Desarrollo

Todo ser vivo pasa, en el curso de su existencia, desde su concepción a su muerte, por
diferentes períodos en cada uno de los cuales su manera de conducirse, de actuar y de
presentarse es diferente. Esta variabilidad, modificación progresiva de la conducta, es llamada
Desarrollo y se caracteriza por ser regular y ordenada.
El desarrollo es un fenómeno que se manifiesta fundamentalmente por las conductas, lo que
nosotros vemos es el cambio de las conductas, pero el desarrollo no lo podemos ver como
fenómeno, el desarrollo lo vemos si se pone la “túnica” de la conducta y a la vez cuando vemos
la conducta es que vemos un proceso que va transformando dichas conductas (desarrollo).
La conducta es toda manifestación que se exterioriza, cualquiera sea esta, que externaliza el
ser, por ejemplo conducta es un parpadeo o un movimiento de la mano etc.
El comportamiento hace referencia a un complejo de conducta que tiene cierta
intencionalidad. La conducta y el comportamiento se presentan en cada especie siguiendo un
orden fijo para cada una en el tiempo.
Esta invariabilidad de la variabilidad es lo que caracteriza y da origen al concepto de desarrollo.
El desarrollo es un fenómeno subordinado al potencial genético de cada especie en particular y
condicionado por el modelo ambiental porque en él está inmerso ese potencial genético al que
pertenecen. Si ambas condiciones son invariables, siempre se va a producir en este proceso, la
aparición de determinados paquetes de conducta.
El desarrollo se visualiza a partir de las conductas, a través de la variabilidad de los paquetes de
conducta que se manifiestan en cada momento evolutivo

Factores:
Leyes Inminentes: Tienden a definir un destino, una progresión y un tiempo entrelazado por
ritmos.
Disposiciones estables: Se imponen frente al ambiente presentando mayor resistencia a su
influjo (no depende del medio). Son estables frente al medio ambiente y se corresponde a las
disposiciones específicas. Se pueden ejemplificar mediante reflejos, instintos, impulsos
elementales, actitud sensorial, etc.
Disposiciones inestables: Depende del ambiente, las funciones intelectuales, los rasgos
característicos etc., son influidos por el ambiente.
Maduración: Depende del programa genético que puede considerarse al modo de un plan
constructivo filogenéticamente codificado.
Aprendizaje: El potencial genético va a operar desde la maduración y el modelo ambiental se
va a imponer desde el aprendizaje, la resultante de esta tensión es el proceso del desarrollo.
Se necesita tanto a la maduración como al aprendizaje.

Crisis Vitales: Es un acontecimiento que sucede en la vida de una persona en una situación en
concreto.
Crisis evolutiva: Es el fenómeno que habilita el pasaje de un momento evolutivo a otro y que es
común a todos los sujetos dentro de un mismo momento evolutivo (de hecho constituye el
motor del proceso de desarrollo). Así concebidas, las crisis evolutivas tendrán el valor de
rituales de pasaje, de cierre e iniciación. El tiempo que duren está determinado en gran
medida por la impronta de lo macro- cultural.
Crisis accidental: Es una crisis individual, y no necesariamente compartida por otros sujetos
dentro del mismo momento evolutivo. Son ejemplo de ellas: muerte de seres queridos,
separaciones afectivas, pérdidas de empleo etc.
Crisis traumática: La crisis traumática es el resultado de una crisis evolutiva o accidental, que
no puedo ser elaborada, ahí gano el peligro y perdió la oportunidad. El trabajo de elaboración
no fue cumplido, el psiquismo no pudo encontrar mecanismo re adaptativos. Entonces, una
crisis evolutiva se puede convertir en una traumática y una accidental también. La crisis
traumática, nos remite a la idea de trauma, entendido en términos muy generales, como aflujo
de excitabilidades de tal magnitud para el sujeto psíquico que este no puede dar tramites a
esta tensión quedando “anegado”, simplemente inundado, sin poder ejercer descargas
adecuadas ni dar respuestas descriptivas, viendo alteradas sus funciones.

Curva vital (Carrasco):

Periodo de vida prenatal (desde la fecundación, previo al parto), en este periodo la jerarquía
de los factores biológicos son fundamentales sobre los factores socioculturales-económicos. En
otras palabras, lo biológico prima sobre lo contextual y es prácticamente dominante. Los
aportes contextuales se hacen sobre la madre y es atreves de sus aspectos psicológicos y
corporales que el contexto adquiere relevancia sobre el ser durante su etapa embrionaria,
fetal. Por ejemplo los estados emocionales de la madre influyen sobre el embrión y el feto
atraves de la sangre, presión, productos hormonales y tóxicos. También la alimentación y las
condiciones de higiene de la madre influyen sobre el desarrollo intrauterino del ser.
Recién nacido (4 semanas)
Lactantes (0 – 2 años)
Preescolares (2 a 7 años) En esta etapa el proceso madurativo desde el punto de vista
neurológico en esta etapa es muy intenso y acelerado. La adquisición de conductas esta
centrada en el proceso madurativo neurológico del sistema nervioso del ser, la importancia
concreta del cuerpo y del programa genético es muy grande. Por otro lado el aparato
psicológico va interviniendo de manera decisiva en la elaboración de las conductas, en aquellas
cosas a través de las cuales se puede constatar el proceso de desarrollo.
Escolar (7 a 12 años): Aceleración en los aspectos psicológicos y ambientales además de
biológicos con el “estirón”. Comienza la adquisición de los principios básicos del modelo social,
por ellos tiene una gran importancia el aparato psíquico.
Pubertad y adolescencia (12 a 18 años): Los factores biológicos adquieren una importancia
fundamental en esta etapa, pues no se debe olvidar que el periodo de adolescencia
comprende, de acuerdo con la concepción histórica tradicional, el periodo de pubertad con las
modificaciones que esto significa a nivel del desarrollo del aparato sexual y de toda otra serie
de transformaciones que se producen en el cuerpo, lo cual tiene una importante gravitación en
relación a la confirmación del aparato psíquico.
Adultez: adulto joven (18-19 años) adulto medio y adulto maduro.
A partir de la adolescencia y durante todo el periodo de adultez, los factores biológicos
prácticamente pierden la hegemonía que hasta ese momento sustentaban. El modelo genético
ya está prácticamente desarrollado, el cuerpo está casi definitivamente conformado, todo el
proceso de maduración del aparato neurológico está terminando y, en consecuencia, los
factores biológicos dejan de tener ese rol jerárquico de primicia. Lo que gana espacio es esta
momento en materia de influencia, de jerarquía son los aspectos del contextos y todo el
proceso de elaboración psicológica.
Adulto joven: Entrada al mundo adulto, se da la transición del adolescente al adulto. Se trata
del momento evolutivo en el que se consolida la vida en pareja, se funda una nueva familia y
se produce la inserción en el mundo laboral.
Adulto medio: Se dan transformaciones vitales y las crisis de la mitad de la vida. Formas
novedosas de procesar los vínculos afectivos y la diversidad de dispositivos utilizados para dar
organización a los agrupamientos familiares que poseen.
Adulto: Centra sus aspectos críticos en la elaboración de los cambios sobrevenidos por
aspectos involutivos, y la transición hacia el momento de la vejez.
Vejez (a partir de los 65): Los aspectos biológicos adquieren importancia, pues en este
momento el cuerpo comienza su declinación. En los periodos anteriores en el que sector
biológico tenia importancia, esta se debía al desarrollo del programa genético, pero en el caso
de la vejez ya no es problema del desarrollo sino de involución. Comienza un deterioro de los
factores biológicos y en gran parte del sistema nervioso central.