Romanticismo

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Romanticismo

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Para otros usos de este término, véase Romanticismo (desambiguación).
«Romántico» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Romántico (desambiguación).

El caminante sobre el mar de nubes (1818), de Caspar David Friedrich.

Visión romanticista de la batalla de Trípoli durante la primera guerra berberisca.


Se muestra el momento en que el héroe de guerra estadounidense Stephen Decatur
luchaba cuerpo a cuerpo contra el capitán pirata musulmán.
El Romanticismo es un movimiento cultural que se originó en Alemania y en Reino
Unido a finales del siglo xviii como una reacción revolucionaria contra la
Ilustración y el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos.1 Es
considerado como el primer movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de
Europa. En la mayoría de las áreas estuvo en su apogeo en el período aproximado de
1800 a 1850.2

El Romanticismo es un movimiento cultural crucial para comprender la cultura


occidental moderna. La filosofía, el arte, la literatura, la música y la política
fueron influenciados por este movimiento, durante el turbulento periodo de tiempo
que se extendió entre el periodo que se conoce como revoluciones burguesas, que en
su definición política se conocen como revoluciones liberales. En este período el
mundo occidental se había sacudido por la Revolución de las Trece Colonias de
Inglaterra en 1776, la Revolución Francesa en 1789 y por la Primera Revolución
industrial que empezaba a cambiar la vida tradicionalmente agraria. Por lo tanto
los nuevos modos de vida se debían reflejar en nuevos modos de pensar. El
romanticismo pasó a significar esta nueva experiencia de mundo.3

Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en


un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda
constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el
Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, así como a la vida y
al ser humano mismo, es que se presenta de manera distinta y particular en cada
país donde se desarrolla, e incluso dentro de una misma nación, se manifiestan
distintas tendencias, proyectándose ello también en todas las artes.

Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra y


Alemania hasta llegar a otros países europeos. Su vertiente literaria se fragmenta
posteriormente en diversas corrientes, como el parnasianismo, el simbolismo, el
decadentismo o el prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de
posromanticismo, del cual derivó el llamado modernismo hispanoamericano. Tuvo
fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música.
Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el surrealismo,
llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

Índice
1 Etimología
2 Características
3 Lugares de reunión
4 Expresiones artísticas
4.1 Literatura del romanticismo
4.2 Romanticismo musical
4.3 Pintura romántica
4.3.1 Prerromanticismo (1770-1820)
4.3.2 Apogeo de la expresión romántica en pintura: 1820-1850
4.3.3 Posromanticismo (1850-1870)
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Etimología
Si bien está clara la relación etimológica entre romántico y el término francés
romantique / "novelesco" derivado de roman / "novela", no toda la crítica se pone
de acuerdo. En todo caso parece que la primera aparición documentada del término se
debe a James Boswell a mediados del siglo XVIII, y aparece en forma adjetiva, esto
es, romantic con el significado de "pintoresco", "sentimental". En su libro de
viaje de 1768 An account of Corsica el término aparece cuatro veces: para calificar
la vista de la ciudad de Corti desde el monasterio de los Franciscanos, para
describir un agreste valle en el que se asentó la orden de la Iglesia griega de San
Basilio, al nombrar el sonido de un instrumento de cuerda parecido a la cítara y en
la mención al retiro de Jean-Jacques Rousseau en Ginebra.4 Este término hace
referencia al criterio estético de lo sublime o inefable, aquello que no se puede
expresar con palabras. Así, en un principio, se entendería que un sentimiento
romántico es aquel que requiere de algo trascendente para ser expresado. El texto
de Boswell se tradujo a varias lenguas, llegando a alcanzar especial fuerza en
alemán, con la difusión de romantisch, con el significado de partidario de las
doctrinas anticlásicas de Schlegel en oposición a klassisch.

Según René Wellek, el término sirvió en principio para denominar una forma genérica
de pensar y sentir. Ya en 1798 el historiador, crítico literario y filósofo alemán
Friedrich von Schlegel conocido como el primer teórico del romanticismo5, empleo el
término romantisch para describir formas contemporáneas de expresión artística,
relacionándolo con lo que denomina "poesía universal progresista" En 1819, con
Friedrich Bouterwek se emplea Romantiker como denominación de la escuela literaria.
La difusión del término es irregular por países; en 1815 en España podemos
encontrar romancesco junto a romántico, estabilizándose el segundo ya en 1918.6

Otro origen del término muy señalado es el que relaciona «romántico» con la
expresión «in lingua romana» que alude a las lenguas romances distinguiéndolas de
la antigüedad clásica representada por el latín. Se trataría por tanto de un giro
hacia la lengua propia y vernácula como representante de la propia cultura.
Igualmente surge con este término una oposición entre «romántico» y «clásico» en
función de la lengua que prefirieran y, por añadidura, asociada también al gusto
creador de unos y otros.7

Características

Saturno devorando a un hijo, una de las Pinturas negras de Goya, realizada durante
el Trienio Liberal (1820-1823), y que, bajo una capa mitológica, alude a la famosa
frase de Vergniaud poco antes de ser guillotinado: «La Revolución devora a sus
propios hijos».
El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la
Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:

La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón


dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el
sentimiento.
La primacía del genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.
Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia
nacionalista.
El liberalismo frente al despotismo ilustrado.
La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones.
Cada hombre debe mostrar lo que le hace único.
La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
La nostalgia de paraísos perdidos (de la infancia o de una nación).8
La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y
cerrada.
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e
individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o
Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo
XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de
rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan
cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo
las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando
prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y
volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una
renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces
(Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos
y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas
como la superstición.

Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial


es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas
anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas
regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona,
la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y del nacionalismo
fue una reacción a la cultura francesa del siglo xvii, de espíritu clásico y
universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.

Para Friedrich v. Schlegel la poesía romántica, que representa una filosofía


universal progresista, es reunir todos los géneros aislados de la poesía y
establecer contacto con la poesía, la filosofía y la retórica. También debe mezclar
o fusionar la poesía o la prosa, la genialidad y la crítica, la poesía del arte y
de la naturaleza. Según Schlegel, se debe infundir vida y sociabilidad a la poesía
e infundir poesía a la vida y la sociedad, conferir carácter poético al ingenio,
llenar y satisfacer las formas del arte con buenos elementos culturales de todo
tipo, animando a estas formas con las vibraciones del humor9, como lo hace la
sátira.

El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del


Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas
combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas
bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.

Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y


sentimental. «La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del
individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e
imposición del sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente
a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la
Edad Media, frente a otras épocas históricas.

El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y


preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un
Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la
vuelta a los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva
reaccionaria, que incluía una invitación a regresar a la Edad Media, también se
dejó sentir en la obra de algunos de sus máximos inspiradores teóricos, como los
hermanos August Wilhelm y Friedrich Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en
el opúsculo La cristiandad o Europa (1799) de Novalis, tal como prontamente
advirtió el poeta posromántico Heinrich Heine en La escuela romántica (1836). El
idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo encontraba con
frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que
causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante el
suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos amaban la
naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino.
Lugares de reunión
Los lugares donde se reunían los románticos eran muy diversos. Fuera de las
redacciones de las revistas románticas, existían determinadas tertulia, como por
ejemplo El Parnasillo en Madrid, o, en París, El Arsenal, del cual, si hemos de
creer a Alphonse de Lamartine, «era la gloria Víctor Hugo y el encanto Charles
Nodier» (Las Noches, de Alfred de Musset, precedida del estudio de dicho poeta por
A. Lamartine. Madrid: Biblioteca Universal, 1898). En este cenáculo reuníanse entre
otros Alfred de Musset, Alfred de Vigny, Louis Boulanger, Louis Deschamps, Emile y
Antoine Sainte-Beuve, etc.

También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas.10

Expresiones artísticas
Literatura del romanticismo

Goethe en la campiña romana (1786), por Johann Heinrich Wilhelm Tischbein.


Artículo principal: Literatura del Romanticismo
En la prosa, incluso el género didáctico pareció renovarse con la aparición del
cuadro o artículo de costumbres. La prevalencia del individuo hace que empiecen a
ponerse de moda las autobiografías, como las Memorias de ultratumba de François
René de Chateaubriand. También surgió el género de la novela histórica y la novela
gótica o de terror, así como la leyenda, y se prestó atención a géneros medievales
como la balada y el romance. Empiezan a escribirse novelas de aventuras y
folletines o novelas por entregas.

El teatro fue el gran vehículo de comunicación de la expresión romántica, era el


género más popular y a través de él se canalizaron sus anhelos de libertad y de
sentimiento nacional.

La poesía trató de liberarse de las preceptivas neoclásicas, y prefirió cantar los


aspectos marginados de las convenciones sociales.

De forma diferente a la Ilustración dieciochesca, que había destacado en los


géneros didácticos, el Romanticismo sobresalió sobre todo en los géneros lírico y
dramático; en este se crearon géneros nuevos como el melólogo o el drama romántico
que mezcla prosa y verso y no respeta las unidades aristotélicas.

Romanticismo musical
Artículo principal: Música del Romanticismo

Ludwig van Beethoven (1820), por Joseph Karl Stieler


Comenzó en Alemania, partiendo de Beethoven (1770-1827) y siendo seguido por Carl
Maria von Weber (1786-1826), Franz Schubert (1797-1828), Felix Mendelssohn (1809-
1847) y Robert Schumann (1810-1856). Es un estilo musical imaginativo y novelesco.
Este movimiento afectó a todas las artes y se desarrolló sobre todo en Francia,
Austria y Alemania.

La estética del Romanticismo se basa en el sentimiento y la emoción. En el


Romanticismo se cree que la música "pinta" los sentimientos de una manera
sobrehumana, que revela al hombre un reino desconocido que nada tiene que ver con
el mundo de los sentimientos que le rodea.

El estilo romántico es el que desarrolla la música programática y el cromatismo de


una forma predominante. Se da a lo largo de todo el siglo xix, aunque al principio
del siglo xx se ingresa en el impresionismo.[cita requerida]

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