La Filosofía de La Modernidad

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LA FILOSOFÍA DE

LA MODERNIDAD
El periodo filosófico que se conoce por Modernidad se extiende entre los siglos XVI y XVIII, entre el
Renacimiento y la Revolución Francesa, y se plasma en la obra de filósofos como Bacon, Maquiavelo,
Hobbes, Descartes, Hume, Leibniz, Kant y Hegel. En todos estos autores podemos encontrar un sensible
cambio en forma de nuevos intereses, nuevos problemas, nuevas tentativas de solución y hasta un nuevo
estilo de filosofar muy diferente al usado en la época anterior. Esta nueva filosofía en la que consiste la
modernidad es la expresión de los profundos cambios que se dieron en todos los ordenes sociales y
culturales a partir del siglos XVI. Es importante no perder nunca de vista esta idea de que la reflexión
filosófica de una época esta estrechamente relacionada con sus acontecimientos históricos
fundamentales. En el periodo que nos ocupa ahora, algunos de los factores de influencia
importantes son;
La reforma protestante y la posterior Contrarreforma.  El luteranismo significó un cambio radical
en la forma de entender el hecho religioso. A grandes rasgos Lutero defendia que la salvación dependia
de la fé. Ni las obras, ni las bulas, ni la mediación de los santos podian lograrla. Para el luteranismo la
relación del creyente con Dios es directa; Dios nos habla a traves de la conciencia, no a través de los
sacerdotes. Este mensaje significaba una sustancial perdida de poder político para la Iglesia.
La época moderna es tambien la época de los descubrimientos geográficos. Desde los viajes de Marco
Polo, hasta el descubrimiento de América, la modernidad va a lanzarse a descubrir el mundo. Este
ensanchamiento del mundo físico significó también un ensanchamiento del mundo mental. Los europeos
se lanzaron a descubrir el mundo, y a conquistarlo.
El avance de la ciencia. Durante la Edad Media (mil años) apenas habia habido avances en el terreno
científico. En la Edad Moderna se produjo una eclosión en este campo gracias a la matematización de la
física, que es lo que hicieron Galileo y Newton.
Un cuarto factor de carácter socioeconómico es el desarrollo del capitalismo. La edad moderna se
inicia con la caída del feudalismo, que no solo era un sistema económico, sino que comprendía un
completo orden cultural y social. Este orden feudal entró en crisis en los siglos XIV y XV y fue
sustituido por el capitalismo, cuyos protagonistas no eran tanto clérigos o aristócratas  como artesanos
enriquecidos y comerciantes.; los burgueses. La edad moderna, desde el renacimiento a la revolución
francesa, supuso el continuo y progresivo ascenso de la burguesía como clase, reivindicando cada vez
mayores cotas de poder político, en correspondencia con su pujanza económica e influencia cultural.

UNA NUEVA FILOSOFIA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD


En buena medida, la filosofía moderna es el reflejo de la nueva forma (burguesa) de ver el mundo.
Vamos a empezar a caracterizar esta forma de ver el mundo sirviéndonos de dos categorías;
la secularización y la modernización.
Secularización.
Secularizada podemos llamar a una sociedad donde las funciones tradicionalmente llevadas a cabo por la
religión se desempeñan progresivamente de manera mundana. Y es en este sentido en el que podemos
decir que la Edad Moderna supone una continua secularización de la sociedad. De entrada es importante
apuntar que secularización no significa ateísmo. La edad moderna no es atea, no se rebela contra la
religión. Lo que si hace es reubicar el papel de la religión en la sociedad, desplazándola del centro. En el
medievo, la religión era la clave de bóveda que sostenía todo el orden social. Todos los productos
sociales (la ciencia, el arte, el derecho, la filosofía…) estaban regidos y fundamentados por la religión.
La edad moderna va a moderar este papel de la religión y a desplazarla de su carácter fundamentador.

