Delegaciones Municipales PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 30

DELEGADOS MUNICIPALES Y DELEGACIONES

MUNICIPALES EN CHILE.

Lirquén, Penco, 2018.


INDICE

*Página 3 .- Introducción.

*Página 7 .- El Delegado Municipal.

*Página 17 .- La Delegación Municipal.

*Página 24 .- Anexo.
INTRODUCCIÓN

Conceptos.
Antes de adentrarnos en el tema de las delegaciones municipales haremos
referencia a algunos conceptos que son claves para comprender la materia
objeto del estudio.

Según la RAE (Real Academia Española) se define la delegación de la


siguiente manera:

*Delegación: Para esta palabra la RAE nos confiere 2 acepciones que tienen
relación con el asunto a tratar, a continuación:

1. tr. Dicho de una persona: Dar la jurisdicción que tiene por su dignidad u
oficio a otra, para que haga sus veces o para conferirle su representación.

3. f. Oficina del delegado.

También la RAE define al delegado de la siguiente manera:

*Delegado: 1. adj. Dicho de una persona: En quien se delega una facultad o


jurisdicción. U. t. c. s.

Encontramos para la palabra “delegación” otra definición la cual es extraída


de Wikipedia que señala lo siguiente:

*Delegación: La delegación es, en derecho administrativo, la traslación por un


ente u órgano superior a otro de nivel inferior del ejercicio de una
competencia, reteniendo el delegante la titularidad de la misma.

La delegación supone, por cierto, que la autoridad delegante esté facultada por
la ley o el reglamento para realizar la delegación. El acto de delegación, con
todo, se verifica en virtud de un acto administrativo de carácter específico. Por
esta misma razón, la delegación es esencialmente revocable por la autoridad
delegante.
Debe destacarse que la responsabilidad por las decisiones administrativas que
se adopten o por las actuaciones que se ejecuten recaerá en el órgano
delegante. El órgano delegante conserva su deber de control jerárquico sobre
el delegado. Del mismo modo, en la denominada delegación de firma, la
responsabilidad permanece en la autoridad delegante.

Naturalmente, mientras se encuentre vigente la delegación, la autoridad no


podrá avocarse el ejercicio de la potestad delegada.

Problema de la centralización en Chile.


Ya vistos los conceptos, entraremos a tratar en seguida la problemática de la
excesiva centralización que existe en Chile siendo un grave problema que
afecta gravemente la gestión, y la administración de los distintos territorios,
esta problemática no solamente se ha constatado a nivel interno, también ha
sido constatado por la OCDE en su informe respecto a nuestro país, el cual ha
sido fatal respecto a la excesiva centralización que posee Chile, recalcando
que estanca su desarrollo y productividad, Chile no se ha sabido insertar en el
siglo 21 que apunta hacia la descentralización de los recursos y de las tomas
de decisiones.

El organismo califica a nuestro país de que “carece de un marco institucional


regional capaz de coordinar de forma regular las distintas políticas,
instrumentos y actores implicados en el desarrollo económico. La agenda
económica regional se sigue decidiendo principalmente desde el gobierno
central”. En su informe hace un análisis lapidario estableciendo que la escasa
descentralización ha limitado el crecimiento de Chile. Según la OCDE “las
inequidades territoriales son sustancialmente mayores que en la mayoría de los
países integrantes de la OCDE”.

A continuación veremos algunos párrafos de lo que opina la OCDE respecto a


nuestra nación.
La agenda de descentralización representa un paso fundamental para
avanzar en estrategias de inversión basadas en el territorio, al tiempo que
profundiza la representatividad y autonomía de los gobiernos sub-
nacionales.

“Chile es el país más centralizado en términos fiscales de la OCDE. Los


gobiernos sub-nacionales tienen escasos ingresos propios, sus gastos son
limitados y las iniciativas de inversión local son significativamente inferiores
a los niveles de la OCDE. Mientras que en la OCDE el 60% de la inversión
pública es realizada por gobiernos sub-nacionales, en Chile esta cifra sólo
alcanza un 12%.

Las inversiones centralizadas pueden responder sólo parcialmente a las


necesidades locales. Si bien el tema ha estado en la agenda durante varios
años, traspasar mayores responsabilidades y aumentar la autonomía de los
gobiernos sub-nacionales se vuelve inevitable en el actual contexto
económico, ya que es una herramienta clave para impulsar la productividad
en todo el territorio. Chile necesita contar con municipios y regiones más
activos que definan sus estrategias de desarrollo e inversión, decidan dónde y
cómo invertir y gocen de una mayor autonomía financiera y mayor
flexibilidad en el uso de las recursos traspasados. Este camino es un proceso
de aprendizaje que requiere tiempo., Es por esto que es crucial fomentar las
experiencias piloto de traspaso de competencias, a efectos de disminuir los
costos de transición, especialmente en las regiones menos desarrolladas.”

Mejorar las capacidades de regiones y municipios es crucial para que los


actuales mecanismos de coordinación funcionen eficazmente. “En Chile la
brecha de capacidad de los gobiernos subnacionales varía a lo largo del
territorio. La superación de esta brecha es fundamental, no sólo para mejorar
las capacidades de diseño e implementación de inversiones en infraestructura
a nivel local, sino también para avanzar en la agenda de descentralización..
Si se administra bien, la recientemente aprobada Ley 20.922 sobre el
personal de planta municipal ofrece una oportunidad a los municipios para
que éstos contraten profesionales con las aptitudes y capacidades necesarias
y a la vez les ofrezcan mejoras y acceso a mayores beneficios a través de
promociones o incentivos financieros. Esto debe ir acompañado de programas
de capacitación articulados que respondan específicamente a las necesidades
locales. Chile debería complementar los programas de capacitación con una
adecuada y rigurosa evaluación de competencias de la capacidad de los
municipios y/o regiones que definen las normas de desempeño.”

Respecto de las delegaciones municipales en general.


En este tópico debemos partir diciendo que dentro de las distintas capas de la
administración del Estado existen variadas formas de descentralización tanto
funcional como territorial, si realizamos un pequeño recorrido por este orden
de organismos descentralizados llegamos en última instancia a la delegación
municipal que es la institución más atomizada que existe dentro de los órganos
de la administración del Estado.

