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FÍSICA I
TEORÍA
Mecánica
ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIERÍA
AERONÁUTICA Y DEL ESPACIO
4. Dinámica de la partícula 1
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
4.2. Enunciado y significado de las Leyes de Newton . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
4.2.1. Ley Primera: Principio de Inercia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
4.2.2. Ley Segunda: Principio de Proporcionalidad . . . . . . . . . . . . . . . 3
4.2.3. Ley Tercera: Principio de Acción y Reacción . . . . . . . . . . . . . . . 7
4.2.4. Las Leyes de Newton y el principio de conservación de la cantidad de
movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
4.2.5. El principio de relatividad clásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
4.3. Interacciones y fuerzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
4.3.1. Interacciones básicas en la naturaleza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
4.3.2. Gravitación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
4.3.3. Electromagnetismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4.4. Fuerzas de reacción en apoyos. Rozamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
4.4.1. Ligaduras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
4.4.2. Fuerzas de reacción en apoyos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
4.4.3. Leyes del rozamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
4.5. Método de aplicación de las Leyes de la Dinámica . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4.5.1. El diagrama de fuerzas que actúan sobre una partícula material . . . . 31
4.5.2. Ecuaciones de la dinámica de la partícula material . . . . . . . . . . . . 33
4.5.3. Resolución de las ecuaciones de la dinámica de la partícula material . . 34
4.5.4. Casos particulares de resolución de las ecuaciones de la dinámica . . . . 36
4.5.5. Fuerza constante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4.5.6. Fuerza función del tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4.5.7. Fuerza función de la velocidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
4.5.8. Fuerza función de la posición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
4.5.9. Muelle ideal: Movimiento Armónico Simple . . . . . . . . . . . . . . . . 39
4.6. Las Leyes de la dinámica en sistemas no inerciales . . . . . . . . . . . . . . . . 42
4.6.1. Sistemas de referencia no inerciales. Fuerzas de inercia . . . . . . . . . . 42
4.6.2. La ecuación fundamental de la dinámica en sistemas no inerciales . . . 44
4.6.3. Ejemplos de fuerzas de inercia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.6.4. ¿Es la Tierra un sistema de referencia inercial? . . . . . . . . . . . . . . 51
4.7. Teoremas fundamentales de la mecánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.7.1. Impulso mecánico y cantidad de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . 55
4.7.2. Teorema de la cantidad de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4.7.3. Conservación de la cantidad de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.7.4. El teorema de la cantidad de movimiento en sistemas no inerciales . . . 56
4.8. Momento cinético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
4.8.1. Definiciones básicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
4.8.2. Teorema del momento cinético con respecto a un punto . . . . . . . . . 58
4.8.3. Teorema del momento cinético respecto a un eje . . . . . . . . . . . . . 59
4.8.4. Conservación del momento cinético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
4.8.5. El teorema del momento cinético en sistemas no inerciales . . . . . . . 60
4.8.6. Relación entre los momentos cinéticos calculados en dos puntos diferentes 61
4.8.7. Fuerzas centrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4.9. Percusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.9.1. Percusiones y cantidad de movimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
4.9.2. Percusiones y momento cinético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
4.10. Trabajo y energía mecánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.10.1. Trabajo de una fuerza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
4.10.2. Potencia mecánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
4.10.3. Teorema de la energía cinética . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
4.10.4. Fuerzas conservativas. Energía potencial . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
4.10.5. Algunos ejemplos de fuerzas conservativas . . . . . . . . . . . . . . . . 78
4.10.6. El teorema de la energía mecánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
4.10.7. El teorema de la energía mecánica en sistemas no inerciales . . . . . . . 82
4.10.8. Energía mecánica para una partícula en movimiento armónico simple . 83
4 Dinámica de la partícula
4.1. Introducción
La dinámica es la parte de la mecánica que estudia el movimiento y sus causas. En cinemática
hemos visto cómo describir el movimiento. Las magnitudes capaces de producir o modificar el
movimiento de los cuerpos son las fuerzas, que se definen y estudian en este capítulo, en el que
se aplican las leyes de la dinámica al sistema más simple, la partícula material ya definida.
Del apartado 4.2.1 al 4.2.5 se enuncian las leyes de la dinámica y se analiza su alcance y
validez. Los tres primeros se dedican a un análisis de las tres leyes de Newton, comenzando
cada uno con el enunciado original de las leyes, traducidas del latín según la edición de los
“Principios matemáticos de la Filosofía Natural” de Editora Nacional (Madrid 1982).
En los apartados siguientes se trata el concepto de interacción, las reacciones en apoyos,
el método de aplicación de las leyes de la dinámica, la dinámica en sistemas no inerciales y
los teoremas fundamentales de la dinámica. Como el resto de los sistemas que se estudian más
adelante se pueden reducir a un conjunto de partículas materiales, no resulta excesivamente
complicado, en principio, aplicarles las leyes de la dinámica si éstas han quedado bien asentadas
para el caso de una única partícula.
Como se observa, la primera ley define el estado dinámico de un objeto sobre el que no
actúa ninguna fuerza. No obstante, aún no hemos definido con precisión en qué consiste una
fuerza, ni tampoco es necesario hacerlo para una interpretación de la primera ley. En definitiva,
de lo que se trata es de establecer cuál es el estado de un cuerpo sobre el que no actúa ninguna
acción exterior, es decir, absolutamente nada. Podemos idealizar un cuerpo en estas condiciones
mediante el concepto de partícula libre, que representa a un objeto situado en el vacío a una
distancia infinita de cualquier otro objeto del tipo que sea. Nada perturba a una partícula libre.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.2
A partir de esto, un enunciado equivalente de la primera ley es: Toda partícula libre
permanece en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme.
Esta tendencia de los cuerpos libres a permanecer en reposo o en movimiento rectilíneo
uniforme se denomina inercia. Hay que constatar que mientras el reposo sí es conforme
con nuestra experiencia diaria como estado natural de un objeto libre no sucede así con el
movimiento rectilíneo y uniforme. De hecho fue Galileo el primero en darse cuenta de ello,
a pesar de que el estudio del movimiento es uno de los temas que más preocuparon a los
pensadores de épocas anteriores.
El problema que se plantea para interpretar de forma completa la ley es el siguiente:
¿respecto a qué permanece en reposo o en movimiento rectilíneo y uniforme una partícula
libre? En efecto, en la práctica no somos capaces de definir el movimiento si no es respecto a
algún objeto de referencia.
Para solucionarlo, definimos un sistema de referencia inercial de la siguiente forma: un
sistema de referencia inercial es aquel en el que se cumple la primera ley de Newton.
Es más, las tres leyes de Newton solo se cumplirán en sistemas de referencia inerciales.
Para saber si un sistema de referencia es o no inercial observaremos una partícula libre. Si
permanece en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme respecto a él entonces es inercial, en
caso de que su movimiento sea acelerado, del tipo que sea, respecto a tal sistema entonces no
es inercial.
Es fácil darse cuenta de que sigue planteándose un problema de tipo práctico para la
determinación de sistemas inerciales y es el de la observación de una partícula libre. Si
imaginamos una partícula a una distancia infinita de cualquier otro objeto es claro que no
podremos estar presentes ni llevar instrumentos de medida a sus inmediaciones, porque entonces
no podríamos estar seguros de no perturbarla, es decir, de que fuera libre.
En el método que vamos a utilizar para el estudio de la dinámica representaremos la
interacción que actúa sobre una partícula procedente de otros sistemas mediante magnitudes
vectoriales que llamaremos fuerzas. Así, una partícula libre es aquella sobre la que no actúa
ninguna fuerza (F~ = ~0). Hemos dicho que es prácticamente imposible observar una partícula
sobre la que no actúa ninguna fuerza, pero sí que es posible observar partículas sobre las que
actúan diferentes fuerzas cuyo efecto conjunto es nulo, de forma que en estas circunstancias
podamos afirmar que la fuerza neta es igual a cero. Para ello es necesario estar seguros de
que podemos sumar fuerzas, pero esto es un hecho experimentalmente comprobado: el efecto
dinámico que producen varias fuerzas actuando sobre un cuerpo es el mismo que el
que produce su suma vectorial resultante. No es suficiente definir una magnitud vectorial
para estar en condiciones de sumar tales magnitudes mediante la ley del paralelogramo. Hace
falta tener suficiente evidencia experimental como para entender el significado físico y la validez
de la operación suma vectorial.
Ahora sí que estamos en condiciones de dar una definición de sistema inercial equivalente a
la anterior, pero más aplicable a situaciones prácticas: Un sistema de referencia es inercial
si al observar una partícula sometida a una fuerza resultante nula su estado es
de reposo o de movimiento rectilíneo y uniforme respecto a tal sistema. En caso
contrario diremos que el sistema es no inercial. La ventaja de esta última definición es que sí es
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.3
posible, al menos con muy buena aproximación, preparar en el laboratorio partículas sometidas
a fuerza resultante nula.
Si tenemos en cuenta la hipótesis de espacio absoluto, inmóvil, homogéneo e isótropo e
imaginamos una partícula libre en una cierta región del Universo, entonces tal partícula solo
podrá estar en movimiento rectilíneo y uniforme en una dirección cualquiera (o en reposo como
caso particular). En consecuencia, el espacio absoluto es el sistema inercial por excelencia.
Cualquier sistema fijo en el espacio absoluto es un sistema inercial. Además, como el principio
de inercia hace equivalente las situaciones de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme,
también podemos afirmar que todo sistema de referencia con movimiento rectilíneo y uniforme
de traslación respecto al espacio absoluto es inercial. No obstante, hay que insistir en que
la hipótesis de espacio absoluto plantea problemas de coherencia y, en cualquier caso, no es
estrictamente necesaria para el estudio de la mecánica desde un punto de vista aplicado. Para
ello lo que sí es necesario es disponer de alguna definición suficientemente precisa de sistema
inercial como la que hemos dado sin referencia al espacio absoluto.
Para actualizar tal enunciado es necesario hacer algunas consideraciones. Por movimiento
entendemos la velocidad ~v de la partícula en el instante t y en la posición ~r que ocupa, estando
referidos ~r y ~v a un cierto sistema inercial. Por cambio de movimiento entendemos la variación
instantánea de la velocidad con el tiempo, es decir, la aceleración ~a de la partícula. La segunda
ley nos dice que solo existe una aceleración ~a en tal sistema de referencia para una partícula
material si actúa sobre ella una fuerza total F~ y que fuerza y aceleración son vectores paralelos,
es decir, proporcionales.
Para poder expresar matemáticamente la ley es necesario determinar e interpretar el factor
de proporcionalidad entre F~ y ~a. Experimentalmente se encuentra que cuando distintas fuerzas
F~ , F~ 0 ,... actúan sobre una misma partícula en las mismas condiciones, las aceleraciones con que
responde la partícula son diferentes, ~a, ~a0 ,..., estando relacionados sus módulos por
F F0
= 0 = ... = cte
a a
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.4
mientras que si una misma fuerza F~ actúa sobre distintas partículas 1, 2,..., entonces las
aceleraciones de respuesta son diferentes, ~a1 , ~a2 ,..., y sus módulos cumplen
F F
6= 6= ...
a1 a2
De ambas expresiones se deduce que el factor de proporcionalidad entre F~ y ~a es
característico de cada partícula, es decir, toma el mismo valor para una partícula determinada
independientemente de las fuerzas que apliquemos y toma distintos valores para partículas
diferentes a pesar de que apliquemos la misma fuerza. A tal factor se le denomina masa
inercial y es una propiedad interna de cada partícula material.
La masa inercial es una magnitud escalar característica de cada objeto. Admite los criterios
de igualdad -dos partículas con la misma masa responden con idéntica aceleración a la misma
fuerza aplicada- y de suma (a masa doble necesitamos fuerza doble para producir la misma
aceleración). Además la masa inercial es una magnitud positiva, ya que la aceleración de
respuesta a una fuerza F~ tiene siempre el mismo sentido que la fuerza aplicada como se
comprueba experimentalmente.
