Photopills Exposure Es PDF
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exponer correctamente
tus fotos ¡Siempre!
www.photopills.com
© PhotoPills
Julio 2017
Nunca Pares de Aprender
Entendiendo La Hora
Dorada, La Hora Azul
Y Los Crepúsculos
La Guía Definitiva Sobre
La Profundidad De Campo
h o to P il ls Aw ards
P
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Índice
introducción
Los que saben exponer correctamente sus fotografías sin importar la escena a la que se
enfrenten... y los que no.
Si perteneces a la primera categoría, ¡felicidades! Eres un genio y poco puedo hacer por ti.
Pero si eres como el resto de los mortales y quieres aprender cómo exponer fácilmente
tus fotografías en infinidad de situaciones diferentes, ¡estás en el lugar adecuado!
Sigue leyendo.
Introducción 8
También llegarás a dominar tu cámara de tal forma que podrás hacer realidad esas
fotografías con las que sueñas, tanto desde el punto de vista de la historia que quieres
contar como de la exposición.
Los conceptos básicos (la luz, el triángulo de exposición, la ley de reciprocidad, los
modos de exposición, los modos de medición de la luz, y mucho más), herramientas
como PhotoPills que te ayudarán con los cálculos de exposición, multitud de ejemplos
prácticos, los errores típicos a evitar... E incluso las técnicas más avanzadas como la
utilización de filtros y el horquillado.
¿Listo?
“La exposición no trata tanto de hacer girar mandos y apretar botones, como de dominar la luz y
saber lo que quieres de una imagen.” - Michael Freeman, La exposición perfecta
Introducción 9
1
Quick15answers
respuestas
to depth
rápidas
of field
a 15 preguntas
questionssobre
la exposición
Como ya hice en la guía sobre la profundidad de campo y antes de entrar de lleno en
materia, déjame avanzarte de forma resumida las respuestas a las principales preguntas
sobre la exposición.
¡Vamos allá!
Por lo tanto, cuando lees en internet que “cuanto más alto es el ISO más luz captura el
sensor”, no se está refiriendo a la cantidad de luz que captura, sino a la amplificación de
la señal de ésta. Por eso, cuando la señal se amplifica demasiado (ISOs altos), aparece
ruido en la foto.
Al variar los parámetros del triángulo de exposición, variará la luz que llega al sensor en
un número determinado (o fracciones) de pasos de luz.
Por tanto, una cámara con un gran rango dinámico es capaz de registrar
simultáneamente (en la misma imagen) el detalle en zonas de la escena muy oscuras y
en otras más iluminadas.
Con la ayuda del histograma podrás saber si la foto está “correctamente” expuesta o no.
¡A por ello!
Qué es la luz
Pidiendo perdón a todos los físicos de la sala e intentando simplificar al máximo, me
atrevo a decir que la luz es la parte visible de la radiación electromagnética que genera
una determinada fuente de energía (el Sol, una linterna, una bombilla de LED, un flash,
un fuego, etc.).
Es broma.
Un fotón es una partícula desprovista de masa que porta todas las formas de radiación
electromagnética, incluyendo los rayos gamma, los rayos X, la luz ultravioleta, la luz
visible, la luz infrarroja, las microondas e incluso las ondas de radio.
Pero para que nos entendamos un fotón es una partícula diminuta. El conjunto de
muchísimas de ellas conforman la luz.
Dicho esto, dejemos la física a un lado y vayamos a lo que realmente nos interesa.
Veamos cuales son las cualidades de la luz y cómo te afectan cuando haces fotos.
Por eso, es fundamental que conozcas sus cualidades para poder entenderla y manejarla
como quieras.
Y no me refiero sólo a la luz natural sino también a cualquier tipo de luz artificial.
Si la luz es muy intensa, ilumina mucho al sujeto y las sombras aparecen muy marcadas
(muy oscuras).
En cambio, si es poco intensa (o tenue), el sujeto aparece más oscuro, menos iluminado,
pero las sombras aparecen menos oscuras, menos duras.
Dependiendo de la intensidad de luz que hay en la escena y de la(s) zona(s) que quieres
resaltar, debes configurar los ajustes de tu cámara de una forma u otra al exponer tus
fotografías para dejar pasar la cantidad de luz que quieras hasta el sensor.
Así que el saber medir correctamente la intensidad (o cantidad) de la luz que hay en la
escena juega un papel fundamental a la hora de calcular la exposición. Sobre todo para
conseguir esa exposición “correcta” que quieres en tus fotos.
Sí.
Como fotógrafo, en muchas ocasiones puedes influir en la intensidad de luz que quieres
que haya en la escena que vas a fotografiar.
Por ejemplo, cuando fotografías en exteriores, eligiendo el momento del día en que la
luz sea menos intensa (hora dorada, hora azul y crepúsculos) o más intensa (resto de
horas del día).
Por ejemplo, el flash, la linterna y los paneles LED son elementos activos que producen
luz por sí solos y se utilizan para añadir luminosidad a la escena. Además, los elementos
pasivos (difusores, filtros, reflectores) alteran la iluminación aunque no son productores
de luz.
La dirección de la luz
La dirección de la luz determina muchos de los efectos que capturarás con la cámara
(volumen, texturas, siluetas, etc.).
Por lo tanto, tienes que trabajar con la luz natural y/o con la luz artificial (esquemas de
luz) para conseguir el efecto deseado en la foto.
Recuerda que la dirección de la luz es el ángulo con el que incide sobre el sujeto.
Por regla general, al exponer la fotografía, las preguntas que debes hacerte son:
• ¿Cómo incide la luz en el sujeto desde la posición en la que estoy (es decir, desde tu
cámara)?
• ¿Cómo quiero que incida en el sujeto (o escena) según el tipo de foto que busco?
• Frontal. Está situada delante del sujeto por lo que le da de frente. Ilumina todas
las superficies visibles del sujeto. Resalta el color pero elimina sombras, restando
volumen y textura.
• Contraluz. Proviene de detrás del sujeto. Ayuda a destacar la silueta del sujeto,
pero resta información de otros elementos como el color o la textura. El contraluz
te permite hacer retratos espectaculares con sujetos perfectamente perfilados, de
paisaje e incluso de espectaculares siluetas de Luna llena.
• Cenital. Proviene de un único punto de luz situado verticalmente encima del sujeto.
Cuando se aplica de forma controlada en estudio, se pueden crear fotos llenas de
misterio.
“Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul,
fin de la historia, despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas PhotoPills,
te quedarás en el País de las Maravillas y te enseñaremos hasta dónde llega la madriguera de
conejos. Recuerda, lo único que te ofrecemos son fotos legendarias y piel de gallina. Nada más.”
Además de la dirección de la luz, hay otros dos factores que debes de tener en cuenta al
hacer la fotografía:
• La dirección de la luz casi nunca proviene exactamente de un lado u otro, sino que la
mayoría de las veces es una combinación de varias direcciones.
La calidad de la luz
La calidad describe la distribución de las luces y las sombras en tu escena. Es decir, la
transición que se produzca entre ambas.
Por ejemplo, la luz que produce el flash o el Sol durante el mediodía (en la mayor
parte del mundo) es una luz dura. No hay apenas transición entre luces y sombras.
En este caso, se dice que hay mucho contraste.
La puedes utilizar, por ejemplo, para crear escenas de alto contraste con retratos o
bodegones, separando fuertemente el contraste de la escena.
Las escenas de alto contraste son todo un reto para el fotógrafo. En la sección 22 te
enseñaré cómo capturar escenas de alto contraste con filtros. Y en la sección 23, te
voy a explicar cómo hacerlo con la técnica del horquillado.
• Suave. Al contrario que la luz dura, la luz suave provoca una transición progresiva
entre luces y sombras. Es una luz muy difuminada y tiene como efecto el desdibujar
los contornos de las sombras. Suaviza las imágenes, eliminando contrastes y
texturas.
Según la calidad de luz a la que te enfrentas puedes hacer unas fotos u otras. También
puedes ser lo suficientemente hábil como para usar algún instrumento para modificar
su calidad.
Por ejemplo, para suavizar una luz dura utiliza un difusor o un reflector. Y para añadir
una luz dura, usa un flash o una linterna.
Si hablamos de luz natural, aprovecha los momentos de luz suave que se producen
durante el día: la hora dorada y la hora azul.
En internet encontrarás muchas páginas web que te informarán sobre cuándo suceden
estas horas para un día determinado.
Pero si eres uno de los nuestros (tienes la aplicación de PhotoPills), dispones de toda la
información sobre la hora dorada, la hora azul y los crepúsculos, para cualquier fecha y
parte del mundo, tanto en la herramienta Sol como en el Planificador.
Cuando la luz incide sobre un cuerpo, hay una parte que se refleja, otra que se transmite
a través de él y otra es absorbida.
Pues bien, tú sólo ves color cuando la luz reflejada llega a tus ojos. Y es que mientras la
luz no interactúa con la materia y llega a tus ojos no la ves, no ves color.
Piensa en el espacio profundo, lo ves totalmente oscuro. Sin embargo, está lleno de luz.
Antes de hacer una foto, si observas la escena con atención, te darás cuenta de que la luz
puede tender hacia dos extremos (o dominancias):
Nikon D300 | 500mm | f/6.7 (escala de ½ paso) | 1/1500s | ISO 200 | 7500K
Cuando vivíamos en la época de los negativos y las diapositivas o cuando hacías fotos
en blanco y negro y querías modificar el color de la luz, no te quedaba otro remedio que
recurrir a los filtros de colores.
Esta herramienta te permite añadir una dominante cálida o fría a tus fotos.
¡No me digas que nunca has medido la luz en el sitio equivocado! Es un error típico de
novato… :P
Por un lado, la luz incidente es la luz que recibe el sujeto que vas a fotografiar.
Puedes medirla con un exposímetro o fotómetro de mano situándolo junto al sujeto y
orientándolo hacia la cámara.
Por otro lado, la luz reflejada es la luz que refleja el sujeto que vas a fotografiar. La
puedes medir con el exposímetro integrado en la cámara o con un exposímetro de
mano situado junto a la cámara y orientado hacia el sujeto. A veces te da resultados algo
imprecisos que pueden requerir un esfuerzo de interpretación.
En la sección 12 voy a detallarte los diferentes métodos de medición que puedes utilizar
para medir la luz reflejada con tu cámara y cuando utilizar cada uno de ellos.
¡Genial!
Ahora que ya tienes las nociones básicas de lo que es la luz y cuáles son sus cualidades,
vamos a entrar de lleno en materia.
Veamos qué es la exposición, el viaje que realiza la luz hasta llegar al sensor y qué
parámetros de tu equipo fotográfico puedes utilizar para realizar la exposición
“correcta” (o deseada).
“Genial Toni, la exposición es una cantidad de luz. Pero ¿cuánta luz me hace falta para exponer
correctamente una foto?”
Eso, amigo mío, depende de la escena a la que te enfrentes y del resultado que quieras
obtener.
Depende de si quieres capturar más o menos detalle en los tonos oscuros o en los claros.
En definitiva, depende de la historia que quieras contar.
Ahí reside el arte de la fotografía. Debes ejercer el control adecuado sobre la luz que
llega al sensor (o película) para obtener la imagen que deseas.
En otras palabras, tu foto variará en función de la cantidad de luz que dejes que llegue al
sensor, o sea, variará dependiendo de cómo expongas la foto.
Nota: Para no tener que repetir siempre lo mismo, vamos a dar por sentado que tienes una cámara
digital, así que hablaré siempre del sensor. Si usas una cámara analógica, la explicación sería la
misma, sólo tienes que sustituir “sensor” por “película”.
¿Qué es la exposición? 38
Cómo afecta la exposición a tus fotos
La exposición (la cantidad de luz que has dejado que llegue al sensor) determina cómo
de clara o oscura queda tu foto. Dicho de otro modo, cuanta más luz llega más clara es
tu imagen. Y al revés, cuanta menos luz, más oscura.
Nikon D4s | 200mm macro | f/8 | 1/400s, 1/200s, 1/100s | ISO 400 | 6250K
Si llega más luz, puedes capturar más detalle en los tonos oscuros aunque es posible que
pierdas detalle en los claros, y viceversa.
Para entenderlo bien y que no se te olvide jamás, primero debes visualizar el viaje que
realiza la luz para llegar al sensor.
Este viaje te acabará llevando al famoso triángulo de exposición del que te hablaré largo
y tendido en la sección 5.
¿Qué es la exposición? 39
Cómo controlar la exposición: conceptos previos
Durante el recorrido que sigue desde su origen hasta llegar al sensor de tu cámara, la
luz atraviesa una serie de elementos. Estos elementos son el objetivo y el obturador, y te
permiten controlar la cantidad de luz que llega al sensor.
Recorrido de la luz desde que entra por el objetivo hasta que llega al sensor en una cámara réflex (en una cámara sin espejo no hay
pentaprisma ni espejo :P)
El objetivo
La luz llega primero al objetivo de tu cámara. Eso es así siempre y cuando no uses uno o
más filtros delante del objetivo. En caso de utilizar filtros, éstos son el primer elemento
que puedes utilizar para reducir la cantidad de luz que llega al sensor.
Hablaré de los filtros y sus utilidades en la sección 22. Por ahora, y para simplificar las
cosas, voy a suponer que no usas filtros.
Pues bien, una vez dentro del objetivo, el haz de luz pasa por el diafragma. Éste deja
pasar más o menos luz dependiendo de la apertura que tengas seleccionada.
¿Qué es la exposición? 40
¿Qué es la exposición? 41
Así que la apertura es el primer elemento del triángulo de exposición que tienes a tu
disposición para ajustar la exposición.
Como es lógico, a más apertura de diafragma, más cantidad de luz llega al sensor y
viceversa. Si quieres dejar pasar menos luz, utiliza aperturas menores. En otras palabras,
cierra el diafragma.
Una vez atravesado el diafragma, el haz de luz llega al obturador. Aquí se encuentra el
segundo elemento del triángulo de exposición: el tiempo de exposición o velocidad de
obturación.
¿Qué es la exposición? 42
El obturador
El obturador es una especie de cortina que permite la llegada de luz al sensor (cuando
está abierto) o lo impide (cuando está cerrado).
Voy a utilizar ambos términos indistintamente durante el artículo. Ten en cuenta que
a mayor velocidad de obturación, menor tiempo de exposición. Y al revés, a menor
velocidad de obturación, mayor tiempo de exposición.
¿Qué es la exposición? 43
Durante el tiempo de exposición, el haz de luz impacta sobre el sensor de tu cámara.
Por lo tanto, al fijar su valor, estás influyendo sobre la exposición.
Cuanto menor sea la velocidad de obturación, más luz llega al sensor y viceversa.
¿Qué es la exposición? 44
El sensor
Cuando los fotones del haz de luz impactan sobre los fotositos, son captados y
procesados, generándose la imagen digital de la escena que la cámara ve.
¿Qué es la exposición? 45
de obturación (obturador) y el ISO (sensibilidad), para qué sirven y cómo puedes
controlarlos.
Pero, por el momento, me interesa que te quedes con la idea de que estos parámetros te
permiten controlar la exposición y los efectos creativos que veremos en la sección 4.
Una vez que domines el triángulo, dominarás tu cámara (¡e incluso el mundo si te lo
propones!).
Pero eso es un elemento adicional que no usan todos los fotógrafos y que se utiliza sólo
en determinadas situaciones. De modo que te explicaré cómo y cuándo sacar partido a
los filtros en la sección 22.
• Si cierras la apertura, reduces el tamaño del agujero (el diafragma) por el que entra la
luz en el objetivo, por lo que la cantidad de luz que llega al sensor es menor.
¿Qué es la exposición? 46
• Si la velocidad es más rápida (reduces el tiempo de exposición), la cantidad de luz
que llega al sensor es menor.
Al mismo tiempo, cuanto mayor es el valor del ISO, más sensible es el sensor a la luz. Es
decir, más capacidad tiene el sensor de captar esa luz. Y al revés, cuanto menor es el ISO,
menos capacidad tiene el sensor de captar la luz.
“Muy bien Toni, ya entiendo más o menos cómo controlar la cantidad de luz capturada por el sensor.
Pero... ¿Qué cantidad es la correcta?, ¿cuál es la exposición correcta?”
La exposición “correcta”
¿Cuál es la exposición correcta?
Pues... Depende.
Para un fotógrafo puede que una fotografía tenga una exposición correcta y para otro
no. Todo depende de si consigues o no el efecto que deseas transmitir, o el resultado que
tienes en mente.
Si lo consigues, entonces tienes la foto que quieres y la exposición es perfecta para ti.
“Ya Toni, pero seguro que hay un consenso sobre lo que se podría considerar una exposición correcta”.
Tienes razón.
Una manera de definir la exposición correcta de forma más técnica, aunque no siempre
es aplicable, es decir que:
La exposición correcta es aquella que no pierde información ni en las sombras ni en las altas luces.
¿Qué es la exposición? 47
En otras palabras, es la exposición que aprovecha toda la capacidad del sensor de la
cámara para captar la máxima información posible de la escena, consiguiendo capturar
detalle tanto en las sombras como en las luces.
• Utilizar otras técnicas para que el sensor sea capaz de captar toda la información
real, como por ejemplo el uso de filtros (sección 22), la fusión de varias tomas
(sección 23) o añadir luz a la escena (artificial, la Luna,...).
¿Qué es la exposición? 48
Ante este tipo de situaciones, no te queda más remedio que mojarte y decidir lo que
quieres capturar en la imagen.
Si optas por perder información (detalle) en el lado de las sombras o negros, obtendrás
una fotografía subexpuesta. En cambio, si decides perder información en la parte de las
altas luces o blancos, conseguirás una fotografía sobreexpuesta.
A veces querrás utilizar a tu favor uno de estos dos efectos. Por ejemplo, para realizar lo
que se denomina una clave baja o una clave alta.
En la siguiente fotografía decidí realizar una clave alta, sobreexponiendo gran parte de
ella, para que los músicos se integraran perfectamente en el ambiente. Así conseguí
centrar la atención en las partes más importantes de la escena, los rostros y los
instrumentos.
¿Qué es la exposición? 49
Nikon D4s | 85mm | f/2.8 | 1/160s | ISO 100 | 5650K
¿Qué es la exposición? 50
Nikon D4s | 85mm | f/2 | 1/200s | ISO 400 | 6250K
Un ejemplo claro son las espectaculares siluetas que puedes capturar subexponiendo
totalmente el primer plano.
¿Qué es la exposición? 51
Nikon D4s | 500mm | f/8 | 1/50s | ISO 100 | 2849K | 1.4x teleconverter
¿Qué es la exposición? 52
Nikon D700 | 85mm | f/2 | 1/1500s | ISO 200 | 6500K
La exposición “incorrecta”
¡Lo que sí existe es la exposición incorrecta!
Para mí, una exposición incorrecta es la que obtienes cuando, en unas determinadas
condiciones de luz, no consigues hacer la fotografía con la exposición que deseas.
Es decir, la imagen final te queda mucho más oscura o mucho más clara con respecto a
tu idea original. No obtienes la foto que quieres.
¿Qué es la exposición? 53
Nikon D4s | 19mm | f/5.6 | 1/2.3s | ISO 100 | 9100K
Esto puede suceder por varios motivos y mi meta con este artículo es ayudarte a
superarlos:
TRUCOS
La apertura, la velocidad y el ISO te permiten obtener la exposición correcta. Pero como
verás en la sección 4, lo que determina en primera instancia el valor de estos parámetros
no es la exposición sino la idea de foto que quieres hacer (congelar movimiento, obtener
efecto seda en el agua, aumentar la profundidad de campo, capturar estrellas lo más
brillantes posible, etc.).
¿Qué es la exposición? 54
A partir de la idea, establece uno o dos de los parámetros (apertura, velocidad, ISO) para
conseguir el efecto deseado, y luego utiliza el tercero (o los otros dos) para obtener la
exposición correcta.
De hecho, me atrevo a decir que el exponer la foto es la última cosa que haces antes de
hacer la foto.
Lo primero es que seas capaz de saber cómo se hace la foto que transmite la idea que
quieres expresar.
¿Qué es la exposición? 55
4
¡Ojo! La exposición está al servicio
de tus ideas (no al revés)
¿Qué fue primero? ¿El huevo o la gallina? ¿La exposición o la idea?
Que siempre deberás elegir la apertura, la velocidad y el ISO en función de la foto que quieres hacer, del
efecto que pretendes capturar, de la historia que quieres contar.
Normalmente determinarás uno o dos de los parámetros para conseguir la foto deseada
y después decidirás el tercero (o los otros dos) para obtener la exposición correcta.
Por un lado, si tu intención es enseñar al espectador lo que está sucediendo en una parte
más amplia de la escena (aumentar la profundidad de campo), lo puedes conseguir
cerrando el diafragma (reduciendo la apertura a f/8, f/11, f/16). En la sección 5 te
explicaré en detalle qué son estos números f.
El efecto estrella
Si lo que quieres es que el Sol, la Luna o un punto de luz cualquiera (farola, faro, etc.)
aparezca con forma de estrella en la foto, simplemente utiliza aperturas pequeñas (cierra
el diafragma a f/8, f/11, f/16).
Congelar el movimiento
Utiliza velocidades rápidas (tiempos de exposición cortos) para congelar el movimiento
de un vehículo, una persona, un animal, etc.
Estos son algunos ejemplos de velocidades que se utilizan para congelar el movimiento.
Enseñar el movimiento
Utiliza velocidades lentas (tiempos de exposición largos) para enseñar al espectador el
movimiento que se produce en la escena (agua, nubes, personas, vehículos, rastros de
estrellas, etc.).
Al utilizar ISOs altos (1600, 3200, 6400), el sensor amplifica digitalmente la señal de
la luz captada. Esto te permite hacer fotografías que no serían posibles de otra forma,
como por ejemplo de la Vía Láctea o de una lluvia de estrellas.
Eso sí, ten cuidado con los niveles de ruido que produce el sensor de tu cámara ya que,
cuanto mayor es el ISO, más ruido tiene la imagen.
Esto es así porque el sensor no captura más luz (no captura más información), sino que
amplifica la señal de la luz capturada para intentar mostrar más detalle en la imagen.
Al estirar la información llega un momento que el sensor no es capaz de reproducir la
realidad y produce el efecto de ruido (o grano).
• Menor tiempo de exposición (velocidad más rápida) -> Congelar el movimiento (sin
movimiento).
Veamos ahora tres ejemplos prácticos de cómo elegir los valores de la apertura, la
velocidad y el ISO para obtener la foto que quieres con la exposición adecuada.
Pero ahora me gustaría adelantarte tres de los ejemplos para que vayas viendo el
razonamiento lógico que sigo al hacer mis fotografías. De esta forma empezarás a
interiorizar el orden con el que voy fijando los parámetros del triángulo de exposición.
Retrato
La idea detrás de esta foto es que el espectador centre toda su atención en el sujeto y que
lo primero que haga es fijarse en sus ojos. Lo que busco es que la mirada de la modelo y
la del espectador se encuentren, que el espectador sienta que la modelo lo está mirando
realmente…
No obstante, en este caso no necesito una apertura tan grande. Con f/8 es más que
suficiente al estar en un estudio, con una situación de luz completamente controlada.
Además, al tener un fondo negro, no necesito una apertura grande para crear un bokeh (o
desenfoque) en el fondo para que éste no distraiga al espectador.
Me coloco a unos 3m de la modelo y enfoco en su ojo derecho. Con estos datos y gracias
a la calculadora de PhotoPills, sé que la profundidad de campo es de 0,59m.
Calculadora Profundidad de Campo PhotoPills - Valores de Calculadora Profundidad de Campo PhotoPills - Valores de
profundidad de campo para una Nikon D4s | 85mm | f/8 | 3m profundidad de campo para una Nikon D4s | 85mm | f/2.8 |
de distancia de enfoque. 3m de distancia de enfoque.
Una vez calculada la profundidad de campo y colocada la modelo, mido la luz usando
el modo de medición puntual de mi cámara. Es mi favorito porque es el que me permite
mayor precisión. Mido en el tono más claro de la cara de la modelo para no reventar los
blancos (te explicaré más al respecto en la sección 17).
Uso el ISO base de mi cámara para reducir el ruido lo más posible: ISO 100. Si quieres
saber más sobre el ruido, tienes todos los detalles en la sección 5.
Por último, decido la variable que me falta, la velocidad. Para ello, sólo tengo que fijarme
en el exposímetro y encontrar el valor de la velocidad para el que el exposímetro esté
centrado en el cero (sección 11). En este caso, 1/160s.
Hacer fotos durante un viaje es la mejor forma de documentar una historia visualmente.
En realidad puedes añadir más o menos ingredientes artísticos o dejar la foto como un
puro documento. Consiste en ser espectador de lo que está pasando a tu alrededor.
En esta foto solamente quería captar la alegría del comienzo de una aventura por
Islandia. Parte del grupo de PhotoPillers se dirigía a la iglesia de Reikiavik. Lo único
que hice fue adelantarme unos metros para contar lo que estaba pasando, conservar un
documento del ambiente de aquel momento.
Uno de los parámetros más importantes en este tipo de fotografía que tienes que decidir
es qué distancia focal quieres utilizar y qué profundidad de campo. Estos parámetros
dependen siempre de lo que quieras capturar: un paisaje, un retrato o simplemente
captar la atmósfera del lugar que estás visitando.
En este caso mi idea era separar al grupo de fotógrafos del fondo, así que opté por una
apertura grande y un teleobjetivo por la distancia a la que estaba de los sujetos. Usé el
Elegí una velocidad lo suficientemente rápida para congelar el movimiento. En este caso
utilice el ISO en automático y la cámara lo ajustó a 100 ISO.
Nikon D4s | 14mm | f/13 | 20s | ISO 100 | 5399K | Filtro ND64 y GND 0.6 inverso (2 pasos)
En cuanto al ISO, siempre intento que sea el más bajo posible para evitar que aparezca
ruido en mi imagen. Aquí, ISO 100.
Ahora me falta medir la luz de la escena. Para ello, uso el modo de medición puntual,
mido la zona más brillante de la escena que quiero con detalle y, teniendo en cuenta
la cámara que uso, sobreexpongo dos pasos (+2EV). Te explicaré el porqué con todo
detalle en la sección 17.
Sin embargo, quiero alargar un poco más el tiempo de exposición para que el efecto
seda en el agua se note perfectamente. Así es que decido usar un filtro de densidad
neutro (ND). Gracias a la calculadora de exposición de PhotoPills averiguo que necesito
un filtro de 6 pasos (ND64) para conseguir la exposición correcta.
