de la
propiedad privada por bonos de consolidación, a través de una permuta decidida por la voluntad unilateral
del Estado Nacional. En este sentido se pronunció la jurisprudencia, declarando inconstitucional la
aplicación a la indemnización debida por una expropiación de la ley de consolidación 11.192 de la provincia
de Buenos Aires por vulnerar la garantía del derecho de propiedad (C.Civ. y Com. San Isidro, Sala 2ª,
20/4/93, "Indutec SA. v. Prov. de Buenos Aires", JA, 1993-IV-128. Ver tam bién C. Fed. La Plata, Sala 4ª,
11/8/92, "Harguindeguy, Juan C. y otros v. Dir. Nac. de Vialidad", JA, 1993-I-660, ídem, CSJN, 18/7/95,
"Estado Nacional c. Textil Escalada SA", en SJDA, Bs. As., La ley, 25/10/96, p. 22).

Pronunciada la sentencia, el juez determinará el plazo dentro del cual el expropiante deberá hacer efectivo el
pago de la indemnización. La ley nada dice al respecto; empero, los precedentes judiciales mayoritarios

282
señalan que el plazo generalmente otorgado es de treinta días. Este criterio ha sido estimado razonable,
habida cuenta del carácter sumario del proceso.

10) Desistimiento. El art. 29 de la LE, faculta al expropiante a desistir de la acción mientras la expropiación
no haya quedado perfeccionada, siendo las costas a su cargo. Es decir, que mientras no se haya operado la
transferencia del dominio al expropiante mediante sentencia firme (inscripta si se trata de bienes inmuebles,
art. 32, LE), toma de posesión y pago de la indemnización, se puede desistir.
El desistimiento es admitido hasta el perfeccionamiento de la expropiación. La mera posesión del bien y el
depósito de una suma provisoria no impiden, en la legislación vigente, el desistimiento de la acción por el
expropiante.

Si a consecuencia del desistimiento realizado por el expropiante, se ocasionan perjuicios al propietario, éste
tendrá derecho a ejercer las acciones legales correspondientes para obtener el respectivo resarcimiento. Si al
recuperar el propietario la posesión se comprueban daños derivados de la situación anterior, podrá accionar
contra el expropiante en tutela de las garantías constitucionales establecidas en favor de los particulares.

11) Caducidad de instancia. La LE, en su art. 30, establece la improcedencia de la caducidad de instancia
cuando el expropiante ha tomado posesión y el expropiado sólo cuestiona el monto de la indemnización.
Complementando esta disposición, el art. 52 veda al propietario la acción de expropiación irregular cuando,
después de obtenida la posesión judicial del bien, el expropiante paralice o no active los procedimientos.
En este caso, no siendo posible disponer la caducidad de la instancia dado lo prescripto por el art. 30, al
expropiado sólo le restará viable para sus derechos impulsar el juicio de expropiación (CSJN, 22/12/71,
"Provincia de Buenos Aires c/Bonabello, R.", ED, 43-566).
Antes de la posesión judicial es procedente la caducidad de la instancia y eventualmente la acción de
expropiación irregular. Después de obtenida la posesión judicial no corresponde ni la caducidad de la
instancia ni la acción de expropiación irregular.

12) Plazos y abandono. El efecto primordial del abandono se traduce en la imposibilidad de que se produzca
el desapoderamiento de los bienes alcanzados por la ley no ejecutada, después de vencidos los respectivos
plazos. Si el proceso no se promueve dentro de los plazos legales, la declaración legislativa de utilidad
pública es inexistente y, por lo tanto, los bienes que aquélla afectaba cesarán de ser expropiables. Al caducar
esos plazos, los bienes no pueden ser desapoderados.
Los plazos de expropiación son: dos años, cuando la expropiación afecte a bienes individualmente
determinados; cinco años, en el supuesto de expropiarse bienes comprendidos dentro de una zona
determinada y diez años, cuando se trate de bienes comprendidos en una enumeración genérica, plazos que
se computan a partir de la vigencia de la ley que autoriza la expropiación.

6. Expropiacion irregular. Nocion. Actos del Estadpo que le dan origen. Reclamacion
previa. Procedimiento. Prescripcion.
En casos de excepción, el procedimiento expropiatorio es instado por el expropiado. Cuando media una ley
que declara la utilidad pública de un bien y exige un agravio al derecho de propiedad, por comportamientos
indebidos del expropiante o situaciones de hecho, que impidan disponer de él en condiciones normales, el
afectado acude a la llamada acción de expropiación irregular. Si bien el propietario es el actor, ello no
significa que se convierta el expropiado en expropiante.