Podemos expresar la segunda ley de Newton como sigue. Sea un sistema inercial S (Fig.
4.1) y una partícula material cuya posición en un instante t viene dada por ~r y su velocidad
por ~v . Si en tal instante actúa sobre ella una fuerza neta F~ (suma vectorial de todas las fuerzas
aplicadas) entonces aparece sobre la partícula una aceleración ~a dada por
F~ = m~a (4.1)
lo que está lejos de constituir una definición operativa de la magnitud fuerza). El problema
no es sencillo de resolver con la formulación tradicional de las leyes de Newton que estamos
siguiendo, pero procuraremos aclararlo más adelante. Por el momento nos basta con tener una
idea aproximada de qué son la fuerza y la masa, o al menos una de ellas. Si sabemos qué es la
masa, la ecuación [4.1] define la fuerza en función del efecto que produce sobre una partícula
dada y, viceversa, si sabemos qué es una fuerza, la misma ecuación sirve para definir la masa
inercial de una partícula.
Otra forma de expresar la ecuación fundamental de la dinámica consiste en definir la
cantidad de movimiento p~, también conocida como momento lineal, de una partícula como:
p~ = m~v
d~p
F~ = (4.2)
dt
Esto nos permite enunciar de forma más general la segunda ley de Newton: La fuerza total
que actúa sobre una partícula material es igual a la variación en el tiempo de su
cantidad de movimiento, medida en un sistema inercial. En particular, para una
partícula de masa constante es igual al producto de la masa por la aceleración.
La ecuación [4.2] se reduce a la [4.1] para una partícula de masa constante, pero se puede
aplicar a sistemas de masa variable mediante:
d~p d d~v dm
F~ = = (m~v ) = m + ~v (4.3)
dt dt dt dt
siempre que se conozca la ley de variación de la masa, m(t), con el tiempo y se pueda calcular
su derivada.
Además, mientras que la expresión [4.1] no se cumple en general en relatividad, la expresión
[4.2] sí lo hace, si bien con una definición diferente de momento lineal y con un concepto diferente
de masa en relatividad.
La ecuación [4.1] expresa, para una partícula de masa constante, la dependencia obligada
de la fuerza con la aceleración, pero ¿de qué variables puede depender la fuerza? En el caso
más general, las fuerzas que vamos a utilizar pueden depender de la posición, de la velocidad
de la partícula sobre la que actúan y del tiempo, es decir:
F~ = F~ (x, y, z, vx, vy , vz , t)
F~ = F~ (~r, ~v , t)
Las fuerzas F~ no dependen de las segundas derivadas de la posición respecto del tiempo,
más que lineal y trivialmente a través de la ec. [4.1], ni de derivadas de orden superior.
Consideraremos además que la masa inercial es invariante ante cambios de sistemas de
referencia en movimiento entre sí, sean o no inerciales. Es decir, la masa no depende de la
posición, ni de la velocidad ni de la aceleración. Esta condición impuesta por la mecánica
clásica sabemos que no es cierta desde la aparición de la teoría especial de la relatividad. En
efecto, la masa no es un invariante relativista. Dados dos sistemas de referencia inerciales S y
S’ tales que S’ se mueve en movimiento rectilíneo y uniforme de traslación respecto de S, con
velocidad v, si consideramos una partícula material en reposo respecto a S’ todo observador fijo
en este sistema asignará a tal partícula una masa m 0 que denominaremos masa en reposo.
La teoría especial de la relatividad nos garantiza que todo observador en reposo en el sistema
S asignará para la misma partícula una masa dada por
m0
m= s
v2
1−
c2
Como vemos, la masa varía según la velocidad relativa al observador que la mida, si bien este
hecho no es apreciable más que a velocidades muy altas, ya que el término c que aparece en la
ecuación anterior representa la velocidad de la luz en el vacío cuyo valor es 3·108 m·s−1 . Hasta
épocas recientes no había posibilidad de medir con precisión, sobre sistemas que se mueven
a velocidades tan altas, las diferencias que existen entre masa en reposo y en movimiento de
un objeto. En la actualidad la existencia de tal variación de la masa con la velocidad ha sido
contrastada experimentalmente innumerables veces. No obstante, en la inmensa mayoría de
las aplicaciones de la mecánica clásica no existe ningún inconveniente en considerar la masa
independiente de la velocidad ya que el error que se comete con ello es despreciable y así lo
haremos.
En cuanto a las dimensiones y unidades en el SI de las tres magnitudes que hemos
introducido en este apartado, la masa es magnitud fundamental, M, y su unidad es el kilogramo
que ya hemos definido. La ecuación de dimensiones de la fuerza viene dada por
“Para toda acción hay siempre una reacción opuesta e igual. Las
acciones recíprocas de dos cuerpos entre sí son siempre iguales y
dirigidas hacia partes contrarias”.
Sea F~21 la fuerza que actúa sobre m 1 debida a su interacción con m 2 . Sobre la partícula m 2
actúa una fuerza F~12 igual y opuesta a F~21 , es decir
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.8
A las dos fuerzas F~12 y F~21 que representan la interacción entre m 1 y m 2 se las denomina
par de acción y reacción.
La interacción entre dos cuerpos se puede producir de distintas formas. En nuestra
experiencia cotidiana son habituales los casos en los que se produce con contacto, como sucede
cuando dos bolas de billar colisionan entre sí o cuando un objeto pesado apoya sobre una
superficie rígida. Hay otras situaciones en que la interacción se produce a distancia, como
cuando el campo de gravedad que crea la Tierra hace moverse a un objeto en caída libre o
cuando dos cargas eléctricas en movimiento desvían sus trayectorias como consecuencia de las
fuerzas electromagnéticas que se ejercen mutuamente. En los casos en los que la interacción
se produce a distancia se considera en mecánica clásica que la fuerza se transmite de forma
instantánea entre las dos partículas lo que, según sabemos actualmente, es incorrecto: no existe
ninguna interacción capaz de propagarse más rápidamente que la velocidad de la luz en el vacío
(nada se transmite con velocidad infinita).
Figura 4.3: Principio de acción y reacción para una masa apoyada en la superficie
de la Tierra.
de masas de la tierra. Por otra, hay una interacción por contacto, de origen electromagnético,
entre el cuerpo (1) y la superficie de la tierra que lo soporta y que es debida a la rigidez de
los materiales que constituyen el cuerpo y la superficie de apoyo (tal rigidez se debe a algún
tipo de enlace entre las moléculas de ambos cuerpos, que tiene su origen en la interacción
electromagnética). Esta segunda interacción se traduce en el par de acción y reacción dado
por F~21
0
y F~12
0
, ambas iguales en módulo, colineales, opuestas y cuya recta soporte coincide
~
con la de F21 (esto último es necesario para explicar el equilibrio de m 1 en el caso ideal que
estamos analizando). Como se ve, F~21 y F~21
0
no constituyen un par de acción y reacción, ya que
representan el efecto sobre m 1 de dos interacciones diferentes.
Por último es conveniente matizar el principio de acción y reacción restringiendo su validez
en algunos casos.
Distinguiremos entre principio fuerte de acción y reacción, según el cual las fuerzas
entre dos objetos en interacción son iguales en módulo, opuestas y colineales, y el principio
débil de acción y reacción, según el cual las fuerzas de interacción serán iguales y opuestas,
pero no colineales (con rectas soporte paralelas). Conviene esta distinción, dado que mientras
que las interacciones gravitatorias cumplen siempre el principio fuerte de acción y reacción, las
electromagnéticas cumplen a veces el fuerte, otras solo el débil y en ocasiones no cumplen ni
uno ni otro.
Consideremos ahora otro sistema aislado constituido por dos partículas diferentes entre
sí, 1 y 2. En las mismas condiciones que en el caso anterior podemos aceptar como hecho
experimental que existe un escalar λ tal que
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.10
que es una ecuación totalmente equivalente a la anterior, donde está claro que λ=1/µ. Tal
simetría permite afirmar que λ (o µ) depende simultáneamente de las características de las
partículas 1 y 2 y que debe ser posible representarla mediante una función de alguna propiedad
intrínseca de ambas, simétrica en el sentido indicado. La forma más simple de hacerlo es
definiendo una magnitud característica de cada partícula, que llamaremos su masa inercial,
y que ha de cumplir que:
m2 1
λ= =
m1 µ
La expresión anterior indica que los vectores (~v20 −~v2 ) y ~v1 −~v10 son paralelos (incluso exigimos
que estrictamente paralelos, para que así m 2 /m 1 sea positivo) con lo cual se puede escribir como
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.11
m2 |~v1 − ~v10 |
= 0
m1 |~v2 − ~v2 |
|~v1 − ~v10 |
m2 = (en unidades m1 )
|~v20 − ~v2 |
De esta forma hemos conseguido disponer de una definición de masa inercial menos ambigua
que la que obteníamos a partir de la segunda ley de Newton (siempre que aceptemos que no
plantea dificultad medir módulos de diferencias de velocidades para partículas que forman parte
de sistemas aislados).
Además, el principio de conservación de la cantidad de movimiento [4.7] nos permite deducir
las tres leyes de Newton y definir la magnitud fuerza, como vamos a ver a continuación.
a) Primera ley. Supongamos un sistema aislado constituido por una única partícula de
masa m. Entonces, para un sistema de referencia inercial cualquiera, se cumple (ec. [4.7]) que:
−→ −→
p~ = m~v = cte ⇒ ~v = cte
es decir, que la partícula solo puede seguir un movimiento rectilíneo uniforme respecto a tal
sistema, lo que constituye el enunciado de la primera ley de Newton.
b) Segunda ley. Sea un sistema aislado constituido por dos partículas de masas m 1 y
m 2 . Si no interaccionan entre sí, cada una de ellas mantendrá constante su vector cantidad de
movimiento. Supongamos que interaccionan y analicemos cómo experimenta la interacción la
partícula m 1 , por ejemplo.
En cualquier instante la interacción se traduce en un cambio de la cantidad de movimiento
(ya que si no se produjese aquella, ésta se mantendría constante). Representamos la interacción,
tal como la experimenta m 1 , mediante la fuerza F~21 que la definimos de la siguiente forma,
d~p1
F~21 = (4.8)
dt
que es idéntica a la ecuación [4.2]. La diferencia estriba en que antes tal ecuación representaba
una ley y ahora consiste en la definición de fuerza que actúa sobre m 1 debida a la interacción
con m 2 , sin ambigüedad, ya que hemos definido anteriormente masa inercial y cantidad de
movimiento.
c) Tercera ley. La situación analizada en el apartado anterior y que representa la ecuación
[4.8] es simétrica respecto al intercambio de las partículas m 1 y m 2 que constituyen nuestro
sistema aislado.
En efecto, apliquemos el principio de conservación de la cantidad de movimiento a este
sistema aislado
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.12
−→
p~ = p~1 + p~2 = cte
d~p1 d~p2
+ =0 (4.9)
dt dt
Pero, por simetría, se verifica que
d~p1 d~p2
F~21 = ; F~12 =
dt dt
~r = ~r0 + ~rO0
donde según se ve en la figura ~rO0 = V t~i siempre que hayamos tomado el origen de tiempos
del observador S en el instante en que O’ coincidía con O y siendo t el tiempo que mide un
observador ligado al sistema S. En componentes la ecuación anterior toma la forma
x = x0 + V t
y = y0 (4.10)
z = z0
que indica cómo cambian las coordenadas espaciales bajo la transformación de Galileo.