¿Cual pudo ser la causa de la secularización? Aunque hubo sin duda varias, los cambios
socioeconómicos nos pueden dar una buena pista de una de ellas: una de las desventajas mayores del
cristianismo, y de la mentalidad religiosa en general,  es que en él la verdadera felicidad y el verdadero
sentido del mundo quedan remitidos a la vida ultraterrena. Allí la  justicia divina  proveerá los premios y
los castigos. El problema es que este aplazamiento de la felicidad a una supuesta vida eterna puede
funcionar en sociedades que consideran inherente a la vida un cierto grado de dolor e insatisfacción, pero
pierde mucho de su atractivo cuando la sociedad puede responder de un modo siquiera aceptable a los
deseos y proyectos individuales de sus miembros. Pues bien, esto es lo que comenzó a suceder durante la
Edad Moderna, en la medida en que para un creciente número de personas (los burgueses) tener una
existencia  creativa y plena en esta vida comenzaba a parecer una posibilidad real.

La secularización de la sociedad significó que la aspiración al la gloria celestial fue sustituida por la
aspiración al éxito mundano y al beneficio económico, y el modelo moral del héroe santo, cuya mayor
virtud era la obediencia, fue suplantado por un nuevo modelo, el del individuo hecho a si mismo que
consigue triunfar por medio de su valor personal y su trabajo.

La secularización se plasmó en todos los aspectos de la cultura. En la ciencia, la investigación fue
adquiriendo cada vez mayores cotas de autonomía. En el arte, las catedrales dejaron paso a los palacios
y al monopolio de las obras de tema religioso se le unieron los retratos y las escenas de la vida burguesa.
En  la filosofía, por ultimo, la reflexión  dejo de centrarse en las relaciones entre la fe y la razón y las
cuestiones de metafísica (que obedecían en ultimo lugar al interés que despertaba el problema de la
existencia de Dios), en beneficio de un mayor interés en las cuestiones de ética, política y teoría del
conocimiento.

Modernización
¿Que queremos decir cuando afirmamos de una sociedad, (o de una época, en este caso) que es
moderna? Vamos a guiarnos por una definición de Max Weber, uno de los sociólogos mas importantes
de este siglo. Según Weber, modernización es un conjunto de procesos que tienden hacia la
racionalización de la vida humana. Una sociedad es moderna cuando deja de regirse por mitos, por
costumbres irreflexivas, por elementos afectivos,  y pasa a otorgar a la razón el gobierno. Habitualmente
se considera moderna una sociedad en función de su tecnología, pero hay que caer en la cuenta de que la
tecnología no es sino una de las consecuencias de la modernización.
Esta racionalización en que consiste la modernización de la sociedad tiene dos sentidos; por un lado es
una racionalización burocrática. La edad moderna es el periodo de nacimiento de los estados modernos.
El estado moderno se caracteriza por que en el la pertenencia y la obligación de obedecerlo se plantea no
tanto como una cuestión afectiva como por interés. En la modernidad la  pertenencia a una comunidad
política comienza a verse mas desde el punto de vista de los beneficios que plantea a los ciudadanos que
desde el patriotismo irracional. Así, lo que importa en el estado moderno es su efectividad, para la cual
se despliega la enorme burocracia que le es característica.

Por otro lado, la racionalización de la Modernidad es una racionalización instrumental. Esto quiere decir


que lo propio de la modernidad es inquirir acerca de cuales son los medios mas adecuados para
conseguir unos determinados fines, pero no someter a critica estos mismos fines. La divisa principal de
la modernidad esta en la afirmación de Bacon de que “saber es poder”, lo que es lo mismo que decir que
el conocimiento no tiene su justificación en una aspiración natural del hombre por el saber, a un amor
incondicional por la verdad. La Edad Moderna empieza a entender que se  aspira al conocimiento para
ejercer el juego del poder, para servirse de el como instrumento de dominio sobre la naturaleza o sobre
los demás seres humanos.

