El Medio Ambiente
El Medio Ambiente
El Medio Ambiente
Cuando se habla de seres vivos se hace referencia a la flora, la fauna y los seres humanos; por
su parte, los factores abióticos son aquellos que carecen de vida como el aire, el suelo y el
agua (elementos que resultan esenciales para la subsistencia de los organismos vivos).
Entre los elementos artificiales se incluye a todos aquellos creados por el ser humano, como la
urbanización, la cultura, las tradiciones. La suma de estos valores naturales, culturales y
sociales en un momento histórico y en un lugar en particular constituyen el medio ambiente.
El medio ambiente es la fuente de la que el ser humano y el resto de los seres vivos obtienen
vida. Todos los organismos obtienen del medio el aire y el agua que necesitan para vivir, la
energía y el alimento. Mantener el equilibrio del medio ambiente es fundamental para
mantener la vida en la Tierra tal como la conocemos.
Además, el ser humano obtiene la gran mayoría de los recursos del medio: vestimenta,
recursos naturales, objetos de uso cotidiano. Por eso el hombre debe conocer y cuidar sus
interacciones con el medio ambiente para gestionar de manera sostenible los recursos
naturales que permiten el crecimiento económico y el desarrollo del ser humano.
La fauna y la flora son de vital importancia para el medio ambiente, ya que poseen una
interdependencia que posibilita el equilibrio de las especies y el desarrollo de la biodiversidad.
La supervivencia del hombre depende en gran medida de las interacciones y el uso consciente
de la flora, fauna, los recursos naturales, así como del desarrollo de las relaciones sociales,
políticas y económicas que forman parte de su medio.
Cuando el ser humano cuida los factores abióticos (como los ríos) y los factores bióticos (como
los árboles de un bosque) mantiene y preserva el futuro de su especie, el futuro del resto de
los organismos y el de las generaciones futuras.
Características del medio ambiente
Los recursos naturales que explota el ser humano forman parte del medio ambiente.
El medio ambiente debe ser cuidado y protegido para el desarrollo de las especies actuales y
futuras. Es estudiado por la ecología que es la rama de la biología que estudia a los seres vivos
y la interacción con su medio.
Las interacciones entre los factores que forman parte del medio ambiente constituyen los
diferentes ecosistemas. Las especies que forman parte del medio ambiente transforman la
energía y la materia en alimento.
La forestación es una pieza clave en el equilibrio del medio ambiente, ya que los árboles
cumplen funciones vitales para la mayoría de la fauna y los seres humanos.
Los recursos naturales forman parte del medio ambiente y son aquellos factores abióticos que
el ser humano utiliza para su desarrollo.
El medio ambiente natural está formado por todos los seres vivos, tanto vegetales como
animales; y los factores abióticos: organismos sin vida (agua, aire, suelos, rocas)
fundamentales para la vida de los organismos vivos.
El medio ambiente artificial está formado por los aspectos sociales, económicos, políticos que
forman parte del desarrollo del ser humano.
A lo largo de los años las especies de plantas y animales han ido evolucionando y modificando
su capacidad de adaptación a los diferentes ecosistemas. Esta tolerancia para resistir en un
determinado medio ha hecho que algunas especies hayan perdurado a lo largo del tiempo y
otras se hayan extinto.
Sin embargo, la mayoría de los cambios en el medio ambiente se dan por la acción del hombre.
El hombre es el organismo vivo que más interviene el medio: no solo crea el medio ambiente
artificial, sino que explora, modifica y utiliza los recursos del medio ambiente natural para su
supervivencia y bienestar.
La contaminación del medio ambiente producida por el ser humano puede tener diversos
orígenes y afectar diferentes elementos y organismos del medio natural:
Destrucción de los bosques. Producido por la tala indiscriminada de árboles que son esenciales
para la supervivencia de los seres vivos. En la mayoría de los casos ocurre por la expansión de
áreas urbanas, expansión de industrias, ganadería y agricultura.
Contaminación del aire. La industria y los automóviles liberan gases que contribuyen al
calentamiento global.
Disminución de la biodiversidad. El impacto que la contaminación del aire y del agua produce
en las diferentes especies de organismos vivos genera un desequilibrio en los ecosistemas.
Para evitar la destrucción del medio ambiente y la supervivencia de los seres vivos y el
desarrollo humano, es necesario tomar los recaudos y las acciones necesarias. En primer lugar,
se debe hacer un buen uso de los recursos naturales, no utilizarlos de manera indiscriminada, y
fijar la atención en cuestiones como el cambio climático y la protección de la biodiversidad.
Para llevar adelante esta tarea de protección medioambiental es importante que todos los
actores de la sociedad tomen conciencia y se involucren. Es necesario exigir a los Estados y
gobernantes que promuevan el cuidado del medio ambiente y controlen el accionar de las
industrias, empresas y de la comunidad científica.
También desde los hogares cada individuo puede tomar medidas frente al consumo y la
producción y cambiar hábitos y rutinas hacia otras más sustentables como:
Utilizar una bolsa de tela para las compras y así desalentar el uso de bolsas plásticas en los
comercios.
Informarse sobre empresas que busquen reducir el impacto ambiental en la producción de sus
bienes y servicios y consumirlos.
Utilizar la energía de manera consciente: apagar las luces, no mantener aparatos enchufados.