La forma en que cambia el tiempo medido desde ambos sistemas está dada por la hipótesis
de tiempo universal e independiente del espacio. En principio, un observador ligado a S medirá
un tiempo local t, mientras que otro ligado a S’ medirá un tiempo τ . Si aceptamos la hipótesis
anterior se deberá cumplir que
d2 t
=0
dτ 2
t = ατ + β (4.11)
t=τ (4.12)
INTENSIDAD
INTERACCIÓN ALCANCE SIGNO
RELATIVA
atractiva (con zona repulsiva a
Fuerte 1 10−15 m muy cortas distancias)
las interacciones fuerte y débil. Para nuestros fines solo van a existir dos interacciones básicas:
la electromagnética y la gravitatoria. En consecuencia, toda fuerza F~ que utilicemos tendrá
necesariamente su origen en una de ellas.
Es importante plantearse cuál es el mecanismo según el que se producen y transmiten las
interacciones. El problema es complejo y cae fuera de nuestros objetivos, pero simplificadamente
podemos explicar las interacciones mediante un proceso de emisión, propagación y absorción
de partículas de intercambio responsables de transmitir la interacción. Así, dos partículas
capaces de interaccionar fuertemente, como los protones o los neutrones, lo hacen mediante
el intercambio de un pion, que es la partícula transmisora para la interacción fuerte, con masa
en reposo no nula y carga cero.
La interacción electromagnética se produce mediante el intercambio de fotones (partículas
de masa nula pero con energía y momento lineal no nulos). La interacción débil se transmite
mediante los bosones intermediarios W+ , W− y Z0 , de masa no nula, dos de ellos cargados y
uno neutro.
Piones, fotones y bosones han sido detectados experimentalmente. Teóricamente se postula
la existencia de partículas sin masa para explicar la interacción gravitatoria, los gravitones. El
largo alcance de las interacciones electromagnética y gravitatoria está relacionado con el hecho
de que sus partículas de intercambio no tengan masa.
Las partículas de intercambio que explican las interacciones básicas se mueven con velocidad
finita, igual a la velocidad de la luz en el vacío. En consecuencia, las interacciones (o nuestro
modelo de ellas, las fuerzas) no pueden propagarse instantáneamente. Insistimos aquí en que
su velocidad de propagación es igual a la de la luz en el vacío. No obstante, dado el alto valor
de c no necesitaremos tener en cuenta este hecho.
4.3.2. Gravitación
La ley de gravitación, cuyo enunciado apareció por primera vez en los “Principia” de Newton
en 1687, constituye el ejemplo por excelencia de ley de alcance universal, en el sentido de que
cualquier objeto con masa se ve sometido a ella.
De forma resumida se puede enunciar como sigue: Todos los cuerpos se atraen entre
sí mediante fuerzas directamente proporcionales al producto de sus masas e
inversamente proporcionales al cuadrado de la distancia que separa sus centros.
Mientras que el enunciado anterior expresa con una gran simplicidad la ley de atracción que
siguen todos los cuerpos con masa, no nos dice nada acerca de las causas ni de la forma en
que se produce y manifiesta la atracción gravitatoria. Sobre ello se ha especulado mucho antes
y después de la aparición de la ley, pero en la actualidad continúa siendo la única interacción
fundamental sobre la que no disponemos de una teoría completa demostrada experimentalmente
(las partículas de intercambio, los gravitones, aún no han sido detectadas). La teoría general
de la relatividad interpreta la gravitación como una propiedad intrínseca del espacio-tiempo,
su curvatura. Allá donde existen campos gravitatorios intensos el espacio-tiempo adquiere una
gran curvatura, mientras que ésta es nula en el espacio libre, a grandes distancias de cualquier
masa.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.17
Matemáticamente, el módulo de la fuerza que actúa sobre una masa m debido a la atracción
que ejerce sobre ella una masa M viene dada por
Mm
F =G (4.14)
r2
F = 1.6·10−5 N
como se puede comprobar fácilmente aplicando [4.14]. La fuerza que ejerce la tierra sobre cada
esfera, esto es, su peso es
F’ = 4.9·102 N
es decir, siete órdenes de magnitud superior (F’/F ≈ 107 ). Si queremos realizar un experimento
en el laboratorio con objeto de medir G, tendrá que ser muy preciso, ya que si no la medida de
F, que es la que nos interesa, quedará apantallada por F’.
El primero en realizar un experimento de este tipo con éxito fue el inglés G. Cavendish, en
1789 (100 años después de la publicación de la ley). Para ello utilizó una balanza de torsión
extremadamente sensible, similar a la empleada por Ch. Coulomb en 1784 para verificar la ley
de fuerzas entre cargas eléctricas en reposo.
La Fig. 4.5 muestra el esquema del experimento. Dos bolas de plomo, de masa m cada una,
se colocan en los extremos de una balanza de torsión. Se acercan dos esferas grandes de plomo,
de masa M, como se indica en la figura. La varilla que une las dos masas m gira un ángulo por
efecto del par de fuerzas aplicado. La medida del ángulo de torsión sirve para determinar el par
y la fuerza F. Conocidos F, M, m y la distancia entre las masas M y m, mediante la ecuación
[4.14] se puede determinar G. El valor de la constante de gravitación obtenido por Cavendish
en este experimento fue
que cumple todas las propiedades exigidas a la interacción gravitatoria entre dos masas en una
única ecuación.
Podemos utilizar un enfoque diferente al de la ecuación [4.15] para representar la interacción
gravitatoria, que consiste en definir el campo gravitatorio. Toda masa perturba de alguna forma
el espacio que la rodea. Las propiedades del espacio son diferentes en las inmediaciones de una
masa, ya que en este caso aparecen fuerzas de atracción sobre otras masas presentes, que no
existen en el espacio vacío lejos de cualquier masa (en este caso el espacio es “neutro” y no
aparece ninguna acción sobre una masa que coloquemos en un punto cualquiera). Para definir
una magnitud, el campo gravitatorio, que mida tal perturbación, consideremos una masa M
situada en reposo en algún punto del espacio. Situemos un sistema de referencia inercial con
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.19
origen O en el punto que ocupa M (esta imposición la hacemos para simplificar la definición).
Imaginemos una masa “prueba” m, pequeña, situada en un punto P a una distancia r de O
(Fig. 4.7).
F~ M
~g = = −G 3 ~r (4.16)
m r
que representa la fuerza que aparecería sobre una masa unidad situada en el punto P debida a
la atracción que ejercería sobre ella la masa M.
La definición anterior se puede generalizar al caso del campo gravitatorio creado por
un número cualquiera de masas, mediante el principio de superposición. Sea un sistema de
referencia OXYZ y un conjunto N de masas {mi }N cuyos vectores de posición respectivos
denotaremos por ~ri . El campo gravitatorio total en el punto P de vector de posición ~rP viene
dado por:
N
X mi
~g = ~g1 + ~g2 + ... + ~gN = −G ~rP i (4.17)
i=1 rP3 i
siendo ~rP i = ~ri − ~rP el vector de posición relativa de mi respecto al punto P y rP i su módulo.
El campo gravitatorio creado por una masa M es un campo vectorial central, radial y
potencial (o conservativo). Además, si consideramos la masa en reposo respecto a un sistema
de referencia inercial el campo es estacionario (no depende del tiempo).
Que el campo es central quiere decir que las líneas de acción de todos los vectores campo
pasan por el punto O que ocupa la masa M (centro del campo, Fig. 4.7) y que es radial significa
que el módulo del campo toma el mismo valor en cualquier punto de una superficie esférica de
radio r y centro O, es decir, que el módulo del campo solo depende de la coordenada radial r.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.20
M ~r M
~g = −G ~ur con ~ur = y |~g | = G
r2 r r2
rot ~g = 0
como se puede comprobar calculando dicho operador sobre el campo dado por [4.16] escrito en
la forma:
M
~g = gx~i + gy~j + gz~k = −G (x~i + y~j + z~k)
(x2 + y2 + z 2 )3/2
~g = −grad Vg
y que vale lo mismo para todos los cuerpos. Dado el carácter universal de las leyes que hemos
empleado en el planteamiento, es sencillo hacer k=1 sin más que elegir adecuadamente las
unidades en que expresemos mg . De hecho, esto va implícito en el valor de G que dimos y, en
consecuencia, podemos afirmar que la masa inercial y la masa gravitatoria son equivalentes (mi
= mg = m). En lo sucesivo consideraremos que existe únicamente un tipo de masa.
La igualdad entre masas inercial y gravitatoria nos permite, por ejemplo, medir masas
mediante la balanza (la balanza no mide masas directamente, sino que compara pesos).
y su módulo vale
MT
gT = G (4.19)
r2
[g] = L T−2
MT
g0 = G 2
= 9.81 ms−2
RT
donde RT = 6.37·106 m es el radio medio de la tierra (se recomienda hacer el cálculo anterior
con los datos indicados y comprobar si el resultado está expresado con una aproximación
correcta). En realidad, g0 varía con diversos factores, como la latitud o la altura a la que nos
encontremos con respecto a la superficie del mar, pero en muchas ocasiones tales variaciones son
despreciables. Cuando no existe problema de confusión a este valor se le denomina simplemente
g.
Cualquier objeto situado en las proximidades de la superficie de la tierra es atraído por ella
con una fuerza que denominaremos peso P~ , de valor
La expresión anterior permite definir la unidad de fuerza del sistema técnico, el kilogramo
fuerza (kgf) como la fuerza con que la tierra atrae a una masa de 1 kg, al nivel del mar y a 45o
de latitud. Como es fácil ver, en tal definición está implícita la identidad entre masa inercial y
masa gravitatoria.
El valor del campo de gravedad terrestre varía con el inverso del cuadrado de la distancia.
En la luna, situada a una distancia r = 60 RT , la aceleración de la gravedad debida a la tierra
vale
MT MT g0 −2
gL = G = G 2 = 2 = 0.0027 ms
r2 (60RT ) 60
Podemos utilizar este valor para comprobar la forma de la ley de gravitación universal con
argumentos similares en algunos aspectos a los empleados por Newton.
Supongamos que la órbita de la luna es circular, con periodo T = 27.3 días y de radio r.
Para seguir esta órbita, debe de estar sometida a una aceleración centrípeta:
2
2π
2
aL = ω r = r = 0.0027 ms−2
T
que es igual al valor de gL obtenido bajo la suposición de que la fuerza de atracción gravitatoria
varía con el inverso del cuadrado de la distancia, luego tal ley se cumple para la luna. La
genialidad de Newton consistió en darse cuenta de que es una ley universal: se cumple para
cualesquiera dos objetos con masa.
4.3.3. Electromagnetismo
De las dos interacciones fundamentales que se manifiestan a escala macroscópica una de
ellas, la gravitatoria, admite ser expresada mediante una ley matemática simple, como hemos
visto. No ocurre lo mismo con el electromagnetismo. La interacción electromagnética, cuyo
origen se basa en la carga eléctrica, se manifiesta de formas diferentes según sea la situación de
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.23
movimiento relativo de las cargas que la crean. En general no existe una ley única tan sencilla
como la ley de gravitación universal para expresar las fuerzas electromagnéticas. Algunos de
los aspectos más simples de esta interacción se estudiarán en electrostática y magnetostática.
Normalmente estudiaremos el movimiento de una partícula material en las proximidades
de la tierra. En estas condiciones actúa sobre ella una única fuerza gravitatoria importante,
el peso, que refleja su interacción con la tierra (las interacciones gravitatorias con otras masas
próximas, relativamente pequeñas, serán despreciables). El resto de las fuerzas que actúen sobre
nuestra partícula serán de origen electromagnético necesariamente (a escala macroscópica, toda
interacción que no sea de tipo gravitatorio deberá ser electromagnética).
Así pues, las tensiones ejercidas por cables, las fuerzas elásticas de los muelles, las fuerzas
de reacción en apoyos, el rozamiento, etc., son fuerzas de origen electromagnético. Todas las
mencionadas se deben a las propiedades del estado sólido, que tienen su origen en los distintos
tipos de enlace que se dan entre moléculas de sólidos. Ahora bien, sea cual sea la clase de enlace,
siempre tendrá un origen en la interacción electromagnética entre las cargas de las partículas
subatómicas.