Por último, me encuentro ante una puesta de Sol. Por lo tanto, al haber una diferencia de
luz entre el cielo y el primer plano decido usar un filtro graduado inverso de dos pasos
(GND 0.6), para oscurecer más la zona del horizonte, donde está situado el Sol.
Una vez hecho esto, disparo mientras disfruto del paisaje y de la espectacular puesta de Sol.
En conclusión
En definitiva, para capturar la foto que quieres, decide primero los parámetros que te
permiten conseguir el efecto deseado (apertura y/o velocidad), y luego ajusta el tercero
(o los dos restantes) para obtener la exposición adecuada.
¿Sigues ahí?
¿Sí? ¡Genial!
Imagina que estableces una configuración de apertura, velocidad e ISO que te permite
obtener la fotografía que deseas correctamente expuesta.
Ahora, si modificas uno de los parámetros que forman el triángulo, tienes que ajustar
al menos uno de los otros dos para mantener la misma exposición (capturar la misma
cantidad de luz).
Por ejemplo, imagina que has determinado la apertura, la velocidad y el ISO que te
permiten congelar el movimiento de un ave en vuelo y obtener una fotografía bien
expuesta.
• Puedes reducir la velocidad (aumentar el tiempo de exposición), para dejar que entre
luz durante más tiempo. Pero si lo haces, seguramente el ave quedará borrosa. No
conseguirás congelar el movimiento.
Por lo tanto, como vimos en la sección 4, la idea de foto que tienes en mente es la que te
va a indicar qué parámetro ajustar.
Veamos en detalle cada uno de los elementos que forman el triángulo de exposición.
La apertura
¿Qué es la apertura?
Hemos visto en la sección 3 que puedes limitar más o menos la cantidad de luz que llega
al sensor de tu cámara utilizando el diafragma de tu objetivo.
El diafragma deja abierto un orificio por el que pasa la luz hacia el sensor. Pues bien, el
tamaño de ese orificio es lo que se denomina apertura.
Normalmente se dice:
Pues bien, el número f te indica la relación que hay entre el diámetro del orificio del
diafragma y la distancia focal seleccionados.
Más concretamente, es el resultado de dividir la distancia focal (en mm) por el diámetro
de la apertura (en mm).
Así que, para una distancia focal determinada, a mayor apertura, menor será el número
f, y viceversa.
¿Qué?
La distancia focal
La distancia focal de un objetivo es la distancia que hay entre el centro óptico del objetivo
(donde se sitúa la lente) y el sensor (o plano focal, donde se genera la imagen).
Se mide en milímetros y cubre un ámplio abanico de valores. Por ejemplo 14mm, 18mm,
35mm, 50mm, 70mm, 105mm, 200mm...
• Al contrario, cuanto mayor sea la distancia focal, menor campo de visión, y menor es
el área de la escena capturada.
Una focal corta te permite capturar más paisaje, como sucede en esta foto tomada en
Islandia con la roca dragón, el Hvítserkur.
El número f
Como te decía, si divides la distancia focal del objetivo por la apertura del diafragma
obtienes el número f de esa apertura concreta.
Por cierto, el número f sigue la nomenclatura anglosajona por lo que siempre se usa el
punto en las decimales (f/2.8 y f/5.6). Nunca verás f/2.8 o f/5.6 con una coma.
El diafragma se configura directamente con el número f, por lo que sólo necesitas saber
que:
• Cuanto menor es el valor del número f (f/1.8, f/2.8, f/4, etc.) más abierto está el
diafragma y más luz dejas pasar.
• Cuanto mayor es el número f (f/8, f/11, f/16, etc.) más cerrado está el diafragma y
menos luz dejas pasar.
Así, un número f/1.8 indica un orificio de diafragma bastante más grande que el de un
f/8, por lo que deja pasar bastante más luz.
Recuerda que la relación es inversa, cuanto mayor es el número f, menor cantidad de luz
dejas que llegue al sensor.
Decimos que es la escala estándar porque, al cerrar el diafragma, cada una de estas
aperturas (número f ) deja pasar exactamente la mitad de luz que el número f anterior.
Esto es así porque el área del orificio del diafragma por el que pasa la luz se divide por
dos al cerrar la apertura de f/2 a f/2.8. Y se multiplica por dos al abrir el diafragma de f/2
a f/1.4.
Este salto, esta multiplicación (o división) por 2 del área del orificio del diafragma, es lo
que se llama en fotografía un paso de luz.
Por eso, se dice que entre dos aperturas consecutivas de la escala estándar hay un paso
de luz de diferencia.
Conocer la cantidad de luz que reduces o aumentas al pasar de una apertura a otra es
clave a la hora de exponer tus fotografías. Esto te permite ajustar los parámetros en
función de la cantidad de luz que quieres incrementar o disminuir.
En mi caso, y como soy un nostálgico, cuando utilizo objetivos con anillo de diafragma
manual suelo cambiar mi configuración en el menú para poder modificar la apertura
usando ese anillo.
Normalmente, dependiendo de la fotografía que tengas en mente, hay otros factores que
determinan su valor:
• Quieres evitar la difracción. Si no quieres perder nitidez en tus fotos, evita cerrar el
diafragma todo lo que te gustaría (f/22, f/32, etc.).
Te permite dejar pasar luz hasta el sensor durante un determinado periodo de tiempo. Se
abre al pulsar el disparador de la cámara y se cierra al cabo de un periodo de tiempo que
has seleccionado previamente.
De esta forma, cuanto más tiempo tienes abierto el obturador, más cantidad de luz llega
al sensor. Y al revés, cuanto menos tiempo, menos luz llega al sensor.
En esta serie 1/2 es medio segundo, 1/4 es un cuarto de segundo, y así sucesivamente.
Al igual que sucede con la apertura, entre dos valores consecutivos de la escala hay un
paso de luz.
Por ejemplo, disparando a 1/4s dejas pasar el doble de luz que a 1/8s, pero sólo la mitad
que a 1/2s.
Por ejemplo, para congelar el movimiento no tienes más que configurar una velocidad
de disparo rápida. Es decir, usar un tiempo de exposición corto.
En cambio, con una velocidad de disparo lenta (un tiempo de exposición largo), dejas
borrosos los elementos que están en movimiento en la escena. O incluso puedes
conseguir un efecto seda en el agua muy interesante (un río, una cascada o el mar).
En definitiva, siempre tienes que tener en mente la foto que quieres hacer, teniendo en
cuenta el mensaje que quieres transmitir y la exposición que necesitas para ello.
Sensibilidad (o ISO)
El tercer elemento que te ayuda a controlar la exposición es el sensor y su sensibilidad a
la luz, generalmente conocida como ISO.
Y al revés, al utilizar ISOs bajos, el sensor amplifica en menor medida la señal captada
y la imagen resultante es más oscura. Esto da la sensación de que se ha disminuido la
exposición.
Así es que, y vale la pena repetirlo, técnicamente el ISO no afecta a la cantidad de luz
captada porque el número de fotones que se capturan viene definido por la apertura y
la velocidad de obturación. Lo que hace la cámara al subir la sensibilidad del sensor es
amplificar la señal para obtener una imagen más brillante.
Nota: Para simplificar la redacción, en adelante trataré el ISO como una variable
más que afecta la exposición. No hablaré de amplificación de señal, que sería lo
estríctamente correcto, sino de captura de más o menos luz.
Y como ocurre con la apertura y la velocidad, entre dos valores consecutivos de la escala
estándar del ISO hay un paso de luz, se multiplica o divide por dos la luz captada.
La sensibilidad base o nominal de un sensor suele ser ISO 100 o 200, según la marca y
modelo de la cámara.
Cualquier ISO superior o inferior a este valor base es una amplificación o atenuación de
la señal que reciben los fotositios del sensor. Esta ampliación de señal se hace de forma
digital, provocando siempre una pérdida de calidad de la imagen final.
Es como si forzaras el sensor a capturar más luz. O menos, si puedes configurarla por
debajo del ISO base. Algunas cámaras, generalmente de gama alta, te permiten ISOs de
64 o 50, por ejemplo.
Por eso te recomiendo, siempre que sea posible, que selecciones el ISO base de tu
cámara (el más bajo) o un ISO lo más cercano a éste.
Evidentemente, habrá situaciones en las que sólo podrás hacer la foto subiendo mucho
el ISO (800, 1600, 3200 o más), como por ejemplo cuando fotografíes la Vía Láctea o los
rastros de estrellas.
En estos casos, utilizarás el ISO más alto que puedas. Es decir, aquel con el que tu
cámara no produzca demasiado ruido.
Resumiendo:
• Si usas una velocidad lenta (incrementas el tiempo de exposición), tienes más dificultad
para que los elementos en movimiento de la foto salgan nítidos (congelados).
Y ahora, si aumentas el ISO tus imágenes empiezan a tener grano o ruido, como se le
denomina normalmente.
El ruido es una especie de grano que aparece en la fotografía. Suele ser muy antiestético
y puede llegar a arruinar tu foto.
Es más, una de las primeras cosas que debes averiguar es cuál es el ISO máximo que
puedes utilizar en tu cámara manteniendo un nivel de ruido aceptable.
Si estás fotografiando en exteriores, en un día claro y soleado, puedes usar un ISO bajo
por lo que tus fotos serán nítidas y no tendrán ruido.
En cambio, una situación de poca luz como un bosque en un día nublado te obliga a
subir el valor de la sensibilidad ISO por lo que el ruido será mayor.
En este último caso, puedes usar un trípode. Así, aunque te veas obligado a usar una
velocidad lenta, puedes mantener el ISO lo más bajo posible. Pero cuidado, tu sujeto
debe estar perfectamente quieto o saldrá borroso en la imagen.
• Modo manual: utiliza los mandos de la cámara para seleccionar el valor del ISO que
desees.
Si utilizas un ISO bajo, puedes utilizar aperturas más abiertas para conseguir menos
profundidad de campo en un retrato, disparar a velocidades más lentas (tiempos de
exposición más largos) para difuminar el movimiento o, en fotografía nocturna, para
conseguir que las estrellas dejen rastros.
En la gran mayoría de los casos deberías usar un ISO bajo, fundamentalmente para
evitar tener grano o ruido en la imagen.
Por ejemplo, supón que quieres hacer una foto de paisaje antes de amanecer. Estás en
una situación de poca luz, por lo que podrías decidir subir el ISO para compensar esa
falta de luz.
Por eso, para capturar más luz en este caso concreto y, teniendo en cuenta que una parte
de los elementos de tu composición están inmóviles, obtienes un mejor resultado si
haces una exposición más larga.
Uno de los casos más claros en los que es prácticamente imprescindible usar un ISO alto
es en fotografía nocturna.
Imagina que quieres captar una escena de paisaje que muestra una formación rocosa
sobresaliente en el primer plano y en la composición quieres incluir la Vía Láctea.
Al hacer la foto usa la apertura más abierta (número f más pequeño) que permita tu
objetivo. Con esto consigues que llegue más luz al sensor.
Además, no puedes usar una velocidad muy lenta (tiempo de exposición muy largo)
porque las estrellas no aparecen como puntos sino como rastros. ¡La Tierra no deja de
rotar porque estés haciendo una foto!
El tiempo de exposición máximo con el que puedes evitar los rastros se calcula con la regla
NPF o la regla clásica de los 500.
Por las condiciones de luz y el tipo de foto, no tienes margen de maniobra para elegir el
valor de la apertura y velocidad. Por lo tanto, ¿qué parámetro te queda para poder cuadrar
la exposición?
¡Exacto! La sensibilidad.
Y en este caso concreto, no te queda más remedio que subir el ISO (1600, 3200, 6400, etc.)
para que tu exposición sea adecuada.
Si tienes una cámara de gama baja (suelen ser las de bajo presupuesto dirigidas a
fotógrafos principiantes), mi recomendación es que no utilices la función de ISO
automático (Auto ISO).
Este tipo de cámaras suelen empezar a mostrar ruido a ISOs relativamente bajos, a partir
de 800.
Por lo tanto, lo mejor es que mantengas el ISO lo más bajo posible y determines la
exposición más adecuada para tu foto jugando con la apertura y la velocidad.
En cambio, si tienes una cámara de gama media o alta, usar la función de ISO automático
es una buena opción siempre y cuando fijes un intervalo de ISO acorde con las
posibilidades de tu cámara.
Vamos a suponer que a partir de ISO 1600 tu cámara genera mucho ruido y el grano es
evidente en la foto. En ese caso, selecciona un rango para el ISO automático que esté entre
100 y 1600.
De esta forma, tienes más libertad para jugar con la apertura y la velocidad al determinar la
exposición que quieres.
Al dejar que la cámara ajuste el ISO siempre entre 100 y 1600, mantienes el ruido bajo
control.
La analogía del cubo y el grifo es perfecta para explicar cómo afectan la apertura, la
velocidad y el ISO a la exposición.
¡Vamos allá!
Hay tres parámetros que entran en juego para conseguir este objetivo:
Puedes variar por separado estos ajustes para conseguir diferentes combinaciones que te
darán como resultado un cubo lleno.
• El agua sería la luz y, ya que estamos, la presión del agua sería su intensidad.
Si no controlas bien alguno de los parámetros, puede que el cubo se llene demasiado.
Eso equivaldría a tener una foto sobreexpuesta: ciertas partes de la foto salen blancas (o
quemadas). ¡Sobra luz!
La equivalencia del ISO con el tamaño del cubo también es interesante. Un ISO alto
equivale a un cubo pequeño.
Cuanto menor es el cubo menos agua necesitas para llenarlo. Del mismo modo, cuanto
mayor es el ISO, menos luz necesitas para exponer correctamente la foto.
En conclusión, para conseguir una exposición correcta (un cubo lleno hasta el borde)
necesitas utilizar una apertura, una velocidad de obturación y un ISO adecuados.
Pues bien, el paso de luz es un concepto básico y esencial que necesitas comprender
para saber cómo exponer.
Imagina que tienes una configuración de apertura, velocidad e ISO que te da una
exposición concreta. Si modificas uno de estos tres parámetros para conseguir capturar
el doble de luz, has aumentado la exposición en un paso. Si en vez de conseguir el doble
de luz, obtienes la mitad, la has disminuido en un paso.
Por eso, es fundamental que sepas cómo varía la cantidad de luz capturada por el sensor
cuando varías el valor de la apertura, la velocidad y el ISO. Así, sabrás cómo va a cambiar
el aspecto de la foto en todo momento.
En definitiva, al exponer una foto, el conocer los pasos de luz que hay entre una
exposición y otra te va a facilitar mucho el trabajo.
“Vale Toni, ya sé multiplicar o dividir por dos la luz capturada pero… ¿Y si necesito más precisión al
variar la exposición?”
La escala de pasos (ya sea de la apertura, velocidad o sensibilidad) se puede dividir aún
más: en mitades de paso o en tercios de paso.
Veamos cómo son las escalas de pasos en cada una de las variables del triángulo de
exposición.
Así es que si tienes configurada, por ejemplo, una apertura de f/8, abre el diafragma
hasta una apertura de f/5.6 para doblar la luz (incrementar en un paso la luz capturada).
Como te decía antes, si quieres hacer ajustes más precisos, la escala de pasos de luz se
puede dividir en medios pasos o en tercios de pasos. Esta última opción está disponible
en casi todas las cámaras de fotos y es la más habitual entre los fotógrafos.
Te dejo aquí la escala de tercios de pasos. He puesto en negrita los pasos enteros para
que puedas diferenciarlos de los tercios:
1, 1.1, 1.2, 1.4, 1.6, 1.8, 2, 2.2, 2.5, 2.8, 3.2, 3.5, 4, 4.6, 5, 5.6, 6.3, 7.1, 8, 9, 10, 11,
13, 14, 16...
En este caso, cada número f deja pasar un tercio menos de luz que el número f anterior.
Por ejemplo, f/2 deja pasar un tercio menos de luz que f/1.8, pero un tercio más que
f/2.2.
Si tienes configurada una velocidad de 1/15s y quieres dejar pasar un paso más de luz
(capturar el doble de luz), selecciona una velocidad de 1/8s (el doble de tiempo).
En cambio, para dividir por dos la luz capturada (reducir la exposición en un paso de
luz), selecciona 1/30s, exactamente la mitad de tiempo que 1/15s.
Al igual que con la apertura, la escala también se puede dividir en mitades o tercios de
paso. De nuevo, la escala más utilizada es la división en tercios de paso:
1, 1/1,3, 1/1,6, 1/2, 1/2,5, 1/3, 1/4, 1/5, 1/6, 1/8, 1/10, 1/13, 1/15, 1/20, 1/25, 1/30, 1/40, 1/50,
1/60, 1/80, 1/100, 1/125...
Cada una de estas velocidades deja pasar un tercio menos de luz que el anterior, pero un
tercio más que el siguiente.
Si seleccionas un ISO 400, un paso menos es un ISO 200 (la mitad de luz). En cambio,
un ISO 800 es un paso más (el doble de luz).
Y sí, lo has adivinado. La escala es divisible en mitades o tercios, siendo ésta última la
más común:
100, 125, 160, 200, 250, 320, 400, 500, 640, 800, 1000, 1250, 1600…
Tranquilo, no te asustes.
A estas alturas ya sabes que la exposición se determina por la cantidad de luz (controlada
por la apertura) que llega al sensor de la cámara (configurado a un ISO determinado)
durante un tiempo determinado (velocidad de obturación).
Y, como vimos en la sección 4, dependiendo del valor que utilices de apertura, velocidad
e ISO lograrás capturar unos efectos u otros (profundidad de campo, congelar
movimiento o no, mayor o menor ruido, etc.).
Ahora es momento de aprender cómo puedes conseguir una misma exposición (capturar
la misma luz) con diferentes combinaciones de apertura, velocidad e ISO.
Esto te permite variar los valores de apertura, velocidad e ISO para obtener el efecto
deseado en la foto, pero manteniendo la exposición correcta.
Ahora, si incrementas un paso la apertura (para que entre el doble de luz) y a su vez
disminuyes un paso la velocidad (para que entre la mitad de luz), consigues la misma
exposición que con tu configuración inicial.
Por lo tanto, para mantener la exposición, dependiendo del parámetro que modifiques,
debes aplicar la ley de reciprocidad para ajustar los otros dos.
Veamos un ejemplo.
• Apertura: f/8
• Velocidad: 1/250s
• ISO: 800
Ahora, decides que quieres disminuir la profundidad de campo para separar el sujeto del
fondo. Y para ello abres la apertura tres pasos (f/8 -> f/2.8).
Al abrir la apertura en tres pasos de luz, capturas tres veces el doble de luz,
sobreexponiendo la foto.
Pues bien, la ley de reciprocidad dice que si quieres volver a capturar la misma luz
(misma exposición) debes modificar la velocidad y/o el ISO.
Supongamos que en unas condiciones de luz escasa quieres usar un ISO elevado (800
en este caso). Lo que tienes que hacer es reducir la velocidad en tres pasos (1/250s ->
1/2000s), para capturar menos luz, y así compensar la exposición.
• f/22 – 1/30s
• f/16 – 1/60s
• f/11 – 1/125s
• f/8 – 1/250s
• f/5.6 – 1/500s
• f/4 – 1/1000s
• f/2.8 – 1/2000s
Así que obtendrás la misma exposición que las combinaciones anteriores utilizando un
ISO 800, una apertura de f/7.1 y una velocidad de 1/320s.
¿Por qué?
Pues porque una apertura de f/7.1 es un tercio de paso mayor que f/8 (captura un tercio
de paso de luz más). Y, al mismo tiempo, has reducido un tercio de paso la velocidad, de
1/250s a 1/320s. Así que la cantidad de luz que vas a capturar será la misma.
¿Y qué pasa con el ISO? ¿Por qué hasta ahora ha sido un parámetro que has mantenido
constante?
Como ya habrás adivinado, también puedes utilizar el ISO como herramienta para
mantener la exposición.
Como ves, hay multitud de combinaciones que te llevan a la misma exposición, siendo
todas ellas equivalentes.
¡Pero recuerda!
Sí, todas estas combinaciones te ayudarán a capturar el mismo valor de luz. Sin
embargo, y como vimos en la sección 4, dependiendo del valor de los parámetros,
modificas la profundidad de campo, congelar o no movimiento y la cantidad de grano
(ruido) generado.
• Al abrir el diafragma (aperturas grandes) capturas más luz, pero una menor
profundidad de campo. Y al cerrar el diafragma (aperturas pequeñas), capturas
menos luz, pero una mayor profundidad de campo.
• Al aumentar el ISO, capturas más luz pero también generas más ruido (grano) en la
imagen. Y al disminuir el ISO, reduces el ruido, así como la luz capturada.
En todos los ejemplos voy a utilizar el modo de exposición manual, para tener el control
absoluto de la exposición.
También voy a utilizar la calculadora de exposición de PhotoPills para no tener que hacer
los cálculos de la ley de reciprocidad de cabeza.
Nikon D700 | 14mm | f/2.8 | Un sólo disparo de 10min 11s de exposición | ISO 200 | 3400K
Si quieres hacer una fotografía de rastros de estrellas en una sola exposición (una sola
foto), tendrás que utilizar velocidades lentas (10min o más) para que los rastros queden
más largos y estéticos.
Pero cuando estés en tu posición de disparo, haciendo fotos de prueba hasta encontrar
la exposición correcta, lo último que te interesa es esperar tanto tiempo entre una y otra.
¿Te imaginas tener que esperar 10min, 20min o incluso horas para averiguar si la foto
está correctamente expuesta? ¡Sería de locos!
Necesitas un método mucho más rápido para encontrar la exposición que quieres. La
solución es la ley de reciprocidad.
La idea es que vayas haciendo fotos de prueba hasta llegar a la exposición correcta. Para
ello usa la apertura máxima que te permita tu objetivo, una velocidad muy rápida (un
tiempo de exposición muy corto) y un ISO elevado.
Para ello tendrás que reducir el ISO o incluso cerrar un pelín la apertura.
Como sabes que los ISOs elevados producen ruido (grano) en la foto, el poder utilizar
ISOs más bajos (lo más cerca posible al nominal de tu cámara) te vendrá genial para
reducir este efecto tan poco estético.
Imagina que has hecho una foto de prueba de 20s a f/2.8 e ISO 3200, y la foto te ha
quedado subexpuesta. Haz una segunda foto de prueba bajando la velocidad a 30s por
ejemplo.
Supón que a 30s, f/2.8 e ISO 3200 la foto de prueba ha quedado perfectamente expuesta.
Aunque depende de tu cámara, puede que al disparar a 3200 ISO tu imagen tenga algo
de ruido. Pero no importa porque no vas a hacer tu foto final a ISO 3200.
Recuerda que lo que estás haciendo es una foto de prueba. La foto final la harás al ISO
nominal de tu cámara, por ejemplo ISO 100. Y eso reducirá el ruido al máximo.
Por lo tanto, si quieres utilizar un ISO 100 y una apertura f/2.8... ¿Qué velocidad te
permite mantener tu fotografía correctamente expuesta?
Entre ISO 3200 e ISO 100 hay 5 pasos de luz (100, 200, 400, 800, 1600 y 3200), por lo que
tienes que doblar el tiempo de exposición 5 veces. Multiplicando por dos cinco veces
seguidas el tiempo de exposición (30s) obtienes la nueva velocidad:
5
30 × 2 = 30 × 32 = 960s = 16min
Después, es muy sencillo: introduce los valores de apertura, velocidad e ISO de la foto de
prueba correctamente expuesta. Una vez hecho esto, introduce los valores de apertura
(f/2.8 o f/4) e ISO (100) que deseas utilizar en la foto final (son los ajustes equivalentes).
La calculadora te da la nueva velocidad que tienes que utilizar: 16min a f/2.8 o 32min a f/4.
Para la primera foto que hago, uso una apertura de f/5.6 para obtener mayor
profundidad de campo. ¿Por qué quiero una mayor profundidad de campo? Para poder
enseñar las rocas de atrás con detalle.
Fijo el ISO a 160 y la velocidad a 1/30s para que la foto quede bien expuesta. Esto lo
compruebo asegurándome de que el exposímetro esté centrado en el cero.
La foto resultante no me gusta del todo, así que decido abrir el diafragma 4 pasos de
luz hasta f/1.4 para reducir la profundidad de campo. Así, manteniendo el ISO a 160, la
Como ves en el resultado final (la foto de arriba), las rocas detrás de Aina salen muy
difuminadas gracias a la poca profundidad de campo. Al mismo tiempo, la exposición
es correcta porque no está ni demasiado oscura (subexpuesta) ni demasiado clara
(sobreexpuesta).
Nikon D4s | 15mm | f/11 | 1min 30s | ISO 100 | 9000K | Filtro ND64 (6 pasos)
Na Joanassa es una formación rocosa de forma alargada y con poca altura. Está situada
muy cerca de la costa, en la isla de Menorca, España.
Es uno de los conjuntos que más me han llamado la atención en Menorca y siempre me
ha resultado fascinante fotografiarlo.
Una pequeña roca en forma de cueva me permite poner a salvo la mochila con el equipo
mientras espero que la lluvia remita un poco.
Sin embargo, la fuerza del viento y de las olas crean en esos momentos una atmósfera
que merece la pena fotografiar. De modo que decido permanecer allí a pesar las
dificultades climatológicas. En realidad, lo que quiero es una fotografía que transmita lo
que está pasando en ese momento.
Busco capturar una escena dramática con el cielo y el agua rompiendo sobre las rocas.
Quiero captar el movimiento de las nubes surcando el cielo y las olas azotando la piedra.
Ahora tengo que determinar la distancia focal. Las rocas están muy cerca de la costa, así
es que me veo obligado a abrir al máximo el ángulo de visión. Selecciono 14mm, giro
ligeramente la rueda y al llegar a 15mm me gusta como queda el encuadre.
Tengo claro que quiero transmitir movimiento en el agua y las nubes. Para ello, necesito
una velocidad lenta que me permita conseguir ese efecto seda en las nubes y en el agua.
Primero, fijo la apertura en f/11 para tener una gran profundidad de campo y también
usar una velocidad lenta.
Por regla general, disparo en modo Manual (M). En la sección 13 te explicaré los
¿Cómo lo consigo? Utilizando un filtro de densidad neutra (ND) de 6 pasos. Este tipo
de filtro permite alargar la velocidad ya que reduce la cantidad de luz que entra por el
objetivo. Lo explicaré en más detalle en la sección 22.
