El Patito
El Patito
El Patito
Érase una vez un patito (cua cua, -corcheas-), que vivía en una granja con sus papás y el resto de los animalitos. El patito
Paquito era muy pequeño, por lo que todavía no había conocido a los animales de la granja. Un día por la mañana su mamá
se fue a dar un baño, y fue entonces cuando Paquito aprovechó para irse a dar un paseo por la granja a hacer amigos.
Nada más salir se encontró con un animal muy grande que casi le pisa (pon,pon,pon,pon golpes con los pies -blancas-). El
patito se asustó y le dijo: «No me comas, no he hecho nada…» (sonido de la vaca riéndose con un móvil) «Ja ja ja, no te
voy a hacer nada», dijo la vaca.
Mientras Paquito hablaba con la vaca se acercó un perro (gua,gua gua gua, -una negra y tres corcheas-). Le preguntó qué
hacía allí sin su mamá y él le contó que quería hacer nuevos amigos. El perro le dijo: «Acompáñame, vamos a conocer a
otros animales, yo iré contigo para que no te pase nada».
Los animales
En un lugar lejano del bosque se reunieron todos los animales para convenir en hacer un juego. Se pusieron de
acuerdo para premiar al que fuera capaz de hacer obedecer una orden . Así, empezó el gato maullando “miau-miau-
miau”, pero no logró ordenar nada ; luego el gallito gritó “quiquiriquì” y tampoco ordenaba nada ; le tocó el turno al
perrito y empezó a ladrar “guau-guau-guau-guau”, pero tampoco logró ordenar nada . Presenciaban la escena unos
niños que jugaban pelota muy cerca de allí y el balón fue a caer al otro lado de un riachuelo, sin que los niños
pudieran atreverse a irlo a recoger.
Le tocó el turno a los pollitos que decían “pío-pío-pío”, pero la obediencia a la orden no llegaba . En eso apareció
una ovejita que empezó a balar : “be-be-be-be-be-be” y uno de los niños cruzó el riachuelo y pudo traer el balón. Al
final, la ovejita saltó de contenta, puesto que luego de balar, el niño obedeció su orden y logró rescatar el balón.
Todos los animalitos quedaron sorprendidos y se pusieron de acuerdo para premiar a la ovejita en una ceremonia
especial.
CU CÚ CANTABA LA RANA
Cu cú debajo del agua. Cu cú pasó un caballero.
Cu cú de capa y sombrero. Cu cú pasó una señora.
Cu cú con falda de cola. Cu cú pasó una criada
Cu cú llevando ensalada. Cu cú pasó un marinero.
Cu cú vendiendo romero. Cu cú le pidió un ramito.
Cu cú no le quiso dar. Cu cú se metió en el agua
Cu cú se echó a revolcar. Cu cú y se echó a llorar.
AMISTAD
Tener un amigo y ser amigo son de las experiencias más profundas que se pueden vivir.
La propia forja de este tipo de relación ya es diferente a las demás, ya que pocas veces
nos preguntamos qué características debería tener alguien para entablar una amistad, ni
tampoco solemos hacernos una imagen mental de cómo sería el amigo ideal.
Simplemente, y desde el inicio, la relación comienza a crecer a partir del único requisito
esencial de que la otra persona nos resulte simpático y agradable, lo demás lo va creando
el tiempo.
Tener amigos supone contar con actividades para hacer, participar y proponer planes,
compartir experiencias, escuchar y proporcionar consejos… La amistad nos permite
interactuar continuamente con otras personas y tener una vida mucho más activa.
Para hacer amigos no hay edad y solo importa proponérselo. Deja la vergüenza a un lado
y apúntate a nuevas actividades, comienza a hacer amigos y disfruta de la vida, siempre y
cuando sea con responsabilidad.
Una de las relaciones que más cultivamos las personas a lo largo de nuestra vida es la
amistad, que consiste básicamente en el vínculo afectivo, de confianza, incondicionalidad,
y compañerismo, entre dos o más personas, que pueden o no compartir ideas, intereses,
siendo que su sustento es el apoyo mutuo, primordialmente.
De las relaciones interpersonales que mantenemos las personas es la más relevante
porque despliega la función de apoyo social.