Las moléculas de los sólidos permanecen rígidamente unidas entre sí por enlaces de
tipo iónico (heteropolar), covalente (homopolar), de Van der Waals o por enlace metálico,
esencialmente. Todos estos enlaces tienen su origen en las propiedades electromagnéticas de las
moléculas constitutivas de los sólidos. La Fig. 4.8 muestra analíticamente la forma de la energía
potencial típica de interacción entre dos moléculas de un sólido en función de la distancia r
entre ambas (la fuerza de interacción viene dada por F (r) = −dV (r)/dr).
La distancia r 0 corresponde a la posición de equilibrio (mínima energía potencial), aunque
hay que tener en cuenta que no existe ninguna posición en la que las moléculas estén en reposo.
Siempre tienen un movimiento de vibración como el que se indica, para un nivel de energía
determinado, entre las posiciones r 2 y r 3 . Tal estado de vibración aumenta con la temperatura.
Si ésta crece mucho, la separación entre moléculas crece, la energía de ligadura se hace muy
pequeña (valor asintótico para r muy grande), los enlaces se debilitan y el sólido se “funde”.
Por otra parte, el enlace se opone a distancias muy pequeñas entre moléculas. Para r<r 1 la
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.24
4.4.1. Ligaduras
En el caso general, la descripción del movimiento de una partícula en el espacio requiere el
empleo de tres coordenadas (cartesianas, como son las tres componentes del vector de posición
en un triedro de referencia ortogonal, o de otro tipo). En muchos casos el movimiento de una
partícula puede verse sometido a una serie de restricciones que llamaremos ligaduras y que hacen
que necesitemos únicamente dos, una o ninguna coordenadas independientes para describirlo.
Al número de coordenadas independientes necesarias para la descripción del movimiento de
una partícula se le llama grados de libertad. Se cumple g=n-l, donde g representa el número
de grados de libertad, n el número de coordenadas necesarias en el caso general (n=3 para una
única partícula) y l es el número de ligaduras a que se encuentra sometido el sistema.
En los problemas que nos interesan las ligaduras vendrán impuestas o por las condiciones
iniciales más las fuerzas aplicadas, o por las condiciones de contorno y siempre podrán traducirse
en ecuaciones matemáticas, tantas como ligaduras existan (l=1, 2 o 3 para una partícula
material). Para ilustrar esto vamos a ver algunos ejemplos.
a) l=1. Movimiento de una partícula sobre una superficie.
Consideremos una partícula de masa m que describe una cierta trayectoria, apoyada sobre
una superficie S sin perder el contacto con ella (Fig. 4.9). La superficie viene representada por
una cierta ecuación f (x, y, z) = 0 e implica una condición de contorno impuesta a la partícula.
En la práctica y para el tipo de problemas que trataremos una ligadura como ésta representa
en general el contacto entre la partícula material y una superficie sólida de apoyo y supone una
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.25
interacción por contacto entre estos dos sistemas, susceptible de ser representada mediante un
par de acción y reacción.
No siempre es así. Consideremos una partícula material sometida únicamente a su peso y
cuyas condiciones iniciales de movimiento vienen dadas por ~r0 y ~v0 (~r0 = ~r(t = 0) y ~v0 =~v (t=0)).
El movimiento en este caso se produce en el plano vertical a la superficie terrestre (que
contenga a ~g ) y que contiene al vector velocidad inicial ~v0 y al punto donde se encontraba la
partícula en el instante inicial (extremo del vector ~r0 ). Este plano vendrá determinado por una
ecuación h(x, y, z)=0 y supone una ligadura que, como es claro, no tiene su origen en ninguna
condición de contorno, sino en la forma de la fuerza aplicada y de las condiciones iniciales.
En los dos casos anteriores el número de grados de libertad es g=n-l=3-1=2.
b) l=2. Movimiento sobre una línea.
Una partícula material que se mueve sobre una línea fija está sometida a dos ligaduras
representadas por las ecuaciones que determinan la curva en el espacio:
f (x, y, z) = 0
h(x, y, z) = 0
En general tal situación representará una interacción por contacto entre la partícula y una
línea sólida y rígida (por ejemplo, una cuenta de collar que se mueve a lo largo de un alambre
rígido). En algunos casos puede provenir de una situación impuesta por condiciones iniciales y
fuerzas (por ejemplo, el movimiento circular de la luna en torno a la tierra). En cualquier caso,
el número de grados de libertad es g=3-2=1.
c) l=3. Reposo.
Una partícula sometida a tres ligaduras no posee ningún grado de libertad (g=3-3=0).
Sus coordenadas están perfectamente determinadas por las tres ecuaciones de ligadura (x=cte;
y=cte; z=cte) y la partícula se encuentra en reposo.
Consideremos una partícula material que apoya sobre una superficie sólida (Fig. 4.11). Sea
τ el plano tangente a la superficie en el punto que ocupa la partícula.
En ocasiones la fuerza de rozamiento puede ser nula (o despreciable) con lo que la reacción es
únicamente normal, pero nunca puede haber fuerza de rozamiento si la reacción normal es nula
(en este último supuesto simplemente no existe interacción entre la partícula y la superficie).
En el caso de interacción entre una partícula material m y una línea rígida C (Fig. 4.12),
~ respuesta a la acción R
la situación es análoga. Sobre la partícula actúa una reacción R, ~ 0 que
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.27
Consideremos un bloque que apoya sobre una superficie horizontal (Fig. 4.13). Inicialmente
solo actúa sobre él el peso Mg, aplicado en el centro de masas, y la reacción de la superficie, N,
que constituyen un sistema de fuerzas con resultante nula, lo que explica su equilibrio (Fig. 4.13
(a)). Supongamos que se aplica sobre el bloque una fuerza F~ horizontal, cuya línea de acción
pase por el centro de masas y cuyo módulo aumente de forma lenta y continua.
La experiencia nos dice que cuando la fuerza F~ es muy pequeña, el bloque se mantiene
en equilibrio. Para explicar esto es necesario un diagrama de fuerzas como el indicado en la
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.28
Fig. 4.13 (b), cuya resultante ha de ser nula. En consecuencia, debe aparecer una fuerza de
rozamiento estática -la llamaremos así porque corresponde a una situación de equilibrio- cuyo
módulo ha de cumplir F=FR . Conforme la fuerza sigue aumentando llegará un momento en
que el bloque comience a moverse. En particular, existirá un valor límite FL para el que aún
estaremos en situación estática, pero tal que si se incrementa el valor de la fuerza, F = FL +∆F
comenzará el movimiento, sea cual sea el valor de ∆F (Fig. 4.13 (c)). Definimos el coeficiente
de rozamiento estático µe entre el bloque y la superficie mediante la ecuación
FRL = µe N (4.21)
donde aún FL = FRL , si bien en situación límite. Lo anterior indica que el módulo de la fuerza
de rozamiento estática no puede crecer más allá de FRL , es decir, puede tomar cualquier valor
entre
FRD = µd N (4.23)
situación real (solo indica que el caso (a) es aproximado y que no se cumple exactamente en
algunos aspectos).
Las ecuaciones [4.21], [4.22] y [4.23] que expresan la dependencia de la fuerza de rozamiento
con la componente normal de la reacción constituyen las leyes básicas del rozamiento seco
(modelo Coulomb-Morin). Además, hay que tener en cuenta que:
MATERIALES µe µd
En ocasiones puede ser útil considerar los ángulos de rozamiento θe y θd , definidos mediante
y que toman valores diferentes para cada dos materiales que puedan ponerse en contacto.
Para aclarar su significado, consideremos un plano inclinado cuyo ángulo de inclinación θ
puede variar merced a un eje perpendicular al plano de la figura y que pasa por el punto O (Fig.
4.15). Sobre él apoya un bloque de masa M . Existe una inclinación θe para la cual el bloque
se encuentra en equilibrio límite (iniciaría su movimiento si θ = θe +∆θ, por muy pequeño que
fuese ∆θ). El equilibrio del bloque sobre el plano está permitido para todo θ que cumpla
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.30
−θe ≤ θ ≤ θe
Aplicando en la situación límite θe que la resultante de las fuerzas que actúan sobre el bloque
(peso y reacción) ha de ser nula y la ecuación [4.21] de situación estática límite, obtenemos el
sistema de ecuaciones
M g sin θ = FRL
N = M g cos θ
FRL = µe N
cuya solución es
tan θe = µe
tan θd = µd
El ángulo θd representa la inclinación necesaria para que el bloque pueda moverse en línea
recta y a velocidad constante a lo largo del plano.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.31
Del hecho de que hilo y polea sean ideales se deduce que ambas aceleraciones han de ser
iguales, a 1 = a 2 , siempre que el hilo esté tenso (T >0).
Se podrían considerar otras posibles interacciones para M 1 y M 2 , como por ejemplo,
interacciones gravitatorias con otros objetos próximos o entre sí o la resistencia que ejerce
el aire sobre cada bloque, suponiendo que se muevan. Consideraremos que, en este caso, efectos
como los indicados son despreciables, es decir, de orden de magnitud inferior a los efectos
que hemos tenido en cuenta. De hecho, al considerar muelles, hilos y poleas ideales ya hemos
supuesto implícitamente ciertas aproximaciones (objetos ideales de este tipo no existen en la
práctica, estrictamente). El ejemplo expuesto nos sirve para definir estos objetos ideales que
aparecen frecuentemente en la resolución de problemas de mecánica.
Además de los tipos de fuerzas indicados en el ejemplo, nos podemos encontrar con otros
casos, teóricos o prácticos. En el supuesto más general, las fuerzas F~ pueden depender de las
coordenadas del punto (x, y, z) donde están aplicadas, de las primeras derivadas (vx , vy , vz ) de
las coordenadas del punto respecto al tiempo y del tiempo t. Tal dependencia general se puede
expresar resumidamente como
F~ = F~ (~r, ~v , t) (4.25)
Toda fuerza que cumpla las condiciones anteriores puede ser objeto de tratamiento para la
resolución de un problema dinámico.
para una partícula material de masa fija m y siendo ~r su vector de posición respecto a nuestro
sistema inercial.
En el caso más general, la ecuación vectorial [4.26] equivale a un sistema de tres ecuaciones
diferenciales escalares de segundo orden. Cada una de ellas representa la proyección de la
ecuación vectorial sobre los ejes del sistema de referencia, es decir,
d2 x
Fx (~r, ~v , t) = m
dt2
d2 y
Fy (~r, ~v , t) = m (4.27)
dt2
d2 z
Fz (~r, ~v , t) = m
dt2
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.34
El sistema de ecuaciones [4.27] admite un conjunto de infinitas soluciones (x(t), y(t), z(t))
o, lo que es lo mismo, todas las posibles soluciones vectoriales
~ +B
~r0 (t) = ~r(t) + At ~ (4.28)
siendo A~yB ~ dos vectores constantes cualesquiera (se puede comprobar fácilmente sin más que
sustituir ~r por ~r0 en [4.26]).
Para determinar la solución precisa a un problema concreto necesitamos conocer las
condiciones iniciales en que se encuentra la partícula. Tales condiciones consisten en los valores
del vector de posición y del vector velocidad de la partícula en un cierto instante, que en general
no hay inconveniente en considerar como el instante inicial (t=0).
Las condiciones iniciales vienen dadas por
es decir, dos datos vectoriales o, equivalentemente por seis datos escalares, en el caso general,
y permiten determinar los vectores A~yB ~ que aparecen en [4.28], determinando unívocamente
la solución al problema (se propone como ejercicio comprobar que A ~ = ~0 y B
~ = ~0 si ~r y ~r0
están referidos al mismo sistema inercial y definidos por las mismas condiciones iniciales).
