El Tarab y La Poesía
El Tarab y La Poesía
El Tarab y La Poesía
Durante los primeros tiempos del Islam la música era considerada una
rama dentro de los estudios de la matemática y la filosofía, tal como
sucedía en la antigua Grecia. En la época del califato abásida, varios
teóricos comprendieron la capacidad de influencia emocional que traía
en sí el arte musical, entre ellos ¨Abū Naṣr Muḥammad ibn al-Faraj al-
Fārābī (870-950) autor del tratado "Kitāb al-mūsīqā al-kabīr" (El Gran
Libro de la Música), en él establecía que “tanto el hombre como el
animal, bajo el impulso de sus instintos, emiten sonidos que expresan
sus emociones, sean estos de regocijo o de temor. Pero la voz
humana expresa aún una mayor variedad, tristeza, ternura, rabia.
Estos sonidos, en la diversidad de sus notas, causan al oyente una
gama de sentimientos y pasiones que le arrebatan, elevan a ciertos
estados de conciencia o lo tranquilizan. ”Hay referencias que afirman
que cuando Al- Fārābī tocaba el Oud podía hacer que sus oyentes
cayeran en llanto, estallaran de la risa o se quedaran dormidos
dependiendo de los ánimos y el carácter de sus tonadas, además de
que también fue inventor de dos instrumentos: el Rabab y el Qanun,
aún muy usados en los ensambles de música tradicional árabe. Esto
nos da una noción de lo arraigado que está en la visión estética
musical árabe de crear una conexión emocional entre el ejecutante y
el oyente.
Es menester también entender que desde Marruecos hasta Irán, por
más que el elemento árabe y la fe islámica sean la unidad cultural
característica, las tradiciones musicales están muy mezcladas; la
música en sí está presente en la vida de cualquier árabe, existe en
cualquier celebración y en el sentir popular, es un vínculo para
compartir sentimientos comunes. Sin embargo, cada pueblo
diseminado en esta región tiene su propia tradición musical de
carácter colectivo que los distingue, y el Tarab no escapa de ello. En
palabras de Racy podemos señalar lo siguiente:
La cultura del Tarab en particular es, en esencia, un fenómeno urbano
nativo de las ciudades como el Cairo, Beirut y Damasco. Los artistas
del Tarab son nacidos en estas ciudades, o han vivido una gran
porción de sus vidas en ellas, o fueron ampliamente expuestos a la
vida e idiosincrasia de los centros urbanos donde el Tarab ha sido
establecido como un arte, un oficio. Después de la Segunda Guerra
Mundial, con el crecimiento urbano de éstas ciudades, la
popularización de la música del Tarab a través de los modernos
medios de comunicación masivos y la emulación del modelo musical
del Cairo en comunidades urbanas vecinas, hizo que las prácticas y el
atractivo hacia la música Tarab del este del Mediterráneo se fuera
expandiendo a otras regiones.
HISTORIA DEL TARAB 2.
Hasta ya entrada la primera mitad del siglo XX, uno de los contextos
principales donde se podía experimentar el Tarab era a través del
sahra (pl. saharat) que vienen a ser reuniones íntimas nocturnas entre
familiares y amigos muy cercanos donde se conversaba, se tocaba
música y se comía. Pero hoy en día los saharat han perdido un poco
de relevancia y la gran mayoría de los oyentes y amantes de la música
experimentan el Tarab en los contextos ofrecidos por los medios de
comunicación masivos como cintas de audio, de vídeo, discos
compactos, programas radiales, televisivos, etc.
Dado que la música árabe es primordialmente vocal, el análisis del
Tarab siempre tiende a enfocarse en el rol del vocalista (mutrib, lit.,
“aquel que causa el Tarab”) en su búsqueda de la saltana (fluidez
melódica, musicalidad, “el estar en la onda”), el cual le permitirá
introducir el estado del Tarab en los oyentes. Pero para ello el público
debe ser cultivado tanto en el repertorio específico como el
encontrarse emocionalmente sensible a la ejecución del vocalista. A
este tipo de oyentes se les denominan como "sammi’a", los de oído
astuto y cultivado en el arte, por la que ciudades como Alepo y El
Cairo son famosos. En la cultura "tarábica", la escucha en sí es un
acto de ejecución, realización y creación tan importante para la
construcción de la experiencia musical de las obras como la ejecución
misma de ella por parte de los mismos músicos, lo que da una noción
de la necesidad de un oyente ideal para el completo disfrute de la
experiencia. Otros factores, tales como los Maqamat que se usan en
las obras, alguna destreza técnica virtuosa del ejecutante en un
instrumento, la ocasión por la que se esté haciendo música, la hora del
día y los vaivenes de la interacción social humana, son también
importantes en el establecimiento de una atmósfera adecuada (jaww)
para la experiencia del Tarab.