Como ya se explicó más arriba lo importante y crucial que es el descentralizar


un país no tan sólo respecto a los recursos sino que también de la toma de
decisiones, y que no sea una descentralización simbólica, en el papel, sino que
una fortalecida, convirtiéndola en una verdadera descentralización, a pesar de
que eso muchas veces conlleva una pérdida de cuota de poder, la cual hay que
aprender a ceder y saber lidiar con ella. Llevando esta descentralización a un
nivel más local, al nivel de los municipios, podemos encontrar una forma
óptima de descentralización a través de la institución del delegado municipal o
de la “delegación municipal”, esta descentralización administrativa de los
municipios sirve para dinamizar las relaciones entre los ciudadanos y el
gobierno local, proveyendo a los ciudadanos de una determinada localidad,
una autoridad mucho más cercana a ellos.

A continuación veremos cuál es el tratamiento que recibe esta institución en


Chile.
EL DELEGADO MUNICIPAL

¿Qué es un delegado municipal?


El delegado es un representante del alcalde en una localidad determinada,
distante y distinta de la sede municipal o en otra parte de la comuna, el cual se
designa cuando las circunstancias así lo justifiquen, es decir, el delegado es
una persona que cumple funciones específicas y ejerce facultades
determinadas, dentro de un ámbito territorial de competencia y por un tiempo
limitado.

¿De dónde nace la figura del delegado? ¿Cuál es su origen legal?


La figura del delegado municipal está contemplada en nuestra máxima norma
jurídica, en efecto, el art. 118 de la Constitución Política de la República de
Chile considera lo siguiente: “...Los alcaldes, en los casos y formas que
determine la ley orgánica constitucional respectiva, podrán designar delegados
para el ejercicio de sus facultades en una o más localidades…”.

Legislación anterior.
Anterior a la legislación vigente el día de hoy, podíamos encontrar la materia
referida al delegado municipal en el Decreto Ley 1289/76, que estipulaba lo
siguiente dentro de su cuerpo normativo:

Artículo 14.- Las atribuciones del Alcalde podrán ser delegadas


específicamente por éste en uno o varios Jefes Municipales, salvo las que
correspondan a las potestades reglamentaria y sancionadora, que serán
indelegables. El Alcalde podrá designar Delegados Municipales, con el
carácter de autoridad, con el objeto de facilitar el ejercicio de las funciones
municipales: a) en localidades alejadas geográficamente de la cabecera de la
comuna, y b) en cualquier parte del territorio comunal, cuando otras
circunstancias calificadas lo justifiquen. En la resolución respectiva
determinará las facultades específicas que confiere al Delegado Municipal y el
ámbito territorial de su jurisdicción y competencia. El Delegado Municipal
estará afecto a las responsabilidades señaladas en el Título VII. El Alcalde no
podrá designar Delegados Municipales sin dar conocimiento previo al
Gobernador Provincial.

Legislación Actual.
Nuestra legislación nacional en pocos pasajes trata la figura del delegado
municipal, en el presente, la ley Orgánica de Municipalidades (LOCM),
dentro de su cuerpo normativo se refiere en algunos artículos a tratar esta
figura, siendo esta materia abordada en los artículos número 63, 64 y 68, de
entre los cuales requiere especial importancia aquellos que dan origen a esta
figura, los que estipulan lo siguiente:

Artículo 63.- “El alcalde tendrá las siguientes atribuciones:

j) Delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusivas en funcionarios


de su dependencia o en los delegados que designe, salvo las contempladas en
las letras c) y d) y la presidencia del consejo comunal de seguridad pública.
Igualmente podrá delegar la facultad para firmar, bajo la fórmula "por orden
del alcalde", sobre materias específicas;”.

Artículo 68 inc. 1°.- “El alcalde podrá designar delegados en localidades


distantes de la sede municipal o en cualquier parte de la comuna, cuando las
circunstancias así lo justifiquen. Tal designación podrá recaer en un
funcionario de la municipalidad o en ciudadanos que cumplan con los
requisitos establecidos en el artículo 73 y no estén en la situación prevista por
el inciso tercero del artículo 59.”
Requisitos.
El artículo 68 de la LOCM distingue 2 situaciones distintas para poder
designar delegados, ya que la designación puede recaer sobre un funcionario
municipal o bien sobre un ciudadano. Acorde a esta distinción podemos
diferenciar distintos requisitos en uno y otro caso.

Para el caso del funcionario municipal señala que éste deberá ejercer su
cometido en comisión de servicios. La comisión de servicios es un mecanismo
de distribución de tareas entre los funcionarios que consiste en el ejercicio de
ciertas funciones ajenas al empleo que se ocupa y que pueden desempeñarse
tanto en el propio organismo o en otro de la Administración, en el territorio
nacional o en el extranjero, durante un lapso determinado, este plazo es de 3
meses, renovables con tope de un año, vencido el plazo no lo pueden designar
nuevamente hasta que transcurra mínimo un año. Esta comisión de servicios
en caso alguno puede significar desempeño de funciones de inferior jerarquía
a las del cargo, o ajenas a los conocimientos que éste requiere o a la
Institución. Puede ordenarse una comisión de servicio respecto de un
funcionario de cargo con denominación específica, dado que la normativa
indicada no establece distinciones respecto a que tales comisiones solo deban
ser desempeñadas por funcionarios de cargos innominados o genéricos, ya que
solamente exige el cumplimiento de los requisitos indicados anteriormente, lo
que deja manifiesto que con la institución de comisión de servicios se podría
designar como delegado municipal incluso a cualquier director de algún
departamento municipal, mientras éste no cumpla funciones de inferior
jerarquía. Resulta pertinente indicar que durante el desempeño de las
comisiones de servicio dispuestas por la autoridad competente, se conserva el
estatus de funcionario público del servicio correspondiente, asistiendo al
servidor todos los beneficios contemplados en el respectivo estatuto, entre los
cuales se encuentra la facultad de hacer uso del feriado.