Tomando como datos las condiciones iniciales x 0 y v 0 veremos cómo se aplica el método de
resolución de las ecuaciones de la dinámica para distintas posibles dependencias funcionales de
la fuerza. En nuestro caso, las ecuaciones [4.27] toman la forma
d2 x
F (x, v, t) = m (4.30)
dt2
donde F es la proyección de ~
F sobre el eje OX, que puede ser positiva o negativa (no debe
~
confundirse con el módulo F matemático).
d2 x F
2
=
dt m
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.37
v0 = v(t = 0) = C1
x0 = x(t = 0) = C2
d2 x 1
2
= F (t)
dt m
e integrando sucesivamente
dx 1 Z
v= = F (t)dt + C1 (4.34)
dt m
Z
1 Z
Z
x= v dt = F (t) dt + C1 dt + C2 (4.35)
m
Conocida la función F (t), y siempre que sea integrable, quedan determinadas las soluciones
x(t, C 1 , C 2 ) y v(t, C 1 ). Aplicando las condiciones iniciales x 0 y v 0 se obtienen en función de
ellas los valores de C 1 y C 2 y queda determinada la solución x(t), v(t) para cada problema
concreto.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.38
de donde
dv 1
= dt
F (v) m
v = f (t, C1 ) (4.36)
donde f será una cierta función del tiempo y del parámetro C 1 . Si f (t,C 1 ) es integrable se tiene
dx Z
v= ⇒ x= f (t, C1 )dt + C2 (4.37)
dt
y despejamos v 1/2
dx 2
Z
v= =± F (x) dx + C1 (4.40)
dt m
El proceso seguido hasta aquí constituye un caso particular del teorema de la energía cinética
que veremos más adelante. Integrando de nuevo [4.40] obtenemos
Z
dx
±t= 1/2 + C2 (4.41)
2
Z
F (x) dx + C1
m
que nos permite expresar x en función de t siempre que tal inversión sea posible y que las
integrales que aparecen en [4.40] y [4.41] estén definidas analíticamente. Como siempre, las
constantes C 1 y C 2 se determinan mediante las condiciones iniciales en cada caso concreto. La
solución al problema viene dada por v(x) (ecuación [4.40]), x(t) (ecuación [4.41]) y, obtenida
esta última, por
dx
v(t) =
dt
En la Fig. 4.19 (a) se representa un muelle ideal de longitud natural l 0 unido por su extremo
izquierdo a un soporte fijo y por su extremo derecho a una masa m que, en la dirección del eje
OX, va a estar sometida únicamente a la fuerza que el muelle ejerce sobre ella (supongamos,
por ejemplo, que entre el plano de apoyo y=0 y la masa no existe rozamiento).
Cuando el muelle está en su longitud natural, caso (a), no ejerce ninguna fuerza sobre m.
Situamos el origen de nuestro sistema inercial OXY en la posición que ocupa la masa m en
estas circunstancias. De esta forma, la elongación del muelle será igual a la coordenada x de la
posición de m.
Si el desplazamiento de la masa m es positivo (alargamiento), x>0, la fuerza que ejerce el
muelle sobre m es negativa (Fig. 4.19 (b)) mientras que en caso contrario, x<0, es positiva (Fig.
4.19 (c)). En consecuencia, la fuerza elástica se puede expresar en cualquier circunstancia como
x(t = 0) = 0; v(t = 0) = v0
d2 x k
+ x=0
dt2 m
s
k
ω= (4.43)
m
d2 x
2
+ ω2x = 0 (4.44)
dt
que es una ecuación diferencial, lineal y homogénea, de segundo orden, incompleta (carece de
término en la primera derivada de x) y que es característica del movimiento armónico simple.
Para obtener la solución empleamos el cambio de variables [4.39] con lo que resulta
dv
v = −ω 2 x ⇒ vdv = −ω 2 xdx
dx
Para integrar esta ecuación usaremos un método alternativo equivalente al de las constantes
C 1 y C 2 que consiste en incluir las condiciones iniciales como límites de integración. Resulta
Zv Zx
2
vdv = − ω xdx ⇒ v 2 = v02 − ω 2 x2
v0 0
Nótese que los límites inferiores son las correspondientes condiciones iniciales y los superiores
las variables genéricas a determinar, que aparecen con la misma notación en el integrando.
Utilizaremos esta notación siempre que no llame a confusión.
Hemos obtenido la dependencia de v con x
dx q 2
v= = v0 − ω 2 x2 (4.45)
dt
es decir
Zx Zt
dx
r = v0 dt
ω 2 x2
0 1− v02 0
conduce a
ω Z sin−1 (ωx/v0 ) ωx
dα = v0 t ⇒ sin−1 = ωt
v0 sin−1 0 v0
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.42
es decir
v0
x= sin(ωt) (4.46)
ω
que es una de las formas habituales de expresar la ecuación horaria de un movimiento armónico
simple. Otra forma equivalente a [4.46] es
v0
x= cos(ωt − π/2)
ω
como es inmediato comprobar. Para las condiciones iniciales elegidas, la amplitud del
v0
movimiento es . Se han seleccionado estas condiciones particulares para simplificar el
ω
desarrollo en la integración de la ecuación [4.44]. Si se consideran condiciones iniciales generales,
también se obtiene como solución de la ecuación un movimiento armónico simple, como es
evidente.
Supongamos que dos observadores ligados a sendos sistemas de referencia, uno inercial, S, y
el otro no inercial, S ’, observan una misma partícula libre, de masa m (Fig. 4.21). Además, los
dos observadores tienen “mentalidad newtoniana”, es decir, están acostumbrados a interpretar
sus experiencias habituales respecto al movimiento en base a las leyes de Newton (esto es
bastante normal, al menos desde el siglo XVIII).
El observador S podría decir: “como sobre la partícula m no actúa ninguna fuerza, entonces
su movimiento es rectilíneo uniforme”, pero es poco probable. Más bien razonaría como sigue:
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.43
“Dado que la partícula que observo está en movimiento rectilíneo y uniforme, entonces no puede
actuar ninguna fuerza sobre ella, o equivalentemente, la resultante de las fuerzas que actúan
sobre ella es nula”.
Adviértase que la opinión del observador S no resulta todo lo completa que debiera. Está
dando por supuesto que su sistema es inercial. Nosotros sí lo sabemos (lo hemos impuesto) pero,
¿cómo puede saberlo él? No obstante debemos ser indulgentes con el observador S. La tendencia
de afirmar que nuestro sistema de referencia es el mejor entre los posibles, por principio, ha
sido muy general en la historia de la ciencia, en particular en la de la astronomía.
El observador S puede percatarse de que su sistema es inercial si es capaz de medir que
la fuerza neta que actúa sobre la partícula es nula (es decir, es una partícula libre) al mismo
tiempo que observa que su movimiento es rectilíneo y uniforme. Supongamos que lo hace. Pero,
¿qué ocurre en el sistema no inercial?
El observador S ’ está ligado a un sistema de referencia que debe tener un movimiento
respecto a S más o menos complicado, pero siempre con alguna aceleración (S’ no puede estar
en movimiento rectilíneo uniforme de traslación respecto a S porque sería inercial, en contra de
lo acordado). En consecuencia, la misma partícula m se mueve respecto a S ’ con movimiento
acelerado a lo largo de una trayectoria cualquiera.
En principio, no hay ningún motivo para que el observador S ’ tenga una mentalidad muy
diferente a la de S y, en este caso, podría muy bien afirmar implícitamente la calidad de su
sistema de referencia diciendo: “Puesto que la partícula m sigue un movimiento acelerado, con
aceleración ~a0 , entonces actúa una fuerza resultante sobre ella de valor F~ 0 = m~a0 ”. Al razonar
de esta forma, estaría dando por supuesto que S ’ es inercial. ¿Cómo podría desengañarse?
De la misma forma que decíamos antes para el caso del observador S, si S ’ es capaz de
demostrar que la partícula m es libre -por ejemplo, dándose cuenta de que no interacciona
con ningún otro sistema y no puede actuar ninguna fuerza sobre ella- al mismo tiempo que su
movimiento no es rectilíneo y uniforme, tendrá que concluir que su sistema de referencia no es
inercial.
Sin embargo, según la interpretación anterior, el observador S ’ fue capaz de plantear una
ecuación del tipo
F~ 0 = m~a0 (4.47)
donde ~a0 es la aceleración de m medida en S ’. Pero, ¿qué es F~ 0 ? No es una fuerza real, porque
las fuerzas reales proceden de la interacción entre partículas, y m no interacciona con nada,
según dijimos. No obstante, para S ’ tiene el mismo efecto que una fuerza real en cuanto a cómo
actúa respecto al movimiento de la partícula m. A F~ 0 se le llama fuerza de inercia o fuerza
ficticia y su origen está en el movimiento acelerado del sistema S’ respecto a cualquier sistema
inercial. Las fuerzas de inercia solo aparecen cuando se estudian movimientos desde sistemas
no inerciales y para ellas carece de sentido el principio de acción y reacción.
Ejemplos de fuerzas de inercia son el exceso o defecto de peso que se aprecia cuando un
ascensor acelera ascendiendo o descendiendo, o la fuerza centrífuga que empuja a los ocupantes
de un vehículo en sentido contrario al centro de curvatura de una curva.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.44
En la práctica, los sistemas de referencia están ligados a sólidos. Las fuerzas de inercia que
aparecen en sistemas no inerciales se manifiestan sobre una partícula a través de fuerzas de
reacción que representan la interacción con alguno de los sólidos ligados al sistema no inercial.
Así, cuando un autobús marcha en línea recta y a velocidad constante, no notamos ningún
efecto (baches y ruidos aparte), pero cuando frena sí. Si no estuviéramos ligados al autobús,
seguiríamos a velocidad constante hasta estrellarnos con el parabrisas delantero -pero esto no
hay que tenerlo en cuenta, puesto que es una ligadura-, mientras el autobús retrocedería bajo
nuestros pies. De forma similar, los pilotos de aviones acrobáticos o los astronautas se ven
sometidos a violentas fuerzas en el interior de la cabina, que se evalúan mediante el número
de “ges”. El origen de ellas está en que tales cabinas en movimiento acelerado no constituyen
sistemas inerciales, y por lo tanto, aparecen fuerzas de inercia. Se puede objetar que hemos
dicho que estas fuerzas son ficticias, mientras que los esfuerzos que han de soportar los pilotos
son reales. La explicación está en que estos esfuerzos no proceden de las fuerzas de inercia
propiamente, sino de las reacciones con los sistemas que ligan piloto y cabina (si no existieran
estos sistemas el piloto saldría despedido de ella). Por ejemplo, si por efecto de la salida de un
picado violento, un piloto se ve sometido a 3g, esto quiere decir que el asiento ejerce sobre él una
fuerza igual a tres veces su peso, debido a la interacción real entre asiento y piloto (el asiento
recibe una fuerza igual y de sentido contrario, evidentemente). El efecto de un alto factor de
“ges” sobre una persona puede ser muy peligroso, pero no procede en realidad de las fuerzas
de inercia, sino de los anclajes, cinturones, u otros tipos de sistemas que lo sujetan, e incluso
de la interacción de unas partes de su cuerpo sobre otras, en definitiva, de las ligaduras con los
sistemas no inerciales.
Como comentario final, y al margen de los fines específicos de este curso, hay que tener en
cuenta que el principio de equivalencia, fundamento básico de la teoría general de la relatividad,
afirma que “un observador no tiene medios para distinguir si su laboratorio se encuentra en un
campo gravitatorio uniforme o en un sistema de referencia acelerado”, es decir, debe haber una
equivalencia real entre fuerza gravitatoria y fuerzas de inercia. Este principio está, sin embargo,
fuera de los límites de aplicación de la mecánica newtoniana que nos ocupa.