La expropiación regular e irregular suponen una declaración legislativa de utilidad pública. Mientras que en
la primera todo sucede de acuerdo al ordenamiento precedentemente estudiando, en la segunda, mediando
ley formal, el propietario sufre un agravio en su derecho de dominio sin el pago de la pertinente
indemnización.
La expropiación se considerará regular, entonces, cuando el expropiado acciona contra el sujeto expropiante
a fin de que éste, en cumplimiento de la voluntad legislativa, adquiera el bien calificado de utilidad pública y
proceda al pago de la indemnización correspondiente.
283
El fundamento se encuentra en el art. 17 de la Constitución Nacional que garantiza la inviolabilidad de la
propiedad privada. Esta figura coadyuva al cumplimiento de la voluntad legislativa, removiendo todos los
obstáculos que lesionan en mayor o menor grado el derecho de propiedad del expropiado.
Son sus requisitos:
 Que el propietario sufra un agravio en su derecho de propiedad
 Que medie ley formal
 La concurrencia de cualquiera de éstos tres supuestos:
 La ocupación material del bien del expropiado sin el pago de la correspondiente indemnización.
 La situación de indisponibilidad de hecho en que se coloca a la cosa mueble o inmueble por la ley
formal sancionada.
 La restricción o limitación indebidas que pesan sobre el objeto de la expropiación por causa de la ley
que lo califica de utilidad pública.
El que reclame expropiación irregular está exento de reclamación administrativa previa.
Se le aplican idénticas normas que al procedimiento judicial regular de expropiación , en lo que resulte
pertinente.
La acción prescribe a los 5 años contados a parir de los actos que tornan procedente la acción.

No se puede iniciar la acción de expropiación irregular cuando el Estado paraliza o no activa los
procedimientos después de haber obtenido la posesión judicial del bien.
En todo proceso expropiatorio, los pasos son los siguientes:
1º. Declaración de utilidad pública.
2º. Iniciación de juicio.
3º. Valuación por el Tribunal de Tasaciones.
4º. La desposesión.
5º. La sentencia.

7. Retrocesion. Nocion. Alcance del derecho de retrocesion. Naturaleza juridica de la


acción de retrocesion. Procedimiento. Prescripcion.

Noción conceptual
Es el derecho real de carácter administrativo que asiste al sujeto pasivo de la expropiación para reclamar la
restitución de un bien expropiado, cuando el expropiante no le da destino o de le da destino distinto o
diferente al de la utilidad pública fijada por el legislador.
Es decir, se trata de volver las cosas al estado anterior al acto que resolvió el desapoderamiento

Naturaleza jurídica
Según Casaggne, es un derecho real administrativo, dado que surge del Derecho Administrativo de fondo,
señalando Marienhoff que el mismo encuentra su fundamento en el art. 17 de la Constitución Nacional que
garantiza la inviolabilidad de la propiedad privada.
No se debe confundir con la pretensión procesal, porque si así fuera, no tendría cabida el avenimiento que se
tramita sólo en sede administrativa.
Para Dromi es un instituto de carácter procesal.

Supuestos en que procede


Tanto la ley nacional como la provincial contemplan las siguientes hipótesis:
Cuando el bien expropiado se le diere un destino diferente o distinto al previsto en la ley expropiatoria.
Cuando el bien expropiado no se le diere destino alguno en un lapso de 2 años computados desde que la
expropiación quedó perfeccionada.
Excepciones

284
No habrá cambio de destino cuando el que se hubiere acordado al bien tenga conexidad (enlazado o
relacionado), interdependencia (dependencia mutua) o correlación (relación recíproca) con el
específicamente previsto por la ley,
No habrá cambio de destino si a una parte del bien expropiado se le asignara uno complementario o que
tienda a integrar o facilitar el previsto por la parte del bien para ser aplicado a una finalidad complementaria
o integradora o facilitadora, con el destino de utilidad pública dado por la ley expropiatoria.
No habrá cambio de destino cuando el expropiante, luego de satisfacer el fin de utilidad pública fijado por la
ley, lo desafecta del mismo, ya sea asignándole un nuevo destino de utilidad pública o desvinculándolo del
originario.
La acción prescribe a los 3 años, contando a partir del destino ajeno dado o del vencimiento del plazo de 6
meses que se da para que se le dé destino (luego de los dos años que hiciéramos referencia).

Bienes que pueden ser objeto de la retrocesión


Todos los que pueden ser objeto de expropiación, vale decir en rápida e incompleta enumeración:
Inmuebles, Muebles, Automóviles., Buques., Derecho emergentes de los contratos., La fuerza hidráulica,
etc.
Si el objeto de la retrocesión se torna imposible, se puede pedir daños y perjuicios.

Sujetos de la retrocesión
Activo: expropiado y sucesores universales y a título singular.
Pasivo: expropiante, sea el Poder Ejecutivo y un particular concesionario de obra y/o servicio público, o con
un tercero en forma conjunta.

Procedimiento (tanto nacional como provincial)


1. Avenimiento o gestión administrativa
Se consuma y concluye con el decreto del Poder Ejecutivo que aprueba el avenimiento.
Caso 1: s se trata de un bien al que no se le dio destino alguno, pasados los dos años contados a partir de que
quedó firme la expropiación, se debe intimar para que se le asigne destino. Transcurridos los 6 meses desde
la intimación sin novedad de trabajo alguno, queda acreditada la retrocesión sin necesidad de reclamo
administrativo previo.
Caso 2: si se le dio destino contrario al previsto en la ley expropiatoria, se debe hacer reclamo administrativo
previo (Nación: 19.549, arts. 30, 31 y 32, con plazo de 90 días, salvo pronto despacho de 45 días) (en
Tucumán, art. 19 de la Constitución Provincial, de 3 meses).
Es necesario aclarar que se admite la retrocesión parcial sobre una parte del bien expropiado.