Para el caso de un ciudadano, éste puede desempeñar el cargo “ad-honorem”


o contratado a honorarios, la LOCM nos señala que para poder ser designado
como delegado se requiere cumplir con los requisitos establecidos en el
artículo 73 de la misma ley, cabe hacer presente que éstos son los mismos
requisitos exigidos por la ley para ser elegido concejal, los cuales son:
a) Ser ciudadano con derecho a sufragio;

b) Saber leer y escribir;

c) Tener residencia en la región a que pertenezca la respectiva comuna o


agrupación de comunas, según corresponda, a lo menos durante los últimos
dos años anteriores a la elección;

d) Tener su situación militar al día, y

e) No estar afecto a alguna de las inhabilidades que establece esta ley.

No podrá ser delegado el que tuviere dependencia de sustancias o drogas


estupefacientes o sicotrópicas ilegales, a menos que justifique su consumo por
un tratamiento médico.

Además de estos requisitos, no debe estar afecto a las inhabilidades del


inciso tercero del artículo 59 de la LOCM, lo que implica que no pueden
desempeñar el cargo de delegado, las personas que, por sí o como
representantes de otra persona natural o jurídica, celebren contratos u otorguen
cauciones en favor de la municipalidad respectiva o tengan litigios pendientes
con ésta, en calidad de demandantes, durante el desempeño de su mandato.

Fuera de las exigencias establecidas en los párrafos anteriores, al igual que


con el caso de los concejales no existen otros impedimentos incompatibles con
el desempeño de la labor, por lo tanto, un delegado municipal puede
perfectamente ser un presidente de junta de vecinos, o de cualquier otra
organización comunitaria, social o deportiva, dirigente de comité de viviendas
o dirigente sindical y gremial. Incluso es más, según la legislación no existe
impedimento alguno en que un delegado municipal pueda desempeñar alguna
otra labor remunerada en forma simultánea al desempeño de su cargo.

Nombramiento.
El nombramiento de delegados municipales es una atribución exclusiva del
alcalde y no del concejo municipal, a pesar, de que el artículo 64 de la LOCM
establece que “El alcalde consultará al concejo para efectuar la designación
de delegados”, esto quiere decir que la consulta es obligatoria en su
formulación pero voluntaria en su aceptación, vale decir el alcalde está
obligado a consultar al concejo, pero la opinión de éste no es vinculante para
la máxima autoridad comunal, no está obligado bajo ninguna circunstancia a
seguir lo manifestado por el concejo, pudiendo cursar el nombramiento contra
la opinión desfavorable expresada por el concejo. Para efectuar esta consulta
el alcalde puede convocar a una sesión extraordinaria o incluir el tema en una
sesión ordinaria, en la que los concejales se pronunciarán sobre la materia con
la mayoría de los presentes, si no se alcanza el aludido quórum, sea porque en
la votación no se logra la indicada mayoría, porque no concurre el número
mínimo para celebrar sesiones o porque sencillamente no se pronuncian, debe
entenderse que el concejo no aprueba el nombramiento, pero sí se cumple la
formalidad de oírlos consagrada en la ley, no pudiendo significar bajo ningún
respecto que el alcalde queda impedido de actuar, de aquello deberá dejar
expresa constancia en acta el secretario municipal.

En resumen podemos aportar que para formalizar la designación se requiere:

a) Para registrar el nombramiento de delegado municipal es necesario que se


acompañe la documentación que acredite que la persona designada cumple
con los requisitos legales, documentación que se contiene en las
certificaciones públicas correspondientes, en las respectivas declaraciones
juradas y en la copia del acta en que conste la consulta formulada al concejo.

b) El nombramiento debe precisar exactamente el ámbito territorial de


competencia en que el delegado ejercerá las funciones que se le confieren, ya
que no pueden abarcar toda la comuna, y comunicarse al Gobernador
Provincial. Siendo este elemento territorial, el elemento esencial de la figura
del delegado municipal.

c) Asimismo, deben indicarse las atribuciones específicas que se le confieren,


no pudiendo delegársele las señaladas en las letras c y d del artículo 63, por
mandato expreso de la letra j de ese precepto, y el plazo de la delegación.
d) En todo caso, no pueden otorgarse al delegado las atribuciones que la
LOCM radica en una determinada unidad municipal, como cursar infracciones
y denuncias al Juzgado de Policía Local, etc.

Cabe recordar que el decreto que nombra al delegado debe ser fundado, se
infiere que la resolución que designa al delegado municipal debe ser fundada
del inciso primero del artículo 68 al establecer “El alcalde podrá designar
delegados en localidades distantes de la sede municipal o en cualquier parte
de la comuna, cuando las circunstancias así lo justifiquen”. Esta
fundamentación corresponderá al alcalde efectuarla, y las razones que incitan
a esta designación deberán consignarse por expreso en el decreto de
nombramiento del delegado.

Facultades que se pueden delegar.


Primeramente hay que recalcar que como principio general podemos
establecer que las funciones del empleado son indelegables, lo que implica la
obligación de desempeñarlas personalmente, sin que le esté permitido delegar
la función propiamente tal, o concurrir representado por otra persona para el
ejercicio de determinados actos que dicha función supone, salvo autorización
expresa de la ley. En el caso particular de los delegados municipales hemos
visto que tanto la Constitución Política de la República, como la LOCM
autorizan expresamente al alcalde delegar parte de sus funciones en ellos.

Es también necesario precisar que la delegación de funciones es una figura


jurídica que implica el desplazamiento de competencias de un órgano a otro,
quedando el delegante relevado de seguir actuando en las materias delegadas,
no obstante su facultad de intervenir por vía de avocación de competencia o de
poner término a la delegación, recuperando así las facultades transferidas.