Así es que volvemos a la pregunta inicial: ¿qué velocidad necesito para que mi foto salga
correctamente expuesta con el filtro que he puesto?
¡Está tirado!
En este caso, al usar un filtro ND de la marca Haida, sé por experiencia que tiene una
dominante fría (tiñe ligeramente la imagen de azul). Así es que decido acentuar este
efecto subiendo la temperatura de color hasta los 9000K. Como verás, la imagen queda
muy fría estableciendo una atmósfera aún más tenebrosa.
Esto me lleva a concepto de valor de exposición (en inglés exposure value o EV).
O lo que es lo mismo, todas las configuraciones que capturan la misma cantidad de luz
(producen la misma exposición) tienen el mismo número EV.
Por ejemplo, el EV0 es la cantidad de luz que captura el sensor con un diafragma abierto
a f/1 durante 1s y con un ISO de 100 (y todas las configuraciones equivalentes).
El EV aumenta en una unidad por cada paso de luz que aumentes la exposición. Y, a la
inversa, baja en una unidad por cada paso de luz que disminuyas la exposición.
Por ejemplo, ¿qué EV obtienes con una combinación de f/8, 1/4s e ISO 100?
2
EV = log (8 /0.25) + log (100/100) = +8
2 2
Hay una manera mucho más fácil de calcular el EV a partir de los valores de apertura,
velocidad e ISO: utilizando la calculadora de exposición de PhotoPills.
Puedes utilizar la segunda línea (ajustes equivalentes) para aplicar la ley de reciprocidad,
estés usando filtros o no (aunque te hablaré más adelante de ellos, en la sección 22).
Menú PhotoPills - Diferentes herramientas fotográficas entre Calculadora de exposición de PhotoPills después de
las que se encuentra la calculadora de exposición. introducir los valores de la apertura, la velocidad de
obturación y el ISO para calcular el EV (+8EV).
Eso sí, considera estos valores como órdenes de magnitud o puntos de partida, no como
verdades absolutas.
Por ejemplo, según la tabla que aparece en la primera captura de pantalla de abajo, para
exponer correctamente un “Arcoiris con el cielo despejado” se recomienda utilizar una
combinación del triángulo de exposición que te dé un EV a ISO 100 de +15.
Este es tu punto de partida. Ahora, haz una foto de prueba y ajusta los parámetros en
consecuencia.
Primero, comprueba que la foto tiene la exposición que deseas. En caso contrario, ajusta
alguno de los parámetros hasta lograr que la foto esté bien expuesta.
Una vez hayas logrado la exposición que buscas, si la foto resultante no te satisface o no
has conseguido el efecto que quieres, ajusta los valores de la apertura y/o velocidad de
obturación y/o ISO aplicando la ley de reciprocidad. Puedes hacer los cálculos de cabeza
(sección 7) o utilizar de nuevo la calculadora de exposición de PhotoPills.
• Cuando utilizas el modo Manual (M) y has seleccionado el ISO automático (recuerda
configurarlo con un intervalo para que no vaya más allá del ISO a partir de que
tu cámara genera mucho ruido como te expliqué en la sección 5). En cambio, si
disparas totalmente en modo Manual (M), esta herramienta no te sirve para nada
porque eres tú mismo quien controla la exposición. Es decir, modificas la exposición
ajustando manualmente la apertura, la velocidad de obturación y el ISO.
Cuando te enfrentes a una escena, debes saber si tu cámara es capaz de capturar detalle
en toda ella. Esto es, si es capaz de capturar detalle tanto en las partes más oscuras de la
escena como en las más claras.
Esto me lleva al siguiente concepto fundamental para que entiendas cómo exponer: el
rango dinámico.
A continuación te voy a explicar por qué tienes que diferenciar entre el rango dinámico
de la escena que quieres fotografiar y el rango dinámico que tu cámara es capaz de
capturar.
Cuando la cámara no es capaz de capturar en una sola exposición y con suficiente detalle
las zonas más oscuras y las más claras, se dice que el rango dinámico de la escena a la
que te enfrentas supera al de la cámara.
En la sección 22 y en la sección 23 te voy a dar varias soluciones para que puedas exponer
este tipo de escenas de alto contraste.
¿Cómo se calcula?
Seguro que lo entiendes mejor con un ejemplo. Fíjate en la siguiente foto.
Si mides con la cámara la luz de las luces más brillantes, obtienes una combinación de
apertura, velocidad e ISO para exponer correctamente estas luces (con el exposímetro
centrado en el cero).
Ahora sólo quiero que te quedes con la idea de que debes seleccionar el modo de
exposición de Prioridad a la Apertura (A o Av), de Prioridad a la Velocidad de obturación
o Tiempo de exposición (S o Tv) o Manual (M). Cualquiera de ellos te sirve.
Una vez hecho esto, selecciona el modo de medición de luz puntual. Este modo te
permite medir con precisión la luz donde tú quieras.
En el caso de la siguiente foto, para exponer correctamente las luces necesitas disparar a
f/8, 1/160s e ISO 400.
Repite el mismo proceso para las sombras más oscuras, y obtendrás otra combinación
de apertura, velocidad e ISO. Y por lo tanto, otro EV. Según la segunda captura de
2
PhotoPills anterior obtienes un -3 / EV.
3
Una vez que tienes ambos valores de exposición, resta el de las luces al de las sombras.
1 2
11 / - (-3 / ) = +15 EV
3 3
Por lo tanto, en este caso el rango dinámico de esta escena es de +15 EV.
No tuve que tocar ningún ajuste ya que iba a fotografiar el mismo encuadre, pero
midiendo en la zona de las luces para resaltar los colores de la inminente puesta de Sol.
Algunas escenas tienen un gran rango dinámico, con sombras muy oscuras y luces muy
altas. Como por ejemplo:
• Escenas de paisaje durante las horas de luz dura del día (alrededor del mediodía).
• O cuando incluyes una fuente de luz como el Sol en el encuadre. En este caso puedes
hacer siluetas a contraluz.
Olympus OM-D E-M1 | Nikkor 105mm macro | f/4 | 1/125s | ISO 200 | 6700K
Pues que mientras la diferencia de intensidad entre las luces más altas de la escena y las
sombras quepa dentro del rango dinámico de tu cámara, serás capaz de capturar todo el
Una vez más, veamos un ejemplo. Imagínate que quieres fotografiar una escena que
tiene un rango dinámico de 8 pasos (o EV). Si tu cámara tiene un rango dinámico de 10 o
más pasos, puedes capturar la escena sin problemas en una sola foto.
En este caso, la cámara sobreexpone las zonas más claras o subexpone las más oscuras.
La cuestión es que tendrás que elegir entre:
• Utilizar filtros, aunque esto es un nivel más avanzado. Veremos los filtros en detalle
en la sección 23.
Otra opción es buscar las horas del día en que la luz sea suave y con un rango dinámico
más reducido. Me refiero a la hora dorada y la hora azul, que son momentos fantásticos
para cualquier tipo de fotografía (paisaje, Luna, urbana, retrato, de calle…).
O lo que es lo mismo, te da información sobre los tonos que aparecen en la foto (cuán
oscuro o claro es un color).
Porque te permite saber si una fotografía está bien expuesta o no. Te indica claramente
si estás sobreexponiendo (cuando el histograma toca el borde derecho del gráfico) o
subexponiendo (cuando el histograma toca el borde izquierdo del gráfico) algunas
partes de la escena.
Por otro lado, también te permite saber si tu cámara es capaz de captar la totalidad del
rango dinámico de la escena (o gama dinámica).
Una vez que ha convertido el último píxel de tu foto, la cámara hace un recuento del
número de píxeles de cada tonalidad y construye un gráfico de barras.
El eje horizontal (x) representa el tono del color. El blanco puro está en el extremo
derecho del histograma y el negro puro en el extremo izquierdo.
Las cámaras utilizan 256 valores diferentes de tono para construir el gráfico.
El histograma te enseña todos los niveles de tono que la cámara ha sido capaz de
capturar en una escena determinada y en una sola toma. En definitiva, te muestra cómo
se distribuyen los tonos que caben en el rango dinámico de la cámara.
En el caso de las cámaras sin espejo, por ejemplo, puedes optar por ver el histograma en
directo en una esquina de tu visor electrónico. Esta opción es muy útil y te facilita mucho
También te permite saber si tu cámara es capaz de captar la totalidad del rango dinámico
de la escena.
Histograma sobreexpuesto
La verdad es que no hay una forma concreta o estándar de histograma que te indique si
la fotografía está bien expuesta. Todo depende de tu criterio artístico como fotógrafo y
de los tonos de la escena.
Pero para simplificar, por regla general, puedes considerar un histograma como
correcto (aunque recuerda que no hay exposición correcta como te expliqué en la
sección 3) si está centrado o ligeramente desplazado hacia la derecha.
Observa cómo cambia la exposición de las siguientes fotos según el tipo de histograma.
• Utilizar filtros degradados (GND) para capturar menos luz de forma selectiva en la
escena. Por ejemplo, solapando la parte más oscura del filtro con el cielo más claro
(sección 22).
Pero, por si esto fuera poco, ¡también debes tener cuidado con los reflejos especulares!
Los reflejos especulares son brillos o puntos muy brillantes que aparecen generalmente
en superficies relucientes (y mojadas) en días soleados.
Por ejemplo, hazle una foto a un coche y verás como parte de la carrocería u otros
elementos metálicos muestran reflejos especulares como consecuencia de una fuerte
fuente de luz que se refleja en ellos. La carrocería está actuando como un espejo
reflejando la luz del Sol.
• Limitar los brillos y reflejos de todas las superficies salvo las metálicas.
Para empezar, no dirijas la fuente de luz directamente a tu sujeto. Haz que rebote en una
superficie (el techo, por ejemplo) o usa algún accesorio como un difusor.
De esta forma, los reflejos tendrán unos bordes menos marcados, se confundirán con el
entorno y tendrán menos intensidad.
Si usas un flash, lo más importante es que evites que la luz sea dura. Para ello puedes
usar un difusor por ejemplo.
Al contrario de lo que ocurre con los blancos reventados, en este caso, el histograma
está tocando el borde izquierdo del gráfico. Es decir, la foto está subexpuesta.
En este caso, a no ser que ese fuera el resultado que estuvieras buscando, debes:
• Añadir luz de forma artificial con un flash, linterna o LED. En fotografía nocturna,
puedes utilizar la luz de la Luna para iluminar el primer plano si la planificas con
antelación. Para aprender cómo hacerlo puedes consultar nuestra guía “Cómo
planificar la próxima Luna llena”.
Conclusión
La sobreexposición (blancos reventados) o subexposición (negros empastados) puede
deberse a dos motivos diferentes:
TRUCOS
La gran mayoría de cámaras dispone de una opción que muestra en la pantalla LCD las
partes de la imagen que quedan sobreexpuestas. Son los testigos de pantalla.
Esas zonas suelen parpadear para que las identifiques rápidamente. Es una herramienta
muy útil puesto que la propia cámara te está indicando que cambies la exposición para
recuperar detalle en esas zonas.
Si disparas en RAW, ten en cuenta que el histograma que la cámara te enseña se calcula
tomando como punto de partida un archivo JPG creado a partir del RAW, y al que la cámara
le ha aplicado previamente el estilo de imagen que tengas configurado (estándar, paisaje,
retrato o neutro, entre otros). Según qué estilo estés utilizando, puede que el histograma
te indique que estás sobreexponiendo o subexponiendo zonas y, una vez veas el RAW en
tu ordenador, compruebes que no es así.
Lo ideal es utilizar un estilo predefinido (o crear uno propio) que te permita obtener, más
o menos, un histograma lo más parecido posible al que te proporciona tu programa de
revelado, para así saber realmente el resultado de tu exposición.
La gran mayoría de las cámaras ofrecen esta opción y lo único que tienes que hacer es
crear un estilo de imagen de usuario y personalizarlo según tus pruebas. Para ello, ajusta
los valores del histograma para que sean lo más parecidos posibles a lo que ves cuando
importas tus archivos RAW en Lightroom, CaptureOne o cualquier otro programa de
revelado.
¿Por qué lo hago así? Para evitar el “Adobe Standard” que viene por defecto en
Lightroom. Este perfil tiene muy poco que ver con el de cualquier cámara.
Lo único que tienes que hacer es elegir el perfil que más se acerque a la fotografía que
viste en la pantalla LCD.
Cada histograma corresponde a un canal de color: rojo (red en inglés), verde (green) y
azul (blue).
Pero hagamos un pequeño paréntesis antes de continuar con los diferentes histogramas.
Es un concepto que suele emplearse para referirse a un modelo cromático. Este modelo
consiste en representar distintos colores a partir de la mezcla de estos tres colores
primarios.
¿Debes revisar los tres histogramas RGB en cada una de las fotos que saques?
Dependiendo de la escena, puede darse el caso de que uno de los tres canales de color
(rojo, verde o azul) esté sobreexpuesto y que el histograma de luminosidad (o los
testigos de la pantalla) de tu cámara no te avise de ello.
Al disparar en RAW (no disparas en JPG ¿verdad? Dime que no), podrías llegar a
recuperar parte de este detalle durante el revelado. Aunque no te voy a engañar, es algo
que depende de tu cámara y de cuán sobreexpuesto esté ese determinado canal de color.
Así es que cuando fotografíes sujetos muy coloridos, echa un vistazo al histograma RGB
y si uno de los gráficos muestra un pico tocando el extremo derecho del gráfico, repite la
foto reduciendo la exposición.
Eso significa que, al hacer la foto, la cámara no ha sido capaz de captar información
sobre esos tonos, perdiendo calidad de imagen. O sea, que el rango dinámico de la
escena no “cabe” en el rango dinámico de la cámara.
Vamos a ver cómo se traducen las 4 situaciones a las que te puedes enfrentar en
ejemplos prácticos para que te quede más claro.
Pero además, es importante que te fijes en la altura del gráfico y de sus “montañas”.
Cuánto más altas sean, más cantidad de ese tono tiene la foto.
¿Ves el pico en la parte izquierda del gráfico? Sale completamente del gráfico. Esto
demuestra que en gran parte de las sombras (la zona más oscura) se ha perdido
información.
Así es que, aunque visualmente la foto no choca por ser demasiado oscura o demasiado
luminosa, si quisieras editarla te resultaría difícil recuperar información en las altas
luces (casi todo el cielo y el pecho de los frailecillos) y en las sombras (la espalda y las
alas de los frailecillos).
Eso quiere decir que, dependiendo de la tonalidad dominante (oscura, clara o media), el
detalle de una imagen se concentra en una determinada zona de la foto:
Pero además, puedes recurrir al histograma para que te lo confirme. En este caso,
la mayor parte del histograma se sitúa en en el centro del gráfico. De hecho, esa
“montaña” tiene una altura considerable, indicando que un gran número de tonos
medios están presentes en la foto.
Esta foto, en cambio, tiene una tonalidad dominante clara. Hay mucho blanco, grises
claros... Y si le echas un vistazo al histograma se observa como la mayor parte está en la
mitad derecha. Además, los picos están muy marcados indicando la cantidad de tonos
claros en la imagen.
Sin duda alguna, aquí la tonalidad dominante es oscura. Observa que en su mayoría hay
sombras en la foto.
Además, la mayor parte del histograma se sitúa en la mitad izquierda del gráfico. De
hecho, esa “montaña” en el extremo izquierdo tiene una altura considerable, indicando
que un gran número de tonos oscuros está presente en la foto.
Recuerda que el histograma ideal no existe. Si buscas un histograma perfecto que sirva
de base para tus fotos, olvídate de ello.
El contraste se mide por la diferencia de brillo o tono entre las partes más claras y las
más oscuras de la imagen.
Si percibes diferencias amplias ten por seguro que tu imagen presenta un alto contraste.
Por el contrario, si apenas ves diferencias tu imagen es plana, sin contraste.
Si hay poco contraste en la escena el histograma aparece comprimido (con una base muy
estrecha) hacia el centro. En cambio, si tienes mucho contraste, el histograma muestra
una gráfica más extensa hacia los extremos.
En esta foto ocurre lo contrario ya que presenta un alto contraste. Y así lo demuestra
el histograma que tiene una base muy ancha y con picos altos cerca de los extremos.
Muestra que hay muchos tonos oscuros y muchos tonos claros.
El contraste depende del tipo de iluminación que tengas. Por ejemplo, una foto hecha
durante la hora dorada, o en un día nublado o con niebla, tendrá generalmente poco
contraste debido a la luz difusa que hay. En cambio, una fotografía realizada al mediodía
con una luz dura tendrá un alto contraste.
Pero, por suerte, antes de hacer la foto, puedes utilizar dos herramientas más para
acertar con la exposición: el exposímetro de la cámara y el fotómetro de mano.
También sabes que los valores de estos tres parámetros dependen del mensaje que
busques transmitir en la foto (profundidad de campo o movimiento, por ejemplo, como
has leído en la sección 4) y de la cantidad de luz presente en la escena (y su distribución
como has comprobado en la sección 10).
Para medir la luz necesitas la ayuda de dos grandes aliados: el exposímetro de tu cámara
y/o un fotómetro de mano.
No olvides que el exposímetro que incorpora tu cámara sólo es capaz de medir la luz
reflejada, no la incidente en la escena (sección 2).
Es decir, mide la cantidad de luz que rebota en la escena (no la que incide en ella) y que
luego entra a través del objetivo de la cámara. Por eso se llama exposímetro TTL (en
inglés through the lens, a través del objetivo).
Y cuando el indicador del exposímetro se desplace hacia la izquierda (-1, -2, etc.), estás
subexponiendo la escena.
Esto es así porque puedes medir tanto la luz incidente, la que recibe el sujeto a
fotografiar (si lo colocas al lado del sujeto que quieres fotografiar), como la luz reflejada
en la escena (si lo colocas al lado de la cámara).
Ahora sabes que puedes utilizar el exposímetro para medir la intensidad de luz de la
escena y así poder exponer tus fotografías... Pero, ¿cómo la mide?
Es evidente que la luz se distribuye de forma desigual en la escena. Hay zonas más claras
y otras más oscuras.
Pero, normalmente, en la escena hay luz de muchas intensidades diferentes (más claras,
más oscuras). Por lo que tienes que decirle a la cámara cómo debe medir la intensidad
de luz en la escena.
¿Quieres medir los tonos más claros? ¿Los más oscuros? ¿O utilizar la intensidad media
de la escena?
Lo que está claro (vale, era un chiste fácil) es que el tono sobre el que midas la luz queda
correctamente expuesto. Capturarás todo el detalle en los elementos de la escena que
contenga ese tono.
Cómo y dónde mides la luz depende de la escena y de lo que quieres conseguir que
salga en la foto. A veces, te interesará medir la luz en un solo punto (medición puntual).
Otras veces, querrás utilizar una media de las diferentes intensidades de luz de la escena
(medición matricial).
Así es que debes elegir el sistema de medición de la luz para el cálculo de la exposición
que te convenga en cada situación.
Por suerte, con el fin de exponer con precisión en las diferentes situaciones de luz, las
cámaras permiten generalmente tres (o cuatro) modos diferentes de medición:
• Medición puntual.
Finalmente, hace una media de las intensidades de luz y calcula la exposición correcta,
teniendo también en cuenta otros parámetros como el color de la escena o la distancia
del sujeto.
Este tipo de medición suele ser la medición por defecto que tienen todas las cámaras
réflex y cámaras sin espejo actuales porque es el más sencillo de utilizar.
Fíjate atentamente en los personajes, ¿no ves que están oscuros? La principal fuente de
luz (el Sol) proviene de la derecha y está bastante cerca del horizonte (las sombras que se
ven en la parte inferior izquierda son muy alargadas).
Al mismo tiempo, como la cámara tiene en cuenta el resto de zonas del encuadre, te
permite incluirlas dándoles algo de exposición (luz).
Como puedes ver, el énfasis de la exposición (y del enfoque) está puesto en el director de
la orquesta. Está casi en el centro de la composición, es el personaje que recibe más luz y
el que está perfectamente expuesto.
Al mismo tiempo, el resto de músicos están ligeramente subexpuestos de tal forma que
forman parte de la escena, te fijas en ellos pero no son los protagonistas.
Te pongo otro ejemplo en el que el modo ponderado al centro es súper útil: el retrato.
Al mismo tiempo, tampoco es un modo de medición útil si estás frente a una escena
de alto contraste. En este caso, lo importante es que midas en la luz que predomina en
la escena (o a la que le quieras dar más importancia). Aquí el modo más adecuado es el
puntual.
Medición puntual
La medición puntual tiene en cuenta solamente una pequeña zona de la imagen (en el
centro del encuadre o en el punto de enfoque seleccionado) para realizar el cálculo de la
exposición.
Por lo tanto, en situaciones en las que hay algún elemento muy brillante o muy oscuro
en la composición, y que no sea tu sujeto principal, lo mejor es que uses este modo de
En el retrato a contraluz que tienes a continuación, tienes que medir la luz de la cara de
tu sujeto (el niño que está mirando a cámara) y evitar que quede sólo su silueta.
Otro ejemplo: quieres captar detalle de la superficie de la Luna en plena noche. Gracias a
la medición puntual puedes medir exactamente la luz de la Luna y evitar que ésta quede
como un círculo blanco. Es como quedaría si utilizaras la medición matricial.
Pero la verdad es que, como muchas otras decisiones en fotografía, lo mejor es que
experimentes y veas qué te gusta (o conviene) más en cada situación.
Como te he dicho antes, es el modo que te da más precisión así es que es útil en
cualquier escena.
Esto es, en escenas de alto contraste o escenas en las que tu sujeto es mucho más oscuro
o claro que el resto de la escena.
Ni tampoco si quieres una medición muy precisa. En ese caso es mejor que optes por
una medición puntual.
Una vez decidido el sistema y realizada la medición en el sitio adecuado, sólo falta que
determines los valores de apertura, velocidad e ISO, que hagas la foto y que revises la
exposición mediante el histograma.
Por lo tanto, es hora de analizar los diferentes sistemas que tienes a tu disposición para
establecer los valores del triángulo de exposición.
• O alguno de los modos semiautomáticos cuando quieres fijar uno de los valores y
que la cámara calcule los otros dos.
Los modos de exposición no tienen nada que ver con los modos de medición que te
acabo de explicar en la sección anterior.
Los modos de medición te permiten indicar a tu cámara qué método debe utilizar para
medir la luz de la escena. En cambio, los modos de exposición te permiten indicar a tu
cámara cómo elegir la combinación de apertura, velocidad e ISO.
Dicho de otra forma, puedes considerar cada modo de exposición de tu cámara como un
modo de disparo. Por eso a veces se dice disparar en automático, en manual, etc.
Veamos para qué sirve cada uno de ellos y cómo se pueden utilizar para exponer tus
fotografías.
¡A por ellos!
Cómo funciona
La cámara lo hace todo por ti. Sólo tienes que preocuparte de encuadrar y apretar el
disparador.
Es ella quien determina los valores de apertura, velocidad e ISO para obtener la
exposición correcta. Es decir, para que el exposímetro esté centrado (marque cero).
Incluso se encarga de elegir el modo de medición.
Además, la cámara también activa su flash si considera que no existe suficiente luz en la
escena que estás capturando.
Sin embargo, pronto descubrirás que no tienes ningún control sobre los ajustes de tu
cámara. Como es la cámara la que toma todas las decisiones por ti, pierdes mucho de (o
casi todo) tu poder creativo.
• No controlas la luz.
Como fotógrafo querrás sacar el máximo partido de tu equipo para contar historias
diferentes. Y, para ello, tendrás que utilizar los modos de exposición semiautomáticos y
el manual.
En definitiva, no importa el tipo de foto que quieras hacer, el modo automático te limita.
Modos de escena
Además del modo automático, la gran mayoría de cámaras te permiten elegir un modo
de exposición en función de las diferentes escenas a las que te enfrentes.
Los modos de escena sirven para indicarle a la cámara qué tipo de foto tienes en mente,
para que ella haga los ajustes que te permita conseguir esa foto.
Cómo funciona
Dependiendo de la escena seleccionada, tu cámara realiza automáticamente los ajustes
de apertura, velocidad e ISO para que el exposímetro esté centrado (marque cero).
• Acción o deporte: Tu cámara elige una velocidad rápida para poder congelar el
movimiento. Si es necesario, también incrementa el ISO para lograr una correcta
exposición.
• Sin flash: Tu cámara desactiva el flash e intenta realizar la exposición correcta sin
que sea necesario usarlo.
• Retrato nocturno: Tu cámara fija un tiempo de exposición más largo que el del
modo retrato para poder captar detalle del fondo. Al mismo tiempo, activa el flash
automáticamente para iluminar al sujeto.
• Macro: Tu cámara intenta cerrar el diafragma lo máximo que pueda para conseguir
aumentar la profundidad de campo.
Además, puedes utilizar un modo “equivocado” para conseguir el efecto que buscas. El
hecho de que un modo de escena tenga un propósito concreto no implica que no puedas
usarlo en una situación distinta y así conseguir otro resultado.
Pues claro. En este caso la cámara usa una apertura grande por lo que está obligada a
utilizar una velocidad rápida. Y esto es justo lo que necesitas para congelar la acción o
un movimiento rápido.
¡Magia! ;)
Usa el modo de retrato nocturno aunque tu escena esté iluminada o cuando estés en
interiores. De esta forma estás usando el flash como un relleno considerando la luz
ambiente que tiene la escena. Así, ambas se complementan y te ayudan a conseguir una
mejor exposición.
Si tu cámara lo tiene y aunque no sea fin de año, puedes usar el modo fuegos artificiales
para crear largas exposiciones en las que quieras transmitir movimiento. En este caso, la
cámara usa una velocidad lenta (tiempo de exposición largo) por lo que algunas partes
de tu imagen saldrán movidas, por ejemplo, el agua o un vehículo en movimiento.
Un buen ejercicio es probar con varios de ellos en una misma escena y analizar los
distintos resultados que obtienes. Fíjate en cómo queda la foto e intenta comprender por
qué ha quedado así.
¿El fondo sale desenfocado? Seguramente se debe a una gran apertura porque esto causa
poca profundidad de campo.
¿La foto está demasiado clara (sobreexpuesta)? Puede que sea producto de una velocidad
excesivamente lenta: ha llegado luz al sensor durante demasiado tiempo.
En cuanto tengas una idea de qué hace cada uno de ellos, deja de usarlos.