2. Habilitación de instancia judicial


La habilitación de la instancia judicial tiene lugar cuando la gestión administrativa o avenimiento ejercitado,
ha fracasado.
Se requiere:
Que la expropiación haya quedado perfeccionada.
Que no se le dé destino alguno o se le dé destino diferente o contrario al de la ley expropiatoria.
En el caso de que no se le haya dado destino alguno, se requiere una intimación fehaciente y que hayan
pasado 6 meses sin novedad.
En el caso de que se le haya dado un destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, se requiere que el
reclamo administrativo haya sido resuelto con resultado negativo para el expropiado retrocedente, ya sea
expresa o tácitamente.
El juez competente será el mismo que actuó en el juicio expropiatorio.
Se tramitará mediante un juicio sumario.

Efectos de la retrocesión
El expropiado debe devolver al expropiante la suma recibida de éste en concepto de indemnización con
motivo de la expropiación, con la actualización correspondiente.
A su vez, el expropiante, deberá entregar el bien al expropiado.

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8. Ocupacion temporanea. Supuestos. Indemnizacion

La ocupación temporánea, llamada también temporaria o temporal, constituye una limitación al dominio en
virtud de la cual el propietario resulta privado del uso y goce un bien, coactiva y transitoriamente, por
razones de interés general fundadas en circunstancias particulares o concretas.
Como toda limitación administrativa, la finalidad determinante es el bien común. En la especie, deberá
tratarse de una necesidad colectiva o una utilidad pública concreta, individualizada, esto es, puntual y
determinada.
En este sentido se asemeja a la expropiación, pero se diferencia de ella en que la utilidad pública en el
instituto expropiatorio presenta carácter de permanencia, y es por ello que extingue el derecho de dominio y
lo hace nacer , originariamente, a favor del sujeto expropiante. En la ocupación temporánea, la necesidad
colectiva o la utilidad pública que debe satisfacerse es de carácter transitorio y se alcanza con el mero
derecho de uso y goce por un lapso de tiempo determinado. Así no se justifica la expropiación, que sustrae
definitivamente el bien del patrimonio del afectado y ocasiona al Estado una erogación significativamente
mayor y desproporcionada al interés público en juego.
El sujeto al cual se transfiere coactivamente el uso y goce transitorio es el Estado (Nacional, Provincial,
Municipal, entidades autárquicas), directamente o a través de un particular (Vg. un contratista de obra
pública).
El objeto sobre el cual se ejercerá en forma directa e inmediata el derecho de uso y goce está controvertido
en la doctrina. Diez sostiene que esa limitación administrativa sólo procede respecto a bienes inmuebles.
Marienhoff, por su parte, opina que la ocupación temporal puede afectar cosas inmuebles, muebles e,
incluso, una universalidad jurídica.
Esto ha perdido importancia práctica tanto en el orden nacional como local habida cuenta de que fue
reglamentado expresamente por las leyes 24.499 y 5.006, respectivamente. Ambos cuerpos normativos
admiten como objeto gravable con la ocupación temporaria, a un bien o cosa determinada, mueble o
inmueble, y a una universalidad determinada de ellas, receptando el criterio de Marienhoff.
El propietario de la cosa o bien ocupado sólo se ve privado transitoriamente del uso y goce del mismo, pero
mantiene todos los otros derechos inherentes al dominio, en tanto sean compatibles con la razón pública
determinante de la ocupación. Así, entonces, es que puede enajenarla, hipotecarla, etc.
Cuando la ocupación afecte derechos de terceros, tales derechos se transfieren a la indemnización.
Surge del propio concepto que la ocupación temporal constituye una verdadera desmembración del derecho
de dominio. Es por ello que debe indemnizarse, salvo supuesto de ocupación temporal anormal. Esta
limitación administrativa no es ejecutoria y requiere de ley especial declarativa de utilidad pública. En
supuesto de oposición del propietario afectado, el ocupante sólo podrá hacerla efectiva previo trámite
judicial.

Indemnizacion, LEY Nº 21.499


ARTICULO 62. — La ocupación temporánea normal apareja indemnización, siendo aplicables en subsidio las reglas vigentes
en materia de expropiación.
La indemnización a que se refiere el presente artículo comprenderá el valor del uso y los daños y
perjuicios ocasionados al bien o cosa ocupados, como así también el valor de los materiales que
hubiesen debido extraerse necesaria e indispensablemente con motivo de la ocupación.

Jurisprudencia:
 Expropiación. Relación de derecho público. CSJN, fallos 287:387, “Acevedo de Campora” (1973)
 Expropiación. Indemnización previa. Inconstitucionalidad régimen de consolidación. CSJN, fallos
318:445, “Las Pavas”, (1995)

Moros. María A.
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Fin 

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