La delegación de funciones constituye una figura de excepción en derecho


público por lo que las normas que la establecen son de aplicación e
interpretación estrictas, sin que sea posible extenderlas a situaciones no
contempladas expresamente por el legislador ni aplicarlas de manera general e
irrestricta confiando al delegado la totalidad de funciones y atribuciones del
delegante. Y aquí, cabe hacer muy presente que la delegación es excepcional,
por lo tanto, procede sólo respecto de las materias sobre las cuales
expresamente la ley lo permite, éstas son las del art. 63, no pudiendo delegar
las atribuciones prohibidas por ley ni aquellas que expresamente la ley ha
radicado en otros organismos o funcionarios, por consiguiente, no pueden
conferirse a los delegados municipales atribuciones que han sido
expresamente encomendadas a otros funcionarios u otros organismos,
solamente aquellas de atribución exclusiva del alcalde.

En definitiva, el alcalde puede delegar parte de sus atribuciones exclusivas,


pero, no puede extender esta delegación a atribuciones que no son de aquellas
exclusivas del alcalde enumeradas en el artículo 63, por lo tanto, las
atribuciones que los alcaldes pueden delegar por disposición expresa son
aquellas contenidas en el artículo 63 letra j, con las limitaciones que el propio
texto legal añade, consistentes en que se trate de aquellas que ejercen en forma
exclusiva, con excepción de las de nombrar y remover a los funcionarios y de
aplicar medidas disciplinarias, no pudiendo, consecuentemente, disponer la
delegación de otras funciones. Cabe en esta parte hacer hincapié que son
numerosos los dictámenes de Contraloría que han dictaminado que las
funciones privativas municipales (art. 3° LOCM) deben ser ejercidas por
personal municipal y con mayor especificación personal municipal de planta
ya que como lo señala Contraloría una función privativa se considera “una
labor habitual de la municipalidad”, “constituyendo una labor propia de los
funcionarios municipales”, no pudiendo radicarse aquellas funciones en la
figura del delegado.

Obsérvese que un requisito esencial es que la delegación debe ser parcial y


recaer sobre materias específicas, la resolución deberá indicar específicamente
las facultades que confiere, ya que no se puede delegar la totalidad de
funciones y atribuciones, de lo contrario, no estaríamos frente a una
delegación sino que se configuraría una subrogación.

Por último, recalcar ciertos elementos ya mencionados con anterioridad, que la


ley exige un plazo para la delegación de facultades, además del ámbito
territorial sobre el cual recaerá, ya que no puede abarcar toda la comuna, y la
última exigencia establecida respecto del nombramiento es la de comunicar
éste al gobernador respectivo por parte del alcalde.

Responsabilidad del delegado.


Los ciudadanos comunes y corrientes están sujetos a 2 tipos de
responsabilidades, la civil y la penal, en cambio, los funcionarios municipales
o públicos están sujetos a 3 tipos de responsabilidades, la civil, la penal y la
administrativa, existe también un cuarto tipo de responsabilidad, que es la
responsabilidad política, a ésta sólo quedan sujetos ciertos tipos de políticos o
cargos claves como comandantes en jefes, Contralor General de la República,
magistrados de los tribunales superiores de justicia, etc. Mediante la cual
pueden ser sometidos a un juicio político y ser sancionados políticamente de
igual forma, proceso que se inicia con una acusación constitucional por parte
de la Cámara de Diputados. Por lo tanto y volviendo al tema central, los
funcionarios municipales (planta y contrata), están sometidos a
responsabilidad civil, penal y administrativa, como ya se mencionó, no así las
personas contratadas a honorarios por no revestir éstas la calidad de
funcionario público, en lo particular con la figura del delegado municipal,
cuando éste no es un funcionario municipal designado mediante comisión de
servicios, sino que un ciudadano contratado a honorarios, la legislación crea
una figura hibrida, en donde nos encontramos frente a una persona que sin
revestir la calidad de funcionario municipal, la ley por disposición expresa
extiende a ésta la responsabilidad administrativa, quedando desde el punto de
vista de la responsabilidad asimilado a un funcionario municipal.

El delegado municipal queda afecto a las responsabilidades administrativa,


civil y penal, ya sea funcionario municipal o bien un ciudadano contratado a
honorarios. La persona ajena al municipio, que es designada como tal, es
asimilada, por disposición expresa del legislador, al régimen de
responsabilidades de los funcionarios municipales. Esto se desprende del
artículo 68 inciso 2° “si fuere designada una persona ajena a aquélla (la
municipalidad), podrá ser contratada a honorarios o se desempeñará ad
honórem, según se establezca en la respectiva resolución, quedando afecta a
las mismas responsabilidades de los funcionarios municipales”. En este caso,
estamos frente a un individuo que sin ser funcionario público, por disposición
expresa de la ley queda afecto a responsabilidad administrativa. Esta
responsabilidad a la que queda afecto el delegado municipal ya se presentaba
en la antigua legislación del Decreto Ley 1289/76.

Remuneración del delegado.


No existe artículo, reglamento, ni normativa alguna que regule o fije las
remuneraciones para los delegados municipales, pudiendo llegar incluso a
desempeñarse ad-honorem, por lo tanto en esta materia al no haber
legislación, se debe aplicar en el primer supuesto en que el delegado sea un
funcionario municipal, como ya se vio, designado en comisión de servicios,
éste conserva su remuneración fijada, ahora en el supuesto de que el delegado
no sea funcionario municipal, sino que un ciudadano contratado a honorarios,
al no haber legislación respecto al tema, entonces esto queda a total criterio
del alcalde fijar las remuneraciones de los delegados, aunque no se debería de
pasar por alto lo prescrito por el art. 48 de la LOCM que establece: “En el
sistema legal de remuneración de las municipalidades se procurará aplicar el
principio de que a funciones análogas, que importen responsabilidades
semejantes y se ejerzan en condiciones similares, se les asignen iguales
retribuciones y demás beneficios económicos”, por lo tanto la remuneración
de un delegado debería variar de acuerdo a varios factores que se deben
considerar, atribuciones delegadas, territorio de cobertura, porcentaje de
población atendida, responsabilidades asumidas, etc. En base a todos estos
factores las remuneraciones de uno y otro delegado deberían ir variando, pero
se debería ocupar siempre como principio regidor el ya mencionado del
artículo 48 de la LOCM.
Consulta ciudadana para su nombramiento.
En la práctica, al recaer el nombramiento de delegado municipal en una
determinada localidad como atribución exclusiva del alcalde, es perfectamente
posible que éste pueda realizar una consulta ciudadana proponiendo varios
candidatos para que los vecinos puedan escoger uno de entre ellos, al no estar
regulada esta metodología de consulta, ésta no tendría validez legal, ni sería
vinculante bajo ningún pretexto, pero si puede ser usado como una
herramienta potente que ayude al alcalde en la toma de decisión para la
persona idónea en el cargo, esta consulta podría ser aplicada en forma general
a nivel comunal o localizada en la zona de competencia del futuro delegado,
puede ser realizada en un local de votación ad-hoc, o bien vía juntas de
vecinos u otras organizaciones sociales, la gama de modalidades posible de
aplicar es amplia, ya que al ser una consulta de carácter convencional el
espectro es extenso, y si bien, no es vinculante y no obliga legalmente al
alcalde a respetarla, no sería adecuado que éste llame a efectuarla para luego
no respetar la manifestación de la voluntad de los vecinos, en definitiva,
podemos sintetizar diciendo que en un régimen democrático y que cada día
exige más participación ciudadana puede ser un buen instrumento de utilizar
para los alcaldes.
DELEGACIÓN MUNICIPAL
(Como unidad o departamento municipal)