~ × ~r0
~v = ~v 0 + ~vO0 + Ω (4.48)
~
dΩ
~a = ~a0 + ~aO0 + ~ × (Ω
× ~r0 + Ω ~ × ~r0 ) + 2Ω
~ × ~v 0 (4.49)
dt
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.45
Dinámicamente, podemos aplicar las leyes de Newton en el sistema S que es inercial. Sea
~
F la fuerza resultante que actúa sobre la partícula. Se cumple que
~
dΩ
F~ − m~aO0 − m ~ × (Ω
× ~r0 − mΩ ~ × ~r0 ) − 2mΩ
~ × ~v 0 = m~a0 (4.51)
dt
Definimos la fuerza de inercia total F~ 0 que aparece sobre m en S’, debida al movimiento del
sistema, como
~
dΩ
F~ 0 = −m~aO0 − m ~ × (Ω
× ~r0 − mΩ ~ × ~r0 ) − 2mΩ
~ × ~v 0 (4.52)
dt
que no es una fuerza real, pero en S’ influye en el movimiento de m como si lo fuera.
Sustituyendo [4.52] en [4.51] resulta
d~p0
!
F~ + F~ 0 = m ~a0 = (4.53)
dt S0
dΩ~
b) −m × ~r0 es la fuerza de inercia que aparece cuando la rotación del sistema no es
dt
uniforme (se le llama transversal o azimutal).
~ × (Ω
c) −mΩ ~ × ~r0 ) es la fuerza centrífuga, debida a la rotación y al “brazo” ~r0 respecto a su
eje.
~
dΩ
~a0 = 0 ; ~ =0;
Ω =0
dt
F~ = m~a0
que, junto con [4.49] implica que ~a=~a0 . En este caso S y S’ son equivalentes, es decir, ambos
son sistemas inerciales y [4.48] se reduce a
~v = ~v 0 + ~vO0
a) F~ 0 = −m~aO0
Supongamos un sistema de referencia S’ en movimiento rectilíneo de traslación con
aceleración ~aO0 respecto a un sistema de referencia inercial S (Fig. 4.23(a)).
Dos observadores situados en S y S’ se disponen a explicar el estado dinámico de una masa
en reposo relativo a S’. Para el observador S’ la masa m está en reposo, es decir, ~a0 = 0, y
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.47
~
dΩ
b) F~ 0 = −m × ~r0
dt
Consideremos el sistema S’ ligado a una plataforma circular que puede girar en torno a
su eje O’Z’ y el sistema S fijo (Fig. 4.24(a)). La plataforma está en reposo instantáneo y
~
dΩ
actúa sobre ella un par que le comunica una aceleración angular α ~ = . Sobre ella apoya
dt
con rozamiento una masa m a una distancia r’ del eje, en reposo respecto a la plataforma en
tal instante (supondremos que la fuerza de rozamiento estática máxima es grande respecto al
producto de la masa por la aceleración angular α por la distancia r0 ).
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.48
~ × (Ω
c) F~ 0 = −mΩ ~ × ~r0 )
~ × ~v 0
d) F~ 0 = −2mΩ
Consideremos ahora la plataforma ligada a S’ en la misma situación que en el ejemplo c,
pero supongamos que la masa m se encuentra en cierto instante en el punto O’ (r’=0) y con
velocidad ~v 0 relativa a la plataforma y cuya dirección y sentido coinciden con los del eje O’Y’
(Fig. 4.26(a)).
Figura 4.26: Sistema S’ con giro uniforme y partícula con velocidad relativa.
donde hemos expresado el resultado aproximado, en orden de magnitud. Solo nos interesa una
evaluación aproximada.
Para una partícula de masa m situada en las proximidades del origen P de ST , con vector
de posición relativa a ST ~r0 ≈ 0, que se mueva con velocidad relativa v’≈ 300 m·s−1 y situando
el origen P en el ecuador con objeto de evaluar los efectos máximos, el valor aproximado de las
fuerzas de inercia, comparadas con el peso mg que actúa sobre m, viene dado por
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.52
~D
dΩ
−m × ~r0 ≈ 0
dt
~ D × (Ω
−mΩ ~ D × ~r0 ) ≈ 0
~ D × ~v 0 ;
−2mΩ ~D
−2Ω
× ~v 0 ≤ 2ΩD v 0 ' 0.04 ms−2 g
donde RT representa el radio de la tierra (|~rCP | ≈ RT ). Nótese que el efecto del giro aparece
aquí en el término −m~aO0 , debido a como hemos definido los sistemas ST y SC , y que para la
fuerza de Coriolis hemos evaluado el máximo valor posible del módulo de tal fuerza por unidad
de masa. Como se ve, para el ejemplo expuesto, los efectos de las fuerzas de inercia son muy
inferiores al peso y despreciables en la mayoría de los casos.
Para un observador ligado a SC y que considere su sistema inercial, dado un cuerpo en
reposo en la superficie de la tierra la resultante de las fuerzas reales que actúan sobre él no
puede ser nula, ya que deben explicar la aceleración del movimiento circular en torno al eje de
rotación de la tierra, que sigue en su sistema de referencia.
Pero SC no representa tampoco la última palabra en cuanto a sistema de referencia inercial
idóneo, ya que el centro de la tierra sigue un movimiento periódico anual a lo largo de una
elipse (que por simplicidad aproximaremos mediante una circunferencia) con velocidad angular
de rotación:
2π
ΩA = ≈ 10−7 rad · s−1
TA
sobre cualquier objeto situado en las proximidades de la tierra (con vector de posición relativa
|~rC0 | ≈ RT ) viene dado por:
Obsérvese que para desviar las líneas de corriente que corren paralelas a los paralelos
terrestres influye tambien la curvatura de la tierra además de la fuerza de Coriolis (la corriente
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.54
se ve empujada hacia el eje de rotación de la tierra o se aleja de éste debido a dicha fuerza).
Por su parte la corriente que corre paralela a los meridianos se ve empujada hacia los paralelos.
El que la tierra no sea estrictamente un sistema inercial es causa también de las pequeñas
variaciones del valor de la gravedad local con la latitud en un sistema ligado a la tierra. Para
calcular el peso local de un objeto en un punto P de la superficie de la tierra (Fig. 4.29 (b)),
hemos de sumar el efecto real del peso dado por ~g0 con la fuerza centrífuga de inercia por unidad
de masa -~aD debida a la rotación diaria de la tierra (suponemos un sistema S’ en el centro de
la tierra, ligado a ella y, por tanto, con su movimiento de giro).
Así obtenemos
~ D × (Ω
~g = ~g0 − Ω ~ D × ~r0 ) (4.54)
P
−→
donde ~rP0 = CP y |~rP0 | ≈ RT (Fig. 4.29). Ello hace que el valor g = |~g | de la gravedad local
varíe con la latitud λ (ángulo del vector ~rP0 con el plano ecuatorial), ya que el último término
de la ecuación [4.54] tiene por módulo:
~ ~ D × ~r0 ) = Ω2 RT cos λ
ΩD × (Ω P D
Como es fácil ver, tal término es máximo en el ecuador (λ=0, lo que supone un valor
mínimo de la gravedad local) y mínimo, es decir, nulo en los polos. En la Tabla 4.3 se dan
algunos valores aproximados de g en función de λ. La gravedad varía, en menor medida, con
otros factores aparte de la latitud.
el comportamiento de una partícula material, puede ser muy complicada y la situación es peor,
en general, para un sistema de varias partículas.
La información completa sobre la evolución del sistema está contenida en la solución analítica
de tales ecuaciones. Existen, no obstante, ciertos teoremas fundamentales que permiten obtener
en determinados casos una información parcial, a veces suficiente. Tales teoremas son, en
particular, muy útiles cuando la solución completa al problema es inaccesible en la práctica.
Consideraremos tres teoremas fundamentales de la dinámica de la partícula material: el de
la cantidad de movimiento, el del momento cinético y el del trabajo y la energía mecánica.
Cada uno de ellos conduce a una ley de conservación: la de la cantidad de movimiento, la del
momento cinético y la de la energía mecánica.
Es una magnitud vectorial, que depende del tipo de fuerza F~ y del intervalo [t 1 ,t 2 ], pero no
del tiempo. Su representación en un sistema de referencia viene dada por
Z t2 Z t2 Z t2
I~ = Ix~i + Iy~j + Iz~k = Fx dt ~i + Fy dt ~j + Fz dt ~k
t1 t1 t1
y sus unidades en el SI son N·s, que son las mismas que las de la cantidad de movimiento,
magnitud que ya se ha definido.
Z t2
I~ = F~ dt = p~2 − p~1 = m~v2 − m~v1 (4.56)
t1
“En un sistema de referencia inercial, el impulso mecánico de la resultante de las fuerzas que
actúan sobre una partícula material en un intervalo de tiempo es igual a la variación de la
cantidad de movimiento de la partícula en tal intervalo”
Para un intervalo de tiempo infinitesimal, dt, la ecuación [4.56] equivale a la segunda ley de
Newton
d~p
F~ dt = d~p ⇔ F~ =
dt
d~p −→
F~ = 0 ⇒ =0 ⇒ p~ = cte
dt
donde I~0 es el impulso de la fuerza de inercia total, F~ 0 , que actúa sobre la partícula en el intervalo
entre t 1 y t 2 , y p~0 es la cantidad de movimiento de la partícula relativa a S’, relacionada con p~
mediante
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.57
~ × ~r0
p~ = p~0 + m~vO0 + mΩ (4.58)
~ su velocidad angular.
siendo ~vO0 la velocidad del origen de S’ y Ω
Si el sistema S’ es también inercial, en movimiento rectilíneo y uniforme de traslación
respecto a S, con velocidad ~vO0 constante, entonces
p~ = p~0 + m~vO0
y su unidad en el SI es m2 · kg·s−1 .
Definimos el momento dinámico respecto al punto Q de la resultante de las fuerzas F~
que actúan sobre la partícula como
~ Q = (~r − ~rQ ) × F~
M (4.60)
Su ecuación de dimensiones es
~ Q,
Calculando la derivada con respecto al tiempo del momento cinético de la partícula L
obtenemos
~Q
dL d((~r − ~rQ ) × m~v ) d(~r − ~rQ ) d(m~v )
= = × m~v + (~r − ~rQ ) ×
dt dt dt dt
d~p
F~ =
dt
d~r
siendo F~ la fuerza resultante aplicada sobre m. Como además × m~v = 0, resulta
dt
~Q
dL ~Q
= −~vQ × m~v + M (4.61)
dt
La ecuación [4.61] es la expresión matemática del teorema del momento cinético respecto a
un punto móvil. Si se trata de un punto en reposo (o fijo), el teorema se enuncia:
~Q
dL ~Q
=M (4.62)
dt
“El momento dinámico de la resultante de las fuerzas que actúan sobre una partícula material
respecto a un punto en reposo (o fijo) en un sistema de referencia inercial es igual a la
derivada respecto al tiempo del momento cinético de la partícula material respecto al mismo
punto”
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.59
~ Q · ~ue
Le = L (4.63)
~ Q · ~ue
Me = M (4.64)
Ambas magnitudes tienen las mismas dimensiones que el momento cinético y el momento
~Q y M
dinámico, L ~ Q respectivamente, ya que ~ue es adimensional.
Si multiplicamos la expresión [4.62] escalarmente por ~ue , con ~ue en reposo, obtenemos
~ Q · ~ue )
d(L dLe
~ Q · ~ue
=M es decir = Me (4.65)
dt dt
La ecuación [4.65] constituye la expresión matemática del teorema del momento cinético
respecto a un eje para una partícula material.
~Q
dL
~ Q = (~r − ~rQ ) × F~ = 0
M ⇒ =0 ⇒ ~Q = −
L
→
cte (4.66)
dt
que constituye la expresión de la ley de conservación del momento cinético respecto a un punto,
cuyo enunciado es:
“Si el momento dinámico de la fuerza total que actúa sobre una partícula material respecto a
un punto fijo en un sistema de referencia inercial es nulo en un intervalo de tiempo, entonces
el momento cinético de la partícula respecto a tal punto se mantiene constante a lo largo de
ese intervalo”
El punto en este caso solo puede ser fijo ya que un punto en reposo en un intervalo merece
tal consideración. El momento dinámico se anula en los siguientes casos:
a) ~r − ~rQ = 0. Caso trivial de partícula fija en el punto Q.
