Los Caudillos en Latinoamerica PDF

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Los caudillos en Latinoamérica

Según el historiador John Lynch, los caudillos cumplieron tres funciones en el seno de las nacientes repúblicas hispa-
noamericanas. En primer lugar, el caudillo era el jefe militar de una banda armada que luchaba por el control político
de la región, paso previo en su camino por alcanzar la presidencia del país.
En segundo lugar, el caudillo era un benefactor que establecía relaciones de clientelaje con numerosos individuos a
los que prometía riquezas, cargos y prebendas, a condición de luchar bajo su mando. Finalmente, el caudillo desem-
peñó el papel de gendarme o protector, controlando la movilización de las masas campesinas que amenazaban la
estabilidad del régimen.

Los grandes caudillos de Hispanoamérica


En muchas partes del continente aparecieron caudillos,
pero sólo algunos lograron trascender los estrechos lí-
mites de su región para convertirse en auténticos líderes
nacionales.
• En Argentina, el caudillo más importante fue Juan
Manuel de Rosas. Nacido en el seno de una familia
aristocrática de Buenos Aires, vivió sus primeros años
en una estancia cercana al río Salado. Su capacidad
administrativa y profundo conocimiento del campo
le permitieron amasar rápidamente una considera-
ble fortuna en el negocio ganadero. Sin embargo, el
rechazo a la política centralista y liberal del gobierno
hizo que organizara un ejército privado (compuesto
por los peones de su hacienda) y se rebelara contra
el régimen contando con el apoyo de la aristocracia
bonaerense de tendencia federalista. En 1829, Rosas
derrocó al gobierno y se convirtió en gobernador de
Buenos Aires. Su gestión, de corte dictatorial, tuvo el Retrato de Juan Manuel de Rosas. Elaborado
respaldo de los estancieros, grupo al que favoreció por Gaetano Descalzi (1809-1886)
mediante la concesión de nuevas tierras conquista-
das a los indios. También estableció una alianza con
otros caudillos regionales para crear la Confederación
Argentina, embrión de lo que sería el futuro Estado
argentino. Su poder personal estuvo sustentado en
el uso indiscriminado de la represión a través de una
policía paramilitar conocida como la “mazorca”, cuyo
objetivo era desaparecer a los rivales políticos. Final-
mente, en 1852, la alianza militar entre la provincia
de Entre Ríos, Uruguay y Brasil logró derrocar a Rosas,
quien se exilió en Inglaterra hasta su muerte (1877).
• Antonio López de Santa Anna fue el mayor caudillo
de la historia mexicana. Surgido en el seno del ejérci-
to realista, Santa Anna se pasó al bando patriota en
1821, donde adquirió fama como un connotado líder
federalista regional. Su salto a la arena política nacio-
nal fue producto de su heroica resistencia contra la in-
vasión española en 1829. Cuatro años después llegó a
la presidencia de México, pero no ejerció directamen-
te el cargo, sino que se mantuvo siempre en la som- Antonio López de Santa Anna. Óleo
bra, nombrando y destituyendo a políticos adictos, a Museo de Ciudad de México.
los que manejaba a su antojo.
• Frente al estanciero Rosas y al militar Santa Anna, el
caudillo venezolano José Antonio Páez representa
un tipo de caudillo más popular, que construyó su
carrera gracias a una combinación de fortaleza física,
carisma personal y sentido político. Nacido en la lo-
calidad de Curpa, en el seno de una familia pobre, su
vida cambió a los 17 años cuando en defensa propia
mató a un bandolero. Huyendo de la justicia entró a
trabajar como peón y vaquero en una hacienda de la
región tropical de Los Llanos. Allí se convirtió en jefe
de una banda armada dedicada al pillaje de hacien-
das y estancias de la región. Con el inicio de la gue-
rra de independencia en 1810, Páez se transformó de
bandolero en guerrillero, dando su apoyo a la causa
patriota. En 1816 derrotó a las tropas realistas en la
acción de Mata de la Miel, lo cual lo convirtió en un
héroe nacional y le abrió las puertas al ejército regular,
siendo incorporado con el grado de teniente coronel.
Sus triunfos militares contra los realistas le granjearon
el aprecio de Simón Bolívar, quien en 1821 lo nombró
jefe absoluto del departamento de Venezuela (que
formaba parte de la Gran Colombia desde 1819). En
1830, Venezuela se separó de la Gran Colombia, pero
Páez mantuvo el cargo de presidente del país, gober-
nando en tres periodos distintos (1830-1835; 1839- José Antonio Páez, presidente
1843; 1861- 1863). En 1863, tras ser derrocado por los de Venezuela durante el período 1855-1865
liberales, Páez se exilió en Nueva York, ciudad donde
murió en 1873.
• Figura emblemática del caudillismo en Latinoamérica
fue José Miguel Carrera, quien nació en la ciudad de
Mendoza el 15 de octubre del año 1785. Ha sido re-
conocido en la historia patria de Chile como el primer
caudillo, y uno de los más importantes militares y po-
líticos del proceso de independencia chileno. Hijo del
Coronel Ignacio de la Carrera y de Francisca de Paula
Verdugo Fernández, fue formado bajo el tradicionalis-
mo militar y generacional de su familia.
Ocupó el cargo de General en jefe del Ejército sitian-
do las ciudades chilenas y despojando la influencia
española de los principales cargos de gobierno. Hizo
parte del Sitio de Chillán en un intento por posicionar
las tropas a su mando sin suficientes armas, estrategia
y capacidad bélica e incitó la revuelta en contra del
Director Supremo Francisco de la Lastra de la Sotta en
el año 1814.

José Miguel Carrera. Pintura elaborada


por Miguel Venegas Cifuentes.

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