Realidad Nacional.
En Chile la delegación municipal es un mecanismo no muy usado hasta hace
poco, pero que cada día viene en ascenso, con el pasar del tiempo los alcaldes
se están atreviendo cada vez en mayor número a hacer uso de esta
herramienta, y podemos decir que en la actualidad (septiembre 2017) a lo
largo de nuestro país existen 105 delegaciones municipales distribuidas en 60
comunas, este número se debe a que muchas comunas poseen más de una
delegación municipal dentro de su territorio, los municipios que han aprendido
su valor están usando esta modalidad con mucha más frecuencia. Es de
esperar que esta cifra siga a la alza ya que ha sido la tendencia en los últimos
años.

Problemáticas de las Delegaciones Municipales.


En la práctica se producen diversas situaciones que deben enfrentar las
delegaciones municipales, tanto pros como contras, a continuación veremos
algunas de las dificultades a las cuales se ven enfrentadas en su quehacer
diario:

-La enorme falta de recursos humanos, financieros y materiales suficientes


para desarrollar su labor. Aunque este es un lugar común de la gestión
municipal es necesario destacarlo, ya que se da con mucho más énfasis en las
delegaciones.

-Falta de apoyo suficiente, en especial en aspectos coyunturales cuando se


trata de resolver problemas complejos como emergencias, accidentes o
catástrofes localizadas.
-Aún con la presencia de delegaciones persiste la falta de conectividad física o
virtual.

-Hay un bajo nexo con instituciones públicas nacionales, que podrían apoyar
mejor por medio de la delegación a la resolución de los diversos
requerimientos de la comunidad.

-Las instalaciones utilizadas por las delegaciones no siempre son las más
adecuadas y en varios casos ha sido necesario refaccionarlas o construir
oficinas nuevas.

-Hay falta de apoyo en materias de respaldo al personal como oportunidades


de estudio, perfeccionamiento y capacitación.

-Generalmente problemas de transporte de los delegados a las comunidades.

-No hay relaciones entre las delegaciones municipales, por ende no hay
intercambios, aprendizajes y se desaprovechan oportunidades de apoyo mutuo.

Estas son principalmente algunas de las grandes debilidades que aquejan en


mayor o menor medida en la realización de las funciones de las delegaciones
municipales.

Virtudes de las Delegaciones Municipales.


Pero no solamente existen problemas con las delegaciones, también aportan
mucho y tienen un tremendo potencial que puede ser muy bien explotado.

-Las delegaciones municipales constituyen un instrumento de plena validez


para acercar los servicios municipales a la ciudadanía.

-Las delegaciones municipales son muy variadas y heterogéneas entre ellas,


lo que no debe ser visto como una deficiencia sino, por el contrario, como una
de sus principales virtudes, al adaptarse mejor que otras estructuras
municipales o públicas a las especificidades de cada realidad.
-Hay una tendencia al incremento de las delegaciones municipales en el
tiempo lo que permite inferir que éstas irán aumentando en la medida en que
los alcaldes descubran su valor, al observar otros municipios dónde estas
estructuras existen y funcionan.

-Las delegaciones, como otras estructuras municipales, cuentan con recursos


humanos, materiales y financieros menores a los necesarios para cumplir
adecuadamente su labor, lo que se debe en primer lugar a la deficitaria
descentralización política y fiscal en el país y, en segundo término, al fuerte
incremento de las demandas y presiones ciudadanas por el mejoramiento de la
gestión pública en general y de la municipal en particular.

-Las visitas a terreno permiten constatar un nivel de motivación y compromiso


de los delegados y funcionarios con su misión local por sobre la normal
observable en el sector público o en los municipios. Predomina el trabajo en
equipo, en el que todos hacen de todo cuando hace falta, cultura de gestión
normal en las organizaciones que trabajan próximas a la comunidad y son
exigidas por ésta.

-Los delegados municipales tienden a actuar como líderes proactivos y laboran


en equipo para enfrentar la complejidad de aplicar políticas públicas y
municipales en los territorios acotados.

-Los alcaldes de las municipalidades con delegaciones municipales tienden a


delegar más y a considerar de mejor manera las opiniones y sugerencias del
personal de las delegaciones municipales.

-Las delegaciones municipales constituyen una buena instancia de articulación


de las políticas públicas en territorios menores, dada la presión de la gente, los
recursos escasos y la necesidad de coordinarse para maximizar los impactos
de los diversos programas y proyectos.

-En las delegaciones se desarrolla una buena cultura de gestión, en particular,


salir a buscar los recursos que faltan sea en el territorio o fuera de éste.
Contribuye a ello el compromiso personalizado que adquiere el personal de las
delegaciones con las organizaciones, comunidades y personas con las que
interactúan.
-Las delegaciones municipales muestran ser una muy buena herramienta para
apoyar la organización de las comunidades, canalizar la participación y
realizar acciones colaborativas para mejorar los servicios municipales,
resolver problemas e impulsar el desarrollo de sus comunidades.