Para usar el Programa Flexible, sólo tienes que apretar hasta la mitad el disparador y
girar la rueda de selección de tu cámara.
Veamos un ejemplo.
Imagina que estás en la playa y quieres hacer una foto del paisaje que te rodea. Tienes tu
cámara en modo P.
Cuando presionas el botón de disparo hasta la mitad, la cámara te indica que para
esa escena una apertura de f/8 y de velocidad de 1/125s te permite conseguir una foto
expuesta correctamente. Gira la rueda de selección. Ahora la cámara te propone una
apertura de f/11 y una velocidad de 1/60s como alternativa, siempre manteniendo la
misma exposición.
Esto te permite tener un mayor control sobre el efecto que quieras que tenga tu imagen
final.
La cámara no te deja elegir por separado la apertura y la velocidad. Estás obligado a usar
las configuraciones que la cámara considere como “correctas”.
Aquí es cuando el modo P (o su variante P*) es muy práctico. Deja que la cámara averigüe
los ajustes de disparo por ti y preocúpate de dos cosas esenciales: componer y enfocar.
Olvídate de hacer fotos de la Vía Láctea, largas exposiciones, un evento deportivo (y una
lista infinita de otros tipos de imagen) en modo P.
Al mismo tiempo, tu cámara te ayuda a conseguir una exposición correcta ajustando los
otros dos parámetros del triángulo de exposición para que el exposímetro esté centrado
(marque cero).
Cómo funciona
En el modo Prioridad a la Apertura, como su nombre indica, el parámetro sobre el que
puedes decidir es la apertura.
Una vez has seleccionado la apertura que deseas, tu cámara, teniendo en cuenta el modo
de exposición configurado, selecciona automáticamente la velocidad que dé como
resultado una foto bien expuesta (que el exposímetro esté centrado en el cero).
Normalmente el intervalo está formado por el ISO base (100 o 200) y el ISO máximo con
el que la cámara no produce demasiado ruido (800, 1600, 3200, dependiendo de cómo
se comporte tu cámara frente al ruido).
Si lees esta guía, adquirirás el superpoder de decidir qué parte de la foto quieres
perfectamente enfocada y qué parte totalmente desenfocada y así contar la historia que
tengas en mente.
• O dejar borrosas las partes de la imagen que te interesen para ayudar al espectador a
centrar su atención en un sujeto o punto concreto.
Lo más probable es que sea una velocidad corta para compensar la gran apertura de
diafragma. No obstante, ten en cuenta que esto dependerá totalmente de la luz que
tenga la escena.
Puede que la cámara te indique que no puede realizar una exposición correcta
(generalmente con el indicador “Hi”) porque no dispone de una velocidad lo
suficientemente rápida como para exponer correctamente.
• Bajar el ISO.
• O utilizar un filtro de densidad neutra para reducir la cantidad de luz que llega al
sensor.
Si utilizas un objetivo gran angular, o sea, una distancia focal corta (14mm, 18mm, etc.),
e independientemente de la apertura que quieras utilizar, lo más sencillo es enfocar a la
distancia hiperfocal y olvidarte de todo lo demás.
El problema que surge ahora es que según la velocidad que determine la cámara, será
imprescindible que utilices un trípode. Si no lo haces, tu foto saldrá movida (o como a
algunos fotógrafos les gusta decir, trepidada) a no ser que tengas un pulso de hierro.
Por otro lado, puede que la cámara te indique que no puede realizar una exposición
correcta (generalmente con el indicador “Lo”) porque no dispone de una velocidad lo
suficientemente lenta como para exponer correctamente.
Recuerda que para velocidades superiores a los 30s, debes utilizar el modo Bulb de tu
cámara. Eso implica usar la cámara en modo de exposición Manual (M).
Para incrementar la cantidad de luz capturada por el sensor dispones de dos soluciones:
• O establecer un ISO más elevado para aumentar la cantidad de luz que llega al sensor
(¡pero cuidado con el ruido!).
Imagina una situación en la que la luz sea buena o el día esté soleado. Cuando la luz
es relativamente constante, el riesgo de sacar fotos borrosas es mínimo: la velocidad
siempre va a ser lo suficientemente rápida como para capturar el movimiento.
Es más, la regla “Sunny f/16” que te explicaré en la sección 19 mantiene que cuando hay
mucho Sol lo mejor es que dispares a una apertura pequeña (a f/16). Y lo cierto es que
funciona. Así es que lo mejor que puedes hacer es concentrarte en qué profundidad
de campo quieres o usar una apertura pequeña para enfocar todo lo que esté en tu
encuadre.
En este sentido, esto es válido también para un retrato. Pregúntate qué quieres
conseguir:
Es, sin duda, una disciplina exigente que requiere que dispares en modo Manual (M).
TRUCOS
Ten en cuenta que según la medición de exposición que tengas configurada (matricial,
ponderada al centro, puntual), la foto puede salir subexpuesta o sobreexpuesta.
Cómo funciona
En este modo concreto, el parámetro sobre el que puedes decidir es la velocidad de
obturación.
Una vez has seleccionado la velocidad de obturación que quieres, tu cámara selecciona
automáticamente una apertura de diafragma que da como resultado una foto bien
expuesta (exposímetro centrado en el cero).
Como sucede con el modo Prioridad a la Apertura, puedes elegir manualmente el ISO o
dejarlo en automático.
Por ejemplo, supón que quieres congelar un coche de carreras en movimiento. Para
conseguirlo, usa una velocidad de 1/1000s o 1/2000s y deja que la cámara elija una
apertura para conseguir la exposición correcta.
Con toda seguridad, optará por una apertura abierta para compensar la rápida velocidad
y así poder exponer la imagen correctamente.
Sin embargo, puede que tu objetivo no tenga una apertura lo suficientemente grande
como para realizar una exposición correcta.
• Utilizar una velocidad más lenta. Sin poder, tal vez, congelar el movimiento.
¿Cómo de lenta?
El tiempo depende de ti. Pero a partir de un segundo el efecto quedará más marcado.
¿Qué pasa si tu cámara no puede cerrar el diafragma lo suficiente como para conseguir
una exposición correcta?
• O usar filtros de densidad neutra para reducir la cantidad de luz que llega al sensor.
Porque lo que quieres es precisamente eso: controlar el tiempo que el sensor recibe luz
para poder congelar la acción que está sucediendo ante ti.
En realidad, ambos modos son complementarios: cuando es útil usar uno de ellos, es
cuando el otro no sirve demasiado y viceversa.
TRUCOS
Cuando disparas a mano alzada, sin trípode, puede que la foto te salga movida
(trepidada). Para evitarlo utiliza un tiempo de exposición de al menos 1 dividido por la
distancia focal efectiva del objetivo (1/focal efectiva).
Por ejemplo, si utilizas una cámara de sensor completo (full frame en inglés), con un
objetivo a una distancia focal de 50mm, puedes utilizar una velocidad de hasta 1/50s.
Con una distancia focal de 100mm, la velocidad mínima es de 1/100s.
Es más, te recomiendo utilizar un tiempo de exposición algo más corto. Por ejemplo,
disparando con una focal de 50mm utiliza una velocidad de 1/60s. O con un 200mm una
velocidad de 1/250s.
Si tienes una cámara con factor de recorte (1,5x por ejemplo) con un objetivo a una
distancia focal de 50mm, la velocidad mínima es de 1/(50 × 1,5) = 1/75s. En este caso,
debes utilizar la distancia focal efectiva (distancia focal × factor de recorte de tu sensor).
Al igual que ocurre con el modo Prioridad a la Apertura (A o Av), según la medición de
exposición que tengas configurada (matricial, ponderada al centro, puntual), la foto
puede salir subexpuesta o sobreexpuesta.
Con el modo Manual (M) tienes el control absoluto sobre la exposición y demás efectos
fotográficos (profundidad de campo, movimiento) para conseguir la fotografía que
tanto anhelas.
Cómo funciona
Hay muchas situaciones en las que tu cámara se equivoca o no puede fijar de forma
automática algunos de los valores del triángulo de exposición que necesitas para
conseguir una foto concreta.
Con el modo Manual (M), eres tú el que elige la apertura, la velocidad de obturación y el
ISO adecuados para conseguir el resultado que buscas.
¿Difícil?
Cuentas con dos grandes aliados que te harán la vida mucho más fácil al exponer: el
exposímetro y el histograma.
Lo importante es tener la foto que quieres muy clara en la cabeza y saber fijar los
parámetros para conseguirla. Después de realizar unos cuantos ensayos (fotos de prueba
y error), no puedes fallar.
Además, al no poder acercarte al animal, tienes que utilizar focales largas (400mm,
500mm).
Esto, junto a las aperturas grandes, hace que tengas muy poca profundidad de campo en
la imagen. Así que debes asegurarte de acertar al enfocar el ave.
Nikon D4s | 14mm | f/2.8 | 25s | ISO 3200 | 3200K | Panorámica de 7 fotos unidas en Lightroom
Por otro lado, al tener poca luz (¡es de noche!), para capturar el máximo número de
estrellas y exponer correctamente la imagen, tienes que utilizar aperturas muy grandes
(f/2.8) e ISOs elevados (1600, 3200, 6400, dependiendo de cómo se comporte tu cámara
frente al ruido).
En este caso, al usar focales cortas (14mm, 18mm), puedes enfocar a la distancia
hiperfocal para maximizar la profundidad de campo y así tener enfocado desde el primer
plano hasta las estrellas.
En la sección 18 te voy a explicar cómo elegir los valores del triángulo de exposición
para conseguir el resultado buscado, tanto con respecto al efecto buscado como a la
exposición deseada (correcta).
• Si utilizas una focal larga (200mm, 500mm), selecciona una apertura pequeña
(número f grande, por ejemplo f/8 o f/11).
Una vez fijada la apertura, el siguiente paso consiste en determinar qué velocidad, junto
con el ISO, da como resultado la exposición que estás buscando.
Además, al fijar el ISO usa valores que no causen mucho ruido en la imagen (lo más bajo
que te permita la situación).
Si tienes una cámara réflex, no te quedará otro remedio que optar por la técnica de
prueba y error.
Así que mide la luz y selecciona los tres parámetros en este orden, apertura, velocidad
e ISO, para conseguir la exposición que quieres. Siempre es un buen punto de partida
elegir los parámetros de modo que el exposímetro quede centrado en el cero.
Haz otra foto y vuelve a mirar la pantalla LCD y histograma. Si aún no es lo que buscas,
sigue cambiando la velocidad (o el ISO)...
Puede parecer complicado al principio pero, con la práctica que obtengas enfrentándote
a distintas situaciones fotográficas, sabrás exactamente qué parámetros cambiar
primero y sus valores, para conseguir exponer rápidamente.
Mi intención ahora es que empieces a entender la lógica que hay que aplicar a la hora
de exponer y hacer una foto. En la sección 18, encontrarás una explicación mucho más
detallada.
Finalmente, si tienes una cámara sin espejo, el visor electrónico te facilita muchísimo
la vida. Irás viendo en pantalla las variaciones que sufre la exposición conforme vayas
modificando la velocidad y el ISO.
• ¿Quieres que alguno elementos salgan borrosos o formando estelas? Selecciona una
velocidad lenta (por ejemplo 1/4s, 1s, 5s, etc.).
Ahora, el segundo paso consiste en determinar qué apertura, junto con el ISO, da como
resultado la exposición que estás buscando.
• Si tienes una cámara sin espejo, todo será mucho más sencillo gracias al visor
electrónico.
Para empezar, déjame que te recuerde en qué consiste esta herramienta y que te explique
cómo se configura.
Cómo funciona
Al final de la sección 5 te hablé del peligro de usar el ISO automático de tu cámara sin
establecer unos límites. El problema es que, dependiendo del modelo de cámara que
uses, su tolerancia al ruido es diferente. Es decir, el ISO hasta el que puedes llegar sin
que se note el ruido es distinto: en algunas cámaras es 800, en otras 6400…
Así es que mi recomendación es que siempre mantengas el ISO lo más bajo posible
cuando estés exponiendo. Sobre todo si tienes una cámara de gama baja (las de bajo
presupuesto dirigidas a fotógrafos principiantes).
Si tienes una cámara de gama media o alta, usar el ISO automático puede ser una opción
muy interesante. Pero tienes que asegurarte de fijar un intervalo de ISO acorde con las
posibilidades de tu cámara.
¿Qué intervalo?
Muy sencillo.
El suelo siempre es el ISO base de tu cámara (100 o 200 ISO). Y el techo es el nivel de ISO
a partir del cual tu cámara genera mucho ruido y el grano es evidente en la foto.
Imagina que ese nivel es 6400. En ese caso, el intervalo que tienes que configurar en la
cámara para el ISO automático está entre 100 y 6400.
Por ejemplo, si sabes que para congelar el movimiento de un coche debes disparar como
mínimo a 1/1000s, introduce este valor. Así la cámara, siempre que pueda, utilizará esta
velocidad o una superior (1/1250s, 1/1600s...) para que tu sujeto quede siempre congelado.
• El ISO automático tiene un intervalo entre ISO 100 (base) e ISO 1600.
Como te expliqué un poco más arriba en esta sección, cuando te hablaba del modo
Prioridad a la Apertura (A o Av), una vez que eliges la apertura la cámara se ocupa de
determinar la velocidad.
Supón que obtienes una exposición correcta gracias a una apertura de f/8, una velocidad
de 1/500s y un ISO 100.
Si buscas reducir tu profundidad de campo, incrementa la apertura (f/5.6, f/4, f/2.8 por
ejemplo).
Al mismo tiempo, según la ley de reciprocidad (sección 7), si varías la apertura, varía
también la velocidad de obturación. En este caso aumentando (1/1000s, 1/2000s, 1/4000s
por ejemplo).
¿Y el ISO? Pues se mantiene porque 100 está dentro del intervalo de referencia.
Exacto: el ISO.
¿Cuánto? Lo mismo que haya variado la apertura. Y siguiendo con el ejemplo sería 1, 2 o
3 pasos: 200, 400 u 800.
Quieres conseguir un efecto estrella con un punto de luz y decides cerrar el diafragma
casi al máximo (f/22). Como un ISO de 1600 (el máximo que le has dicho a la cámara
que puede usar) no es suficiente para que la exposición sea correcta, la cámara decide
reducir la velocidad de obturación hasta 1/250s. Se prioriza el conseguir una exposición
correcta, aunque se sacrifica la velocidad mínima que se había seleccionado.
A raíz de estos ejemplos se puede deducir que usando la combinación modo Prioridad a
la Apertura (A o Av) con el ISO automático:
• Es muy poco probable que tu foto salga oscura (subexpuesta), ya que la cámara
prioriza la exposición correcta a la velocidad mínima que has seleccionado,
pudiendo llegar hasta los 30s. Eso sí, a partir de una cierta velocidad necesitas un
trípode para evitar que la foto salga movida.
Así mismo, en esta sección te dije al describir el modo Prioridad a la Velocidad (S o Tv)
que en el momento en el que eliges la velocidad, la cámara se ocupa de determinar la
apertura.
Supón que obtienes una exposición correcta gracias a una apertura de f/5.6, una
velocidad de 1/30s y un ISO 100.
Si buscas mostrar más movimiento, reduce la velocidad (1/15s, 1/8s, 1/4s por ejemplo).
¿Y el ISO? Pues se mantiene porque 100 está dentro del intervalo de referencia.
Pero ¡cuidado! Si usas una velocidad más lenta de 1/2s la foto sale sobreexpuesta. Ya no
puedes cerrar más el diafragma ni puedes bajar más el ISO...
Si, por el contrario, buscas congelar el movimiento, aumenta la velocidad (1/60s, 1/125s,
1/250s por ejemplo).
De nuevo, gracias a la ley de reciprocidad, la apertura tendría que variar también. En este
Exacto: el ISO.
Y... ¡Sorpresa! La imagen sale subexpuesta porque necesitarías un ISO de 3200 pero tu
intervalo sólo permite que la cámara llegue hasta un ISO de 1600.
A raíz de estos ejemplos se puede deducir que usando la combinación modo Prioridad a
la Velocidad (S o Tv) con el ISO automático:
• Si necesitas un ISO que vaya más allá del techo que has definido en el intervalo, tu
foto sale oscura (subexpuesta).
Veamos un ejemplo para ver cómo puedes combinarlo con el ISO automático.
Estás en una cancha viendo un partido de baloncesto y quieres hacer fotos de los
jugadores en acción.
Después de las primeras fotos, verificas que consigues congelar el movimiento con esta
velocidad.
Pero pruebas a ver cómo queda a 1/2000s. Compruebas la foto y ves que te sale oscura
Todo va bien, pero en un momento del partido decides hacer primeros planos de los
jugadores mientras están tirando unos tiros libres. Reduces la velocidad hasta 1/250s. Al
estar parados ya no necesitas una velocidad tan rápida.
Además, aumentas la apertura hasta f/4 para separar a los jugadores del fondo,
consiguiendo que el fondo quede borroso y el jugador nítido. La cámara reduce
automáticamente el ISO a 100 para mantener la exposición correcta.
Las fotos no están mal, pero decides probar la máxima apertura que permite tu objetivo,
f/2.8. Tienes curiosidad para ver cómo queda el bokeh. Obtienes una imagen quemada
(sobreexpuesta).
El motivo es que la cámara ya había llegado al ISO base de 100 para f/4, así que ya no lo
puede bajar más. Esto hace que el sensor de la cámara capture más luz de la necesaria.
La solución sería aumentar la velocidad un paso para volver a tener una exposición
correcta, seleccionando 1/500s.
Avancemos.
Cómo funciona
En primer lugar, déjame que te diga que si utilizas la cámara en modo Manual (M), no
tiene sentido utilizar la función de compensación de la exposición. Dependiendo lo que
te interese, puedes conseguir el mismo resultado aumentando o disminuyendo un paso
(o una fracción de paso) el diafragma, la velocidad de obturación o el ISO.
¿Qué ha ocurrido?
Que la cámara ha establecido que la nueva combinación para obtener esa exposición que
tú le has indicado es una apertura de f/8, una velocidad de 1/20s (un paso más de luz) y
un ISO de 100.
Una apertura de f/8, una velocidad de 1/80s (un paso menos de luz) y un ISO de 100.
Como ves, estás variando la velocidad de obturación, puesto que el diafragma sigue
donde lo habías fijado antes de hacer la foto.
En resumen, al sobreexponer, la cámara utiliza una velocidad más lenta (captura más
luz) y al subexponer, una velocidad más rápida (captura menos luz).
¿Qué ha ocurrido?
Que la cámara ha establecido que la nueva combinación para obtener esa exposición que
tú le has indicado es una apertura de f/5.6 (un paso más de luz), una velocidad de 1/250s
y un ISO de 100.
Como ves, estás variando la apertura del diafragma, puesto que la velocidad de
obturación sigue donde lo habías fijado antes de hacer la foto.
En definitiva, al sobreexponer la cámara utiliza una apertura mayor (captura más luz) y,
al subexponer una apertura menor (captura menos luz).
Pasemos a la siguiente sección. Te voy a enseñar otra técnica que te permitirá un mayor
control de la exposición: el bloqueo de la exposición.
Esto te permite, una vez que hayas medido la luz donde y cuando tú quieras (no tiene
que ser en la escena que quieres fotografiar ni en el momento de hacer la foto), y
calculado la exposición con el exposímetro en base a esa luz, poder reencuadrar hacia
donde tú quieras y hacer la foto manteniendo la misma exposición.
Puedes utilizar este botón en fotografía de paisaje por ejemplo. Coge la cámara, mide la
luz en el cielo (zona más clara) con el modo de medición puntual, bloquea la exposición,
sobreexpón para que las zonas oscuras no salgan subexpuestas (+2EV según mi
experiencia), reencuadra y haz la foto.
En este caso, eres tú quien decide la exposición midiendo la luz donde deseas y
seleccionando todos los parámetros. Por definición, con el modo Manual (M) la cámara
no cambia automáticamente la exposición en cada disparo. En realidad, la cámara no
cambia nada… ;)
Cómo funciona
El fotómetro interno de la cámara mide continuamente la luz que llega al sensor. Así
que en cada nuevo disparo, la cámara realiza una nueva medición de la luz y un nuevo
cálculo de la exposición.
Al disparar, dependiendo del modo de exposición que hayas elegido, tu cámara hace una
de estas tres cosas:
• En los modos automáticos (Auto, Escenas, P), al disparar la cámara mide la luz y
decide por ti todos los valores de la exposición (apertura, velocidad e ISO).
No obstante, aunque la medición del fotómetro es continua, cuando utilices los modos
de exposición automáticos o semiautomáticos, puedes obligar a tu cámara a medir la
luz en un determinado instante y lugar, y posteriormente decidir el mejor momento y
encuadre para disparar.
Para exponer, quieres utilizar solamente la luz que rebota de la modelo. No quieres que
la cámara utilice la luz del fondo de la escena.
Pero ¡cuidado!
Otra solución puede ser elegir un punto de enfoque que caiga sobre el modelo, pero eso
dependerá del número de puntos que tenga tu cámara.
El bloqueo de la exposición resulta muy útil cuando realizas una foto panorámica
a partir de varias tomas. De esta forma te aseguras de que todas las tomas sean
homogéneas y tengan la misma luz.
Por lo tanto, si quieres exponer manualmente para una luz determinada, simplemente
tienes que medir esa luz y fijarte en el exposímetro al ajustar los valores del triángulo de
exposición. Una vez tienes la exposición que deseas, reencuadra, enfoca y dispara.
Eso sí, si usas una apertura muy abierta (f/1.4, f/1.8, f/2.8...) ten cuidado porque el hecho
de enfocar y reencuadrar puede hacerte perder el enfoque.
Recuerda que al moverte estás variando la distancia entre el sensor y el sujeto por lo que
¡también varía tu profundidad de campo!
Pero, hay situaciones en que falla, no mide la luz correctamente. Cuando te encuentres
ante este tipo de situaciones, tienes que saber reaccionar.
Por ejemplo, cuando haces una foto, los elementos de color blanco de la escena aparecen
a veces grises en la imagen. Esto te indica que la imagen está subexpuesta.
Otras veces, en cambio, son los elementos de color negro de la escena los que aparecen
de color gris. Tu imagen está sobreexpuesta.
Pues bien, si te ocurre alguno de estos dos problemas, la culpa la tiene el exposímetro.
Se denomina “gris medio” porque es el tono que se ubica justo en el medio del blanco y
el gris. Este tono refleja un 18% de luz incidente. Recuerda que el blanco refleja el 100%
de la luz incidente y el negro el 0%.
“¿Por qué el gris medio es un tono que refleja el 18% de luz incidente y no el 50%? ¿No habíamos
quedado en que era medio? ¿Por qué no un 50%?”
Con el paso del tiempo este concepto fue calando entre los fotógrafos y hoy en día se ha
convertido en una cifra de referencia.
Sin embargo, esta cifra no tiene nada de exacto ni de matemático. Es más, los
fabricantes de cámaras eligen su propio “gris medio” y lo más seguro es que tu cámara
digital use una cifra en torno al 12% como referencia de “gris medio”.
Lo cierto es que el número da igual porque 12% o 18% no significa nada. El concepto
de “gris medio” no tiene nada que ver con eso de que el “gris medio refleja el 50% de
la luz”. Ni siquiera con que la idea de que “sea un tono a medio camino entre el que
absorbe toda la luz (negro puro) y el que refleja toda la luz (blanco puro)”.
En realidad, tiene que ver con tu percepción. O mejor dicho, la de tus ojos.
Esto significa que si una fuente de luz incrementa su brillo 4 veces, tus ojos sólo la verán
2 veces más brillante. Si esa misma fuente aumenta su brillo 32 veces, tus ojos sólo la
percibirán 5 veces más brillante. Y si aumenta 128 veces, tus ojos sólo notarán 7 veces
más brillo.
Obviamente, estas cifras no tienen nada de reales. Son solamente un orden de magnitud
para que entiendas el concepto. Ya imaginarás que medir cómo percibes el brillo de
cualquier cosa es muy complicado y varía de una persona a otra.
Lo importante, la idea que tienes que retener, es que esta extraña naturaleza logarítmica
de tus ojos es la que impide que el “gris medio” sea un 50%.
Tras esta explicación, no hay duda de que los exposímetros de las cámaras están
diseñados para promediar los tonos claros y oscuros de la escena al exponer. Y a partir
Esto funciona muy bien en multitud de situaciones. Sobre todo cuando la escena tiene
tonos claros, medios y oscuros. En estos casos, el exposímetro te da la exposición
correcta.
La otra alternativa es que calibres el exposímetro usando una tarjeta gris al 18%.
Coloca la tarjeta gris al 18% donde esté el sujeto que quieres fotografiar para que
coincida la luz que luego incidirá realmente sobre el sujeto. Te sugiero que inclines un
poco la tarjeta para evitar reflejos.
Configura tu cámara para que utilice la medición puntual, mide la luz en la tarjeta,
expón para que el exposímetro esté centrado en el cero y bloquea la exposición.
Llegados a este punto, ya deberías tener la base necesaria para entender lo que te voy a
explicar en breve: ¡cómo exponer!
En otras palabras, te voy a enseñar cómo obtener una fotografía correctamente expuesta
directamente en la cámara.
Pero antes de pasar a la acción, me gustaría explicarte una técnica de exposición algo
diferente.
Es una técnica con la que vas a exponer tus fotografías no para tenerlas correctamente
expuestas en cámara, sino que para capturar la máxima información de la escena y
exponer posteriormente en la edición.
Deja que te explique cómo exponer buscando el derecheo del histograma (ETTR).
El derecheo del histograma (exposing to the right o ETTR en inglés) es una técnica de
exposición tan útil como controvertida.
Pero ojo, podrías llegar a destrozar tus fotos si no usas la técnica correctamente.
Pero si tienes claro los conceptos básicos de la exposición y buscas conseguir fotos
con la mejor calidad posible (técnicamente claro, el aspecto artístico es otra cosa),
el derecheo es sin duda una técnica que te va a resultar muy útil en determinadas
situaciones.
La idea tras la técnica del derecheo es optimizar la exposición de tal forma que consigas
una foto con la mejor calidad posible. O lo que es lo mismo, que el sensor capture la
máxima información.
Dicho de otra forma, lo que buscas es conseguir una foto con el máximo detalle posible
tanto en las sombras como en las luces.
Ejemplo de histograma utilizando la técnica del derecheo. Encontrarás la fotografía correspondiente a este histograma unos
párrafos más abajo.
