Corona 9 Gracias San Rafael PDF
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Acto de contrición.
Señor mío Jesús Cristo, Tu que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y
viva, mírame postrado a tus pies altísimos, lleno de arrepentimiento por la multitud de
mis pecados yo los detesto con toda mi alma, no solo porque he merecidos por ellos el
infierno y perdido el paraíso, sino más bien porque con ellos he ofendido a un Dios tan
bueno, a un dueño tan amable a tu infinita majestad. Oh Señor Dios mío ciento un
profundo dolor, te pido perdón e imploro tu misericordia, misericordia oh mi amado
Jesús, misericordia, en adelante estoy dispuesto a morir antes que volver a ofenderte,
para ello cuento con el auxilio de tu divina gracia, con la intercesión de tu madre
inmaculada y con la de mi protector el Arcángel San Rafael. Amen.
Glorioso Arcángel Rafael que estas presente ante el trono del altísimo, yo tu humilde pero
devoto protegido me pongo ante tu presencia, sabiendo que no soy digno pero
conociendo tu ardiente caridad, te suplico desde lo íntimo de tu corazón te dignes a
escuchar mis humildes ruegos y presentarlos ante el acatamiento divino para obtener tu
mediación, las gracias que más necesito en el alma y en el cuerpo, te pido especialmente
oh glorioso Arcángel, te dignes a alcanzarme la gracia que aquí te pido (haz tu petición).
Primera gracia: San Rafael guía todos nuestros caminos. San Rafael Arcángel medicina de
Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Segunda gracia: San Rafael líbranos en los peligros. San Rafael Arcángel, medicina de
Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Tercera gracia: San Rafael refugia a todos los indigentes. San Rafael Arcángel, medicina
de Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Cuarta gracia: San Rafael consuela a los afligidos. San Rafael Arcángel, medicina de Dios.
Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación. Gloria al
Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Quinta gracia: San Rafael sana a todos los enfermos. San Rafael Arcángel, medicina de
Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Sexta gracia: San Rafael media en todos los matrimonios cristianos. San Rafael Arcángel,
medicina de Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la
salvación. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Séptima gracia: San Rafael protege a las familias y sus jefes. San Rafael Arcángel,
medicina de Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la
salvación. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Octava gracia: San Rafael fortalécenos en las tentaciones. San Rafael Arcángel, medicina
de Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra vida y ministra en nosotros la salvación.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Novena gracia: San Rafael concedes todos los bienes necesarios a las personas
caritativas. San Rafael Arcángel, medicina de Dios. Acompáñanos en el camino de nuestra
vida y ministra en nosotros la salvación. Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, como
era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen. (Repite 10 veces).
Oh Soberana Reina de los cielos y Señora de todos los nueve coros María Santísima, Digna
Madre de mi Señor Jesús Cristo, Templo Vivo de la Divinidad, Deposito de los tesoro de su
gracia, Principio de nuestro remedio, Restauradora de la universal ruina del linaje
Humano, Nuevo Gozo de los Santos, Alegría de las obras del Altísimo y único instrumento
de su omnipotencia. Te acepto por Madre Dulcísima de Misericordia, Refugio de los
miserables, Amparo de los pobres, Consuelo de los afligidos, todo lo que en ti, de ti y por
ti confiesan los espíritus angélicos, y los Santos todos los confieso y lo que en ti y por ti
Alaba a la Divinidad, y la glorifica, todo lo alabo y lo glorifico, y por todo lo bendigo a Dios
y creo pues el poder divino, invita a todos los pobres desvalidos, ignorantes, pecadores,
débiles, ya todos los hijos de Adán de cualquier estado condición y sexo, prelados,
príncipes e inferiores, para que vengan a buscar remedio a sus necesidades en su infinita
providencia por la intercesión de la que dio carne humana al verbo, porque solo ella es
poderosa para solicitar nuestro remedio y alcanzarlo. Por lo tanto, Sagrada Reina de todas
las jerarquías te pido y suplico en nombre de todas ellas, nos alcance de tu querido Hijo la
exaltación de su Santo Nombre en todas las cuatro partes del mundo, la salud espiritual
de las almas, la extirpación de las herejías, la ruina del soberbio príncipe de las tinieblas, la
universal extensión de la santa Iglesia, y paz sin concordia entre los príncipes cristianos,
para que todos eternamente alabemos el Santo nombre de Jesús Cristo a quien sea la
gloria por todos los siglos de los siglos. Amen.
1. Señor, ten piedad.
2. Jesucristo, ten piedad.
3. Señor, ten piedad.
4. Jesucristo, escúchanos.
5. Jesucristo, atiende nuestra súplica.