Se puede ver claramente la enorme gama de ventajas que presentan las


delegaciones municipales, y el tremendo potencial que podría eventualmente
ser aprovechado.

Servicios que pueden o deben ofrecer las delegaciones.


 Asistencia social y subsidios.
 Ficha de protección social.
 Oficina de Intermediación Laboral (OMIL).
 Actividades de deporte y recreación.
 Actividades de cultura y eventos.
 Protección del medio ambiente.
 Prevención de riesgos y situaciones de emergencia.
 Cajas Tesorería (pagos permisos de circulación, patentes municipales,
permisos, aseo, otros).
 Mantención comunal.
 Coordinación vecinal territorial.
 Solicitud y gestión de documentos.
 Obtención de permisos de construcción.
 Solicitudes de audiencias.
 Actividades patrimoniales y culturales.

De otras instituciones:

 Correos de Chile
 Registro Civil e Identificación
 Corporación de Asistencia Judicial
 BancoEstado
 Fonasa (Venta y compra de bonos y programas)
 Sernac
 Junaeb
 Senama
 Fonadis

Problemática Legal. (Situación Irregular).


Antes de ver en profundidad esta materia muy relevante y que es de suma
importancia por la enorme irregularidad e irresponsabilidad con la que se ha
abordado esta institución en la práctica, debemos explicar brevemente un
principio que es clave para entender la ilegitimidad en la que se incurre día a
día. El principio de legalidad consagrado en el art. 7° de la Constitución
Política de la República de Chile, es un principio que se constituye como un
límite para la actividad de los órganos del estado, y que a su vez también se
constituye como una real garantía para los ciudadanos porque de esta manera
se sabe cuál es el ámbito de facultades que la ley ha colocado dentro de las
esferas de atribuciones de los distintos órganos del Estado, y sólo esas pueden
ejercer, no otras. Esto afecta a los órganos del estado en su totalidad, no
solamente al poder administrativo, existiendo una sumisión completa de los
órganos a la Constitución y las leyes. De gran importancia es que por el
principio de legalidad, el alcalde y el municipio al igual que todo el sector
público se rige por él, en virtud del cual sólo pueden realizar aquello que les
está expresamente permitido por la Constitución o por la ley.

Ya habiendo explicado esto, podemos entrar a profundizar que el alcalde


puede designar delegados, pero no establecer delegaciones. El delegado,
como ya se ha detallado en profundidad, es un representante del alcalde en una
determinada localidad distante de la sede municipal o en otro lugar de la
comuna, resultando impropio, por ende, y contrario a la LOCM, que el alcalde
autorice al delegado para poder “establecer la organización interna de la
delegación” o también que se refiera al “personal de su dependencia”, pues la
función que se encomienda al delegado es personal y no constituye una unidad
municipal consultada en la organización edilicia.

Respecto a lo dicho en el párrafo anterior, no es correcto hablar de “personal


de su dependencia” y en general de “la delegación”, pues ésta como unidad
municipal no existe, ya que la atribución del alcalde para designar delegados
está referida al nombramiento de una persona que lo represente en una
localidad determinada distante de la sede municipal o en otra parte de la
comuna, cuando las circunstancias así lo justifiquen, pero en ningún caso esta
facultad alcanza a la creación de “delegaciones” en cuanto estructuras
orgánicas. Lo anterior, resulta plenamente concordante de acuerdo con el
principio de legalidad contenido en el artículo 7° de la Ley Suprema, según el
cual los órganos del Estado sólo pueden hacer aquello que expresamente les
permiten la Constitución o las leyes, por lo que, no existiendo norma que
disponga que los alcaldes puedan crear delegaciones municipales, ello resulta
absolutamente improcedente.

Sobre las delegaciones municipales nuestra legislación no hace mención


alguna, a pesar, que en la práctica existen muchas delegaciones municipales a
lo largo de Chile, algunas bajo la denominación de “Delegaciones
Municipales” y en otros casos bajo otras denominaciones como “Centro
Cívico”, “Centro Cultural”, “Centro Comunitario”, “Centro Social”, o como
combinaciones varias de la nomenclatura presentada, operando como centros
ciudadanos en los que se descentralizan los servicios municipales en una
determinada localidad, bajo la supervisión de un delegado quien vendría a ser
el superior jerárquico en estas instalaciones, estos famosos “Centros”, en
realidad son más bien delegaciones municipales “camufladas” para poder
cumplir con la legislación vigente, ya que por el principio de legalidad que
opera en nuestro país, no se puede concebir la existencia de “Delegaciones
Municipales” como tal.

Hablar de delegación municipal es ir derechamente contra el principio de


legalidad contemplado en el artículo 7° de nuestra Constitución Política de la
República de Chile, por no ser éste un órgano o institución regulado ni
establecido por nuestra legislación, ya que hasta el momento no se ha
legislado sobre la materia, por ende, mal podría existir investidura regular para
este órgano o ámbito de competencia prescrito por la ley dentro del cual
actuar.

Consecuencia de todo lo anteriormente ya expuesto es que el alcalde no está


facultado para crear delegaciones, dada la diferencia que existe entre el
derecho público con el derecho privado, ya que en este último al no haber
legislación se produce un vacío legal que lo habilitaría, desafortunadamente o
afortunadamente dependiendo el prisma con el que se quiera mirar en el
derecho público no, ya que rige el principio de legalidad ya mencionado, que
establece que nadie puede atribuirse “otra autoridad o derechos que los que
expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes”,
por lo tanto, al no estar en ningún precepto de las normas jurídicas el alcalde
facultado para crear delegaciones municipales, éste se ve imposibilitado de
realizarlo, por no ser una atribución de su persona, y en la actualidad, de
ninguna persona.