Recuerda que si el histograma toca la parte derecha significa que estás perdiendo
información en algunos de los tonos más claros. Y no serás capaz de capturar detalle en
ellos, se quedan quemados.
Echa un vistazo a estos dos histogramas (tomados de la foto que encabeza esta sección).
Durante el revelado, puedes oscurecer la foto para pasar del histograma derecheado
(óptimo en cuanto a información capturada) al histograma que te dé la exposición que
buscas tener en la foto.
Además, ten en cuenta que recuperar detalle en los negros y las sombras durante el
revelado es relativamente fácil. Sin embargo, es casi imposible recuperar información en
los blancos reventados.
Esta es una de las principales razones por las que muchos fotógrafos prefieren no usar
el derecheo, por miedo a reventar los blancos.
Así que evita por todos los medios que el lado derecho del histograma toque el lado
derecho del diagrama. El siguiente histograma es un ejemplo a evitar a toda costa.
Enseguida te lo cuento.
• Disparar en RAW.
Dicho esto, existen varias formas de conseguir derechear el histograma sin reventar los
blancos.
Te voy a explicar dos métodos, uno más sencillo y otro más avanzado (el que uso yo).
• Si utilizas el modo Manual (M), utiliza una apertura mayor o una velocidad más
lenta. Cambiar uno u otro parámetro depende de qué es esencial en la foto (la
profundidad de campo o el movimiento).
Al seleccionar esta opción, las zonas de color blanco puro aparecen de forma
intermitente en la pantalla de tu cámara. Verás que la cámara te muestra esas zonas
alternando entre el blanco y otro color, dependiendo del modelo de tu cámara.
Este método funciona muy bien cuando estás haciendo fotos y no has calculado
previamente el límite de sobreexposición de tu cámara.
Esto implica que aunque tu cámara esté indicando que has llevado la exposición al
límite, reventando una parte de los blancos (el histograma toca el lado derecho), todavía
puede haber margen para recuperar esos blancos durante el revelado del RAW.
Del mismo modo, la opción “testigos intermitentes” tiene el mismo problema: su base
para establecer la medida es el archivo revelado JPG, y no el RAW.
¡Vamos allá!
En casa, coge una hoja de papel de color blanco y ve a una habitación con buena
iluminación. Tienes que ver la hoja de papel de un color blanco nuclear (ni apagado ni
grisáceo).
Ahora selecciona el modo de disparo Manual (M) y el modo de medición puntual de la luz.
Imagina que esto sucede cuando seleccionas f/2.8, 1/60s e ISO 800. A continuación, saca
una foto de la hoja de papel blanca.
Como hemos visto en la sección 16, al centrar el exposímetro en el cero la hoja de color
blanco queda de un color gris medio en la foto (gris que refleja solo el 18% de luz).
Imagina que en tu caso la exposición final es f/2.8, 1/13s e ISO 800. Entre 1/60s y 1/13s hay
2 pasos y 1/3 (1/60 -> 1/30 -> 1/15 son 2 pasos y entre 1/15 y 1/13 hay 1/3 de paso). Por lo que
en este caso el límite de sobreexposición de la cámara sería de +2 1/3 EV.
1
Imagina que el límite de sobreexposición en tu cámara es de +2 / EV. Para simplificarlo
3
podemos suponer que es +2 EV, así será más fácil de utilizar.
Ahora sabes que midiendo la luz sobre el tono más claro de la escena (con medición
puntual) y sobreexponiendo estos +2EV con respecto al exposímetro centrado en el cero,
nunca vas a quemar la foto. Siempre vas a capturar detalle en el tono más claro.
¡Enhorabuena!
En segundo lugar, en escenas en las que el contraste sea medio. El hecho de que exista
esa amplitud entre las luces y las sombras confunde a la cámara haciendo que la
medición sea complicada. Aquí el derecheo te facilita el conseguir una exposición muy
ajustada para así evitar zonas quemadas o empastadas a la vez que minimizas el ruido.
Por ejemplo, imagina que estás en la playa fotografiando a un par de personas que van
vestidas de blanco.
Es esencial que la ropa no salga quemada. Así es que una buena opción es medir la
luz en la ropa de tus sujetos (la parte más luminosa de tu encuadre) y sobreexponer
en función de la medición que obtengas. De esta forma, llevas el histograma al límite
respetando las zonas claras, asegurándote de que tengan todo el detalle posible.
Por último, en escenas de alto contraste en las que hay un fuerte rango dinámico.
Por ejemplo, imagina que estás en un bosque en el que las sombras de los árboles y las
partes del tronco que no ilumina el Sol son muy oscuras. Al mismo tiempo, los rayos
que consiguen pasar a través de las copas son muy luminosos y aclaran demasiado la
escena.
En este caso, la mejor opción es que sacrifiques parte del cielo y te concentres en las
sombras para conseguir el máximo detalle en las cortezas de los árboles y el follaje
del suelo. Mide la luz en uno de los troncos (la parte más sombría de tu encuadre) y
sobreexpón en función de la medición que obtengas. De esta forma, llevas el histograma
al límite respetando las zonas oscuras, asegurándote de que tengan todo el detalle
posible.
¿Cuándo no lo es?
• Fotografía nocturna.
• Fotografía de conciertos.
Por ejemplo, imagina que hace mucho viento y quieres fotografiar un paisaje con rocas
de color oscuro y árboles.
La escena parece perfecta para aplicar el derecheo y así capturar detalle en las zonas más
oscuras. Pero no lo es porque si intentas incrementar la exposición con una velocidad
más lenta, el viento provocará que los árboles queden borrosos a causa del movimiento
provocado por el viento.
Por otro lado, si abres el diafragma, capturarás una menor profundidad de campo, y al
fotografiar un paisaje, buscas la máxima profundidad de campo posible.
El problema es que derechear jugando con el ISO no tiene sentido porque, al oscurecer
la foto durante el revelado, aparecerá ruido. Y esto contrarresta los efectos positivos del
derecheo.
Por ejemplo, los fotógrafos de fauna o de boda prefieren no perder la foto, y utilizar una
exposición más segura y rápida.
Es decir, una exposición que, aunque sea más oscura, tenga un menor riesgo de tener
zonas con blancos reventados. Algunos fotógrafos llaman esta técnica izquierdeo
(exposing to the left o ETTL en inglés).
En este caso, aunque sería estupendo tener el máximo detalle posible, es mejor no
perder la foto.
Además, un archivo JPG contiene muy poca información comparado con un archivo
RAW. Son archivos de 8 bits. No tiene sentido usar una técnica como el derecheo en un
formato de imagen con tantas limitaciones.
“Sí Toni, lo entiendo, pero ¿por qué pierdo información en las sombras?”
¡Aviso!
A partir de aquí, todos los friquis de la fotografía estáis invitados a seguir leyendo. Pero
si no te consideras lo suficientemente friqui, puedes ir a la siguiente sección: “Cómo
exponer”.
¡Al lío!
Como te expliqué en la sección 16, tus ojos responden a la luz de manera no lineal, de
forma logarítmica, teniendo mucha más sensibilidad en la sombras que en las luces.
Pero los sensores de las cámaras responden de una manera lineal a ésta. Cada fotositio
se carga con información de manera proporcional a la cantidad de luz que recibe.
Esto quiere decir que si la cámara te enseñara la imagen tal y como la captura el sensor,
te darías cuenta de que no se parece a la escena que están viendo tus ojos.
Imagina que una cámara tiene una rango dinámico de 6 pasos. Es decir, que hay 6 pasos
de luz entre el tono más oscuro y el más claro que puede capturar con detalle en una
misma foto.
Supón también que la cámara tiene 12 bits de información por cada canal RGB (red,
green, blue tal y como vimos en la sección 10).
El número de valores diferentes que puede guardar la cámara para cada canal depende
del número de bits que tenga:
1
• Con 1 bit, puede representar 2 valores diferentes (2 ): 0 y 1.
2
• Con 2 bits, 4 valores (2 ): 00, 01, 10, 11.
3
• Con 3 bits, 8 valores (2 ): 000, 001, 010, 011, 100, 101, 110, 111.
Así, en este caso, cada canal puede guardar 4096 (es decir 212) valores diferentes, siendo
el valor 0 el tono más oscuro (negro) y el 4095 el valor del tono más claro (blanco).
Lo normal sería suponer que al tener 4096 valores y 6 pasos, la cámara dedica 682
valores (4096/6) para capturar con detalle los tonos de cada paso de luz.
Esto es así porque el sensor de imagen CCD o CMOS con el que está construido el
sensor de tu cámara responde a la luz de manera lineal. En cambio, la cantidad de luz
capturada en cada paso varía de forma exponencial. Cada paso de luz captura el doble de
luz que el anterior.
Por lo tanto, un sensor totalmente cargado muestra un color blanco, guardando los
4096 valores.
Al exponer un paso menos (-1EV) el sensor sólo captura la mitad de luz y, al tener una
respuesta lineal, conserva la mitad de valores: 2048.
Como ves, por cada paso de luz que disminuyes, el sensor sólo conserva la mitad de
valores que el paso anterior. El paso más claro tiene 2048 valores diferentes, el siguiente
1024, el tercero 512 y así sucesivamente hasta llegar a 64 para el tono más oscuro.
Gráficamente, cuánto más claro es el paso, más información conserva el sensor para
representarlo.
En el dibujo anterior puedes observar que hay muchos valores para codificar la zona de
altas luces, zona donde las personas no tenemos mucha sensibilidad para diferenciar
tonos. En cambio se dedican menos valores en las zonas oscuras, zona en que sí
tenemos capacidad de diferenciar tonos. Esto se debe a la naturaleza lineal que tienen
los sensores de las cámaras.
Así, para que la imagen que te enseña la cámara se parezca a lo que ven tus ojos, la
cámara aplica una curva gamma a la imagen.
Esta curva estira los tonos de las áreas oscuras y comprime los tonos de las áreas claras,
distribuyendo los tonos de una manera más parecida a lo que perciben tus ojos.
La parte de la izquierda muestra cómo se vería una foto mostrando lo que captura el
sensor y a la de la derecha cómo se vería corregida con una curva gamma, adaptándolo
a lo que tus ojos ven. Se observa perfectamente que la parte de las sombras tiene mucha
más detalle al aplicar la curva.
Los fotositios del sensor al capturar la luz, generan ruido que se suma a la señal. Esto
es debido sobretodo a calentamiento del sensor o imperfecciones en la electrónica. Este
ruido es más o menos constante, por lo que cuanta más luz se obtenga (más número
de fotones), más grande será la relación señal/ruido, haciendo que el ruido sea menos
visible.
En cambio, si se obtienen pocos fotones, la relación señal/ruido será muy baja, por lo
que el ruido será muy visible.
Esto produce inevitablemente que aparezca ruido en la imagen en las zonas más oscuras
debido a la poca información que la cámara ha capturado con respecto a los tonos más
claros.
La conclusión a la que quiero llegar es que la cámara obtiene menos información y con
un ruido más visible en las sombras que en las luces.
Por eso, en la medida que sea posible, utiliza la parte derecha del histograma. Así
consigues una fotografía con la máxima información posible tanto en las sombras como
en las luces y reduciendo el nivel de ruido. Pero siempre evitando quemar los blancos.
Así que lo más inteligente es que te enseñe cómo hay que exponer en cada caso. Por
eso, en la sección 24, encontrarás multitud de ejemplos explicados paso a paso. Te
recomiendo que los estudies bien y los practiques.
Pero antes de estudiar casos concretos, me gustaría que tuvieras una visión más general
de cómo exponer. Para ello, quiero presentarte un flujo lógico de decisiones que deberás
tomar cuando expongas tus fotos.
No se trata de nada nuevo. Es el mismo flujo lógico que he ido utilizando a lo largo del
artículo y que, muy esquemáticamente, se puede resumir en los siguientes pasos:
• Decide la foto que quieres hacer, analiza las condiciones de luz y las limitaciones
de la escena (sección 4). La foto que tienes en mente (el efecto deseado) condiciona
algunos valores del triángulo de exposición así como el modo de exposición, el
modo de medición de la luz, si vas a compensar o no la exposición, dónde enfocar,
etc. Todo empieza por la idea.
• Determina el valor de la apertura y/o velocidad y/o ISO que te dé el aspecto creativo
que buscas: profundidad de campo, movimiento o no, efecto estrella de los puntos
de luz, etc. (sección 4).
• Establece el modo de medición de la luz que más te convenga (sección 12): puntual,
matricial, etc.
En algunas situaciones podrás saltarte alguno de estos pasos. Por ejemplo, cuando estés
fotografiando la Vía Láctea, no tendrás que medir la luz (es de noche). Así que olvídate
de los modos de medición y del tono clave.
En este caso, simplemente selecciona el modo de exposición Manual (M) y fija los
valores del triángulo de exposición que te permiten obtener la foto que buscas:
• Buscas que las estrellas sean puntos, así que fija el máximo tiempo de exposición
que te permita evitar los rastros de estrellas (con la regla NPF o la regla de los 500).
• Para compensar la exposición y a la vez capturar más estrellas, sube el ISO todo
lo que puedas dentro de los límites en los que tu cámara pueda hacer una foto sin
demasiado ruido (1600, 3200, 6400, etc.).
• Haz una foto de prueba y ajusta los valores del triángulo de exposición revisando el
histograma.
Es lo que determina los valores de la apertura, velocidad e ISO que necesitas para
conseguir ambas cosas, transmitir el mensaje que quieres y la exposición que buscas.
Para conseguir tu foto, y antes de ponerte a exponer, debes dominar cómo utilizar la
apertura, la velocidad de obturación y el ISO para producir los efectos deseados (sección
4):
• Poca profundidad de campo: utiliza aperturas abiertas (f1.4, f/2.8, f/4, etc.).
• Evitar rastros de estrellas: utiliza la regla NPF o la regla de los 500 o utiliza la
calculadora de estrellas como puntos de PhotoPills.
• Capturar estrellas, muy brillantes: aperturas abiertas (f/2.8, f/4), ISOs altos (1600-
6400).
• Capturar meteoritos, muy brillantes: aperturas abiertas (f/2.8, f/4), ISOs altos (1600-
6400).
Una vez hayas decidido el efecto y el valor de la apertura y/o la velocidad y/o el ISO para
lograrlo, podrás empezar a pensar en cómo exponer la foto.
• Manual (M): Es el modo que utilizo cuando tengo tiempo para capturar la escena.
Me permite un mayor control del resultado final.
• Medición ponderada al centro: Es útil cuando quieres fotografiar un sujeto que tiene
un alto contraste con respecto al fondo porque te permite medir la luz de ese sujeto
en concreto.
Es el tono de la escena donde mides la luz para conseguir la foto que buscas. Según la
foto que tengas en mente, debes medir un tono u otro.
A veces, te interesa medir el tono de tu sujeto para que éste quede perfectamente
expuesto. Otras veces, mides el tono más claro de la escena para capturar el máximo
detalle tanto en las luces como en las sombras.
Puesto que va a ser el protagonista de tu imagen y no hay ningún otro factor en la escena
que vaya a ser determinante en la toma, lo mejor es que realices la medición de la luz en
tu sujeto (en modo puntual) y expongas de acuerdo a ello.
Ten en cuenta que las sombras ocupan un área predominante dentro de la escena por lo
que el riesgo de que aparezca ruido es considerable.
¿Cómo se hace?
O bien, puedes medir la exposición en una de las zonas más oscuras de la escena y,
posteriormente, usar la función de compensación de exposición (±EV) para ajustar el
resultado final.
Dicho de otra forma, en una escena de alto contraste, las sombras son muy oscuras y
las luces son muy claras. Y tu cámara es incapaz de sacar detalle en ambas zonas en una
sola exposición.
Por ejemplo, supón que quieres captar un atardecer en la costa. El Sol se está poniendo
pero aún sigue por encima del horizonte.
Como elementos adicionales en tu escena están el cielo, el mar y las rocas. Por lo tanto,
el sujeto principal es el Sol, que es quién marca el tono clave.
La exposición vendrá definida por el sujeto. Ya lo tienes identificado (el Sol en el ejemplo
anterior) por lo que no tienes más que exponer en función de su tono y listo.
Por lo tanto, la foto que obtendrás es una clave baja de la puesta de Sol.
Si no quieres capturar una clave baja de la puesta de Sol, deberás recurrir a los filtros
(sección 22) o a la técnica del horquillado (sección 23).
Una vez tienes claro el valor de los elementos del triángulo de exposición que te
permiten capturar el efecto deseado, el modo de exposición y el modo de medición que
tienes que usar y dónde vas a medir la luz... es hora de empezar a exponer la foto.
A continuación, te voy explicar cómo exponer con los diferentes modos de exposición.
Después, dependiendo del ISO que utilices, la cámara calcula la velocidad de obturación
para que el exposímetro esté centrado en el cero.
• Una apertura grande te permite tener una profundidad campo pequeña (dejas entrar
más luz). Sólo una zona de la imagen estará enfocada.
• Una apertura pequeña te permite tener una mayor profundidad campo (dejas entrar
menos luz). Una gran parte de la imagen estará enfocada.
Por lo tanto, para exponer la foto, debes establecer el valor del ISO (selección del ISO en
manual o en modo automático fijando previamente un intervalo) y dejar que la cámara
elija el correspondiente valor de la velocidad.
Si utilizas ISOs bajos, tienes menos ruido en la imagen, y la cámara utiliza velocidades
lentas (posibilidad de enseñar movimiento). En cambio, si utilizas ISOs grandes, el
ruido aumenta y la velocidad es más rápida (posibilidad de congelar movimiento).
Como siempre, el resultado que busques determina los valores que te conviene utilizar.
3- Con el ISO en manual, selecciona el ISO base de tu cámara para evitar que
aparezca ruido en la imagen. O, si tu cámara te lo permite, puedes seleccionar el
ISO automático estableciendo una horquilla (por ejemplo 100-1600). En este caso,
el límite inferior es el ISO base de tu cámara y el límite superior es el valor de ISO a
partir del cual el ruido que genera tu cámara es inaceptable (sección 5).
7- Una vez hecha la foto, revisa el resultado en la pantalla LCD de tu cámara para
comprobar el nivel de profundidad de campo capturado. También comprueba si has
conseguido congelar o no el movimiento de la escena (si lo hay).
8- Al mismo tiempo, consulta el histograma para ver cómo han quedado distribuidos
los tonos claros y oscuros en tu fotografía.
9- Si no has conseguido la foto que buscas, prueba a variar la apertura para ajustar
la profundidad de campo o a incrementar el ISO para que la cámara aumente la
velocidad (si lo que buscas es congelar el movimiento).
10- También puedes compensar la exposición. Recuerda que los valores positivos
aclaran la foto y los negativos la oscurecen.
Después, dependiendo del ISO que utilices, la cámara calcula la apertura necesaria para
que el exposímetro esté centrado en el cero.
Por lo tanto, para exponer la foto, debes establecer el valor del ISO (selección del ISO en
manual o en modo automático fijando previamente un intervalo como te expliqué en la
sección 5) y dejar que la cámara elija el correspondiente valor la apertura.
Si utilizas ISOs bajos, tienes menos ruido en la imagen, y la cámara utiliza aperturas
mayores (posibilidad de una menor profundidad de campo). En cambio, si utilizas
ISOs altos, el ruido aumenta y la apertura utilizada es menor (posibilidad de una mayor
profundidad de campo).
Una vez más, el resultado que busques capturar en la foto determina los valores que te
conviene utilizar.
3- Con el ISO en manual, selecciona el ISO base de tu cámara para evitar que aparezca
ruido en la imagen. O, si tu cámara te lo permite, puedes seleccionar el ISO
automático estableciendo una horquilla, por ejemplo 100-1600 (sección 5). En este
caso, el límite inferior es el ISO base de tu cámara y el límite superior es el valor de
ISO a partir del cual el ruido que genera tu cámara es inaceptable.
6- Enfoca y dispara. La cámara elige la apertura de tal forma que la foto queda
expuesta correctamente de acuerdo con el exposímetro (centrado en el cero).
7- Una vez hecha la foto, revisa el resultado en la pantalla LCD de tu cámara para
comprobar que el movimiento aparece como deseas y si has conseguido suficiente
profundidad de campo o no.
8- Al mismo tiempo, consulta el histograma para ver cómo han quedado distribuidos
los tonos claros y oscuros en tu fotografía.
9- Si no has conseguido la foto que buscas, prueba a variar la velocidad para ajustar
cómo aparece el movimiento en la imagen o a incrementar el ISO para que la cámara
reduzca la apertura (si lo que buscas es conseguir una mayor profundidad de
campo).
10- También puedes compensar la exposición. Recuerda que los valores positivos
aclaran la foto y los negativos la oscurecen.
Como siempre, primero debes decidir lo que quieres conseguir (sección 4).
En este caso, el primer parámetro que debes fijar es el valor de la apertura que te dé la
profundidad de campo que buscas.
3- Establece el ISO más bajo posible. Es decir, el ISO base de la cámara (generalmente
ISO 100 o 200). También podrías usar un el ISO automático limitándolo a un
intervalo (sección 5).
7- Enfoca y dispara.
9- Al mismo tiempo, consulta el histograma para ver cómo han quedado distribuidos
los tonos claros y oscuros en tu fotografía.
13- Si usas un filtro de densidad neutra (ND), enfoca primero y luego coloca el filtro
delante del objetivo. Como te explicaré en la sección 22, estos filtros son muy opacos
y, dependiendo, de su opacidad, puede que la cámara no sea capaz de enfocar al no
recibir la suficiente luz.
3- Establece el ISO más bajo posible. Es decir, el ISO base de la cámara (generalmente
ISO 100 o 200). También podrías usar un el ISO automático limitándolo a un
intervalo (sección 5).
7- Enfoca y dispara.
8- Una vez hecha la foto, revisa el resultado en la pantalla LCD de tu cámara para
comprobar cómo aparece el movimiento en la escena (congelado o no) y el nivel de
profundidad de campo capturado.
9- Al mismo tiempo, consulta el histograma para ver cómo han quedado distribuidos
los tonos claros y oscuros en tu fotografía.
13- Si usas un filtro de densidad neutra (ND), enfoca primero y luego coloca el filtro
delante del objetivo. Como te explicaré en la sección 22, estos filtros son muy opacos
y, dependiendo de su opacidad, puede que la cámara no sea capaz de enfocar al no
recibir la suficiente luz.
Pero ¿qué pasa si tu cámara no tiene exposímetro o éste no funciona bien como sucede
cuando utilizas un objetivo manual?
En según qué situaciones, puedes utilizar unas reglas muy sencillas que te permiten
exponer correctamente muy rápidamente, sin tener que pasarte mucho tiempo
ajustando la exposición a ciegas usando el “prueba y error”.
“En un día soleado, si tu sujeto recibe la de luz de cara, puedes utilizar una apertura de f/16, fijar el
ISO que desees (por ejemplo el base) y establecer como velocidad el valor que resulta de dividir 1 por el
ISO configurado (1/ISO)”.
Pues que debes utilizar una apertura de f/16 y una velocidad de 1/200s.
Ten en cuenta que una apertura de f/16 produce una gran profundidad de campo. Por
lo tanto, si quieres reducirla, no tienes más que utilizar una apertura menor y aplicar la
ley de reciprocidad para calcular los otros dos parámetros del triángulo de exposición
(velocidad e ISO).
Del mismo modo, si lo que quieres es utilizar una velocidad concreta para capturar el
movimiento de una forma determinada (congelar o no ese movimiento), utiliza también
la ley de reciprocidad para cambiar los otros dos parámetros (apertura e ISO) y así
obtener la combinación que te permita conseguir el efecto que buscas.
Cómo exponer sin exposímetro: las reglas “Sunny f/16” y “Looney f/11” 294
Y si no quieres hacer los cálculos de la ley de reciprocidad de cabeza, siempre puedes
utilizar la calculadora de exposición de PhotoPills.
El principio es idéntico al de la regla Sunny f/16 sólo que en este caso, tienes que utilizar
una apertura de f/11.
Y utilizar una velocidad igual a 1 dividido por el ISO que tengas configurado (1/ISO).
Cómo exponer sin exposímetro: las reglas “Sunny f/16” y “Looney f/11” 295
20
Cómo exponer con el sistema
de zonas de Ansel Adams
Ansel Adams y Fred R. Archer crearon el sistema de zonas a finales de los años 30. Su
meta era ayudar a los fotógrafos a exponer las fotografías de manera que la foto impresa
se pareciera lo más posible a la realidad.
Sin embargo, una cámara digital, por muy moderna que sea, distingue un máximo
de 512 tonos. Aunque es de esperar que conforme avance la tecnología esto vaya
cambiando, lo más habitual es que una cámara distinga 256 tonos.
Por lo tanto, si quieres que lo que capture la cámara se asemeje lo máximo posible a lo
que ven tus ojos, tienes que ser capaz de superar las limitaciones de tu cámara.
O lo que es lo mismo, tienes que ser capaz de exponer de manera que la cámara traslade,
de la forma más fiel posible, los tonos que ves en la escena a la fotografía.
En qué consiste
El sistema de exposición por zonas te ayuda a averiguar el número de pasos de luz que
tienes que subexponer o sobreexponer la escena para conseguir la foto que buscas. Ya
sea reflejar fielmente lo que ves en la escena o darle tu propio toque artístico.
Con este diagrama en mente, estudia la escena a conciencia, divídela en áreas según los
tonos y decide qué área de la escena quieres correctamente expuesta (su color aparecerá
en la foto como lo ven tus ojos). Es en ese área dónde vas a medir la luz al exponer.
Seguidamente, identifica el tono del área de la escena elegida con el tono que
corresponda del diagrama de zonas, y quédate con el número de zona (I, II, III, etc.). De
esta manera, estás relacionando los tonos de la escena con lo tonos que puede capturar
tu cámara.
Finalmente, quédate con el tono medio de cada zona y enumera las 11 zonas.
En este caso, para obtener una fotografía correctamente expuesta, necesitas compensar
la exposición.
Imagina que tienes ante ti un paisaje nevado. Has medido la luz en la nieve y expuesto
centrando el exposímetro en el cero.
Así es que decides corregir la exposición de manera que la nieve aparezca en la foto con
su bonito color blanco y con textura.
Sabiendo que entre dos zonas consecutivas hay 1 paso de luz de diferencia, para
conseguir llevar el gris medio de la zona V (cinco) al blanco nieve de la zona VIII (ocho)
debes compensar la exposición en 3 pasos de luz (VIII-V).