SUBJETIVISMO Y LIBERTAD

Vimos anteriormente como la secularización supuso un progresivo desplazamiento de  la religión del
centro de la cultura de la época. Pero para los hombres resulta insoportable vivir sin un centro
gravitatorio, es decir, sin algo que le de significado y justifique al máximo su existencia individual y
colectiva. La importancia de la religión en la época medieval estriba en que desde ella los hombres
podían contestarse a tres preguntas clave; ¿que debo hacer? ¿Cual es la verdad? ¿Cual es el sentido de
la vida? La crisis de la secularización supone que los hombres empiezan a considerar cada vez menos
validas las respuestas que daba la religión a esas preguntas. Pero las preguntas siguen teniendo la misma
validez que antes, y de hecho la misma validez que nosotros aun hoy les reconocemos. La cuestión
entonces es: si no se responden ya desde la fe religiosa, ¿de que se sirve la filosofía de la época moderna
para responderlas?

Se trata de buscar algo que sustituya a la religión en su labor de dar sentido al mundo, evidentemente. De
este modo la filosofía moderna es una filosofía fundamentadora porque, cuando la religión entró en
crisis en su pretensión de dar sentido a toda la existencia humana, se lanzó en la búsqueda de algo que
pudiese sustituirla en ese papel.
Para esa tremenda labor de dar un nuevo sentido a la totalidad de la existencia de los hombres la primera
labor de la razón es la de someter a crítica todas las áreas de la actividad humana, por si no estuviesen
suficientemente fundamentadas. Y en efecto todos los filósofos modernos se lanzaron a la búsqueda de
errores y prejuicios, con el propósito de no conformarse sino con verdades fuera de toda duda. (De que
modo este empeño llega a ser algo radical es algo que veremos en Descartes.)
Se ha dicho en muchas ocasiones que lo característico de la Modernidad es el giro que se lleva a cabo
desde el teocentrismo al antropocentrismo. Y efectivamente en esto esta la  respuesta a nuestra
cuestión. En la Edad Moderna es el hombre el que ocupa el papel de fundamento de toda la existencia
que antes ocupaba Dios.  El ser humano se convierte en la instancia que da respuesta a las tres preguntas
que apuntábamos antes.
-Respecto a la cuestión de qué debemos hacer la filosofía moderna no va a remitirse en su respuesta a los
mandamientos de Dios o de la Iglesia, sino a la naturaleza del hombre. La pregunta no se entiende como
qué nos ordena la religión que hagamos, sino como podemos llegar a ser felices.

-En cuanto al sentido de la vida, a las respuestas religiosas tradicionales se añaden otras mundanas
(como la gloria o la fama).

– Y en tercer lugar esta la cuestión acerca de la naturaleza de la verdad. En la época medieval el modelo
de verdad era la revelación contenida en la Biblia. En la modernidad el paradigma de lo verdadero
es aquello que a la mente humana se le manifiesta como evidente y fuera de toda duda. La modernidad
defiende que para saber lo que es verdad el ser humano no necesita acudir a ninguna autoridad; se basta
con su razón, siempre y cuando esta funcione correctamente. Y es por esto que el funcionamiento de la
razón, es decir, la teoría del conocimiento, se convierte en una de las áreas de estudio principales de la
filosofía.
Verdad es aquello que se le presenta como cierto a un sujeto. Lo que hay detrás de esta sencilla formula
es la afirmación de que cada persona puede llegar a conocer las verdades que le son necesarias para su
vida solo por el uso de su razón, sin necesidad de profesar obediencia ciega a ninguna autoridad.  El
cambio de perspectiva con respecto a la época anterior es importantísimo pues significa nada mas y nada
menos que en la modernidad (y por ende en la obra de los filósofos que la componen) se establecen la
defensa teórica del libre pensamiento, sin el cual no puede nunca haber libertad de ningún tipo. 
Dijimos al inicio del tema que la edad moderna es la era del ascenso de la burguesía. Pues bien; la
filosofía moderna esta también comprometida con las reclamaciones de libertad de la clase burguesa.;
libertad política, libertad religiosa, libertad económica, libertad de pensamiento. Lo que sucede es que la
filosofía, al ser una reflexión radical, no puede conformarse con demandar la libertad. Tiene que
demostrar que en la naturaleza del ser humano esta la  autonomía,  que puede y debe ser capaz de regirse
por unas leyes propias tanto en su conducta como en su razonamiento.

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