Como conclusión podemos deducir que hoy en día, no existe una normativa,
ni tampoco una orgánica para el funcionamiento de las delegaciones
municipales en nuestro país, dada la importancia que éstas están cobrando con
el paso del tiempo y con la exponencialidad que van aumentando, se hace
imprescindible y casi urgente legislar sobre la materia para poder establecer el
cuadro normativo dentro del cual debiera desenvolverse esta importantísima
institución que es clave para la descentralización y que claramente puede dar
un mejor enfoque de los recursos, aprovechando ciertamente de paso de
acercar la institucionalidad a la población.
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPUBLICA DE CHILE.

Artículo 7º.- Los órganos del Estado actúan válidamente previa investidura
regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en la forma que
prescriba la ley.

Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden


atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o
derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la
Constitución o las leyes.

Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las


responsabilidades y sanciones que la ley señale.

Artículo 118.- La administración local de cada comuna o agrupación de


comunas que determine la ley reside en una municipalidad, la que estará
constituida por el alcalde, que es su máxima autoridad, y por el concejo.

La ley orgánica constitucional respectiva establecerá las modalidades y


formas que deberá asumir la participación de la comunidad local en las
actividades municipales.

Los alcaldes, en los casos y formas que determine la ley orgánica


constitucional respectiva, podrán designar delegados para el ejercicio de sus
facultades en una o más localidades.

Las municipalidades son corporaciones autónomas de derecho público, con


personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya finalidad es satisfacer las
necesidades de la comunidad local y asegurar su participación en el progreso
económico, social y cultural de la comuna.

Una ley orgánica constitucional determinará las funciones y atribuciones de


las municipalidades. Dicha ley señalará, además, las materias de competencia
municipal que el alcalde, con acuerdo del concejo o a requerimiento de los 2/3
de los concejales en ejercicio, o de la proporción de ciudadanos que establezca
la ley, someterá a consulta no vinculante o a plebiscito, así como las
oportunidades, forma de la convocatoria y efectos.
Las municipalidades podrán asociarse entre ellas en conformidad a la ley
orgánica constitucional respectiva, pudiendo dichas asociaciones gozar de
personalidad jurídica de derecho privado. Asimismo, podrán constituir o
integrar corporaciones o fundaciones de derecho privado sin fines de lucro
cuyo objeto sea la promoción y difusión del arte, la cultura y el deporte, o el
fomento de obras de desarrollo comunal y productivo. La participación
municipal en ellas se regirá por la citada ley orgánica constitucional.

Las municipalidades podrán establecer en el ámbito de las comunas o


agrupación de comunas, de conformidad con la ley orgánica constitucional
respectiva, territorios denominados unidades vecinales, con el objeto de
propender a un desarrollo equilibrado y a una adecuada canalización de la
participación ciudadana.

Los servicios públicos deberán coordinarse con el municipio cuando


desarrollen su labor en el territorio comunal respectivo, en conformidad con la
ley.

La ley determinará la forma y el modo en que los ministerios, servicios


públicos y gobiernos regionales podrán transferir competencias a las
municipalidades, como asimismo el carácter provisorio o definitivo de la
transferencia.

LEY Nº 18.695, ORGANICA CONSTITUCIONAL DE


MUNICIPALIDADES.

Artículo 3º.- Corresponderá a las municipalidades, en el ámbito de su


territorio, las siguientes funciones privativas:

a) Elaborar, aprobar y modificar el plan comunal de desarrollo cuya


aplicación deberá armonizar con los planes regionales y nacionales;

b) La planificación y regulación de la comuna y la confección del plan


regulador comunal, de acuerdo con las normas legales vigentes;
c) La promoción del desarrollo comunitario;

d) Aplicar las disposiciones sobre transporte y tránsito públicos, dentro de la


comuna, en la forma que determinen las leyes y las normas técnicas de
carácter general que dicte el ministerio respectivo;

e) Aplicar las disposiciones sobre construcción y urbanización, en la forma


que determinen las leyes, sujetándose a las normas técnicas de carácter general
que dicte el ministerio respectivo, y

f) El aseo y ornato de la comuna.

Artículo 48.- En el sistema legal de remuneración de las municipalidades se


procurará aplicar el principio de que a funciones análogas, que importen
responsabilidades semejantes y se ejerzan en condiciones similares, se les
asignen iguales retribuciones y demás beneficios económicos.

Artículo 59.- (Inciso Tercero).- Incurrirán en inhabilidad sobreviniente, para


desempeñar el cargo de alcalde, las personas que, por sí o como representantes
de otra persona natural o jurídica, celebren contratos u otorguen cauciones en
favor de la municipalidad respectiva o tengan litigios pendientes con ésta, en
calidad de demandantes, durante el desempeño de su mandato.

Artículo 63.- El alcalde tendrá las siguientes atribuciones:

a) Representar judicial y extrajudicialmente a la municipalidad;

b) Proponer al concejo la organización interna de la municipalidad;

c) Nombrar y remover a los funcionarios de su dependencia de acuerdo con


las normas estatutarias que los rijan;

d) Velar por la observancia del principio de la probidad administrativa dentro


del municipio y aplicar medidas disciplinarias al personal de su dependencia,
en conformidad con las normas estatutarias que lo rijan;

e) Administrar los recursos financieros de la municipalidad, de acuerdo con


las normas sobre administración financiera del Estado;
f) Administrar los bienes municipales y nacionales de uso público de la
comuna que correspondan en conformidad a esta ley;

g) Otorgar, renovar y poner término a permisos municipales;

h) Adquirir y enajenar bienes muebles;

i) Dictar resoluciones obligatorias de carácter general o particular;

j) Delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusivas en


funcionarios de su dependencia o en los delegados que designe, salvo las
contempladas en las letras c) y d) y la presidencia del consejo comunal de
seguridad pública. Igualmente podrá delegar la facultad para firmar, bajo la
fórmula "por orden del alcalde", sobre materias específicas;

k) Coordinar el funcionamiento de la municipalidad con los órganos de la


Administración del Estado que corresponda;

l) Coordinar con los servicios públicos la acción de éstos en el territorio de la


comuna;

ll) Ejecutar los actos y celebrar los contratos necesarios para el adecuado
cumplimiento de las funciones de la municipalidad y de lo dispuesto en el
artículo 37 de la Ley Nº 18.575;

m) Convocar y presidir, con derecho a voto, el concejo; como asimismo,


convocar y presidir el consejo comunal de organizaciones de la sociedad civil
y el consejo comunal de seguridad pública;

n) Someter a plebiscito las materias de administración local, de acuerdo a lo


establecido en los artículos 99 y siguientes;