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.60
c) ~r − ~rQ k F~ . Puesto que tanto la recta soporte de ~r − ~rQ como la de F~ contienen al punto
que ocupa la partícula, esta condición equivale a que la línea de acción de la fuerza F~ contenga
en todo instante al punto Q. Este caso es típico de las fuerzas centrales y lo desarrollaremos
más adelante.
De forma similar, si el momento dinámico de F~ respecto a un eje fijo en un sistema inercial
se anula en un cierto intervalo, entonces el momento cinético respecto a dicho eje se mantiene
constante en ese intervalo (conservación del momento cinético con respecto a un eje). En efecto,
de la ecuación [4.65] se obtiene
dLe
Me = 0 ⇒ =0 ⇒ Le = cte (4.67)
dt
es decir, LQx y LQy se mantienen constantes, pero LQz cambia. En este caso, podemos obtener
~ Q.
información de la ley de conservación del momento cinético a pesar de no conservarse L
~ 0Q = (~r0 − ~rQ
L 0
) × m~v 0 (4.68)
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.61
pero por la ecuación fundamental de la dinámica en sistemas no inerciales, ec. [4.53], se tiene
d~p0
!
F~ + F = m~a =
~0 0
dt S0
~ Q = (~r0 − ~r0 ) × F~ ;
M ~ 0 = (~r0 − ~r0 ) × F~ 0
M (4.70)
Q Q Q
que es la expresión del teorema del momento cinético respecto a un punto móvil en un sistema
no inercial.
En el caso general, el momento de fuerzas de inercia respecto de Q tiene una expresión
complicada,
~
~ 0 = (~r0 − ~rQ ) × (−m~aO0 − m dΩ × ~r0 − mΩ
M ~ × (Ω
~ × ~r0 ) − 2mΩ
~ × ~v 0 )
Q
dt
~
Para un sistema no inercial en movimiento de traslación, Ω ~ = 0 y dΩ = 0, queda:
dt
M~ 0 = (~r0 − ~rQ ) × (−m~aO0 ) (4.72)
Q
Sea una partícula material de masa m tal que su posición en un sistema de referencia inercial
S viene dada por el vector de posición ~rP , su cantidad de movimiento por p~ y la fuerza neta
que actúa sobre ella por F~ .
−→
Consideremos un punto Q móvil, con vector de posición OQ (Fig. 4.32), velocidad ~vQ y
aceleración ~aQ , en el sistema S. En función del momento cinético con respecto al punto O
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.62
podemos expresar el momento cinético con respecto a cualquier punto del sistema de referencia
S mediante el teorema del cambio de polo
L ~O − −
~Q = L →
OQ × p~ (4.73)
Figura 4.32: Variables del teorema que relaciona momentos calculados respecto
a dos puntos diferentes.
M ~O −−
~Q = M →
OQ × F~ (4.74)
Decimos que un campo de fuerzas es central cuando las rectas soporte de cualquier fuerza
del mismo pasan por un punto O que se llama centro del campo (Fig. 4.33).
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.63
~r
F~ = F ~ur con ~ur =
r
siendo F la proyección de F~ sobre ~ur y r el módulo del vector de posición del punto.
En la práctica son de gran importancia los campos centrales radiales. Un campo es radial si
solo depende de la coordenada radial r (módulo de ~r). Así, un campo vectorial central y radial
viene expresado como
~O = −
~ O = ~r × F~ = 0 ⇒ L
M
→
cte
~ O = ~r × m~v = −
L
→
cte
Definimos la velocidad areolar como la velocidad con la que el radio vector con origen en el
sol y extremo acompañando al planeta barre áreas (Fig. 4.34).
Si el radio vector barre un área ∆A en el tiempo ∆t, la velocidad areolar es:
∆A dA
vA = lı́m =
∆t→0 ∆t dt
e incluso, si las áreas barridas son planas, como en nuestro caso, se puede definir el vector
velocidad areolar mediante
~
dA
~vA =
dt
~O
L −→
~vA = = cte
2m
donde, además, el vector área dA ~ tiene sentido definido por la regla del sacacorchos en función
del sentido de recorrido de la órbita del planeta.
La tercera ley de Kepler dice:
Figura 4.35: Fuerza sobre un planeta en su giro alrededor del sol en una órbita
circular.
Sea un planeta de masa m que describe una órbita circular de radio r en torno al sol, fijo,
de masa MS . Respecto a un sistema inercial con origen en el centro del sol, la única fuerza que
actúa sobre el planeta tiene por módulo
MS m
F =G
r2
y su sentido es el indicado en la Fig. 4.35. Como la órbita es circular y el movimiento del planeta
uniforme, éste tiene únicamente aceleración centrípeta, de valor
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.66
4π 2
aC = ω 2 r = r
T2
MS m 4π 2 T2 4π 2
G = m r ⇒ =
r2 T2 r3 GMS
es decir, la razón T 2 /r3 vale lo mismo para todos los planetas del sistema solar (lo hemos
demostrado solo para órbitas circulares, pero es válido también para órbitas elípticas). Se sugiere
resolver el mismo ejemplo utilizando un sistema no inercial ligado al planeta.
4.9. Percusiones
4.9.1. Percusiones y cantidad de movimiento
Llamaremos percusión P~ al impulso mecánico producido por una fuerza F~ (t) de duración
tan breve que se pueda considerar aproximadamente instantánea. Es decir:
t0Z+∆t
P~ = F~ dt con ∆t → 0
t0
Cuando una percusión actúa sobre una partícula se debe cumplir con suficientemente buena
aproximación que:
a) La duración es casi nula, ∆t≈ 0 (∆t=0 en el caso límite ideal).
b) El cambio de velocidad de la partícula es casi instantáneo.
c) La posición de la partícula no cambia apreciablemente en ∆t.
Figura 4.37: Una partícula que recibe una percusión no cambia su posición, sí
su velocidad.
P 1 Z ∆t
v0 = = F dt (con ∆t → 0)
m m 0
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.68
En la Fig. 4.38 se muestra la situación real (a) producida por la percusión y la situación
ideal (b) por la que la aproximaremos (se ha supuesto que para t > ∆t no actúa ninguna fuerza
sobre m y v es constante).
donde hemos supuesto que está sometida únicamente a la fuerza F~ que crea la percusión.
Integramos la ecuación anterior en el intervalo donde está definida F~ y resulta
t0Z+∆t
(~r − ~rQ ) × F~ dt = L
~ Q (t0 + ∆t) − L
~ Q (t0 ) =∆L
~Q
t0
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.69
queda:
(~r − ~rQ ) × P~ = ∆L
~Q (4.78)
es decir, el momento dinámico del vector percusión respecto al punto Q es igual al cambio del
momento cinético respecto a Q producido por tal percusión.
La definición [4.79] está muy restringida por las condiciones impuestas en ella. En el caso
general la fuerza F~ (~r, ~v , t) no será constante y el desplazamiento de su punto de aplicación
tendrá lugar a lo largo de una curva cualquiera C definida mediante el extremo de un vector de
posición ~r(t), (Fig. 4.41). Si se divide la curva C entre dos puntos 1 y 2, de vectores de posición
~r1 y ~r2 en un conjunto numerable de N elementos, cada uno de ellos abarcando un arco ∆si de
la curva y definimos ~ri como el vector con origen fijo en O y cuyo extremo está en cualquier
punto perteneciente al elemento de curva ∆si , F~i como el vector fuerza en cualquier punto del
elemento de curva ∆si y ∆~ri como el vector con origen en el primer punto del elemento ∆si
y extremo en su último punto, se puede aplicar aproximadamente la definición [4.79] a cada
elemento de curva
La expresión aproximada [4.80] solo será precisa en el límite en el que la longitud del elemento
tiende a cero, lo que implica que ds = |d~r| y la podamos escribir como
δW = F~ · d~r (4.81)
para cada elemento ds. El símbolo δW representa el trabajo infinitesimal realizado por la fuerza
F~ en el desplazamiento d~r de su punto de aplicación. Se utiliza δW en lugar de dW porque W
no es una función, en general, y en consecuencia δW no es la diferencial exacta de una función.
La expresión aproximada del trabajo total de la fuerza F~ cuando su punto de aplicación se
desplaza a lo largo de la curva C entre los puntos 1 y 2 se obtiene sumando las expresiones
[4.80] para todos los elementos de curva
N
F~i · ∆~ri
X
W12 ≈
i=1
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.71
Para obtener una definición precisa se debe exigir que la longitud de todos y cada uno de
los elementos tienda a cero, para lo cual basta imponer que N tienda a infinito, siendo todos
los ∆si de la misma longitud aproximadamente. Es decir
N
F~i · ∆~ri
X
W12 = lı́m (4.82)
N →∞
i=1
Cada término F~i · ∆~ri tiende, en el límite, a la ecuación [4.81]. La expresión [4.82] es la
integral de línea de la función vectorial a lo largo de la curva C entre sus puntos 1 y 2:
Z 2
W12 = F~ · d~r (4.83)
1C
y representa el trabajo realizado por la fuerza F~ al desplazarse su punto de aplicación entre los
puntos 1 y 2 a lo largo de la curva C.
El trabajo W 12 realizado por una fuerza depende de la trayectoria C que sigue su origen,
como es evidente a partir de la definición [4.83]. Dadas dos trayectorias diferentes C y C* se
verifica:
Z 2 Z 2
F~ · d~r 6= F~ · d~r (4.84)
1C 1C∗
lo que en principio parece exigir que la notación de la magnitud escalar trabajo debería incluir
la trayectoria C además de los puntos inicial y final, expresándose la ecuación [4.84] en la forma
C C ∗
W12 6= W12 (4.85)
Z 2 Z 2
C’
W12 = F~ · d~r; C”
W12 = F~ · d~r
1C’ 1C”
C’ C” C”
W12 6= W12 = −W21
resulta
I
WC = F~ · d~r 6= 0 (4.87)
C
Existen, no obstante, casos particulares en los que la expresión [4.87] es nula para cualquier
posible trayectoria cerrada y corresponden a fuerzas conservativas, que se tratarán más adelante
(apartado 4.10.4). En estos casos, el trabajo no depende de la trayectoria C sino solo de los
puntos inicial y final (1 y 2) y el trabajo infinitesimal δW corresponde a la diferencial de una
función.
La ecuación de dimensiones del trabajo viene dada por
[W ] = [F ][r] = (LMT - 2 )L = L2 MT - 2
1 J = 1 N·m = 1 m2 ·kg·s−2
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.73
δW d~r
P = = F~ · = F~ · ~v (4.89)
dt dt
y la potencia es igual a la fuerza que realiza el trabajo multiplicada escalarmente por la velocidad
con que se mueve su punto de aplicación.
Hay otros casos en que tal expresión no es aplicable, como sucede en el trabajo que realiza
un par de fuerzas, de momento M~ , que es un sistema de resultante nula. Es fácil demostrar que
en este supuesto
~ ·ω
P =M ~
siendo ω
~ la velocidad angular instantánea del cuerpo sobre el que actúa el par. En una situación
general, la potencia se deberá al trabajo de una fuerza y de un par resultantes y habrá que
tener en cuenta ambos efectos.