Así que coges la cámara, mides la luz en la nieve, y sobreexpones 3 pasos la escena
(+3EV).
En resumen, la clave del sistema de zonas es que determines visualmente cómo quieres
que las áreas de tu escena aparezcan en la imagen final. Debes decidir con qué zona del
diagrama de zonas coincide el tono de la escena para el que quieres exponer.
Sencillo ¿no?
Sin embargo, las cámaras réflex o las cámaras sin espejo tienen exposímetros con
predominancia, por defecto, a medir en el centro. Por lo tanto, su sensibilidad es mayor
en el centro del encuadre y se desvanece hacia los bordes. Además, el tamaño de ese
punto de medición depende de la distancia focal del objetivo.
Eso significa que si usas el exposímetro de tu cámara, por mucho que uses la medición
puntual, puede que tu medición no sea del todo exacta.
• Haz la medición con un súper teleobjetivo para que el área de tu punto de medición
sea la menor posible.
El segundo “pero” es que la foto final depende de tu habilidad al elegir el área del
encuadre que quieres medir, el área que quieres correctamente expuesta y con detalle… y
su zona del diagrama de zonas correspondiente.
Por ejemplo, imagina que quieres hacer un retrato de una mujer de piel clara. En este
caso, es muy importante que expongas correctamente la piel. Así que te recomiendo que
midas la luz en la piel de tu modelo y expongas en un área comprendida entre la zona IV
y la VI, dependiendo del caso.
El único secreto es practicar hasta que seas capaz de elegir sin titubeos el área adecuada
donde medir la luz y su zona correspondiente del diagrama de zonas.
1- Elige el área de tu escena dónde quieres medir la luz (el tono clave), la que quieras
que quede correctamente expuesta (o quieres exponer a tu gusto).
2- En el diagrama de zonas, identifica la zona del tono que quieres que tenga ese área
en la foto y quédate con el número de zona. Por ejemplo, puede que quieras colocar
un follaje oscuro en la zona IV o, como hemos visto antes, una montaña nevada en la
zona VIII.
6- Por ejemplo, si quieres que tu área favorita esté en la zona VII, aumenta la
exposición en 2 pasos (+2EV) con respecto a lo que te diga el exposímetro (centrado).
Puede que te parezca un sistema anticuado pero Ansel Adams sabía lo que hacía. Si lo
aplicas correctamente, ¡funciona siempre!
Tanto a mí como al resto del equipo de PhotoPills, nos gusta hacer planificaciones
con la Luna llena para que salga justo detrás de una barraca ubicada en Punta Nati
(Menorca). Y cuando llega ese día, utilizamos las siluetas que la Luna va creando para
contar historias.
Sólo algunas cámaras de video de gama alta o algún firmware “no propietario” ofrecen la
posibilidad de grabar vídeo en RAW.
Si eres un aficionado al vídeo, aquí tienes una serie de consejos útiles para exponer
correctamente tus vídeos.
Tu exposición debe guiarse por una lectura correcta del histograma. Gracias a él sabrás
si toda la información de la escena se encuentra dentro del rango dinámico de la cámara.
Calcula la velocidad
Fija la velocidad conforme a la regla de los 180 grados. Esta es una regla básica en el
mundo del vídeo que viene de la época en la que se usaban cámaras de cine con película
de 35mm.
En este tipo de cámaras de cine, el obturador es una pieza semicircular que gira
continuamente. De esta forma, el fotograma está expuesto durante el tiempo en que el
obturador no lo tapa (es decir que deja pasar la luz).
Cuando el obturador se abre, se expone el fotograma. Cuando se cierra, el mecanismo coloca el siguiente fotograma en posición.
Diagrama de Joram van Hartingsveldt.
La velocidad la determinan los fotogramas por segundo (fps) a los que estás grabando.
Por lo tanto, selecciona una velocidad igual a uno partido por el doble de fps que
utilices:
Si no eres un friqui de las matemáticas y aborreces el cálculo mental, estos son los
tiempos de exposición más frecuentes:
Como te decía, esta regla te permite que el movimiento que aparece en la escena tenga
un aspecto natural, parecido al de una película de cine.
¿Cómo se explica?
Sin embargo, cuando el ojo humano ve una sucesión a una determinada velocidad
(determinada en fps) del conjunto de fotogramas, los percibe nítidos. Siempre y cuando
se haya usado una velocidad de obturación (o tiempo de exposición) adecuada...
La culpa de eso la tiene el enorme contraste que hay entre las luces y las sombras de la
escena.
La buena noticia es que hay varias formas de capturar con éxito escenas con alto
contraste. En concreto, voy a explicarte dos formas de hacerlo:
Pero antes de hablar de filtros y de cómo los puedes utilizar, empecemos por el
principio...
Cuando esto sucede, decimos que el rango dinámico de la escena supera al rango
dinámico de la cámara.
Filtros ND y GND.
• Los filtros de densidad neutra (neutral density filter o ND filter en inglés) que limitan
la luz de manera uniforme en toda su superficie.
• Los filtros degradados de densidad neutra (graduated neutral density o GND filter en
inglés) que limitan la luz de forma gradual (no uniforme) a lo largo de su superficie.
Este tipo de filtros son muy útiles para fotografiar escenas de alto contraste.
Para entender cómo funcionan los filtros degradados (GND), que son los que vas a
utilizar para capturar con éxito las escenas de alto contraste, primero hay que entender
cómo funcionan los filtros no degradados o uniformes (ND).
Pues que el filtro ND te permite reducir la luz que llega al sensor de forma uniforme. Te
permite restar luz. Esto te ayuda a capturar determinados efectos sin sobreexponer la
escena:
• Puedes ralentizar la velocidad para crear bonitos efectos sin sobreexponer los tonos
más claros. Te permite, por ejemplo, capturar el efecto seda en el mar durante una
puesta de Sol.
• Puedes utilizar aperturas mayores (sin sobreexponer la escena) para capturar una
menor profundidad de campo. Es útil, por ejemplo, si quieres separar el sujeto del
fondo en un contraluz.
El efecto conseguido depende del número de pasos de luz (sección 6) que sea capaz de
restar el filtro utilizado (1, 2, 3 pasos...).
Otra ventaja del filtro de densidad neutra es que resta la luz de forma uniforme. Por lo
tanto, no altera ni el contraste ni la nitidez de tu imagen. Tampoco introduce ninguna
dominante de color (aunque, desgraciadamente, este no es siempre el caso dependiendo
del fabricante del filtro).
Los filtros tienen dos formatos: circulares de rosca o cuadrados (también llamados de
hoja).
Los circulares de rosca no son nada fáciles de usar. Y para colmo, tienen dos
inconvenientes:
• Cuando quieres aplicar varios filtros, el hecho de colocar unos encima de otros
produce viñeteo (un oscurecimiento que se produce en las esquinas de la foto).
Por estos motivos te recomiendo que utilices los filtros cuadrados o de hoja.
En este caso, necesitas un buen portafiltros para utilizarlos. Yo utilizo uno de Lucroit.
Así, un filtro ND2 reduce en 1 paso la luz que llega al sensor. Un ND4 2 pasos, un ND8 3
pasos y un ND400 entre 8 y 9 pasos, y así sucesivamente.
Recuerda que por cada paso de luz que reduzcas la exposición, el sensor captura la
mitad de luz (sección 6).
Por tanto, un filtro deja pasar solamente 1/2potencia de la luz inicial. En este caso,
“potencia” es el número de pasos que resta el filtro.
Según la luz que quieras restar, elige un filtro más o menos denso.
Nikon D4s | 14mm | f/16 | 10s | ISO 400 | 7500K | Filtro ND64 (6 pasos) y GND 0.6 inverso (2 pasos)
“Pero Toni, ¿por qué no puedo cerrar la apertura hasta f/22 o incluso más?”
Porque al utilizar una apertura tan cerrada corres un riesgo alto de pérdida de nitidez a
causa de la difracción.
Utiliza un filtro ND y no tendrás que cerrar tanto el diafragma. Así desaparece el riesgo
de difracción.
Nikon D700 | 85mm | f/1.7 (escala ½ paso) | 1/500s | ISO 200 | 5700K | Filtro ND8 (3 pasos)
Si quieres abrir más el diafragma para conseguir una profundidad de campo menor y
separar totalmente a tu sujeto del fondo, tu sujeto no te quedará bien expuesto, ya que
no podrás utilizar velocidades superiores a 1/4000s.
En este caso, puedes utilizar por ejemplo un filtro ND de 2 pasos para reducir la luz, lo
que te permitirá abrir el diafragma 2 pasos hasta f/1.4 (siempre y cuando tu objetivo te
lo permita) manteniendo la exposición pero consiguiendo una menor profundidad de
campo.
En definitiva, los filtros ND te permiten utilizar una mayor apertura y una menor velocidad
para conseguir efectos que serían imposibles de conseguir sin sobreexponer la foto.
En otras palabras, al aplicar un filtro ND, consigues reducir la luz que llega al sensor de
forma uniforme. En contrapartida, puedes aumentar la apertura y/o reducir la velocidad
y seguir manteniendo la exposición correcta.
Bueno, ahora que ya sabes qué es un filtro de densidad neutra, para qué sirve y qué
puedes conseguir con él, vamos con la parte más interesante… ¡Cómo usarlo!
Después, fija el valor de la apertura o velocidad que necesites para obtener el efecto que
buscas.
Por último, utiliza la ley de reciprocidad para calcular qué filtro necesitas para mantener
la exposición.
• Calcula qué filtro necesitas para mantener la exposición correcta. Para ello puedes
utilizar la calculadora de exposición de PhotoPills. Averigua el número de pasos de
luz en que se incrementa la exposición al utilizar la nueva velocidad de obturación (o
apertura) con respecto a la foto de prueba.
Dispara y disfruta.
Veamos un ejemplo.
Para ello, utiliza el modo de exposición Manual (M), mide la luz en el tono clave, en este
caso el tono más claro del cielo, y ajusta los valores del triángulo de exposición hasta
conseguir una exposición correcta.
Supongamos que fijas un apertura de f/11 para obtener una profundidad de campo
adecuada, un ISO de 100 para no tener ruido en la foto y un tiempo de exposición de
1/125s para exponer correctamente la foto.
Consultando la tabla de la sección 4, deduces que necesitas una velocidad más lenta que
1s para lograr el efecto seda.
En este caso, la manera más práctica de ver qué velocidades puedes usar con los filtros
que tienes a tu disposición es utilizar la calculadora de exposición de PhotoPills.
Así que abre PhotoPills, y en la calculadora de exposición establece que el parámetro que
quieres calcular es la “velocidad de obturación”. Seguidamente, introduce los ajustes
que has utilizado en la foto de prueba: f/11, 1/125s e ISO 100 (“Ajustes de prueba” en la
primera captura de pantalla que tienes un par de párrafos más abajo).
Después, introduce los parámetros de la foto objetivo (“Ajustes equivalentes”): son los
mismos valores de apertura f/11 e ISO 100. A continuación, ajusta los pasos del filtro ND
hasta obtener una velocidad que te permita obtener el efecto deseado.
Por ejemplo, en la segunda captura de pantalla, estás utilizando un filtro de 3 pasos que
te permite poder exponer durante 1/15s. Es una velocidad insuficiente todavía.
Probando otros filtros, puedes ir viendo cómo se ralentiza la velocidad. Por ejemplo, si
utilizas un filtro de 10 pasos, puedes exponer durante 8s. Así refuerzas el efecto seda en
el agua (segunda captura de pantalla).
En la práctica, lo mejor que puedes hacer es ir sacando fotos con distintos filtros ND y
sus respectivas velocidades, para luego decidir qué velocidad te da el aspecto del agua
que estás buscando.
Ahora que ya sabes qué es un filtro, volvamos al objetivo de esta sección: fotografiar con
éxito escenas de alto contraste.
Esto nos lleva a otro tipo de filtros, los filtros degradados de densidad neutra (GND).
Pero, a diferencia de los filtros ND, la densidad de estos filtros varía gradualmente en su
superficie (no son uniformes).
Nikon D4s | 110mm | f/11 | 1/60s | ISO 100 | 5850K | Filtro GND suave 0.9 (3 pasos)
• Después, la densidad de este gris aumenta gradualmente, restando cada vez más luz.
En definitiva, son unas gafas de sol para tu objetivo cuyos cristales tienen un tinte
progresivo.
Aunque algunos fotógrafos consideran los filtros como una herramienta artificial que altera
la realidad, lo cierto es que un filtro degradado de densidad neutra te ayuda a conseguir
justamente lo contrario: captar una foto que se acerca mucho a lo que tus ojos ven.
1- El rango dinámico. Te permite captar escenas cuyo nivel de luminosidad supera las
capacidades de tu cámara. Este el aspecto más conocido de este filtro.
Esto se debe a que el filtro acerca los tonos extremos a los tonos medios, que es
donde la curva tonal de tu cámara tiene más contraste (y dónde tus ojos son más
sensible a diferencias tonales).
Por lo tanto, el detalle y el color de la imagen mejoran. Esta es quizá la ventaja que
muchos fotógrafos desconocen (¡y que ahora tú ya sabes!), pero que produce grandes
mejoras en la imagen final.
Incluso los podrías utilizar en escenas en las que el rango dinámico de la escena no
supera al de tu cámara. Por ejemplo, te pueden servir para acentuar la definición de
las nubes, o para oscurecerlas y que tengan más presencia con respecto al resto de
elementos.
En realidad, como verás más adelante, sus aplicaciones son (casi) infinitas.
Pero primero veamos los diferentes filtros GND que existen en el mercado.
Los filtros que habitualmente se utilizan son los que restan 1, 2 y 3 pasos de luz. En el
cuadro siguiente tienes la nomenclatura en función de la marca de filtros.
Utiliza estos filtros cuando la escena tenga un horizonte limpio (cuando no haya
elementos por encima del horizonte). O cuando exista una línea recta evidente que
separe los tonos claros de los oscuros en la escena.
En cambio, en los filtros de transición suave la transición es tan gradual que casi no se
aprecia cuando pasa de la parte oscura a la transparente.
Estos filtros te vienen muy bien cuando tienes elementos por encima del horizonte. O
sea, cuando la separación entre los tonos más claros y los más oscuros no está marcada
por una línea recta.
Veamos ahora cómo es aconsejable que elijas la densidad de tus filtros degradados.
Para determinar la densidad del filtro que necesitas (los pasos de luz que resta), debes
calcular la diferencia de pasos de luz que hay entre la zona más clara y la más oscura de
la escena.
¡Vamos a calcularlo!
Imagina que quieres utilizar un filtro degradado para capturar el paisaje de mar que ves
en la siguiente foto. En este caso, usas un filtro de transición suave porque no tienes un
horizonte limpio.
• Un filtro inverso de transición suave. Un filtro inverso tiene la zona central más
oscura y va degradándose hacia la parte superior. La parte inferior es prácticamente
translúcida.
Ahora, mide la luz en el cielo y determina la exposición para que el exposímetro esté
centrado en el cero (5 1/3 EV). Seguidamente, mide la luz en las rocas y determina otra
vez la exposición (7 1/3 EV).
La diferencia de exposiciones (5 1/3 - 7 1/3 = 2) te indica los pasos de luz que hay entre
ambas zonas. O lo que es lo mismo, te indica la densidad del filtro que debes utilizar
para igualar la exposición para esa escena en concreto.
Sin embargo, según mi experiencia, te aconsejo que uses un filtro de una intensidad
algo menor si quieres conseguir un efecto lo más natural posible.
1/100 > 1/80 > 1/60 > 1/50 > 1/40 > 1/30 > 1/25
En la práctica, en cuanto empieces a usar los filtros, cada vez te resultará más fácil
decidir qué filtro utilizar para conseguir la foto que persigues.
Aunque tus ojos te dejen disfrutar de toda la belleza de la escena, tu cámara no es capaz
de exponerla correctamente. Haz la prueba y verás que tienes que decidir entre exponer
el cielo o el primer plano.
Antes de ponerte a jugar con los diferentes filtros, debes decidir tres parámetros:
densidad, transición y posición.
En segundo lugar, deberás decidir el tipo de transición del filtro (dura o suave) en
función de si los tonos claros y oscuros están separados por una línea o no.
Cuando tienes un horizonte limpio (no hay elementos por encima del horizonte),
puedes utilizar un filtro de transición dura. En caso contrario, un filtro con transición
suave te va a ayudar a que su efecto sea más sutil con respecto a esos elementos que
sobresalen por encima del horizonte.
En cualquier caso, yo siempre recomiendo que uses filtros con transición suave. Son
más versátiles y además así tienes que cargar con menos equipo. ¡Tu espalda te lo
agradecerá!
Siguiendo con el ejemplo, está claro que la escena no tiene un horizonte limpio, hay
rocas sobresaliendo por encima de él. Así que deberás utilizar un filtro de transición
suave.
También tienes que tener en cuenta el tamaño del sensor. Un mismo filtro degradado,
puede servir en una cámara de formato completo y no hacerlo, por ejemplo, en una
cámara de formato un Micro 4/3 porque el área de degradado es demasiado grande
con respecto al tamaño del sensor. Antes de comprar un filtro averigua si sirven para tu
cámara.
A pesar de que la zona de transición se ve con más o menos claridad cuando miras a
través del filtro (antes de colocarlo delante del objetivo), la posición en la que tienes que
colocarlo con respecto al objetivo es mucho menos obvia cuando miras a través del visor.
Nikon D4s | 18mm | f/16 | 1/3s | ISO 100 | 6250K | Filtro GND 0.9 duro (3 pasos)
Nikon D4s | 18mm | f/16 | 1/3s | ISO 100 | 6250K | Filtro GND 0.9 duro (3 pasos)
Pero sobre todo... ¡No tengas miedo a probar, equivocarte y ser creativo!
¿Por qué?
Porque aquellos elementos que estén por encima del horizonte pueden aparecen en la
imagen final más oscuros que el resto de la escena.
Ya casi hemos terminado con esta sección. Sólo me falta comentarte un par de cosas
más avanzadas que espero que te sirvan.
Su peculiaridad es que la parte más oscura, la que determina la densidad del filtro, se
encuentra en la parte central, y se va aclarando progresivamente hacia la parte superior.
Por le contrario, la mitad inferior es completamente transparente (para no restar luz en
el primer plano).
Se usa sobre todo para fotografiar salidas y puestas de Sol a contraluz con el horizonte
limpio (sin elementos por encima).
Al tener el Sol en el horizonte (ya sea dentro o fuera del encuadre, como en el ejemplo
que he puesto abajo), la parte central de la imágen es la más luminosa, por lo que es
Nikon D4s | 18mm | f/16 | 2min | ISO100 | 7500K | Filtro ND64 (6 pasos) y GND 0.6 inverso (2 pasos)
Estos son los filtros graduados inversos de densidad neutra (GND) que tengo en mi
arsenal. Los tengo en dos tamaños, dependiendo del sensor de la cámara que vaya a
usar.
Pero te aviso de antemano: no es nada fácil de realizar. Es muy difícil controlar cómo va
a quedar la foto final y requiere de mucha práctica.
Si tienes interés en practicar esta técnica, te sugiero que le eches un vistazo a “El uso de
los filtros en movimiento”, un artículo de mi amigo José B. Ruiz en el que lo explica con
todo lujo de detalles.
O lo que es lo mismo, con la técnica del horquillado, puedes generar una imagen de alto
rango dinámico (high dynamic range o HDR en inglés) en la que cabe el rango dinámico
de la escena.
Nikon D4s | 28mm | f/5.6 | 1/800s, 1/200s, 1/50s | ISO 100 | 6500K
Por desgracia, tienes que pagar un pequeño precio. Al ampliar el rango dinámico
capturado, inevitablemente se producirá una reducción del contraste en determinados
tonos. Para evitarlo, siempre puedes ajustar el contraste durante la edición.
Otro de los grandes inconvenientes del horquillado es que todos los elementos
de tu escena deben estar estáticos ya que cada toma debe ser idéntica a las demás,
exceptuando en lo que se refiere a la exposición.
Si puedes utilizar un filtro, puedes capturar la escena en una sola foto y, además,
mantienes el contraste por zonas.
Los filtros son ideales para aquellas escenas en las que los tonos oscuros y los claros
están separados por una línea recta, como por ejemplo sucede con los paisajes que
incluyen el horizonte.
En cambio, en escenas con una distribución de los tonos más compleja, como la de las
fotografías siguientes, utiliza la técnica del horquillado.
La escena que se ve en las fotografías contiene tres zonas tonales delimitadas por las
transiciones bruscas que se producen en sus bordes: el mar, las rocas y el cielo.
Necesitarías un filtro personalizado para poder captar esta escena en una sola
exposición.
Sin embargo, si estuvieras allí viendo la escena tú mismo, serías capaz de apreciar
detalle en las tres zonas porque tus ojos se acostumbran fácilmente a la diferencia de
iluminación.
En este caso, para capturar una imagen parecida a lo que ven tus ojos, deberás utilizar la
técnica del horquillado.
Te recomiendo utilizar un buen trípode y una buen rótula, aunque también puedes
utilizar esta técnica a mano alzada (si tienes buen pulso). En este caso yo utilizo una
velocidad alta y el modo de disparo en ráfaga activado.
En cuanto al trípode...
Tienes que hacer varias tomas de la misma escena con diferentes exposiciones. Así que
es esencial que el encuadre sea siempre el mismo. ¡Tu cámara no puede moverse!
Sí, ya sé que tanto Lightroom como Photoshop incluyen herramientas muy potentes que
son capaces de superponer y alinear fotos que tengan una ligera desviación. Pero cuanto
menor sea esa desviación, mucho mejor. Y si no hay desviación, ¡genial!
Un mayor número de tomas te permite obtener una distribución tonal más equilibrada
durante el revelado y procesado.
Veamos cómo se traduce esto usando el ejemplo anterior. En este caso, he realizado 3
tomas.
• La toma más oscura no tenga los negros empastados, ni ruido en las zonas más
oscuras.
La diferencia de exposición entre cada toma varía según el gusto de cada fotógrafo, pero
a mí me gusta que sea de un paso, idealmente variando la velocidad de obturación (y
dejando constantes la apertura y el ISO).
Recuerda que cada paso implica doblar (+1 paso) o dividir por dos (-1 paso) la luz que
capturada por el sensor.
-2 pasos (-2EV) < -1 paso (-1EV) < 0 < +1 paso (+1EV) < +2 pasos (+2EV)
TRUCOS
Puedes usar el horquillado para reducir el ruido en las sombras. Aunque tu escena no sea
de alto contraste, al reducir el ruido en las sombras tu foto final mejora.
Así que no se me ocurre mejor forma de ayudarte a asimilar los conocimientos de este
artículo que mostrándote multitud de ejemplos con fotos reales, fotos que he hecho yo
mismo.
En mis días de mayor inspiración, me pongo mi camiseta de Exposición-man y me doy una vueltecita en un Porsche 911 Carrera...
(Bromas aparte, ¡el Porsche no es mío!)
¡A ataque!
Cuando fotografías la Vía Láctea, tu objetivo es capturar las estrellas como grandes
puntos brillantes durante el tiempo de exposición.
Esto implica que, por un lado, te interesa utilizar una velocidad de obturación lenta. A
menor velocidad, más brillantes y grandes serán las estrellas.
Para usar la regla de los 500 simplemente divide 500 por la focal efectiva (focal × factor
de recorte) que utilices y obtendrás la velocidad máxima (más lenta) que te permitirá
evitar los rastros de estrellas. Es muy fácil de calcular pero tiene el inconveniente de que
falla en las cámaras modernas con muchos megapíxeles.
La regla NPF es más exacta, pero más complicada. Tiene en cuenta la medida de los
píxeles de la cámara, la apertura, la distancia focal y la declinación de las estrellas. Para
calcularla puedes utilizar la calculadora de estrellas como puntos de PhotoPills. ¡Puedes
hacerlo incluso con la Realidad Aumentada!
Recuerda que cuanto mayor sea apertura, más luz y más estrellas capturarás.
Al utilizar una focal corta (14-35mm) para capturar la mayor parte del paisaje y del cielo,
y una apertura grande para capturar el máximo de luz, puedes maximizar la profundidad
de campo enfocando a la distancia hiperfocal.
Finalmente, elige el valor del ISO que te dé una foto correctamente expuesta. Lo normal
es que uses ISOs elevados (800, 1600, 3200, etc.), así es que presta mucha atención al
ruido que se genere.
Por tanto, fija primero la apertura y la velocidad para obtener la foto que deseas.
Después, haz varias fotografías de prueba y revisa el histograma para ajustar el ISO que
te dé la exposición correcta.
• Focal: Distancia focal pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo
de paisaje y de cielo posible.
• Velocidad: La máxima posible pero evitando los rastros de estrellas. Calcúlala con la
regla NPF, la regla de los 500 o con PhotoPills. Normalmente por debajo de los 30-
35s.
• ISO: Utiliza el mayor ISO posible (1600, 3200, 6400) con el que tu cámara no
produzca demasiado ruido. Al igual que en la apertura, necesitas un ISO alto para
capturar más luz.
Si quieres hacer fotos espectaculares de la Vía Láctea, encontrarás todos los secretos en
nuestra guía “Cómo hacer fotos contagiosas de la Vía Láctea”.
Cuando estás fotografiando fauna salvaje, las posibilidades de poder acercarte a tu sujeto
son mínimas. Por lo tanto, vas a tener que utilizar un súper teleobjetivo (300-600mm).
Pues que la profundidad de campo que obtienes en la foto es muy reducida. Por lo que
puedes verte tentado de cerrar la apertura para aumentar la profundidad de campo.
¿Por qué?
La culpa la tiene la rápida velocidad (por debajo de 1/1000s) que debes utilizar para
congelar el movimiento del animal (o animales).
Al utilizar una velocidad rápida, tienes que utilizar aperturas mayores e ISOs elevados
(e incluso añadir luz con un teleflash) para que el sensor capture la luz adecuada para
obtener una exposición correcta.
• Apertura: Una apertura grande para poder utilizar una velocidad rápida.
• ISO: Empieza con un ISO bajo y súbelo en función de las condiciones de luz en las
que te encuentres. Lo más importante es que conozcas los límites de tu cámara.
Vale más que abandones y vuelvas otro día cuando las condiciones sean mejores que
desmoralizarte por los resultados obtenidos.