El tarab 1.
En esta cultura la expresión musical está basada en el talento
individual. El músico suele ser compositor, intérprete y libre
improvisador, centrándose la valoración del arte en los detalles más
que en la estructura. La interpretación está organizada en torno a los
maqamat, una serie de indicaciones sobre notas preferidas, pequeñas
células rítmico-melódicas, conclusiones y otros convencionalismos,
todo ello alrededor de un modo melódico concreto. Con estos
elementos y un sentimiento general basado en una emoción y una
filosofía concretas unidas a cada modo, el solista compone, interpreta
e improvisa. Todo ello se dirige a conseguir el tarab, el punto donde se
encuentran el sentimiento y el intelecto del arte de hacer música.
El tarab 2.
No existe una palabra literal en castellano que describa la definición
específica del Tarab. La palabra “Tarab” es usada en el árabe para
describir los efectos emocionales producidos por la música. No
obstante, el término también se le asocia a una de las formas
tradicionales de música árabe anterior a la Primera Guerra Mundial en
países como Egipto y la región del este del Mediterráneo. Los
etnomusicólogos han descrito el Tarab como un estado emocional
provocado en los oyentes como resultado de una interrelación
dinámica entre el ejecutante, la música, las letras de la canción,la
audiencia y ciertos otros tipos de factores, lo que A. J. Racy describiría
como un “modelo de retroalimentación extática”.
El tarab 3.
El término en sí, es difícil de traducir ya que éste connota a varios
conceptos. En árabe, Tarab se refiere lingüísticamente a un estado de
emocionalidad elevada, usualmente traducidos también en palabras
tales como “arrebato”, “éxtasis” o “encantamiento”, pero éste también
puede evocar sensaciones de tristeza al mismo tiempo que de alegría.
También el Tarab se asocia a un estilo de música, ejecución y
performance donde esos estados emocionales son evocados y
provocados tanto por el ejecutante como por la audiencia
El tarab 4.
El Tarab constituye un término general en la filosofía estética árabe
que describe un tipo de dicha y felicidad con respecto a un objeto
artístico, por ejemplo, una persona puede experimentar el Tarab
cuando oye recitarse un poema o cuando detalla y visualiza una
pintura, como también a través del disfrute musical, aunque
usualmente la definición está restringido al hecho estético de la
percepción sonora. Históricamente, el término Tarab estuvo asociado
en un principio, con el recitar de poesías y del Qur'an. Dada las
diferentes connotaciones que tiene este término, muchos teóricos se
refieren a la cultura "tarábica" como “un conjunto de emociones y
prácticas estéticas sociales y culturales compartidas, relacionadas a la
ejecución y escucha de la música y otras artes aurales”.
El Tarab 5.
El Tarab es más que solamente un sentir de arrebato y éxtasis
emocional a través de la música. Es una filosofía estética, un estilo y
una manera muy particular de ver el arte de la música que caracteriza
a un pueblo, es el elemento principal en la retórica musical y la
autenticidad cultural de éste. Es la de definición de una fuerte relación
entre el vocalista, los instrumentistas y el público oyente, la meta
cúspide individual a la que desea llegar todo músico en correlación
con su oyente; el punto donde el sentimiento humano y el intelecto se
convergen para lograr un éxtasis que roce con lo sublime en esta
tierra. Tarab no es una filosofía que difiere mucho de la búsqueda de
cualquier ser humano que crea, interpreta y ejecuta cualquier estilo
musical en cualquier rincón de nuestro planeta. El propósito máximo
del músico, nacido y educado ya sea en Occidente u Oriente, es lograr
ese ambiente, de crear ese aura al transmitir su sensación y
perspectiva particular del mundo que lo rodea a través de su la música
como medio de expresión. Al darse cuenta éste de que ha logrado por
medio de sus performances e interpretaciones esa conexión,
ciertamente inefable, sabrá que los años de estudio y sacrificio en el
arte de la música han dado sus frutos. Se podría llegar a considerar
que no hay estilo musical árabe u occidental, ya sea contemporáneo o
moderno que no tenga Tarab en su concepción original.
EXPONENTES DEL GENERO TARAB.
OUM KALTHOUM, MOHAMMAD ABDEL WAHAB, ABDEL HALIM
HAFEZ, FARID AL ATRASH, FAIRUZ, WARDA AL JAZAIRIA, NAJAT
AL SAGHIRA, SABAH FAKHIR, WADIH AL SAFI, SAVED MEKAWY,
SAVED DARWICH, MELHEM BARAKAT, MAYADA EL HENNAWY,
AZIZA JALAL, GEORGE WASSOUF Y AMAL MAHER. ENTRE
OTROS.
BIBLIOGRAFÍA DEL TARAB.
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