El rendimiento mecánico de una máquina se define como
potencia producida
η=
potencia absorbida
y representa el porcentaje de potencia útil teniendo en cuenta las pérdidas en los elementos de
la máquina. Si la potencia es constante, la expresión anterior equivale a
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.74
trabajo producido
η=
trabajo absorbido
1 W = 1 J·s−1 = 1 m2 · kg·s−3
1 kgm·s−1 = 9.8 W
1 HP = 746 W
Toda unidad de potencia, multiplicada por una unidad de tiempo, representa una unidad
de trabajo (o energía). En particular:
1 kW·h = 3.6·106 J
1 MW·h = 3.6·109 J
que constituye la expresión del teorema de la energía cinética cuyo enunciado es:
“El trabajo realizado por la resultante de las fuerzas que actúan sobre un partícula material,
en un sistema de referencia inercial y entre dos instantes t1 y t2 , es igual a la variación de la
energía cinética de la partícula en ese intervalo”
El teorema anterior se cumple siempre para una partícula material, cualesquiera que sean
las fuerzas que actúan sobre ella y es generalizable, con ciertas matizaciones, al caso de sistemas
de partículas y de sólidos rígidos, como se verá más adelante. La ecuación [4.93] permite medir
la energía cinética en las mismas unidades que el trabajo.
El trabajo y la energía cinética son magnitudes que cambian ante cambios de sistemas de
referencia inerciales en movimiento rectilíneo uniforme de traslación entre sí. No obstante, el
teorema de la energía cinética se cumple en cualquier sistema de referencia inercial.
Sean dos sistemas de referencia inerciales S y S’, tales que S’ sigue un movimiento de
traslación respecto a S con velocidad constante V~ . Dada una partícula material de masa M,
sus trayectorias son diferentes en ambos sistemas. Se propone como ejercicio demostrar que
W = W 0 + V~ · I~
siendo Ec y E’c las energías cinéticas y W y W’ los trabajos de la fuerza resultante en los
sistemas S y S’, respectivamente, ~v 0 la velocidad de la partícula en el sistema S’ e I~ el impulso
de la fuerza resultante, en el intervalo de tiempo en el que se calcula el trabajo.
Ep0 = Ep (x0 , y0 , z0 )
como se puede comprobar fácilmente de la ecuación [4.96]. En muchas ocasiones se suele utilizar
como referencia el criterio Ep (r→ ∞) = 0. No obstante, funciones energía potencial que difieran
entre sí en el valor de una constante cualquiera representan igualmente bien la energía potencial
asociada a una fuerza conservativa.
La ecuación [4.96], que define el trabajo como la diferencia de energía potencial para fuerzas
conservativas, permite medir la energía potencial en las mismas unidades que el trabajo y la
energía cinética. Expresada en forma diferencial se reduce a
δW = −dEp (4.98)
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.77
lo que indica que el trabajo infinitesimal es igual a menos la diferencial de la función energía
potencial, en este caso. Conocida la forma de esta función podremos calcular fácilmente el
trabajo realizado por la fuerza conservativa entre dos puntos cualesquiera.
La interacción entre dos partículas 1 y 2 se produce mediante un par de acción y reacción
F12 = −F~21 y este par representa una interacción de fuerzas conservativas mediante una única
~
energía potencial Ep12 = Ep21 que representa la energía total de la interacción entre las dos
partículas. La notación Ep12 es más completa que Ep , pero emplearemos esta última siempre
que no haya riesgo de confusión.
Teniendo en cuenta que en un desarrollo en serie de primer orden de una función de varias
variables, podemos escribir el diferencial en función de las derivadas parciales de la forma:
∂Ep ∂Ep ∂Ep
dEp = dx+ dy + dz
∂x ∂y ∂z
∂ Ep~ ∂ Ep ~ ∂ Ep ~
donde d~r = dx~i + dy~j + dz~k y grad Ep = i+ j+ k. De la ec. [4.96] se obtiene
∂x ∂y ∂z
inmediatamente que:
∂~ ∂ ∂
donde se ha usado el operador matemático nabla (∇ ≡ i + ~j + ~k) para expresar el
∂x ∂y ∂z
operador gradiente. De esta manera, el vector fuerza a partir de la energía potencial se obtiene
en coordenadas cartesianas como:
∂ Ep~ ∂ Ep ~ ∂ Ep ~
F~ = − i− j− k
∂x ∂y ∂z
Inmediatamente se puede comprobar que el operador rotacional de esta fuerza conservativa
es nulo, usando por ejemplo coordenadas cartesianas se tiene que:
~i ~j ~k
rot grad Ep = ∂/∂x ∂/∂y ∂/∂z =0
∂Ep /∂x ∂Ep /∂y ∂Ep /∂z
rot F~ = ∇ × F~ = 0
Todo campo F~ uniforme tiene una energía potencial Ep asociada. Puesto que F~ solo actúa
en la dirección OX de la Fig. 4.43, la energía potencial depende exclusivamente de la variable
x. En este caso se puede escribir
dEp
F =− (4.100)
dx
es decir
Z2 Zx2
dEp = − F dx ⇒ Ep (2) − Ep (1) = −F (x1 − x2 ) (4.101)
1 x1
Ep (x) = −F x + A
donde A se puede determinar mediante algún criterio de referencia. Por ejemplo, si Ep (x=0)=0,
entonces A = 0 y
Ep (x) = −F x (4.102)
aunque ambas expresiones son equivalentes. Como se ve claramente en este ejemplo, la fuerza
F~ tiene un sentido tal que apunta hacia valores decrecientes de la energía potencial.
El caso de campos de fuerza uniformes supone una situación teórica ideal que en ocasiones
representa aproximadamente bien situaciones reales. Así, si consideramos una región del espacio
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.79
En la expresión de la energía potencial de interacción entre dos masas (ec. [4.106]), se observa
que el valor absoluto de Ep decrece con el inverso de r y está definido para cualquier distancia,
salvo para r = 0. Decimos que este punto de la función Ep (r) presenta una singularidad. En
la Fig. 4.44 se representa la función potencial Vg (r) debida a la masa M situada en r = 0 y la
energía potencial de interacción entre ella y otra masa m, en los casos m<1 y m>1, en función
de la distancia r entre ambas.
C. Muelle ideal
La fuerza que ejerce un muelle ideal (ec. [4.42]) se comporta como una fuerza conservativa.
Su energía potencial elástica es fácil de calcular. Como
integrando, resulta
Zx2
1 1
Ep (x2 ) − Ep (x1 ) = − kxdx = kx22 − kx21
x1
2 2
con lo que se puede definir una energía potencial Ep (x), función de la elongación del muelle,
como
1
Ep (x) = kx2 (4.107)
2
fuerza resultante total F~ = F~C + F~D . Esta fuerza verifica el teorema de la energía cinética, ec.
[4.93] donde la curva que recorre la partícula es Γ:
Z 2 Z 2 Z 2
W = F~ · d~r = F~C · d~r + F~D · d~r = Ec (2) − Ec (1) (4.108)
1Γ 1Γ 1Γ
WC = Ep (1) − Ep (2)
E = Ec + Ep (4.111)
“El trabajo de la resultante de las fuerzas disipativas que actúan sobre una partícula material,
en un sistema inercial y en un intervalo entre t1 y t2 , es igual a la variación de la energía
mecánica de la partícula en tal intervalo”
Ejemplos de fuerzas disipativas que aparecen a menudo en dinámica los constituyen las
fuerzas de rozamiento, tanto por fricción seca (que se analizaron en la sección 4.4.3), como
fluida (que se traducen en fuerzas dependientes de la velocidad). Las fuerzas de rozamiento
se oponen al sentido del movimiento, produciendo un trabajo negativo a lo largo de cualquier
trayectoria. Si todo el trabajo disipativo es debido a fuerzas de este tipo, WD <0, y la ecuación
[4.112] implica que la partícula pierde o disipa energía mecánica en otros tipos de energía y que
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.82
se producen flujos de energía no mecánica entre la partícula y el sistema en contacto con ella,
en particular flujo de calor. En efecto:
En un sistema no inercial actúan sobre una partícula fuerzas reales F~ =F~C +F~D , conservativas
o disipativas, y fuerzas de inercia F~ 0 . La suma F~ + F~ 0 de fuerzas reales y de inercia verifica la
ecuación fundamental de la dinámica en sistemas no inerciales [4.53]. A partir de ella y por un
procedimiento análogo podemos deducir una ecuación similar a la [4.93] y obtener
Z 2 Z 2 Z 2 Z 2 Z 2
1 1
W +W 0 = F~ · d~r0 + F~ 0 · d~r0 = F~C · d~r+ F~D · d~r+ F~ 0 · d~r0 = mv 02 (2)− mv 02 (1)
1Γ0 1Γ0 1Γ0 1Γ0 1Γ0 2 2
donde W’ representa el trabajo ficticio de las fuerzas de inercia, Γ’ la trayectoria que sigue
la partícula en el sistema no inercial S’ y ~v 0 su velocidad relativa a tal sistema. En notación
resumida, la ecuación anterior se puede poner como
siendo E 0 = Ec0 + Ep0 la energía mecánica relativa al sistema no inercial S’. Obsérvese que no
conviene separar el trabajo de fuerzas de inercia, W’, en términos conservativos y disipativos,
aun cuando alguna fuerza de inercia se pueda comportar como si se tratara de una fuerza
FÍSICA I Teoría: Dinámica de la partícula 4.83
~ × (Ω
δW = F~c · d~r0 = −m(Ω ~ × ~r0 )) · d~r0 = −m(Ω
~ × ~u) · d~r0 = m(Ω
~ × d~r0 ) · ~u = md~u · ~u
Z Z
1 1 Z m m m ~ 2 m
~ × ~r0 (1)2
W = m~u · d~u = md(~u · ~u) = m d(u2 ) = u2 (2)− u2 (1) = Ω × ~r0 (2) − Ω
2 2 2 2 2 2
En este caso no se conserva la energía mecánica en S’ debido al efecto del trabajo ficticio
de las fuerzas de inercia, W’.
Finalmente indicar que la fuerza de Coriolis no realiza nunca trabajo, hecho que se demuestra
fácilmente aplicando las propiedades del producto mixto.
x = a cos(ωt − ϕ)
donde a representa la amplitud del movimiento, ω la pulsación, relacionada con el periodo por
2π
ω=
T
y ϕ la fase inicial.
La velocidad de la masa m viene dada por
v = −aω sin(ωt − ϕ)
y la energía potencial del muelle, teniendo en cuenta que k = m ω 2 , viene dada, en función del
tiempo, por
1 1
Ep (t) = kx2 = mω 2 a2 cos2 (ωt − ϕ) (4.118)
2 2
Al actuar sobre la masa m solo la fuerza elástica, que es conservativa, se conserva su energía
mecánica (ec. [4.113]) y se verifica que
1
E = Ec + Ep = mω 2 a2 (4.119)
2
como es fácil comprobar sumando las ecuaciones [4.117] y [4.118].
Se puede utilizar este resultado para obtener las expresiones de la energía cinética y potencial
en función de la elongación x del muelle. Se obtiene
1
Ec = E − Ep = mω 2 (a2 − x2 ) (4.120)
2
para la energía cinética, y
1
Ep = mω 2 x2 (4.121)
2
para la energía potencial. En la Fig. 4.45 se representan las variaciones de las energías cinética
y potencial en función de la elongación x, que tienen forma de parábola, con máximo y mínimo,
respectivamente, en el intervalo [-a,a].
Z t+ 2π
1 Z t+T ω2 1 ω
< Ep >= Ep dt = mω 2 a2 cos2 (ωt − ϕ)dt
T t 2π 2 t
y resultan
1
< Ec >=< Ep >= mω 2 a2 (4.122)
4
como se puede comprobar, teniendo en cuenta que el valor medio de una magnitud constante
es igual a su propio valor (es decir, <E>=E en nuestro caso).
La Fig. 4.46 muestra la variación de las energías cinética y potencial y el valor de la energía
mecánica para el movimiento armónico simple que sigue la partícula en un semiperíodo entre t’
y t’+T /2, siendo t’ un instante en el que x(t’) = -a y, en consecuencia, v(t’)=0. Se muestran
también los valores medios de la energía cinética y potencial <Ec > =<Ep >=E/2.