• Dónde enfocar: Enfoca en los ojos del ave. De esta manera conseguirás que toda la
cabeza esté en foco. En esta ocasión, estaba dentro de un escondite (hide en inglés)
por lo que podía trabajar a la altura del ave, y conseguir así una toma más atractiva
visualmente.
• Haz la foto, revisa que todo esté enfocado y con la iluminación que quieres. En caso
contrario y siempre que puedas volver a hacer la foto, compensa la exposición y
asegúrate de que la foto esté correctamente expuesta (revisa el histograma).
• Conseguirás mejores resultados evitando las horas centrales del día. La mejor hora
es al amanecer o atardecer, donde la luz cálida da un toque especial al resultado final.
Pero intuía que el ave no se alejaría, sino que se acercaría más. El problema es que si esto
era así, mi ASP-C sólo me iba a permitir capturar un simple retrato y no el ave entera. Así
que cambié rápidamente el cuerpo y monté una cámara de formato completo (full frame
en inglés).
El resultado está a la vista. Si hubiera tardado un par de segundos más o el ave se llega a
acercar un poco más cerca no hubiera conseguido que entrase en el encuadre.
Nikon D700 | 500mm | f/4.8 | 1/30s | ISO 1600 | Temperatura “luz de día”
La fotografía de Luna de larga distancia requiere una gran estabilidad y una distancia
focal larga. Tienes que utilizar un súper teleobjetivo (entre 300mm y 600mm, por
ejemplo).
• Equipo: Recomiendo una cámara APS-C o Micro 4/3 para aprovechar el factor de
recorte. Trípode, teleobjetivo y disparador.
• Apertura: f/5.6 y f/8 con las que cierras el diafragma hacia el punto dulce del objetivo
y obtienes una imagen nítida. El punto dulce de tu objetivo es el número f en que
el objetivo te ofrece la máxima nitidez a la vez que reduce las distorsiones y las
aberraciones cromáticas. Encontrarás este punto cerrando 1 o 2 pasos la apertura
más abierta.
• Velocidad: Adáptate a la luz existente, teniendo en cuenta que puedes usar una
velocidad de hasta 2s sin que la Luna quede movida.
• Haz la foto, revisa que todo esté enfocado y con la iluminación y contraste que
buscas. En caso contrario, compensa la exposición y asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). La Luna llena sólo sale una vez al
mes, comprueba los resultados ampliando la imagen resultante.
Es la única imagen en la que las dos chicas (que venían de fiesta y están desenfocadas) se
apartaron de la línea imaginaria entre mi cámara y la amazona.
Fue una verdadera suerte conseguir esta imagen ya que, aunque no era su intención, las
dos chicas completan el encuadre de la amazona y la Luna.
El contraste que se crea al resaltar una silueta con la luz brillante de la Luna hace de este
tipo de fotografía una cuna interminable de ideas. Utilizando la Luna como escenario
tienes todo un libro de historias.
Es, de nuevo, un tipo de fotografía que necesita el uso de un súper teleobjetivo (300-
600mm).
Normalmente hago este tipo de fotografías durante el crepúsculo náutico (cuando el Sol
está por debajo de los -6 grados de elevación), aunque también se pueden hacer en el
tramo final de la hora azul. Entender la luz natural en cada momento del día te ayuda a
saber qué tipo de fotos puedes hacer.
Al utilizar una velocidad rápida para capturar la Luna, puedes incluir en tu encuadre un
sinfín de elementos. Como puedes ver en la imagen, puedes incluso congelar el vuelo de
una cometa.
Y si te atreves, puedes ir un paso más allá y grabar un vídeo utilizando las siluetas
de Luna para contar una historia. En este artículo te enseñamos cómo crear vídeos
sorprendentes con siluetas de Luna.
• Equipo: Recomiendo una cámara APS-C o Micro 4/3 para aprovechar el factor de
recorte. Trípode, súper teleobjetivo y disparador.
• ISO: Es preferible empezar con el ISO base (el más bajo) de tu cámara e ir subiéndolo
a medida que la velocidad sea menor de 1/125s. A veces es preferible subir un paso
el ISO que abrir el diafragma, para controlar la profundidad de campo o la nitidez
general de la imagen. Recuerda que debes conocer los límites de sensibilidad de tu
cámara (ruido).
• Balance de blancos: Manual. Depende del momento de la captura. Vas a hacer esta
imagen antes de que salga el Sol o después de que se haya puesto. Por tanto, una
temperatura cálida puede reforzar el color anaranjado de la Luna siempre que tu
composición incluya la Luna cerca del horizonte. Por el contrario, cuando la Luna
está bastante alta, selecciona una temperatura de 4000K aproximadamente si
quieres mantener una temperatura que esté equilibrada con su color natural. Aunque
siempre lo puedes corregir en la edición.
• Haz la foto, revisa que todo esté enfocado y con la iluminación y contraste que
buscas. En caso contrario, compensa la exposición y asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). La Luna no te espera: verás lo rápido
que avanza a lo largo de tu encuadre.
Como se puede apreciar en esta imagen, quise añadir la sensación de movimiento con la
incorporación de una cometa. El rápido paso de la Luna casi deja sin salir en escena a la
persona que sujeta la cometa.
Nikon D7100 | 500mm | f/8 | 1/250s | 400 ISO | 6700K | Multiplicador 1,4x
Requiere una gran estabilidad y una focal larga. Por lo tanto, tienes que utilizar un súper
teleobjetivo (300-600mm).
No fotografíes la Luna únicamente cuando esté llena. Las fases anteriores o posteriores
acentúan el contraste de los cráteres y puedes observar con más detalle el volumen de la
superficie lunar.
En este caso aproveché para incluir a Marte (ese punto diminuto que está a la izquierda)
en el encuadre junto con la Luna creciente.
• Equipo: Recomiendo una cámara APS-C o Micro 4/3, para aprovechar el factor de
recorte. Trípode, súper teleobjetivo y disparador.
• Apertura: Entre f/5.6 y f/8 con las que estás cerrando el objetivo hacia su punto dulce
y obtienes una imagen nítida.
• Velocidad: A partir de 1/125s, teniendo en cuenta que, con velocidades menores (no
más de 2s) y con el equipo bien estabilizado, consigues captar la Luna bien expuesta.
• ISO: El mínimo posible, teniendo en cuenta que la velocidad mínima que puedes
usar es de 2s para que la Luna no aparezca movida. Si el exposímetro no está
centrado en el cero, sube poco a poco el ISO, siempre dentro de los límites de ruido
que genere tu cámara.
• Haz la foto, revisa que todo esté enfocado y con la iluminación y contraste que
buscas. En caso contrario, compensa la exposición y asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma).
• Un truco interesante en este tipo de fotografía es levantar de espejo (si lo tiene, claro
:P). Aunque la cámara esté sobre un trípode el peso del cuerpo más el del objetivo
puede jugarte una mala pasada.
Fotografía las diferentes fases de la luna con los mismos parámetros. Verás que al
juntarlas en una sola imagen (composite en inglés) obtendrás una composición de estética
sorprendente.
Nikon D700 | 14mm | f/2.8 | Un sólo disparo de 10min 11s de exposición | ISO 200 | 3400K
Capturar una foto de rastros de estrellas en una sola exposición es un reto para cualquier
fotógrafo y para cualquier sensor, dependiendo de su comportamiento frente al ruido.
Pero también es una experiencia muy gratificante y emocionante que te recomiendo vivir.
• Evita, a ser posible, la Luna llena. Refleja mucha luz y dificulta captar estrellas.
En nuestra guía sobre cómo fotografiar rastros de estrellas encontrarás muchos más
ejemplos y explicaciones paso a paso.
Teniendo en cuenta las condiciones de poca luz (es de noche) en las que te encuentras,
usa la mayor apertura que te permita tu objetivo (f/2.8, f/4…) para capturar la máxima
cantidad de luz. A mayor apertura, más luz y más estrellas capturarás.
Cuida la composición incluyendo un primer plano llamativo que realce los rastros de
estrellas. Incorpora en tu encuadre un árbol, una edificación o un modelo y tu imagen
final será potente.
Al utilizar una focal corta (14-35mm) para capturar la mayor parte del paisaje y del cielo,
y una apertura grande para capturar el máximo de luz, puedes maximizar la profundidad
de campo enfocando a la distancia hiperfocal.
Finalmente, elige el valor del ISO que te dé una foto correctamente expuesta. Lo normal
es que uses ISOs bajos (100-200) para evitar el ruido en la larga exposición.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor), objetivo gran angular,
intervalómetro, trípode y rótula robustos, linternas, LEDs y un sistema anti humedad
(echa un vistazo al equipo para rastros de estrellas).
• Focal: Una focal pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo
de paisaje y de cielo posible. Desactiva también la reducción de ruido para largas
exposiciones, si tu cámara tiene esta función. La reducción se aplica el mismo
tiempo que la duración de la fotografía, así que en una imagen de 20s, en la mayoría
de las cámaras tendrás que esperar otros 20s para que la cámara procese la imagen
intentando eliminar ruido.
• Velocidad: La máxima posible para poder sacar la longitud máxima de los rastros de
estrellas. Una velocidad de 30-60min es más que suficiente.
• ISO: Teniendo en cuenta que disparas una sola exposición muy larga para obtener
una determinada longitud de rastros de estrellas, son la velocidad y el ruido los que
establecen los valores de apertura e ISO que puedes utilizar. El mayor problema que
tienes es el ruido. Por lo tanto, mantén el valor ISO lo más bajo posible (100, 200). A
continuación, elige la apertura que corresponda para obtener la velocidad deseada.
• Balance de blancos: Manual. Si quieres capturar los colores reales de las estrellas y la
escena directamente con la cámara, te recomiendo que empieces con los siguientes
valores y los vayas ajustando a tu gusto: 3900K con cielo oscuro y 3400K con
contaminación lumínica. Aunque siempre lo puedes corregir en la edición.
• Haz la foto, revisa que todo esté enfocado y con la iluminación que quieres. En caso
contrario, vuelve a enfocar a la hiperfocal y/o rectifica la iluminación.
Nikon D4s | 14mm | f/4 | 15s (1h 20min de tiempo de exposición total) | 800 ISO | 3250K | 320 fotos editadas en Lightroom y
apiladas con StarStaX
Hacer fotos de rastros de estrellas con múltiples tomas tiene muchas ventajas con
respecto a hacerlas en una sola exposición.
También tienes más control sobre la iluminación del primer plano porque puedes añadir
luz en la primera y última foto. Así, tienes dos opciones para escoger la foto base.
Además, la noche es mucho más productiva ya que te puedes volver a casa con una foto,
un timelapse y el resultado de la suma de las fotos que hagas. ¡Una buena sesión!
Una vez más, en nuestra guía sobre cómo fotografiar rastros de estrellas encontrarás
explicaciones paso a paso y muchos más ejemplos.
Para exponer este tipo de imagen, haz una foto de prueba con una apertura muy abierta
(f/2.8 por ejemplo), un focal corta (14mm por ejemplo), una velocidad de 20-30s y un
ISO alto (1600-6400). Revisa el histograma y, si fuera necesario, ajusta la velocidad o el
ISO para obtener una foto correctamente expuesta.
Una vez que tengas la exposición que quieres, sólo tienes que dejar que la cámara siga
capturando fotos durante horas.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor), objetivo gran angular,
intervalómetro, trípode y rótula robustos, linternas, LEDs y sistemas anti humedad
(echa un vistazo al equipo para rastro de estrellas).
• Focal: Una focal pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo
de paisaje y de cielo posible. Desactiva también la reducción de ruido para largas
exposiciones, si tu cámara tiene esta función. La reducción se aplica el mismo
tiempo que la duración de la fotografía, así que en una imagen de 20s, en la mayoría
de las cámaras tendrás que esperar otros 20s para que la cámara procese la imagen
intentando eliminar ruido.
• Apertura: Utiliza la apertura más abierta de tu objetivo (f/2.8 por ejemplo) para
capturar muchas estrellas.
• Revisa que todo esté enfocado en la primera foto. Haz todas las pruebas al
principio ya que, al empezar, no podrás cambiar nada. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta el ISO en
consecuencia.
Nikon D700 | 500mm | f/8 | 1/40s | ISO 200 | 6850K | Panorámica de 10 fotografías
Una vez más es importante recordar que la luz es el elemento indispensable para realizar
una fotografía. Las fotografías hechas con luz solar cambiarán su apariencia según
cambie la elevación del Sol.
Conocer las fases de luz en que se divide el día, dependiendo de la elevación del Sol,
te permite conocer qué luz te vas a encontrar en cada momento. De esta manera sabes
cuándo es el mejor momento para hacer una foto u otra.
Los mejores momentos para fotografiar un paisaje son cuando el Sol está bajo, cerca del
horizonte, dándote una luz inmejorable para realzar colores, formas y texturas.
Acto seguido el cielo se vuelve más azulado al entrar en lo que se denomina la hora azul.
Este momento sucede cuando el sol está entre -4 y -6 grados por debajo del horizonte.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres un paisaje general o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del
mismo. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos. A veces, dependiendo
del apoyo que haga falta puedes utilizar bolsitas rellenas de piedras (bean bags en
inglés) que dan mucha estabilidad.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo o súper teleobjetivo, como en esta ocasión (500mm).
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara.
• Apertura: Desde f/4 hasta f/16. Ten cuidado de no pasar de f/16 para no provocar
difracción porque resta enfoque y calidad a la imagen.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Nikon D4s | 14mm | f/5.6 | 10s | ISO 200 | 7500K | Panorámica de 4 fotografías | Filtro ND64 (6 pasos) y filtro GND 0.9 (3 pasos)
para equilibrar el cielo con el primer plano, más en sombra.
“El uso de los filtros resulta indispensable cuando afrontamos con seriedad la fotografía de paisaje” -
José B. Ruiz
Esta frase de José B. Ruiz, gran fotógrafo y amigo, nos deja con la duda razonable de
lo qué se entiende por “seriedad”. Para mí, la seriedad de la que habla José Benito es el
control avanzado de la exposición.
• Los de densidad neutra (neutral density en inglés o ND). Pueden ser circulares de
rosca o cuadrados (también llamados de hoja).
• Un portafiltros.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres un paisaje general o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del
mismo. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos. A veces, dependiendo
del apoyo que haga falta puedes utilizar bolsitas rellenas de piedras (bean bags en
inglés) que dan mucha estabilidad.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo o súper teleobjetivo.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara. Al trabajar con un filtro degradado, tu intención es
equilibrar el contraste de la escena. Por lo tanto, estudia previamente la escena
para comprobar la diferencia de pasos que existe entre las altas luces y las sombras
(sección 9). Una vez conozcas la diferencia de pasos existente coloca el filtro
adecuado. Elige siempre un filtro con menos densidad (menos pasos) de los que has
• Apertura: Desde f/4 hasta f/16. Ten cuidado de no pasar de f/16 para no provocar
difracción porque resta enfoque y calidad a la imagen.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Imagina que estás ante un atardecer o amanecer efímero y quieres usar un filtro de
densidad neutra de 10 o 16 pasos.
Seguramente sólo tendrás una oportunidad de fotografiarlo. ¡Planifica bien la foto para
poder aprovecharla!
Las orquídeas son una de las especies de flora más fotogénicas, y por su forma esbelta,
la Anacamptis pyramidalis se lleva la palma… ¿Por qué no hacerle un buen retrato con la
intención de realzar la forma y atributos de esta planta?
Es una técnica relativamente sencilla. Un fondo blanco (suelo utilizar una ventana de
luz mediana para quemar completamente el fondo) con un flash detrás, un flash con
ventana difusora a 45 grados como luz principal y un reflector en el lado opuesto al flash
principal.
Empieza realizando fotos de prueba hasta conseguir que el fondo quede quemado.
Compruébalo en la pantalla LCD de tu cámara con los “testigos intermitentes” activados.
Una vez que la luz de fondo está correctamente sobreexpuesta (sin que parte de la luz
trasera contamine el sujeto) apaga el flash en contra.
Este tipo de retrato hace única a la planta (o modelo), y permite que el espectador la
disfrute en todos los sentidos.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Objetivo macro o teleobjetivo
para aislar al sujeto.
• Equipo de iluminación: Un flash portátil situado en contra con una ventana difusora,
un flash a unos 45 grados del sujeto con otra ventana difusora y un reflector en el
lado opuesto.
• Focal: Cualquier focal de macro (60mm a 200mm). Otra opción es una distancia
focal a partir de 200mm con un teleobjetivo.
• Modo de medición: Medición puntual. Haz dos mediciones, una para el fondo (tu
intención es dejarlo blanco) y otra para la flor. La luz del flash es clave para obtener
un exposición correcta.
• Apertura: Al tener un fondo blanco y sin textura, la apertura puede ser pequeña (f/11,
f/16). De esta manera consigues detalle en toda la flor.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la flor. Aunque siempre lo puedes corregir en
la edición.
• Haz fotos de prueba para controlar la luz artificial. Revisa que todo esté enfocado
y bien expuesto. Asegúrate de que la foto esté correctamente expuesta (revisa el
histograma). En caso contrario, ajusta la exposición.
Una madre lo es todo. Esta imagen, que de por sí ya tiene un mensaje de ternura, es aún
más directa con el revelado monocromo.
Me gusta mucho hacer retratos sobre fondo negro y en blanco y negro. La modelo está
vestida de negro ya que mi intención es fundir su ropa oscura con el fondo negro. De
esta manera solamente enseño aquello que me interesa: manos, cara y bebé.
En efecto, es una imagen realizada en estudio con la ayuda de una fuente de luz contínua
como luz principal, situada en el lado izquierdo, y de un reflector en el lado opuesto a
ésta.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Teleobjetivo medio (±85mm).
• Apertura: Elige la apertura más abierta posible para aprovechar de manera artística la
poca profundidad de campo de que dispones.
• ISO: Una vez tienes la apertura, utilizar el ISO mínimo que te permita una exposición
correcta sin que la fotografía quede movida.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la piel. Aunque siempre lo puedes corregir en
la edición.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Cuando hagas retratos a bebés intenta realizarlos con luz natural o artificial contínua.
Así no molestas al pequeño con las luces estroboscópicas.
Otro tipo de retratos a contraluz son aquellos en los que utilizas la luz del Sol como
elemento de la imagen. Así, obtienes siluetas sobre fondo luminoso que suelen
transmitir dramatismo. También puedes utilizar el Sol para perfilar al modelo.
En este caso la imagen es un buen ejemplo para que entiendas, junto con el making of de
la sesión, cómo se pueden hacer este tipo de fotografía.
Acerqué la fuente de luz y cerré el diafragma para poder usar un tiempo de exposición
que sincronizara bien: 1/250s en este caso. Como Raquel estaba en sombra una potencia
del flash a 1/8 fue suficiente para llenar su cuerpo de luz suave y difusa e iluminarla.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Teleobjetivo medio (±85mm).
• Equipo de iluminación: Flash de estudio alimentado por una batería portátil y con
ventana difusora octobox.
• Modo de medición: Hazla en modo puntual para poder medir de manera eficiente la
luz y controlar luego el contraluz. En este caso, mide primero la luz del fondo. Ten
en cuenta que la exposición que buscas para el fondo no tiene que ser una exposición
correcta. A veces puede ser interesante tener fondos sobre o subexpuestos. Una vez
tienes expuesto el fondo usa el octobox para cambiar la intensidad necesaria del
flash principal. Utiliza el método “prueba y error” hasta determinar la intensidad que
buscas.
• Apertura: Depende de la idea de foto que tienes en mente. En este caso cerré el
diafragma para tener una gran profundidad de campo. Esta foto es una excepción
dentro de mis retratos, ya que siempre abro mucho el diafragma para crear
desenfoques y bokehs agradables.
• ISO: Una vez tienes la apertura, utiliza el ISO mínimo que te permita una exposición
correcta sin que la fotografía quede movida.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la piel. Aunque siempre lo puedes corregir en
la edición.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Si utilizas una velocidad de obturación de 1/200s o 1/250s (siempre que estén dentro
del margen de sincronización con el flash), consigues que la luz ambiente de la sala o
estudio no interfiera en el resultado final.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Teleobjetivo medio (±85mm)
para acercarte bastante a la modelo.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la piel. Aunque siempre lo puedes corregir en
la edición.
• Dónde enfocar: Enfoca en los ojos de la modelo. Lo primero que debería captar la
atención del espectador es una mirada nítida y profunda.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Los días 23 y 24 de junio, los caballos y el gentío llenan las calles de Ciutadella para
disfrutar de las fiestas de Sant Joan. El protagonista absoluto de estas fiestas de
tradición centenaria es el caballo de raza menorquina, de color negro y porte atlético.
Los caballos, junto con sus ávidos jinetes, los caixers, hacen que la gente enloquezca con
sus saltos y piruetas.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). En general, usa una focal fija
luminosa cercana a los 35mm equivalentes. También puedes usar un teleobjetivo
como hice yo en este caso.
• Modo de medición: Utiliza el modo puntual sobre el pelaje negro del caballo. Luego,
subexpón 1 o 2 pasos (-1EV o -2EV). Tengo que decir que en este tipo de fotografía
suelo siempre arriesgar y dar más interés a la luz del protagonista, sea cual sea el
sujeto a fotografiar. En este caso, la luz brillante del fondo (primera hora de la tarde)
resalta aún más la esbelta figura del caixer y su caballo.
• Apertura: Elige una apertura grande (dependiendo de tu objetivo, entre la más baja
posible y f/5.6) para poder disparar a una velocidad rápida.
• ISO: Usa el ISO más bajo posible para minimizar el ruido. No lo cambies hasta que
la luz disminuya y te veas en la obligación de abrir más el diafragma. Ajusta primero
la velocidad y, por último, el ISO. En fotografía de calle el momento que quieres
captar es casi más importante que la propia exposición. Muchas veces selecciono el
ISO automático limitándolo a un rango en el que el ruido no afecte a la calidad de la
imagen. En mi caso, establezco un intervalo de 100 a 1600 ISO.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Como norma general, cuando hago fotografía de calle me gusta quedarme en un sitio
concreto y trabajar con un escenario apropiado. Luego, espero que suceda algo.
Enfoco el escenario con antelación y espero a que pase algo, ese inesperado momento.
Es cuestión de esperar y tener paciencia.
Cerrando el diafragma, como en este caso a f/13, consigues que las luces de las farolas y
el faro tengan esta forma estrellada (starburst en inglés). Este efecto se produce porque
la luz se dispersa a través de las palas del diafragma.
En este caso, usé una distancia focal moderadamente larga para aplanar un poco el
elemento urbano y que la Luna tuviese un protagonismo relevante en la composición.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Objetivo desde un angular a un
teleobjetivo. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos. A veces, dependiendo
del apoyo que haga falta puedes utilizar bolsitas rellenas de piedras (bean bags en
inglés) que dan mucha estabilidad.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Nikon D700 | 85mm | f/1.4 | 1/125s | ISO 200 | 5000K | 57 fotos editadas en Lightroom y cosidas con PTGui Pro
Cuando miras la foto, tienes la impresión que la imagen se hizo con un gran angular
pero con poca profundidad de campo. Esta foto es el resultado de 57 fotogramas
fusionados con el software PTGui Pro. La peor parte del trabajo fue para mi hija Aina,
que tuvo que estar totalmente quieta durante toda la sesión.
Te recomiendo que uses un objetivo a partir de 85mm y a ser posible con una apertura
mínima de f/2.8. Cuanto más luminoso sea el objetivo, más impresionante será el efecto.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Teleobjetivo a partir de 85mm.
Un trípode y rótula robustos si utilizas un teleobjetivo pesado y voluminoso.
• ISO: Depende. Si no trabajas con trípode utiliza un ISO que permita una velocidad
lo suficientemente rápida para que la toma no salga movida. Al trabajar con tripode,
usa el ISO más bajo posible.
• Haz la foto. En este caso estamos hablando de una foto panorámica de muchas
fotos. Si estás fotografiando una persona, tienes que ser lo suficientemente rápido
para que no tenga tiempo a moverse mucho. Si no lo haces puedes encontrarte
con un montón de fotografías difícil de montar. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Ese día quería capturar un rayo sí o sí. Primero, calculé la exposición para el molino.
Después, configuré el intervalómetro para que realizase una foto de 8s cada 2s. La cámara
estuvo 2h trabajando mientras yo leía tranquilamente una novela acostado en la cama.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres un paisaje general o un teleobjetivo si quieres que el rayo ocupe una gran
parte del encuadre. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo o súper teleobjetivo.
• Modo de medición: Medición puntual a los edificios blancos que hay a la derecha del
molino para luego sobreexponer y así no quemar los blancos.
• Balance de blancos: Manual. Depende del tono de las luces artificiales (si las hubiera)
y de la calidad de la luz. Aunque siempre lo puedes corregir en la edición.
Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté correctamente
expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la exposición.
Olympus OM-D E-M1 | 17mm | f/8 | 4min 20s | ISO 200 | 4300K | Adaptador a objetivos Nikon | Opción Live Composite
Para que tu foto sea más espectacular, intenta incluir más de una palmera de luz en el
encuadre. El reto es hacerlo en una sola exposición.
Hay, además, otro sistema que es el que he utilizado en esta imagen: la función Live
Composite que tienen algunas cámaras Olympus. Este programa te permite visualizar
en vivo cómo se va generando la fotografía al ir añadiéndose las diferentes luces. En la
imagen superior puedes ver como el Live Composite ha ido añadiendo todas las luces
nuevas (fuegos artificiales) respetando las del castillo.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres un paisaje general o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del
mismo. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos. A veces, dependiendo
del apoyo que haga falta puedes utilizar bolsitas rellenas de piedras (bean bags en
inglés) que dan mucha estabilidad.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo o súper teleobjetivo.
• Apertura: Al utilizar un objetivo Nikon con el adaptador a Olympus, cerré hasta f/8
para aprovechar el punto dulce del objetivo, teniendo en cuenta que podía perder
calidad al no ser un objetivo adaptado al sistema Micro 4/3.
• Balance de blancos: Manual. Depende del tono de las luces artificiales (si las
hubiera) y de la calidad de la luz. Aunque siempre lo puedes corregir en la edición.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Mientras estaba ideando esta foto, tenía claro que debía alejarme lo suficiente para
poder trabajar tranquilo y sufrir la menor presión posible por parte de los espectadores.
Ese día encontré una colonia enorme de Ophrys speculum. Unos 600 ejemplares convivían
en una zona con hierba baja, y me pareció un lugar ideal para inmortalizarlas.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Objetivo macro aunque también
puedes usar un objetivo fijo luminoso con un tubo de extensión. Aquí no usé trípode.
