**¢Cudles son las cosas que ti buscas?’’
Obstinado pregunté: ‘‘3Cudles son las cosas que
tu buscas, que est4s dispuesto a dejar todo el mundo a
fin de hallarlas?”’
“Busco una herencia incorruptible y que no
puede contaminarse, ni marchitarse,” dijo Cristiano
(la. Pedro 1:4). “Est4 arriba en los Cielos y cualquier
hombre que la busca con diligencia la recibira. Leed
este Libro y lo entenderéis.””
“Bah!” dijo Obstinado. “;Fuera con tu Libro!
¢Volverds con nosotros o no?’’
“No,” contesté Cristiano. ‘‘Ya he puesto mi mano
en el arado y no me volveré atrds.”
22Obstinado acusa a Cristiano de locura.
“Ven, vecino Flexible,” Obstinado demandé, ‘‘vol-
vamos a casa sin él. Este loco esta lleno de palabras
huecas. El piensa que es muy inteligente y que nadie
se le puede igualar.”
Pero Flexible contesté: “No te burles de él. Cris-
tiano es un buen hombre. Si lo que dice es cierto, creo
que me iré con él.”
“jQué! jOtro tonto!” exclamé Obstinado con
disgusto. ‘(Mejor que te vengas conmigo. sQuién sabe
dénde te levard ese loco. j Vuélvete! {No seas tonto!”
23Cristiano ruega, pero Obstinado se rehusa
a escuchar.
Cristiano le rogé a Obstinado: “‘jNo le digas que
se vuelva! Venid ambos conmigo. La felicidad y la
gloria de que hablé son reales. Si no me creéis a mi,
leed lo que est4 escrito en este Libro. Cada palabra es
verdad. El escritor del Libro derramé su sangre como
garantia.”
Entonces Flexible le dijo a Obstinado: “Amigo,
creo que me iré con este buen hombre y compartiré
sus penurias.” Volviéndose a Cristiano le dijo: “Amigo,
gsabes el camino hacia el lugar que buscas?”’
“Evangelista me indicé que mas alld de ese valle
hay una puerta estrecha,” Cristiano respondié. “Cuan-
do Weguemos alli alguien nos indicar4 el camino a
seguir.”
“qMuy bien!” dijo Flexible. “Emprendamos el
camino en seguida.”
24Obstinado se vuelve a casa.
“No me juntaré con gente tan ignorante y loca,”
dijo Obstinado. “Me vuelvo a casa.”’
En mi suefio vi a Cristiano y Flexible conversando
mientras avanzaban lentamente por la planicie.
CrisTiANo: Vecino Flexible, estoy tan contento que
me escuchaste y viniste conmigo. Si Obstinado hubiera
sentido los poderes y terrores de lo invisible como yo los he
sentido, no se hubiera vuelto tan tranquilo.
Fuiexiste: Ahora que estamos solos los dos, vecino
Cristiano, cuéntame mas acerca del lugar adonde vamos.
gQué clase de placeres hay alli y o6mo habran de disfru-
tarse?
CrisTIANO: Esto lo puedo sentir mejor con mi corazén
que explicarlo con mis labios. Pero desde que deseas
entender, te leeré las palabras del Libro.
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