ñ) Autorizar la circulación de los vehículos municipales fuera de los días y


horas de trabajo, para el cumplimiento de las funciones inherentes a la
municipalidad,

o) Aprobar, observar o rechazar las solicitudes de materializar los aportes al


espacio público que contempla la Ley General de Urbanismo y
Construcciones a través de la ejecución de estudios, proyectos, obras y
medidas de acuerdo a lo que dispone el mismo cuerpo legal.
p) Requerir de la Fiscalía del Ministerio Público y de las Fuerzas de Orden y
Seguridad Pública, que ejerzan sus funciones en la comuna respectiva, los
datos oficiales que éstas posean en sus sistemas de información, sobre los
delitos que hubiesen afectado a la comuna durante el mes anterior, con el
objetivo de dar cumplimiento a la función establecida en la letra j) del artículo
4 de la presente ley.

El funcionario policial de más alto rango en la unidad policial requerida, o en


quien éste delegue su función, deberá enviar dicha información al alcalde o al
funcionario municipal que éste designe, a través del medio más expedito,
dentro de los diez días hábiles siguientes a la solicitud, la cual en todo caso no
podrá contener datos que permitan la singularización de personas
determinadas.

Artículo 64.- El alcalde consultará al concejo para efectuar la designación de


delegados a que se refiere el artículo 68.

Artículo 68.- El alcalde podrá designar delegados en localidades distantes de


la sede municipal o en cualquier parte de la comuna, cuando las circunstancias
así lo justifiquen. Tal designación podrá recaer en un funcionario de la
municipalidad o en ciudadanos que cumplan con los requisitos establecidos en
el artículo 73 y no estén en la situación prevista por el inciso tercero del
artículo 59.

Si la designación recayere en un funcionario de la municipalidad, éste


ejercerá su cometido en comisión de servicios; si fuere designada una persona
ajena a aquélla, podrá ser contratada a honorarios o se desempeñará ad
honórem, según se establezca en la respectiva resolución, quedando afecta a
las mismas responsabilidades de los funcionarios municipales.

La delegación deberá ser parcial y recaer sobre materias específicas. En la


resolución respectiva el alcalde determinará las facultades que confiere, el
plazo y el ámbito territorial de competencia del delegado.
La designación de los delegados deberá ser comunicada por el alcalde al
gobernador respectivo.

Artículo 73.- Para ser elegido concejal se requiere:

a) Ser ciudadano con derecho a sufragio;

b) Saber leer y escribir;

c) Tener residencia en la región a que pertenezca la respectiva comuna o


agrupación de comunas, según corresponda, a lo menos durante los últimos
dos años anteriores a la elección;

d) Tener su situación militar al día, y

e) No estar afecto a alguna de las inhabilidades que establece esta ley.

No podrá ser alcalde ni concejal el que tuviere dependencia de sustancias o


drogas estupefacientes o sicotrópicas ilegales, a menos que justifique su
consumo por un tratamiento médico.

DECRETO LEY 1289/76.

Artículo 14.- Las atribuciones del Alcalde podrán ser delegadas


específicamente por éste en uno o varios Jefes Municipales, salvo las que
correspondan a las potestades reglamentaria y sancionadora, que serán
indelegables. El Alcalde podrá designar Delegados Municipales, con el
carácter de autoridad, con el objeto de facilitar el ejercicio de las funciones
municipales: a) en localidades alejadas geográficamente de la cabecera de la
comuna, y b) en cualquier parte del territorio comunal, cuando otras
circunstancias calificadas lo justifiquen. En la resolución respectiva
determinará las facultades específicas que confiere al Delegado Municipal y el
ámbito territorial de su jurisdicción y competencia. El Delegado Municipal
estará afecto a las responsabilidades señaladas en el Título VII. El Alcalde no
podrá designar Delegados Municipales sin dar conocimiento previo al
Gobernador Provincial.

TITULO VII

Responsabilidad

Artículo 61.- El Alcalde y demás funcionarios municipales estarán


sometidos a responsabilidades administrativa, civil y penal. La
responsabilidad administrativa del Alcalde y de los funcionarios se hará
efectiva mediante los procedimientos determinados en el Estatuto
Administrativo y en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la
República. El Intendente ordenará la instrucción del sumario administrativo al
Alcalde y aplicará las medidas disciplinarias que correspondan. Sin embargo,
las de destitución y de petición de renuncia sólo podrá aplicarlas el Presidente
de la República. La responsabilidad civil de los funcionarios municipales
implicará la obligación de indemnizar los perjuicios que ocasionaren por sus
actuaciones dolosas o culpables. Cuando los afectados sean terceros, dichos
agentes municipales y la Municipalidad serán solidariamente responsables de
esta indemnización, sin perjuicio del derecho de la Municipalidad de repetir en
contra de aquéllos en conformidad con el procedimiento del juicio sumario.
La responsabilidad penal de los funcionarios municipales se regirá por las
normas contempladas en el Código Penal para los empleados públicos.

Artículo 62.- La responsabilidad civil de la Municipalidad podrá ser


contractual o extracontractual. La responsabilidad contractual se regirá por las
disposiciones de esta ley, por las del Código Civil y por los principios
reguladores de los contratos administrativos. La responsabilidad
extracontractual procederá, principalmente, para indemnizar los perjuicios que
sufran uno o más usuarios de los servicios municipales cuando éstos no
funcionen, debiendo hacerlo o lo hagan en forma deficiente.

Artículo 63.- Las acciones para hacer efectiva la responsabilidad civil del
Alcalde y de los funcionarios municipales y la responsabilidad
extracontractual de la Municipalidad, prescribirán en un año, contado desde la
fecha en que se produjo el perjuicio.

También podría gustarte