Una bolsita de piedras (bean bag en inglés) me ayudó a la estabilización de la imagen
y a fundir la hierba del primer plano con mi protagonista.
• Focal: Un objetivo macro de 105mm. Para según qué propósitos utilizo el 200mm f/4.
• Modo de medición: Medición puntual. En este caso, medí puntualmente una zona
de la planta. Tras medir, el exposímetro me indicó una ligera sobreexposición por lo
que subexpuse medio paso (-½ EV).
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la flor o el insecto. Aunque siempre lo puedes
corregir en la edición.
Islandia. Sin palabras. Un viaje fotográfico que marcó un antes y después en mi vida
fotográfica.
Después de vadear unos cuantos ríos los rayos solares entraban en el inmenso paisaje
con fuerza. No pude evitar gritar “Stop Donal!” para que parara el coche. En unos
segundos estábamos fuera con la cámara en la mano.
En este caso, los parámetros de exposición (f/5.6, 1/2000s e ISO 100) puede parecer
inapropiados. Sin embargo, la luz cambiaba muy rápido, salimos corriendo del coche…
Así es que no tuve tiempo de cambiar la apertura siguiendo la ley de reciprocidad para
tener más profundidad de campo.
Podría haber cambiado a f/8, con una velocidad de 1/1000s, suficiente para hacer la
foto a pulso. Sin embargo, preferí empezar a hacer fotos cuanto antes para no perder la
oportunidad de capturar esa luz y ese momento.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Objetivo desde un angular a un
teleobjetivo.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo, como en esta ocasión (200mm) o súper teleobjetivo.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara.
Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté correctamente
expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la exposición.
Lógicamente, la hice en color. Más tarde, la revelé en blanco y negro quedando tal y
como la ves aquí.
Si hace un año me dicen que iba a hacer una fotografía a unos novios asiáticos posando
delante de un glaciar en Islandia no me lo hubiese creído.
Veníamos de hacer fotos en el glaciar Jökulsárlón, dónde había estado esperando para
capturar los charranes árticos. Llevaba la Olympus con el 300mm montado y cuando
volvíamos a los coches nos encontramos con esta estampa. Una feliz pareja de recién
casados era objeto de un reportaje de bodas.
Debía estar a unos 50m de ellos. Así es que pude hacer una serie de retratos robados de
esta simpática situación sin molestarlos.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si quieres
una escena general o un teleobjetivo si buscas captar un primer plano o un detalle.
• Focal: Depende del tipo de foto que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo posible de la escena o
un teleobjetivo (85mm, 200mm).
• Modo de exposición: Prioridad a la Apertura (A o Av) para poder hacer las fotos más
rápidamente y no perder momentos.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara.
• Apertura: Desde f/4 hasta f/16. Ten cuidado de no pasar de f/16 para no provocar
difracción porque resta enfoque y calidad a la imagen.
• Dónde enfocar: Enfoca siempre al sujeto principal (la cara de la novia, por ejemplo,
asegurándote que los ojos salgan nítidos).
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
La ventaja de este tipo de fotografía es que apenas usas equipo. Para empezar, necesitas
una cámara estenopeica. Este tipo de cámara no tiene objetivo y consiste en un cuerpo
(una caja, una lata, cualquier recipiente cerrado) con un estenopo, una abertura
diminuta, por la que entra la luz.
• Modo de exposición: Manual. El disparador es una simple palanca que deja libre el
paso de luz hacia la película.
• Dónde enfocar: Con este tipo de cámaras no se enfoca ya que carece de mecanismos.
Además con una apertura de f/135 la profundidad de campo es total y sale toda la
escena enfocada.
Después de realizar las fotos, revela los negativos en un tanque de revelado, déjalos secar
y positívalos en el laboratorio. Hoy en día puedes sustituir el último paso y escanear los
negativos, aunque se pierde un poco la magia del procesado.
En este caso tuve que esperar seis meses. Sí, has leído bien. ¡Seis meses!
Para colocar correctamente la cámara y poder capturar las trayectorias del Sol, utilicé el
Planificador de PhotoPills para saber dónde se ponía exactamente el Sol al inicio de cada
solsticio.
El estenopo es un agujero (0,25mm en este caso) realizado con un alfiler sobre un trozo
de lata de aluminio y luego pegado con cinta adhesiva a lata.
Una vez hayas acabado la foto, saca el papel del soporte y positívalo en un escáner plano
de calidad. Hazlo lo más rápido posible porque la imagen vista en el papel sin revelar
es efímera. Si pierdes más tiempo de la cuenta la luz irá impresionando la emulsión y
perderás la foto.
• Apertura: Se calcula según el diámetro del estenopo (orificio). Suelo usar Pinhole
Assist (iOS) o Pinhole Calculator (Android). En esta foto la apertura es de f/400.
Lo más impactante de las solarigrafías son lo rastros del Sol que se marcan día a día en
el papel.
Debido al soporte circular que utilizo (una lata de cerveza), fíjate como la fotografía
resultante es una imagen con apariencia a angular. Esta fotografía está realizada desde
el campanario mayor de la catedral de Ciutadella de Menorca.
O lo que es lo mismo, con la técnica del horquillado, puedes generar una imagen de alto
rango dinámico (high dynamic range o HDR en inglés) en la que cabe el rango dinámico
de la escena.
Como puedes observar en la imagen superior, la escena cumple con los requisitos: tiene
un alto rango dinámico y sus elementos están estáticos.
Aquí, la idea es conseguir una imagen con todas las zonas de luz correctamente
expuestas. Y gracias al horquillado, este es el resultado.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres una escena general o un teleobjetivo si buscas captar una parte o un detalle.
Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos. A veces, dependiendo del apoyo que
haga falta puedes utilizar bolsitas rellenas de piedras (bean bags en inglés) que dan
mucha estabilidad.
• Focal: Depende del tipo de foto que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo posible de la escena o
un teleobjetivo (85mm, 200mm).
• Modo de exposición: Manual (M). Aunque también puedes usar uno de los
semiautomáticos (A/Av o S/Tv) combinado con la función de horquillado que tienen
la mayoría de las cámaras. Esta función te permite, según tu modelo de cámara,
hacer un horquillado de 3, 5, 7 o 9 fotos en las que tú defines la diferencia de tercio
de pasos, mitades de paso o pasos que haya entre cada una de ellas. Por ejemplo,
aunque no es el caso de esta foto, podrías hacer 5 exposiciones de -2EV < -1EV < 0 <
+1EV < +2EV.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara. Este caso fue un poco extremo por la cantidad de zonas
de luz existentes. Como es habitual, medí en puntual la luz más brillante con detalle
de la escena. Recompuse y sobreexpuse 2 pasos (+2EV). A partir de aquí configuré la
• Apertura: Desde f/4 hasta f/16. Ten cuidado de no pasar de f/16 para no provocar
difracción porque resta enfoque y calidad a la imagen. Aquí con f/8 tenía un
profundidad de campo suficiente y una definición muy buena, ya que aprovechaba el
punto dulce del objetivo.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y corregir la dominante en el interior de la catedral, que era muy cálida.
Aunque siempre lo puedes corregir en la edición.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
El uso de la técnica del horquillado me garantizó una imagen con todas las luces en su
sitio, desde las sombras hasta las vidrieras, pasando por el reflejo de éstas en la pared.
Eso no quiere decir que no disfrute viendo imágenes de bodegones de mi amigo Bosco
Mercadal por ejemplo. Me encanta su trabajo artístico.
La imagen que puedes ver es un pequeño homenaje a la fotografía argéntica del siglo
pasado. Concretamente hice este bodegón para un cartel de la exposición de la historia
del fotoclub del Círculo Artístico de Ciutadella.
Son fotografías de los años 50 que dan vida a una ciudad y te sumergen en el pasado. La
hice únicamente con la ayuda de un foco de luz contínua y un reflector, jugando con la
profundidad de campo.
Pues un objeto, una buena idea y luz. Y, por supuesto, conseguir con esas tres cosas que
la idea, tu mensaje, llegue de forma clara al espectador.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres una escena general o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del
mismo. Un intervalómetro. Un trípode y rótula robustos.
• Focal: Teleobjetivo medio (±85mm) o en su defecto una focal fija muy luminosa
(apertura máxima de al menos f/2.8). Debido a su nitidez y luminosidad el objetivo
85mm f/1.4 siempre me acompaña en los retratos y fotografía de producto.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara.
• Apertura: Depende de la idea de foto que tienes en mente. En este caso abrí
el diafragma para tener una gran profundidad de campo. Necesitaba dar más
importancia al efímero paso del tiempo de las fotografías y no a la cámara. Preferí
dejarla desenfocada pero suavemente para que el espectador adivine su forma.
• Balance de blancos: Manual. Utiliza una tarjeta X-Rite ColorChecker Passport para
calibrar la luz y obtener el color real de la piel. Aunque siempre lo puedes corregir en
la edición.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
Conseguir una buena foto de bodegón es un trabajo exigente: la idea y el mensaje tienen
que ser originales para que lleguen al espectador.
“Ver la luz es una metáfora para ver lo invisible en lo visible” - Arthur Zajonc
Desde mis inicios con la fotografía infrarroja, allá por el año 2006, siempre he querido
experimentar con “ver” aquello que no percibimos. Me gusta mostrar mi entorno de una
manera muy diferente al que veo.
Para crear imágenes infrarrojas en exteriores siempre busco nubes con volumen que
resaltan con el contraste de la escena y hacen que la imagen sea impactante.
Desde hace 8 años uso una cámara convertida a infrarroja, aunque aún conservo algún
filtro como el Hoya R72.
En este caso utilizo un filtro que deja pasar el espectro infrarrojo (720nm aprox.). De
esta manera, al no tener que poner ningún elemento delante del objetivo, puedo hacer
fotos a pulso.
• Equipo: Cámara convertida a infrarrojo en la que has cambiado de filtro de paso bajo
por uno infrarrojo de 720nm. Un objetivo gran angular si quieres un paisaje general
o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del mismo.
• Focal: Depende del tipo de foto que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo posible de la escena o
un teleobjetivo (85mm, 200mm).
• Apertura: Desde f/4 hasta f/16. Ten cuidado de no pasar de f/16 para no provocar
difracción porque resta enfoque y calidad a la imagen. Es este caso f/8 me da una
profundidad de campo amplia y una gran nitidez al ser el punto dulce del objetivo.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
En este tipo de fotografía, el motivo es muy importante. Busca verdes, contraste y una
composición onírica.
Siempre es necesario revelar las imágenes infrarrojas. En este caso, me decidí por un
revelado en blanco y negro.
Después de escribir la guía sobre fotografía de eclipse total de Sol, había que ponerla
en práctica. Por suerte, estábamos en año de eclipse, uno de los más esperados: el
eclipse total de Sol del 21 de agosto de 2017... Todo un acontecimiento mundial, y
especialmente mágico en Estados Unidos.
Una vez planificado, compramos los billetes de avión... ¡Una nueva aventura PhotoPiller
nos esperaba!
Para este tipo de fotos, es necesario estar muy concentrado y conocer previamente las
fases de un eclipse total de Sol. El anillo de diamantes, las perlas de Baily, cromosfera
y la corona solar son momentos diferentes que se producen justo antes o durante la
totalidad del eclipse.
Los cambios de luz son espectaculares y eso te obliga a usar un tiempo de exposición
desde 1/4000s hasta 1-2s si quieres captar desde la tenue luz rojiza de la cromosfera
hasta la Luna tapando el Sol.
Decidí que cuando la Luna empezara a ocultar el Sol haría horquillados de 9 fotos con
diferentes exposiciones base. De esta forma podría cubrir todo el rango dinámico
necesario para conseguir una imagen legendaria.
He elegido este ejemplo para explicarte cómo hice una de las fotos más impactantes:
las perlas de Baily, sobretodo por la atmósfera que recrea. Cuando la luz del Sol
entra en contacto con los cráteres de la Luna forma unos haces de luz que combinan
perfectamente con las protuberancias cálidas del Sol.
• Equipo: Cámara (no importa el tipo de sensor, aunque te aconsejo una con sensor
APS-C o Micro 4/3 por la amplificación que consigues usando un teleobjetivo). Un
teleobjetivo o un súper teleobjetivo. Un trípode y una rótula robustos así como un
intervalómetro.
• Focal: Distancia focal grande (300mm, 450mm, 600mm, etc.) para abarcar el área
del cielo en la que estén situados el Sol y la Luna y conseguir que ocupen la mayor
parte de encuadre.
• Apertura: Usa una apertura relativamente pequeña para conseguir que los astros
salgan perfectamente enfocados. Aquí, al ser un primer plano, la profundidad
de campo no es crítica. En este caso use f/8 para obtener el máximo detalle de la
cromosfera.
• Dónde enfocar: Lo primero que tienes que hacer es poner el filtro solar en tu objetivo
(¡esto es fundamental si no quieres que el Sol achicharre el sensor!). Enfoca al borde
del Sol.
• Usa la herramienta Live View en la pantalla LCD de tu cámara para asegurarte de que
el Sol está perfectamente enfocado.
Nada más montar la cámara en el trípode, pon el filtro solar en tu objetivo. Después,
enfoca el Sol tal y como te acabo de explicar (usando la pantalla LCD). El enfoque es
clave. ¡Comprueba que has enfocado correctamente!
Unos segundos antes de que empiece la totalidad, quita el filtro solar poder captar todos
los detalles del eclipse. Para asegurarte de que tus fotos están correctamente expuestas,
haz series de horquillados con diferentes exposiciones base y que abarquen el máximo
rango dinámico posible.
Hice esta foto durante una sesión práctica con unos alumnos mientras se celebraba un
rally en Menorca.
Uno de los ejercicios era realizar un barrido (panning en inglés). Consiste disparar
usando una velocidad relativamente lenta mientras sigues con la cámara al sujeto a lo
largo de su trayectoria. En este caso, al coche de derecha a izquierda.
Como puedes comprobar, el coche aparece congelado y el fondo y/o primer plano
movidos.
Dependiendo del elemento que quieras fotografiar (persona corriendo, bicicleta, moto,
coche...), te recomiendo ir probando con diferentes velocidades. Siempre por debajo de
aquella con la que congelarías a tu sujeto.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres una escena general o un teleobjetivo si buscas captar un detalle de la misma o
un plano más cerrado.
• Focal: Depende del tipo de foto que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo posible de la escena o
un teleobjetivo (85mm, 200mm) si quieres aislar al sujeto del fondo.
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara.
• Dónde enfocar: Enfoca siempre a tu sujeto, el vehículo en este caso, con el enfoque
continuo (AF-C) para asegurarte de que aparece nítido en la foto.
• Haz la foto y revisa que todo esté enfocado. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta la
exposición.
En este tipo de fotografías lo más importante son tus movimientos. Sigue el coche desde
lejos y dispara cuando pase por el sitio en que te encuentras. Asegúrate de que sea lo
más perpendicular a tu posición, para evitar zonas desenfocadas en el sujeto.
Nikon D700 | 500mm | f/5.6 | 0.7s | ISO 200 | 5700K | ND4 (2 stops) filter
Te aconsejo que uses por lo menos un teleobjetivo medio para tener una distancia focal
larga. Durante la captura, usa una velocidad lenta y un ligero movimiento durante el
disparo. Lo ideal es que sea un movimiento continuo de abajo a arriba o de lado.
No hay nada mejor que los troncos de unos árboles o un cañaveral para practicar este
tipo de fotografías.
• Equipo: Cámara (no importa el tamaño del sensor). Un objetivo gran angular si
quieres un paisaje general o un teleobjetivo si buscas captar una abstracción del
mismo o un plano más corto.
• Focal: Depende del tipo de paisaje que quieras hacer. Puedes usar desde una focal
pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo de paisaje y de cielo
posible hasta un teleobjetivo o súper teleobjetivo, como en esta ocasión (500mm
para aplanar la perspectiva y aislar la zona que más me gustaba).
• Modo de medición: Modo puntual. Mide la zona más brillante de la escena que
quieres con detalle y sobreexpón en 1 o 2 pasos de luz (+1EV o +2EV). Después,
reencuadra, enfoca y dispara. No obstante, aquí utilicé la medición ponderada en el
centro al no haber mucha variación en la luz.
• Dónde enfocar: Enfoca en los elementos más cercanos a tu objetivo. Aquí en las
primeras ramas.
• Haz la foto y revisa que todo esté a tu gusto ya que, según lo que desenfoques o los
movimientos que hagas, los efectos se verán o no en el resultado final. Asegúrate de
que la foto esté correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario,
ajusta la exposición.
Aguanta un instante para que luego los detalles se vean mejor. Por ejemplo, si quieres
hacer una foto de 1s, espera 1/4s y después empieza el movimiento hacia arriba.
Nikon D4s | 14mm | f/2.8 | 8s (26min de tiempo total de exposición) | ISO 1600 | 3200K | 196 fotos editadas en Lightroom y
apiladas con StarStaX
Eso fue lo que pensamos al idear esta fotografía. Quisimos juntar los rastros de estrellas
con el espectáculo de fuego que da la lana de acero. Eso sí, ¡en un sitio donde no hubiera
peligro de incendio!
Primero hice la foto de la lana de acero (14mm | f/2.8 | 11s | ISO 1600 | 3200K). Germán
estaba situado tras la barraca haciendo saltar las chispas de la lana de acero ardiendo.
Al terminar la toma de la lana de acero, usé el intervalómetro con los parámetros que ves
en el pie de foto y pulsé el botón de inicio. Con las 195 fotos siguientes conseguí captar
los rastros de estrellas.
• Focal: Una focal pequeña (10mm, 14mm, 24mm, etc.) para abarcar el máximo
de paisaje y de cielo posible. Desactiva también la reducción de ruido para largas
exposiciones, si tu cámara tiene esta función. La reducción se aplica el mismo
tiempo que la duración de la fotografía, así que en una imagen de 20s, en la mayoría
de las cámaras tendrás que esperar otros 20s para que la cámara procese la imagen
intentando eliminar ruido.
• Apertura: Utiliza la apertura más abierta de tu objetivo (f/2.8 por ejemplo) para
capturar muchas estrellas.
• Iluminación: La iluminación del primer plano está conseguida con la luz de la lana
de acero.
• Cuando estés a punto de empezar a captar los rastros de estrellas, revisa que todo
esté enfocado en la primera foto. Haz todas las pruebas al principio ya que, una vez
que hayas empezado la sesión no podrás cambiar nada. Asegúrate de que la foto esté
correctamente expuesta (revisa el histograma). En caso contrario, ajusta el ISO en
consecuencia.
¿Quieres que la mayor parte de tu foto salga desenfocada? Abre bastante el diafragma
(usa un número f bajo, como f/2.8 o f/3.5 por ejemplo).
Al revés, ¿quieres que la mayor parte de tu imagen quede enfocada? Cierra bastante el
diafragma (usa un número f alto, como f/8 o f/11 por ejemplo).
Y si quieres llevar tu foto al extremo y que todos los elementos estén enfocados, enfoca a
la distancia hiperfocal.
Una vez hecho esto, enfoca de nuevo y asegúrate de que estás enfocando a una distancia
ligeramente superior a la hiperfocal. Pásate 0,5m o 1m. Sobre todo, asegúrate de que no
estás enfocando a una distancia inferior a la distancia hiperfocal.
Por regla general, no tendrás una foto trepidada si disparas a una velocidad equivalente a
1s dividido por la distancia focal utilizada.
También te puede quedar trepidada si estás disparando entre 1/15s y 1s sobre un trípode
con un teleobjetivo. En este caso lo recomendable es levantar el espejo (si no estás
usando una cámara sin espejo).
Finalmente, una foto también puede quedar movida. Esto normalmente ocurre cuando
estás disparando en movimiento o durante una larga exposición si el trípode no está
bien estabilizado.
Otro ejemplo sería una fotografía nocturna o una larga exposición con filtros. Si no
has fijado bien el trípode en el terreno, éste se podría ir hundiendo a medida que se
está haciendo la foto, provocando que la foto no quede nítida. También puede ser que
no hayas apretado bien la rótula, y que la cámara se haya ido moviendo hacia abajo a
medida que está exponiendo.
En ambos casos la solución es asegurarse que el trípode está bien estable en el terreno
apretándolo hacia el suelo y asegurarse que la rótula está bien apretada.
Quieres congelar el movimiento pero has usado una velocidad de obturación demasiado
lenta. Usa una velocidad más rápida. Y si estás disparando en Manual (M), acuérdate de
ajustar la apertura y el ISO para conseguir la misma exposición.
• Usa un trípode robusto que aguante el peso de tu equipo. Asegúrate de que está en
una posición estable y no está en contacto que nada que pueda hacerlo vibrar.
• O bien aumentas la velocidad de obturación, para que el obturador esté más tiempo
abierto.
Si tienes una cámara de gama media o alta, el ISO automático puede serte de gran ayuda
siempre y cuando fijes un intervalo. Si tu cámara genera ruido a partir de ISO 1600 por
ejemplo, establece un rango de ISO automático entre 100 y 1600.
A partir de ahí, puedes jugar con la apertura y la velocidad sabiendo que será la cámara
quien determine el ISO, sin ir más allá de 1600.
• Selecciona una apertura mayor si quieres controlar el movimiento (lo que significa
que no quieres variar la velocidad).
• Selecciona una velocidad más lenta si quieres controlar la profundidad de campo (lo
que significa que no quieres variar la apertura).
• Selecciona una apertura menor si quieres controlar el movimiento (lo que significa
que no quieres variar la velocidad).
• Reduce el ISO.
Dependiendo de la cámara, puede que sea una área circular muy pequeña justo en el
centro del encuadre o el punto de enfoque seleccionado.
• Si los colores de tu foto son cálidos (hay una dominante de rojos, naranjas y
amarillos), enfría los colores reduciendo la temperatura de color (selecciona un
número Kelvin menor).
• Si los colores de tu foto son fríos (hay una dominante de morados, azules y verdes),
calienta los colores aumentando la temperatura de color (selecciona un número
Kelvin mayor).
Muchas veces será difícil que encuentres un elemento con un tono gris neutro sobre el
que medir la luz en la escena que vas a fotografiar. Usa una cartulina de color gris que
refleje exactamente el 18% de luz y te asegurarás de que en tus fotos los blancos y negros
tienen el color correcto.
• Mide la luz sobre una tarjeta de gris neutro que reciba la misma luz que el sujeto que
estás fotografiando.
Aunque dispares en RAW (cosa que deberías hacer ya, si no lo haces) tu cámara es
incapaz de mostrar el histograma de un archivo RAW. En realidad, tu cámara muestra el
histograma del archivo revelado JPG que está incrustado en tu archivo RAW.
Así es que cada vez que te encuentres con una foto que te entusiasma o, sencillamente,
te deja con la boca abierta, dedícale unos minutos. Obsérvala detenidamente y analízala
en detalle.
• ¿Cómo es la composición?
Si lo haces, verás cómo poco a poco te irán surgiendo ideas y multiplicarás tus
posibilidades de sacar fotos espectaculares.
Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes una lista con algunos de mis fotógrafos
favoritos. Todos ellos son auténticos maestros.
Y si se te ocurre algún otro fotógrafo ¡no dejes de compartirlo en los comentarios al final
de este artículo!
Además, su pasión por viajar le ha llevado a los destinos más recónditos del planeta. Es,
como él mismo se define, un “explorador y caballero de la vieja escuela con muchos juguetes”.
Desde luego, no le falta sentido del humor.
Gracias a un estilo muy purista con el que trata de conseguir imágenes de gran realismo
y belleza, Rafa usa la naturaleza como fuente de inspiración. Esto le permite capturar
multitud de escenas fascinantes, jugando con las luces y los colores.
Cinco minutos hablando con Albert Dros son más que suficientes para darte cuenta de
que es adicto a la fotografía de paisaje y a capturar la belleza del mundo. De hecho, diría
que está obsesionado.
En 2005 y 2007 gana el premio Eric Hosking. Ha sido 5 veces Young Nature
Photographer of the Year en Hungría, su país natal. Al año siguiente consigue el
Nature Photographer of the Year de naturArt (Asociación de Fotógrafos de Naturaleza
Húngaros).
Si alguna vez te has preguntado cómo conseguir esas imágenes increíbles de la Vía
Láctea y rastros de estrellas o si dudas sobre qué equipo, técnicas y edición posterior
son las mejores para ese tipo de fotos, el blog de Ian se convertirá en una interminable
fuente de información a la que volverás una y otra vez...
Una gran parte de su trabajo se desarrolla en el continente africano, al que ella llama “su
parque, su pequeña África”. Pero para Marina fotografiar la naturaleza se ha convertido
en algo más que una pasión. Su objetivo ahora es hacer lo posible por protegerlos
despertando el interés y la curiosidad del espectador: educar en la conservación.
Puedes acceder a todas las fotos desde el botón “Awards” que encontrarás en el menú
“Mi Material” de PhotoPills (o en nuestra cuenta de Instagram).
Y, por supuesto, también puedes compartir las tuyas e inspirar al resto de la tribu.
¿Sigues vivo?
Has conseguido llegar sano y salvo a la última pantalla del famoso videojuego
“Exposición Perfecta”, y estás a punto de rescatar a la princesa.
Reconozco que la partida no ha sido fácil. Has tenido que acabar con innumerables
villanos. Todos ellos terroríficos.
Pero lo más importante es que no te has rendido, que has seguido leyendo, que has ido
superando todos los obstáculos... Has seguido jugando.
Tan sólo queda demostrarlo sobre el terreno, ha llegado el momento que tanto
esperabas... Tu momento.
Así que apaga el ordenador y coge la cámara. Pasa de la teoría a la práctica, de la ficción
a la realidad.
Así que da rienda suelta a tu creatividad y pon en práctica todo lo que sabes.
Y si no te sale a la primera, vuelve a consultar esta guía, aprende lo que haga falta e
inténtalo de nuevo.
Además, no estás solo en esta partida. Ya sabes que puedes contar conmigo y con el
resto del equipo de PhotoPills para lo que necesites.
Así es que no importa la pregunta que tengas, si necesitas ayuda, escribe un comentario
al final de estas líneas, y te responderemos lo antes posible.
Nota: Algunos enlaces de este artículo son enlaces de afiliados. ¿Qué quiere decir
esto? Que si compras mediante estos enlaces nos estás ayudando económicamente sin
costarte nada extra. Gracias por tu apoyo.
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